mom

V M ü i J â 1B *
 Tres imágenes de un retorno inolvidable: la vuelta de Alfredo /d a
rrosa a su Montevideo marcó el comienzo de una etapa que va más alia
de lo artístico, para convertirse en todo un símbolo del desexilio V la
enopne adhesión popular que el hecho despertó, hablan a las claras de
la ineludible necesidad de ese pueblo de reencontrar a sus Intérpretes
NUEVA VIOLA adhiere a la alegría de todos, y en particular a la de
Alfredo y la de todos sus compañeros músicos. El Canto 1‘opular no
sólo ha reconquistado a uno de sus grandes, sino que todo ju n io , en
un trabajo colectivo más que remarcable, inicia ahora una nueva etapa
en un país que todos esperamos también sea nuevo.
 cuplé de atualidá
ALGO ESTA CAMBIANDO...
...en nuestra música popular. Re­
sulta que los muchachos de ADEM-
PU (¿linda sigla, no?) no se reúnen ni
en un local familiar, ni social, ni gre­
mial, ni nada parecido. Desde estas
páginas lanzamos una seria adverten­
cia a novias, madres y compañeras:
ojo al gol. Las reuniones de la directi­
va de ADEMPU tienen lugar en un
oscuro tugurio de la Ciudad Vieja, ca­
si en pleno bajo, en medio de mur­
mullos de una suave música que nada
tiene que ver con la que ellos hacen,
chocar de vasos, insinuantes conejitas
que les encienden los cigarros, y
otros alicientes más. Así cualquiera
hace gremialismo, ¿no?
por El Mudo
*
SALEN CAMIONES
Si en el recital de Viglietti había
un montón así de uruguayos, no mu­
chos menos cruzaron el charco para
la presentación de Silvio Rodríguez.
Lástima que los dos no se presenta­
ron el mismo día, porque en ese caso
no hubiera alcanzado ni el estadio
de River para meter a tanto uruguayo.
*
AL MAL VINO, BUENA MUSICA
El ágape de inauguración del Ta­
ller Uruguayo de Música Popular fue
una lucidísima nota social, a pesar

*
DE BIOGRAFO
Hasta ahora, la fama, el encanto y
la presencia de nuestros cantores po­
pulares no había trascendido de los
escenarios. Alguna presencia en las
pantallas de TV, y nada más. Desde
del vino, me acota el hígado. Se
charló, se discutió sanamente, se in­
tercambiaron experiencias, en fin, to­
das esas cosas que suceden en esas
cosas. Lo único que salió de lo nor­
mal (aparte del vino) fue el candom­
Conocido amplificador en el preciso be final, tan mal tocado como mal
instante de ponerle la firma a un aco­ bailado, fundamentalmente por las
ple. Sr., ¿me da otro Chanchonello? huestes femeninas de nuestro CP.
Gracias gordo, vos si que te me subis­ Que no se repita.

hace unos días, algunos de nuestros
artistas tienen un motivo más para
mirarse en el espejo: Eduardo Dar-
nauchans, Carrero y Larbanois, los
de la Reina de la Teja y el Bocha Be­
navides fueron filmados por un equi­
po franco-argentino que está prepa­
rando una producción independiente
con éxito femenino asegurado. Nos
imaginamos el entusiasmo de Carre­
ro. Y la alegría de Don Bocha.
PARA LOS UNITES
Ya que mencionamos a La Rei­
na, digamos que el 20 de este mes
se presentan en el Madison Square
Garden. ¿Qué tal? Del Progreso a
los newyorques en un solo salto...
La idea fue de una empresa que se
llama nada menos que “ La Celeste
Inc.” , y también llevan a Américo
Torres para presentarlos. Bancámelos
a la vuelta...
*
te en el carrito. Cuando puedas, de-
volvémelo, que no te guardo rencor...
Canto Popular en la 30? En esas on­
das, el Dr. Guadalupe, Tito D’Angeo-
DEJALO AL ELBIO, CHE
lillo y Alberto Decarlini arman un de­
leite pa’los oidos. Y para los cazado­
Entre el intercambio de experien­
res de furcios, Dios libre y guarde. El cias a que hice referencia, hubo una
Dr. Guadalupe inventó “el disco sim­
que toca de cerca a un integrante de
ple de larga duración” . Carbone y el nuestro staff: por enésima vez, Lauri-
Quique Abal andan desesperados pa­ ta Canoura increpó al Elbio por la
ra preguntarle cómo es, ya que el in­ sangrienta crítica que este perpetrara
vento solucionaría todos los proble­ contra el último LP de Rumbo. Cal­
mas de la industria discográfica.
*
Y AL FINAL SE ABRAZARON
culando que el disco salió hace ya co­
mo dos años, ¿no te parece que es
hora de perdonarlo? Y conmigo no te
hagas la ofendida, porque te mando
al Fabre a que te escriba unas líneas.
Otra del mismo recital: en uno de
los escasos silencios que se produje­
ron, una voz anónima reclamó desde
la popu “ ¡Decíle a Zitarrosa que su­
ba al escenario!” . Ni que decir, que
*
NO COMPREN CUADERNOS
hubo otro silencio, y después un lar­
go aplauso. Viglietti terminó de afi­ Si ustedes están aún en edad liceal
nar la guitarra despacito. Y entonces no se apresuren a comprar cuadernos,

*
QUE HACE, DOCTOR
¿Se enteraron que los sábados de
tarde hay un nuevo programa de
levantó la cabeza y dijo: “Si el com­
pañero Alfredo Zitarrosa está aquí,
que suba al escenario” . De las prime­
ras filas de la platea se levantó un
hombre de traje gris. Y allí, al borde
del escenario, los dos se abrazaron.
Como para no festejar ese reencuen­
tro, ¿no?
porque van a salir unos muy reco­
mendables para cualquier asignatura:
los que editará Banda Oriental bajo la
prestigiosa firma de dos periodistas
de esta casa: Elbio Rodríguez Barilari
y Víctor Cunha. El primero de ellos
está dedicado a Carrero-Larbanois (el
burro siempre primero, Mario).
 *
TARDO, PERO LLEGO
Otra del rubro publicaciones: des­
pués de largos años de espera (Fer­
nando hace las cosas muy en serio)
acaba de aparecer el Volumen II del
Cancionero de Canto Popular cifrado
por Fernando Cabrera. Es un libro in­
dispensable para todos aquellos que
aspiran a darle a la viola como si su­
pieran. Cómprenlo, que yo voy a me­
dias. Gracias.
NO HAY OTRA ALTERNATIVA
Los viernes de noche, entre los ha­
bituales ruidos de fondo de Canal 5,
es dable escuchar música de la buena:
mucho canto popular, mezclado con
rock picante y melodías por el estilo.
Todo bárbaro, viste, lástima que a los
tres conductores todavía no les saca­
ron el almidón. Cuando uno los ve
aparecer en pantallas, lo que cabe es­
perar es que presenten la Patética de
Beethoven. Pero a no aflijirse, que
en cada programa ponen ,como tres
sonrisas más. Alfonso Carbone, Da­
niel Prosdócimo y el gallego Cola-
francescholi, y ahora fuera de toda
broma, se están mandando un progra-
món como nunca se había visto en
nuestras pantallas. Como para dejar
la tele encendida, ¿viste?.
LEO MATA MIL
En una época donde los cantores
parecen haberse olvidado de las salas
teatrales para realizar recitales, Leo
.Masliah se dio el lujo de llenar reite­
radas veces Casa de Teatro. Tras ese
éxito, Leo viaja a Buenos Aires, ra­
zón por la cual no figura en las carte­
leras del festival gigante de ADEMPU.
OTRO CANCIONERO
Este sin cifrar, pero con mucha
modestia. Lo hizo don Rubén Lena,
y puso un sólo tema de él, a pesar de
que tiene una pila de temas de Los
Olimareños. Lo editó también Banda
Oriental, y se agota.
VIENE BELCHIOR
Como me la dicen, se las cuento:
en agosto viene Belchior, uno de los
más comprometidos cantautores bra­
sileños de los últimos tiempos. A la
vez, el mismo Belchior está preparan­
do la edición en Brasil de sendas pla­
cas de Damauchans y Mateo, en sello
propio.
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GIECO CON NOSOTROS
Estas líneas de León Cieco no nos
dejan mentir. Eso es lo que se llama
un cantor solidario. Que tomen nota
algunos de por aquí. Y muchos de
por allá también. Gracias, León.
*
A DIE LOS VERSO
Andan por los ómnibus capitali­
nos ofreciendo números viejos de
“Canto Popular” , algo muy digno en
su momento, pero que para nada re­
porteaba a Zitarrosa, Viglietti o los
Olima —como anuncian los voceros—
ni tampoco explicaba lo inexplicable:
por qué la Falta y la Reina no ganan
nunca. Atenti, pibes, que la historia
se escribe de otra manera.
¿DONDE ESTA BONALDI?
Infructuosas pesquisas han tratado
de establecer el paradero de Jorge
Bonaldi (a) “La Valija” , cuyos últi­
mos rastros se pierden en varios des­
trozados corazones femeninos. Al­
guien d(jo que por Europa andaba.
Por lo menos eso dijo él. Yo no digo
más nada, porque la última vez que
anduvo por casa me liquidó la botella
de vodka.
*
VUELVE HUGUITO TROVA
También en Casa de Teatro, un
“desaparecido” hace su reintré, ahora
con un grupo de apoyo. Se trata de
Hugo Trova, quien en virtud de con­
tar con tanto músico detrás, dejaría
de andar tocando dos intrumentos a
la vez, como cuando se cuelga la ar­
mónica y la guitarra. Mandá invita­
ciones.
OTRA VEZ LA NEGRA
Que Mercedes Sosa es una señora
artista, ya todos lo sabíamos. Pero
ahora también sabemos que ella sóli­
ta puede llenar una saín... con una pe­
lícula. La comprobación fúe posible
hacerla en la Semann del Cine Argen­
tino de C’incmatccii Uruguaya, donde
el filme “Como un páiaro libre” de
Ricardo Wullichcr y cllu como única
protagonista, deslumbró tanto que
ya se habla de estrenarlo individual­
mente en alguna saín de las muchas
que dispone Cine niul n ¡i
*
SIEMPRE PUNTUALES
Pablo Estramín y Diño fueron en
yunta a Buenos Aires al recital de
'Viglietti. Una vez allá, combinaron
con Fabre para encontrarse en casa
de éste y juntos concurrir al recital.
La puntualidad de Fabre es inglesa.
La de Pablito y Dino, de las Malvinas.
Resultado: Fabre llegó tarde, y los
dos cantores más tarde todavía.
SECCION MODAS
Esta sección se complace en desta­
car lo estupendo de la “robe de
chambre” conque nuestro colega Zú-
ñiga recibió a los cameramen del pro­
grama “Alternativa” . Monísimo, che.
La semana que viene te mandamos al
fotógrafo.
*
VIENE MORGADE,
SE VA PARECERES
Hasta los canguros deben saber a
esta altura qué es una murga: José
Morgade se pasó la tal temporada en­
señándole a los australianos todo eso
del redoblante y los cuplés, y ahora
viaja a Nueva York a encontrarse con
La Reina. Su lugar en esas lejanas tie­
rras lo ocuparán los tres de Pareceres.
El negro Yamandú ya mandó pregun­
tar si en Sidney hay tinto suelto.
 ¿ROCKEROS A MI? / E S ¿JAJA VERGÜENZAL
A L FLA C O NO H A Y
En ese mismísimo programa, yo a U B D A R L E M A S V/NO
ya abrí la bocina para opinar qué A N T E S P E <3UE
pienso del rock nacional, así que a CA N T E ---
nadie le puede extrañar que coincida
con el resto de los muchachos de la
redacción al opinar que el cassette
sobre el tema que sacó La Batuta es
de regularon para abajo. Y no la sigo
porque debe estar por llegar algún
rockero. Que hasta en la revista los
tenemos, y de los pesados.

*
BLADES POR LA VUELTA
Nos llegó carta de Rubén Blades,
contándonos, entre otras cosas, que
estará por aquí en también en agosto.
Lo divertido del caso es que quisie­
ron currarlo desde estas mismas tie­
rras: una firma uruguaya ofreció con­
tratarlo, y suscribió como dirección
una en la que sólo había... un baldío.
Consultados Cabrera, Aguerre, Re-
cagno y Echenique, negaron toda vin­
culación con el caso. edición de “Cuando arde el fuego

*
SI, YO MIRO LA REVISTA
nuestro”, grabado por Los Olima en
España en el 80 (sale por Palacio).
Víctor me recuerda que el Darno
también está grabando para Palacio,
de la antología “Desde Tacuarembó”
(Sondor), una ensalada “Canciones
de la Patria Grande” (RCA en curro
con CX 30)’, “Mambembe” , de Sole­
dad Bravo (RCA, pero sin curro).
con su nuevo grupo rockero. Guada­ Enrique Rodríguez Viera graba como
No me refiero a esta revista, sino a lupe dice que Fernando Cabrera ha solista para Sondor. Orfeo edita “Co­
La Revista Estelar. Sé que mucha vuelto a grabar solo, en IFU, pero no menzar de nuevo II” . Dino está gra­
gente anda despotricando por ahí, se acuerda para qué sello lo hace. bando con el grupo “Quién” para
pero, ¿saben una cosa?, entre plomos Aldo dice que Jaime Roos también Sondor. Ornar Romano anda embala-
y otras yerbas, fue en ese programa tiene un disco pronto para salir. dísimo con la idea de hacer un disco
que vi pasar por primera vez Canto El Bocha mandó decir que Carrero- de tango . Y muy bueno lo de Fono-
Popular. Como también lo vi por el Larbanois editan “ Antirrutina” en música editando “Unicornio” ( ¡qué
programa de Cristina Morán. Y por Buenos Aires, por EMI Odeón. El discazo, eh!) y la antología de Gui-
ninguno más hasta este año. Que así Toto Da Silveira dice que saldría por llén y Martí a cargo de Pablo Milanés.
conste, porque ya hay muchos co­ fin la esperada placa de Eduardo Ma­
rriendo detrás del carro.

*
RINCON PRESTADO
teo. Y Caula dice tanta, pero tanta
pavada, que mejor no pongo nada.

Como siempre, me tiran para mi
humilde espacio cosas que debérían
haber ido en otro lado. Por ejemplo,
Elbio dice que hay que destacar la
* *
UN BATUTAZO
¡UFA, CHE!!! Un último chisme, y posta-posta:
Alfredo Zitarrosa firmó para “La Ba­
Todavía quieren más: nuevo disco tuta” . Los del Palacio Salvo se van
de Georginho, inminente aparición p ’arriba.

EQUIPOS TODA LA MUSICA DEL G U ITA R R A S

BAFLES
M ICROFONOS
CONSOLAS
BANDEJAS
DECKS
V'
MUNDO ESTA EN ORGANOS
BAJOS
PIANOS
S IN T E T IZ A DORES
BONGOES
ECU A LIZA D O R ES | G U ITA R R O N E S
LUCES CUATRO
EFECTOS CI |£l |C
ESPECIALES C A V A Q U IN H O S
CUERDAS Q UENAS
FUNDAS TRAVER SAS
CABLES ACORDEONES
PUAS CHARANGOS
COLGANTES M A N D O LIN A S
AFIN A D O R ES R E Q U IN TO
STEREOS SAXOS
S IN TO N IZA D O R ES TROM PETAS
COMPRA PINCUYOS
VENTA BANJOS
CANJE UKELELES
REPARACIONES P A N D EIR O
ASESO RAM IENTO ETC.
18 de Julio 1735 - Gal. "18 y Gaboto" Loe. 10 - Teléfono: 40 27 93

TODOS AL FRANZINI EL 7
-L -
El próximo 7 de abril, la Asocia­
ción de la Música Popular Uruguaya
ADEMPU) realizá un gran espectácu­
lo que contará con la participación
de más de treinta números de prime­
ra linea, hecho sin precedentes en la
historia de nuestra música. La finali­
dad del espectáculo es hacer la pre­
sentación de ADEMPU al público
Seguramente el lector no pudo evitar una sonrisa condescendiente cuan­
do se enteró del fallo del concurso municipal de agrupaciones carnavaleras.
Una vez más, todos lo sabemos, no se hizo justicia. No se trata de que los
ganadores sean carentes de virtudes y merecimientos. Lejos de eso, tanto el
primer premio como el segundo compartido fue para agrupaciones que tie­
nen una trayectoria y una tradición, como lo son Los Saltimbanquis, Los
Nuevos Saltimbanquis y La Nueva Milonga. No obstante, y sin entrar a
cosignar las discrepancias de criterio con los jurados municipales, es obvio
que una vez más -como decíamos- se evitó cuidadosamente distinguir con
alguno de los principales galardones a las murgas que son las responsables
por el auge actual del género.
Ya hemos escrito anteriormente sobre lo ociosa que nos resulta la polé­
mica entre la murga tradicional y los criterios con que se manejan La Reina
de la Teja, Falta y Resto o las otras denominadas murgas nuevas. Hay que
insistir que en este sector de la Música Popular como en todos, las diferen­
cias son bienvenidas porque la diversidad es fuente de riqueza. Por lo mis­
mo, no venimos a quejamos de que el premio no haya recaído en la Falta,
en la Reina, en Los Diablos Verdes, o en Araca la Cana. Tamvoc.o cuestio­
namos los méritos que los jurados hayan encontrado en los ganadores. S í
debemos señalar que nuevamente se ha comprobado la resistencia de esos
mismo jurados para valorar los aportes de las murgas que innovan, y casual­
mente, de las que son más criticas en sus textos. No es entonces el resulta­
do de este año el que resulta discutible. Es una linea de marginación de de­
terminadas agrupaciones aparte de sus méritos -que quede claro- segui­
da a lo largo de sucesivos carnavales en este certamen municipal.
Es nuestra opinión personal -y discutible- que los puntos más altos de
este Carnaval 84 estuvieron en la presentación de Falta y Resto en su con- ,
junto (por creativa, por fina, por los textos de Raúl Castro y las interven­
ciones del Canario Luna, por la espectacularidad visual de su despliegue),
en el impactante coro de Los Diablos Verdes y en su cuplé de Arturito, y -
-saliendo de las murgas- en la labor renovadora de Los Adams dentro del
género parodistas. Ninguno de esos grupos figuró entre los distingnidos en
el certamen oficial. No sentimos que nadie esté obligado a compartir nues­
tros criterios valorativos, pero seguramente, tampoco-era para que Los Dia­
blos, la Falta o los Adams quedaran relegados a puestos tan irrelevantes
dentro de sus respectivas categorías. Es compartible sin embargo, la ubica­
ción de la Reina de la Teja, que sin estar en su mejor año. mantiene intac­
tas sus aguerridas características y su indudable gracia.
Es hora de que comiencen a cambiar muchas cosas dentro del Carnaval
uruguayo, para que éste sea verdadera expresión de un pueblo </uc no re­
nuncia a la alegría, y una de ellas tiene que ver con la intervención o ficial y
sus maneras de procesarse dentro de él. Una de las maneras de hacerlo es
plantear las cosas claramente, como creemos que lo estamos haciendo, sin
apasionarse, sin parcialidad y pensando en el beneficio del Carnaval en su
conjunto. Ojalá que dentro de un año no tengamos que repetir estos mis­
mos conceptos, fiel imagen de los que nos han merecido todos los certá­
menes municipales en el pasado más o menos reciente. Por suerte hay mu­
chas cosas que están cambiando y ésta es una de las que necesariamente
también se tendrá que acompasar al ritmo de los tiempos. Que así sea.
--------------------------------------------------------------------------------------E .R .B .-J
uruguayo como única asociación re­ mente popular. Es asi que se ha esta­
presentativa de la Música Popular en blecido el precio de la misma en N$
su conjunto, dado que nuclea a la to­ 10. Demás está decir que NUEVA
talidad de sus integrantes. Manifies­ VIOLA adhiere a este evento con ca­
tan los miembros de ADEMPU que es racterísticas de verdadera fiesta po­
su intención como forma de recono­ pular, para el que descontamos el
cimiento al público que durante estos apoyo masivo de nuestra gente. La ci­
años ha venido apoyando su trabajo, ta es entonces para el sábado 7 de
que la entrada al espectáculo sea real­ abril a partir de las 15 y 3Q
 YUña Nueva Revista*
/ ------------------------------------------------ i----------------------------------------------- \
AÑO I. No. 1 - Abril 1984
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Nueva Viola es un suplemento especial de
TIEM PO A M A TEU R . Carpeta No. 82, año
1977, inc. 4861 A Letrada, Tomo IV,
Folio 236. Depósito Legal: 197911/84
¿ P o r q u é u n a n u e v a r e v is ta , s i e l e q u i p o e s e l m is m o ? , s e e s t a ­
rá n p r e g u n t a n d o lo s l e c t o r e s . Q u e r e m o s r e s p o n d e r a e s t o c la r a ­
m e n te y d e u n a v e z p o r to d a s , p a r a e v ita r c o n fu s io n e s y n o
t e n e r q u e v o l v e r s o b r e c o s a s q u e m o l e s t a n y q u e n o ti e n e n n a d a
q u e v e r c o n la m ú s ic a .
L a r e v is ta C A N T O P O P U L A R , q u e e s t e e q u i p o f u n d ó y e n
c u y o s n ú m e r o s 1, 2 y 3 v o lc ó su s m e jo r e s e sfu e r z o s , e s p r o p ie ­
d a d d e Superlibros S.R.L. D i f e r e n t e s m a n e r a s d e e n t e n d e r la
ta r e a e d i t o r i a l , t a n t o e n s u s a s p e c t o s t é c n i c o s c o m o a d m i n i s t r a ­
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d u e ñ o s , l o s d i r e c t i v o s d e Superlibros S.R.L. d e c i d i e r o n —sin
a v is o p r e v i o — t r a n s f e r ir a o t r a g e n t e la r e s p o n s a b i l i d a d p e r i o d í s ­
tic a d e la r e v is ta C A N T O P O P U L A R . E s t e a c t o , q u e d e s c o n o c í a
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v a m e n te , en m o m e n to s e n q u e n u e s tr o e q iiip o h a b ía p r o p u e s to
a la e m p r e s a U n a n e g o c i a c i ó n p o r e l n o m b r e d e la r e v is ta . E n
m e d i o d e e s a s c o n v e r s a c io n e s , e l c a m b i o d e n o m b r e s f u e a n u n ­
c i a d o p o r u n m e d i o d e d i f u s i ó n , a g r e g á n d o s e a d e m á s a lg u n a s
c o n s i d e r a c i o n e s p e y o r a t i v a s s o b r e la l a b o r r e a liz a d a h a s ta e l m o ­
m e n to p o r e s te e q u ip o .
E n t e r a d o s d e la n u e v a s i t u a c i ó n , r e s o l v i m o s h a c e r v a le r l o s d e ­
r e c h o s g e n e r a d o s p o r e l t r a b a j o y —h a y q u e s u b r a y a r l o — p o r e l
a p o y o q u e e l p ú b l i c o h a b í a p r e s t a d o a l m is m o . A g o t a d a s la s
p o s i b i l i d a d e s d e d i á l o g o c o n la e m p r e s a , l l e v a m o s e l c a s o a la
ó r b i t a d e l M i n i s t e r i o d e T r a b a jo y d e a l l í a la v ía ju d i c i a l , e n la
q u e d e b e r á r e s o lv e r s e .
M á s a llá d e la s c o n s i d e r a c i o n e s é t i c a s y m o r a l e s q u e p u e d a n
r e a liz a r s e s o b r e e s t o s a c o n t e c i m i e n t o s , y d e c u e s t i o n e s d e d e t a ­
lle c o n la s q u e n o a g o b i a r e m o s a l l e c t o r , e s t o e s p a r a n o s o t r o s ,
a s u n t o liq u i d a d o .
P e r o e l tr a b a jo n o p o d í a i n t e r r u m p i r s e p o r p r o b l e m a s a je n o s
a l c a n to . E s t e e q u i p o c r e e e n la n e c e s i d a d d e u n a p u b l i c a c i ó n
q u e s e o c u p e s in p r e j u i c i o s d e la m ú s ic a n a c io n a l e i n t e r n a c i o ­
n a l, a p o y a n d o a n u e s t r o s a r t is ta s , s ig u ie n d o s u s p a s o s y d i f u n ­
d i e n d o t a m b i é n l o m e j o r q u e n o s lle g a d e f u e r a d e f r o n te r a s . L a
M ú s ic a P o p u l a r U r u g u a y a , e s t e f e n ó m e n o q u e s o b r e l o s p i l a r e s
s ó l i d o s p l a n t a d o s p o r g e n e r a c i o n e s a n te r io r e s , h a s a b i d o c r e c e r
e n c ir c u n s ta n c ia s a d v e r s a s , n e c e s i t a u n ó r g a n o q u e la r e p r e s e n t e .
E s o p r e t e n d e m o s q u e se a . ____________ ^
Puede llegar a ocurrir que aparezca
en los quioscos una publicación lla­
r fjg h f t mada “CANTO POPULAR”. Lo úni­
co. común con una revista anterior, es
el título. Lamentablemente no es po­
sible evitar que sea empleado un nom­
X bre que en su momento quedó iden­
tificado con nuestro trabajo y nuestra
manera de entender la responsabili­
Retire dad periodística. Pero el hábito no
hace al monje y la confusión durará
lo que un lirio.
 EDUARDO
Una vez más, Eduardo Darnau-
chans ratifica su condición protagóni-
ca dentro de fa Música Popular Uru­
guaya. Este cantor, que fjúe de élite,
y que hoy arrastra'muítkudes, ha sa­
bido efectuar ese tránsito sin dejar
por el camino ninguno de los valores
que trajo consigo, cuando a comien­
zos de los 70 “bajó a Montevideo. Es
bien conocida - por haber sido conta­
da muchas veces - la historia de ese
grupo de gente muy joven que con el
apoyo docente del poeta Washington
Benavídes, funcionó en Tacuarembó
hace ya más de una década. Son
hombres que han abarcado por igual
la poesía (Víctor Cunha, Eduardo
Milán) y la música en muy diferentes
vertientes (el propio Darnauchans, E-
duardo Larbanois, Carlos Da Silveira,
Carlos Benavídez, Numa). Otros
nombres, como los de los también
poetas Circe Maia y Walter Ortiz y A-
yala - en la generación previa - con­
forman junto al propio Benavídes un
horizonte creativo sobre el cual Dar­
nauchans y sus coetáneos encontra­
ron un ancho campo para crecer ar­
tística y humanamente.
Después de ser premiado en un
Festival como los que ya no hay, Dar­
nauchans accede a la actividad capita­
lina, graba un elepé para Sondor (Can­
ción de Muchacho), y funda lo que
será paulatinamente el mito de sí
mismo. Sin actitudes espectaculares
como las que por la época ambienta­
ba el incipiente rock nacional; sin op­
tar tampoco por el camino aún más
resonante - mucho más dramático -
de la canción politizada, Eduardo fue
acentando una sólida y perseverante
adhesión en pequeños círculos. Mú­
sicos y universitarios - escribimos al­
guna vez - constituían el público de
Darnauchans, siguiéndolo en recitales
de muy diverso carácter, en los que
participó junto a “todo el mundo”
sin ceder en su rigor, su exigencia po­
ética, y su manera peculiar - casi agó­
nica - de entender el arte. Otro disco
- Las Quemas - y un puñado de te­
mas (Milonga de Manuel Flores, Can­
ción Dos de San Gregorio, Nadie, la
entrañable y hoy olvidada Veterano)
el
quedan en la memoria de muchos co­
mo rastro, de aquél “primer” Darnau­
chans. Claro que antes había “otro”
Darnauchans, que compuso cancio­
nes en inglés (¡en inglés!) para un
conjunto tacuaremboense de mitoló­
gica fama: The Preatchers Sweat, que
entre otros integraban Carlos Da Sil­
veira y Eduardo Milán. Quedaba tam­
bién el joven fanático de literaturas
medievales y renacentistas, que des­
cubrió todo un mundo juglaresco en
los discos de Dina Roth, y que dió el
salto a la trova contemporánea si­
guiendo la pista de Bob Dylan, de Do-
novan Leicht, del francés Antoine,
nombres que permanentemente rei­
vindica. #
SEGUNDA ETAPA
Hacia la mitad de los años 70 se
produce una pausa en la carrera pú­
blica de -Darnauchans. Pocos recita­
les, escasa difusión radial y una larga
estadía en la Argentina colocan un
signo de interrogación sobre el futuro
de esa voz a la que tantos apostaron
(apostamos) en su momento. Pero
Eduardo vuelve, a tiempo para ser eñ
1977, uno de los detonadores de ese
renacimiento de nuestra canción po­
pular del que tanto se ha escrito. Des­
de el Ciclo de Música Popular de la
Alianza Francesa, inaugurado por
Carlos Martins y continuado por V.
Cunha, Darnauchans - sorprendido él
mismo sin duda - obtiene un éxito
impensado un año atrás. Como otra
gente en La Cava y en el Shakespeare
and Co. Café-Concert, donde él mis­
mo se presentara con Galemire y Ri­
vera un año antes), el cantor asiste a
un fenómeno nuevo: un público ávi­
do de sentirse representado, reflejado
por sus artistas y con sus valores, se
vuelca masivamente a los distintos es­
cenarios. “Las Diferencias” y “Otras
Diferencias” se llaman los dos recita­
les que Darnauchans ofrece reiterada­
mente y a sala llena en el Teatro de la
Alianza.
Poco después comienzan sus pro­
blemas con la censura. Desde ese mo­
mento hasta hoy, Darnauchans ha a-
DARNAUCHANS
parecido y desaparecido de los esce­
narios según criterios nunca desentra­
ñados respecto al manejo de las auto­
rizaciones correspondientes. Impávi­
do frente a esta situación - aunque lo
suponemos perplejo frente a lo inex­
plicable - Darnauchans siguió cre­
ciendo. Siguió creciendo él como ar­
tista, y siguió creciendo en la consi­
deración pública. Un tercer larga-du­
ración - Sansueña - le abrió final­
mente el camino de la difusión radial.
El instrumento, Final, Cápsulas, Me­
morias de Cecilia son ya temas clási­
cos, de la Música Popular Uruguaya,
que están en boca de miles de uru­
guayos.
LA HISTORIA RECIENTE
Un cuarto disco - “Zurcidor” -
presenta a Eduardo en su plena ma­
durez como intérprete, y como com­
positor. Además nos sorprende de
otra manera: trabaja ante todo sus
propios textos, con un nivel poético
que es culminante dentro de la Músi­
ca Popular Uruguaya, y trascendien­
do en muchas ocasiones a la letra de
canción para otorgarles un valor inde­
pendiente (que ha permitido que di­
ferentes críticos hablaran de él ya co­
mo un poeta), Darnauchans consigue
- a juicio de este cronista - el logro
más pleno de su discografía.
Lo demás es historia reciente. A-
quellos recitales del Notariado con
Bernardo Aguerre - responsable en
gran medida por el “nuevo sonido”
de Darnauchans, los viajes a Buenos
Aires con extraordinaria recepción
por parte de la crítica, las presenta­
ciones en el Teatro de Verano del
Parque Rodó frente a varios millares
de espectadores, y que fueron para el
cantor una experiencia cumbre.
El año 83 pasó entre prohibicio­
nes y una intensa actividad creativa.
Un libro recopilando sus canciones -
editado’por Banda Oriental - se cons­
tituyó en documento de un cuerpo
musical y poético que incluso ya tra­
za su huella en los jóvenes músicos
uruguayos. Ya en diciembre, viene el
reencuentro con el público. Al frente
revisitado
de una banda integrada por Carlos Da
Silveira - su viejo socio en tantas a-
venturas musicales -, Bernardo Ague­
rre - talentosa alianza del último año -
y la firme sección rítmica de Andrés
Recagno (bajo) y Gustavo Etcheni-
que (batería), Eduardo se presenta al
aire libre, y en medio del cálido am­
biente de la 24a. Feria de Libros,
Grabados y Artesanías.
Un mes después, la banda, con la
incorporación de Gregorio Bregstein
en saxo tenor y flauta, realiza dos
presentaciones la historia en Teatro
del Notariado. Viejos y nuevos te­
mas, los primeros en incitantes ver­
siones, los segundos mostrando el a-
vance incontenible de Eduardo como
compositor, más el sonido avasallante
del grupo, ejercieron un impacto po­
cas veces registrado en los últimos a-
ños y en un recital de música nacio­
nal. El público, los músicos presen­
tes, diversas personas vinculadas a la
música a través de la prensa o la pro­
ducción discográfica y de espectácu­
los, todo el mundo, salió del teatro
con expresión aprobatoria: allí había
pasado “algo” .
LA NOTA QUE NO SALIO
Sobre el debut de Darnauchans y
su grupo, escribí para “La Democra­
cia” una nota que la requisa de aquél
número ha convertido en “inleída” ,
ya que no en inéditada. Entre otras
cosas allí decía: “Una primera parte
de climas más bien bajos, con la uti­
lización mesurada de los instrumen­
tos, en baladas de carácter íntimo y
refinado, presentó al cantor en un
crescendo expresivo que alcanzó su
culminación en La última orquesta
de señoritas y Tristezas de zurcidor,
en sendos arreglos que superaron a los
del disco. El estreno de Historias,
sensible ittusicalización de Aguerre
sobre texto de Darnauchans, fue otro
momento alto en esta primera parte.
Tal cc/mo se esperaba de acuerdo
al ordenamiento del programa, en la
segunda parte se desató toda la fuer­
za eléctrica del conjunto. La ductili­
dad de Aguerre como arreglador supo
realzar el hábito rockero que recorre
la música de Darnauchans y todo el
grupo puso empeño y sensibilidad se­
mejantes. El resultado fue altamente
disfrutable, despertando cálida apro­
bación entre el público, más de una
vez puesto de pie para ovacionar al
cantor y sus músicos. Como ratifica-
cando - si es que hacía falta - que la
inteligencia y la sensibilidad están di­
rectamente ligadas, las guitarras de
Da Silveira y Aguerre se complemen­
taron magníficamente. Montando
verdaderas tramas sonoras, en las que
las referencias “históricas” al rock
más clásico, a los Rolling Stones o a
los hoy reivindicados Kinks, y a las
modalidades más actuales de la new
wave o el reggae (trenzadas a veces
con algún candombe), aparecían co-
recursos expresivos perfectamente
compatibles con el material original.
La presencia de Gregorio Bregstein
en sobrios arreglos de flauta y po­
niendo exhuberancia en sus interven­
ciones en el saxo tenor, tuvo su climax
sobre el final del espectáculo. Un lar­
guísimo y potente solo levantó al
máximo el voltaje de este espectácu­
lo, obteniendo una respuesta como
raras veces la música popular urugua­
ya le depara a los instrumentistas de
viento.
Darnauchans, por su parte, y re­
sulta casi redundante volver a funda­
mentar donde radican las excelencias
del cantor, mostró su timbre singular,
su emisión calibrada hasta la mínima
inflexión, su audacia para innovar y
soltarse de acuerdo a la tensión del
instante, su entrega sin límites. Cada
vez más aplomado, distante de aque­
lla vibración casi dolorosa - para él y
para su público - que fue su marca de
fábrica, Eduardo ha ganado mucho
sin resignar un ápice de su comunica-
tividad. Todo, desde la trascedencia
de su protagonista, hasta la calidad
del equipo que se ha montado alrede­
dor suyo, pasando por los méritos
musicales y poéticos del repertorio,
demandan la reiteración de este es­
pectáculo. Y el público también” .
Después, en el Teatro de Verano y
en el Circular tuvimos la continuidad
que allí reclamábamos. Ahora se a-
nuncia la inminente grabación de un
quinto disco, esta vez para Orfeo. Se­
guramente son (somos) muchos, los
que esperan (esperamos) ansiosos esa
placa.
Elbio Rodríguez Barilari.
 Damauchans x 10
i z
“Detesto lo obvio, es un insulto
al que escucha, y la oscuridad inson­
dable sin asidero de ningún tipo, me
es igualmente antipática. El dinámi­
co sugerir, mostrando una parte cla­
ramente y desdibujando otras, pero
dando las claves para que se puedo
recomponer el todo inicial, siempre
me ha parecido lo más útil, tanto pa­
ra quien lo hace como para quien lo
recibe,...
Aquí se canta. J. Capagorry/
E. Rodríguez Barilari.
Editorial Arca, dic. 1980.
a la gente; no venderle un tranvía a
la gente. Uno de repente no está su­
friendo tanto, es todo técnica en el
fondo. Siendo enteramente honesto
cuando uno canta una canción no es­
tá sufriendo lo que dice la letra, por­
-¿Cuál es la actitud más positiva que uno ya sufrió cuando compuso o
o coherente, artísticamente hablan­ no importa si sufrió, es secundario.
do? Yo creo que uno debe siempre dar
“Artísticamente.... -SE ARR E ­ pautas externas, como que es impor­
GLA LA GARGANTA- es un decir; tante que la gente lo escuche a uno,
y o soy cantor. Para mi, entonces pero que también sepa que la vida
el arte pasaría por las canciones. sigue estrictamente pasando por la
Es una compleja cuestión de tradu-h puerta del teatro y sigue pasando por
cir a palabra cantada, sensaciones, la puerta de la calle cuando uno está
recuerdos, deseos, frustraciones. Yo escuchando un disco. ”
creo que uno debe ser lo suficiente­ El Correo de los Viernes.
mente inteligente como para no con­ A R. Castillo, viernes 8 de
vencer a la gente y a su vez motivar enero de 1982.

