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CRISTIANA
VALORES Y ANTIVALORES CRISTIANOS (LIBRO)
Publicado en abril 26, 2010de unidoscontralaapostasia
DISEÑO PORTADA:
INDICE
PROLOGO
1 - Definición de la Ética Cristiana
2 La moral del gobierno familiar
3 El Temor como Freno
4 El Ser Ejemplo
5 Estar de Acuerdo
6 Una prosperidad que causa destrucción
7 El Peligro delo Super-Estado
8 Los poderes que se mueven a favor de los antivalores.
9 Hacia una sociedad sin valores
PROLOGO
¿Cómo está nuestra escala de valores para medir la realidad de nuestro
mundo actual? No podemos negar que estamos sometidos a una degradación
generalizada en cuanto a la calidad de vida, tanto en lo moral, como ecológico y
social, sin excluir lo eclesiástico.
Mientras realizaba una gira por el norte de Noruega, examinaba la
realidad de una sociedad que era modélica años atrás. Recuerdo cuando llegué
por primera vez a Halden, para casarme con la que es mi esposa[1], admiraba la
formar de ser del pueblo noruego; su religiosidad, tranquilidad, seguridad
personal y conducta moral. La gente ni cerraba los automóviles ni las casas. Si
alguien encontraba algo ajeno, lo ponía en un lugar visible, para que cuando el
dueño pasara, lo tomara. Como país protestante era sumamente respetuoso de
los valores cristianos. Sus habitantes, en su mayoría, eran creyentes. Hoy,
(septiembre del 1997) descubro el cambio que ha sufrido esta sociedad. Sus
jóvenes son escépticos, adoptando formas que rompen las reglas normales aun
en las iglesias. Visité una escuela cristiana para jóvenes, y entre las muchas
cosas raras que encontré, me llamó la atención la camiseta que tenía un joven, y
la cual decía; “viva el anarquismo”. Cuando lo aborde, para ver si era cristiano,
me dijo que sí.
La liberalidad sexual y el amor libre dominan en las nuevas generaciones
de jóvenes. La seguridad ciudadana ha desaparecido, y la delincuencia, junto
con la drogadicción y la liberalidad moral, está conduciendo al país y llevándolo
a una decadencia total en sus valores tradicionales. No podemos negar que se
han elaborado nuevos parámetros para medir la conducta sociológica de los
pueblos, y muchos valores cristianos, proclamados por la Palabra, han quedado
en desuso, para dar cabida a nuevas actitudes que socavan los valores
tradicionales. El análisis de estos principios, que denominaré “antivalores”,
encierra un acercamiento a los fenómenos de degradación que sufre nuestra
humanidad, la cual se prepara para el advenimiento del anticristo, creándose un
“nuevo orden mundial” con valores de conducta “globalizados”, y un
principio de fusión social que obligará a muchos verdaderos cristianos a
abandonar sus valores tradicionales, para dar entrada a lo que podríamos
definir como “El nuevo orden de valores”.
Detrás de éste deterioro está toda una estrategia de lo que será la creencia
dominante en los últimos tiempos; la “Nueva Era”. Este movimiento se
infiltrará en todas las esferas de la vida social, teniendo influencias dentro de las
diversas iglesias existentes, incluyendo los grupos evangélicos y
fundamentalistas. Ya está en proceso de ejecución sus conceptos del “nuevo
pensamiento“, con mezcla espiritual y cósmica, el cual está siendo aceptada por
las corrientes psicológicas modernas. Se afirma que actualmente hay más de
500 millones de seguidores de la Nueva Era, y están trabajando en la
infiltración de esta corriente en todas las áreas de la sociedad, se propaga
rápidamente.[2] El tratar de restaurar los valores tradicionales, en un mundo en
proceso de degradación será las causas por la cual muchos cristianos serán
perseguidos por las huestes diabólicas, como anuncian los textos bíblicos,
comenzando por la misma proclama de Jesús: “Y eréis aborrecidos de todos por
causa de mi nombre. Pero el que persevere hasta el fin, éste será salvo” (Mateo
10:22. Lucas 21:17. Juan 17:14), Y reafirmada por los apóstoles: “Tanto que
nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, a causa de
vuestra perseverancia y fe en todas vuestras persecuciones y aflicciones que
estáis soportando. Esto da muestra evidente del justo juicio de Dios, para que
seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual también estáis
padeciendo. De hecho es justo delante de Dios retribuir con aflicción a los que
os afligen” (2 Tesalonicenses 1:4-6 Ver también 1 Pedro 4:14, Mateo 10:21-23 y
2 Timoteo 3:1-3). Debemos cuidar nuestros valores y defender ardientemente
nuestra fe, para proclamar la verdadera moral que debe regir los destinos de los
hogares cristianos, y la iglesia del Señor en el siglo XXI[3].
Somos conscientes que las influencias de los anti-valores forzaran a
muchas iglesias y predicadores a reducir sus esquemas de valores, para
ajustarse a las nuevas corrientes predominantes en el mundo de hoy. Al enfocar
esta temática, comenzaré definiendo los valores que rigen los destinos del
hogar, y ¿qué es el principio cristiano? Después buscaremos el factor negativo
de los antivalores, sus causas y efectos en nuestra realidad socio-familiar. Este
libro lo hemos dividido en dos partes, para que sea más accesible a los
hermanos. Esta primera entrega aborda “Los Valores Cristianos”, y la siguiente
abordará “Los Antivalores Cristianos”. Dios nos ayude.
Mario E. Fumero
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~1~
DEFINICIÓN DE LA ÉTICA CRISTIANA
¿Qué es ética? Es una rama de la filosofía que estudia y considera las
normas morales que rigen a los seres humanos[4]. Son los principios que
regulan el comportamiento humano en las dife-rentes área de la vida. Todas las
profesiones tienen su manual de ética, que son la definición de los
valores morales con los cuales rigen el ejercicio de su profesión[5].
La sociedad, como conjunto, tiene una identidad ética y moral que la
define. Sus leyes y gobernante expresan esos principios que regular la
convivencia entre los seres humanos. La moral es el principio ético que rige la
conducta social. Sus elementos provienen de alguna fuentes. En el caso que nos
ocupa, podemos afirmar que los valores de la sociedad occidental brotan de los
principios cristianos, y de los valores morales contenido en la legislación
Mosaica, que son “LOS DIEZ MANDAMIENTO“.
LAS BASES DEL CÓDIGO ÉTICO
La identidad religiosa de los pueblos origina su moral ética. Si un pueblo
profesa una religión pagana, los principios de éste paganismo influenciarán en
su gobierno local y nacional. Un modelo de ello lo tenemos en los países
orientales, que según sus creencias, adoptan una estructura social de clase
(castas), como el caso de la India con el hinduismo. Los países musulmanes,
fundamentalistas o no, tratan de definir sus leyes éticas y morales de acuerdos a
los postulados del Corán[6]. Algunos regímenes, como el de Irak o Libia,
adoptan de forma radical las leyes Islámicas. Otros más moderados, como
Marruecos, Túnez, Egipto y Arabia Saudita, ejercen las mismas leyes, pero sin
llegar al extremos de convertir al estado en un régimen Islámico.
Los países de trasfondo cristianos, como los europeos y americanos, se
rigen por una moral supuestamente cristiana[7]. Este cristianismo puede
enfocarse en varias formas; si son de raíces católicos o protestantes. Aunque
puede haber diferencias entre uno y otros, los valores del decálogo mosaico son
los mismos, y los principios del amor, el respeto, la vida y la fidelidad conyugal
(monogamia) son fundamentales en todos ellos.
Los mandamientos, que son diez, se clasifican en dos grupos (Éxodo
capítulo 20 RVR): Los cuatro primeros determinan los principios de la relación
con el Creador, y los seis últimos determina el comportamiento de los seres
humanos en su conducta social.
EL TENER CABEZA:
“El hombre es cabeza de la mujer” (Efesios 5:23).
Es el análisis del gobierno familiar el que da las bases para que se establezcan
los principios del respeto a una autoridad que rija los destinos de la familia, y
posteriormente los de la sociedad, de acuerdo a normas pre-establecidas.
EL TENER TEMOR:
“El principio de la sabiduría es el temor a Jehová.” (Proverbios 1:7).
EL SER EJEMPLO:
“Sed ejemplo en todo” (Juan 13:15).
EL ESTAR DE ACUERDO:
“Pero aquello en aquellos que hemos llegado, sigamos una misma regla,
sintamos una misma cosa” (Filipenses 3:16).Es establecer las pautas para que
en las relaciones personales hayan objetivos, un mismo sentir, y una correcta
política en cuando al gobierno familiar. Es importante recordar esa sentencia
que envuelve grande bendición: “Si dos de vosotros se pusieren
de acuerdo[12] en la tierra acerca de cualquier cosa que pidieres, les será
hecho…” (Mateo 18:19)
Cada uno de estos principios serán analizados seriamente, para
comprender como los antivalores están destruyendo los fundamentos que dan
solides a la familia. Dedicaré a cada uno de estos tópicos un capítulo. Espero que
podamos entender lo que es el fundamento del “ser y del quehacer” de la familia
cristiana, y del papel que juega la Iglesia del Señor en estos últimos tiempos.
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~2~
LA MORAL DEL GOBIERNO FAMILIAR
Una de las áreas más atacadas por el diablo en estos tiempos, y que repercute en
la conducta social, es la alteración y distorsión de los valores familiares. Jesús
dijo: “Herirán al pastor y se dispersarán las ovejas“(Mateo 26:31),
dando a entender que cuando hay descontrol en aquel que guía al rebaño, las
ovejas quedarán a expensas de ser víctimas fáciles del enemigo. De igual forma,
cuando en el hogar se destruye el principio del gobierno familiar,
automáticamente vienen los males ocasionados por el hecho de que los hijos
crecerán sin fundamentos sólidos, carentes de una cobertura correcta en el área
de la autoridad, afectándose la estabilidad emocional de los mismos. Así que al
faltar una cabeza, o al haber varias, aparecerá en la familia una crisis de
autoridad.
EL TENER CABEZA
Para una mejor comprensión debemos definir el término “ser cabeza”,
usado muchas veces en las Sagradas Escrituras. Cuando la Biblia se refiere a
“SER CABEZA“, está tratando de establecer un orden de autoridad en el
gobierno familiar. La cabeza gobierna todo el cuerpo; piensa, razona, juzga y
determina el comportamiento de los diferentes miembros que forman el cuerpo.
Dios desea que todo gobierno tenga una cabeza para que haga cumplir sus
deseos, estipulados en sus leyes: “Si obedeces los mandamientos de Jehová tu
Dios que yo te mando hoy para que los guardes y cumplas, Jehová te pondrá
como cabeza y no como cola. Estarás encima, nunca debajo”(Deuteronomio
28:13). Noten que la cabeza puesta por Dios debe sujetarse a las normas que
regulan su autoridad. Todo gobierno requiere un marco legal para que el
ejercicio de la autoridad no sea arbitrario.
En muchos países existen leyes constitutivas que regulan el
comportamiento de los gobernantes, definiendo su autoridad, y sus limitaciones
en el ejercicio de ella. Lo mismo ocurre con el gobierno familiar y eclesial. Fue
Dios que estableció el principio del gobierno, definido por el término “cabeza”.
Ser cabeza significa gobernar, presidir, ejecutar un mando, sea familiar, social o
religioso, de acuerdo a las normas establecidas. Es imposible pensar en
gobernar un automóvil llevando el control dos choferes. De igual forma, una
orquesta no puede ser dirigida simultáneamente por dos directores. Es
imposible la existencia de una empresa, sea de cualquier índole, que se gobierne
con dos cabezas. Todo gobierno necesita una cabeza, un líder, uno que presida.
No es una cuestión de lógica, sino de necesidad. De igual forma se debe
gobernar la familia, pues de ésta nacen todas las demás estructuras de gobiernos
existentes en la tierra[13].
Veamos esta gráfica ilustrativa:
Un anciano o
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~3~
EL TEMOR COMO FRENO
Los seres humanos tenemos reducida nuestra capacidad de “gobierno
instintivo” porque según crecemos, adquirimos inteligencia. Al ser criaturas
pensantes, nuestro comportamiento no estará limitado a las leyes físicas, o a un
programa instintivo, como sucede con los animales, sino que actuaremos por el
conocimiento y la formación que tengamos del medio. Somos, en nuestra
conducta adulta, el producto del medio. Es por ello que se hace real el refrán de
que dice: “Dime con quién andas, y te diré quién eres“.
EL PRINCIPIO DEL TEMOR DA SABIDURÍA
Al educar a los hijos, desde el día que nacen, debemos infundirles
principios que les hagan actuar dentro de ciertos esquemas determinados de
conducta moral. Estos principios operan como un freno, para evitar que
cometan actos contrarios al orden natural o moral. A esto la Palabra lo llama
instrucción; “Instruye al niño en su camino; y aun cuando sea viejo, no se
apartará de él” (Proverbios 22:6)”El que ama la instrucción ama el
conocimiento, pero el que aborrece la reprensión se embrutece” (Proverbios
12:1).”Escucha, hijo mío, la disciplina de tu padre, y no abandones la
instrucción de tu madre;” (Proverbios 1:8).
Mediante la formación se forja una conciencia que establece una escala de
valores que mide lo bueno, de lo malo, advirtiendo a su vez las consecuencias
que produce la desobediencia a la ley moral, social o natural. Este “temor”[26] a
las secuelas que trae la desobediencia a las normas establecidas es lo que la
Biblia define como “el principio de la sabiduría“: “El temor de Jehová,
(que) es el principio de la sabiduría; (el cual) los insensatos desprecian
(ignorando) la sabiduría y la disciplina” (Proverbios 1:7) “El énfasis entre
corchetes es añadido por el autor”. “Y dijo al hombre: Ciertamente el
temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal es el entendimiento”
(Job 28:28). “El temor de Jehová es la enseñanza de la sabiduría, y antes de la
honra está la humildad” (Proverbios 15:33). Notemos lo importante que es
adquirir conocimiento (sabi-duría) mediante una instrucción que infunda
temor. Ésta es la regla que da felicidad y equilibrio emocional y social. Este
principio bíblico no se puede ignorar ni descuidar frente a las hordas liberales
que envuelven nuestros tiempos.
Le tememos al fuego porque quema, y no hace falta ser sometido a una
quemadura para aprender a distinguir los peligros que envuelven el jugar con
fuego. Sabemos que si me tiró de una gran altura me mato, y no necesito hacerlo
para comprobarlo. Tenemos temor a todo aquello que encierra peligro. El temor
es el medio que nos detiene frente al mal que acarrea el violar una ley natural o
física. Hay un temor instintivo y un temor inducido.
EL TEMOR INSTINTIVO: Brota automáticamente, cuando estamos
en alguna situación extrema de peligro. Opera bajo el control del instinto de
conservación. Aunque no se haya enseñando, aparece como señal de alerta. Es
la forma en que reaccionamos cuando nos sentimos resbalar por un barranco, o
nos sale al encuentro un animal feroz, o estamos en medio de una guerra, o en
una calamidad natural. Aparece de forma innata, incluso en el reino animal, los
cuales al sentirse en peligro, atacan o huyen.
EL TEMOR INDUCIDO: Nace como producto de una formación.
Ocurre cuando se es educado en el temor a Dios, y por lo tanto, se respetan los
valores precisos que nos llevan a tener un comportamiento determinado en
relación a la vida, el prójimo, los padres y a las ordenanzas de nuestros
superiores. Es cuando consideramos que violar la ley; moral o civil, produce un
“delito” o pecado que acarrea consecuencias de castigo. Es ser conscientes de
que el pecado produce juicio, y muchas veces dolor y tristeza. La Biblia establece
que: “la paga del pecado es muerte; pero el don de Dios es vida eterna en Cristo
Jesús, Señor nuestro” (Romanos 6:23).¿Pero a qué le llamamos pecado? A
cualquier violación de las leyes establecidas, y de lo cual tenemos conciencia,
pues “el que sabe hacer lo bueno y no lo hace, eso le es pecado” (Santiago 4:17).
Es necesario entender que desobedecer la ley moral acarrea castigo, ya sea
correctivo, cuando nuestros padres nos llaman la atención después de haber
desobedecido, o disciplinario, cuando produce consecuencias que afectan mi
vida social y espiritual.
LA DISCIPLINA QUE INFUNDE TEMOR
El término “disciplina” tiene varias connotaciones en la Palabra. Puede
significar “enseñar un orden de valores”, o “la acción de corregir los desordenes
contra las normas morales establecidas”. Según muchos teólogos. la disciplina
nace como producto de la enseñanza, y una disciplina positiva dará salud al
cuerpo, sea en relación al hogar o a la vida de la iglesia[27]. La disciplina
formativa es la enseñanza dada a un niño desde pequeño, para que aprenda a
sujetarse a los principios morales y sociales que rigen el hogar y su entorno Esta
enseñanza la ejecutan los padres desde que el niño nace[28], hasta que tiene el
discernimiento desarrollado para escoger entre el bien y el mal. Esto se logra a
través de una relación profunda en todo el diario vivir (Deuteronomio 6:3-9),
por eso el texto dice que “las repetirás en la mañana, al levantarte, al acostarte y
estando en tu casa”. Pero y cuando no se sujeta al orden establecido ¿qué
hacer?. Entonces se necesita algún medio para inducirle el respeto a la ley. Es
ahí cuando aparece la “disciplina correctiva” que es aquella que se impone
cuando la persona, una vez aprendida la “disciplina formativa”, no cumple lo
enseñado[29]. El orden previo a la ejecución de un castigo está determinado en
Tito 2:15 en los siguientes términos:”Estas cosas habla, exhorta y reprende con
toda autoridad. ¡Que nadie te menosprecie!“. El término “habla” equivale a
enseñar. Después de hablar o enseñar se debe exhorta, o llamar la atención
sobre lo enseñado. Si persiste en su conducta obstinada, vendrá la reprensión,
que es hablarle más fuerte. Si a pesar de todo no cambia de actitud, se le hará un
juicio y se le aplicará un castigo o corrección. Existen dos tipos o formas de
castigos:
El castigo moral; con lo cual le privamos de algo que le gusta, y le causa pesar.
Como por ejemplo, no dejarlo salir a jugar, encerrarlo en su cuarto, etc.
El castigo físico; cuando por su desobediencia le pegamos, usando el principio
de la “vara”, el cual es objetado actualmente.
Ambas forma de disciplina deben producir, en el que comete una falta (delinque
o peca), un sentido de culpa o de pesar por la acción cometida, para que tenga
temor[30]. Dice la Palabra que: “Al momento,(de ejecutarse el castigo) ninguna
disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza (porque afecta y produce
dolor en la persona que la recibe); pero después da fruto apacible de justicia a
los que por medio de ella han sido ejercitados.” (Hebreos 12:11 Énfasis entre
corchete es mío). Toda disciplina debe producir tristeza, para que el
infractor reconozca su falta, y acepte la existencia de una autoridad que vela por
el cumplimiento del orden establecido.
¿SERÁ INCORRECTO EL USO DE LA VARA?
La psicología moderna descarta el uso del castigo físico como fórmula de
disciplina debido a que muchos padres actúan de forma violenta, causando
daños físicos a sus hijos[31], por lo que actualmente nadie trata de defender éste
tipo de castigo. Las autoridades toman ciertos hechos aislados y brutales para
justificar la creación de leyes que les prohíben a los padres el uso del
castigo físico, esto me muestra que muchas veces se van a un extremo. ¿Sería
lógico prohibir el uso de automóviles debido a que es la mayor causa de muerte?
La Palabra de Dios condena las actitudes brutales de los padres que en estado de
ira maltratan a sus hijos, y advierte; “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a
vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina y la instrucción del Señor” (Efesios
6:4).
Sin embargo hay casos que requieren este tipo de castigo, siempre y
cuando se haga con “dominio propio, juicio y sabiduría”, principalmente en
aquellos hijos que no entienden o sienten dolor por el castigo moral. El
problema está en que hay que saber aplicar el castigo físico como una forma de
corrección, y no de represión[32], siguiendo usado como un mecanismo
correcto, sin violencia y con previo juicio y dialogo con el transgresor. La “vara”
mencionada en el A.T. era un medio de disciplina, una forma de domar ciertos
caracteres fuerte, que no entienden otras razones, y aunque la tendencia general
es rechazarla, hay casos que su uso detendría muchos males. En realidad,
cuanto más suave y permisivo sea la actitud social frente a los delitos, menos
temor y respeto tendrán los delincuentes o infractores a las normas morales o
sociales, y esto es lo que hoy ocurre. ¿Acaso no son los delincuentes, por regla
general, reincidentes? ¿Infunde temor al que delinque los métodos de justicia
permisiva existentes, en donde los derechos están por encima de los deberes, y
las cárceles a veces son hoteles o centros de corrupción?
EL PRINCIPIO BÍBLICO DE LA “VARA”
La vara tiene un gran significado en la Biblia. Equivale a tener
autoridad y poder para ejercer una función de mando. En el caso de Moisés, la
vara fue el medio para revelar el poder de Dios al Faraón (Éxodo 4:1-4, 20,
7:10). Dice Jueces 5:14; “De Efraín vinieron algunos cuyas raíces estaban en
Amalec; detrás viniste tú, oh Benjamín, con tu pueblo; de Maquir
descendieron los jefes; de Zabulón vinieron los que llevan la vara de
mando(Jueces 5:14). Noten que se dice que la vara es “el símbolo de mando”.
Pero además la vara se usaba para corregir y ejecutar castigo a aquellos que
desobedecían, para infundir aliento, temor y corrección. El Salmista David
exclama en el salmo 23: “…Tu vara (la disciplina)y tu cayado (dirección,
ternura,) me infundirán aliento” (4 bis. Énfasis en corchete es del
autor). Los pastores usaban el cayado para atraer hacia así ellos a las ovejas
que se salían del camino, y ayudarlas, mientras que la vara era para
disciplinarlas y azotarlas cuando no obediencia las ordenes dadas. Hay citas que
hacen referencia al uso de la vara como medio de disciplina, e infundir temor.
Veamos esos textos. “En los labios del entendido se halla sabiduría, pero la
vara es para las espaldas del falto de entendimiento”(Proverbios 10:13). El
escritor expresa una verdad negada por la liberalidad actual, usar la vara para
corregir el mal, y llevar al individuo, por medio de ella, al entendimiento de las
reglas morales. Personalmente creo que esta norma no se aplica a todos los
casos, pues hay hijos que les duele más el castigo moral que el físico. Además el
uso de una disciplina rígida debe ser la última opción después de haberle
hablado, exhortado y reprendido.
Sé que es duro para un padre el tener que pegarle al hijo unos buenos
azotes por zonas sólidas, y con moderación, pero a veces es necesario, y si lo
hacemos con dominio propio, sabiduría y juicio previo, podremos infundirle
temor, y evitar males mayores. En otra parte Proverbio 26:3 dice; “El látigo es
para el caballo, y el freno para el asno, y la vara para la espalda de los necios
“Aquí se hace distinción entre el látigo y la vara. Entre domar y corregir hay
diferencia. Se doman los instintos, pero se corrigen los defectos de acciones que
atenta contra el orden establecido.“La insensatez está ligada al corazón del
joven, pero la vara de la disciplina la hará alejarse de él” (Proverbios 22:15).
Hay padres que sufren las consecuencias de haber sido muy “permisivos” con
sus hijos, por no corregir a tiempo algunas actitudes incorrectas. Hay hijos
llegan incluso a pegarle a sus padres, y estos no saben qué hacer. Han perdido o
le han quitado la autoridad. Algunos me han dichos -es que me da lastima
pegarle- y por lo tanto, le han permitido a sus hijos toda clase de desmanes, sin
poner coto a sus desordenes dentro del hogar, y estos son menores de edad.
Si enfocamos estas acciones dentro del marco legal de la Biblia
descubrimos que la falta de respeto a los padres en el judaísmo se consideraba
un delito tan grave que podía causar la pena de muerte, así lo dice la ley de
Moisés en Éxodo 21:15-17: “El que hiera a su padre o a su madre morirá
irremisiblemente”, “El que maldiga a su padre o a su madre morirá
irremisiblemente”. Era inimaginable el hecho de que un hijo le pegara a un
padre, y menos que le faltase al respeto. Pero ésta es la condición moral a la que
hemos llegado en estos tiempos, lo cual fue anunciado por las profecías bíblicas:
“Porque habrá hombres amantes de sí mismos y del dinero. Serán
vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos,
impíos,” (2 Timoteo 3:2)”.
LOS PADRES SIN DERECHOS
En el Estado de California un grupo de padres, víctimas de la
liberalidad proclamada por la psicología y la educación en los últimos 30
años[33], tuvieron que juntarse y formar una asociación para defender sus
derechos sobre los abusos que sufrían por parte de sus hijos. Para ello crearon
una “Asociación de Padres Maltratados“, y proclamaron la recuperación de su
autoridad para poner mano fuerte al abuso y maltrato de los cuales eran
víctimas por parte de sus hijos adolescentes. Ellos afirmaron “es tiempo de
tomar el control del hogar, y echar abajo esos antivalores contrarios al orden
bíblico, que dicen que le den las llaves de la casa y del auto a sus hijos, que le
den toda la libertad, que no le llamen la atención, y evitando castigarles,
porque ellos, aunque sean menores, tienen derechos” y denunciaron
públicamente los abusos de sus hijos, reclamando sus derechos a poner freno al
desorden de estos, y decidieron entablar una demanda en una corte
para retomar el control de una autoridad familiar que se habían perdido,
anulada por las filosofías permisivas de la educación moderna.
¿Cómo es posible que un adolescente pueda hacer lo que le da la gana, sin
que los padres puedan decir “basta ya”? Es tiempo de “amarrarse los
pantalones”, establecer reglas para todos, y demandarle al que no las cumpla,
las cuentas que sean necesarias. Esto induce temor y produce respeto[34].
Estos principios han gobernado la conducta del pueblo judío y árabe en todo el
mundo lo largo de su historia, razón por lo cual han sobrevivido a los cambios
de los tiempos, sin perder su patrimonio y la autoridad familiar. Notemos como
el escritor de Proverbios aclara que; “La vara y la corrección dan sabiduría,
pero el muchacho dejado por su cuenta avergüenza a su madre” (Proverbios
29:15). En otras palabras, dejarle pasar todo, por no actuar con dureza, es llevar
al muchacho a la necedad y al capricho, lo que en su juventud podrá costarle
caro, y nosotros sufriremos las consecuencias, por no haber tenido el valor de
corregirle sus defectos a tiempo, infundiéndole el temor y respeto a los
valores morales. En la actualidad los antivalores se han adueñado de todos los
aspecto de la vivencia. El principio de libertad lo ha devorado todo, hasta
ignorar los valores de la verdadera relación humana, que es el respeto a los
demás. En 1 de Pedro 2:16 se enseña cómo debemos usar la libertad; “Actuad
como libres, y no como los que hacen de la libertad un pretexto para hacer lo
malo, sino como siervos de Dios” (1 Pedro 2:16).
Toda libertad tiene límites, de lo contrario se convierte en libertinaje y
causa anarquismo. Benito Juárez, prócer mexicano, afirmó que “el respeto al
derecho ajeno es la paz” y por lógica, tu libertad termina cuando la mía
comienza, pues el amor y el respeto a los valores regulan el uso de esta libertad.
Si a la falta de una autoridad, le añadimos la falta de disciplina, y le sumamos la
permisividad moral, produciremos una sociedad sin temor, a la deriva,
dispuesta a embestirlo todo, sin que nada ni nadie la detenga, y esto es lo que
actualmente estamos vi-viendo. Padres débiles, hijos caprichos, sociedad
permisiva, filosofía liberalista, principio cristianos erradicados, y un Estado que
ha pasado de laico[35]a materialista y humanista. ¿Qué futuro nos espera?, a
simple vista el panorama respecto a la autoridad es muy sombrío.
LA FALTA DE TEMOR ACARREA JUICIO
El temor infunde respeto. Un “miedo” (que no es ni pánico, ni temor a lo
desconocido) que nace de la conciencia de saber que la desobediencia lleva en sí
castigo, o produce consecuencias desastrosas. Es ser consciente que si mato voy
preso, si robo pierdo mi derecho a ser libre, si cometo una falta tendré que pagar
las consecuencias, hablando en términos judiciales[36]. Es por ello que en la
Palabra aparecen términos que advierte del peligro que acarrea el no seguir las
normas establecidas: “Pero si no me escucháis y no ponéis por obra todos estos
mandamientos, y si rechazáis mis estatutos y vuestra alma menosprecia mis
decretos, no poniendo por obra todos mis mandamientos e invalidando mi
pacto, entonces yo también haré con vosotros esto: Decretaré contra vosotros
terror, tisis y fiebre que consuman los ojos y dejen exhausta el alma.
Sembraréis en vano vuestra semilla, porque vuestros enemigos se la comerán”
(Levítico 26:14-16). Algunos dirán; “no es justo, pues la gente no hace lo que
quiere por miedo”. Si el miedo al juicio y a la calamidad detiene el mal ¿no es
acaso un efecto positivo? ¿Es que acaso no le tenemos miedo a los relámpagos
cuando caen cerca de nosotros? y cuando vemos una serpiente, ¿vamos
corriendo a cogerla para vencer el miedo? y si lo hacemos, ¿cuáles serán las
consecuencias? El temor es un freno, pero para que opere como tal debemos
tener conciencia de las consecuencias que produciría el desobedecer, y saber
usar dicho freno. Si violas las normas establecidas, males vendrán sobre tu vida.
Si juegas con fuego, tarde o temprano te quemaras. ¿Acaso no podemos culpar a
la liberalidad sexual la proliferación del mortal SIDA en la sociedad presente?
“Todo lo que el hombre siembre, eso también segará” (Gálatas 6:7), y de todas
tus acciones, algún día, tendrán que dar cuenta a Dios, sean buenas o malas
(Romanos 14:12, 2 Corintios 5:10). Infundir temor a los hijos hacia el pecado es
ayudarles a vivir victoriosos. Es cerrar las puertas a muchas calamidades. Es
crear barreras que le preserven contra el mal que destruye. Vale más que sufran
la corrección, por desobedecer las leyes morales, que con el tiempo, sufran los
estragos del pecado en su cuerpo y en su alma.
Unos padres vinieron ante mí llorando para pedirme ayuda para su hijo,
un joven de 16 años, víctima de las drogas. Al entrar en el problema descubrí
que ellos no le enseñaron el temor a Dios, nunca lo disciplinaron, más bien
fueron tolerantes y permisivos con él, hasta que ya no pudieron más. Si
hubieran actuado correctamente cuando era pequeño, con firmeza, hubieran
podido detener su proceso de deterioro moral. Si a través de la Palabra y el
castigo sabio le hubiera corregido a tiempo ¿cuántas lágrimas se hubieran
evitado? Pero no supieron infundirle temor, y ahora sufrían las consecuencias
por su descuido. Una vez una madre me dijo;-.es que pegarle a mi hijo me
duele.-. Comprendo que cuando hay amor, no se quiere usar el castigo, pero por
eso mismo, porque le amo, debo corregirlo. Vale más castigarle, aunque llore de
tristeza un rato, que llorar después toda la vida por no haberle corregido en sus
malas acciones, y sufrir las consecuencias de sus extravíos.
CUANDO EL TEMOR SE PIERDE
Pero en una sociedad “liberada”, desposeída de los valores cristianos,
todo cambia. El pecado para el mundo “es un concepto absurdo y pasado de
moda”, dominando así la filosofías del humanismo y el pragmatismo. Todas esta
corrientes siembran enseñanzas como; “debemos adaptarnos al cambios de los
tiempos, y liberarnos de los “prejuicios del pasado”. “No debemos darle
importancia al mito religioso en cuanto a abstenernos de lo que nos gusta”. “Si
lo que hacemos nos agrada, satisface, funciona y es aceptado por la mayoría
(pragmatismo filosófico), entonces sigamos adelante etc.[37]“. Estas ideas han
afectado profundamente todos los aspectos de las relaciones humanas, incluso
dentro de las iglesias evangélicas.
Lo que antes era malo, ahora es aceptable, y después se vuelve normal,
de tal modo que cualquiera que esté en contra de esta “nueva moda” es
un conservador, radical y anticuado. Un ejemplo está en los conceptos del amor
libre. Jóvenes se juntan sin casarse, y el estado no sólo lo tolera, sino que hasta
les ofrece incentivos fiscales. En algunos países estas parejas, que viven juntas
sin casarse, pagan menos impuestos que los matrimonios, y gozan de más
garantía a la hora de una separación, pues hay menos costos legales. El
matrimonio cristiano ”ha pasado de moda” y es tan grave el problema, que
“casarse y descasarse” es un juego común en la sociedad moderna[38].
Algunos gobernantes están preocupados por este hecho, y en algunos
estados conservadores de los Estados Unidos se ha legislado para establecer un
nuevo estilo de matrimonio, que haga más sólido y duradero el mismo, evitando
su fácil disolución. A esta nueva modalidad se le llama “pacto matrimonial“.
Al casarse bajo este “pacto” no solo hay un acto legal de matrimonio, sino que
hay un documento que establece dificultad a la posibilidad de un divorcio fácil,
restringiendo al máximo las causas del mismo, y poniendo penas grandes de
indemnización al que actué de forma infiel. Sin embargo la crisis del
matrimonio azota todas las naciones del mundo, con el beneplácito de sus
gobernantes, que son los primeros que dan malos ejemplos.
LA NUEVA MORAL SOCIAL
Se trata de presentar el pecado de la homosexualidad, o del genocidio, a
través del aborto indiscriminados, como algo normal, y que la sociedad debe no
sólo tolerar, sino bendecir. Se legisla para que las parejas de homosexuales y de
lesbianas tengan los mismos derechos que los matrimonios normales, pues lo
contrario es discriminación. Hay situaciones en donde condenar el pecado e
infundir temor a hacer lo malo se considera intimidación, y por absurdo que
parezca, se han dado casos de pastores acusados ante los tribunales por
condenar públicamente la institucionalización de los grupos “gay”. La acusación
en tal caso ha sido de “discriminación sexual”. Y es que para la sociedad de hoy,
la aceptación del fenómeno “gay” es un imperativo incluso jurídico. Estos, y
otros grupos antimorales, reciben fondos de organizaciones gubernamentales e
internacionales para defender lo que ellos llaman “sus derechos”. No hay temor
ni respecto a lo que la Palabra enseña:”No te acostarás con un hombre como
uno se acuesta con una mujer. Eso es una abominación” (Levítico 18:22). “¿No
sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os engañéis: que ni
los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los
homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los
calumniadores, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. (1 Corintios 6:9-
10). Estos textos son tan claros que nadie puede afirmar lo contrario. Sin
embargo el poder diabólico, que rige los destinos de los gobiernos, lleva a
algunos a considerar estos valores fuera de lugar en la sociedad de hoy. Incluso
no está lejano el día en que veamos una versión Bíblica adaptada a los intereses
de estos grupos, pues aún la Palabra se tratará de manipular[39] y adaptar a las
corrientes mundanas dominantes, en un mundo liberado de todo, y presa de
una degradación atroz.
ELIGIÓN SIN VALORES
Son muchos los predicadores que han caído en la trampa de las
influencias permisivas de la sociedad moderna, y han elaborado una “a-
teología” que trata de justificar lo injustificable[40].
Hace tiempo que se ha formado una corriente liberal de enfoques
teológicos que pone en peligro la verdad moral de la Palabra de Dios. Se trata de
descartar el valor de la “cabeza” para introducir y apoyar el pluralismo de
gobierno familiar. Se “desmitifica” la interpretación bíblica, para anular el poder
divino, y explicar, con lógica humana, lo que obedece al poder de Dios. Pero lo
peor de todo es que aparecen maestros: “hablando palabras infladas y vanas,
(los cuales) seducen con concupiscencia de la carne y disolución a los que
verdaderamente habían huido de los que viven en error” (2 Pedro 2:18). Este es
el caso de un líder religioso de la Iglesia Episcopal de Santa María en New York,
el cual afirmó en un diario hispano que “Dios es homosexual” y termina ese
artículo, en el cual defiende a los homosexuales y grupos gay,
diciendo: “Concluimos el conversatorio durante el sermón, reconociendo que
toda diversidad demuestra el sentido del humor de Dios. Como a Dios no le
agrada la rutina ni la monotonía, decidió, muy inteligentemente, crear a unos
hombres y a otros mujeres, a unos negros y a otros blancos, a unos
heterosexuales, y a otros homosexuales…Vamos a identificar y a eliminar de
nuestra vida el racismo, el machismo y la homofobia. Construyamos una
sociedad nueva, sin pecado, sin prejuicio, sin injusticia y gritemos a toda voz,
que viva el Dios negro, que viva el Dios mujer y que viva el Dios
homosexual“[41].Para el padre Luis Barrios la mejor manera de eliminar el
pecado es aceptarlo y legalizarlo. Con líderes religiosos como éste, el diablo tiene
buenos promotores y predicadores dentro de la misma iglesia.
LOS ANTIVALORES PROMOVIDO POR EL
ESTADO
La otra realidad que hace prevalecer los antivalores en el mundo de hoy
es el papel que los gobernantes y legisladores han tenido al forjar un Estado que
ha pasado de ser laico, para convertir-se en cómplice de las filosofías contrarías
a los valores tradicionales. En muchos países los gobernantes le han dado la
espalda a la protección de la familia, y han emitido leyes que restan autoridad a
los padres, y delegan a la educación pública una enseñanzas que rompen el
orden moral del hogar, y de ello hablaremos después. Hay sistemas en donde los
derechos humanos se han impuesto a tal grado, que los padres han perdido el
poder de castigar a sus hijos con castigos físicos o morales (y no hablo de
represión, sino de métodos correctivos por medio de la vara).
~4~
EL SER EJEMPLO
El ejemplo del que predica es el elemento que le da peso a cualquier
enseñanza moral. Los padres deben ser los modelos idea-les a los cuales los
hijos deban imitar. Ellos deben enseñar los valores por medio de su conducta,
como en el caso de Timoteo, del cual dice San Pablo que; “traigo a la memoria
la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida y en tu
madre Eunice, y estoy convencido de que también en ti” (2 Timoteo 1:5) .Por lo
que los modelos anteriores forjaron la fe y la vida de Timoteo. Que orgullo es ver
que los hijos imitan el ejemplo de su padre, como hizo Uzías, del cual dice la
Biblia, que; “El hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas
que había hecho su padre Amasías” (2 Crónicas 26:4).
EL PODER DEL EJEMPLO FAMILIAR
A la hora de pensar en el ejemplo, debemos meditar seriamente en dos
elementos que están en proceso de extinción en la sociedad materialista de hoy:
Muchas veces entre los que cuidan al crío y los padres surge
contradicciones en el estilo de vida. El niño se forma una imagen difusa de los
valores, entorpecida por la gran variedad de personas que rondan por su vida. Y
es que para los padres de hoy es más importante el bienestar que relación
afectiva con los hijos. Debemos dejar claro, y repetirlo una y otra vez, que los
tres primeros años en la vida de un niño son vitales para la formación de su
personalidad, y es en esta etapa cuando los padres deben de estar con él la
mayor parte del tiempo.
Esta hermana oró, y sintió que el consejo era sabio, bíblico y correcto, y lo
aceptó, renunciando a su trabajo. Tuvo muchos hijos, y dejo el trabajo de la
oficina, para dedicarse a ese trabajo tan importante que es el cuidado de los
hijos (formar vidas), y ser una madre, y una esposa. Ajustaron su economía, y
Dios fue maravilloso, suplió todo lo necesario en cada momento. Hoy tienen una
bella familia, todos sus hijos sirven al Señor, y además, han prosperado
materialmente. El tiempo que le dediquemos a nuestros hijos no tiene precio.
Los regalos materiales no podrán compensar la relación física y el cariño de los
padres. El materialismo tiende a romper esta relación y comunicación, para
sustituirlo por otras cosas, que de forma artificial, tratan de dar calor y sonidos,
y que no edifican ni forjan las vidas.
-Me pagan cinco dólares la hora- y el niño le inquirió al padre sobre ¿cuándo
podría jugar con él? El padre, un tanto enfadado, le dijo:-¿No te traje un
regalo?, juega con él. No tengo tiempo de jugar ahora, tengo que ganar
dinero para mantener la casa.- Y con esta simple respuesta evadió las
demandas del niño. Un día el niño fue a su alcancía, tenía ahorrado dinero que
le habían dados sus abuelos y parientes en su cumpleaños. La rompió, contó lo
que tenía, y vio que llegaba a diez dólares. Fue corriendo a su padre que estaba
sentado leyendo el periódico, y le dijo:-Toma papa, aquí tiene dinero para que
me vendas dos horas de tu tiempo, para jugar conmigo- El padre quedó
petrificado. A veces evadimos la relación con los hijos, y la sustituimos con
regalos. También disimulamos la confesión de errores con prebendas. Pero
¡NO!, hay que asumir los errores y confesarlos. Hay que darse a sí mismo, y no
evadir nuestra relación con objetos que aunque alegran temporalmente, nunca
podrán llenar el vacío, ni dar el amor y el cariño que el hijo necesita.
Los estudiosos en las relaciones familiares han determinado que el
tiempo que los padres pasen con sus hijos, y el ejemplo que estos le den a través
del comportamiento en el diario vivir, marcarán sus vidas para siempre. Es por
ello que se recomienda a los padres que durante los primeros tres años de vida
de sus hijos les dediquen por lo menos una o dos horas al día. La madre, a su
vez, debe dedicarle como mínimo de 4 a 6 horas. Esta demanda puede disminuir
según el hijo crece, pero el tiempo de jugar con él, hablarle, ayudarle y
compartir es vital para que haya una buena y fuerte relación padres-hijos.
