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Francescanesimo

ContemPoraneita
Ripensare l'evangelizzazione francescana
di fronte alle s.ide della cultura attuale
Ordine Frati Minori

FRANCESCANESIMO
E CONTEMPORANEITA'
Ripensare l 'evangelizzazione francescana
di fronte alle sfide della cultura attuale

a cura di:
Ángel Daría Carrero, ofm

in collaborazione con:
Maksym Adam Kopiec, ofm
Cesare Vaiani, ofm

ATII DEI CONVEGNI


11-13 luglio 2012 · 29-31 gennaio 2013

ROMA 2014
FRANCISCANISMO, CULTURA
POSMODERNA YNUEVAEVANGELIZACIÓN
Perspectivas teológicas

MrcHAEL P. MooRE OFM

A modo de introducción: posmodernamente franciscanos

Una de las notas consensuadas entre los estudiosos de la cuestión


posmoderna, es su sensibilidad disgustada y crítica ante las propuestas
modernas no realizadas, generadoras de realidades opuestas, y el deseo
de ir más allá de la situación actual'. Seguramente todavía estamos ante
una reacción unilateral frente a las unilateralidades de la modernidad;
y en esta oscilación pendular surge la pregunta: ¿qué puede aportar el
pensamiento franciscano ante esa sensibilidad insatisfecha? Kairós, sin
duda, para la reflexión y la evangelización de la Orden de hermanos me-
nores.
Esbozamos sumariamente algunas pistas para tener en cuenta en el
camino de la fe -¡en el camino que es la fe!- y "que dura toda la vida"2,
concebido -en un sutil desplazamiento hermenéutico del capolavoro
bonaventuriano- como un itinerarium cordis in Deum per Christum in
Spiritu. Esto es: la respuesta de fe como un camino, un proceso y un pro-
yecto totalizador y dinámico de la persona, que reconoce su centro en el
corazón, "auténtico sagrario de la persona" 3 ; un itinerario hacia el Padre,

Entre la abundantísima y variada bibliografía, para una primera visión de conjunto ,


y a la base de muchas de las intuiciones aquí desarrolladas, puede verse J. M. MARooNES,
Posmodernidad y n istia11i,1·1110. El desafío del fragmento, Santander 1988. Cf. también J.M.
D UQUE, Di::.er /)1•m 1111 !'O.\ 111//dl'lllidade ,Alcalá 2003,esp. 139-162 y 297-378; c. DOTOLO ,
U11 cristiww.H11111 ¡1t1111h1/,• /10 ¡10,11111odcrni1u e ricerca religiosa, Brescia 2007.
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guiado e iluminado por el Hsp1111u y qlll' lil'lll' l'<>lllo modelo, funda111c111n q11e cayó durante mucho tiempo -y sigue cayendo- la teología -y la
y mediador - a la vez que objeto central a Jesús el Cristo. l'Vangelización en ella sustentada-, cuando deducía de una idea previa
También hoy, como Orden de hermanos menores, se nos invita .i 11l- Dios, lo que debía ser Jesús en cuanto Dios encarnado, falsificando
reeditar el camino hecho por los primeros discípulos que, seducidos por así su humanidad tanto como su divinidad 6 • Y desde esos aprioris se han
un galileo, terminaron confesándolo -no sin titubeos- como el Mes1a, rnnstruido grandes discursos teológicos, a los cuales es tan alérgico el
esperado, exclamando, luego de un largo proceso: "Así de humano sólo hombre posmoderno.
puede serlo el mismo Dios"4 •
Por tanto, resulta impostergable imaginar, recrear -para nosotros y
l." En el principio era el fragmento ... " para los demás- el encuentro con Jesús de Nazaret y preguntarnos en
qué se basa nuestra creencia para confesar que en ese hombre se ha dado
En el actual proceso generalizado contra los absolutos y los mitos, el la presencia irrevocable e insuperable del mismo Dios, porque mientras
hombre posmoderno también hace una depuración drástica de los "ídolos que las primeras comunidades se habían concentrado en lo que Dios
de Dios". La religión está profundamente cuestionada, pero la increencia había hecho por ellas a través de Jesús y, en consecuencia, en quién era
postmoderna no se presenta con la agresividad prometeica de los mae Jesús desde una perspectiva funcional, las posteriores comunidades he-
stros de la sospecha, sino que oscila entre la resignación y la indiferencia , lenísticas, compuestas en su mayoría y casi exclusivamente por gentiles
entre un Dios sin religión y una religión sin Dios. En todo caso, Dios (no judíos), empezaron a preguntarse por Jesús desde una perspectiva
ya no es el enemigo del hombre sino el Absoluto imposible al que hay ontológica. Dicho de otro modo: de la proclamación de su actividad -
que renunciar, pues la única experiencia posible es la verdaderamente Jesús salva - pasaron a hacerse preguntas por el orden del ser: ¿quién es
humana en un mundo que se abre y se ofrece gradualmente y sólo en él en sí mismo, y cómo ello le permite actuar como nuestro Salvador?7
perspectivas, en fragmentos, jamás en su totalidad. Y si insistimos en partir de la Humanidad de Jesús, lo hacemos sin
Pero precisamente, la novedad del Cristianisrµo es la de ofrecer la descuidar la afirmación de que esa es la Humanidad del Verbo; en virtud
experiencia de lo humano-divino desde un "fragmento de la historia" de la unión hipostática es que Él reviste su singularidad específica y su
que es la Humanidad de Jesucristo 5 ; novedad, por otra parte, tan cen- capacidad reveladora-salvadora única. Pero el "desafío del fragmento"
tral en la experiencia teologal de san Francisco como configuradora del será desvelar ese misterio constitutivo de la Persona de Jesucristo, donde
pensamiento franciscano. Redescubrir en toda su radicalidad esta verdad se nos dona "lo uno en lo otro", lo divino en lo no-divino; Dios se nos da
dogmática (vere hamo) y ser consecuentes con lo que ella implica, si- Él mismo en lo-otro-de-sí, en la creatura que es la Humanidad de Jesús,
gnificaría un auspicioso (re)inicio de camino, en el "año de la fe". Pode- no además, por encima o al margen de ella8 •
mos sintetizar así la certeza de base: no basta con afirmar que Jesús era
hombre sino que debemos indagar cómo lo era. Para ello es necesario Paradójicamente, es en el seno mismo de los cristianos no-anónimos
bucear constantemente en la memoria lesu, volver una y otra vez a esa (¡también ofm!) donde más cuesta aceptar la humanidad plena y ver-
historia con el mayor margen de cientificidad posible: Jesús aconteció dadera del Hijo. Desde el docetismo inicial hasta las nuevas formas de
históricamente, aunque nos llegue hoy mediado a través de un testimo- cripto-monofisismo que ya denunciara Rahner, se acentúa -en la teolo-
nio de fe (predicado, escrito, celebrado, practicado, interpretado ... ). La
recuperación de esa historia concreta permite combatir el apriorismo en 6
Cf. J.I. GoNZÁLEZ FAus, Acceso a Jesús: ensayo de teología narrativa, Salamanca
l 979, 14-15.
7
4
Cf. E.A. JoHNSON, La Cristología, hoy. Olas de renovación en el acceso a Jesús ,
L. BoFF, Jesucristo liberador. Ensayo de Cristología crítica para nuestro tiempo , Santander 2003 , 21.
Santander 1980, 189. 8
1 Cf. J.I. GoNZÁLEZ FAUS, La Humanidad nueva: ensayo de Cristología, Santander
Cf. M. MOORE , "En el umbral de la Porta jidl'i: fijar la mirada en Jesucristo", en 19846, 580. Cf. también A . TORRES QuEIRUGA, "El mi sterio de Jesús el Cristo: divinidad
Stromata 68 (20 12) 2-6.
en la humanidad", r11 ( 'ml<'ili11m 326 (2008) 365-375.
M 1diacl P. Moorc l•1,1111.: 1scanismo y posmodernidad 223

