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FRANCESCO GALGANO

El concepto de persona jurídica

1. LA PERSONA JURÍDICA COMO en nombre de una sociedad; quien lleva a


CATEGORÍA LEGISLATIVA
Y COMO CATEGORÍA LÓGICA cabo obras de solidaridad humana lo hace,
en la mayoría de los casos, en nombre de
una asociación o de una fundación. De esta
El supuesto del cual debemos partir consis-
forma la riqueza circula de una persona
te en que el lenguaje jurídico no reconoce
jurídica a otra, o circula como cuota de
el atributo de persona únicamente al hom- participación en el capital de una persona
bre; en el texto de las leyes y en el discurso jurídica, y las personas naturales parecen
de los juristas, son personas también las reducirse al rol de proveedoras de mano de
organizaciones colectivas, como los entes obra para las personas jurídicas, o de con-
públicos, las asociaciones, las fundaciones, sumidoras de sus productos.
las sociedades, los consorcios, etc. Del Sin embargo, estos habitantes no huma-
hombre, se dice que es una persona natural; nos del Planeta, destinados a convivir con
a las organizaciones colectivas, para distin- los hombres, no llovieron desde el cielo. Las
guirlas del hombre, se les denomina perso- personas jurídicas se componen, a su vez,
nas jurídicas. Desde que se dispuso la de hombres, que son los socios o los admi-
existencia de dos impuestos diferentes so- nistradores de las colectividades organizadas
bre la renta, Irpef e Irpeg1, que recaen sobre que reciben el apelativo de personas jurí-
dos categorías de contribuyentes opuestas, dicas; o bien se componen, como ocurre en
hasta el hombre de la calle sabe que, desde los agrupaciones de sociedades, de perso-
el punto de vista jurídico, es una persona nas naturales y de otras personas jurídicas,
natural, distinta de otras entidades en razón las cuales, sólo en el vértice de la agrupa-
de una diferencia específica: su carácter ción estarán compuestas por seres humanos.
físico.Tales entidades, al igual que la per- Y también el hombre de la calle sabe que
sona natural, merecen el apelativo de per- las personas jurídicas no son “hombresotes”
sona, pero corregido por el adjetivo que alude o “macroántropos”, según las irónicas re-
a su carácter incorpóreo. presentaciones de ASCARELLI2 y SCARPELLI3,
En nuestros tiempos, la riqueza es, en sino que son entidades dadas a la luz por
términos extremos, riqueza de personas la mente humana, como resultado intelec-
jurídicas: quien ejerce el comercio o la in- tual de reducir una pluralidad de seres hu-
dustria lo hace, en la mayoría de los casos, manos a unidad. Ellas son personas a los ojos

Revista Derecho del Estado n.º 16, junio 2004


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del derecho, como lo pone de manifiesto el persona jurídica, como lo hacemos en es-
adjetivo que las califica; ellas son el fruto tas páginas, es decir, como una mera téc-
de una técnica jurídica que efectúa una nica, no alcanza a revelar su naturaleza, no
suerte de desdoblamiento de la personali- permite contestar los interrogantes que arri-
dad, al transformar el conjunto en una per- ba fueron formulados. Queda un dilema de
sona (jurídica) distinta de las personas fondo cuya respuesta marca la línea de se-
(naturales o jurídicas) constituidas por cada paración entre formas opuestas de conce-
uno de sus miembros, de tal manera que bir la persona jurídica, que aún hoy en día
éstos pueden definirse terceros respecto de se sostienen.
la persona jurídica, y ésta, a su vez, se pre- La concepción que podemos definir tra-
senta como un tercero frente a ellos. dicional, es decir, la que aparece en los
En los grupos empresariales, en los cuales manuales de derecho y que, en la mayoría
se enfrentan conceptualmente la unidad de de los casos, parece ser la que supone el
la empresa del mismo grupo empresarial y razonamiento de juristas, teóricos y prácti-
la pluralidad de las sociedades que lo com- cos, es la concepción según la cual los en-
ponen (las cuales en los grandes grupos tes colectivos son personas en virtud de la
pueden ser millares), la persona jurídica ley: los intérpretes sólo podían admitir la exis-
revela su naturaleza de mera técnica, es tencia, en el mundo del derecho, de otros
decir, de técnica relacionada con la sepa- sujetos jurídicos, más allá de los seres hu-
ración de riesgos y responsabilidades en los manos, con base en el fundamento de que la
diversos ramos, sectores o mercados del existencia de estos sujetos es una imposición
grupo empresarial. Pero, incluso en los ni- de la voluntad del legislador; en otras pala-
veles menores de la organización económi- bras, es un elemento normativo, y como tal
ca, gracias a la persona jurídica, el individuo se sustrae a cualquier discusión posible. No
puede desdoblarse: con la sociedad se trata, de ninguna manera, de un modo
unipersonal de responsabilidad limitada, antiguo de concebir esta figura, aunque se
constituida por acto unilateral (figura ad- hable de ella como una concepción tradicio-
mitida, desde 1993, también en el derecho nal: tal concepción tiene menos de dos si-
italiano), el individuo puede alcanzar un glos y, más exactamente, es obra de SAVIGNY,
resultado que hasta ayer era impensable: es decir, de ese jurista a cuyo nombre sole-
puede tornarse tercero incluso respecto de mos vincular –aunque la atribución sea his-
sí mismo. tóricamente inexacta– la llamada teoría de
Lo que el hombre de la calle desconoce la ficción de la persona jurídica. En realidad,
es el arduo trabajo que el concepto de per- de la fictio iuris los juristas de esta materia
sona jurídica implicó para los juristas. ¿Cuá- ya habían hablado muchos siglos antes; par-
les atributos del ser humano son válidos ticularmente, habían empezado a hablar de
también para la persona jurídica? ¿Y el socio ello los canonistas y los glosadores5. En el
siempre y en cualquier caso es un tercero pensamiento de SAVIGNY, sin embargo, la
frente a la sociedad, o bien deja, en ciertas teoría de la ficción habría asumido un sig-
condiciones, de ser tal? Luego de siglos de nificado nuevo: si bien en la época anterior
elaboración aún se debe escribir, como lo la configuración de la colectividad organi-
afirmó SERICK: «la naturaleza de la perso- zada en una persona era considerada una fic-
na jurídica es tan inexplorada como la na- ción doctrinaria («hoc est fictum pro vero,
turaleza misma del hombre»4. Hablar de sicut ponimus nos iuristae», había dicho
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BARTOLO DE SASSOFERRATO), SAVIGNY intro- lidad de reconstruir ese fenómeno norma-


