Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN
INTRODUCCIÓN AL DERECHO
3
ÍNDICE
Bibliografía (232)
4
Programa sintético
Programa analítico
Abreviaturas
1.1
CONCEPTO DE DERECHO Y NORMA JURÍDICA
Concepto de Derecho
1.2.
DERECHO PÚBLICO Y DERECHO PRIVADO
Se trata de una distinción muy importante, que hace referencia a las relaciones
que existen entre el Derecho objetivo y la autonomía privada. La autonomía
privada, constituye un poder del individuo de autorregular sus propios
intereses, constituyendo, modificando y extinguiendo relaciones jurídicas, así
como estableciendo el contenido de las mismas y el estatuto o regla por la que
se han de regir.
Puede darse una colisión entre la autonomía como poder de
reglamentación de situaciones jurídicas y el Derecho objetivo, que está
constituido por normas de eficacia social de organización y con pretensión de
regular las mismas situaciones que en principio puede estatuir aquélla. Como
en todo caso de colisión, se hace preciso establecer un orden de preferencia o
una jerarquía de valores. En efecto, cuando concurren o pueden concurrir a
regular la misma situación una norma de Derecho objetivo y un acto de la
autonomía privada, ¿cuál de las dos debe prevalecer? Según la respuesta que
se de a la cuestión planteada, podrán clasificarse las normas en imperativas o
dispositivas, según el ordenamiento permita o no que se anteponga a ellas el
precepto creado por la autonomía privada. Lo característico, de las normas de
Derecho dispositivo es el mayor juego que se permite a la autonomía de la
voluntad. Por el contrario, es imperativa la norma cuando el ordenamiento
jurídico le concede un rango jerárquico superior y el posible precepto de
autonomía privada que la contradiga carece de validez. Por tanto, puede
llamarse Derecho necesario -ius cogens- a aquel conjunto de normas jurídicas
de eficacia preferente en la disciplina de una relación jurídica, de manera que
16
1.3.
SISTEMATIZACIÓN DEL DERECHO: RAMAS DEL DERECHO
Derecho privado
Derecho público
1.4
EL ESTADO SOCIAL Y DEMOCRÁTICO DE DERECHO
tutela de los derechos fundamentales de los ciudadanos. Son, por tanto, las
principales características del modelo de Estado reconocido en la CE, las
siguientes:
1.4.1.
Forma de gobierno y división de poderes
(d) La corona. La CE define la naturaleza del régimen, “la forma política del
Estado español es la monarquía parlamentaria” (art. 1.3º CE), lo decisivo, pues,
es que la definición de la monarquía como parlamentaria encierra un sentido
que debe ser tenido en cuenta para la interpretación de los preceptos
dedicados por la CE a la Corona. Y ello porque la monarquía parlamentaria se
ha visto forzada a un compromiso de convivencia con la democracia, es decir,
la forma de gobierno que permitirá históricamente la compatibilidad –política y
teórica- entre sucesión hereditaria en la Jefatura del Estado y principio
democrático. Ciertamente, la Constitución ha configurado un Jefe del Estado
que no participa en el desarrollo de la política estatal, entre otras cosas, por
carecer de facultades efectivas para ello, única forma en que puede aceptarse
en democracia la existencia de un órgano estatal al que se desprovee de
responsabilidad. El Rey no la tiene por sus actos, porque su voluntad personal
es irrelevante en todos los que, pareciendo ser del Rey, son, en realidad, actos
de titulares de otros órganos -por ejemplo, entre otros, arts. 56.3, 64.2 y 65
CE-. En consecuencia, el Rey, más allá de la posición simbólica, de la
25
1.4.2.
La estructura del Estado
1.4.3.
Las Comunidades Autónomas
1.4.4
La estructura territorial de la Comunidad Autónoma del País Vasco
1.5
LA UNIÓN EUROPEA Y EL ORDENAMIENTO JURÍDICO COMUNITARIO
2.1
CONCEPTO DE FUENTE DE DERECHO
Introducción
2.2.1
La Constitución como norma jurídica
2.2.2
La ley y sus clases
Comunidades Autónomas (art. 152. 1 CE). De esta manera, las Leyes de las
Comunidades Autónomas constituyen la máxima expresión de la autonomía
política y no solo administrativa que la CE reconoce a las Comunidades
Autónomas. La relación con las leyes estatales no es de jerarquía, sino que
cada una debe regular unas materias determinadas, en función del reparto
constitucional de competencias entre ambas instancias y lo previsto en cada
Estatuto de Autonomía.
