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“Año de la lucha contra la corrupción e impunidad”

FACULTAD: CIENCIAS DE LA SALUD


ESCUELA PROFESIONAL: ENFERMERIA
TEMA: FARMACOLOGIA DE LA INFLAMACION
CURSO:
DOCENTE: MAG. CYNDY SERNA CAMPOS
ESTUDIANTES:
 GRECIA AMARIN ORTEGA
 VANA CCORAHUA SALAZAR

ANDAHUAYLAS – APURIMAC
2019
PRESENTACION

El presente trabajo denominado FARMACOLOGIA DE LA INFLAMACION, está

realizado con mucho esmero y dedicación. Es un tema muy importante para

nuestro aprendizaje y nuestra carrera.


DEDICATORIA

En primer lugar, dedico este

Trabajo a Dios todo poderoso por

Iluminar mi camino en todo momento,

Y a mis padres por apoyarme siempre

En todo momento

FARMACOLOGIA DE LA INFLAMACION

Los desórdenes inflamatorios constituyen la base de una gran variedad de


enfermedades humanas. Por ello, el estudio de los procesos inflamatorios y el
diseño de fármacos para su tratamiento es un ámbito de investigación con gran
repercusión e importancia social.

Es bien sabido que el sentido último de la Medicina es alcanzar la curación del


enfermo, por esto una parte importantísima de la actividad médica es la
indicación y control del tratamiento. Profundizar en el conocimiento del mismo
es una obligación ineludible de nuestro quehacer.
Este escrito está orientado al tratamiento de la inflamación, pero, antes de
entrar en su descripción, hacemos una breve exposición de las bases
farmacológicas del complejo proceso de la misma. Es sobre estas bases donde
se apoya el tratamiento. De no hacerlo así sería como construir castillos en el
aire. En la descripción del tratamiento hacemos referencia, al igual que en las
bases farmacológicas, a hechos y datos muy conocidos y experimentados,
pero también nos referiremos a otros cuyo conocimiento es de adquisición más
reciente y de los que no se tiene una dilatada experiencia.
GENERALIDADES SOBRE LA INFLAMACIÓN

La inflamación es uno de los temas de mayor interés en la clínica. Por un lado


la inflamación en mayor o menor grado es el substrato patogenético y, en cierta
medida, morfopatológico de las enfermedades. Por otro lado, la inflamación es
un importante sector en el campo de la investigación farmacológica y no se
debe olvidar que el gasto del tratamiento de los procesos inflamatorios es de
los más elevados. El concepto clásico de la inflamación, como incremento de la
vascularización, de la permeabilidad vascular con acumulo de plasma y de
células procedentes de la sangre, responsables del rubor, calor, dolor y tumor,
debe ser ampliado a muchos procesos en los que estas manifestaciones
clínicas no están tan manifiestas. Sirva de ejemplo el asma bronquial, la
ateroesclerosis, las vasculitis, la enfermedad inflamatoria intestinal e incluso la
enfermedad de Alzheimer y el cáncer (1). En la inflamación intervienen
elementos celulares, cuyo estudio ya despertó el interés de los histólogos de
finales del siglo XIX. Ramón y Cajal, en el año 1880, investigó sobre estas
células Las células de la inflamación están representadas por los
monocitosmacrófagos, los neutrófilos, los basófilos-mastocitos, los eosinófilos y
también los linfocitos, especialmente los T, con su doble familia —TH1 y TH.
Estos tienen capacidad de activar a las restantes células de la inflamación. Los
macrófagos son células básicas de la inflamación. Su distribución universal en
el organismo hace que sean elementos centrales de la misma (Tabla I). Los
basófilos-mastocitos juegan un papel importante en las inflamaciones de base
alérgica, al igual que los eosinófilos y la inmunoglobulina IgE. Junto a las
células de la inflamación se ha ido conociendo, cada vez más, un amplio
número de moléculas, moléculas de la inflamación, producidas en gran medida
por las propias células inflamatorias, pudiendo alguna de ellas activar la
producción de otras. Las moléculas de la inflamación son responsables del
atrapamiento y activación celular, así como de las manifestaciones locales y
generales de la inflamación, tal como malestar, fiebre, hipotensión.
El descubrimiento, año tras año, de nuevas moléculas ha hecho, en cierta
medida, obsoletas a las anteriores. Es sobre estas moléculas, frenando su
producción o bloqueando su acción, hacia donde se orienta la terapia
antiinflamatoria.
AINES