dujo, en la primera mitad del siglo XIX, la idea tivo, evocativo de la imagen del grupo como
de que se trataba de una fictio legis, es de- persona, en términos conceptuales que pres-
cir, que se estuviese en presencia de «suje- cinden del concepto de persona. Pero, en
tos artificialmente creados por la ley»6. ningún caso se pone en discusión, así como
Encontramos en esta idea el fundamen- alguien erróneamente consideró8, la exis-
to del concepto moderno de persona jurí- tencia misma del fenómeno, que no puede,
dica, estos es, de lo que hoy en día se define justamente porque se trata de un fenóme-
como el concepto tradicional. A partir de no normativo, ser puesto en discusión por
entonces, de la obra de los juristas, y de su el intérprete. El quid del asunto consiste en
concepción como construcción doctrinaria, que, como escribía PLANIOL9, la ficción le-
la persona jurídica pasó al lenguaje legis- gislativa de la persona jurídica puede ser
lativo; maduró entonces el convencimien- «criticada o destruida, sin por eso atentar
to de que los entes colectivos fuesen, por contra ninguna disposición de ley. Cada
voluntad de la ley, tan personas como los norma jurídica seguirá recibiendo aplicación
seres humanos. La ulterior elaboración del y ninguna será violada por el cambio de
concepto tan solo fue un capítulo secundario doctrina».
en la historia de la persona jurídica, que en Por ende, éste es el límite que separa, en
la segunda mitad del siglo XIX se vincula al materia de personas jurídicas, a los tradi-
nombre de OTTO VON GIERKE, quien preten- cionalistas de los innovadores: los prime-
día establecer si en realidad se trataba, por ros están convencidos de la existencia real
parte del legislador, de una fictio, o si bien de otros sujetos de derecho, además de los
el legislador, por el contrario, se hubiese seres humanos –sin importar su calidad de
limitado a “verificar” una realidad prenor- elemento de la realidad prenormativa, tan
mativa de los entes colectivos, que ya eran solo verificado por el legislador, o en cali-
“personas” en la misma vida social7. dad de elemento de la realidad normativa,
El repudio a la idea introducida por creado ex novo por el legislador–; los otros
SAVIGNY es el elemento común en todas las nutren la convicción opuesta de que la
corrientes innovadoras contemporáneas, existencia de estos ulteriores sujetos de de-
alemanas, anglosajonas, francesas, italianas: recho tan sólo es el alcance de una construc-
éste es el regreso a la más antigua concep- ción doctrinal, acogida como tal por el
ción de persona jurídica como construcción lenguaje legislativo y por tanto posible de
doctrinal. Se reivindica la autonomía, res- ser sustituido por otras construcciones,
pecto del concepto de persona jurídica, igualmente idóneas para ofrecer la repre-
respecto del fenómeno normativo que este sentación conceptual del fenómeno norma-
concepto tradicionalmente debe designar; tivo. La recepción de esta construcción
se mira a este concepto como a una de las doctrinal en el lenguaje legislativo no signi-
posibles justificaciones teóricas de una cierta fica que ella se transformó en la voluntad
disciplina de la colectividad organizada, la del legislador, vinculante para el intérpre-
cual ejerce, independientemente de esa jus- te; y, además, la “omnipotencia” de la ley
tificación teórica, la totalidad de su propia no puede –y respecto de ello no hay duda–
vigencia normativa. Se enuncia la posibi- llegar hasta ese punto.
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2. EVOLUCIÓN DE LAS TEORÍAS la ficción, primera entre las teorías que, en


SOBRE LA PERSONA JURÍDICA
época moderna, trataron de explicar por qué
el derecho regula, de manera similar al
La ubicación de la persona jurídica como hombre, y a entidades no humanas. El fe-
especie del mismo género al que pertene- nómeno se presentó ante los ojos de
cen los seres humanos es el resultado de una SAVIGNY, en los términos de un contraste
elaboración doctrinal desarrollada entre los entre la experiencia y los postulados acep-
años mil seiscientos y mil ochocientos; una tados por el legislador: persona o sujeto es,
elaboración que aún no se había cabalmen- de acuerdo con la experiencia, tan sólo el
te cumplido cuando, a mediados de siglo XIX, hombre; y sin embargo, el legislador for-
se había preparado el Código Civil italiano mula sus propios preceptos como si exis-
anteriormente vigente. Sobre las “personas”, tiesen otras personas además del hombre.
el Código Civil de 1865 hablaba respecto SAVIGNY consideró, entonces, que estaba en
de ellas con la expresión «cuerpos morales presencia de una fictio iuris: para satisfa-
legalmente reconocidos», en un sentido muy cer exigencias propias de comercio jurídi-
parecido a aquel que suponía la codifica- co, el legislador finge que unas entidades
ción vigente: el artículo 2.º disponía que «los diferentes del hombre tienen, al par que el
municipios, las provincias, los institutos hombre, la atribución de persona; de ma-
públicos civiles o eclesiásticos, y en gene- nera ficticia, extiende la categoría de los
ral todos los cuerpos morales legalmente seres humanos, da vida a unos hombres
reconocidos, se consideran personas, y artificiales. Los iusnaturalistas habían ha-
gozan de los derechos civiles según las le- blado de persona moralis; pero, para estos
yes y los usos observados como derecho «sujetos artificialmente creados», SAVIGNY
público»10. La noción de “persona” no se prefirió el nombre de persona jurídica, que
utilizaba en la acepción formal luego acep- luego se volvió de uso común: «jurídica
tada por el Código Civil de 1942, sino en su –precisó– porque es una persona admitida
acepción esencial, coincidente con el sig- solamente para una finalidad jurídica»; y sin
nificado de “hombre”. De esa noción, la embargo “persona”, en cuanto «nuevo su-
norma se valía como de un concepto de jeto de relaciones jurídicas más allá del
relación, mas no como concepto de género: individuo»12.
era la norma que imponía, para los «cuer- La doctrina posterior superó la idea de
pos morales legalmente reconocidos», una la ficción mediante una reelaboración de la
consideración jurídica correspondiente a experiencia. Una inmensa literatura sobre
aquella dada a los seres humanos; era la este tema, para el cual los juristas de 1800
norma que operaba en el supuesto por el cual habían manifestado, sobre todo en Alema-
sólo los seres humanos eran, propiamente, nia, una peculiar vocación, introdujo la
personas. convicción según la cual también en la rea-
Particularmente, éste fue el supuesto a lidad social, y no solamente en el mundo
partir del cual razonaron los juristas de la del derecho, existen otros sujetos más allá
primera mitad de 1800. En Francia, se ha- de los seres humanos. El máximo exponente
bía notado que «la existencia de esta per- de esta concepción de persona jurídica,
sona metafísica es lo que la jurisprudencia conocida como concepción orgánica o de
llama ficción»11. A partir del mismo supues- la realidad y luego clasificada por la críti-
to nació, en Alemania, la llamada teoría de ca como concepción antropomorfa, fue OTTO
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VON GIERKE13. En la opinión de este jurista, sujeto jurídico diverso, al cual a su vez res-
las personas jurídicas eran organismos na- ponde, de manera ilimitada, por sus propias
turales dotados, así como los hombres, de deudas»17.
su propia voluntad y portadores de un in- Esta función persuasiva del concepto de
terés propio, distinto de aquel de las per- persona jurídica había sido advertida en la
sonas naturales que la componen. El mitad de ese siglo18: «Donnez le nom de
reconocimiento estatal de la personalidad personne à un établissement: les legistes
jurídica, de acuerdo con la teoría de la fic- seront poussés fatalment à revendiquer pour
ción, asumía un valor meramente declara- cette corporation tous les droits dont
tivo en la teoría de la realidad, según la cual jouissent les personnes naturales». Entre la
el Estado se limitaba a reconocer la exis- persona ficta de BARTOLO y la persona ju-
tencia, ya en la realidad prejurídica, de es- rídica de nuestros tiempos, existe una abis-
tas «unidades sociales vivientes»14. mal diferencia, que las valoraciones
En los años mil ochocientos, el concep- mencionadas nos permiten medir: aquella
to de persona jurídica también asume una que había sido la afirmación especulativa
función persuasiva, que justifica el fuerte de algunos doctos se tradujo en sentido
esfuerzo teórico realizado por sus defenso- común, y la persona del común de hoy tiende
res. En el derecho público, este concepto a considerar “natural” la diferenciación entre
acompaña la transición del Estado absolu- Estado y ciudadano, entre sociedad y socio,
tista al Estado de derecho, como explicará y tiende a deducir de esta diferenciación
un historiador: ello lleva «a sustituir la de- consecuencias que, como había predicho
voción hacia la persona del soberano, por LAURENT, le parecen “fatales”.
la devoción hacia la persona de la nación, La idea de que en la realidad social exis-
donde los ciudadanos se unen como miem- ten entidades diferentes del hombre y, sin
bros de un conjunto», como algo «más im- embargo, provistas de cualidades humanas,
portante que los individuos que lo componen ya a finales de 1800, habría terminado por
y al cual corresponde la soberanía nacio- parecer imposible de sostener: la voluntad
nal»15. En el derecho privado, se presenta es un fenómeno psíquico, no referible a en-
la formación de la empresa en la forma de tidades no humanas, objeta BERNATZIK19; el
una sociedad por acciones, cuya consolida- interés es una valoración racional, relacio-
ción exige, como observará ASCARELLI, la nada con la función intelectiva de hombre
convicción de que la sociedad «tiene su y solamente de él, agrega JHERING20. El re-
propio interés trascendente respecto de aquel pudio del antropomorfismo produjo, como
de sus socios»16. Todo lo anterior, sin con- consecuencia extrema, la negación de la
siderar el beneficio que representa la res- existencia de las personas jurídicas; cobró
ponsabilidad limitada del socio cuando se validez de nuevo la experiencia según la cual
justifica con la idea de que éste es un ter- solamente el hombre es persona; se reivin-
cero respecto de la sociedad, así como es dicó la pertenencia únicamente de la per-
un tercero respecto de cualquier otro obje- sona natural, a la categoría de los sujetos
to. De nuevo, es ASCARELLI quien lo nota: de derecho; se resolvieron los derechos y
«Una vez admitida la personalidad jurídi- los deberes de la “persona jurídica” en igua-
ca de la sociedad anónima, es natural que les derechos y deberes de las personas na-
los socios no respondan por las deudas de turales miembros de la sociedad. En esta
la sociedad, es decir por las deudas de un corriente de pensamiento –que ya a finales
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del siglo pasado había encontrado impor- comportamiento es reglamentado por el


