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CIENCIA TEOLOGICA

y MAGISTERIO

Carlos Bravo, S.J. *

"La fidelidad al testimonio de la fe y al magisterio eclesial,


no enajena al teólogo de su tarea, ni resta a éste nada de su
irrenunciable autonomía. MagiSterio y teología tienen dis-
tintas tareas que cumplir. Por eso no pueden ser reducidas
la una a la otra. No obstante ambas sirven a la misma tota-
lidad" (Juan Pablo 11.18 de noviembre 1980).

Una visión del desarrollo histó- de tensiones que inevitablemente


rico de las relaciones entre el magis- surgirán entre competencias de dis-
terio eclesial y la teología científica tinta índole, pero que sin embargo
nos permitirá descubrir los diversos no pueden prescindir la una de la
y complejos aspectos que reviste la otra.
cuestión y abrir un camino para de-
linear un modelo que teniendo en El interés de las etapas que men-
cuenta lo específico de cada una de cionaremos no reside en la crítica
estas funciones, esenciales en la es- de actuaciones de personas, que
tructura de la Iglesia, haga posible necesariamente entran en conside-
su ejercicio dentro de una comple- ración, sino en el examen de los
mentaridad dialogal y la superación criterios con que se asumieron las

* Doctor en Teología, Universidad Gregoriana; Licenciado en Sagrada Escritura, Pontificio Insti-


tuto Bfblico; Profesor en la Facultad de Teología, Universidad Javeriana, Bogotá.

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respectivas posiciones. No se trata, fondo que es preciso determinar
pues, de evaluar individuos particu- más precisamente.
lares y su obra sino de destacar los
elementos que de acuerdo con los Alois Grillmeier opina que "des-
datos que poseemos, determina- de un principio se inició el proceso
ron las correspondientes actuacio- de teologización del kerygma y con
nes. ello la formación de una teología
como elaboración refleja de la inte-
Las líneas que siguen no están ligencia de la fe" (1). Otros, quizás
centradas en los conflictos de per- usando de mayor precisión, consi-
sonas sino en la relación entre dos deran que el desarrollo explícito de
instituciones. Por una parte la teo- una doctrina teológica, no limitada
logía como ciencia cuya racionali- solamente a una proclamación de la
dad científica está más allá de las fe sino que presente ya un comien-
personas que argumentan o entran zo de sistematización de las tradi-
en desacuerdo; la institución posee ciones, se realiza en el encuentro
unas leyes y una lógica en sus pro- del pensamiento bíblico con la filo-
cedimientos. Y por otro lado el sofía griega en las escuelas de Ale-
magisterio como institución ecle- jandría, Antioquía y Cesarea y pos-
sial. Puede bien darse el caso de ponen los comienzos de una teolo-
que un obispo represente la cien- gía propiamente tal, aunque inci-
cia teológica y no la posición ofi- piente, al segundo y tercer siglo de
cial del magisterio. Además, la rela- la era cristiana.
ción entre el magisterio eclesial y la
ciencia teológica tiene un carácter Peter Eicher describe sucitamen-
permanente en la vida de la Iglesia. te algunos elementos básicos de este
proceso: La expansión de una fe
particular a una validez universal
1. ASPECTOS HISTORICOS pertenece a la historia cristiana
esencialmente desde el siglo segun-
do: ello constituye la historia de
1.1. Desde los comienzos de la una teología. La respuesta clara al
Iglesia hasta Sto. Tomás de reto del mundo antiguo la da el
Aquino cristianismo con la universalización
radical del mensaje de Cristo y la
En la Iglesia de los primeros transformación profunda del len-
tiempos no puede hablarse de Ma- guaje confesional. Justino mártir lo
gisterio ni de teología en el sentido expresa con aquella fórmula: "todo
en que hoy día entendemos esos lo que es bueno y hermoso, nos
términos. Existe sin duda una cierta pertenece". La teología de los prime-
.-equivalencia pero con diferencias de ros siglos, en un amplio proceso de

(1) A.GRILLMEIER,Vom Symbolum zur Summa: Zum theologiegeschichtlichen Verhilltnis von


Patriltik und Schol.tik, 1960. in: ders. Mit ihm und in ihm. Freiburg i. Br. 1975 pg. 589.
Compárase con la posición de LEO SCHEEFCZVK, Der kontakt der christlichen Wahrheit mit
dem Weltbewusstsein, en Die Theologie und die Wissenschaften, Aschaffenburg, 1979 pg. 8255.
Véase sobre el tema WOLFAHRT PANNENBERG, Origen de la pretensión científica de la teo'
logía, en Teoría de la ciencia y teología, ed. espaRola Madrid, 1981, pg. 14-22.

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racionalización, traduce el hecho se como científica en el sentido
concreto de Cristo en los principios aristotélico de ciencia (3). Sin em-
de unidad del mundo antiguo, en bargo, reune en sí dos elementos,
el mundo racional estoico, en la el kerygmático y el reflexivo, en
idea ateniense de una formación una forma que no supo combinar
universal, en la especulación diná- el pensamiento griego al separar
mica del ser propia del neo plato- una teología mítico-narrativa de
nismo y en los principios de la uni- una teología filosófica (4).
dad administrativa del imperio
romano. Sin embargo puede afirmarse que
Presentan las dos obras más im- el estilo bíblico, -con algunas varian-
portantes de Orígenes como el fun- tes, se prolongó durante esta prime-
damento típico de la teología. La ra época de la Iglesia, de modo que
primera, llamada Exapla, como tra- se le puede aplicar lo que Bultmann
bajo filológico busca establecer por dice del N.T.: "no es posible en el
vez primera, un texto controlable N.T. distinguir claramente entre fra-
de la Sda. Escritura. La segunda. ses teológicas y kerygmáticas" (5).
"De los principios" (peri arjon) Esta compenetración de la reflexión
funda la interpretación argumenta- y el kerygma se refleja en las mis-
tiva de la Biblia, es decir, la teolo- mas personas, ya que en la Iglesia
gía sistemática en su forma apolo- antigua casi todos los grandes Pa-
gética y dogmática. De importan- dres y Teólogos fueron también
cia para la racionalización de la obispos a excepción de Clemente
tradición, como lo muestra ejem- de Alejandría, Orígenes y Tertu-
plarmente esta obra, son no sola- liano. Por ello, la distinción entre
mente la latente sistemática, que "pastores" y "doctores" (maestros)
estructura ya los antiguos símbolos que señala el N.T. no tiene la signi-
o profesiones de fe, sino primor- ficación actual. Cfr. Ef. 4,11; 1 Cor
dialmente un comienzo de concep- 12,28; He 13,1: profetas y maes-
tualización filosófica (2). tros. (6) 1 Tim 2,7; 2 Tim 1,11. Por
"doctores" se entendía entonces a
Esta época conoce ya en princi- todos aquellos que se ocupaban en
pio, la reflexión, la especulación, la la predicación de la doctrina cris-
sistemática, aunque todavía no pue- tiana. No se trataba de teólogos
de hablarse de una elaboración me- propiamente tales sino de los predi-
tódica de conceptos, es decir, que cadores y obispos en su función
aquella teología no puede designar- pastoral. El lenguaje de la época no

(2) PETER EICHER, Theologie, Kasel 1980, pg. 78 Rationalisierung, 72~6.


(3) L. SCHEFFCZVK, Das Lehramt und die Stellung der Theologie, Klerusblatt 55, 1975 171·173.
(4) MAX SECKLER,.Die Theologie und das Lehramt, en Kirchliches Lehramt und theologische
WillSllnschaft, Herder, 1982, pg. 23.
(5) R. BULTMANN, Das Problem des Verhiiltnisses von Theologie und Verkündigung im N.T. en
Aux sources de la tradition chr6tienne, Mélanges offerts a M. Goguel, Neuchatel·Paris, 1950,
pg.23. 34 .
(6)

M. SECKLER, Modelle des Verhiiltnisses von kirchlichen Lehramt und theologischer Wissens-
chaft en M. SECKLER, Lehramt (Hg) pg. 89.

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conocía la distinción entre ense- 1.2. La concepción de la Teolo-
ñanza de la teología y predicación. gía como ciencia indepen-
diente
De hecho, pues, la teología y la
función episcopal estaban asociadas Aunque ya en el siglo doce la
objetiva y personalmente. Dice Teología se había propuesto, no sin
Seckler, "se trataba de una unifi- vacilaciones y reservas, el desarrollo
cación factual entre el obispo y el de una estructura científica, en este
teólogo y una compenetración de proyecto jugó un papel definitivo
predicación y reflexión teológica, Santo Tomás de Aquino.
de modo que hubiera sido impensa-
ble una función de pastor sin teolo- Tres factores concurrieron princi-
gía como igualmente una teología palmente a su realización: la con-
que no estuviese orientada hacia cepción aristotélica de ciencia que
la predicación (7). ¡fue imponiéndose progresivamente
en la medida en que se difundió el
Competencia del magisterio era conocimiento de Aristóteles, el in-
en primer término la proclamación terés creciente de los téólogos por
de la fe y en segundo, la defensa tomar parte activa en el desarrollo
de la fe. La inversión de los térmi- de las ciencia y el empleo de sus
nos o su fusión y conjugación en métodos y la aparición de las uni~
una persona trajo como conse- versidades.
cuencia el desarrollo del "poder"
(8). En las situaciones conflictivas M. D. Chenu reafirma y puntua-
y en los casos discutibles se fue acu- liza en la tercera edición de su obra
diendo cada vez más a los sínodos La Théologie comme Science au
y respectivamente a los concilios XIII siecle, la afirmación que había
(9). hecho en 1927: "Santo Tomás
fue el primero que supo -y se
L. Scheffczyk saca un balance de atrevió- a plantear netamente el
esta época: "La Teología no se ha- principio de una aplicación integral
bía establecido en sentido estricto del mecanismo y de los procedi-
como ciencia con las correspondien- mientos de la ciencia al dato reve-
tes exigencias de una relativa auto- lado constituyendo así una disci-
nomía de la razón, de modo que plina orgánica en que la Escritura,
una confrontación propiamente tal el artículo de fe ya no es la materia
entre proclamación magisterial y misma, el sujeto de la exposición y
reflexión científica sobre lo "pro- de la investigación, como en la
clamado" no podía darse" (10). sacra doctrina del siglo XII, sino el

(7) Ibd. pago 25.