Recordemos que los hijos no podrán imitar a sus padres si estos no entran
primero en el corazón los mismos[44].
Que contraste hay entre el hijo que vive en la ciudad, al cual el padre
apenas ve, y cuando están juntos ni se hablan, porque hay muchas cosas
alrededor que distraen la comunicación (cadena de sonidos, televisión, radios,
teléfonos etc.), y el hijo del campesino, que se va con su padre a trabajar al
campo, y cuando llegan a la casa, comen juntos, y conversan, porque no hay
nada que se interponga entre ellos, pues carecen incluso de electricidad. Es por
esta razón que en los campos y montañas hay más respeto, unidad familiar y
valores morales, aunque la corrupción no tiene fronteras.
Esta relación fría, y sin respaldo vivencial, forma parte de todo nuestro
estilo de vida, aun en las iglesias. Vivimos tan preocupados por lo material, que
no tenemos tiempo de mirar al prójimo que está en desgracia, sentado a nuestro
lado. Nuestros hijos se nos pierden en las drogas, y ni nos enteramos, porque
nunca les miramos a los ojos. Hay tan pocos modelos rectos y tantos
incorrectos, que nuestros hijos terminan buscando en el mundo un patrón
idílico que ocupe el espacio dejado por los malos ejemplos de sus padres.
Algunos frente al caos del hogar, acentúan su personalidad buscando en un
grupo de amigos, o pandillas, una forma de llenar el vacío que llevan dentro, de
dejarse oír, ver y tratar de ser, aunque sea una figura distorsionada de la
realidad, buscando otros héroes en los artistas corruptos de nuestro mundo.
LA DESHUMANIZACIÓN MATERIALISTA:
Lo más importante hoy es el poseer bienes materiales. Se mide el éxito
por la prosperidad material. La ambición ha dado origen al consumismo. Éste a
su vez ha forjado una sociedad del bienestar en donde el egoísmo humano se ha
acentuado a dimensiones alarmantes.
~5~
EL ESTAR DE ACUERDO
Cuando el profeta Amós pregunto “¿Andarán dos juntos, a menos que se
pongan de acuerdo?” (Amós 3:3), estaba ratificando un principio básico para la
felicidad entre los seres humanos. El estar de acuerdo da solidez a las relaciones
personales, pues lleva a obtener entre los seres humanos la base de la armonía,
que es tener un mismo sentir:”Pero en aquello que hemos llegado, sigamos una
misma regla, sintamos una misma cosa”(Filipenses 3:16 RVR)
UN PRINCIPIO ESTABLECIDO POR DIOS
En este principio -estar de acuerdo- se encuentra explícitamente
envuelto el fundamento en la unidad de la primera pareja de la humanidad;
Génesis 2:24″Por tanto, el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá
a su mujer, y serán una sola carne” .Pero, ¿qué padre y madre tenían que dejar
Adán y Eva? Es por ellos que algunos afirman que “bienaventurado Adán, que
no tuvo suegra”. Ese mandamiento sería el fundamento para que los hijos, al
casarse, dejaran su hogar, y formasen una familia que estuviese aparte, sin que
los problemas de unos, afectasen a los otros. Cada pareja que forme un nuevo
hogar, deberá vivir independientemente de sus familiares, por lo que dejaran
“padre y madre”. Como dice el refrán, “cada oveja con su pareja”, y en estos
principio debemos ser firmes, si deseamos formar hogares que tenga un buen
fundamento.
QUE CADA PAREJA TENGA SU CASA
En lo personal. y a la hora de efectuar una ceremonia religiosa, lo primero
que investigo es si la pareja, después de casados, van a vivir con sus familiares.
De ser así, no les caso, pues un matrimonio que viva con su familia tendrán
serios problemas a la hora de enfrentar sus diferencias en el proceso de
adaptación, además no es bíblico, pues la Palabra de Dios es radical al
respecto; “dejará”, y le fue dicho a dos personas -Adán y Eva- que no tenían
parientes. Es tan importante que la pareja esté sola, y muy cerca el uno del otro
durante el primer año de matrimonio, que dentro de las normativas jurídicas
judías no se podían separar a los recién casados por ningún motivo, incluso en
caso de una emergencia militar:”Si un hombre ha tomado recientemente
esposa, no irá al ejército, ni se le impondrá ninguna obligación. Estará libre en
su casa durante un año, para alegrar a su mujer que tomó” (Deuteronomio
24:5). Muchas veces descuidamos este aspecto en los nuevos matrimonios, y
como consecuencia, aparecen problemas motivados por un medio que no
contribuye a estabilizar la adaptación del uno al otro[49].
También en Génesis 2:24 encontramos la expresión “y serán una sola
carne“ dando a entender una completa identidad en cuanto al sentir, ser y vivir.
Este era el deseo de Dios; no quería que el hombre estuviese solo, y noten que
afirma que “No es bueno que el hombre esté solo“. El razonamiento deductivo
de la palabra “no es bueno”, nos lleva a deducir que lo contrario sería malo,
por lo tanto; toda soledad es mala, deprimente y egoísta. Él expresa entonces
una gran idea; “le haré una ayuda idónea“ (Génesis 2:18). Esa
palabra; “idónea” envuelve un sentido profundo que va más allá del simple
hecho de estar juntos. Penetra en la acción de “estar unánime”; ser
complementos, hechos a semejanza, sintiendo lo mismo, siguiendo una misma
regla, que uno supla la deficiencia del otro etc.
Jamás podrán dos personas juntas llegar a un punto determinado en un
viaje si no estuvieran de acuerdo en lo relacionado a la ruta a seguir para al
lugar propuesto. De la misma forma, seria ingobernable un hogar cuando los
criterios de ambos cónyuges disten mucho de un punto común. ¿Qué ocurriría,
por ejemplo, si la madre desea enseñarle a su hijo a leer la Biblia, y el padre, al
ser musulmán, le induce a leer el Corán? O un ejemplo más común: ¿Cómo
podría corregir la malcriadeces de un hijo, si cuando el padre lo castiga, la
madre anula el castigo, diciéndole al hijo que no le haga caso al padre? Es ahí en
donde San Pablo argumenta el peligro de hacer vínculos con yugos desiguales, y
afirma: “No os unáis en yugo desigual con los no creyentes. Porque ¿qué
compañerismo tiene la rectitud con el desorden? ¿Qué comunión tiene la luz
con las tinieblas? ¿Qué armonía hay entre Cristo y Belial? ¿Qué parte tiene el
creyente con el no creyente?” (2 Corintios 6:14-15).
EL YUGO DESIGUAL
He vivido experiencias tristes con jóvenes que desobedeciendo la Palabra
del Señor y se han casado con incrédulos, creyendo que podrían traerlos a la
iglesia. El resultado, por regla general, fue al contrario, ellos -los incrédulos-
arrastraron al cristiano fuera de la iglesia, y no pudo imperar en el hogar los
principios de la Palabra en el gobierno familiar. No hay peor desastre para un
cristiano que tomar decisiones de “pactos” con personas que no sienten ni
piensan como él. Esto es a lo que Pablo se refiere cuando advierte “No os unáis
en yugo con los incrédulos“. No debemos aplicar este término “yugo desigual”
tan sólo a los matrimonios que en la fe no piensan igual. Creo que el sentido al
cual se refiere San Pablo va más allá de este asunto. Él analiza el peligro que hay
en los compromisos con los hijos de las tinieblas en cuanto a los negocios de
este mundo. Él le advierte a su hijo espiritual, Timoteo, que: “Ninguno en
campaña militar se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel
que lo alistó como soldado” (2 Timoteo 2:4).
Un soldado no puede tener tratos con aquellas catalogadas tropas
enemigas, o estar atado a asuntos que le puedan estorbar a la hora de ir al
combate. De igual forma, el que es soldado de Jesucristo debe tener cuidado de
no meterse en negocios con los hombres impíos de este siglo, máxime cuando
tiene que establecer pactos con los inconversos. He conocido testimonios de
hermanos que sinceramente se unieron a un amigo empresario para poner una
empresa. El incrédulo se aprovechó de la “ingenuidad” y el amor del cristiano, y
cometió muchas fechorías, llevando a la ruina a la empresa, para después
desaparecer, llevándose incluso el dinero de un préstamo. Como el cristiano era
fiador y parte de la empresa, fue demandado, y perdió su casa, fue llevado a
juicio, y su testimonio quedó afectado. Todo por un “amigo” que le llevo a la
ruina en un negocio que fracaso. Si en nuestro tiempo cuesta trabajo confiar en
los hermanos “por haberse multiplicado la maldad” (Mateo 24:12,) ¿Cuanto más
peligroso será confiar en los incrédulos de este siglo?
¿HASTA DÓNDE PODEMOS LLEGAR EN
NUESTRA RELACIÓN CON EL MUNDO?
Pero ¿qué hacer a la hora de establecer un negocio con las gentes del
mundo, pues es imposible vivir sin estar vinculados a ellos? Es ahí donde viene
la necesidad de aplicar la sabiduría y el discernimiento de Espíritu. No podemos
desconectarnos del mundo, para refugiarnos en conventos, como los monjes
ermitaños. Ni tampoco podemos evadir la realidad y la responsabilidad social.
Tenemos que juntarnos, comer y vivir con los pecadores, pero sin pactar con
ellos. Sin embargo, hay que ser más firme con aquellos que llamándose
“hermanos” se comporta igual que los pecadores. El apóstol Pablo retoma el
tema y dice en 1 de Corintios 5:9-11:”Os he escrito por carta que no os asociéis
con fornicarios. No me refiero en forma absoluta a los que de este mundo son
fornicarios, avaros, estafadores o idólatras, pues en tal caso os sería necesario
salir del mundo. Pero ahora os escribo que no os asociéis con ninguno que,
llamándose hermano, sea fornicario, avaro, idólatra, calumniador, borracho
o estafador. Con tal persona ni aún comáis“. Es interesante la referencia de que
si practicamos radicalmente la separación del mundo (no juntarnos con los
fornicarios de este mundo) nos veríamos obligados “a tener que salirnos del
mundo”, cosa contraria al deseo de Jesús;”No ruego que los quites del mundo,
sino que los guardes del maligno” (Juan 17:15). Sin embargo, no se debe tolerar
actitudes inmorales en aquellos que se dicen “hermanos”, por lo cual, se nos
recomienda que “con tal persona ni aún comáis”. Nuestra relación con el
mundo debe ser cautelosa. Debemos convivir con la realidad, y participar en ella
pero definiendo bien los limites, y saber hasta dónde podemos llegar. El poder
materialista y humanista está tratando de hacer que los cristianos queden
entrampados en una madeja de ofertas consumistas que los llevan al afán y
ansiedad, para que caigan en créditos, pactos y compromisos con los sistemas
dominantes de nuestra sociedad, y así socavar su moral e imponer los
antivalores, por lo que muchos se ven no solo presionados emocionalmente,
sino comprometidos testimonialmente.
INFLUENCIAS QUE DESTRUYEN LA RELACIÓN
Debemos tomar medidas drásticas para conservar los valores que socavan
la relación y la unidad de sentir. Si hay algo que esté matando el amor
actualmente es la división, contradicción e incomunicación. ¿Cómo es posible
que en una sociedad de tantos adelantos tecnológicos, en donde el mundo se ha
hecho pequeño por medio de los avances en la comunicación, estemos
incomunicados y en división? Sencillo, porque el mensaje que prevalece no es el
mensaje correcto. Porque el diablo tiene todo el control de los medios, y solo
deja oír aquello que turba, destruye y afecta la unidad familiar. Su mensaje es
claro; favorecer el aumento del divorcio, exaltar el adulterio y liberalidad sexual,
despertar las ansias por lo oculto, y promover los antivalores, usando para ellos
los medios disponibles.
¿Quienes son los que promueven los antivalores y hacen una apología al
sexo y la violencia? Las influencias del cine y la televisión. Esta pequeña
pantalla, con su cientos de opciones se nos ha colado en la intimidad del
hogar para no solo romper la comunicación, sino tomar control de la mente de
nuestros hijos, envenenándola con tóxicas inmoralidades. Se hace apología de la
violencia, defensa de lo inmoral y nos lleva a asimilar como normal los mensajes
negativos de los antivalores cristianos[50].
No quiero que me catalogues como “ultra-conservador”, creo que nadie se
condena por poseer un televisión, ya que el problema no está en las cosas, sino
en los principios que regulan las mismas. En tiempos atrás hubo evangelistas
que condenaron la televisión llamándole “el cajón del diablo”[51] y en sus
campañas destruían los televisores. Hoy no solo aceptaron la televisión, sino
que también la usan como medio de evangelización. El pecado no está en tener
un televisor, sino en no saber ejercer un criterio en la selección de programas, y
no permitir que la misma rompa los valores de la relación familiar. Es necesario
entender que; “Todo me es lícito, pero no todo conviene. Todo me es lícito, pero
no todo edifica” (1 Corintios 10:23). Es bueno saber lo que es lícito, y que no
edifica, para poder establecer un criterio educativo en nuestros hijos. No hay
que renunciar a los recursos tecnológicos, pero sí tenerlos bajo control, para que
no interrumpan nuestra única forma de mantenernos en acuerdo, que es por
medio de la comunicación familiar.
COMO PROTEGERNOS DE ESTOS PELIGROS
La única manera de fortalecer la unidad familiar en tiempos de división
es mediante un proceso correcto de fortalecimiento de las relaciones personales.
1º. CONOCERNOS. Tratar de lograr que entre los que vivan juntos no
existan secretos, misterios o asuntos ocultos que con el tiempo puedan
entorpecer, como fantasmas, una relación que día a día debe perfeccionarse.
Cuanto más nos conocemos, más deberíamos de entendernos. Este proceso
de conocerse envuelve dos pasos importantes:
LA RELACIÓN: Que es estar juntos.
LA COMUNICACIÓN: Que es expresarnos y dialogar hasta lograr un mismo
sentir. Cuando logramos estas dos cosas, el conocimiento nos lleva a la segunda
realidad de la relación:
2º COMPRENDERNOS. La comprensión es la absorción del sentir del
otro como mí propio ser. Aquí hemos evolucionado, pues alcanzamos una
unanimidad de criterio que se podría denominar “comunión”, lo cual es la
máxima expresión de la relación humana.
A través del acuerdo pondremos límites a muchas influencias extrañas
que pueden arruinar nuestras vidas, y evitar que los enemigos de la familia se
introduzcan en el hogar. Lograremos fortalecer a nuestros hijos, y ayudarle a
discernir entre el bien y el mal. Podremos discernir cuales son los
valores correctos que pueden aceptarse en la convivencia familiar, y cuáles son
los antivalores que debemos combatir a nivel vivencial, porque a nivel social
poco o nada podremos hacer.
~6~
UNA PROSPERIDAD QUE CAUSA DESTRUCCIÓN
Hemos descrito en el volumen anterior los elementos que fundamentan
los valores del hogar, y como estos están siendo minados por una serie de
influencias externas de antivalores, que restan solidez a la vivencia social. La
decadencia de la autoridad, la pérdida del temor y la falta de ejemplos correctos
son nuestros flagelos actuales, pero detrás de todos ellos hay otros elementos
poderosos que deberemos analizar aparte, principalmente el concepto de una
felicidad que emana de la prosperidad, lo que denominaré “materialismo
práctico”, y el poder del un gobierno que crea un super-estado, globalizando los
elementos económicos, culturales y pro-ductivos. Quiero reflexionar sobre “el
poder de los poderes”, que es “el dinero”, el cual trata de forjar un bienestar y
una prosperidad sin necesidad de los valores cristianos.
EL PODER CORRUPTOR DEL DINERO
¿Sabes cuál es la fuente de la corrupción? La ambición. ¿Y sabes de dónde
vienen los pleitos y las contiendas entre los hombres? Del deseo de tener; de la
envidia, codicia y avaricia, que es idolatría (Colosenses 3:5). Es ella la que
produce los desniveles sociales. La que lleva a los hombres a derrumbar los
muros de la moral tradicional para obtener, de cualquier forma, los bienes de
este siglo, dando lugar al soborno y la injusticia: “Porque yo conozco vuestras
muchas rebeliones y vuestros grandes pecados: que hostilizáis al justo, que
tomáis soborno y que hacéis perder su causa a los pobres en el tribunal (Amós
5:12).El dinero lleva a unos a la explotación, otros a la desesperación, y a
muchos a la corrupción. Es la que más combate en nuestros miembros para
dominarnos. El dinero corrompe las pasiones, para forjar negocios que
destruyen. El apóstol Santiago afirma:”¿De dónde vienen las guerras y de
dónde los pleitos entre vosotros? ¿No surgen de vuestras mismas pasiones que
combaten en vuestros miembros? Codiciáis y no tenéis; matáis y ardéis de
envidia, pero no podéis obtener. Combatís y hacéis guerra. No tenéis, porque
no pedís. Pedís, y no recibís; porque pedís mal, para gastarlo en vuestros
placeres” (Santiago 4:1-3).
Somos bombardeados por consignas materialistas. Como hemos
señalado, los padres sacrifican el tiempo que podrían dedicarles a sus hijos para
trabajar, y alcanzar un mejor nivel de vida. Se ha tenido el falso concepto de que
la felicidad depende del “capital”. Se trató de establecer un régimen social justo,
basado en los principios del comunismo, que distribuyera, de forma justa, las
riquezas, y afianzara el poder de “ser”, y no el poder de “tener”[52] proclamado
por la filosofía capitalista. Pero este sistema fracasó, y porque dentro del mismo
muchos cayeron en un capitalismo de estado. Se trató de cambiar el corazón
egoísta del hombre mediante leyes impositivas. y a través de una dictadura que
llegó a cometer injusticias tremendas[53].
El problema de la injusticia no se resuelve con leyes, sino con cambios de
actitud. El mal que destruye familia y sociedad es el egoísmo que engendra la
avaricia, y esta semilla la tenemos todos, y solo naciendo de nuevo podemos
liberarnos de ella. Dice la Palabra al respecto en Eclesiastés 5:10:”El que ama el
dinero no quedará satisfecho con dinero, y el que ama las riquezas no tendrá
beneficio. También esto es vanidad”
LA ACTITUD CRISTIANA FRENTE A LOS BIENES
¿Qué es avaricia?[54] Es el deseo convulsivo por tener. Es dependencia a
las cosas como fuente de felicidad. Es el acumular bienes, y otorgarle poderes
sobre nuestra vida. Es darle cabida a la ambición, que desencadena la codicia.
¿Qué es codicia?[55] Querer acaparar bienes y tener más de lo que otros tienen
lo cual genera la envidia. En Éxodo 20:17 uno de los
mandamientos establece; “No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás
la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa
alguna que sea de tu prójimo”. Cuando alguien incuba esta codicia, que nace de
la envidia, es capaz de buscar, por caminos falsos, el tener lo que
desea:”Codician los campos y los roban; codician las casas y las toman.
Oprimen al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad” (Miqueas 2:2).
Cuando el materialismo práctico domina, se establecen parámetros
comparativos en las relaciones humanas, y se lucha por alcanzar ciertos niveles
sociales, olvidando principios y valores. El dinero nos lleva a tener, y el tener se
convierte no solo en un medio para vivir, sino en una meta pasa ser[56].
POSICIÓN CRISTIANA FRENTE AL TENER
Debemos entender cuál debe ser la actitud cristiana frente a las cosas, y
forjar un estilo de vida en donde el dinero, la avaricia y el deseo de tener no
opaque el amor, la relación y el servicio a los demás. Para ello debemos definir
los principios bíblicos de estas verdades. Esto nos lleva a establecer tres
elementos que, según su posición, determinarán nuestra actitud y relación
social[57].
Dios es soberano, en todo y sobre todo es Señor. Nosotros somos su
creación, y las cosas son recursos para servirnos. Dice Génesis 1.28; “Dios los
bendijo y les dijo: “Sed fecundos y multiplicaos. Llenad la tierra; sojuzgadla y
tened dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales
que se desplazan sobre la tierra“. Noten que el hombre se iba a enseñorear de
las cosas; “sojuzgadla y tener dominio“, y no eran las cosas las que iban a tener
el dominio sobre el hombre.
El tener es subsecuente del vivir, trabajar, servir, y amar. Nunca los
bienes pueden equipararse a las personas. Aceptamos el “vivir” como más
importante que el “tener”, y sujetamos este deseo de “tener” tan solo a las
prioridades básicas de la existencia:”Así que, teniendo el sustento y con qué
cubrirnos, estaremos contentos con esto” (1 Timoteo 6:8). Esto no imposibilita
que podamos alcanzar bendiciones superiores, las cuales serían consideradas
“una gracia de Dios”, y esta prosperidad no debe afectar nuestra dependencia en
Dios, ni nuestra relación con los demás, por lo que debemos tomarla de la
misma forma que si hubieran situaciones de pobreza como dice Filipenses 4:12:
“Sé vivir en la pobreza, y sé vivir en la abundancia. En todo lugar y en todas
las circunstancias, he aprendido el secreto de hacer frente tanto a la hartura
como al hambre, tanto a la abundancia como a la necesidad”. Lo
importante es aceptar la soberanía de Dios sobre todas las circunstancias, como
afirmó el apóstol Pablo antes de hacer esta confesión en Filipenses 4:11; “.. Pues
he aprendido a contentarme con lo que tengo”.
CUANDO LOS BIENES SON LOS QUE DOMINAN
¿Qué ocurre cuando somos dominados por los bienes materiales. En el
siguiente gráfico veremos cómo las cosas llegan a ocupar un espacio igual a las
personas, o sea, equiparamos los bienes a las personas, por lo que comienzo a
valorar a las personas por lo que poseen. Tengo ahora a Dios, y a la vez mis
bienes. Lentamente estos ocupan un lugar más elevado en nuestras vidas.
Aquí aparecen la discriminación, comparación, diferencias entre ricos y pobres,
entre sabios e ignorantes etc. Nacen las castas, clases sociales, argollas y
privilegiados. Esta realidad cambia nuestro comportamiento social. En el
ejemplo lo vemos por ejemplo en como nuestra sociedad iguala el tener con el
ser. Ahora las cosas no son una añadidura, sino un objetivo. Jesús es una cosa
más, los bienes dominan sobre Dios. ¿Y es qué los bienes se convierten en
objetivo? ¡Sí! Cuando el deseo o la falta de estos bienes producen en nosotros
una preocupación que nos lleva al afán y a la vez origina la envidia. Jesús dijo en
Mateo 6:25: “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de
comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No
es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?”.El maestro
expone el peligro de la preocupación de los discípulos por los bienes materiales,
y usa la expresión “afán” que significa “deseo de tener o poseer algo“, con lo
cual entramos en la cadena que origina la codicia, y que lleva a la avaricia. Una
vez que hay preocupación por las cosas materiales, caemos en el deseo de que no
nos falte nada, sobrevalorando el tener. Entonces aparece el amor al dinero; 1
Timoteo 6:10:”porque el amor al dinero es raíz de todos los males; el cual
codiciando algunos, fueron descarriados de la fe y se traspasaron a sí mismos
con muchos dolores”. ¿Puede la preocupación por los bienes materiales afectar
nuestras relaciones humanas? Sin la menor duda, “SÍ”, nos afecta, porque en
nuestro deseo de tener bienes, claudicamos o venderemos nuestros principios,
lo que ocasiona un deterioro moral en todos los ámbitos de las relaciones
humanas. Recordemos que Judas vendió a su maestro por 30 piezas de plata
(Mateo 26:15) y Ananías y Safiras, por amor al dinero, trataron de engañar a los
discípulos, no dando lo que habían prometido (Hechos 5:1.11).
Cuando los bienes materiales) se interponen entre las personas, nuestra
relación se vuelve conflictiva. Esto impide una correcta comunicación. El interés
aparece, pues el tiempo vale oro. La sinceridad se pierde, y la envidia domina.
Entonces ponemos entre los hijos y los padres objetos que tratan de dar
felicidad, y ocupar el espacio que la falta de relación física afectiva deja. Es
cuando uno vale por lo que tiene, y no por lo que es. Es cuando medimos el éxito
por las riquezas, el automóvil, la casa, la ropa etc. Es cuando establecemos
parámetros que miden a las personas por su condición económica y social. Nos
volvemos interesados. Aparece la hipocresía social, la falsa apariencia, el deseo
de demostrar que tengo y puedo, entonces cedo al crédito fácil, al trabajo
desesperado, al superarme a costa de cualquier precio. Fácilmente entra el
engaño, la mentira y la corrupción. Aparece la traición, el fraude, el soborno. Es
cuando las relaciones humanas pasan por la escala del “tener”, perdiéndose el
sentido correcto de amor y del darnos a los demás. Todo esto forja una relación
incorrecta. Lo triste es que esta actitud o espíritu humano pecaminoso invaden a
muchos cristianos, víctima de una mal llamada teología de la prosperidad.
CUANDO LA CODICIA REINA EN EL CORAZÓN
Pero la codicia genera la avaricia, elevando así el poder de “tener” a una
dimensión superior. Llegamos a depender tanto de las cosas, que desplazamos
la confianza y la soberanía de Dios en nuestras vidas a un segundo plano,
acomodándonos al bienestar, y perdiéndose el espíritu de entrega a los demás.
Dios queda marginado a ciertos parámetros de nuestra sociedad, lo encerramos
en la iglesia, y forjamos una religiosidad vacía de amor y compromisos. Es
entonces cuando los bienes no solo se interponen entre los hombres, sino que
lentamente se coloca entre el hombre y Dios. Para entender mejor este aspecto
mostraremos la siguiente ilustración: El bienestar bloquean las relaciones
humanas y espirituales. Cuando el materialismo práctico domina, y el “tener” es
una meta del vivir, ocurre lo siguiente; Nuestra fe se vuelve interesada; solo
buscamos de Dios las bendiciones materiales, exaltando el tener más que el ser y
servir. Los Bienes son un obstáculo para consagrarnos al Señor, y nos
afanamos tanto a ellos que olvidamos algunas cualidades cristianas; sólo
buscamos de Dios las bendiciones materiales, y nos olvi-damos de compartir,
servir al necesitado, dedicarle tiempo a los hijos etcétera. El deseo de obtener
bienes de consumo se convierte en una obsesión que lleva a valorar las
relaciones humanas en base a los bienes que las personas poseen, naciendo el
interés, que a su vez crea los parámetros que determinan los niveles sociales.
Cuando esto ocurre, Dios queda opacado, y las riquezas se convierten en nuestro
“dios” como dice la Palabra en Deuteronomio 32:15:[58] : “Jesurún se engordó
y dio coces. (Te hiciste gordo, grueso y rollizo.) Y abandonó al Dios que lo hizo;
desdeñó a la Roca de su salvación”. Y todo como consecuencia de una
prosperidad que invadió el espacio que debía ocupar Dios.
LAS CAUSAS DE MUCHOS PROBLEMAS DE
RELACIÓN
No existe en el mundo un elemento que genere más con-tienda, pleitos,
corrupción y violencia que el deseo de tener, el “amor al dinero”. Éste lleva a las
prácticas más bajas, y muchos le venden su alma al diablo por obtener el poder
económico. El dinero ab-sorbe, arrastra, envuelve a los que desean bienestar.
Destruye la integridad, la honestidad y la moral cristiana. Podemos afirmar que
muchos valores morales son destruidos cuando el deseo de tener controla
nuestros pensamientos, cayendo cautivos en los brazos del consumismo, que a
su vez nos encierra en las rejas terribles del crédito fácil, del cual muchos se
hacen esclavos.
Si deseamos determinar las bases de una relación correcta, podemos
afirmar que ésta nace de un amor que no tiene intereses de por medio. Esta
relación, sin nada de por medio, es el amor que nace de Dios. Es la base que
fortalece las relaciones familiares, eclesiásticas y sociales. Es lo que San Pedro
llamó “Amor Fraternal”: “Habiendo purificado vuestras almas en obediencia a
la verdad para un amor fraternal no fingido, amaos los unos a los otros
ardientemente y de corazón puro;” (1 Pedro 1:22). “Y por esto mismo,
poniendo todo empeño, añadid a vuestra fe, virtud; a la virtud, conocimiento;
al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, perseverancia; a la
perseverancia, devoción; a la devoción, afecto fraternal; y al afecto fraternal,
amor” (2 Pedro 1:5-7). Notemos que el amor fraternal debe ser “no fingido,
ardiente y de corazón puro” y además, es necesario poner empeño en él como
un elemento que evita la corrupción, dominante en el mundo del cual salimos, y
que se menciona en 2 Pedro 1:4: “Mediante ellas nos han sido dadas preciosas
y grandísimas promesas, para que por ellas seáis hechos participantes de la
naturaleza divina, después de haber huido de la corrupción que hay en el
mundo debido a las bajas pasiones”
Cuando los bienes no están puestos en el lugar correcto se afecta nuestra
vida total. El problema no es negar la posesión de bienes, o renunciar a ellos,
sino colocarlos en el lugar apropiado, y evitar que éste influya en mi conducta.
Cuando el “tener bienes” es importante, y una prioridad del vivir, nuestra vida
enfrentará conflictos en muchas áreas de las relaciones humanas y espirituales.
Los bienes, en esta situación, se interponen entre yo y los demás, y entre Dios y
mi vida, no pudiendo practicar un amor sincero, desinteresado y de entrega
absoluta: Los bienes se interponen entre Dios y los hombres, y entre hombre
con hombre, creando barreras que engendran “egoísmo”, pues vivimos para
“tener” y no para “ser”, ocurriendo grandes males en las relaciones humanas. En
esta condición “el tener bienes” se convierte en una “maldición”. Es ahí donde
el Señor trata de enseñarnos que no debemos dejar que el “tener” destruya los
valores morales que envuelve el vivir confiando en su misericordia y bendición.
EL DIOS QUE PROSPERA Y BENDICE
¿Se atrevería alguien a negar que Dios bendice y prospera a sus hijos?
Toda la Biblia nos muestra el poder sustentador y proveedor de Dios para sus
hijos. Cuando Moisés fue llamado a libertar a su pueblo, el Señor le prometió
que les llevaría a una tierra “que fluiría leche y miel” (Éxodo 3:8) y prometió
bendecir la tierra que su pueblo trabajara, siempre y cuando fueran fieles a sus
mandatos: “Guardad, pues, las palabras de este pacto y ponedlas por obra,
para que prosperéis en todo lo que hagáis” (Deuteronomio 29:9).“Entonces
serás prosperado, si cuidas de poner por obra las leyes y los decretos que
Jehová mandó a Moisés para Israel. Esfuérzate, pues, y sé valiente. ¡No temas
ni desmayes!” (1 Crónicas 22:13). Si la ley de Dios regula la posesión de bienes,
estos jamás serían un estorbo para glorificar al Señor, pero si los bienes
desplazaban a Dios, entonces la prosperidad se convertía en maldición. Es
importante determinar que la prosperidad no es una meta espiritual o
milagrosa, sino el producto de una obediencia al Señor. La prosperidad está
relacionada con el trabajo ejecutado por nuestras manos. No se tienen bienes
como producto de una acción mágica, tipo lotería, o por invertir en la bolsa de
valores de Dios, sino como premio a un esfuerzo que hacemos por obedecer el
mandamiento del Creador dado a Adán; “Con el sudor de tu frente comerás el
pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado. Porque polvo eres
y al polvo volverás”(Génesis 3:19). Dios ha prometido prosperar todo aquello
que nuestras manos hagan, si somos buenos mayordomos: “Jehová tu Dios
hará que sobreabundes en toda la obra de tus manos, en el fruto de tu vientre,
en el fruto de tu ganado y en el fruto de tu tierra. Pues Jehová volverá a
gozarse en ti para bien, así como se gozó en tus padres“(Deuteronomio
30:9).”Entonces, cuando siembres la tierra, él dará lluvia a tu sembrado. El
alimento que produzca la tierra será sustancioso y abundante. En aquel día
tus ganados serán apacentados en amplias praderas” (Isaías 30:23).
Somos prosperados cuando trabajamos de forma sosegada, obteniendo lo
necesario, sin afán ni ambición. Si Dios da más, pues amén, seguiremos
trabajando igual. Los bienes deben ser producto del trabajo, y deben obtenerse
para glorificar a Dios, suplir nuestra necesidad y también la de los hermanos
necesitados: “En todo os he demostrado que trabajando así es necesario
apoyar a los débiles, y tener presente las palabras del Señor Jesús, que dijo:
Más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35, ver también 2
Tesalonicenses 3:6-10). Cuando al tener más se deja de dar, la semilla de la
codicia está naciendo. Cuando al tener bienes nos acomodamos y le rendimos
culto a las cosas, vamos camino a la avaricia, que es idolatría (Col 3:5).
CUANDO LA BENDICIÓN SE VUELVE
MALDICIÓN
Los relatos bíblicos están llenos de situaciones como esta: Cuando Israel
era liberado, y prosperado por Dios, se apartaban de Él, y se volvían a la vanidad
e idolatría. Cuando lo perdían todo, por medio del cautiverio y la esclavitud,
clamaban a Dios, y se arrepentían. Este es el mensaje que continuamente
encontramos en los libros históricos del Antiguo Testamento. Nehemía lo
expresó claramente cuando escribió en el capítulo 9:28; “Pero una vez que
tenían paz, volvían a hacer lo malo delante de ti, (referencia a Dios) por lo
cual los abandonaste en mano de sus enemigos que los dominaron; pero
volvían a clamar otra vez a ti, y tú desde los cielos los oías y según tus
misericordias muchas veces los libraste”. Si a una persona le prestó $50
dólares, a otro $100 y a otro $1000, y se les perdono a todos la deuda ¿quién
debería estar más agradecido? Aquel a quien más se le perdonó. Si un país o
persona es bendecido por Dios con prosperidad material; ¿no deberían ser más
agradecidos a Dios que aquellos que recibieron menos? Pero en la práctica no es
así.
Hay una realidad que he comprobado al viajar por casi todos los países
prósperos de Europa y los pobres de Latino América. En donde la gente vive
mejor y tiene más, el bienestar ha opacado el compromiso con Dios, y los
creyentes son más egoístas, tienden a reducir los valores morales, y se fabrican
los antivalores que dominan el sistema. ¿De dónde vienen las modas y las
influencias anticristianas? Además, la entrega al Señor se vuelve superficial y
religiosa. Es por ello que el cristianismo está en proceso de regresión en estos
lugares. En los Estados Unidos y en la Europa próspera, la tendencias es a que
las iglesias queden vacías, y se conviertan en recuerdos históricos, museos a
donde sólo se va los domingos, o cuando hay calamidad, como ocurrió en los
Estados Unidos durante la guerra del golfo pérsico, cuando los templos se
llenaron clamando por la victoria de sus tropas. Pero una vez que pasó la crisis,
cada cual volvió a lo suyo, los templos quedaron de nuevo semi-vacíos, y fueron
a rendirle culto al “dios prosperidad”. Mientras que en los países ricos el
cristianismo está en proceso de extinción, en los pobres (del tercer mundo)
ocurre todo lo contrario. Cuanta más miseria y crisis confrontan estas naciones,
más poderosa se hace la Iglesia. Esto refleja que cuando no se sabe asimilar la
prosperidad, de acuerdo al parámetro moral de la Palabra, la bendición del
tener se convierte en una maldición que nos aleja de Dios.
En estos casos los móviles son buenos -proteger a los niños del maltrato
de padres enfermos-, y las causas lógicas -el Estado es garante del bien común-,
pero lentamente, y por razones justificadas, el Estado absorbe el papel de la
familia, y anula los principios de autoridad según la Palabra[59]. Sería bueno
definir que es corrección y que es represión, como hemos señalado
anteriormente, y aunque el Estado debe castigar la violencia familiar, de
cualquier índole, se hace necesario determinar ¿qué es violencia familiar?, en
vez de adoptar medidas radicales. Esto representaría que los padres tienen
derechos de corregir a sus hijos siempre y cuando lo hagan dentro de ciertos
postulados correctos que excluyen la tortura y crueldad física y verbal. ¿Sería
lógico, debido a la imprudencia con las leyes de tráfico que algunos
automovilistas tienen, se prohíba a las personas conducir a menos de que lleven
un policía al lado?
Hay derechos y hay deberes en la relación padre-hijos e hijos-padres, y el
Estado debe respetar esto, siempre y cuando se haga dentro de un marco de
legalidad. Así que un padre puede darle una buena nalgada en el trasero a su
hijo, después de ser amonestado, haya incurrido en una falta, pero no debe
pegarle con un palo, violentamente, fracturarle un hueso u otra herida, porque
eso sí es delito condenado aun por la Palabra de Dios.
1960 1990
Una Cabeza 60% 30%
Para entender mejor esta crisis hay que identificar los valores, los cuales
lentamente fueron absorbidos por los antivalores, creándose dentro de la
sociedad una escala diferente para medir la conducta familiar y social. De
manera que algo que antes era correcto, sólido y firme, ahora es obsoleto,
caduco y fuera de lugar, pues con el cuento de que “los tiempos cambian” y hay
que abrirse al progreso, se mutilan principios, y se establecen criterios
atentatorios con la moral clásica, llamada por los liberales
“fundamentalismo arcaico”. Pero ¿serán tan arcaicos estos principios? ¿No
revela la realidad el fracaso de la antimoral, proclamada por el mundo de hoy, y
en la cual se está forjando una sociedad víctima de violencia, falta de respeto
por la vida, y depravada? Pero ¿conoceremos los valores morales que nacen de
la Palabra de Dios? En la primera parte definimos los valores, ahora
debemos descubrir los antivalores que nos gobiernan, y esto es lo que hemos
hecho. Pero todavía hay más, pues paralelamente al poder del Estado, hay otros
poderes que controlan a los gobiernos, y determinan la nueva moral del mundo
del mañana, y de ello hablaremos en el siguiente capítulo.
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~8~
LOS PODERES QUE SE MUEVEN
A FAVOR DE LOS ANTIVALORES
No podemos negar que detrás de la decadencia moral que vivimos hay
intereses y poderes creados que mueven muchos recursos para imponer sus
ideas, y arrinconar las verdades fundamentales del cristianismo. Pero antes de
ahondar en el tema, debemos definir cuáles son esos poderes contra los cuales
tenemos que luchar los cristianos.
LOS PODERES DOMINANTES
En nuestro mundo estamos sometidos a una lucha espiritual que abarca
diferentes frentes, sin entrar en las especulaciones que hacen los promotores de
la “guerra espiritual”. No podemos ignorar que hay tres poderes -o fuerzas-
operando en diferentes dimensiones de la degradación moral de la humanidad y
que son:
1º Los poderes de las tinieblas. Encabezados por Satanás con sus legiones
de ángeles caídos, y demonios que actúan en todas las esferas del diario vivir de
la humanidad (Efesios 6:12). Su labor es engañar, oprimir y degradar al hombre.
2º Los poderes gobernantes y sociales. Que operan bajo las influencias de
los primeros poderes -las huestes satánicas-, y que tratan de establecer leyes y
mecanismos que restrinjan los valores morales, e impongan los antivalores,
proporcionando incluso recursos para financiar campañas que desde una óptica
bíblica son corruptas. Un modelo de ello es la promoción contra las
enfermedades sexuales, como el SIDA, con la distribución de preservativos
(condones), y las campañas a favor del aborto.
3º Los poderes económicos. Detrás de los cuales se esconden empresas y
transnacionales que obtienen grandes ganancias a costilla de la promoción de
objetos, sustancias o información contraria a la moral cristiana. Dentro de este
grupo existen dos tipos de empresas:
A- Aquellas que son legales pero producen daño a la humanidad, y operan con
el beneplácito de los gobiernos, muchas veces sobornando a éstos para imponer
sus negocios.
B- Y las ilegales, que no son aceptadas, y contra las cuales aparentemente se
lucha, pero su poder tras bastidores mueve grandes influencias dentro del
mundo de la política y la jurisprudencia, como el narcotráfico, el contrabando
de armas y algunos juegos de azar.
EL MIEDO A PERDER MÁS CERDOS
Esta realidad se hace patente en la Palabra de Dios, pues los profetas,
cuando no ofrecían el mensaje que le interesaba a los poderes dominantes, eran
apedreados y echados de la ciudad, haciendo referencia de ello el mismo
Señor: “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te
son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, así como la gallina junta
sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste!” (Mateo 23:37).
Jesús sufrió el rechazo de los intereses creados a la hora de ofrecerle
liberación a los oprimidos del diablo. Un hecho singular fue la liberación del
endemoniado gadareno, relato que está en tres de los evangelios, pero que
tomaremos principalmente el que se encuentra en Marcos 5:1-20. Al observar
este acontecimiento, vemos como Jesús libera a un hombre atado y poseído por
las fuerzas del mal, que era violento, y tenía su residencia en los sepulcros, en la
región de los gadarenos. En esa liberación hubo una concesión de parte de Jesús
a los demonios, que no querían quedar en los aires[77], por lo que fueron
pasados a un ato de cerdos, que después se lanzaron por un despeñadero (versos
12-13). El endemoniado quedó libre, y dice la Palabra que la gente del
pueblo; “Llegaron a Jesús y vieron al endemoniado que había tenido la legión,
sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo” (Marcos 5:15). Uno
pensará, que de seguro que la gente del pueblo se alegraría al ver a un
conciudadano, que era una amenaza pública, quedar liberado del poder
maligno, pero ¡NO!, al contrario, se molestaron: “ellos comenzaron a implorar
a Jesús que saliera de sus territorios”. (Marcos 5:17). ¿Por qué expulsaron a
Jesús de Gadara? Porque tenían miedo de perder más cerdos, pues dos mil se
precipitaron por un despeñadero (verso 13) y le dijeron a Jesús que se fuera. El
verso anterior los que habían visto la liberación contaron qué como había
acontecido (Marcos 5:16), y esta última parte “lo de los cerdos” no les agradó
mucho, y despacharon a Jesús de la ciudad, pues no querían perder más cerdos,
aunque los hombres quedaran liberados.