Los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) son un grupo de


medicamentos ampliamente usados para tratar el dolor, la inflamación y la
fiebre. En este grupo se incluyen medicamentos tan conocidos y usados como
el ácido acetil-salicílico (AAS) (Aspirina®), ibuprofeno, indometacina,
diclofenaco, piroxicam, etc. Se trata de fármacos que se han utilizado para
aliviar síntomas como el dolor, la inflamación aguda y crónica y así han
contribuido de forma muy importante a mejorar la calidad de vida del ser
humano puesto que son de gran utilidad para controlar enfermedades
incapacitantes como las enfermedades reumáticas. Hay que destacar que
además tienen una gran utilidad por su potencial como antiagregante es decir
poseen la propiedad de disminuir la capacidad de las plaquetas para unirse y
formar trombos este es el caso del AAS. Por esa capacidad se usan en la
prevención y tratamiento de enfermedades vasculares tan importantes y tan
prevalentes en la actualidad como el infarto de miocardio o los accidentes
vasculares cerebrales.

los inhibidores relativamente selectivos COX2 (nimesulida, celecoxib,


etodolaco); fármacos que mantienen los efectos primarios de los AINES pero
que no modifican sustancialmente la formación de prostanoides en los tejidos
gastrointestinal y renal, y en plaquetas.

Los AINES se absorben bien en el tracto gastrointestinal y sus concentraciones


plasmáticas máximas se alcanzan en 1 a 3 h. Su unión a las proteínas
plasmáticas es, en general, moderada y su distribución es amplia. Se
metabolizan en el hígado y se eliminan en la orina.

CLASIFICACIÓN

Efectos adversos

Los glucocorticoides inhiben la formación de prostaglandinas,

tromboxanos y leucotrienos, la migración de los neutrófilos a las áreas de


inflamación, la permeabilidad capilar, el edema, y la acumulación de mastocitos
en sitios de inflamación, reducen la función de los fibroblastos y de los
osteoclastos. También tienen propiedades inmunosupresoras muy importantes
que parecen estar ligadas a su capacidad de interferir las funciones específicas
de los leucocitos.

La inflamación comprende reacciones vasculares, neurológicas, humorales e


histológicas en el sitio de lesión. Como ya se mencionó, la respuesta
inflamatoria puede ser desencadenada por diversos estímulos, y los eventos
más significativos que ocurren durante la respuesta inflamatoria son:

Los inhibidores no selectivos de la COX (inhiben COX1 y COX2), que son la


mayor parte de los fármacos antes descritos, los cuales reducen
simultáneamente la fiebre, el dolor y la inflamación y, al mismo tiempo, la
función fisiológica de los prostanoides. Por lo anterior, inhiben la agregación
plaquetaria y producen efectos adversos gastrointestinales y renales.

Otros efectos colaterales que dependen de la inhibición de la síntesis de


prostaglandinas incluyen: inhibición de la agregación plaquetaria, inhibición de
la motilidad uterina y, en consecuencia, prolongación de la gestación y del
trabajo de parto, y cambios en la función renal mediada por prostaglandinas.
Algunos lesionan el tejido hematopoyético (dipirona), otros pueden producir
lesión renal, y todos pueden provocar reacciones de hipersensibilidad.

Los glucocorticoides son fármacos con efectos metabólicos, antiinflamatorios e


nmunosupresores muy poderosos. Dentro de este grupo se pueden distinguir a
los glucocorticoides en los que predomina el efecto antiinfl amatorio
(betametasona, dexametasona, triamcinolona), los cuales no producen efectos
mineralocorticoides o éstos son mínimos. Los glucocorticoides inhiben la
formación de la fosfolipasa A2 y, en consecuencia, la liberación de ácido
araquidónico, el principal precursor de prostaglandinas.

Entre los fármacos capaces de reducir los signos y síntomas de la infl amación
se encuentran los AINES y los glucocorticoides.

Aumento de la permeabilidad capilar:

El grupo de AINES está conformado por fármacos de muy diversa estructura


química que comparten su capacidad de inhibir la actividad de la COX y, con
ello, la síntesis de prostaglandinas y tromboxanos.