(S) H. S. POTTMEVER, Das Lehtamt der Hirten und seine Ausübung, Thaologisch-praktischa
Quartalschrift 12S (19S0) pg. 343.
(9) G. EPINEV-BURGARD, Le rOle des théologiens dans les Conciles de la fin de Moyen-Age. En
Las théologians at l'Egn., Les quatre fleuves 12 pgs. 69-75.
(10) L. SCHEFFCZVK, Die Thaologie und dia Wissanschaftan, Pattloch, 1979 Dia AmbivaleniE das
Thaologiabegriffs in dar Gaschichta, pg. 32-3S.

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prinCIpIO, previamente conocido leyes del conocimiento racional y
(11) a partir del cual se trabaja y de la demostración.
se trabaja según todas las exigencias
y las leyes de la demostración Aparecen de este modo dos
aristotélica" (12). tipos diferentes de enseñanza en
la Iglesia: la enseñanza en su forma
No se trataba de llegar a la fe por no científica: catequesis y predica-
el saber, sino de un saber en la fe, ción que corresponde al kerygma y
partiendo de la fe y sobre la fe. El a la proclamación neotestamenta-
criterio de verdad de la teología es ria que conjugan un testimonio y
la revelación y el criterio de la cien- una reflexión íntimamente ligados,
cia es el argumento. El conocimien- como se practicó desde los prime-
to de fe es una gracia, es personal y ros siglos de la Iglesia. El segundo
supone una cierta experiencia exis- tipo que partiendo de los mismos
tencial que fundamentan una opción principios de fe, los articula en un
razonable. El conocimiento científi- discurso racional, argumentativo, de
co del dato de fe es racional, discur- acuerdo con las leyes propias del
sivo y argumentativo. Según expre- conocimiento científico. Estos dos
sión de Y. Congar "en último tér- tipos sé distinguen por su estructu·
mino el carácter científico de la ra: el primero es función eclesiás-
teología descansa no solo en el pro- tica, el segundo es tarea de los teó-
cedimiento formal de la deducción logos, lo cual no implica que se
y las conclusiones como tales sino excluya una posible colaboración
en la construcción racional de la mutua. Según expresión de Santo
doctrina cristiana por medio de la Tomás, el primero se ejerce en la
concatenación de las verdades dedu- cátedra pastoral, el segundo en la
cidas con los principios de la Ver- cátedra magistral. La ciencia sacra
dad obtenidos por la razón y la es el dominio reservado a los "doc-
revelación, es decir, en la inteligi- to;res" los cuales en virtud de su
bilidad interna de la relación in- "licentia docendi" se llaman maes-
trínseca de las afirmaciones y de su tros y reciben el oficio de enseñar.
fundamentación (13). Según el mismo Santo Tomás, al
obispo le compete la función de di-
La teología científica, se propo- rigir (imperare et disponere), al
ne tematizar la doctrina de fe tra- teólogo, la de investigar y enseñar
dicional y por ello se mueve en el (inquirere et docere) (14). Y con-
ámbito de la fe y de la proclama- tinúa: "La enseñanza de la Sda.
ción de esa fe, pero realiza su Escritura puede hacerse de dos
trabajo en un discurso ceñida a las maneras: una por el oficio de dirigir

(11) .. Articuli fidei, qui sunt principia huius scientiae ad cognitionem divinam .•• supponuntur in
scientia nostra •.. "In lib. Boetii de Trin. qu. 2, arto 2, ad 5.
(12) J. VRIN, Paris 1969, pg. 11.
(13) Y. CONGAR, BuUetin thomiste 15, 1938,500. Cfr. H. JEDIN, lñaologie und Lehramt en R.
BAUIIIlER, (Hg.) Lehramt und Theologie im 16 Jahrhundert, Münster 1976, 10.
(14) STo TOMAS, Quodlib. 1,7,2 (14) c.

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o mandar como el que predica y que se trata de algo más fundamen-
enseña; la otra por el oficio del tal como es el encontrar práctica-
magister como enseñan los maestros mente la forma de reconocer,
de teología" (15). comprender y coordinar dos funcio-
nes que en su ejercicio normal pue-
Los primeros conflictos y proce- den entrar en conflictos e ineludi-
sos de teólogos, que eran previsi- bles tensiones, pero que nunca pue-
bles dentro de ese sistema y que se den oponerse directamente mien-
presentan ya en los siglos 12 y 13, tras ambas permanezcan dentro de
muestran que el poder jurisdiccio- su ámbito propio y sigan las leyes y
nal de enseñar en cuestiones de fe le procedimientos anejos a su compe-
compete evidentemente a los obis- tencia, en el servicio diferenciado a
pos, al sínodo, al Papa y al Concilio una misma Verdad.
como función apostólica.
El desarrollo de la teología como En el desarrollo de las ciencias,
ciencia de la fe y el concepto de un adquirió la teología un papel direc-
magisterio científico-teológico, rela- tivo en la sociedad medieval, como
tivamente independiente en la Igle- tercer poder al lado del Imperio y
sia medieval, señala tan solo el del Sacerdocio. Un doctorado en
comienzo de un proceso que estará teología no solo era la garantía de
sembrado de experiencias azarosas una alta competencia científica
y contradictorias. sino que se constituyó en un salvo-
conducto hacia posiciones directi-
El problema fundamental consis- vas en la Iglesia y la sociedad. Según
te y ha consistido siempre en en- consta en los archivos de la Univer-
contrar el lugar y las atribuciones sidad de París todo el que poseía
propias de una ciencia que exige el título de maestro en la Universi-
autonomía dentro de sus propias dad, gozaba del privilegio de "ense-
leyes y que posee necesariamente ñar y regir en cualquier parte del
un influjo dentro de la Iglesia que mundo, sin previo examen" (16).
está constituída, no sobre la razón
y la ciencia, sino sobre la Palabra
de Dios (revelación) y la fe y a Otra consecuencia del desarrollo
de la teología como ciencia fue la
cuya estructura fundamental perte-
aparición de las Universidades en
nece la misión apostólica con sus calidad de corporaciones autóno-
funciones de testimonio y dirección mas. Las facultades de teología
(autoridad). desde un principio, no fueron sola-
No es solamente un problema de mente asociaciones privadas de ex-
encontrar la forma de una adecua- pertos' sino instituciones públicas
da cooperaClOn complementaria oficiales con creciente autonomía
entre dos asociados cuya identidad en su organización interna, en la
y funciones dentro de la Iglesia se administración de la justicia y en el
haya establecido previamente, sino ,ejercicio de ciertas funciones públi-

(15) IV Sant. 19.2.2 qu. 3 501.2 ad 4.


(16) Chart. 11 nr. 578; 1212-111-23),

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caso Ya en el siglo trece, estas facul- las Universidades, ante todo la de la
tades de teología comenzaron a Sorbona, Colonia, Lovaina, Ingols-
funcionar como gremios sinodales tadt, una clara función ma"gisterial.
para controlar a los profesores y Condenaban los errores teológicos
vigilar la disciplina. Se atribuyeron que llegaban a su conocimiento o
el derecho de juzgar en cuestiones les eran denunciados. Ocuparon el
doctrinales imponiéndose así a los vacío que se formó por el despres-
sínodos episcopales, considerados tigio de la autoridad espiritual de
hasta el momento como los únicos los obispos (17), los cuales se ha-
competentes en esos casos. Los bían convertido en un apoyo del
primeros procesos tuvieron lugar ya orden político y social y en su cali-
en 1240 en la facultad de Teología dad de obispos del Reino, apenas si
de París y hasta 1452 se pueden ejercían su función de maestros y
registrar más de treinta de esos pro- guías espirituales, función para la
cesos. Algunos téologos fueron con- cual ya no eran competentes" (18).
denados por simples frases, sacadas
de sus propios contextos. Los cas- El Concilio de Trento trajo una
tigos infligidos iban desde la priva- modificación de las anteriores con-
ción de la cátedra, el destierro, diciones. Dadas las experiencias de
la prisión, cremación de los escritos Constanza y Basilea, el Concilio
hasta la excomunión. También, en de Trento desde un principio fue
casos excepcionales, se dieron sen- concebido como un Concilio de
tencias contra gentes que no perte- Obispos; ellos asumieron toda la
necían a la Universidad. Facultades responsabilidad de la dirección y la
de Teología como las de Lovaina y doctrina. Las Universidades y Fa-
Colonia fueron las primeras en con- cultades ya no fueron invitadas
denar a Lutero aun antes de la in- corporativamente, pero la teología
tervención del Papa con la Bula estuvo presente en forma sobresa-
Exsurge Domine. liente en las personas de los llama-
dos teólogos conciliares. Aunque
Otro aspecto del papel de la Uni- solamente se les reconoció la con-
versidad consiste en haber traspa- dición de consejeros, sin embargo
sado la función de la cátedra ma- ejercieron un decisivo influjo en la
gistral a la facultad como corpora- orientación de las opiniones y en
ción oficial de expertos. Estas cor- las conclusiones teológicas. Su pre-
poraciones se estructuraron en sencia se reflejó especialmente en
forma análoga al magisterio episco- la concepción y estilo de los textos
pal y proliferaron gracias a la crea- conciliares que semejan más bien
ción autónoma de doctores y al proposic;:iones teológicas que pro-
libre nombramiento de profesores. fesiones de fe, con toda la proble-
A. Jedin describe así la situación: mática incluída en este género. De
"En la edad media posterior ejer- todos modos, el modelo de Trento
.CÍan las facultades de teología de muestra que la autoridad magiste-

(17) H. JEplN, Theologie und Lehramt en R. BAUMER (Hg.) op. cit. pago 12.
(18) K. LEHMANN, Lehramt und Theologie,lnt. Kath. Zeitschrift, Juli 1981 pg.335.

