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Módulo 4

Actos y sociedades mercantiles

Unidad 2

Derecho Familiar

Sesión 3

Bases del Derecho Familiar

Definición de familia

La familia es una institución de carácter social, que se integra por un conjunto de personas unidas por un vínculo jurídico
que puede ser matrimonio, concubinato y parentesco por consanguinidad, afinidad o adopción. Ésta es la más antigua de
las instituciones humanas y constituye un elemento clave para la comprensión y funcionamiento de la sociedad.

Etimológicamente, familia procede de la voz famulia, por derivación famulus, que a su vez deriva del osco “famel”
que significa siervo y más remotamente del sanscrito “vama”, hogar o habitación, significando, por consiguiente, el
conjunto de personas y esclavos que moraban con el señor de la casa (Ramos, 2007:9).

Por otra parte, Bonnecase define a la familia del siguiente modo:

Es un organismo social de orden natural, que reposa sobre la diferenciación de sexos y la diferenciación correlativa
de las funciones y cuya misión suprema consiste en asegurar la perpetuidad de la especie (1945:22).

Existe una infinidad de definiciones creadas por diversos autores; sin embargo, la mayoría coinciden en
que la familia es el conjunto de personas ligadas entre sí, ya sea por el matrimonio o el parentesco con
residencia común, la cooperación económica o la reproducción.

Evolución sociohistórica de la familia

Dado que la familia es un grupo social tan antiguo como lo es la humanidad, no siempre ha sido como actualmente se
conoce; se ha reformado con el paso del tiempo y aún hoy en día la familia ha tenido cambios. Para conocer estos cambios,
primeramente, es necesario indagar en sus orígenes para comprender su concepción.

Para conocer la historia y las transformaciones que ha tenido la familia como institución, lee el siguiente texto:

 Abundis, M. A. y Ortega, M. A. (2010). Matrimonio y divorcio: antecedentes históricos y evolución legislativa.


México: UG. Disponible en http://www.cuc.udg.mx/sites/default/files/publicaciones/2010%20-
%20Matrimonio%20y%20divorcio%20-%20interiores.pdf

Derecho de Familia

El Derecho Familiar forma parte del Derecho Civil y se puede definir como el conjunto de normas y preceptos que no sólo
regulan sino, en ciertos momentos, también protegen a la institución llamada familia.

El Derecho Familiar regula tanto la interacción en la familia como las relaciones familiares con la sociedad, mismas que
pueden ser de carácter personal o patrimonial. Se considera importante establecer la naturaleza jurídica del Derecho
Familiar, ya que de ello depende el tratamiento que se le debe dar y la ubicación dentro de la normativa. El Derecho Familiar
tiene características propias respecto a las demás ramas del Derecho Civil; éstas se enlistan a continuación.

 El contenido ético de sus normas: Por el fundamento natural de la familia y su relación con las necesidades del hombre
(unión sexual, amor, procreación, asistencia, cooperación), el Derecho Familiar está directamente influido por los principios
morales con mucha más intensidad que cualquier otro sector del Derecho, a tal punto que se afirma el carácter ético de
sus reglas transformadas por el Derecho en normas jurídicas…

 Rango superior de las relaciones personales sobre las patrimoniales: El estado familiar, o sea, la posición que un
individuo ocupa dentro del núcleo familiar (cónyuge, padre, hijo, etcétera) es inherente a la persona, y produce efectos de
orden personal, y también consecuencias económicas y patrimoniales, en relación con los miembros de la familia. Esas
relaciones derivan del propio estado de familia, al cual, por lo tanto, están subordinadas (obligación alimentaria, derecho

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de usufructo paterno, relaciones patrimoniales entre cónyuges, etcétera). Así, predominan las relaciones personales
derivadas del estado de familia, sobre las relaciones de carácter patrimonial que dependen de aquéllas.

 Primacía del interés social y del interés familiar sobre el interés individual: El predominio del interés social y familiar
impone una fortísima limitación al principio de autonomía de la voluntad que produce las siguientes consecuencias:

1) La mayoría de las normas del Derecho de Familia son de orden público y, como tales, imperativas e inderogables
por la voluntad de alguna de las partes…

2) Intervención estatal, que se manifiesta en la intervención de funcionarios públicos en los actos de


emplazamiento en el estado de familia o en determinadas autorizaciones vinculadas a la familia o a su patrimonio
(Méndez et al., 2008:43).

Tradicionalmente se ha considerado al Derecho Familiar como una rama del Derecho Privado, para ser más específicos,
del Derecho Civil. Sin embargo, las características especiales de esta materia han provocado que diversos autores teoricen
sobre su ubicación en el Derecho. Algunos lo han colocado dentro de una clasificación separada del Derecho Civil o
Patrimonial en una zona intermedia entre el Derecho Público y el Derecho Privado, lo cual ha dado pie a que al Derecho
Familiar se le considere como una rama autónoma dentro.

Importancia del Derecho Familiar

Como se ha tratado, la familia es una institución de gran importancia para la sociedad, pues en ella se encuentra el origen
de todo grupo social. En este sentido, se puede afirmar que el Derecho Familiar determina cuándo se crea o se disuelve
una familia, así como la definición las relaciones existentes desde el punto de vista patrimonial.

Este campo del Derecho tiene como característica que las sentencias que se establecen no causan estado puesto que
éstas son susceptibles de ser modificadas de acuerdo al cambio de las circunstancias que originalmente fueron las que
crearon la controversia. Esta característica es única del Derecho Familiar y se debe a que la familia, por ser un grupo
social, tiene dinamismo y sus problemas no son estáticos.

La importancia del Derecho Familiar se fundamenta en el hecho de que éste toca lo más íntimo del ser humano, sus
relaciones conyugales, relaciones familiares, así como valores éticos y morales que son la base de normas jurídicas que
no pueden excluir ni unos ni otros y que buscan la armonización.

El parentesco

El parentesco es un “vínculo por consanguinidad, afinidad, adopción, matrimonio u otra relación estable de afectividad
análoga” (RAE, 2017). En concordancia con esta definición, el Código Civil Federal menciona que la ley no reconoce más
parentesco que los de consanguinidad, afinidad y el civil.

Así, se entiende por parentesco el vínculo reconocido legalmente entre los integrantes de una familia. Dicha relación
jurídica es permanente y abstracta, generadora de derechos y obligaciones, identificándose como atributo de la
personalidad. Su naturaleza varía según sea el parentesco por consanguinidad, afinidad o civil (adopción).

Asimismo, el parentesco se genera por hechos humanos que tienen consecuencias jurídicas, como acontece en el
parentesco consanguíneo, pero se genera también por actos jurídicos como el parentesco por afinidad que nace del
matrimonio y del civil que se genera por la adopción como acto jurídico.

Clases de parentesco

El parentesco deriva de dos situaciones: una biológica y otra civil. Por lo tanto, se puede afirmar que el parentesco tiene
como fuentes el matrimonio, la filiación y la adopción. De acuerdo con lo anterior y conforme a lo estipulado en el Código
Civil Federal, se deduce el reconocimiento de tres clases de parentesco.

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Efectos del parentesco

 Civiles: Tienen relación con el derecho recíproco a los alimentos, así como a las visitas. Otro de sus efectos es el
impedimento para contraer matrimonio entre personas que estén ligadas por el parentesco consanguíneo. El artículo 156
del Código Civil Federal estipula cuáles son los impedimentos para celebrar el matrimonio:

III. El parentesco de consanguinidad legítima o natural, sin limitación de grado en la línea recta, ascendente o
descendente. En la línea colateral igual, el impedimento se extiende a los hermanos y medios hermanos. En la
colateral desigual, el impedimento se extiende solamente a los tíos y sobrinos, siempre que estén en el tercer grado
y no hayan obtenido dispensa. IV. El parentesco de afinidad en línea recta, sin limitación alguna.

En el parentesco civil, por adopción, también existe el impedimento matrimonial entre adoptante y
adoptado. En este caso, dicho impedimento puede eludirse poniendo fin a la adopción.

 Pecuniarios: En lo que refiere al derecho de sucesión legítima, los efectos hereditarios sólo se generan en los
parentescos consanguíneo y civil, considerando que los efectos de esta clase de parentesco no se extienden más allá del
cuarto grado en línea colateral y, por consiguiente, la obligación de proporcionar alimentos y el derecho sucesorio sólo se
extiende hasta dicho grado.

 Penales y procesales: Inclusión en los casos específicos del tipo en delitos como el abandono de persona o tráfico de
menores. Se califica como agravante el parentesco en los delitos homicidio, lesiones, trata de personas de menores de
dieciocho años de edad o de personas que no tienen capacidad para comprender el significado del hecho o bien, de
personas que no tienen capacidad para resistirlo, ejercicio abusivo de funciones, abuso sexual y violación. Por otra parte,
en el ámbito del Derecho Procesal, el parentesco aplica como causal de impedimentos, recusación y excusa de
magistrados y jueces.

Grados y líneas de parentesco

 Grado: El grado se forma por cada generación. Todas las personas de una misma generación pertenecen al mismo
grado de parentesco respecto del ascendiente o antecesor.

Todos los hijos de un padre pertenecen a la misma generación y al mismo grado de parentesco respecto de su
progenitor, sin importar si tienen la misma madre o si nacieron antes o después.

 Línea: Cada generación forma un grado y cada serie de grados constituye lo que se llama línea de parentesco.

Cada uno de los hijos de un padre y los hijos de sus hijos, es decir, sus nietos, forman una línea.

Las líneas pueden ser:

- Línea recta: Es la que se compone de la serie de grados entre personas que sin descender unas de otras, descienden
de un progenitor o tronco común. Por ejemplo, padres, hijos, nietos, bisnietos. A su vez, puede ser en línea recta
ascendente o descendente, de acuerdo a lo que se señala en el artículo 298 del Código Civil Federal.

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Ascendente es la que liga a una persona con su progenitor o tronco de que procede; descendente es la que liga al
progenitor con los que de él proceden. La misma línea es, pues, ascendente o descendente, según el punto de partida y
la relación a que se atiende.

- Línea transversal: La línea recta, también llamada transversal o colateral, es la que se encuentra formada por dos líneas
rectas que coinciden en un progenitor común, esto es, los parientes no descienden unos de los otros, pero reconocen un
mismo progenitor conocido también como tronco común. Así, los hermanos, tíos, sobrinos y primos que reconocen como
progenitor común a un abuelo, aunque unos sean descendientes de los otros. La línea transversal de parentesco puede
ser igual o desigual, dependiendo de la distancia generacional que exista entre el pariente de cada línea recta respecto del
progenitor común. Se está frente a una línea transversal igual de parentesco cuando, la distancia generacional que existe
entre el pariente de cada línea recta es la misma: los hermanos entre sí y los primos respecto de otros primos. Por su parte,
la línea transversal desigual de parentesco se presenta cuando la distancia generacional existente entre los parientes de
cada línea recta es diferente: los tíos y los sobrinos.

Medición de las líneas y grados

Existen dos formas para contar los grados de parentesco:

 Se cuenta el número de personas que forman la línea y se suprime al progenitor común; así, en línea recta entre el abuelo
y el nieto existen tres personas: abuelo, padre y nieto, de modo que el grado de parentesco entre ellos es el segundo.

