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Nicolás Ferrari
UNS
nicolas.ferrari@uns.edu.ar
Introducción
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permite comprender los objetivos primeros de la carrera, y la estructura original, sobre la que
se fueron realizando cambios a lo largo del tiempo. Su importancia radica que en todo cambio
siempre se encuentran factores emergentes, pero también factores residuales, en cuanto
anclados en la tradición no son modificados a pesar de su contraproducencia.
b) Luego se procederá al análisis propiamente dicho del plan de estudios actual,
intentando esclarecer las características de la propuesta curricular que realiza para la
formación de profesores. Para eso, se hará hincapié en el lugar de la formación pedagógica, y
la relación entre materias disciplinares y materias pedagógicas.
c) Por último, se propondrán lineamientos básicos a tener en cuenta para futuros
cambios curriculares, conscientes de las necesidades actuales del sistema educativo argentino.
Para llevar a cabo el análisis propuesto se recurrirá a actas y resoluciones del Instituto
Tecnológico del Sur; de la Universidad Nacional del Sur; y particularmente del Departamento
de Humanidades de la UNSur. Somos conscientes que las mismas presentan ciertas lagunas,
producto del contexto político y social por el que ha atravesado la universidad desde su
creación hasta la actualidad; fundamentalmente, estamos hablando de un período signado por
una sucesión de gobiernos autoritarios y de facto, que contribuyeron a la desaparición de
documentación oficial. Además, se acudirá a encuestas realizadas a profesores, graduados y
alumnos del profesorado en Historia de la UNSur, como también a la experiencia personal
como alumno avanzado de la carrera y alumno participante de proyectos de extensión en
relación con la práctica docente y la realidad áulica actual1.
2 Resolución del Consejo Directivo del Instituto Tecnológico del Sur, el día 3 de enero de 1951.
3 Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 9976/53
4 Expte. 1617/R/55.
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electromecánica y Química, Mineralogía y Geología 5), sumado a la creación del profesorado
en Historia, y Geografía.
Con la creación de la Universidad Nacional del Sur, el interventor Prof. Vicente
Fatone, declara el 24 de febrero de 1956, “extinguida” la Escuela de Profesorado 6 y con ella,
la idea de la creación de un profesorado en Historia y en profesorado en Geografía
independientes de la licenciatura. La escuela es reemplazada por el Departamento de
Humanidades, “destinado especialmente a la investigación sistemática de todo lo que atañe a
la realidad histórica, antropológica, etnográfica, lingüística y folklórica” 7. Claramente, y a
diferencia de la Escuela de Profesorados, el naciente Departamento prioriza la investigación
por sobre la docencia, prioridad que se manifiesta en el plan del profesorado en Historia como
un ciclo de especialización post licenciatura.
En marzo del mismo año se resuelve que el Departamento de Humanidades debe
ofrecer cursos conducentes al otorgamiento de los títulos de: Licenciatura en Historia y
Licenciatura en Letras, los planes de estudio todavía no se encontraban aprobados, por lo que
cada Departamento debía dictar asignaturas, consideradas fundamentales, a saber, en la
carrera de Historia fueron: Metodología de la Historia; Historia Argentina; Teoría Literaria; y
Problemas de la Filosofía. En esta misma resolución, el Interventor de la UNSur establece, el
día 3 de marzo de 1956, que: “Los licenciados podrán optar al título de Profesor en la
especialidad respectiva mediante la aprobación, de materias pedagógicas y de Práctica de la
Enseñanza que se incorporaran oportunamente al Departamento de Humanidades”
En el año 1957 es aprobado por el Rector Interventor el plan de estudios de
Licenciatura en Historia8. Dos años después, normalizada la Universidad, el Rector Roberto
Arata autoriza modificaciones en el plan de estudios y estipula las materias del currículum
del profesorado, que consta de las siguientes asignaturas: Pedagogía General, Didáctica
General, Didáctica Especial y Práctica de la Enseñanza9.
El 14 de diciembre de 1960 el Consejo Universitario dicta una ordenanza en la cual se
ponen en vigencia las carreras de profesorados en: Economía; Geología; Geografía;
Matemática; Historia; Letras; Química; Ciencias Agrarias; Física; y Contabilidad. En todas las
especialidades se requiere previamente el título de Licenciado.
5 En nota fechada el 7 de diciembre de 1955 la Directora Interina: Berta G. de Lejarraga informa que la falta de interés del
alumnado con respecto al profesorado en electromecánica, se debe a la falta de “aplicabilidad, ya que esa materia no se dicta
en los establecimientos secundarios”.En cambio, el prof. en Química, Mineralogía y Geología, carece de alumnos, debido a la
existencia dentro del mismo instituto del Doctorado en Química.
6 Expte. R/227/56.
7 Resolución del Prof. Interventor Vicente Fatone, 24 de febrero de 1956. Expte. R/221/56.
8 Resolución Nº 686, del 24 de abril de 1957. Expte. 266/57.
9 Resolución del Rector de la Universidad Nacional del Sur, 6 de noviembre de 1959. Expte. H.D Nº 2866/59.
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Es por ello, que a partir de 1960 podemos afirmar que la carrera de Profesorado en
Historia se encuentra institucionalizada en la Universidad Nacional del Sur. Los requisitos
para adquirir dicho título son: “curso previo: Licenciatura en Historia; Plan de estudios:
materias pedagógicas de carácter profesional: Pedagogía General, Didáctica General,
Didáctica Especial y Práctica de la Enseñanza”10, aquellas estipuladas en 1957.