3
“¿La división canto ‘urbano y
'rural’? Algo falso. En todo caso hay
cantores malos y buenos. No creo
que haya que comprometerse con la
ciudad o con el campo; en todo caso
hay que comprometerse con la músi­
ca. Se trata simplemente de cancio­
nes y estas no son contrarias, por lo
tanto no son expresiones enemigas”.
Noticias. A M. Arregui.
16 de enero de 1980.
4 , “Nunca fui a un tablado en mi
vida. Desconozco eTcarnaval y no ha­
go de su conocimiento una cosa exis-
tencial, quizá le tenga miedo... Fui
alumno jesuíta, soy un muchacho del
interior, nunca aprendí a bailar, no
hablo a nivel de bien y mal... ”
Noticias. A R. Bussero.
23 de febrero de 1983.
“Es seguramente un producto del
azar que yo sea cantor. Digo esto
porque me recuerdo muy claramente
esperando con todas mis fuerzas po­
der ser arquero de Peñarol, actor, ar­
queólogo o algunas veces aviador”.
El Correo de los Viernes.
A R. Castillo, viernes 8 de
enero de 1982.
6 “Yo entiendo la comunicación en
términos individuales. La masa es al­
go tan impersonal que uno busca can­
tar como si el público fuera un solo
individuo... ”
-¿De modo que el cantor logra
una abstracción del público sin dejar
de sentirlo?
“Algo parecido. Pero quiero dejar­
lo bien claro: si hubiera una sola per­
sona en la sala, una sola, el recital
requiere el mismo esfuerzo o tal vez
mayor. Eso pienso yo antes de salir
a escena en todos y cada uno de mis
recitales”.
Huecograbado El Día.
A. E. Estrázulas,
domingo 4 de setiembre, 1977.
7 “Muchos creen que soy pesimista,
pero no es asi, mi música, los textos
que interpreto, cargan con la condi­
ción de mi generación, una genera­
ción que no vivió tiempos propicios.
Creo que en el futuro las corrien­
tes de la música tienen que pasar por
la mezcla, la fusión y utilizar todos
los elementos, pero sin transplantar­
los sino ubicándolas en nuestro con­
texto.
Muchos confunden lo uruguayo
con lo que se hacía en el siglo 18 o
19, aunque si alguien toma ese cami­
no, creo que también puede ser váli­
do. Aunque creo que siempre algo
nuevo no es más que la suma de dos
cosas viejas, lo nuevo no surje de la
nada. ”
El Diario. A R. Berocay.
27 de abril de 1983?
8
-¿Todo tiempo pasado fue peor?
“Todo tiempo pasado fue pasado.
A m í me preocupa el efímero presen­
te y el futuro. Creo que el hombre,
en si, es un animal de fu tu ro ”... “Y
esa es mi esperanza. ”
Huecograbado El Día.
A R. Forlán, 1982.
-Pero más allá de cierta posible
retórica, ¿qué es la esperanza -con­
cretamente- para un joven urugua­
yo de 28 años?
“¿Esperanza? Poder superar una
serie de obstáculos... poder saber un
poco más... Poder tener posibilida­
des de volver a estudiar (es importan­
te para mi). Es una sumatoria de pe­
queñas cosas. ”
-¿Entonces la esperanza es una
condición dolorosa?
“No sé si es dolorosa; pero por lo
menos molesta. Uno se estanca y se
sienta en el mullido sillón deldolor y
la pena y se complace en ello. Es mo­
lesto levantarse, porque uno está tan
lánguido, allí, tan frío, pero es nece­
sario hacerlo, levantarse. ”
Opinar. A R. Courtoissie.
Jueves 5 de agosto de 1-982.
“Si, es cierto, y o ha cantado sobre
la muerte, pero no a la muerte... Es
una especie de juego mágico: se bus­
ca la representación lo más perfecto
posible de aquel enemigo, de aquello
que uno quiere conjurar porque es
un enemigo. Vallejo lo decía clara­
mente: Porque no tenga en suma pa­
ra expresar mi vida sino mi muerte.
Mi pavor a la muerte me hace sentir
más vivo. ”
Opinar. A L. Battistoni.
_________Jueves 16 de julio de 1981.
“No tengo pruritos en cuanto a
los problemas de élite. Soy conscien­
te de que vivo en un tiempo y en un
lugar dado, pero no me interesa pasar
por un populista. De todos modos no
hago una cosa críptica. Manejo más
bien una cosa medio lírica, los viejos
temas de siempre. ”
-¿Dónde lo melódico sigue siendo
predominante?
“Sin duda. En eso estriba el éxito
de los Beatles y concretamente del
discutido Paul Mac Cartney, a mi en­
tender un gran melodista. La melo­
día accesibiliza mucho la cosa... bus­
co una linea melódica como un vehí­
culo para acceder al texto. El ritmo
casi no aparece en mis composiciones
aunque sé que es importante. La me­
lodía maneja el aire, el vuelo. El rit­
mo, la tierra, el fango, está en rela­
ción con nuestras necesidades de ex­
presión corporal. ”
Opinar. A L. Battistoni.
Jueves 16 de julio de 1981.
10
“La ajenidad de los textos que no
he escrito yo (y son muchos) es una
peculiar ajenidad: de algún modo yo
elegí, y o confeccioné una canción y
canté eso. De modo que me pasa que
asumo responsabilidad sobre esos
textos (responsabilidad, que no pro­
piedad). (¿Quién sabe por qué he
tomado precisamente éstos, quién
sabe por qué me ha ocurrido el
feliz espanto de cantar?”
Canciones. E. Darnauchans.
Ediciones de la Banda Oriental,
dic. de 1982.
 ¥ comunicado
AISM PU
Desde hace ya vahos años, la mú­
sica popular ha tomado un notable
impulso y ha logrado un crecimiento
cuantitativo y cualitativo de quienes
la integran. Teniendo en cuenta este
crecimiento, dentro de la realidad so­
cial, cultural y laboral del medio, los
integrantes de esta vertiente creimos
necesaria la formación de una Asocia­
ción que nos reuniera para defender
nuestras fuentes y formas de trabajo,
asi como para fomentar el desarrollo
de una mayor unidad de quienes ele­
gimos este camino como expresión y
medio de vida. Es asi que el día 25
de enero de 1984 quedó formalmen­
te constituida la Asociación de la
Música Popular Uruguaya (A.DE.M.
P.U.), la cual contó desde sus inicios
con la integración de figuras tales
como Alfredo Zitarrosa y Los Olima-
reños. Dada la situación de esos tres
compañeros así como la de otros tan­
tos que ven cercenada la posibilidad
de desarrollar su actividad en nuestro
país, fue que ADEMPU se planteó
desde un primer momento la utiliza­
ción de todos Ios-medios a su alcance
para el levantamiento de dichas pros­
cripciones. Hoy vemos, y no con di­
simulada alegría la vuelta de Alfredo
Zitarrosa y Los Olimareños a la difu­
sión nacional. Pero ADEMPU, como
la única representante de la música
popular uruguaya cree necesario acla­
NO SE GASTE
EL DEDO
DISCANDO...
NO NOS LLAME MAS AL 91 12 57
Imprenta CBA cambió
su número telefónico
AHORA META EL DEDO ASI:
95.72.31 - 95.70.46
rar: que este hecho no es obra de la
casualidad ni de una actividad bene­
volente por parte de las autoridades
que en este momento determinan
quienes son los que pueden ser oídos
o no;
que esto es el resultado de diez
años de persistencia, permanencia y
firmeza de nuestro pueblo en la bús­
queda de sus altos postulados de L I­
BERTAD Y JUSTICIA para todos
los orientales;
que no es suficiente que se levan­
ten DOS y SOLO DOS de las prohibi­
ciones que hoy pesan sobre determi­
nados compañeros de nuestra músi­
ca popular;
que no cesaremos en nuestro em­
peño de lograr el retorno de todos los
trabajadores de la cultura que contra
su voluntad han tenido que seguir de­
sarrollando su actividad en el exte­
rior.
Creemos que esto sólo es posible
con el esfuerzo conjunto de todo el
pueblo uruguayo, que ha demostrado
que la única forma de recuperar el lu­
gar que nunca debió perder y de re­
conquistar sus legítimos derechos, es
participando activamente en este pro­
ceso de redemocratización nacional
por LIBERTAD, PAZ, TRABAJO,
SALARIO y AMNISTIA.
A.DE.M.P. U. Marzo de 1984.
¥ reportaje
A esta altura parece obvio hacer
una presentación a León Gieco.
Este representante del llamado
“Rock Nacional ” en la
Argentina, su país, ha ido
evolucionando, asentándose y
abriendo su horizonte hasta
erigirse en un verdadero
trovador latinoamericano. Fue
de los primeros en ir a bucear
en sus raíces, entendiendo
que las separaciones impuestas
son siempre falsas y establecidas
en contra de los más. Por todo
eso, y por otras muchas cosas,
nos parece importante traer
su palabra a través del reportaje
que le hace nuestro
corresponsal en Buenos Aires,
Alberto Silva.
EN TIERRA DE CANGUROS
—¿Cómo te fue en Australia?
—Bien. Fue una experiencia muy
-mezcla de cosas o sea rara, posi­
tiva, buena. Yo no sabía como me
iba a ir, realmente. No sabía con que
gente me iba a encontrar y la gente
con que me encontré tiene que ver
con argentinos que hace doce años
que se fueron y no me conocían de­
masiado. Solo a través de la Revista
Humor, del disco que estoy con
Mercedes Sosa y por el tema “Solo
le pido a Dios”. Fueron más o menos
unas 800 personas a cada recital, hi­
ce uno en Sidney, otro en Camberra
y el último en Melbournc en dos tea­
tros muy lindos, los equipos eran de
primera. Fue la primer experiencia
mía para ver como me voy a manejar
de aquí en más en el exterior.
—¿Por qué me decías que fue una
experiencia rara?
—Por la incertidumbre. Además
yo —te soy sincero— vi una foto de
Sidney arriba del avión, cuando subí
en Santiago de Chile.
—Seguramente te encontraste con
uruguayos...
—Me encontré con uruguayos, es­
tuve en el club uruguayo. En Mel-
bourne fue mucha gente uruguaya.
Ahí en el club fue muy lindo el en­
cuentro, tienen un club sumamente
organizado con actividades adherentes
a los que es Uruguay, inclusive en ese
momento estaba reunido un grupo
que estaban preparando bailes folkló­
ricos de música uruguaya. Estuve más
o menos una hora y fue todo muy
grato.

OTRA VEZ EN EL PLATA
(B. AIRES)
—¿Por qué hace un año que no te
presentás en Capital Federal?
—Se debe a que estuve trabajando
mucho. Yo hace mucho tiempo que
estaba planeando parar, aunque sea
un año y medio, y aprovecharlo en
otras cosas. Fijate que cuando yo es­
toy trabajando en recitales tengo que
tener mi grupo armado de gente, so­
mos doce personas, el equipo tiene
que estar funcionando exclusivamen­
te para mi, yo no decido la cosa sola­
mente. Entonces, hace 11 años que
estoy trabajando por todos lados, to­
dos los fines de semana y la rematé
con una gira por todo el interior de
la Argentina. Tocamos para unas
800.000 personas, hice un promedio
de dos mil reportajes. Llegué a luga­
res donde nunca llegó nadie, ni un
músico de rock, ni de folklore, ni de
nada, como Mina de Aguilar o La
Quiaca. Y todo eso fue muy intenso,
yo dije que después de eso, iba a pa­
rar. Ahora me puse a estudiar guita­
rra, me puse a hacer foniatría. Cono­
cí gente importante para la vida del
país como Conte, Pérez Esquivel,
Sábato. Estoy trabajando en el movi­
miento para la reconstrucción de la
cultura nacional con Leda Valladeres;
haciendo recitales para los inunda­
dos. En fin, una serie de cosas que si
trabajo no las puedo hacer, es una
vorágine de cosas que no permite ha­
cer más nada.
-U na de las premisas en tu reco­
rrida por el interior era recoger mate­
rial de poetas y músicos. ¿Lo logras­
te?
-S í, tengo todo el material, junté
muchas cosas. Todavía con eso se
mezcló las idas a Chile y Uruguay. De
ahí también me traje de todo, del
Canto Popular y del Canto Nuevo.
Del interior de Argentina un montón
de libritos de poesía del propio autor
y cualquier cantidad de casetes de
los músicos. Todo eso hecho a pul­
món. En el próximo disco mío pienso
poner una hojita, diciendo: poesías
argentinas recopiladas en el interior.
Eso fue genial, yo no tuve siquiera
que buscarlas. Venía la gente y me lo
dejaba en un sobrecito, además de to­
do es un acercamiento de cariño.
AUN EN EL PLATÀ
(MONTEVIDEO)
—En Montevideo, vos te imagina­
bas la receptividad que luego encon­
traste...
—Yo hace nueve años que voy al
Uruguay, en verano me vuelvo loco
con pasarme unos días en Piriápolis,
que para mi es el mejor lugar del
mundo. Eso lo dije varias veces y no
se porque. Es hermosísimo, fíjate que
tiene mar, tiene clima de sierra, tiene
sierras. Cada vez que nosotros íba­
mos allí, teníamos una tranza para
pagar el hotel Argentino con actua­
ciones, le tengo un cariño muy espe­
cial, porque para mi fueron las prime­
ras vacaciones de mi vida esas. O sea
yo siendo del campo, viviendo en el
medio de la Provincia de Santa Fe,
nunca hice vacaciones, nunca tuve la
guita, para irme a algún balneario.
Yo conocí Mar del Plata después de
que grabé el segundo disco, que tuve
que ir a tocar. Apenas grabé el primer
disco, fuimos con Sui Generis a Piriá­
polis, y lo pasé tan increíblemente
bien que se me quedó grabado para
siempre. Y de esa manera estuve yen­
do durante nueve años, pero ahora
hicimos una mano mucho más intere­
sante, unas trece o catorce presenta­
ciones en el interior, las cinco mil
personas que reunimos en el Censa,
y después el Peñarol con músicos de
allá.
—No te parece que fue un poco in­
justo, que en los afiches del Peñarol,
tu nombre apareciera grandote y el
de los músicos del Canto Popular que
te acompañaron tan chiquitos...
—Mirá el recital era mió, no era un
recital del Canto Popular. Era la con­
clusión de toda la gira que hice por
Uruguay. Yo invité a esos músicos a
que hicieran un par de canciones y
un final todos juntos, pero el recital
era de León Gieco. Además se sabe
que ellos llevan mucha gente, yo que­
ría saber como me iba a mi. Yo no
quería basarme en el nombre de ellos
para meter gente. Mi intención era
compartir, y fue una sensación mara­
villosa ese recital. Eso se tendría que
haber hecho mucho antes, y se tiene
que seguir haciendo, porque esa es la
forma de salvarnos, o sea mezclándo­
se.
EL CANTO POPULAR
URUGUAYO
—Te interesa el fenómeno de nues­
tro Canto Popular...
-C laro, yo me m etí en una dis-
queríá y me compré todos los discos
de Canto Popular que habían. Cuan­
do vine para acá me los escuché, se
lo hice llegar a Claudi Kleiman, que
le encanta todo eso, él es uu periodis­
ta de acá —bueno vos lo conocés. El
es muy amante de Dino, por ejem­
plo...
—Si de Dino, te arrimamos el ca­
sete con Nelson Caula.
—Ah, vos estabas en esa reunión,
hace como mil años... Todavía lo
tengo, es un casete azul, si más bien.
Bueno ahí fue cuando lo conocí, es­
taba cantado que algún día nos íba­
mos a conocer personalmente y ahí
tocamos un tema juntos. Fue muy
emocionante para mí. Te decía que
el Canto Popular es la verdadera mú­
sica de ustedes, es lo que nosotros
tenemos que rescatar acá. Acá yo es­
tuve programando la música de todos
esos discos que me compré allá en
dos radios, yo mismo hice de locutor.
También hable en Humor —que es la
revista de mayor tiraje-. Bueno yo
hago todo lo que puedo. Es una cola­
boración para que pueda entrar con
todo acá en Buenos Aires. Después
está el resto del trabajo que a lo me­
jor es un noventa por ciento, el de
venir a tocar. Eso también se está ha­
ciendo, porque los boliches están lle­
nos de músicos del canto popular, lo
cual me parece bárbaro.
—¿Qué punto de contacto crees
que hay entre tu música y el Canto
Popular uruguayo?
—Y somos de la misma genera­
ción, sufrimos las mismas consecuen­
cias, se escuchó rock de la misma for­
ma tuvimos gobiernos idénticos, so-
mos rioplatenses._________________
León con Alberto Silva, de N U E V A VIO LA
—Seguís pensando que vos hacés
Rock nacional y no Canto Popular...
—No,todo eso son palabras...
—Te acoidás que hace cuatro o
cinco años estuvimos horas discutien­
do y con Nelson tratamos de hacerte
entender porque tenías más que ver
con esto último.
-T e repito son palabras, yo creo
en la canción. Son palabras, así como
allá le pusieron Canto Popular, acá le
dicen Canto contemporáneo. Que se
yo. Son canciones con una mezcla de
todas las músicas que yo he escucha­
do en mi vida.
LO QUE SOY
—Vos a veces decís que no sos
muy bueno tocando la guitarra, que
no sos muy bueno cantando, que no
sos bueno componiendo...
—Lo que pasa que yo rescato de
ahí la actitud de vida, ser una buena
persona. Tampoco para mi la música
es lo más importante. Pasa que vivo
de la música porque es el trabajo más
hermoso que hay, entonces no soy
tonto. Me entendés, es el mejor, vas
a todos los lugares, te ofrecen lo me­
jor, te invitan a comer, te dan el me­
jor hotel, te dicen que te aman, es el
trabajo más hermoso que existe. El
que se pueda quejar de este trabajo
es un hijo de... reaccionario. Lo que
yo digo es que lo que yo quiero res­
catar es la actitud mía de vida, claro
que no soy un buen violero, ni tam­
poco un buen arreglista, ni charan-
guista; pero se hacer un poco de to­
do, todo eso lo meto en la actitud de
vida. Como dice Atahualpa: tocar la
chacarera con la guitarra y con la
vida.
—Una actitud de vida peculiar,
afacás constantemente la sociedad de
consumo, marcas que no querés te­
ner un coche, es un compromiso en
todo, ¿no?
—Yo estoy comprometido con la
clase sufriente. Esos tipos que labu-
ran toda su p... vida y no pueden ga-
nar un mango, en contra de las ma­
tanzas que han hecho en estos últi­
mos años, de eso yo compongo. Eso
está inserto en mí.
-¿V os te imaginabas que “Solo le
pido a Dios” iba a tomar la dimen­
sión que tomó?
—No para nada, nunca creí que
iba a pasar eso. Eso se dió es una cosa
del destino. No fue premeditado en
ningún momento de mi vida. Te digo
más, del cuarto disco, era el último
tema que grabé y no iba a ir, y de úl­
timas, cayó Dino Zalussi, con el ban­
doneón, le pasé los tonos y los graba­
mos. Fue increíble, lo ensayó y que­
dó grabado el ensayo. Como voy a
premeditar una cosa que salió de pu­
ra casualidad.
—León, ¿qué te reportó haberte
integrado tan fuerte a Mercedes Sosa,
con Sixto Palavicino, otra gente del
folklore, etc.? Vos prácticamente,
fuiste el punto de contacto entre el
rock y el folklore...
—Mirá que hubieron varios inten­
tos antes que el mío.
-Pero resultaron todos fallidos.
- S í pero, por ejemplo la gente de
Arcoiris, cuando hizo el intento, al­
gunas cosas resultaron. Fue verdade­
ro porque la cosa salió por su propia
naturaleza y no es nada fingido.
Compartir con la gente del folklore
es un poco revivir cuando en el pue­
blo mío cuando yo mismo tocaba
eso. Y no es nada más que eso la
gente lo toma como antes y después
de Cachito el campeón de Corrientes.
No toco para un poquito. La vida se
va dando y vos vas encuadrando cier­
tos caminos. Con el grupo ‘Los no­
cheros’ allá en Santa Fé, cantábamos
como 150 canciones folklóricas. Me
gusta de alma, y me gustaba mucho
Cafrune; y lo que me pasó con Mer­
cedes por ser ella tan famosa y por
tan definida personalidad, muy nota­
ble; debe haber sido lo más grande
que me pasó en mi carrera.
—El cliamamé a la gente muy jo­
ven le entró después de tu acerca­
miento con Tarrago Ros...
—Y bueno porque no fue fingido.
Ese chamamé a mi me salió en cinco
minutos, y al primero que se lo mos­
tré fue a mi viejo, y el se emocionó.
Y si pasó eso con mi viejo, de cajón
que pasaba con toda la gente. Des­
pués lo toqué por primera vez en Ro­
sario y la gente se volvió loca. Yo me
asombré cuando me salió un chama­
mé, con eso te digo todo.
—¿Es muy importante en tu es­
pectáculo el micrófono inhalámbrico,
las cosas de humo, la luz?
—Eso es lo que tiene el rock que
hay que rescatar. Aparte de que su
música sea muy alegre, me refiero al
 rock de los Estados Unidos, para no
entrar en rótulos. Lo que más tene­
mos que rescatar de todo eso es la
parte técnica. Así como hay tipos
que inventan canciones, hay otros
que inventan pedales, y micrófonos
inhalámbricos. Eso a mi me cayó
justo, y logré una movilidad en el es­
cenario, muy diferente a estar está­
tico.
—¿Por qué hiciste una canción
contra Palito Ortega?
—Porque yo nunca me hubiese
sentado en la mesa de Videla y de
Viola a comer. Porque no le dió tres
millones de dólares a su pueblo, pe­
ro sí a Sinatra.
SOBRE GUITAS Y TROVAS
-Hablando de guita ¿vos ganas
mucho con esto?
-N o , no...
—Pero hay un mito que todos los
músicos de rock hicieron mucha
guita...
—Están equivocados, nadie tiene
un mango. Todos tenemos lo justo
para vivir ahí al día. Tener guita es
otra cosa, es decir ahora viajo a Ja­
pón. Chau y me voy. Eso es tener
guita. Ningún músico de rock, tiene
la guita que tiene un músico como
Palito Ortega. El si se quiere patinar
tres mil dólares para irse a Japón, de
seguro que se va, porque le sobran.
Nosotros no, porque no pensamos en
la guita, porque siempre estamos in­
virtiendo en mejorar el espectáculo,
por ejemplo. Nadie de nosotros tiene
campos y productoras cinematográfi­
cas. Yo ya tengo que comprarme dos
inhalámbricos nuevos, que son lo úl­
timo. Los que yo tengo producen al­
gunos ruidos, estos que, voy a com­
prar son mucho más sofisticados y
no salen ruidos. Me sale seis mil dóla­
res, que te parece. Otro va y se com­
pra una vaquita más.
—¿Qué te parece Rubén Blades?
• -L o descubrí en Colombia, hace
mucho. Muy bueno, sumamente ori­
ginal.
—¿Y la Nueva Trova Cubana?
—Hace como doce años que la
vengo escuchando, sensacional... La
canción verdadera siempre llega, por
eso no sirve censurar. No se le puede
meter rejas a la canción, es como la
arena que se te va de las manos. Se-
rrat cuando venía metía mil perso­
nas, lo prohibieron ocho años y cuan­
do vino metió 200 mil.
—¿Hasta dónde tiene que llegar el
compromiso del músico con el mo­
mento que vive y con la gente?
—Tiene que ser continuo y de la
forma que te animes a hacerlo. Con
la injusticia de la realidad.__________
“a veces mi poetalo
azul es gris...»
rubén castillo
“Yo admiro la música auténtica de rísticas que ¡o diferencian, lo definen
cualquier país, de cualquier lugar. Un y lo distinguen: es un profesional en
día escucho a The Pólice y al otro el sentido que los vocacionales del
día me copo con Los Ballenatos de teatro independiente le dieron al tér­
Colombia. Un día escucho el LP mino. Ese profesionalismo que han
Blanco de los Beatles y al otro Ata- tenido desde la década de los ’60,
hualpa Yupanqui. Yo vi la new-wa- Daniel, Alfredo, Los Olima, Washing­
we, tengo todos los Lps de los grupos ton, etc. Y segundo ¿qué es lo que
que surgieron con ello. Sin embargo hace León Gieco? Yo diría música
cuando volví de los Estados Unidos contemporánea y punto. Con in­
lo primero que me salió fue el chama- fluencia varias que van desde Bob
mé” . —- Dylan, el rock, hasta una música de
Ahí tienen una buena auto-de­ .entraña argentina (a veces muy porte­
finición de lo que es León' Gieco ña, otras muy campesinas o del inte­
(33) el músico que vende más discos rior).
en la República Argentina. Como se Una música de fusión como lo es
sabe, nació en un puebtíto de la Pro­ la MPU y como es la característica
vincia de Santa Fe el 20 de Noviem­ aluvional de estos pueblos.
bre de 1951. Desde muy chico tuvo Pero además -lo ha dicho él mis­
afición por la música (guitarra, armó­ mo- “como si pusiéramos un poquito
nica) y a los 18 años ya estaba en más de música a la música y un po­
Buenos Aires, estudiando guitarra y quito más de poesía a la poesía”.
orquestación. “Sólo le pido a Dios que el dolor no
La tierra es tierra me sea indiferente
y es de algunos, por qué? que la reseca muerte no me encuentre
Igual que la vida vacío y solo sin haber hecho lo
el pan es pan suficiente.
y es de algunos, por qué? Sólo le pido a Dios que lo injusto no
igual que una herida” . .. me sea indiferente”
Interviene en 1971 en uno de los
“famosos” festivales B.A. ROCK. León en los años duros no fue
Participa en 1972 con una canción en un extremista pero tampoco se arru­
el film “Hasta que se ponga el sol”. gó. Como a veces caemos en los faci-
Al año siguiente aparecerá su primer lismos que recogen el aplauso rápido,
LD con arreglos y participación de él trató de hacer lo suyo y sus discos
Gustavo Santaolalla (“Arco Iris”) y y recitales son de una clara coheren­
Luis Cesio y Rubén Melogno '(del cia. Si alguna canción se hizo bandera
conjunto uruguayo “Psiglo”) entre o himno por coyunturas especiales
otros. no fue lo sabemos, un a propósito.
Desde entonces ha grabado seis , Su música más dura, rockera,
larga duración sin contar algún tema más “dylaniana” al principio, se ha
incluido en el álbum colectivo ido distendiendo y sin perder su esti­
“Acusticazo” . lo, es hoy más fluida y personal, más
Es curioso el caso de Argentina argentina y si quieren más latinoame­
(quizá un día intentemos explicarlo); ricana.
tan grande en territorio y en riqueza Es un muchacho fraterno y con-
(hasta ahora dilapidada o enajenada), certador; recorrió la Argentina pue­
con tantos millones de habitantes y blo a pueblo y llevó sus canciones
no tiene un movimiento tan potente donde muy pocos habían llegado.
como el nuestro, el de la MPU, Ha actuado en recitales con mú­
Existen nombres: Litto Nebia, sicos uruguayos y jamás ha tenido
Luis A. Spinetta, Charlie García y desplantes de “estrella” . Por algunos
quizá media docena más, en dos dé­ realizadores nuestros siente gran ad­
cadas. miración.
Pero de ese puñado que no en­ De los años 70 es León Gieco
granó en la maquinaria comercial y el exponente argentino más significa­
que no es específicamente tango o tivo.
folclore o proyección folclórica, Buen tipo, además.
León Gieco tiene un par de caracte­
 adelanta
del libro de
 U N L E J A N O
I N O L V I D
Han pasado ya once años desde
que, una noche de invierno, cerramos
un boliche de Montevideo con los
parroquianos adentro. Fue la primera
vez que asistí a un “cierre particular” ,
al delicado egoísmo de comprar, por
una noche, el derecho a que una
barra de amigos bebiera y conversara
a gusto hasta el alba como si estuvie­
ra en su propia casa. Pero el cierre
tenía un motivo, una razón que co­
mencé a conocer poco a poco: había
un cantor en el local. Era casi desco­
nocido para mí. Un colega de enton­
ces, un periodista, me dijo en voz
baja, como en secreto: “Ahora va
a cantar Zitarrosa” .
Zitarrosa cantó hasta el alba su
repertorio de entonces. Cuando ama­
neció y nos fuimos ya no nos íbamos
a volver a encontrar por mucho tiem­
po.
R I T U A L Ello se produjo afios más tarde,
A B L E cuando ya era el cantor más famoso
del Uruguay y yo tenía algunos de
sus discos. Era carnaval y me enteré
de que cantaba en un barrio apartado.
Quise llevar a dos amigos argentinos
para que lo escucharan y allá salimos,
rumbo a esa zona suburbana. Canta­
ba en un típico “tablado” de Monte­
video, escenarios donde afio tras afio
se lleva a cabo otro ritual muy uru­
guayo.
En aquel ambiente de público
humilde, ante un endeble y poco
fiel micrófono, se presentó el cantor.
Nadie se movía de su silla. Mis ami­
gos descubrieron en Zitarrosa un aire
flamenco que yo -neófito en el te­
ma— no había podido detectar o no
me animaba a señalarlo. Tuve enton­
ces la certeza de lo que decían. Re­
cuerdo que me impresionó su vida­
lita “La desvelada” , el taquirari
boliviano “El Camba” y las explica­
ciones previas con que el intérprete
presentaba los temas. El aplauso ti­
bio terminó en la ovación. Entonces
recordé la noche del boliche que ha­
bíamos cerrado: aquel desconocido
de ayer era el mismo carismàtico y
menudo ser que conquistaba las ma­
sas sin proponérselo. Y me traje
ese ayer hasta el ahora para sacar
una conclusión antojadiza: el cantor
popular es el poeta, el verdadero
poeta que sustituye al eterno género
en decadencia, al siempre agónico
primer género literario. Lo sustitu­
ye a pesar de la polémica y siempre
curiosa diferencia entre un poema
y una letra escrita para ser cantada.
Sobrevino entonces la idea del juglar.
A medio camino entre el gaucho y
el orillero, entre el estudiante re­
belde y el puntero izquierdo de un
equipo de barrio, entre el literato
ceñudo y el pobre poeta del tímido
cuaderno inédito, aquel niño de más
de treinta años se había dedicado a
cantar.

