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EL REVISOR GENERAL:
OBRA PERIÓDICA
JULIO DE 1818.
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MADRID
POR IBARRA, IMPRESOR DE CÁMARA DE S. M.
CON FKIVUECIO KlvAU
MINERVA.
TRIMESTRE QUINTO.
J U L I O DE 1818.
MISCELÁNEA CRÍTICA^^WJ
POESÍA.
Texto.
Non enim gazae, ñeque consularis
Submovet lictor miseros tumulius
Mentís, et curas laqueara circum
Tecta volantes.
Ttaduccion de León.
Porque ni magistrados,
Ni gran riqueza escusan el tormento
De los graves cuidados,
Que en el rico aposento
Tienen su albergue y principal asiento.
Poesía. \ ai
La rnia.
N o bienes engañosos,
Ni el lictor de los Cónsules la pena>
Y afanes congojosos
Del alma aplaca nunca, ni serena
El roedor cuidado,
Que en torno vuela al techo artesonado.
Texto.
Traducción de León.
Léi mia.
Texto.
Traducción de León.
I De qué sirve matarnos
Por largo hacer para tan corta vida?
¿De qué sirve alejarnos
Con ansia desmedida
Por mares de región no conocida?
Que aunque mas pretendamos
Huirnos de nosotros, no podemos.
La tnia.
I Por qué con vida vana
El dardo audaces lejos arrojamos ?
¿Por qué á tierra lejana
Donde otro sol calienta, nos mudamos?
i Quién es el que expelido
De su Patria, de sí también ha huido ?
Te:vto.
Scandit «ratas vitíosa naves
Cura; nec turmas equitum relinquit,
Ocior cervis, et agente nimbos
Ocior euro.
Traducción de León.
Que si á caballo vamos,
y aunque en la mar entremos,
Nuestra pasioii nos sigue á vela y remos.
La mia.
Texto.
Traducción de León.
Xa mia.
El ánimo contento
Con lo que goza, evite la presura
Del por venir; con lento
Riso modere siempre la amargura
De la suerte infelice.
Ningún hombre del todo fué felice.
Texto.
Traducción de León.
La mia.
Al ilustre Pelida
En flor cortóla muerte domadora;
En fastidiosa vida
A Titon larga senectud minora;
y lo que á tí por caso
Negado hubiese, me dará el acaso.
Texto.
Traducción de León.
Hácente á tí ruido
Mil vacas, y cien atos de ganado,
Y siempre andas vestido
Del paño delicado
Dos veces en la púrpura bañado.
La mia.
En Sicilia gatiados
Sin cuento, y vacas bramadoras llenan
Tus abundosos prados;
De diestras yeguas con la voz resuenan
Tus estancias; la lana
Te viste tinta en púrpura africana.
Poesia» 25
Texit,
Mihi parva rnra et
Spiritum Graiae tenuem Camoen*
Parca non mendax dcdit, et malignum
Spernere vulgus.
Traducción de León.
A mí me ha dado el cielo
Que entone el verso lírico gracioso,
Y en un pequeño suelo
Un huerto deleytoso,
Donde huyo del vil vulgo enojoso.
Traducción mía»
Mas á mí la infalible
Parca, en suerte me ha dado una grangita,
Y el ingenio apacible
Con que en lírico son la Musa imita
Al del canoro griego,
Y á despreciar easeña al vulgo ciego.
J.M.yV.
i6
L I T E R A T U R A ESPAÑOLA.
HISTORIA.
LITERATURA FRANCESA.
' V t A 6 S S.
VARIEDADES
I>e la pureza del knguage.
BIBLIOGRAFÍA.
l^oticia acerca de los progresos de la literatura
rusa en losados de 1815/ 1816, sacada de la
que leyó M. de Gretseh elide Enero de 1^17,
aniversario de la fundación de la
hiklioteca imperial,
El Celoso confundi-
do. ( La critica de esta (
comedia se halla en el
tom, 2. del Memorial \
literario pág. 65 ).
Total. . 226.717.
MES DE ABRTI.