LAS GANANCIAS ILÍCITAS
A través del engaño los hombres se han aliado a las huestes diabólicas
para explotar la ignorancia de los seres humanos. Estos han fabricado intereses
que aunque son diabólicos, producen gran-des dividendos y jamás van ha
aceptar que la verdad prevalezca. Esto fue lo que le ocurrió a Pablo en cierto
camino en la provincia de Macedonia. Veamos el relato bíblico:“Aconteció que,
mientras íbamos al lugar de oración, nos salió al encuentro una joven esclava
que tenía espíritu de adivinación, la cual producía gran ganancia a sus amos,
adivinando. Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, gritaba diciendo: –¡Estos
hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de
salvación! Hacía esto por muchos días. Y Pablo, ya fastidiado, se dio vuelta y
dijo al espíritu: –¡Te mando en el nombre de Jesucristo que salgas de ella! Y
salió en el mismo momento. Pero cuando sus amos vieron que se les había
esfumado su esperanza de ganancia, prendieron a Pablo y a Silas y los
arrastraron a la plaza, ante las autoridades” (Hechos 16:16-19).
Notemos como el poder libertador de Dios produce reacciones en los que
pierden ganancias por medio del engaño y las prácticas satánicas. ¿Cuántos hoy
día se oponen al Evangelio porque temen que se les esfume sus esperanzas de
ganancias a través acciones que son inmorales y de origen diabólico? La Palabra
revela el poder de las tinieblas y lo disipa, descubre el engaño y libertad del
pecado al oprimido, y muchos intereses que se alimentan del pecado no podrán
quedar callados, por lo que lucharán para destruir el poder de la Iglesia sobre la
sociedad.
Pudiera seguir describiendo intereses corruptos, pero creo que con los
expuestos tenemos suficiente para entender los graves peligros que tendremos
que afrontar en el futuro a la hora de combatir el pecado, y como iglesia
debemos estar listos para entrar en una etapa de persecución, opresión y ataque
de todos los frentes, a menos que seamos devorados por estos males, que como
un cáncer lo envuelven todo. Se sabe que los que tienen el poder económico
tienen el control político y de los medios de comunicación. Es por ello que en
cuanto a la proclama de la moral cristiana nos encontramos en completa
desventaja, pues nuestra lucha se hace doblemente dura, porque luchamos
contra el poder diabólico, por un lado, y por el otro nos enfrentamos a un poder
económico en manos de los hijos de las tinieblas que nos acorrala, oprime y
margina, estando la Iglesia en franca desventaja frente al poder de los intereses
creados.
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~9~
HACIA UNA SOCIEDAD
SIN VALORES
Nuestro futuro, como cristianos en los últimos tiempos, está definido en
la profecía bíblica. Jesús dijo:”Porque como en los días de Noé, así será la
venida del Hijo del Hombre. Pues como en aquellos días antes del diluvio
estaban comiendo y bebiendo, casándose y dán-dose en casamiento hasta el
día en que Noé entró en el arca, y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio
y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre” (Mateo
24:37-39) ¿Y cómo estaba la sociedad que le tocó vivir Noé? Génesis 6:11-12, lo
describe claramente:”La tierra estaba corrompida delante de Dios; estaba
llena de violencia. Dios miró la tierra, y he aquí que estaba corrompida,
porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra”. Notemos las
dos palabras claves“CORRUPCIÓN Y VIOLENCIA”. ¿Y no es este del
panorama actual? ¿Qué es lo que vemos todos los días en la televisión y los
periódicos? Vio-lencia, escándalos de corrupción, violaciones sexuales,
guerras fratricidas de hermanos contra hermanos etc. Todos los pronósticos
muestran un futuro sombrío para la humanidad, tanto en lo moral, económico
como ecológico.
¿CÓMO ENFRENTAR ESTA REALIDAD?
Se han quitado los frenos del temor moral, y la sociedad es presa de una
violencia y depravación terrible. Sodoma y Gomorra se quedan pequeñas antes
la realidad que vivimos. ¿Y nosotros qué podemos hacer como Iglesia?
Recordemos la amonestación apostólica;”Por esto, teniendo nosotros este
ministerio (predicar los valores cristianos) según la misericordia que nos
fue dada, no desmayamos. Pero rechazamos los tapujos de vergüenza, no
procediendo con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino que, por la
clara demostración de la verdad, nos recomendamos a nosotros mismos a
toda conciencia humana delante de Dios” (2 Corintios 4:1-2, la expresión en
corchete es énfasis del autor). Y seamos conscientes que al hacerlo,
sufriremos el rechazo de un mundo que no quiere oír la verdad, por vivir en
placeres y deleites carnales. San Pedro escribe: “Tienen los ojos llenos de
adulterio y son insaciables para el pecado. Seducen a las almas inconstantes.
Tienen el corazón ejercitado para la avaricia. Son hijos de maldición” (2 Pedro
2:14), por lo que tenemos que estar dispuestos a predicar pese, a la oposición de
los intereses dominantes, y aceptar incluso la persecución y el vituperio, al cual
estarán sometidos los verdaderos cristianos en los tiempos finales, y si lo
dudáis, fijaros bien en la Palabra profética de 1 Pedro 4:12-14: “Amados, no os
sorprendáis por el fuego que arde en-tre vosotros para poneros a prueba,
como si os aconteciera cosa extraña. Antes bien, gozaos a medida que
participáis de las aflicciones de Cristo, para que también en la revelación de su
gloria os gocéis con regocijo. Cuando sois injuriados en el nombre de Cristo,
sois bienaventurados; porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre
vosotros”
LAS DOS IGLESIAS DEL FUTURO
En las características dadas por la visión de Juan en Apocalipsis se
muestran varios modelos de iglesias, entre ellas se menciona la de Filadelfia,
símbolo de la Iglesia fiel y verdadera, y se presenta como un modelo de iglesia
que será sometida a pruebas, y no tiene ni una mayoría ni un poder económico,
como la de Laodicea, de la cual se dice que es; “rica y no tiene necesidad de
ninguna cosa“ Apocalipsis 3:17. De la iglesia de Filadelfia se dice que “…tienes
pocas fuerzas, y has guardado mi palabra y no has negado mi
nombre”(Apocalipsis 3:8 RVR). Esta expresión “NO HAS NEGADO MI
NOMBRE“ refleja una actitud de confesión de Jesús en momentos difíciles, en
donde por ser cristianos sufrirían el oprobio de la gente. Algunos podrán
afirmar que esto pertenece al pasado, que vienen tiempos gloriosos, pero ¡NO!,
estoy seguro que las pruebas para los cristianos será una realidad muy cercana.
De ello dice Timoteo 4:1:”Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos
tiempos algunos se apartarán de la fe, prestando atención a espíritus
engañosos y a doctrinas de demonios“. Debemos estar preparados para
enfrentarnos a la pérdida de valores con una actitud firme, para defender
nuestros principios.
DISCREPANCIAS TEOLÓGICAS SOBRE EL RAPTO
La falta de conciencia en relación a los acontecimientos futuros ha
originado que muchos cristianos ignoren la decadencia moral y social que nos
embargaría. Quizás el deseo de optimismo en tiempos difíciles, o la
interpretación incorrecta de las profecías bíblicas, les ha llevado a descartar los
peligros que envolverían la pérdida de valores morales en los tiempos del fin.
Dentro de nuestro mundo evangélico existen cuatro posiciones respecto a los
acontecimientos futuros en relación a la iglesia del Señor, y todas ellas tienen
peso bíblico, aunque en asuntos escatológicos no podemos ser dogmáticos. Las
tendencias dominantes respecto a los acontecimientos futuros, y el papel de la
iglesia en los tiempos finales se representan con cuatro puntos de vistas; uno es
completamente errado, los otros son discutibles.
esperamos tu venida.
CONDUCTA DE LA MUJER
¿Cuál es el rol de la mujer en la iglesia y en el hogar según la Biblia? ¿Pueden las
mujeres ser pastoras, predicadoras o líderes de las iglesias?
Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que
no creen a la Palabra , sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas. 1 Pedro
3:1
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor. Efesios 5:22.
Que enseñen a las mujeres mas jóvenes Tito 2:3
La mujer aprenda en silencio con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar,
ni ejercer domino sobre el hombre, sino estar en silencio, porque Adán fue formado
primero, después Eva; yb Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada,
incurrió en transgresión. 1 Timoteo 2:11-15
El orden de roles y funciones establecidos por Dios desde la creación para el hombre y
la mujer, determinan que uno de los dos debe ser la cabeza, la guía o el líder, tanto en el
hogar como en la Iglesia.
Sabemos por el resto de enseñanza bíblica que el rol de cabeza fue asignado por Dios al
varón. Lastimosamente este tema es poco tratado hoy día debido al surgimiento de
corrientes feministas dentro y fuera de la Iglesia. Estos movimientos seculares
pretenden alcanzar “la igualdad total entre hombres y mujeres”. Que no haya
“discriminación” en ningún sentido para la mujer. La idea es que ellas puedan ocupar
cargos y realizar funciones a la par con el hombre: Presidentas, futbolistas, soldados,
sacerdotes, jefes de hogar y hasta pastoras y obispos.
Si bien es cierto que durante mucho tiempo la mujer sufrió la marginación absurda de la
vida pública, y estaba confinada solamente al hogar, desaprovechándose todo el
potencial que ellas tienen para el beneficio de la sociedad, también es cierto que los
movimientos feministas no han producido un bienestar real para la mujer, y mucho
menos para la sociedad. Desde que estos movimientos han cobrado fuerza y su
influencia se ha dejado sentir por doquier, los divorcios, separaciones, abortos y otros
pecados relacionados se han incrementado notoriamente.
Los que defendemos el papel de liderazgo asignado por Dios exclusivamente a los
hombres, somos acusados de mantener una posición machista y discriminatoria. Es mas,
he escuchado numerosas veces a mujeres y hombres creyentes argumentando que la
Biblia, y en especial el apóstol Pablo, tienen una postura machista y tradicionalista
emanada de la cultura en la cual vivían.
Pero es importante aclarar estas argumentaciones porque de esto dependerá gran parte
de la comprensión y la consecuente aceptación de las normas bíblicas:
2. Los creyentes que se han atrevido a lanzar juicio sobre los escritos de Pablo, aunque
solo haya sido en el tema del papel de la mujer, no han hecho otra cosa que acusar al
Espíritu Santo que lo inspiró. Pero deben saber que se encuentran en un serio peligro
espiritual porque “todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la
blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que dijere alguna
palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el
Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero” Mateo 12:31-32.
Cuando el corazón del hombre, así sea miembro de una iglesia cristiana, se cierra a
alguna parte de la revelación divina está iniciando el camino del endurecimiento de su
corazón y algún día terminará apostatando de la fe.
Iniciar rechazando alguna parte de las Escrituras ha sido la génesis de todos los
movimientos sectarios y heréticos que hoy día pululan. Y esto debe ser así, porque si el
hombre se considera con la facultad para determinar qué porciones o enseñanzas de las
Escrituras tienen validez hoy día y cuáles no tienen validez, entonces terminará
entresacando lo que mas le agrade. Pero el resultado será una obra humana, no divina.
Las iglesias que hacen esto muy pronto terminarán convirtiéndose en sinagoga de
Satanás y se apartarán totalmente de la verdad. El señor no ha dado autoridad para que
ningún hombre, creyente, pastor, cuerpo de ancianos, directivos eclesiásticos, sínodos
nacionales o universales de clérigos, legislen sobre las Escrituras Sagradas. Ellas fueron
dadas como la base segura para la edificación del pueblo de Dios y deben ser aceptadas
en su totalidad, o de lo contrario, las iglesias que la mutilen dejarán de ser verdadera
Iglesia de Cristo.
Las personas que rechazan el papel de liderazgo a favor exclusivo del hombre, arguyen
que la Iglesia Cristiana de este siglo no puede ni debe actuar de la misma forma que el
pueblo de Dios en el Antiguo Testamento o la Iglesia primitiva, porque ellos estaban
inmersos en una cultura machista que rechazaba y alienaba a la mujer para desempeñar
cualquier función pública. Es decir, Dios permitió que su nación Israel y la Iglesia
primitiva restringieran la labor de la mujer en el ámbito público y religioso solamente
para amoldarse a la situación cultural de la época. Pero siendo que en este siglo la
cultura abre las puertas para que las mujeres sean gerentes, alcaldesas, gobernadoras,
presidentas, y jefes de hogar, la Iglesia ya no está obligada a continuar con la práctica
arcaica de limitar su papel en el liderazgo del hogar y la Iglesia.
Si bien es cierto que los judíos en alguna parte de la historia de Israel consideraron a la
mujer como algo insignificante para la sociedad, también es verdad que esto se debió
más al pecado del mismo hombre (tal vez se dejaron influenciar por los pueblos
paganos), que a una instrucción bíblica. Porque los escritos del Antiguo Testamento
favorecen y dan gran dignidad a la mujer en el papel de la formación del pueblo de
Dios. Esto era algo revolucionario en esa época, cuando las culturas menospreciaban a
la mujer y la consideraban un mal necesario para la sociedad.
3. Analicemos esto: - En Grecia la mujer era considerada inferior al hombre, las esposas
eran prácticamente esclavas de sus maridos. – En Macedonia las mujeres recibieron
mayor libertad pero solo pocas la disfrutaban. – En la sociedad romana las mujeres eran
mas libres, pero esto generó una degradación moral y sexual. Eran libres para practicar
toda clase de pecados sexuales con los hombres que se aprovechaban de ellas.
Uno de los pasajes que enseña mas claramente el valor igual de la mujer y el hombre
ante Dios es Gálatas 3:28 “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay
varón ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús." Esta declaración fue
revolucionaria en los tiempos de Pablo porque los judíos se especializaban en hacer
muchas diferencias las cuales conducían a que unos a otros se miraran como superiores
e inferiores. Judío-griego, Varón-hembra, esclavo-amo. Estas distinciones no son
válidas en el Reino de Dios en cuanto concierne al valor personal. Esta declaración no
implica que las personas dejaban de ser lo que eran. El judío continuaba siendo judío, lo
mismo el griego. Las mujeres seguían siendo mujeres, lo mismo los hombres. Los
esclavos continuaban en su situación. Lo que Pablo está afirmando es que estas
diferencias no deben ser causa de separación, porque todos son igualmente preciosos
ante Jesús. Todos fueron comprados con la sangre del Cordero, todos fueron bautizados
por el Espíritu al cuerpo de Cristo, todos disfrutan de la edificación que Dios da, todos
esperan el glorioso día de completa redención.
No queda la menor duda respecto a que las mujeres son tenidas en alta estima y
dignidad tanto en el Antiguo Pueblo como en la Iglesia de Cristo. Pero esto no implica
que la Biblia sustente o aliente la idea de nombrarlas como cabezas en el hogar o la
Iglesia. Las Escrituras son muy claras en la designación de funciones tanto en el hogar
como en la Iglesia. Hay una diferencia de funciones y roles, los cuales fueron por Dios
desde la creación y fueron reafirmadas por los apóstoles para la Iglesia cristiana.
Todo aquel que no tenga en cuenta estas instrucciones escriturales está desobedeciendo
a su Señor y considera que su sabiduría humana es superior a la divina. No debe haber
razón alguna para rechazar los santos mandatos del Señor. Las filosofías o modas de los
hombres no pueden forzar o manipular la interpretación de las Escrituras para amoldarla
a los movimientos cambiantes de cada generación.
El sometimiento de las esposas hacia sus maridos obedece a que esto forma del deber
para con nuestro Salvador, porque él así lo pide. La frase “como al Señor” no significa
“Casadas, sométanse a sus propios maridos exactamente de la misma forma en que se
someten al Señor. No es ese su significado, porque eso seria pasarnos de largo. La
sumisión de cada esposa, y por cierto de cada uno de los creyentes cristianos, sea
hombre o mujer, al Señor Jesucristo, es una sumisión absolutamente exclusiva”. El
sometimiento entonces no es solo por amor al esposo, sino por amor al Eterno
Salvador. Si las damas logran entender este principio creo que no serán movidas a
entrar en las largas discusiones que giran en torno a este tema sino que,
voluntariamente, se someterán a sus maridos.
El apóstol Pablo insiste en que la mujer cristiana debe someterse a su esposo incrédulo,
pues, si lo hace con humildad y amor, podrá ganarlo para el Señor. “El marido cumpla
con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. Pero a los que están
unidos en matrimonio, mando no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del
marido; y si se separa quédese sin casar, o reconcíliese con su marido. Y si una mujer
tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone.
Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el
marido… Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana
sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios. Porque ¿Qué
sabes tú, oh mujer, si quizás harás saldo a tu marido”. 1 Corintios Cap. 7
Surge aquí una cuestión práctica, que debemos mirar cómo aplicarían los anteriores
principios: ¿Qué pasa si el marido incrédulo, la cabeza, le ordena a su esposa que haga
algo contrario a la Ley Santa de Dios? ¿Deberá ella someterse en ese caso también a su
marido y pecar así contra Dios? Se que este asunto es difícil y debe ser manejado con
mucho cuidado. Mi recomendación es que la mujer puede seguir sujeta a su marido, aún
en esos casos complicados, sin necesidad de hacer lo contrario a la Ley de Dios.
Explico, si el marido pide a su mujer que haga algo ilegal, ella, como una buena esposa
cristiana, llena de amor, ternura y humildad deberá decirle a su esposo que él es su
cabeza y que está complacida en someterse voluntariamente. Pero, sobre esa cabeza hay
otra cabeza, el cual es Cristo (1 Co. 11:3), y siendo que el esposo no está sometiéndose
a la cabeza mayor que está sobre él entonces ella no puede hacer lo que su cabeza
directa le pide, debido a que estaría actuando en forma contraria al designio de la
máxima cabeza. Ella podrá decirle que se somete en todo a su esposo, siempre y cuando
esto no implique violar los mandatos de la cabeza mayor. Allí la mujer podrá explicarle
a su marido incrédulo las enormes bendiciones que recibimos cuando andamos en total
obediencia a los principios de Cristo. Esto no deberá hacerse con actitud de rebeldía, ni
de manera pedante. La esposa tendrá allí una oportunidad para mostrarle el verdadero
evangelio a su marido.
Es posible que surja otra inquietud difícil, como, ¿Deberá la esposa someterse a su
marido si este la maltrata físicamente y ella corre peligro serio por su integridad física?
Es muy común en Latinoamérica encontrar hombres que maltratan físicamente a sus
esposas. Los gobiernos y algunas Ongs han luchado para reducir los niveles de maltrato
conyugal, pero aún sigue siendo un problema serio. Dar una respuesta concisa a esta
pregunta resulta difícil, más cuando muchas mujeres han sufrido terriblemente en mano
de maridos violentos. El principio bíblico es que las mujeres deban someterse a sus
maridos, así sean estos incrédulos. El apóstol Pedro lo expresa así: “Asimismo vosotras,
mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también lo que no creen a la palabra,
sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta
casta y respetuosa. Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos
de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de
un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. Porque así
también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios,
estando sujetas a sus maridos; como Sara obedecía a Abraham, llamándole Señor; de la
cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amezana.” 1
Pedro 3:1-6.
Mateo 22:37-39 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda
tu alma, y con toda tu mente. 38Este es el primero y grande mandamiento. 39Y el
segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Juan 13:34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he
amado, que también os améis unos a otros.
1 Cor. 13:1-7 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser
como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2Y si tuviese profecía, y entendiese
todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase
los montes, y no tengo amor, nada soy. 3Y si repartiese todos mis bienes para dar de
comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de
nada me sirve. 4El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es
jactancioso, no se envanece; 5no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no
guarda rencor; 6no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7Todo lo sufre,
todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
Mateo 18:21,22 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré
a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?22Jesús le dijo: No te digo hasta siete,
sino aun hasta setenta veces siete.
Lucas 17:3,4 3Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y
si se arrepintiere, perdónale. 4Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día
volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale.
Efesios 4:32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a
otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
2 Timoteo 4:16 En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me
desampararon; no les sea tomado en cuenta.
Hechos 7:60 Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este
pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.
Lucas 23:34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y
repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.
Romanos 15:1 Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los
débiles, y no agradarnos a nosotros mismos.
1 Corintios 13:4-7 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no
es jactancioso, no se envanece; 5no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita,
no guarda rencor; 6no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7Todo lo sufre,
todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
Efesios 4:2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a
los otros en amor.
Colosenses 3:13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno
tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo
vosotros.
1 Pedro 2:18-23 Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a
los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar. 19Porque esto merece
aprobación, si alguno a causa de la conciencia delante de Dios, sufre molestias
padeciendo injustamente. 20Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo
soportáis? Mas si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado
delante de Dios. 21Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por
nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; 22el cual no hizo pecado, ni
se halló engaño en su boca; 23quien cuando le maldecían, no respondía con maldición;
cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente.
Jesús mismo nos dio ejemplo de amor perdonador, cuando fue capaz de pedir por
aquellos que le estaban crucificando. El amor conyugal, mas que solo un amor erótico,
debe ser estar acompañado del amor ágape. Hoy día, en un mundo sensual, materialista
y hedonista, los hombres se casan, muchas veces, impulsados solamente por la atracción
física. Los resultados son fatales, porque una relación de pareja es mas que solo sexo
íntimo, involucra muchas responsabilidades, compromisos, deberes y situaciones en las
cuales el sexo íntimo ofrece poca solución. Pero, si ya te uniste con otra persona en
matrimonio, no es tiempo de mirar atrás. Posiblemente el amor ágape no fue tenido en
cuenta cuando decidiste casarte, pero aún es tiempo de cultivarlo y hacerlo crecer. El
verdadero amor es mas que un sentimiento, esto es algo que aún no nos es fácil de
comprender. Pensamos que para amar es necesario que nuestros sentimientos sean muy
positivos hacia alguna persona, pero eso no es verdadero amor. Tal vez serán
sentimientos, afectos o química, pero no amor duradero. El amor real es aquel que
procede de una decisión firme de nuestra voluntad. Si no es así ¿Cómo podremos
obedecer el mandato de Cristo de amar a nuestros enemigos? ¿Tendremos sentimientos
y afectos positivos hacia aquellos que nos han hecho mucho daño? Lo mas probable es
que nuestros sentimientos hacia ellos sean adversos y no muy gratos. Pero Dios espera
que amemos a los enemigos. Otro ejemplo que nos da claridad respecto a lo que estoy
diciendo es el primer y segundo mandamiento de la Ley de Dios, como lo resumió
Cristo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu
mente. Y el segundo mandamiento es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti
mismo”. Mateo 22:37,39. Jesús no dice “si sientes en tu corazón amar a Dios y al
prójimo” o “si quieres amar a Dios o al prójimo”. No. El manda a nuestra voluntad que
amemos a Dios y al prójimo con todas nuestras fuerzas. En el amor también está
involucrado nuestro corazón. Es decir, también deben surgir sentimientos reales y
profundos de afecto hacia las personas que debemos amar. Esto implica que el amor no
será solamente un deseo de la voluntad, racional e inteligente, sino que, en la medida
que nuestra voluntad es adiestrada a amar, los sentimientos y afectos profundos irán
creciendo hasta que todo nuestro ser está involucrado en el acto de amar.
Vuelvo a insistir, antes de considerar el tema del divorcio o la separación frente al caso
de un esposo injusto, cruel y machista, es necesario considerar, con seriedad, el tema del
amor, el perdón, la tolerancia y la aceptación del otro.
Romanos 13:1 Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay
autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.
Romanos 13:4 porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme;
porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al
que hace lo malo.
Aunque haya necesidad de acudir a las autoridades civiles, para la corrección de un
esposo cruel y violento, de todas formas, una esposa cristiana, deberá seguir amándolo
así como Cristo amó a sus detractores. Deberá mantenerse en dependencia del Señor, a
través de la oración, por si es la voluntad de Dios el traerlo a sus caminos. Ahora, si el
esposo incrédulo decide alejarse de su esposa cristiana, que lo haga. Pablo, en 1
Corintios 7 da la posibilidad de que esto sea, y la esposa no debe considerar esto como
un pecado. Ella no tomó de separarse, sino el esposo incrédulo. “Y si una hermana tiene
un esposo no creyente y él consiente en vivir con ella, no la despida. Pero si el no
creyente se va, déjelo ir. Un hermano o hermana no está obligado en tales casos. Dios
nos ha llamado a la paz”. 1 Corintios 7:13,15. El cónyuge cristiano nunca considerará
el tema del divorcio como solución a los problemas, Pablo da por sentado que el
divorcio será una propuesta exclusivamente del cónyuge incrédulo. Los cristianos
buscamos la manera de solucionar todas las situaciones, porque dependemos de Dios.
“Pero si el no creyente se va, déjelo ir. Las palabras de Pablo son realistas, ya que la
primera parte de esta oración señala a un hecho. Si el cónyuge incrédulo rehúsa apoyar
la fe de su esposa y encuentra imposible vivir en una atmósfera cristiana, hay que
dejarlo que se vaya. Las consecuencias económicas delas esposas cristianas
abandonadas por sus esposos eran con frecuencia desastrosas. Estas mujeres pasaban
por muchos sufrimientos. Pablo le aconseja a la esposa cristiana: “si él de quiere ir de la
casa, no se lo impida”. Pablo está en armonía con lo que aconsejó anteriormente sobre
que un cristiano no debe divorciarse. Pero si el incrédulo decide divorciarse de la
esposa, él es responsable del divorcio”.
Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia, la cual
es su cuerpo, y él es su Salvador. V. 23. La mujer debe sujeción y obediencia a su
esposo porque él es su cabeza. Él varón es el directamente responsable ante Dios por el
cuidado del hogar, tanto en el aspecto material como en el espiritual. Esto no quiere
decir que la mujer no tiene responsabilidades espirituales, pero estas serán en sujeción a
su marido. ¿Por qué el hombre es cabeza de la mujer y no a la inversa? Encontramos
varios argumentos que Pablo presenta en otras epístolas:
En el orden establecido por Dios para los roles en el hogar y la Iglesia hayamos los
siguientes patrones:
Estos roles tienen un sustento, no solo en los pasajes mencionados, sino en el resto de
las Escrituras.
Primero fue creado el hombre, luego la mujer. Gén. 2:7,,20,21,22,23. Estos pasajes nos
dejan ver que la mujer fue creada por causa del hombre. Ella fue creada para ser la
ayuda del hombre, y también su gloria (1 Cor. 11:7-9). El nombre asignado por Dios a la
mujer también afirma la dependencia que tiene del hombre como primer ser creado
(Hombre = Ish, Mujer= Ish-sha) Gen. 2:23.
Cuando la mujer reconoce esta diferencia en el orden de la creación es que puede ser de
gran ayuda y bendición para el hombre. Incluso, ella puede ejercer una influencia muy
poderosa y beneficiosa sobre él, en sumisión, para la felicidad de los dos y
especialmente para la Gloria de Dios. Cuando la mujer asume el papel de liderazgo, no
solo está violando el principio de la creación, sino que engendra caos (aunque en un
principio parezca que las cosas andan mejor) y no está glorificando a Dios.
El resultado de violar el principio: “Él dirige, ella sigue” fue la entrada del pecado al
mundo. Adán era responsable de tomar las decisiones más importantes, Eva debía
seguirle. Los asuntos espirituales debían ser dirigidos por Dios a través del hombre, al
cual le había dado la función de cabeza. Él era el sacerdote, y como tal los asuntos
espirituales también estaban bajo su responsabilidad. Él debía buscar cada día el
conocimiento de Dios para trasmitírselo a su mujer. Era su responsabilidad enseñarla y
guiarla a conocer la voluntad de Dios.
Pero Eva desechó su rol de esposa y trató de convertirse en sacerdotisa cuando fue
contactada por Satanás. La serpiente le habló de asuntos espirituales, le dijo “Si comes
de este fruto llegarás a ser como Dios”, este era un asunto que debía ser consultado con
la cabeza, Adán conocía mejor los principios espirituales puesto que tenía la
responsabilidad de enseñar a su mujer, debía estar mas preparado en estos asuntos. Pero
ella violó el principio establecido por Dios y tomó una decisión final que era
competencia del hombre.
Decidió ser como Dios. Ella probablemente pensó que así era mejor, ahora no estaría
obligada a obedecer a su marido, sino que tendría el mismo o mayor conocimiento en
asuntos espirituales.
Ella fue engañada primero (1 Tim. 2:14). Satanás no enfrentó directamente al hombre,
porque lo más probable es que este consultaría el asunto con Dios, puesto que la
propuesta tenía gran influencia espiritual, y él como cabeza de la creación debía ser
cuidadoso en estas decisiones. Pero el varón estaba ligado al corazón de la mujer. Él no
podría obedecer la voz extraña de la serpiente, pero si podría ser conquistado por el
corazón amoroso de la esposa.
Si bien el hombre dirige, la mujer tiene gran influencia sobre el varón, porque ella es su
corazón. Pero cuando la mujer aprovecha este poder de influencia sobre el hombre para
llevarlo a tomar decisiones finales, de acuerdo a lo que ella ha planeado de antemano,
está violando su rol de sumisión. Satanás aprovechó esto y convenció primero a Eva,
por naturaleza ella es más emotiva, y es la primera que muestra interés en asuntos
espirituales. Luego de convencerla a ella sería más fácil que Adán escuchara el consejo
destructor en boca de su mujer. El resultado fue el caos, la entrada del pecado al mundo
creado por Dios.
Pablo no está afirmando en 1 Tim. 2:14-15 que solo la mujer fue engañada. Adán
también pecó. Él no asumió su responsabilidad de cabeza, sino que se dejó llevar por la
emotividad espiritual de su esposa, y en vez de cuidarla y protegerla decidió hundirse
con ella en el pecado.
Los jueces y los reyes eran varones. Ellos eran responsables de dirigir al pueblo de
Dios. Solamente cuando los hombres se volvieron débiles e irresponsables en sus
funciones, Dios permitió el surgimiento de mujeres con gran liderazgo como una
excepción mas no como regla. Débora es un ejemplo de ello (Jue. 4:4).
Cuando las mujeres deben abandonar su papel especial en el hogar, para dedicarse a
funciones de liderazgo, es por la debilidad y flaqueza de los hombres, y no porque Dios
así lo haya diseñado.
Siempre que las damas asumieron un papel de liderazgo obedeció a dos factores:
Primero, los varones habían flaqueado y Dios los avergonzó utilizando a las mujeres en
funciones netamente masculinas, o, Segundo, ellas usurparon el rol de los hombres, pero
las consecuencias fueron funestas. (vea el ejemplo de Jezabel quien dirigía a su
pusilánime esposo, rey de Israel. Las consecuencias de esta debilidad fue la entrada de
la idolatría en Israel (1 Rey. 16:29 – 21:29), o mire la influencia directiva de las esposas
sobre Salomón en asuntos espirituales, la consecuencia, nuevamente idolatría (1 Rey.
11), o ver el caso de Atalía (2 Rey. 11:1)).
Volviendo al pasaje de Efesios 5:23 es importante aclarar la forma cómo la cabeza (el
marido) debe guiar a su esposa. Así como cristo es la cabeza de la Iglesia, la cual es su
cuerpo y él es su Salvador. La relación cabeza-cuerpo ofrece muchas verdades a
considerar. Primero, la cabeza guía al resto del cuerpo. El hombre es guía de su esposa y
del hogar. Pero no debe ser cualquier clase de guía, esta no es arbitraria ni tirana. El
mejor ejemplo de cabeza lo ofrece Cristo mismo. Él dirige sabiamente a la Iglesia y la
conduce a vida abundante. El esposo debe esforzarse por cuidar y proteger a su hogar
como si fuera lo más preciado para él. Un marido que descuida la protección y felicidad
de su casa tendrá que rendir cuentas ante el Soberano creador. El esposo no solo guía y
dirige a su esposa e hijos, sino que debe ser como Su Salvador, así como Cristo salvó a
la Iglesia. El esposo no debe escatimar esfuerzo alguno en traer a todos los miembros de
su hogar a Cristo. Él debe esforzarse por estudiar y conocer más de Dios y su revelación
para instruir a su esposa e hijos en la fe. La salvación no es solo la profesión de fe en
Cristo, sino el conocerle y obedecerle en todo, de esa forma seremos salvados de todos
los ataques de Satanás, el mundo y la carne.
Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus
maridos en todo. V. 24. El orden establecido en la Iglesia, es el mismo para el hogar. La
iglesia tiene una cabeza a la cual está sujeta en todas las cosas, es decir, a Cristo. Él la
compró y la lavó para hacerla su esposa. Ella se guía por todas las instrucciones de su
amante salvador. Esta misma verdad debe verse reflejada en la vida de hogar. Las
mujeres, al casarse, se hacen una sola carne con su marido, y, siendo el varón el
escogido por Dios para llevar la batuta, ella debe obedecerle y someterse en todas las
cosas. La mujer creyente que no se sujeta a su marido está desobedeciendo a su Señor.
¿Qué pasa con una mujer creyente que tiene un marido incrédulo y este le pide que haga
algo contrario a la voluntad preceptiva de Dios? ¿Deberá someterse en todo? Antes de
responder esta pregunta quiero que consideremos otro pasaje, el cual nos puede brindar
luz en esta situación: “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el
varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo”. 1 Cor. 11:3. Aquí hay un
orden jerárquico de autoridad: Primero Dios, él es la cabeza de Cristo, luego Cristo es la
cabeza del varón, y por último el varón es cabeza de la mujer. Cada uno debe obediencia
a los que están en autoridad por encima de él. Cristo obedece al Padre, el varón debe
obedecer al Padre y a Cristo, la mujer debe obedecer al Padre, a Cristo y al varón. Si el
varón reclama su derecho de cabeza para obligar a su esposa a hacer algo contrario a las
leyes divinas, ella tiene el derecho de apelar a la cabeza que está por encima del varón.
Es decir, con toda sumisión a su marido, y sin tomar una actitud de rebeldía, debe
decirle a su esposo que ella reconoce su autoridad como cabeza, pero que él tiene una
autoridad que es Cristo, y Cristo dice que hay principios y leyes santas que no deben ser
violadas por nadie, aunque tengan un papel de liderazgo. Así la mujer, sin volverse
rebelde contra la autoridad establecida, mantendrá su vida piadosa y se apartará de
participar en pecados con su esposo. “Y si una mujer tiene marido que no sea creyente,
y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. Porque el marido incrédulo es
santificado en la mujer. Porque ¿Qué sabes tú, oh mujer, si quizás harás salvo a tu
marido?. 1 Cor. 7:13,16.
Conducta cristiana el divorcio
1.
Antecedentes históricos
2. Adulterio
3. El divorcio
4. Adulterio como causal de divorcio
5. Causas psicológicas
6. Repercusiones de la conducta de adulterio y del recurso del divorcio
7. Conclusión
8. Bibliografía
INTRODUCCION.
El adulterio como causal de divorcio es un tema realmente interesante ya que involucra el
estudio de diversas áreas como son la psicología, la sociología, la religión entre otras, en
esta investigación tratare de hacer visualizar las definiciones de cada una de los elementos
históricos, legales y de comportamiento, el por que y cuales son las posibles causas que llevan
al ser humano a incurrir en esta acción así como las consecuencias para los individuos que
intervienen y la repercusión que esto tiene en la sociedad.
CAPITULO 1
ANTECEDENTES HISTORICOS.
Desde la antigüedad el adulterio se ha considerado una conducta deleznable e inaceptable
para la vida en sociedad e incluso es condenada para la mas alta deidad de nuestra raza
humana, el mismo ser supremo llamado Dios, Jehová o Yahvé según la idiosincrasia y credo de
cada uno de los seres que habitan en este planeta y que tienen por fe el cristianismo, Él ha
condicionado esta conducta estipulándola en uno de los primeros códigos que regularon la
conducta del hombre en sociedad, la Biblia, precisamente en los diez mandamientos dictándolo
por su propia voz a Moisés en el Monte Sinaí.
En este documento Él dejó asentado en el libro del Éxodo capitulo veinte versículo catorce, que
a la letra dice: "No cometerás adulterio", dejando en claro que esta conducta es intolerable para
Él, recalcándolo en el versículo diesiciete que reza: "…no codiciaras la mujer de tu prójimo….",
asentando que tal vez como lo vemos en nuestra época son los congéneres del sexo masculino
quienes cometen esta falta mas frecuentemente, aunque no siempre suele ser de esa manera
ya que también las mujeres caen en esta conducta aunque en menos ocasiones.
La forma en que se castigaba era de una manera tal que pondría a pensar dos veces a alguien
que en estos días deseara realizar una conducta adulterina.
Los castigos y penitencias iba desde la expulsión de las comunidades hasta la pena máxima
que era la de morir apedreado (o apedreada), además del escarnio publico, es en la Biblia
donde podemos encontrar un relato que nos ilustra esta situación, en el cual Jesucristo es
quien absuelve a una mujer de este pecado además de defenderla del la muchedumbre
diciendo "…quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra…"(San Juan Cáp. 8 Ver. 2 –
11) este pasaje nos ilustra como era condenado el adulterio en esa época y la forma de ser
castigado que era además un castigo aplicado por la comunidad y en publico.
Jesucristo mismo trato el adulterio en sus enseñanzas afirmando que este era denigrante y que
el divorcio era aceptable para Él, en muchas ocasiones citó que si un hombre repudiaba a su
mujer por causa de adulterio debería de darle carta de divorcio, además de entregarla a los
jueces y sacerdotes para que ellos determinaran la forma en que debería ser castigada.
Estos antecedentes son los que, debido a la conquista de los españoles y la imposición de sus
creencias englobadas en el catolicismo se conocen como normas de conducta que nosotros
seguimos por costumbre.
CAPITULO 2
ADULTERIO.
Podríamos entender por adulterio como la violación de la fe conyugal, y, como causal una
situación que anuncia relación o causa de efecto .
No siempre se ha dado a la palabra adulterio la misma significación. En el derecho romano, el
estado de la mujer era lo único que determinaba el adulterio, que así existía
independientemente del estado del hombre, al cual para nada se atendía cuando la mujer era
casada; y se tenía por estupro el comercio sexual del hombre casado con mujer que no lo
fuera.
De ahí nació la distinción que hizo que sólo fuera punible, en un principio el adulterio de la
mujer. Posteriormente el cristianismo sobre la base de la monogamia y de haber considerado
el matrimonio como un sacramento extendió el adulterio a los casos en que el hombre fuera
casado, y los canonistas establecieron que existía ese delito, siempre que se violaba la fe
conyugal, ya fuera por la esposa o por el marido; según laiglesia, el adulterio fue accesus ad
alterius torum.
Constantino declaró ser el adulterio causa de divorcio, cualesquiera de los cónyuges que fuese
el culpable, siguiendo las tendencias del cristianismo, aunque posteriormente vinieron
restricciones para la mujer, para formular la acusación de adulterio contra el marido.
El código de las partidas, (partida 7, título 17, I-1a.), expresa la confusión existente sobre el
punto, en aquella época, definiéndola como "yerro que ome faze a sabiendas, yaciendo con
mujer casada o desposada con otro"; tomando en cuenta la etimología de la palabra
compuesta de las latinas alterius et torum, que quieren decir como "ome" que va o fue al lecho
de otro y atendiendo sólo a las consecuencias más graves que podía tener el adulterio de la
mujer principalmente, y así a la mujer le estaba vedado acusar al marido por adulterio.
Justiniano estableció en la novela 117, que el adulterio del marido era una causa de divorcio
para la mujer, aunque no se igualó a ambos consortes en el derecho de acusar y pretender el
divorcio, aun cuando fuera el mismo delito, ya que se exigían para el caso del marido,
condiciones especiales: como las de que el delito se perpetrara en la casa común o fuese
convicto de vivir habitualmente con la concubina.
Tales son los orígenes de los preceptos existentes en la mayor parte de las legislaciones, con
relación al adulterio que, por lo general, se contraen a establecer diferencias en cuanto a la
pena de el, como delito, pero que no lo definen ni precisan su existencia, ni menos se señalan
sus medios de comprobación.
De aquí que como elemento del hecho en sí, deben subsistir las definiciones antiguas, sólo
modificadas en cuanto a que las condiciones del hombre pueden también ser motivo de
adulterio, y como todas esas definiciones requieren esencialmente la demostración de la
existencia del acto carnal entre los autores, es preciso acreditar el mismo por los medios que el
derecho procesal establece.
Ahora bien, el sentenciador puede en este punto hacer uso de la facultad que le otorga
la ley en materia de apreciación de las pruebas, para no estimar acreditado el adulterio, y la
estimación, siendo una facultad subjetiva del sentenciador, no puede dar lugar, con su ejercicio,
a violación de garantías individuales.
Indudablemente constituye una violación al deber de fidelidad y de respeto que naturalmente
debe existir en el matrimonio, y que, asimismo, hace presumir la existencia de relaciones
sexuales con persona distinta de su primer cónyuge, como lo exige la causal de adulterio.
Es importante subrayar que la familia se basa fundamentalmente en el matrimonio, y que a
partir de que se contrae, se adquieren asimismo una serie de deberes y
de derechos recíprocos, como son el mutuo auxilio, vida en común, asistencia y socorro, en
casos de enfermedad, fidelidad y débito carnal. Toda persona tiene libertad para casarse o no,
pero una vez casada, contrae las obligaciones y derechos que el matrimonio conlleva.
Esta conducta que no es posible que sea tutelada por la ley, ya que es completamente
contraria a la esencia misma del matrimonio, que sólo puede subsistir basada en la fidelidad de
los esposos, y al orden público y las buenas costumbres, ya que la poligamia no es permitida
por nuestra legislación, al grado de constituir conducta considerada como delictuosa.