Estas líneas, escritas en la madrugada del día que deberá quedar marcado como el del
retorno de Alfredo Zitarrosa, deben hacer obligada referencia al doble carácter de Alfredo:
el hombre y el mito. Precisamente en esos dos andariveles, paralelos pero no idénticos,
quiso también seguirlo Enrique Estrázulas en su libro “EL CANTOR DE LA FLOR EN
LA BOCA ” . Mientras Enrique retrataba al cantor, para éste corrían amargos días
del exilio español. Tiempo amargo como resulta siempre el del extrañamiento, amargo
como -y a pesar de la solidaridad tendida- fue el exilio uruguayo para los heroicos defensores
de la República Española. De ese tiempo Alfredo salió crecido; creció el hombre,
madurando en la adversidad. Y creció el mito. Un mito que hoy es ya sólo superado por
el culto rioplatense a Carlos Gardel. Pero más allá del mito hay otra condición,
una tercera, que el destino parece haber otorgado a este hombre: la de ser un adelantado
del des-exilio. Alfredo inaugura eso que alguna vez llamamos “la delicada química
del reencuentro ”. Y es una suerte que sea así: que justo sea él, el elegido. Su temple
y su “probada dignidad” son evidencias contundentes de que el destino no es ciego, y que
no se equivoca. Bienvenido Alfredo, e . r . b .

U N P A R T O : E L P R E C I O no sabía si cantar o dedicarse a es­ de muchas de sus canciones— no im­

D E E L E G I R
No habían pasado tres años cuan­
do -un mediodía, sorpresivamente,
me llamó por teléfono. La inconfun­
dible voz se oía lejana y decía que
tenía resuelto musicalizar uno de los
poemas del libro que yo le había
regalado en el tablado aquel. “ Barrio
Sur” se llamaba. Esa noche nos en­
contramos y me contó la historia de
su último barrio (el del poema) y de
su vida en una pensión frente al Ce­
menterio Central, donde dubitativa­
mente habían transcurrido parte de
sus días. Me dijo que en aquel tiempo
U N D E S T I N O cribir, que había sido su oficio ante­
rior. Discípulo del grande y olvidado
poeta Vicente Basso Maglio había
rondado también talleres de poesía
y había sufrido en carne propia la
primera lectura del peruano César
Vallejo en un peldaño de su casa de
la calle Yaguarón, a solas, tal como se
debe recibir al crucificado autor de
Trilce.
Zitarroza es un juglar que canta
opinando o simplemente canta. Y lo
hace de un modo que —en el caso
porta demasiado lo que diga. Acérri­
mos enemigos de tSu posición, de sus
denuncias o convicciones, suelen ser
(artísticamente) sus más fieles admi­
radores. Ahí radica uno de los mis­
terios del cantor popular. Porque
popular significa involuntariamente
una abstracción de la idea y una acla­
ración de sentires. Y eso lo logra el
que sabe cantar y no siempre el que
sabe. Comunicar es lo principal, es el
primero y más perseguido de los
misterios. El talento, en sí mismo,
es misterioso. Su búsqueda es inú­
til: está adentro, surge o no surge.
 L A V O sistema nervioso más que al pensa­
Z , P R I M E R

I N S T R U miento. Estas tareas de la voz, no

M E N T O

deliberadas, son: ilusión, admiración,

La voz de Zitarrosa debe ser su piedad. Parto de la base de creer
más insondable misterio. Misterio que lo que le sucede a un hombre
que viene del yo-profundo. No soy puede sucederle a todos los hombres
el único que cree en el milagro Piaf en el acto de oir, siempre que el hom­
o en el milagro Gardel como grandes bre esté preparado auditivamente o
burladores de todo razonamiento. sea, naturalmente, auditivo.
También creo en el milagro Zitarro­ En la voz de Zitarrosa también
sa. Las explicaciones sobre este tipo se descubren figuras plásticas, colo­
de fenómeno puede darlas quizá la res cambiantes y no pocas tristezas.
ciencia, aunque siempre en forma Su voz es un claroscuro, no una som­
parcial. En una de sus últimas cartas bra. La figura plástica es un hombre
Zitarrosa me dice, respondiendo a mi pequeño mucho más joven que esa
nostalgia por la ausencia de su voz voz; la tristeza es notar implícita en
viva en Montevideo: “Es la mejor la voz una suerte de maleficio. Son
herencia de mi madre” . Como de­ algunos de los ingredientes que
finición, simple y sintética, es la atrapan al comunicar. Y Zitarrosa
mejor que he oído. Al menos, la logra comunicar aunque cante la letra
más aceptable, Pero el más viejo más elemental o más ingenua, casi
instrumento del mundo (la voz siempre superada por el cantor que
humana) es, a la vez, el más recón­ se prende de las palabras y las im­
dito. Y cuando suena a intemporal pregna de un sentido que muchas
en esas vibraciones baila nuestro veces no tienen. A mi entender, la
asombro. En ese estremecimiento en mejor definición de Zitarrosa es ju­
la aceptada ignorancia de los por­ glar o cantor popular, no cantautor
qués, está siempre el más vivo secreto ni folclorista. A veces, el cantor
del arte. popular pretendido es el que más
La voz’ comunica al mismo tiempo lejos está —con sus artificiosos juegos
que cumple tres misiones que el oído para entrar en la masa— del pueblo,
registra para trasladarlo a todo el de la gente.

El canto hispanoamericano: Alfredo Zitarrosa con Soledad Bravo y el catalán Xavier Rlbalta. Caracas, 197

dice mi padre que ya llegará desde

D I A L O G O S C O N
R E T A Z O
R E P O R T A J E I N
Mis diálogos con él pueden for­
mar, por sí solos, un libro o más de
un libro. Durante varios años tal vez
haya sido el hombre con quien más
asiduamente dialogué - y más pro­
fundam ente- sobre toda clase de te­
mas. Es un excelente dialoguista de ti­
po confesional (entre dos) y un buen
conversador público, aunque mucho
más basado en su facilidad de palabra
que en conceptos demasiado claros
o fundamentados. No es, insisto, un
intelectual típico. Su filosofía es re­
concentrada, tal como su inédita
poesía hermética o sus vacilaciones.
Hombre taciturno en su vida íntima,
a veces excesivamente huraño y sus­
ceptible. Otras, cordial y abierto a
•todo tipo de gente. No elije sus ami­
gos. Es extremadamente generoso y
tiene una tendencia natural al despil­
farro del dinero. Probablemente sien-
Z I T A R R O S A ta un odio subrepticio o franco por boca” , por ser más adecuada a su
S D E U N
el dinero, por las razones de su exis­ realidad. Yo entiendo por flor no la
T E R M I N A B L E
tencia o por las implícitas bajezas del cautiva del florero burgués. Amo la
vil metal. otra flor: la flor errante y maléfica
del canto de Baudelaire junto a la
La vida de Zitarrosa sospecho que fragante y preciosista de los versos
no la escribirá nadie: está escrita de Rubén Darío. El canto de Zita­
en las esquirlas que lleva en el alma. rrosa, se me ocurre, es una rara
mezcla de los dos aromas. Aunque
A lo sumo, por un conjuro de silen­
cio, puedo sintetizarla con un verso: huela a jacarandá o al jazmín salvaje
de mi tierra.
Yo sé quien fuiste, pero no hablaré.
Nada de vergonzante hay en ella. La composición es uno de los as­
Es la vida de un hombre, peor que pectos más interesantes, en sus pri­
la de muchos, mejor que la de tantos. meras y últimas fases, como perío­
Pero ha sufrido y sufrir eleva a un dos de creación intuitiva. A veces,
hombre. Si canta como canta no se su primera clave es un silbido, melo­
debe únicamente a una prodigiosa días subconscientes que, en el mo­
garganta. Como Piaf, como Gardel, mento menos esperado, despiertan la
como Serrat, Zitarrosa también canta idea de una canción. En general, he
por sus llagas. De ahí es que recor­ observado que escribe sus letras casi
dando el nombre de una obra del ita­ paralelamente a la música. Toma la
liano Luigi Pirandello se me ocurrió guitarra y busca acordes indefinida­
un día llamarlo “el hombre de la mente. Cuando logra alguna forma
flor en la boca” , metáfora que sus- musical en acecho entonces comienza
tituyo por “el cantor de la flor en la a trabajar con el grabador. Vuelve a

Ei cantor (con lentes), Juceca, Blanklto y amigos. Buenos Aires, 1976.
el fondo del tiempo otro tiempo
mi memoria el invierno de 1972, en
que tuve que cruzar Montevideo de
punta a punta bajo una lluvia torren­
cial, en un destartalado taxímetro,
para acudir a una llamada urgente de
Zitarrosa. Supuse al principio que
había enfermado, que estaría dolo­
rido por algo o, en el mejor de los
casos, habría cometido alguno de
sus excesos. Cuando llegué todo es­
taba en calma. Y el amigo trovador
en cuestión, de lo más bien, sentado
junto al grabador, secándose unos
lagrimones que, yo sabía que venían
de la emoción creadora.
—Solamente quería que escucha­
ras un “adaggio” que se me acaba
de ocurrir.
Entonces dejé que regresara la cal­
ma,' colgué mi impermeable empa­
pado y me dispuse a oir los acordes
de los que más tarde se transformara
en el famoso “Adaggio en mi país” ,
una de las más conmovedoras can­
ciones que se han escrito en Uru­
guay, acaso premonitoria, inspirada
en la guerra y señalando un camino
de paz que, indudablemente, está
llegando:
Dice mi padre que ya llegará
desde el fondo del tiempo otro
tiempo
y me dice que el sol brillará
sobre un pueblo que él sueña
labrando
su verde solar.
Tú no quisiste la guerra,
madre tierra, yo lo sé.
Zitarrosa ama la humanidad, la
vida. La ama como debe ser amada,
con su plenitud de alegrías y priva­
ciones, con su constante creer y des­
creer, sus desafíos, sus luchas. Es
cierto que también se evade y sus
métodos de evasión son, o parecerían
ser, autodestructivos. De algún modo
él también vive por una herida, como
L A S C A N C I O N E S
P A R T I C I P A N T E S
He compartido siempre el senti­
miento de injusticia de Zitarrosa.
Filosóficamente nos unen, más que
separarnos, una serie de lícitas dis­
crepancias, tal como debería suceder
con todos los hombres en los órdenes
del razonamiento, no de la pasión.
Nuestra congoja es la misma, las mo­
tivaciones idénticas, pero las convic­
ciones políticas difieren.
Su primera canción llamada de
protesta más exitosa fue “Mire, ami­
go” .' Lo extraño de su popularidad
es que resonó bien, en aquel enton­
ces, hasta en el ánimo de los más
acérrimos conservadores. Creo, perso­
nalmente, que no se trata, como
equivocadamente se dijo, de una
canción escrita contra el acto elec­
toral en sí, sino contra las formas de
la venalidad que se usaron tradicio­
nalmente para adornar instituciones
y mantener la pobreza. Es una can­
ción contra las distorsionadas cam­
pañas preelectorales y el sistemático
engaño al proletariado rural que se
practicó en mi país. Las democra­
cias auténticas (representativas y re­
publicanas) no son tocadas por esa
canción. Se denuncian, sí, las com­
ponendas, el agringamiento y, a mi
entender, el uso consciente del des­
poseído.
en la verdadera creación que hace de
la milonga oriental de Osiris Rodrí­
guez Castillos, “ Décimas a Jacinto
Luna” :
y voy con esta canción
...
en los labios de una herida
pa ’ que al final de mi vida
quede mi canto despierto,
pues todo cocuyo muerto
deja una luz encendida.
El espíritu de Zitarrosa se modeló
a raíz de su desamparo, de la gesta de
vivir y sobrevivir una infancia durísi­
ma en el orden afectivo. Así es que
se construyó -subconscientemente—
el artista. Y esa fue su réplica: crear,
comunicar, armar lentamente un
puente de amor hacia la comunión
de dos espíritus, entre él y quien lo
escucha temblar en cada sílaba. En
suma: crear felicidad.
 ALFREDO
ZFEABBOGA
\
LA CO YU N D A
DOÑA S O LE D A D
Como lazo mi amor te "asujeta''; Mire, doña Soledad,
M ILON GA EN DO
cuanto más largo el lazo póngase un poco a pensar,
más larga la ausencia doña Soledad,
No tenés más coyunda que el tiempo;
Milonga en do, cuántas personas habrá
cuanto más tiempo pase que la conozcan de verdad.
canto menor,
tendrás más recuerdos. Yo la vi en el almacén
cuántas canciones nacieron
con tu emoción; peleando por un vintén,
Como perro trotando en la huella. doña Soledad.
dulce milonga
mi amor que te acompaña Y otros dicen: "haga el bien
enamorada de todos,
te traerá de vuelta. hágalo sin mirar a quién".
como una planta
No tenés más coyunda que el tiempo,
crece en la garganta,
él y mi amor te harán volver.
nace tu flor sin color Cuántos vintenes tendrá
lo estoy sabiendo. sin la generosidad
en cualquier corazón
-perfume de otra canción-. doña Soledad,
M ILO N G A DE OJO S D O R A D O S con los que pueda comprar
E S T R IB IL L O : el pan y el vino nada más.
toca mi amor Milonga de ojos dorados, La carne y la sangre son
tu suave flor cántale a la que yo quiero; de propiedad del patrón,
crecida en la quinta cuerda tu corazón compañero doña Soledad;
milonga en do. musical y acompasado, cuando Cristo dijo " in o ! '
ronco silencio vaya volando a su lado usted sabe bien lo que pasó.
en el bordón que no llora; y dígale que no puedo vivir.
¿quién de nosotros Mire, doña Soledad,
no sabe del otro? No digas que ella se ha ¡do; yo le converso demás.
milonga para cantar decí más bien que algún día, doña Soledad,
y saber esperar, igual que tu melodía, y usted para conversar
nacida en cualquier lugar. cantándome en el oído, hubiera querido estudiar,
ella sentirá el latido Cierto que quiso querer,
Canción de ayer. del amor que una vez le pedí. pero no pudo poder,
voz de mujer, doña Soledad,
hoy, como entonces, Ella, como vos, tenía porque antes de ser mujer
sirena llamándome, los ojos color de oro; ya tuvo que ir a trabajar.
camino abierto desde siempre mirándolos casi lloro
y no acaba. -v o s bien sabés-, aquel día: Mire, doña Soledad,
lleno de voces Nunca pensé que existía póngase un poco a pensar,
como una guitarra: una mujer con los ojos así. doña Soledad,
mi pueblo es una canción qué es lo que quieren decir
transida de dolor Milonga, vos sos testigo con eso de la libertad.
templando un tono mayor. de que la quiero de veras; Usted se puede morir
vos no tenés sus caderas -eso es cuestión de salud-,
E S T R IB IL L O : ni aquella boca de trigo, pero no quiera saber
Toca mi amor, pero cantando conmigo lo que le cuesta un ataúd.
etc., ... etc.; irán tus ojos a hablarle de mí.
Doña Soledad,
milonga para cantar Milonga de ojos dorados, hay que trabajar...,
y saber esperar. volé cantando a buscarla, pero hay que pensar...,
nacida en cualquier lugar. y si llegas a encontrarla no se vaya a morir
Mi pueblo es una canción -después de haberla m irado- la van a enterrar...,
transida de dolor entrególe, enamorado, el corazón Doña Soledad...
templando un tono mayor. 1 que una vez le ofrecí. Doña Soledad... '
- --------------------------------- ......... .............. ^
y acto.
niben lena
FESTIVAL
de
lapaz sea conél canto... canto
Nos encontramos con Víctor Cunha en el Segundo Festival y me dijo:

Anular
“Cuándo va a escribir para la revista?
A m i me pareció un envite simpático y le contesté, como una invitación
a reimos a dúo: Póngame muestra y y o hago la plana- pero Víctor quedó
como en la fotografía de la revista.

perdidos...
de
La conversación no pasó de eso porque no había tiempo pará bueyes

Después del Festival, Guadalupe (Gustavo) me propuso en nombre de

la revista que escribiera concretamente sobre el Festival de La Paz.
N o puede ser y o quien escriba - le d ije- ya que debido a m i función só­
lo vi a los solistas y además de a ratitos a otros participantes y a los triun­
fadores en la noche de distribución de premios.
-B ueno, pero escriba algo y nosotros trataremos de dar los aspectos
LA BUZ
- CATEGORIA SOLISTA -
que Ud. no haya tratado. <
Y estuve pensando que para escribir sobre algo con propiedad hay que lero.........................MARIA MARKL
vivirlo. Y un conocimiento vivencial es menos globalizador pero más inten­ 2do............................ FREDY PEREZ
so. 3ero..................LEONARDO SILVA
Un primer aspecto a tratar es el del grupo organizador, el grupo Cantan­
do, conjunto de jóvenes que planificó hasta los más pequeños detalles, con - CATEGORIA DUO -
un sentido de responsabilidad y fraternidad dispuesto a la sonrisa y a la lero.....................................RAZONES
comprensión de las personas, dignificante de la condición humana, em­ 2do. . ..................Hnos! CABRERA
pleando en lo general y en lo particular motivaciones positivas en su traba­
3eto.......................... MANANTIALES
jo de grupo.
Grupo responsable del marco adecuado para el desarrollo pleno de las
jomadas de canto, que continúan aún finalizado el certamen. - CATEGORIA GRUPO -
Un segundo aspecto a destacar fue el del público, entusiasta y respetuo­ lero..............................GRUPO TAL
so, numerosísimo en cada jomada, participando de la aventura de crear un 2do................................. NATURAL
clima receptivo y actuante. Esto es una prueba de la cultura de nuestro 3ero............................. CONTRASTES
pueblo, y déla jerarquía del Canto Popular como manifestación colectiva.
Los jóvenes dicen que el Canto tiene seis o siete años; los viejos sabemos - CANCION INEDITA-
que tiene un poco más. Veinte o un poco más. solistas
Es una cuestión un poco de palabras y otro poco de hechos. En todo ca­ ler. premio compartido
so se trata de un país que pudo lograr en el breve pasado un cancionero
propio, a partir de los materiales a mano más conocidos y desatendidos por QUERER ES PODER, letra y música
la inmensa mayoría y tratando con dignidad su sustancia y con los mejores de LUIS PRADA, part. No.36.
deseos de ennoblecer los oficios, usando, adoptando y adaptando o inven­ LAS PLAZAS, letra y música de Fer­
tando sobre las fórmulas conocidas o reformulándolas intuitiva pero can­ nando Cabrera, por MARIA MARKL,
dentem ente para lograr una identidad como país. part. No. 50.
E l Festival fue una muestra de la diversidad de enfoques y vertientes de
la canción popular, diversidad que estuvo representada por participantes, - CANCION INEDITA -
público y jurado que yo llamaría fermental y que es cierto aquello de que dúos
nada se logra en el breve término de un día. al presentado por SAUL Y LUCIA,
De los concursantes y de las obras presentadas se puede decir lo siguien­ part. No. 78.
te: Frente a nadie, a ninguno de los que vi y escuché se me ocurrió pensar:
Para qué habrá subido al escenario?” - porque todos, absolutamente todos,
para mi, mostraron su valor. Unos en mayor, otros en menor grado, pero - REVELACION -
nadie fu e indigno de una justa de tal magnitud, y apreciando en todos la premio especial
importancia y emoción de su entrega. FERNANDO HERNANDEZ
No me corresponde, como integrante del jurado, comentar la actuación
de los participantes en particular ni la justicia de los distintos fallos, elabo­ - MENCIONES ESPECIALES -
rados en un ambiente de compartida confianza con la palabra de todos. guitarra
Compartir con los compañeros los trabajos y los días fue un gusto que no MARIO BODEANT .
olvidaré. percusión
El espacio asignado es un tirano. Felicitación por el acontecimiento to­
HUGO SOSA
do. Muchas gracias.