Total. . 176.261.
Total.
M Í S DE MAYO.
T o t a l . . . 174.599.
Las Juventudes de
Enrique IV. >• )•.*...*...
El Médico á Palos.
Total. . 155.924..
MES DE JUNIO.
Total. H5.688..
MISCELÁNEA CRÍTICA.
ECONOMÍA POLÍTICA.
Principios de Economía Política considerados por
las relaciones que tienen con la -voluntad huma-
na. Obra escrita en francés por el conde Des-
tutt de Tracy, par de Francia. Traducida al
castellano por Don Manuel María Gutiérrez.
Madrid: En la imprenta de Cano. Se hallará
en la librería de Sojo, calle de las Carretas.
LITERATURA FRANCESA.
\
Reglas de la Tragedia. 103
griegos permitía la aparición de las sombras ó es»-
pectros, y lo mismo han repetido también los mo-
dernos, como en las tragedias de Semíramis y del
Hamlet, &c.
6? Condicion=sLa compasión.
7? — = Principio de terror trágico.
8? — — Union del terror y de la compasión.
No basta para causar la compasión trágica el
presentar una catástrofe sangrienta ó una muerte
producida por el hado, es indispensable también
que el infortunio sea grande y merecido por una
íalta y no por un crimen; ó á lo menos si la des-
gr;jc¡a proviene de este, es necesario que la fata-
lidad ó una pasión violenta disimule la parte cul-
pable. Convengo en que estas máximas dramáti-
cas son ciertas; pero añadiré que puede excitar-
se igualmente la compasión por el infortunio de
un personage virtuoso en grado eminente , quan-
do es perseguido ó inmolado sin haberse hecho
acreedor á tal suerte, ni aun por la mas ligera
falta, y en apoyo de mi observación citaré el
mismo exemplo que Mr. Lemercier indica para
comprobar las máximas que propone, y es la tra-
gedia de EdipcRey—¿Edipo es culpado?—No;
porque donde no hay voluntad no hay delitos Si
hubiese cometido algunas faltas, no serian iestas
las que hiciesen que se tomase interés por él. Es
mas natural apiadarse del desgraciado que no ha
merecido serlo, que del que dio algún motivo
para ello, '
Para explicar con exemploá irtuchos de los ca-
racteres del terror trágico compara Mr. Lemercier
los desenlaces de los Coeforos de Eschylesy- la
Electra de Sófocles, de Eurifides^ y ¿c Creiükn,
104 .-' \ ••Literatura.
el Oresies de T^oltaire y el de Aljíeri: estas seis
catástrofes diferentes: en el mismo asunto, y á las
quales añade las de Semírams y el H^mlet, que
baxo de otros nombres son las mismas, facilitan
los medios de explicar el terror trágico. Las cau-
sas de este terirpr son innumerables: unas veces
es el riesgo inminente de un.héroe que excita un
vivo ínteres: otras es el efecto de una acción cruel,
atroz, que la fatalidad ó las pasiones hacen vere-
simil; ya resulta de fantasmas y.quimeras que hie-
ren la imaginación, ya del espectáculo de obge-
tos tristes, ya de presentimientos, &c. &c.
El terror y.la compasión son muchas veces
efecto uno de otra, y con ñeqiiencia el mismo
espectáculo los produce á un tiempo ; por cuya
razón el autor ha creído conveniente hacer de es-
ta reunión la octava condición, citando en apoyo
el quinto acto Áe Rodoguna, que tan enérgica y
felizmente caasa en los espectadores estos senti-
mientos simultáneos.
.' 9i* Condicionrsi La admiración.