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rial es competencia exclusiva del práctica que de un modo u otro
obispo y que la cooperación estre- tocan el dominio de la fe, de modo
cha entre los dos estamentos no que en las encíclicas, discursos y
solo fué posible sino muy fructuo- alocuciones del papa y en razón de
sa (19). la asistencia particular del Espíritu
Santo, que le ha sido prometida en
el ejercicio de su función, la voz del
1.3. La supravaloración del ma- papa debe ser escuchada en su tiem-
gisterio eclesiástico en la po como la voz misma de Cristo.
teología romana del siglo
XIX, Pio XII, Pablo VI Dice expresamente Pio XII en la
encíclica Humani Generis que las
Una nueva etapa en el desarrollo enseñanzas pontificias, aunque no
de las relaciones entre ciencia teo- sean dadas en el ejercicio de la su-
lógica y magisterio eclesiástico se prema potestad de su magisterio,
abre con la supravaloración de éste exigen el asentimiento puesto que
último en continuidad con el espí- estas cosas se enseñan por el magis-
ritu del Vaticano 1, y las orientacio- terio ordinario al que también se
nes de los teólogos de la escuela aplica lo de que "quien a vosotros
romana en la segunda mitad del oye a mi me oye" Lc. 10,16 ... y
siglo XIX (20) que fueron asumi- si los Sumos Pontífices en sus docu-
das en forma integral por Pio XII y mentos pronuncian de propósito
Pablo VI y han contribuído a la sentencia sobre alguna cuestión
crisis de autoridad que señala la hasta entonces discutida, es evi-
época posconciliar del Vaticano 11. dente que esa cuestión, según la
mente y voluntad de los mismos
El análisis de los documentos del Pontífices, no puede ya tenerse por
magisterio que tratan explícitamen- objeto de libre discusión entre
te de las relaciones entre teología y los teólogos" (21).
magisterio permiten destacar los
rasgos esenciales de esta posición. Cada vez se da más importancia
al magisterio no solo en la guarda
Ante todo encontramos la afir- de la fe, sino en la determinación
mación fundamental de que la de la misma fe. La palabra magiste-
custodia del "depósito de la fe" y rio adquiere su sentido moderno de
la función de interpretarlo auténti- "cuerpo elegible de ministros jerár-
camente está confiada solamente al quicos que poseen autoridad para
magisterio y más particularmente al enseñar" ya a comienzos del siglo
magisterio del Papa. Además de XIX con Gregorio XVI, Pio IX y
todo lo que inmediatamente con- luego en el Vaticano I. La distin-
cierne a la "fe y las costumbres", el ción que de allí nace entre la Igle-
magisterio se extiende a todos los sia docente o que enseña y la Iglesia
_dominios del conocimiento o de la discente o que aprende, se hizo
(19) H. JEDIN, op. cit. pg. 15-16.
(20) H.DE LAVALETTE, La théologie romaine, Lumiira at Vi. n.133, 1977, 98s.
(21) DENZINGER 2313.

216 CIENCIA TEOLOGICA V MAGISTERIO.


común en aquella época. El magis- critura y la Tradición son el funda-
terio vino a ser considerado como mento en que se apoya y justifica
la norma interna tanto material la autoridad y credibilidad del
como formal del trabajo teológico. magisterio" (23).
El dato mismo de la fe se consideró
como "tradición pasiva" recibida, Corrobora esta opinión la fórmu-
transmitida, mientras el magisterio la de Pio IX: "La ciencia católica
se designó como "tradición activa" tiene como su más noble cometido
es decIr autoridad que enseña. el de mostrar de qué manera la doc-
Según eso, el magisterio pasó a ser trina se encuentra en las fuentes de
la l'regla próxima de la fe" mien- la revelación en el mismo sentido
tras la Escritura y la Tradición en que la Iglesia la ha definido"
quedaron en la categoría de "regla (24), fórmula que fue asumida nue-
remota". vamente por Pio XII en la encíclica
Humani Generis.
Parece desprenderse de estas afir-
maciones, que la autoridad magiste- En este contexto en que se pri-
rial es la que determina realmente vilegia el poder de la autoridad ma-
lo que se ha de creer y que la ver- gisterial que enuncia la fe, la expre-
dad de fe se impone al creyente en sión regla de fe que en el vocabula-
razón de la autoridad que la propo- rio antiguo designaba lo que ha sido
ne o enuncia. En la sesión tercera c. "recibido y transmitido en la Iglesia
III del Vaticano I se dice: "deben y solamente debe ser fielmente
creerse con fe divina y católica custodiado por los pastores" pasa a
todas aquellas cosas que se contie- significar el acto mismo de la auto-
nen en la palabra de Dios escrita J ridad que propone para ser creído
tradicional y son propuestas por la lo que ha sido revelado por Dios. A
Iglesia para ser creídas como la regulación de la fe por el dato
divinamente reveladas, ora por so- mismo de la fe se sustituye la regu-
lemne juicio ora por ordinario y lación por el magisterio. Es decir,
universal magisterio" (22). que dentro de esta mentalidad, el
criterio para una teología no será
Y. Congar comenta a este propó- tanto la fe de la Iglesia como tal,
sito: "si la proposición autoritativa sino primordialmente la fidelidad
de la verdad por el magisterio de a la enseñanza del magisterio,
tal modo condiciona y media el tes- como su fuente y norma.
timonio de la Sda. Escritura y la
Tradición, se podría preguntar si el Así se desarrolló la ideología del
magisterio no se constituye en "solo magisterio", de modo que la
único lugar teológico, única fuente teología no se ejerce de hecho sino
de conocimiento formal de la ver- por delegación; el teólogo cumple
dad revelada, siendo así que la Es- simplemente la función de auxiliar

(22) DENZINGER 1972.


(23) Y. CQNGAR, La Tradition et les traditions 1, Essai historique, Fayard 1960, pg. 2541.
(24) Inter gravissimas, 28 Oct. 1870.

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del magisterio; su tarea, que es ciosa exigida por la investigación
oficial, consiste en la prolongación científica y que estuvo siempre
y explicitación del magisterio, en la salvaguardada por nuestro predece-
que no cabe una toma de posición sor Leon XIII y los que le sucedie-
personal, privada. El teólogo pasa ron (26). Pero cómo entendía el
así a ser asimilado a un predicador Papa esa libertad se desprende
o un catequista: se le juzga con los además de sus palabras pronuncia-
mismos criterios y se le somete a las das con ocasión del IV centenario
mismas exigencias. de la Universidad Gregoriana (17
octubre 1953): "Está permitido a
Pio XII en su discurso a los car- cada profesor adherir a una de las
denales y obispos con ocasión de la escuelas que han adquirido derecho
canonización de Pio X expresa cla- de ciudadanía en la Iglesia a condi-
ramente esta idea: "Ellos mismos ción de que se distingan claramen-
(los obispos) y sobre todo el Maes- te las verdades que todos tienen que
tro Supremo de la Iglesia y Vicario mantener, de las que caracterizan
de Cristo en la tierra, en su función una escuela particular y como sabio
magisterial pueden llamar colabora- maestro, anote esta diferencia en su
dores o consejeros y delegarles el enseñanza" (27).
poder de enseñar. Los que han sido
llamados a enseñar ejercen en la La teología, pues, se ejerce como
Iglesia el oficio de maestros no en función delegada, sin que se le reco-
su nombre propio ni a título de su nozca una tarea propia, original,
competencia científica, sino en vir- autónoma. El magisterio absorbe
tud de la misión que han recibido así la tarea teológica y queda cons-
del magisterio legítimo" (25). Esta tituído como el único sujeto, pro-
delegación se traduce jurídicamente piamente tal, de esa tarea: a él le
en la "missio canonica" que se con- toca distribuir y determinar el
'iere al profesor después de haber trabajo teológico hasta en sus resul-
recibido el "Nihil obstat" de parte tados y conclusiones y al teólogo se
de la Santa Sede. . . Esta disposi- le señala "como su más noble come-
ción aparece por primera vez de tido el de mostrar de qué manera
manera oficial en la constitución una doctrina está contenida en las
"Deus scientiarum Dominus" (12 de fuentes de la revelación, en el sen-
junio de 1931) en que se regula la tido en que la enseña el magiste-
enseñanza de la teología y es reasu- rio". El teólogo enseña, por consi-
mida en la Sapientia Christiana, ac- guiente, en virtud de una misión
tualmente vigente (15 de abril de recibida y no en razón de su com-
1979). petencia científica; su condición es
la de un auxiliar del magisterio. El
Ciertamente Pio XII afirma repe- papa no siente la necesidad de dis-
.tidas veces esa "libertad" tan pre- !inguir el grado de afirmación del

(25) Documentation catholique, 13 junio 1954 col. 707-8.


(26) Doc. cath. 7 febrero, 1954.
(27) Cfr. M. SECKLER, Die Theologie als kirchliche Wissenschaft nach Pius XII u. Paulus VI, Theo-
logische Quartalschrift 149. 1969,209 ss.

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magisterio y no menciona, ni si- como es enseñada y explicada por
quiera, la posibilidad de que alguna el Magisterio vivo de los pastores
afirmación del magisterio no corres- y en primer término, por el del
ponda a lo contenido en las fuentes Pastor universal del pueblo de
de la revelación. Dios" (28).