LA M AZA
Si no creyera en la locura
de la garganta del sinsonte
si no creyera que en el monte
se esconde el trino y la pavura
si no creyera en la balanza
en la razón del equilibrio
si no creyera en el delirio
si no creyera en la esperanza
si no creyera en lo que agencio
si no creyera en mi camino
si no creyera en mi sonido
si no creyera en mi silencio
qué cosa fuera, que' cosa fuera
la maza sin cantera
un amasijo de cuerdas y
tendones
un revoltijo de carne con madera
un instrumento sin mejores
pretensiones
de lucesitas montadas para escena
qué cosa fuera corazón,
qué cosa fuera
qué cosa fuera la maza sin cantera
un testaferro del traidor de los
aplausos
un servidor del pasado en copa
nueva
un eternizador de dioses del ocaso
júbilo hervido con trapo y
lentejuela
si no creyera en lo más duro
si no creyera en el deseo
si no creyera en lo que creo
si no creyera en algo puro
si no creyera en cada herida
si no creyera en lo que ronde
si no creyera en lo que esconde
hacerse hermano de la vida
si no creyera en quien me
escucha
si no creyera en lo que duele
si no creyera en lo que quede
si no creyera en lo que lucha.
Silvio Rodríguez
Escucha mi plena Le he preguntado a mi sombra
casi un milongón a ver cómo ando
corazón de América, corazón para reirme
solidario son... mientras el llanto
con voz de templo
Busca los hermanos rompe en la sala
borrando el color regando el tiempo.
indio de la puna
negro de los dock. Mi sombra dice
que reirse
Blanco de los barrios es ver los llantos
de lata y farol... como mi llanto
Escucha mi plena y he callado
casi un milongón desesperado
y escucho entonces...
Entra en las favelas La tierra llora...
fuerte como un ron
canta a los hermanos La era está pariendo un corazón
puros de sudor. no puede mas se muere de dolor
y hay que acudir
Pasa las fronteras corriendo pues se cae... el porvenir
viento de canción a cualquier selva del mundo
Latinoamericana voz a cualquier calle
de mi corazón.
Debo dejar la casa y el sillón
Se abre un surco nuevo la madre vive hasta que muere el sol
en el sol tropical y hay que quemar el cielo si es preciso
donde se siembra el pueblo por vivir
todo dignidad. por cualquier hombre del mundo
por cualquier casa.
Aves de rapiña Silvio Rodríguez
ves sobrevolar
pero esta cosecha, no
no se comerán
W. Benavidez - E. Larbanois
F IN A L
LA S V IO L E T A S
Cuando te sientas sola
Para María Victoria
frente a la oscura puerta
y aquella lluvia incierta
Esta mascarita triste
toque tu sien y corra
se ha empeñado en contagiar
Recuérdame
los sueños de las muchachas
mi mejor vez
que salen a trabajar
recuérdame
Pero una niña de trenzas negras
la espina no,
al dibujar un corazón en el zaguán
la flor, la flor,
con tiza blanca y mano ligera
si es que hubo flor.
a la triste mascarita hizo escapar
Cuando la luz del día
te recobre sin nadie
V asi vuelven las violetas
solo el árbol y el aire
en nuestro patio a iluminarse
en la plaza sombría.
la canción que nos defiende
Todo fue andén distante
siempre se vuelve a cantar.
sin voces y sin humo
lugares en que hubo
Este diablo sin pintura
un triste visitante.
vino aquí para afanar
Recuérdame...
las sillas en la vereda
del verano vecinal
por suerte un niño de honda certera Ahora que no hay nada
en una fresca nochecita de San Juan sino fotografías
en luz de fuego al pobre diablo cartón donde la vida
con la aguja de su trompo hizo bailar. es rosa imaginada.
Recuérdame...
Y así vuelven.. .
Luis Campos/Jorge Galemire V . Cunha/E. Darnauchans.

E L IN STR U M EN TO
Conocerse claro está
que necesita su tiempo
con años que albañilean
y años de derrumbamiento
pero cuando todo es potro
mujer baile vino viento
y la carne nos sostiene
tanto o más que el hondo hueso
qué vas a andar preguntando
si te das por lo derecho
y es tu voz la que te dice
si la promesa es lo cierto
y de pronto se volaron
la mujer el vino el fuego
que sostenía las carnes
el temple del instrumento
y en un cantor de boliche
me conocí en el ejemplo
ya perdí mi compañera
desátame de este enredo,
W. Benavides
UNO (que se crió acá)
Uno que se crió acá
mirando el mar
porque es hijo de emigrantes
o simplemente por pura costumbre
Uno que levantó escaleras al cielo
y se cayó
porque tenía poca madera
o porque alguien le sacó los clavos
Uno que es un renegado payaso
lleno de nostalgias
es un poco embustero
y algo bueno
compra libros y va al cine
los sábados de noche
Uno así nomás
con tanto cayo encima
se da cuenta que ya es viejo
con dos sotas y dos ases
Uno a veces se cansa
de despedidas de soltero
I
cón diez lucas por cabeza
de los buenos días señor
de los bigotes
del café con leche y las tostadas
de las mamúas de los viernes
de amuebladas semanales
Uno entonces sabe
que es tiempo ya
Macachín/Abel
de empezar por los plurales García
los versos
L A P A R V A IN D E S T R U C T IB L E
Va bastante comimos las cenizas
de nuestro pobres sueños calcinados
ahora traigan la sangre de ese vino
que pisamos con pies desconsolados
Por mucho tiempo nuestros ojos vieron
solamente raíces, negra tierra,
ahora miraremos a las nubes
a la esperanza de la fruta nueva.
Nosotros le rogamos, todo un pueblo
sudó sobre la tierra, como lluvia,
ahora, que despuntan hojas verdes
vamos a armar un baile, todo furia.
Por mucho tiempo amamos a la noche
como si no existiese la mañana
porque era la mañana de los bueyes
del esfuerzo feroz y la guadaña...
Ahora alzamos el vaso con el vino
para que el sol también beba su sangre,
y así reconoceremos al hermano
al prójimo que marcha por la calle...
Levanta para siempre la^abeza
ya no me doblo porque me sostienes
ya somos una parva indestructible
somos un sueño unido para siempre...
W. Benavidez / E. Larbanois
OCHO L E T R A S
En el aire, en el fuego en el vendaval
en la lluvia que cae sobre la ciudad
en el gesto cansado del desaliento
en el puño cerrado rasgando el viento.
En el agua salobre sangre del mar
en la dulce frescura del manatial
en el ómnibus lleno de rostros serios
o en la risa campana de los recreos.
A llí donde te gritan que no podrás
los cerrojos del miedo y de la crueldad
A llí donde te imponen guardar silencio
o silencian tu boca con sufrimiento.
Sobre el féretro sucio de la injusticia
en la breve ternura de una caricia
en el pan prometido de los trigales
o en el beso sediento de los amantes.
Ocho letras cual ocho palomas blancas
ocho letras volando casa por casa
pues la historia se queda y los hombres pasan
y.en la historia del hombre casa por casa.
Ocho letras de guerra
ocho letras de paz
ocho letras tan sólo.
L IB E R T A D .
Mario Carrero
¥ canciones
E S T A S A C A B A D O JO E
ya lo creo que estás arruinado joe
ya lo creo y tú lo sabes
siempre fuiste un hombre de cuidado joe
siempre fuiste un chico duro
entiéndelo joe,
los años no han corrido en vano
antes eras el dueño del pueblo joe
tu pistola y tú lo saben
nos volaste la tapa del seso joe
cada vez que lo quisiste
a un lado joe,
los años no han corrido en vano
eras grande entre los poderosos joe
ellos te dieron las alas
pero todos los ciclos se cumplen joe
ya no somos unos niños
aguarda joe,
los años no han corrido en vano
hicimos una poca de fuerza joe
todos juntos a u n tiempo
hoy juntamos nuestras cobardías joe
y jalamos de la soga
tú lo quisiste,
los años no han corrido en vano
todos te estamos viendo en la horca joe
nadie habló de represalias
simplemente los ciclos se cumplen joe
siempre fuiste un chico duro
descuida joe,
los años...
andando joe,
los años...
largo joe,
los años...
chispas joe,
los años...
entiéndelo joe,
y no te echaremos de menos.
Fernando Cabrera
La Música Popular es tam­
bién ( y por qué no, ante
todo) sus textos. Pocas
cosas la definen tan pre­
cisamente como su vocación de can­
tar con fundamento. No es frecuente,
por otra parte, encontrar un cancio­
nero popular que convoque el rigor
y la calidad poética en las proporcio­
nes en que ella lo hace, aunque a ve­
ces falte la perspectiva necesaria, la
distancia, para reconocerlo. Por esa
razón, y porque el público necesita
este documento escrito sobre el cual
ejercer su acto de reconocimiento y
memoria, NUEVA VIOLA irá publi­
cando número a número las letras de
todos los tiempos del canto popular,
sin detenerse tampoco en las estrictas
fronteras físicas que, como se sabe,
son incapaces de abarcar o detener la
canción.
 Esta foto es mi símbolo. Sobre el escenaiio, un cantoi
uruguayo (que en este caso es Viglietti, pero podía ser / ita
rrosa. Los Olimareños, el Sabaleio o cuab|iiiei olio). Y en la
euforia tlel público un público también tnutpiayo a posai
de las lionleias la síntesis de una alegría populni que
tantos anos de silencio no lian loipado acallai. Una expío
sión de júbilo y adhesión. Una vibrante crístali/ación del
reencuentro que tanto espetamos ai listas y publico paio
rom peí a coi o el silencio, las distancias y las limítelas
Un nuevo tiempo está poi comen/ai Loo la vo/ de siornpie,
el pueblo y sus mtéipieles ya lo euipie/an a lestepii

jf,.
...

<#
¿ 6

*
IV«
* MUSGAS NO
SANIAS IB ANTES
Que “Carnavales eran los de an­
tes” , seguramente es cierto.
Uno no es tan decrépito como pa­
ra acordarse de los corsos encabeza­
dos por el Marqués de las Cabriolas.
Pero tampoco es tan imberbe como
para no haber vivido épocas de pape-
litos, serpentinas, disfraces y tablados
que le daban un sabor festivo al car­
naval de antes, y que pertenecen defi­
nitivamente a la historia. Claro, eran
épocas en que había motivos para di­
vertirse: la plata alcanzaba, no traba­
jaba el que no tenía ganas, y hasta
Tortorelli decía discursos en cual­
quier plaza sin que a nadie se le ocu­
rriera proscribirlo.
Pero las agrupaciones carnavales­
cas, ¿eran mejores? No; rotundamen­
te, no.
Habrá quien argumente, con ra­
zón, que era otra gente, a la que más
que cachets y premios la movía el
amor por el Dios Momo. Y habrá
quien diga que es muy poco lo que
ha cambiado en determinadas espe­
cialidades. 'No existen más los grupos
gauchoides como “Juan Cruz Tran­
quera y los suyos” , ni los “Cuadros
Internacionales” , hoy sustituidos por
“Revistas” que no aportan nada nue­
vo aunque pasen dos siglos. Tampoco
están los inolvidables dúos cómicos
que repetían el molde Buono-Stria-
no, como “Yo kiero dormir kon Ma­
ma” o “Santomar” , que agotaron el
género a fuerza de reiteraciones.
Subsisten los humoristas y los pa­
rodistas, que han evolucionado y me­
jorado, al menos en la parte musical,
a ilustres antecesores como los “Ne­
gros Melódicos” o los “Humoristas
del Betún” . Y subsisten las compar­
sas lubolas, con mayores lujos pero
los mismos conceptos que los anti­
guos “Esclavos del Nyanza” ; algo ló­
gico, ya que los tamboriles y los cuer­
pos van a vibrar siempre, con mayor
o menor calor, de la misma manera.
Pero cuando llegamos a las murgas
¿quién puede decir que eran mejores
las de antes?
Hay añoradores, por supuesto,
que sostienen que nadie volverá a dar
el tono como Cáchela, ni a dirigir co­
mo Pepino, ni a moverse como el Pa­
to Correa. Que antes había más ale­
gría, más autenticidad. Y tal vez ten­
aquiles fabregat
gan una porción de razón. A mí, con
muchos años de tablado sobre las es­
paldas no me convencen mucho. En
las décadas del cuarenta y el cincuen­
ta, para entender lo que cantaba una
murga no había más remedio que
comprar el librillo con los versos.
Unicamente a los solistas se los com­
prendía, y muchas veces a medias si
había unos vinos de por medio. Al
que lograra agarrar lo que se decía al
unísono, le daban un premio a la me­
jor trompa de Eustaquio del Uru­
guay. Por otro lado, la endeblez y la
reiteración de las letras era terrible.
El temario jamás salía de las ridicule­
ces de las modas, lo chorros que eran
el carnicero y el verdulero, lo maricas
que eran los jóvenes y lo zafadas que
eran las mujeres. Siempre hubo ex­
cepciones, claro. De las toneladas de
murgas que vi de chico, recuerdo par­
ticularmente a “Los Nuevos Saltim­
banquis” con el Coco Dandraya, allá
por el ‘51 o el ‘52, cuando hacían
una parodia sobre el Festival de Cine
de Punta del Este y la inquietante
presencia de Silvana Pampanini.
Hubo, entonces, murgas que esca­
paron a la línea general. Pero dejé­
monos de macanas: la inmensa mayo­
ría, aún con su carga de pueblo y ale­
gría, eran un espanto. Y no siento
vergüenza de recordar que más de
una vez, en mis notas humorísticas
de la década del sesenta, tomé como
blanco a las murgas para feroces pa­
rodias sobre presentaciones, despedi­
das y cuplés de actualidá. Tarea en la
que me acompañó muchas veces mi
amigo Viterbo, con quien compartí
innumerables noches de masoquismo
tabladero.
Hoy, la cosa rompe las escleróti­
cas: las murgas son infinitamente me­
jores que antes. Se han profesionali­
zado, es cierto, y ya no actúan si no
hay dinero de por medio. Pero siguen
siendo parte del pueblo, y han llega­
do a un nivel que ni el más optimista
murgófilo del pasado pudo soñar.
Ningún conjunto de la época de oro
de los “Asaltantes” , los “Patos” o los
“Curtidores” , se le puede comparar a
la actual “ Falta y Resto” . Ningún
primer premio del sesenta para atrás
podría resistir cotejo con “La Reina
de la Teja” o “Araca la Cana” de los
últimos años. Ahora se canta bien, in­
dividual, dual o coralmente; se en­
tiende todo; se desafina muy poco; y
fundamentalmente, las letras tienen
valor por sí solas. En este terreno, la
evolución ha sido enorme. ¿Es posi­
ble encontrar, en el pasado mediato,
un letrista de la envergadura de Raúl
Castro? Pienso que no. Me pongo a
recordar letras viejas, que me queda­
ron porque las encontraba potables,
y me sonrío comparándolas con las
de ahora. Y no vayan a creer que es
sólo un problema de enfoques polí­
ticos y sociales que en otros tiempos
no tenían razón de ser. No, hay otra
cosa; cualquier presentación, cual­
quier cuplé, cualquier despedida ela­
borada por los Catusas, los Morgades
o los Castros de hoy, empalidece lo
más rescatable de los tiempos idos,
incluyendo la Retirada del 32 o la cé­
lebre despedida de los Patos que de­
cía: “ La Comisión nos dijo... que la
bronca han tirado” ...
Comparto, cómo no, una crítica
que se les hace a ciertas murgas. La
salida hacia la canción o al Canto Po­
pular, transforma a la murga en un
simple grupo vocal cuyos integrantes
se pintan y disfrazan. Cuando “Ara­
ca” entona “Cambalache” , aunque lo
hace bien, deja de ser murga. Cuando
hace “Juan Pueblo” , vuelve a sus orí­
genes y demuestra que es notoria­
mente superior a la de sus primeros
tiempos.
Más de una vez he comentado, en­
tre amigos, que soy un tipo que des­
cubrió la murga a los cuarenta años.
No es del todo así. Lo que descubrí,
en realidad, fue a las nuevas murgas.
Después de muchos años sin escuchar
manifestaciones carnavaleras, me to­
pé de golpe y porrazo, en los años
1981 y 1982, con obras maestras co­
mo el “Saludo Paloma” de la Falta,
el homenaje a los barrios de la Reina,
la despedida de “Araca” y otras cosas
de los Diablos o la Bohemia que tam­
bién me revelaron evoluciones ignora­
das.
¿Que carnavales eran los de antes?
De acuerdo. Pero murgas, lo que se
dice murgas... las de ahora.
 JOSE MQRGAEE
y La Reina de la Teja
y reportaje

S o b eran a de
unbarrio obrero
Esta es la charla de dos personas: una, José Morgade, padre, murguista hijo de un barrio
trabajador, La Teja. La otra, cualquiera de ustedes.
Esta es una conversación como tantas otras de pualquier boliche de barrio o en las desocupadas
horas que poseen muchos de los que taminan por las calles de Montevideo.
El tema: “La Reina de la Teja” murga que representa tantas cosas. Esa murga a la que no
paran ni las balas, y que prontito nomás se nos va a los EE.UU. para pasear su gallardía
carnavalera nada menos que en el Madison Square Garden.
Esta es finalmente, la charla con el gran ausente de este Carnaval 84, ya que en este mismo
momento, José está en Australia llevando su mensaje murguero a los compatriotas que
desde allí miran con nostalgia y esperanza a este paisito.

—La incorporación tuya a la mur­
ga, ¿en qué año surge?
—En el año 1970, es decir, Unes
de 1969, junto con el peladito Díaz,
el hoy director de Los del pueblo
y de La Bohemia. Me vino a buscar
—él ya salía en carnaval. Yo tocaba
la guitarra y cantaba, pero nunca
había salido. Ahí nos incorporamos
los dos a una murga que se llama La
Línea Marginot. Eso fue el primer
paso a nivel de Dios Momo. El año
siguiente me vino a buscar José Ala-
niz, “Pepe”, y me incorporé a La
Soberana en la cual salí de ahí hasta
que pudimos, en el año 1975.
-E s decir que en 1970 te incorpo­
raste a “La Soberana".
—Me incorporé en el ‘70 para salir
en el carnaval de 1971. Salí en 1971.
72, 73, 74 y 75. Durante ese período
La Soberana también fue a nivel po­
pular una murga de mucho arraigo,
muy comprometida con todo lo que
se estaba viviendo en aquella época.
Confeccionaba los textos Pepe. Pien­
so que fue un gran maestro a nivel de
estructura. Un poeta, de la pequeña
cosa sacaba algo lindo, algo muy
bueno. Incluso no sólo a nivel de
murga, sino que él había hecho tea­
tro, declamación, y uno a esta altura
Reportaje de del partido se da cuenta, pasa raya
ALDO NOVICK para la suma y piensa que aprendió
mucho al lado de Pepe, aprendió mu­
chas vivencias, a manejar grupos, que
es muy importante para un director,
no sólo saber cantar o saber arreglar
un coro, sino a veces es importantísi­
mo manejar un grupo, manejarlo soli­
dariamente, incluso de cada error que
uno le veía al posible líder en aquel
momento, le sirvió para no cometerlo
en el futuro.
Pero de todas maneras pienso que
La Soberana marcó una época total,
dio vuelta el sistema arcaico utilizado
por las murgas. Se volvió de lleno a la
problemática social. Después, por di­
versas razones, no se pudo salir más.
En el 76-77 yo saqué Momolandia.
También la sacamos del club Arbo­
lito de La Teja. De repente no llegó
a los límites de popularidad que al­
canzó La Reina, pero todo fue un
proceso de avance, que viene engan­
chado.
En el 78 sacamos La Nueva Ola,
también siempre de La Teja, de la
sede del Club Tellier. En el 79, por
primera vez, es cuando escribo. Fue
cuando sacamos la murga La Celeste,
con un sistema semi-cooperativo.
Cuando comencé a escribir, lo
hice con mucho temor, porque era
muy difícil hacer olvidar la temática
utilizada. Pero como en todo orden
de la vida, uno viene con juventud y
con ansias renovadas de distintas co­
sas y me fui alejando de otro tipo de
cosas, incluso a Pepe se le habían
ocurrido pero pienso que todavía no
estaban dados los momentos como
para introducirlos en la murga, caso-
de instrumentos, de determinadas
formas de canto.
-E l nombre “Reina”, ¿tiene algo
que ver con lo que había quedado de
La Soberana?
—Yo considero que en todo orden
de la vida, cuando pasa algo impor­
tante y cuando quedan vientitos, aún
siguen soplando brisas en el fuero de
cada uno de nosotros; yo no lo puse
con la intención de parecerse a nadie.
-Y o no me refería a eso de querer
copiar un determinado nombre, sino
por razones afectivas, haber querido
dejar latente lo que había significado
La Soberana para muchos.
—Surgió ese nombre porque consi­
dero que La Teja debía tener una
monarca, una reina, una soberana a
nivel de murgas. Una murga que de
repente siguiera marcando los rum­
bos trazados por La Soberana, o por
La Nueva Ola, Los Diablos, La Boe-
mia, Araca la Cana. Lo esencial era
juntar a la gente nuestra y darle otra
vez la oportunidad de tener un con­
junto que saliera de nuestro barrio.
Nosotros hemos tenido ofreci­ criticar durante todo un cuplé una
mientos a nivel económico para escri­ cosa que está mal, como puede ser un
bir y para dirigir a otras conjuntos,
incluso en otros barrios, pero noso­
tros nos mantuvimos en la derecha
nuestra, no por camiseteros ni por lo­ que hicimos lo hicimos en broma” .
calistas, sino porque apuntamos con
nuestro esquema de trabajo; sabemos
que lo que estamos haciendo acá qui­ que todo era una broma. En la murga
zá no lo podríamos hacer en otro
lado, y para seguir haciéndolo tenía­ corrientes políticas ni orientaciones
mos que sacar algo nuestro.
Te digo a grosso modo cómo se
suceden, a nivel de textos, La Reina
de La Teja. El primer año fue localis­
ta, le cantó a La Teja, a los cuadros
de nuestra zona. El segundo año se le
cantó a todos los barrios. El tercer
año le cantamos a todos los departa­ Morgade a éstas?
mentos. El cuarto año le cantamos a
todos los países de Latinoamérica, y
ya tenemos diagramado para el próxi­
mo carnaval, tratando de buscar una
unificación de textos.
Algo importante es que La Teja es
un barrio murguero por tradición. No
hemos tenido la posibilidad de tener
boxeadores, basquetbolistas; lo único
que tuvimos fueron bochas, fútbol y
murgas y, ¿qué pasa? Las murgas,
desde nuestros ancestros, siempre tra­
taron de enfocar la cosa no con un
tinte político, no con un tinte de
querer politizar la cuestión, sino con
, un tinte de ser veraz. No es lo mismo
aumento, el costo del pasaje del óm­
nibus, por ejemplo, y al final del cu­
plé el acomodaticio decir “todo lo
Lo hiciiftos y consideramos que no po-
díamos terminar ese cuplé diciendo
La Reina de La Teja no se le pide
políticas a ninguno de los integran­
tes. Nosotros a nivel de grupo somos
un grupo compacto que tratamos de
hacer las cosas para el bien común, es
decir, no somos sectarios para nada.
—Yendo a las murgas universita­
rias, ¿cuál sería el mensaje de José
—Soy hincha de pique, porque son
murgas que no son profesionales, que
no salen a cobrar; son murgas forma­
das por gente con capacidad que tie­
ne ganas de hacer las cosas. A esas
murgas yo les diría que no se deten­
gan, que sigan para adelante, conta­
giando a otros grupos para que sigan
saliendo. Las murgas universitarias
son lo más honesto y lo más puro
que puedan existir, porque son mur­
gas en las que se juntan veinte estu­
diantes, se pintan la cara y salen al
pueblo. Esas murgas no pueden ter­
minarse nunca; en definitiva son las
que tendrían que tener más derecho
a estar en vigencia.
-¿Q ué significan para la Reina de
La Teja los tablados de barrio y el
Teatro de Verano?
—El Teatro de Verano para el
murguero es como el Estadio Cente­
nario para el jugador de fútbol. Hay
nervios previos. Cuando llegamos al
Teatro de Verano, y está lleno, se nos
eriza la piel, sudamos, transpiramos
la camiseta, tanto nosotros como la
Falta, la Bohemia, Araca, Los Dia­
blos, todos los que venimos a concur­
sar. La Reina no hace excepciones
con el Teatro de Verano y los barrios.
Para mí, y esto no es lirismo ni nin­
guna utopía, porque por algo se ha
cosechado lo que se cosechó,' es tan
importante llegar en hora al Paso de
la Arena como al Teatro de Verano.
Es tan importante dejar la vida y el
alma en el Carlitos Prado, Albatros,
Liverpool, como, en el Teatro de Ve­
rano. Es decir, nosotros vamos con
fuerza al Teatro de Verano y vamos
a ganar. Yo cuando subo al Teatro de
Verano pienso que no hay ninguno
que sea mejor que nosotros. Pero la­
mentablemente, por un problema de
puntuación, de censura, de jurado, la
gente considera que no tenemos el
puntaje para ganar; y no ganamos.
Pero cada vez que vamos al Teatro de
Verano vamos a ganar. Cuando va­
mos a los tablados más que más, por­
que ahí es donde nos importa ganar
de verdad. Por algo en el 83 hicimos
más de doscientos treinta escenarios,
y murgas que han ganado creo que
no han llegado a los cien.
- ¿Quién elige el jurado en el Tea­
tro de Verano?
-Bueno, mirá, yo de eso no sé
nada, no sé cómo se gobiernan ni
como son los puntajes.
-¿ E s algo aparte de AUDICA?
—Sí, creo que los jurados son gen­
te de la Comisión de Fiestas.
- ¿Es gente que tiene conocimien­
to o experiencia sobre lo que signifi­
ca una murga?
-Mirá, gente del jurado me ha di­
cho que no sabía qué era el carnaval,
y esa misma gente es la que nos bajó
puntos y la que nos hizo entrar quin­
tos y sextos casi todos los años. Re­
cién el año pasado subimos al cuerto
puesto, no sé cómo. De repente el ca­
lor popular ya era demasiado para ti­
rarnos tan abajo. No es tan importan-,
te la decisión de un grupo de perso­
nas como la de todo el público que
va a los diferentes tablados de barrio.
Para mí el jurado tendría que ser ese,
sumándole el veredicto popular,
como se hacía antes. Que el pueblo
elija su murga. Porque no hay nadie
más inteligente que el pueblo para
dictaminar si sos bueno o sos malo.
 Antes había un jurado en cada ta­
blado.
—¿Cómo se incorpora un nuevo
integrante a la murga?; yendo a los
casos más recientes de Bananita y
de Tato.
—En el caso de Tato, él era utilero
de La Soberana. Era murguero de
alma, y él consideraba que no canta­
ba bien y que no podía integrar una
murga. Yo la primera vez que vi Ba­
rrio Sur de Títeres Girasol, me quería
morir, porque hacía tiempo no no
veía una representación tan gráfica
de algo. Un poco nos pedimos mutua­
mente para que saliera con La Reina.
En el caso de Bananita González,
hacía tiempo que quería salir con La
Reina, y como zonceando vino un
par de veces hasta que al final se le
planteó. Carlitos había tenido ofreci­
mientos de dinero muchos más im­
portantes que lo que nosotros le po­
díamos ofrecer, pero él optó por ve­
nir a La Reina, y bienvenido sea.
—Con motivo de los viajes a la ve­
cina orilla, no sólo de murgas, sino de
diferentes intérpretes del canto popu­
lar, un poco por la falta de experien­
cia para tratar con empresarios en los
distintos espectáculos, ¿qué ha vivido
La Reina de La Teja?
—Tuvimos una experiencia muy
embromada. Fuimos un día a un lu­
gar con un posible contrato; llegamos
allá y el tal contrato no existía. De
todas maneras, actuamos en otros lu­
gares. Lo del contratista es algo que
más vale dejarlo de lado. A nosotros
no nos gusta quemar a la gente, pero
sí enfrentarla, y eso fue lo que hici­
mos. Lo importante es que el público
que nos vio quedó conforme. Pero
corrimos el riesgo por no tener gente
que nós bancara. La única compañía
que nos apoyó fue Ríos Argentinos,
y también un grupo de personas que
nos recibieron porque no teníamos
dónde quedarnos. Ahora vamos pol­
las nuestras. Nos autopublicitamos.
Incluso firmamos contrato para diez
actuaciones a mediados de octubre.
La Reina no tiene contratista. Los
contratistas que vayan a currar a otro
lado. Nos sirve más hacer un espec­
táculo y dejar la mitad de las ganan­
cias al comedor infantil que tenemos
en Progreso, que funciona con todos
los botijas pobres de la zona y que se
alimenten ellos, y no alimentar a es­
tos señores.
—¿Qué otras anécdotas surgen de
esos primeros viajes a Buenos Aires?
—Cuando llegamos a Buenos Aires
fuimos con el Banana y el Nano al
local donde íbamos a actuar y nos
decían: “ ¿La Reina?, ¿qué Reina?
¿Qué es eso? ¿Qué Teja? Los locos
no sabían nada de nosotros. Y ahí
fue cuando surgió la figura de Miño.
Este hombre de fierro —nosotros le
decimos Superman , porque nos dio
la vida— nos consiguió un hotel. Co­
mimos siempre en su casa; le comi­
mos todo. Hicimos una amistad total:
nosotros ya lo conocíamos de Mon­
tevideo.
Una de las veces que estábamos
cenando, avisaron que llamaban por
teléfono a Saúl Cuenca, el viejo de la
murga. “ ¿A mí? —dice S aúl-; ¿quién
me va a llamar acá por teléfono?”
Era un viejo amigo que se había ente­
rado que estábamos en Buenos Aires
y lo llamó. Entonces le trajeron un
teléfono walkie-talkie y Saúl se creía
que era una broma. Hablaba el revés,
por donde tenía que escuchar habla­
ba, y viceversa.
Buenos, después en el hotel -q u e
acá debe de haber como esos pero
uno no los conoce, con alfombras ro­
jas y coctelería y eso—, con los com­
pañeros de la murga, que son proleta
proleta, nos veíamos caminar sobre
las alfombras y hacíamos chilenas de
la risa. Un día estábamos en el hall
del hotel que tiene un cortinado bien
burguesito, y uno tenía que ponerse
a tono. Entonces yo pedí un gin con
tónica. Yo acá tomo grapa con li­
món, whisky y cerveza. Estábamos
todos ahí haciendo pinta, como bue­
nos uruguayos, y miramos para atrás
y estaba el Gallego (el que toca los
platillos) con el mate dulce, pero con
un vaso, y con unos bizcochos, ha­
ciendo muela, bien tipo La Teja.
—José, con motivo de tu viaje,
¿cuándo, dónde y por qué viajás?
-L a ida mía a Australia es un
poco el súmum de mi trayectoria
murguera. Los uruguayos de la colo­
nia latinoamericana en Sidney me
vienen planteando desde hace dos
años que vaya. Yo les contestaba que
no podía ir bajo ningún punto de vis­
ta, por mis hijos y por problemas per­
sonales. Pero parece que se concreta,
y es algo que me llena de orgullo,
debido a que mi tarea sería la docen­
cia. Los hijos de los uruguayos no
saben qué es el Uruguay, y mi tarea
sería la de enseñarles el folclore uru­
guayo, latinoamericano, a tocar la
guitarra. Además, a mí me encantan
los gurises y sería importante que si
algún día vivieran acá, supieran qué
cantan Darnauchans, Dino, Los del
Pueblo, etc. Otro de los cometidos
que tengo es enseñarles a dirigir la
murga que esta gente tiene allá. Lo
que más les interesa es aprender a
dirigir y a componer los textos.
—¿Quién confecciona la vesti­
menta?
—Las madres, esposas, novias y
amigas del grupo.
—Tuvimos el placer de conocer el
lugar de donde sale La Reina de la
Teja y sabemos que al regreso de cada
noche de carnaval está la mesa espe­
rando para cenar. Contanos un poco
sobre esto.
-Todas las noches compartimos la
mesa y es donde más nos familiariza­
mos; y aparte la cocina, te la podés-
imaginar si conocés el local. Por eso
en Buenos Aires quedábamos todos
perplejos, porque no sabíamos que
en el mundo podía haber cosas tan
evolucionadas.
—¿Qué recuerdo amargo te ha de­
jado el carnaval?
—Me acuerdo, como si fuera hoy,
que en el 75 estábamos vestidos para
salir, con aquella ilusión del desfile y
la ropa nueva, y llegó la orden de que
La Soberana no podía salir.
—¿Qué modificarías en los regla­
mentos de carnaval?
-Dejar evolucionar a la murga
como se deja evolucionar a las demás
categorías. ¿Por qué no podemos
aparecer con una flauta dulce, una
traversa, una guitarra, un charango,
etcétera? ¿No son instrumentos lati­
noamericanos?
—¿Qué les dirías a los adoles­
centes?
—A la gurisada joven lo que le
puedo decir es que bajo ningún pun­
to de vista los seres humanos deben
perder su derecho a la libertad de ex­
presión, ni deben claudicar frente a
aquellas situaciones que son injustas.
 ]® TALLER

