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CELEBRACION VIERNES SANTO – Ciclo C

Introducción a la celebración

Hermanos: Nos hemos reunido, en este Viernes Santo, en el silencio y la oración.


Hoy Jesús, el Señor, muere en la cruz. El amor de Dios no puede llegar a más; el
pecado del hombre tampoco.
La liturgia de este día tiene como objetivo contemplar la Pasión del Señor a la luz de
las Sagradas Escrituras.
Nos ponemos de pie. Recibimos al padre en profundo silencio.

Postración del celebrante

El padre se postra en el piso. Es un gesto de profunda humildad y adoración de toda


la Iglesia.
Nos arrodillamos para orar también nosotros.

Liturgia de la Palabra

La liturgia, hoy, tiene dos ejes: la Liturgia de la Palabra, que ahora comenzamos, y
la Adoración de la Cruz.
 Primera lectura (Is 52, 13- 53, 12;) La figura profética del servidor
sufriente que vemos en la Primera lectura es imagen de Jesús “humillado y
abrumado de dolores”.

 Salmo (Sal 30, 2. 6. 12-13. 15-17. 25): Padre, en tus manos


encomiendo mi espíritu.

 Segunda lectura (Heb 4, 14-16; 5, 7-9): La Segunda lectura suscita


nuestra confianza en Jesús, Sumo Sacerdote de la Nueva Alianza, que nos
mereció la salvación con su obediencia al Padre.

 EVANGELIO
(Jn 18, 1С19, 42): (Mientras se ubican los lectores, permanecemos
sentados).

Hermanos: Vamos a conocer los detalles de la pasión y la muerte de Jesús como lo


narra san Juan.
Es el drama de amor de nuestro Dios, que se hizo hombre, padeció y murió por
cada uno de nosotros.

(se lee la lectura)

(breve homilía)
Oración universal (del librito de la liturgia cotidiana)

Hermanos: La Iglesia eleva a Dios las necesidades de toda la humanidad.


Al concluir la oración del celebrante, respondemos: Amén.
(El lector anuncia la intención. Se deja un instante de oración en silencio, y el celebrante lee
la oración).

Adoración de la Santa Cruz


(Tomemos asiento).
Hermanos: Concluida la Liturgia de la Palabra, vayamos a celebrar la victoria de la
Cruz. Adoramos a Cristo crucificado, que venció a la muerte y es signo de
resurrección.

 Entrada de la Cruz

Miremos hacia el fondo para recibir la Cruz.


Se nos invita a mirar “el árbol de la Cruz”.

Miramos, contemplamos, adoramos y aclamamos porque creemos en el triunfo


salvador de Jesús.
A cada anuncio del celebrante vamos a responder: “Adoremos al Señor, nuestro
Dios”, al mismo tiempo que nos arrodillamos. (Indicar luego, “nos ponemos de pie”).
(Nota: Concluido el rito de ingreso y la adoración, indicar los movimientos del pueblo
para organizar la procesión de adoración).

Memoria de la Virgen Dolorosa (optativa)


(Una vez colocada la cruz en el altar,
nos ponemos de pie).
Hermanos: Vamos a recordar y a asociarnos al sufrimiento de la Virgen María, tan
íntimamente unida a su Hijo en la obra de la Redención.

Queridísimos hermanos, ¿Recuerdan la escena del evangelio? Junto a la Cruz de


Jesús estaba su madre.
Por eso, en este momento en que hemos celebrado la memoria de la Pasión del
Hijo, recordemos también el dolor de la Madre.

A cada intención, respondemos: Haznos fuertes como tú, María.

Tú, que diste a luz a Jesús en un humilde establo.


Oremos.
Tú, que conoces la angustia de haber extraviado a tu Hijo.
Oremos.
 Tú, que viste a tu Hijo arrestado y maltratado.
Oremos.
Tú, que estuviste junto a la cruz.
Oremos.

Colecta:

La Colecta del Viernes Santo tiene como fin “promover en los fieles cristianos el
amor a la Tierra del Señor, para que allí la Iglesia pueda sobrevivir, se sienta amada y
apoyada por la solidaridad de todos los cristianos, y continúe dando testimonio de fe
en Jesús, que en esa misma tierra nació, predicó el Evangelio, murió y resucitó”.
Tomamos asiento y hacemos nuestro aporte solidario.

Sagrada comunión (extender el mantel, colocar corporal y Misal)

(Traslado del Santísimo Sacramento al altar.)

Se está preparando el altar para que participemos de la sagrada comunión.


Adoremos a Jesucristo, presente en el Santísimo Sacramento, que es trasladado al
altar.

 Padrenuestro

 Jesús, muerto gloriosamente en la cruz, nos enseñó a pedirle al Padre que perdone
nuestros pecados y nos libre de todo mal. Digamos con gran confianza: Padre
nuestro...

Cordero de Dios

 Éste es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo: Jesús, elevado en la cruz
para nuestra salvación. Dichosos los invitados a la Cena del Señor.

 Comunión

Hermanos: La eucaristía que hemos celebrado ayer nos alimenta también hoy. Nos
acercamos a comulgar procesionalmente “proclamando la Muerte del Señor hasta que
vuelva”. (No hay cantos. Se reza el Salmo 21).

-Luego de esta celebración litúrgica, la Cruz permanecerá expuesta en el Templo para


la veneración de los fieles.

Despedida

Hermanos: Nos quedamos a orar o nos retiramos en profundo silencio, reteniendo


en nuestro corazón la imagen de Jesús, crucificado por nuestros pecados y para
nuestra salvación.

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