gía, en la prédica, en la pastoral- la divinidad hasta hipotecar o al menos Así, para comprender quién es su (y nuestro) Abba, debemos mirar
absorber peligrosamente aquello en lo que es más cercano a nosotros: lo en qué consiste el reinado que Jesús inaugura, y a la vez, sólo entende-
humano; y que al ser sumamente cercano, lo hace cordialmente creíble. mos últimamente la realidad del Reino a partir del Dios que Él nos revela
Lamentablemente, también el Magisterio jerárquico, en general, ha sido desde su intimísima experiencia. De hecho, la misma fórmula "Reino-
más susceptible a intervenir ante el peligro de presentar a un Jesús sola- de-Dios" supone una mutua referencia: por tanto, lo que sea el Reino
mente humano que ante su reducción a lo solamente divino: pero en justa dependerá de lo que sea Dios, y también, a la inversa, la comprensión
ortodoxia, desde la dogmática conciliar, ambas afirmaciones unilaterales de Dios dependerá de lo que sea concretamente el Reino que su Hijo
(y consecuentes negaciones) son igualmente heréticas y pastoralmente inaugura 11 •
nocivas. Y antes de cerrar este primer apartado, queremos detenernos en dos
Reafirmada la importancia de la figura histórica de Jesús de Nazaret, dimensiones fundamentales del Reino predicado por Jesús 12 y que, en
hombre como nosotros, urge recordar que Él es radicalmente teocéntrico consecuencia, deberían asumir un lugar preponderante en nuestra labor
y reinocéntrico9 , advirtiendo el peligro que puede implicar un cristocen- evangelizadora: nos referimos a la centralidad de los pobres y los peca-
trismo (o, mejor, cristomonismo) que no remita más allá de Jesús, dado dores (excluidos). Destinatarios privilegiados de su prédica y su praxis
que el mismo cristocentrismo neotestamentario apunta a un teocentrismo son los pobres 13 , no por ser mejores ... ¡sino por ser excluidos!. Exclusión
escatológico. Hoy, la teología franciscana, tan sensible al cristocentrismo
ya desde los grandes maestros de la segunda generación de hermanos
11 En este sentido, Ellacuría habla de una unidad dual: un Dios que se da a la historia
menores, debe estar atenta a este posible reduccionismo que obstacu-
y una historia que llega a ser según Dios: cf. l. ELLACUR1A, "Historicidad de la salvación
larizaría la reflexión en cuestiones tan urgentes como, por ejemplo, el cristiana", en Revista latinoamericana de teología 1 (1984) 5-45. Desde este binomio
diálogo interreligioso. Reino-Padre enfoca también G. Segalla la autocomprensión de Jesús: G. SEGALLA, "L'au-
En otros términos, la figura histórica de Jesús revela una existencia tocomprensione di Gesu come mediatore del Padre", en Sulle tracce di Gesú. La "Terza
descentrada 10 , en referencia constante al Dios del Reino y al Reino de ricerca", Assisi 2006, 82-122 (esp. 102-120).
12 Sabido es que este concepto juega un rol determinante en la Teología de la libe-
Dios , sin confusión pero sin separación. Se trata de una expresión doble
ración. Puede verse el artículo programático de J. SOBRINO, "Centralidad del reino de
que exige entender cada uno de los términos en su mutua dependencia.
Dios en la teología de la liberación", en l. ELLACURfA-J. SOBRINO, Mysterium Liberationis.
Jesús predica que no hay acceso a Dios fuera de la búsqueda dolorosa del Conceptos fundamentales de la teología de la liberación, Tomo I, San Salvador 1993,
Reino y que no hay Reino posible sino en la paternidad de Dios, porque 467-510; y la comparación que establece en el excurso titulado: "El reino de Dios en las
el Reino, en última instancia, no es Reino "mío" ni "nuestro" sino "del cristologías actuales", en J. SOBRINO, Jesucristo liberador. Lectura histórico-teológica de
otro", y sólo siendo del Otro se puede evitar el caer en humanismos cie- Jesús de Nazaret, Madrid 1993, 143-177. Para una visión de conjunto, que tiene en cuen-
ta las cuestiones exegéticas, puede verse H. MERKLEIN, La signoria di Dio nell'annuncio
gos o en paraísos totalitarios.
di Gesu, Brescia 1994, sintetizado luego en H. MERKLEIN, "Gesú, annunciatore del regno
di Dio", en W. KERN-H .J. PoTIMEYER-M. SECKLER (edd.), Corso di Teologi fondamentale ,
2. Trattato sulla rivelazione, Brescia 1990, 167-202. Cf. también J. FUELLENBACH, "Reino
de Dios", en R. LAUTORELLE-R. F1s1CHELLA-S. PIÉ-NINOT, S. (dirs.),Diccionario de Teolo-
9 Abordamos esta cuestión con más detenimiento en M. Moore, Creer en Jesucristo. gía fundamental, Madrid 1992, 1115-1126.
13
Una propuesta en diálogo con O. González de Cardedal y J.!. González Faus, Salamanca En el Evangelio no hay un concepto unívoco de "pobre". Según J. Jeremías los
2011, 448-457. pobres están caracterizados en los sinópticos según una doble línea. Pobres son los ham-
10 Al definir la existencia de Jesús como "descentrada", indirectamente señalamos brientos y sedientos, los desnudos, los forasteros, los enfermos, los encarcelados, etc. los
el peligro de autoreferencialidad en que tanto la Iglesia -en general- como la Orden -en que viven encorvados (anawin), aquellos para quienes vivir y sobrevivir es una durísima
particular- pueden caer, sobre todo en momentos de crisis numérica y de representativi- carga. Por otra parte, pobres son los despreciados por la sociedad vigente, los tenidos
dad . Simplificando un poco el planteamiento, diríamos que a Jesús, lo que Je "preocupa" por pecadores, los publicanos, las prostitutas, los sencillos, los pequeños, etc.; en este
es que los hombres puedan descubrir que Dios es verdaderamente un Padre común, y que sentido, pobres son los marginados. Cf. J. JEREMfAs, Teología del Nuevo Testamento, I:
por eso nos invita a construir un Reino donde todos, sin ningún tipo de exclusión, puedan La predicacio11 d,· J,•srís , Salamanca 1974, 134-138. Con esta acepción doble y amplia,
tener cabida. usamos noso1 1os 11q11f 1·11·011l·tplo de "pobre".
Franciscanismo y posmodernidad 225
224 Michael P. Moore

