UNIVERSIDAD MANUELA BELTRAN

TRABAJO DE INVESTIGACION

PRIMER AVANCE

GERENCIA FINANCIERA

TATIANA STEHFANY CORREA FERNANDEZ

LUIS FERNANDO REINA ANDRADE

BOGOTA, 2019
 El populismo

Sergio Sebastián Edwards de UCLA y el fallecido Rudifer Dornbusch de MIT, el

populismo económico se define como el “acercamiento de la económica que enfatiza en el
crecimiento y la redistribución del ingreso y resta importancia a los riesgos de inflación y
de financiamiento deficitario a las restricciones externas y a la reacción de los agentes
económicos ante políticas agresivas ajenas al mercado”

Las economías populistas se utilizan en periodo de corto plazo porque a la larga estos
pueden fracasar, esto no quiere decir que no funcione solo que solo duran un tiempo
debido a políticas insostenibles, que hacen que el populismo fracase, haciendo que las
personas trasladen sus gastos de un futuro incierto al presente, como dice el economista
argentino y profesor Guillermo Calvo el momento de las vacas gordas

El populismo latinoamericano, posee cierto nivel idiosincrasia que lo hace diferente al

populismo ruso o americano, estos movimientos no triunfaron pero pasaron de manera
fugaz en la evolución de la política de cada país, este en Latinoamérica se caracteriza por
sus imprecisiones ideológicas y por su dependencia de los liderazgos fuertes y
determinantes.

Una de las primeras manifestaciones de este fenómeno en Latinoamérica fue en Brasil,

donde dos personalidades políticas, Getulio Vargas y Juan Domingo Perón, que llegaron
dominar países por años, este distingue notablemente en dos riesgos que marcaron su
mandato el tercer ismo y la convocación de cambio que respondía de alguna manera a lo
que se vivía en cada país. El populismo que existía en Latinoamérica se opuso al
capitalismo de una manera que se apelaba al pueblo a los oprimidos, descamisados y los
trabajadores, estos contra los capitalistas que eran los dueños de las riquezas de allí la
verdadera razón del término que él podía por fin llegar al poder derrotando la oligarquía y
el sistema conservador. En otras palabras el populismo fue más nacionalista que clasista,
mas antinorteamericano que pro soviético, más apegado a las grandes formulas vacías que a
programas claros de gestión económica.

El populismo manifiesta una actitud ambivalente entre la izquierda y la derecha, porque los
temas de su discurso se transforman en el de su contrario, dependiendo del contexto. Los
ataques contra el capitalismo, los ricos y las oligarquías propios del mensaje socialista,
aparecían también en los discursos de Hitler como “los explotadores capitalistas” y “los
ricos judíos”. Ese equívoco le permitió a los populismos tempranos captar a individuos de
las más disímiles formaciones: fascistas, anarquistas, católicos, socialistas, comunistas y a
disidentes de los antiguos partidos
En América Latina el populismo ha demostrado tener, históricamente, gran capacidad de
resistencia y habilidad para ir mutando a lo largo del siglo XX y el XXI. Resurgió, cuando
muchos analistas, expertos y académicos lo daban por muerto, en forma de populismo
neoliberal en los años 90 (Carlos Menem, Alberto Fujimori o Abdalá Bucaram) para
desembocar la pasada década en el “nuevo populismo”, ya en forma de “socialismo del
siglo XXI”, y cuyo principal referente fue Hugo Chávez. De esta forma, el populismo ha
ido mostrando su capacidad de resistencia a desaparecer, madurando en terrenos
apropiados: las crisis políticas e institucionales, así como las crisis económicas y sociales
que acaban siendo excelentes caldos de cultivo, ideales para que germinen, crezcan, se
desarrollen e incluso muten.

Por esta razón América Latina se prepara para vivir los próximos meses un calendario
electoral intenso y determinante para el futuro del continente. A la espera de lo que sucedio
en Venezuela; Chile, Honduras, Costa Rica, Paraguay, Colombia, México y Brasil y la
celebración elecciones presidenciales hasta finales de 2018. En este escenario político, el
populismo, en contra de lo que pudiera parecer, está más vivo que nunca.

El populismo no es un fenómeno que pueda extinguirse completamente en América Latina

mientras subsistan la corrupción como una causa de desestabilización política; la baja
estructuración de los partidos políticos, que muchas veces no son más que un título para un
liderazgo personal y una cultura política débil en los ciudadanos. Cada cierto tiempo, ante
los quiebres de la economía en la vida de los pueblos latinoamericanos, el discurso de la
igualdad se impone a la razón normativa y resurgen movimientos igualitaristas en clave
populista.
BIBLIOGRAFIA

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Madrid: Síntesis.
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VIVO QUE NUNCA. (2017). [Blog]. Retrieved from http://pdf
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