La admiración es el resultado feliz de lo que
constituye lo noble y lo grande j si el estilo es
correspondiente á la nobleza y grandeza de los
caracteres y sentimientos. El autor cita como uno
AQ los mas antiguos exemplos que pueden dar
idea del género admirativo el carácter de Prome'
iéo, que en el drama de Eschiles opone al mismo
Júpiter una resistencia inflexible, y añade á este
exemplo el de la animosa compasión de Antigone,
la. que á pesar de las órdenes del tirano y del hor-
ror de los s"u'plicios, permanece fiel á su obliga-
r o n . Entre las piezas modernas indica la de Po-
}ieuctesy en la qual sobresale el gériero admirativo
Reglas déla Tragedia. 105
en medio de otras muchas bellezas, y advierte
muy juiciosamente que las acertadas y lacónicas
respuestas, los rasgos rápidos y sublimes no ex-
citarian la admiración á no estar sostenidos por el
carácter que manifiestan los personages, cuyos
dichos prontos é inesperados serian solo meras va-
ladronadas, si naturalmente no se conformasen
con el lenguage propio de su firmeza y de su ca-
rácter sublime, El autor examina después deteni-
damente las causas que producen la admiración;
y como en esta parte es evidente la superioridad
de Gorneüle, procura combatir la opinión de
Mr. La Harpey/c\ que uo le hizo en este pun-
to la justicia debida.
Soy de parecer que Mr. Lemercier hubiera
podido dedicar algunas páginas en este lugar de
su obra, á tratar de la belleZfi ideal, que tan
escasamente conocieren los griegos en la tragedia,
al paso que en otras artes dexaron tan .excelentes
modelos; y hubiera sin duda empleado con feliz
éxito su talento é instrucción en descubrirnos las
causas que han producido esta diferencia entre
los antiguos y modernos,
lo.* Condición —Peripecias.
Las peripecias son las mutacionfis de fortuna
de los personages, y se. tienen por tanto mejores
quanto mas rápida é imprevista es e&ta muta-
ción. El autor las reduce á tres especies: Reco-
nocimiento : Acontecimientos: Mutaciones de volun -
tad en los personages; y siguiendo á Aristóteles
distingue quatro clases de reconocimiento, i." el
producido por señales; como cicatrices ó marcas
en el cuerpo de los personages y pone por exem-
plo á Ulises en la Odisea. 2.° el que proviene de
io6 Literatura.
la vista de joyas,, armas, cartas ó lugares com<5 su-
cede en la Zayra y en Semíramis. 3.<» el que re-
sulta de las expresiones de los personages como
en los Coeforos de Eschíles y en la IJígtttiaen
Tauris de Polyides. 4.° La que paulatinamente
traen consigo los esfuerzos de la memoria por la
impresión de una imagen que le renueva antiguos
recuerdos, como en la tragedia de Radamisio y
Zenobia. Aristóteles añade también á estas clases
de reconocimiento el que «curre entre dos per-
sonages á un mismo tiempo, y el recíproco que se
une á la peripecia y la produce ; esta ultima cir-
cunstancia lo hace superior á los otros por el efec-
to repentino y maravilloso que añade, y final-
mente juzga que el reconocimiento mas teatral,
es el que se hace después de haber concluido y
dado el golpe como en Mahoma , en cuya trage-
dia Saida reconoce á su padre después de haberle
asesinado , y en la Zayra en la que Orosman se
convence de la inocencia de ella después de ha-
berla muerto.
Entre las pisripecias producidas por aconteci-
mientos , distingue Mr. Lamercier justamente la
que presenta la tragedia de la Ifigenia, quando
Arcas pronuncia estas palabras
La espera en el altar para inmolarla.
Éntrelas peripecias ocasionadas por la muta-
ción de voluntad indica la doble revolución que
contiene el acto quarto Át Británico.
II.* Condiciona: Fatalidad del destino en la
tragedia mitológica: voluntad de Dios en la sa^
grada.
12.3 — :=.Fatalidad de las pasiones en la tra-
ge-dia histórica, y en la de invención.
Reglas de la Tragedia. 107
Sin el, poder sobrenatural del hado ó de la di-
vinidad no tendrían principia de acción las tra-
gedias de IJigenia en Aulide , y la de' Atalía. El
amor incestuoso de Fedra CAusarin tanto desagra-
do como horror, si esta princesa no fuese arras-
trada por la fuerza de un hado invencible, y la
idea de este hado es la que hace se toleren los
horrores, que constantemente se advierten en las
tragedias en que se presentan los Pelófidas y los
Labdacidas. A la fatalidad se ¡untan las predic-
ciones que hacen los adivinos, y los profetas.