que - ayer como hoy - nace de la autoafirmación excluyente del hombre de Dios, esto es el "todavía no", sino que, dado el contexto de injusticia
(pecado), de su pretensión de divinidad insolidaria que arroja a los más y opresión, se subraya que "ciertamente no" es el Reino. Es decir, se
débiles a la cuenta de la historia, y ante la cual se conmueve el Padre tiende a señalar la función altamente crítica que la utopía del Reino tiene
que por la boca del Hijo nos recuerda "misericordia quiero y no sacri- respecto del mundo actual; en frase de J. Sobrino, "lo último como crisis
ficios" (cf. Mt 9,13; Os 6,6), como clave para superar las dinámicas de de todo lo que no es último" 17 y que, como acicate escatológico, empuja
exclusión. Resulta imprescindible, por tanto, no des-historizar el Reino: a una praxis liberadora e inclusiva ... aunque "sea sábado" (cf. Jn 5,17).
recordar los rostros de los privilegiados de ayer, como Francisco hizo
con los leprosos, y reconocer los de hoy. Entonces, el anuncio del Reino 2. " ... Y el fragmento se hizo kénosis"
14
se vuelve buena noticia (evangelio) para los pobres, y produce alegría •
También queremos recordar la importancia que tuvo para Jesús - Otro importante punto de encuentro entre la cultura posmoderna y el
y que tiene hoy para nuestra praxis pastoral ante un mundo tan herido pensamiento franciscano se concentra en el binomio alteridad (Levinas)
por rencores - la dimensión de acogida a los pecadores como señal del - kénosis (Vattimo). La cultura del reconocimiento del otro en cuanto
advenimiento del Reino de Dios. Conducta que escandaliza sobre todo otro, es decir, la aceptación de la diferencia, encuentra en los más olvida-
cuando, además de acercarse y comer con ellos, les concede el perdón, dos por la sociedad su piedra de toque; y la verdad del reconocimiento se
prerrogativa exclusivamente divina (Me 2,7: "Está blasfemando ¿quién prueba cuando se reconoce como "otro yo" a alguien que no es como yo,
puede perdonar pecados sino sólo Dios?") y que, además, parece pre- dada su condición socioeconómica, su cultura, su creencia, etc. Desde la
scindir de toda prescripción cúltica. Con este acercamiento gratuito de posmodernidad se nos recuerda a qué puede conducir olvidar este princi-
Jesús a los pecadores se delinea una imagen de Dios que escandaliza pio: Auschwitz, Ayachucho, etc. La anámnesis, el recuerdo de la historia
porque pone en tela de juicio la soberanía de--la mediación que suponían doliente de la humanidad, nos avisa sobre los proyectos emancipadores y
la ley y el culto para el acceso a Dios 15 • las visiones positivistas-pragmáticas de la historia que elevan el progreso
Se nos invita, pues, a centrar nuestras energías evangelizadoras en la sobre montañas de cadáveres 18 • Se postula así una cordial resistencia a
construcción del Reino, sabiendo, sin embargo, que nunca es adecuada- liquidar las diferencias mediante los metarrelatos uniformadores de los
mente historizable, dada su componente utópica; pero esto no implica re- dominadores de turno. Para esto, y frente a los excesos discursivos, tan
signación sino compromiso por historizarlo a través de mediaciones con- ajenos a la sensibilidad posmodema, debemos recuperar hoy la narra-
cretas 16. Y para esto puede ser útil recordar cómo se entiende la reserva ción. La estructura del relato actualizado y el recuerdo (memoria y nar-
escatológica en las teologías latinoamericanas: no solamente que no se ración) pertenecen a la raíz de las verdades cristianas. El recuerdo quiere
puede identificar ninguna realidad de esta tierra como plenitud del Reino mantener las huellas de los sujetos, sus dimensiones personales, su expe-
riencia del Misterio, intraducible en razones, pero evocada en símbolos
y adoración en la práctica existencial. Para ello, el acercamiento a los
14 "Jesús articula un dato radical de la existencia humana, su principio esperanza y
su dimensión utópica. Y promete que ya no será utopía, objeto de ansiosa expectación
(cf. Le 3,14), sino topía, objeto de alegría para todo el pueblo (cf. Le 2,9)": L. BoFF, "Sal- 17 Cf. J. soBRJNo,Jesucristo liberador ... , 144-145. "Las tentaciones de Jesús signi-
vación en Jesucristo y proceso de liberación", en Concilium 96 (1974) 378.
fican la repulsa de la «regionalización» del Reino, de la reducción de la totalidad del
15 Cf. J. SOBRINO, Jesucristo liberador ... , 131-135.
Reino a una «provincia» particular de este mundo. Sin embargo, la teología tradicional
16 Cf. I. faLACURlA, "Utopía y profetismo", en MysLib, I, 393-442. J. Sobrino habla
sacó de aquí una falsa espiritualización del Reino de Dios y una total neutralidad políti-
de la estructura teologal-idolátrica de la realidad: "en la historia existe el verdadero Dios
(de vida), su mediación (el reino) y su mediador (Jesús), y existen los ídolos (de muerte), ca del evangelio . Dl· igual modo , se ha llegado a insistir tanto en lo absoluto del futuro
escatológico del R(•1110 , qll(' s(' han relativizado demasiado las realizaciones históricas de
su mediación (el antirreino) y sus mediadores (los opresores). La realidad es que ambos
liberación hum111111 q111 11111111p1111 111 lilwraci6n lolal del hombre como un don de Cristo":
tipos no son sólo distintas sino que aparecen formalmente en una di syuntiva duélica": cf.
( '. (,1-1 -n1(1 , " La ro11111111 11111 d, · 1111,11< ·11l11plll p,olf lica", en Co11ci/i11m 96 ( 1974) 309.
.1 . So111i1No , ./1•.1·11cris10 liberador ... , 213 . Desd\.' 11q11i ha y q11(' 11111111:ir que Jesús no sólo 1" ('l . 1-1· 1,111 ~1•1• l <1 ¡•, •1111, 1,/11111,l,ul (1'1¡11/rnrlu II los 11i1íos) , Barcelona 1987 , 76 ,
1111111( 111 ,·11,·i,10 y pmrlama a un Dios l)lll' es l'i1d11•. •, 1110 q111· 1111111!1(•11 d\.'nuncia el anti
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226 Michael P. Moore
Franciscanismo y posmodernidad 2