El campo de la libertad del teó- Parece indicar el texto que la


logo se delimita con alguna mayor libertad del teólogo comienza en
precisión en el artículo 70 de la donde se detienen las determinacio-
Constitución Apostólica Sapientia nes del, magisterio. En otros tér-
Christiana: "En el estudio y la en- minos, la libertad del teólogo se
señanza de la doctrina católica extiende al campo que le ha dejado
aparezca bien clara la fidelidad al libre el magisterio porque todavía
magisterio de la Iglesia. En el cum- no ha dado declaración alguna al
plimiento de la misión de enseñar, respecto. Parece también despren-
especialmente en el ciclo institucio- derse de la declaración que nos ocu-
nal, se imparten ante todo las ense- pa, que se supone una perfecta
ñanzas que se refieren al patrimo- coincidencia entre la Palabra de
nio adquirido por la Iglesia. Las Dios como es conservada y expli-
opiniones probables y personales cada en la Iglesia y como es enseña-
que derivan de las nuevas investiga- day explicada por el Magisterio.
ciones sean propuestas modesta- Podría también concluírse que una
mente como tales". Como se ve, la afirmación del Magisterio, sin dis-
libertad no pertenece al ámbito de tinción alguna, no podrá ser criti-
la ciencia misma sino que se consi- cada ni puesta en duda; solamente
dera como un privilegio, muy cues- puede ser abordada con la inten-
tionable, de la persona del teólogo; ción de justificarla, de encontrar
además el resultado de sus investi- razones en su favor.
gaciones queda relegado a la cate-
goría de opiniones probables y per-
sonales que no deben presentarse La decadencia de las facultades
sino en último término y con gran de teología y la desaparición de la
circunspección, como un lujo peli- mayoría de ellas a consecuencia,
groso del cual sería mejor prescin- en parte, de la revolución francesa
dir. La Sda. Congregación para la (en Francia se clausuraron todas
doctrina de la fe en su declaración en el siglo 19; en Alemania 13 de
Mysterium Ecclesiae propone prác- 17), facilitó el desarrollo en la
ticamente una definición de la justa teoría y en la praxis, de la orienta-
libertad del teólogo de la que se ción romana de la teología, que
trata en la Constitución sobre las pudo aplicarse plenamente en las fa-
Universidades: "La justa libertad de cultades y universidades por el Papa
los teólogos debe mantenerse dentro y los Obispos. Por otra parte, se
de los límites de la Palabra de Dios, suponía que el teólogo era un cléri-
tal como ha sido conservada yexpli- go, formado por clérigos que ejer-
_cada fielmente en la Iglesia y tal cen su función en virtud de una

(28) Doc. cath. n. 1636, 15 juillet, 1973 Col. 669.

CARLOS BRAVO, S.J. 219


"misión" recibida. La aparición de nes salvíficos. Es además un intelec-
teólogos laicos y de intelectuales tual tradicional, ya que se presenta
interesados en cuestiones teológicas como perteneciente a un grupo, que
no dejó de inquietar a Pio XII, no dado el carácter divino de su funda-
porque rechazase en principio su ción, en cierta forma pasa por ser
existencia, justificada en la historia independiente de los cambios socia-
de la Iglesia, sino por el reto que les e históricos (30).
presentaba en la situación de la
época. A este propósito se expresa Esta orientación trajo una cre-
el Papa con extraordinaria vehe- ciente tensión en todos los ámbitos
mencia: "No ha habido jamás, ni afectados por una autoridad mono-
hay, ni habrá jamás en la Iglesia un lítica que pesaba como lastre sobre
magisterio legítimo de laicos, sus- el trabajo teológico, enfrentado a
traídos por Dios a la autoridad, a la una permanente desconfianza y al
dirección y a la vigilancia del magis- rechazo de todo esfuerzo por una
terio sagrado" (29). Ello consti- teología crítica respecto a ese tipo
tuiría "un peligro de desorden y de de tradición y que habría conduci-
error". do al pluralismo de los sistemas
Jean Séguy hace algunas observa- teológicos. Comenta H.J. Pottme-
ciones importantes desde el punto yer: "Esta situación eclesial de con-
de vista sociológico. En primer tér- junto y no razones interiores a la
mino encuentra muy explicable el teología misma, permiten compren-
interés de unir el estatuto y las der la uniformidad a que una cons-
funciones del teólogo y el sacerdo- tante intervención de la autoridad
te. Por su sacerdocio, la dependen- condenó a la teología católica
cia estructural del teólogo se halla desde el Vaticano 1, situación que
reforzada dado que la autoridad carece de ejemplo en la historia de
puede privarlo de sus prerrogativas la Iglesia y de la teología. Esta con-
sacerdotales, descalificándolo ante cepción de teología no correspon-
su público y eliminándolo del cam- día ni al nivel alcanzado entonces
po de su actividad religiosa. Su fide- por el desarrollo de las ciencias, ni
lidad en la función sacerdotal debe a la conciencia de los problemas ya
repercutir lógicamente en su ense- presentes en la teología católica.
ñanza teológica. Se entiende, pues, Por razones de interés eclesiástico
por qué la Iglesia no se ha manifes- se impidió a la teología el encon-
tado muy inclinada a conceder pre- trar, en diálogo con el desenvolvi-
ponderancia al teólogo laico. El miento cultural, una expanSlOn
teólogo aparece así como un inte- correspondiente a la situación y al
lectual orgánico de su Iglesia, le privarla de su orientación crítica, se
ayuda a difundir su ideología y a trató de convertirla en instrumento
.mantener el monopolio de los bie- de realización y mantenimiento de

(291 Doc. eath. 13 de junio, 1954 col. 708.


(301 JEAN SEGUY, Le conflit théologique en La régulation de la foi. Le Supplément. n. 133.
mayo 1980. pg. 235.

220 CIENCIA TEOLOGICA y MAGISTERIO


un sistema eclesiástico cerrado" esos dominios, sea por la elimina-
(31). ción de los cristianos que se consa-
graban a ellos o que hubiesen podi-
Las medidas represivas tomadas do hacerlo (excomulgados, reduci-
por la autoridad no pueden enten- dos al silencio o colocados en car-
derse si no se tienen en cuenta las gos que les impedían de hecho
graves dificultades por que atravesó todo trabajo del pensamiento), sea
la Iglesia en el decurso de las con- confiándolos a hombres cuyo empe-
troversias modernistas de fines del ño principal era justificar a todo
siglo XIX y comienzos del XX y trance, la enseñanza recibida, sin
que la teología católica no estaba modificación alguna".
en condiciones de enfrentar en su
propio terreno. Marcel Légaut nos "La juventud de los seminarios,
presenta un cuadro muy ilustrativo instruida únicamente con manuales
y al mismo tiempo nos ayuda a de segunda mano y de nivel prima-
comprender el desarrollo posterior rio, mantenida en la ignorancia de
que se manifiesta en el Vat. lI, las investigaciones que se hacían en
como compromiso transitorio, y en tomo al cristianismo, por la exclu-
la situación posconciliar: "Con al- sión de todos los libros que las tra-
gunas excepciones, la Iglesia respon- taban con probidad científica, se
dió con anatemas a las objeciones sintió más inclinada a ocuparse en
filosóficas e históricas que la ciencia actividades asistenciales que en
moderna oponía a la enseñanza cuestiones intelectuales. Por lo que
eclesiástica sobre los orígenes del atañe al pueblo cristiano, la Iglesia
cristianismo, y sus doctrinas; se creyó que le bastaba insistir más,
contentó con mantener una repre- sin modificar nada, en la exposición
sión rigurosa y una minuciosa depu- de la doctrina... Los resultados de
ración en el cuerpo profesoral de tal política no se hicieron esperar"
los seminarios en vez de esforzarse (32).
por sacar el mayor provecho posi-
ble de las investigaciones realizadas La historia ya ha tenido tiempo
fuera del control de la obediencia de establecer lo que en el decurso
y de responder de manera válida a del tiempo se ha comprobado como
las que ponían en duda ciertos pun- erróneo en el material constituído
tos de su doctrina; colocó a la exé- por las decisiones doctrinales autén-
gesis y a todas las disciplinas más ticas, no infalibles, y esto a juicio
o menos relacionadas con la teolo- del mismo magisterio auténtico.
gía, bajo la supervigilancia de auto- Esta verificación puede ayudar a
ridades, muchas veces sin compe- determinar con mayor exactitud el
tencia suficiente en esas cuestio- ámbito propio del magisterio e
nes y con la misión específica de igualmente indicar en forma más
conservar a la letra las tradiciones concreta las condiciones en que, a
del pasado. Hizo prácticamente im- la luz de nuevos elementos de jui-
posibles los estudios superiores en cio, las afirmaciones del magisterio
(31) H. J. POTTMEYER, Der wissenschaftliche Charakter der Theologie nach dem 1. Vatikanum.
CathGlica 24 (1970) 203.
(32) MARCEL LEGAUT. La Pasión de la Iqlesia. Etudes. 1970 pg. 424.

CARLOS BRAVO, S.J. 221


pierden para los fieles su carácter afirmado por las Congregaciones
obligatorio No presentamos una romanas en los últimos cien años
enumeración completa, ni siste- antes del Concilio Vaticano 11, en
mática, ni analizada en sus detalles relación a cuestiones blblicas, es
y circunstancias, sino solamente obsoleto y ya no es tenido en cuen-
unos pocos ejemplos tomados al ta por nadie. Aunque el modernis-
azar, ya que solamente nos propo- mo fue considerado rectamente
nemos llamar la atención sobre un como un conglomerado de herejías,
problema real, cuya solución se sin embargo es preciso decir, que
trata de encontrar. las condenaciones concretas bajo
Pio X están llenas de afirmaciones
A principios de este siglo (dejan- precipitadas, que no hacían justicia
do a un lado el remoto pasado) se a la seriedad de los problemas, ni a
exigió el asentimiento interno, bajo la mente del adversario. Muchas de
amenaza de culpa grave (Dz 2007 y las cosas que los Papas en nuestro
2113) a las siguientes proposicio- tiempo han afirmado en cuestiones
nes: la mayoría de los salmos es de sociales y económicas, merecen sin
David; no hay salmos posexílicos; duda el más alto encomio. Con
no existen epístolas deuteropauli- todo, muchas veces se ha presenta-
nas; los Evangelios fueron compues- do esto, como si todo se pudiese
tos en el orden en que los clasifica- apoyar en el evangelio o en el dere-
mos hoy; no existe fuente Q; no cho natural, aunque fué dicho sola-
existe un deuteroisaías; la epístola mente para un tiempo y una cultura
a los hebreos fue compuesta por particular. Consideremos el moder-
Pablo; el pentateuco es un texto no evolucionismo y la actitud de la
mosaico; se debe tener por cierto Iglesia respecto a las ciencias mo-
que la fórmula bautismal de Mt. 28 dernas como la psicología, la socio-
fue fijada por el mismo Jesús; se logía: durante decenios (casi más
debe afirmar que el Evangelio de de un siglo) fue rechazada la idea de
San Lucas fue escrito antes de la un desarrollo del hombre a partir
destrucción de Jerusalén; refleja de la esfera común de la vida; toda-
una tendencia modernista el pedir vía hoy el rechazo del poligenismo
la modificación del Santo Oficio o no ha sido derogado; la reacción de
la derogación del índice; no se pue- la Iglesia en relación con la psico-
de definir, ni como probable, que logía profunda y todo el progreso
el poligenismo sea compatible con científico fue casi siempre inspirada
la doctrina del pecado original, rec- por un espíritu de desconfianza,
tamente interpretada; se debe tener en cuanto atañe a las autoridades
por modernista, una participación romanas" (33).
del clero y los laicos en el gobierno
de la Iglesia, en cualquier forma Varios de los errores en que se
que sea. incurrió en el decurso de los siglos
fueron humanamente inevitables,
A este propósito observa Karl pues se carecía simplemente del
Rahner: "Casi todo lo que ha sido conocimiento de los fundamentos

(33) KARL RAHNER Referat vor der Theologenkomission. Stimmen der Zeit April 1970 pg. 220.