En la tragedia histórica ó de invención se re-
conoce un género de fatalidad de pasiones, ó lo
que es lo mismo una fuerza como irresistible,
Mr. Lemercier cita por excmplos la Hermione de
la Andrómaca, el Ladislao del Venceslao, y Rada-
misto en lá tragedia de este nombre ; concluyen-
do del examen de estos exemplos que las pasio-
nes excesivas son las mas teatrales. Acaso deberla
el autor determinar quales son las pasiones que
por su extraordinaria violencia y por sus mismos
excesos pueden perdonarse, y explico mi idea ad-
virtiendo que se perdona fácilmente un crimen
causado por el furor , exceso y arrebatado de una
pasión como v. g. el amor, y este mismo crimen
no se sufrirla, si lo causase la mas violenta y de-
senfrenada ambición.
13.* Condición := Género de fasiones eonvenú/n»
tes d la Escena.
r 14.?.'— = Caracteres.
l^.\.'—zs Costumbres.
El géiiero de pasiones convenientes á la esce-
na para prodiicir su efecto completo, depende en
gr<^n parte de las costumbres'de l¿s espectadores.
io8 Literatura.
El autor explica con suma inteligencia, por qué
el amor, del que no se valieron los griegos co-
mo pasión trágica, ha ocupado y debido ocupar
un lugar tan importante en la tragedia moderna,
y con este motivo compara á Ariadna con Medea
y k^Fedra con Dido.
Pasando á los caracteres dramáticos dá 'á co-
nocer fácilmente el talento de Corneille que bri-
lla en los Horacios, en Ciña, en Nicomedes , y en
otras muchas tragedias suyas, que sin consevar tan
gran fama como'^/íi/w, tienen sin embargo ca-
racteres mas bien inventados y sostenidos. El au-
tor no aprueba el carácter de Mahoma en la tra-
gedia de Koltaireylo encuentra inverosímil ba-
xo de muchos aspectos, y admira la superioridad
de Racine , en el arte de pintar los que resultan
de las pasiones del corazón , así como la de Sha-
kespeare en la pintura de los de todo género.
Las costumbres, esto es las costumbres locales,
son relativas á las personas, lugares y tiempos;
esta regla no es tan esencial como otras muchas,
principalmente quando el espectador no tiene un
conocimiento exacto de aquellas; los dos exemplos
de Bayazeto y de Zajfra prueban que un asunto
puede tener buen éxito sin la observancia rigoro-
sa de la» costumbres locales , y estas bien presen-
tadas dan el mayor realce á la Atalia que es en
verdad una obra maestra.
16.* Condición —Interés dramático.
Siendo entre los antiguos menos complicado
el arte, no era de consiguiente promovido elun-
teres córi tanta viveza, al paso que en las compo-
siciones modernas la complicación de la :¡ntriga
y de la acción ha proporcionado mas recursos ps^
Reglas de la Tragedia. 109
ía excitarlo y sostenerlo: entre las tragedias de esta
clase se pueden citar el Venceslao, el Cid, Hera-
elio ,: Rodoguna , Mahoma , Semtramis, Alzira,
Zaira, Tañeredo y JR.a¿iíímiíío. Tenemos tragedias
cuya intriga y acción son menos complicadas, y
en las quales el desarrollo de las pasiones, las agi-
taciones continuamente variables de sus víctimas
interesan con viveza á los espectadores; de este
número son la Fedra, Medea, Polyeuctes, Kan-
doma, las JElectras y la. Ingenia en Tauris.Vno
de los mas abundantes manantiales del interés es
ló patético sostenido ,.quando sobresale en las tra-
gedias .simples, en las,quales el poeta tiene mas
espacio para desenvolver los afectos del Persona-
ge; dEíinalraénte hay iunadasí de interés que su>
ministra• la política,,' .coinb ¿n c\. Brüárdeo^ eá
c\ Brnia.'p'snlclMuer/ano dt la GWwarentonces
laS: leyes qüe,estáni en,peügto de; sfic:quebranta*
das, las costumbres públicas que se Ven amenaza*
das y la ruina de un reynó forman.la esetKia éú
aiuntoi y los infortunios particulares son; ¿nica»
jnente las.circuostancías. : '' .
