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Ética Renacentista

Ética profesional

Integrantes:

 Carolina Herrera
 Vanessa Muñoz
 Paula Palomino

Docente: Andrea Álvarez

El renacimiento, un movimiento cultural y social que inicio en Europa a partir del


Siglo XV, considerado como la etapa intermedia entre la Edad Media y la
Modernidad, se suele usar la caída de Constantinopla en 1453, como la fecha de
inicio de este periodo lleno de nuevos esquemas, conceptos y cambios en
diferentes esferas culturales, sociales y políticos, dejando atrás el mundo medieval y
la economía agrícola, dando paso a la economía mercantil y nuevas formas de
organización en la sociedad. En consecuencia de estos cambios, el Renacimiento,
además de guiarse por un cambio estéticos, artístico y señorial, se destacó por el
cambio en la perspectiva, la representación y el protagonismo del humano dentro de
la vida (Harlan, 2019). Los efectos en el origen de un nuevo marco normativo
tuvieron incidencia en los conceptos y valores que antes ya estaban
preestablecidos.

Respecto a los cambios sociales, nace una nueva clase social, la burguesía,
además, dentro del plano espiritual, la religión dominante ideológica e iglesia
representante principal, la Católica, deja de tener el protagonismo, con ello va
perdiendo poder y unidad a partir de las reformas ideológicas surgentes durante el
siglo, con esto también se produce una escisión en algunos conceptos, como razón
de fe; es decir la filosofía y teología ya establecidos, la naturaleza; convirtiéndose en
prioridad las ciencias naturales, tomando la ciencia un lugar que antes no disfrutaba,
ahora más prioritario, el Estado de la Iglesia y hombre de Dios; anteriormente
comentado, el hombre como objeto central del universo o Antropocentrismo, deja en
otro nivel el poder de la significación y representación social que tenía la Iglesia y
por ende, las creencias religiosas, ya que el hombre, ya transformado éste
“adquiere un valor propio en lo: espiritual, corpóreo, sensible y es visto ya como
entre de razón y de voluntad.” , (Sanchez, 2012), afirmando su mérito en los
ámbitos como la ciencia, naturaleza y arte, producto de esto el hombre renace en su
antropocentrismo universal de la moral, de la ciencia, del arte, la economía y la
política. (Farfán 2013).

Centralizando el contexto en el que se vivió el Renacimiento, es necesario


considerar aspectos importantes, principalmente el centralismo del humano, la ley
natural que nos dice que el hombre por medio de la razón tiene la capacidad de
entender lo que está bien y lo que está mal, entendiéndose un libre albedrío, esto
lleva al relativismo, tomando en cuenta el descubrimiento de América, con ello se
deja atrás el pensamiento típico europeo de la época, el terraplanista, es decir la
creencia de que el planeta tierra era plano, aparece una concepción y perspectiva
más relativista de lo que se estaba llevando, dando un lugar a la ciencia que antes
no tenía, transformando la sociedad, junto con los nuevos elementos que se
incorporaron, como la imprenta, la brújula, la creación de universidades europeas
oficiales, etc.

Dentro de la información recolectada se puede dividir la perspectiva de la ética


renacentista, desde cuatro enfoques ligados entre sí, que abarcan el enlace y
cambio social, la nueva perspectiva y transformación de la religión y creencias, el
arte, la economía y la política, considerados los exponentes de cambio más
importantes de la época del Renacimiento.

La moral humanista, ligada al cambio comportamental del hombre, se representa en


los géneros literarios influyentes de la época, separando la moral de la filosofía,
acercando a esta a través de la literatura, considerada en un espíritu laico. Llega
para conjugarse en lo pagano al mezclar las creencias greco romanas con las
cristianas. El individualismo toma protagonismo en la literatura, durante la época, los
subgéneros influyentes en la narrativa, como las novelas pastoriles, las bizantinas,
morisca y de caballerías, abundan para dar paso a la modernidad, ya no enlazando
los párrafos con una devoción a Dios, sino, en el hombre, otro ejemplo son las obras
teatrales, que llegaron a exposición, de William Shakespeare, nuevamente
enlazando al hombre, con problemas que dejaban a la religión en otro plano,
llevando el antropocentrismo en la literatura y la cultura. (Harlan, 2019), analizando
extractos de los escritos de la época, se denota la centralidad en el individuo,
especialmente en sus opiniones, experiencias, emociones individualistas, esto
realza el relativismo moral, que pone en duda la capacidad del hombre de tener una
conducta ideal, sin renegar las costumbres y estudios teológicos, defiende una
filosofía liberadora a través de la expresión de una independencia teórica.

