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Introducción

Para el presente coloquio hemos trabajado con el texto “La escuela en el mundo
contemporáneo. Notas sobre el cambio cultural” de Verónica Tobeña.
El texto se centra en la relación ​escuela y sociedad en un escenario de fuertes cambios
mundiales y sociales.

A partir de lo trabajado en los textos, queremos explicar primero cómo surge la escuela,
como organización y su función exclusivamente educativa de la sociedad con la cual se
vincula. Procederemos a exponer las contradicciones que implican a la misma en vinculación
con los cambios actuales en la sociedad, la cual está atravesada por los avances tecnológicos
y la globalización. A partir de esto, explicaremos entonces contradicciones puntuales en
diferentes dimensiones que incumben al entorno actual atravesado por estas nuevas lógicas en
vinculación con la formación que ofrece la escuela. Estos ejes son: la mercantilización de la
cultura, la metamorfosis del conocimiento y la fusión de los límites público y privado.

1. Organización y formato escolar


Para comenzar, queremos hacer una breve recapitulación de la genealogía de la escuela que
nos permitirá luego entender mejor las contradicciones que se exponen y problematizan en
este texto.
La escuela moderna, que en el caso de Argentina tiene su surgimiento entre fines del siglo
XIX y principios del XX (tal como vimos en la unidad 2 de la materia), se configura como la
institución privilegiada del entorno institucional del Estado que toma la misión alfabetizadora
del proyecto moderno, es la encargada de la conservación cultural garantizando la difusión y
reproducción de la cultura oficial.
En esta línea, desde los aportes de Beltrán y San Martín, entendemos que lo que constituye el
núcleo de la escuela como organización y por lo tanto, su identidad, son los procesos
educativos desde el curriculum que aporta el criterio organizador de la tarea educativa: la
escuela es entonces un espacio organizado para hacer efectiva una especial circulación de
determinados conocimientos ​orientados a su posterior utilización en otros contextos.
Los contextos de producción y reproducción y los mecanismos de circulación del
conocimiento eran relativamente estables y coherentes con otros principios de orden social,
político y económico vigente; ya que en aquel entonces los límites de las interacciones
sociales y de los campos disciplinares estaban claramente delimitados, por lo cual para la
escuela este mundo tan “organizado” era más fácil de procesar y por lo tanto de transmitir.
A continuación mi compañera va expandir esta idea de la transmisión simbólica de la escuela
y su conflicto con los cambios actuales que acaecen en la cultura.

1.2 La transmisión simbólica de la escuela y su conflicto actual con los cambios acarreados
en la cultura
Como ya dijo mi compañera, en aquel entonces los límites de las interacciones sociales y de
los campos disciplinares estaban claramente delimitados, por lo cual para la escuela este
mundo tan “organizado” era más fácil de procesar y por lo tanto de transmitir. Sin embargo,
las fronteras hoy en día son difusas, sobre todo en lo cultural, que es lo que más adelante
desarrollaremos con detalle. Ya la cultura hegemónica es desplazada por la lógica de
mercado, el ámbito entre lo público y lo privado es difuso y las disciplinas, antes claramente
divididas, asumen su competencia fragmentaria e incompleta si esto sigue ocurriendo de tal
modo.
Por todo esto podemos afirmar que la cultura está atravesando por grandes cambios que
impactan, o al menos deberían impactar, en el desempeño de la escuela a la hora de adoptar
un rol de “transmisión simbólica”. Lo que sucede con respecto a esto es que se presenta un
defasaje entre los cambios que la cultura actual está atravesando y la manera que tiene la
escuela de transmitir esa nueva cultura. La misma sigue cumpliendo un rol que ya no se
ajusta a la actualidad y esto puede explicarse claramente mediante lo que sostiene Santos
Guerra en su texto “La luz del Prisma : para comprender las organizaciones educativas”, que
la escuela es un sistema ritual. Entendiendo por ritual aquello que está intrínsecamente
relacionado con el proceso de socialización, ya que mediante los rituales entrenan a los
individuos dentro de un modo específico de conducta dentro de una cultura. Dichos rituales,
dice Santos Guerra, se practican de manera natural y se perpetúan en la diacronía
organizativa. Y aquí es donde reside el problema: la escuela como organización está
permitiendo que rituales de la modernidad persistan en su organización interna, produciendo
de esta manera, un defasaje con la cultural actual. Cabe destacar también que en los rituales
se basa la cultura de la escuela, por lo cual, reiteramos, se fomenta una cultura totalmente
desactualizada que pretende transmitir simbólicamente, material cultural o prácticas
culturales que no se ajustan con las actuales.
Santos Guerra añade que la escuela como organización posee una cultura interna y que se ve
influenciada por una cultura externa. No obstante, podríamos discutir este último punto desde
el planteo de Tobeña del defasaje producido por la desactualización que hemos venido
planteando.