tantes defensores21– se presenta la obra de mismo ordenamiento»24. De este ordena-
revisión crítica desarrollada, en época re- miento, se dio la imputación, al constatarse
ciente, por KELSEN: «Solamente constituye cómo tal ordenamiento dio lugar a situaciones
un hablar de forma figurada» decir que «la jurídicas correspondientes a las que habrían
corporación, como persona jurídica, cele- ocurrido para el nacimiento de un nuevo
bra negocios jurídicos, estipula contratos, sujeto de derecho, al que se trasfirieron los
promueve acciones judiciales, etc., o que la derechos y los deberes de los socios. Histó-
corporación, como persona jurídica, tiene ricamente, se recorrió un camino correspon-
deberes y derechos, por cuanto el ordena- diente al que reconstruyó, de manera
miento jurídico sólo puede imponer debe- hipotética, D’ALESSANDRO: pasamos «de la
res y otorgar derechos a los seres humanos, asimilación a la identificación»; de la «cons-
dado que sólo el comportamiento de los tatación de que la situación creada con el con-
seres humanos puede ser reglamentado por trato de sociedad es, en algunos casos y por
el ordenamiento jurídico»22. ciertos aspectos, la misma que se daría con
La razón de la crítica kelseniana se ha- el nacimiento de un sujeto nuevo –que ha-
lla en el rechazo de la visión antropomorfa bría hecho suyas, por decirlo así, ciertas im-
de la corporación: a partir de la inexisten- putaciones o posiciones en el ámbito de
cia, en el mundo de la realidad natural, de determinadas relaciones– a la convicción de
entidades a las cuales se puedan atribuir que un sujeto nuevo nació y realmente existe,
conductas correspondientes a las humanas y que la situación normativa mencionada tan
y que, por esta misma razón, puedan ser sólo es reflejo de las consecuencias “lógicas”
comparadas al hombre, KELSEN argumenta de este hecho». En consecuencia, «la asimi-
la inexistencia, en el mundo de la realidad lación, introducida para fines muy limitados
jurídica, de otros sujetos de derecho que no y definidos de economía conceptual, de dos
sean los hombres. La crítica kelseniana se situaciones diversas y reconocidas como
presenta, así, como la réplica directa a las tales, se transforma en identificaciones, es
ideas de GIERKE: éste último concebía la decir en la errada convicción de que entre
subjetividad jurídica de los entes sociales las dos situaciones no existe ninguna dife-
como la manifestación, en el campo del rencia y, es más, que ellas coinciden perfec-
derecho, de sus conductas semejantes al tamente»25.
hombre en la realidad prejurídica; así, la El rechazo de la visión antropomorfa de
imposibilidad de pensar, en la realidad pre- las organizaciones colectivas no fue suficien-
jurídica, en acciones u omisiones que no te, por sí solo, para suplantar la noción de
sean acciones u omisiones de seres huma- persona jurídica. Esta pudo sobrevivir, en la
nos es, para KELSEN, motivo suficiente para doctrina posterior, con base en una ficción
afirmar que sólo los seres humanos son más radical: se atribuyó un carácter “artifi-
sujetos de derecho23. cial” –de pura creación del ordenamiento
La génesis del concepto de persona jurídi- jurídico– a la misma personalidad jurídica
ca está en lo que KELSEN define la “imputa- del hombre. Se partió de la idea de que «el
ción” de un ordenamiento: «El ordenamiento hombre es persona no por naturaleza, sino
deviene una sustancia, y esta sustancia es en razón del derecho»; que él es tal por cuanto
considerada algo separado, un ser distinto del se halla «investido de derechos y obligacio-
ordenamiento y de los seres humanos cuyo nes», y «es el punto de referencia de dere-
Galgano El concepto de persona jurídica 19