Por otra parte, la ley tiene por sí misma capacidad normativa máxima,
por lo que no requiere habilitación expresa para abordar la regulación de una
determinada materia –sin perjuicio de reservas de ley concretas-, siempre que
se respete el marco constitucional de referencia, que también puede, fijar
directrices, programas u orientaciones de tipo material para la acción
legislativa. De este modo, por debajo de la Constitución, la ley ocupa en el
ordenamiento jurídico una posición de supremacía. En consecuencia, y con esa
advertencia, desde el punto de vista jerárquico ha de afirmarse que la ley es
superior al resto de las fuentes. Esa posición de mayor jerarquía, se extrae,
formalmente, de diversos textos del ordenamiento jurídico. Dentro del texto
constitucional está confirmada con carácter general por la consagración del
principio de legalidad (art. 9.3 CE) o la que somete a la ley el ejercicio de la
potestad reglamentaria (art. 97 CE). También está confirmada por el Derecho
común, que describe las fuentes del ordenamiento jurídico con un no
disimulado orden jerárquico –ley, costumbre y principios generales del derecho-
, y que afirma que carecerán de validez las disposiciones que contradigan otra
de rango superior (art. 1.1 CC).
2.2.3
El reglamento
2.2.4.
Los tratados internacionales
producido exclusivamente por los órganos del Estado. La CE prevé dos tipos de
Tratados Internacionales. Los primeros están regulados en el art. 93 en los
términos siguientes: “Mediante ley orgánica se podrá autorizar la celebración
de tratados por los que se atribuya a una organización o institución
internacional el ejercicio de competencias derivadas de la Constitución”. A los
segundos esta dedicado el art. 94, que prevé los Tratados Internacionales
clásicos, tradicionales, esto es , los que pretenden incorporar al ordenamiento
interno una norma que ha sido pactada por el Estado español con otro Estado
u otros Estados o con alguna organización internacional
El art. 96.1 CE reconoce la eficacia interna de los Tratados
internacionales suscritos por España, si bien la incorporación de estas fuentes a
nuestro ordenamiento interno requiere su previa ratificación y publicación oficial
por nuestro Estado, siendo a veces preciso desarrollo complementario por el
legislador nacional. Una vez cumplidos estos requisitos los tratados obligarán a
sus destinatarios y deberán ser aplicados por los tribunales de justicia,
situándose jerárquicamente por encima del resto del ordenamiento [no pueden
ser derogadas, modificadas o suspendidas sino en la forma prevista en el
propio tratado.
2.2.5
El derecho comunitario europeo
2.2.6
Otras fuentes de derecho
Los principios generales de Derecho. Conforme al art. 1 del CC, constituyen una
fuente del ordenamiento jurídico español, aplicable en defecto de ley o de
costumbre, e informadora de todo el ordenamiento. Son expresión de los
materiales básicos del ordenamiento jurídico sobre los cuales se constituye
como tal las convicciones ético-jurídicas fundamentales de una comunidad,
actuando como fuente de informativa del ordenamiento jurídico. Su formación y
transmisión se produce mediante expresión no escrita de reglas y aforismos,
teniendo entidad y eficacia propia e independiente del ordenamiento positivo,
de tal forma que el legislador es realmente el que al formular las normas
escritas respeta y utiliza el esquema de los Principios Generales del Derecho, y
posteriormente estos mismos actúan como instrumento que complementan el
ordenamiento jurídico. No obstante, la mayoría de los Principios Generales del
Derecho están ya recogidos en normas escritas, de forma significativa en la CE,
como ámbito más propio específico para el cumplimiento de esa función. Así,
entre otros, los principios generales del Derecho pueden expresar los valores
superiores del ordenamiento, orientando toda la experiencia jurídica, desde la
creación de normas hasta su aplicación e interpretación -por ej., libertad,
justicia, igualdad, pluralismo político, ex art. 1.1 CE-. Pueden establecer pautas
de comportamiento generales -por ej., buena fe- o estar destinados a guiar la
actuación de los órganos encargados de la aplicación del Derecho -Por ej.,
interdicción de la arbitrariedad en la Administración-. Pueden encontrarse,
asimismo, formulados de forma explícita (por ej., principio de legalidad, ex art.
9 CE-.
2.3
LA APLICACIÓN E INTERPRETACIÓN DE LAS NORMAS
Concurrencia de normas.
podrán ser derogadas por las posteriores; y, de otro lado, las del art. 94.2 CE,
que tampoco podrán ser derogados o modificados por leyes posteriores, no
podrán, en cambio, derogar o modifican las anteriores.
5º) En quinto lugar, la Constitución como norma fundamental del
ordenamiento jurídico, permite la incorporación del Derecho comunitario como
resultado de la cesión de soberanía articulada a través del art. 93 CE. Ahora
bien, sin perjuicio de esa supremacía constitucional, el Derecho Comunitario,
originario y derivado, prevalece sobre el derecho interno. Sin embargo, no se
trata de una relación de superioridad establecida conforme al principio de
jerarquía normativa, sino de un principio de primacía del Derecho de la Unión,
consolidado ya en la jurisprudencia comunitaria interna, según el cual la norma
comunitaria desplaza, no invalida a la interna en caso de conflicto, en virtud de
un criterio de distribución competencial y no de validez normativa. En cambio,
si es jerárquica, la relación que media entre las normas de Derecho Comunitario
originario y las del Derecho derivado, de rango inferior.