 Se consideran las generaciones que separan a un pariente de otro u otros. Así, entre padre e hijo hay una generación;
por lo tanto, el grado de parentesco entre ellos es el primero. Por su parte, entre abuelo y nieto hay dos generaciones: son
parientes en segundo grado.

Para contar el parentesco en línea transversal, se inicia por el extremo de una de ellas, se sube hasta el progenitor común,
y se baja hasta el otro pariente por la línea correspondiente. De tal manera, entre dos hermanos el grado de parentesco
es el segundo, pues hay tres personas en la línea: primer hermano, padre y segundo hermano: al suprimir al progenitor
común quedan dos personas, lo que indica el segundo grado. Lo mismo sucede entre tío y sobrino, en que el número de
personas en la línea es de cuatro y las generaciones que los separan son tres, una en una línea y dos en la otra, el grado
de parentesco es el tercero (Universidad América Latina, 2001).

El patrimonio familiar

Se conoce como patrimonio familiar o patrimonio de familia a la “institución de interés público, que tiene como objeto afectar
uno o más bienes para proteger económicamente a la familia y sostener el hogar” (artículo 723, CCDF).

Para Pérez Contreras, el patrimonio familiar es:

El conjunto de bienes libres de gravámenes e impuestos, inembargables y no susceptibles de enajenación, que la


ley destina a una familia con el fin de proteger y asegurar la satisfacción de las necesidades básicas de los
acreedores alimentarios, esto es, los integrantes de la familia como los cónyuges, los concubinos, los ascendientes
y descendientes, de forma que los integrantes puedan desarrollarse de forma adecuada y sostener una calidad de
vida aceptable en el hogar (Pérez, 2010:175).

Antecedentes

Los antecedentes del patrimonio familiar se encuentran en la Ley Homestead de Estados Unidos y de Canadá. Esta ley
plantea lo siguiente:

La propiedad (pequeña propiedad) bajo el régimen [familiar] tiene el carácter de inalienable, intransmisible e inembargable,
pero podía ser transmitida por herencia a una sola persona de la familia para proporcionar refugio a esa parte del núcleo
familiar. Esta figura se integró por diversas legislaciones extranjeras a partir del año 1839, para seguir siendo adoptada,
bajo diferentes denominaciones, como bien de familia o patrimonio de familia, por muchos países entre ellos Alemania,
Francia, Colombia y Uruguay.

En España, encontramos figuras similares al patrimonio de familia, pero en particular la denominada casa, en Aragón. La
casa consistía en un núcleo familiar y patrimonial que se encontraba bajo la jefatura y dominio, siguiendo la tradición
patriarcal de un señor, generalmente el padre; encontrándose formado por una unidad económica de explotación,
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generalmente tierras; así como de un conjunto de bienes que fueron transmitidos y que se acrecentaron de una generación
a otra, y a través de los cuales se crea una identidad familiar y subsisten las siguientes generaciones (Pérez, 2010:175-
176).

En el México prehispánico, se entregaban parcelas a las familias en los calpulli, cuya extensión se determinaba con base
en la necesidad de la familia. Estas parcelas tenían un gravamen consistente en el pago de un canon en maíz y demás
productos agrícolas que debía hacer beneficiaria la familia al cacique del lugar. La familia podía perder este bien si
abandonaba el calpulli o si dejaba sin cultivar la parcela durante dos años consecutivos. Este régimen de comunidad
familiar fue respetado durante la época virreinal; si bien suprimiendo el pago del canon al cacique mediante los repartos
de tierra que se hicieron con bastante profusión en nombre del rey que tenía el dominio inminente del suelo.

Actualmente, el patrimonio de familia se encuentra regulado en el artículo 27 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, estableciendo las bases de su regulación al señalar que serán las leyes locales las que lo organicen y
determinen los bienes que lo constituyen. De la misma forma el artículo 123, en su fracción XXVIII, establece que serán
las leyes secundarias las que determinarán qué bienes pueden constituir el patrimonio familiar “bienes que serán
inalienables, no podrán sujetarse a gravámenes reales ni embargos, y serán transmisibles a título de herencia con
simplificación de las formalidades de los juicios sucesorios”.

Naturaleza jurídica

El patrimonio de familia es un patrimonio en su ámbito pecuniario, que respecto a otras clases de patrimonio tiene sus
características especiales.

De acuerdo con Gutiérrez y González, el patrimonio es “el conjunto de bienes, pecuniarios y morales, obligaciones
y derechos de una persona, que constituyen una universalidad de derecho” (2004:67).

En el fondo, el patrimonio de familia no es más que el usufructo de una casa habitación y de un predio rústico constituido
en favor de una familia determinada y protegido por la ley contra sus acreedores mediante su inembargabilidad y contra la
facultad dispositiva por medio de una prohibición de enajenarlo.

Características

 En nuestro Derecho, tanto en lo previsto por la Constitución como en el Código Civil Federal, los bienes afectos al
patrimonio familiar se consideran como “inalienables, imprescriptibles, y no estarán sujetos a embargo o gravámenes”
(artículo 123, fracción XXVIII constitucional).

 Sólo los miembros de la familia pueden habitar la casa, explotar el giro comercial o industrial y cultivar la parcela, pero el
juez de lo familiar puede autorizar, por causa justa, que “se dé en arrendamiento o en aparcería hasta por un año” (artículo
740 del CCF).

 Sólo puede haber un patrimonio de familia: “Cada familia sólo puede constituir un patrimonio. Los que se constituyan
subsistiendo el primero, no producirán efecto legal alguno” (artículo del 729, CCF).

 El valor máximo de los bienes afectados al patrimonio familiar será la cantidad resultante de multiplicar el factor 10, 950
por el importe de tres salarios mínimos vigentes en la Ciudad de México (artículo 730, del CCDF).

Para conocer el valor máximo de los bienes afectados al patrimonio familiar en tu entidad, lee la legislación correspondiente
a tu Estado.

Bienes que integran el patrimonio de familia

Son bienes objeto del patrimonio familiar la casa habitación de la familia. No obstante, cada ordenamiento civil puede
disponer que dicho patrimonio sea integrado por:

 El menaje de uso ordinario de la casa habitación.

 Una parcela cultivable.

 Establecimientos industriales y comerciales que sean explotados en familia, así como los utensilios propios de la
actividad.

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 Tratándose de familia campesina, además de lo señalado con anterioridad, la porción de tierra del dominio pleno de cuya
explotación se sostenga el hogar.

 La maquinaria, los instrumentos y animales propios para el trabajo de la tierra.

 Los instrumentos, aparatos útiles semovientes y libros necesarios para el arte, oficio o profesión de que dependa la
subsistencia de la familia.

Para conocer los bienes susceptibles de constituir patrimonio de familia en tu entidad, lee la legislación
correspondiente a tu su Estado

Constitución del patrimonio de familia

La constitución del patrimonio de familia se realiza por la vía judicial por el o los miembros de la familia que quieran constituir
el patrimonio mediante jurisdicción voluntaria, manifestándolo por escrito; si son varios, se designará un representante
común.

El Código Civil para el Distrito Federal establece los siguientes lineamientos para la solicitud de constitución de patrimonio
de familia:

Artículo 731.- Los miembros de la familia que quieran constituir el patrimonio lo harán a través de un representante común,
por escrito al juez de lo familiar, designando con toda precisión los bienes muebles e inmuebles, para la inscripción de
estos últimos en el Registro Público. La solicitud contendrá:

I. Los nombres de los miembros de la familia.


II. El domicilio de la familia.
III. El nombre del propietario de los bienes destinados para constituir el patrimonio familiar, así como la comprobación
de su propiedad y certificado de libertad de gravámenes, en su caso, excepto de servidumbres.
IV. El valor de los bienes constitutivos del patrimonio familiar no excederá el fijado en el artículo 730 de este
ordenamiento.

Cuando esta solicitud sea efectuada por el propietario, éste deberá acreditar, además:

 Ser mayor de edad o que se encuentra emancipado

 Que su domicilio es en el lugar del inmueble que pretende constituir en patrimonio.

 Que los bienes son de su propiedad y que no reportan gravamen fuera de las servidumbres.

Para que el patrimonio de familia sea procedente es necesario tomar en consideración lo siguiente (requisitos):

 Sólo puede constituirse con bienes localizados en el lugar en que esté domiciliado el inmueble que lo constituirá.

 No podrá exceder el monto máximo que la ley impone.

 Sólo se permite un patrimonio por familia. Si se constituyen diversos patrimonios después del primero, no producirán
efectos legales.

 El juez de lo familiar aprobará, en su caso, la constitución del patrimonio de familia y ordenará su inscripción en el
Registro Público de la Propiedad.

Pueden exigir judicialmente que se constituya el patrimonio de familia hasta por los valores fijados por ley, sin necesidad
de explicar su causa, los siguientes sujetos:

 El cónyuge del que deba constituirlo.

 Las personas a quienes tiene obligación de dar alimentos el que debe constituirlo.

 El tutor de acreedores alimentarios incapaces.

 Familiares del deudor alimentario.

 El Ministerio Público.
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Los efectos del patrimonio de familia son:

 Los beneficiarios de los bienes afectos al patrimonio de familia:

Serán representados en sus relaciones con un tercero (el cual también tendrá la representación de dichos bienes),
en todo lo que al patrimonio se refiere, por el que lo constituyó y, en su defecto por el que nombre la mayoría
(artículo 726 del CCF).

 Los miembros de la familia beneficiaria sólo:

Tienen derecho de habitar la casa y de aprovechar los frutos de la parcela afecta al patrimonio de familia, el
cónyuge del que lo constituye y las personas a quienes tiene la obligación de dar alimentos (artículo 725 del CCF).

 Los bienes serán inalienables e inembargables.

 Si se reúnen los requisitos que exige la ley, será necesario que se realice su anotación en el Registro Público de la
Propiedad.

 La familia que constituya el patrimonio tiene la obligación de habitar la casa y de cultivar la parcela.

Por otro lado, si el patrimonio de familia puede reformarse en los siguientes casos. 1) Si se constituyó con un monto inferior
al máximo establecido por la ley, puede ampliarse hasta llegar al monto máximo permitido. El procedimiento ello será el
mismo que se realizó al constituirlo. 2) Para solicitar la disminución del monto, deben de operar alguna de estas dos
hipótesis:

 Se tiene que demostrar que el disminuirlo es por causa de una gran necesidad de la familia o que de esta disminución
se obtendrá una notoria utilidad.

 Cuando por causas posteriores a su constitución, rebasa en más de un ciento por ciento el valor máximo que pueden
tener conforme a lo que establezca la legislación civil de la entidad.

En caso de proceder la disminución deberá darse vista al Ministerio Público.

La extinción del patrimonio y sus efectos

El patrimonio de familia se extingue por los siguientes motivos:

Cuando todos los beneficiarios cesan de tener derecho a recibir alimentos, cuando sin causa justificada la familia
deje de habitar por un año la casa o de cultivar por dos años consecutivos la parcela, cuando se demuestre la
necesidad o utilidad para la familia de que el patrimonio quede extinguido, cuando por causa de utilidad pública se
expropien los bienes que lo constituyen, cuando habiéndose formado con terrenos pertenecientes al gobierno, se
declare judicialmente nula o rescindida la venta de esos bienes (artículo 741 del CCDF), (Morineau, 1980:82).