chos y deberes del ordenamiento jurídico». tamiento de los seres humanos. Este argu-
Se había inducido la necesidad de «divulgar mento es parcialmente aceptado por una
la idea de que la personalidad está vincula- teoría que hace una distinción, dentro de la
da al organismo corpóreo y psíquico del norma jurídica, entre el sujeto de la acción,
hombre, y que por ende no puede hallarse que tan solo puede ser un hombre, y el su-
por fuera de él»: cuando resulta ser que la jeto del interés, que puede ser una entidad
personalidad jurídica es «un producto del distinta del hombre. De esta manera, algu-
ordenamiento jurídico»; y «no existe ningún nos postulados de la teoría orgánica son
obstáculo para que el ordenamiento jurídi- desatendidos, así el concepto de persona ju-
co pueda atribuir también la subjetividad rídica como ente capaz de formar y expre-
jurídica a entes no humanos, a figuras del sar su propia voluntad; pero no se cuestiona
intelecto, a entes ideales»26. la realidad de la persona jurídica, cuya jus-
A este propósito, podemos hablar de tificación se identifica en el hecho de que,
neoficción: se afirma, para superar la crí- además de intereses personales, existen in-
tica kelseniana, que toda forma de subjeti- tereses impersonales; y la existencia de in-
vidad jurídica, incluso la de las personas tereses que no se refieren a algún individuo,
naturales, es una creación artificial de or- y sin embargo son tutelados por el derecho,
denamiento jurídico, así como S AVIGNY legitima la posibilidad de un sujeto jurídico
había concebido la subjetividad de las per- diverso del individuo humano 28. De esta
sonas jurídicas. Para estas doctrinas, el manera, el interés personal es el substrato de
hombre no se identifica con lo que para el la persona natural; el interés impersonal es
derecho es la persona natural: más bien, el aquel de la persona jurídica. Así, la perso-
primero es substrato de la segunda; es el na jurídica se concibe como un centro de im-
supuesto de hecho que el ordenamiento putación de intereses humanos impersonales,
jurídico toma en consideración (y que ne- que como tales no pueden ser reducidos al
cesariamente debe tomar en consideración individuo; ellos se tornan –y en esta óptica
en una sociedad, como la moderna, que la teoría orgánica es confirmada– en intere-
impone considerar como persona a cualquier ses de la persona jurídica, y así vuelven a ser
ser humano). En cuanto al substrato de la intereses personales, pero del sujeto abstracto.
persona jurídica, estas doctrinas lo buscan Esta teoría tiene una limitación intrínseca,
mediante aproximaciones a la doctrina de que consiste en que concibe el interés im-
GIERKE, dando relevancia algunas veces a personal como «condición necesaria para
la teoria de la existencia de organizaciones identificar la persona jurídica»29, cuando
colectivas en las que el individuo deja, se- resulta ser que en la experiencia legislati-
gún una doctrina, de ser «hombre en la ple- va se evidencia la existencia tanto de inte-
nitud de sus manifestaciones»27, y algunas reses impersonales (intereses colectivos,
otras a la teoría de la existencia de intere- intereses difusos) no elevados a la calidad
ses impersonales, que por su propia natu- de personas jurídicas, como de personas
raleza no pueden referirse a individuos, de jurídicas a cuales que no podemos atribuir
acuerdo con otra doctrina en la cual debe- un interés impersonal. El concepto de in-
mos detenernos. terés impersonal, en abstracto, puede ser
El argumento de fondo de las teorías invocado para justificar las personas jurí-
reduccionistas es que el derecho, por su dicas que representan colectividades forma-
naturaleza, no puede sino regular el compor- das por individuos mutantes, tales como el
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Estado y los entes públicos territoriales, las en términos abstractos, aunque en realidad
asociaciones o, si tenemos en cuenta a los lo hizo con base en el paradigma de la propie-
beneficiarios, las fundaciones y las socie- dad individual»31. En otras palabras, se hace
dades cotizadas en bolsa. Sin embargo, los una excepción para la unidad del concepto
entes instrumentales del Estado no se sepa- de propiedad –o de deuda o de acreencia–
ran de él y asumen una personería jurídica y se crea una doble categoría de sujetos de
distinta, en razón de un interés impersonal derecho: las personas naturales y las perso-
propio; ni siquiera en razón de un interés nas jurídicas, éstas últimas titulares de re-
tal las sociedades controladas se separan de laciones jurídicas idénticas a las que tienen
la holding. Finalmente, ningún interés im- las primeras. Pero no consideramos que, dada
personal puede concebirse ante la socie- la unidad de la categoría de los sujetos de
dad unipersonal de responsabilidad limitada, derecho, pueda crearse, con la misma con-
constituida mediante acto unilateral. El gruencia lógica, una duplicación de conte-
concepto de persona jurídica denota unas nido de las relaciones jurídicas; las relaciones
posibilidades aplicativas que van más allá jurídicas propias de los individuos en cali-
de la esfera de intereses impersonales. dad de personas naturales pueden diferen-
ciarse de otras relaciones jurídicas, con
contenido diverso del aquél, que competen
3. LA ESENCIA DEL CONCEPTO a los individuos en calidad de socios de la
DE PERSONA JURÍDICA
colectividad organizada.
Este fue el camino que recorrieron los
Se llega al centro del problema cuando nos comentadores medievales32; y este fue el
encontramos con afirmaciones como la si- camino que prefirió la moderna teoría general
guiente: «ninguna situación jurídica del ente del derecho: los derechos y las obligaciones
moral podría razonablemente solucionarse de la persona jurídica se conciben como
en una situación individual idéntica o en una derechos y obligaciones de sus socios, pero
serie de situaciones individuales del mis- se trata –precisa KELSEN33– de derechos y
mo tipo o partes del mismo objeto (cuotas), obligaciones que los socios «poseen de una
porque las situaciones individuales son manera específica, de una manera diversa de
diferentes, porque no son del mismo tipo, aquella con la que los socios son titulares de
ni corresponden a cuotas de la situación del derechos y obligaciones sin ser miembros de
ente»30. De esta manera, se deduce que la la corporación». De manera análoga, HART
existencia de la persona jurídica es un pos- atribuye importancia al «hecho de que, en
tulado de la misma disciplina normativa de ciertas situaciones especiales, definidas por
las organizaciones colectivas, y sus situa- normas jurídicas especiales, hay otras nor-
ciones jurídicas sólo parecen explicarse con mas que se aplican al comportamiento indi-
la idea de que la persona jurídica constitu- vidual de una manera radicalmente diversa
ye un sujeto de derecho distinto de los so- (a pesar de ser también análoga) de aquella
cios. Sin embargo, este razonamiento en la cual esas normas se aplican a los indi-
esconde una premisa, que consiste en «su- viduos, que no se hallan en esas situaciones
poner que “propiedad” es y significa siem- particulares»34. Según ASCARELLI, estamos
pre y en todo caso... “propiedad”, es decir, ante «una especial disciplina normativa que
que indica esa figura típica que la dogmá- atañe a las relaciones entre hombres»35; es-
tica estudió, bajo ese nombre, aparentemente tamos en presencia de lo que, ya a finales del
Galgano El concepto de persona jurídica 21

siglo pasado, VAN DEN HEUVEL definió como (art. 2740 C. C.). La responsabilidad limi-
«la sumatoria de algunos privilegios, de al- tada se transforma en la aplicación del prin-
gunas derogaciones a los principios comu- cipio general: se torna posible argumentar
nes»36. que, en una sociedad por acciones, el socio
En especial, consideremos el beneficio no responde por las obligaciones sociales con
de la responsabilidad limitada: ya en la su propio patrimonio, por la “natural” razón
época romana, y luego durante toda la época de que se trata de obligaciones de un terce-
intermedia, existían múltiples figuras ro, esto es, por la misma razón natural por
asociativas cuyos socios gozaban del bene- la cual el señor A no responde por las obli-
ficio de la limitación de la responsabilidad; gaciones del señor B38.
y podían existir aunque la idea del grupo Aquí, el concepto de persona jurídica
como “persona” distinta de los socios aún absuelve la función de reconducir al dere-
estuviese lejos de ser concebida. La respon- cho común, es decir al principio general del
sabilidad limitada era, entonces, una respon- artículo 2740, inciso 1.º, C. C., una condi-
sabilidad limitada en sentido propio: ción jurídica, que es el beneficio de la res-
responsabilidad del socio limitada al bien ponsabilidad limitada, que deroga el
que él destinó, mediante su aporte, para que principio general y debe colocarse en el
formara parte del patrimonio de la colecti- marco del artículo 2740, inciso 2.º, C. C.
vidad. Introducido, en 1800, el concepto de No obstante, se debe considerar que la cons-
persona jurídica, sólo muta la reconstruc- trucción teórica que el legislador adopta,
ción teórica de la responsabilidad limitada: como es sabido, no vincula al intérprete; y
ésta deja de ser vista como responsabilidad que el lenguaje legislativo no siempre es co-
del socio limitada a su aporte, y se mani- herente: por ejemplo, se habla de sociedad
fiesta como irresponsabilidad del socio frente “de responsabilidad limitada” (art. 2472 C.
a las deudas de la sociedad. La sociedad es C.), en la cual no se limita la responsabili-
una persona distinta de sus socios; las deudas dad de la sociedad, sino la de los socios. Otro
de la sociedad, por ende, no son las deudas ejemplo: el artículo 150 de la Ley de quie-
de los socios: por ellas responde –de con- bras califica a los socios de una sociedad
formidad con el artículo 2325, inciso 1.º C. de capitales como socios “de responsabi-
C.– «únicamente la sociedad con su patri- lidad limitada”; y los artículos 2362 y 2497,
monio». Sin embargo, la concepción de la inciso 2.º C. C., que exponen el socio úni-
sociedad por acciones como persona jurí- co a una “responsabilidad ilimitada”, al
dica no es el fundamento de la limitación tiempo que suponen que el socio no único
de la responsabilidad del accionista; ella tan es un socio responsable limitadamente de
solo es una justificación teórica, y una jus- las obligaciones sociales.
tificación a posteriori 37 . Sólo de la manera apenas referida pueden
En efecto, se ha tratado de una grandio- solucionarse las antinomias que existen en
sa construcción conceptual: gracias al con- la disciplina legislativa de las personas ju-
cepto de persona jurídica, la responsabilidad rídicas. El Código Civil distingue entre aso-
limitada del accionista puede dejar de ser ciaciones reconocidas como personas
considerada, como lo era anteriormente, un jurídicas y asociaciones no reconocidas, entre
beneficio en sentido propio, es decir, un «sociedades sin personería jurídica» y «so-
privilegio, una excepción al principio general ciedades con personería jurídica» (art. 2428
de la responsabilidad patrimonial ilimitada C. C.); pero la condición jurídica de las aso-
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ciaciones no reconocidas y aquella de las surgimiento de un nuevo sujeto de derecho.