El primer plan de estudio del profesorado en Historia se fundamenta en un criterio
aplicacionista, ya que para obtener el título de Profesor se tiene como condición previa haber
adquirido el conocimiento disciplinar que brinda la licenciatura. A esta última, se le suman
tres materias tendientes a favorecer la enseñanza del conocimiento histórico. Esta concepción
se refuerza al establecer en el Reglamento de Didáctica Especial y Práctica de la enseñanza 11
que “sólo podrá ser realizada después de la aprobación de las materias generales [Pedagogía
General y Didáctica General]”
Esta concepción curricular tecnicista es coherente con el enfoque profesionalista
tecnocrático del docente, centrado en el manejo de técnicas y conocimientos instrumentales
que garantizan la eficacia en el logro de objetivos. De esta manera, la formación docente se
organiza siguiendo una secuencia lineal que comienza con el conocimiento científico básico y
especializado, luego el conocimiento aplicado y finalmente el desarrollo de competencias
profesionales.
Este tipo de formación implica, como afirma Parras y Pasillas (1991) un modelo
deductivo-aplicacionista de actuación, de modo que separa teoría y práctica, pensamiento y
acción.
En el año 1969 se crea la carrera de Profesorado en Humanidades, especialidad
Historia, con una duración de cuatro años 12, la misma consta de dieciocho materias
disciplinares específicas y cuatro materias de carácter pedagógico. Estas últimas se encuentras
distribuidas a lo largo de los 4 años, a saber: Pedagogía General (primer cuatrimestre de
segundo año); Psicología de la adolescencia (segundo cuatrimestre de tercer año); Didáctica
<General> (primer cuatrimestre de cuarto año); y Didáctica <Aplicada> (segundo
cuatrimestre de cuarto año)
Este nuevo plan permite realizar el profesorado escindido de la Licenciatura. Las
materias de carácter pedagógico se encuentran distribuidas y se dictan paralelamente a las
10 Resolución del Consejo Universitario, 14 de diciembre de 1960. Expte. H.D. Nº 491/57-58. Es importante destacar que
para los profesorados de ciencias no humanísticas, se solicitada además de las materias pedagógicas de carácter profesional,
un ciclo de materias complementarias de carácter general, que varían de acuerdo a la especialidad. Entre esas materias se
encuentran: Lógica; Problemas de la filosofía; psicología; entre otras.
11 Reglamento de Didáctica Especial y Práctica de la Enseñanza, aprobado por el Consejo Universitario el 25 de febrero de
1965.
12 Expte. L 1576/61.
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materias disciplinares. Esta nueva organización en relación con el ciclo de especialización, no
genera transformaciones en el tipo de enseñanza impartida, ya que el reemplazo de Práctica de
la Enseñanza por Didáctica Aplicada, refuerza la idea Técnico-Instrumental, y fortalece la
separación entre teoría y práctica. Cabe recordar que en el siglo XX, el paradigma alemán, en
boga en los años 60/70 en Argentina, clasifica a la didáctica como una ciencia aplicada de la
pedagogía y así se procede dentro de la disciplina pedagógica a la división entre las
disciplinas llamadas teóricas: Pedagogía, Filosofía de la Educación, Historia de la Educación,
y las llamadas aplicadas: Didáctica, Orientación Vocacional, Psicotécnica (Diaz Barriga,
1998, p. 8). De este modo, y considerando que Didáctica Aplicada es la única materia que se
dicta en el segundo cuatrimestre del último año, se reafirma el carácter aplicacionista.
Es importante mencionar la incorporación de Psicología de la Adolescencia, que indica
la apertura del abanico, en cuanto incorpora al sujeto adolescente. Esta modificación es
contraria al enfoque del ciclo de especialización, que estaba, como se dijo oportunamente,
centrado en el docente, ya que en todo momento se hace énfasis en la práctica de la
enseñanza, marcando desinterés por el aprendizaje del alumno.
En el año 1973 se producen modificaciones en el plan del Profesorado en
Humanidades, especialidad Historia: a nivel disciplinar se mantienen las dieciocho materias,
pero con cambios en denominaciones y reemplazo en algunas otras; en cuanto a las materias
pedagógicas, continúan siendo cuatro, pero con distinta denominación y ordenamiento:
Pedagogía General (primer cuatrimestre de segundo año); Didáctica General, y Psicología de
la Adolescencia (segundo cuatrimestre de tercer año); y Metodología Especial y Práctica de la
Enseñanza ( anual en el cuarto año).
La modificación en la nominación de la materia práctica y la incorporación del
concepto: método, que teniendo en cuanta su etimología “con camino”, puede
conceptualizarse como aquel camino trazado por reglas y procedimientos que conducen a un
fin, es decir que supone un orden lógico de pasos para llegar correctamente a la meta.