Cuando, tratándose del patrimonio formado con los bienes vendidos por la autoridad administrativa, se declare por
sentencia ejecutoria nula o rescindida la venta de esos bienes.

Al igual que la constitución, la extinción del patrimonio familiar requiere de la decisión judicial. Dicha extinción se solicitará
al juez de lo familiar que mandará a dar aviso al Registro Público de la Propiedad de la resolución en donde se tenga por
extinguido el patrimonio para la cancelación de la anotación. Si la extinción es a causa de expropiación, no será necesaria
la tramitación judicial.

Los efectos de la extinción del patrimonio son:

 Una vez extinguido, deberá darse aviso al Registro Público de la Propiedad para la cancelación de la anotación.

 Si el patrimonio se extingue por causa de utilidad pública, realizada la expropiación, el patrimonio queda extinguido sin
necesidad de declaración judicial, debiendo cancelarse en el Registro la anotación correspondiente. El precio que se haya
pagado por el patrimonio expropiado se depositará en una institución de crédito a fin de que se utilice en la constitución de
un nuevo patrimonio. Durante un año son inembargables el precio depositado y el importe el seguro. Si el dueño de los
bienes vendidos no lo constituye en el plazo de seis meses, el cónyuge del que tenga la obligación de dar alimentos tiene
derecho a exigir judicialmente su constitución.

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 “Transcurrido un año desde que se hizo el depósito, sin que se hubiere promovido constitución de un nuevo patrimonio
la cantidad depositada se entregará al dueño de los bienes” (743 del CCF).

 “En los casos de suma necesidad o de evidente utilidad, puede el juez autorizar al dueño del depósito para disponer de
él antes de que transcurra el año” (787 del Código Civil del Estado de Guanajuato).

 Extinguido el patrimonio de familia, los bienes que lo formaban vuelven a pleno dominio del que lo constituyó o pasará a
sus herederos en caso de fallecimiento.

Transmisión hereditaria

Se realizará de la misma forma en la que el Código de Procedimientos Civiles establece la tramitación de los juicios
sucesorios, aunando lo siguiente:

 Al presentar el acta de defunción del autor de la herencia, se anexarán “los comprobantes de la constitución del
patrimonio familiar y su registro, así como el testamento o la denuncia del intestado” (871 del CPCDF).

 El inventario o avalúo los realizará el cónyuge que sobreviva o el albacea si éste estuviera designado o en su defecto por
el heredero que tenga mayor edad. El avalúo debe firmarlo un perito oficial.

 El juez convocará una junta entre las partes nombrando tutores especiales a los menores que tuvieren representante
legítimo o cuando los intereses de las partes sean contrarios. Asimismo, procurará ponerlos de acuerdo sobre la forma de
hacer la partición. Si no se logra un acuerdo, nombrará a un perito para que en el término de cinco días presente el proyecto
de partición, el cual se dará a conocer a los interesados en una nueva junta. En esa audiencia oirá y decidirá las
oposiciones, mandando a hacer la adjudicación.

 Las resoluciones constarán en el expediente respectivo. Las peticiones no requieren ser realizadas de forma escrita,
siendo el escrito de denuncia el único requerido para realizar la tramitación.

 El acta en las que consten las adjudicaciones poder servir de título para los interesados.

 Esta transmisión estará exenta del pago de contribuciones cualquiera que sea su naturaleza.

Para poder comprender mejor el tema, consulta la legislación civil vigente de tu entidad.

Relaciones jurídicas pertenecientes al Derecho Familiar

Matrimonio

Del latín matrimonium, es:

Una institución social y permanente, por la cual se establece la unión jurídica de un solo hombre y una sola mujer,
que, con igualdad de derechos y obligaciones, originan el nacimiento y estabilidad de una familia, así como la
realización de una comunidad de vida plena y responsable (artículo 8 de la Ley para la Familia del Estado de
Hidalgo).

No obstante, en la actualidad, el concepto se ha reformado por los cambios sociales que la figura del matrimonio ha sufrido,
en la actualidad en el Código Civil para la Ciudad de México, artículo 146, establece que:

Matrimonio es la unión libre de dos personas para realizar la comunidad de vida, en donde ambos se procuran
respeto, igualdad y ayuda mutua. Debe celebrarse ante el juez del Registro Civil y con las formalidades que estipule
el presente código.

Para entender mejor, es necesario tener presente que el concepto matrimonio implica dos acepciones fundamentales:

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Es importante recordar que el matrimonio es la primera fuente de la familia y que sus consecuencias jurídicas son muy
importantes, pues genera deberes, derechos y obligaciones especiales entre los cónyuges. El matrimonio crea un estado
civil originado por un acto jurídico en que intervienen los cónyuges.

Naturaleza jurídica

El estudio de la naturaleza jurídica del matrimonio implica la revisión de diversos temas, tales como la voluntad de los
contrayentes, los momentos y hechos históricos que determinan su naturaleza jurídica. En todo matrimonio celebrado, el
papel de la voluntad de los contrayentes ha sido determinante, no así en otros sistemas ajenos al nuestro en los que se
dan casos como los matrimonios por venta de la mujer, rapto o por acuerdo de los progenitores.

En los sistemas jurídicos occidentales es indispensable la manifestación de la voluntad de los contrayentes ante el ministro
de la iglesia o el oficial del registro civil. Tradicionalmente, se identificó todo acuerdo de voluntades como un contrato y
para distinguirlo del acto religioso, pues el matrimonio se ha considerado también como un sacramento. Es importante
apuntar que en México las autoridades políticas, como los legisladores de las Leyes de Reforma, concibieron al matrimonio
como un contrato de naturaleza civil.

En México, la promulgación y publicación de leyes como la del 27 de enero de 1857, que establecía para toda la República
el registro del estado civil, y la del 27 de julio de 1859 sobre el matrimonio, le dieron por primera vez el carácter de acto
laico, totalmente ajeno a la autoridad eclesiástica, y lo denominaron contrato, concepción con la que pasó a la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917. De igual manera, en el Código Civil para el Distrito Federal de 1810,
se reglamenta el matrimonio y se le instituye con carácter contractual, laico y civil.

El concepto de matrimonio como contrato se suele definir como “la unión sexual del hombre y de la mujer, elevada a la
dignidad del contrato por la ley, y de sacramento por la religión” (Baqueiro, 1990:40). A pesar de la pluralidad de criterios
que los autores tienen con respecto a la naturaleza jurídica del matrimonio, pueden encontrarse coincidencias en los
elementos considerados sobre el tema, por ejemplo:

 Es un acto solemne.

 Es un acto complejo por la intervención del Estado.

 Requiere de la concurrencia de la voluntad de las partes y de la voluntad del Estado.

 Es un acto que para su constitución requiere de la declaración del juez del Registro Civil.

 En éste la voluntad de las partes no puede modificar los efectos previamente establecidos por el Derecho, ya que sólo
se limita a aceptar el estado de casado con todas sus implicaciones, queridas o no.

 Sus efectos se extienden más allá de las partes y afectan a sus respectivas familias y a sus futuros descendientes.

 Su disolución requiere de sentencia judicial o administrativa, no basta con la sola voluntad de los interesados.

Requisitos para contraer matrimonio

En el Código Civil Federal (CCF) se establece que el matrimonio debe celebrarse ante los funcionarios que establece la
ley y con las formalidades que ella exige. En artículo 149 del CCF en cita indica que, en cuanto a los sujetos, los menores
de dieciocho años no pueden contraer matrimonio sin consentimiento de su padre o de su madre (o del que sobreviva, en
su caso). Este derecho lo tiene la madre, aunque haya contraído segundas nupcias, pero sólo si el hijo vive bajo su techo.
El mismo precepto del código en cita señala:

A falta o por imposibilidad de los padres, se necesita el consentimiento de los abuelos paternos, si vivieren ambos,
o del que sobreviva; a falta o por imposibilidad de los abuelos paternos, si los dos existieren, o del que sobreviva,
se requiere el consentimiento de los abuelos maternos.

Artículo 150.- Faltando padres y abuelos, se necesita el consentimiento de los tutores; y faltando éstos, suplirá el
consentimiento, en su caso, el juez de lo Familiar de la residencia del menor.

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No obstante, la prohibición del matrimonio a quien no tenga la mayoría de edad (artículo 149 del CCF),
debe tomarse en cuenta el contenido del siguiente artículo:

Artículo 148. Para contraer matrimonio el hombre necesita haber cumplido dieciséis años y la
mujer catorce. El Jefe de Gobierno del Distrito Federal o los Delegados según el caso, pueden
conceder dispensas de edad por causas graves y justificadas.

Asimismo, la ley también contempla los impedimentos para contraer matrimonio. Consulta el artículo 156
del Código Civil Federal para saber cuáles son dichos impedimentos.

Sobre las formalidades, el CCF señala lo siguiente:

Artículo 97.- Las personas que pretendan contraer matrimonio presentarán un escrito al juez del Registro Civil del domicilio
de cualquiera de ellas, que exprese:

I. Los nombres, apellidos, edad, ocupación y domicilio, tanto de los pretendientes como de sus padres, si éstos
fueren conocidos. Cuando alguno de los pretendientes o los dos hayan sido casados, se expresará también el
nombre de la persona con quien celebró el anterior matrimonio, la causa de su disolución y la fecha de ésta.
II. Que no tienen impedimento legal para casarse.
III. Que es su voluntad unirse en matrimonio.

Este escrito deberá ser firmado por los solicitantes, y si alguno no pudiere o no supiere escribir, lo hará otra persona
conocida, mayor de edad y vecina del lugar.

Por otra parte, el escrito debe ser acompañado de los documentos señalados en el artículo 97 del Código Civil
Federal, el cual se recomienda consultar.

Una vez hecho lo anterior, el matrimonio se celebrará dentro de los ocho días siguientes, en el lugar, día y hora que señale
el juez del Registro Civil, y deberán presentarse ante el juez del Registro Civil los pretendientes o su apoderado especial,
constituido en la forma prevenida en el artículo 44, y dos testigos por cada uno de ellos que acrediten su identidad, en el
lugar, día y hora designados para la celebración del matrimonio.

En el lugar, día y hora establecida, y estando presentes las partes a celebrar, el juez del Registro Civil leerá en voz alta la
solicitud de matrimonio, los documentos que con ella se hayan presentado e interrogará a los testigos acerca de si los
pretendientes son las mismas personas a que se refiere la solicitud, para posteriormente preguntar a los pretendientes si
es su voluntad unirse en matrimonio; si están conformes, los declarará unidos en nombre de la ley y de la sociedad.

A continuación, el juez levantará el acta de matrimonio en la cual se hará constar de elementos tales como los nombres,
apellidos, edad, ocupación, domicilio y lugar de nacimiento de los contrayentes, entre otros aspectos.

Para conocer todos los elementos que constarán en el acta de matrimonio, consulta el artículo 103 del Código
Civil Federal.

Para finalizar, el acta respectiva debe ser firmada por el juez del Registro Civil, los contrayentes, los testigos, y las demás
personas que hubieren intervenido en el acto, además, se imprimirán las huellas digitales de los contrayentes.

Efectos del matrimonio

Artículo 162. Los cónyuges están obligados a contribuir cada uno por su parte a los fines del matrimonio y a
socorrerse mutuamente.