Como la fidelidad implica la observancia constante de una conducta altruista de fe,
cariño, amor y respeto que un cónyuge debe al otro, lo cual es esencia de los deberes
conyugales, es indudable que si uno de ellos falta al otro incurriendo en infidelidad, su conducta
ofensiva y desleal sí constituye una injuria grave, integrándose causal de divorcio, atento a que
la definición de injurias admite toda conducta ofensiva que veje, menosprecie o humille al
cónyuge ofendido, lo que efectivamente sucede con la falta de fidelidad, debiendo distinguirse
esta causal del adulterio, porque este último implica necesariamente la relación sexual.
CAPITULO 3
EL DIVORCIO.
Se entiende como divorcio el acto jurídico que disuelve el matrimonio y deja a los
exconyuges en aptitud de contraer otro.
Si bien es la disolución del matrimonio, también es preciso mencionar que existen tres tipos de
divorcio: el divorcio administrativo, el divorcio voluntario y el divorcio necesario.
El divorcio administrativo es uno de los mas sencillos en la materia de derecho civil donde los
que pretendan llevarlo a cabo deben ser mayores de edad, y no haber procreado ni adoptado
hijos, tener mas de un año de casados además de estar bajo el régimen de separación
de bienes y si es por sociedad conyugal no haber adquirido bienes que sean gananciales y
haber liquidado esa sociedad por convenio. Y cumplir con todas la dispocisiónes que estipula la
ley.
El divorcio voluntario se lleva a cabo de la siguiente manera según lo que establece el Código
Civil del Estado de Puebla, que los cónyuges que teniendo mas de un año de casados que no
reúnan lo estipulado en las fracciones I a IV del articulo 436 del ya mencionado código pueden
divorciarse de mutuo consentimiento acudiendo al Juez del domicilio familiar de acuerdo con
las dispocisiónes que establece el dicho código y de las aplicables del Código
de Procedimientos Civiles.
El adulterio se encuentra ubicado dentro del rubro del divorcio necesario, ya que es una de las
causas que lo llevan a efecto, es preciso reconocer una distinción entre el adulterio como
causal de divorcio y el adulterio como delito sancionado por la ley penal; si bien ambos implican
la existencia de relaciones sexuales entre el cónyuge culpable y persona diversa del otro
cónyuge, el adulterio tipificado como delito requiere, como elemento constitutivo, haber sido en
el domicilio conyugal o con escándalo; más la simple relación sexual entre el cónyuge
demandado y un tercero constituye causal de divorcio, justificativa de la disolución del vínculo
matrimonial, porque éste sólo puede subsistir, para el legislador, mediante una vida en común,
basada en la fidelidad de los esposos.(Párrafo final Pág.7)
En el Código Civil para el Estado de Puebla no se dispone que la acción de divorcio necesario
por adulterio de uno de los cónyuges, sea improcedente cuando exista perdón del ofendido, por
tanto, no existe laguna o vacío legislativo sobre ese particular que deba colmarse, y el hecho
de que en la legislación de otra entidad federativa se contemple esa salvedad, no conduce a
observar, por analogía, preceptos ajenos a lacodificación aplicable, precisamente porque no
hay vacío normativo, además de que para que la ley pueda integrarse o interpretarse por
analogía deben existir, cuando menos, dos preceptos que aun de manera distinta regulen la
misma situación jurídica, lo que sobre el tema tratado no se actualiza.
CAPITULO 4
ADULTERIO COMO CAUSAL DE DIVORCIO.
Si bien es cierto que es criterio reiterado, sustentado por el máximo tribunal de la nación, que
para la comprobación del adulterio como causal de divorcio debe admitirse la prueba indirecta,
habida cuenta de que el medio directo para la comprobación de esa causal es casi imposible,
no menos cierto es que ese medio de convicción indirecto debe encaminarse a demostrar
precisamente la conducta infiel del cónyuge demandado, así como la mecánica del adulterio, y
por tanto el actor tiene la carga de probar en el juicio las circunstancias de tiempo, lugar y modo
en que se produjeron los hechos, de los cuales se pretende deducir que el culpable tuvo
relaciones sexuales con personas distintas de su cónyuge, para así satisfacer las exigencias
legales y el juzgador pueda apreciar la conducta indebida imputada al demandado; y por otra
parte, para estar en posibilidad de determinar si la acción se registró oportunamente, es decir
para estar en legal posibilidad de establecer si operó o no la caducidad en términos del artículo
459 del Código Civil para el Estado de Puebla.
CAPITULO 5
CAUSAS PSICOLOGICAS.
Dentro de este ámbito podríamos enunciar los antecedentes de infancia del sujeto adulterino,
ya que con frecuencia hemos escuchado que "los niños aprenden y repiten lo que observan en
casa", también es conocida la teoría de la predisposición genética que dice que un hijo hereda
genéticamente las actitudes, comportamientos, forma de hablar, caminar y hasta de reaccionar
de alguno de sus progenitores.
Si bien esto es cierto en algunos aspectos por otro lado podríamos atribuir este
comportamiento (adulterio) al medio en que el individuo ha sido criado, la gente que lo rodea ya
sean amistades familia o parientes, esto en realmente influye en la personalidad de él, estudios
realizados en distintas universidades de los Estados Unidos de América han descubierto que
los patrones de comportamiento de los padres son los que mas tienen que ver con el
comportamiento de sus hijos; por ejemplo cuando una madre dice a su hijo que no termina la
comida de su plato que piense que hay en el mundo muchos niños que se quedan sin comer, o
que lo hace comer sin estar este hambriento va produciendo en el una idea de acabar con todo
lo que se encuentre en la mesa o de comer por impulso, por otro lado las adulaciones
constantes de un progenitor hacia su vástago producen en el no un complejo sino un delirio de
superioridad y grandeza, estos dos tipos de comportamiento ya sea de complejo o no los
llevara el infante durante toda su vida, esto se llama retroalimentación que es la inducción de
ideas encaminadas a provocar un tipo de comportamiento y puede ser intencional o
inconscientemente.
CAPITULO 6
REPERCUSIONES DE LA CONDUCTA DE ADULTERIO Y DEL RECURSO DEL DIVORCIO.
Dentro de este punto cabria mencionar en primer lugar cuales son las principales
consecuencias del adulterio; como ya se menciono en el capítulo anterior los efectos
psicológicos repercuten en primer lugar en los hijos ya que, al observar el tipo de problema que
el adulterio representa tienden a hacer a un lado al responsable de esta, manifestándolo con
rechazo, odio e incluso la negación del parentesco.
Este es el tipo de trauma que puede llevar al afectado en un futuro a cometer el mismo
comportamiento ya que se forma en el subconsciente la disposición a realizar dicha conducta.
En el ámbito legal conlleva a la disminución o perdida de derechos sobre los hijos como
pueden ser la patria potestad, la custodia y la tutela por ejemplo.
En el ámbito social hasta hace apenas unos años el divorcio ha ido dejando de ser algo que la
sociedad condene, la cercanía con el vecino país del norte, sus ideas revolucionarias y de
primer mundo calificadas como de "open mind" o de mentalidad abierta en el buen castellano,
han influenciado en este aspecto la forma de ver este fenómeno social cada vez mas común
entre los mexicanos.
En el ámbito económico podríamos mencionar a que si el cónyuge demandado fue el padre y
este es quien solía sostener la casa tendrá que seguir haciéndolo como una obligación que se
le impone conforme a derecho hasta que sus hijos cumplan la mayoría de edad o concluyan
con sus estudios.
En pocas palabras el adulterio y el divorcio por causa de este implican consecuencias en varios
puntos medulares de la sociedad SIENDO EL PRINCIPAL DE ELLOS LA FAMILIA.
CONCLUSION.
Como conclusión me gustaría solo opinar que no importa cuanto se legisle sobre el adulterio
como causal de divorcio, ni cuanto se legisle sobre adulterio como delito o sobre el adulterio o
el divorcio en si, sino que como seres humanos debemos ver nuestras limitaciones y nuestras
virtudes y que debemos pensar que si hay un ser supremo que nos ha concedido el honor de
tener una persona especial para compartir nuestras vidas y que como se establece legalmente,
perpetuar la especie debemos cuidar ese núcleo, esa célula que las leyes tanto divinas como
terrenales protegen: LA FAMILIA, debemos hacer conciencia de lo que somos para nuestros
hijos y de lo que ellos pueden llegar a ser para la humanidad, como seres con capacidad de
raciocinio debemos hacer que nuestros hechos y actos sean los que los forjen como los
hombres y mujeres que llevaran a nuestra nación por el camino al progreso y la
excelencia personal y que harán de ellos buenos mexicanos.
La Medicina entiende por aborto toda expulsión del feto, natural o provocada, en el
período no viable de su vida intrauterino, es decir, cuando no tiene ninguna
posibilidad de sobrevivir. Si esa expulsión del feto se realiza en período viable pero
antes del término del embarazo, se denomina parto prematuro, tanto si el feto
sobrevive como si muere.
PRESENTACIÓN
Esta colección de trabajos que ahora se inicia, nace con la doble vocación del rigor
técnico y científico, por una parte, y de la accesibilidad y la sencillez de exposición,
por otra. En la ocasión presente se trata de ofrecer al lector una información
básica, unos criterios sólidos y una panorámica lo más amplia posible sobre el
fenómeno del aborto provocado, su realidad biológica, tratamiento legal,
consideración social y sus aspectos ético-morales. No se pretende, desde luego,
agotar la cuestión con las páginas que siguen, pero sí se aspira a que lo que en
ellas se contiene constituya una base mínima y segura sobre la que establecer los
criterios fundamentales en torno a asunto tan controvertido.
Para la elaboración de este texto han intervenido en estrecha colaboración con los
Obispos miembros del Comité Episcopal, por una parte, personas especializadas
en diversos campos de la investigación y el estudio: médicos, biólogos,
biopatólogos y farmacéuticos; y por otra, teólogos, moralistas, juristas, sociólogos,
psicólogos y periodistas. Todos ellos han contribuido, con sus sugerencias, sus
conocimientos, su experiencia y su presencia en las múltiples reuniones de trabajo,
al resultado final, que es el texto que el lector tiene en su mano.
No es, desde luego, este trabajo el primero que el Episcopado español ofrece
sobre esta cuestión a nuestra sociedad; hay que recordar, por ejemplo, la nota de
la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, de 5 de Octubre de 1974, en la
que se abordan los aspectos pastorales del problema, y la documentación sobre
"La vida y el Aborto", de 31 de mayo de 1983, preparada por la misma Comisión
Episcopal para la 51 Reunión del Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal
Española, en la que se tratan aspectos jurídicos y morales de la cuestión, y se dan
recomendaciones pastorales a gobernantes y legisladores, a los creyentes, a
médicos y personal sanitario, y a sacerdotes y agentes de Pastoral.
INTRODUCCIÓN
Así, por ejemplo, vemos con desolación cómo persisten los hirientes desequilibrios
entre unos pueblos y otros, cómo las guerras y toda suerte de conflictos surgen por
doquier en el planeta, y cómo los derechos de la persona humana son vulnerados
y pisoteados en todas las latitudes, sin excepción, aunque en unos lugares estas
agresiones se produzcan de forma más violenta, y en otros revistan características
aparentemente civilizadas, con lo que añaden la hipocresía a la barbarie.
La sociedad española no es una excepción de este fenómeno universal Mientras el
nivel de vida medio ha mejorado ostensiblemente en los decenios recientes, y en
los últimos años nuestra nación se ha adherido a organizaciones supranacionales
y ha suscrito tratados y convenios internacionales que buscan la mejor defensa y
protección de los derechos humanos fundamentales, la realidad nos muestra que,
por un lado, subsisten irritantes bolsas de pobreza y marginación entre nosotros, y,
por otro, que esos derechos esenciales a la dignidad de la persona humana no se
respetan como debieran, tanto en la práctica diaria como incluso en nuestra propia
legislación.
Junto a lo que no dudamos en calificar como logros e videntes dirigimos a velar por
la dignidad amenazada de la persona (la abolición de la pena de muerte, la
supresión de la tortura y de los trabajos forzados, la preocupación por el deterioro
del entorno o el mandato constitucional de proteger la intimidad individual y familiar
de las intromisiones de la informática, por ejemplo), observamos con alarma y
honda preocupación que, a pesar de estos logros, crecen en nuestra sociedad
otras agresiones a la persona y a sus derechos fundamentales. En particular, no se
defiende el derecho a la vida, y aun es objeto de agresiones inequívocas, tanto por
la actitud de sectores amplios de nuestra sociedad como por la propia legislación
vigente en España. Este hecho sería incomprensible si no tuviéramos en cuenta la
enorme fuerza del hedonismo en la sociedad actual, que cifra en el puro bienestar
material todas sus aspiraciones, con olvido de la realidad trascendente del ser
humano e incluso con dejación de la misma lógica de los principios de convivencia
que decimos profesar.
1. ¿Qué es el aborto?
La Medicina entiende por aborto toda expulsión del feto, natural o provocada, en el
período no viable de su vida intrauterino, es decir, cuando no tiene ninguna
posibilidad de sobrevivir. Si esa expulsión del feto se realiza en período viable pero
antes del término del embarazo, se denomina parto prematuro, tanto si el feto
sobrevive como si muere.
4. ¿Así que no es verdad que al principio existe una cierta realidad biológica,
pero que sólo llegará a ser un ser humano más tarde?
No. Desde que se forma el nuevo patrimonio genético con la fecundación existe un
ser humano al que sólo le hace falta desarrollarse y crecer para convertirse en
adulto. A partir de la fecundación se produce un desarrollo continuo en el nuevo
individuo de la especie humana, pero en este desarrollo nunca se da un cambio
cualitativo que permita afirmar que primero no existía un ser humano y después, sí.
Este cambio cualitativo únicamente ocurre en la fecundación, y a partir de
entonces el nuevo ser, en interacción con la madre, sólo precisa de factores
externos para llegar a adulto: oxígeno, alimentación y paso del tiempo. El resto
está ya en él desde el principio.
5. ¿Cómo puede existir un ser humano mientras es algo tan pequeño que no
tiene el más mínimo aspecto externo de tal?
Por eso no tiene sentido decir que un niño proviene de un feto, sino que él mismo
fue antes un feto, del mismo modo que un adulto no proviene de un niño, sino que
antes fue niño, y siempre es el mismo ser humano, desde el principio. Y tan
absurdo sería defender que el hijo recién concebido no es un ser humano porque
no tiene aspecto de niño, como suponer que el niño no es un ser humano porque
no tiene el aspecto externo del adulto.
No. Con los actuales conocimientos genéticos, es indudable que cada ser es lo
que es desde el momento de la fecundación. De la unión de gametos vegetales
sólo sale un vegetal; de gametos animales no racionales, por ejemplo un
chimpancé, sólo sale otro chimpancé, y de la unión de gametos humanos se crea
un nuevo ser de la especie humana, que es tal desde el principio, pues así lo
determina su patrimonio genético específicamente humano.
Sí. Hubo épocas en que, por ignorancia de los mecanismos genéticos, se creyó
que una mujer fecundada por un hombre podía concebir un ser no humano o
medio-humano. Esta idea es una manifestación de superstición y de ignorancia
científica que hoy debe tenerse por superada. Otra cosa es que, por enfermedades
o alteraciones diversas, puedan producirse trastornos en el momento de la
fecundación que desemboquen en la formación de productos anómalos, como la
llamada "mola vesicular" o los "huevos abortivos", que carecerán de capacidad de
desarrollo. O que, en ocasiones, conduzcan a hijos con malformaciones
congénitas, cuya vida, sin embargo, es merecedora del mismo respeto y la misma
protección que la de los seres normalmente constituidos.
El que puedan llegar a existir dos seres humanos a partir de un mismo óvulo
fecundado no significa que antes de la división no haya ninguno, sino más bien
que donde había uno -por un proceso todavía no bien conocido- llega a haber más
de uno.
10. Si existe un ser humano desde la fecundación, ¿por qué los científicos se
refieren a él con términos varios según su fase de desarrollo: cigoto, mórula,
blastocisto, embrión, feto?
Porque la vida de un ser humano es un largo proceso que se inicia cuando de dos
gametos, uno masculino y otro femenino, surge una realidad claramente distinta: el
nuevo ser humano, fruto de la fecundación, quien en las distintas etapas de su
desarrollo recibe nombres distintos: el cigoto es la primera célula que resulta de la
fusión de las células masculina y femenina. Tras unas primeras divisiones
celulares, este ser humano recibe el nombre de mórula, en la que pronto
aparecerá una diferenciación entre las células que formarán el embrión (lo que
hemos llamado embrión preimplantado, y que algunos llaman preembrión) y las
destinadas a formar la placenta. En esta nueva fase, el ser humano se llama
blastocisto, y anidará en la pared del útero de su madre. Después se irán
diferenciando sus órganos, unos antes que otros, durante todo el período
embrionario, al tiempo que la placenta se desarrolla por completo. El embrión se
llamará entonces feto, y continuará su crecimiento mientras se produce la
maduración funcional de sus órganos hasta que, en un momento dado, nacerá y
se llamará neonato, recién nacido. Y este proceso único, que se ha desarrollado
suavemente, sin cambios bruscos, continúa después del nacimiento, y el neonato
se hace niño; el niño, adolescente; el adolescente, joven; el joven, adulto y el
adulto, anciano. Todos éstos son los nombres que distinguen las etapas de la vida
de un solo ser que surgió con la fecundación y que será el mismo hasta que
muera, aunque su apariencia externa sea muy diferente en una u otra fase.
11. ¿No podría entenderse que hasta que sea viable, es decir, hasta que sea
capaz de subsistir fuera del vientre materno, el hijo no nacido no es un ser
humano, puesto que depende de su madre para existir?
Por otra parte, lo que se llama la viabilidad (es decir, la probabilidad de que el hijo
siga viviendo en el exterior tras un embarazo cesado prematuramente) es mayor a
medida que la gravidez está más avanzada, pero es muy difícil determinarla en el
tiempo, pues el que el hijo pueda seguir viviendo depende en gran parte de
factores externos: . tipo de parto, atenciones médicas que reciba el niño,
abundancia o escasez de medios y estado de la técnica en el lugar en que ocurre
el nacimiento, etc. Además, a medida que avanzan los conocimientos de la ciencia
va disminuyendo la edad del embarazo en que se puede considerar viable un feto.
Por eso la adquisición de la viabilidad, como el aprender a andar o a hablar, o el
llegar al uso de razón, son cosas que le pasan a un ser humano, pero en modo
alguno momentos en que éste se convierte en humano. No tiene sentido hacer
depender la condición humana del desarrollo tecnológico.
Que esto es así se puede apreciar muy vivamente en los casos dramáticos de
hundimiento de edificios o de mineros atrapados en un derrumbamiento: los
trabajos de desescombro y de rescate prosiguen mientras no haya completa
certeza de que no queda nadie vivo, y jamás se suspenden sólo porque se
suponga meramente probable que hayan muerto todos.
A las seis semanas la cabeza tiene su forma casi definitiva, el cerebro está
muy desarrollado, comienzan a formarse manos y pies, y muy pronto
aparecerán las huellas dactilares, las que tendrá toda su vida.
14. Entonces, ¿con qué fundamento defienden algunos que el hijo aún no
nacido forma parte del cuerpo de la madre, y que es ella la única que puede
decidir sobre el destino del hijo?
Quienes así argumentan no tienen ningún fundamento en absoluto. La realidad
demuestra categóricamente que el hijo es un ser por completo distinto de su
madre, que se desarrolla y reacciona por su cuenta, aunque la dependencia de su
madre sea muy intensa, dependencia que, por cierto, continúa mucho tiempo
después del nacimiento. Ni siquiera forman parte del cuerpo de la madre la
placenta, el cordón umbilical o el líquido amniótico, sino que estos órganos los ha
generado el hijo desde su etapa de cigoto porque le son necesarios para sus
primeras fases de desarrollo, y los abandona al nacer, de modo semejante a como,
varios años después del nacimiento, abandona los dientes de leche cuando ya no
le son útiles para seguir creciendo. Por tanto, pretender que el hijo forma parte del
cuerpo de la madre no es, en el mejor de los casos, más que una muestra de
absoluta ignorancia.
El aborto provocado tiene por objeto la destrucción del hijo en desarrollo en el seno
materno o su expulsión prematura para que muera. Para conseguir este resultado
se suelen usar diversos métodos que en otras circunstancias se emplean
normalmente también en ginecología y obstetricia, y que se eligen atendiendo a los
medios de que se disponga y a la edad del feto que hay que suprimir. Los métodos
más utilizados son: aspiración, legrado, histerotomía ("mini cesárea"), inducción de
contracciones e inyección intraamniótica.
Este método suele practicarse sobre todo en los tres o cuatro primeros meses de
la vida del hijo. Si el embarazo ha superado las doce semanas, las dificultades
aumentan y hay que triturar muy bien el cuerpo del feto para sacarlo al exterior. A
veces pueden quedar grandes restos en el interior del útero, por ejemplo la
cabeza, y por eso el abortador debe identificar cuidadosamente todos los restos
extraídos para asegurarse de que no ha quedado nada dentro de la madre.
19. ¿Por qué se usan estos métodos sólo en los primeros meses del
embarazo?
20. ¿En qué consiste el método de abortar conocido por "mini cesárea"?
La cesárea es una intervención que se realiza al final del embarazo, y que consiste
en extraer al hijo a través de una incisión en el abdomen de su madre, cuando por
las causas que fuere no es posible su nacimiento por el conducto normal. Esta
operación ha salvado muchas vidas tanto de madres como de hijos. Una cesárea
practicada cuando han transcurrido todavía pocas semanas de embarazo se llama
"mini cesárea", y consiste en practicar una incisión en el útero a través del
abdomen materno para extraer por ella al hijo y a la placenta. Este método se
suele realizar a partir de la decimoquinta o decimosexta semana del embarazo.
Habitualmente se extraen niños vivos, que se mueren poco después por ser
inviables. Pero a veces por este procedimiento se han obtenido niños vivos que
eran viables, y entonces se les ha dejado morir sin prestarles los cuidados que
posiblemente habrían permitido salvarlos, o bien se les ha provocado la muerte,
habitualmente por asfixia.
23. ¿Puede decirse que estos métodos sean seguros para la vida o la salud
de la madre?
Hay que mencionar también aquí el alto riesgo de alteraciones psíquicas que
pueden aparecer muchas veces de forma tardía. El aborto supone frecuentemente
para la madre, aunque se someta a él voluntariamente, un fuerte trauma psíquico.
En suma, ningún aborto es "seguro" para la mujer que aborta. Se trata tan sólo de
una manera de hablar, por contraposición a otros métodos que implican aún más
riesgo.
24. ¿Existen, pues, otros métodos, más burdos y peligrosos para la madre,
que se usan en el aborto clandestino?
Sí. Desde hace miles de años existen testimonios históricos de abortos
provocados, con gran riesgo para la vida de la madre. Hoy día siguen usándose
métodos caseros en los abortos clandestinos.
25. ¿No sería mejor entonces, legalizar el aborto para evitar los riesgos de
esos abortos clandestinos, o para que las mujeres más pobres no estén en
inferioridad de condiciones respecto de las más ricas, que pueden ir a
abortar al extranjero?
En primer lugar, debe saberse que incluso en los países con legislación muy
permisivo sobre el aborto, el aborto clandestino sigue existiendo, por mil razones
muy fáciles de comprender (adulterios con consecuencias no deseadas, necesidad
de ocultar un embarazo para mantener cierta posición social, o tantas otras). En
cualquier caso, las circunstancias exteriores que rodean al aborto pueden hacerlo
más sórdido e inhumano por poner en peligro la vida de la madre además de la del
hijo. Pero el aborto, sea de mujeres ricas o pobres, se haga clandestinamente o
bajo la protección del Estado, se practique sin medios o con la más sofisticado
tecnología, es siempre el mismo crimen contra la vida de un inocente indefenso, y
esta acción nunca se puede justificar.
29. ¿Cuál es, entonces, la novedad que supuso la "ley del aborto"?
33. ¿Explica de alguna manera nuestra legislación las razones por las cuales
se establecen ciertas indicaciones para que el aborto no sea punible?
Normalmente, los promotores y quienes consienten las leyes que facilitan el aborto
provocado intenta justificar la legislación permisiva argumentando que, en casos
límite, no puede exigirse de las madres angustiadas una conducta heroica, ya que
ésa no es función de la norma penal.
No. Cualquier legislación penal establece con carácter general que los "casos
límite", en los cuales una persona se ve obligada, física o psíquicamente, a
cometer un delito (cualquier delito, no sólo el aborto), implican la exención de
responsabilidad penal del autor. También en España se da esta eximente de
responsabilidad, llamada "estado de necesidad", que, apreciada por el juez,
conlleva la absolución del autor del delito. Esto quiere decir que no era necesaria
una legislación específica para los "casos límite" en materia de aborto provocado,
pues jamás se ha condenado a nadie por este delito, en la historia judicial
española, si concurría la circunstancia de estado de necesidad.
Si lo que se pretendía era resolver los casos límite, la reforma del Código Penal no
sólo no ha venido a llenar una laguna, que no existía, sino que ha transmitido a la
sociedad la errónea impresión de que abortar en determinadas condiciones no es
delito, tanto si se trata de casos límite como si no.
36. Entonces, ¿por qué se hizo esta modificación del Código Penal, si
también antes se absolvía en casos de estado de necesidad?
38. ¿Qué dice el artículo del Código Penal español que declara no punibles
determinados abortos?
1ª: Que sea necesario para evitar un grave peligro para la vida o la salud física o
psíquica de la embarazada y así conste en un dictamen emitido con anterioridad a
la intervención por un médico de la especialidad correspondiente, distinto de aquél
por quien o bajo su dirección se practique el aborto.
En caso de urgencia por riesgo vital para la gestante, podrá prescindiese del
dictamen y del consentimiento expreso.
3ª: Que se presuma que el feto habrá de nacer con graves taras físicas o
psíquicas, siempre que el aborto se practique dentro de las veintidós primeras
semanas de gestación y que el dictamen, expresado con anterioridad a la práctica
del aborto, sea emitido por dos especialistas de centro o establecimiento sanitario,
público o privado, acreditado al efecto, y distintos de aquél por quien o bajo cuya
dirección se practique el aborto.
39. ¿Qué quiere decir "no será punible el aborto practicado por un médico, o
bajo su dirección, en centro o establecimiento sanitario, público o privado"?
43. ¿Es frecuente que la vida de una mujer corra grave peligro como
consecuencia de su embarazo?
No; es muy raro que eso ocurra. Con los últimos adelantos de la ciencia médica,
es cada día más difícil que se plantee esta colisión entre la vida de la madre y la
del hijo. La realidad más bien inclina a decir lo contrario: hay más ocasiones de
peligro de muerte para una madre como consecuencia de un aborto provocado
que como consecuencia de su embarazo.
Finalmente, hay que tener muy en cuenta la enorme desproporción de los valores
en conflicto en este caso, que son la mejor o peor salud de la madre frente a la
vida o la muerte del hijo. No se puede justificar la eliminación del hijo para evitar un
agravamiento de la salud de la madre.
45. ¿Y en cuanto a la salud psíquica?
46. Parece que son muchos los que, efectivamente, creen que todo embarazo
no deseado ya es de por sí una grave enfermedad psíquica para la mujer.
De todos modos, aun suponiendo que una mujer que se encuentra embarazada
sin querer estarlo sufre un trastorno psicológico de importancia, hemos de tener en
cuenta que la experiencia demuestra que muchos, por no decir muchísimos,
embarazos no deseados se transforman, si se deja nacer al hijo, en gozosas
maternidades deseadas, y bien deseadas. La experiencia demuestra que lo más
corriente es que un feto no querido se convierta en niño queridísimo cuando nace.
Y eso no tiene nada de particular, porque la madre puede experimentar, ante un
embarazo que no quería, una perturbación emocional que le dificulte el hacerse
cargo cabalmente de a quién lleva en sus entrañas, pero esa situación desaparece
en cuanto oye al hijo llorar y lo ve agarrándose a su pecho para tomar su alimento.
Existen, sin embargo, casos en los que la madre detesta a su hijo ya nacido de
todos modos, como hay madres, y padres, que aman intensamente a sus hijos
cuando son pequeños y los odian cuando ya son mayores, por las circunstancias
que fuere. En situaciones así, parece que la legislación más prudente será la que
se ocupe de velar por la vida y la seguridad de los eventualmente amenazados,
sobre todo si son desvalidos e inocentes de toda culpa (arbitrando sistemas de
adopción, de acogida, de educación, etc.), y no una legislación que acepte como
legal el infanticidio o el parricidio.
Resulta muy difícil contrastar eso. El estudio de los trastornos psíquicos tienen
todavía, según opinión unánime de los especialistas, mucho camino que recorrer.
Hablar en general de "salud psíquica" es tan vago e inconcreto que puede no
significar científicamente nada. No se ha demostrado hasta ahora que ningún tipo
de enfermedad mental conocido y preciso se pueda curar solamente mediante un
aborto, porque es prácticamente imposible esta clase de demostraciones, como es
igualmente imposible demostrar que el aborto no sea más perjudicial para la salud
psíquica de la madre que dejar que el hijo nazca.
Quiere decir que para que el aborto no sea punible, hay que haber denunciado
previamente la violación, y que el aborto hay que realizarlo en los tres primeros
meses del embarazo. El aborto por esta razón se conoce como "aborto ético".
Se le ha dado este nombre por los que consideraban que el aborto provocado en
estos casos era éticamente admisible. Hoy, con esta expresión se quiere transmitir
la sensación de que se remedia un acto de salvajismo como es toda violación,
aunque, en realidad, el aborto no remedia nada, ya que la violación no puede dejar
de haber existido, y el hijo fruto de la violación es completamente inocente. El
abortar por causa de violación no tiene nada que ver con la ética, porque no es
una actitud ética el tratar de compensar una injusticia con otra injusticia.
No existe ninguna razón con fundamento biológico o médico para que el aborto
deliberado por causa de violación no sea punible antes de los tres meses de
gestación y sí lo sea después de ese plazo. Únicamente ocurre que la realización
del aborto es más fácil y ofrece menores riesgos para la madre cuanto más
pequeño sea el hijo en el útero materno.
No; es sumamente rara, porque es muy infrecuente que de una violación se siga
un embarazo. Además, para estos casos tiene que intervenir la Policía como
consecuencia de la obligación de denunciar la violación antes de la práctica del
aborto, lo cual inclina de inmediato a acogerse a la circunstancia del "grave peligro
para la salud psíquica" de la madre, que sólo requiere un certificado médico, no
exige plazo alguno para la práctica del aborto y mantiene alejada a la Policía.
52. ¿Qué quiere decir la circunstancia de riesgo de graves taras del feto?
Quiere decir que para que el aborto por causa de mal-formaciones del feto
(llamado también "aborto eugenésico" o "eugénico") no sea punible, han de
cumplirse estas dos condiciones:
a) que existan dos certificados médicos, emitidos por especialistas diferentes del
que eventualmente practique el aborto, en los que conste la presunción de graves
taras del hijo;
La palabra "eugenésico" significa "de buen origen". Desde fines del siglo pasado
se estudia la eugenesia, que es la ciencia que estudia cómo mejorar los factores
hereditarios en las especies vivas, también en la humana, y que tuvo un gran
desarrollo en Estados Unidos; ya entrado este siglo, en la Alemania nazi se
fomentó el nacimiento de niños de padres de raza aria, y se trató de evitar,
mediante la esterilización, la reproducción de personas con reales o supuestas
taras genéticas.
Se ha aplicado este término a este tipo de aborto porque se pretende evitar así el
nacimiento de niños con malformaciones o anomalías. Pero esta denominación no
es idónea, ya que mediante esta forma de aborto no se consiguen mejorar los
factores hereditarios de la especie humana.
Porque hacia la vigésimo segunda semana es cuando con las técnicas más
habituales se pueden detectar signos de que el hijo padece alguna malformación
congénita.
55. ¿No es mejor evitar que nazca un niño llamado a tener una vida
disminuida, con grandes sufrimientos tanto para él como para su familia?
No. El pensar de esta manera conduce a la aberración de suponer que dar muerte
a un ser humano en determinadas circunstancias es hacerle un favor. La muerte
como remedio va directamente en contra no sólo de los más elementales
planteamientos humanitarios, sino también del sentido común.
Hay que decir, por último, que la legislación española establece una lacerante
desproporción entre lo probable de la malformación y lo seguro de la muerte en
este tipo de aborto no punible.
No; son muy infrecuentes, porque cuando se tiene conocimiento de que el hijo o la
hija son o pueden ser deficientes, resulta más fácil acogerse a la circunstancia
primera ("grave peligro para la salud psíquica" de la madre), que sólo requiere un
certificado médico en lugar de dos, y además no limita la práctica del aborto con
ningún plazo.
57. En este artículo del Código Penal se dice, además, que no se castigará a
la madre que aborte acogiéndose a una de estas "indicaciones", aunque no
haya certificados médicos o el aborto no se haga en un "centro acreditado".
¿Cuál es el significado de esta afirmación?
Con este mandato se quiere eximir de toda culpa penal a la madre que consiente
que se le practique un aborto porque crea erróneamente que se cumplen los
requisitos de la ley, aunque no sea así. En este caso, se castigará solamente a los
demás autores del delito.
Desde luego que sí, y, si ocurriese esto, no sería ninguna novedad, puesto que en
las legislaciones de algunos otros países también se considera no punible el
aborto realizado por causas socio-económicas, es decir, si la llegada del nuevo hijo
implicase un sacrificio económico o social que los padres considerasen
insoportable. Es el llamado "cuarto supuesto", que algunos quieren introducir en
nuestra legislación porque les parece que, si figurase en el Código, permitiría que
la motivación legal de muchos abortos provocados se acercase más a la realidad,
ya que ahora tienen que acogerse a la indicación de "grave riesgo para la salud
psíquica" de la madre.
60. ¿Pero no basta ya el supuesto del riesgo para la salud psíquica para que
el aborto provocado sea, de hecho, aborto a petición e impune, según ya
hemos visto?
En teoría podría pensarse que así es, pero no ocurre lo mismo en la práctica,
porque entre las finalidades de esta legislación no está sólo la ausencia de castigo
penal, sino que está también el adoctrinamiento indirecto a la sociedad,
transmitiendo la idea de que abortar puede llegar a considerarse como algo
socialmente respetable.
Por esta razón hay incluso quienes entienden que el sistema de indicaciones, por
amplio que sea, no resuelve del todo esta cuestión, y pretenden transformar la
naturaleza legal del aborto en España, de forma que, de ser un delito, pasase a ser
el derecho que las madres tendrían de matar a sus hijos concebidos y aún no
nacidos; eso, según los patrocinadores de esta idea, podría lograrse si se
implantase una mera ley de plazos, que desprotegiese absolutamente a los seres
humanos menores de tres o cuatro meses de edad en el útero materno. El
Derecho, según esta normativa, se desentendería por completo de esos pequeños,
que quedarían a merced de lo que su madre decidiese hacer con ellos, incluido el
darles muerte sin tener que explicar a nadie por qué.
El no nacido es una persona, pues no existe ninguna otra forma de ser humano
que el ser personal. Sin embargo, los ordenamientos jurídicos a veces establecen
ficciones sobre quién es persona y quién no, pero estas ficciones no alteran la
realidad de las cosas.
62. ¿Por qué esas 24 horas después del nacimiento para que el Derecho
español considere, a efectos civiles, persona a un ser humano?
Este precepto de nuestro Código Civil es un arcaísmo que se arrastra desde los
tiempos del Derecho Romano, en que había una enorme mortalidad de recién
nacidos.
Sin embargo, ante las exigencias de la realidad, el propio Código Civil establece
que al concebido y todavía no nacido se le tiene por nacido a todos los efectos que
le sean beneficiosos (como por ejemplo en caso de herencia) si llega a nacer con
vida.
63. Pese a todo, ¿no debía España equipararse a los países de su entorno,
que en su mayoría tienen legalizado el aborto?
No. A otros países hay que imitarlos en todo aquello que sea favorable a la
defensa de la vida y la dignidad humanas, pero no en lo negativo y ajeno al
progreso humanista.
64. Pero si la mayoría de los países más adelantados de nuestra época tienen
legalizado el aborto en mayor o menor medida, ¿no debe considerarse la
legalización del aborto como una muestra de progreso?
No. Los países, como las personas, pueden ser adelantados y progresistas en
unas cosas, y atrasados y reaccionarios en otras: la Atenas del siglo V antes de
Cristo era el país más avanzado de su época en arte, filosofía, literatura,
organización, pero todas estas conquistas convivían con la esclavitud. Lo mismo
puede decirse de la Europa renacentista y la tortura, de los Estados Unidos del
siglo pasado y la esclavitud de los negros, o de la Europa actual y el aborto
provocado. Aun en nuestros días hemos asistido a auténticos genocidios, como el
cometido contra los judíos durante el nazismo, que llegaron a presentarse como un
avance en la depuración de la raza aria.
Del mismo modo que no sería un signo de progreso el imitar a la Atenas del siglo V
antes de Cristo en cuanto a la esclavitud, tampoco sería bueno imitar hoy a los
países del resto de Europa en cuanto a la legalización del aborto.
Por varias razones, entre las cuales no es la menor el arcaísmo de creer que sólo
existe lo que tenemos delante de nuestros ojos. Pero el hijo no nacido existe, está
vivo, aunque no se vea ni se oiga. La tortura nos la podemos imaginar fácilmente
en toda su crudeza y en todo su horror, pero hay que hacer un esfuerzo para
imaginar la realidad cruda y horrible de un aborto provocado. De ahí que en
páginas precedentes se haya explicado, aunque sea sucintamente y de la manera
menos dramática posible, una realidad ciertamente dramática, que ni se puede ni
se debe ocultar, porque el valor de la vida humana no depende de nuestros
sentimientos, sino de lo que ella en realidad es.
Por otro lado, los Estados que permiten legalmente el aborto provocado
encuentran para su silencio unos aliados espontáneos en los que tienen la
principal obligación de proteger la vida de los hijos no nacidos: la madre y el
médico que predica el aborto; mientras que, en el caso de la tortura, los familiares
de la víctima son unos acusadores permanentes, y no digamos la propia víctima, si
sale con vida del tormento. Por eso se tiende a comprender mucho más fácilmente
la obligación del Estado de proteger al torturado que a la víctima de un aborto.
Pero eso no exime en absoluto a los Estados de su obligación ética hacia el no
nacido.
También existen otros medios jurídicos para que los Estados desarrollen una
política contraria a la práctica de abortos (sanciones administrativas, premios o
subvenciones a la natalidad, etc.), pero su carácter liviano y colateral no estaría
proporcionado a la gravedad intrínseca del aborto, que, por ser un atentado radical
a un bien básico y fundamental, merece la máxima protección jurídica, que hoy no
es otra que su configuración como delito. Lo mismo se puede decir del homicidio o
la violación: deben ser delito, pues no sería proporcional amenazar al asesino o al
violador solamente con una multa o algo semejante.
68. ¿Significa esto que el Estado debe sancionar en sus leyes todo lo que la
moral prohíbe?
No. El Estado sólo debe sancionar aquellas conductas inmorales que entran en el
ámbito de su competencia por no agotarse en el terreno de la intimidad de las
personas, y siempre que las normas jurídicas sean un instrumento técnicamente
apto para evitar que se haga lo que se prohíbe. Todo ello sin perjuicio de la
prudencia exigible al legislador para saber en cada caso hasta dónde puede y
debe llegar, pues a veces es admisible la tolerancia con el mal por la imposibilidad
de erradicarlo y si su prohibición pudiese causar males todavía mayores.
De ninguna manera. El Estado debe proteger, por todos los medios a su alcance,
los valores sobre los que se cimienta el orden social, como lo es la vida humana, y
nunca, bajo ninguna circunstancia, puede renunciar a reprimir los atentados
básicos y definitivos contra esos valores (homicidio, aborto, violación, tortura...),
aunque se sepa que jamás podrán erradicarse, porque eso sería tanto como
renunciar a la razón de ser de toda sociedad organizada y del mismo poder
público.
70. El que a veces pueda ser aceptable cierta tolerancia con el mal, ¿significa
que hay circunstancias en que pueda no ser tenido por mal, sino ser
considerado como un bien?
No. El mal siempre es mal aunque haya que tolerarlo. El bien no se tolera; se
desea, se busca, se intenta conseguir. Sólo se puede tolerar lo que es negativo
mientras lo negativo no se puede suprimir, pero nunca es legítimo ver como bueno
lo que intrínsecamente es malo, como por ejemplo el aborto.
No; si fuese éste el caso, esa parte de la población estaría equivocada, como lo
estaban quienes en otras épocas no veían como malas la esclavitud o la tortura.
Quienes están equivocados tienen derecho a que se les ayude a salir de su error, y
se les impulse a no causar daños irreparables por actuar conforme a su error.
Los valores básicos y esenciales, como la vida del ser humano y su dignidad, son
previos, independientes y superiores a las determinaciones de las mayorías. Por
eso los Estados no deben guiarse por las opiniones de la mayoría en lo que hace
referencia a la naturaleza de las cosas. Las cosas no son verdaderas o falsas,
bellas o feas, buenas o malas, porque así lo pueda disponer una mayoría en un
momento concreto.
La ley penal no sólo tiene como fin la persecución del delito, sino también ayudar a
conformar la conciencia social sobre los valores básicos de la convivencia,
estimulando a los ciudadanos a no cometer lo que se penaliza. Por eso, cuando
una determinada conducta se despenaliza, se hace cada vez más frecuente hasta
llegar a ser vista como buena y, por lo tanto, a practicarse con naturalidad, en la
equivocada creencia de que todo lo legal es moral, y todo lo ilegal es inmoral.