222 CIENCIA TEOLOGICA y MAGISTERIO


científicos e históricos que hubie- error en donde Dios no ha compro-
sen permitido detectarlos; algunas metido su palabra divina. Los erro-
determinaciones, aunque ya revoca- res humanos no destruyen la efica-
das, estuvieron enteramente justifi- cia de Dios: la actual generación
cadas en su época y por eso, un comprende mucho mejor esa acti-
juicio objetivo sobre ellas, no puede tud que la pasada, en que la 'afirma-
prescindir de las condiciones reales ción religiosa se absolutizó indiscri-
en que fueron tomadas; otras, en minadamente, hasta lo mitológico.
cambio, son más difícilmente justi- Con razón insiste Karl Rahner en
ficables, pues ya se tenían elemen- que "el pueblo de Dios y aun los
tos de juicio necesarios para haber gremios romanos, deben habituarse
hallado la solución correcta o por a la rectificación expresa de pasadas
lo menos para haber evitado un decisiones. Estas deben ser revoca-
pronunciamiento erróneo, que se de- das, en cada caso, con sinceridad y
bió en gran parte, a defectos de pro- franqueza y aun explícitamente
cedimiento: los organismos deciso- reconocidas como falsas. Si no se
rios eran demasiado cerrados y ex- tiene el valor de rectificar expresa-
clusivos, hasta el aislamiento; mez- mente los errores cometidos, el
claban frecuentemente administra- magisterio de la Iglesia, no podrá
ción y ciencia, con perjuicio natu- seguir siendo digno de confianza"
ralmente, de la última; eran inacce- (34). La autoridad no pierde pres-
sibles a la intervención directa de tigio reconociendo sus debilidades
los interesados; sus fuentes de infor- humanas, sino pretendiendo que los
mación eran bastante unilaterales; fallos de sus hombres sean canoni-
funcionaban con el mayor secreto; zados. Como se verá más adelante,
no se sentían obligados a justificar el Papa Juan Pablo 11 ha hecho la
sus decisiones, las cuales eran comu- explícita rectificación de algunos
nicadas lacónicamente como sen- errores cometidos en el pasado.
tencias inapelables, con un simple
negative o algo semejante, aunque a
veces se trata de cuestiones entera- 2. ALGUNOS PRESUPUESTOS
mente discutibles. DE LA TEOLOGIA A PARTIR
DEL SIGLO XIX
Lo que sí podría evitarse en el
futuro, es repetir la misma expe- Hemos visto algunas de las conse-
riencia, haciendo afirmaciones abso- cuencias que trajo consigo la supra-
lutas fuera del campo de compe- valoración del magisterio eclesiás-
tencia del magisterio o en asuntos tico, de acuerdo con los principios
que dependen de una serie de presu- de la teología romana a partir del
puestos discutibles o de factores Vat. I y que se extendió hasta los
cambiantes, sujetos a imprevisibles pontificados de Pio XII y Pablo VI.
modificaciones. Ya que no se Ifüede
aprender a no errar, es preciso Tratemos ahora de analizar algu-
aprender a no creerse exentos de nos de los presupuestos que a nues-

(34) KARL RAHNER, Glaubenskongregation und Theologenkomission heute, Stimman dar Zeit,
April 1970, pg. 224.

CARLOS BRAVO,S.J. 223


tro parecer llevaron a esta situación el que Cristo, Hijo de Dios, ha
de conflicto y que son susceptibles comunicado los misterios divinos.
de una crítica constructiva para Por consiguiente, para Santo Tomás
lograr "una discusión imparcial y la revelación es la fuente de donde
objetiva, el diálogo fraterno, la procede la doctrina sagrada, la
apertura a la disposición de cambio verdad de fe.
de cara a las propias opiniones"
(Juan Pablo 11) (35). El Vaticano 1, por el contrario,
llama revelación a lo que Santo
A nuestro parecer un punto clave Tomás designa como doctrina
en toda esta problemática lo sagrada procedente de la revelación.
constituye la concepción de "reve- La unión de estos dos conceptos en
lación". El Concilio Vaticano I se un solo término trajo como conse-
abstuvo de definir este concepto, cuencia el que la revelación pueda
pero dado el uso que hace del térmi- aparecer como un conjunto de ver-
no parece que por ello entiende "la dades, procedentes directamente
doctrina de la fe" (Denzinger 1800; de una ciencia divina, ya formula-
DAW 3020), es decir, el conjunto das, como bajadas del cielo y no
de misterios que están contenidos productos de una experiencia histó-
en la palabra de Dios escrita y trans- rica, de una interpretación y de una
mitida y que han sido propuestos reflexión teológica.
por el magisterio de la Iglesia para
ser creídos (DB 1792; DS 3011).
Sin decirlo de una manera expresa, Pero se dió un paso más y se
se identifican prácticamente revela- incluyó entre ellas, los enunciados
ción y doctrina de fe, revelación y del magisterio y así quedó consti-
verdades de fe. tuído un presupuesto básico de la
teología romana. Este paso fué
Estos dos conceptos los distin- dado apoyándose en el principio de
guió generalmente la tradición cris- que las verdades reveladas necesitan
tiana hasta después del Concilio de ser interpretadas auténticamente
Trento. Santo Tomás designa el para hacerse operativas en la
conjunto de verdades o misterios Iglesia.
contenidos en la Escritura y pro-
puestos por la Iglesia en los símbo- Lo que para Santo Tomás y la
los de la fe con los términos "doc- tradición anterior era una ilumina-
trina sagrada", "verdad de fe", ción (revelación) que suscita una
"verdad salvífica". La palabra reve- percepción humana, abriendo así el
lación la entiende generalmente campo a una hermenéutica, se con-
como "iluminación divina gracias a virtió en una doctrina. Con el se-
la cual los profetas y los apóstoles gundo paso se pudo afirmar de los
percibieron la verdad que debían enunciados del magisterio lo mismo
transmitir; en otros contextos en- que Santo Tomás afirmaba de los
tiende por revelación el acto por artículos de la fe, los cuales exigen

(35) Alocución a los profesores de teología en Altotting, 18 de noviembre de 1980. Perspectivas en


las que han de moverse el estudio, la enseñanza y las investigaciones teológicas.

224 CIENCIA TEOLOGICA V MAGISTERIO


una total sumisión, exenta de toda ra! y el sobrenatural que comienza
discusión o crítica teológica (36). con Suárez. Mientras Santo Tomás
mantiene la relación orgánica entre
Según esto, la teología sería úni- naturaleza y sobrenaturaleza gracias
camente una ciencia de conclusio- a la idea del deseo natural de ver a
nes derivadas de las verdades o Dios, se llega a la superposición de
artículos de la fe, enunciados por el dos niveles de verdades: las verda-
magisterio y el trabajo teológico se des naturales y las verdades sobre-
realizaría en la periferia de la fe. La naturales, sin vinculación interna
teología no discute las verdades de entre ellas. Por otra parte, hay que
fe, porque no son productos de la recordar que según la enseñanza del
reflexión teológica sino sus princi- Vaticano 1, el objeto formal de la
pios, conocidos a la luz de una cien- revelación es la comunicación,
cia superior, "que es la de Dios y de hecha por Dios, de verdades que
los bienaventurados" (37). superan el poder natural de la ra-
zón. Los acontecimientos funda-
Hay otra nota muy significativa mentales de la historia salvífica no
en la forma de tratar el Vaticano 1 constituyen parte formal de la reve-
la revelación: el papel central de lación. No son sino la ocasión en
Cristo no se menciona explícita- que se manifiesta el contenido de la
mente. Si se recorre el cap. 1 sobre revelación. El objeto central de la
la Revelación, fuera de las citas de revelación, son los decretos divinos.
la Escritura y del concilio de Tren- Cristo como acontecimiento histó-
to, Cristo nunca se nombra. El, rico que realiza toda la revelación,
como acontecimiento histórico que no ocupa sino un lugar secundario"
realiza toda la revelación, viene a (38).
ocupar un lugar secundario.
Como se ve, la noción de revela-
A este propósito observa C. Ge- ción en el Vaticano 1 presupone una
ffré: "Este deslizamiento semántico concepción puramente intelectualis-
de la revelación como "acto" por el ta de la verdad. Corresponde a la
cual los profetas, los apóstoles o concepción griega de la verdad
Cristo revelan, a la revelación como como descubrimiento o manifesta-
contenido, acentúa la idea mítica ción de una cosa oculta. Pero la
de un cuerpo de verdades caídas verdad revelada es una verdad de
del cielo sin relación alguna con las vida, que supone una experiencia
mediaciones humanas históricas. Es histórica a nivel empírico y existen-
preciso notar que esta concepción cial. No es un mensaje noético
extrinsecista de la revelación es in- atemporal, sino la respuesta a una
separable de la distinción del natu- llamada y a una promesa de vida.