E l in terés d e esta n o ta está signado p o r una p reo cu p a ció n casi estadística de lo que a llí se llevó a
a cabo, d e cu á n to s alum nos, cu á n to s d o centes, cu á n to s m úsicos, participaron
en las clases, en las audiciones, en los debates. N o q u erem o s adjetivar la tarea realizada,
en la {pedida q u e la R evista, aparte de co m p a rtir p le n a m e n te las aspiraciones
q u e el Taller planteaba, estu vo im plicada en las personas de buena p a rte de sus redactores
y colaboradores habituales. P or ello, nada m ás q u e cifras y algunos datos, para q u e no
solo los m e m o rio so s p u ed a n decir co n e x a c titu d que a las 9 de la m añana
de un soleado sábado 5 d e n o viem b re de 1983, en M o n tevid eo , y en Uruguay,
a quello que p arecía una u to p ía , e m p e zó a hacer historia.

LAS CIFRAS CIFRAS (otra vez)

Integraron el Taller, 52 alumnos,
39 de los cuales eran montevideanos,
8 del interior, 3 argentinos y 2 de
Bolivia.
El cuerpo docente estuvo formado
por 13 uruguayos, 7 argentinos, y un
chileno, en un total de 21 personas
cuyo espectro profesional compre-
día: músicos (de todo tipo y color),
periodistas, profesores de todo lo
que se les pueda ocurrir, difusores
radiales, actores y directores de
teatro, poetas, narradores, ¡un semió-
logo!, críticos literarios y musica­
les (y cinematográficos), fotógrafos,
diseñadores, ¡un sociólogo! y hasta
un maestro normalista (Rubén Lena
dijo que se llamaba).
A ellos podemos sumar los 24 mú­
sicos que participaron en las audicio­
nes (cifra en las que no se cuentan
los que además eran docentes) y
que soportaron heroicamente que les
desmenuzaran las canciones, les criti­
caran las voces y que les recomenda­
ran que “los intervalos de quinta en
el vigésimo tercer compás y siguientes
tendrían que, etc. etc.” . Además
fueron bastante aplaudidos.
Un último renglón para cuatro
héroes: los encargados de la organi­
zación, administración, y etcéteras
de todo tipo.
Por fin entonces un conteo final
de 101 (cientoun/o) participantes ac­
tivos, a los que aún habría que sumar
una larguísima lista de instituciones
y personas que de una manera u
otra pusieron su nada despreciable
granito de arena en este asunto del
Taller.
Cor¡un Aharonián
Washington Benavides
Y TEMAS
Para los que no fueron y para que
vean que fue lo que se perdieron por
no disponer de unos pocos N$, y
para que los que no fueron teniéndo­
los porque “seguro que nada van a
decir”, damos la lista de las clases y
algunas cifras más.
Primero éstas últimas: el Taller
se llevó a cabo en 9 días, en los 8
primeros (del 5 al 12) se realizaron
actividades que implicaron un total
de 92 horas discriminadas de la si­
guiente manera: 64 de clases (teóri­
cas y/o prácticas) y 28 de audiciones
y posteriores debates. El noveno y
último día (domingo 13, lluvioso)
estuvo dedicado a una evaluación
general de lo actuado y a una reunión
de camaradería, en donde se sacaron
los trapitos al sol (falso, a la lluvia
sería) de las cosas que no habían con­
formado y se previeron ya los prime­
ros cursos estables (ver nota). Des­
pués el asado y la torta. (Excelentes
ambos). Nueve días con casi 12 ho­
ras diarias de tarea, que prueban lo
complicado de la Música Popular,
al señor con 7 le alcanzaron.
Vean ahora el temario y los do­
centes:
* Qué es y para qué sirve la músi­
ca popular - Coriún Aharonián (3)
* Folklore y canto popular: su
polisemia - Rubén Lena
* El especio medio: reflexiones
sobre la pedagogía - Alberto Mu­
ñoz (a)
* Los niños, ¿son cultos?. Ideas
sobre la pedagogía infantil - Gustavo
Mozzi (a)
 * El canto popular como produc­
ción de sentido: un enfoque semióti-
co - Fernando Andacht
* Canto popular y música popular
- Rubén Lena
* Nuevo canto urbano de raíz ma-
cional - Héctor Negro (a)
* Vínculos y obstrucciones de la
canción popular y los medios de in­
comunicación social - Alejandro Ta­
rruda (a)
* Historia de la Nueva Canción en
América Latina - Armando Tejada
Gómez (a) (3)
* Experiencia creativa y musical
en el jardín de infantes - Héctor de
Benedictis (a)
* Función de un Comunicador
Social en la realidad de nuestro me­
dio, hoy - Marcelo Pérez Cotten (a)
(2)
* La música popular uruguaya:
otra versión - Rubén Castillo
* Cómo nace una canción. Cómo
nace un canto - Rubén Lena
* Aproximación a la música con­
temporánea latinoamericana de los
últimos 20 años - Carlos da Silveira
* Caminos no tonales en la músi­
ca popular uruguaya - Leo Maslíah
( 2)
* Las palabras de una canción -
V íctor Cunha
* Técnicas e interpretación vocal
e instrumental (guitarra) - Nelly Pa­
checo y Luis Apotheloz (2)
* Análisis (musical) - Jorge Laza-
roff (3)
* El Canto Nuevo chileno - Luis
Valdivia (ch)
* Música en cine - Henry Segura
* Técnica guitarrística utilizada
en el canto popular - Eduardo Lar-
banois
* El texto en la música popular
uruguaya - Washington Benavides
Los números al final de cada ren­
glón indican las clases en que fueron
desarrollados cada tema. La letra
(a) identifica nacionalidad argentina
y la (ch) la chilena. Todos los demás
que tendrían que haber estado con
(u), pero que no están son urugua­
yos.
Bueno, esto naturalmente no es
todo, pero por lo menos para empe­
zar a pensar en como hacer para lle­
gar a Rosario (Argentina) para el 84,
creo que es suficiente. Igual estén
atentos a los cursos que se iniciaron
aquí en Montevideo. Nos vemos.
(Psss, Trochón, los asadores están
invitados al Segundo Taller, ¿no?)
V.Cunha
TUMP
liW « V iV tV tV A V * V .* iV iV .V .V .% V .v .v .
El 5 de diciembre de 1983, quedó
constituido el Taller Uruguayo de
Música Popular, cuyos objetivos son:
1 - Crear un archivo de material
relacionado con la música, funda­
mentalmente indígena, folclórica, po­
pular y latinoamericana, a través de
partituras, discos, casetes, cintas, le­
tras, libros biografías de composito­
res, intérpretes, letristas y poetas, afi­
ches, programas, publicaciones en ge­
neral, trabajos de relevamiento musi-
cológico, material visual, etc.
2 - Promover la obtención, adqui­
sición y búsqueda de dicho material,
cuya conservación y mantenimiento
interesa desde el punto de vista artís­
tico, social, histórico, científico, etc.
con el propósito de conservarlo, evi­
tar su deterioro, reproducirlo y ase­
gurar indefinidamente la posibilidad
de futuras reproducciones y exhibi­
ciones con fines culturales.
3 - Hacer especial hincapié en la
recopilación y restauración de las rea­
lizaciones uruguayas, escritas y sono­
ras, preservando de esa manera el
acervo musical y cultural nacional,
efectuando las copias de seguridad
correspondientes, de todo el material
obtenible.
4 - Desarrollar una actividad do­
cente permanente de estudio,experi­
mentación e investigación musical,
así como también la organización re­
gular de cursillos, charlas, recitales y
espectáculos a cargo de personalida­
des nacionales y extranjeras y la pu­
blicación o edición de material escri­
to y sonoro.
5 - Incentivar, apoyar y realizar
trabajos de investigación y releva­
miento musicológico.
6 - Propender la creación y afian­
zamiento de instituciones similares a,
ésta, en otros puntos de América La­
tina, fomentando el intercambio con
las mismas de becas, material en ge­
neral, cursillos, charlas, recitales, es­
pectáculos, etc.
7 - Participar activameqte en la or­
ganización de encuentros anuales de­
nominados “talleres latinoamericanos
de música .popular” , en los cuales se
realiza una intensa actividad de análi­
sis y discusión musical y poética, esti-
mulando la concurrencia a docentes
y alumnos de toda América Latina.
El viernes 16 de marzo se realizó
la inauguración del local del T.U.M.
P. (con un brillante rendez-vous del
que se ocupa nuestro cronista de so­
ciales). Allí conversamos con diferen­
tes directivos y docentes del Taller,
sobre las características y particulari­
dades del trabajo encarado, del que
cabría destacar algunos aspectos. Por
ejemplo, que además de la relación
de docente-alumno, el público en ge­
neral se puede acercar al T.U.M.P. en
la modalidad de socio. A cambio de
su colaboración mensual, el asociado
tiene libre acceso a las actividades or­
ganizadas por el T.U.M.P., entre ellas,
el Ciclo de Música Popular de la
Alianza Francesa (que empieza el 11
de abril con la presentación de Ru­
bén Olivera), las charlas délos martes
en la sede de la institución, los recita­
les de los viernes, y puede disponer
del archivo y la biblioteca del institu­
to.
Un breve repaso a las actividades
ya cumplidas incluye las respectivas
charlas de Washington Benavides,
Leo Maslíah, Rubén Lena, Carlos
Molina, y los cursos de armonía en la
música popular, por Jorge Lazaroff,
educación musical, por Rubén Olive­
ra, y análisis semiótico del texto de
canción, por Fernando Andacht. Asi­
mismo se anuncia el comienzo de los
talleres de composición a cargo de
Leo Maslíah, de iniciación musical a
cargo de Luis Trochón, y las charlas
sobre murga (mes de abril, por Raúl
Castro) y de tango (en marzo).
Para terminar esta reseña, abría
que consignar la integración del equi­
po de docentes del T.U.M.P., que res­
ponde al. siguiente detalle: guitarra:
Larbanois, Esteban Klisich, Gustavo
Ripa y Fernando Yáñez; canto popu­
lar: R. Olivera, J. Lazaroff, E. Kli­
sich, L. Maslía y L. Trochón; contra­
bajo y bajo eléctrico: Marcos Gabay;
percusión: Héctor Bardanca; bando­
neón: Enrique Introini; saxo, Grego­
rio Bregstein.
El T.U.M.P. funciona en Mercedes
1732 y los interesados pueden dirigir­
se allí por mayor información.
Y interior
Tocata y Fuga
Gente nueva, de San José, muy jóvenes algunos, otros con un poco más de camino recorrido.
Todos ellos con unas enormes ganas de lograr la tan ansiada integración
Montevideo-Interior-Montevideo. El Canto Popular es cada día un fenómeno
más auténtico y vital, y Tocata y Fuga es un ejemplo de ello.
Aprovechando el que “Tocaba y -¿Cuándo aparece Tocata y Fuga -¿Quién elige y en función de
Fuga” (Cristina, María José, Jorge y en escena? qué se eligen los textos?
Marcel) se encontraban en Montevi­ —En marzo de este año y la prime­ —Los elegimos entre todos -nos
deo, munidos de termo y mate nos ra actuación fue el 18 de julio en el peleamos como tres meses para ele­
apersonamos a ellos y logramos es­ club San José. gir 20 temas- y lo hacemos en fun­
ta nota: -¿L as influencias musicales de ción de la temática fundamental­
-¿Cuándo surge Cristina Amen- Tocata y Fuga son las mismas que las mente.
gual en el Canto Popular? de Cristina Amengual? - ¿Yla música?
—Hace exactamente cuatros años, —Sí, tenemos todas las influencias —Por supuesto, la música tam­
en aquellas peñas de los viernes que latinas, hacemos temas de, por ejem­ bién es muy importante, en general
se hacían en la Alianza Francesa. An­ plo Silvio Rodríguez, Joan Manuel procuramos armonizar las dos cosas.
tes, cuando era niña ya había canta­ Serrat, M. E. Walsh, Víctor Heredia, - ¿Se sienten integrantes de la co­
do, en el Club Brasilero y en el Para­ W. Benavidez entre otros, y algunos rriente del Canto Popular?
dor del Cerro pero otro tipo de can­ de Jorge. —Desde luego que si, considero
ciones, la madurez me llevó a incli­ - ¿Cuáles son los proyectos de To­ que canto Popular es todo aquello
narme hacia el Canto Popular. cata y Fuga? que refleje algo nuestro, y en tal
-¿C óm o fue tu trayectoria? —La inquietud nuestra es estar sentido puede ser Canto Popular
—Estuve dos años como solista, presentes en todos los departamentos desde un intérprete de las más hon­
después me uní a Jorge en un dúo de la república, hemos actuado en da raíz folklórica hasta un grupo
que se llamó “Testamento” , que du­ San José, como te dije, en Colonia de rock.
ró un año, luego nos separamos hasta y nuestra máxima aspiración es po­ - ¿Cómo vive San José el C.P. ?
ahora que volvimos a fusionarnos y der hacer un recital en Montevideo. —Bueno, recién está despertando,
tuvimos la suerte de encontrar a estos - ¿Qué persiguen haciendo mú­ recién está abriendo las puertas al
dos jóvenes valores en San José y nos sica? C.P. están apareciendo algunos gru­
gustó la idea de formar este equipo. -Divertirnos, divertir, dar y reci­ pos. El problema de San José, como
-Presentámelos. bir; esa comunicación que se da con de todo el interior es que se hace
—Marcel Piada, percusionista y ba- el público, saber que lo que estamos muy costoso el realizar espectácu­
terista. María José Crossa tecladista, haciendo le llegue a alguien. los de C.P. (artistas, estadías, ampli­
Jorge Soria tecladista, guitarrista y ficación, etc.). Pero de todos modos
voz del conjunto y además composi­ en San José se está trabajando.
tor y muy chistoso. Gustavo Guadalupe
"Ring Raje" en acción
 ¡Y ese paisito cómo anda! Sabido es que Uruguay no se agota en los límites de Montevideo
pero sabido es también que muchas veces por falta de tiempo o de información
no miramos más allá de esas fronteras.
Pero de a poco las cosas van cambiando, y e s así que nos enteramos de la existencia
de aquellos, que desde la organización de espectáculos, la difusión radial o el
comentario escrito han hecho mucho por nuestro CANTO POPULAR.
Si en Montevideo, las cosas no fueron nada fáciles, que podemos dejar para el interior,
donde los medios son generalmente mucho más pobres y las trabas que puso y pone
la censura tremendamente mayores. No obstante se han hecho grandes cosas
“tierra adentro". Para suplir esa falta de información es que desde estas líneas llamamos
a colaborar con la revista, enviándonos panoramas locales, como el de Salto y Young
que hoy les acercamos, o completando la lista de programas de canto popular,
proporcionándonos fotos de las actuaciones, y reseñas de las mismas,
en fin todo aquello que pueda servir para conocer y difundir mejor esa realidad
de ustedes, tan cerquita y tan lejana a veces.

y SAUCO
Hace un par de años, escribimos
para otra revista, una nota sobre el
mismo tema, es decir, el Canto Popu­
lar en Salto. Y tal vez, aquella la es­
cribimos con mayor optimismo ante
lo que parecía ser (y lo fue, de todos
modos), el comienzo de una integra­
ción de los salteflos con el resurgi­
miento del Canto Popular Uruguayo.
Y en un medio saturado por “los
éxitos de moda” que nos llovían des­
de la Argentina y una actividad cultu­
ral prácticamente nula, fue la Alianza
Francesa quien dio el puntapié ini­
cial.
En 1980 la Alianza inició su pri­
mer Ciclo de Canto Popular Urugua­
yo, pese a la desconfianza de muchos
y a las objeciones de unos cuantos
que sólo entendían por cultura al
concierto con piano y pieles de zo­
rro.
Y fue un afto esplendoroso, de re­
encuentros y concreciones, ante lo
que parecía imposible en un ámbito
adormecido. Desde el programa del
primer espectáculo, un entrañable
amigo y poeta, Rolando Faget, de­
cía: “ ...Salto no da la espalda a este
momento auroral del Canto Popular
Uruguayo. Al iniciar este ciclo, la co­
marca de Víctor Lima y Enrique
Amorim recibe con un abrazo apreta­
do de entusiasmo y fraternidad, a es­
tos uruguayos que cantan, a corazón
abierto, las cosas que todos senti­
mos”.
Larbanois-Carrero, Ornar Roma­
no, Pareceres, Chichito Cabral, Hugo
Trova, Los que iban cantando, Ceci­
lia Prato, Montresvideo, Leo Maslíah,
Rumbo y Canciones para no dormir
lasiesta, conformaron un ciclo que
comenzó en agosto con menos de 100
espectadores y culminó en noviembre I
con más de 600. Sin dudas, una ma­
ratón de espectáculos, no habitual
para los salteños, pero que el entu­
siasmo y el apoyo de la gente llevó
adelante.
El 81 nos hizo redoblar esfuerzos
para poder continuar. Los que iban
cantando abrieron el II Ciclo de la
Alianza, mientras algunos clubes ha­
cían lo suyo, con intentos todavía tí­
midos, pero que avizoraban un inte­
rés ante el “descubrimiento” de la
Alianza Francesa. Y volvieron así,
Larbdnois-Carrero, Omar Romano,
más Carlos Cresci, P. Estramín, De
Mello y otros.
Incluso, hubo quienes creyeron
haber “descubierto la pólvora” y
planearon el “negocio del año”, co­
mo es el caso de la organización (?)
de un festival gigante en el Parque
Harriague (algo así como el Teatro de
Verano, pero más lindo) que reunía a
Rumbo, Canciones para no dormir la
siesta, Los Zucará y Pareceres. Pero
la lluvia se encargó de prohibirlo, des­
nudando la falta de la más mínima
previsión y haciendo regresar a los
músicos, mojados y sin un peso. Pero
todo esto sería motivo de otra nota.
Y después de esta eclosión del
Canto Popular en Salto, otros hechos
comenzaron a tratar de hacernos de­
sandar el camino recorrido. El ciclo
de la Alianza quedó trunco, cuando
ya J. Lazaroff, R. Olivera, Di Pólito y
j. Peyrou tenían las valijas prontas
para venir. Otros espectáculos corrie­
ron igual suerte y Salto volvió a que­
dar en silencio mucho tiempo. Un si­
lencio cargado de impotencia, que so­
lo se quebró “Apuragarganta” cuan­
do a fines del 82, Luis Trochón pudo
volver y cantar.
Volvieron a renacer los bríos, en­
tonces, y a principios de este año, un
grupo de estudiantes realizó un par
de peñas con músicos salteños, que
demostraron que, pese a todo, el
Canto Popular, estaba vivo en la gen­
te.
DUERME
Sin embargo, de la misma forma
en que despertó el entusiasmo, se
agregaron nuevas decepciones. Algu­
nos intentos prosperaron (Abel Gar­
cía, Pareceres, Carlos Cresci y Sonen­
tero) pero fueron más los “telefona­
zos” de último momento, para avisar
que no vinieran, por ejemplo a Daniel
Magnone, Jorge Lazaroff, Abel Gar­
cía, Universo, Canciones para no dor­
mir la siesta, etc.
Pero es claro que, pese a recibirlo
en cuentagotas, el público salteño ya
conoce y gusta del Canto Popular
Uruguayo. Existe avidez por recupe­
rar el tiempo perdido en todos los as­
pectos de nuestra cultura. Por eso el
nacimiento, contra viento y marea,
de un grupo de teatro independiente;
por eso la concreción de “Cinemate­
ca” en Salto; por eso la afluencia ma­
siva de salteños a cada espectáculo de
Canto Popular en Paysandú (donde
por suerte, la realidad es otra) y por
eso también, seguimos batallando pa­
ra mantener en el aire, desde hace
más de un año, el único programa ra­
dial dedicado al Canto Popular Lati­
noamericano.
Pero estamos muy aislados. Todas
las ciudades del norte uruguayo esta­
mos muy separadas, no solo de Mon­
tevideo, sino entre sí. Y muchas ve­
ces sentimos a Salto a mucho más de
500 km. de Montevideo. La escasa in­
formación, la mala distribución de
discos, entre otras cosas, hacen más
desigual la lucha y doble el esfuerzo.
Pero todo esto daría para exten­
derse varias páginas y esta nota solo
pretendía reseñar cómo vive Salto,
este momento de nuestra música po­
pular.
Por debajo de este forzado manto
de silencio y un aparente quietismo,
Salto no duerme la siesta. Quiere can­
tar y sumar su voz. Y está tratando
de hacerlo.
Gilberto Calvo

C W 1 5 2 - LA VOZ DE MELO
* "T ra b a ja n d o de n o c h e c o n Ia m ú ­
sic a de la d u d a d " .
L u n e s a viern es de 21 a 2 2 hs.
C o n d u c e : R u b é n A breu.
* "A m i g e n te ”.
D o m in g o s de 6 a 11 hs.
C o n d u c e : Se rg io Sá nch ez.
PAYSANDU
CW 35 - RADIO PAYSANDU
* " T ie m p o d e c a n ta r"
L u n e s a viern es d e 21 a 2 2 hs.
D o m in g o s d e i 2 a 13 hs.
C o n d u c e : E n riq u e Largone.
* "C antares y p o em a s d e N uestra
Tierra ".
D o m in g o s d e l 1,30 a 12 hs.
C o n d u c e : L u is L e m o s e h ijo s.
CX 142 - RADIO FELIC ID AD
* "C a n to d e am igos".
L u n e s a sábados d e 1 2 ,3 0 a 13 hs.
C o n d u c e : J u lio O sca r Cravea.
TACUAREMBO
CX 140 - RADIO ZO R R ILLA DE
SAN MARTIN
* " A lta n o c h e ”.
L u n e s a viern es de 21 a 2 2 hs,
C o n d u c e : G a b rie l N ú ñ e z R ó tu lo .
CW 153 - RADIO TACUAREMBO
* " T ie m p o U bre ”.
Sá b a d o s d e 14 a 1 4 ,3 0
(N o sabem os s i tiene c o n d u c to r)
ROCHA
CW 148 - EMISORA AT LA N T IC A
DE CASTILLOS
* "E n tre a m ig o s”
(N o tenem os e i h o ra rio ).
C o n d u c e : Ju a n C a rlo s Le iv a .
EnUbtmg se canta
Promediaba el año 1980 y por es­
tos pagos aún seguían sonando los
bombos legüeros: zambas, chacare­
ras y otro montón de ritmos foráneos
que motivaban que nuestra identidad
continuara postergada como hacía ya
muchos años. Quienes humildemente
veníamos trabajando con el Canto
Nacional, veíamos como una quimé­
rica utopía, la idea de desalojar de es­
tos lugares, la influencia de toda esa
corriente musical masivamente pro-
pagandeada por los grandes medios
de difusión. Al finalizar el año, se
logra un paso importante para el
movimiento. La emisora local (CW
157 Radio Young), autoriza la puesta
en el aire de un programa que conti­
núa emitiéndose bajo el nombre de
“Desde Young Canta la Patria” . Ahí
comenzó la difícil tarea de la difu­
sión del Canto Popular. Poco a poco
se fue acercando gente con ganas de
trabajar y empieza a gestarse la idea
de presentar en el medio a los grupos,
dúos y solistas más caracterizados del
país. Es así como llegan a Young,
Carlos Benavides, C. M. Fossatti, Pa­
receres, Grupo Universo y Santiago
Chalar. La idea iba tomando forma
aunque por distintas razones el grupo
de gente que organizaba se fue dilu­
yendo y la cosa quedó en un impass
que duró varios meses. Por el mes de
junio de 1982 con doce jóvenes en­
tusiastas se forma la Comisión de
Fiestas del Club Uruguay local con la
sola intención de apoyar y promover,
todas las manifestaciones culturales
de nuestro país. Se programa desde
ese momento, un ciclo de espectácu­
los que fueron llamados TEMPLO
DEL CANTO. El debut se efectuó
el 23 de octubre de' 1982, actuando
en la oportunidad dos grupos locales:
Fin de Siglo y Alborada y como solis­
ta el excelente guitarrista Mario Bo-
deant. La respuesta del público fue
excelente transformándose esto en el
trampolín para que la comisión con­
tinuara trabajando, redoblando es­
fuerzos. El 27 de noviembre se pre­
senta un espectáculo para niños de­
nominado “ La tarde de ÑOÑOS”,
con payasos, juegos, etc. Llegaría el
19 de diciembre la 2a. edición del
Templo del Canto con la actuación
de Claroscuro (Beto y Mario Bo-
deant), Julio Conde y Eduardo So-
lari. La 3ra. edición se efectuó el 8
de abril de 1983 teniendo en la opor­
tunidad como artistas centrales al
dúo Larbanois-Carrero, y ... lo que al
principio se creyó una utopía se con­
vierte en realidad, ya no quedaban
dudas de la respuesta de la gente, más
de 600 personas aplaudiendo enfer­
vorizadas cada interpretación de Ma­
rio y Eduardo coronándose en un
éxito total. En mayo de este año la
Comisión de Fiestas de Club Uruguay
presenta en Paysandú al Grupo Albo­
rada en la sala del teatro Carlos Bru-
ssa y es así que la prensa sanducera
da su aprobación al recital presenta­
do. El 17 de junio fue la 4a. edición
del Templo del Canto, espectáculo
que nadie olvidará. Los invitados fue­
ron Los Zucará; su actuación causó
tal admiración que aún se comenta
con muchas ganas de que su visita se
repita. En su 5ta. edición del 12
de Agosto, contó con la presencia de
Juan José De Mello acompañado por
dos guitarristas. Para el 23 del mismo
mes en otra de sus facetas, la Comi­
sión de Fiestas presenta por primera
vez en su escenario una obra de tea­
tro; es el grupo Ciudad de Paysandú
que lleva a escena la obra del sandu-
cero José María Firpo: “Humor en la
Escuela” . El 23 de setiembre nueva­
mente el arte de la escena visita Club
Uruguay. El grupo de teatro Inde­
pendiente de Guichón presenta la
obra de Ernesto Herrera “El León
Ciego” . Y llegamos al 7 de octubre
con la 6ta. edición del Templo del
Canto en donde Pareceres cumplió
una exitosa actuación, siendo ovacio­
nados por un público que se identifi­
có plenamente con la depurada poe­
sía y muy especialmente con la ex­
quisitez rítmica de un Yamandú Pé­
rez que “rompió todo” . Cabe indicar
que en todos los espectáculos actuó
Grupo Alborada. Además el esce­
nario donde se cumplen las activida­
des lleva el nombre de Maestro Elbio
Reyes en homenaje a una de las per­
sonas que aún continúa trabajando
intensamente por la cultura de nues­
tro departamento. Esto es en síntesis
lo hecho hasta hoy por un grupo de
gente joven que intenta reivindicar el
Canto Nacional y todo aquello que
tenga relación con la cultura de nues­
tro pueblo como en el caso del tea­
tro, tan relegado por estos lugares.
Gracias a ellos hemos tenido la opor­
tunidad de ver, escuchar, compartir
y aprender junto a los cultores prin­
cipales de este Canto Popular que
aquí en Young ya tiene una plaza im­
portante.
LUIS SOSA.
r
una brevey definitiva historia
En el primer LD grabado para el
sello Antar, se dan livianos datos so­
bre esos dos muchachos que “Son de
Treinta y Tres” y “Nacieron muy
cercanos al Olimar”. Allí se nos dice:
“José Luis Guerra y Braulio López
tomaron hace años por sendas de
tiempo, adentrándose en el caudal de
sus experiencias. Allí parecen haber
adquirido ese sabor tan telúrico que
ha permitido sus triunfos desde un
primer momento en las calles monte-
videanas”. El estilo del anónimo pró­
logo es de esa época. N dromo Sarandf (...)” Después se
También se presentaban los princi­
pales autores que colaboraban con
"Los Olimareños en esa primera épo­
ca: Carlos Porrini, Eustaquio Sosa,
Víctor Lima, Rubén Lena, orden
que, con el correr de los años y el
desarrollo y consolidación del dúo, se
iba a invertir en cuanto a la preemi­
nencia de Lena y Lima en su reperto­
rio, ya definitivo.
Pero interesa transcribir algunos
párrafos más de este primer LD, por­
que nos habla de los primeros pasos
del dúo: “Los Olimareños debutaron
en 1962 en las peñas de los viernes de
Radio Austral, excelente corolario
por entonces de las audiciones ‘No­
ches folklóricas’ que dirige Antonio
Devitta, enamorado de los cantos del
terruño. Al impulso inicial de aque­
llas peñas se unieron después ciclos
por CX 14 El Espectador y ‘Disco-
mencionan las primeras grabaciones
de Braulio y Pepe con Carumbé y
luego el pasaje al sello Antar.
En ese primer LD para Antar está,
entre otros temas, “La uñera”, pri­
mer texto difundido de Rubén Lena
con música de Mariño.
Lena ha contado, hace pocos días,
su audición en una radio por esos
años de “La uñera”, en versión de
unos muchachos que cantaban muy
bien. Así conoce e intima con los me­
jores intérpretes de su cancionero. En
los primeros discos del dúo (éste para
Antar, el siguiente para el sello To­
nal: De Cojinillo) predominan los tra­
bajos de Víctor Lima y de Rubén
Lena (seis del salteño andapagos, seis
de Lena), junto a temas de Osiris
Rodríguez Castillo (el gran antece­
dente), Aníbal Sampayo, Eustaquio
Sosa y otros. Pero también es necesa­
rio advertir que en estos primeros dis­
cos ya comienza la labor de autores
del dúo: “Y va-de aquí” o “El can­
dombe nacional”.
Rodríguez Roque, un nombre muy
importante en la historia de nuestro
canto popular, desde la década del se­
senta, presentando el disco De Coji­
nillo, agrega nuevos detalles sobre el
dúo y advierte “las voces perfecta-