De ninguna manera. Hay que ser firmes con la verdad, pero comprensivos con las
personas; naturalmente, eso no presupone que el comprender, ayudar y convivir
con las personas que han cometido un error signifique negar que han cometido un
error. Un crimen es un crimen, aunque al criminal se le ayude y acoja, e incluso se
le pueda eximir de culpa y de responsabilidad, si hay razones para ello.
La Iglesia Católica entiende por aborto la muerte provocada del feto, realizada por
cualquier método y en cualquier momento del embarazo desde el instante mismo
de la concepción. Así ha sido declarado el 23 de mayo de 1 988 por la Comisión
para la Interpretación Auténtica del Código de Derecho Canónico.
Ciertamente, no. Esta cuestión es, desde luego, un problema científico, político y
social grave. Pero también es, y en gran medida, un serio problema moral para
cualquiera, sea o no creyente.
Por eso los católicos, si vivimos nuestra fe, valoramos en toda su dimensión el
drama terrible del aborto como un atentado contra esta dignidad sagrada. Más que
de obligaciones adicionales, pues, habría que hablar de una más profunda y plena
comprensión del valor de la persona humana, gracias a nuestra fe, como
fundamento para nuestra actitud en favor de la vida, ya que sabemos que el olvido
de Dios lleva con más facilidad al olvido de la dignidad humana.
79. Como católica, ¿en qué incurre una persona que realiza o consiente que
le realicen un aborto?
Además, hay que tener en cuenta que al niño abortado se le priva del Sacramento
del Bautismo.
El que procura un aborto, si sabe que la Iglesia lo castiga de este modo riguroso,
queda excomulgado. El Canon 1398 dice: "Quien procura un aborto, si éste se
produce, incurre en excomunión Latae sententiae"
Por otra parte, el Canon 1041 establece que el que procura un aborto, si éste se
consuma, así como los que hayan cooperado positivamente, incurre en
irregularidad, que es el impedimento perpetuo para recibir órdenes sagradas.
Con esta expresión se quiere decir que el que incurre en ella queda excomulgado
automáticamente, sin necesidad de que ninguna autoridad de la Iglesia lo declare
para su caso concreto de manera expresa.
85. ¿Significa algo especial la frase "si éste -el aborto- se produce"?
Sí. Quiere decir que, para que se produzca la pena de excomunión, el aborto debe
consumarse, es decir, el hijo ha de morir como consecuencia del aborto. Si, por
cualquier circunstancia, el aborto no llega a consumarse, no se producirá la
excomunión, aunque se dará el pecado.
La razón de ser de esta norma es proteger -también de esta manera, no sólo con
la catequesis y la recta formación de la conciencia- la vida del hijo desde el
instante mismo de la concepción, porque la Iglesia se da cuenta de que la frágil
vida de los hijos en el seno materno depende decisivamente de la actitud de los
más cercanos, que son, además, quienes tienen más directa y especial obligación
de protegerla: padres, médico, etc. Luego, cuando el niño nazca, estará ya
además protegido de alguna manera por la sociedad misma.
88. Pero ya que en los últimos años cada vez hay más Estados que permiten
el aborto, ¿no habría sido un gesto de benevolencia de la Iglesia el haber
mitigado las penas para los católicos que aborten?
La Iglesia es Madre y Maestra; como Madre, es lenta para la ira y fácil para el
perdón, pero como Maestra no puede desvirtuar el depósito de la doctrina legado
por Dios, y no puede decir que está bien lo que está mal, ni puede dar pie a que
nadie suponga que actúa de esta manera.
89. ¿Puede suceder que alguna persona consienta o colabore en un aborto y
no incurra en excomunión?
Sí. Dado que en Derecho Canónico no existe delito si no hay pecado grave, hay
circunstancias en las que no se incurre en esta pena, que requiere plena
imputabilidad. Por ejemplo, no quedan excomulgados los que procuran un aborto
si ignoran que se castiga con la excomunión; los que no tengan conciencia de que
abortar voluntariamente es pecado mortal; los que han intervenido en un aborto
forzados con violencia irresistible contra su voluntad o por miedo grave; los
menores de edad...; en general, los que han obrado sin plena advertencia y pleno
consentimiento.
Dice, en su artículo 14: "Todo ser humano tiene derecho a la vida, a la seguridad
de su persona y a la protección de la salud". Añade en el artículo 16: "En su
comportamiento profesional, la Enfermera/o tendrá presente que la vida es un
derecho fundamental del ser humano y por tanto deberá evitar realizar acciones
conducentes a su menoscabo o que conduzcan a su destrucción". Y afirma en el
artículo 22: "la Enfermera/o tiene, en el ejercicio de su profesión, el derecho a la
objeción de conciencia que deberá ser debidamente explicitado ante cada caso
concreto. El Consejo General y los Colegios velarán para que ninguna/o
Enfermera/o pueda sufrir discriminación o perjuicio a causa del uso de este
derecho".
Pero aunque no fuera así, los médicos, enfermeras y enfermeros católicos tienen
la grave obligación moral de no prestarse a la comisión de abortos provocados,
sean cuales fueren las consecuencias perjudiciales que para ellos o sus familias se
puedan derivar de su actitud.
95. ¿No es la doctrina católica sobre el aborto una dura doctrina, que muy
pocos podrán seguir?
Casi con estas mismas palabras replicaron los contemporáneos de Jesús cuando
oyeren su predicación. Y el mismo Jesús nos dijo que hay que seguir el sendero
estrecho para llegar al Reino de los Cielos. Seguir a Cristo en Su Iglesia no es
fácil, pero con la Gracia de Dios se allana el camino y se superan las dificultades,
por grandes que parezcan. También nos dijo Jesús que fuéramos a Él con
confianza, y Él nos aliviaría de nuestras angustias.
Todos los católicos estamos llamados a una vida plena, es decir, a la santidad, y a
contribuir activamente a la extensión del Reino de Dios en la tierra llevando el
Evangelio hasta el último rincón del mundo. Si todo miembro responsable de una
sociedad que se proclama civilizada tiene el deber de defender la vida y la
dignidad humanas, por muchas más razones los católicos hemos de asumir esta
tarea.
98. ¿Cómo se puede hacer esto, en el caso del aborto?
99. ¿Qué puede hacer para influir en esta materia un cristiano corriente, un
ciudadano normal que ni sale en la televisión, ni habla desde una cátedra o
una tribuna pública?
Lo primero que cada uno puede y debe hacer para afirmar la vida es vivir con la
conciencia de su dignidad. Sólo afirmaremos la vida de otros si nosotros
percibimos la nuestra en toda su grandeza y si nuestra conducta es coherente con
nuestra convicción. El ejemplo de Jesús, tomando en serio a cada una de las
personas que se encontraba, debe servirnos para que todos los que se crucen en
nuestra vida se sientan valorados y tenidos en cuenta como seres únicos. Una
afirmación así de la vida personal en nuestras experiencias cotidianas hará posible
que surja, naturalmente, la estima por todos y cada uno de los seres humanos,
también los concebidos y no nacidos. Pero junto a esta actitud general, caben
muchas maneras concretas de trabajar específicamente en favor de la vida:
No despreciando el valor moral del dolor y del sacrificio, cuyo rechazo lleva
a justificar cualquier intento de acabar con lo que se cree que son sus
causas, incluidos los ancianos o enfermos inútiles, los deficientes que son
una carga o los nuevos hijos que pueden complicar la vida o disminuir el
bienestar de la familia.
Acogiendo y ayudando, también económicamente, a quienes, por razón de
su maternidad, se encuentran en situaciones difíciles.
Recibiendo con alegría, por duro que pueda ser, al nuevo hijo enfermo o
deficiente que llegue a la familia, como una bendición de Dios. Es ejemplar
el testimonio de numerosísimos padres cristianos en este sentido.
Orientando el voto hacia las alternativas que merezcan más confianza por
sus actitudes ante la vida en general, y ante la cuestión del aborto
provocado en particular.
Informando a quienes nos rodean, con caridad, pero con firmeza y claridad,
de la realidad del hijo no nacido y de la importancia de defender su derecho
a vivir.
Son sólo algunos ejemplos que puedan dar idea del enorme campo que un
cristiano tiene ante sí en relación con este gravísimo problema.
Las mujeres abortan con o sin regulación legal. Con regulación legal y
asistencia médica mueren menos mujeres, sin ella mueren muchas más,
desatendidas y en la clandestinidad. Efectivamente, la vida humana está en
juego, no sólo la de los cigotos de las primeras catorce semanas de gestación
(que es la única que parece preocupar a los/as políticos/as y al clero).
Los que nos gobiernan defienden los derechos de los no nacidos, para una vez
nacidos, arrebatarles todos los derechos
DIVERSIDAD
SEXUAL
Religión,
Diversidad
Sexual y
Activismo.
El Conocimiento es importantisimo, la ignorancia da pie a que personas
Lesbianas,Gays,Bisexuales,Trans e Intersex sean Discriminad*s por
desconocer temas inherentes a su realidad. Mi pequeña contribución es
dar un aporte educativo a que nuestra realidad como Sexo Diversos sea
conocida por nuestros iguales y la sociedad en la que nos
desenvolvemos, para romper con la discriminación , el estigma y la
homofobia que existe en torno a estos temas y que sufrimos l*s LGBTI.
viernes, 5 de julio de 2013
Un Estado laico trata a todos los ciudadanos por igual, tanto a los creyentes
de cualquier religión como a los no creyentes.
En caso de haber una religión que reciba un trato especial por parte del
gobierno, dicha importancia tendría un significado puramente simbólico, que no
afectaría a la vida ordinaria de sus ciudadanos ni sus derechos, especialmente
en el hecho de no hacer distinciones basadas en la religión de cada individuo.
Muchos Estados que hoy en día son laicos, han tenido vestigios legales de una
religión establecida.
El laicismo tiene varias apariencias que pueden coincidir con diversos grados
de religiosidad oficial.
Así, en la Commonwealth, la cabeza del Estado debe haber sido coronada según
el Juramento de coronación de 1688 (Coronation Oath Act) jurando por tanto la
defensa de la fe anglicana.
Partiendo del hecho de que la gran mayoría de los Estados han tenido religión
oficial en alguna etapa de su historia y que el mapa (Azul:Estado laico o
aconfesional. Rojo: Estado confesional. Gris: Ambiguo o sin datos) del artículo
muestra que la situación se ha ido revirtiendo en los últimos 250 años, puede
concluirse que la tendencia es hacia una secularización del Estado desde la
Edad Moderna.
CLAI. CONSULTA CONTINENTAL: “LAS IGLESIAS Y LOS DERECHOS
SEXUALES Y REPRODUCTIVOS”.
CONSULTA CONTINENTAL
“LAS IGLESIAS Y LOS DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS”.
22 días del mes de mayo de 2013.
Consenso de La Habana
• Existen entre 600 y 800 mil personas, entre población infantil, jóvenes, y
mujeres pertenecientes a los países de la región, que son
víctimas de trata y tráfico, por las fronteras cada año, a través de
las redes de trata y tráfico con fines de explotación sexual y
otros.
Levítico 20,13: “Si alguien se acuesta con varón como se hace con mujer, ambos
han cometido abominación: morirán sin remedio; su sangre caerá sobre ellos”.
Estos son los versículos más explícitos que se utiliza para condenar la
homosexualidad. ¿Pero realmente habla sobre la homosexualidad? ¿O está
hablando de otra situación muy diferente a una relación homosexual?
Citado del teólogo McNeill: “Se trata del ‘Código de Santidad’ de los judíos, que
contiene sus austeras normas rituales del culto a Yahveh. En este contexto, se
explica bien la prohibición de las orgías sagradas de los cananeos, ligadas a los
ritos idolátricos de la fertilidad en honor de Astarté y de Baal. Los cananeos
creían participar en el proceso primaveral de los campos por la comunión vital
con sus dioses de ambos sexos, a través de la unión carnal con prostitutas y
prostitutos consagrados a ellos en sus templos. Por eso los hebreos, ante
cuyos asombrados ojos se desarrollaban estas fiestas rituales de
los pueblos vecinos, asociaban espontáneamente los actos homosexuales a la
más depravada idolatría. Hay que tener en cuenta el marco histórico-cultural de
la religión cananea de la fertilidad.”
Además hay otra corriente de análisis que vale la pena mencionar, notar como la
cita dice: No te acostarás con varón como con mujer. Como dicen los rabino no
hay palabras de más en la biblia; “como con mujer”, muchos creen que esta
aclaración sobre esta cita se refiere a ciertas personas que se prostituían
vestidas de mujer o prostitutas travestidas.
Los teólogos que defienden el punto de vista homoerótico han propuesto una hipótesis
diferente a los fundamentalistas que dicen que solamente fue una demostración de amor
entre amigos que se querían como hermanos, el teólogo Halleslewen, a favor de la
hipótesis gay, señaló:
“No será fácil que esta interpretación se abra espacio pese a que está bien
razonada. Y no lo será porque, en la medida que se acepte como verdadera, el
tema bíblico de la homosexualidad daría un vuelco total. David es uno de los
personajes que, a lo largo de los siglos, ha cautivado más. Su casi segura
relación homosexual con Jonatán alteraría todos los parámetros para juzgar
dicho fenómeno desde un punto de vista bíblico. David permitiría ver la
homosexualidad inserta en una persona integral, muy amada y muy amante de
Dios, y arrojaría luces para nuevos enfoques teológicos. Pero estoy seguro que
llegará el día en que esta tesis se abrirá paso...”.
La Biblia no niega o acepta nada sobre los amores de David y Jonathan, son los
estudiosos, traductores, exegetas y transcriptores quienes hacen eso, y como la mayoría
de ellos son homofóbicos, han tratado de desaparecer parte de la historia o sino
disimularla. Los siguientes textos bíblicos pueden esclarecer ciertas dudas:
Aquí vemos claramente que el despertar amoroso entre David y Jonatán fue a primera
vista, en la misma Biblia se habla de la hermosura de David: “Era rubio, de hermosos
ojos y de buen parecer” (Primer Libro de Samuel 16:12). De Jonatán se dice poco, solo
que era un aguerrido y valiente soldado hijo del Rey Saúl.
Saúl parece comprender en este momento la relación sentimental entre David y Jonatán
y le amonesta e insulta diciéndole “para vergüenza tuya y vergüenza de tu madre”
sugiriendo que efectivamente hay algo más entre ellos que una simple amistad. Esta
expresión se usa a menudo en el Antiguo Testamento en situaciones sexuales.
…“se levantó David del lado del sur, y se inclinó tres veces postrándose hasta la
tierra; y besándose el uno al otro, lloraron el uno con el otro; y David lloró más.
Y Jonatán dijo a David: Vete en paz, porque ambos hemos jurado por el nombre
de Jehová, diciendo: Jehová esté entre tú y yo, entre tu descendencia y mi
descendencia, para siempre. Y él se levantó y se fue; y Jonatán entró en la
ciudad.”
Aquí en estos versículos vemos hasta donde llega el amor de David y Jonatán que
después de besarse y llorar por su amor imposible se juran lealtad ante Jehová y sus
descendencias.
Como vemos la relación de David y Jonatán no se trata de una simple y
extraordinaria amistad, como las iglesias o religiones cristianasfundamentalistas lo
quieren hacer ver, la relación de estos hombres bíblicos es de profundo amor, de
lealtad y de atracción sexual. Las religiones organizadas no lo quieren ver así porque
eso significaría aceptar la homosexualidad desde la perspectiva bíblica, y aún más,
desde la vida de Cristo, pues este es descendente de David “el ungido de Dios.” Esta
historia demuestra lo que ya sabíamos, la homosexualidad es tan antigua como la
misma palabra de Dios, la Biblia, además que demuestra que la integridad y la
espiritualidad pueden existir entre todas las personas sin importar su género y su
preferencia sexual.
El Arte ha dejado hermosas obras donde se pueden disfrutar del amor homoerótico de
estos personajes que han sobrevivido a la homofobia reinante durante toda la historia, el
amor sea cual sea su forma ha demostrado ser fuerte y siempre triunfa ante las
adversidades.
LA CONDUCTA HOMOSEXUAL
UNA APROXIMACION CRISTIANA A LA CUESTION
Trabajo desarrollado sobre las notas empleadas por el autor en las clases de Estudio
Bíblico para Adultos desarrolladas en los meses de Septiembre a Noviembre de 2003,
en la Iglesia Cristiana Bautista de Toledo. Notas.- El autor no solo autoriza, sino que estimula la distribución
libre de este trabajo con la única condición de que sea íntegro y gratuito. Haga copias y distribúyalo entre sus amigos.
Empléelas para sus clases de estudio bíblico eclesial.
Han sido multitud de artículos los que el autor ha examinado y de los que ha obtenido información parcial imprescindible para
elaborar este estudio. Es imposible hacer una mención a todos en la breve extensión de un trabajo de este tipo. Pero a todos
ellos, quiero expresar mi profundo agradecimiento.
Prologo
Hace pocas fechas la llamada Iglesia Episcopal, una rama de EEUU, que pertenece
a la comunión anglicana con más 70 millones de seguidores, ha nombrado obispo a un
señor que se declara homosexual activo, que vive con un compañero, que se divorció
de su esposa, con la que tenía dos hijos. Su nombramiento fue ratificado con el voto
de otros 62 obispos (de 106), que pensaron que la homosexualidad activa no está
condenada por Dios. La Iglesia Episcopal ya había reconocido la unión de parejas del
mismo sexo como perfectamente lícito y compatible con la fe cristiana.
La Iglesia Unida de Canadá acaba de pedir al gobierno de su país que legalice los
matrimonios entre personas del mismo sexo. Y el debate está planteado ya en
España también y pronto llegará a nuestras iglesias, por lo que es necesario que de la
misma forma que en el pasado estuvimos estudiando ciertos aspectos doctrinales
nuevos que han aparecido por el mundo en los últimos tiempos, para que estemos
informados convenientemente tras analizarlo a la luz de las Sagradas Escrituras.
Un boletín de una iglesia tradicional de Barcelona decía hace unos meses que se
debía profundizar en las iglesias en la misma normalización que las personas gay lo
están haciendo en la sociedad, y que no se puede condenar al homosexual a una vida
de castidad ó a un matrimonio heterosexual forzado.
Con este panorama a nuestro alrededor, creo que es oportuno dedicar un poco de
tiempo y de estudio a una cuestión que como veremos es bastante importante y que
sobrepasa el marco de la propia homosexualidad hacia otros valores clave de la fe y la
moral cristiana.
1. La conducta homosexual.
2. La conducta homosexual y la sociedad.
3. La conducta homosexual y la Biblia
4. La conducta homosexual y las iglesias evangélicas.
Es importante este punto porque la postura ideológica coordinada por los colectivos de
gays y lesbianas de los que hablaremos cuando tratemos de la conducta homosexual
y la sociedad, y en las iglesias evangélicas, afirman que: "La homosexualidad no es un
pecado, tampoco una enfermedad”. Hay personas que dicen ser cristianas que afirman
cosas como: Creemos que Dios nos creó homosexual, lesbiana, hombre gay, bisexual,
o heterosexual. Es decir, no hay ninguna contradicción en ser gay o lesbiana y
cristiano(a).
Capítulo I
LA CONDUCTA HOMOSEXUAL
¿Qué es la homosexualidad?
La definición más sencilla de la homosexualidad es que se trata de una conducta que
manifiesta una atracción sexual y emocional hacia personas del mismo sexo. Existen
diferentes términos y diferentes categorías de personas relacionadas en ciertos
aspectos con la cuestión de la homosexualidad:
c) Travesti (Queen) Vestirse con la ropa del otro género para imitar temporal ó
definitivamente su personalidad.
h) Eunuco (Etíope. Saris en hebreo, gr. Eunouchos), Es una palabra bíblica que tiene
varios significados. Uno de ellos es “célibe”. Eunucos que nacen y que se hacen, Mt.
19:10-12, comparar con 1Cor. 7:26 y 27, sinónimo de persona que tiene la voluntad de
no casarse. En otros casos eran los guardadores de los harenes, varones castrados.
La palabra se extendió a todos los funcionarios del gobierno, aunque fuesen casados
como Putifar, aquel que compró a José, (Gen. 39:1). En 1Sam. 8:15, funcionarios del
Estado).
i) Sodomita.- Palabra común que ha llegado a casi todos los idiomas donde la Biblia
ha tenido influencia. Deriva de Sodoma destruida como consecuencia de su pecado,
uno de los cuales era la homosexualidad. En las versiones castellanas de la Biblia se
traduce por ella la palabra hebrea “qadhêš”, sin embargo cuando se trata del término
femenino análogo “qedhešâh” se traduce por “prostituta. Trataremos extensamente
este asunto en nuestro estudio.
Es natural la homosexualidad?
La segunda cuestión más importante es afrontar la pregunta general. ¿Los
homosexuales fueron creados así y se comportan conforme a su género, ó son
personas que mantienen una conducta contraria a la naturaleza humana? ¿Qué dice
la ciencia al respecto?
Veamos que dicen primero los activistas homosexuales que se definen como
cristianos: Creemos que la sexualidad humana, sea heterosexual u homosexual, es un
don de Dios y algo que se debe celebrar dignamente.
En los años cuarenta, Sandor Rado sostuvo que la homosexualidad era un trastorno
fóbico hacia las personas del sexo contrario, que debía ser tratada como otras fobias.
Bieber y otros psiquiatras, ya en los años sesenta, partiendo del análisis derivado de
trabajar con un considerable número de pacientes homosexuales, afirmaron que la
homosexualidad era un trastorno psicológico derivado de relaciones familiares
patológicas durante el período edípico. Por esta razón el DSM (Diagnostic and
Statistical Manual of Mental Disorders) incluía la homosexualidad en el listado de
desórdenes mentales. (Ya trataremos en otro apartado como fue quitado de ese
manual).
El esfuerzo del colectivo gay en su afán por demostrar que ellos son un tercer sexo, es
antiguo y ya lo sostenía en 1899 un investigador alemán, afirmando que era una
característica congénita, y que “nacían de esta forma”. Intentan asentar la idea de que
no se trata de personas heterosexuales con problemas de comportamiento, sino que el
homosexual se comporta así porque esa es su forma natural de hacerlo, y que intentar
cambiar esa orientación sexual significa ir contra su naturaleza, y ponen como ejemplo
a las personas zurdas. Así su presión sobre la comunidad científica ha sido incesante,
aunque ha decrecido algo en los últimos tiempos, en la medida en que su esperanza
de obtener científicamente la prueba definitiva para sus posturas se ha visto
defraudada una y otra vez, y que sus objetivos se pueden alcanzar social y
políticamente sin necesidad de tal prueba.
Pero el mundo científico ha estudiado en los últimos años intensamente esta cuestión.
Se han hecho análisis, mediciones, estudios estadísticos, etc. Se ha estudiado de un
área del cerebro conocida como INAH-3, el comportamiento de gemelos idénticos, no-
idénticos, otros hermanos biológicos, incluso adoptados. En el campo de la genética
se ha buscado el gen “gay” con el mismo ansia que el “eslabón perdido” de la
evolución. La falta de resultado a favor de sus pretensiones ha hecho que en la
actualidad hasta organizaciones pro gay, y algunos activistas destacados reconozcan
que la homosexualidad no ha encontrado en la biología ningún apoyo para el origen
natural.
Con todo ese trabajo realizado hasta ahora se puede afirmar que las pruebas hasta el
día de hoy han determinado que no existe ningún gen que determine un
comportamiento homosexual. El Dr. Socarides, que es el científico que más ha
estudiado el comportamiento gay en el campo de la psiquiatría, y que los gays
consideran su bestia negra, ha afirmado que se trata de una cuestión patológica (es
decir de una enfermedad psíquica), un desorden, que se origina en la etapa pre-
adolescente de algunas personas. Y por lo tanto dentro de las enfermedades que
pueden y deben ser tratadas.
¿Qué factores pueden influir en una persona para tener una inclinación
homosexual?
Realmente se pueden combinar un amplio abanico de circunstancias y la respuesta
que la personalidad individual e irrepetible de cada persona responda a cada una y al
conjunto de ellas. Cada persona, aun viviendo las mismas experiencias, recibiendo los
mismos mensajes, la misma situación familiar, es irrepetible en el desarrollo de su
comportamiento, porque el desarrollo de la personalidad tiene en cuenta todos esos
elementos externos junto a un buen número de reacciones internas (pensamientos,
análisis, posturas y decisiones) que son irrepetibles en su conjunto. En la Biblia
encontramos que hermanos gemelos como Caín y Abel, ó Esaú y Jacob, educados en
una sociedad primaria con menor influencia externa, en el seno del mismo hogar y
bajo las mismas circunstancias, desarrollaron personalidades, comportamientos y
actitudes completamente opuestas. Esto es lo que hace único e irrepetible al ser
humano más allá incluso de los rasgos del ADN. Por eso el ser humano es algo más
que cuerpo. Tiene una parte espiritual de la persona, donde se alojan los sentimientos
y las emociones, y donde se forjan la personalidad, que en la Biblia se llama con el
nombre de corazón. Es el corazón de la personalidad de cada individuo.
La falta de cariño, afecto y ánimo de una madre también puede producir un vacío y
una terrible tristeza. Algunas chicas intentan llenar ese vacío del amor materno por
medio del comportamiento homosexual. Esta "soledad sin madre" no se observa tan a
menudo como la "soledad sin padre", porque las madres generalmente tienen una
relación mucho más próxima a sus hijos que los padres.
Sin embargo, las desilusiones más comunes de la vida infantil que producen
inclinaciones homosexuales son el resultado de los rechazos por parte de amigos a
causa de una deficiente coordinación psicomotriz y atlética. Los niños que no son
buenos atletas son a menudo víctimas del rechazo y del ridículo por los otros niños.
Frecuentemente reciben apelativos femeninos y les llegan a decir que corren o juegan
como una niña. A medida que estos rechazos continúan año tras año, estos chicos se
sienten cada vez más inadecuados, confusos, solos y débiles. El maltrato por parte de
compañeros produce en ellos una imagen muy deficiente de su cuerpo y de su
masculinidad. Y sienten una inclinación interna hacia otros adolescentes fuertes y
atléticos. Entre los 50 y 60, se realizó un estudio en Nueva York con 500 varones que
se consideraban homosexuales. El estudio desveló que más de un 90% de ellos tenía
problemas de coordinación atlética y que de pequeños fueron objeto de humillación
por parte de sus compañeros. Muchos contaron que no sólo se sentían fracasados
como varones porque no eran buenos en el deporte o porque no les gustaba, sino que
también sentían que habían desilusionado a sus padres, quienes - bajo su opinión -
esperaban de ellos que fueran buenos atletas.
No es fácil. Nadie dice ni pretende que lo sea. Casi todas las cosas importantes de la
vida son difíciles, pero mucho más cambiar las tendencias y las inclinaciones de las
personas, no solo en el caso de la homosexualidad, sino en muchos otros:
drogadicción, alcoholismo, anorexia, ludopatía, programación de mentalidad sectaria,
inclinaciones a la violación, agresividad, abuso, etc. Pero además, la dificultad se
incrementa en relación directamente proporcional al tiempo en que han arraigado las
causas y se han consolidado hábitos. Es decir, algo que es fácil de tratar a los doce ó
trece años, es mucho más difícil a los 25 y absolutamente complicado a los 40. Los
traumas se asientan, la conducta se rodea de circunstancias no solo emocionales, sino
también sociales, de hábitos, de modo que los hilos que componen la red que hay que
deshacer son más y más complicados.
Pero la cosa no es tan simple en muchas ocasiones como decidir aceptar a Cristo y
pedirle que cambie tu vida, porque nuestra voluntad no está siempre tan floja como
para aceptar de entrada que la obra reparadora del Espíritu Santo opere en todas las
esferas de la vida que han ocasionado el trastorno. Decía una mujer lesbiana. Yo le
pido a Dios que me cambie, pero no lo hace. Pero el orientador que la estaba tratando,
en la simple conversación comprobó como aquella mujer seguía odiando a su padre
porque había abusado de ella cuando era niña. Mientras las heridas no se reparen,
con el perdón hacia las causas y hacia uno mismo, las consecuencias más profundas
permanecerán. La necesidad de ser transformado en todo nuestro ser, espíritu, alma y
cuerpo debe ser ejercida y atendida por la voluntad.
El peligro de recaer.- No creo que nadie sensato ignore que cualquier persona
cristiana pueda volver a recaer en antiguas conductas. O que piense que es imposible
que un cristiano que ha sido sanado vuelva a caer en antiguos pecados, sean de la
naturaleza que sean, de pensamiento ó de acción, ó que la tentación le aparezca.
Sabemos que el cristiano se enfrenta a fuertes enemigos, y que el mundo, el Diablo y
la carne tienen su campo de operaciones en torno a él. San Pablo expresaba de forma
clara las limitaciones del creyente en cuanto a la carne en Romanos 7:14-25.
El apóstol Juan en su primera epístola (1:8 - 2:1) afirma: Si dijéremos que no tenemos
pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y no hay verdad en nosotros. Si
confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros
pecados, y nos limpie de toda maldad. Si dijéremos que no hemos pecado, lo
hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros. Hijitos míos, estas cosas
os escribo, para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para
con el Padre, a Jesucristo el justo. No se si os habéis dado cuenta de la universalidad
del sujeto implícito: Todos pecamos, y aquel que no lo reconozca se engaña a si
mismo y hace a Dios mentiroso. Pero todos obtenemos el perdón y la restauración
espiritual cuando arrepentidos confesamos nuestros pecados a nuestro Abogado.
Si antes decíamos que era posible pero que no era fácil liberarse de nuestra
naturaleza, y que la sanidad era más difícil cuanto más arraigada se encuentra la
enfermedad y cuando nos hemos construido a nuestro alrededor un universo ajustado
a ella, tenemos que darnos cuenta que luego nuestras recaídas y nuestras tentaciones
se encuentran en relación con ese universo en el que hemos vivido. El que tenía
problemas con el alcohol, sus tentaciones tendrán que ver con la bebida. El que tenía
problemas con las drogas, con estas. El que tenía problemas con el robo, cuando es
tentado lo será en el área de este conflicto. El adultero, con el adulterio. El mentiroso
con la mentira, y el homosexual, con la homosexualidad. Por lo tanto tenemos que
reconocer todos que nuestras recaídas van a estar en el área más conflictiva de
nuestra anterior vida. Y que cuando recaemos en problemas de la carne que creíamos
superados, se reduce nuestra autoestima, nos sume en un pozo de autodesprecio,
que nos aparta en muchas ocasiones de Dios, porque no nos atrevemos a confesar
nuestras recaídas. Muchas veces ignoramos deliberadamente que Él ya sabe y
conoce todo cuanto hemos hecho, y que tratar de ocultárselo a Él es una ingenuidad
tonta. Lo mismo sucede cuando pensamos que como ya lo conoce no tenemos que
confesárselo y queremos seguir una relación espiritual como si nada hubiese pasado.
La confesión es necesaria, no para informar a Dios de lo que ya sabe, sino porque
forma parte de la terapia espiritual reparadora, a través de la cual Dios nos quiere
enfrentar a nuestra realidad, para reconocer, de una parte nuestra fragilidad, y de otra
parte que le veamos como nuestra única oportunidad de victoria: Sin mi, nada podéis
hacer. Después de este tipo de experiencias alcanzamos una personalidad más
madura y cauta, que hará que nos expongamos menos a los riesgos potenciales que
nos acechan, y huyamos de las circunstancias de peligro. Esta palabra “huir” la
emplea dos veces el apóstol Pablo escribiendo a Timoteo (1Ti.6:11 huye de estas
cosas, en relación con las peligrosas avaricias, y en 2ªTi. 2:22 de los deseos
juveniles).
Esto que hemos comentado se refiere al área personal, pero nuestras caídas tienen en
muchas ocasiones una repercusión que va más allá de la esfera íntima. En ocasiones
llegan al conocimiento público y deben ser tratadas en el ámbito de la iglesia local. En
las Escrituras tenemos instrucciones claras para afrontar estos problemas. La madurez
de una iglesia local es la suma de la madurez individual de sus miembros. Una iglesia
madura es aquella que tiene conocimiento espiritual y doctrinal, y por este desarrolla
los mecanismos de comprensión y tolerancia, no con el pecado, sino para la
recuperación espiritual del trasgresor. Sus miembros saben que, se nos conozcan
públicamente ó queden en el terreno de la intimidad con Dios, TODOS tenemos
problemas con el pecado y con las recaídas. Cuando el pecado se ha público, aparece
el consejo de Pablo de Gal. 6:1:Hermanos, si alguno fuese sorprendido (Esta es la
clave de la cuestión, porque antes ya hemos visto como las Sagradas Escrituras dicen
claramente que todos pecamos, pero es indudable que en ocasiones hay una
repercusión, cuando se hace público, que afecta al testimonio común de toda la iglesia
que eleva la dimensión del problema, y es entonces cuando) vosotros que sois
espirituales(Se espera de vosotros, de los demás, que son espirituales y tienen el
conocimiento sobre estos asuntos, y la madurez correspondiente, para que actúen
como maduros, no como el mundo hace, que se hecha encima del trasgresor público,
para), RESTAURADLE con espíritu de humildad (Con comprensión, no con
superioridad, porque tú también tienes tus propias faltas y pecados aunque no hayan
salido a la luz), considerándote a ti mismo porque tu no seas también tentado.(no sea
que en cualquier momento te pueda ocurrir a ti lo mismo).
La vida cristiana auténtica es una vida en la que sabemos el final de la historia. Acaba
con triunfo, pero gracias y en virtud a que la victoria está en Jesús, no en nuestras
fuerzas. Pero a lo largo de campaña TODOS tenemos victorias y derrotas. Por eso
nuestro salvador Jesucristo comprende nuestra naturaleza y, por cuanto padeció
siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados (Heb 2:18). Y
aquellos que son más vencedores, que resisten las tentaciones, ó cuyas faltas no
llegan al conocimiento público, que no se jacten de ello, sino den más gloria a Dios,
porque como exclamó Pablo: Por la gracia de Dios soy lo que soy, no por nuestras
fuerzas, ni por nuestra integridad, sino por su gracia y compasión.
Por esas razones dentro de la cita que antes mencioné de Romanos capítulo 7
encontramos este importante versículo: Gracias doy á Dios, por Jesucristo Señor
nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo á la ley de Dios, mas con la carne á la
ley del pecado. La importancia de nuestra mente. La humildad, la comprensión, el
espíritu de restauración hacia los demás, no puede perder de vista la calificación del
pecado, y establecer una coartada para que el pecado parezca que no lo sea. El
pecado tiene que seguir provocando nuestro rechazo e indignación, mientras que el
amor de Dios y nuestra propia naturaleza cristiana nos inclina hacia la misericordia y al
perdón hacia el trasgresor. La mente cristiana necesita calificar y discernir
correctamente lo que es pecado, renovando nuestro entendimiento, reconociendo
aquello que es malo y ofensivo para Dios, malo para nuestras vidas y malo para el
testimonio del que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable. Cuando nuestra
mente califica las cosas rectamente esta en el camino para la restauración propia y la
de los demás. Es entonces cuando podemos, como dice Amos 5:14, buscar lo bueno y
rechazar lo malo: Buscad lobueno, y no lo malo, para que viváis; porque así Jehová
Dios de los ejércitos será con vosotros, como decís. Esa presencia y ayuda vendrá de
lo alto y también de los instrumentos humanos, los hermanos en la fe, de los que Dios
se vale en muchas ocasiones para hacer su obra.
Pero cuando estos valores no están correctamente establecidos, cuando hay una gran
confusión entre lo que es bueno ó malo, muchos enfermos se considerarán sanos, y
como los sanos no tienen necesidad de médico, ni de tratamiento, ni de restauración,
en sus propios pecados resultan confundidos y a la postre perdidos.
Hace unos días apareció un artículo en los principales medios de comunicación con
gran bombo y platillo, y en la televisión, afirmando que los científicos habían
descubierto el gen “gay”, y que por lo tanto ya se podía decir que la conducta
homosexual era natural. Como estaba estudiando el tema, busqué la noticia en toda
su extensión, la cual lejos de afirmar lo que decían los titulares, reafirmaba todo lo que
hemos tratado en este estudio. La CNN distribuyó la información el día 23 de Octubre
de 2003, bajo el epígrafe: “La identidad sexual estaría determinada por los genes,
según estudio”. Yo no sé si alguien dudaba antes de este estudio que el hecho de ser
varón ó hembra era una materia que debía pertenecer a la información genética de los
seres humanos. Pero lo que se esperaba de un titular como aquel era que además de
varón, hembra, se hubiese descubierto un gen que determinase el tercer sexo, el
ansiado gen gay. Pues la información no dice nada de tal hallazgo. El presentador del
informe, el doctor Eric Vilain, profesor de genética de la Universidad de California, dijo
a la presentación de su informe: "Nuestros hallazgos podrían ayudar a dar respuesta a
una pregunta importante: ¿por qué nos sentimos hombres o mujeres". Y agregó: "La
identidad sexual está enraizada en la biología de cada persona antes del nacimiento y
brota de una variación en nuestros cromosomas individuales". Pues muy bien, y ¿qué?
Ya sabíamos muchos cristianos, sin necesidad de ser investigadores, que Dios nos ha
creado varones y hembras, y que somos profundamente diferentes. Los experimentos
del equipo del Dr. Vilain afirman que han identificado 54 genes en ratones que podrían
explicar por qué los cerebros de machos y hembras lucen y funcionan en forma
diferente. Bien y ya está. Pero añadió: "Nuestros hallazgos podrían explicar por qué
nos sentimos hombres o mujeres, sin importar nuestra anatomía real". Claro pero para
esto tendrían que haber descubierto algo que no han hecho, y es que los
homosexuales son personas que nacen con cerebros, del “tipo masculino” en cuerpos
femeninos o viceversa. Pero el estudio no descubre tal cosa. Con lo cual para las
pretensiones científicas de los colectivos gay, es otro nuevo bluff.
Aunque esta noticia la comento por reciente, la investigación del supuesto gen gay ya
hace años que está en marcha. En 1991 la Universidad de Illinois declaraba que el
52% de los gemelos univitelinos de hombres homosexuales también eran
homosexuales, mientras que en los bivitelinos (los que tienen menos genes en
común), la cifra se reducía al 22%. Dos años más tarde un investigador del Instituto
Nacional del Cáncer de EEUU, anunció que por fin había localizado uno de ellos, dado
que en las familias donde varios miembros declaraban ser homosexuales había más
casos entre los relacionados por vía materna que paterna. Por tanto centró sus
investigaciones en el cromosoma X, que es el único que los hombres heredan de sus
madres. Después de afirmar que había encontrado en cuarenta parejas de hermanos
homosexuales que tenían más similitudes en la región Xq28 de lo que el azar debiera
coincidir, dedujo que en aquella región residía el gen de la homosexualidad. Dos años
más tarde volvió a ratificar sus resultados, según dijo, después de trabajar con otras
33 parejas de hermanos. Sin embargo fue incapaz de identificar de qué gen se trataba,
ni la proteína que lo producía, ni en que forma actuaba. Poco tiempo después,
científicos de la Universidad del Oeste de Ontario, repitieron la investigación con otras
52 parejas de hermanos y publicaron un la revista científica Science que los hermanos
homosexuales no tienen más similitudes en la región Xq28, que cualquier otro par de
hermanos escogidos al azar.
Alguien me ha formulado esta pregunta en estos días, porque es cierto que el campo
de la investigación genética apenas ha abierto las puertas a muchos de los secretos y
misterios que esconde. Pero nosotros sabemos que Dios hizo al hombre y a la mujer
con sus características particulares. Diferentes, complementarios y de igual dignidad a
la imagen de Dios. Sabemos que Dios no hizo un tercer sexo. Sabemos que el pecado
entró en el mundo y pasó a todos los hombres y sabemos también que afectó a la
naturaleza, que ha traído enfermedades, malformaciones, desastres, catástrofes, por
eso la Biblia nos dice que la misma naturaleza clama por ser liberada de las
consecuencias y efectos del pecado (Rom. 8:19-23). Lo que no sabemos es el alcance
de esa corrupción en todas las esferas, aunque tenemos ejemplos cotidianos de
muchos de sus devastadores efectos. Por eso, aun aceptando el hecho de que una
persona nazca en unas determinadas condiciones, no quiere decir que Dios la haya
hecho así, ni que tenga que arrastrar durante toda su vida todas las limitaciones de
origen congénito.
Hay personas que nacen con taras tanto físicas como mentales, a las cuales los
hombres, con toda la ayuda que la ciencia proporciona en cada momento intenta
resolver y paliar. Cuando nacen niños siameses, siempre que es posible se usa la
cirugía para intentar cambiar esas características que son innatas. Y vemos que cada
día con más éxito gracias a los avances tanto del conocimiento médico como del
equipo que emplean. Cuando alguien nace con problemas cardíacos, igualmente se
tratan de atajar y conducir a lo que se entiende como normal. En el plano psíquico
sucede lo mismo. Niños que nacen con el síndrome de Dawn ú otras dolencias
parecidas, no se les deja sin tratamiento, sino que se pone la ayuda psicopedagógica
y psicomotriz que les permita asemejarse en el mayor grado posible a la normalidad.
Hay bebés, cuya madre era drogodependiente, y que nacen con síndrome de
abstinencia y son tratados también. Ya sean de origen genético ó alteraciones
producidas durante la gestación, el hecho de que las personas nazcan con problemas
no implica que Dios no los haya hecho así, y que por ello deban vivir sujetos a las
condiciones de su natalicio.