(36) Cfr. HENRI DE BOUILLARD, Le concep de Révélation de Vat. I a Vat. 11 en R6v61ation de


Dieu et language des hommes, Cerf, 1972, 35·41.
(37) la, q. 1, a. 2, corp.
(38) CLAUDE GEFFRE, Esquisse d'une théologie de la Révélation, en La R6v6lation, Publicatlons
des facultes universitaires Saint·Louis Bruxelles, 1977, pg. 178s.

CARLOS BRAVO,S.J. 225


Además la verdad en sentido bíbli- muy diferente de la que supone la
co, supone una concepción escato- orientación romana del siglo XIX y
lógica, un sentido de totalidad. comienzos del XX. En primer lugar,
Mientras en el orden del pensamien- el punto de partida no es "una doc-
to metafísico tradicional, la verdad trina" sino una compleja experien-
excluye toda idea de contingencia e cia interpretada en la tradición bí-
historicidad, en la Escritura apare- blica y eclesial y expresada en un
ce como la realización transitoria y lenguaje altamente simbólico. En él,
progresiva de una promesa que la afirmación de fe no cae directa-
comunica su sentido a la historia mente sobre el carácter factual de
(39). los hechos, ni sobre su inserción
espacio temporal en la serie de los
En resumen, el principal reparo fenómenos históricos, sino sobre su
que se hace a la concepción de reve- sentido eficaz salvífico, que es una
lación en el Vaticano 1, consiste en dimensión metahistórica. En segun-
haberla concebido como un "conte- do lugar, el problema para el hom-
nido" más que como un "acto"; en bre de hoy, no es simplemente de
hablar repetidas veces de "verdades lenguaje, sino que atañe al conte-
sobrenaturales" y apenas mencionar nido mismo de la fe.
a Cristo como mediador de la reve-
lación y menos aún el acto por el
Se oculta, pues, allí una concep-
cual Dios mismo se comunica al ción insuficiente de la "verdad sal-
hombre. Por otra parte, se privile- vífica" al desconocer su radical
gia la revelación como palabra sien- historicidad y al mismo tiempo una
do así que es fundamentalmente concepción instrumental del lengua-
acontecimiento, economía, realiza- je como si éste no fuese sino un
ción de un designio de Dios en la instrumento neutro de un pensa-
historia (40). miento inmutable, cuyo sentido
puede conservarse invariable a tra-
Si se considera esta mentalidad vés de su traducción en diversas ex-
desarrollada por la teología romana, presiones verbales.
se comprende que el papel asignado
a la teología sea el de una renova-
ción del lenguaje y una reelabora- La verdadera labor teológica con-
ción para hallar formas de comuni- siste en "una interpretación crea-
cación de la doctrina que estén más dora" del mensaje cristiano" (Clau-
adaptadas a las nuevas circunstan- de Geffré) que parte de la experien-
cias. El problema consistiría en tra- cia histórica de la acción salvífica
ducir y adaptar un núcleo doctrinal de Dios realizada en Cristo y de la
inmutable. experiencia de fe de la primitiva
comunidad cristiana que es un "co-
Pero la realidad a la cual está nocimiento interpretativo" del cual
enfrentada la teología actual es se originó la Escritura. El teólogo

(39) Una reflexión sobre el concepto de verdad en el sentido bíblico puede encontrarse en W. KAS·
PER, Dogme at Evangila, Paris, Casterman 1967, pg. 92-101.
(40) CLAUDI: GEFFRE, Les régulations de la foi, Le Suppl6mant, n. 133, 1980 pg. 284·285.

226 CIENCIA TEOLOGICA y MAGISTERIO


trabaja sobre el texto que es ya un eventualidad de una reformulación
acto de interpretación. del dogma. La repetición mecánica
de las fórmulas dogmáticas puede
En la comunidad primitiva cris- conducir a confusiones y contra-
tiana, la teología incipiente como sentidos, si las palabras y los concep-
discurso interpretativo es contem- tos han adquirido en el decurso del
poránea de la fe, es decir, que la tiempo una significación diferente,
teología no es solamente una refle- o han perdido su valor significativo
xión ulterior sobre la fe y su con- y se han hecho ininteligibles para
tenido, sino que interviene en el las nuevas generaciones. En todo
contenido mismo de la fe. Este caso, como consecuencia de este
contenido no es un substrato inva- proceso irreversible, la Iglesia tiene
riable, subyacente a las diversas que enfrentarse hoy a un pluralis-
traducciones linguísticas (teológi- mo irreductible.
cas). Revelación, fe, fórmula dog-
mática son tan radicalmente histó- En estas circunstancias es com-
pletamente inconducente el repetir
ricas como la teología.
autoritativamente las antiguas fór-
La distancia que nos separa ac- mulas y oponerse a todo lo que de
tualmente del texto bíblico como una manera u otra, se distancia de
acto de interpretación histórica, im- ellas. Se trata, ante todo, de hacer
pone una tarea permanente a la llegar a todas las gentes, de manera
teología como nuevo acto de inter- eficaz, la realidad expresada con
pretación, que debe mantener su esas fórmulas, para lo cual ya no
valor significativo y su eficacia para basta el acudir a la autoridad del
las diversas generaciones. Existe, Papa o de los obispos. Es necesario
pues, un paralelismo entre el Nuevo buscar un camino medio entre el
Testamento y su significación prác- "monolitismo piano", en boga
tica en la primitiva Iglesia, y la pro- desde la lucha contra el modernis-
ducción de un nuevo texto que está mo y que caracterizó el estilo de
destinado a ejercer una función si- Pio XII (si exceptuamos la encíclica
milar en la Iglesia y la sociedad de Divino Afflante Spiritu), a través
hoy. de encíclicas, alocuciones, declara-
ciones del Santo Oficio y el confu-
Respecto a la tradición dogmá- sionismo y arbitrariedad en que
tica con textos producidos por la teólogos y laicos pretendan opinar
Iglesia a partir de la Escritura y a su antojo sin restricción alguna.
otros textos correspondientes a Yana se puede regresar al primer
circunstancias determinadas, la teo- camino. De hecho, Vaticano 11 eli-
logía tiene como tarea su reinter- gió otros métodos, procedió más
pretación a la luz de una lectura his- cautelosamente en sus pronuncia-
tórico crítica de los textos bíblicos. mientos doctrinales, dejó un mayor
Gracias a los recursos de la crítica espacio al diálogo intraeclesial, y
histórica se trata de discernir lo que permitió la aparición de diversas co-
pertenece a la fe apostólica y lo que rrientes del pensamiento teológico:
refleja la mentalidad y representa-
ciones propias de esa época. En este El pluralismo reinante en la cul-
proceso no puede descartarse la tura, el progreso de la exégesis crí-

CARLOS BRAVO, S.J. 2Z1


tica y de la reflexión teológica, inevitables y necesarias en una
sobre la base de diferentes concep- situación histórica y cultural dada,
ciones filosóficas, ha puesto de ma- pero que no poseen por sí mismas y
nifiesto que ya no es tan fácil como como tales, la categoría de dogma.
se pensaba hace un par de lustros, el Por consiguiente, el dogma ineludi-
formular una doctrina clara e ine- blemente debe formularse siempre
quívoca y obligatoria con respecto con la ayuda de una teología que
a múltiples problemas que se plan- no es ella misma dogma, es decir,
tean a la teología. El planteamiento que no es revelada como tal e irre-
mismo de los problemas, la termi- formable. El dogma propiamente
nología teológica, y los métodos se dicho, es ya también una síntesis
han diferenciado de tal manera en de lo que es original y verdadera-
los últimos años, que se ha hecho mente revelado y de reflexiones
muy difícil el establecer exacta- humanas que no lo son, pero que
mente el sentido de una opinión son teología" (41).
teológica determinada cuando hay
que traducirla a otro lenguaje teo- El objeto mismo de la revelación
lógico y tal traducción es frecuente- cristiana no es adecuadamente ex-
mente necesaria debido al actual presable en el lenguaje humano. Por
pluralismo teológico. eso afirma Santo Tomás que "El
asentimiento de fe no tiene por
En un artículo reciente K. Rab- objeto una proposición, sino la rea-
ner ha hecho ver cómo los enuncia- lidad a la cual ésta se refiere" (De
dos mismos del Magisterio han sido Veritate q. 14, a. 8 ad 5; a. 12). Los
formulados con los conceptos de llamados enunciados de fe no pue-
una teología particular que nada den declarar un "ser en sí o estado
tiene de absoluto y eterno: "Ante de cosas", no pueden expresar
todo se puede observar en la histo- "lo que es" una realidad inaccesible
ria de los dogmas y de la teología en sí, ya que consiste en aquel suce-
que también la sustancia propia- so por el cual el Yo divino se revela
mente dogmática de la fe expuesta como fundamer..to del yo humano y
por el Magisterio en la predicación principio de toda unidad y totali-
de la Iglesia, es siempre ya "teolo- dad. En consecuencia, Karl Rabner
gía". "Teología" significa aquí que anota: "Obviamente hay que acep-
la expresión y la proclamación del tar que dado el conocimiento histó-
dogma ha sido formulada con la rico de hoy y su problemática,
ayuda de conceptos, dentro de un no poseemos una teoría realmente
horizonte de comprensión, con satisfactoria que permita distinguir
terminologías y maneras de ver por una parte, el error, de la finitud
selectivas, con énfasis etc. que histórica, la inadecuación, la equi-
ciertamente son y pueden ser com- vocidad de una frase o locución hu-
pletamente legítimas y en concreto, mana, por la otra" (42). Lo cual no

(41) KARL RAHNER, Magistére et thllologie, en Schriften zur Theologie Bd. XIII, traducido por
Maurice Boutin, FAPUa, abril 1980,139-140.

(42) KARL RAHNER, Kritik an Hans Küng. Zur Frage der Unfehlbarkeit theologischer Siitze, en
Zum Problem Unfehlbarkeit, Herder, 1971.