LA ARISCO NA
Esta milonga es milonga
y es de sierras del Yerbal,
ma la contaron las grotas
y las piedras de afilar;
el rumor del romerillo
y el viento en el carobal
y la mirada ariscona
del animal montaraz.
Me parece que la oigo
en un rosillo pasar;
el jinete va chiflando
y es el Indio Baladán.
¡Campos de la Salamanca
camino del Batoví!
A hí si la tierra está sola
al salir alo’ el Ruyín.
En el Cerro Colorado
la chifla el viento al pasar
y la liebre de ojo abierto
la escucha dentr’el chilcal.
En las piedras los lagartos
se ponen a cavilar
sobre el tiempo y el silencio
del modo más natural.
En el .‘yeito” de la gente
y en el modo de prosiar,
en el mate que se brinda
no se la oye pero está...
Y allá en lo Álpirio Núñez
bien eerquita’e lo Lili
con acordeón y guitarra
en un baile amanecí.
V sucedió una mañana
que mi Palomo ensillé
y me la traje conmigo
y no la fui a devolver ...
y me la traje conmigo
y no la fui a devolver ...
Rubén Lena.
venezolanas (o mejicanas) que serán
mente ensambladas” (verdadero acier­ (las primeras) constantes en el reper­
to crítico con respecto a uno de los torio del dúo, y que son un nuevo
mejores logros de Los Olimareños). aporte de Rubén Lena, a través de su
También nos aporta referencias-a la conocimiento del folklore venezola­
difusión del dúo: “Presentaciones en no, desde su estadía en dicho país,
las principales difusoras radiales, en cuando como maestro becario viajó a
los canales de televisión y en las con- Venezuela.
Aquí están “ Luna y lejanía” (de
sagratorias jomadas de grandes pro­
gramaciones como el Festival Criollo Juan Vicente Torrealba), o “A Simón
de la Canción, que se efectúa anual­ Bolívar” , texto de Lena sobre música
mente en Piriápolis, marcaron la pri­ del venezolano Isidro Contreras, resi­
mera etapa nacional para una carrera dente durante cierto tiempo en nues­
hacia el cruce de fronteras. Cuando el tro país, o “Quiero a la sombra de un
almanaque señaló la fecha del 2 de ala”, trabajo musical del mejicano
mayo de 1964, Los Olimareños cru­ Oscar Chávez sobre el magnífico tex­
zaron el ‘charco’ y recorrieron desde to de lo sé Martí La niña de Guate­
entonces distintas ciudades del inte­ mala. También el dúo cantaba can­
rior de Argentina, alternando con ciones de otros creadores uruguayos,
presentaciones en la capital bonae­ como “Caminitos de tierras colora­
rense. LR 1 Radio El Mundo, Canal 7 das” (texto del riverense Agustín R.
y otros prestigiosos medios de difu­ Bisio, música del artiguense Alan
sión, como la revista Folklore, les Gómez).
abrieron sus puertas, umbral de altos El resto del disco (a excepción de
valores para su posterior y consagra- “Contrabandista e’frontera” de Pan­
tona actuación en el Festival Nacio­ cho Viera) se compone de temas de
nal del Folklore Argentino, cumplido Víctor Lima y Rubén Lena, sostenes
en Cosquín en 1965 en el mes de fundamentales de Los Olimareños.
enero”. En el siguiente disco Nuestra ra­
Claro que es necesario señalar zón (Orfeo, 1969) se reitera el es­
para las nuevas generaciones, para la quema, aunque contenga una sola
muchachada que hoy puede descu­ canción venezolana (“Estrofas de
brir al excelente dúo, que otros gallos amor” , de Rodríguez Torrealba); el
cantaban en ese Cosquín de 1964 ó resto' del repertorio incluye seis can­
1965, que no se había desvirtuado ciones de Lena, tres de Víctor Lima,
aún su poder de auténtica convocato­ una (famosa) de José Carbajal ("Chi­
ria popular, en manos de inescrupulo­ quillada") y un trabajo de Pepe Gue­
sos productores. rra musicalizando a Líber Falco.
Pero en ese disco del sello Tonal Comienzan a aparecer otros ins­
(hoy desaparecido), De cojinillo, ya trumentistas: Enrique Ylera. contra­
están los lincamientos artísticos que bajo: Eduardo Galián, armónica; E.
conformarán la propuesta de Los 01 i- Gabán, bandoneón. Ello indicaría un
. mareños: cuidadosa selección de tex­ mayor trabajo de composición armó­
tos y músicas; recolección de los nica de los temas.
grandes temas de los precursores: Este disco de 1969 tiene una ex­
Osiris Rodríguez Castillos (“ La gal­ cepcional presentación a cargo del
ponera”, “Corrales de Algorta"), el poeta Serafín J. García, quien decía,
sanducero Aníbal Sampayo (“Can­ entre otros aciertos, que había adivi­
ción de cuna navideña” , “Coplas del nado en ellos “Algo estremecido y
pecador”), así como las canciones de caldeado por la llama profunda de un
Lima y Lena (o propias) de recupe­ amor que Ies estaba desbordando el
ración historicista (“Tierra de Arti­ pecho: amor al pago que los vio na­
gas” o “Bandá Oriental 1811”), o de cer, a la tierra que dio cal a sus hue­
sabrosas anécdotas pueblerinas, ple­ sos y sangre a sus arterias, y sobre
nas de realidad y gracia (“De cojini­ todo al hombre morador de esa tie­
llo”), o de intención contestataria rra, al humilde habitante de los pue­
dentro de un entorno social que se blos y campos treintaytresinos, tan
agravaba con el crecimiento de la cri­ sufrido, tan altivo, tan músculo, tan
sis por los sesenta (“Y va de aquí", ahincadamente consustanciado con el
“ El clinudo” , “El candombe nacio­ sentido de la libertad, para el cual di­
nal” ). ríamos, recordando al gran Antonio
Estas propuestas la línea histori­ Machado, ‘no hay ningún valor más
cista , la recreación pueblerina o ru­ alto que el valor de ser hombre’, lo
ral, el tema contestatario- se mantie­ cual sólo se alcanza siendo libre”.
nen en los LD grabados para el sello Serafín J. García comprendió que
Orfeo, desde el magnífico “Quiero a Los Olimareños abarcaban un estadio
la sombra de un ala” (hoy reeditado), mayor que el de la antigua canción
donde además aparecen las canciones nativa, comprendió que ellos reprc-
 sentaban una nueva canción, la que
hoy llamamos “canto popular” .
Viene luego, en 1970, el LD Cielo
del 69, trabajo donde se nota la refe­
rencia directa al duro trance que vi­
vía el país. Seis canciones de Rubén
Lena (entre otras, de calidad pareja,
“Al Paco Bilbao” y “ La ariscona”,
junto a las contestatarias: de Víctor
Lima, “ La canción del estudiante”, o
“ Los orientales” de Pepe Guerra so­
bre texto de Idea Vilariño, o la epó-
ninta, de Mario Benedetti y Moraes).
Incluye instrumentistas de bando­
neón, contrabajo, cuatro, redoblante,
bombo y platillos.
En 1971, Todos detrás de Momo,
el trabajo más experimental de Ru­
bén Lena y el dúo: un disco-cancio­
nero sobre la base del carnaval pue­
blerino. con la participación de mur-
guistas de Nuevos Saltimbanquis en
lo instrumental. Los textos, todos de
Rubén Lena, y la música entre este y
Los Olimareños. El disco desconcertó
a muchos de sus seguidores; sólo el
tiempo transcurrido permitió com­
probar sus altos logros.
Dos discos siguen en 1972, siem­
pre con el sello Orfeo: Del templao y
Qué pena. La música venezolana o
centroamericana reaparece con “Vi­
vían” (N. Zabarce), y el folk con “El
gavilán” y el “Triste muy triste” (Ma­
tamoros); a ello debe sumársele cinco
temas de Lena (entre otros, “Del
templao" y “Al general Leandro Gó­
mez”), junto a canciones de Carbajal.
Benavides y Sampayo. Qué pena debe
ser una de las placas más abiertas; re­
corre una gama que incluye tradicio­
nales venezolanos, populares españo­
les de la Guerra Civil, temas de Víc­
tor Lima, de Lena solo o en colabora­
ción con Braulio y Pepe; musicali/.a-
cioncs de León Felipe y Miguel Her­
nández.
En 1973 graban Rumbo, con las
presencias venezolanas y centroame­
ricanas (“Tonada del cabrestero",
“En el ingenio", “Este es mi pue­
blo” ) y trabajos de Rubén Lena y del
dúo como compositores. Graban nue­
vamente temas de Serafín J. García:
“Hombrada”. Disco de mayor avance
contestatario, fuera del humor de al­
gún surco: “Toy esperando coma­
dre". de Lena.
En 1974 graban Cantando por el
mundo, y acompaña al título la di­
versidad temática del mismo, con la
sorpresa de “Opa opa”, una canción
maorí de la Polinesia, junto a un clá­
sico de la canción criolla de los cua­
renta ("Quisiera escribirte" de Irusta-
Fugazot-Dcmare-Luna: cinco cancio­
nes de Lena, musicalizacioncs de poe­
tas, a cargo de Braulio (el paraguayo
Elbio Romero), o de la uruguaya Idea LA CAPINCHADA
Vilariño, musicalizada por Pepe.
Este es el último trabajo del dúo En las barrancas dejan
grabado en Uruguay hasta el presen­ las rastrilladas.
te. Grabaron, en Argentina, un LD, En las barrancas dejan
Tierra negra (disco antológico de su las rastrilladas
obra), y en España, cuando marcha­
si sabe que yo llego
ron al exilio, el disco Donde arde el
fuego nuestro, trabajo que ya estaba la capinchadía
preparado para ser editado aquí en si sabe que yo llego
Uruguay. En este trabajo se incluyen: la capinchada.
la magnífica recreación de un tango Y sabrá cuando quiera
montevideano de Soliño y Collazo, la brasilera.
transformado por Pepe en canción
carnavalera: Adiós mi barrio; tam­ Una vez por el pueblo
bién se recrea “Valsinha”, de Chico de la Charqueada.
Buarque y Vinicius, y “ Lo que será”, Una vez por el pueblo
de Buarque; el folklore venezolano
de la Charqueada,
está presente en “Quirpa llanera” , y
el trabajo de otro uruguayo radicado la gente andaba al ñudo
en Europa: “Nuestro camino”, de de no hacer nada,
Marcos Vclásqucz. Esta placa es un la gente andaba al ñudo
trabajo excepcional que se conoció de no hacer nada.
aquí a través del trasiego de casetes Y en el Poblao de Acosta
venidos de Europa tj México. no hay ni un Acosta.
Hemos dirigido nuestra breve his­
toria del dúo, hacia su trabajo disco- Y allá por los silencios
gráfico, porque creemos que son es­ de la Quemada,
tas placas las “lunas negras”, de que Y allá por los silencios
hablaba Federico García Lorca, las
depositarías de toda la grandeza de de la Quemada,
“cosa linda la noche
estos artistas, y sus posibles' caren­
cias. En el disco el artista está jugado de madrugada”
para la eternidad, si podemos los porque el cielo en enaguas
hombres del siglo XX (todavía) pen­ anda a flor de agua.
sar en la eternidad, cuando nos ame­
naza un horizonte de misiles. Como amigo le digo
Pepe Guerra y Braulio López lo­ que soy su- padre,
graron una cosecha impar. Probable­ como amigo le digo
mente sostenidos por sus apasionadas
que soy su padre,
voces; por esa guitarra criolla amplia
de bordonas de Pepe (su trasfondo aunque usted sea negrito
fanguero) y por la guitarra más traba­ y con gusto a bagre,
jada de Braulio (que se inició apo­ aunque usted sea negrito
rreando un bombo legúero). Pero su y con gusto a bagre,
esencialidad de pueblo se desprende y esta noche relincho
de su manera de cantar, y de la muy a lo capineho.
buena selección de textos propios o
ajenos de su repertorio. Y dicen que hay pobreza
Hoy se escuchan a diario, en toda por esos pueblos,
radio de nuestro país (puede haber y dicen que hay pobreza
alguna exclusión todavía), los más
jóvenes descubren sus logros, los de por esos pueblos;
¿en que' topa el cuchillo?
la edad intermedia reencuentran a sus
viejos ídolos. Ellos, como otros artis­ Tal vez en hueso . . .
tas del exilio, comprenden y valoran ¿en qué topa el cuchillo?
lo que se realizó aquí en el país cuan­ tal vez en hueso . . .
do su ausencia, y solamente esperan Por qué no hacen del aire
el momento de volver a cantar, allá tajadas . . .
país adentro, en Isla Patrulla, en Pie­
dra Sola o Pueblo Ansina, donde ha­
brá una paisanita de fervorosa ti­
midez que les alcance, como quien Rubén Lena.
ofrece su alma, un jazmín del país.
Que así sea.
Washington Benavides
n u e v a v io la -37

G E N E S I S
G é n e s is
Cuando Génesis se convir­
tió en trío un gran signo de in­
terrogación apareció en el ho­
rizonte de todos sus seguidores
y, suponemos, frente a ellos
mismos, listo reafirmado por
la aparición de trabajos solistas
de Collins y Rutherford más la
actividad exitosa de Collins co­
mo productor (trabajó con
Annifrid, una de las “A“ de
ABBA ahora rebautizada 1 ri-
da). Ese signo de interrogación
se fue afirmando a medida que
iban apareciendo los discos del
trío en los que parecían enca­
minados hacia un callejón sin
salida; los discos se fueron ha­
ciendo cada vez menos atracti­
vos, había cierta falta de direc-
cionalidad en sus propuestas
con respecto al sonido que
querían lograr, al tipo de me­
lodías y, sobre todo, de con­
cepción de los discos.
En este trabajo actual, pa­
recen haber encontrado cierto
rumbo y se puede decir que
nuevamente Génesis logra un
resultado convincente y atrac­
tivo, aunque no logren mante­
ner el interés en toda la placa.
Los números más interesantes
son “ Mama” y “That’s all” .
La primera está dominada por
los tambores de Collins y co­
mienza justamente con ellos
logrando posteriormente un
clima angustiante y opresivo
en apoyo a una letra de oscuro
significado donde el desampa­
ro se hace obsesivo. La forma
de cantar de Collins no podría
ser más apropiada con un vigor ,
y una expresividad excepcio­
nales. “That‘s all” es bastante
más convencional en el aspec­
to melódico pero no por ello
menos efectiva. L1 tema del
desencuentro amoroso y las
contradicciones que ello, gene­
ra es planteado en forma con­
vincente con una estructura
muy atractiva y variada ló que
permite que, a pesar de su ex­
tensión, la canción no fatigue.
El resto del material es un po­
co más especulativo y tiene
aciertos y errores como la se­
gunda parte de “Home by the
sea” que resulta completamen­
te prescindible porque en su
extensión no hay puntos de
atracción para el oyente que se
pierde en un mar de acordes
de teclados y efectos sonoros
un poco vacíos y sin dirección
expresiva.
A pesar de los puntos en
contra más arriba enunciados,
el disco no es, bajo ningún
concepto, un fiasco Aún más:
es el mejor disco de Génesis de
los últimos dos o tres años y se
percibe el peso fundamental
que ha adquirido Collins como
conductor secreto del grupo
luego del alejamiento de Ga­
briel y Hackett, dos figuras
que contribuyeron en forma
sustancial para convertir al
grupo en uno de los más noto­
rios déla última década. Hay
sutilezas varias en los textos de
las canciones y que parten de
juegos fonéticos caros a los
grupos británicos: “Taking it
all too hard” juega permanen­
temente con la similitud foné­
tica de “hard" (duro, difícil)
con “heart” (corazón) así
“you‘re taking it alio too
hard” (te _lo estás tomando
mal) se convierte en “you‘re
taking it all to heart” (te lo
estás tomando muy a pecho).
Simplemente una muestra.
Todo hace pensar que, lue­
go de un período de transición
Génesis ha encontrado una
forma de comunicación efecti­
va como trío y apunta hacia
un futuro promisorio en el que
no sería de extrañar, consi­
guiesen la formulación acerta­
da para recuperar su alicaída
creatividad.
Ricardo Villasaes
L E T ’S D A N C E
D a v id B o w
Esta edición no hace más
que hacer justicia con uno de
los creadores más importantes
del rock de las últimas déca­
das. La edición en nuestro me­
dio por el sello EMI y distri­
buida por el Palacio de la Mú­
sica, del último LD de David
Bowie “Let’s dance” (Baile­
mos) se convierte junto a las
ediciones discográficas comen­
tadas en el numero anterior
(“Beat” King Crimson; “Syn-
chronicity” The Pólice; como
así también “The final cut”
de Pink Floyd) en uno de los
álbumes ineludibles de todo
aquel buen melómano que
quiera estar debidamente in­
formado a nivel internacional
de lo que acontece dentro del
actual campo de expresión de
la música contemporánea. En­
tonces, más que enhorabuena
que alguien tuviera la ocurren­
cia de editar este LD luego de
tantas postergaciones de este
talentoso artista, artífice de
fantasías y de la poesía, y qui­
zás el vocalista más polifacé­
tico (junto a Peter Gabriel) y
el de mayor “glamour”'junto
al “Roxy Music” Brian Feny.
Es que desde hace más de diez
años con la edición de “Space
Odity” por el sello ROA y del
simple “Vida en Marte”, poco
y nada se ha difundido de Bo­
wie, así como tampoco de
otros grandes del rock, tales
como Lou Reed (sus obras
cumbres “Berlín”, “Bells”,
“Rock and Roll Animáis”),
permanecen inéditos, y su poé­
tica distante y extraña, olvi­
dada por un mercado dema­
siado pequeño y escasamente
informado y deformado por
los mercaderes discográ fí­
eos de turno, pero ni Lou Rc-
ed, ni Iggy Pop, ni Bowie son
la excepción, ejemplos como
éstos hay demasiados y no só­
lo dentro del área rock.
La edición de este LD cons­
tituye una agradable sorpresa
que si bien no alcanza la cali­
dad de los anteriores trabajos
como “Station of Station”,
“Heroes” (junto a Fripp y
Eno) y muchos otros, posee
sin embargo la fuerza y la en­
vergadura de los sonidos de los
ochenta y por sobre todo la
inconfundible voz de David
Bowie cargada de matices y
emotividad.
A una primera oída, cual­
quier oyente despreocupado
podría pensar que este es sim­
plemente un disco más baila­
ble, con ciertos arreglos de
rock enmascarados dentro de
la new wave. Nada más lejos
y más cierto de la realidad. Pe­
ro cabría preguntar qué bus­
có el compositor con esto, y
es precisamente, sacudir a su
público, confundirlo y elabo­
rar un excelente álbum donde
lo que predomina es la poten­
i e
cialidad rítmica, la repetición
casi constante de acordes, los
pequeños solos de guitarra al­
ternándolos con intempestuo­
sos solos y coros de saxos, re­
cordando los sonidos del rock
de los cincuenta en ciertos
fraseos.
Let’s Dance, es eso, “Bai­
lemos”, un LD imperdible, lle­
no de ritmo y de juego de vo­
ces, donde los instrumentos se
alternan constantemente y
donde luego de más de una
oída se puede desprender que
ésta es una excelente obra
elaborada metódicamente.
Aquí no aparecen los compa­
ñeros habituales del músico,
tales como el guitarrista Carlos
Alomar, sin embargo, Carmino
Rojas en bajo, Ornar Hokingen
batería, Toy Thompson y
Steve Roy Vauhn en guitarra,
junto a los teclados de Rob
Sobrino, no hacen extrañar
para nada sus antiguas agrupa­
ciones. Merecería sí una men­
ción aparte la excelente sec­
ción de vientos compuesta por
Mac Gollehun en trompeta,
Star Harrinson en saxo tenor y
Steve Elson en barítono y a
Sammy Eigueroa en percusión.
Si bien Bowie aquí no ejecuta
su particularísimo saxo alto,
estuvo a cargo de la mayoría
de los arreglos de Bronce.
Sin lugar a dudas un ál­
bum sin desperdicio de princi­
pio a fin, con todo el poderío
de un gran vocalista y compo­
sitor, tal como lo demuestran
las excelentes composiciones
“Modern Love”, “Criminal
World” , la propia “ Lefs Dan­
ce”, la exquisita “China Girl”
en coautoría con Iggy Pop
y la estupenda versión de
“Lot Peóplc” con música de
Giorgio Maroder y que Integra
la banda de sonido del film
“La Marca de la Pantera”.
Un gran álbum de un gran
artista injustamente posterga­
do en nuestro medio y que
cuenta en la edición nacional
con una excelente grabación y
una ficha interna portando la
totalidad de las letras y todos
los datos técnicos.
Guillermo Baltar
B E A T
K in g C r i m s o n
A partir de 1969 y tras la
edición de su primer trabajo
discográfico “ In the court of
the Crimson King”, dicho gru­
po pasa a tener dentro de la
actual música contemporánea
una importancia relevante da­
da su permanente creatividad.
Indudablemente la música del
grupo gira en torno a la multi-
facetica personalidad de su lí­
der y mentor Robert Fripp,
quién tras siete años ininte­
rrumpidos de investigación so­
nora ha vuelto a reformar una
de las agrupaciones más respe­
tadas y vanguardistas de la úl­
timas décadas. Anteriormente
se habían editado en nuestro
medio varios trabajos del gru­
po, sin embargo la obra cum­
bre de aquel otro período y
uno de los principales trabajos
llevados a cabo por una banda
que conjugaba por entonces
diferentes aspectos del rock,
junto a aquellos emparentados
directamente con los del área
más vanguardista de la “músi­
ca culta”, y del jazz, permane­
ce aún inédita en nuestro me­
dio (nos referimos específica­
mente a “Lark's Tongues in
Aspic”).
Felizmente el Palacio de la
Música y bajo el sello Polydor
ha decidido editar en cassette
el último trabajo del grupo
“Beat", luego de su reapari­
ción y tras la repercusión obte­
nida por su anterior LD “Dis­
cipline” con su renovada for­
mación. En ella encontramos a
 Robert Fripp en guitarra, te­
clados y “Frippertonics”; Bill
Bruford en batería (quien sin
duda se ha convertido en uno
de los percusionistas más bri­
llantes), el más que talentoso
Tony Levin en bajo, Strick y
coros (a su vez uno de los mú­
sicos de sección más cotizados
de FFUU) y el excelente guita­
rrista Adrián Bclew, responsa­
ble en gran medida de la reno­
vación musical del grupo. Sin
duda Belevv luego de sus bre­
ves pasajes junto a Bowie, y
Zappa y su vinculación mas
que directa con el más talento­
so grupo americano del mo­
mento los “Talking Hcads" y
su líder David Byrne, le ha da­
do al grupo una nueva sonori­
dad, con sus solos de guitarra
punzantes y sobrios y su voz
enloquecida hacen que hoy
por hoy King Crimson posea
una personalidad musicalmen­
te definida. No en vano este
nuevo opus posee el nombre
de "Beat”, ya que el disco tan­
to temática como musicalmen­
te está consagrado a uno de los
períodos artísticamente más
productivos tal como lo fue­
ron los años de la post-guerra ..........
y toda la década del cincuenta
y primeros años del sesenta.
Para aquellos que hemos segui­
do atentamente la carrera de
Y Allí Roger Waters (bajista
T H E F I N A L C A T
P i n k F l o y d
I ste grupo inglés, sin duda,
abrió puentes sonoros nuevos
a partir de su irrupción a fines
de la década del ‘60. en el cir­
cuito de música popular con­
temporánea.
I ue el inventor, de alguna
manera, del denominado rock-
espacial que. más tarde, reco­
rrieron otros grupos con dudo­
sa calidad. Desde “Mcddlc”.
“Dark side of the moon”
(obra esencial de la década del
'70), “Wish you werc here”,
“Animáis", hasta “The final
cut" (F1 corte final), existe un
cambio sustancial no sólo en la
postura creativa sino en la es­
tructura arreglística del grupo,
que se inaugura con "The
wall”.
y letrista del grupo) se despo­
ja de ese universo cósmico que
indagaba desde hace años (y
que lo había comenzado Syd
Barret. muerto ya. a quien
Pink Floyd le dedicara "Wish
«ere Itere"), para acercarse ín­
timamente a esas fotografías
vivas que le lanzaba la realidad
inmediata. In síntesis "The
wall" narraba -con un altísimo
calibre poético- la vida de un
muchacho autista acorralado,
reprimido por una pared; un
muro que aludía concretamen­
te a la enseñanza, y a su poder
destructor, cuando es utilizada
corno forma de lavar el cere­
bro a sus discípulos. Algo de
eso sabemos por aquí.
“The final cut” continúa
esa tendencia estrictamente so­
cial, aunque cambia de temáti­
ca; en este caso, el horror, la
desolación, la muerte, como
protagonistas inapelables de la
guerra. 11 disco está dedicado
a Fríe Fletcher Waters, padre
de Roger. muerto en la Segun­
da Guerra Mundial.
1 n el área musical los cam­
bios se multiplican: ya no es
aquel Pink Floyd de largas me­
ditaciones electrónicas (corti­
nas de sintetizadores y riffs de
guitarras muy prolongados), si­
no. un Pink floyd. de intermi­
nables secuencias rítmicas que
apoyan de manera admirable
a los textos (los sintetizadores
son la banda sonora de la "pe­
lícula” : por momentos son
aviones rugiendo en el aire,
en otros, son bombas que ba­
rren con todo ser vivo que bus­
ca un refugio).
A pesar del alejamiento de
Rick Wright (en teclados), este
grupo inglés acaba de registrar
el disco más memorable de los
que ha escuchado este cronis­
ta. Con el aporte de varios se­
sión istas y la Orquesta filar­
mónica de 1ondres, “The final
cut". es una de las obras maes­
tras de la década actual.
Lo debe haber escuchado
hasta Galtieri que aparece en
uno de los textos, junto a
otros como Brczhnev y Marga-
ret Thatcher.
Raúl Forlón ¡.amarque

