INTRODUCCION

Podría afirmar, sin miedo a equivocarme, que son fuerzas extrañas, aún
desconocidas para mí, las que me han llevado a transitar los caminos que he
recorrido en esta vida. Y, aunque desconocidas, estas fuerzas no me son del todo
extrañas, porque en realidad han sido mis constantes compañeras, han dirigido
mis decisiones inconscientes y conscientes (más las primeras que las segundas),
para ayudarme a vivir todo aquello que tenía que vivir y, claro, también todo
aquello que no debía.

Hoy, en el atardecer de mi vida en esta tierra, estas desconocidas y familiares

fuerzas, se me revelan progresivamente más claras, menos desconocidas, más
familiares y aquello que llamamos entendimiento las puede ver mejor, comprender
más, al grado de permitir escribir este libro, el primero de las decenas que pasaron
por mis sueños desde que tenía doce años de edad.