sociedades de personas, como resulta de la Incluso desde otras ópticas podemos cons-
disciplina de tipo en particular, no siempre tatar que el concepto de persona jurídica no
parece coherente con la idea de que dichas presenta, en el Código Civil, un contenido
asociaciones y dichas sociedades, en cuan- normativo constante: lo que es permitido
to desprovistas de personería jurídica, se para los miembros de asociaciones no re-
resuelven en la pluralidad de sus socios; por conocidas (quienes para el art. 38 C. C. no
otro lado, tampoco la opuesta categoría de responden personalmente por las deudas de
las sociedades de capitales es regulada en la asociación) no siempre es permitido para
todas las ocasiones de manera tal que la los socios de una sociedad de personas (en
sociedad constituya “un tercero” frente a sus la sociedad en nombre colectivo todos los
socios. Afirmar que los socios de una socie- socios son, inderogablemente, responsables
dad de capitales no asumen una responsabi- sin límites por las obligaciones sociales).
lidad personal por las obligaciones sociales Lo anterior confirma lo que antes se
por cuanto ellos son “terceros” respecto de advirtió: el concepto de persona jurídica tan
la sociedad, vuelve inexplicable la presen- sólo expresa las analogías reconocibles entre
cia de socios comanditarios con responsa- la condición jurídica de una organización
bilidad ilimitada en la sociedad en comandita colectiva y la condición jurídica de la per-
por acciones; y también vuelve inexplicable sona. Al ser ésta la naturaleza del concep-
el hecho de que, en presencia de ciertas con- to de persona jurídica, parece evidente que
diciones, incluso el socio de una sociedad por nada garantiza que las disciplinas norma-
acciones o de responsabilidad limitada puede tivas, que hacen evocar esta analogía, sean
ser llamado a responder personalmente por idénticas entre ellas: cada una de ellas da
las obligaciones sociales (arts. 2362, 2497, vida a situaciones jurídicas análogas a las
inc. 2.º C. C.). Con la reforma a los consor- de la “persona”; y algunas disciplinas nor-
cios llevada a cabo en 1976, se presenta un mativas pueden dar vida a situaciones ju-
fenómeno posterior: un grupo organizado rídicas tan solo análogas a aquellas creadas
desprovisto de personalidad jurídica, como por las otras. La única constante de estas dis-
lo es el consorcio entre empresarios, es re- ciplinas, que podríamos decir está garanti-
gido por la norma según la cual «en relación zada por el concepto de persona jurídica,
con las obligaciones que, en nombre del consiste en que cada una de las disciplinas
consorcio, asumen las personas que tienen normativas, aunque diferente de las demás,
su representación legal, los terceros pueden en todo caso será idónea, en las situaciones
hacer valer sus derechos exclusivamente ante jurídicas a las que dará vida, para suscitar
el consorcio» (art. 2625 C. C.). la imagen de una subjetividad del grupo
Se trata de antinomias que se explican por distinta de aquella de sus socios39.
el carácter específico de la personalidad En el lenguaje jurídico moderno, el uso
jurídica de las sociedades y, en general, de del concepto de persona jurídica es insusti-
las organizaciones colectivas, que no tie- tuible: no podemos evitar, so pena de com-
ne la misma naturaleza de la subjetividad plicar enormemente el discurso, hablar de
del hombre, de la persona natural. La regu- propiedad de la sociedad, o de la asociación,
lación jurídica de las organizaciones colec- o de la fundación, de sus deudas o sus
tivas puede dar vida a situaciones análogas acreencias, de hechos ilícitos cometidos por
– mas no idénticas– a las que se dan por el ellas, etc. Por otra parte, ninguna teoría
Galgano El concepto de persona jurídica 23

“reduccionista” fue formulada en forma condiciones de uso del concepto de perso-


suficiente como para desterrar del lenguaje na jurídica»43; las condiciones en presencia
jurídico la noción de persona jurídica y para de las cuales, según la expresión de HART,
convertir cada afirmación en la que se utili- «resulta ser verdadera una afirmación del
za esta noción, en una afirmación que pres- siguiente tipo: “la sociedad Smith & Co.
cinde de ella. Para KELSEN –que entre los debe diez esterlinas a White”». Estas «con-
juristas contemporáneos es quien más se diciones de uso» son impuestas por normas
acerca a estas posiciones extremas–, «el ju- jurídicas, por «cierta disciplina jurídica, por
rista puede valerse del concepto de persona cierto tratamiento normativo de hechos y
jurídica o prescindir de él, a su gusto». No de comportamientos», y se entiende que,
obstante, debe admitir que «este concepto «incluso cuando recurre la condición de uso
auxiliar es particularmente útil»40. Va más del concepto de persona jurídica, el dere-
allá ASCARELLI, quien niega que «esta solu- cho en todo caso regula las relaciones en-
ción del paréntesis siempre sea oportuna; por tre los hombres, y en la base de ese concepto
el contrario, a menudo resulta inoportuna, no hay ningún misterioso macroántropo»44.
porque el recurso a la “personalidad” justa- La persona jurídica, en conclusión, sólo
mente permite la expresión simple y rápida es un instrumento del lenguaje jurídico, útil
de una normatividad extremadamente com- para resumir –es más, insustituible en su
pleja que, de otra manera, podría expresar- función semántica– una compleja disciplina
se sólo de manera menos simple»41. En el normativa de relaciones que existen entre
pensamiento jurídico inglés, HART se cons- personas naturales. El intérprete se aprove-
tituye en un intérprete más consciente de esta cha –de conformidad con el lenguaje legis-
exigencia en el lenguaje jurídico, y al res- lativo– del concepto de persona jurídica;
pecto señala: «La teoría según la cual los pero él podrá, cada vez que lo considere
enunciados que se refieren a las personas oportuno, remontarse a las normas jurídi-
jurídicas son unas abreviaciones engañosas cas que son las «condiciones de uso» de este
de otros enunciados sobre los derechos y los instrumento lingüístico. La persona jurídica,
deberes de las personas naturales, por lo entonces, le parecerá como aquella disci-
general ha avanzado de manera tan burda, plina especial que deroga al derecho común
que no merece ser tomada en consideración». y que la ley ha dispuesto para los miembros
El hecho es que «la paráfrasis, incluso com- de determinadas colectividades; el intérprete
pleja e ingeniosa, en definitiva retribuye muy se encontrará ante una «sumatoria de pri-
poco, aun cuando de otra parte, puede lle- vilegios» que, en presencia de ciertos su-
gar a retribuir bastante. De hecho, la paráfra- puestos específicos, el legislador permitió
sis disuelve la unidad del simple enunciado: a los asociados.
“Smith & Co. tiene un contrato con Y”, y lo Esta conciencia no es únicamente de
sustituye mediante la enunciación de una carácter cognoscitivo, no es un fin en sí mis-
miríada de derechos subjetivos, de deberes ma; por el contrario, tiene carácter operati-
y de facultades jurídicas, etc. de numerosos vo45: permite evitar los llamados abusos de
individuos, en los cuales nosotros no pen- la personalidad jurídica. El intérprete descu-
samos, ni habríamos pensado, al expresar el brirá que “abusar” de la personalidad jurí-
enunciado original»42. dica –es decir, sacar un provecho ilegítimo
El problema de las personas jurídicas es, mediante la interposición del “velo” de la
en últimas, «el problema de determinar las persona jurídica– técnicamente significa
24 Revista Derecho del Estado

gozar de la disciplina especial en situacio- sonas jurídicas no corresponde a la de la