6º) En sexto lugar, también de carácter extra-estatal aunque de origen
interno es la fuente propia y peculiar del Derecho del Trabajo: el convenio
colectivo. En efecto, a tenor de la amplia libertad constitucionalmente conferida
por el art. 37.1 CE al legislador para la regulación del papel del convenio
colectivo en el sistema de fuentes, así como los términos en que se ha realizado
efectivamente (arts. 3.3, 85.1 y 90 ET), lo más adecuado es afirmar la
subordinación jerárquica del convenio colectivo a la Ley. Por otro lado, en lo
relativo a la relación de los convenios colectivos con los reglamentos, el
legislador ha establecido una suerte de distribución de materias entre
reglamento y convenio colectivo mediante la restricción de la intervención del
reglamento en la regulación de las condiciones de trabajo y la correlativa
acotación de un campo preferente para el segundo (art. 3.2 ET), y no una
relación jerárquica.
7º) En séptimo lugar, en una posición inferior a todas las anteriores se
sitúan ciertas fuentes del Derecho de carácter asimismo extra estatal,
incorporadas al sistema de fuentes por la ley en el art. 1.3 CC, bajo la
denominación de usos y costumbres. Se trata de una fuente residual, sólo se
aplicará en defecto de disposiciones legales, marcada por la subordinación a
todas las fuentes de rango superior, sino también por su carácter “dispositivo”
para la autonomía de la voluntad, ya que las partes pueden excluir su
aplicación por mutuo acuerdo. No obstante, esta regla tiene una excepción,
pues en los caso de remisión imperativa la norma consuetudinaria queda
incorporada a la ley, imponiéndose en todo caso a la voluntad de los
contratantes.
8º) Por último, cierran la escala jerárquica los principios general del
Derecho que, como es sabido, desempeñan una doble función: de una parte,
tienen un carácter informador del ordenamiento jurídico y, y de otra parte, son
fuente formal del Derecho. Desde esta última perspectiva, desempeñan un
papel de fuente subsidiaria, ya que sólo resultan aplicables en defecto de
regulación positiva o , de costumbre, sin perjuicio de su necesaria toma en
consideración para la interpretación y aplicación de todas las demás normas
(art. 1.4 CC).
50
seguridad pública-. Los preceptos citados han sido relegados en virtud del
criterio de primacía, puesto la ley aplicable al contrato se determina de
ordinario conforme a las reglas previstas en los convenios internacionales. De
esta manera, el Convenio de Roma sobre la Ley Aplicable a las Obligaciones
Contractuales, de 19 julio de 1980, se declara aplicable, incluso si la norma de
conflicto remite a la ley del estado no contratante. En fin, al tenor del Convenio
de Roma, la regla general para cualquier contrato con elemento internacional
se contiene, en el art. 3, que permite a las partes pactar la ley aplicable; sin
embargo, el art. 6, del citado Convenio, establece la matización específica para
el contrato de trabajo, ya que impone el respeto a las normas imperativas del
ordenamiento que regiría la relación en ausencia de ley aplicable, siempre que
sea más favorable para el trabajador.
2.4.
EFICACIA DE LA NORMA
3.1
LA PERSONA Y SUS DERECHOS: CONSIDERACIONES PREVIAS
La persona: concepto
basada en el deber de solidaridad familiar; todo ello, al margen del deber que
los padres tienen de cuidar y alimentar a sus hijos menores (art. 39 CE y
154.II. 1º CC).
No se puede ocultar algo tan evidente como que, durante siglos, la mujer ha
desempeñado un papel secundario en la sociedad y que dicha realidad ha sido
siempre objeto de expresa consideración por las normas jurídicas –limitando su
capacidad de obrar…-. La CE pretende enmendar dicha situación, estableciendo
con claridad en su art. 14 que “Los españoles son iguales ante la ley, sin que
64
3.4
EL REGISTRO CIVIL
Según el CC (art. 325), “los actos concernientes al estado civil de las personas
se harán constar en el Registro destinado al efecto”. De esta forma se da
seguridad y certidumbre al tráfico jurídico, en el que la eficacia de los actos y
negocios jurídicos depende fundamentalmente de la capacidad de obrar de las
personas, determinada por su estado civil. Comprobar ese estado cada
momento sería difícil y lento por los medios ordinarios de prueba. De ahí que se
organice el Registro Civil con su específica normativa para la constatación
solemne y pública del estado civil (Ley 20/2011, 21 de julio, del Registro Civil).