228 CIENCIATEOLOGICA y MAGISTERIO


implica que no se de una aproxima- ante la crítica sino que conduce
ción, analógica o simbólica, a esa más allá de estas declaraciones. y
realidad trascendente, inaccesible precisamente por eso suministra al
en sí, y que por consiguiente la Magisterio una posibilidad ulterior
frase no pueda considerarse como de decir algo nuevo y no de repetir
"verdadera" en el sentido indicado. simplemente las antiguas fórmulas"
Lo que sí es claro es que no puede (ibd.140).
absolutizarse el enunciado dogmá-
tico dado que es un simple medio
humano de expresar lo que trascien- 3. UN CAMBIO DE PERSPECTIVA
de todo dato: la fe es superación Los datos históricos que hemos
del conocimiento mismo en que se presentado, unidos a las reflexiones
apoya, y expresa y termina en lo que los acompañan, nos permiten
inobjetivable. ahora hacer algunas sugerencias
muy generales para lograr una rela-
Lo dicho significa que la teolo- ción que debe ser complementaria
gía está presente en la formación entre el magisterio y la teología
misma del dogma, que la teología como ciencia, de acuerdo con la
no es una reflexión posterior sobre naturaleza de cada una de las par-
un dogma previamente formado y tes. Estas relaciones deben estable-
que permanece como algo exterior cerse sobre bases objetivas, aunque
al mensaje revelado. Los enunciados siempre serán complejas, diferencia-
del magisterio no son, pues, una das y difícilmente eliminarán cierto
verdad pura, divinamente revelada, grado de tensión.
absolutamente trascendente. El
enunciado mismo es teológico, Un elemento de importancia de-
puesto que ya es interpretación, cisiva en la búsqueda de un nuevo
que supone a su vez una experiencia modelo de relación, lo constituyen
y una reflexión sobre el dato único las afirmaciones hechas por el Papa
e insustituíble que es Jesús, como Juan Pablo 11, en dos discursos pro-
Cristo y Señor. nunciados durante su visita a la
república federal de Alemania. El
El enunciado o fórmula dogmá- primero tuvo lugar el 15 de noviem-
tica, puesto que es teológica, es bre de 1980 ante profesores y estu-
susceptible de ser discutida teoló- diantes universitarios en la Catedral
gicamente. Continúa Rahner en el de Colonia bajo el título Ciencia y
artículo citado: "Cuando el Magis- Fe. El segundo en el convento de
terio ha realizado en forma provi- los capuchinos de Altotting el 18 de
sional, su función, el trabajo teoló- noviembre del mismo año, sobre las
gico continúa. Este trabajo no con- perspectivas en que han de moverse
siste sólamente en demostrar que el estudio, la enseñanza y las inves-
las declaraciones magisteriales pro- tigaciones teológicas (43).
vienen legítimamente de las fuentes
de la revelación y defender apolo- El Papa establece principios bási-
géticamente estas declaraciones cos para determinar la relación en-

(43) Osservetor. Romano 23 Nov. y 30 Nov. 1980.

CARLOS BRAVO,S.J. 229


tre la Iglesia y la Ciencia y entre la nomía y la libertad de las ciencias y
Teología y el Magisterio y hace se optaba por la libertad en la inves-
tales afirmaciones sobre la Teolo- tigación. Nosotros no tememos, es
gía y su función y lugar en la Igle- más, damos por excluído el que una
sia, como ningún Papa las había ciencia que se apoye en principios
hecho hasta el presente. Con ello ha racionales y proceda con un méto-
puesto los fundamentos para la rea- do seguro pueda obtener resultados
lización de un nuevo modelo, fuer- que entren en conflicto con la
temente contrastante con el creado verdad de la fe. Esto podría suceder
por la teología romana según lo únicamente en caso de que se des-
hemos esbozado anteriormente. cuidara o se negara la diversidad
existente en los dos órdenes de
En el discurso de Colonia hace conocimiento" .
un reconocimiento explícito del
valor de la racionalidad científica y La teología pertenece al ámbito
de las ciencias y afirma su autono- de las ciencias y participa de sus
mía y libertad en sus respectivos condiciones; como tal constituye
campos. No pudiendo hacer un una de las tareas más importantes
estudio del discurso, nos contenta- de la Iglesia: "La teología es una
mos con aducir algunos párrafos ciencia que tiene a su disposición
más significativos: refiriéndose al todas las posibilidades del conoci-
"estatuto de una intelectualidad miento humano. Es libre en el uso
cristiana" creado por San Alberto de sus métodos y análisis. Pero al
Magno, se pregunta a la luz de ese mismo tiempo debe tener en cuenta
modelo, cuáles son las relaciones su relación con la fe de la Iglesia...
existentes entre la Iglesia y la mo- la teología debe dar por supuesta la
derna ciencia de la naturaleza. A fe pero no puede producirla y el
este propósito dice textualmente el teólogo está siempre apoyado en
Papa: "sintiéndose un tanto moles- los padres en la fe". Y aquí añade el
tos por los conocidos conflictos que Papa una afirmación de gran tras-
surgieron al inmiscuirse la autoridad cendencia: "La Iglesia desea una
eclesiástica en el proceso de los ade- investigación teológica autónoma,
lantos del saber científico. La Igle- distinta del magisterio eclesiástico,
sia lo recuerda y lo lamenta; hoy pero conscientemente comprome-
conocemos el error y los defectos tida con él en el servicio común a la
de aquel proceder. Podemos decir verdad de la fe y al Pueblo de
que tales conflictos han quedado Dios".
superados gracias a la fuerza con-
vincente de la ciencia, gracias ante La labor teológica se ejerce como
todo al trabajo de una teología servicio a la fe del pueblo de Dios
científica que liberada de ataduras y por consiguiente debe permanecer
históricas, intenta una comprensión siempre en diálogo con la tradiCIón
más profunda de la fe" y luego con- viva de la Iglesia. Los resultados de
tinúa: "Allá (en el Vat. n, Gaudium sus investigaciones son como nuevas
et Spes 36) se señalaba expresamen- propuestas para una mejor inteli-
te la distinción entre los dos órde- gencia de la fe y tienen el carácter
nes de conocimiento, el de la fe y de "oferta" o postulado científico
_el de la razón; se reconocía la auto- Ji toda la Iglesia y sometido en últi-

230 CIENCIA TEOLOGICA V MAGISTERIO


mo término, a la decisión autorita- 4.EN BUSCA DE UNA NUEVA
tiva del magisterio auténtico. Dice FORMA DE RELACION
así el Papa: "No en vano el teólogo
enseña en nombre y por encargo de A modo de conclusión vamos a
la comunidad de fe eclesial. Debe relevar algunos puntos que pueden
ineludiblemente hacer nuevas pro- servir de base para configurar un
puestas dirigidas a la comprensión e~quema indicativo de las líneas
de la fe, pero éstas no son más que generales dentro de las cuales pue-
una oferta a toda la Iglesia. Muchas den desarrollarse las relaciones Ma-
cosas deben ser corregidas y am- gisterio-Teología, a la luz de las
pliadas en un diálogo fraterno hasta nuevas perspectivas abiertas por el
que toda la Iglesia pueda aceptar- Papa Juan Pablo 11.
las".
a) La Teología y el magisterio
constituyen dos funciones estructu-
Se alegra también el Papa de los rales de la vida eclesial-o La teología
buenos resultados "de la inclusión es una función de la comunidad
de la teología en los programas de creyente que trata de entender su
las Universidades estatales (en Ale- fe. El criterio de eclesialidad de la
mania): "Tenéis la oportunidad de teología se deriva de las notas obje-
poder cultivar la filosofía y la teolo- tivas de la fe vivida en la Iglesia y
gía en su contexto y en colabora- no propiamente de un sentido de
ción toda todas las ciencias tle una pertenencia o lealtad a una institu-
Universidad moderna". ción. El Magisterio, como no es
fuente de revelación, tiene la fun-
ción de "escuchar", "custodiar" y
Por último queremos poner de "explicitar" fielmente la fe recibi-
relieve un punto que es programá- da. Es decir, es el intérprete autén-
tico para la estructuración de un tico de lo que encuentra en la Escri-
nuevo modelo de relaciones entre el tura y la Tradición y por consi-
magisterio eclesiástico y la teología: guiente debe permanecer en cons-
"El amor a la Iglesia concreta que tante e inmediata dependencia de
encierra en sí también la fidelidad ese "dato" (DV 10). La declaración
al testimonio de la fe y al Magiste- Mysterium Ecclesiae, añade una
rio eclesial, no enajena al teólogo precisión muy importante: "como
de su tarea, ni resta a éste nada de su autoridad no procede de nuevas
su irrenunciable autonomía. Magis- revelaciones de las cuales sean bene-
terio y teología tienen distintas ficiarios el sucesor de Pedro y el
tareas que cumplir. Por eso no pue- colegio de los Obispos, no les exime
den ser reducidas la una a la otra. de la obligación de examinar, utili-
No obstante ambas sirven a una zando los medios aptos, el tesoro de
sola totalidad. Precisamente en esta la revelación divina en la Sda. Escri-
estructura debéis permanecer siem- tura. . . y en la Tradición viva que
pre abiertos a un diálogo mutuo". viene de los apóstoles" (44).

(44) Doc. cath. julio 1973, n. 1636.

