No sólo la fertilidad femenina se ve afectada por el consumo habitual del tabaco: fumar
también influye negativamente sobre la calidad del esperma en el hombre.
La nicotina y algunos tóxicos que se encuentran en la composición de los cigarrillos pueden
originar la fragmentación del ADN del espermatozoide. Esto provoca lesiones en el material genético del espermatozoide que dificultan la consecución del embarazo.
¿Qué relación puede tener el tabaco con la fertilidad masculina?
El tabaco puede producir daño en el proceso de formación de células sexuales en el varón.
Presentando una reducción del volumen seminal dependiente de la dosis en hombres fértiles fumadores, disminución en la concentración espermática, disminución en la movilidad espermática y teratozoospermia (aumento de espermatozoides anormales). Estas alteraciones parecen estar relacionadas con los efectos de estrés oxidativo, lo que parece indicar que el tabaco puede producir alteraciones del ADN, deleciones (tipo de anomalía estructural cromosómica que consiste en la pérdida de un fragmento de ADN de un cromosoma) y mutaciones. La motilidad espermática es el parámetro que más se altera, siendo proporcional a la cantidad de tabaco consumida. El efecto se produciría por encima de un consumo de 10 cigarrillos al día, de forma que en grandes fumadores se observa una reducción del 20 al 30% del volumen del eyaculado, del recuento espermático y de su motilidad. Las parejas en que el hombre fuma más de 15 cigarrillos al día tardan más en lograr un embarazo espontáneo. Se ha observado, además, un incremento en la tasa de fragmentación del ADN en muestras de semen de fumadores.