3.5
SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE
La mayor parte de las relaciones jurídicas son transmisibles. Esto quiere decir
que permaneciendo idénticas, sin alteración, cambian los sujetos de las
mismas. Esta trasmisión es necesaria en caso de fallecimiento del titular de la
relación jurídica, otra persona deberá pasar a ser el nuevo titular. Así, esta
subrogación por parte de una persona en las relaciones jurídicas trasmisibles a
causa de fallecimiento de esta se denomina sucesión mortis causa. A su vez, se
denomina herencia al conjunto de relaciones jurídicas que son objeto de
sucesión. La herencia, por tanto, comprende todos los derechos y obligaciones
del difunto que no se extinguen por su muerte, excepto los que son
intrasmisibles. Se denomina causante a la persona fallecida, cuya muerte –
causa- da lugar a la sucesión.
La sucesión hereditaria se clasifica en función del origen de la sucesión y
del objeto sobre el que recae. Así, en primer lugar, atendiendo al origen, la
sucesión mortis causa puede ser voluntaria y legal:
Es voluntaria, si la designación de los sucesores y la regulación del
fenómeno sucesorio la realiza el causante antes de su fallecimiento. Al negocio
jurídico por el cual el causante determina el destino de sus bienes a su muerte
se denomina testamento. El testamento, puede se otorgado ante notario, en
escritura pública, y ello con conocimiento de su contenido por parte del notario
y, en su caso, de los testigos –testamento abierto, arts. 694-675 CC- o sin
dicho conocimiento –testamento cerrado, arts. 706-715 CC-. En este último
caso, el testador manifiesta ante notario que en el sobre cerrado que presenta
se halla contenida su última voluntad. El testamento también puede ser
ológrafo, es decir, redactado a mano, privadamente. Cuando el testador
66
3.6
LA PERSONA JURÍDICA: CLASES DE PERSONAS JURÍDICAS
4.1.
EL DERECHO SUBJETIVO: CONCEPTOS FUNDAMENTALES.
4.2
DINÁMICA DE LOS DERECHOS SUBJETIVOS
la cosa con todos los derechos y obligaciones que tenía el antiguo, sucede o se
subroga en su posición jurídica.
En relación con la extinción de los derechos subjetivos, el CC establece
una referencia general al supuesto de los derechos. De conformidad con el art.
6.2 CC , los derechos son renunciables siempre que con ello no se contraríe el
interés o el orden público ni se perjudique a terceros.
Por otra parte, el paso del tiempo tiene influencia en el derecho, y más
concretamente respecto de los derechos subjetivos, puesto que por el mero
transcurso del tiempo se pueden adquirir los derechos reales –prescripción
adquisitiva o usucapión-, así como se pueden perder los demás derechos si no
se ejercitan durante ese período –prescripción extintiva-. De esta manera, la
persona titular de un derecho subjetivo no puede estar esperando el ejercicio
de forma indefinida, con la inseguridad y paralización de las relaciones jurídicas
que ello conlleva. De ahí que tanto la seguridad jurídica como la buena fe
exigen la limitación de derecho en el tiempo, admitiendo, en consecuencia la
pérdida del derecho debido a su no ejercicio dentro de un plazo (véanse ,
plazos generales, arts 1961 a 1968 CC).
Por último, un supuesto especial de pérdida de los derechos por el paso
del tiempo sin ejercitarlos es la llamada caducidad. Esta se puede definir como
una limitación temporal para el ejercicio de un derecho o facultad en un
período establecido por la ley. Se justifica su razón de ser en la exigencia del
interés público en velar de modo especial por la seguridad de determinadas
relaciones jurídicas. La caducidad se diferencia de la prescripción extintiva en
que actúa de forma automática y debe ser apreciada de oficio por los
tribunales, sin necesidad de que la alegue el beneficiado. Por lo general los
plazos son más breves que los de la prescripción.
4.3.
EJERCICIO DE LOS DERECHOS SUBJETIVOS
El art. 7 CC establece una serie de reglas acerca del ejercicio de los derechos
subjetivos. Así, se establece en primer lugar que “los derechos se deberán
ejercitar conforme a las reglas de la buena fe”. La buena fe es un concepto
jurídico indeterminado, y hace referencia a lo que es acorde con la correcta
actuación de la persona. En este sentido, la doctrina la suele conceptuar como
la actuación que la sociedad entiende como adecuada en un momento
determinado. Por el contrario, una actuación de mala fe es una actuación
engañosa, con ánimo de defraudar o perjudicar a terceros, excesiva…
El párrafo 2º del art. 7 CC establece, de acuerdo con la regla anterior,
que “la ley no ampara el abuso del derecho o el ejercicio antisocial del mismo.
Todo acto u omisión que por la intención de su autor, por su objeto o por las
circunstancias en que se realice sobrepase manifiestamente los límites normales
del ejercicio de un derecho, con daño para tercero, dará lugar a la
73
4.4.
DEFENSA DE LOS DERECHOS: EXIGIBILIDAD
Consideraciones generales
4.4.1.
La acción
(art. 117 CE). 2º) que reconozca a los ciudadanos el derecho fundamental a
acudir a esos órganos impetrando su tutela. Aparece así la jurisdicción, y el
derecho de acción o a la jurisdicción.