Ij.* Condiciona Exposición-:'. ; ; I J ' - U-.-V >v
l^3::n-^<7s\F.lzaDeda\ó ia intr^ti. • -'so 1
• l'g^^—r<^Ch:den dedos actos.
:;. ¡aa.* ^^ — Ordin dflasescmas'frbic'ipales. '
'• •%}.'^i'~-'s=:.Desenlace^\'- • •..:•;••,A.. •• ••>
i,: H a y muchas, .clases- de- éxpoáidsnsesrk qt}e
manifiesta el asunta daiina i»ccion.8Ímple:4á qu*
anuncia, «na ac&ioni compuesta ,;áibkítt müciías
«t:ciones;ique. proceden', 'juntas, y lá exposición c^
ü n de; la? pasionei y caracteres:: -basta sin^duda
con indicar esta división, y no entraré.eri p©r me-
noresjíni «JEemplos:,; purque está.paft&idel aite es
lio Literatura.
acaso en la que con mas facilidad se satisface al
espectador: las bellezas y el primor de la expo-
sición influyen poco en el buen éxito , lo prepa*
ran sí» y las demás condiciones lo consiguen. Una
lucida y acertada exposición puede llegar á ser pe-
ligrosa para el buen éxito del drama, sino corfes-
ponde todo lo demás que se sigue. En la tragedia
del Edifo Rey, de Sófocles, á una magnífica expo-
sición se siguen hasta el desenlace las escenas del
mayor interés; El autor oBserva con sumo .acier-
to que la exposición de los caracteres no debe
verificarse por el retrato que, de ellos s e hace, si-
no poniéndolos en accion^en' las personas á^íjüier
lies s»áribuyeiL i ' •; '• v: •" : • •' •
La,c}arj(áad de la exposición mdinariamentg
llev,a.coijasigo.]a¡deí¡la intriga, y el enredo de es-
ta es indispensable colocarlo enmediade;Ia acción;
el autOE;cita.con este motivo-la tragedia ¿9' tíe-
roíiis yüla ¿e \Fedra i 6tí^la-qaal esta.dEclara:.Mi
amor »' Mip&lita por el nmiar de la muerte de- sü
esposo up^oísipárece T,heseO'át repente ,.; y desde
entonces el terror y lo patético -dominian^el asunto
y se forma el enredo. . ,< J r •.' j ' . - i
El orden de actos es un¿ xondifcion -«luy !Jie-
cesaria para la perfección del co*njúnto-ry O* lo
es mencis;'^:tde'|as escenas íprincipalésí-Efi la. obra
de Mr. Lemerciex los priucipSoír-d¿l buen-'gesto
tjiTe .KJorcesjpQDdcn á estas reglas se aclaran tanto
con lt>s.eáomplo6.de.los;dra¿ias;íen Jos quescaio-
lan. los ideifáctffis.qoe lesision con-trarios ,;quanto
/por lá indicación de aquellos> á.cuyo;buenr.éxito
jia contribtaidó el-cuidado que se ha puesto en
•observífrlas. •• •-'• >. ^.';.,;,!Í "
. En • qúanto ^ l desenlace se.. considera • de treí
Reglas de la Tragedia. 111
clases que son felices, desgraciados y mixtos. Los
desgraciados son mas propios de la tragedia, cuyo
argumento y discursos s^ dirigen á horrorizar y
enternecer. Aristóteles r^rueba los desenlaces fe-