El realismo político, su exponente principal es Nicolas Macciavello, con su libro “El


príncipe”, un manual de técnica política que tenía el fin de educar a los políticos,
enseñarles a ser políticos, no desde una perspectiva filosófica, de aquí nace la
famosa frase, hasta el día de hoy utilizada, a veces mal enfocada; “Lo que importa
es el fin, no los medios en como lo conseguimos”. Macciavello tenía la idea de que
la única forma de construir y que funcionará un Gobierno, era por medio de un
sistema político republico, no por una monarquía hereditaria, como lo era Europa.
(Colomer, 1997).

La moral protestante, aparece un personaje influyente, Martin Lutero, conocido


como el reformador de la Iglesia, sufrió una época de abusos por parte de la Iglesia
católica, lo que le llevó a cuestionar las prácticas de la Iglesia, propone el estudio
teológico a partir de los evangelios y las cartas Paulinas, propagó la lengua
vernáculo, traduciendo primeramente la Biblia al alemán, buscando la relación
directa entre Dios y el hombre, justificando todo por medio de la fe, ya que por obras
el hombre no contaría con la capacidades para llegar a la salvación. Es entonces,
la reforma principal que hace Martin Lutero, es separar la moral del magisterio de la
Iglesia, basándose en el libre albedrio, donde la independencia del hombre queda
fuera de la interpretación de la Biblia, argumentando que el poder mundano y
religioso deben estar separados. (González). Otro personaje de esta época, fue
Juan Calvino, fundador del Calvinismo, seguidor de la teoría Luterana en la que los
hombres no pueden obtener la salvación por sus propios medios sin una
intervención divina, cree en la idea de que el hombre debe entregarse al trabajo y al
lucro como una forma de rendir honores a Dios, llevando a cabo uno de los
principios que tuvo en sus inicios el modelo Capitalista. Calvino, organizó una serie
de seminarios para entrenar a los reformadores europeos, exponiendo su ministerio
y doctrina, para proceder a la separación de la Iglesia, llegando a ser conocidos
como Los puritanos o Separatistas, estos son expulsados de Inglaterra y emigran
como “Peregrinos” hacia América en 1620 aproximadamente, iniciando iglesias
presbiterianas, episcopales y conversionalistas en Estados Unidos, ellos
comienzan a repartirse las tierras, bajo su base calvinista de educación, creado la
propiedad privada y adueñándose del territorio con sembradíos de maíz, de aquí
nace la famosa tradición estadounidense, “El día de acción de Gracias” (Gil, 2012).

Las utopías renacentistas, las más conocidas son las de Tomas Moro, Campanella
y Francis Bacon, donde en general se refieren a la abolición de la propiedad
privada, el cubrimiento de las necesidades básicas de las gente, y la obligatoriedad
de la educación, pero sobre todo, de trabajo. Es decir, fueron el camino hacia un
mundo más igualitario (Barrios, 2005).

Enlazando aspectos importantes de estas perspectivas de la ética Renacentista, un


elemento repetitivo es la libertad del hombre y su moral, fuera de los estatutos
religiosos, recordando que el humanismo y la ética protestante, pese a sus
enfoques diferentes, ambos nos comparten el hecho de que el humano es un ser
sujeto a errores, sin la capacidad de tener un comportamiento idealizado. Es
interesante como la influencia de Macciavello y sus aportes en la política, han
trascendido la historia configurando la época actual, la ambición de una política
correcta actúa proporcionalmente a un buen trabajo en la república y con este, un
poder efectivo. Las ideas morales, desde las utopías renacentistas, inspiraron una
perspectiva de generaciones completas, que hasta hoy lucha por la libertad de la
propiedad privada.
Bibliografía

 Barrios, C. (2005) Utopías del Renacimiento, imaginar la igualdad (pp. 23-28)


 Colomer, E. (1997) Movimientos de renovación: Humanismo y
Reconocimiento. Ediciones Akul S. A. (España)
 Farfán, I. (2013) Acercamiento a la ética en el renacimiento. Universidad
Nacional Autónoma de México, Facultad de filosofía y letras. México.
 Gil, F. (2012) Max Weber. La ética protestante y el espíritu del capitalismo.
Fondo de cultura económica. (México)
 González, I. El Padre nuestro según Martín Lutero
 Harlan, C. (2019) El Renacimiento: Esplendor de las artes y ciencias About
Español https://www.aboutespanol.com/que-es-el-renacimiento-2206950
 Sanchez, R. (2012) La trascendencia del constitucionalismo social en América
Latina (Caso México). http://www.redalyc.org/pdf/885/88525239009.pdf

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