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No solo sobrevivir,
también evolucionar
José Miguel Chirinos T.
Socio de Auditoría - Risk Assurance Services
Resiliencia organizacional:
No solo sobrevivir, también evolucionar
Resiliencia es un término que proviene del latín y refiere a la cualidad de modificarse y regresar a su estado
original. Su aplicación en Física, refiere a la capacidad que tiene un objeto de transformarse y volver a su
misma posición luego que haya ocurrido alguna fuerza. Un claro ejemplo es el de la liga elástica que luego de
ser estirada regresa a su estado natural sin mayor modificación en su estructura. En el mundo de la psicología,
una persona posee mayor resiliencia en la medida que cuenta con una serie de características que le permite
recuperarse de eventos negativos y adicionalmente aprender de ello.
Pero la resiliencia no es solamente una característica que puede apreciarse en materiales o seres vivos.
También las organizaciones pueden desarrollar habilidades para adaptarse a las circunstancias y mantener sus
características y competitividad. En el ámbito organizacional, en el año 2014 el British Standards Institution
publica la norma BSI 65000 o Guía para la Resiliencia Organizacional. En el año 2017 se publica el estándar ISO
22316 sobre seguridad y resiliencia organizacional.
Sobre la base de los marcos referidos en el párrafo anterior y las experiencias observadas en su adopción, PwC
desarroló un marco metodológico para ayudar a las organizaciones a ser altamente resilientes, es decir, ser
capaces no solo de sobrevivir sino también de evolucionar ante aquellas situaciones que puedan adversarlas.
Esta metodología parte del inexorable cambio que vive la sociedad, especialmente en lo que denominamos las
cinco megatendencias que hoy impactan globalmente a las naciones y las organizaciones que la conforman.
Son tendencias claves e ineludibles, y están aquí y ahora, y las organizaciones exitosas serán aquellas que se
adapten a ellas y descubran cómo convertirlas en oportunidades. PwC ofrece una detallada exposición de sus
implicaciones en https://www.pwc.com/co/es/publicaciones/megatendencias-2016.pdf.
En complemento a las megatendencias, existen otros cambios y retos que ponen a prueba la capacidad de
resiliencia de las organizaciones. Pensemos un momento en aquellas organizaciones que sobrevivieron en países
en guerra o azotadas por eventos naturales, o aquellas que ante un evento circunstancial que haya puesto en
riesgo su reputación o continuidad, lograron responder y hoy se encuentran fortalecidas.
PwC identifica los seis atributos que definen a una organización resiliente
Toda organización cuenta en mayor o menor grado con seis atributos que definen su resiliencia, por lo que, en
principio, no se puede decir que una organización es o no es resiliente, sino que posee un grado determinado de
resiliencia (ver figura N° 1).
El fortalecimiento del grado de resiliencia se logra por medio de un proceso orientado a fortalecer cada uno de
los atributos; una de las formas más eficiente para hacer esto es definir una serie de disciplinas operacionales que
lleguen de forma consistente a cada una de las áreas de la organización. Seguidamente desarrollaremos estos
dos importantes aspectos: Las disciplinas operacionales y el proceso de fortalecimiento.
Las disciplinas operacionales:
Las disciplinas operacionales
son herramientas que la
Dirección de la organización
instruye a la alta gerencia, para
que ésta logre preparar a la
organización para la resiliencia
de forma coherente.
En la Figura N° 2 se puede
observar algunas de las
disciplinas operacionales que
recomienda PwC.
Estas disciplinas operacionales se aplican de forma transversal a la organización y facilitan a la gerencia alinear
los conocimientos a todas las áreas y aplicar de forma homogénea las actividades necesarias para lograr los
objetivos del negocio. También permiten integrar palabras clave a la cultura y accionar de la organización:
Afrontar la disrupción, resistir, proteger, simular, responder, innovar, recuperarse, aprender y aprovechar
oportunidades.
Un ejemplo de esto es la definición del apetito de riesgo por parte de la Junta Directiva. Los responsables
de la Gestión de Riesgos tendrán el acceso a todas las áreas / unidades de la organización para hacer de su
conocimiento cuál es ese apetito de riesgo, y cómo se interrelaciona con el resto de las áreas involucradas; de
esta manera, se estaría previniendo la existencia de distintos apetitos de riesgos entre estas áreas con relación
a un mismo objetivo, por ejemplo, el área de ventas pudiera tener un apetito distinto al área de producción o al
área de cumplimiento regulatorio con relación al objetivo de exportación de productos.
El proceso de fortalecimiento de la resiliencia se inicia con un diagnóstico del nivel de madurez actual,
considerando los seis atributos y una serie de indicadores en distintos ámbitos de la organización.
Una vez obtenido los resultados del diagnóstico, se aplica un proceso de fortalecimiento diseñado por PwC, en
aquellos aspectos establecidos en el estándar BSI 65000, que incluyen desde la cultura organizacional, hasta
disciplinas específicas que apoyan a la gestión de la resiliencia de manera transversal en la organización (Ver
Figura N° 3).
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