nes diversas de aquellas que justifican su persona natural, por cuanto aquellas son
aplicación: significa usufructuar la exención personas en sentido figurado y el calificati-
del derecho común más allá de los límites vo de tales se obtiene por analogía. La con-
dentro de los cuales el legislador quiso con- secuencia radica en que la subjetividad de
tenerla. El problema de reprimir los abusos los grupos, provistos o desprovistos de per-
de personalidad jurídica, entonces, se plan- sonalidad jurídica, constituye siempre una
teará en los mismos términos en los cuales, subjetividad incompleta, diversa de aquella
en la experiencia cotidiana del intérprete del de las personas naturales»48.
derecho, se plantea cualquier problema de Esta decisión se torna mucho más signi-
aplicación de las normas: el intérprete se ficativa cuando la Casación enfrenta el tema
preguntará si existen, en el caso concreto del abuso de personalidad jurídica. Después
sometido a su juicio, los supuestos para la de aceptar la idea de que la subjetividad
aplicación de la disciplina especial, resumida jurídica de las organizaciones colectivas no
en la noción de persona jurídica; y dejará de tiene la misma naturaleza que aquella de la
aplicar la disciplina especial, restituyendo su persona humana, y que la sociedad y los
vigencia al derecho común, cada vez que la socios son terceros entre ellos solamente «en
respuesta a esta pregunta sea negativa46. sentido figurado», el Tribunal Supremo for-
mula posteriores deducciones sobre las
«condiciones de uso del concepto de per-
4. LA RECEPCIÓN DE LAS NUEVAS sona jurídica» y la represión –por «desapli-
TEORÍAS EN LA JURISPRUDENCIA
cación de normas»– del abuso de la
personalidad jurídica: «en definitiva, resulta
La Casación italiana comenzó a adherir des- determinante la disciplina positiva que se
de los años 70 al orden de las ideas expues- da a los derechos y a los deberes de una
tas hasta este momento. Desde entonces, pluralidad de sujetos; por tanto, es necesa-
encontramos valoraciones que conciernen rio referirse a la determinación de las que
«tanto a las mutuas interferencias, como a fueron definidas como condiciones de uso
las diversidades conceptuales entre las no- de los conceptos de persona jurídica o de
ciones de subjetividad jurídica, de autonomía autonomía patrimonial, y evitar que de unos
patrimonial, de limitación de responsabili- conceptos absolutos se desprendan conse-
dad y de personalidad jurídica»: el Tribunal cuencias no previstas por el ordenamiento
Supremo afirmaba que «la categoría de la jurídico, y fenómenos de abuso de la per-
personalidad jurídica tiende a desvanecerse sonalidad jurídica que lleva a no aplicar las
en una múltiple tipología, no definida quoad normas que regulan otras figuras de dere-
essentiam ni por la organización corporati- cho, como es, en el caso examinado, la fian-
va, ni –en términos negativos– por la inexis- za o la garantía». Lo que merece atención,
tencia de una responsabilidad ilimitada y en este rápido pasaje lógico, es la solución
solidaria de todos los miembros del grupo, no equitativa o justa de la represión del
ni tampoco –en términos positivos– por la abuso, a la cual llega la Casación, por el
responsabilidad limitada de quienes ejercen contrario, partiendo de la revisión del con-
su administración»47. Posteriormente, el Tri- cepto mismo de persona jurídica, despoja-
bunal Supremo dio un paso hacia adelante, do del tradicional «valor axiomático
al considerar que «la subjetividad de las per- absoluto»49.
Galgano El concepto de persona jurídica 25

La orientación se consolida en una sen- es la represión, que ella facilita, de los abu-
tencia más reciente, con la que la Casación sos perpetrados tras el velo de la persona
aplica al voto del socio en asamblea el ar- jurídica. Otro valor es aquel que pusimos
tículo 1375 C. C. referente a la buena fe en de manifiesto: la concepción reduccionista
la ejecución del contrato. El Tribunal Su- restituye a los socios de las sociedades de
premo de antemano afirma que tiene natu- capitales la condición de contrayentes; re-
raleza contractual no solamente el acto mueve el obstáculo que en el pasado había
constitutivo de la sociedad de capitales, sino impedido, en la relación entre socios, la
también la relación que dicho acto consti- aplicación de las normas del Cuarto Libro
tutivo instaura entre los socios, puesto que sobre contratos en general.
la actividad de los órganos sociales no es
FRANCESCO GALGANO
otra cosa que la actividad que ejecuta el con- Profesor Ordinario de Derecho Civil
trato de sociedad; lo anterior a pesar de que Universidad de Bologna
la sociedad adquiera personería jurídica, con
Traducción
la inscripción en el registro de empresas, al PAOLA SPADA
erigirse como sujeto de derecho distinto de
las personas de los socios. La Casación no 1. IRPEF : Impuesto sobre la Renta de Personas
encuentra ninguna dificultad en argumen- Naturales; IRPEG: Impuesto sobre la Renta de Personas
Jurídicas (n. del trad.).
tar que «tampoco podría reconocerse, en la 2. ASCARELLI. Problemi giuridici, I. Milano, 1959,
personificación de las sociedades de capi- p. 234, nota 3.
tales, un obstáculo para la persistencia de 3. S CARPELLI . Contributo alla semantica del
un vínculo de naturaleza contractual des- linguaggio normativo. Torino, 1966, p. 120.
pués de constituida la sociedad, dado que 4. S ERICK . Rechtsform un Realität juristischen
Personem. Berlin-Tübingen, 1955, p. 156.
ya se ha aclarado que la subjetividad de los
5. Para referencias al respecto, remito a mis “Per-
grupos organizados no puede colocarse en sone giuridiche”, en: Commentario del codice civile
el mismo plano que aquella de los indivi- Scialoja-Branca, Bologna-Roma, 1969, pp. 30 ss.;
duos-personas naturales. De hecho, mien- así mismo, a la voz, de mi autoría, “Persona
tras que en este último caso la imputación giuridica”, en Digesto IV.
de las situaciones jurídicas es un fin en sí 6. V. infra, n. 2.
7. V. nuevamente, infra, n.º 2.
mismo, en el otro, la imputación está des- 8. Me refiero a M ESSINEO . “La partecipazione
tinada a traducirse en situaciones jurídicas sociale”. Riv. soc. (1966), p. 956, cuando escribe que
individuales correspondientes a cada uno de «en el hipótesis de actuarse dicha propuesta, se ani-
los socios. Lo anterior nos lleva a afirmar quilaría aquel instrumento técnico-jurídico sin par
que el ente es un centro de imputación –que presta enormes servicios a la vida económica,
dado que favorece la coalición de las fuerzas pro-
meramente transitorio e instrumental, y por
ductivas– que es la “no responsabilidad” de los miem-
consiguiente nos lleva a identificar en la bros de la sociedad y, en términos más generales,
personalidad jurídica (ya no el estatuto de de los miembros de la persona jurídica “asociación”
una entidad diversa de las personas natu- (principio de la llamada responsabilidad limitada);
rales, sino) una particular normatividad, y se privaría de cualquier posibilidad de existir a la
cuyo objeto en todo caso son las relaciones sociedad por acciones, a la sociedad en acomandita
por acciones y a la sociedad de responsabilidad li-
entre hombres»50. mitada; en fin, a las llamadas sociedades de capital».
La revisión del concepto de persona ju- 9. Cit. infra, n.º 2.
rídica seguramente tiene múltiples valores, 10. Aquí el modelo de codificación civil no fue el
entre los cuales el más importante sin duda Code Napoléon, que había ignorado a las personas
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jurídicas. Por el contrario, fueron los códigos preuni- Torino, 1923, pp. 215 ss.; P. TRIMARCHI. Invalidità
tarios, como el Código Civil Albertino de 1837, que delle deliberazioni di assemblea di società per azioni.
en su artículo 25 disponía: «la Iglesia, los Munici- Milano, 1958, p. 19; AU. CANDIAN, en Riv. soc. (1963),
pios, los establecimientos públicos, las sociedades p. 252.
autorizadas por el Rey, y otros cuerpos morales se 20. JHERING. Geist des rémischen Rechts. Leipzig,
consideran como auténticas personas, y gozan de los 1891-1906, II, 2, pp. 518 ss. En nuestra literatura
derechos civiles bajo las modificaciones determina- retoman esta crítica RESCIGNO, en Riv. dir. civ. (1964),
das por ley»; a su vez, éste fue precedido por el II, p. 328; P. G. JAEGER. L’interesse sociale. Milano,
Código Civil del Reino de las Dos Sicilias de 1819, 1963, pp. 8 ss. y 119; S CALFI . L’idea di persona
que en su artículo 10.º disponía: «la Iglesia, los Mu- giuridica e le formazioni sociali titolari di rapporti
nicipios, las corporaciones, y todas las sociedades nel diritto privato. Milano, 1968, pp. 84 ss.; COCO.
autorizadas por el Gobierno moralmente se consi- Volontà collettiva in diritto privato. Milano, 1967, pp.
deran como auténticas personas. Gozan del ejerci- 25 y 131 ss.
cio de los derechos civiles según las leyes vigentes». 21. Entre los cuales debemos recordar, sobre todo,
11. TROPLONG. Commentaire du contrat de société. VAREILLES-SOMMITERES. Les personnes morales. Paris,
Bruxelles, 1843, p. 35. 1902, pp. 147 ss. («la persona jurídica tan sólo exis-
12. SAVIGNY. Sistema del diritto romano attuale, te en la imaginación de los hombres»; y «esta perso-
trad.it. Torino, 1886-1898, III, p. 240. WINDSCHEID. na imaginaria no puede tener ningún derecho, ni
Diritto delle pandette. Torino, 1902-1925, I, p. 232. ninguna obligación»; «los derechos y las obligacio-
propone nuevamente la idea de la fictio iuris, en la nes, atribuidas de manera imaginaria a la persona ju-
última edición alemana traducida por CARLO FADDA y rídica, en realidad pertenecen a personas verdaderas,
PAOLO EMILIO BENSA: «persona jurídica es una persona ya que sólo las personas verdaderas pueden tener
que en efecto no existe, sino solamente imaginaria, derechos y obligaciones»); PLANIOL. Traité élémentaire
que se considera sujeto de derechos y obligaciones». de droit civil français. Paris, 1952, 1, p. 262 («es
La filosofía que subyace a la teoría de la ficción es necesario sustituir el mito de la personería jurídica con
identificada por ORESTANO. “Il problema delle per- una noción positiva, y ésta tan sólo puede ser la
sone giuridiche”. Torino, 1968, pp. 20 ss.: la perso- propriedad colectiva»); antecedidos, en Bélgica, por
na jurídica debía ser sólo ficción en un sistema de LAURENT. Cours de droit civil, I, cit., p. 387 («los
pensamiento, que seguía centrado en el hombre. hombres solo son personas, y tan sólo ellos tienen
13. OTTO VON GIRKE. Die Genossenschaftstheorie derechos»); y por VAN DEN HEUVEL. De la situation
und die deutsche Rechtssprechung. Berlin, 1887, pp. légale des associations sans but lucratif en France
22 ss. et en Belgique. Paris, 1884, p. 42 («la armonía de los
14. Bajo esta concepción, segun revela ASCARELLI. derechos individuales basta para justificar de la mane-
Tipologia delle società per azioni. Milano, pp. 1003 ra más racional todos los resultados que se deducen
ss. se esconde «la tendencia germánica a formular de la existencia de la persona jurídica»). Respecto de
hipótesis de grupos a los cuales atribuir misión la concepción correspondiente formulada, en la misma
hegemónica tras misión hegemónica». Claramente época, por el americano TAYLOR, v. los extractos de
se refiere a la nación alemana y a su concepción de este autor traducidos con el título “La ‘venerabile’
la sociedad por acciones basada en el interés de la persona giuridica”. Riv. soc. (1960), p. 1172.
empresa como tal. 22. KELSEN. Teoria generale del diritto e dello Stato,
15. ORESTANO. Azione, diritti soggettivi, persone trad. it. Milano, 1963, p. 98.
giuridiche. Bologna, 1978, pp. 230 ss., para otras re- 23. De manera análoga, en la realidad prejurídica,
ferencias bibliográficas. se funda en la ausencia de grandes “hombres” dife-
16. ASCARELLI. “Tipologia delle società per azioni rentes de los seres «nacidos por el vientre de una
e disciplina giuridica”. Riv. soc. (1959), pp. 1003 ss. mujer» la crítica que, sobre el concepto de persona
17. ASCARELLI. Studi in tema di società. Milano, jurídica, desarrolló en Italia ASCARELLI. Saggi di diritto
1952, p. 12. commerciale. Milano, 1955, pp. 164 ss.; ID., Problemi
18. LAURENT. Cours de droit civil, I. Bruxelles-Paris, giuridici. Milano, 1959, 1, pp. 233 ss.: este concep-
1876, p. 387. to no tiene «paralelo en la experiencia prenormativa
19. BERNATZIK, en Archiv für éffent. Recht (1889), de la realidad social»; y «corresponde a una
218. En nuestra literatura, el concepto lo retomarían: normatividad que no encuentra su referencia en una
FERRARA SR., Teoria delle persone giuridiche. Napoli- realidad típica (prejurídica), sino en aquella misma
Galgano El concepto de persona jurídica 27