Los cónyuges tienen derecho a decidir de manera libre, informada y responsable el número y espaciamiento de
sus hijos, así como emplear, en los términos que señala la ley, cualquier método de reproducción asistida, para
lograr su propia descendencia. Este derecho será ejercido de común acuerdo por los cónyuges.

Artículo 163. Los cónyuges vivirán juntos en el domicilio conyugal. Se considera domicilio conyugal, el lugar
establecido de común acuerdo por los cónyuges, en el cual ambos disfrutan de autoridad propia y consideraciones
iguales (CCDF).

Respecto de los alimentos, tanto los cónyuges como los hijos tienen derecho preferente sobre los ingresos y bienes de
quien tenga a su cargo el sostenimiento económico de la familia, y podrán pedir el aseguramiento de los bienes para hacer
efectivos sus derechos.
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Regímenes patrimoniales en el matrimonio

Sociedad conyugal

Para Ernesto Gutiérrez la sociedad conyugal:

Es un contrato accesorio que celebran, las mismas partes, antes o al momento de celebrar el contrato de matrimonio o
durante éste, para establecer que todos los bienes pecuniarios que tienen en ese momento, o los que se adquieran al
futuro, o sólo unos cuantos o ninguno de los primeros, y una parte o todos de los segundos, pasarán a formar una
comunidad de bienes de los contratantes (2004:373).

La sociedad conyugal se regirá por las capitulaciones matrimoniales que la constituyan, y en lo que no estuviere
expresamente pactado, por las disposiciones relativas al contrato de sociedad. Las capitulaciones matrimoniales son los
pactos que los esposos celebran para constituir la sociedad conyugal o la separación de bienes y reglamentar la
administración de éstos en uno y en otro caso; pueden otorgarse antes de la celebración del matrimonio o durante él, con
la posibilidad de que en ellas se contemplen los bienes que ambos consortes tengan al momento de realizar el contrato de
matrimonio, o bien, pueden hacerse con respecto de futuros bienes que los esposos pretendan adquirir. Las capitulaciones
matrimoniales de acuerdo a lo establecido por el artículo 189 del Código Civil para la Ciudad de México deben contemplar
lo siguiente:

I. La lista detallada de los bienes inmuebles que cada consorte lleve a la sociedad, con expresión de su valor y
de los gravámenes que reporten.
II. La lista especificada de los bienes muebles que cada consorte introduzca a la sociedad.
III. Nota pormenorizada de las deudas que tenga cada esposo al celebrar el matrimonio, con expresión de si la
sociedad ha de responder de ellas, o únicamente de las que se contraigan durante el matrimonio, ya sea por
ambos consortes o por cualquiera de ellos.
IV. La declaración expresa de si la sociedad conyugal ha de comprender todos los bienes de cada consorte o sólo
parte de ellos, precisando en este último caso cuáles son los bienes que hayan de entrar a la sociedad.
V. La declaración explícita de si la sociedad conyugal ha de comprender los bienes todos de los consortes, o
solamente sus productos. En uno y en otro caso se determinará con toda claridad la parte que en los bienes o
en sus productos corresponda a cada cónyuge.
VI. La declaración de si el producto del trabajo de cada consorte corresponde exclusivamente al que lo ejecutó,
o si debe dar participación de ese producto al otro consorte y en qué proporción.
VII. La declaración acerca de que, si ambos cónyuges o sólo uno de ellos administrará la sociedad, expresándose
con claridad las facultades que en su caso se concedan.
VIII. La declaración acerca de si los bienes futuros que adquieran los cónyuges durante el matrimonio pertenecen
exclusivamente al adquirente, o si deben repartirse entre ellos y en qué proporción.
IX. La declaración expresa de que si la comunidad ha de comprender o no los bienes adquiridos por herencia,
legado, donación o don de la fortuna.
X. Las bases para liquidar la sociedad.

De acuerdo con el Código Civil para el Distrito Federal, serán nulas las capitulaciones matrimoniales considerando lo
siguiente:

Artículo 190. Es nula la capitulación en cuya virtud uno de los consortes haya de percibir todas las utilidades; así como la
que establezca que alguno de ellos sea responsable por las pérdidas y deudas comunes en una parte que exceda a la que
proporcionalmente corresponda a su capital o utilidades.

La sociedad conyugal puede suspenderse por ausencia de alguno de los cónyuges. El Código Civil del Estado de Veracruz
en su artículo 184 señala lo siguiente:

El abandono injustificado por más de seis meses del domicilio conyugal por uno de los cónyuges hace cesar para él desde
el día del abandono los efectos de la sociedad en cuanto le favorezcan; éstos no comenzarán de nuevo sino previo convenio
entre los cónyuges.

Habrá terminación de la sociedad conyugal:

I. Si el socio administrador, por su notoria negligencia o torpe administración, amenaza arruinar a su consocio o
disminuir considerablemente los bienes comunes.

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II. Cuando el socio administrador, sin el consentimiento expreso de su cónyuge, hace cesión de bienes
pertenecientes a la sociedad conyugal, a sus acreedores.
III. Si el socio administrador es declarado en quiebra o concurso.
IV. Por cualquiera otra razón que lo justifique a juicio del órgano jurisdiccional competente (artículo 188 del CCF).

Conforme a los elementos señalados sobre la conformación de la sociedad conyugal, se pueden resumir sus características
del siguiente modo:

 Es un contrato accesorio.

 Puede ser pactado por los consortes al momento de contraer matrimonio o durante la vigencia del mismo.

 Tiene por objeto precisar cuáles son los bienes pecuniarios con los que cada cónyuge tendrá participación en el
matrimonio.

 Las prohibiciones en las capitulaciones tienen el fin de generar una igualdad entre las partes y por lo tanto procurar la
seguridad jurídica de ambos consortes.

Separación de bienes

La separación de bienes es el otro de los regímenes patrimoniales del matrimonio e implica que los bienes que tiene cada
uno de los consortes, no forman con los del otro, una “comunidad de bienes”. En este régimen cada cónyuge conserva la
propiedad o titularidad de sus bienes.

De acuerdo con el Código Civil del Distrito Federal, la separación de bienes puede ser absoluta o parcial y, para el segundo
caso, los bienes que no consten en capitulaciones de separación serán objeto de sociedad conyugal.

La separación de bienes se hará constar en las capitulaciones previas al matrimonio y por convenio durante el mismo.
Comprenderá los bienes de los que sean dueños al momento de pactar matrimonio y también de los bienes que en un
futuro adquiera cada cónyuge. La separación de bienes puede terminar o ser modificada en el transcurso del matrimonio
por las siguientes causas:

 Muerte del cónyuge que propuso ese sistema patrimonial en el matrimonio.

 Por convenio.

Nulidad de matrimonio

En términos generales, la nulidad consiste en la declaración de ineficacia, que trae como consecuencia que una norma, un
acto jurídico o un acto jurisdiccional deje de producir efectos jurídicos.

Para el caso del matrimonio, la nulidad trae como consecuencia la inexistencia del mismo, aun cuando subsistan ciertos
derechos y obligaciones por disposición de la ley, como es el caso de los derechos de los hijos y las obligaciones de los
padres para con ellos.

Para profundizar en este tema, consulta el siguiente capítulo:

 Pérez, M. (2010). Capítulo cuarto. Nulidad de matrimonio. En Derecho de familia y sucesiones (pp. 57-64).
México: UNAM. Disponible en https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3270/6.pdf

El divorcio

El Diccionario de ciencias jurídicas, políticas y sociales presenta la siguiente definición:

Disolución del matrimonio en el Derecho Romano, que se producía por muerte de uno de los cónyuges; por
incapacidad matrimonial de cualquiera de ellos posterior a la celebración, como, por ejemplo, la capitis diminutio
máxima y media; el incestus superveniens, que sucedía cuando el suegro adoptaba como hijo a su yerno, con lo
cual los cónyuges quedaban en condición de hermanos, salvo que el padre hubiese emancipado previamente a su
hija; así como al llegar al cargo de senador quien estuviese casado con una liberta, si bien esta causa de disolución
fue abolida por Justiniano; cesación de la affectio maritalis, es decir, por la voluntad de ambos o de uno de los
cónyuges de poner término al matrimonio. Esta última causa de ruptura podría producirse por el divortium o por el
repudium, palabras de dudoso significado en el concepto de los autores; pues, mientras para algunos el repudio
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era la expresión del deseo de poner fin al matrimonio y el divorcio el efecto producido por dicha expresión, para
otros el repudio aludía a la disolución por voluntad unilateral de uno de los cónyuges, aludiendo el divorcio a la
disolución por mutuo disenso (Ossorio, s. f.:399).

Desde el punto de vista jurídico, el divorcio significa la disolución del vínculo matrimonial y sólo tiene lugar mediante la
declaración de la autoridad judicial y, en ciertos casos, de la autoridad administrativa.

Por otro lado, el Código Civil para la Ciudad de México vigente, en su artículo 266, si bien no señala una definición de
divorcio, únicamente establece cuál es su función, establece que “el divorcio disuelve el vínculo del matrimonio y deja a los
cónyuges en aptitud de contraer otro”.

Clasificación

En México, existen 4 tipos de divorcio, que responden a diferentes causas. A continuación, revisarás de manera general
cada uno de estos tipos.

Divorcio administrativo

Artículo 272.- Procede el divorcio administrativo cuando, habiendo transcurrido un año o más de la celebración del
matrimonio, ambos cónyuges convengan en divorciarse, sean mayores de edad, hayan liquidado la sociedad
conyugal de bienes, si están casados bajo ese régimen patrimonial, la cónyuge no esté embarazada, no tengan
hijos en común, o teniéndolos, sean mayores de edad, y éstos no requieran alimentos o alguno de los cónyuges.
El juez del Registro Civil, previa identificación de los cónyuges levantará un acta en que hará constar la solicitud
de divorcio y citará a éstos para que la ratifiquen a los quince días. Si los cónyuges lo hacen, el juez los declarará
divorciados y hará la anotación correspondiente en la del matrimonio anterior.

Si se comprueba que los cónyuges no cumplen con los supuestos exigidos, el divorcio así obtenido no producirá
efectos, independientemente de las sanciones previstas en las leyes.