testimonios de los seguidores de Jesús, como lo fue Francisco de Asís, se divina, y se sometió a la caducidad de nuestra carne, haciendo la doloro
vuelve indispensable. Con esto, claramente, no se trata de dejar de lado la sa experiencia de la pobreza sociológica voluntaria, viviendo pobre con
argumentación, sino de resituarla en su relación con la narración. los pobres.
Esa "hermenéutica del reconocimiento" se nos ofrece en el misterio
Esta intuición de Francisco será desarrollada por los maestros fran -
central del Cristianismo, tan subrayado por el pensamiento franciscano: ciscanos, de un modo particular en la teología de la cruz de San Buena-
el Dios de Jesucristo, vaciado kenóticamente en lo no-divino y humillado
ventura, que se despliega en un movimiento que va del Verbum abbrevia-
hasta la muerte en cruz, y que subvierte toda expectativa mesiánica-de
tum al Verbum crucifixum. La encarnación es leída como la condescen-
ayer y de hoy- porque su gracia se revela en los pecadores, su justicia en sio del Verbo, que se hace Verbum abbreviatum, y que desemboca en el
los injustos, su misericordia en los condenados, su victoria en las vícti-
Verbum crucifixum, punto de máxima concentración de la revelación 21 •
mas, su poder resucitador en un asesinado 19 • En efecto, Jesucristo es el lignum vitae y el liber vitae, escrito a doble
Dentro de la lógica de la gratuidad que atraviesa toda la teo-lógica página, por dentro y por fuera, abierto para que leamos en su humanidad
franciscana, el primer don de Dios al hombre es su mismo Hijo que se y en su divinidad. Libro 22 que sólo se abre del todo en la cruz 23 y que
hace carne. Ya en la experiencia y en el pensamiento de Francisco se pone en discusión todo conocimiento natural o espontáneo de Dios 24 • La
descubre una intuición teológica original en la cual Dios es concebido
trascendencia del Dios que se revela en la cruz no puede ser concebida
primariamente como amor que se ha revelado en la forma de despojo de por ninguna filosofía, porque ahí se revela en lo que es aparentemente
sí mismo en la encarnación, en la vida histórica de Jesús, muy especial- antidivino, en el dolor y en el sufrimiento. La asunción de la cruz por
mente en la cruz y que continúa revelándose de tal modo en el curso de
los siglos en el sacramento kenótico de la Iglesia y, particularmente, en la
eucaristía; en base a esto el seguimiento es visto y vivido como inserción
del creyente en la forma de existencia kenótica de Cristo20 •
El acontecimiento Jesús es interpretado en todo su ser y proceso 21
Cf. F. CHAVERO BLANCO, "Teoría bonaventuriana de la redención. Sus presupuestos
como acontecimiento de pobreza que encuentra su raíz y motivación más antropológicos", Estudios Franciscanos 86 (1985) 542.
22
profunda en la misma realidad divina trinitaria, en el seno de la cual La palabra aparece unas 50 veces en los escritos bonaventurianos y gravita su
el Hijo es don del Padre que no retiene nada para sí, y es igualmente aplicación en tomo a dos polos: designa fundamentalmente a Cristo, libro del Padre,
restitución total de parte del Hijo al Padre de cuanto éste le dona, en el y a las criaturas, libro de Dios; y a veces la usa para referirse a realidades que están en
conexión con estas dos . Una buena síntesis explicativa con abundantes citas se puede ver
vínculo del don recíproco total que es el Espíritu Santo. Así, el acon-
en W. RAucH, "Liber", en J .G. BoUGEROL (dir.), Lexique Saint Bonaventure, París 1969,
tecimiento Jesucristo como evento de pobreza está radicado en la vida 91-92. Para un encuadre histórico de la cuestión puede consultarse la obra clásica de H .
trinitaria, donde, en un cierto sentido las Personas divinas "se vacían" y de Lubac, Exégese médiévale. Les quatre sens de l 'Ecriture, II, París 1961, 181-199.
23
"se empobrecen" al darse totalmente la una a la otra en el amor, pero al "Si volumus spiritualia contemplari , oportet tollere crucem ut librum, quo eru-
mismo tiempo y precisamente por eso, "se enriquecen" plenamente de la diamur ( ...) Liber sapientiae est Christus , qui scriptus est intus apud Patrem, cum sit ars
única realidad divina en el dinamismo de su comunión de amor. Luego, omnipotentis Dei; et foris , quando crucem assumpsit. Iste liber non est apertus nisi in
cruce; istum librum debemus tollere, ut intelligamus arcana sapientiae Dei": SAN BUENA-
Jesucristo es aquel que tomó la verdadera carne de nuestra humanidad VENTURA , Sermones , Feria sexta in Parasceve, sermo II (IX 263) .
y fragilidad, despojándose de la majestad y excelsitud de su naturaleza 24
"Et haec quidem sapientia scripta est in Christo Iesu tanquam in libro vitae, in quo
omnes thesauros sapientiae et scientiae recondidit Deus Pater, ac per hoc Unigenitus Dei
ut Verbum incrcatum est sapientiae liber et lux in mente summi Artificis viventibus plena
19 rationibus et actern is , 111 W rh11111 inspiratum in intellectibus angelicis atque beatis, ut Ver-
C f. M . MOORE, Creer c 11 ./1•,1·11r·1i.1111 . .. , 303-3 16.
111
hum incarn atum in 11 11·111ol 111 , , 111 11uull ihus ca rni unitis; ut sic multifo rmis sapientia Dei ex
Cf'. A. ÜFRKEN , " La int11 1¡·11111 11·11 lopll'II dl' Sa n F111 1H·1sro d,· Asís", en Selecciones
ipso et in ipso Pl'r 1011111111 1'1111 111 11·l11l ~w11t 111 nq11am a spcculo dccoris omnium specierum
di' Fra11csirn11i.,·1110 68 ( 199'1) 1,,,, 11iu l k •,d1• 111 111i ~11 111 ¡u , ~1w1 t1 v.1 ,,·11 li1a el estudio de
l' t lu111inu111 ,·onl l' l111 v111 1 11111q1 11111 1111 l,h, 11 , 111 q110 Sl'l'1111du111 profund a Dei mys tcri a om-
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Franciscanismo y posmodernidad
Michael P. Moore
228
reacción postmoderna, algo "obnubilada" por una aurora L'1>pl1 11d, 11 ,_,