realidad, a la que corresponde el concepto de perso- incluso antes de cualquier “reducción” de ésta, deben
na natural». definirse como “función” y no como propiedad en
24. KELSEN. Teoria generale del diritto e dello Stato, sentido técnico, no es una razón válida para oponer-
cit., p. 110. se a la “reducción” y, para excluir que titulares de las
25. D’ALESSANDRO. Persone giuridiche e analisi del situaciones jurídicas de una persona jurídica son los
linguaggio, antes en Studi Ascarelli. Milano, 1969, miembros que la componen (para el caso de la fun-
pp. 92 ss.; ahora en una monografía separada, edi- dación, observa justamente COSTI, los titulares son los
tada en Padova, 1989. administradores, en calidad de “elemento personal”
26. FERRARA SR. Le persone giuridiche, con comen- de esta persona jurídica; el hecho de que se tomen en
tarios de FERRARA FRANCESCO JR., en Trattato di diritto consideración los miembros –siguiendo la expresión
civile italiano, dirigido por FILIPPO VASSALLI, Il, 2, 2.ª de SCALFI– no en calidad de «hombres en la plenitud
ed. Torino, 1956; reimpr. de la II ed., 1958, p. 33; ID., de sus manifestaciones, sino en calidad de funciona-
Teoria delle persone giuridiche. Napoli-Torino, 1923, rios».
II ed., p. 358. Sigue esta posición FALZEA. Il soggetto 32. Que, con BALDO, habían diferenciado entre las
nel sistema dei fenomeni giuridici. Milano, 1939, p. cosas que «sunt communia pluribus uti singuli» y
64, que se repiten en FALZEA y BASILE, en Enc. del dir., aquellas que «sunt communia pluribus uti universi».
voz “Persona giuridica (diritto privato)”. Milano, 1983, 33. KELSEN. Teoria generale del diritto e dello Stato.
pp. 264 ss. De manera análoga, ARANGIO RUIZ JR., Gli Milano, 1963, p. 102.
enti soggetti dell’ordinamento internazionale. Milano, 34. HART. Contributi all’analisi del diritto, coord.
1951, 1, pp. 91 ss.; así como SCALFI. L’idea di perso- VITTORIO FROSINI. Milano, 1964, p. 67: «nosotros no
na giuridica e le formazioni sociali titolari di rapporti estamos frente a una entidad fictica o anormal, sino
nel diritto privato. Milano, 1968, p. 48: «es induda- a un uso nuevo y extenso de reglas jurídicas, y de
ble que el derecho tiende a regular las acciones del las expresiones implícitas en él».
hombre: es decir que pretende reglamentar los inte- 35. «Estas afirmaciones por supuesto no pretenden
reses de los hombres: pero lo anterior no significa que negar» –precisa A SCARELLI . Problemi giuridici.
tan sólo el hombre puede ser sujeto de derechos». Milano, 1959, 1, p. 242– «el alcance real de la dis-
27. Como escribió SCALFI, cit. ciplina normativa resumida en la expresión “perso-
28. FALZEA y BASILE, en Enc. del dir., voz “Capacità na jurídica”, por el contrario suponen justamente una
(teoria generale)”. Milano, 1960, pp. 31 ss.; FALZEA afirmación opuesta, y no pretenden negar que esta
y BASILE, en Enc. del dir., voz “Persona giuridica”. disciplina es diferente de otras disciplinas y por tanto
Milano, 1983, pp. 264 ss. constituye, por decirlo así, una disciplina especial».
29. Ibíd., p. 266. 36. VAN DEN H EUVEL. De la situation légale des
30. ARANGIO-RUIZ. Gli enti soggetti nell’ordinamento associations, cit., pp. 24 ss.
internazionale. Milano, 1951, p. 94. 37. Para mayores referencias a este propósito, ver
31. D’ALESSANDRO. Persone giuridiche e analisi del mis “Persone giuridiche”, en Commentario del codice
linguaggio, en Studi Ascarelli, cit., pp. 92 ss. Tam- civile SCIALOJA-BRANCA, cit., pp. 24 ss.; ulteriores re-
poco la propiedad de la “persona jurídica” puede con- ferencias en MARZIALE, “Brevi note sul principio della
siderarse de contenido correspondiente al de propiedad responsabilità limitata nelle società di capitali e sul
individual: lo puso de manifiesto COSTI, “Fondazione suo superamento”. Foro it. (1982) 1, p. 2898.
e impresa”. Riv. dir. civ. (1968, 1), p. 5, que a través 38. Respecto de esta tradicional manera de argumen-
del examen de las facultades de disponer y de gozar tar ver MESSINEO, Manuale, cit., pp. 346 ss.: el artí-
propias de la fundación, respecto de su propio patri- culo 2325 C. C., que reconoce a los socios de la
monio, concluyó que «la propiedad de la fundación sociedad por acciones el beneficio de la responsabi-
deja de ser el punto de referencia de un derecho sub- lidad limitada, se explica por la consideración que esta
jetivo para asumir las características de la función, sociedad es «un organismo unitario, que se separa
dando vida a un particular tipo de propiedad (que se netamente de las personas de los socios», y que és-
sumaría a las demás propiedades individualizadas por tos últimos, por consiguiente, «son terceros frente a
la doctrina) o, tal vez de manera más exacta, a una los herederos sociales». Consecuencia de esta visión
situación subjetiva que ya no puede ser reconducida es considerar –en este sentido, NICOLÒ, “Responsabilità
a la figura de la propiedad, incluso cuando, por co- patrimoniale”, en Commentario del codice civile, p.
modidad, se indique con esta expresión». Por ende, 11– que el artículo 2325 C. C. no prevé uno de aque-
si las situaciones jurídicas de la “persona jurídica”, llos casos de limitación de la responsabilidad, que debe
28 Revista Derecho del Estado