2. La escuela en el contexto de la sociedad moderna y actual


Para comprender ante qué se opone la sociedad actual, es necesario remontarnos a la
propuesta en la cual se basa la escuela moderna, que toma como lugar de enunciación a la
Ilustración1. ​En este contexto es que surge el proceso de secularización, dividido en las
esferas de lo privado/público, organizando la materia de conocimiento en compartimentos
para repartirla entre disciplinas, creando así diversos campos (artístico, literario, político, etc.)
que responden a ese proceso de secularización por el cual el poder religioso y político pierden
legitimidad, para intervenir en el dictado de reglas y valores por los que debe regirse cada
actividad.

Anteriormente, mi compañera expuso que la escuela tiene como deber conservar y reproducir
la cultura moderna.
1
​A saber, movimiento de renovación intelectual, cultural, ideológica y política nacido en el siglo XVIII, Europa. Bajo el
dominio de la razón el hombre se plantea nuevas interrogaciones: desprecia el pasado, reniega de las viejas creencias,
enfrenta las doctrinas inamovibles de la iglesia y se vuelve hacia nuevas formas de pensamiento con la intención de iluminar
sus conocimientos.
De aquí se despliega entonces que la escuela se compromete con la vocación hegemónica de
la élite cultural (nacional), responsabilizándose con la aplicación de los criterios de
jerarquización cultural que dicho sector impulsa. (Pensemos en que se trataba de una
organización de Estado Nacional y de una sociedad que se integraba al intercambio
económico mundial).
Vemos entonces, una sociedad regida por el orden y la homogeneidad, en contraposición a la
sociedad presente, donde las fronteras se desdibujan y yuxtaponen a partir de diversos
factores que atraviesan la escuela (sin embargo, ésta se mantiene refractaria): Globalización,
mundialización de la cultura, resignificación de los Estados y su entorno institucional,
proceso de individualización y fragmentación social y cultural, medios masivos de
comunicación y tecnología de información.

Pero, ¿Cómo puede mostrarse la escuela reacia ante tales transformaciones? Un ejemplo
significativo podemos vislumbrar a partir de texto de Miguel Ángel Santos Guerra (“Entre
bastidores”) donde expone a la escuela como un espacio donde se reconstruye críticamente el
conocimiento, a partir del hecho de que los alumnos llegan con un “bagaje cultural
específico” adquirido, principalmente, mediante los medios de comunicación, bagaje que se
muestra fragmentario, superficial, abundante, llamativo e interesado (por quien lo produce).
La escuela debe permitirse ver este hecho generando en el alumno una conciencia crítica, que
indague sobre lo que sabe, interrogue. (No solo dejarse llevar por los contenidos obligatorios
impuestos).

Ante esta situación y otras que desarrollaremos a continuación, la escuela debe poder abrirse
al entorno (Guerra). Teniendo en cuenta que se trata de una institución comprometida
ideológica, política y éticamente con la sociedad, debe poder mantener sus puertas abiertas
con la intención de:

● recibir destinatarios que cumplan con la tarea educativa, que posean principios en la
igualdad y justicia (contrapuesto a los problemas de desigualdad e injusticia actual)
● que la realidad social se presente en su trabajo, reflexiones, en sus iniciativas.
● salir a la realidad para transformarla (a través de la acción de sus protagonistas)
● ofrecer sus espacios y medios para atender necesidades sociales, culturales,
recreativas, etc.

En adelante, nos detendremos a explicar, punto por punto, aquellas mutaciones culturales que
impactan en la escuela.