y 1st viola, eléctrica y

Fripp, tanto como músico y
arreglador o productor, y que
hemos escuchado sus incursio­
nes solistas tanto con Brian
lino, o sus diversas interven­
ciones con Pctcr Gabriel, The
Roches, Blondie y otros, más
que sus tres excelentes traba­
jos solistas “Exposure”, “The
Save O f Queen" y ‘The Lea- THE CLASH. ARD. Respecto a nuevas TODO UN DOCUMENTO
gue o f the Gentleniann’’, no VOLVIENDO A grabaciones, JOE STRU­ DE ELVIS
nos extraña la nueva dirección
musical emprendida por el gru­ LAS RAICES MMER dijo: “Creo que úl­
po. A diferencia del “Discipli­ El vocalista JOE timamente estamos per­ La noticia conmocionó
ne” (donde el grupo exploraba STRUMMER y el bajista diendo un poco el espíritu a los admiradores de EL­
su potencialidad rítmica aden­ PAUL SIMONON son los de la cosa. Nos estábamos VIS PRESLEY en todo el
trándose por diferentes vetas únicos integrantes que per­
jazzísticas) el grupo alcanza aburguesando. Debemos mundo. Por primera vez se
una madurez conceptual como manecen en la banda de la volver a las raíces. Nuestra acaban de publicar graba­
pocos grupos la han tenido, formación original en THE música debe continuar ciones “en vivo” del artis­
basta escuchar “Neal and Jack CLASH, tras la muy poco siendo un rock rebelde, ta, que datan de 1955. Se
and m e”, “Hearheat”, “Wai-
ting man" o la dulcísima can­ amigable partida de MICK caótico, pero un buen trata de un mini-álbum ti­
ción “Two Hands", para darse JONES. “Me pasé tres o caos. THE CLASH está a tulado “ELVIS: THE
cuenta de ello. Sin lugar a du­ cuatro años tratando de punto de iniciar una nueva FIRST LIVE RECOR­
das son otros tiempos los que hablar con Mick” -declaró gira europea que los llevará DINGS”, que incluye in­
corren y el Rey Crimson ha sa­ STRUMMER- que lo acu­
bido correr junto a ellos, como a países como Irlanda, terpretaciones que PRES­
uno de los últimos sobrevivien­ sa de ambición desmedida Suecia, Francia, España y LEY realizara en el progra­
tes del light-show y de la psi- y negligencia. “Mick Soña­ Portugal. Paralelamente el ma radial “LOUSIANA
codelia, y donde por sobre to­ ba únicamente con vender sello CBS anuncia que el HAYRIDE” de la emisora
das las cosas impera la activi­
dad creadora, infinita y sin lí­ millones de discos” . Este último disco “COMBAT KWKH SHREVEPORT de
mites de sus integrantes y de es el segundo cambio for­ ROCK” superó la marca Los Angeles. El disco con­
ese gran compositor que es zado en THE CLASH. Un del m illón. de unidades tiene versiones de cancio­
Robert F r ip p .......................... año atrás había sido expul­ vendidas. STRUMMER co­ nes como “ BABY LET'S
Guillermo Saltar
sado del grupo el baterista mentó que el grupo planea PLAY HOUSE” (aquí titu­
TOPPER HEADON, según en un futuro mediato rea­ lada “I WANNA PLAY
STRUMMER, por su afi­ lizar una serie de concier­ HOUSE WITH YOU”); el
ción a la heroína. Como tos en EE.UU. como for­ clásico de CHUCK BE­
reemplazos se han incorpo­ ma de obtener fondos para RRY “MAYBELLINE” ;
rado recientemente dos apoyar y financiar el surgi­ el de LAVERN BAKER
guitarristas: VINCE WHI- miento y la actividad de “ TWEDLEE DEE” ,
TE y NICK SHEPPARD y grupos jóvenes en Inglate­ “THAT'S ALL RIGHT”
un baterista, PETE HOW- rra. (la primera canción que El-

Etvis: el mito indestructible
vis grabara para el sello
SUN en 1954) y “HOUND
DOG” . En todos los temas
el acompañamiento está a
cargo de SCOTTY MOO-
RE, en guitarra y de BILL
BLACK -en bajo, salvo en
el último, donde también
participa el batero D. J.
FONTANA. Asimismo el
disco incluye un reportaje
a SCOTTY MOORE, don­
de el guitarrista relata
anécdotas y experiencias
de aquella época. Un dato
para coleccionistas, el ál­
bum fue editado por el se­
llo THE MUSIC WORKS.
VIDEO CON
PETER GABRIEL
“THIS IS THE PICTU­
RE” es el título de un
nuevo video-rock protago­
nizado por PETER GA­
BRIEL Y LAURIE AN­
DERSON. El mismo está
basado en la obra “GOOD
MORNING, MR’ OWELL”
de NAM JUNE PAIK. Esta
realización, en una copro­
ducción televisiva franco-
norteamericana y fue es­
trenada simultáneamente
vía satélite el pasado lo.
de enero en ambos países.
El programa incluyó la
participación de JOHN
CAGE, ALLEN GINS­
BERG y una aparición de
SALVADOR DALI.
LAS ESPERADAS
ULTIMAS
GRABACIONES DE
JOHN LENNON
Finalmente acaba de
editarse el largamente es­
perado álbum “Milk and
Honey” (“Miel y leche”)
de John Lennon. El mismo
contiene las grabaciones
que John y Yoko estaban
realizando a fines de 1980,
cuando John fuera asesina­
do. La secuencia del pro­
grama, como en “Double
fantasy” , alterna temas de
cada uno de ellos y, obvia­
mente, los mejores perte­
necen a John. Lamentable­
mente varias de estas can­
ciones suenan a medio ter­
minar, particularmente en
las partes vocales, donde
John solo alcanzó a hacer
tomas provisorias. Una de
las mejores canciones es
“Nobody told me” (Nadie
me dijo), mientras que
también se incluyen graba-
cibnes casi de ensayo, co­
mo el caso de “Grow oíd
with me” (Envejece con­
migo), que fuera tomada
de un casete de demostra­
ción.
La portada del disco re­
curre a una foto muy simi­
lar a la que aparecía en la
carátula de “Double fanta­
sy” , seguramente de la
misma sesión fotográfica,
que muestra a John besan­
do a su compañera.
EL NUEVO FILM DE
LOS ROLLING STONES
LET‘S SPEND THE
NIGHT TOGETHER (Pa­
semos la noche juntos) se­
rá el título del film que re­
coge parte de la espectacu­
lar gira que en 1981 reali­
zaron los ROLLING
STONES. La película que
ha sido dirigida por HAL
ASHBY (realizador entre
otras de “EN EL JAR­
DIN”) cuenta con un equi­
po humano y técnico de
primer orden. La fotogra­
fía pertenece a CALEB
DESCHANEL; la produc­
ción es de RONALD
SCHWARY (“CALIFOR­
NIA SUITE”), mientras
que la conducción artística
corresponde a PABLO
FERRO conocido por su
participación en realizacio­
nes como “THE THOMAS
CROWN AFFAIR” ,
“PERDIDOS EN LA NO­
CHE” y “LA NARANJA
MECANICA” . Las filma­
ciones se centraron en los
conciertos efectuados en
MEADOW-LANDS en el
ESTADIO BRENDA BYFI­
NE y en la ciudad de
TEMPLE, ARIZONA en el
ESTADIO SUN DEVIL.
Las tomas fueron hechas
con la ayuda de veinte cá­
maras y un helicóptero. La
duración aproximada de la
película es de una hora v
media, en la cual la es­
cena se concentra en mos­
trar el número de los STO­
NES sobre el escenario. La
banda sonora, que incluye
unas veinticinco canciones
del repertorio de los RO­
John Lennon: nuevas muestras de su infatigable talento
LLING, fue grabada por
un estudio móvil de 24 ca­
nales y supervisada y mez­
clada por BOB CLEAR-
MOUNTAIN, ingeniero de
sonido de los recientes ál­
bumes de la banda, “TA-
TOO YOU” y “STILL
ALIVE” .
The Pólice, la banda
más popular de los ochen­
ta y también una de las
más creativas, contó con
la colaboración de uno de
los más importantes artis­
tas de la fotografía para
la producción de la ficha
interna de su último álbum
“Synchronicity”, ficha
que en nuestro medio no
fue editada. El fotógrafo
en cuestión es Duane Mi-
chael, uno de los artistas
plástico-visuales más im­
portantes de la actualidad,
conocido por sus secuen­
cias de pequeñas historias
fotográficas, donde alcan­
za un inusitado lirismo y
una gran envergadura poé­
tica. Pero además, el sobre
externo de “Sinchroni-
city” posee treinta y seis
cubiertas diferentes, tal
como lo explicó Jeff Aye-
roff, director creativo de
A&M Records, sello origi­
nal del grupo, ya que cada
miembro de la banda hizo
varios diseños de las fotos
y las combinó según sus
propios gustos. Las posi­
ciones de las fotos de las
cubiertas y la de las tres
franjas de colores utiliza­
das en ella (rojo, azul y
amarillo) cambian de ubi­
cación alternándose de di­
ferentes modos cada una
de ellas.
 entrevista
—Estoy seguro que estás cansado
de que la gente te haga preguntas
sobre chismes de Los Beatles, tratan­
do de sacar la mugre...
—Estoy podrido y también lo está
todo el mundo.
Lo que nos interesa es la músi­
ca...
Eso es distinto. Me gustaría ha­
blar sobre música, para variar.
¿Cuál te parece que es tu fuerte
como músico?
Soy solvente. También tengo
buena coordinación y buenos redo­
bles. Con algunos músicos la cosa
es como una carrera de caballos por­
que siempre' tratan y logran escapar­
se. Al ser un buen marcador del tiem­
po trato de conservar todo en orden
en lugar de excitarme y disparar con
el pianista o algún otro, lo que hace
que el tema termine al doble de velo­
cidad del comienzo.
—Algunos bateristas tocan inten­
cionalmente un poco adelante o un
poco detrás del tiempo...
-N o , yo trato y toco exactamen­
te en el tiempo.
—Yendo de nuevo al principio,
aunexbeatle
¿cómo comenzaste a tocar la bate­
ría?
—La batería siempre fue mi ins­
trumento. Mis abuelos tocaban el
banjo y la mandolina pero nunca
consiguieron despertar mi interés por
esos instrumentos. Luego mi abuelo
me regaló una armónica... no me in­
teresó. Finalmente consiguieron un
piano... ¡y eso sí que me interesó!
—¿Aprendiste a tocarlo?
-N o, caminaba sobre él -hacia
arriba y hacia abajo ¡sobre el tecla­
do! Luego, a los trece años me in­
ternaron en un hospital y, una vez
a la semana, estaba la banda de los
internados en la cual no podía tocar
otro instrumento que no fuera el
tambor. Entonces empecé tocando
sobre la mesa de luz con pedazos
de madera o cualquier otra cosa.
Cuando salí me compré un bombo
de juguete y un parche y los usaba
como redoblante.
—¿Qué me podés decir de la téc­
nica? ¿Estabas tomando clases?
—No, simplemente lo ponía en el
piso, agarraba dos leños y les daba
como adentro de un gorro. Luego
mi padrastro me compró una enor­
me batería hecha con un rejunte
de tambores. Yo no tenía auto y
tuve que ir en ómnibus a mis pri­
meros trabajos... terminé llevando só­
lo los platillos y el redoblante. Solía
pedir, a algún otro baterista que
tocara en el mismo lugar, el instru­
mento completo. Algunas veces ac­
cedían y otras no. Pero no importaba
mucho cuando comencé porque era
“skiffle” y todo lo que realmente
se necesitaba era un tambor y los
platillos.
—También eran las únicas cosas
de tu instrumento que se escucha­
ban en aquellos primeros discos de
Los Beatles.
—Sí, no sabían cómo poner el
micrófono para tomar el sonido del
bombo en esa época. Quizá el bombo
saturara demasiado. La mayoría de
los discos de la época son así. En­
tonces apareció la Motown con
buenos agudos y buenos graves por­
que la tecnología había avanzado
y se podían regular esos graves pro­
fundos.
—¿Es cierto que George Martin
nueva viola -4 1

no quería usarte en “Love me do”
porque sentía que no podrías hacer
un “rulo”?
—Aún no puedo hacerlo. Pienso
que espanté a George por la manera
que tocaba en la cinta de muestra
de “Please please me” . Estaba to­
cando la batería completa con
bombo, redoblante, tom-toms, cha-
leston y, al mismo tiempo tenía una
pandereta en una mano y una maraca
en la otra. Aún puedo ver a George
en el estudio sacudiendo la cabeza
y pensando “NOOOOOOO, no creo
que sea muy profesional” o lo que
fuese. Entonces trajo a un baterista
profesional. Andy White que fue
quien tocó en la versión de “ Love
me do” que salió en simple y yo
toco en la versión que salió en el
álbum.
—¿Hubo algún otro tema de Los
Beatles en que no tocaste la batería?
-S ólo dos: Paul tocó en “The
bailad of John and Yoko” y en
“ Back in the USSR” . Yo toqué
en todas las demás. Pero, como dijo
George Martin después, y yo lo cito,
aunque al principio no me quisiese,
ahora le gusta que yo toque en todas
las sesiones, de grabación que tiene.
Por lo tanto, ha cambiado.
—Tú estabas con Rory Storme
& the Hurricanes en Hamburgo en
el mismo momento que Los Beatles.
¿Cuán importante fue la experiencia
para tu evolución musical y la del
resto de Los Beatles?
—Hamburgo es donde realmente
nos afianzamos. Si no hubiésemos
ido allí, no sé cómo - y ni siquiera
si— hubiera seguido tocando. Hasta
entonces habíamos estado tocando
sólo un par de noches por semana
en clubes de los alrededores de Li­
verpool. Pero en Hamburgo nuestros
dos grupos tocaban doce horas por
día. No podés tocar “ Johnny B.
Goode” durante seis horas por
noche, por lo tanto, tuvimos que
reventarnos y tocar cualquier cosa
que se nos ocurriese —experimen­
tar y probar cosas nuevas, meter
valses y todo tipo de locuras.
—¿Te impresionaron Los Beatles
como músicos en ese tiempo?
-M e impresionaban más como
vocalistas. Paul todavía no tocaba un
instrumento, rascaba una guitarra de
dos cuerdas sólo por hacer algo. Po­
dían tocar como grupo pero lo que
más recuerdo es a Paul cantando
con las pelotas con su guitarrita.
—Cuando hablábamos con Paul
nos contaba que los otros siempre
te estaban dando directivas en cada
canción...
-C ierto. Ellos escribían la can­
ción y sabían qué querían lograr. En
realidad yo estaba lidiando con tres
hacía un redoble se podía sentir que
todos se ponían un poco nerviosos y
se empezaban a preguntar “ ¿Dónde
mierda estamos?” .
—¿Cómo era su actitud hasta en­
tonces?
—¡Eramos unos mamertos! Sola­
mente unos mamertos fumando y
bebiendo en escena y divirtiéndose.
Y entonces se convirtió en negocio.
Se transformó en algo más... bonito.
Siempre tuvimos la actitud de ir
hacia la cima.
—¿La ruptura, fue inevitable?
-E ra hora. Se puede explotar
una mina de oro hasta que se acaba
la veta. Claro, se busca siempre un
poquito más y eso era lo que está­
bamos determinados a hacer porque
después de ocho aftos es difícil parar.
Aunque interiormente sintiéramos
que se había terminado nos tomó
aun un afio decir “paremos” .
-Siempre pensé que “Abbey
Road” fue un bello y extraordinario
canto de cisne...
—Eso es porque no importaba, lo
que estaba sucediendo y a todos nos
bateristas frustrados por lo que cada encantaba tocar y cuando nos sentá­
uno tenía su opinión. Me acuerdo bamos como cuatro músicos todo
de las grandes discusiones que te­ resurgía, la magia está allí.
níamos con John. Me ponía un dis­ —En “Abbey Road” finalmente
co y decía: “Esto es lo que quiero, apareciste en primer plano e hiciste
to c io así” . Y yo decía “Pero john, un solo de batería. ¿Por qué no ha­
¡hay dos tipos tocando la batería bías hecho ninguno antes?
en ese disco!” —porque en esa época -PORQUE ¡ ; ¡ODIO LOS SO­
empezaron a usar dos bateristas en LOS DE BATERIA!!! En serio. Creo
algunas sesiones de grabación. Y que son aburridos y nunca escuché
John argumentaba “ ¡Naaaah, hay uno que me atrapara. Pero la gente
uno solo!” Y yo: “No, hay dos. Hay siempre aplaude porque es el mo­
dos redoblantes, cuatro platos y ocho mento de gloria del baterista. Bueno,
tomtom... ¡escuchá!” Recuerdo ha­ no me gustan los solos de batería
ber tenido esa discusión ¡más de una pero, cuando estábamos grabando esa
vez! Pero como te decía, cada can­ canción, al final se me vinieron en
ción que escribían, tenían una idea patota y me dijeron “ ¡Dale, tócate
de cómo la querían. Naturalmente, un solo!” Yo dije “NAAAAAH, no
dentro de ese marco general podías lo voy a hacer, nunca lo hice” pero
expresar tu propia personalidad. A al final aflojé. Creo que dura 13
veces yo terminaba haciendo cosas compases y medio porque hice mutis
completamente diferentes de las que con un pequeño redoble y lo termi­
me habían pedido. né. Nos reíamos todos juntos, creo
—¿Como baterista, era difícil tra­ que me agarraron de buen humor.
bajar con un bajista tan renovador
—Alguien puede pensar que es ra­
como McCartney? ro que hemos hablado largo rato y
—Siempre era interesante porque
no te he preguntado nada de John,
Paul es uno de los bajistas más refi­
directamente. Debés haber dicho to­
nados y melódicos del mundo. Siem­
do lo que consideraste apropiado
pre trabajábamos el bajo y el bumbo
pero déjame planteártelo simple­
juntos para que se complementasen
mente: ¿cómo te gustaría que fue­
entre sí y no interfiriesen entre sí.
-Siempre me pregunté cómo ha­ se recordado John?
-D el modo que será recordado:
cían para coordinar cuando tocaban
por su música. Era un ser humano
en público en medio de aquel pan­
honesto que siempre desnudó su al­
demonio...
ma al público... era u ij hombre muy
—Por un lado, yo no podía hacer abierto. El se levantó más que nadie
ningún redoble, Si lo hacía nos per­ y dijo: “Esto es lo que pienso” . Y lo
díamos todos en el medio de la can­ que pensaba era sobre todo la verdad
ción. Yo trataba de asomarme para
... era mi amigo y lo extraño.
intentar leer los labios de Paul así
sabía dónde nos encontrábamos por­
que no se podía escuchar nada. Si yo Traducción Carlos da Silveira

P A R A Q U
S E A M O S M
M ig u e l T u a l a
Este primer LD grabado por
Miguel Tuala, un joven cantor
que deja constancia expresa y
tácita de su preocupación por
reunir en una expresión global
la poesía y el canto latinoame­
ricanos, ofrece un programa
apuntalado por trabajos de ar­
tistas tan prestigiosos como
Noel Nicola, Milton Nascimen-
to, Isabel Parra, Alfredo Zita-
rrosa, Mario Benedetti, Patri­
cio Manns, Chico Buarque,
Víctor Jara y nada menos que
el peruano César Vallejo -sin
duda uno de los máximos poe­
tas del siglo XX que, lamenta­
ble e increíblemente, aparece
en las fichas como “Vallejos
(Argentina)”, atribuyéndosele
sólo la autoría de la musicali-
zación de uno de sus más fa­
mosos y entrañables poemas
pertenecientes a “Los heraldos
negros”. La dirección musical
y los arreglos están a cargo de
Federico García Vigil, y en­
marcan con solvencia un traba­
jo muy irregular de Tuala. Cre­
emos que los mejores momen­
tos del intérprete aparecen
más en la búsqueda del lirismo
intimista que en las llamadas
“canciones de fuerza”, donde
no sólo se debe afrontar el
riesgo de la sobreactuación si­
no también el del desequilibrio
en la textura vocal. Tal vez la
búsqueda de un repertorio me­
nos “prestigioso” pero más
adecuado a, su potencial tím-
brico, sea la opción de futuro
más provechosa para Miguel
Tuala.
H.G.V,
B E N A V I D
& B E N A V I D
La aparición de este trabajo
discográfico conjunto realiza­
do por dos figuras sobresalien­
tes de nuestro canto popular,
consolida una etapa creativa
iniciada más de diez años atrás,
en el marco del ya mítico
Grupo de Tacuarembó. Desde
ese entonces, poeta y cantor
supieron amalgamarse -m u ­
chas veces a la perfección- pa­
ra sortear tiempos oscuros y
anunciar claridades hoy casi
despuntadas. La placa ofrece
un rico material donde se in­
tegran con naturalidad la dic­
ción y la musicalización de los
siempre importantes y versáti­
les textos de Washington Bena­
vides. Carlos Benavides, por su
parte, reaparece más maduro
tanto en su ejecución guitarrís-
E tica como en la forma de enca­
rar los arreglos, abriendo el pa­
A S
so a una producción de corte
participativo donde sobresa­
len, entre otros, los aportes de
Andrés Bedó, Amílcar Rodrí­
guez, Gustavo Fernández y
Chichito Cabral. Dentro de un
panorama de pareja eficacia
destacamos el profundo y tra­
dicional lirismo obtenido en
“Canción de Santa Isabel”, así
como el nuevo sesgo baladísti-
co que se delinea en “Las ni­
ñas de Cabrerita” y “Estabas,
la m ora...” (este último sobre
texto del mexicano Francisco
Cervantes). En otro plano don­
de predominan temas de urgi­
da reflexión, el mayor subra­
yado parece merecerlo la tras­
cendente y vibrante “Medita­
ción sobre Puebla”. Un disco,
en suma, imprescindible para
seguir la marcha de una du­
pla que no cesa de aportar su
necesaria voz a nuestro can­
cionero, hoy nuevamente mul­
titudinario.
H.G.V.
F A L A D E G A
C r i s t i n a F e r n á n d e z
Paralelamente a su ya consoli­
dada trayectoria - a nivel na­
cional e internacional- junto
a Washington Carrasco, Cristi­
na Fernández ha venido desa­
rrollando, desde 1971, una
sostenida actividad como solis­
ta de canciones gallegas, que
ahora accede a una imposter­
gable difusión masiva a través
de este cassette editado por La
Batuta. El material recogido
en “Falade galego” está inte­
grado por motivos tradiciona­
E S les anónimos junto a trabajos
de músicos y poetas actuales y
E S
tradicionales, configurando un
panorama que permitirá al es­
cucha consustanciarse adecua­
damente con una de las tantas
fuentes que han nutrido nues­
tra cultura aluvional. Sobre un
impecable entorno musical ela­
borado fundamentalmente en
base al talento de Hugo Jasa
y Washington Carrasco, Cristi­
na Fernández vuelve a demos­
trar, en cada una de las fases
de este registro, que es una
de las voces femeninas más im­
portantes de la canción hispa­
noamericana.
H.G.V.
L U T O
E N V I V O E N
Litto Nebbia es uno de los
nombres provenientes de las
corrientes musicales de los
años ‘60, que con el transcurso
del tiempo y los cambios que
este impone continúa hacien­
do aportes a la música.
Luego de permanecer por
un tiempo en el exterior regre­
sa a su país donde el 11 de di­
ciembre del ‘81 en el estadio
de Obras Sanitarias realiza un
espectáculo del cual surge el
álbum grabado en vivo “Litto
Nebbia y Los músicos del Cen­
tro”, editado por RCA.
En el disco figuran sólo 39’
del espectáculo que duró más
de dos horas
En este disco la melodía
de la voz más característica,
personal, que llega represen­
tando a lo más auténtico que
hay por B. Aires (de la corrien­
te detallada más arribalsntre-
ga un trabajo que musical­
mente demuestra un proceso
musical y <jue desde que Lit­
to comenzó a trabajar con te­
clados se ha ido filtrando en
nuevas expresiones y sus temas
han tomado líneas musicales
que no se limitan.
Aldo Novick
L E G O La presente muestra de
R E I N O B
V e r a
La polifacética Vera Sienra
(pintora, poeta, e intérprete
de Canto Popular) acaba de
grabar un nuevo L.D.), “Reino
Breve”, editado por el sello
Sondor en diciembre de 1983.
Este aparece luego de un ante­
rior trabajo realizado por esta
intérprete en compañía del
dúo Larbanois-Carrero, “En
Recital”, a comienzos de
1983.
Como características prin­
cipales de este disco debemos
puntualizar que se trata de un
álbum de carácter intimista,
basado en poemas de la propia
Vera Sienra con excepción de
un tema de la autoría de Víc­
tor Cunha y otro pertenecien­
te a Eernando Cabrera, y con
arreglos musicales a cargo de
Bernardo Aguerre y Fernando
Cabrera. En líneas generales
nos impresiona como un ál­
bum realizado con la profesio-
nalidad que posee Vera y que
trasmite asimismo toda su re­
conocida sensibilidad, mante­
niendo la línea interpretativa
que ya le conocemos a través
de sus presentaciones en públi­
co y trabajos anteriores. Son
de destacar los arreglos musi­
cales, no por su espectaculari-
N E B B I A
dad sino por la sobriedad con
que fueron realizados y por el
O B R A S clima que logran crear, apun­
tando a destacar sobre todo el
texto y el decir, que es lo que
en definitiva interesaba en esta
oportunidad. Hntre los 12 te­
mas que componen este L.D.
sobresalen a nuestro criterio:
“Que pasa con estos Huma­
nos”, “Adiós” un hermoso te­
ma de amor, ejemplo de como
debe enfocarse la capción ro­
mántica, no vulgarizándola si­
no realzando todo lo que tiene
que ver con la poesía amorosa;
y “Remolinos Negros” que
quizás por su base rítmica sea
lo más innovador que presenta
Vera en este disco.
En ^resumen, “Reino Bre­
ve”, un disco para disfrutar y
compartir en la intimidad, que
refleja fielmente la personali­
dad interpretativa de Vera
Sienra.
Gustavo Guadalupe
L A S C A L L E S D E
M O N T E V I D E O
s V a r i o s
música nacional, nace a partir
del éxito masivo que tuviera
esa “rara” ventana de Montevi­
deo, que de la mano de Jorge
Scheck y Jorge Denevi - guio­
R E V E
nista y director respectivamen­
S i e n r a te del impecable programa hu­
morístico “Telecataplum” - se
cuela martes a martes en miles
de hogares uruguayos.
Sabemos todos de antema­
no - público, cronistas y artis­
tas - lo riesgoso que resulta a-
venturarse con temas que ya
han quedado registrados ante­
riormente en otras placas por
el autor o los autores.
Concretamente, “Los Olím­
picos” (J.Roos) y “A redo­
blar” (Olivera-Ubal) - en ver­
sión de Los del Pueblo - son
dos canciones (la primera un
himno al dolor que produce el
desarraigo; la segunda un him­
no a la esperanza) sagradas que
tatuaron irreversiblemente la
entraña del público y que, en
la presente placa, dan por tie­
rra la eficacia y sensibilidad
encontradas en las originales,
debido a la insuficiencia - tan­
to instrumental como vocal -
con que se abordaron las mis­
mas, El caso de “Adiós Juven­
tud” - tema coreado a lo largo
y ancho del país - se distancia
de esa constante peligrosa cita­
da anteriormente, por el senci­
llo motivo de que, Falta y Res­
to, ya había participado - con
esa potencia vocal que ya co­
nocemos - junto a Jaime Roos
en la grabación de la misma.
Tampoco resulta correcto que
se recurra a la utilización de
viejas grabaciones para llenar
espacios, como lo son, sin du­
da, “ La Ronda Catonga” y
“Por Martín y porque sí” en
voces de Canciones para no
dormir la siesta.
Finalmente cabe acotar
que, este disco, posiblemente
reproduzca el éxito - me refie­
ro a su venta, claro - obtenido
por “Telecataplum”. Y es ne­
cesario, entonces, hacer hinca­
pié en la apurada elección de
los temas que componen este
L.D. El rigor esta vez - no así
el vigor - quedó relegado en su
tarea de iluminar a los intér­
pretes.
Raúl Forlón Lamarque
C A N C I O N guayo.
V A G A B U N D
J o r g e B o n a l d i
Decimocuarto L.D. de este
importante intérprete del Can­
to Popular uruguayo, cuarto
como solista. “Canción Vaga­
bunda” representa lo más ela­
borado que Jorge Bonaldi ha
grabado en toda su trayecto­
ria. Manteniendo sus facetas
generales de cultor de la “tan-
guez”, a lo que se le suma una
mayor instrumentación que en
placas anteriores, con esmera­
dos arreglos se conforma un
disco homogéneo y bien logra­
do.
A todo esto, debemos agre­
gar la participación del maes­
tro Federico García Vigil y
músicos acompañantes de gran
valía lo que contribuyó a lo­
grar un acabado trabajo.
Un álbum en que Bonaldi
por primera vez pudo dedicar
el tiempo que creyó oportuno,
sin apresuramientos ni “recor­
tes” por falta de fondos.
Musicalmente nos muestra
a un Jorge Bonaldi preocupa­
do por lograr un mejor marco
musical para realzar y enalte­
cer un texto, que propio o de
importantes poetas (Juan Gel-
man, Raúl González Tuñón,
Robert Desnos, Mario Benede-
tti) siempre es expresado con
el tono justo.
Merecen especial destaque
“Canción para Vagabundos”
compuesta en 1977 en base a
texto de Raúl González Tuñón
con arreglos de Los que iban
Cantando; “ Somos” una de las
últimas composiciones de Bo­
naldi; y una particular versión
del texto de Benedetti “Por
qué cantamos” con arreglos de
Federico García Vigil.
En otro orden de cosas de­
bemos elogiar el buen trabajo
en la presentación del disco
conformando una muy ade­
cuada carátula.
Para terminar, creemos es­
tar frente a un álbum culmina­
ción de una etapa de Jorge Bo­
naldi donde éste llega a la ma­
durez expresiva de un estilo
que viene puliendo desde sus
actuaciones con “ Los que iban
Cantando”.
Gustavo Guadalupe
Q U I E R O A
S O M B R A
U N A L A
D E L T E M
L o s O l i m a r e ñ o s
A fines de 1983 se produjo
la reedición de dos importan­
tes placas (“Quiero a la som­
bra de un ala” y “Del Tem-
plao”) del dúo más trascen­
dente del Canto Popular uru­
La primera de ellas, el 5o.
A
L.D. y lo. para el sello Orfeo
que realizaran Los Olimareños
en el que, al volver a escuchar­
lo, luego de 16 años de haber
sido grabado, comprobamos,
más allá de la nostalgia que en­
cierran casi diez años de silen­
cio, la calidad de este trabajo,
donde como en casi toda la
producción de “ Los Olima” se
ve la mano del salteño Víctor
Lima y del maestro Rubén Le­
na. Temas imborrables de este
L.D. pueden ser: “Quiero a la
sombra de un ala”, letra del
poeta cubano José Martí y
música de Oscar Chaves; “A
Simón Bolívar” de Lena y
Contreras; “No esconda la ma­
no” de Víctor Lima; o las nos­
tálgicas “Caminitos de tierras
coloradas” de Bisio y Gómez;
y “Adiós a Salto” también de
V. Lima; y así seguiríamos
enumerando y completaría­
mos todos los temas del ál­
bum, porque todos y cada uno
de ellos permanecieron en el
recuerdo de quien los escuchó
alguna vez aunque nunca viera
en vivo a Los Olimareños.
Qué podríamos decir de
“Del Templao” (editado origi­
nalmente en 1972) que no fue­
ra reiterar lo ya dicho. Como
en el caso anterior Orfeo res­
petó las características de la
edición original, tanto en la ca­
rátula como en el contenido,
lo que brinda un mayor valor
documental a la reedición.
Posteriormente aparece
“ Los Olimareños Vol. 1” una
selección realizada en 1983
que contiene algunos de los
más exitosos temas interpreta­
dos por el dúo: “Al Paco Bil­
bao”, “A mi gente”, “Angeli­
tos Negros” , “ Candombe Mu­
lato”, etc.
Indudablemente la lista es­
tá incompleta, todos deseamos
la total reaparición de los tra­
bajos realizados por Pepe y
Braulio tanto en nuestro país
como en el extranjero. Espera­
mos pues que las empresas dis­
queras puedan continuar en la
tarea de ponernos al día con
todo el material del Canto Po­
pular uruguayo que aún per­
manece sin ser reeditado.
Gustavo Guadalupe
L A
D E
Y
F U S I O N L A T I N
P L A O Aires”, que bajo los siguientes
M ig u e l P i ñ e r a
Miguel Piñera, cantante y
compositor chileno de 28 años
de edad, es, o mejor dicho,era
hasta la aprición de este disco,
un desconocido en nuestro
medio.
Se trata de un inquieto per­
sonaje, que prácticamente ha
recorrido toda América en bus­
ca de nuestras verdaderas raíces
musicales, llegando a cantar en
Brasil junto a un creador de la
talla de Milton Nascimento y
que tuvo como última escala
en su peregrinaje, antes de ra­
dicarse definitivamente en Chi­
le, a los Estados Unidos, sien­
do precisamente allí donde
consolidó y dio forma a su
particular estilo, que combina
los más tradicionales ritmos
latinoamericanos con la vibra­
ción y riqueza instrumental
del rock. Durante su perma­
nencia en el pa& del norte crea
el grupo Hot Chile y se vincula
con importantes músicos, co­
mo por ej. David Crosby (inte­
grante del recordado Crosby,
Still & Nash) quien justamente
interviene en este disco como
voz y guitarra en “Huerta de
Amor”, y también con Carlos
Alvarez, percusionista de San-
tana. Es así que al volver a
Chile, alentado por Ja corrien­
te musical que se estaba desen­
volviendo en su país, Miguel
Piñera crea Fusión Latina, y
graba este excelente trabajo
que por inquietud de RCA lle­
ga a nuestro m adío.
En él se pueden observar
todas las características que
hemos mencionado: un muy
bien logrado equilibrio entre
los ritmos tradicionales ameri­
canos (cuecas, guajiras, salsa,
folklore andino, etc) con una
imponente orquestación. De
esta forma encontramos en es­
ta placa temas clásicos de la
canción chilena como “Casa­
miento de Negros” y “ El Al­
berto”, ambos de la autoría
de la inmortal Violeta Parra,
realizados en muy personales
versiones. Son de destacar ade­
más las interpretaciones que
Piñera y Fusión Latina logran
de “Luna Llena” de Nelson A-
raya y sobre todo de “ La Gua­
jira’.’
Alberto Decarlini
P A S A J E R O
M a r c e l o B o c a n e r a
A fines de diciembre del
año 1977 comenzaban a reali­
zarse las tomas de sonido del
A
álbum “Canciones de Buenos
postulados -ya disco- se a-
bría paso en la gran urbe: “ha­
cerle música a 3uenos Aires,
cuesta mucho_ y todavía más,
cuando son jóvenes los músi­
cos que por vocación profunda
eligen la tarea. Porque habrá
que cantar asumiendo la influ­
encia poderosa y concreta de
los sonidos de otros países,
que a todas horas y en diversas
calidades se incorporan a nues­
tra realidad. Y sobre esas cir­
cunstancias elaborar la caden­
cia inconfundible de una mi­
longa, preservar la escencia de
un tango, demostrar que tam­
bién hay poetas para un idio­
ma actual de la ciudad”.
Algo nuevo se viene gestan­
do por el lado de Marcelo: la
natural personalidad de su can­
to más “tanfjuero” que “tan-
guístico”, mas de “La Boca”
que del “Barrio Norte”, al que
sustenta una sólida y por de­
más osada “fusión” de “soni­
dos” que “se incorporan a
nuestra realidad”.
Marcelo es todavía muy jo­
ven, tal vez demasiado, para
que, incluso un primer (fisco
carezca de los habituales erro­
res, y todavía falta mucho ca­
mino para emitir la última pa­
labra. El texto irá madurando
junto con el apunte instrumen­
tal (en si mismo expresivo, en
algunos casos, extremado y/o
innecesario en otros) que pare­
ce tener su razón de ser. más
en el libre fluir final de “ Cuan­
do la musa se cruza”, o inicial
de “ Somos pasajeros” ; que or­
questaciones tipo “swing” a lo
Mederos, Mosafini, Binelli, u-
bicables en el L. D.: “Fuera de
broma”.
Problemas a ir resolviendo
en el largo trecho que queda
por recorrer, donde no puede
descuidar “el fenómeno: co­
municación”. Experiencias
que se irán alternando en el fu­
turo, donde por suerte, sobra
“carné de identidad” que es­
grimir.
Nelson Caula

