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Ficha de lectura nº 3.

Patricio Armijo V.

Datos de la fuente:
Libro: “Topofilia”
Autor: Yi-Fu Tuan
Capitulo: Etnocentrismo, simetría y espacio. (Nº4)
Páginas: 49-67.
Editorial: MELUSINA
Año: 2007.

¿De qué manera la tradición etnocentrista incide en la construcción del medioambiente


habitado?
Antes de responder a esta interrogante, debemos observar de forma breve lo que el autor plantea
respecto del etnocentrismo. Yi-Fu Tuan lo señala como un egocentrismo colectivo que posiciona el
“nosotros” al centro, e incluso sostiene que “es un atributo humano genético”. (YiFuTuan, 2007, pág.
50) En este sentido, la tradición etnocentrista ha incidido en la construcción del medioambiente
habitado de modo fundamental en las dimensiones de espacio y percepción, en la medida que los
grupos y comunidades han aprendido a diferenciarse entre el “nosotros”(o ego colectivo) y los
“otros”(o la alteridad). A partir de esta propensión a ordenar el mundo en perspectiva etnocèntrica, de
manera que sus elementos disminuyen de valor a medida que se alejan del centro, representa una
de las formas en que la tradición etnocèntrica ha incidido en el medioambiente. Por ejemplo, el texto
señala que los diagramas cósmicos de los pueblos no alfabetizados han incidido en el cómo perciben
su medioambiente y son una muestra de aquello, pues configuran concepciones y cosmovisiones en
torno a su cultura y espacio que habitan.
Otra de las formas en que el etnocentrismo ha influido en la construcción del medio ambiente
habitado, guarda relación con la idea de superioridad proveniente del etnocentrismo, pues según Yi-
Fu Tuan, la mayor parte de la humanidad ha tendido al hábito de reafirmar su “yo colectivo” a través
del “mecanismo de sobre estimar su propia importancia frente al resto del mundo” (YiFuTuan, 2007).
Por ejemplo, el autor afirma que: “los antiguos egipcios, aislados de sus vecinos de Mesopotamia por
el desierto y el mar, dieron por sentado que eran superiores que los pueblos que vivían más allá de
las fronteras del valle del Nilo”.
Además de los aspectos anteriores, el etnocentrismo supuso un cambio en las formas que el ser
humano desarrolló para relacionarse con el medioambiente, pues emergió la idea de dominio del
hombre frente al espacio o la naturaleza, desencadenando en que las sociedades actúen sobre los
recursos naturales y amplíen su visión del espacio más que un mero soporte de sus vidas.
En cuanto a los mapas esféricos, el autor plantea que también son elementos de etnocentrismo,
dado que éste ultimo concuerda con la idea de un cosmos circular, pues :”el circulo, más que
ninguna otra forma geométrica, supone un centro.” (YiFuTuan, 2007). Por su parte, Los mapas
medievales en T y O articulan también contextos históricos donde se exhibe el etnocentrismo, por
ejemplo, en la cartografía cuyo “centro del mundo” es Tierra Santa(Jerusalén) , se refleja el sólido
elemento de la cristiandad en la época. Ahora bien, el autor señala que a partir del siglo XVI ocurre
una ruptura, y deja de ser Jerusalén el centro y pasa a ser Europa, representando una emergente
perspectiva euro céntrica de cómo se construye el espacio y que se proyecta hasta la actualidad,
pues en los mapas del presente se observan incongruencias geográficas en la medida que Europa
es representada con magnitudes exageradas en relación al resto de los continentes. Al respecto Yi-
Fu Tuan plantea que: “(…) en los atlas escolares, los países europeos tienen gran prominencia”.
En definitiva, la tradición etnocentrista ha incidido en el medioambiente fundamentalmente, en la
medida que se constituye como un punto de partida para la construcción de la percepción del
espacio habitado por las comunidades, sociedades y grupos humanos. Al posicionarse el “nosotros”
al centro, los seres humanos van construyendo imaginarios, significaciones, generando vínculos de
arraigo y haciéndose parte del territorio desarrollando una pertenencia, y sobre todo, una perspectiva
de mundo que comienza desde el nosotros o el “ego colectivo.”

2.- Referencia de texto y análisis comparado a la realidad.


“El nosotros está en el centro. Los seres humanos pierden sus atributos humanos a medida que se
alejan del centro” (YiFuTuan, 2007)

Observando la realidad de Chile, podemos evidenciar que a partir del etnocentrismo-propio a casi cualquier
grupo humano- nuestra sociedad ha desarrollado relaciones frecuentemente ligadas a la idea de superioridad
de “nosotros” respecto de los “otros”, que se articulan como expresiones del racismo o xenofobia. En este
comentario pretendo colocar énfasis en cómo, las que yo califico como “estructuras sociales” tales como el
nacionalismo, el racismo o la xenofobia están relacionadas estrechamente con la tradición etnocèntrica a la
hora de construir el medioambiente habitado.
Parte importante de la población chilena se piensa como superior al inmigrante de piel oscura, sólo porque
“nosotros” somos de acá y “ellos” son de un territorio ajeno al nuestro. Esta perspectiva del espacio construida
desde el “yo colectivo” que nos agrupa como chilenos se ve reforzada también por actos de odio y discursos
que, más que contrarios a la inmigración, son contrarios a la inmigración negra y pobre. Recuerdo una noticia
del año pasado donde un energúmeno chileno junto a otros compañeros chilenos, apuñalaron a un trabajador
inmigrante haitiano del terminal pesquero, argumentado burdamente que “venia al país a quitarles la pega a
nosotros”. La explicación del sujeto que apuñaló al inmigrante representa aquel discurso racista y xenófobo
que parte desde una visión etnocèntrica, en la medida que el inmigrante se diferencia de mí pues de aleja del
centro de “nosotros” y por lo tanto es un inferior al ego colectivo.
Como profesores debemos responsabilizarnos de este rol central que tenemos en la deconstrucción y
enfrentar estos discursos racistas o xenófobos, que comienzan desde una mirada etnocèntrica de nuestro
medioambiente que habitamos, pero que compartimos con otros.

Bibliografía
YiFuTuan. (2007). Topofilia. Melusina.

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