Divorcio voluntario o por mutuo consentimiento

Antes de las reformas al Código Civil para la Ciudad de México del 2008, se contemplaba la posibilidad de que los
cónyuges disolvieran el vínculo matrimonial que los unía ante el juez de lo familiar, siempre y cuando estuvieran ambos de
acuerdo y no reunieran los requisitos que para tal efecto se establecían para el divorcio en la vía administrativa, cumpliendo
con lo siguiente:

Artículo 273.- Procede el divorcio voluntario por vía judicial cuando los cónyuges que no se encuentren en el caso
previsto en el artículo anterior, y por mutuo consentimiento lo soliciten al juez de lo familiar, en los términos que
ordena el Código de Procedimientos Civiles, siempre que haya transcurrido un año o más de celebrado el
matrimonio y acompañen un convenio que deberá contener las siguientes cláusulas:

I. Designación de la persona que tendrá la guarda y custodia de los hijos menores o incapaces, durante el
procedimiento y después de ejecutoriado el divorcio.
II. El modo de atender las necesidades de los hijos a quienes deba darse alimentos, tanto durante el procedimiento,
como después de ejecutoriado el divorcio, especificando la forma de pago de la obligación alimentaria, así como
la garantía para asegurar su debido cumplimiento.
III. Designación del cónyuge al que corresponderá el uso de la morada conyugal, en su caso, y de los enseres
familiares, durante el procedimiento de divorcio.
IV. La casa que servirá de habitación a cada cónyuge y a los hijos durante el procedimiento y después de ejecutoriado
el divorcio, obligándose ambos a comunicar los cambios de domicilio aún después de decretado el divorcio, si hay
menores o incapaces u obligaciones alimenticias.
V. La cantidad o porcentaje de pensión alimenticia en favor del cónyuge acreedor, en los términos de la fracción II.
VI. La manera de administrar los bienes de la sociedad conyugal durante el procedimiento y hasta que se liquide, así
como la forma de liquidarla, exhibiendo para ese efecto, en su caso, las capitulaciones matrimoniales, el inventario,
avalúo y el proyecto de partición.
VII. Las modalidades bajo las cuales, el progenitor que no tenga la guarda y custodia ejercerá el derecho de visitas,
respetando los horarios de comidas, descanso y estudio de los hijos.

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Los artículos del Código Civil y del Código de Procedimientos Civiles, ambos para el Distrito Federal, que regulaban lo
referente a este tipo de divorcio eran en el Código Civil los artículos 273, 275 y 276; y el Código de Procedimientos Civiles
los artículos 674 al 682.

Cabe destacar que, no obstante que en la Ciudad de México ya no existe el divorcio voluntario en la vía judicial
tal y como anteriormente se prevenía, en algunos otros estados de la República este divorcio sigue existiendo y su
tramitación es similar a la explicada con anterioridad.

Divorcio unilateral o incausado

El 3 de octubre de 2008 se publicó en la Gaceta Oficial del Distrito Federal la reforma al Código Civil para el Distrito
Federal, por medio de la cual desapareció la tramitación, en la vía judicial, tanto del divorcio necesario como del voluntario,
estableciéndose que ya no se necesita razón legal alguna por parte de los cónyuges para solicitar al juez el divorcio, ni el
consentimiento del otro esposo para su procedencia, sino que basta sólo el deseo expreso de uno de los cónyuges de no
continuar con el matrimonio para que el divorcio se materialice, de ahí que a este tipo de divorcio se le denomine divorcio
incausado (sin causa).

Dado que la tramitación del divorcio incausado es bastante sencilla, la gestión de éste es más rápida, por lo que, a dicho
divorcio, coloquialmente se le conoce como “divorcio exprés”. El Código Civil para el Distrito Federal establece los requisitos
y lineamientos que se tendrán que cumplir para la solicitud del divorcio ante la autoridad judicial. Cabe destacar que el
divorcio que se tramita en la vía administrativa (juez del Registro Civil), no sufrió modificación alguna. El procedimiento
para la tramitación del divorcio incausado, en caso de que sólo uno de los cónyuges esté de acuerdo con la disolución del
vínculo matrimonial, es el siguiente:

Artículo 267. El cónyuge que unilateralmente desee promover el juicio de divorcio deberá acompañar a su solicitud
la propuesta de convenio para regular las consecuencias inherentes a la disolución del vínculo matrimonial,
debiendo contener los siguientes requisitos:

I. La designación de la persona que tendrá la guarda y custodia de los hijos menores o incapaces.
II. Las modalidades bajo las cuales el progenitor, que no tenga la guarda y custodia, ejercerá el derecho de visitas,
respetando los horarios de comidas, descanso y estudio de los hijos.
III. El modo de atender las necesidades de los hijos y, en su caso, del cónyuge a quien deba darse alimentos,
especificando la forma, lugar y fecha de pago de la obligación alimentaria, así como la garantía para asegurar su
debido cumplimiento.
IV. . Designación del cónyuge al que corresponderá el uso del domicilio conyugal, en su caso, y del menaje.
V. La manera de administrar los bienes de la sociedad conyugal durante el procedimiento y hasta que se liquide, así
como la forma de liquidarla, exhibiendo para ese efecto, en su caso, las capitulaciones matrimoniales, el inventario,
avalúo y el proyecto de partición.
VI. En el caso de que los cónyuges hayan celebrado el matrimonio bajo el régimen de separación de bienes deberá
señalarse la compensación, que no podrá ser superior al 50% del valor de los bienes que hubieren adquirido, a
que tendrá derecho el cónyuge que, durante el matrimonio, se haya dedicado al desempeño del trabajo del hogar
y, en su caso, al cuidado de los hijos o que no haya adquirido bienes propios o habiéndolos adquirido, sean
notoriamente menores a los de la contraparte. El juez de lo familiar resolverá atendiendo las circunstancias
especiales de cada caso.

En cuanto el juez admita la solicitud de divorcio, ordenará que se notifique al cónyuge dicha petición, ordenando que éste
al momento de comparecer al juicio señale si está o no de acuerdo con el convenio que propone el cónyuge solicitante. En
caso de no estarlo, puede presentar una contrapropuesta de convenio.

Artículo 282.- Desde que se presenta la demanda, la controversia del orden familiar o la solicitud de divorcio y sólo
mientras dure el juicio, se dictarán las medidas provisionales pertinentes; asimismo en los casos de divorcio en
que no se llegue a concluir mediante convenio, las medidas subsistirán hasta en tanto se dicte sentencia
interlocutoria en el incidente que resuelva la situación jurídica de hijos o bienes, según corresponda.

Una vez contestada la solicitud de divorcio, el juez señalará de inmediato fecha y hora para que se celebre audiencia previa
y de conciliación, dará vista a la parte contraria con las excepciones y defensas que se hubieren opuesto en su contra por
el término de tres días. Si ambas partes asistieran a la audiencia y llegaran a un acuerdo con respecto del convenio, el
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juez dictará un acuerdo en el que decretara por disuelto el vínculo matrimonial y la aprobación de plano del convenio sin
necesidad de dictar sentencia.

Si los cónyuges no llegaran a un acuerdo sobre los convenios propuestos, el juez decretará el divorcio mediante sentencia,
dejando expedito el derecho de ambas partes para que las cuestiones que fueron materia de controversia en las propuestas
de convenios las hagan valer en la vía incidental.

Ejecutoriada la sentencia de divorcio, el juez de lo familiar remitirá copia certificada de ella al juez del Registro Civil ante
quien se celebró el matrimonio, para que éste haga la anotación correspondiente en la del matrimonio disuelto. Ambas
partes recobrarán su capacidad para contraer matrimonio.

El divorcio incausado se encuentra establecido en los artículos 267 al 291 del Código Civil para la Ciudad de
México, así como en los artículos 88, 255, 256, 260, 272 B y demás relativos y aplicables del Código de
Procedimientos Civiles para la Ciudad de México.

Divorcio necesario

En la actualidad este tipo de divorcio no existe en la Ciudad de México ni el Estado de México, como tampoco en Guerrero
o Coahuila. Para que este tipo de divorcio sea procedente es necesario que, en juicio, se invoque y acredite
fehacientemente una de las causales comprendidas en cualquiera de las causas taxativamente señaladas en el Código
Civil.

Antes de la reforma del 2008, en el Código Civil para el Distrito Federal estas causales se señalaban en el artículo
267.

Las causales establecidas en la ley para la procedencia del divorcio atienden a la existencia o no de culpa de alguno de
los cónyuges, así como –en su caso– a la gravedad de la culpa en que haya incurrido el cónyuge que dio motivo a la
disolución del vínculo matrimonial, tal como las causales señaladas en el artículo 267 del Código Civil Federal, del cual se
sugiere su consulta.

Para la procedencia del divorcio necesario ante el juez de lo familiar era necesario que el cónyuge que quisiera divorciarse
acreditara fehacientemente la causal que según él daba origen a éste, lo que en la práctica se convertía en litigios que
duraban muchos años y, en los cuales, en algunas ocasiones, era casi imposible acreditar la causal invocada.

Aun así, todavía existe este tipo de divorcio en algunas legislaciones del país y las personas que quieran obtener su divorcio
tienen que probar una o más de las causales que se mencionaron para poder disolver su vínculo matrimonial.

Concubinato

El concubinato es un hecho jurídico que consiste en la unión de dos personas de distinto sexo, es decir, un hombre y una
mujer sin impedimentos, de conformidad con la ley, para contraer matrimonio, que hagan vida en común, como si estuvieran
casados, por dos años ininterrumpidos o que, sin haber cumplido los dos años, hayan procreado un hijo en común de esta
relación (Pérez, 2010:83).

También se conoce como matrimonio por comportamiento, unión libre o unión de hecho. Se refiere a la cohabitación
permanente, en un mismo domicilio, entre un hombre y una mujer.

Efectos

Son efectos del concubinato los siguientes:

Regirán al concubinato todos los derechos y obligaciones inherentes a la familia, en lo que le fueren aplicables.

El concubinato genera entre los concubinos derechos alimentarios y sucesorios, independientemente de los demás
derechos y obligaciones reconocidos en la ley.

Al cesar la convivencia, la concubina o concubinario que carezcan de ingresos o bienes suficientes para su
sostenimiento tiene derecho a una pensión alimenticia por un tiempo igual al que haya durado el concubinato.

No procederá la demanda de alimentos del concubinario o concubina que haya demostrado ingratitud o viva en
concubinato o contraiga matrimonio.

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El término para ejercer la acción de alimentos por los concubinos deberá de ejercitarse dentro del año siguiente a
que cese la vida en concubinato (Pérez, 2010:84).

Mientras que el Código Civil Federal señala:

Artículo 383.- Se presumen hijos del concubinario y de la concubina: I. Los nacidos después de ciento ochenta
días contados desde que comenzó el concubinato; II. Los nacidos dentro de los trescientos días siguientes al en
que cesó la vida común entre el concubinario y la concubina.

Por otra parte, en el Código de Familia para el Estado de Sonora dicta lo siguiente:

Artículo 537.- Tienen derecho de habitar la casa y de aprovechar los frutos de la parcela afecta al patrimonio de
familia, el cónyuge, concubino o concubina del que lo constituye y las personas a quien tiene la obligación de dar
alimentos. Ese derecho es intransmisible, pero debe tenerse en cuenta lo dispuesto en el artículo 553 de este
código

Adopción

La adopción es el estado jurídico mediante el cual se confiere al adoptado la situación de hijo del o de los adoptantes, y a
éstos, los deberes y derechos inherentes a la relación paterno-filial. La adopción es el vínculo filial creado por el derecho.
Son requisitos para la adopción:

I. Que resulte benéfica para la persona que pretende adoptarse.


II. Que el adoptante tenga más de 25 años cumplidos al momento que el juez emita la resolución que otorgue la
adopción y tenga 17 años más que el adoptado.
III. Que el adoptante acredite contar con medios suficientes para proveer la subsistencia y educación del menor,
como hijo propio.
IV. Que el solicitante de la adopción exponga de forma clara y sencilla las razones de su pretensión.
V. Que el solicitante de la adopción demuestre un modo de vida honesto, así como la capacidad moral y social para
procurar una familia adecuada y estable al adoptado.
VI. Que ninguno de los adoptantes haya sido procesado o se encuentre pendiente de proceso penal por delitos que
atenten contra la familia, sexuales, o en su caso contra la salud.