Glucocorticoides

La respuesta inflamatoria puede clasificarse en varias fases como son aguda y


crónica. En cada una intervienen mecanismos muy complejos

Inhibidores de la ciclooxigenasa Glucocorticoides

AMBIENTES TÉCNOLOGICOS

La inflamación aguda comprende la reacción inmediata y temprana a un agente


lesivo. Su duración es relativamente corta, de horas o días, y sus signos
distintivos son vasodilatación local y aumento de la permeabilidad

capilar. aumento del flujo sanguíneo en la zona afectada;

El daño histológico producido por estos fármacos se debe a una acción irritante
local y a la inhibición de la síntesis de prostaglandinas (PGI2, PGE2), ya que
estos productos endógenos tienen la función de inhibir la secreción ácida
gástrica en el estómago y promover la secreción de moco citoprotector en el
intestino.

La inflamación crónica se origina por estímulos persistentes, a menudo


semanas o meses, que originan infiltración de células mononucleares y
proliferación de fibroblastos; se aprecian signos de degeneración y fibrosis de
los tejidos afectados.

Esta última es una manifestación de un proceso de reparación que sucede


concomitantemente.
Inflamación crónica

AINES

Los glucocorticoides son fármacos que tienen propiedades antiinflamatorias e


inmunosupresoras muy poderosas. Previenen y suprimen las manifestaciones
tempranas y tardías de los procesos inflamatorios.

En este grupo destacan, por sus propiedades antiinflamatorias, los


glucocorticoides de acción intermedia (prednisona, prednisolona,
triamcinolona),cuyo efecto persiste por 18 a 36 h, y los de larga duración
(betametasona, dexametasona), cuyos efectos pueden persistir de uno a tres
días.

Este grupo (AINES) está constituido por numerosos miembros, entre ellos
ácido acetilsalicílico (considerado prototipo), ácido mefenámico, diclofenaco,
dipirona, fenilbutazona, fenoprofén, flurbiprofén,

ibuprofén, indometacina, cetorolaco, nabumetona, naproxén, tenoxicam y


tolmetín. Estos fármacos se caracterizan por tener propiedades analgésicas,
antiinfl amatorias y antipiréticas.

Inflamación aguda

Los glucocorticoides se absorben bien por vía oral y existen formulaciones


farmacéuticas para su aplicación intramuscular, intravenosa, intraarticular

o intralesional. Cuando se aplican tópicamente pueden absorberse y pasar al


plasma en cantidades importantes. Su metabolismo en hígado y riñón es

muy lento y su afi nidad por las proteínas plasmáticas es muy baja en
comparación con los glucocorticoides naturales. La vida media plasmática varía
de

3 a 5 h, y la vida media biológica (tejidos) abarca de 36 a 54 horas

FÁRMACOS ÚTILES EN EL TRATAMIENTO DE LOS PROCESOS


INFLAMATORIOS

migración de leucocitos de los vasos capilares hacia los espacios intersticiales


cercanos a los sitios de lesión.
Esta respuesta es consecuencia de un proceso biológico y bioquímico muy
complejo que involucra la participación del sistema inmunitario y de una gran
variedad de mediadores químicos; entre ellos:

a) aminas vasoactivas (histamina, serotonina);

b)péptidos (citocinas);

c) eicosanoides (prostaglandinas, prostaciclina, leucotrienos);

d) productos de leucocitos (enzimas lisosómicas); e) radicales libres de oxígeno


(óxido nítrico), y

f) factor activador de plaquetas.

Cabe subrayar que el ácido

acetilsalicílico no debe administrarse en niños que sufran algún proceso viral,


como influenza o varicela,

ya que este fármaco puede inducir un síndrome de Reye. En estos casos el


acetaminofén es el fármaco de elección.

El conocimiento es una de las estrategias de la sociedad de la información en


la que estamos inmersos y la base fundamental de la futura sociedad del
conocimiento que queremos alcanzar. Para poder llegar a ella hemos de ser
capaces de adquirir y utilizar el capital intelectual del que disponemos, pero
también es necesario, transferirlo en beneficio de la propia sociedad

Dentro de los AINES es importante distinguir dos subgrupos:

Los AINES tienen en común varios efectos indeseables. Las reacciones


adversas más importantes y frecuentes, especialmente cuando se administran
de manera crónica o en dosis altas, son irritación de la mucosa gastrointestinal,
propensión a ulceraciones gástricas e intestinales y sangrado gastrointestinal.
Ocasionalmente se puede presentar hemorragia masiva. Éste es un riesgo alto
en bebedores crónicos y en pacientes con antecedentes de enfermedad
gástrica.