Muchos casos de inseminación artificial y de manipulación genética han provocado el
nacimiento de niños con severos daños y malformaciones. La contaminación
radioactiva también produce alteraciones fetales algunas irreversibles. Dios no les ha
hecho así, y la ciencia no deja de prestar el apoyo posible para arreglar al máximo
tales trastornos. Problemas de los padres, del entorno, de la alimentación, de
consanguinidad producen efectos en los hijos. Decir que Dios los creó así, es una
forma de quitar la responsabilidad de los hombres y del pecado en el que vive el
mundo para echarla sobre los hombros de Dios, y un engaño diabólico para que los
hombres se rebelen contra El. Por lo tanto este hecho, si se produjese algún día, en
nada invalida la realidad de todas las cuestiones que tratamos a lo largo de este
estudio.
Capítulo 2
Es cierto que en la Grecia clásica algunos de los más famosos filósofos fueron
victimas de violaciones homosexuales, como Sócrates y Platón. Pero ni ellos estos
fueron homosexuales, ni tolerantes con esa conducta, la cual describieron como la
experiencia más degradante y denigrante de su vida. Y las leyes griegas prohibían la
homosexualidad. Platón escribió al respecto: ¿Quien en su sano juicio podría
promulgar una ley que protegiese tal conducta? Y definió las relaciones homosexuales
como: “relaciones contra natura” (gr. para phisin). Es cierto que durante un cierto
tiempo de la historia griega, una elite minoritaria intelectual promovió relaciones de
homosexualidad pederasta, en las que con el pretexto de enseñarles sabiduría, se
abusaba sexualmente de niños de 12 a 14 años (ellos no tenían conciencia del abuso,
sino que lo veían como una forma de aprendizaje y transmisión del conocimiento del
maestro a sus alumnos), y aunque hay expertos mencionan que esta práctica consistía
en tocamientos y excluía la penetración de forma general, lo cual no excluye que
algunos se excediesen y practicasen las relaciones sexuales completas, lo que parece
estar documentado.
Sea como fuere, esta costumbre, en mi opinión, degenerada tenía sus reglas, por más
que nos choquen en nuestros días, y así este tipo de relación homosexual no se veía
entonces como tal, siempre que el adulto tuviese más de 25 años y el menor la que
antes hemos indicado. Sin embargo mantener una relación homosexual entre adultos
ó con jóvenes de más edad era contemplada como un vicio contra-natura y una
conducta propia de degenerados. Con todo las orgías y desordenes sexuales ligados a
los cultos idolátricos eran frecuentes, así como las borracheras y orgías
desenfrenadas en las que muchos de ellos acababan durante las celebraciones
festivas de las divinidades. No es extraño que la Biblia diga que el corazón de Pablo,
cuando llegó a Atenas y vio a la ciudad sumida en la idolatría, con todo lo que aquello
llevaba aparejado, nos diga que su corazón se deshacía dentro de él. (Hech. 17:16).
Pero además podemos afirmar que en ningún caso la homosexualidad tuvo a lo largo
de la historia un planteamiento de desafío organizado y planificado como al que hoy
estamos asistiendo, y del que vamos a tratar con más profundidad en este capítulo.
Los que vivimos hoy en el mundo, aunque no nos damos cuenta, también estamos
escribiendo páginas de la historia. A muchas personas les resulta fácil entender
sucesos y acontecimientos que se produjeron en el pasado cuando los estudian con
una perspectiva histórica, pero a menudo son incapaces de ver la historia que están a
su vez escribiendo cada día y de la que están participando. Es como cuando vemos a
un hijo todos los días, que no nos damos cuenta de su crecimiento, hasta que alguien
que hace tiempo que no lo ve y lo encuentra tan cambiado que nos hace ver los
cambios producidos. Me gustaría que el lector pudiese encontrar, a pesar de toda la
síntesis que permite un estudio como este, algunas claves de lo que está sucediendo,
y de los intereses que están en juego a nuestro alrededor. Para ello voy a hacer un
rapidísimo vuelo histórico y aunque con más extensión muchas cosas serían
matizables y necesitarían explicaciones adicionales, creo que una sencilla síntesis
podría ser suficiente para nuestro propósito. Pero sobre todo quiero destacar el
importante papel e influencia que las Sagradas Escrituras han tenido en el desarrollo
de la cultura occidental a la que pertenecemos, y cuya influencia ha impregnado gran
parte del mundo.
La reacción a esa acción beneficiosa del Evangelio, vino sobre todo a partir del siglo
IV, con el acceso y la infiltración de masas paganas en las estructuras cristianas,
llegando a ocupar importantes papeles dentro de las iglesias cristianas, que
introdujeron no solo gran parte de sus practicas idolátricas, sino también sus actitudes
en materia de represión, violencia, relajación moral, etc. La relajación aumentó en la
misma proporción en la que las Sagradas Escrituras perdían su papel protagonista en
la lectura e instrucción de los fieles, y eran sustituidas por tradiciones, filosofías y
razonamientos. Este estado de cosas produjo un retroceso moral de enormes
consecuencias en los siguientes siglos, que asentado de arriba abajo, donde las
esferas de las constituidas de un poder religioso omnipotente en torno al papado,
sobre todo en la Europa occidental, llegaron a convertir a la Edad Media en uno de los
períodos más oscuros de la historia, bajo el punto de vista de la moralidad.
Movimientos espontáneos como los valdenses (siglo XII), cataros ó albigenses (siglos
XII y XIII) que denunciaban la corrupción y la inmoralidad, y promovían otros valores
cristianos acordes a las Escrituras fueron aplastados por la violencia de las armas y la
persecución. La represión desembocó en la prohibición de leer las Sagradas
Escrituras en la lengua romance bajo la amenaza de ser sometido a un proceso por el
tribunal de la Inquisición y padecer crueles penas. Únicamente se permitía la tenencia
y lectura en latín, una lengua que prácticamente solo entendía el clero y muy pocos
elementos de la nobleza. Unos y otros estaban sujetos por un interés mutuo, que
sujetaba todas las sus posiciones sociales a las determinaciones del Papa. En este
orden de cosas, y en el plano moral hubo ocasiones en que Roma era un auténtico
prostíbulo en el que convivían los papas con las prostitutas y los hijos que tenían
heredaban las dignidades eclesiásticas (por llamarlas de alguna manera), y coexistía
todo tipo de trasgresión sexual y moral.
En siglo XVI, la reforma iniciada por Lutero tuvo la importancia de traer las Sagradas
Escrituras a los idiomas de los ciudadanos contando con la inestimable ayuda de un
invento que acababa de revolucionar el mundo: la imprenta. Gutemberg, en el siglo XV
presenta un invento que permite hacer copias con mucha rapidez y más claras de leer.
El primer libro impreso con este “revolucionario” sistema fue una Biblia en lengua
latina. Pero la imprenta abrió la puerta a que las Escrituras pudieran difundirse con
más rapidez que sus perseguidores en destruirlas. El gran triunfo de la Reforma
consistió en devolver la Biblia a la gente del pueblo rescatándola del secuestro
eclesiástico romano. Un regreso a la lectura, meditación, estudio y práctica de los
valores espirituales, sociales y morales contenidos en ellas. Con este faro se pudieron
romper las fuertes cadenas religiosas que tenían sujetas a las personas a un sistema
religioso no solo falso en la mayoría de sus presupuestos, sino corrupto e inmoral. En
el siglo XVII los contenidos de las Escrituras volvían a alumbrar con fuerza y mucha
gente podía gozarse de encontrar en ellas la guía de Dios, la salvación y el consuelo.
Nuevamente aquella moral cristiana impregnó las sociedades occidentales donde la
Reforma logro subsistir y, aún con las evidentes discrepancias doctrinales algunas
verdaderamente importantes entre los diversos grupos que surgieron de la misma
manera que había sucedido en los siglos II al IV, trajeron a la sociedad unos valores
morales bastante comunes en aquellas cuestiones relativas a la estructura de la
familia, las relaciones sexuales, los valores de relación entre cónyuges, padres e hijos,
etc. Estos conceptos bastante uniformes en el fondo han sido igualmente la base de la
civilización y del desarrollo social al que hemos devenido desde entonces y hasta
nuestros días en lo que llamamos cultura occidental. Pero a la vez tuvo una gran
influencia también en otras sociedades y países, en la medida en que la interrelación
económica y social se producía.
En los siglos XVII, XVIII y la primera mitad del XIX, surgieron diversos movimientos de
carácter pietista que llevaron a conservar y promover estos valores de una forma
singular. Con todo las Escrituras aun estaban bastante restringidas en cuanto a su
distribución masiva. Se necesitaba que la gente pudiese adquirirlas a bajo precio y
además supiese leer y tuviese una cierta instrucción para comprenderlas. Esto produjo
una verdadera revolución cultural contra el analfabetismo y con el nacimiento de las
Sociedades Bíblicas se canalizaban fondos y trabajaban organizadamente para la
distribución de las Escrituras a muchos idiomas y países por todo el mundo. No es de
extrañar que estas entidades fuesen condenadas y demonizadas por el papado, que
había prohibido la lectura de las mismas al pueblo, así como había determinado en el
Concilio de Trento que únicamente la Vulgata en lengua latina era la versión
autorizada en aquellos países donde la represión de la Inquisición seguía operativa, y
ello siempre y cuando contase con notas explicativas de la interpretación infalible
romana, condenando al anatema en lo espiritual y toda suerte de abusos incluido el
martirio a los que leyesen otras versiones ó discutiesen el contenido de las notas.
Pero el enemigo no iba a quedarse mano sobre mano, sin intentar destruir estos
efectos colaterales del evangelio en la sociedad. Para ello, también el siglo XIX fue
fundamental. En la medida en que el mundo progresaba en los valores de las
Escrituras, surgieron precisamente en el corazón de aquellos territorios donde los
efectos liberadores del evangelio habían producido legislaciones incomparables que
en materia social habían permitido el mayor grado de libertad de opinión, expresión y
derecho, y a su amparo surgieron importantes personajes para contrarrestar su
influencia:
El otro, Nietzsche, constituyó la base ideológica que dio lugar al nazismo, que iba a
conseguir una sociedad de superhombres, y condujo al mundo a la segunda guerra
mundial con cerca de sesenta millones de muertos entre civiles y militares. Unos y
otros querían romper con Dios y con las ideas de lo que llamaron despectivamente la
herencia de la religión judeo-cristiana.
En el plano de la descalificación bíblica directa, llegó otro fuerte ataque proveniente de
lo que se dio en conocer como “alta crítica”, que también tuvo sus raíces en Alemania
y que fue un esfuerzo organizado más importante en el intento de desacreditar las
Sagradas Escrituras y la confianza de los cristianos en ellas. Por otra parte una crítica
feroz a los textos aceptados por la mayoría, el textus receptus, que promovido por
Wescott y Hort, lograron su propósito de introducir dentro las sociedades bíblicas un
texto que procede de los llamados manuscritos alejandrinos, esencialmente corruptos,
y establecerlo como base para las futuras traducciones, (de las que en España apenas
nos hemos enterado todavía porque las Biblias mas usadas en las comunidades
evangélicas, las distintas revisiones de la Reina Valera RV, continúan teniendo como
base el texto de la mayoría –textus receptus-, y la versión “Dios habla hoy”, que las
Sociedades Bíblicas prepararon, basada en los alejandrinos, para sustituir a las
anteriores no consiguieron a pesar de sus esfuerzos que tuviesen una acogida
favorable).
1.
2. Sexo por amor
3. Evolución humana y vínculo de pareja
4. Monogamia y poligamia
5. Homosexualidad
6. Naturaleza de la educación sexual
7. Secuencia del apareamiento
8. Masturbación
9. Fases sexuales de la vida
10. Transexualismo
11. Exhibicionismo y voyeurismo
12. Pedofilia e incesto
13. Sexualidad y violencia
14. Conclusiones
15. Bibliografía
INTRODUCCIÓN
La conducta sexual podríamos decir que es el estudio de los comportamientos amorosos o
sexuales. Y podemos ver que la conducta sexual humana ha estado presente en toda
la historia del ser humano, por que las mujeres hace miles de años se apareaban con los que
creían que eran los más fuertes y los mas jóvenes y eso en algunas culturas; otras culturas se
apareaban con los viejos por que son los que ya tenían la experiencia; y asi sé hacian muchas
otras reglas para aparearse.
Después ya como en el año 1500 d. C. los hombres elegían a la mujer con la que sé querían
aparear o satisfacer sus necesidades, bueno eso ocurrió aquí en América. Después se dieron
las clases sociales lo que origino que a las mujeres pobres se les usara y solo llegaban a
tener el amor de los de su misma clase, pero a las mujeres con buen nivel social se les casaba
primero y no con cualquiera sino con él más rico que se pudiera.
Para el 1800 d. C. las cosas fueron cambiando, no mucho pero si cambiaron un poco, pero en
donde yo creo que si se dio un cambio fue del 1900 en adelante, como que las mujeres y
hombres se casaban por que se amaban y no por clases sociales y además para esta era
la homosexualidad fue apareciendo mas tanto en hombres como en mujeres, ya para finales
del siglo XX las personas se abrieron mas y dieron a conocer sus preferencias sexuales,
a principios de esto, pocas personas aceptaban sus preferencias sexuales, pero hasta hoy en
día ya es lo suficientemente aceptada por todos.
Podemos decir que ha llegado a ser de lo más normal, llegando al grado de que los hombres y
mujeres se cambien de sexo es decir que se vuelvan transexuales; pero no por que ya sea mas
conocido deja de ser algo inmoral. El exhibicionismo y voyeurismo es otra cosa inmoral por que
las personas permiten que otras personas vean como tienen relaciones sexuales, vean sus
partes intimas; y las personas que ven esto caen dentro del voyeurismo. La pedofilia es la
atracción sexual que siente un adulto por los niños, el incesto es la practica de relaciones
sexuales entre parientes; este tipo de relaciones sexuales, cuando tienen como consecuencia
el embarazo, el producto suele salir con problemas físicos, mentales, etc.
Aquellas personas que se casan a veces se casan por que se aman genuinamente o por que
creen que aman, cuando sucede esto ultimo se suelen dar muchos divorcios lo que da a notar
un poco de inmadurez mental.
Actualmente algunos adolescentes y jóvenes creen que ya saben todo respecto al sexo y que
si tiene sexo no va a pasar nada, pero la realidad es que no saben nada entonces
contraen enfermedades, o las chavas simplemente se embarazan.
La masturbación también es algo común en los adolescentes y jóvenes, que desde un punto de
vista psicológico no tiene nada de malo por que los jóvenes o adolescentes están
experimentando con su cuerpo y eso les permite conocer un poco mas de si mismos; en la
actualidad este tema ya es conocido por varias personas y no provoca de indignación.
El sexo por amor, como bien claro se expresa es el sexo que se tiene con aquella persona que
se ama y que se tiene con responsabilidad; y esto se debe de hacer de una manera correcta de
acuerdo con la ley, es decir, el vinculo de pareja, la unión entre dos personas y esto quedaría
dentro de la monogamia que es la unión entre un hombre y una mujer; a diferencia de esto la
poligamia es la unión de una persona con varias personas mas y se divide en poliandria
(matrimonio con varios hombres) y poliginia (matrimonio con varias mujeres).
Al final la sexualidad es un fenómeno emocional y de conducta relacionado con el sexo que
comprende tanto el impulso sexual, dirigido al goce inmediato y a la reproducción, como a los
diferentes aspectos de la relación psicológica con el propio cuerpo (sentirse hombre, mujer o
ambos a la vez) y de las expectativas de rol social. A veces a causa del sexo hay violencia en la
pareja o en la familia, ya sea por que la mujer no quiera tener relaciones sexuales o por que el
hombre abusa de los hijos sexualmente.
Sexo por amor
La relación sexual; el enamoramiento y el amor.
Para que un nuevo ser humano se origine, es necesario que un hombre y una mujer tengan
una relación sexual, sin embargo, la relación sexual para los seres humanos no solo se lleva
con el fin de la reproducción sino que existen finalidades que van mas haya de esto.
El deseo de establecer contacto de este tipo con otra persona ocurre debido a que durante
dicho contacto se produce placer sexual esto es, se experimenta una sensación intima de
mucho agrado a tal grado que el placer no solo tiene fines reproductivos, sino que es un medio
por el cual podemos expresar nuestro afecto, y establecer así relaciones de pareja más
estables y amorosas.
Además de placer los humanos experimentamos otras emociones tales como el
enamoramiento y el amor; el primero es un estado en el que nos sentimos atraídos física y
emocionalmente por otra persona. Nos gusta su pelo, su cara, su cuerpo, etcétera. ¿Por que
nos enamoramos? Los biólogos y los psicólogos han explicado que es un mecanismo común
que sirve para relacionarnos en pareja, muy parecido a la que ocurre en el resto de
los animales.
En cambio el amor no es parecido al enamoramiento ya que el amor consiste en sentir afecto
por una persona y demostrarlo con hechos es un sentimiento que nace debido
al conocimiento que va teniendo de la forma de ser y de sentir de la persona amada y el cual
crece con el paso de los años, para una persona joven o un adolescentes es fácil confundir el
deseo sexual con el enamoramiento y el amor. Esto es normal ya que se encuentran en una
etapa en la que comienzan a conocerse y a conocer a las personas, así como las relaciones
que establecerán con ellas. Sin embargo, el deseo sexual, el enamoramiento y el amor son
cosas distintas, pero pueden complementarse entre sí. Sin embargo, es muy común que la
mayoría de las personas crean que la relación sexual consiste únicamente en el coito, pero
esto es totalmente falso. Ya que durante una relación sexual lo más importante es establecer
un contacto intimo, calido, respetuoso amable y de confianza entre las personas. Esto se
consigue cuando existe una buena comunicación entre los integrantes de la pareja, y cuando
hay caricias y besos que demuestran afecto esto se conoce como una relación sexual por amor
y cariño.
EVOLUCION HUMANA Y VINCULO DE PAREJA
EVOLUCION HUMANA
1. Vida social
Comenzaremos por establecer una fórmula tajante y un tanto dramática, pero no por ello
menos cierta, que nos señale un punto de partida para los desarrollos que aquí intentamos
presentar. Consideramos así que, en materia de relaciones amorosas, no existen parejas
disparejas, por lo menos en el terreno de lo inconsciente (y como se verá enseguida, también
normalmente en el social). Nuestra fórmula es ciertamente conclusiva y general, pero intenta
dar cuenta del hecho clínicamente observable de que la gran mayoría de las parejas que de
común podemos analizar se encuentran determinadas y signadas por una
intrincada red invisible de elementos culturales e intrapsíquicos que condicionan y limitan las
posibilidades de su unión e interacción. Tal vez sean precisamente las parejas que no cumplen
esta fórmula las que eventualmente llegan a una ruptura; pero incluso en estos casos, en los
que la unión aparentemente se ha disuelto, podemos observar a veces una dinámica relacional
que no deja lugar a dudas: permanecen intrapsíquicamente unidos, vincularmente
relacionados, en un equilibrio de fuerzas, ganancias y conflictos que llevan a pensar que el
rompimiento o la distancia es parte necesaria en la continuidad de la unión, que esto es
justamente la precondición de su emparejamiento. Volveremos más adelante sobre este tema.
Estos dos niveles componentes de toda relación -el cultural y el intrapsíquico-, han sido
señalados por Lemaire (1971, 1979) como niveles institucional e instintual de la pareja. El
primero hace referencia a los elementos socioeconómicos, y el segundo, a los de tipo
biopsicológico.
En el nivel institucional aparece la búsqueda de homogamia, un mecanismo social tendiente a
la unión por identidad, semejanza o mantenimiento del statu quo entre los compañeros
amorosos.
"En su nivel más conservador y primario da lugar a la simple alianza de linajes (en casos
extremos aun sin la participación decisoria de los cónyuges) que busca mantener o incrementar
el status social y la fortuna económica. Por ende se suele elegir semejanza en características
tales como origen de clase, raza y credo religioso, status social, nivel económico, nivel escolar
y cultural, belleza física, etc. Los factores ideológicos tienen aquí un ámbito privilegiado
de acción, dada su capacidad encubridora de las motivaciones reales de
ciertas acciones individuales, familiares y sociales"
El nivel instintual hace referencia principalmente a los factores inconscientes que determinan
en forma importante la elección y mantenimiento de una pareja. Estos factores están muy
influidos por la matriz familiar de origen, por la evolución psicosexual de cada cónyuge y,
consecuentemente, por el grado de resolución de los pasajes preedípico y edípico.
Dentro de este nivel es importante mencionar el papel desempeñado en la elección de objeto
por la organización defensiva, especialmente por el conjunto de los mecanismos de defensa
organizados contra las pulsiones peor integradas en el conjunto pulsional. Las características
personales del compañero se eligen en vistas a reforzar los mecanismos de defensa
destinados a cerrarle el paso a las pulsiones parciales, y principalmente a las que son extrañas
al conjunto pulsional. Tal como lo describe Lemaire.
"...en la elección de pareja, el elemento más importante corresponde a la defensa contra la
pulsión aislada, como si inconscientemente el sujeto percibiese un peligro más vivo en este
plano. Él asocia su elección de amor principal con esta defensa contra una eventual
claudicación, al elegir en su pareja aquellas características que no despertarán la pulsión y aun
las que contribuirán a reprimirla mejor. Esta es sin duda la característica más destacable que
en el plano de los procesos inconscientes establece una distinción entre la elección de objeto
en la relación de tipo conyugal y en las otras formas de vida amorosa: la aventura pasajera, el
coqueteo, el inicio de las primeras relaciones o los primeros sueños de amor de
la adolescencia, y en cierta medida algunos tipos de relación poco duradera. (...) En estos
casos, el aspecto hedonista y la búsqueda de satisfacciones pulsionales directas es exclusiva o
ampliamente prioritaria: lo que se le pide entonces al objeto es fundamentalmente que sea el
medio de una satisfacción, y si el objeto no responde a ello, la relación cesa inmediatamente.
(...) En la relación presumiblemente duradera, por el contrario, aunque el aspecto hedonista y la
búsqueda de satisfacción siguen siendo importantes, no son sin embargo los únicos que
motivan la elección de pareja; y su carácterística más notable es que el compañero sigue
siendo el elegido aun cuando, pasajeramente o de modo duradero, no brinde satisfacciones en
estos planos elementales. Por el contrario, el elegido debe poder contribuir a mantener en el
sujeto una cierta seguridad interior, para contribuir así a su organización defensiva".
La existencia de una función defensiva de la pareja significa que durante el periodo de
búsqueda, consolidación o ruptura de la pareja, la relación va a ocurrir alrededor de dos ejes: 1)
la lucha de cada uno de los participantes por conseguir a través de la relación con el otro el
mayor grado de expresión de las necesidades, deseos y fantasías inconscientes propias y, b) el
intento de hacer esto con el mínimo grado posible de confrontación con los propios miedos,
temores y ansiedades.
En resumen, estos niveles intitucionales, instintual establecen, así, varias funciones:
"1) Logro de un lugar, un status y una apoyatura en la red social amplia (nivel institucional)
2) Apoyo e incremento de fuerza al unirse a un compañero, incluyendo lo económico (nivel
institucional)
3) "Colmamiento" narcisista en el enamoramiento y formación de un sistema de confirmación e
identidad externos en la pareja
4) Establecimiento de un sistema defensivo interpersonal (complementario al intrapsíquico y
muy ligado a éste) mediante la elección de la pareja
MONOGAMIA Y POLIGAMIA
Monogamia, regla predominante en la sociedad, es el sistema social que hace del matrimonio
la unión de un solo hombre con una sola mujer. Sólo mediante el divorcio es posible una nueva
unión. Se opone a la poliandria (matrimonio de una mujer con varios hombres) y a la poliginia
(matrimonio de un hombre con varias mujeres), formas de matrimonio poligámicas.
Poligamia, forma de matrimonio en la que una persona tiene más de un compañero. La práctica
de la poligamia incluye la poliandria (matrimonio con varios hombres) y la poliginia (matrimonio
con varias mujeres).
La monogamia entre dos personas no infectadas que se guarden fidelidad absoluta sólo en el
contexto del matrimonio es, junto con la abstinencia sexual, la opción teóricamente más segura.
En otras palabras, la monogamia dentro del contexto del matrimonio sólo confiere una
seguridad absoluta si se cumplen tres condiciones:
a. que en el momento de iniciarse la relación ninguno de los dos miembros de la pareja se
encuentre infectado
b. que la fidelidad, a partir del matrimonio, sea absoluta
c. que ninguno de los dos miembros de la pareja comparta material de inyección con otra
persona.
HOMOSEXUALIDAD
La palabra homosexual proviene del griego HOMO que significa mismo, es decir, una persona
que gusta de personas de su mismo sexo. Se puede decir que la homosexualidad es una fuerte
atracción preferencial hacia personas del mismo sexo, se les llama homosexuales a las
personas que gustan de compartir sus cuerpos en lo sexual y tal vez en lo sentimental con
personas de su mismo sexo.
Los estudios recientes han encontrado un rango entre el 1 y el 4 %, a continuación tenemos
una muestra de esos estudios más recientes:
En un estudio de 5,514 estudiantes universitarios canadienses de edades de 25 años
para abajo se encontró que el 1% era homosexual y un 1% era bisexual (King et al., 1988).
En un estudio de 8,337 hombres británicos se encontró que el 6.1% había tenido
"alguna experiencia homosexual" y un 3.6% había tenido "1 ó más parejas homosexuales."
(Johnson et al., 1992).
En un estudio francés de 20,055 se encontró que el 4.1% de los hombres y el 2.6% de
las mujeres tuvieron al menos un acontecimiento de índole sexual con persona de su mismo
sexo durante su vida. (ANRS, 1992).
En un estudio aleatorio Danés se encontró que un 2.7% de los 1,373 hombres que
respondieron a sus cuestionarios tuvieron una experiencia homosexual (Melbye, 1992).
El National Health Interview Survey hace entrevistas en los hogares de
la población civil no institucionalizada. Los resultados de tres investigaciones, hechas durante
1990-1991 y basándose en más de 9,000 respuestas cada vez, encontraron que entre el 2 al
3% de la gente respondiente dijo Sí a un paquete de declaraciones que incluían "Eres un
hombre que ha tenido sexo con otro hombre en algún tiempo desde 1977, aunque sea una vez
" (Dawson, Hardy, 1990-1992).
En un estudio aleatorio de 6,300 Noruegos, el 3.5% de los hombres y el 3% de las
mujeres reportaron que habían tenido una experiencia homosexual alguna vez en su vida
(Sundet et al., 1988).
Desde luego que aún los mejores estudios diseñados no proveen un porcentaje preciso y
exacto. Los resultados de los estudios arriba mencionados, que consisten en estudios
aleatorios de la población en general, están influidos por varios factores, como son la
aceptación social de decir Sí y la fraseología de las preguntas. ¿Cuántas personas escondieron
el hecho que eran homosexuales? ¿Cuánta gente dijo "Sí" a una pregunta fraseada
ampliamente acerca del contacto homosexual, cuando en su caso sucedió en el contexto
de abuso sexual cuando era un niño o adolescente? ¿Cuántos hombres dijeron Sí a haber
tenido un contacto homosexual, cuando esto ocurrió en la prisión únicamente por la ausencia
del sexo opuesto? ¿Y Cuántos hombres y mujeres que sienten atracción únicamente al mismo
sexo dijeron "No" a la conducta homosexual porque ellos no han estado sexualmente activos, o
porque no usan la etiqueta de "homosexual"?
Entre las causas más comunes para la homosexualidad, hay diferentes ideas acerca de por
qué algunas personas experimentan atracción hacia su mismo sexo:
Muchas personas que son atraídas hacia su mismo sexo tienen un sentido de ser
diferentes desde muy temprana edad y consecuentemente creen que nacieron homosexuales.
Otras personas creen que algunas personas son homosexuales porque así lo
escogieron. Para la mayoría de las personas homosexuales esto no es verdad.
Muchas personas creen que algunas personas son homosexuales por lo que les
sucedió durante su vida. Pueden haber sido lastimados emocionalmente y esto puede afectar
la manera de cómo se siente con ellos mismos. Pueden que hallan sufrido un abuso sexual o
hayan tenido una mala relación con los padres. En este punto cabe destacar los siguientes
aspectos: los factores con los cuales se nació (temperamento, predisposición genética, etc.),
experiencias negativas en la infancia, la situación familiar de la persona (buena o mala), la
cantidad y el tipo de apoyo que estuvo disponible para ayudar al hijo al joven a enfrentar lo que
estaba sucediendo, el tipo de entrenamiento moral que se le dio al niño, las decisiones que se
tomaron en respuesta a los sentimientos y atracciones, cuán claros o confusos son los roles
sexuales en una cultura, etc.
EL PROBLEMA DE LA BISEXUALIDAD.
Anatómicamente, el hombre con su pene y la mujer con su vagina son complementarios y todo
confluye para favorecer la aproximación sexual.
Esta relación corresponde a dos funciones que, antaño consideradas como una sola, la
reproducción, es decir la continuidad de la especie; por otra parte procura el placer y permite
(algo muy importante) el placer del otro.
Consta de cuatro fases, fase de excitación, más o menos prolongada, fase activa o de meseta,
que empieza con el acoplamiento, fase orgásmica, que puede faltar en la mujer y fase de
relajación o de resolución.
Fase de excitación
Esta dominado por el deseo, mediante caricias, los cuerpos se buscan y aprenden a
reconocerse, se establece así la intimidad amorosa de la pareja.
Las necesidades sexuales difieren mucho de un individuo a otro, el deseo, sus motivos y
objetos varían según el caso.
Bajo la influencia del deseo el hombre reacciona mediante la erección del pene; la mujer,
mediante la lubricación de las vías genitales. La erección se manifiesta a través de un
fenómeno bien visible, se sabe que estado de flacidez la longitud y el diámetro del pene es
variable, de un individuo a otro, o en el mismo, por ejemplo varían por condiciones como
la temperatura, el pene en erección es sensible igual a todos los hombres.
Este dato dejara de intranquilizar a muchos jóvenes por la pequeñez de sus de sus órganos
genitales, ya que la Virilidad no esta ligada al tamaño ni a la longitud del pene. De la misma
manera en la mujer se producen modificaciones en las vías genitales, la vagina elabora un
líquido que al lubricar las paredes facilitara el acto sexual, resultado de una fluencia sanguínea
en las paredes vaginales, que se tornaran más obscuras y congestivas, el mismo mecanismo
produce la erección del pene, la vagina ya esta dispuesta a recibirle.
Fase de meseta
Esta fase empieza con la introducción del pene en la vagina y finaliza con el orgasmo, en el
hombre los testículos aumentan de volumen es un 50% y a causa de un acortamiento del
cordón espermático se eleva el escroto.
Es ambos miembros de la pareja se producen fenómenos generales, respiración rápida,
aceleración del pulso, aumento de la presión arterial. el rubor sexual se acentúa más o menos y
pueden producirse contracciones en los músculos, voluntarios e involuntarios, que confieren
expresiones faciales inesperadas.
En la mujer se advierte una elevación y retracción del clítoris que se encuentra cubierto por su
capuchón, ello explica el hecho de que el clítoris se haga menos evidente, el tercio inferior de la
vagina se estrecha: la abertura del conducto, a ese nivel, se reduce a la mitad, con lo que
abraza literalmente al pene; mientras la parte superior de la misma se infla.
El orgasmo
Se define como el punto álgido del placer sexual, su culminación.
En el hombre se caracteriza por una serie de contracciones rítmicas precediendo la
eyaculación; primero surge el liquido de los testículos, y posteriormente el de las demás
glándulas. El femenino se caracteriza por contracciones rítmicas del tercio inferior de la vagina
no es constante y puede faltar en los primeros coitos; en numerosos casos sólo ocurre después
de cierta iniciación y adaptación progresiva a la vida sexual
La mujer es más sensible que el hombre a la atmósfera del lugar, a determino clima, el hombre
deberá ser cuidadoso en esos pequeños preludios y ser muy delicado ya que tienen
mucho valor para ella, y poder encontrar juntos la satisfacción de sus deseos.
Fase de resolución
Puede masturbarse en la cama, en el sofá, etc., pero también de pie o delante de un espejo:
eso no quiere decir que sea narcisista y, en cambio, puede contribuir a aumentar la excitación.
Los "auxiliares", revistas y películas porno, no son precisamente muy "eróticas". Las fantasías
sexuales son un estimulante mucho más eficaz. Algunos hombres se sientan incluso sobre sus
manos antes de masturbarse. Así, las manos estarán medio dormidas y resulta más fácil
imaginar que es otra persona quien le está acariciando.
Utilización de un gel lubrificante.
Muchos utilizan la saliva para lubrificar el sexo; de esta forma las sensaciones de la
masturbación se parecen más a las de una penetración. Sin embargo, a veces la saliva no es
suficiente. La mejor solución es utilizar una leche hidratante, o mejor, un lubrificante a base
de agua. Además de ser (casi) interminables, proporcionan una sensación diferente, ya que
permiten un frotamiento más intenso con toda la palma de la mano directamente sobre el
glande (parte muy sensible). El lubrificante a base de agua evita que los penes sensibles se
irriten.
Con una almohada para más realismo.
De pie o de rodillas con una almohada doblada delante de usted, de tal forma que simula la
cavidad vaginal y le permite fantasear con el coito. También puede colocar la almohada a la
altura de la ingle, frotando el pene de adelante hacia atrás y hacia arriba. Esta técnica permite
aumentar la excitación. Justo antes del orgasmo, puede pasar, si lo desea, al método clásico o
a una estimulación más directa. Si no, acelere el movimiento como durante el coito. Gracias a
esta técnica podrá dar un toque realista a sus fantasías.
FASES SEXUALES DE LA VIDA
3.1 - EL PERIODO DE LA ADOLESCENCIA
Comprende de los 12 a los 19 años, es una época de rápidos cambios y difíciles empresas. El
desarrollo físico es sólo una parte de este proceso, porque los adolescentes afrontan una
amplia gama de requerimientos psicosociales: independización de los padres, consolidación de
las cualidades necesarias para relacionarse con los compañeros de la misma edad,
incorporación de una serie de principios éticos aplicables a la realidad práctica, fomento de las
capacidades intelectuales y adquisición de una responsabilidad social e individual básica, por
nombrar sólo algunos. Pero a la vez que el adolescente se encara con tan compleja sucesión
de dificultades concernientes a su evolución conjunta como ser humano, debe dirimir su
sexualidad aprendiendo el modo de adaptarse a los cambiantes sentimientos sexuales,
escogiendo cómo participar en las diversas clases de actividad sexual, descubriendo la manera
de identificar el amor y asimilando los necesarios conocimientos para impedir que se produzca
un embarazo no deseado. No es extraño que en ocasiones el adolescente sea víctima de
conflictos, sufrimiento y desconcierto.
Por otro lado, la adolescencia también es una etapa de hallazgo y eclosión; una época en que
la maduración intelectual y emocional corre paralela con el desarrollo físico y genera
una libertad y un creciente apasionamiento vital. La adolescencia no es únicamente un periodo
de turbulencia y agitación, como quieren las concepciones tradicionales, sino que, a la vez,
suele ser una fase de goce y felicidad que marca el tránsito agitado y tumultuoso al estado
adulto (Offer y Offer, 1975). La naturaleza paradójica de la adolescencia se patentiza sobre
todo en la esfera de la sexualidad.
Aspectos psicosexuales de la adolescencia
Fantasías sexuales
Los sueños y las fantasías sexuales se tornan más frecuentes y explícitos en la adolescencia,
muchas veces como elemento auxiliar de la masturbación. Parece ser que la fantasía, en el
marco de la adolescencia, cumple varios cometidos: realza por lo general el placer de la
actividad sexual; puede sustituir a una experiencia real (pero inasequible); origina excitación o
provoca el orgasmo; constituye una especie de plataforma de ensayo mental de cara a
ulteriores situaciones sexuales (aumentando la tranquilidad y anticipándose a posibles
problemas, igual que ocurre con el ensayo de cualquier otra actividad) y, en fin, supone un
medio de experimentación sexual sin riesgos, controlable y nada conmocionante. La
experiencia del adolescente, en cuanto a la exploración del alcance y aplicabilidad de las
fantasías, repercute decididamente en su actividad sexual y en la propia seguridad a la hora de
desempeñarse sexualmente en fases posteriores.
Independencia
Por sexo entendernos todos aquellos caracteres físicos y biológicos, incluidos nuestras
gónadas y nuestros genitales, y por el que pasamos a ser hombres o mujeres según sean
estos unos u otros (sexo de asignación). Hay varios tipos de sexo, el cromosómico, gonadal,
genital, psíquico y social. Normalmente todos ellos coinciden, y entonces se adopta el rol
sexual esperado. Si el psíquico no concuerda con los restantes, hablamos de una discordancia
con el rol presumiblemente esperado y se adopta una identidad de género distinta
En principio, el sexo y el género no conllevan a un determinado tipo de sexualidad (en su
globalidad) ni a una determinada orientación sexual. Así, la orientación sexual es la atracción
física hacia una persona por razón de su sexo (que puede ser heterosexual o homosexual,
básicamente), mientras que la identidad sexual es el rol que adopta socialmente uno mismo,
sea éste el esperado o no por razón de su sexo asignado. Por tanto, no hay que confundir la
transexualidad con la homosexualidad ni con el travestismo, pues en ellos intervienen
diferentes factores de los que resultan comportamientos diferentes, y en ningún
caso no patológicos en sí mismos.
La homosexualidad implica relaciones afectivas y/o sexuales entre personas del mismo sexo,
es decir, entre dos hombres (gays) o entre dos mujeres (lesbianas). El homosexual se siente a
gusto con su propio sexo (biológico) y con todos sus caracteres primarios y secundarios, es
decir, no experimenta ningún rechazo hacia su morfología sexual (genitales,...). Por tanto, solo
se diferencia del heterosexual por su orientación sexual.
El Travesti es aquella persona que se viste con ropas del otro sexo para satisfacer un deseo
erótico-fetichista, pero de ninguna manera desea un cambio real de sexo, ya que se siente
plenamente identificado con el sexo de nacimiento. Dado que la identidad sexual y
la orientación sexual son dos conceptos distintos, no excluyentes entre sí, los transexuales
pueden ser homosexuales, heterosexuales, bisexuales o asexuales (al igual que el resto de la
población). Así, hay transhomosexuales o transheterosexuales, siendo un transhomosexual
aquél o aquella que tras un cambio de sexo, mantiene una relación con una persona del mismo
sexo social al cual o ella pertenece ya en la actualidad.
Definición:
El término transexualidad fue citado por primera vez por Hary Benjamin en 1953, quién matizó
la definición, ya ofrecida antes por Cauldwell. La transexualidad es el deseo irreversible de
pertenecer al sexo contrario al genéticamente establecido (o sea, al de nacimiento, ratificado
por sus genitales) y asumir el correspondiente rol (el contrario del esperado), y de recurrir si es
necesario a un tratamiento hormonal y quirúrgico encaminado a corregir esta discordancia
entre la mente y el cuerpo.
La transexualidad no es una elección. Por tanto, se nace transexual. Aunque no se conoce el
origen de este trastorno, existen básicamente dos teorías al respecto, aunque es probable que
sea el resultado de múltiples factores. La teoría psicológica sostiene que en algún momento de
la vida del transexual (especialmente en los primeros años de vida), se produce un trauma y,
por tanto, cree que la afloración de este trauma a la superficie debería curar al transexual.
Actualmente y tras intentos fallidos de curaciones de transexuales está siendo relegada por la
teoría biológica, que por el contrario, se basa en la existencia de diferencias biológicas entre los
transexuales respecto de los demás individuos. Últimamente, presta mucha atención a los
baños de hormonas durante el desarrollo prenatal y su posterior influencia en el desarrollo de la
identidad del individuo, y considera que el tratamiento más viable es la terapia hormonal y la
intervención quirúrgica.
EXHIBICIONISMO Y VOYEURISMO
Voyeurismo o escopofilia
El voyeurismo o escopofilia es una perversión que satisface una tendencia parcial infantil y
consiste en presenciar el acto sexual o de la desnudez ajena, en todos los casos, su
practicante concentra la atención sobre el acontecimiento y no sobre la personalidad de los
individuos observados.
El exhibicionismo
(es el reverso de la escopofilia)
La persona efectada por esta perversión siente la necesidad irreprimible de exponer sus
órganos genitales a la mira de desconocidos, especialmente de muchachitos o muchachitas.
Satisface así la tendencia infantil al placer de ser visto, pero también intenta que los
espectadores sean testigos de su virilidad que siente desfallecer.
PEDOFILIA E INCESTO
Pedofilia
Búsqueda del placer sexual, por medio de las relaciones sexuales con niños. Expertos
mundiales indican que para la calificación de pedofilia como trastorno sexual es necesario que
la conducta se prolongue durante un periodo de al menos seis meses, incluyendo fantasías,
impulsos o comportamientos sexuales con niños pre-púberes o un poco más mayores, por lo
general de doce años o menos.
Puede darse de diferentes formas: con relación a la orientación, puede ser de tipo
heterosexual, homosexual o ambas; con relación a objeto, éste puede ser exclusivamente
pedofílicos o no.
Las conductas de la pedofilia van del simple exhibicionismo hasta la penetración. El adulto
suele ganarse la confianza y el cariño del niño y, por lo general, es alguien conocido o familiar
Se distinguen dos variantes en la pedofilia: la sentimental homo erótica y la agresiva
heterosexual. Los sentimentales homo eróticos tienen poco o ningún interés por las mujeres,
toda su capacidad sexual se concentra en los niños, concretándose bajo la forma de caricias
que le provocan el orgasmo. Los agresivos heterosexuales intentan satisfacer sus impulsos con
niñas, con métodos que van desde la seducción a la violencia, terminando (muy pocas veces)
en homicidio sádico-criminal.
¿Como se da el abuso sexual a menores?
