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donde está Dios. La ciudad estaba arreglada como una novia para su
novio, lista para casarse. 3 Oí una fuerte voz del cielo que decía:
«Ahora, el hogar de Dios está con los seres humanos y él vivirá con
ellos. Serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos como su Dios. 4 Él
secará todas sus lágrimas, y ya no habrá muerte ni sufrimiento, ni
llanto, ni dolor, porque el mundo que existía antes ya desapareció».
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Entonces, el que estaba sentado en el trono dijo: «Yo estoy haciendo
todo nuevo». También dijo: «Escribe esto porque estas palabras son
verdaderas y confiables».
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Después me dijo: «¡Ya está hecho! Yo soy el Alfa y la Omega, el [c]
Principio y el Fin. A todos los que tengan sed, les permitiré beber del
manantial del agua que da vida. 7 Todo eso voy a darle al que salga
victorioso; yo seré su Dios y él será mi hijo. 8 Pero los cobardes, los
que renunciaron a su fe, los abominables, los asesinos, los que
cometen pecados sexuales, los que practican la brujería, los que
adoran ídolos y todos los mentirosos, tendrán un lugar en el lago de
fuego y azufre. Esta es la segunda muerte».
9
Luego, vino uno de los siete ángeles que tenía las siete copas con
las últimas siete plagas y me dijo: «Ven acá que te voy a mostrar a
la novia del Cordero». 10 El ángel me llevó por medio del Espíritu a lo
alto de una montaña y me mostró la ciudad santa de Jerusalén, que
bajaba del cielo, desde donde está Dios. 11 La ciudad brillaba con la
luz de Dios. Parecía una piedra preciosa, un diamante, y era clara
como un cristal. 12 Tenía una muralla grande y alta con doce puertas,
en las cuales había doce ángeles. En cada puerta estaba escrito el
nombre de una de las tribus de Israel. 13 Había tres puertas hacia el
oriente, tres hacia el norte, tres hacia el sur y tres hacia el
occidente. 14 La muralla de la ciudad estaba construida sobre doce
cimientos de piedra, y sobre cada piedra estaba escrito el nombre de
uno de los doce apóstoles del Cordero.
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El ángel que estaba hablando conmigo tenía una vara de oro para
medir la ciudad, sus puertas y su muralla. 16 La ciudad era cuadrada y
su largo era igual a su ancho. El ángel midió la ciudad y cada uno de
sus lados medía como dos mil doscientos kilómetros . 17 Luego midió
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