Estas mismas calidades se exigirán a quien adopte conjuntamente.

La autoridad velará para que el adoptado goce de las garantías necesarias para su debida integración a una familia, sin
que se ponga en peligro su libre y debido desarrollo o se atente contra sus derechos humanos (artículo 397, CCDF).

Para la Ciudad de México, existen dos tipos de adopción: plena e internacional, para conocer sus distinciones,
requisitos y efectos, consulta el siguiente capítulo:

 Pérez Contreras, M. (2010). Capítulo decimoprimero. La adopción. En Derecho de familia y sucesiones. México:
UNAM. Disponible en https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3270/13.pdf

Sociedad de convivencia

El 9 de noviembre del 2006, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aportó la Ley de Sociedad en Convivencia. Esta
ley define sociedad de convivencia como el acto jurídico, bilateral, en el que dos personas mayores de edad y con
capacidad jurídica plena, de diferente o del mismo sexo, deciden establecerse en un hogar común con voluntad de
permanencia y de brindarse ayuda mutua.

No se podrá establecer una sociedad de convivencia, de acuerdo al artículo 4 de Ley de Sociedad de Convivencia para el
Distrito Federal, en los siguientes casos:

…las personas unidas en matrimonio, concubinato y aquéllas que mantengan vigente otra sociedad de
convivencia.

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Tampoco podrán celebrar entre sí sociedad de convivencia, los parientes consanguíneos en línea recta sin límite
de grado o colaterales hasta el cuarto grado

Las sociedades de convivencia se regirán, en los que les fuere aplicable, en los términos del concubinato; y las relaciones
jurídicas que se derivan de este último, se producirán entre los convivientes (artículo 5, LSCCM).

Toda sociedad de convivencia debe constar por escrito y debe ser ratificada y registrada ante la Dirección General Jurídica
y de Gobierno del Órgano Político Administrativo del domicilio donde se establezca el hogar común, instancia que actuará
como autoridad registradora. Dicho documento debe reunir los siguientes requisitos:

I.- Nombre, edad, domicilio y estado civil de los convivientes, así como, los nombres y domicilios de dos testigos mayores
de edad.

II Domicilio donde se establecerá el hogar común.

III.- La manifestación expresa de las o los convivientes de vivir juntos en el hogar común, con voluntad de permanencia y
ayuda mutua.

IV.- Puede contener la forma en que las o los convivientes regularán la Sociedad de Convivencia y sus relaciones
patrimoniales.

V.- Las firmas de las o los convivientes y de las o los testigos (artículo 5, LSCCM).

Una vez instituida la sociedad de convivencia, generará el deber recíproco de proporcionarse alimentos; aunado a lo
anterior, se crearán derechos sucesorios (aplicándose lo relativo a la sucesión legítima entre concubinos). La sociedad de
convivencia termina:

I. Por la voluntad de ambos o de cualquiera de las o de los convivientes.


II. Por el abandono del hogar común de una de las o de los convivientes por más de tres meses sin que medie
causa justificada.
III. Porque alguno de los convivientes contrae matrimonio o establece una relación de concubinato.
IV. Porque alguno de las o de los convivientes haya actuado dolosamente al suscribir la sociedad de convivencia.
V. Por la muerte de alguno de las o de los convivientes (artículo 20, LSCCM).

Artículo 21.- En el caso de terminación de la sociedad de convivencia, el conviviente que carezca de ingresos y
bienes suficientes para su sostenimiento tendrá derecho a una pensión alimenticia sólo por la mitad del tiempo al
que haya durado la sociedad de convivencia, siempre que no viva en concubinato, contraiga matrimonio o suscriba
otra sociedad de convivencia. Este derecho podrá ejercitarse sólo durante el año siguiente a la terminación de
dicha sociedad.

[…]

Artículo 24.- En caso de terminación de una sociedad de convivencia, cualquiera de sus convivientes deberá dar
aviso por escrito de este hecho a la autoridad registradora del Órgano Político Administrativo del hogar en común,
la que deberá hacer del conocimiento de dicha terminación al Archivo General de Notarías. La misma autoridad
deberá notificar de esto al otro conviviente en un plazo no mayor de 20 días hábiles, excepto cuando la terminación
se dé por la muerte de alguno de las o los convivientes en cuyo caso deberá exhibirse el acta de defunción
correspondiente, ante la autoridad registradora.

En caso de que la terminación de la sociedad sea por la ausencia de uno de las o los convivientes, la autoridad procederá
a notificar por estrados.

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Módulo 4

Actos y sociedades mercantiles

Unidad 2

Derecho Familiar

Sesión 4

Controversias del orden familiar

Alimentos

Concepto y alcances de los alimentos

Los alimentos son la facultad jurídica que tiene una persona física (acreedor alimentista) para exigir de otras u otra persona
(deudor alimentario) lo necesario para vivir de un modo adecuado (la comida, el vestido, la habitación, la asistencia en
casos de enfermedad y los gastos relativos a la educación integral). Esta exigencia se deriva del vínculo familiar que existe
entre ambos, así como de la necesidad del acreedor (artículo 308, CCDF).

Naturaleza jurídica

La institución de los Alimentos ha venido revolucionándose como nunca antes hacia finales del siglo XX, desde que en los
textos de Ulpiano y Antonino Pio, se establecieron como un mero efecto de la reciprocidad entre ascendientes y
descendientes directos, fundamentándose en elementos éticos más que jurídicos (Alburquerque, 2007). Hasta entonces
los sistemas jurídicos de todo el mundo, comenzaron a especificar a dicha institución en cuerpos normativos dejando la
tradición de su establecimiento exclusivamente a través de la vía jurisdiccional, reconociéndose como un asunto de interés
social.

De esta manera, hoy en día los Alimentos se configuran como un derecho humano que instrumenta, es decir, que ayuda
a operar al derecho fundamental del desarrollo humano integral, junto con el de acceder a un nivel de vida adecuado. Que
se haya convertido en un derecho de tal magnitud, ha causado de manera consecuente su reconocimiento como una
obligación jurídica que trasciende, de los integrantes del grupo familiar, al del orden público.

Al ser su cumplimiento tanto de interés social como del orden público, el Estado debe vigilar que, entre las personas
relacionadas por esta figura, “se procuren de los medios de vida suficientes cuando alguno de los integrantes del
grupo familiar carezca de los mismos y se encuentre en la imposibilidad real de obtenerlos” (Tesis: 1a.
CXXXVI/2014 [10a]). De esta manera, adquieren el rango de garantía individual, que el Estado Mexicano
sistematiza a través de sus legislaciones familiares y civiles

. Para comprender mejor la institución de los alimentos, consulta la siguiente jurisprudencia:

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 Tesis: 1a. CXXXVI/2014 (10a). Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, décima época, libro 5, abril de
2014. Tomo I, p. 788. Disponible en: http://bit.ly/2zLZE9P

A continuación, se expone el fundamento constitucional de los Alimentos como un derecho fundamental:

Artículo 4º. […] la ley […] protegerá la organización y el desarrollo de la familia.

[…]

Toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. El Estado lo garantizará.

Toda persona tiene derecho a la protección de la salud.

[…]

Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar. El Estado garantizará el
respeto a este derecho.

[…]

En todas las decisiones y actuaciones del Estado se velará y cumplirá con el principio del interés superior de la
niñez, garantizando de manera plena sus derechos. Los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción de sus
necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral. Este principio
deberá guiar el diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de las políticas públicas dirigidas a la niñez.

Los ascendientes, tutores y custodios tienen la obligación de preservar y exigir el cumplimiento de estos derechos
y principios.

El Estado otorgará facilidades a los particulares para que coadyuven al cumplimiento de los derechos de la niñez.

Por otra parte, las normas jurídicas internacionales que dan cuenta también de esta figura son las siguientes:

 Declaración Universal de los Derechos Humanos

 Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias

 Convención sobre los Derechos del Niño

 Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales

 Convención Americana sobre Derechos Humanos

 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos

Siendo los alimentos parte de los asuntos familiares tratados en el orden público, le corresponde conocer sobre
éstos a los Poderes Judiciales de cada una de las entidades federativas.

Los poderes establecen el tratamiento de los alimentos conforme a la división jurídica Federal y Local, según se
señale en los Códigos Familiares y Civiles de las entidades.

Características de los alimentos

 Son de orden público: Por lo tanto, las autoridades de procuración e impartición de justicia (Ministerio Público y jueces)
pueden intervenir de oficio para la observancia del interés superior del menor.

Cabe recordar, tal como se vio en la sesión anterior, que la obligación de proporcionar alimentos se llevará a cabo
de manera preferente sobre los ingresos y bienes de quien tenga a su cargo el sostenimiento económico de la
familia, suministrados tanto a los hijos menores de edad, como al cónyuge supeditado a dichos ingresos y bienes.

 Son recíprocos: Esto significa que, así como el acreedor tiene derecho a exigirlos, cuando cese su necesidad y esté en
posibilidades de brindarlos, deber corresponder a quien alguna vez fue su deudor. Es decir, así como se tiene el derecho
de exigirlos, cumplidas las condiciones, el que los disfrutó tendrá la obligación de darlos a quien en un inicio se los brindó.

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 Son garantizables: Normalmente, en los juicios en los que se demandan, la legislación contempla como medida de
protección del acreedor, que el deudor deba garantizar su cumplimiento. Esto puede ser mediante depósito de efectivo,
fianza, hipoteca, prenda.

Un deudor alimentario debe de otorgar el 30% de sus ingresos mensuales como pensión alimenticia ($3000.00).
Para ello, el acreedor alimentario o incluso el propio juez –dado el interés público de la institución– puede
determinar que, para que se garantice que los alimentos seguirán otorgándose incluso ante el incumplimiento del
deudor, junto con el importe de la primera pensión se exhiba el importe equivalente a tres pensiones alimenticias
($9000.00), pudiendo otorgar hipoteca, prenda o depositar el importe en efectivo en una cuenta bancaria del
acreedor.

 Deben se proporcionales: El importe que se establezca como pensión alimenticia deberá ser acorde a las necesidades
reales del acreedor, pero también a las posibilidades económicas del deudor.

 Se pueden determinar por convenio o sentencia: Las partes pueden acordar sobre la cantidad, periodicidad, forma de
pago y demás condiciones de los alimentos a través de un convenio que deberá tener el visto bueno del Ministerio Público
y el acuerdo del juez que conozca del asunto. De otra manera, el juez en la sentencia determinará con base a lo que obre
en el expediente, los términos y condiciones en los cuales el deudor deberá pagar la pensión alimenticia.

 Son actualizables: Una vez determinada la cuantía de los alimentos, ésta deberá incrementarse de manera automática
conforme al aumento porcentual anual correspondiente al índice Nacional de Precios al Consumidor publicado por el Banco
de México; salvo que las partes mediante convenio hayan fijado otro mecanismo de actualización de la cuantía. Este
incremento sólo podrá dejar de darse si el deudor comprueba que sus ingresos no aumentaron en la misma medida.

 Son revisables: Debido a que los alimentos se basan en dos factores concomitantes variables como lo es la necesidad
del acreedor y la posibilidad económica del deudor, los alimentos que hayan sido determinados son sujetos de revisión si
se presentan circunstancias que afecten dichos factores de manera sustancial.