3. Mercantilización de la cultura
Tobeña sostiene que una de las mutaciones culturales actuales es el fenómeno de la
mercantilización de la cultura. Este consiste en que los criterios de legitimación cultural se
han desplazado de un capital simbólico a una lógica de mercado. Ahora el status cultural lo
decide el mercado. A raíz de esto se producen cambios internos dentro de la escuela que
tienen que ver con una forma de actuar docente que iremos explicando poco a poco. Sin
embargo, es necesario entender primero que lo central es que el valor estético o simbólico
deja de ser el organizador del mundo cultural y pasa a serlo el valor de cambio. Por lo tanto
se tornan difusas las líneas divisorias entre el arte elevado y la cultura de masas. Esto
desemboca en que, como afirma Silvia Finocchio, los docentes comienzan a reinventar su
tarea en el interior de la escuela puesto que apuntan a amalgamar el capital simbólico con la
cultura que poco a poco impone el mercado. Lo que sucede es que se está conjugando el
pasado con el presente, los docentes realizan “lecturas ligeras” (le llama Finocchio), donde
“apelan a la tradicional cultura escolar, la vinculan con la cultura popular y la cultura masiva
así como con la cultura femenina, produciendo no sólo hibridaciones sino configurando desde
su sensibilidad algo nuevo” (Fenocchio: 2009:52). La autora dirá de esto que es la vieja
comunidad re-imaginada. Todo lo mencionado se pone en tensión con lo que se esperaba en
la modernidad que hiciera un docente, como sostiene Lucía Garay, “el valor de su trabajo se
medía por la eficacia simbólica, formativa y civilizatoria” (...:121), ya que por consecuencia
de la lógica de mercado, los docentes comienzan a desarticular su tarea de transmisión
simbólica y a su vez, comienzan a pensar su tarea como un empleo que posee un salario con
el cual debe resolver su sobrevivencia, y esto genera impactos en la enseñanza y en el
desempeño de su rol. (ILUSTRAR CON EL VIDEO)

4. Metamorfosis del conocimiento y el descentramiento cultural (ana)


Esta probablemente sea una de las mutaciones que más afectan a la escuela. El desarrollo que
viene produciéndose en el campo de la informática, ha modificado la naturaleza de nuestras
sociedades al punto de que se comienza a referirse a nuestro sistema capitalista de producción
y relación social como​ sociedades de la información.

Las tecnologías traen consigo modos de producción de subjetividades, imaginarios y


sensibilidades que a su vez contribuyen a modificar la fisonomía de nuestro mundo. El
autor explica que si el surgimiento de la escritura y luego con el de la imprenta implicaron
cambios profundos en lo que hace a ​la transmisión simbólica, la evolución de la conciencia
y la maduración intelectual​, es de esperar que ocurran mutaciones en el mismo sentido con
las tecnologías electrónicas y digitales. Por lo tanto el poder subjetivante de las nuevas
tecnologías, representa, un factor determinante de ruptura generacional:
El autor explica que los adultos que nacieron y se criaron antes de la Segunda Guerra
Mundial fueron socializados en una cultura que carece de modelos significativos de conducta
para enfrentar los desafíos que propone el mundo contemporáneo en constante cambio, lo
cual convierte en inmigrantes en el tiempo. Con la ​aparición de una comunidad mundial se
modifican las condiciones en las que se forman las nuevas generaciones, quienes se enteran
de los cambios al mismo tiempo que ocurren, tienen la certeza de conocer los límites físicos
del mundo, ​tienen conciencia de la coexistencia de múltiples culturas y estilos de vida y
disponen de muchas opciones culturales entre las cuales elegir​, ​interrumpiéndose de este
modo la tendencia a conservar la reproducción ​postfigurativa de la cultura en la que
nacieron.

Los jóvenes se colocan entonces en el centro de los procesos culturales que desencadenan las
innovaciones tecnológicas, configurándose como dueños del manejo de dinámicas y códigos
culturales ​que tienen muy poco que ver con el universo simbólico que informa a la
escuela, como explicábamos al inicio​.

Este defasaje se pone en relieve cuando vemos, por ejemplo que el saber enciclopedista que
propone la escuela desde su curriculum, el estudiante lo puede encontrar fácilmente en
internet junto con otros conocimientos que la cultura ilustrada juzgó históricamente heréticos,
poniendo así en cuestión la jerarquía cultural que detenta la escuela en la transmisión
simbólica. Ejemplos de esto vemos en las clases, exámenes y trabajos reproductivistas que ya
no encuentran efectividad, ya que en las clases los alumnos no encuentran el sentido y en los
trabajos prácticos se limitan al copiar y pegar la información tal cual la encuentran en
internet. En consecuencia podemos entender que en la jerarquía relación adulto- joven y
fundamentalmente en el ámbito académico la de docente-alumno en cuanto autoridad
cultural, incuestionable en la escuela moderna, se ve afectada.