parte de Dios es una crítica a todo conocimiento natural con pretensión
25 de la subjetividad y el sentimiento, pueden kairóticamcnte t'<Hl',11h1,11 ,,
de totalidad respecto al Totalmente otro • como una invitación a superar ambos reduccionismos antropol<>f tl 11·; · ,~,¡
En definitiva, sólo hay reconocimiento de la alteridad en el amor
de la racionalidad práctica y el del sentimiento líquido, y enca111111,11 .,l. 11
gratuito; y éste mira hacia lo débil. La gratuidad muestra su profunda
recuperar una postura más contemplativa ante la vida. Porque co11v1L'tll'
verdad cuando se remite a la historia del dolor de la humanidad y acoge
precisar que el desencantamiento característico de la posmodernidad l'11
al sufriente, como en el beso de Francisco al leproso . La aceptación, va-
la razón no equivale directamente a escepticismo ante la vida, la realidad
loración e inclusión de lo diferente -sobre todo de lo diferente-débil- es
o el misterio. Es más, la actitud postmoderna postula una apertura a la
piedra angular en la construcción de la fraternidad universal franciscana .
El franciscanismo , postulando "la reconquista racional de la idea realidad que juzga cerrada por el conceptualismo y la logificación mo-
de contingencia humana" 26 anima al hombre posmoderno a reconocer y derna occidental. Se abre paso así a una racionalidad que insinúa, sugiere
abrazar la propia creaturidad, actitud de la que puede surgir la apertura y recuerda; que permite argumentar, narrar y relatar, y pone en aviso a la
gozosa y agradecida al Don que quiere divinizamos, pero con una divi- teología, que vive bajo la tentación constante del olvido de que somos los
nización que, otra vez, a imagen del Dios que en Jesús se hace siervo y hombres -desde nuestras ideas y experiencias- quienes construimos el
esclavo (doulos), invita al anonadamiento, al olvido de sí y a la entrega "discurso sobre Dios". Ante esta amenaza, la posmodernidad nos recuer-
incondicional... para recuperarse inmerecidamente divinos (humana- da que sólo débil, oblicuamente, en la diferencia ontológica entre el Ser
y el ente, se puede plantear adecuadamente la cuestión del Ser (de Dios).
mente divinos), esto es, plenamente humanos.
Y dado que el Ser profundo de la realidad excede al pensamiento, el
hablar sobre el Absoluto debe estar convencido de que siempre será tenta-
3. "Más acá" y "más allá" de la sola razón tivo, inadecuado, y por lo tanto, plural. No es posible hablar de Dios desde
Ahora bien ¿desde dónde abordar el Misterio (Dios) que se nos abre una rationalitas perennis: se impone un discurso más modesto, analógico
y simbólico. Esto nos invita a una hermenéutica abierta a la presencia de
a partir de ese Fragmento (Humanidad de Jesucristo)?
Tanto la racionalidad funcionalista, omnicomprensiva y autofun- Dios en las diferentes culturas y expresiones que no podrán alcanzar nunca
dada, raíz del proyecto moderno, cuanto la exasperada y consecuente ni la imagen ni el concepto definitivo; un hablar "débil" sobre Dios que se
sabe siempre dialectal, situado en una cultura y limitado por ella. La re-
latividad de todo discurso puede terminar en una entrega confiada, silente
25 Cf. JuAN PABLO II, Fides et ratio 22. H.U . von Balthasar, cercano a nuestro autor conceptualmente, desasida de cada cosa para honrar el misterio que se abre
en este punto, escribe: "El corazón, efectivamente, es para Buenaventura el verdadero en ella. Se invita a pasar de la actitud dominadora de la razón funcionalista
centro del hombre ( ... ) La Sagrada Escritura revela el "corazón de Dios", "el corazón a la fruitiva, que gusta del don del Ser, que es el Bien.
profundo" (cor altum), que se ha hecho cor humiliatum et contritum en la cruz, cor La imposibilidad recordada por la posmodernidad de apresar teóri-
humil/imum altissimi Jesu. Este corazón abierto y accesible por la herida del costado
encierra un misterio insoluble . ¿De dónde proviene su herida? "Tu corazón ha sido vulne-
camente el Misterio último, invita al Cristianismo a recuperar la actitud
rado para que a través de la herida visible se hiciese visible la invisible herida del amor. .. místico-contemplativa, que es central en el franciscanismo. Ésta exige
La herida carnal revela la herida espiritual"; como se dice en el Cantar de los Cantares : una mirada no objetivante ni dominadora, que se deje atrapar por la lla-
" Vulneraste mi corazón, hermana mía , esposa mía , has herido mi corazón( ... )Si el co- mada de lo inaugural que aletea en su derredor; lejos de dominar, se deja
razón de Dios no hubiese sido vu lnerable en s1 mismo , ¿cómo habría podido herirle el apresar por la hondura sin fondo que yace en la realidad. No se trata de
amor de la esposa? Es, pues, la sn hd11 1il' 1)1os 111 1icsgo y a la nada de la creación lo que
radicalmente revela la v11lm•1 ;1htl 11l¡1d 1h·I L111 ¡11rn1 dL' D1ns. En la humildad de esta vulnc
ceñir la realidad a lllll'Stro vocabu lario , cuanto de oír la voz callada de lo
rabihdad eslií la condL'SL"L'111k 1111,1 (1 ,,11,/,•.11,·11,/,•11110) de Dios, y por ende, su disponibili que aparece y 110 M' 111:111if1l'sta del todo; un ejercicio de desasimiento de
dad L'scncia l h11s111lh•¡•111 ,il 11111111 d,: 1111.1111 ' 11 l l voN BA1 ·111ASAR, "San Buenaventura", sí para cent r:11 "L' l 11 111 111 m dL· la rl·al idad .
L'll ( il//1 //1 . U1111 nr,·11, ,1 11 ·1•/111 i1 '11 , 11 1; ,11/111 ,·1 /,•.1111.1 1,ro.1, Madrid 1986, 116 117 . Tan lo l' I 111111 1,111t, , •. p111111,II pl'r..,011al l'Omo la síntesis espccu lati va
''' ( 't 1) /\ 1< 11\I 10 , / ,H 11; 11111/i,/11;/ 1/d ¡11 ·1111111111 ·11111/111111'isn1110 . R1 •.1·¡ m1•,1·111.v dd p11.1·11
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232 Michael P. Moore l•rnnciscanismo y posmodernidad q