 Sus juicios son inquisitivos: Los procesos judiciales que tienen por objeto hacer efectivo el derecho al pago de
alimentos para menores e incapaces son de tipo inquisitorio, pues las cuestiones familiares se consideran del orden público.
Por lo tanto, el órgano judicial debe suplir la deficiencia de la queja a favor de los menores, recabar pruebas y dictar las
medidas conducentes a la protección efectiva de sus derechos.

 Son de tracto sucesivo: Significa que la necesidad de recibir surge de momento a momento, por lo que no es suficiente
para absolver al deudor alimenticio del pago de alimentos que éste pruebe haberlos dado antes y durante la tramitación
del juicio en el que se reclamen, ya que el órgano jurisdiccional puede fijar una pensión alimenticia suficiente y determinar
su aseguramiento, salvo cuando existe acuerdo de voluntades al respecto.

 No son negociables, irrenunciables e imprescriptibles: No se pueden compensar, ni sustituir o extinguir. Tampoco


están sujetos a defensas o excepciones que traten de extinguirlos por el simple paso del tiempo o por voluntad.

Para conocer los aspectos de la relación alimentaria entre acreedores y deudores alimenticios de tu entidad, consulta su
normatividad.

Asimismo, consulta las siguientes jurisprudencias:

 Tesis: VI.2o.C.489 C. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época. T. XXIII, mayo de 2006,
p. 1674. Disponible en: http://bit.ly/2zRvwYF

 Tesis: VI.2o.C. J/205. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época. T. XIV, julio de 2001, p.
943. Disponible en: http://bit.ly/2mBbU8f

Extinción de la obligación alimentaria

Antes de exponer las causas de cese o suspensión de esta obligación, es importante destacar que, para que operen,
dichas causas deben ser acreditadas dentro de un proceso jurisdiccional, pues no operan en automático, ya que se requiere
que las declare un órgano jurisdiccional.

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Igualmente, en cuanto desaparezcan las causas que originen el cese, el acreedor podrá volver a ser objeto de este
derecho, salvo en los casos en que éste cometa delitos graves contra el deudor, en los que se estará al cumplimiento de
la sentencia penal relativa.

Patria potestad

La institución de la patria potestad se origina en el Derecho Romano, tal como se presenta a continuación:

Patria potestad es el poder que tiene el paterfamilias sobre sus descendientes agnados (liberi), este poder lo ejerce
hasta su muerte.

En época arcaica este poder era ilimitado. Entre sus atribuciones estaba el ius vitae necisque (derecho de vida y
muerte); el ius exponendi (derecho de exponer); ius vendendi (derecho de vender). El paterfamilias puede vender
al hijo mediante la mancipatio, entonces el comprador adquiere el mancipium sobre el hijo vendido y podrá
manumitirlo como se hace con un esclavo, hecha la manumisión el hijo recaerá en la patria potestad de su
paterfamilias. Si el hijo es vendido por tres veces y manumitido otras tantas, se hará sui iuris. “Este derecho de
venta subsiste en la época clásica tan sólo como trámite para la emancipación, la adopción y la noxae deditio”.
Más tarde, Justiniano permite la venta de hijos sólo en caso de extrema necesidad. Otra atribución del paterfamilias
es hacer la noxae deditio del hijo delincuente.

Todos estos derechos se ven muy restringidos paulatinamente, bien sea por el Derecho o por la reprobación social,
ya en época clásica, es impensable que un pater familias castigue a su hijo con la muerte, lo venda por dinero o lo
entregue noxalmente.

No obstante, todo ello, para efectos de Derecho Público, el filius familias es considerado como si fuera sui iuris
(Padilla, 2008:53).

Con base en lo anterior, la patria potestad se ha ido transformando con el paso del tiempo, subsistiendo hasta nuestros
días exclusivamente el nombre. Originalmente sus atribuciones se equiparaban a la potestad marital que se tenía respecto
a la mujer, siendo equivalente también y en menor grado, a la potestad sobre los esclavos. Actualmente es comprendido
en los siguientes términos:

Una institución establecida por el derecho, con las finalidades de asistencia y protección de los menores no
emancipados cuya filiación ha sido establecida legalmente; ya se trate de hijos nacidos en el matrimonio, de hijos
fuera de él o de hijos adoptivos, cuyo ejercicio corresponde al progenitor o progenitores, respecto de los cuales ha

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quedado establecida la filiación y que puede definirse como la autoridad atribuida a los padres para el cumplimiento
del deber de educar y proteger a sus hijos menores de edad, no emancipados (Galindo, 1993:669).

Se considera como un poder concedido a los ascendientes para cumplir con sus deberes respecto a sus descendientes,
en cuanto a educación y cuidados. A continuación, se presentan sus características:

 Se establece en beneficio del menor.

 Es facultad de la pareja, si viven juntos o están casados. Si viven separados o no se ponen de acuerdo, será uno u otro
atendiendo a la resolución del juez.

 Se limita a la menor edad del hijo y termina con la emancipación por el matrimonio del menor.

 Los bienes que obtienen los hijos por cualquier título, tanto los ganados con su trabajo como los adquiridos por dones de
la fortuna (herencias, donaciones, loterías), les pertenecen en propiedad. Se diferencian sólo en cuanto a la administración
de los mismos, de los primeros, la propiedad, sus frutos y la administración, corresponden de forma exclusiva al hijo, y de
los segundos la propiedad es del hijo, pero la administración corresponde al padre.

 La patria potestad es irrenunciable.

 La ejercen los padres y sólo en ausencia de ellos pueden ejercerla los abuelos (Benítez, 2004:36-37).

El Código Civil para el Distrito Federal en su artículo 414 bis establece lo siguiente:

Quienes ejercen la patria potestad o la guarda y custodia provisional o definitiva de un menor, independientemente
de que vivan o no en el mismo domicilio, deben dar cumplimiento a las siguientes obligaciones de crianza:

I.- Procurar la seguridad física, psicológica y sexual.

II. Fomentar hábitos adecuados de alimentación, de higiene personal y de desarrollo físico. Así como impulsar
habilidades de desarrollo intelectual y escolares.

III.- Realizar demostraciones afectivas, con respeto y aceptación de éstas por parte del menor.

IV.- Determinar límites y normas de conducta preservando el interés superior del menor.

Se considerará incumplimiento de las obligaciones de crianza, el que sin justificación y de manera permanente y
sistemática no se realicen las actividades señaladas; lo que el juez valorará en los casos de suspensión de la patria
potestad, de la determinación de la guarda y custodia provisional y definitiva, y el régimen de convivencias.

No se considera incumplimiento de estas obligaciones el que cualquiera de los progenitores tenga jornadas
laborales extensas.

Principio sobre el que descansa el ejercicio de la patria potestad

Este principio consiste en la prevalencia del respeto mutuo de las partes, por lo que se debe evitar la manipulación
encaminada al rechazo, desvaloración o violencia contra el otro progenitor. Igualmente, se señala que esta figura tiene
como fundamento velar por los intereses de la infancia (considerando también a los adolescentes), garantizando así los
siguientes derechos:

 El acceso a la salud física y mental, alimentación y educación que fomenten su desarrollo personal.

 El establecimiento de un ambiente de respeto, aceptación y afecto, libre de cualquier tipo de violencia familiar.

 El desarrollo de la estructura de personalidad, con una adecuada autoestima, libre de sobreprotección y excesos
punitivos.

 Al fomento de la responsabilidad personal y social, así como la toma de decisiones del menor de acuerdo con la
edad y madurez psicológica y emocional (Pérez, 2010:152-153).

Regulación de la patria potestad en la legislación civil

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El título octavo del Código Civil para el Distrito Federal regula esta figura jurídica en sus tres capítulos, los cuales se sugiere
su consulta. A continuación, se presentan las bases jurídicas de esta figura:

Artículo 411. En la relación entre ascendientes y descendientes debe imperar el respeto y la consideración mutuos,
cualquiera que sea su estado, edad y condición.

Quienes detenten la patria potestad tienen la responsabilidad de relacionarse de manera armónica con sus hijos
menores de edad, independientemente de que vivan o no bajo el mismo techo.

Artículo 412. Los hijos menores de edad no emancipados están bajo la patria potestad mientras exista alguno de
los ascendientes que deban ejercerla conforme a la Ley.

Artículo 413.- La patria potestad se ejerce sobre la persona y los bienes de los hijos. Su ejercicio queda sujeto, en
cuanto a la guardia y educación de los menores, a las modalidades que le impriman las resoluciones que se dicten,
de acuerdo con la Ley para el Tratamiento de Menores Infractores, para el Distrito Federal en Materia Común y
para toda la República en Materia Federal.

Artículo 414. La patria potestad sobre los hijos se ejerce por los padres. Cuando por cualquier circunstancia deje
de ejercerla alguno de ellos, corresponderá su ejercicio al otro.

A falta de ambos padres o por cualquier otra circunstancia prevista en este ordenamiento, ejercerán la patria
potestad sobre los menores, los ascendientes en segundo grado en el orden que determine el Juez de lo Familiar,
tomando en cuenta las circunstancias del caso (artículo 414 Bis).

Guarda y custodia

Por guarda y custodia se entiende tanto el cuidado directo de los menores o incapacitados, con la diligencia propia de un
padre de familia, como las facultades y deberes que competen ordinariamente a quienes ejercen la patria potestad o tutela.

El artículo 4 constitucional, en la parte referente a los derechos de los niños y las niñas establece: “Los niños y las niñas
tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su
desarrollo integral”. De acuerdo con este precepto, cuando se produce una separación o un divorcio existiendo hijos en
común de por medio, su guarda y custodia puede ser adjudicada a cualquiera de los progenitores, dependiente de diversos
factores para ello. De acuerdo con el Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, se señala lo siguientes:

Artículo 941 bis. - Cuando a petición de parte interesada, se deba resolver provisionalmente sobre la custodia y la
convivencia de las niñas y los niños con sus padres, previamente se dará vista a la parte contraria y, en caso de
desacuerdo, se señalará día y hora para que tenga verificativo la audiencia que resolverá sobre la custodia y la
convivencia de los menores misma que se efectuará dentro de los quince días siguientes.

En la sesión donde sean escuchados los menores, a criterio del juez, podrán ser asistidos por el Agente del
Ministerio Público de la adscripción y por el asistente de menores correspondiente adscrito al Sistema Integral de
la Familia del Distrito Federal, quien no requerirá comparecer para protestar el cargo, y no realizará
manifestaciones dentro de la audiencia correspondiente, limitándose a lo establecido en el segundo párrafo del
artículo 417 bis.

La guarda y custodia de los hijos menores de edad o con alguna incapacidad que no los deje
valerse por sí mismos, puede ser adjudicada tanto al padre como a la madre.

En caso de haber mutuo acuerdo entre los dos progenitores sobre quién se queda con los niños,
nadie más cuestiona tal decisión.

El juez sólo aprueba y ratifica lo que han acordado ambos cónyuges, salvo que considere que
puede haber un riesgo claro para los menores

Por otra parte, si existen conflictos en una separación y no existen acuerdos previos, entonces es el juez quien decide.

En este supuesto se tienen en cuenta varios factores: no separar a los hermanos, las necesidades afectivas y
emocionales de los mismos, la cercanía de otros miembros de la familia, como los abuelos, la disponibilidad de los
padres para poder atenderlos mejor o peor, o si alguno de los cónyuges tiene algún tipo de adicción, enfermedad
mental o tipo de vida desordenada.