Nuevamente confirmaría la idea tecnocrática de la formación docente.
El ciclo de especialización creado en 1960 se mantiene paralelamente, por el cual los
Licenciados en Historia, pueden obtener el título de Profesor a partir de la aprobación de las
cuatro materias pedagógicas. En el año 1978 el Rector Julio Lucero establece el ciclo de
especialización docente para todos los licenciados, cualquiera sea el plan original, que
comprende las siguientes materias: Pedagogía General; Psicología Evolutiva; Didáctica
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General y Metodología Especial y Practica de la Enseñanza 13 que regirá hasta el año 1980, a
partir del cual comenzará a aplicarse el Ciclo de Especialización docente aprobado en 1976.
Con el advenimiento de la última dictadura militar el 24 de marzo de 1976, se
produce la intervención del Departamento de Ciencias Sociales, y el reemplazo de la carrera
de Profesor en Humanidades, con especialidad en Historia, por la carrera de Profesorado en
Historia, que a partir de ese momento comparte durante los primeros cuatro años el tronco
disciplinar común con la carrera de Licenciatura en Historia, diferenciándose en el último año,
donde se realizaba el ciclo de especialización docente: Pedagogía General; Psicología
Evolutiva; Didáctica Fundamental y Especial, y Práctica de la Enseñanza.
En 1981 se produce un nuevo cambio de plan, que precede al plan vigente, que solo
afecta a materias disciplinares y carga de especificidad a la práctica de la enseñanza, ya que
pasa a denominarse Práctica de la Enseñanza en Historia.
La formación pedagógica fue, gradualmente dominada por el adiestramiento técnico
del “saber hacer”, las pretensiones de cientificidad del cirrículum fueron cubiertas con un
saber mínimo sobre técnicas de la enseñanza. María Cristina Davini afirma que la formación
pedagógica instrumental, explica en un principio, el “divorcio” entre la formación
disciplinaria y la formación pedagógica, provocando una “devaluación” de esta última
(Davini, 1997, p. 105).
De esta forma, el profesorado en Historia de la Universidad Nacional del Sur, desde su
surgimiento hasta la actualidad, se ha caracterizado por la sucesión de currículum mosaicos,
con una clara ruptura entre materias disciplinares y materias pedagógicas. Es decir, los planes
se caracterizan por estar estructurados en base a la disciplina histórica y no a la formación
docente.
“Desde una mirada didáctica creo que tiene una estructura curricular
tradicional, altamente disciplinar y académica que lo hace complejo
en su cursado e irreal en sus posibilidades de conclusión en los
tiempos estipulados por el mismo plan. Pareciera que no se conoce
otra manera de proponer un plan de estudios que no sea una
secuenciación de materias correlacionadas”14
Otra de las aristas que se manifiesta en el plan de estudios, es la articulación que posee
con la carrera de Licenciatura en Historia, ya que las dos poseen el mismo tronco común de
materias disciplinares. Según la forma en que se planteó esta articulación en los Planes de
José Esteve afirma que: “Nuestras universidades presuponen que el simple dominio de
la materia permite obtener éxito enseñándola. Al parecer, nadie se ha puesto a pensar en el
problema de identidad que sobreviene a nuestro profesor novato cuando se enfrenta a una
clase repleta de estudiantes que están bastante lejos de sentir el más mínimo entusiasmo por la
materia que uno debe explicar” (Esteve, 2003, p.221). Como señala Fernández Cruz (2003, p.
212), la identidad profesional se alcanza tras consolidar un repertorio pedagógico y tras un
período de especialización, en el que el profesor novato tiene que volver a estudiar temas y
estrategias de clase, ahora desde el punto de vista del profesor práctico y no del estudiante
universitario. En efecto, el aprendizaje de los contenidos disciplinares se hace de forma
diferente cuando el estudiante es consciente que luego utilizará esos conocimientos como
profesor, muy distinta y perjudicial para la identidad profesional es, cuando el estudiante de
profesorado es formado para convertirse en historiador y luego debe comenzar a reestructurar
sus conocimientos pensando en que profesionalmente se dedicará a la educación
La lectura de los testimonios nos permite sostener que esta inserción tardía en la
escuela termina afianzando el “isomorfismo entre la escuela y la formación docente” (Davini,
11
ciencias. En este sentido, consideramos a la Historia como un recurso formativo, con un
lenguaje, con su semántica (contenidos, conceptos, formas expresivas) y su sintaxis (lógica de
la disciplina, estructura, relación entre los elementos),
Consideraciones Finales
En relación con el proceso histórico de construcción de la carrera del profesorado en
Historia, y el análisis detallado del plan vigente, podemos establecer ciertas características
que se mantienen desde sus inicios hasta la actualidad y que son:
La sobrevaloración de la teoría por sobre la práctica.
La práctica es entendida como una aplicación de saberes de naturaleza
teórica. Lo que imposibilita generar nuevas teorías, un aprendizaje basado en la
aplicación de conocimientos anula toda posibilidad de construir nuevos
saberes.
La tendencia a considerar la formación pedagógica como una formación
instrumental.
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Bibliografía
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