lices: el de Ifigenia en AuUde y el de .la- Adelay-
da df Quesclin son de este número; pero semejan-
te clase de,desenlace SOIQ en las piezas, cuyo fon-
do eS; muy patético, obtienen la aprobación del
publico;' y los desgraciados, como eti Poliettetes,
la Alzira-y.^ayra y Taner^do contribuyen mucho
pías al buen éxito de las obras. i .j T
Solo en los drattia's^í'Ppl'ís puede, seí.el .desen-
lace feliz ó desgraciado ;.(qiin(0 en ^rPiloct.etes y
en el Ayax, pues en los,intrincados y.enredados
son ppsJo común mixtos.,:,-:;.: . i. :,, : .:
.^ 1%,^- Qtndicion == Eslih ^9pio de4ef,[ Tf^gtdiai
. . ^ ( ? -r^=feJJííí/ofo iacóttmjf.elemttdfí'',;.''. -
£1 autor había tratado ya mas de una y^z «r^
su, obra ,deLÍa,-necesidad, de |ic0modai:„u^l; estilo á
las ideas que ha de expresar, y aquí habla.deJ.es.t
tilo i^„gejtífe[a},; Las_calidades, del,..estÜP! trágico
«e r^^uícii>«.4'js^ claro ,si#;^¥oCípmuOine&><>«&, «Ifer
gante,,e'íi ,loelí) «l;i^%r?ll3;i §xórnadon^íi.i]a.;eK,pQ-,
sicipn,deili'^rgVímen!6o y-eajaá descrip^jisneí K§fen-
sillo yiafectv^OiSo ea l^iaftíioij»; . ,: ,;t;r'j.',; -! i .
- .. Íl::á«Jo^ elevado,,se,t 1,|ía ,«>aSi ^ ¡WA«^í»s
tragedia^;}! pjíjrft el Jacóí>iÍ402^m;nws4cQmuB. .^íré
los griefeQjs :r;p||$ei;va;«l autof'que Qirm^t.%^^o el
mérito 4e,scíbte,saíir;,ep ^st^;.d§?;efipe0Áe8..^ 4m
logo: la brillante escena de U o ^ r ^ y^itifO^df <fn
cljCíí^ Está',desem,pfeñ9da!-6!e«ijin.'^l,fp»«)íi«íí 4l^ tea-
íso >grieigotj;iy-í:c)níig*a , & # í í ^ 6 Mn- rí^emnier
^S' ien,«su parte ddlíait«!,c0% «ps fosU^a^'íiWftt
los efectos.4Uí^iíi4ica.í:,l%i'«visa?. .; , ,,, .
ira Literatura.
1^.^ Condiciona Quadros escénicos.
25.*^—z=. Simetría teatral.
Tiene razón el autor en decir qüfe los qüadro'i
ó grupos que los actorBi forman en el teatro de-
ben ser variados, de modo que no se vean lai
mismas personas reunidas de acto en acto, sin que
concurran algunas otras; y aconseja que no sé
presenten mas: de dos. veces las mismas personas
en numero igual. Por lo que hace á los lances de
teatro-^dmlra- justamente iel del 3.*^ acto" de Ifige'
nia , producido por el stílO'verso ya citado, y las
diverSai siíiiacícwies del J*? ííf la Roáogíltía.
Larsimitria tcat¥ai proviene dtí la'disposición
de caracteres'seméjanttíí,''6 délos que seeoWri^-
ponen: cita por exemplo'dé lo uno los dcrs \í€í-
ítK^noiünhL Rodogüíiai y de lo otro et eritiisia&mo
de Po/yíKí/íí contrapuesto á la virtud política de
Severa. '•"• ' • • ' { '^' • • "•••' '<'• •
• a6:«'J- Ú>ndieimi=-Lak-eünion de iodan las anh^
CtdenÍtf.-<^^'-i' ^ ,' - ^ ' - V - . J : ' . •.'- ;,:i r..;p ?.,.• ;_^!