CARLOS BRAVO, S.J. 231


b) Magisterio y Teología son dife- valor universal como representativo
rentes en sí y poseen funciones de la fe apostólica. A esta cuestión
diversas. Son independientes en su y a la de los procesos doctrinales, se
actividad interna y no pueden ser refiere la Comisión internacional de
reducidos el uno al otro. Solamente teólogos del año 1972 y la de 1975
sobre la base del reconocimiento sobre el tema Magisterio y Teolo-
de su diversidad puede construirse gía (45).
una mutua cooperación, fructuosa
para toda la Iglesia. e) Es preciso reconocer que en la
teología de hoy, existen varias co-
c) Las funciones del Magisterio y rrientes de pensamiento, sujetas a
la teología son completamentarias serios reparos. Por ello mientras
no solo porque la fe busca enten- goza de más libertad, la teología
derse a sí misma, sino porque la fe debe aprender a perfeccionar sus
afirma su razonabilidad, su verdad métodos y a ser más crítica de sí
y la importancia de esa verdad para misma, reconociendo los límites de
la comprensión total del hombre. su propia verdad. Uno de esos lími-
Entender y creer se compenetran tes, de excepcional importancia en
vitalmente como deben hacerlo los una ciencia de la fe, consiste en
que representan esas dos especifici- reconocer que el conocimiento
dades. Un testimonio de fe sin una científico no es el único camino
inteligencia teológica, una enseñan- para captar la experiencia humana
za auténtica sin una responsabili- y la fe es inseparable de una expe-
dad "argumentativa" sería ciega; a riencia. El hombre necesita diversas
su vez una racionalidad científica perspectivas y formas diferentes de
sin una fe vitalmente realizada, conocimiento para poder penetrar
sería vacía. El magisterio recibe de en la significación del amplio espec-
la teología la reflexión científica tro de la experiencia. Es claro que
sin que por ello la teología pueda muchos aspectos del arte, la ética y
atribuírse ninguna función definito- las relaciones humanas, y en general
ria, ni de gobierno. las dimensiones cualitativas de la
vida humana, escapan al análisis
d) El magisterio debe estar al tan- científico. Por ello, la teología no
to de la especialización y avance de produce la fe, sino que la toma de
las disciplinas teológicas y así poder la comunidad eclesial y de la tradi-
distinguir cada vez con mayor exac- ción que representa una amplísima
titud cuándo y cómo éstá obligado experiencia ya interpretada. Según
a mantener una doctrina como ésto, la pretensión de reducir la teo-
revelada y cuándo se corre el riesgo logía al análisis científico debe ser
de imponer como normativo un superada: el conocimiento científi-
pensamiento teológico circunstan- co no es la única forma de entrar en
~cial que no puede pretender ese contacto con la realidad; la expe-
(45) Erkliirung der Arbeitsgemeinschaft katholischer dogmatiker und Fundamentaltheologen zum
Verhiiltnis von kirchlichem Lehramt und Theologie en Die Theologie und das Lehramt hrsg. von
WAL TER KERN Herder, 1982 pg. 234ss.
Véase a este prop6sito: MICHAELA PIL TERS-KNUT WALF, Manschenrechte in der Kircha,
Patmos, 1980, especialmente: Die Menschenrechte in der katholischen Kirche pg. 104 ss.

232 CIENCIA TEOLOGICA V MAGISTERIO


riencia humana es más rica de lo contrario difícilmente mantiene s1.1
que por medio de un sistema metó- autoridad en un mundo que debe
dicamente elaborado, puede expre- superar la actitud de pía credulidad
sarse. y fideísmo.
La precedente observación es in- La reflexión científica no termi-
dispensable para comprender las na en la formulación de un dogma
relaciones entre la teología y el sino en postulados que se presentan
Magisterio. El pensar que la posi- a la autoridad magisterial. Es claro,
ci6n magisterial es solamente pre- que la decisión final en cuestiones
crítica, precientífica (y algo arcai- de fe, de acuerdo con la estructura
ca) indica que no se ha captado de la Iglesia, no proviene de los
suficientemente la tensión que argumentos, sino de la autoridad
existe entre las varias formas de apostólica. Por otra parte, el pen-
conocimiento humano y religioso. samiento discursivo y el lenguaje
Un cientismo exagerado fomenta argumentativo no pueden ser inter-
paradójicamente otras formas com- feridos directamente por un acto
pensatorias de expresar la compleja jurídico o administrativo. En todo
realidad humana, como son las caso, el Magisterio y la teología no
supersticiosas, mágicas, míticas, pueden prestar su servicio comple-
sensacionales y sentimentales. mentario a la comunidad eclesial
sino dentro del mutuo respeto y en
f) No se ha encontrado aún un cooperación libre y responsable,
modelo de cooperación comple- cada uno con sus procedimientos
mentaria entre la teología y el Ma- propios y su correspondiente legiti-
gisterio, que excluya todo conflicto "mación.
posible. Tratar de eliminar el con-
flicto supeditando una función a la El juicio del magisterio, en senti-
otra va contra la estructurá propia do estricto, no cae sobre el proce-
de la función (46). so teológico como tal, sino sobre la
compatibilidad de sus conclusiones
En realidad no puede darse un con la fe viva de la Iglesia. Es claro,
enfrentamiento inevitable si ambas también, que un juicio último,
partes permanecen fieles a su pro- obligatorio, acerca de la compati-
pia función: la teología ejerce me- bilidad de una afirmación científica
tódicamente su labor investigativa con la fe de la Iglesia, no puede ser
de acuerdo con las leyes inherentes pronunciado por la misma ciencia,
a la ciencia y su arma es el argume,n- sino solamente por la instancia ma-
to; el Magisterio rinde un testimo- gisterial auténtica, desde la fe de la
nio, exhorta, trata de persuadir y Iglesia. La ciencia teológica no pue-
convencer fundamentando de alguna de constituirse en norma de fe con
manera sus afirmaciones, pues de lo lo cual no se le niega nada de lo que

(46) Cfr. KARL LEHMANN, Lehramt und Theologie, Versuch einer Verhiiltnisbestimmung, Inter·
nationale katholische Zeitschrift, 10, 1981,331·38.
Véans~ las sugerencias que hace KARL RAHNER a este propósito en Theologie und Lehtamt,
Stimmen der Zeit, 1980, pg. 363 esp. 370.

CARLOS BRAVO,S.J. 233


le corresponde en el ejercicio de su su actividad científica en virtud de
autonomía, pues ella misma está su propia competencia y dentro de
subordinada al dato de la fe eclesial las normas y procedimientos de
(47). una ciencia autónoma, en el uso de
su libertad y no como funcionario
g) Finalmente, si se quiere ser de una autoridad doctrinal. Es de-
plenamente consecuente con la ín- cir, que la tarea del profesor no
dole de la actividad teológica, ex- consiste fundamentalmente en resu-
presamente reconocida y afirmada mir, explicitar y confirmar los
repetidas veces (48) por el Papa enunciados magisteriales. La teolo-
~uan Pablo 11, debería revisarse el gía adquiere su estatuto científico
sentido y el alcance de la misión por el empleo de métodos y proce-
canónica, tal como aparece en el dimientos propios a partir básica-
artículo 27 de la Constitución mente de la fe de la Iglesia (Revela-
Apostólica Sapientia Christiana ción: Escritura-Tradición) de la cual
(1979) en que se supone el control depende a su vez el Magisterio y no
directo del poder eclesiástico sobre formalmente solo como función y
el saber teológico "ya que los pro- portavoz de la enseñanza magiste-
fesores no enseñan con autoridad rial.
propia sino en virtud de la misión
recibida de la Iglesia". Pero el pen- Por consiguiente, la misión canó-
samiento del Papa, de acuerdo con nica, tal como es entendida y prac-
la naturaleza misma del asunto, se ticada actualmente por el derecho
mueve en una suposición muy di- eclesiástico romano, como condición
versa cuando dice que "la fidelidad para ejercer el profesorado estable-
a la fe y al Magisterio eclesial no mente en una facultad de teología
enajenan al teólogo de su tarea ni católica, no parece compatible con
resta a éste nada de su irrenunciable las exigencias internas de la libertad
autonomía" y además que: "La universitaria, ni está de acuerdo con
Iglesia desea una investigación teo- las orientaciones impartidas por el
lógica autónoma, distinta del magis- Papa Juan Pablo 11 (50).
terio eclesiástico" (49).
En este sentido se votó por una-
Por consiguiente se supone que nimidad una moción en la asamblea
el profesor, en comunión de fe con general de la Catholic Theological
la comunidad eclesial, a la cual Society of America, en su congreso
pretende prestar un servicio, ejerce de junio de 1980. "Se resolvió que

(47) LEO SCHEFFCZYK, Das Verhiiltnis von apostolischam Lehramt und wissenschaftlicher Theo-
logie, Intemationale katholische Zeitschrift, 1980, pg. 412-424.
(48) Osservatore Romano 7.10.81.
(49) Indicaciones complementarias se encuentran en: Documentation catholique: Libre recherche du
théologien et son modele en sto Thomas d'Aquin, publicado también en Nova et vetera 55,
1980, 12-25. Igualmente en la reciente pUblicaCión de KARL RAHNER V H. FRIES, Theologie
in Freiheit und Verantwortung, Kosel, 1981, especialmente el artículo de HERBERT VOR-
GRIMLER, Die Avtonomie der Theologie pg. 138-173.
(50) JEAN RICHARD, La liberté du théologien dans l'Eglise et a l'Université, Eglise et Th6ologie,
Saint Paul Universitv, Ottawa, vol. 12. n. 3,1981, pg. 377-378.

234 CIENCIA TEOLOGICA y MAGISTERIO


la mesa directiva haga la represen- enseñanza en las facultades de teo-
tación más apremiante posible a la logía; ello significa la conducción
Comisión de Revisión del Código, del saber por el poder, despojando
a la conferencia nacional de obis- así a la ciencia de su derecho y ca-
pos católicos, a la conferencia pacidad de autorregulación en el
nacional canadiense de obispos, en uso de sus propios métodos.
orden a obtener su apoyo para la
eliminación de la figura de "misión Igualmente en este contexto de
canónica" de la sección sobre el la libertad universitaria queremos
oficio de enseñar del propuesto expresar nuestro deseo, en unión
código de derecho canónico, Canon de un número considerable de teó-
64 (51). logos de todo el mundo, que han
hecho lo propio públicamente (52),
Por el hecho de que el magiste- de que en los procesos doctrinales
rio sea un principio normativo para que eventualmente tengan que reali-
la teología, como garante auténtico zarse, se respeten debidamente la
de la fidelidad a la revelación y a dignidad y los derechos de las perso-
la fe de la Iglesia, no puede dedu- nas, ya que la Iglesia se ha manifes-
cirse legítimamente que pueda y tado como la abanderada de tales
deba controlar directamente la derechos en el mundo.

(51) Council on the Study of Religion Bulletin, 11-4 Oct. 1980, p. 116.
(52) KARL RAHNER, Zum Verfahren der Glaubenskongregation, en Theologie und Lehramt, Sto
d. Z. 1~80 pg. 370.

CARLOS BRAVO,S.J. 235

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