Ese derecho es el que se recoge en el art. 24.1 CE: “Todas las personas
tienen el derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el
ejercicio de sus intereses y derechos legítimos, sin que, en ningún caso pueda
producirse indefensión.”Se trata de un derecho de rango fundamental, con el
que se explica por qué una persona puede acudir a los órganos jurisdiccionales
del Estado y hacer que éstos realicen la actividad jurisdiccional, es decir, el
proceso. Ese derecho a la jurisdicción comprende: a) El que cualquier personal
pueda poner en marcha la actividad jurisdiccional, el proceso; que el órgano
jurisdiccional ha de respetar en su actividad todas las garantías que la propia
CE establece, en el propio art. 24, pero también todas aquéllas que el legislador
ordinario contempla en la ley; c) El que el órgano jurisdiccional ha de dictar al
final del proceso una resolución en la que se pronuncie sobre el fondo del
asunto sometido a su conocimiento; d) el que el órgano jurisdiccional ha de
pronunciarse sobre todo lo que ha sido objeto de controversia entre las partes;
e) el que el pronunciamiento contenido en la resolución sobre el fondo del
asunto, llegue a ejecutarse, pues de otro modo la tutela no será efectiva.
En fin, el proceso sólo se entiende con referencia a los conceptos de
jurisdicción y de acción. Por medio del proceso cumplen los órganos
jurisdiccionales su función de realizar el derecho en el caso controvertido; por
medio del proceso se da cumplimiento al derecho fundamental del ciudadano a
la tutela judicial de sus derechos.
4.4.2
La jurisdicción y los tribunales
Jurisdicción
Principio de competencia
El proceso ordinario
manera concisa y breve cuáles son la fases por las que suele transitar un
proceso ordinario, para ofrecer así un a visión panorámica.
El proceso se inicia con presentación y admisión de la demanda,
documento que se presenta ante el juez competente por el que se ejercita una
determinada pretensión procesal, solicitando al órgano jurisdiccional la
aplicación de la ley mediante el debido proceso. La demanda adquiere ese
sentido procesal cuando se presenta, siendo a partir de esa presentación
cuando puede hablarse de la existencia de un acto de parte iniciador del
proceso. De esta demanda el juzgado da conocimiento al demandado, a la
persona a la que reclama su pretendido derecho el demandante. El demandado
normalmente presentará una contestación a la demanda en la que rebatirá las
pretensiones del demandante. A las razones que el demandado alega para su
oposición se denominan excepciones. Aunque también el demandado puede no
comparecer –incomparecencia de las partes- ante el Tribunal o Juzgado, con lo
cual el proceso seguiría adelante a pesa de que él no quiera alegar nada –se
dice que el demandado esta en rebeldía-. A continuación, existe el trámite de la
llamada comparecencia, en el que se cita –citación- a ambas partes para que
acudan ante el juez o Tribunal. En esta comparecencia el juez intenta que las
partes llegue a un acuerdo –conciliación- y , si esto no es posible, se precisan
las cuestiones de hecho del litigio, se resuelven las cuestiones procesales que
se hayan podido plantear, y se propone la prueba de que quieran hacerse valer
las partes. El siguiente trámite es la celebración del juicio –alegaciones, pruebas
y conclusiones-, al que comparecen las partes y los testigos propuestos. Todos
ellos podrán ser interrogados por los abogados de cualquiera de las partes y
por el juez. Después cada abogado expone oralmente las razones por las que,
a la vista de lo alegado y de la prueba practicada, mantiene su pretensión. Por
último el juez dictará sentencia resolviendo el pleito.
5.1.
CONCEPTO Y CLASES DE BIENES PATRIMONIALES
5.2
DERECHOS SOBRE LOS BIENES PATRIMONIALES: LOS DERECHOS REALES
La posesión
5.3
EL DERECHO REAL DE PROPIEDAD
5.4.
LOS DERECHOS REALES DE USO Y DISFRUTE
Con carácter general los derechos reales limitados de uso y disfrute son
aquellos que permiten a su titular la utilización total o parcial de la cosa ajena,
o bien la apropiación de sus frutos.
El usufructo
El usufructo (arts. 467 y ss. CC) otorga el derecho de usar y disfrutar de bienes
ajenos con la obligación de conservar la forma y la sustancia. El propietario del
bien es el nudo propietario, por cuanto pierde las facultades de uso y disfrute;
el titular del usufructo se denomina usufructuario. Este debe, como regla
general, conservar la forma y la sustancia de la cosa, lo cual quiere significar
que no puede destruirla ni total ni parcialmente, ni tampoco alterar su destino
económico.
El usufructo es una institución muy común en las relaciones familiares, y
busca conceder a una persona utilidad de un bien sin que el propietario pierda
su derecho de propiedad sobre el mismo. Por esa misma razón es esencial al
usufructo el ser un derecho temporal, ya que si no el derecho de propiedad
sería completamente ilusorio. En muchas ocasiones el usufructo es vitalicio,
esto es, dura la vida de usufructuario.