La mayoría de los abusos sexuales ocurren en el propio hogar de las/os menores, y el agresor
es generalmente el padre, el padrastro, el hermano o cualquier pariente cercano que tiene fácil
acceso a la víctima. En estas circunstancias el abuso sexual se le llama incesto.
EL MENOR COMO SUJETO
El menor es suficientemente apto desde el nacimiento, para dar un sentido a su vida. El acto de
mamar, jugar, dar los primeros pasos, etc., son maneras del niño de afirmarse como sujeto
autónomo de deseos, frente a los adultos.
La prueba de esta autonomía está en el hecho de que las palabras y gestos de los padres sólo
tienen sentido para el niño cuando son percibidos e interpretados por él, a su manera. El bebé
sólo aprehende lo que puede asumir, personalmente, dándole un significado propio. En la edad
escolar, el menor se distancia más de los adultos al adquirir una cierta manera de saber, de
sentir y de ver las cosas. Su filosofía del mundo y de la vida se convierte en "escuela propia"
diferente de la de los adultos. En la adolescencia la autonomía toma mayor dimensión con la
capacidad de estar solo, de crear un proyecto de vida y de sentir su propio mundo interior.
El hilo conductor de este proceso interior hacia la autonomía es la sexualidad con la crotización
del cuerpo, las nuevas posibilidades de relacionarse, la curiosidad persistente y la fuerza del
deseo.
Cuando la sexualidad se altera, es toda la personalidad la que entra en crisis, con pérdida del
gusto por vivir. Por eso, cualquier interferencia sexual por parte de los adultos, a nivel del
cuerpo o de los deseos del menor, como acontece en la pedofilia, compromete gravemente su
felicidad.
El adulto que respeta la dinámica propia de la autonomía infantil está atento a sus
manifestaciones sexuales y, lejos de interferir, procura vivir con el menor, aprendiendo con él.
EL MENOR COMO OBJETO
El menor es un objeto para el adulto, cuando éste, incapaz de contener sus impulsos, los
proyecta inconscientemente en la persona del menor, volviéndose ésta una ocasión de placer,
una compensación afectiva, una oportunidad para tenderse a sí mismo en el futuro un
subterfugio ante el miedo a la muerte. Esta actitud perversa del adulto puede comprometer
seriamente la relación del menor consigo mismo, con el mundo y con los demás. El hecho de
que el menor no se mueva no significa que no tenga un espacio propio de proporciones
ilimitadas. El hecho de no hablar no significa que no tenga deseos de comunicarse. El hecho de
ser biológicamente inmaduro no significa que no tenga una vida sexual propia que respetar.
¿Cuál es la incidencia?
Los abusos sexuales no son sucesos aislados. Generalmente ocurren a lo largo de mucho
tiempo, meses o años. Además, al contrario de lo que puede suponer, se producen en todas las
clases sociales y son muchas las niñas y niños afectados. Entre el 20 % y el 30% de las
mujeres han sido abusadas sexualmente en su infancia o adolescencia. Alrededor del 15 % de
niños también lo han sufrido. Sin embargo, el silencio y el secreto que rodea a estas
experiencias, y que permite que se sigan repitiendo, nos hace pensar que son casos raros. Por
eso es tan importante que hablemos de la existencia de los abusos sexuales y los
reconozcamos como un problema social que hay que abordar.
¿Cuáles son los comportamientos o formas de presentación?
Los comportamientos abusivos van desde acciones que no suponen un contacto sexual como
las proposiciones verbales o la exhibición de los órganos genitales, hasta la penetración anal o
vaginal.
Algunos de estos comportamientos son:
" Exhibirse desnudo delante de la menor con el fin de excitarse sexualmente.
" Observar a la niña vestirse o desvestirse o cuando está en el baño, orina, etc (con el mismo
fin).
" Tocarle, besarle, agarrarle.
" Forzarle a ver imágenes o películas, escuchar conversaciones sexuales, posar para
fotografías, ver o presenciar actividades sexuales.
" Sexo oral o vaginal.
" Ser sometida a tratamientos médicos innecesarios.
Es importante, sobre todo, considerar que una conducta es abusiva cuando es vivida y sentida
de este modo por la niña, niño o adolescente, cuando es mirada o tocada de un modo que la
hace sentirse intimidada.
¿Cómo saberlo?
La mayoría de las niñas y niños que están siendo víctimas no se lo cuentan a nadie porque
creen que la gente va a pensar que no es verdad. A veces desconocen incluso el vocabulario
necesario para hablar sobre el tema y por lo tanto no pueden adecuadamente. Aunque
generalmente no lo expresan verbalmente, sí lo hacen mediante algunos cambios en su
comportamiento.
INCESTO
"Incesto: Relaciones sexuales entre personas consanguíneas o afines, a quienes la ley prohíbe
contraer entre sí matrimonio valido"
"El termino incesto deriva del latín "vinculum", de "vincere"… atar, significa atar o unión de una
persona o cosa con otra".
Causas de Incesto
"Una de las causas del incesto es la violación, son figuras que van de la mano, las cuales se
inician con toques no sexuales como son friccionar la espalda, forcejeos inapropiados,
terminando en caricias sexuales. Puede terminar o no en penetración".
A menudo las personas que sufren de incesto, se vuelven más tímidas y retraídos, tienen
problemas psicológicos y viven temiendo que algún día su familia los descubra y les vuelva la
espalda aun sin tener culpa alguna. Otra de las causas de incesto es la violencia familiar, la
cual trae como consecuencias daños físicos, morales y psicológicos. Otra de estas causas es
la falta de cariño y atención debida a cada uno de los miembros de la familia; lo que puede
ocasionar la obsesión afectiva por algún otro miembro de la familia. La falta de pareja por parte
de una persona puede ser causa de incesto debido a que algunas veces esta tiene
baja autoestima y se refugia en un pariente con el cual puede involucrarse sentimentalmente.
"El descuido de los padres hacia sus hijos es una causa de incesto, en donde el perpetrador,
generalmente es un adulto que esta al cuidado de la victima, el mártir es especialmente un
infante, un pequeño que no se da cuenta de los progresos sexuales de su protector,
esencialmente si el consumador solo desea mostrarle carió y afecto. La victima del incesto
usualmente guarda el silencio, sin buscar ayuda, por el abuso y las persistentes amenazas".
En caso de que el pequeño haya sido acosado por una persona ajena a el puede acudir a sus
padres o familiares. Se piensa que esencialmente las victimas son mujeres, sin embargo los
varones también son mártires de incesto. El asalto sexual consumado por un extraño ocurre
solo una vez, en caso de incesto la victima sufre de continuo abuso. El sentimiento de
culpabilidad y miedo producido por el abuso sexual de un extraño, puede ser aliviado por los
familiares y cuando una persona es victima de incesto, la familia no interviene a su favor. El
incesto ocurre en todo tipo de familia e inicia antes que el menor entienda el aberrante hecho.
El perpetrador se vale de su autoridad y confianza para convencer a su victima diciendo que es
para su propio desarrollo personal.
Causas de la fobia al incesto:
Los humanos aprecian una natural antipatía al incesto, una especie de repulsión
instintiva al mismo, por tratarse de enlaces consanguíneos.
Las ligas incestuosas entre los humanos, producen descendientes degenerados.
Las relaciones incestuosas causan repudio por la sociedad, ya que este acto aberrante
va en contra de la religión y es un castigo divino.
SEXUALIDAD Y VIOLENCIA
Existen una sexualidad masculina y una femenina. En todas las sociedades se han asignado
ciertos papeles que las personas deben desempeñar según sean mujeres u hombres. Hasta
hoy en amplios sectores de nuestra sociedad, se espera que las mujeres cumplan con el
arquetipo de ser delicadas, románticas, que sepan cocinar y cuiden de sus hijos y de su casa; y
que los hombres sean fuertes física y emocionalmente, trabajen fuera de su casa y mantengan
a su esposa e hijos estas características también son conocidas como roles sexuales, los
cuales en ocasiones llegan a tomarse de una manera equivocada puesto que desde pequeños
se nos inculcan una serie de esteriotipo que depende de la sociedad y el lugar donde nos
encontremos tal vez esta forma de pensar, el entorno donde se relacionan las personas, la
forma de vivir o la diversas vivencias de cada una de las personas son las que marcan en un
futuro sus relaciones ya sean afectivas, laborales o sexuales, puesto que la conducta de
mujeres y hombres esta determinada por sus caracteristicas biológicas, psicológicas y por la
sociedad donde viven en ocasiones pueden causar la violencia en la familia y, por consiguiente
la Violencia en la sexualidad.
Una forma de mostrar esto es en algunas regiones de la republica mexicana aun se sigue
dando el machismo; El machismo puede definirse como el conjunto de ideas y conductas que
asumen las personas que creen en una supuesta superioridad de los hombres sobre las
mujeres. En general un hombre machista siempre quiere imponer su forma de pensar sobre las
mujeres y para ello se vale de la agresión emocional, física y sexual. La realidad es que los
hombres machistas son inseguros por que no han sido capaces de valorarse y desarrollarse de
manera integral. Son incapaces de demostrar sus emociones, puesto que pretenden ser "muy
fuertes".
La violencia sexual se da por desgracia muy seguido; por las violaciones que ocurren en todo el
mundo por parte de las personas que no se sienten lo suficientemente completos para amar a
alguien y demostrar su necesidad de amor y cariño lo que hay que saber es que nunca se debe
tener un acto sexual de manera forzada; es decir nadie debe obligarte o presionarte para
efectuarlo. Obligar a alguien a tener relaciones sexuales es un delito. Tu cuerpo es tuyo; si
alguien trata de tocarlo sin tu consentimiento, la acción a seguir es denunciarlo a las
autoridades.
CONCLUSIONES
La sexualidad en nuestros días ya es algo normal, que no nos es indiferente y que algunos le
damos la importancia suficiente para que no nos pacen cosas indeseables.
Para que nosotros como jóvenes tengamos un poco de responsabilidad sobre nuestra
sexualidad creo que es importante que nuestros padres nos orienten y nos den valores. Otra
cosa que tambien a veces influye es el ambiente en el que nos desarrollamos y la cultura de
nuestra familia.
La sexualidad a llegado a ser de lo más normal, llegando al grado de que los hombres y
mujeres se cambien de sexo es decir que se vuelvan transexuales; pero no por que ya sea mas
conocido deja de ser algo inmoral. El exhibicionismo y voyeurismo es otra cosa inmoral por que
las personas permiten que otras personas vean como tienen relaciones sexuales, vean sus
partes intimas; y las personas que ven esto caen dentro del voyeurismo. La pedofilia es la
atracción sexual que siente un adulto por los niños, el incesto es la practica de relaciones
sexuales entre parientes; este tipo de relaciones sexuales, cuando tienen como consecuencia
el embarazo, el producto suele salir con problemas físicos, mentales, etc.
Aquellas personas que se casan a veces se casan por que se aman genuinamente o por que
creen que aman, cuando sucede esto ultimo se suelen dar muchos divorcios lo que da a notar
un poco de inmadurez mental.
Actualmente algunos adolescentes y jóvenes creen que ya saben todo respecto al sexo y que
si tiene sexo no va a pasar nada, pero la realidad es que no saben nada entonces contraen
enfermedades, o las chavas simplemente se embarazan.
La masturbación también es algo común en los adolescentes y jóvenes, que desde un punto de
vista psicológico no tiene nada de malo por que los jóvenes o adolescentes están
experimentando con su cuerpo y eso les permite conocer un poco mas de si mismos; en la
actualidad este tema ya es conocido por varias personas y no provoca de indignación.
El sexo por amor, como bien claro se expresa es el sexo que se tiene con aquella persona que
se ama y que se tiene con responsabilidad; y esto se debe de hacer de una manera correcta de
acuerdo con la ley, es decir, el vinculo de pareja, la unión entre dos personas y esto quedaría
dentro de la monogamia que es la unión entre un hombre y una mujer; a diferencia de esto la
poligamia es la unión de una persona con varias personas mas y se divide en poliandria
(matrimonio con varios hombres) y poliginia (matrimonio con varias mujeres).
Al final la sexualidad es un fenómeno emocional y de conducta relacionado con el sexo que
comprende tanto el impulso sexual, dirigido al goce inmediato y a la reproducción, como a los
diferentes aspectos de la relación psicológica con el propio cuerpo (sentirse hombre, mujer o
ambos a la vez) y de las expectativas de rol social. A veces a causa del sexo hay violencia en la
pareja o en la familia, ya sea por que la mujer no quiera tener relaciones sexuales o por que el
hombre abusa de los hijos sexualmente.
Objeciones Respondidas
1. Si Usted quiere decir que la homosexualidad está equivocada basada
en las leyes del A.T., entonces también debe confirmar todas las leyes en
Levítico y Deuteronomio.
De otro lado, las leyes morales no están abolidas y esto se debe, a que
están basadas en el carácter de Dios el cual es santo y como Él no
cambia, las leyes morales tampoco cambian. Por lo tanto, las leyes
morales están todavía en efecto.
Esos hombres querían tener relaciones sexuales con los ángeles que
habían aparecido en forma masculina. ¿Tiene sentido lógico decir que
Dios destruyó las dos ciudades debido a que sus habitantes no fueron
hospitalarios con los visitantes? Si este fuera el caso, ¿no debería Dios
entonces, destruir cada hogar que no es atento con los visitantes?
Que es lo que dice la biblia sobre esto .... Por ejemplo en:
Y esto quiere decir que hay que evitar todo tipo de malos
pensamientos, ya que esto no es parte de Dios y ni siquiera es su plan
para nosotros, todo lo que tenemos que hacer es dar las Gracias a Dios.
Todos vivimos en una sociedad, desde un simple obrero, un comerciante o una ama de casa,
hasta el ermitaño más silencioso, todos somos parte de un fiel conjunto del cual nos
desenvolvemos en nuestras actividades cotidianas.
Como nuevo redactor me parece conveniente plantear una introducción acerca de este tema
tan amplio, la sociedad ¿Qué es la sociedad? ¿Hacia dónde se dirige? ¿Que papel cumplimos
nosotros como miembros de la misma? Todo es muy simple, nosotros conformamos la
sociedad que es el conjunto y lo construimos, lo forjamos en sus valores primordiales y día a
día establecemos lo que como al día de hoy conocemos como “normal”.
Así, cada día muchos grupos se enfocan en ser aceptados en el gran conjunto, en esa
sociedad ordinaria de la que todos pertenecemos y quisiésemos encajar para el pleno disfrute
de nuestras libertades, en consecuencia nos convertimos en seres que no somos, o es que
¿De dónde crees que vienen los famosos wannabe? Hay gente que tiene una necesidad
inherente de hombres y mujeres débiles de pertenecer a ese famoso “factor común” solo para
ser aceptado, respetado y hasta incluso reconocido, lo triste es que todo eso lo habrán ganado
sin ser auténticos, plenos autómatas y esclavos de una sociedad que busca hacer un mundo
de seguidores y no se seguidos, ese es el objetivo fundamental de los medios masivos, de los
emporios empresariales, el nuevo “opio del pueblo” como Karl Marx describió a la iglesia
católica hace años.
Así hemos sido siempre, esclavos de la sociedad, seguidores y no seguidos. Muy pocos osan
salirse de ese “factor común”, algunos encuentran abrigo, otros mueren como lunáticos
envueltos en su propia demencia; pero los que si logran salirse y sobreviven terminan siendo
grandes, seguidos, los que ponen y disponen, creativos y originales, esa es la gente que
necesita el mundo para un cambio importante.
Aún así, gente auténtica es poca, hasta el mismo que escribe estas letras puede no ser
auténtico, la autenticidad va desapareciendo con el tiempo, porque su nombre lo dice y como
poco a poco se innova más y menos a la vez, se pierde el don, la gente queda como seguidora
¿Pero sabes? Es mejor seguir a un lider, a un genio, a un soñador, que seguir a los medios, a
los que imponen las reglas del juego, esos que manejan y coordinan a sus masas de adictos e
idiotas, ellos nunca se percatan de los problemas, siempre se ven ellos mismos y su entorno,
nunca más allá, esa puede ser una de las tantas diferencias esenciales entre los paises
desarrollados y países subdesarrollados. Los primeros ablandan, procuran que su gente tenga
las posibilidades de ver más allá para lograr mayor desarrollo, y los segundos restríngen,
impiden que su gente tenga las mismas posibilidades para que los pocos ostenten mayores
riquezas, muchas veces gracias a los países desarrollados.
Así comienzan los vicios y la causa es evidente, está en la publicidad masiva de las calles, en
el imperante deseo de consumir y todo lo que es capaz hasta el más joven de hacer por algún
objeto material, el monopolio y la expansión, hasta la acumulación de riquezas en una sola
persona y ambiciones personales. Todo forma parte de un círculo, la sociedad se corrompe
partiendo del deseo de poder y no es algo nuevo, desde tiempos antiguos ha existido. Nó, no
es una crítica al capitalismo, es una crítica a un deseo estúpido del ser humano que en lugar de
traer bienestar y desarrollo, trae miseria y atraso.
Puede que se esté haciendo un esfuerzo por mejorar, pero todos hemos de poner de nuestra
parte porque somos mayoría, es verídico decir que cada granito de arena que ponga uno hará
una gran diferencia al final, que no lo queramos hacer es otra historia, muy triste de por sí.
Antes de entrar de lleno a definir la palabra sociedad que ahora nos ocupa es
fundamental que investiguemos y descubramos el origen etimológico de la misma.
En concreto, podemos subrayar que aquel se encuentra en el latín y más
exactamente en el término sociĕtas.
Sociedad es un término que describe a un grupo de individuos marcados por
una cultura en común, un cierto folclore y criterios compartidos que condicionan
sus costumbres y estilo de vida y que se relacionan entre sí en el marco de
una comunidad. Aunque las sociedades más desarrolladas son las humanas (de
cuyo estudio se encargan las ciencias sociales como lasociología y
la antropología), también existen las sociedades animales (abordadas desde
la sociobiología o la etología social).
En este último sentido, por tanto, podríamos decir que las sociedades de animales
son aquellas que se van constituyendo de una forma totalmente natural. Así, de esta
manera, un ejemplo de lo que estamos señalando sería el siguiente: “El profesor de
Ciencias Naturales nos subrayó que las abejas son unos de los grupos de seres vivos
que viven en sociedad”.
Sin embargo, valorar la diversidad implica valorar la falta de consenso con respecto a ciertos
temas o a la solución de determinados conflictos, lo cual, a su vez, nos plantea el problema
de la resolución de los inevitables conflictos que la falta de consenso determina cuando es
necesario escoger entre ciertas opciones. A este respecto, el pluralismo genuino se propone
lograr la paz intercultural, lo que supone, como actitud básica, la apertura a las ideas de otros
y la disposición a transar. Sin embargo, como veremos más adelante, la sociedad pluralista
pone límites a su grado de apertura y disposición a transar. De hecho, ella no asegura
automáticamente legitimidad, es decir, no otorga validez social a todas las posiciones que
puedan surgir en su seno. Aunque su acuerdo social básico es el modus operandi para la
solución de conflictos, el mismo no implica que en una sociedad pluralista "todo vale". Como
postulado de las democracias, los conflictos se resuelven con las reglas del consenso y de las
mayorías. Consenso entendido como compromiso y convergencias a partir de creencias y
visiones divergentes y "regla de la mayoría", en términos de un ejercicio del poder
mayoritario que respeta a los derechos de las minorías. Pero para recibir el beneficio de ese
principio, las minorías deben ser consideradas legítimas.
Los criterios de legitimidad a los que se aludía previamente nos sitúan en el centro mismo del
problema relativo al pluralismo y a los valores. De acuerdo con la definición de Gevaert (El
problema del hombre, p. 189), "valor es todo lo que permite dar un significado a la existencia
humana". Los valores mueven la voluntad de las personas y, por lo tanto, determinan nuestra
capacidad de obrar humanamente, de dar un sentido a la propia actividad y, a través de ella, a
nuestra existencia. Cuando hablamos de "pluralismo", entonces, en realidad nos estamos
refiriendo a un pluralismo de valores y, por lo mismo, las tensiones y conflictos de las
sociedades pluralistas surgen a partir de aspectos relacionados con los distintos valores que
motivan y orientan las acciones personales. En consecuencia, la apertura a las ideas de otros
y la disposición a transar, como actitudes esenciales del pluralismo, significan el respeto y
aceptación de los valores de otros y la disposición a transar con respecto a nuestros propios
valores. Lo anterior nos plantea dos preguntas: ¿cuáles valores y en qué medidas estamos
razonablemente dispuestos a transar para evitar conflictos? ¿Cuáles son los criterios que fijan
el límite de lo transable?
El ejemplo anterior nos recuerda que los valores pertenecen a órdenes de cosas muy distintos.
De acuerdo con la esfera de la existencia humana en la cual se viven, han sido clasificados
por Gevaert(El problema del hombre) en las categorías siguientes: vitales o corpóreos; del
espíritu; éticos y religiosos. Vitales o corpóreos son aquellos valores que responden a las
necesidades corporales primarias, como comer, beber, dormir y otros de este tipo, o a
necesidades secundarias, como una casa, un automóvil, un televisor, etc. Obviamente, estos
valores de tipo secundario están muy vinculados a la cultura y cambian a medida que las
sociedades evolucionan.
Los valores de tipo religiosos se refieren a las relaciones de las personas con Dios y a las
expresiones culturales y comunitarias de tales relaciones.
¿Qué es lo que determina el contenido de estos valores? ¿Hay una norma objetiva y absoluta
de los mismos? Estas preguntas no están respondidas y constituyen un campo de ideas en el
que han incursionado algunos de los pensadores más destacados del siglo XX. Para Sartre,
por ejemplo, no existen verdades ni valores predeterminados. Todo depende de la libertad
humana. La tarea del hombre es dar sentido a su propia existencia. "Mi libertad es... el único
fundamento de los valores, y nada, absolutamente nada, me justifica para que adopte este
valor o aquel otro, esta escala de valores o aquella otra" (El ser y la nada).
En cambio, Scheler propone que los valores son dados objetivamente. No se miden por la
esencia humana ni se deducen de ella. Tienen una existencia por sí mismos. Valen siempre y
en todas partes, ya que expresan un orden humano que permanece sin variar a través de la
historia. Por lo mismo, las personas deben someterse a la validez trascendente de los valores.
Pero, contra lo que opina Scheler, otros pensadores, entre ellos los pertenecientes a la
corriente "personalista", consideran que los valores no se encuentran en un ámbito abstracto,
sino en el hombre mismo. Es él quien busca, mediante su afán por realizarse, los elementos
que necesita para vivir plenamente su "vocación humana". Esta sería la gran tarea histórica
de la persona humana y en el logro de esa meta va "descubriendo" o elaborando un orden de
valores que se reconocen como aquellos conducentes a una existencia auténticamente
humana, y por lo mismo, orientada hacia su sentido trascendente.
Considerando todo lo antes expuesto sobre el tipo y naturaleza de los valores, resulta
evidente que la respuesta a la pregunta sobre qué valores y en qué medidas estamos
dispuestos a transar con el fin de evitar conflictos, debe ser respondida con base en los
efectos que esa decisión tenga sobre las posibilidades de vivir una vida auténticamente
humana. Y en ese sentido, la primera tensión entre valores no es interpersonal, sino a nivel de
la persona misma. Por ejemplo, nuestro apego o consecución de bienes vitales sobre bienes
del espíritu. Somos nosotros mismos los llamados a resolver esos conflictos mediante un
compromiso con nuestras metas superiores. En último término, es un problema de
"autonomía" o libertad, entendiendo por este término la capacidad o el grado de autonomía
para la plena realización personal.
Pero la libertad no es pura subjetividad, coherencia interior, sino que se vive también en un
espacio de relaciones interpersonales. En realidad, las posibilidades de alcanzar plena
libertad personal dependen en medida considerable del conjunto de condiciones concretas
que una determinada sociedad o cultura le permiten a la persona ejercitar y realizar. Esto
implica un respeto efectivo de los derechos fundamentales, pero también al otorgamiento de
los medios materiales que permiten vivir esta libertad: educación, vivienda, trabajo, etc. Es
este elemento de alteridad respecto a la forma en que mis valores mueven a mi voluntad y la
centralidad que el bien del otro tiene para mí el elemento clave que sustenta un pluralismo
auténtico.
Levinas (Totalité et infini) afirma que no hay libertad humana que no sea capacidad de sentir
la llamada del otro. El signo y la medida de la libertad en el hombre es precisamente la
posibilidad de sentir la llamada del otro y responderle. Por lo tanto, la dimensión ética y
todos los valores que ella involucra es la quintaesencia de la libertad. Desde el momento en
que el otro aparece como otro nace la dimensión ética de mi relación. Toda libertad auténtica,
en cuanto orientada constitutivamente hacia el reconocimiento del otro en el mundo, debe
expresarse en normas éticas.
El conflicto puede surgir, de hecho, cuando el reconocimiento del otro llega a identificarse
con un código concreto de preceptos y de normas que son solo de expresión histórica,
cultural del reconocimiento. En cambio, la vocación auténtica de la libertad está en reconocer
al otro en cualquier cultura y en cualquier nivel de civilización, a través de todos los cambios
y alteraciones que se verifican. Esto suele crear la tensión entre las exigencias concretas de
reconocimiento y las estructuras que tienen que asegurarlo. En este sentido, hay que
reconocer la importancia que tienen los regímenes políticos en la libertad humana y la
necesidad de que estos, junto con garantizar los derechos fundamentales, permitan una
participación amplia y directa y responsable en el bien común, promuevan el ejercicio de la
libertad y garanticen a todos el respeto de sus propias opiniones. Es decir, que la sociedad
viva en un clima de libertad que signifique el respeto a la libertad de los demás.
Habiendo aclarado lo anterior, es posible ahora referirse, concretamente, a los límites de los
compromisos personales para evitar conflictos de valores. En una sociedad pluralista, el
respeto a la libertad auténtica de otros, aun más, el considerar a esta libertad un valor cuando
se manifiesta en formas culturalmente diversas a las propias, debe enmarcarse en los límites
del bien común, y este aspecto, como veíamos, debe tener como elemento central de juicio la
plena y auténtica realización de las personas humanas que constituyen la sociedad. En
consecuencia, la diversidad de estilos de vida y los valores que promueven esos estilos serán
positivos o negativos, aceptables o inaceptables, moralmente legítimos o ilegítimos, cuando
analizados bajo la óptica del bien común, es decir, de la dignidad de la persona humana, se
muestren promotores o atentatorios de esa dignidad.
En este sentido, es iluminador el concepto de bien común que define Maritain (La personne
et le bien commun). Nos dice este pensador que el bien común es aquello que se redistribuye
a las personas, y que promueve en ellos la búsqueda de los bienes eternos de la bondad, de la
justicia y de la belleza. Las personas, en cuanto partes de la comunidad política, se
subordinan a ello y a la obra por realizar. Por otra parte, la persona humana, en el foco mismo
de su vida de persona, está supraordinada a esa obra común y determina su finalidad. Siendo
el bien común temporal un bien común de personas humanas, por ello mismo, cada una,
subordinándose a la obra común, se subordina a la realización de la vida personal de las otras
personas. Pero esta "solución" puede adquirir un valor práctico y existencial solo en una
sociedad donde la verdadera naturaleza de la obra común es reconocida
(Maritain, Humanismo integral p. 154).
De lo anterior podemos deducir que el cultivo de un pluralismo auténtico implica una actitud
proactiva respecto a la preservación del bien común y, por lo tanto, el cultivo de aquellos
valores que contribuyen al bien común. Esta actitud supone asumir el riesgo de conflictos
cuando consideramos que los valores de otros no conducen a ese fin superior. Por lo tanto, en
el verdadero pluralismo no hay cabida para el relativismo que concede "legitimidad" a
cualquier manifestación cultural. Por el contrario, es necesario reiterar que la aceptación de
creencias y principios distintos a los propios solo puede partir del reconocimiento de la
validez de los mismos en cuanto a los efectos que las acciones que ellos motiven tengan
sobre el bien común.
Reconozco que todo lo que he manifestado sobre pluralismo y valores se sustenta en una
visión antropológica cristiana y, por lo mismo, en una metafísica que no es válida para
quienes tienen otras visiones de la persona humana. Particularmente difícil es coincidir en el
concepto de persona y a partir del mismo derivar una idea consensuada de libertad
responsable, con las derivaciones éticas que esto implica. Aun así, las percepciones
coincidentes en el ámbito de los valores continúan siendo muy importantes, incluso en las
sociedades pluralistas más antiguas, como las europeas. Me refiero a valores como el amor a
los padres, a la tierra natal, el respeto a la autoridad, el reconocimiento a la excelencia, la
integridad, la solidaridad y el altruismo, el acatamiento de ciertas normas cívicas y morales,
la sinceridad, la gratitud, etc. Son esos los valores que otorgan a esas sociedades el grado
suficiente de unidad espiritual, y por lo mismo de sentido comunitario, que las mantiene
cohesionadas en torno a ciertos objetivos sociales de indudable mérito, como, por ejemplo, la
preocupación solidaria por sus miembros con una menor autonomía. Es la base de esos
valores compartidos el elemento sobre el cual es posible plantear diálogos interculturales y
confrontar ideas relativas a otras realidades concretas de la sociedad que generan conflictos
no resueltos, como la pena de muerte, el aborto, la eutanasia, el divorcio, las inmigraciones,
las sectas, la pornografía, la educación sexual, la distribución de la riqueza, los derechos
humanos, la censura, y muchos otros temas. Solo una búsqueda auténtica y apasionada de la
verdad, orientada a establecer ciertas premisas relativas a la naturaleza humana y el sentido
de su existencia, puede ayudarnos a discernir los elementos que permitan descubrir la base de
sustentación de nuestros valores, y por lo tanto, su real vigencia. En último término, se trata
de establecer los fundamentos antropológicos sobre los cuales podamos construir en paz un
proyecto de sociedad coherente.
El Hombre Religioso, Hoy
Autor: Daniel Salsamendi
Los analistas convergen en que la sociedad está rota en dos dinamismos: a) la ciencia y la
técnica que mueven las prácticas sociales; b) los elementos del encuentro interpersonal y
comunitario, lugar donde las personas encuentran el sentido de sus vidas. La vida del hombre
transcurre entre la tecnoeconomía y el sentido, entre vivir funcionalmente la vida y el dar
orientación y significado a las tareas.
Desde lo religioso podríamos encontrar en este hombre actual una escasa sensibilidad para los
símbolos, se le escapa todo el mundo de la evocación y la analogía. Ve los objetos, pero no ve
en profundidad, se queda en la superficialidad. Por eso, la mayoría de las veces se
desencanta de la realidad y la vida, pues, llega un punto en que no ve nada más.
Por otro lado, ante el vacío que provoca el no profundizar, no ir más allá de las cosas, se
escapa en un mundo de idolatrías y supersticiones. Y toda esta otra realidad no da sentido,
sino que tapa baches y engaña el ojo, más que el ojo.
Sigue a pesar de todo su picoteo por diversas experiencias escindido entre lo funcional que se
acomoda a lo que hay en el mundo de las relaciones visibles y la sed de sentido.
El problema del sentido no lo tiene integrado. Pesa más en su vida lo tecnoeconómico con la
sensación de vacío.
Existe en nuestro mundo pluralidad de culturas y tradiciones que dan al hombre muchas
cosmovisiones y estilos de vida. Esto descoloca y da inseguridad, pues, no sabe de dónde
agarrarse.
Los analistas dicen que el hombre actual es más reflexivo, pero a costa de una zozobra
mental ante la verdad. Por eso llega a relativizar todo; justamente aquí la posmodernidad
hunde sus raíces. El camino del pluralismo que lleva a la reflexión consciente de nuestra
condición, desemboca en el relativismo; aquí nuevamente, nos encontramos con el problema
del hombre que es "el sentido".
El hombre de hoy el mundo pluralista está abierto a otras culturas y cosmovisiones de la vida,
pero se abre solamente a un mero conocimiento. Esto hace que el hombre no se implique en
nada.
Además, esto ha provocado que la seguridad que dan ciertos grupos le lleve fanatizarse. Esto
es un elemento negativo.
La tradición ya no tiene fuerza orientadora. Y esto tiene consecuencias muy serias, pues, la
socialización se hace más difícil. Perder las raíces de la vida implica volver a explicar y
razonar todo. Los procesos de crecimiento se hacen más lentos; la asimilación de las verdades
cuesta más. Para avanzar, será necesario un mayor acompañamiento y paciencia de parte de
los educadores.
Parece no haber tiempo para pensar; o peor, parece ser malo pensar. Se ha dejado de lado la
reflexión y ahora, es todo cuestión de sentir, placer, experimentar. Predomina lo estético.
Esto hace que todo se vuelva trivial, banal, superficial.
Esto ha hecho que el hombre sea objeto de consumo. No importa la persona. Es un sistema,
que desde el mercado y lo económico, deshumaniza. ¿Cabe la esperanza para el hombre de
hoy?. Es difícil. El hombre, su persona, está resquebrajado.
Un hombre incapaz de trascender y trascenderse
Desde lo religioso habrá que ofrecer una alternativa de pensar y reflexionar; parar para
replantearse la vida.
La libertad individual, quizá, haya sido promovida por el deseo consciente de dignidad como
persona humana. El nombre de esta dignidad tal vez se haya llegado a una libertad
individualista.
Desde lo religioso descubrimos como la fe -heredada del pasado, tradición- es obstáculo para
libertad. Hoy, el hombre elige creer o no creer, llegando incluso a creer a su modo y manera.
La fe (institución religiosa que determinaba las creencias y el modo de creer), es elegida o no
por el hombre. Hoy se da un proceso de desinstitucionalización de los patrones tradicionales
religiosos. La desvinculación del hombre de la institución es cada vez más notoria.
Junto al individualismo el hombre es cada vez más subjetivista. Se habla desde el “yo”; es un
“yo” que crece y se expande cada vez más. Son "mis ideas", "mis gustos", etcétera. Esto da
lugar a en cerrarse cada vez más, a aislarse de los demás.
La condición verdadera de autonomía del hombre pero siempre en relación con los demás, se
ha confundido con el individualismo subjetivista. La fe tendrá que tocar la subjetividad del
hombre actual y compartir las en experiencia personal haciendo descubrir la dimensión
relacional de la vida y el valor de compartir la vida y la fe
Análisis de la situación actual del
hombre y la sociedad
En nuestros días, el género humano, admirado de sus propios descubrimientos y de su
poder, se formula con frecuencia preguntas angustiosas sobre la evolución presente del
mundo, sobre el puesto y la misión del hombre en el universo, sobre el sentido de sus
esfuerzos individuales y colectivos, sobre el destino último de las cosas y de la
humanidad.
Es necesario por ello conocer y comprender el mundo en que vivimos, sus esperanzas,
sus aspiraciones y el sesgo dramático que con frecuencia le caracteriza. He aquí algunos
rasgos característicos del mundo moderno.
El género humano se haya hoy en un período nuevo de su historia, caracterizado por
cambios profundos y acelerados, que progresivamente se extienden al universo entero.
Los provoca el hombre con su inteligencia y su dinamismo creador; pero recaen luego
sobre el hombre, sobre sus juicios y deseos individuales y colectivos, sobre sus modos
de pensar y sobre su comportamiento para con las realidades y los hombres con quienes
convive. Tal es así esto, que se puede hablar de una verdadera metamorfosis social y
cultural, que redunda también en la vida religiosa.
Como ocurre en toda crisis de crecimiento, esta transformación trae consigo no leves
dificultades. Así, mientras amplia extraordinariamente su poder, no siempre consigue
someterlo a su servicio. Quiere conocer con profundidad creciente su intimidad
espiritual, y con frecuencia se siente más incierto que nunca de sí mismo. Descubre
paulatinamente las leyes de la vida social, y duda sobre la orientación que a ésta se debe
dar.
Jamás el género humano tuvo a su disposición tantas riquezas, tantas posibilidades,
tanto poder económico. Y, sin embargo, una gran parte de la humanidad sufre hambre y
miseria y son muchedumbre los que no saben leer ni escribir. Nunca ha tenido el
hombre un sentido tan agudo de su libertad, y entretanto surgen nuevas formas de
esclavitud social y psicológica. Mientras el mundo siente con viveza su propia unidad
interdependencia en ineludible solidaridad, se ve, sin embargo, gravísimamente dividido
por la presencia de fuerzas contrapuestas. Persisten, en efecto, todavía agudas tensiones
políticas, sociales económicas, raciales e ideológicas, y ni siquiera falta el peligro de
una guerra que amenaza con destruirlo todo. Se aumenta la comunicación de las ideas;
sin embargo, aun las palabras definidoras de los conceptos más fundamentales revisten
sentidos harto diversos en las distintas ideologías. Por último, se busca con insistencia
un orden temporal más perfecto, sin que avance paralelamente el mejoramiento de los
espíritus.
Afectados por la compleja situación, muchos de nuestros contemporáneos difícilmente
llegan a conocer los valores permanentes y a compaginarlos con exactitud al mismo
tiempo con los nuevos descubrimientos. La inquietud los atormenta, y se preguntan,
entre angustias y esperanzas, sobre la actual evolución del mundo. El curso de la
historia presente es un desafío al hombre que le obliga a responder.
La turbación actual de los espíritus y la trasformación de las condiciones de vida están
vinculadas a una revolución global más amplia, que da creciente importancia, en la
formación, en la formación del pensamiento, a las ciencias matemáticas y naturales y a
las que tratan del propio hombre; y, en el orden práctico, a la técnica y a las ciencias de
ella derivadas. El espíritu científico modifica profundamente el ambiente cultural y las
maneras de pensar. La técnica con sus avances está transformando la faz de la tierra e
intenta ya la conquista de los espacios interplanetarios.
El Fracaso de la Iglesia Cristiana
En la tierra, el Cristianismo está supuesto a ser el representante
de Jesús el cual enseñó acerca del amor, del perdón, del sacrificio,
de la unidad y la humildad. Aún cuando esto pueda ser cierto en
muchas cosas, el Cristianismo ha demostrado una habilidad para
pasar por alto muchas de sus virtudes manifestadas y ha permitido
que la fragmentación denominacional la debilite.
Desafortunadamente y debido al “perfeccionamiento” de las
doctrinas no esenciales, un deseo por estar cómoda y un
incremento en la apatía, ha permitido que la iglesia en Estados
Unidos y en otros países del mundo se vuelva débil, pasando
mucho tiempo en sutilezas. Con demasiada frecuencia los
Cristianos se esconden en iglesias diseñadas para hacerlos
sentirse cómodos y seguros. Y mientras que el mundo se va al
infierno nosotros jugamos el “juego de la religión” fragmentando y
abandonando el propio sacrificio por la comodidad.
Conclusión
El famoso día de todos los santos recuerda el Samhain Celta. El día en que se abrían las
puertas del mundo subterraneo. Los brujos y espíritus de otros mundos podían pasar a
este en esa fecha, los disfraces de monstruos de los niños simbolizaban la presencia de
estos seres en nuestro plano. Las calabazas cortadas como rostros y adornadas con luces
de velas en su interior es parte del culto a los dioses celtas de la luz, el dios Bran "el
bendito", la personificación en esa tierra del dios Lug, Lucellos, Abraxas. Es la
repetición de tradiciones, como la de colgar un trozo de muérdago, la planta sagrada de
los druidas, en las puertas de las casas para expresar afecto y deseos de buena fortuna,
tal como lo es la tradición de colocar una herradura, la runa Ur, en las puertas de las
casas.
EL HUEVO DE PASCUA.
Esta es una tradición sumeria del dios de la fertilidad aria, el culto al dios Baal, repetida
en forma simbólica a través del conejo ( o liebre en algunos casos) y los huevos, que
representan el renacer, tal como la serpiente que renueva su cuerpo, su cambio de piel.
En la tradición cristiana, estos huevos de chocolate, o simplemente pintados han de ser
buscados por los niños en la mañana del día de resurrección.
EL ARBOL DE NAVIDAD.
25 DE DICIEMBRE.
Los colores del traje de Santa Claus son nuevos, anteriormente el color de su traje era el
Verde, color que simbolizaba la esperanza de resurrección de la naturaleza. (Antes eran
como los del anuncio de Amena de esta Navidad pasada).
Santa Claus, Papa Noel, el Espíritu de la Navidad y otros muchos nombres hacen
alusión a una leyenda común importada. La tradición del espíritu de la Navidad es de
origen nórdico, pero muy influyente también en las celebraciones latinas. Niños,
jóvenes y adultos realizan diferentes ritos antes del 21 de diciembre, con el objeto de dar
gracias por las bendiciones que han recibido a lo largo del año y también para pedir
nuevos deseos.
La corona luminosa que acompaña los iconos de la cristiandad como los padres de
Xristos, el mismo y los santos es una herencia de la concepción divina de los dioses
dorios del panteón griego, simboliza la perfección, la hermosura y belleza eterna, es por
ello que tradicionalmente Apolo, (nombre simbólico de A-polo. Hiperboreal "de más
allá de los polos" haya tenido en sus esculturas este atributo. El halo de los santos
reemplaza los cuernos de los dioses antiguos, como los cuernos en los cascos del dios
Thor, repiten simbólicamente el símbolo telúrico divino de los antiguos dioses paganos,
al igual que las coronas de los reyes. Es el poder emanado de la divinidad, el legado a
los maestros para la conducción de los hombres en este mundo.
Los frailes utilizan un corte de pelo llamado "tonsurado" que recuerda esta costumbre,
al igual que la corona sobre la cabeza de los reyes, es un símbolo de la divinidad que
procede de Dios.