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Otro de los criterios que tiene en cuenta el juez, y que a menudo resulta el más determinante, es la dedicación que
haya tenido cada progenitor hacia el hijo, antes de producirse la separación (González, 2006:187).

El artículo 282 del Código Civil del Distrito Federal establece que desde que se presenta la demanda, la
controversia del orden familiar o la solicitud de divorcio y sólo mientras dure el juicio, se dictarán las
medidas provisionales pertinentes que se indican de acuerdo al caso. Para conocerlas, se recomienda la
consulta de dicho artículo.

Igualmente deberán considerarse los siguientes supuestos:

 En caso de desacuerdo: El Juez de lo Familiar en la sentencia de divorcio, resolverá sobre la procedencia de la


compensación que prevé el artículo 267, fracción VI, atendiendo a las circunstancias especiales de cada caso (artículo
283, CCDF).

 En caso de que los padres hayan acordado la guarda y custodia compartida: En términos de lo establecido en la
fracción II del apartado B del artículo 282, el juez, en la sentencia de divorcio, deberá garantizar que los divorciantes
cumplan con las obligaciones de crianza, sin que ello implique un riesgo en la vida cotidiana para los hijos (artículo 283
bis, CCDF).

 En caso de desacuerdo sobre las convivencias o cambio de guarda y custodia: En la controversia o en el incidente
respectivo deberá oírse a los menores. A efecto de que el menor sea adecuadamente escuchado, independientemente de
su edad, deberá ser asistido en la misma por el asistente de menores que para tal efecto designe el Sistema para el
Desarrollo Integral de la Familia del Distrito Federal. En caso de que a la audiencia no se presentare el asistente de los
menores, atendiendo al interés superior de éstos, será potestativo para el juez celebrar o no la audiencia una vez que
verifique si es factible la comunicación libre y espontánea con el menor (artículo 417, CCDF)

Régimen de visitas

La convivencia presenta diversas denominaciones en las legislaciones actuales tales como derecho de visita, relaciones
personales, derecho de trato, visitas, comunicación y estancia, entre otras. Con este concepto se define el tiempo que el
niño convive con el progenitor que no posee la custodia. En el caso de la Ciudad de México, tiene aplicación lo dispuesto
en el artículo 416 bis, que a la letra prescribe:

Los hijos que estén bajo la patria potestad de sus progenitores tienen el derecho de convivir con ambos, aun
cuando no vivan bajo el mismo techo.

No podrán impedirse, sin justa causa, las relaciones personales entre el menor y sus ascendientes. En caso de
oposición, a petición de cualquiera de ellos, el Juez de lo Familiar resolverá lo conducente previa audiencia del
menor, atendiendo su interés superior.

Para los casos anteriores y sólo por mandato judicial, este derecho deberá ser limitado o suspendido considerando
el incumplimiento reiterado de las obligaciones de crianza o peligro para la salud e integridad física, psicológica o
sexual de los hijos. Del artículo anterior interesan para nuestro objeto, los sujetos del régimen de convivencia y el
interés superior del menor

Por otra parte, es preciso tomar en cuenta las consideraciones para el establecimiento del régimen:

Cuando no existe acuerdo entre las partes, es obligatorio establecer un régimen mínimo y deben quedar detallados
los periodos, días y horas de recogida, así como quién será la persona que vaya a buscar a los menores. Cuando
el niño es mayor de 13 años, se tendrá en cuenta su opinión, en cuanto a las fechas de las visitas (González,
2006:188).

Además de las consideraciones anteriores, se sugiere tomar en cuenta las siguientes tesis
jurisprudenciales:

 Tesis: II.2o.C. J/30. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época. T. XXXIII, abril de
2011, p. 1085. Disponible en: http://bit.ly/2jx1G7w

 Tesis: I.6o.C. J/49. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época. T. XXII, septiembre
de 2005, p. 1289. Disponible en: http://bit.ly/2zav4Yj

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Violencia familiar

El desarrollo de las relaciones familiares debe realizarse en un entorno de respeto físico y emocional, sin embargo, las
presiones cotidianas, el nivel de educación, la falta de valores familiares y la situación económica, entre otros factores,
generan comportamientos inadecuados entre los integrantes de la familia. La salvaguarda de la integridad de los miembros
de la familia es señalada en la ley sustantiva de la materia.

Artículo 323 ter. - Los integrantes de la familia tienen derecho a desarrollarse en un ambiente de respeto a su
integridad física, psicoemocional, económica y sexual y tienen la obligación de evitar conductas que generen
violencia familiar.

A tal efecto, contarán con la asistencia y protección de las instituciones públicas, de acuerdo a las leyes para
combatir y prevenir conductas de violencia familiar.

Para comprender en qué consiste la violencia familiar, se presenta a continuación la siguiente definición:

La violencia familiar es aquélla que nace del ejercicio desigual de las relaciones de poder que surgen en el núcleo
familiar y que se ejecuta cíclica o sistemáticamente por un miembro de la familia, viva o no en el mismo domicilio,
contra otro a través de actos que lo agreden física, psicológica, sexual y/o verbalmente, con el fin de controlar,
someter o dominar al receptor de la violencia, sin que para su existencia y prueba sea necesaria la presencia de
lesiones (Pérez, 2010:103).

Por otra parte, dentro de la familia –entendida ésta como el núcleo de la sociedad– existen mecanismos que sirven tanto
para enseñar como para reforzar la violencia, el cual en otros tiempos se consideraba un medio apropiado para la resolución
de problemas dentro del seno familiar.

El primero es el que se presenta como resultado de la regulación de la vida de la persona por medio de medidas
de índole jurídica, concretamente las leyes que pertenecen al Estado, que se han venido transformando con la
intención de garantizar tanto la igualdad del hombre y la mujer frente a la ley como el derecho a una vida libre de
violencia, y el principio de no discriminación por razones de edad, sexo, orientación sexual, discapacidad, etcétera.

El segundo es el que se ejerce a través de reglas no escritas, es decir, normas morales y/o sociales que se aceptan
como verdaderas, legítimas y justas con objeto de lograr el bien común y el orden social y sobre las cuales se
crean los roles y estereotipos sociales que condicionan las relaciones abusivas de poder y de subordinación (Pérez,
2010:105-106).

Para la definición jurídica de violencia, se presenta a continuación la proporcionada en la Ley para la Atención y Prevención
de la Violencia Familiar en el Estado de Michoacán de Ocampo:

Artículo 3º.- Para los efectos de esta ley, se entiende por:

I. Violencia familiar: Las conductas de acción u omisión, intencionales dirigidas a dominar, someter controlar,
agredir física, verbal, psicoemocional o sexualmente a cualquier miembro de la familia, dentro o fuera del
domicilio familiar, que tengan como finalidad causar daño. La relación familiar deberá entenderse por el
parentesco consanguíneo, civil por afinidad, así como todo vínculo por razón de matrimonio, concubinato
o por relaciones familiares de hecho;
II. Generadores de violencia familiar: Quienes realicen conductas de maltrato físico, verbal, psicoemocional
o sexual hacia las personas con las que tienen vínculo familiar.
III. Receptores de violencia familiar: Los grupos vulnerables o individuos a quienes se afecta su esfera
biopsicosexual. Dicha afectación puede darse por cualquiera de las siguientes clases de maltrato:

a) Maltrato físico: Todo acto de agresión intencional, en la que se utilice cualquier parte del cuerpo, algún objeto,
arma o sustancia para inmovilizar o causar daño a la integridad física del otro, encaminado hacia su sometimiento
o control.

b) Maltrato psicoemocional: Al patrón de conducta tanto de acción como de omisión repetitivo, consistente en
prohibiciones, coacciones, condicionamientos, intimidaciones, amenazas, actitudes devaluatorias o de abandono
que provoque en quien las recibe deterioro o disminución de la autoestima y una afectación a su estructura de
personalidad. Las conductas mencionadas serán consideradas maltrato psicoemocinal, aunque se argumente
como justificación la educación y formación del menor.
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c) Maltrato sexual: Al patrón de conducta consistente en actos u omisiones que infrinjan burla y humillación de la
sexualidad, la inducción a la realización de prácticas sexuales no deseadas, practicar celotipia para el control,
manipulación o dominio de la pareja. Así como los delitos contra la libertad y el normal desarrollo psicosexual,
respecto de los cuales esta ley sólo surte efectos en el ámbito asistencial y preventivo.

Por otra parte, el artículo 200 del Código Penal para el Distrito Federal señala lo siguiente:

A quien, por acción u omisión, ejerza cualquier tipo de violencia física, psicoemocional, sexual, económica, patrimonial o
contra los derechos reproductivos, que ocurra o haya ocurrido dentro o fuera del domicilio o lugar que habite, en contra de:

I. El o la cónyuge, el o la ex-cónyuge, la concubina, ex-concubina, el concubinario o ex concubinario.


II. El pariente consanguíneo en línea recta ascendente o descendente sin límite de grado, o el pariente colateral
consanguíneo o afín hasta el cuarto grado.
III. El adoptante o adoptado.
IV. El incapaz sobre el que se es tutor o curador.
V. La persona con la que se haya constituido sociedad en convivencia.

Se le impondrá de uno a seis años de prisión, pérdida de los derechos que tenga respecto de la víctima incluidos los
de carácter sucesorio, patria potestad, tutela y alimentos, y se decretarán las medidas de protección conforme a lo
establecido por este Código y la legislación de procedimientos penales aplicable al Distrito Federal; además se sujetará
al agente a tratamiento especializado que para personas agresoras de violencia familiar refiere la Ley de Acceso de
las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, el que en ningún caso excederá del tiempo impuesto en la pena de prisión,
independientemente de las sanciones que correspondan por cualquier otro delito.

No se justifica en ningún caso como tratamiento médico o rehabilitación la violencia hacia cualquier persona con algún
trastorno mental, ni como forma de educación o formación hacia los menores.

Por otra parte, en lo que respecta al trato de la violencia familiar en la legislación civil, el Código Civil para el Distrito Federal
en su capítulo III, “De la violencia familiar”, regula lo relativo a dicha conducta y establece en el artículo 323 ter. establece
que:

Los integrantes de la familia tienen derecho a desarrollarse en un ambiente de respeto a su integridad física,
psicoemocional, económica y sexual y tienen la obligación de evitar conductas que generen violencia familiar.

A tal efecto, contarán con la asistencia y protección de las instituciones públicas, de acuerdo a las leyes para
combatir y prevenir conductas de violencia familiar.

Por último, es importante recordar que la regulación de la violencia familiar repercutió en otras figuras del Derecho de
Familia; tales como la patria potestad, al derivarse la regulación del respeto entre ascendientes y descendientes; el
establecimiento de reglas para el ejercicio de la patria potestad sobre los menores; la determinación de las obligaciones y
facultades; las restricciones a los tutores y parientes que tengan la custodia de los niños, así como en la obligación de la
autoridad administrativa de avisar al Ministerio Público en caso de que no se cumpla con esta disposición y en las
limitaciones al derecho de corregir.

Se pierde la patria potestad cuando se ejercitan los actos de violencia contemplados en el Código Civil en el capítulo
“Violencia familiar”.

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