Capitulo 2

DEMASIADO HAMBRIENTO PARA HABLAR

Luis autor retoma sobre la casa iglesia clandestina en donde el paso con unos
creyentes quienes le habían pedido que haga un estudio bíblico él sólo fue por
una enseñanza pero terminó dando un curso extenso debido al hambre que
ellos tenían de conocer más de la palabra de Dios y ten terminar exponiendo el
antiguo y el Nuevo testamento extenso debido al hambre que ellos tenían de
conocer más de la palabra de Dios

Dice platt que estar en un encuentro de adoración en las casas iglesias No es

una capacitación acerca de la palabra sino que para ellos es un servicio normal
de adoración que dura 3 horas, y esto aparte de los riesgos que uno tiene que
pasar para poder reunirse, aún sin comodidades, sin sonido, sin ministerio de
alabanza, sin guitarras, sencillas sin un edificio con calefacción, sólo había el
pueblo de Dios la palabra de Dios

La iglesia secreta

una pregunta que nos hace ws ¿qué pasaría si sacáramos la música moderna
las sillas acolchonadas qué pasaría si ya no hubiera un pantallazo si no se
arregla la plataforma? ¿que pasaría si no hubiera comodidades en la iglesia la
palabra de Dios seguiría siendo suficiente?,

La palabra debe ser aquella que despierta el hambre de oír más no sólo de oírla
sino de anhelarla de estudiarla memorizarla y seguirla Y no es la palabra en sí
misma sino que es el evangelio lo que ella dice; de Dios lo que dice de nosotros
y como nosotros podemos reconciliarnos con Dios-

¿Quién es él en verdad?

La palabra de Dios nos muestra en el evangelio la gloria de Dios. Dios es él

creador de todas las cosas él lo sabe todo sostiene todas las cosas y es el
dueño de todo por sobre todas las cosas es santo es justo en todos sus
caminos en toda su ira y amoroso hacia todo lo que ha creado.

El evangelio revela realidades eternas sobre Dios que muchas veces no

enfrentamos y nos imaginamos a un Dios según nuestra propia manera de
pensar, por lo tanto no podemos darle lo que nos pide. Y en ese problema la
palabra de Dios nos ayuda a ver nuestra condición que nuestros corazones se
oponen a él.

¿Quiénes somos nosotros de verdad?

Cada uno de nosotros ha nacido con un corazón malo que aborrece a Dios
Génesis 8 21 dice que el corazón del hombre es malo desde la niñez y Lucas
11 13 dice que somos malos, nos rebelamos contra Dios tomamos la ley de
Dios en su palabra y en nuestros corazones y la desobedecemos esto es
pecado, nos rebelamos contra Dios tomamos la ley de Dios en su palabra y en
nuestros corazones y la desobedecemos esto es pecado y. Somos pecadores y
la biblia nos describe como enemigos de Dios y objetos de su ir estamos
espiritualmente muertos y eternamente separados de él y la biblia nos describe
como enemigos de Dios y objetos de subir damos espiritualmente muertos y
eternamente separados de él.

¿Qué o a quién necesitamos de verdad?

A Jesús en el evangelio Dios justo y amoroso del universo miró a los

pecaminosos hombres sin esperanza y envío a su hijo Dios hecho carne para
soportar en la cruz su vida contra el pecado y mostrar su poder sobre el pecado
en la resurrección de modo que todos los que confían en él.

La revelación radical debe recibirse de manera radical

El autor hace notar que debemos comprender que no podemos invitar a Jesús
que venga nuestra vida o repitiendo una oración o firmando una tarjeta o
caminando al frente de un púlpito y aceptándolo como salvador personal. esto
reduce el evangelio, lo hace algo pequeño.

No hay ningún versículo en la biblia que muestre este este ejemplo, nosotros
debemos considerar en confiar verdadera y auténticamente en Cristo para
nuestra salvación en este sentido el final del sermón del monte es un gran
ejemplo

No todo el que me dice señor, señor entrará en el reino de los cielos, no

depende de nosotros la salvación sino que es por gracia es un regalo gratuito
de la gracia de Dios, y esta gracia implica el regalo de un nuevo corazón y de
nuevos deseos, nuevos anhelos por primera vez desearíamos a Dios y
necesitaríamos de el, podríamos amarlo, buscarlo encontrarlo y descubrir de
que él es la gran recompensa de nuestra salvación.
Danos hambre

debemos orar para hacer personas que anhelan la palabra señor y que no se
conforman solo con llenar sus estómagos espirituales con los placeres del
mundo.