Los derechos de uso y habitación (art. 523 y ss CC), como su propio nombre
indica, confiere a su titular bien el derecho de percibir los frutos de una cosa
ajena –derecho de uso-, bien el derecho de usar las habitaciones de una casa
ajena –derecho de habitación-, o bien ambas cosas. No se pueden percibir
todos los frutos ni ocupar todas las habitaciones, sino solo las precisas para las
necesidades del titular del derecho.
La servidumbre
sufre, predio sirviente –Las palabras fundo o predio, son sinónimas de lo que
normalmente se llama finca rústica.
Las servidumbres son derechos reales, y por lo tanto derechos que
recaen sobre una cosa. El obligado a prestar el servicio en que consiste la
servidumbre no es, en si, el propietario de la finca, sino la propia finca. El que
adquiere la finca sirviente adquiere la finca gravada con la servidumbre.
Las servidumbres pueden constituirse bien voluntariamente, por acuerdo
entre los dueños de los predios sirviente y dominante, o bien por mandato
legal. El CC impone toda una serie de servidumbres legales que buscan
asegurar unas adecuadas relaciones de vecindad (art. 552 y ss. CC).
El derecho de superficie
5.4
LOS DERECHOS REALES DE GARANTIA
87
La hipoteca y la prenda
5.6
EL REGISTRO DE LA PROPIEDAD
Tipos de asiento
Nuestro Registro sigue el sistema de folio real, de manera que en cada folio u
hoja se llevan los datos acerca de una finca. Cada finca, desde que se
inmatricula, tiene su número propio. Al ingreso de la finca en el Registro,
describiéndola por primera vez y haciendo constar los derechos reales
existentes sobre ella, se le denomina inmatricular. Ya inmatriculada la finca,
abierto el folio real, el resto de anotaciones que se hagan constar respectos de
la misma se denominan asientos registrales, y pueden ser de varios tipos:
Principios registrales
6.1
INTRODUCCIÓN: EL NEGOCIO JURÍDICO
6.2.
LA OBLIGACIÓN: CONCEPTO Y CLASES
6.2.1
Concepto y elementos
6.2.2.
Elementos personales
6.2.3.
Elementos objetivos: la prestación
que el acreedor tenga derecho, consiste sólo en una pura actividad o consiste
también en la obtención de un resultado. En el primer caso se habla de
obligación de actividad, obligación de diligencia u obligación de medios. En el
segundo caso se habla de obligación de resultados.
c) El tercero de los posibles tipos de obligación es la obligación de no
hacer. El comportamiento empeñado por el deudor es un puro comportamiento
negativo, una omisión o una abstención: más en concreto, caben dos
manifestaciones: la primera es la pura y simple inactividad; la segunda consiste
en que el deudor permita una actividad del acreedor sin poner a ella obstáculos
o inconvenientes.
6.2.4
Fuentes de las obligaciones
6.3
DINAMICA DE LA OBLIGACIÓN
6.3.1.
Cumplimiento de la obligación
1º) Identidad (arts. 1166, 1167 y 1170 CC). Supone una adecuación
entre la prestación proyectada y la realizada y no otra diferente. En el caso de
los títulos valores la obligación solo se entiende satisfecha cuando tales títulos
se han hecho efectivos en el momento de su vencimiento.
2º) Integridad. Sólo es correcto el pago si se entrega en su totalidad la
prestación pactada (art. 1157 CC).
3º) Indivisibilidad. La prestación debe cumplirse de una sola vez y no
parcialmente salvo autorización del acreedor (art. 1164 CC).
tardanza no tiene por qué causarlos por si misma. 2º) el riesgo por pérdida por
caso fortuito o fuerza mayor sigue gravitando sobre el deudor, aunque haya
llegado el momento del cumplimiento de la obligación.
De igual modo que el deudor puede incurrir en mora si cumple de forma
tardía, puede darse el supuesto de mora del acreedor, cuando el deudor quiera
cumplir la prestación y el acreedor se niegue a recibirla de forma injustificada.
La mora del acreedor tiene como efecto el desplazamiento del riesgo de la
cosa. Además se evita la mora del deudor, que se ofreció a cumplir; además,
los gastos que origine la cosa son de su cargo. En fin, el deudor puede en caso
de mora liberarse de toda obligación, si ésta era la de entregar un bien,
procediendo a la consignación ante la autoridad judicial.
6.3.2.
Incumplimiento de la obligación
6.3.3
Medidas de protección del crédito
CC, “Del cumplimiento de las obligaciones responde el deudor con todos sus
bienes, presentes y futuros”.