Su administración crónica produce diversas reacciones adversas, entre ellas:


aumento de peso, dolor muscular, sangrado gastrointestinal, facies lunar,
aumento de la susceptibilidad a las infecciones, reactivación de la tuberculosis,
manifestaciones de osteoporosis, edema de las extremidades, falta de

cicatrización de alguna herida. Al suspender su administración se pueden


presentar manifestaciones de insufi ciencia suprarrenal. La administración
prolongada hace que se suspenda el crecimiento y desarrollo de los niños

Reacciones adversas

Los desafíos del mundo globalizado y la implacable velocidad del cambio


obligan a las organizaciones a hacer adaptaciones urgentes para sobrevivir en
el nuevo entorno de los negocios y la transformación de las comunicaciones

La inflamación aguda se manifiesta clínicamente por signos y síntomas


característicos, que se presentan en mayor o menor grado: enrojecimiento,
tumefacción, calor y dolor.

Los signos y síntomas de la inflamación crónica son muy variados, dependen


mucho del padecimiento de fondo (artritis reumatoide, neuropatía, dermatitis,
colitis, etc.).

Antiinflamatorios no esteroideos (AINES)


La historia de los antiinflamatorios no esteroideos —AINES- empieza antes de
Cristo. En el papiro de Ebers se habla de la acción analgésica de las hojas de
mirto. Hipócrates recomendó el uso de la corteza de álamo y de sauce para la
fiebre. Tanto el mirto, como el sauce y el álamo, contienen salicilatos. Celso, al
que se debe la descripción de los signos cardinales de la inflamación, indicó
que determinadas plantas, además del sauce, eran antirreumáticas y
antiinflamatorias. En el año 1827 Leroux aisló del sauce el «salicin», del que
por hidrólisis se obtuvo glucosa y alcohol salicílico, llamado «saligenin». Éste
tenía actividad antipirética. Años mas tarde,
Piria obtuvo del salicin el acido salicílico y a finales del siglo XIX Colbet y
Lautenann obtuvieron por síntesis, partiendo del ácido fenólico, el
acetilsalicílico. En el año 1899, se introdujo en la farmacopea el ácido acetil
salicílico, posteriormente llamado ASPIRINA . En el año 1971, se conocía la
presencia de las prostaglandinas, su acción inflamatoria y la existencia de la
enzima «prostaglandin sintetasa»
—COX-, pero no se sabía por qué el acetilsalicílico —aspirina- tenía acción
antiprostaglandina. JR Vane aisló la COX y demostró que esta enzima era
inhibida por la aspirina, propiedad compartida por otros antiinflamatorios del
grupo no esteroideo como la indometacina, el diclofenaco, el piroxicam (23).
Por este hallazgo, JR Vane obtuvo el Premio Nobel de Medicina en el año
1982, junto a Samuelson y Bergström, investigadores en el campo de las
prostaglandinas.
La aspirina, al igual que otros AINES, es activa frente a la COX-1 y la COX-2,
siéndolo más sobre la primera. Los efectos secundarios de los AINES se deben
fundamentalmente a la inhibición de la COX-1. El IC50 expresa la
concentración requerida para inhibir la acción de la COX. El índice IC50 COX-
2/COX-1 expresa la relación del grado de inhibición que ejerce un AINES frente
a las dos ciclooxigenasas. Cuanto mayor sea este índice los efectos
secundarios serán mayores . La investigación farmacológica ha tratado de
obtener moléculas antiinflamatorias cada vez con más capacidad de inhibir la
COX-2 y menos la COX-1. Esta investigación ya ha dado su fruto. La COX-1
forma un canal que permite la entrada del AA y con ello llegar al lugar donde
está su actividad enzimática. Los AINES impiden, por uno u otro mecanismo,
que este contacto se realice. El ácido acetilsalicílico acetila la COX-1 sobre la
serina 530 e impide así la entrada del AA. Sobre la COX-2 la aspirina acetila a
la serina 516. El flurbiprofeno impide la acción enzimática, formando una unión
entre la arginina y la tirosina
El bloqueo por acetilación de la COX-1, que produce la aspirina, es irreversible.
Las plaquetas no pueden sintetizar de novo la COX-1, por esto el efecto de la
aspirina se mantiene durante la vida de éstas, de 7 a 8 días, y así el test del
«tiempo de hemorragia» no se normalizará hasta la renovación de las
plaquetas. Esto no ocurre con los otros AINES que no acetilan. Por esto ante
una cirugía programada la toma de aspirina debe interrumpirse unos 7-8 días
antes.
Los AINES se clasifican en atención al grupo químico al que pertenecen .La
industria farmacéutica ha multiplicado mucho el arsenal de AINES, buscando
siempre aumentar la eficacia terapéutica, incrementando el tiempo de acción y
principalmente reducir los efectos secundarios.
En general, todos los enfermos responden favorablemente a todos los AINES,
pero en algún caso puede haber diferencias entre un preparado y otro. Se
aconseja que los cambios de un preparado a otro, no deben realizarse hasta
pasados unos días.