de la fe para saber de qué se está hablando al confesar a ese Jesús como En síntesis, el itinerario que nos permite introducirnos mistagog
el Cristo, como la revelación de lo verdaderamente divino y de lo verda- camente al misterio de Dios revelado en Jesucristo se da a través de lll
deramente humano. proceso de fe que incluye de un modo concomitante lo teórico-confcsio
Siendo la praxis de Jesús histórico el último criterio de nuestra or- nal, lo práctico-operativo y lo místico-contemplativo, como momento!
topraxis, sin embargo, no se puede dictar a priori en la vida concreta de intrínsecos, constituyentes, inintercambiables e imprescindibles para unt
cada hombre porque el motor y sostenedor último es el Espíritu (¡que respuesta creyente lo más abarcadora posible del misterio que se nos re·
también guió a Jesús!), que actúa con libertad soberana- aunque "cristo- vela en la historia y destino del Hijo de Dios hecho hombre.
lógicamente determinada" -y abre caminos donde no los hay 31 • Dato de "Más acá" de la razón, entonces, porque el pensamiento franciscanc
fundamental importancia al momento de repensar cualquier tarea evan- recuerda que "en el principio era el Verbo", que es una Persona; y "más
gelizadora ... allá" porque considera esa razón como intrínsecamente abierta al miste-
Pero, en sintonía con las sensibilidad posmoderna, debemos tam- rio que la trasciende y que nunca podrá subrogar, y que pide una mirada
bién recuperar la dimensión ortoestética, porque muchos de los teólogos contemplativa y una respuesta práxica.
que enfatizan el valor de la ortopraxis asignan a la acción humana una
importancia desproporcionada, no haciendo justicia a la dimensión con-
templativa. Y no nos referimos a un misticismo que evade del mundo, 4. Saber para saborear
sino todo lo contrario: a una "mística de la misericordia", contrapuesta a En el interés actual por todo lo subjetivo vemos una posibilidad de
una mera "mística del éxtasis"32; hablamos de una oración que desde el recuperar una fe que, afirmada desde el sujeto, acentúa el lado fiducial y
silencio y la soledad (¡que se vuelve comunión en la oración litúrgica!) de confianza en la relación con el Misterio divino (jides qua). Es verdad
contempla la distensión entre la utopía del reino y el realismo del dolor, que esta fe corre el peligro de abandonar el contenido objetivo (jides
y se siente empujada a la acción ... y que se transforma nuevamente en quae), el sentido comunitario y la referencia a la tradición, pero apela
oración eucarística porque el Reino se ha vuelto un poco más transpa- más claramente a una dimensión personal -frecuentemente olvidada- y
rente en la historia. Creemos que una (orto)praxis que no es alimentada pone de relieve que la fe, ante todo, es relación e implicación personal
en la oración, puede degenerar fácilmente en ideología y desembocar con Dios. Al debilitamiento de la razón le acechan los demonios de la
rápidamente en la frustración al palpar las resistencias propias y ajenas irracionalidad, el subjetivismo y el relativismo; pero el objetivismo de la
del "todavía no"; y que una (orto)doxia que no es alimentada en la ora- fe no conduce a menores distorsiones bajo la apariencia granítica de una
ción puede degenerar fácilmente en un formalismo vacío, flatus vocis, solidez sistemática: idolatría, despersonalización, etc.
sin Carne y sin Espíritu33 • Y el hombre actual no sólo quiere "saber" sino también "saborear",
en sentido bonaventuriano; en efecto, la sabiduría es cognitio Dei ex-
perimentalis34, tendiente a la experiencia amorosa que trasciende todo
31 Como ejemplo de lo que queremos decir puede verse el estudio de L. Boff en el
que presenta a San Francisco de Asís como fiel seguidor-actualizador del Jesús histórico:
L. BOFF, "El seguimiento de Cristo", en L. BoFF, Jesucristo liberador ... , 537-565. 34
En sentido amplio (communiter), la sabiduría es una cognitio rerum generalis,
32 Cf. J.B. METZ, Memoria passionis. Una evocación provocadora en una sociedad que incluye el conocimiento de; lo humano y de lo divino; en un sentido más restringido
pluralista, Santander 2007, 167-168. Y recientemente, del mismo autor: Por una mística (minus communiter) la sabiduría es sólo cognitio rerum aeternarum, mientras que el
de ojos abiertos. Cuando irrumpe la espiritualidad, Barcelona 2013. conocimiento de ciencia se reserva a lo temporal y creado; en sentido propio (proprie) es
33 Como marco para la relación entre estas tres dimensiones, y en perspectiva fran- cognitio Dei secundum pietatem, que posibilita el culto de latría, tributado a través de las
ciscana, puede verse la propuesta de diálogo entre Cristología y Teología espiritual de virtudes teologales . Y en cuarto lugar, en sentido riguroso (magis proprie) la sabiduría es
V. BATIAGLIA, Cristología e contemplazione. Orientamenti generali, Bologna 1997; ll cognitio Dei experimentalis: "et hoc modo es/ unum de septem donis Spiritus Sancti, cu-
Siinore Ges uSposo della Chiesa. Cristología e contemplazione, 2, Bologna 200 l ; Ges u ius actus consistit in degustando divinam suavitatem": SAN BUENAVENTURA, III Sent. d .35
Cristo, luce del mondo. Manuale di cristotoi ia , Roma 2008 (csp '111 ,J(1,l· " Parte terza: a.un . q . l concl. (IH 774). Cf. P. MARANESI, " 11 ' proccsso ' sapienziale bonaventuriano",
J\pprofondimcnti in prospettiva spiritualc") Doctor Sem¡1ltirn,1· 45 ( 1998) 39 75 .
234 M1rilal·I I' Momc Franciscanismo y posmodernidad 235

