Fue adoptado en 1989 y entro en vigor el 5 de mayo de 1992. El convenio de
Basilea es un tratado ambiental que regula estrictamente el movimiento transfronterizo de los desechos peligrosos y su eliminación de un estimado de 400 millones de toneladas de desechos peligrosos que son producidos mundialmente cada año, es el tratado multilateral de medio ambiente más completo en materia de desechos peligrosos y otros desechos, estipula obligaciones a las partes (los gobiernos nacionales adheridos al convenio) para asegurar el manejo ambiental legítimo de estos. Según el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) el transporte transfronterizo de desechos peligrosos atrajo la atención del público en la década de 1980. Las desventuras de “buques tóxicos” como el “katrin B” o el “Pelicano”, que navegaban de puerto en puerto intentando descargar sus cargamentos tóxicos aparecieron en los titulares de portada en todo el mundo. Estas situaciones estuvieron en gran parte motivadas porque en los países industrializados se habían impuestos normas ambientales más estrictas y a medida que los costos de la eliminación de desechos peligrosos aumentaban, los comerciantes de productos tóxicos en busca de soluciones más económicas comenzaron a enviar los desechos a África, Europa oriental y otra regiones, los que una vez en tierra ese desechos eran derramados indiscriminadamente, lo que producía problemas graves a la salud de las personas y la intoxicación de la tierra, agua y el aire durante varios siglos. 178 representantes miembros compartirán las experiencias aplicadas en sus países y trabajarán en la toma de decisiones para un control y manejo de estos productos y sustancias que cada vez crece mundialmente, generando un impacto negativo al medio ambiente y la salud humana También examinaran los medios para prevenir y minimizar los residuos, considerándolos como parte del ciclo de vida de los materiales, y como un componente esencial del concepto de producción y consumo sostenible. “Paula Caballero, directora de asuntos económicos, sociales y ambientales, del ministerio de relaciones exteriores, dijo en una rueda de prensa que la propuesta de Colombia como país anfitrión, en buscar que se minimicen los productos peligrosos en los procesos productivos.” “Por su parte el ministerio de ambiente, Frank peal, explico que el país está en un punto de quiebre, por lo que se requiere trabajar en la prevención de la producción, generación de residuos peligrosos, y minimización de su impacto, además de elevar los estándares internacionales para que su manejo y disposición sean adecuados y protejan el medio ambiente.” “Jim Willis, secretario ejecutivo del convenio de Basilea, dijo que Colombia es el lugar propicio para tomar decisiones referentes a este convenio que busca proteger a los países en desarrollo de las importaciones de desechos peligrosos.”