El autor explica que frente a estos marcos de referencia de sus hijos, los adultos experimentan
un extrañamiento cultural dado por la brecha entre ellos y los jóvenes desde:
- la tecnológica (soporte impreso vs. Soporte digital),
- pertenencia temporal (pasado vs. futuro)
- pertenencia territorial (comunidad nacional vs. comunidad mundial).

6. Reconfiguración de los ámbitos público y privado


La última de las mutaciones culturales que desarrollaremos es aquella donde se presenta la
reconfiguración de los límites entre lo público y lo privado. Tras la aparición de las nuevas
tecnologías, dichos ámbitos se han encontrado con límites difusos, ya que los jóvenes
publican su vida privada en las redes sociales, por ejemplo, en la historia de Instagram.
Tobeña lo afirma textualmente “la creciente tendencia a publicar la intimidad de forma
masiva parece estar marcando un desdibujamiento de las fronteras que separaban
categóricamente lo público de lo privado.” (p.225)
Es importante remarcar que interpenetración de ambos espacios puede lograr que la
distinción entre ambos quede obsoleta, según sostiene Sibila. El ámbito privado se disuelve al
proyectar su intimidad a través de una pantalla. Y es necesario que se dé cuenta de esto
porque esta interpenetración de lo público y lo privado afecta significativamente a la escuela.
Antes esta división permitía que se apuntara a la homogeneización de los jóvenes dentro de la
institución, hoy, que los límites son difusos, los jóvenes asisten a la escuela transparentando
sus gustos musicales, sus preferencias sexuales mediante su forma de vestir, sus usos
tecnológicos, entre otros. Es por eso que sería “provechoso revisar cómo está procesando la
escuela aspectos que históricamente se confinaron a la esfera privada y que hoy cobran una
presencia irrevocable” (Tobeña: …: 227).

Cierre
A modo de cierre, cabe destacar que la intención de nuestro trabajo es realizar una lectura del
texto nombrado a la luz de otros que se nos han ofrecido en la cátedra, en pos de
problematizar a la escuela inserta en el contexto del mundo contemporáneo, que como hemos
dicho con anterioridad, se encuentra atravesado por múltiples cambios que subordinan a la
sociedad actual y configuran la manera de mirar el mundo y pensarlo, pues la subjetividad, el
imaginario y la sensibilidad se modelan y moldean según los ritmos históricos, de sus
prácticas, de las experiencias que propicia, de sus artefactos y de sus perspectivas. Tal
institución, si bien es también afectada por los enumerados factores, se encuentra refractaria
para revisar sus supuestos epistemológicos y sus formas de concebir y transmitir el
conocimiento.

El problema aquí planteado es cómo la escuela, estando en la sociedad, y destinando su


trabajo a la misma, no solo para mantenerla sino también mejorarla, no toma en
consideración la transformación que ha sufrido (la sociedad) a los largo de la historia.

-Homeostasis
Bibliografía

Beltrán Llavador, F. y San Martín Alonso, A. (2000) “La escuela: un espacio de


contradicciones” en ​Diseñar la coherencia escolar. Bases para el proyecto educativo.
Madrid: Ediciones Morata S.L.

Finocchio, S. (2009) “Las invenciones de la docencia en la Argentina (o de cómo la historia


escolar transformó progresivamente a los enseñantes en sujetos resignados)”, en revista
Propuesta Educativa​,Nº31, Buenos Aires, FLACSO.

Garay, L. (2015) “Lo institucional en el análisis de la inclusión” en Así quién quiere estar
integrado. La cuestión de la inclusión en la escuela argentina. Córdoba: Comunicarte.

Santos Guerra, M.A. (1994) “Utilización educativa del espacio escolar” en ​Entre bastidores.
El lado oculto de la organización escolar. ​Málaga: Ediciones Aljibe.

Santos Guerra, M.A. (1997) “La escuela como organización” en ​La luz del Prisma. Para
​ álaga: Ediciones Aljibe.
comprender las organizaciones educativas. M

Tobeña, V. (2011) “La escuela en el mundo contemporáneo. Notas sobre el cambio cultural”
​ osario:
en ​Variaciones sobre la forma escolar. Límites y posibilidades de la escuela media. R
Homo Sapiens Ediciones.

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