discurso conceputal: "in vertice est unitio amoris" 35 • Habituada a la lu:t, de lado es el conocimiento conceptual, para dejar lugar al más perfecto
de los discursos racionales, y faltando éstos, el espíritu tiene la imprc modo de conocimiento trámite el don de la sabiduría, experimentum dul-
sión de estar en plenas tinieblas aunque, paradojalmente, sean tinieblas cedinis41.
luminosas 36 • Mirada en la oscuridad, ver sin ver, pero en una admirable De hecho, esta experiencia unitiva no es más que el culmen de un
intensificación de amor3 7 • proceso que arranca en el mismo conocimiento por fe: ésta, por su misma
Esta sabiduría es un conocimiento de amor, superior al intelectual , naturaleza, exige la apertura a una nueva dimensión en este itinerario,
porque mientras este último supone una presencia conceptual, aquel su- porque apex fidei, amor est. Las especulaciones racionales conducen a
pone la presencia real del amor que conduce a la unión transformantc: una primera transformación del afecto, sea como fortaleza de la virtud,
"Affectiva magis unit ipsi affectabili quam cognitiva cognoscibili; unde celo de la verdad o exceso del amor42 • Así, el amor constituye la desem-
amor transformar amantem in amatum" 38 • Pero insistimos: es una form a bocadura "natural" de este proceso que va del creíble al inteligible: "Hoc
de conocimiento. En efecto, San Buenaventura dice que llegados a la ex- autem est summum fidei et apex, ut per experientiam inebrietur et iam
periencia sapiencial debe cesar toda meditación (¡discursiva!) 39 , porque nihil curet de mundo"43. Convergencia y continuidad, por tanto, entre
el amor impone silencio a las otras potencias40 ; entonces, lo que queda intellectus fidei y excessu amoris, y esto porque "sicut ergo intellectus
ordinatur ad affectum, et fides est via ad caritatem; sic istae illustratio-
nes transire deben! in affectum"44 •
35
"Est ibi operatio transcendens omnen intellectum, secretissima , quod nemo sc it
nisi qui experitur. In anima enim sunt virtutes multae apprehensivae: sensitiva, imagina-
tiva, aestimativa, intellectiva; et omnes oportet relinquere; et in vertice est unitio amoris, A modo de conclusión: Restituir ... no sólo recibir
et haec omnes transcendit": SAN BUENAVENTURA, Hex . col.2 n.29 (V 341).
36
"Unde verissime apparet quod 'sicut oculos vespertilionis se habet ad lucem , ita El carácter no manipulable de la trascendencia, nos avisa críticamen-
se habet oculus mentís nostrae ad manifestatissima naturae' ; qua assuefactus ad tenebras te frente a las tendencias a la cristalización histórica de las experiencias
entium et phantasmata sensibilium , cum ipsam lucem summi esse intuetur, videtur sibi
religiosas y sus institucionalizaciones; una realidad tan paradójica que
nihil videre; non intelligens quod ipsa caJigo summa est mentís nostrae illuminatio , sicut
quando videt oculus puram lucem , videtur sibi nihil videre": SAN BUENAVENTURA , Itin . continuamente nos llama la atención para no caer en la tentación de iden-
c.5 n.4 (V 309). tificar nuestro modo de experiencia religiosa dentro de un tiempo, una
37
"Concedendo tamen nihilominus quod oculi aspectus in Deum figi potest, ita cultura y una tradición, con la experiencia religiosa. El Absoluto no está
quod ad nihil aspiciat; attamen non perspicit ve! videbit ipsius lucís claritatem , immo atado a ninguna forma permanente; las atraviesa y las supera todas. Así,
potius elevabitur in caliginem et ad hanc cognitionem elevabitur per omnium ablationem,
esta trascendencia que no se deja apresar, nos está indicando el auténtico
sicut Dionysius dicit in libro de Mystica Theologia, et vocat istam cognitionem doctam
ignorantiam . Haec enim est in qua mirabiliter inflammatur affectio , sicut eis patet qui
alquoties consueverunt ad anagogicos elevari excessus": SAN BUENAVENTURA , m Sent.
d.23 a.2 q.3 ad6 (III 545). es accesible a todos , es realmente de pocos . Cf. SAN BUENAVENTURA, Hex. col.2 nn .28-34
38
SAN BUENAVENTURA , III Sent. d.26 a.2 q.l ad2 (III 570). (V 340-342).
39
"Et hic stare debet omnis meditatio nostra quia hic est finis omnis cognitionis et 41
"Ad illud quod ulterius obicitur quod nemo est sapiens ex hoc solum quod amat,
operationis: et est sapientia vera in qua est cognitio per veram experientiam": SAN BuE- nisi etiam ulterius cognoscat, dicendum quod illud est verum; attamen in amore Dei ipsi
NAVENTURA , TV c.l n.18 (Vlll 7) . gustui coniuncta est cognitio: Optimus enim modus cognoscendi Deum est per experi-
40
"Cum mens in illa unionem coniucta est Deo, dormit quodammodo et quodam mentum dulcedinis; multo etiam excellentior est et nobilior et delectabilior est quam per
modo vigilat; sola affectiva vigilat et silentium omnibus aliis potentiis imponit": SAN argumentum inquisitionis": SAN BUENAVENTURA, III Sent. d.35 a.un . q.1 ad5 (III 779).
BUENAVENTURA, Hex. col.2 n.30 (V 341 ). La cuarta forma de la sabiduría expuesta en el 42
"Ex hoc sensu nascitur in anima triplex influxus ab illa luce, per quam stabilitur
l lexaemeron se corresponde con la experiencia mística afectiva de Dios de la última pa11e anima in Deo. Primus cst robur virtutis; secundus, zelus veritatis; tertius, excessus amo-
del !1inerariw11 . Tal sabiduría, de nominada por él " nuliforme" (nu/liformis), es supera ris": SAN BuENAVENTUi<A , 1lex . rn l.9 n.27 (V 376).
t: i611 (trast:cndimiento) de las fat:11lt11<ks sl' ll s1t1 v11s , im ag inati vas y estimati vas; sil ent:io y 41
SAN BuENAVEN I111u , 1h' x m i 1) n ? () (V 176).
q111 l' t11d del ent endimiento r:tl'1m 11 1111 1vo, "1p1rn111 111111 ,11 y vigil ant:ia de a11101 (u//i•c111s) , '
11
SAN 8111·. NAVl'Nl lll!A , 1ln m i IX 11.•I (Y lf 1~) . C f P. MARANES1, Verbum inspiratum
(J llll'llld y l' II IIS I 11111e1t,· 11 ,~ Si l' 1111 11 11111 y JIII Fl" IIII 11111 ,h·I J>il l ill SO . lisia l'X J)l'l ll' lll'III, IIIII HJlll' ,·hiavc 1•11111•111•11/1<·a ¡/('// '/ fr1111 ·111, 1,111 tlr S1111 ll11111 11 •1•11 t11 m , Roma 1996, 269 273 .
236 Michael P. Moore
Franciscanismo y posmodernidad
237