Las vírgenes han pasado a representar a las diosas de la antigüedad, la necesidad del
hombre por considerar la existencia de la madre intermediaria y protectora se adaptó
muy bien al concepto cristiano de la madre del Mesías, pura, casta, obediente, laboriosa
y sumisa al momento de enfrentar su destino, la esposa ideal, la madre ideal dentro de la
concepción patriarcal de la sociedad, las madres telúricas de los templarios se
convirtieron en la manifestación de adoración de las milicias, patronas y señoras de
ejércitos y países, como antes lo habían sido las diosas paganas, nuestra señora de Ester,
había sido la diosa germana Easter-Ostara-Astarte, la pascua, la resurrección de la tierra,
la virgen Ana, había sido Diana, la cazadora, o Dannan de Irlanda.
LAS VELAS.
La utilización de velas en las iglesias cristianas, algo tan común en nuestros días, tiene
su nacimiento en la tradición de Wotan. Considerada como una tradición pagana por la
iglesia, por los primeros padres, fue resistida al principio por el emperador Tertuliano
que se opuso a su uso. Lactancio consideró una locura la pagana adoración de las luces.
Pero su permisividad por parte de este emperador posibilitó el uso de las mismas, y su
indisoluble unión hasta la actualidad con la fe cristiana.
LA CRUZ.
Nadie pone en duda que Cristo no murió en la Cruz. Tormento usado por los romanos de
forma tardía. Sin embargo la cruz, junto con la svastica son dos de los símbolos más
antiguos de la tradición Indoeuropea. La cruz, en la simbología pagana siempre ha
estado asociada a sentimientos de tormento. Es la señal de la caída de los nefilim en la
tierra, la caída del dios Tyrannus, el tormento del dios Wotan, es signo de la mano del
dios Khrishna, la runa de la vida y la muerte, de la encadenación en este mundo.
LA PERSIGNACIÓN.
¿Quién no sabe hoy día que la famosa imagen del diablo corresponde con los sátiros?.
Esos seres con cuernos, patas de cabra y muy lascivos.
Esto nos lleva a comprender que las llamadas brujas del medievo eran meras
sacerdotisas paganas en rituales a estos espíritus del bosque, así como al dios
Cernunnos, Vestus o el Pan Griego. Dioses satanizados por el cristianismo. los Dioses
de las Antiguas religiones pasaron a ser los demonios de la nueva.
EL SEIS DE ENERO.
El 6 de enero era un día consagrado a la Fiesta del solsticio de invierno entre los
egipcios y los árabes. La secta de los "gnósticos", hacia los años 120-140 cristianizó
esta fiesta pagana en honor del sol. En las celebraciones consagradas al sol o dedicadas
a la vegetación se invocaba prosperidad para las personas y los bienes durante el año
entrante. La Iglesia supo asumir gran parte de estos ritos de fertilidad y de expulsión del
invierno y redirigió el culto hacia conmemoraciones cristianas, entre las que destacan
las fechas de San Antón, San Sebastián, Las Candelas y San Blas, momento en el que el
invierno alcanza su punto álgido.
EL LECHON DE NAVIDAD.
En muchos países se sacrificaba un jabalí al dios. Se dice que Adonis, o Tamuz, murió
de la herida causada por el colmillo de un jabalí. Se practicaba entonces el mito popular
de la diosa Diana, la cazadora, gran madre de los dioses, de matar un jabalí y quitarle la
cabeza como símbolo de éxito en la cacería. Esta es la razón por la que aun en muchos
países es tradición comer marrano en Navidad.
Restaurando la
Iglesia Primitiva
viernes, 21 de diciembre de 2012
La mayoría de las iglesias evangélicas, están presididas por un sólo pastor, que es ayudado
por un consejo, formado por "diáconos" y "ancianos". Podríamos decir, que poseen una
organización más o menos piramidal, en la base estarían los creyentes "normales", quiero
decir, los que no tienen ningún cargo, por encima de ellos los diáconos, más centrados en los
asuntos materiales de mantenimiento, obra social, etc... A continuación los ancianos
colaborando en la enseñanza y en la dirección espiritual con el pastor, quien tendría la última
palabra y la máxima autoridad en el gobierno de la iglesia.
Hay pastores que, sabiamente, gustan de tomar las decisiones en unanimidad con el
consejo y hay otros a los que podíamos llamar tipo "Juan palomo" (yo me lo guiso y yo me lo
como), que utilizan a los miembros del consejo como meros subordinados que le ayudan en su
"visión" particular de cómo debe funcionar "su" iglesia.
También he oído acerca de pastores que hacen de todo en la iglesia, no por un especial
ánimo de control total, sino por la pasividad de la congregación. En este punto, y antes de
continuar, quiero expresar mi reconocimiento y admiración por tantos pastores que a lo largo de
los siglos han predicado con denuedo el evangelio y han servido a Dios y a los demás con
amor. Hombres de valor que dieron, y dan, lo mejor de sí, por amor al Señor. Sobre todo, creo
que merecen un reconocimiento especial aquellos pastores que ejercen su ministerio en países
donde el evangelio está perseguido, me parecen auténticos "guerreros" de la fe. También
quiero decirle a mis amigos pastores, que este comentario no es una crítica a su buena labor,
sino una reflexión acerca de cómo era la organización de la iglesia primitiva, y cómo pienso,
personalmente, que deberíamos organizarnos, para acercarnos más al modelo bíblico.
Porque, como sabéis, este blog trata de reconocer los tiempos proféticos de restauración
que vivimos, y en este asunto del gobierno de la iglesia, también es preciso echar la vista atrás,
al principio, para ver como fue establecida la organización de las primeras asambleas. De esa
vista, podemos sacar las siguientes conclusiones:
1.-Las palabras anciano, obispo (supervisor) y pastor definen al mismo cargo. Hechos 20: 17 y
28, Tito 1:5-9, 1ª Pedro 5:1-4
3.- Tan sólo encontramos dos categorías, en cuanto al gobierno de las asambleas en el Nuevo
Testamento; diáconos y ancianos, por lo que bíblicamente no se justifica que cuando se eligen
los consejos en la iglesia, hayamos creado tres (diacono-anciano-pastor).
4.- Se animaba, a todos los miembros de la congregación, a participar activamente en la
enseñanza y edificación de los demás. 1ª Corintios 14:26. Por lo que los cultos eran abiertos y
participativos, aunque también se encuentran textos que muestran que Pablo exhortaba y daba
sermones. Pero mi impresión particular es que hemos cambiado lo normal por lo especial, es
decir, los cultos del Nuevo Testamento serían similares a los pocos cultos de libre compartir que
hoy se dan en las iglesias, y los especiales de un sermón largo entonces, son los que ahora
realizamos habitualmente.
Entonces, ¿de donde viene la costumbre de elegir a un pastor?, pues al igual que en otros
asuntos tenemos que decir, que la reforma no rompió totalmente con la organización de la
iglesia apóstata, sí condenó por supuesto el papado y el falso sacerdocio, pero de alguna forma
sustituyó la figura del sacerdote católico por la de pastor. Y es que las desviaciones en este
asunto comenzaron mucho atrás, tras la desaparición de los apóstoles, y la dispersión de la
iglesia judeocristiana, cuando poco a poco se fue complicando la sencilla organización de la
iglesia primitiva.
¿Qué consecuencias puede tener para una congregación, el estar gobernada por un sólo
pastor? Hay iglesias con un solo pastor que funcionan bastante bien y otras presididas por un
consejo de ancianos que no lo van tanto, y al contrario, porque si no nos sometemos unos a
otros, da igual el modelo que tengamos, la cosa no irá bien, y las Escrituras nos muestran la
importancia de reconocer a los que nos presiden. Pero en mi opinión personal, las iglesias
presididas en última instancia, por un solo responsable, pueden tener los siguientes
problemas:
- Al estar monopolizada la enseñanza en un 80 % o más por una sola persona, los demás
miembros, pueden delegar en ella su propia responsabilidad de escudriñar por sí mismos las
Escrituras, dejando su sustento espiritual en manos de un "profesional". Esto provoca que los
miembros de la congregación mantengan un conocimiento básico y superficial de las Escrituras
durante muchos años.
- Por otro lado, el pastor puede llegar a pensar, fácil e involuntariamente, que su palabra
tiene, si no más valor, más "peso" que la de los demás hermanos.
- El pastor puede cargarse, incluso, con más responsabilidades de las que debiera,con el
desgaste psicológico que esto le conlleva, pues en su afán de ayudar y de ser el líder espiritual,
puede sentirse frustrado cuando "sus ovejas" no le piden consejo, en asuntos que más bien se
encuadran dentro del ámbito privado. Quiero decir que, aunque por supuesto, es buenísimo
pedir consejo a alguien instruido firmemente en las Escrituras, el pastor no es "un confesor" y
los miembros no tienen la obligación de consultárselo todo.
- Personalmente pienso que se abusa del término "mi pastor", al referirse al responsable de
la congregación, expresiones tipo "hoy no está nuestro pastor", cuando éste está de viaje, o
enfermo. Creo, que al igual que no debemos llamar Padre a nadie en la tierra, y de la misma
forma que Uno es Nuestro Maestro, debemos tener cuidado al usar la expresión "Mi
Pastor" (esto es solo una opinión personal).
- Iglesias con muchos años en el Señor, cuyos miembros ya deberían tener la suficiente
madurez, no se plantean ni siquiera el hecho de poder organizarse de forma autónoma y
reclaman la presencia de algún pastor o misionero, un profesional que les guíe. E, incluso, es
común el hecho de llamar a un pastor "ordenado" para repartir la santa cena, lo cual es algo
totalmente inventado.
¿Entonces, cómo deberían organizarse las iglesias, para acercarse un poco más al modelo
bíblico?
En mi opinión particular, las iglesias deberían estar gobernadas por un equipo, compuesto
por dos o tres ancianos como mínimo y varios diáconos (lo cual no quita que alguno de esos
ancianos cobre un sueldo -si la iglesia tiene capacidad para ello- por dedicar más tiempo a la
enseñanza, visitación, etc.. pero siempre en igualdad con los demás ancianos, es decir que el
hecho de cobrar no signifique un reconocimiento superior respecto a los que no lo hagan). Este
grupo debería convocar asambleas periódicamente, bien con el conjunto de los miembros de la
iglesia, bien con los padres o representantes de las familias u otra fórmula, que posibilitara
conocer la opinión del resto de los hermanos, antes de tomar decisiones importantes, que no
se encuadraran en asuntos de índole privado.
Se volvería a reconocer al sábado como el auténtico día de reposo, quiero decir, aunque nos
reunamos en domingo, debemos entender que el cuarto mandamiento sigue vigente, al igual
que el resto -aunque la obligación de guardar reposo está establecida sólo para el pueblo
judío-. Y se enseñaría la verdad bíblica acerca de la navidad, la semana santa, a través del
estudio de las fiestas sagradas, recuperando las raíces hebreas de nuestra fe y desechando la
influencia del paganismo, no hablo en absoluto de judaizarnos, pues los gentiles no estamos
obligados a guardar dichas fiestas, pero sí podemos aprender mucho de ellas, y podemos
aprovechar que después de dos mil años, de nuevo hay hermanos que nos pueden instruir en
este tema.
Se haría especial hincapié en el estudio de los tiempos proféticos que vivimos, para
reconocerlos y estar preparados ante lo que tiene que venir. Además, cualquier miembro de la
congregación podría aspirar a ser anciano de la misma, sin que hiciera falta ninguna
"ordenación" especial -como exigen en muchas iglesias-, sino tan sólo un buen testimonio
delante de Dios y de los hombres, cumpliendo los requisitos bíblicos y un buen conocimiento de
las Escrituras.
No sé si hoy día habrá alguna iglesia que se organice del modo antes descrito, y entiendo
que para muchos esto puede ser una revolución. La verdad es que tras un profundo estudio de
las Escrituras, de la historia de la iglesia, y de la doctrina de los nuevos judíos que creen en el
Mesías, mi enfoque a la hora de acercarme a los evangelios, al Nuevo Testamento, ha
cambiado, y me he sentido edificado por ello. Entiendo que a algunos hermanos lo que he
compartido en estas entradas puede causarle cierta inquietud, no es mi propósito, ni tampoco
crear ningún tipo de malestar o división. Si eres responsable de una congregación y te sientes
cómodo en no cambiar nada de lo que te han enseñado, te respeto, pero, si después de
analizar lo que he compartido, piensas como yo, te animo a que seas valiente y reconozcas
que algunas de nuestras tradiciones no son bíblicas, y que, por lo tanto, deberíamos de hacer
algo al respecto. Es por todo lo que he compartido en estas entradas, por lo que creo, que
mientras más se acerque el día del Señor, más voces se levantarán en la iglesia, pidiendo la
restauración de la iglesia primitiva, en todos estos asuntos.http://www.youtube.com/watch?
v=Hhw0QtSm5Rw&feature=share
EL DIA DEL AMOR
Pues sí, creo que me he enterado de la verdadera historia de San Valentín y
la costumbre de mandar mensajes a las personas que amas. Y debo
rectificar porque la historia que conté anteriormente difiere mucho de la
que he hallado, que me parece más completa. Al final es lo mismo, la
Iglesia adopta como propias las tradiciones de las culturas paganas
(romanas, etc...) donde se aceptó como religión. Y la celebración de San
Valentín no es otra que la fiesta de finales del invierno en honor del dios
Lupercus para celebrar la fertilidad de la primavera que está por venir. En
ese día los adolescentes romanos realizaban un sorteo mediante el cual cada
chico elegía el nombre de una compañera que se convertiría en su
compañera de diversión durante un año. Eso incluía todo tipo de
diversión...
La Iglesia sustituyó esa fiesta de desenfreno por la de San Valentín, patrón
de los enamorados. Eso sí, conservó la costumbre del sorteo, aunque
escogían el nombre de un santo, al que debían imitar el resto del año. A
regañadientes los adolescentes aceptaron el cambio impuesto por la Iglesia
pero no renunciaron a la tradición de enviar cartas de amor cada 14 de
febrero a las chicas que querían conquistar, y firmaban con el pseudónimo
de San Valentín.
2. El emperador Claudio III en el año 270 dC, ordenó que los jóvenes
no se casaran ya que cuando eran reclutados como soldados para
defender un imperio, que se desmoronaba, los solteros eran mejor
soldados que los casados por no estar ligados emocionalmente a
ninguna familia. Valentín, obispo de Roma, se niega y casa a los
enamorados en secreto. El emperador Claudio se entera y lo manda
detener y finalmente ordena que lo decapiten el día 14 de febrero.
Sólo deseo que paseis un sábado de amor y en vez de regalar cosas caras,
regalad besos, sonrisas y abrazos (son más baratos y demuestran un amor
más auténtico). Ciao, yo también os quiero.
“HALLOWEEN; NOCHE DE BRUJAS”
Texto: Deuteronomio 18:9-14.
Efesios 5:11.
*Cuando Israel entro en Canaán, Dios les prohibió estrictamente a los
judíos imitar las costumbres paganas de aquellas naciones que llevaban
milenios enraizadas a todo tipo de prácticas ocultistas y satánicas. Estos
versículos contienen una lista de las practicas de magia y ocultismo
comunes en las regiones de Canaán; todas abominables a Dios, y que el
prohibía. Esta lista incluye médium espiritistas o cualquiera que invoque a
los muertos o consulte al mundo de los espíritus (los demonios) a fin de
descubrir secretos, predecir el futuro u obtener poder. La comunicación con
los muertos es en realidad una comunicación con los mismos demonios (1ª
Samuel 28:8-14, 2ª Reyes 21:6, Isaías 8:19). La Biblia es enfática en
señalar que solo se muere una sola vez (Hebreos 9:27) y que no existe
ningún paso para que los muertos vengan hacia este mundo (Lucas 16:19-
31), por tanto al contactarse con los difuntos se está relacionando con los
poderes más bajos y oscuros del infierno.
*Pablo en Efesios 5:11 nos aconseja a no participar (relacionarse, estar de
acuerdo, unirse, afiliarse, etc.) en las obras infructuosas de las tinieblas,
sino mas bien reprenderlas (descubrirlas, encararlas, apartarlas, etc.)
nuestra actitud frente a la famosa, hoy popular y redescubierta “noche de
halloween”, es censurarla, ponerla al descubierto y pronunciarse contra
ella. ¿Qué halloween?, se llama “la noche de halloween”, “fiesta de
halloween”, “festival de la muerte”, “día de los muertos”, “noche de
brujas”, etc. Esta inocente “fiesta” o “dulce travesura” como le llaman sus
defensores y gestores es simplemente una terrible, descarada y sutil trampa
del diablo para engañar, embaucar, atrapar y ligar a él y su poder infernal a
millones de seres humanos, y lo que es peor a cientos de niños que verán
como lo más normal del mundo la muerte y se asociaran con calaveras,
duendes, sangre, magia, brujas, gatos negros, fantasmas, demonios y
demases. Despreciando a Dios, su amor, su justicia y su santa palabra en
honor a “la diversión sana y entretenida”.
*Origen de Halloween= cerca de 300 años A.C. existió una civilización
llamada los celtas quienes habitaban en las islas británicas, Irlandia,
Escandinavia y al oeste de Europa. Esta ciudad celebraba el año nuevo de
Octubre o 1º de Noviembre día que marcaba el final del verano y el inicio
del frio invierno, era una época del año asociada a los muertos. Los celtas
creían que en la noche anterior al año nuevo la frontera entre los vivos y el
mundo de los muertos se rompía, la noche del 31 de Octubre los espíritus
de los muertos volvían a la tierra y se comunicaban con sus familiares
vivos, esta celebración se le llamaba “el festival de la muerte” en honor a
su Dios Shmahin (Dios de la muerte) el “Señor de los muertos”, también
llamado “Beltran Samahin”. ¿Quién es el ser que está relacionado
directamente con la muerte?; pues, Satanás, quien otro (Juan 10:10,
Apocalipsis 6:8).
*Los celtas estaban dominados e influenciados por una poderosa secta de
sacerdotes paganos o sociedad secreta, llamados los druidas, quienes
practicaban la brujería y además ofrecían sacrificios humanos a sus dioses.
Ellos acostumbraban a encender grandes fogatas en halloween con el
objetivo de protegerse de los malos espíritus. Estos sacerdotes iban de casa
en casa exigiendo toda clase de alimentos extraños para su propio consumo
y los animales que la gente les obsequiaba los sacrificaban a sus dioses.
Ellos llevaban consigo un gran nabo hueco (turnip) formando caras
grotescas en estas calabazas y encendían velas dentro de ellas. Estas
calabazas simbolizaban el espíritu del cual ellos dependían para obtener sus
poderes y conocimientos, el nombre de este espíritu era Jock (jack).
*¿Qué tiene que ver “halloween” con la fiesta de todos los santos?= luego
del nacimiento de I.C.A.R. pasado el año 300 D.C. se lucho con todas las
costumbres paganas que la gente del imperio tenia y se produjo una mezcla
o sincretismo religioso donde a las festividades y fechas paganas se les
quiso dar un carácter “cristiano”. La iglesia no tuvo éxito en erradicar estas
fiestas y decidió “santificar” alguna de ellas, especialmente la fiesta de la
muerte. En el siglo VIII el papa Gregorio cambio la fecha de celebración
del día de todos los santos del 13 mayo al 1º de Noviembre. Esta fiesta se
llamaba “all Hallowmass” y que quería decir “día de todos los santos”, “all
hallows day” los celtas invocaban espíritus de sus antepasados muertos que
circulaban en la tierra. Esto se cree y se celebra hasta el día de hoy, esta
tradición se trajo desde Europa Norteamérica en los siglos XVII y XIX y
ahora se ha popularizado fuertemente en el sur de América.
*“Halloween hoy; noche de brujas”= toda esta celebración nos comunica a
los seres humanos con lo diabólico, oscuro, frio, lúgubre, muerte, satánico,
infernal. Se fomenta la adivinación, el espiritismo, la brujería, la magia, la
muerte y todo lo relacionado con lo satánico. Dios le ordeno a su pueblo
diciendo; “… no seréis agoreros, ni adivinos…” Levítico 19:26. Leer
párrafo I y párrafo II. Cuando los niños se encuentran jugando al
Halloween los satanistas aprovechan para raptar a niños, para matarlos y
ofrecerlos como sacrificios a Satanás. Miles de niños desaparecerán cada
año durante estas fiestas, en los periódicos y en los noticieros se informa de
niños que son envenenados, ahogados e incluso muertos con los dulces y
golosinas que personas extrañas les regalan, ¿acaso a usted le gustaría que
su hijo fuera uno de ellos? Leer párrafo III.
*Para terminar diremos que hemos visto el origen pagano de la fiesta de los
muertos. Dios no permite al hombre celebrar la muerte porque él es un
Dios de vida y desea que con el vivíamos eternamente. Cristo es el pan de
vida, es la resurrección y la vida, es la vida, da vida a los que creen en él y
no es Dios de muertos sino de vivos (San Juan 6:51, San Juan 11:25, San
Juan 14:6, Mateo 12:27, San Juan 5:24). La creación suya, el hombre no
puede homenajear ni rendir culto a la muerte, el creyente vivo celebra a un
Dios vivo que le ha dado ¡Aleluya!; “ahora pues, hijos, oídme,
bienaventurados los que guardan mis caminos atended al consejo, y sed
sabios, y no lo menosprecies. Bienaventurado el hombre que teme me
escucha, velando a mis puertas cada día, aguardando a los postes de mis
puertas. Porque el que me habla, hallara la vida, y alcanzara el favor de
Jehová. Mas el que peca contra mí, defrauda su alma; todos los que me
aborrecen aman la muerte” Proverbios 8:32-36. Amén.
TRADICION
¿Qué es Tradición?
Tradición
Tradición es cada uno de aquellos acervos que una población considera dignos de constituirse
como una parte integral de sus usos y costumbres. La tradición suele versar genéricamente sobre
el conocimiento y también sobre principios o fundamentos socio-culturales selectos, que por
estimarlos especialmente valiosos o acertados se pretende se extiendan al común, así
unasgeneraciones los transmitirán a las siguientes a fin de que se conserven y perduren, se
consoliden. También se llama tradición a los patrones que pueden formar idiosincrasias, como las
tradiciones: egipcia, griega, romana, etc. El cambio social altera el conjunto de elementos que
forman parte de la tradición.
También se emplea la locución tradición popular para aludir a los valores, creencias, costumbres y
formas de expresión artística característicos de una comunidad, en especial a aquellos que se
transmiten por vía oral. Lo tradicional coincide así, en gran medida, con la cultura y el folclore o la
«sabiduría popular», como en los refraneros.
El estilo de la parábola
34 pros-êlthon: se acercó
1. La obertura de la parábola
26
El le dijo: -¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo es
eso que recitas?
27
Éste contestó: - Amarás al Señor tu Dios con
todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus
fuerzas y con toda tu mente. Y a tu prójimo como a ti
mismo.
28
El le dijo: -Bien contestado. Haz eso y tendrás
vida.
De Jerusalén a Jericó
Un caminante anónimo
33b
Pero el samaritano al verlo 34se acercó a él, y le
vendó las heridas echándoles aceite y vino; luego lo
montó en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada
y lo cuidó. 35Al día siguiente sacó dos denarios de plata
y, dándoselos al posadero, le dijo: “Cuida de él, y lo que
gastes de más te lo pagaré a la vuelta”.
Conclusión
36
¿Cuál de estos tres se hizo prójimo del que cayó
en manos de los bandidos?
37
El jurista respondió: El que tuvo compasión de él.
Jesús le dijo: pues anda y haz tu lo mismo.
***
La propuesta de solidaridad de Jesús en el
evangelio es más rica que la expresada en la parábola
del samaritano y dista mucho de la propuesta de Juan
Bautista (Lc 3, 10-14). Juan Bautista había
recomendado a las multitudes la práctica del
compartir: “el que tenga dos túnicas, que las comparta
con el que no tiene, y el que tenga que comer, que haga
lo mismo”; a los recaudadores no les pide que dejen su
profesión, sino que dejen de explotar al pueblo: “No
exijáis más de lo que tenéis establecido”; a los
soldados, que eviten la injusticia:“no extorsionéis
dinero a nadie con amenazas; conformaos con vuestra
paga”.
LA SOLIDARIDAD
Enviado por Francisco García-Pimentel Ruiz
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1.
2. Origen del término.
3. Fundamentos.
4. Solidaridad entre individuos.
5. Solidaridad en sociedad.
6. Solidaridad entre naciones.
7.
La verdadera solidaridad, aquella que está llamada a impulsar los verdaderos vientos
de cambio que favorezcan el desarrollo de los individuos y las naciones, está fundada
principalmente en la igualdad radical que une a todos los hombres. Esta igualdad es una
derivación directa e innegable de la verdadera dignidad del ser humano, que pertenece a la
realidad intrínseca de la persona, sin importar su raza, edad, sexo,credo, nacionalidad o
partido.
Juan Pablo II lo expresa claramente. El ejercicio de la solidaridad dentro de cada sociedad
es válido sólo cuando sus miembros se reconocen unos a otros como personas. Aquí el
término persona aparece para llamar nuestra atención hacia un aspecto que es esencial
dentro de un estudio bien encausado de la solidaridad. La solidaridad en el sentido que
nosotros la entendemos existe sólo entre personas.
Se ha querido aplicar algunas veces la palabra solidaridad a la relación que puede existir,
por ejemplo, entre un ser humano y un animal o, aún más ampliamente, entre un ser
humano y su entorno ecológico. Nosotros no podemos concebir una solidaridad verdadera
entre un humano y un animal, sino acaso una relación de mutua necesidad o de
interdependencia; la misma que encontramos en el hombre que cuida la naturaleza; pero
no podemos llamar a eso, de ninguna manera, solidaridad.
La solidaridad, esencialmente, debe ser dirigida al ser humano. La persona humana es
principio y fin de la solidaridad. El acto solidario debe ser hecho en beneficio de una
persona, ya sea directa o indirectamente. De esta manera, puedo verdaderamente ayudar
a otras personas si favorezco el cuidado de un ecosistema, para que otros puedan disfrutar
ordenadamente de sus beneficios. El ser humano puede servirse de todos los bienes
naturales, de manera ordenada, para su beneficio. Desde este punto de vista, la naturaleza
no puede ser para la solidaridad un fin, sino un medio. A fin de cuentas, el ser humano es
quien debe recibir el bien, ya sea de manera directa o indirecta.
La solidaridad nace del ser humano y se dirige hacia el ser humano. Siempre ha sido una
exigencia de convivencia entre los hombres. Pero no hay que confundir tampoco a la
solidaridad con la caridad pura, o con la liberalidad. La solidaridad es, en sentido estricto,
una relación de justicia: ¿por qué solidaridad? (…) solidaridad, porque es lo justo, porque
todos vivimos en una sociedad; porque todos necesitamos de todos, porque estamos
juntos en este barco de la civilización; porque somos seres humanos, iguales en dignidad
y derechos. La solidaridad es justa porque los bienes de la tierra están destinados al bien
común, al bien de todos y cada uno de los hombres, y los que, dada su buena fortuna,
tienen más, están obligados a aportar más en favor de otras persona y de la sociedad en
general.
La solidaridad, pues, es justa y, por lo tanto, moralmente obligatoria en todos los casos,
aparte de aquellos en que la ley la contempla y la hace jurídicamente obligatoria.
Quede sentado, pues, que, en principio, la solidaridad es una relación entre seres
humanos, derivada de la justicia, fundamentada en la igualdad, en la cual uno de ellos
toma por propias las cargas de el otro y se responsabiliza junto con éste de dichas cargas.
Posteriormente el cristianismo vino a completar este concepto. Amarás a tu prójimo como a
ti mismo, dicen los evangelios, para añadir a las relaciones de justicia estricta, un nuevo
elemento: la caridad. Para el cristiano, la solidaridad no se reduce a dar lo justo, lo mínimo
exigible, ni a dar lo que me sobra, sino que el concepto de amar al prójimo va más allá. A la
pregunta ¿por qué solidaridad? El cristiano deberá responder: por que es lo justo, y porque
amo al hombre. Para el cristiano, la justicia no es medida plena de la solidaridad, sino solo
su exigencia mínima. La solidaridad, justa de por sí, se hace plena y se enriquece con las
nociones de amor, caridad y entrega.
Así, el cristianismo hace más completo el concepto de solidaridad, y lo convierte en una
ferviente entrega personal al bien del prójimo, porque el buen cristiano sabe que está en la
tierra para servir y no para ser servido.
Establezcamos, pues, el concepto final de solidaridad, y sobre el cual vamos a tratar en los
siguientes puntos:
La solidaridad es una relación entre seres humanos, derivada de la justicia, fundamentada
en la igualdad, enriquecida por la caridad, en la cual uno de ellos toma por propias las
cargas de el otro y se responsabiliza junto con éste de dichas cargas.
Y dicha relación, entendida únicamente en el entorno del ser humano, puede llevarse a
cabo en tres niveles distintos, según se relacionen, respectivamente, un hombre con otro,
un hombre con su sociedad o una sociedad con otra.
3. FUNDAMENTOS.
Tenemos que afirmar, antes que cualquier otra cosa, lo siguiente: no es conveniente
observar la solidaridad entre pueblos distintos sin tener clara la dimensión humana que
esto conlleva: las naciones no son entes subsistentes en sí mismos, sino que subsisten en
los seres humanos que los conforman. Por eso, no hay que ignorar lo que realmente
sucede. Cuando una nación es solidaria con otra nación, realmente los individuos que
pertenecen a una nación están siendo solidarios con las personas que viven en otra
nación.
Las naciones no son capaces de la solidaridad, sino a través de los individuos que las
conforman. La solidaridad no es susceptible de perder su dimensión humana, aún cuando
esté siendo llevada a cabo más allá de la propia sociedad.
Entendido esto, podemos proseguir. La solidaridad en el ámbito internacional sólo es
comprensible cuando se tienen por verdaderamente iguales en derechos todas las
naciones, independientemente de su influencia económica o cultural dentro de un mundo
que se inclina a favorecer la tan nombrada globalización.
Podemos decir, con respecto de la realidad internacional, que la obligación de solidaridad
es tan imperativa entre naciones como lo es entre individuos, dado que el campo de
influencia de una solidaridad entre pueblos es mucho mayor, y las diferencias, sobre todo
económicas, impiden la búsqueda libre del bien común en las naciones llamadas del tercer
mundo, que están en vías de desarrollo. «En el ámbito de las relaciones entre los pueblos,
la solidaridad exige (…) que disminuyan las terribles diferencias entre los países en el
tenor de vida». De esta manera la solidaridad, fundamentada en la igualdad radical de las
naciones, ha de inclinarse en una lucha constante por lograr también la igualdad en
condiciones sociales y económicas, para hacer desaparecer la subordinación material de
unos países ante otros: que la igualdad entre naciones no sea sólo substancial, sino
también material.
Para llevar a cabo la solidaridad entre las naciones, hace falta visualizar un hecho que en
algunas ocasiones es difícil de aceptar: el bien de cada sociedad es el bien de todas
las sociedades, así como el bien de una persona en sociedad es el bien de todos sus
habitantes. Podemos observar al planeta entero como una verdadera sociedad de
sociedades, en donde todos, realmente, somos responsables de todos. En una actitud de
solidaridad no sólo se beneficia aquél que recibe la ayuda, sino también aquél que la da,
además de toda la sociedad de sociedades.
Entendido esto, comprendemos que, de ninguna manera, la solidaridad entre naciones se
opone a los sentimientos positivos de patriotismo y de cuidado de la nación propia. Las
naciones también deben de aprender a desprenderse de sus bienes materiales en favor de
otros, y no sólo de lo que les sobra, sino de aquello que les ha costado trabajo, porque sólo
entonces podrán comprender la dimensión universal de la solidaridad, aún entre naciones
que no guardan algún vínculo especial de amistad o compromiso.
«Juzgamos necesaria aquí una advertencia: (…) el amor a la propia patria, que con razón
debe ser fomentado, no debe impedir, no debe ser obstáculo al precepto cristiano de la
caridad universal, precepto que coloca igualmente a todos los demás y su personal
prosperidad en la luz pacificadora del amor»
El tema de la solidaridad universal en la historia próxima tiene lo mismo capítulos gloriosos
que recuerdos deplorables. Podemos citar un buen ejemplo, cercano a todos nosotros. En
1985, ocurrió en la Ciudad de México un fuerte terremoto, con consecuencias materiales
terribles. En aquella ocasión, México recibió ayuda solidaria de diversas naciones en el
mundo entero: dinero, comida, ropa, cobertores y hasta gente que se apuntó para las
arduas tareas de rescate. Podemos observar en ello una muestra de verdadera fraternidad
universal, en donde todas las naciones toman conciencia y responsabilidad por las
necesidades de otros.
Pero no siempre es así. En el año 2000, por razón del Jubileo universal, el Papa Juan
Pablo II solicitó a diversos países del primer mundo la condonación de las deudas a los
países en vías de desarrollo, la mayoría de los cuales se encuentran en África. En esta
ocasión, las naciones desoyeron la llamada a una verdadera solidaridad. La esperanza de
las naciones pobres ante ese llamado se apagó dolorosamente ante la egoísta negativa de
los países desarrollados. Podemos afirmar con esto que todavía, a pesar de la supuesta
globalización y de la supuesta hermandad de todos los pueblos, la solidaridad plena es aún
difícil de alcanzar. Y ésta será, desde luego, prácticamente inalcanzable mientras que en
los individuos no exista esa disposición constante a apoyar el bien común.
No hay que caer en el error de pensar que esto es un problema nuevo. Juan XXII ya lo
había hecho notar anteriormente. Las solidaridad entre las naciones no es una urgencia
reciente, sino una verdad de siempre.
«En una única y sola familia, impone a las naciones que disfrutan de abundantes riquezas
económicas la obligación de no permanecer indiferentes ante los países cuyos miembros,
oprimidos por innumerables dificultades interiores se ven extenuados por la miseria. El
problema tal vez mayor de nuestros días es el que atañe a las relaciones que deben darse
entre las naciones económicamente desarrolladas y los países que están en vías de
desarrollo económico: las primeras, gozan de una vida cómoda los segundos, en cambio,
padecen durísima escasez. La solidaridad social que hoy día agrupa a todos los hombres y
el hambre y no disfrutan, como es debido, de los derechos fundamentales del hombre.
Esta obligación se ve aumentada por el hecho de que, dada la interdependencia progresiva
que actualmente sienten los pueblos, no es ya posible que reine entre ellos una paz
duradera y fecunda, si las diferencias económicas y sociales entre ellos resulta excesiva»
Estas palabras, que fueron escritas hace más de cuarenta años, nos parecen hoy más
necesarias que nunca. La brecha económica que divide a los países desarrollados con
aquéllos en vías de desarrollo es hoy más grande y más infranqueable que nunca, pues
la velocidad de desarrollo que permiten el mercado mundial y la tecnología a los países
con alto grado de bienestar económico, los separa cada vez más de la realidad que viven
los países con dificultades económicas.
Esta situación se agrava actualmente con los problemas que se han suscitado en los años.
Enfrentamientos bélicos, guerras culturales, enconos religiosos. Problemas que no hacen
sino remarcar las diferencias que obstaculizan una actitud solidaria de alcance universal,
porque en vez de favorecer la unión por la igualdad substancial, provocan el
distanciamiento y el odio por diferencias accidentales. «Mientras el mundo siente con tanta
viveza su propia unidad y la mutua interdependencia en ineludible solidaridad se ve, sin
embargo, gravísimamente dividido por la presencia de fuerzas contrapuestas». Estas
fuerzas son de distinta índole. Las hay políticas, religiosas, económicas, culturales e
incluso étnicas.
La solución a estos problemas parece clara: «Hay que apostar por el ideal de la solidaridad
frente al caduco ideal del dominio», por que sabemos que el bien de todos nos favorece a
todos. Hay que apostar por el bien común.
La creciente interacción entre las naciones y la cada vez más abismal separación cultural y
económica entre los países no parecen ser sino los polos opuestos de una realidad global
que se define por sus contradicciones: un mundo cada vez más cercano, pero cada vez
más dividido; que trata de olvidar los conflictos raciales para imbuirse en la indiferencia
entre culturas.
Lejos de lamentarnos, horrorizarnos o indignarnos de forma hipócrita por estas realidades
tan disímiles, nos ocupa la urgente necesidad de hacerles frente. En el ámbito
internacional, sobre todo los gobernantes deben de estar abiertos a una realidad hoy
innegable: el verdadero desarrollo de una nación no puede llevarse a cabo sin el desarrollo
paralelo de todas las demás, porque la interacción y la interdependencia –económica,
comercial, cultural– entre países es cada vez más acusada y hoy, más que siempre, los
países del orbe son definitivamente necesarios entre sí. La sociedad de sociedades es una
realidad, y todos somos verdaderamente responsables de todos.
6. SOLIDARIDAD ENTRE NACIONES.
7. CONCLUSIONES.
Visto todo lo anterior, no nos queda más que reafirmar algunas ideas clave, que nos
demuestran el protagonismo real que debe tener la solidaridad en el ámbito de las relaciones
humanas en todas sus dimensiones.
Hemos observado la importancia de la solidaridad para el buen desarrollo de las personas en
sociedad. Hemos repetido hasta el cansancio los efectos positivos que deben de derivarse de
una correcta disposición para la solidaridad universal. Pero nos hace falta hacer el acotamiento
en este estudio sobre las consecuencias que, a contrario sensu, se desprenden de la falta de
solidaridad entre los hombres.
«La culpa de las estrecheces actuales... deriva de la falta de solidaridad de los hombres y de
los pueblos entre sí». El supuesto bienestar que logran los hombres cuando, a fuerza de
derribar a los otros, de utilizarlos como simples escalones para subir al éxito, de olvidarlos en la
desdicha, de ignorarlos en la pobreza, de sumirlos en la ignorancia, es sólo una desdichada
farsa de poder y comodidad que tiene sumida a la sociedad en un estancamiento fétido de
intereses personales que ha relegado al olvido la confianza entre los hombres. El desarrollo
momentáneo que consiguen los países cuando explotan a otros, o dejan de ayudarles, o
propician su subdesarrollo, o se enfrentan en guerra y vencen, es sólo un espejismo efímero de
bienestar material, pervertido de egoísmo y deshumanización.
¿Acaso no es obvio al ojo observador que la falta de solidaridad no conduce a otra cosa que al
aletargamiento de la civilización y la falta de desarrollo conjunto de todos los hombres? La falta
de solidaridad no sólo afecta a los necesitados, o a los países en desarrollo, o a los ignorantes.
La falta de solidaridad se revierte en contra nuestra, y nos afecta tan directamente como a los
más necesitados. Ser solidarios con los demás, podemos decir, es ser solidarios con nosotros
mismos, pero de una manera genuina, legítima. Preocuparnos por nosotros y por los nuestros
es lícito, pero no a costa de los demás, sino de la mano de los demás, colaborando con el
desarrollo de todos.
Primero en la familia, luego en la comunidad; más tarde en la sociedad o más allá de nuestras
fronteras. El desarrollo de todos es también mi desarrollo; el bien de todos es también mío.
La solidaridad debe ser verdadera, tangible, cierta. Debe ser activa, perseverante, constante.
«No es posible confundirla con un vago sentimiento de malestar ante la desgracia de los
demás. (…) La solidaridad, en el compromiso del hombre y de la mujer, es un servicio a
aquellos cuyas vidas y destinos están ligados estrechamente entre sí». La solidaridad es
entrega y, por tanto, diametralmente opuesta al deseo egoísta, que impide el verdadero
desarrollo.
Por eso hemos dicho: la solidaridad es unión, mientras que el egoísmo es aislamiento. La
solidaridad favorece el desarrollo; el egoísmo, la pobreza. La solidaridad aprovecha los bienes,
los distribuye, los comparte, los multiplica; el egoísmo, los corrompe, los hace estériles, los
pervierte para hacer de los bienes plataformas de podredumbre, de riquezas desbordantes de
inutilidad y vergüenza. Para la solidaridad, homo homini amicus, homo homini frater; para el
egoísmo, homo homini lupus.
Esa solidaridad; esa disposición permanente de colaborar con el bien común; la misma que
une, hermana y desarrolla a los hombres, no es algo extraño a nosotros, ni es un ideal
inalcanzable, no. La solidaridad es parte de nosotros, está en la naturaleza misma del ser
humano y se relaciona directamente con su también naturalísima tendencia social.
Es este sentido, podemos decir que las tendencias humanas que se oponen a la solidaridad
son no sólo negativas, sino también antinaturales; son señales patológicas en una persona que
no reconoce la dignidad de la persona humana ni se ha dado cuenta, ciego de avaricia, de que
todos somos verdaderamente responsables de todos. Así como la solidaridad nos humaniza; la
falta de ella nos pervierte, nos aleja, nos hace negar nuestra propia naturaleza.
Oponerse a la solidaridad es oponerse a la naturaleza social del hombre, y equivale a afirmar
que uno es autosuficiente, que no necesita de otros, que los otros no le merecen, que no le
debe nada a nadie. No escuchar el llamado a la solidaridad es una acción que desvirtúa al ser
humano para convertirlo en un ser solitario, egoísta; fuera de la realidad; lejano de los otros
hombres, duro de corazón: profuso para exigir, pobre para ofrecer. Querer olvidar la solidaridad
y observar con los brazos cruzados las necesidades de los que nos rodean es un síntoma de
un profundo egoísmo, una irreparable ceguera o una asombrosa ingratitud.
El ser humano es un ser social: necesita de otros y los otros necesitan de él. Con esto, ¿quién
puede negar la necesidad inmediata de la solidaridad verdadera en todos los hombres? Ya
sean jurídicos, ya sean filosóficos, ya sean morales los argumentos que se esgriman a favor de
ella, cualquier hombre que acepte a la justicia como la constante y perpetua disposición de dar
a cada quien lo que por derecho le corresponde sabrá, por lo mismo, observar en la solidaridad
una verdadera exigencia de la justicia misma y un llamado urgente de caridad universal.