introducirse por medio de la ley, a los cuales se re- De «salto de calidad», respecto de las revisiones
fiere el artículo 2740, inciso 2.º, C. C. Una crítica teóricas anteriores, habló PELLIZZI, “La società per-
puntual a esta tradicional visión ahora en ROPPO. “Sulle sona giuridica dove é realtà e dove é vuota formula
limitazioni della responsabilità patrimoniale del (esperienze delle banche)”. Riv. dir. civ. (1981, I), pp.
debitore”. Giur. comm. (1982, 1), p. 250, y en Trattato 482 ss.: «una gran novedad que hoy en día, a más de
di dir. priv., XIX. Torino, pp. 388 ss. 15 años desde la primera obra de GALGANO, sobre este
39. Actualmente concuerdan que se trata de una tema no se advirtió plenamente en la dotrina ni en la
analogia de situaciones jurídicas FALZEA y BASILE, jurisprudencia: el ataque a la persona jurídica no se
en Enc. del dir., voz “Persona giuridica”, p. 235; opi- limitó al plano de obstrucción y clasificación, sino que
na que se trata de «una multiplicidad de situaciones pretendió, tal vez por primera vez, incidir concreta-
diversas», que eventualmente pueden identificarse mente en la interpretación del derecho vigente, al re-
unos «posibles grupos», pero «abandonando cual- volucionar unos principios ordinarios que desde hace
quier pretensión de unidad», ORESTANO. Azione, diritti tiempo pertenecían al acervo de las convicciones
soggettivi, persone giuridiche. Bologna, 1978 p. 266. comunes». Al poco tiempo, PELIZZI añadió que «se
40. KELSEN. Teoria generale del diritto e dello Stato, necesita de muchos años, en nuestro campo, para que
cit., p. 102. las nuevas ideas fluyan hasta los operadores comu-
41. Importante tan sólo es –continúa ASCARELLI, en nes». En la doctrina, adhieren a este orden de ideas:
Saggi di diritto commerciale. Milano, 1955, p. 169– BUONCRISTIANO, Profili della tutela civile contro i poteri
tener conciencia de «su resolución en una privati. Padova, 1986, pp. 100 ss., que también incluye
normatividad directamente concerniente a los hom- referencias bibliográficas; INZITARI. “La ‘vulnerabile’
bres». Importante es –añadió en Problemi e i persona giuridica”, en Contratto e impresa, 1985, p.
giuridici. Milano, 1959, I, p. 255– abstenerse de «dar 679, que también contiene referencias a la jurispru-
un paso cierto sin justificación lógica: es decir, su- dencia sobre el abuso de la personería jurídica come-
poner que la diferencia entre la llamada persona ju- tido por terceros en perjuicio de los socios.
rídica y su socio tenga la misma naturaleza que 46. Había expresado estas ideas en “Struttura logica
aquella que existe entre el señor A y el señor B, y e contenuto normativo del concetto di persona
que por tamto “la persona jurídica” constituya ver- giuridica”. Riv. dir. civ. (1965) pp. 553 ss.; y en las
daderamente, respecto de su propio socio, un “hombre Persone giuridiche, cit., pp. 37 ss. Ahora, PORTALE.
diverso”». El ruso K ORKOUNOV . Cours de théorie Capitale sociale e società per azioni sottocapitalizzata.
générale du droit. Paris, 1914, p. 224, había com- Milano, 1991, pp. 83 ss., pone de manifiesto que en
parado el concepto de persona jurídica, siguiendo a estos mismos términos razonan en Alemania los de-
JERING, al uso del paréntesis en álgebra; de «esteno- fensores de los Durchgriff als Normanwendung, que
grafía jurídica» habló el americano HOHFELI. Fun- consiste «en la aplicación de una norma que fija la
damental Legal Conceptions as Applied in Judicial esfera de imputabilidad o de responsabilidad de una
Reasoning, 3.ª ed. London, 1964, pp. 194 ss. persona jurídica», y de esta manera relativiza el princi-
42. HART. Contributi allíanalisi del diritto, coord. pio de separación o de diferenciacion. Contiene varias
V. FROSINI. Milano, 1964, pp. 69 ss. referencias a la literatura, así como a las aplicacio-
43. S CARPELLI . Contributo alla semantica del nes jurisprudenciales.
linguaggio normativo. Torino, 1966, p. 113. 47. En este sentido, Casación, 5 marzo 1971, n.º
44. Ibíd., pp. 115-120. 581, en Giur. it.,1971, I, 1, c. 959; así como Casa-
45. Permítanme aquí recordar lo que se escribió ción 29 enero 1971, n.º 228, y Casación 22 enero
sobre la «moderna escuela del derecho comercial que, 1971, n.º 118, ivi, 1971, I, 1, c.c. 989 y 999.
sigiuendo la lógica de ASCARELLI, puso de manifiesto 48. Casación 8 noviembre 1984, n.º 5642, en Giur.
la inconsistencia del concepto corriente de “perso- it., 1985, 1, 1, c. 434.
na jurídica”, con especial referencia a las aplicaciones 49. Al «abuso de la personería jurídica» se refiere
en materia de sociedades comerciales de capitales» Casación, 25 enero 2000, n.º 804, en Giur. it., 2000,
(MAIORCA, Voz “Vicende giuridiche”, en Noviss. dig. c. 1663, y precisa que éste «hace posible formular
it., p. 734, que incluye la valoración según la cual, la hipótesis de la responsabilidad ilimitada del so-
«entre todos los temas esenciales del pensamiento cio “tirano”» (aún cuando, en la práctica, el Tribu-
tradicional, el tema de la personería jurídica es el nal Supremo no ha individualizado sus rasgos).
único respecto del cual se determinó, por último, un 50. En este sentido, Casación, 26 octubre 1995, n.º
proceso efectivo de aclaración teórica»). 11151, en Giur. comm., 1996, II , p. 329.

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