modo de relacionarse con el Absoluto: hay que abandonarse al encuentro


y el esplendor del mundo creado, vestigio e imagen de su Creador, sino
y al abrazo envolvente de la trascendencia ... invitación que engarza muy
también, y de modo eminente en la vía de la kénosis, donde la potencia
bien con la sensibilidad franciscana: no es tanto que conozca, cuanto que
se viste de debilidad y el esplendor de ocultamiento. Doble trayectoria
soy conocido; no es tanto que ame, cuanto que soy amado; no es tanto
unida por una misma lógica, la de la gratuidad absoluta46 •
que salga yo al encuentro, cuanto que soy encontrado. Solamente en la
Desde donde el Ser parece que no-es: la vulnerabilidad del pesebre,
actividad humilde y pasiva de la no-imposición de nuestros esquemas a
la oscuridad de la cruz y la pequeñez de la eucaristía, sigue resonando
la realidad puede advenir el Ser y lo-que-es: ¡Dejar a Dios ser Dios!
-suave, discreta- la voz del Hijo sumamente amado que nos invita, a
En esta época de debilidades, donde la razón moderna y el senti-
través del maternal consejo de San Francisco, a la desapropiación como
miento posmoderno no llegan a esgrimir respuestas satisfactorias ante
condición para recibir la única riqueza que no empobrece: "Nada de uste-
las grandes preguntas -que aunque se devalúen siempre retornan-, cre-
des retengan para ustedes mismos a fin de que entero los reciba el que
emos que la reflexión sapiencial franciscana está en grado de ofrecer todo entero se les da" (CtaO 29).
una propuesta válida, como fruto reflexivo de la razón cordial45 sobre la
No puede haber (nueva) evangelización sin un repensamiento pro-
Palabra -hecha historia y hecha letra- , a priori declarado que permite
fundo del qué y cómo se anuncia en desprejuiciado diálogo -mutua-
comprender la creación y el hombre como un don de Dios, no conquista-
mente interpelador- con la cultura actual; resulta impostergable en este
do ni merecido.
cambio epoca!. En la línea de lo que pedía el Concilio Vaticano II, urge
Don que se derrama gratuitamente sobre lo que no-es para que co-
concentrar el esfuerzo evangelizador desde una jerarquización de las ver-
mience a ser, y que lo acompaña y sostiene en su itinerarium hacia la
dades (UR 11): no todo es igual... no todo es importante ... Discernirlo
plena realización. Don que difundiéndose hace bueno y amable lo que
ha sido la intención de esta reflexión, rastreando la tradición franciscana
toca. Don que se hace cercano y pequeño -¡Deus semper minar!- para
y señalando algunos puntos de diálogo con el pensamiento posmoderno.
que no sintamos las distancias y no suframos nuestros límites. Don que
sólo pide ser aceptado ... y compartido. Don que quiere ser restituido en
acción de gracias y alabanza -Eucaristía- aunque no exige nada a cam-
bio. En efecto, la gratuidad late en el corazón de esta impostación, lejana
del pensamiento que exalta la singularidad en sentido individualista o la
abandona en el anonimato en sentido colectivista. Para el franciscanismo,
la realidad está entretejida de presencias y encuentros que reconocen esa
misma gratuidad como origen y destino. Es el reino de lo indeducible,
lo imprevisible, lo no-rentable, lo no-utilitario. Pensamiento que nace de
la maravilla y la admiración ante tanto don; y que sin buscar dominar su
inagotable encanto mediante una maraña de categorías omnicomprensi-
vas y objetivadoras que pretenden calcular todo lo que acontece, genera
una especie de éxtasis espiritual, alimentado por el primado absoluto del
Amor que, por ser gratuito, es irracionalizable.
Afirmar que el Sumo Bien se derrama constantemente, no es un sen-
timentalismo superfluo ni un optimismo inge nuo , dado que para el pen-
samiento franciscano este Ser como don se n·vt·la 110 solo en la belleza

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