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GRECIA Y ROMA

Por:

Lorena Devoz Guzman

Eider Villalba

Yenny Pinzón Callejas

Gisella Sánchez

Asignatura:

Historia Universal I

Docente:

Orlando Vega

Institución Universitaria Bellas Artes y Ciencias de Bolívar - UNIBAC

Programa de Diseño Gráfico

Programa de Diseño Industrial

Cartagena - Bolívar

Octubre de 2018
GRECIA Y ROMA

Nada habla más fuerte y claro de las antiguas civilizaciones que los registros artísticos
que aún quedan de ellas. La literatura, la pintura, la escultura y la arquitectura nos
permiten dar un vistazo hacia el pasado, nos transporta hacia los cimientos de nuestra
propia historia. Estos registros cuentan historias que dan pista sobre el estilo de vida, y
con ello, las formas de pensamiento de estos pobladores miles de años atrás, y que hoy
día, se convierten en legado y evidencia de nuestra evolución, y es patrimonio cultural e
inmaterial de la humanidad.

Un patrón evidente a lo largo de toda la historia, es el proceso de adaptación de lo ya


conocido a las nuevas y propias necesidades, y por supuesto, la evolución. Antes de
Grecia, sus predecesores habían establecido tradiciones en las que la vida del hombre
giraba en torno al dios o dioses. Sus actos consistían en agradar a sus deidades,
homenajearlas y prepararse para la vida ultraterrena. Los griegos, en cambio, empezaron
a cuestionarse si hacer las cosas de esa manera era realmente lo correcto y si la
importancia del hombre estaba relegada sólo a ser inferior.

Es entonces cuando el hombre ocupa un nuevo lugar, y esto se evidencia en el minucioso


estudio que se le hace a su figura y proporciones, reflejado en la pintura y sus esculturas;
a diferencia de los egipcios cuya representación del hombre estaba limitada sólo al uso
de la forma visible para que la figura humana fuera perfecta e identificable. Este estudio
poco a poco va derivando en una idealización de cómo debía ser la figura física de hombre
ideal. Ciertamente, se puede apreciar cómo el ser humano va convirtiéndose en el centro
de la vida en Grecia, por ser considerado como una criatura superior entre las demás por
su capacidad de adquirir conocimiento.

Este hecho fue de gran relevancia, pues gracias a eso, se empezaron a buscar respuestas
a los interrogantes surgidos respecto a los orígenes del hombre, por lo que proliferó la
cultivación de conocimientos científicos y filosóficos, que servirían como base de la
ciencia actual. Sin embargo, los griegos no dejaron de lado sus creencias religiosas. Eran
politeístas y se les atribuyen una de las mitologías más ricas entre muchas culturas. Su
antropocentrismo seguía viéndose reflejado en la manera en cómo representaban a esos
dioses: esculturas de hombres idealizados.

La importancia que les daban a sus dioses se evidenciaba en la construcción de templos


en los que su predilección por las figuras equilibradas e ideales relucían. Y es que era
precisamente esa forma de idealización y de su sensibilidad por lo bello y sublime, lo que
los acercaba a sus dioses, ya que para ellos la divinidad residía en la belleza.

Luego de la caída del imperio griego y el nacimiento del imperio romano, la función y la
estética del arte cambiaron nuevamente de conceptos, por las necesidades que
encontraron los romanos dentro de su pensamiento y organización como estado.

Para los romanos lo relevante era su sistema político y su marcha como sociedad, sus
obras artísticas, y en especial las arquitectónicas y escultóricas, se realizaban como forma
de representación del poder de las leyes y eran centros de debate político. Cabe aclarar,
que para los romanos el arte griego era digno de admiración, por lo que queda de
manifiesto en sus obras la influencia del estilo proporcional de los griegos. Y puede
afirmarse entonces, que el arte griego fue dentro de su propio imperio, tan poderoso que
seguía en vigencia dentro de otro imperio y luego de su caída, incluso en nuestros días.

Los romanos, como grandes ingenieros, utilizaron el conocimiento y las aplicaciones para
la construcción de grandes estructuras de las columnas concebidas por los griegos, para
el levantamiento de otras imponentes construcciones, y además de eso, los romanos
fueron capaces de llevar este concepto griego de las columnas a un nivel más avanzado
que les permitió la creación de los arcos y con estos, y la combinación con las columnas
griegas, el levantamiento de grandes obras civiles como coliseos, acueductos, canales,
etc.

A los romanos ya no les preocupaba la idealización de la figura del hombre en una


dimensión divina comparable con lo sublime de los dioses, no les interesaba materializar
lo inmaterial, lo celestial. Sino que su estética se basaba en la presentación fidedigna de
la realidad sin poetizarla, teniendo en cuenta hasta el más mínimo detalle. Y se ve
reflejado en sus pinturas y esculturas, que para la creación de muchas de las cuales
contrataron mano de obra griega.

Los romanos, en sus inicios, eran también politeístas, y su mitología estaba también
basada en la griega, sin embargo, dejaron de tallar dioses, y su imperio militarizado era
tan grande y poderoso, que debía ser eternizado, así que prefirieron tallar héroes, reyes y
victorias.

Grecia y Roma, dos extraordinarias civilizaciones que merecen ser estudiadas y


admiradas. Su legado histórico es una parte de la justificación de nuestra evolución como
humanidad, y es de vital importancia su reflexión en la academia para su posible y
posterior aplicación en el desarrollo de las actividades correspondientes al trabajo del
diseñador gráfico e industrial, como apoyo y sustento teórico.

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