De la construcción expuesta, se deduce que el patrimonio del deudor
siempre quedará afectado al cumplimiento de la obligación, constituyendo la
garantía genérica del derecho al crédito, cuando el deudor no cumple de forma
espontánea. Puede suceder que esta garantía sea insuficiente para el acreedor
y quiera reforzarla con garantías adicionales. Estos medios de garantía pueden
ser de naturaleza real: cuando conceden al acreedor un poder jurídico sobre
cosas concretas y determinadas –prenda, hipoteca, derecho de retención,
arras…-; o bien de naturaleza personal, que confiera al acreedor un derecho
sobre una tercera persona, ajena a la relación obligatoria, que responderá de
la deuda con su patrimonio en caso de que el deudor incumpla –fianza- o sobre
el mismo deudor que, para garantizar la obligación se obliga a una prestación
adicional que agravaría su responsabilidad ante cualquier tipo de
incumplimiento.
6.3.4
Procedimiento de ejecución universal. Concurso
Consideraciones generales
Cuando son varios los acreedores de un deudor que pueden cobrar a la vez sus
créditos, existe el peligro cierto de que los más diligentes cobren pronto sus
créditos disminuyendo el patrimonio del deudor con lo cual los demás
acreedores pueden quedar perjudicados si con el patrimonio restante no hay
suficiente para satisfacer sus créditos. Para evitar la situación descrita, tanto el
102
El procedimiento concursal
6.3.5.
Extinción de la obligación
El CC establece las diversas cusas por las que pueden extinguirse las
obligaciones (art. 1156 CC):
realizarse la prestación. Esta pérdida debe ser debida a caso fortuito, pues en
otro caso el deudor que causa la pérdida por dolo o culpa responde conforme a
las reglas del incumplimiento. Por otra parte hay que recordar que si la cosa es
genérica, su pérdida no supone extinción de la obligación, pues será posible
realizar esa prestación con bienes del mismo género.
c) La tercera causa extintiva es la condonación de la deuda, esto es, el
perdón de la misma por parte del acreedor. Tal condonación, si es expresa,
debe ajustarse a la forma de la donación (art. 1187 CC).
d) La cuarta causa extintiva es la confusión de derechos, que se da
cuando en una misma persona se reúnen los conceptos de acreedor y deudor.
Un supuesto en que el acreedor sucede por herencia al deudor, o viceversa.
e) La quinta causa extintiva es la compensación, que sucede cuando dos
personas son recíprocamente acreedoras y deudoras la una de la otra. Los
créditos de ambas partes se extinguen en la parte concurrente.
f) Por último, se alude como causa de extinción a la novación, que
supone en sí un acuerdo entre las partes por el que extinguen la obligación
antes concertada, creando, a su vez, otra distinta que la sustituye. También es
posible que en vez de extinguir, una obligación se modifiquen elementos de la
misma –novación modificativa-.
6.4
RESPONSABILIDAD POR DAÑOS
Conforme al art. 1902 CC: “El que por acción u omisión causa daño a otro,
interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado”.
Este precepto viene a definir el principio general básico de la responsabilidad
extracontractual o aquiliana: quien, con culpa o negligencia, causa daño a otro,
queda obligado a reparar el daño causado.
La responsabilidad extracontractual consagrada en el art. 1902 CC, es
exigible, no sólo por actos u omisiones propios, sino por los de aquellas
personas de quienes se debe responder: los padres y tutores, de los daños
causado por los hijos menores o incapacitados que estén bajo su autoridad; los
empresarios respecto de los daños causados por sus dependientes o
empleados; las personas o entidades que sean titulares de un centro de
enseñanza no superior responderán de los daños causados por sus alumnos
menores de edad durante el tiempo que éstos permanezcan bajo control y
vigilancia del profesorado del centro.
Ahora bien, la responsabilidad de todas estas personas cesará cuando
probaran que emplearon toda la diligencia de un buen padre de familia para
prevenir el daño. En los dos últimos supuestos, el que paga el daño puede
repetirlo –reclamar la restitución de lo pagado del causante culpable del daño-.
Como se ha indicado, el CC regula en sus arts. 1902 y ss la
responsabilidad subjetiva o por culpa. Ahora bien, con la revolución industrial,
el sistema de responsabilidad subjetiva resultó insuficiente: por una parte por
la dificultad de probar la culpa en caso de accidentes industriales; por otra, se
introduce la idea de quien genera un riesgo del que obtiene beneficio, debe
104
6.5
EL CONTRATO: CONCEPTO Y CLASES
Consideraciones previas
Normativa aplicable
6.6
REQUISITOS DEL CONTRATO
6.6.1
Capacidad y consentimiento
1º) Por error (art. 1266 CC): el error consiste en una equivocada
creencia o representación mental que sirve de presupuesto para la realización
de un acto jurídico. El error se considera invalidante cuando recae sobre la
sustancia de la cosa que sea objeto del contrato o sobre aquellas condiciones
de la misma que hayan dado motivo a celebrarlo; igualmente invalida el
107
6.6.2
Formación y forma
Formación.