El ácido acetilsalicílico, con mas de 100 años en la terapia antiinflamatoria,


sigue siendo posiblemente el antiinflamatorio más eficaz y de mayor poder de
acción. Sus efectos secundarios a la dosis de 3-5 g día, tal como se
recomienda en las enfermedades reumáticas, son intensos.
Por esto se utiliza a dosis más bajas prácticamente en la totalidad de los
procesos inflamatorios, además de su amplia administración para el control de
la fiebre y la analgesia (cefalea,…). Entre sus derivados, el acetilsalicilato de
lisina es el mejor tolerado. Lo mismo ocurre con el benerilato y esterlosato,
ésteres de aspirina con paracetamol.
Conviene advertir que hay preparados que tienen aspirina y alcalino para
minimizar la acción lesiva sobre el estómago, pero éstos no están exentos de
riesgos. No olvidar que la aspirina, asociada a otras moléculas, es parte
integrante de muchos preparados analgésicos, antigripales, antipiréticos, y esto
encierra el peligro de producir efectos secundarios.
El diflunisal es el difluorofenil del ácido salicílico. No se transforma en acido
salicílico. Es más potente que la aspirina y tiene menos efectos secundarios.
No tiene acción antipirética, pero es un buen analgésico, superior tres o cuatro
veces a la aspirina. Dosis: 500 a 1000 mg de ataque. 250-500 mg cada 8 ó 12
h. Mantenimiento: no superar 1500 mg/día. El paraminofenol también llamado
acetaminofeno o paracetamol es un excelente analgésico y antipirético, pero
tiene escasa acción antiinflamatoria.
Su actividad antiinflamatoria es inhibida por el peróxido que se produce en los
focos inflamatorios, pero en el centro termorregulador no existe peroxido. No
tiene acción antiagregante. La dosis es de 500-1000 mg/8-12 h, no debiendo
pasar de 4 g al día.
El ibuprofeno, derivado del ácido propiónico, está indicado como analgésico
especialmente en el periodo posquirúrgico. Es muy útil en la dismenorrea, a la
dosis de 400 mg. Los efectos tóxicos se dan en el 15- 20% de los pacientes.
El meloxicam está entre los ácidos enólicos. Es inhibidor bastante selectivo de
la COX-2. Su tolerancia es buena sin sobrepasar la dosis de 15 mg/día. En el
grupo de los oxicamas, el lorxicam es más potente, hasta 100 veces más que
el tenoxicam y 50 que el piroxicam. La nabumetona es un profármaco. Se
transforma en un metabolito activo anti-COX, no siendo inhibidor selectivo de la
COX-2. Tiene una
mejor tolerancia que otros AINES.
La fenilbutazona, oxifenbutazona, antipirina y aminopirina son pirazolonas. Han
sido en gran medida proscritos por su acción tóxica sobre la medula
hematopoyética. La dipirona o metamizol puede recomendarse ante el fracaso
de otros AINES, especialmente indicado como analgésico y antipirético.
CONCLUSIONES

 Los fármacos antiinflamatorios no esteroides son algunos de los


medicamentos más comúnmente utilizados para aliviar el dolor en los
adultos. Los AINE también pueden reducir la inflamación, por ejemplo en el
caso de la artritis.
 La mayoría de las personas pueden tomar AINE sin ningún problema;
sin embargo, puede haber efectos secundarios, así que informe a su médico
si tiene algún problema con estos medicamentos.
 Si bien puede comprar muchos AINE sin receta médica, no todos
deberían tomarlos. Consulte con su médico antes de tomar un medicamento
nuevo.
 Los AINE pueden ser medicamentos muy efectivos para las personas
con artritis u otras enfermedades reumáticas. En bajas dosis, actúan como
analgésicos. Para reducir la inflamación, se requieren dosis más altas.
 Ningún AINE es mejor o más seguro que otro.
 Consulte con su médico si puede tomar AINE si está embarazada, si
toma otros medicamentos, tiene más de 65 años o está bajo tratamiento
médico por un problema de salud.
 No tome un AINE de venta libre si está tomando uno recetado.

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