f--i :E^ atiWf-aplica álk''tragedia ák AuUa'U^x'é''-
glás que/fotman las-'cetfdíéíones del blieft'éjcito, y
pr^á\ft-*'dáffiostíár M^ué tddaiiellás <sé"ha4feií'teü¿
nidás. en' 'é«^ '• obr* itfáefáfrsK itét'téatr^ ¡ francés,' 1 o
que le proporciona un"toedio ingertiéisié'^féüíz de
preisé«ar % i^tíáfpitUilaéibrii'geííeralde'qüanto an-
teríóriHeiít§'liá'^lcho'st3fe«'«'la trffgédfey hatíéndótó
máí''psit«^ibl¿ póí'l* «jcáifitiid dd'la a^lieacioni
estií pa'rté-íle su traisají)' «s ün Üxcel^tlte-hotíiénaí-
gfe-p-fesíaik)á-:K^fifeft ^'i.^''"'- in.i.M'^' i.' • • •
- '5 H e hecho de e** parte del cüíso-''di? i^/r. Le^
inmiiff'ún -ftiero' afifitMfó'deíémbar'ízXda 4e las i^
biíft'é'jlJplícacionefe que <hft silbido dSí-^l ^ü^r de los
principios, y priacipálmente <lé los-porm^ftéíes-y
Realas de la Tragedia. 113
de los numerosos exemplos que forman una demos-
tración tan agradable como evidente. Me atrevo á
creer que la sencilla exposición del plan y execucion
de esta obra bastará para conciliaria todo el favor
que se merece; pues que amplía y allana á un
mismo tiempo el método de la enseñanza litera-
ria, y me parece no podré terminar este extiacro
de mejor modo que copiando la siguiente frase del
autor.="¿Quc debemos concluir del examen de
«tantas condiciones necesarias? que el talento, la
fícloqüencia, el fuego en el estilo y en los pensa-
»>mientes, y en una palabra, el ingenio no pro-
«duciián nada perfecto sin el orden: en efecto
>»el orden que reyna en las obras medianas no
»»bastará para hacerlas hermosas y duraderas; pero
»>las bellezas sublimes y eternas no adquieren to-
»"do su explendor sino por un orden elevado que
») se les asemeja."
HISTORIA.
Total. . 214.082.
MES DE JULIO.
'•'•' S É W Í E M B R E DE 1818.
• MISCELÁNEA CRÍTICA.
LITERATURA ESPAÑOLA.
AGRICULTURA.
• . : Í; BOTÁNIGA.
P O E S I A. f ^ ^ •' •
LA FIESTA DE ALEXANDRO.
ODA DB SKYDEN PARA CAKTAilSB BK BI.. » I A , DE SANTA
Cecilia j traducida p o r . . . . <
:•; LlT^kÁ:TX3(RÁ';ÍEX'rRAíí
INGLATE¿KA.
R USI-A.
. XÍTERATURA' E R AN C E S A : "
VARIEDADES.
Total. . . . 49.511.
MISCELÁNEA CRÍTICA.
14
2IO
POESÍA.
TRADUCCIÓN
DE LA ODA 1 1 1 DE ANACREONTK.
N O T I C I A S LITERARIAS Y D E OBRAS
nuevas en las naciones extrangeras.
Total. 171.173-•
DE LA MISCELÁNEA CRÍTICA.
LITERATURA.
POESÍA.
HISTORIA.
BIBLIOGRAFÍA.
ECONOMÍA POlfTlCA.
AG111CUI.TURA.
BOTÁNICA.
MEDICINA.
NECROLOGÍA.
VARIEDADES.
I
De la pureza del lenguage. 45
Sobre las guerras modernas y la historia de
los tratados de paz. 48
Pérdidas en hombres y dinero de la Suecia
en suguerra con la Rusia fw 1 7 8 8 / 1 7 8 9 . 188
Extravagante opinión sobre otros globos en el
centro del nuestro. 189
Descubrimientos útiles sobre el alumbrado por
medio del gas hidrógeno carburado. 216
índice. 223
TEATROS.
'•-.•:-i, ^
ERRATAS.
Pág. Lín. Dice. Léase.
73 .... ig, excendente t. excedente.
78 .... 17 excendan excedan.
p6 .... 20 tomo libro.
133 •••• »s /""• p*":
xoo .... ££ fomunicada, «..•. continuada!