T A L L O R A N D
P e p e G u e r r a
La agradable sorpresa que
compartimos todos en noviem­
bre de 198'3 (la “desproscrip­
ción” de los discos de “ Los O-
limareños”) trajo consigo, rá­
pidamente, la reedición de al­
gunos de sus discos, y la irra­
diación permanente en los pro­
gramas de Música Popular (o
no). El sello Sondor guardaba,
celosamente, la cinta de la gra­
bación que en el año 1977 rea­
lizara Pepe Guerra aquí en
Montevideo, con un selecto
grupo de músicos acompañan­
tes: Pippo Spera, José Carlos
“Pato” Rovés y Eduardo Már­
quez (o sea el grupo “Tacua-
bé” que brilló en Brasil junto
a lo más selecto de sus músicos
populares: Milton Nascimento,
Ze Ramalho, Amelinha.etc.) y
con el trabajo técnico del ma­
estro Jasa.
La placa incluye dos tangos
clásicos: “Vieja Viola” y “ Los
Mareados” ; a estos se suma el
tango “Adiós mi Barrio”,
en versión de canción camava-
lera, obra del ingenio de Pepe
Guerra. Sigamos sumando: dos
candombes “Ta Llorando” y
el famoso “Paisito” ; cerrando
la cuenta de la música popular
uruguaya la .milonga de D’A-
maro "A la Ciudad de Monte­
video”. El resto de la graba­
ción es un paseo latinoameri­
cano que incluye: “Valsecito”
(Viihinha) de Chico y Vinicius
ni versión castellana; “ El fiel
enamorado", son de Matamo­
ros, "El amor es un camino”,
Joropo de Violeta Parra, y “A-
Aoran/as” una chacarera de J.
A. Jerez. El resultado de este
trabajo podríamos catalogarlo
como muy positivo. Pepe so­
breule en sus candombes y los
dos tangos; allí alcanza los me­
jores momentos del disco. Pe­
ro debe de rescatarse además,
de esta placa, la labor instru­
mental de los músicos acompa­
ñantes. Venían de trabajar en
cosas muy distintas del Brasil,
sin embargo, su aporte es ple­
no y cobran los temas más so­
corridos (la chacarera de J.A.
Jerez, por ejemplo) una fres­
cura inédita y participante.
Los textos de Pepe Guerra tra­
suntan su amor a esta tierra, su
inquerida nostalgia, su espe­
ranza.
W.B.
F E S T I V A L L A P A
82-83
O
Los resultados artísticos de
los dos festivales realizados
hasta el presente, por el Cen­
tro Social La Paz y el Grupo
Socio-Cultural “Cantando”,
han sido reunidos en esta ca­
ssette doble por el nuevo sello
de La Batuta. Sus prologuistas
pretenden que este registro sea
“un testimonio fiel” de dichos
festivales. Creemos que lo al­
canza en sus aciertos (varios) y
sus errores (pocos). Aquí están
los vencedores en las respecti­
vas categorías (solista, dúo,
grupo), los segundos y terceros
premios, los premios “revela­
ción” - faltan los solistas del
festival del 82 (grabaron para
otro sello) - Pero debemos de
felicitar a los organizadores de
dichos concursos y a los direc­
tores del sello La Batuta; en la
cassette podemos escuchar a
los más que promisorios María
Markl (mejor voz del 83) o
Freddy Pérez (2do. en el 83);
a los grupos “ Reencuentro”
(ganador en el 82) o “Tal” (ga­
nador en el 83, categoría gru­
p o - o “Natural” (2do. premio
del 83); o “Alborada” (2do.
premio Grupo del 82). En ver­
siones meritorias también se
presentan Alvaro Inchusti y
Edgardo Centurión (premios
solistas tercero y revelación
del 82); así como otros con­
juntos del Interior o dúos que
aportaron lo suyo, caso “Los
Pirinchos” de Durazno. Noto­
riamente existen muchas dife­
rencias y el conjunto es des­
parejo, pero así se documenta
la corriente poderosa de nues­
tro Canto Popular.
W.B.
B A L D I O
Luego_ del ciclo de recitales
que Baldío brindara a fines del
‘82 en el Teatro del Anglo y
posteriormente a principios
del ‘83 en el Teatro de la Can­
dela, el público, que había se­
guido con suma atención la
propuesta del grupo, esperaba
con cierta impaciencia su ama­
necer discografico.
Largamente esperado, en­
tonces, el disco apareció recién
en setiembre bajo los servicios
editoriales de Sondor y es de
destacar, desde el vamos, el ex­ di, Alcides Romero y Humber­
celente diseño de la carátula to Ochoa Sayanés, que se inte­
(una tarea sinceramente imagi­ gran con naturalidad y efica­
nativa) a cargo de Gerardo cia en esta honrosa empresa
Mantero. capaz de sobre-iluminar, con
En cuanto a la postura impagable sacrificio, el a veces
creativa del grupo se hace no­ tan soleado pero siempre tan
torio su emparentamiento con desolado paisaje de la vida de
tratamientos instrumentales su gente.
provenientes del rock. Y justa­ Hugo Giovanetti Viola
Z
mente allí, residen los pro y
los contra de Baldío: en algu­
nos cqsos los elementos recogi­
dos del rock, están dosificados
de tal forma que no hacen otra
cosa que erguir y sostener la
sólida presencia poética de
Fernando Cabrera (“Menga-
na”, por ejemplo);en otros ca­
sos, existe un desborde palpa­
ble (yo diría que a cargo de
Recagno, fundamentalmente)
de esas armonías estrictamente
rockeras y, en definitiva, hay
como una fractura visible en­
tre texto y melodía, y el cami­
no que intenta recorrer Cabre­
ra. Es evidente, además, que el
alejamiento de Andrés Bedó,
aún no ha sido asimilado por
el grupo (los recitales del cine
Liberty y. Tea tro de Verano lo
j comprueban). Es que Bedó le
Vdaba al cuarteto (en el disco,
Aguerre aparece como invita­
do) una libertad expresiva que
hoy, con la nueva integración,
no ocurre, aunque están en
vías de lograrla.
Sin duda, el mencionado
grupo es una de las propuestas
más desafiantes y renovadoras
de los últimos tiempos. Apos­
tar a Baldío, es apostar a la ca­
lidad, a pesar de las objeciones
señaladas. Un disco que, el que
puede, debe comprarlo.
Raúl Forlón Lamarque
D E R R O C H A N D O
C O P L A S
V a r i o s
“Derrochando Coplas” de­
muestra en cada una de sus
canciones una madurada ela­
boración, reveladora de un tra­
bajo de años evidentemente.
Desde los tan populares Zuca-
rá - fundamentalmente res­
ponsables de la existencia de
esta placa - pasando por el ya
conocido Grabriel Nuñez Ró­
tulo, hasta los totalmente iné­
ditos Julio Decuadra, Nery
Reggiardo, Nelson ' Pereira,
“Sol y Palma” y “Dúo Hori­
zonte”, el nivel de interpreta­
ción siempre es aflatado, y por
momentos impecable. En
cuanto a los textos, arrancan­
do de la reconocida tarea de
Rondán Martínez, Enrique Sil­
NLf/A
VIOLA
va, Dagoberto Vaz Mendoza y
el propio Núñez Rótulo, en­
contramos también los noví­
simos hombres de Hugo Baral-
 ¥ noticias Vel disco

ANTDHJUNA
Creemos que el recientemente edi­ que apoyando el sobresaliente papel
tado “ Antirrutina” (Ceibo CSLP 75- de Eduardo Larbanois en ejecución
501) debe ser considerado como el y arreglos, brillan con trazos propios
legítimo tercer LD de Larbanois-Ca- René Marino Rivero, Federico Gar­
rrero, luego de un período de más de cía Vigil, Luis Lasa, Jorge Galemire
dos años en los que el dúo, a partir y Sergio Saavedra.
de la aparición de “ Cuando me pon­ En cuanto a los textos, a esta al­
go a cantar” , incursionó en diversos tura resulta redundante pero necesa­
trabajos discográficos participativos. rio subrayar -c o n una nueva prueba
El más importante de ellos fue “En a la vista- que Larbanois-Carrero
recital” , un LD compartido con Vera siempre se han preocupado por de­
Sienra donde pudo palparse el co­ cantar al máximo el rendimiento de
mienzo de una fase de crecimiento la palabra como herramienta decisiva
hoy plenamente consolidada en “An­ en su producción. “ Antirrutina” se
tirrutina” . Sin dejar de ofrecer una destaca de entrada por plantear un
En la serie de fascículos que el coherencia indiscutible con su pro­ abordaje muchas veces directo de la
Centro Latinoamericano de Econo­ ducción anterior, Larbanois-Carrero particular coyuntura qúe vive nuestro-
mía Humana (CLAEH) ha publicado redondean en esta nueva placa el re­ pueblo. Los conocidos riesgos de caí­
bajo el título global de El Uruguay sultado de búsquedas compartidas da en el “ facilismo” afrontados por
de Nuestro Tiempo se dedicó el nú­ con los más importantes músicos que tal apuesta expresiva son ampliamen­
mero 9 al repaso de lo que se dio en integran el canto popular uruguayo, te sorteados gracias a la versatilidad
llamar Las artes del espectáculo. La exigiéndose antes que nada el logro del arte de Washington Benavídes, en.
actividad de teatro y cine fue cubier­ de una expresión interpretativa y espléndidos temas como “ La parva
ta por Carlos Muñoz, en tanto lo ati­ contestataria (en el sentido menos indestructible” , “ En la tormenta” o
nente a la música -en sus vertientes desgastado y acaso más literal que se “ En la noche” (un viejo texto musi-
populares y culta- quedó a cargo de le pueda dar a la palabra) de la tan calizado por Darnauchans que revita­
Rubén Castillo. desdoblada realidad que vive nuestro liza su vigencia) sin olvidar la eficacia
A lo largo de doce páginas com­ pueblo. Y es ese tan difícil como ne­ de “ La plena” , “ El gato del gato” o
plementadas con ilustración fotográ­ cesario “ desdoblamiento luminoso” el propio “ Antirrutina” -estos últi­
fica, Castillo recoje en apretada sínte­ lo que está planteado desde el pique, mos tres compuestos en participación
sis los acontecimientos y los nombres en el título mismo: “Antirrutina” . con Larbanois y Carrero, que parecen
que fueron haciendo la historia musi­ De “ antirrutina” a “ anticonformis­ haberse “ largado” de una vez por to­
cal del país, especialmente en lo que mo” o “ antimordaza” o “ antiderro­ das a elaborar textos propios. Una de
es el Canto Popular. En tal sentido es ta” (y podríamos desgranar una lista las revelaciones del disco lo consti­
un documento importante, a sumar a interminable de opciones derivadas) tuye precisamente la sencilla calidad
los anteriores -por su orden el libro hay apenas el paso de cada surco de que fluye de los temas compuestos
de García Robles publicado hace una este LD. Larbanois-Carrero se apoyan por Mario Carrero, en especial a tra­
década por Alfa, el que junto a Juan para ello en un constante trabajo de vés de su notable “ ¿Cómo haré?” . El
Capagorry publicamos en Arca, y el recreación, donde los alambicados resto del programa ofrece acertadas
que Júcar editó en Argentina a Fabre colores que juegan un papel comple­ incursiones en el medido humor (su-
y Dabezies-. Además del testimonio mentario sobre las bases musicales gerente o nostálgico), desde el ya
Castillo incluye consideraciones per­ (trombones, armónica, charango, gui­ mencionado “ Gato del gato” al
sonales sobre el devenir de ese fenó­ tarra eléctrica y Ovation, contrabajo “Chacalambo de la cocina” o “ De
meno cultural, que coincidimos en solista, ornamentos percusivos) ad­ arriba parece igual” —este último so­
calificar como de primera magnitud quieren una indivisible y austera irra­ bre un texto-debut de Fabre que me­
para la cultura nacional y aún la de diación arcoírica. Es este mismo cri­ rece una especial bienvenida. Tam­
toda América Latina. terio de “integración no acumulati­ bién merecen una valoración muy es­
En lo que hace a la música llama­ va” , por otra parte, el que busca pecial los versos de otro debutante,
da culta, el trabajo tiene no menor hacer funcionar como piezas de un Hugo Rodríguez, que generan una de
importancia, dada la ausencia de contexto uniforme ritmos que pue­ las canciones de mayor densidad líri­
cualquier tipo de sistematización al den arrancar tanto del gato, la milon­ ca de la placa: “Mensajes” . Dejamos
respecto en materia de publicaciones ga, la murga, la chacarera o el malam­ para el final la mención a una hermo­
y a lo largo de varios años. El autor bo, como del joropo, la plena o hasta sa nueva versión de “Pobre Joaquín” ,
se muestra especialmente cauteloso el propio rock. Este espectro rítlmico prologada entrañablemente por la
en este terreno sin que eso desmerez­ aparece también tamizado y unifi­ voz del maestro Rubén Lena. Allí
ca la utilidad del material para todos cado por el trabajo de recreación se produce un calado en la “universa­
aquellos a los que pueda ser oportu­ arreglística que lé otorga al todo el lidad desnuda” qué no podía dejar
na una referencia escueta pero mu- inconfundible sello “antilujo” y a la de redimensionar la .enjundiosa pro­
trida de nombres tanto a nivel de in­ vez “antimolde” del dúo, más allá puesta plasmada por “ Antirrutina” .
térpretes como de compositores. (o más acá) de su cada vez más depu­ Hugo Giovanetti Viola
E.R.B. rada identidad Vocal. Con respecto a
los músicos participantes, digamos
a Ofisproscnnir...
sp u n to fin al nelson caula

El 83 pareció ser el último de los años del oscuran­ Según dieron cuenta -en su momento- algunas pu­
tismo artístico: rígidos controles por parte de la censura, blicaciones argentinas, por lo menos un “Obras Sanita­
en cuanto a textos y las mismas actuciones de los pro­ rias” en Buenos Aires fue poblado por uruguayos que
pios artistas. Nos consta que es así en la medida que viajaron especialmente a la vecina orilla, a presenciar las
-aparentemente- ya no quedan músicos prohibidos. De actuaciones debut de Zitarrosa a su regreso de México.
la misma manera el pasar de las letras que aún van a Jefa­ En menor escala se dio también con Mercedes Sosa y Se-
tura, se ha trans formado en un mecanismo burocrático por rrat. Según se comenta en estos momentos se estarían or­
demás denso y aburrido, fundamentalmente para los fun­ ganizando excursiones para asistir a las actuaciones de
cionarios que deben cumplir con la fórmula y punto. N i Silvio Rodríguez y Pablo Milanés. N i hablar de Daniel
hablar de -la casi institucionalizada- censura del Carna­ Viglieti.
val: salvo las palabras PIT, Amnistía y una serie de nom­ Cuando esta edición de “Nueva viola” está llegan­
bres de políticos, que dicho sea de paso, todos los políti­ do a su cierre, hace por lo menos una semana que casi
cos y periodistas de la prensa política o no, nombran todos los medios de comunicación empezaron a emitir la •
constantemente; ha dejado de ejercerse con la severidad música de Zitarrosa; con la salvedad de CX 30 -demás es­
por todos conocida del 73 en adelante. tá decirlo: el ambiente natural de esta corriente musical-
La vuelta a los medios de comunicación de Los Oli- porque fue advertida por una alta fuente de la DINARP
mareños y Alfredo Zitarrosa se constituye en otro ejem­ (en forma verbal) de no hacerlo dado “sus anteceden­
plo a favor, pero -como ya veremos- esto no es “ni tan, tes”: “clausuras, inda mais”. Se sabe también que el po-
tan; ni muy, muy". ' pular cantor se radica definitivamente, dentro de poco,
Fue en el 83 -el año de las grandes movilizaciones aquí en Montevideo, donde ya se estableció su familia.
obreras, estudiantiles y políticas- el definitivo final del Los Olimareñós por su parte -hasta lo que yo se-
“sobrentendido” y “la sutileza” como lenguaje de este aún continúan prohibidos en el departamento de Treinta
tiempo entre el pueblo y los artistas que designó para y Tres, pago que el dúo cantó y paseó por el mundo en­
que lo interínete. Quedarán ambas posibilidades como tero, como difícilmente alguna Comisión cultural o de
pautas estrictamente estéticas, antes que vitalmente ne­ Turismo oficial seria capaz de hacerlo.
cesarias. En otros departamentos -aún hoy- se prohíbe la ac­
Termina también -y por suerte- la exclusividad de tuación de Canciones para no dormir la siesta y otros
unos pocos medios de comunicación, de unos pocos pio­ tantos grupos o solistas que viven en el país. Son las clá­
neros de tiempos lejanos y cercanos, del: “escuchaste sicas republiquetas o los feudos privados, como quien di­
bien la letra. ¿Estás seguro que se puede pasar?”. En fin, ce..
“de los que se animaron primero”, en aras del mejor y Lo que nos preguntamos es ¿cómo se inscribe esto
mayor interés masivo del tiempo que ya llega. Canal 10 en el marco de un año que marca el histórico hito de las
presente con sus cámaras, en cuanto recital de Canto Po­ elecciones. Es que ¿se pretende descargar por este lado,
pular se 'realiza -a manera de ejemplo- oficia de primer lo que no se puede aguantar por otro? Tal vez se esté
adelantado. confirmando, una vez más, que lo único que le queda en
Se baja lentamente la cortina de “actividades heroi­ determinadas etapas históricas a este tipo de regímenes
cas” , por el enorme sacrificio que significa llevarlas a ca­ es una incomprensible soberbia. Por aquello que significa
bo, siempre a contramano de otros intereses más podero­ no tener de donde asirse.
sos, pero nunca tanto como los de su pueblo. Corriendo El propio Tejada Gómez dijo que “tenemos el cam­
todo tipo de riesgos, donde no faltó el perjuicio econó­ po abierto para realizamos en plenitud y para darle a
mico, pero tampoco el prejuicio del: “mejor no te me­ nuestro pueblo lo mejor de nosotros”, aspiramos a que
tas, dejé que lo hagan otros”. Podríamos citar varios estos días sean los últimos de un tiempo en el cual, nues­
ejemplos, pero marquemos solo un par: el Festival de tros artistas proscriptos o semiproscriptos, vivan aquí o
Canto Popular de la Ciudad de La Paz y el Primer Taller en el exilio no puedan decir lo mismo. Que no se le pue­
Latinoamericano de Música Popular “un intento único dan meter “rejas a la canción -como dice Gieco, desde
en esta parte de América- opinó uno de sus invitados, esta misma revista- porque se va como la arena de las
Armando Tejada Gómez, que tuvo una experiencia ante­ manos”, es, ¿alguien lo duda?, una verdad contundente.
rior, tanto en México como en Managua- es la primera Una opinión oficiosa habría dicho: “dejar actuar a
vez -agregó- que un grupo de voluntades intenta un Zitarrosa y Los Olimareñós, imposible. Una cosa es que
aprendizaje colectivo que hacen, tanto a la elaboración y los pasen por radio, pero de ahí a actuar... ¡O acaso no
al desarrollo del cancionero, como a las experiencias vivi­ vieron el último clásico en el Estadio lo que gritaba todo
das en las dos últimas décadas en el Cono Sur”. el mundo, se imaginan lo que sería con esos cantores! ”
No terminará -y es saludable que asi sea- el sacrifi­ ¡Claro que lo imaginamos! También lo vimos en las
cio, ni hacer muchas cosas “a pulmón ”, como así tampo­ finales entre Bohemios y Nacional, o en el desfile de
co las ganas de siempre, pero habrá muerto la adversidad Carnaval por 18. Nada más pueblo en este país que el
organizada. Carnaval, o el básquetbol o el fútbol, por lo tanto na­
Por aquel entonces el propio Tejada, vino a traernos da más exacto que lo que ese pueblo canta.
el mensaje de todos los hombres que como él, era “pala­ Lo único atinado -a esta altura del partido (ya que
bra maldita en los medios de difusión” de su país. estamos en deportes) es hacerle caso.
 Arazá Los del Yerbal
Ca rlos Benavides Los Zucará
Femando Cabrera D aniel Magnone
Canciones para no Eduardo Mateo
dormir la siesta
Washington Carrasco Carlos Molina
Cristina Fernández Rubén Olivera
Santiago Chalar Pareceres
Eduardo Damauchans O mar Romano
Dino Jaim e Roos
Jorge DipóUto Rumbo
Pablo Estram ín Vera Sienra
Carlos María Fosatti Pippo Spera
Jorge Calemire Surcos
Abel García Tacúmuses
Mariana García Vigil Travesía
Larhanois-Carrero Luis Trochón
Jorge Lazare ff Hugo Trova
Aníbal López ^ ^ \ Universo

ASOCIACION DE LA MUSIDA POPULAR URUGUAYA