Forma
6.6.3
Objeto y causa
- Los bienes de dominio público (art. 339 CC), esto es, los bienes
destinado al uso público o los destinados a un servicio público.
- Las cosas que no son susceptibles de apropiación, por considerarse
como cosas comunes a todos o por quedar fuera del ámbito y del poder de
apropiación del individuo –aire, luz…-.
- Aquéllos cuyos comercio está prohibido por una disposición legal.
6.7
DINÁMICA DEL CONTRATO
6.7.1.
Eficacia del contrato
6.7.2
Ineficacia del contrato
6.7.3
Extinción del contrato
1º) Definitivo
114
6.8
LOS CONTRATOS EN PARTICULAR
El CC regula varios tipos de contratos; a ellos deben sumarse los regulados por
leyes especiales, y los atípicos o no regulados por el Derecho positivo.
La compraventa
La donación
El arrendamiento de cosas
Es un contrato por el cual una de las partes se obliga a dar a la otra el goce o
uso de una cosa por tiempo determinado y precio cierto (art. 1.543 CC). El
contrato de arrendamiento implica un acto de administración, lo que posibilita
que pueda arrendar no sólo el propietario sino, en general, quienes tienen un
derecho de goce sobre la cosa.
Existen leyes especiales aplicables si la cosa arrendada es una finca
urbana –vivienda o local de negocio-: Ley 24/1994 de Arrendamientos Urbanos;
o si es una finca rústica: Ley 49/2003 de Arrendamientos Rústicos, modificada
por la Ley 26/2005. Las normas del CC sólo se aplican entonces a los
arrendamientos de bienes muebles (vehículos, animales) que a su vez suelen
estar sometidos a condiciones generales de contratación; a los de industria o
empresa; a los garajes y a los demás casos sometidos a leyes especiales.
Contrato de mandato
Contrato de préstamo
Se constituye el depósito desde que uno recibe una cosa ajena con la
obligación de guardarla y de restituirla (art. 1.758 CC). El depósito es un
contrato gratuito, salvo pacto en contrario (art. 1.760 CC). Si el depositario
utiliza la cosa depositada, para a ser considerado como un contrato de
préstamo (art. 1.768 CC).
Contrato de fianza
Contratos aleatorios
7.1
EL MARCO JURÍDICO DE LA CONTRATACIÓN PRIVADA: EL MERCADO
7.1.1
La constitución económica
7.1.2
Economía de mercado
7.1.3
La libertad de empresa
7.2
LOS SUJETOS QUE INTERVIENEN EN EL MERCADO
7.2.1
Empresario. Empresa.
7.2.2
El consumidor
7.3
FUNCIONAMIENTO DEL MERCADO
7.3.1
El principio de competencia libre y leal
Consideraciones generales
Competencia leal
7.3.2
La transparencia y la información en el mercado
La publicidad comercial
7.4
LA ACTIVIDAD MERCANTIL: CONSIDERACIONES GENERALES.
7.5
EL CONTRATO DE SOCIEDAD
Concepto
7.6.
TIPOLOGÍA DE SOCIEDADES
7.6.1
La empresa como forma de sociedad civil
Ahora bien, dado que las normas de derecho mercantil son imperativas,
la voluntad de los socios de acogerse al régimen de la sociedad civil no es
suficiente para. tal fin. Cuando la sociedad civil tenga por objeto la explotación
de un comercio o negocio industrial o mercantil abierto al público, la forma
jurídica elegida ha de ser mercantil por lo que se han de aplicar las reglas del
Ccom.
Para que la sociedad civil adquiera personalidad jurídica, y pueda por lo
tanto actuar en el tráfico jurídico como una persona independiente de sus
socios, se precisa que no se mantengan secretos los pactos entre socios, pues
en tal caso se aplicarán las reglas de las comunidades de bienes (art. 1669 CC).
Los socios responden con todo su patrimonio de las deudas de la empresa. Este
riesgo puede evitarse mediante la constitución de una sociedad anónima o una
sociedad limitada u otra forma social donde los socios no respondan de las
deudas de la empresa. Sin embargo, las sociedades civiles profesionales,
definidas como aquellas cuyo objeto es el ejercicio de actividades que requieran
titulación universitaria oficial e inscripción en colegio profesional, adquieren
personalidad jurídica con su inscripción en el Registro mercantil. Pueden
adoptar una forma societaria mercantil o civil (art. 16.7 Ccom. y Ley 2/2007, de
15 de marzo, de Sociedades Profesionales).
7.6.2
La sociedad colectiva
7.6.3.
La sociedad comanditaria
7.6.4.
La sociedad anónima
1º) La acción como parte del capital. Las acciones son partes alícuotas
del capital social y, como tales, tienen un valor nominal, normalmente distinto
del real, el cual no es necesariamente coincidente con el valor contable y
tampoco con el valor de mercado.
2º) La acción como conjunto de derechos. La acción confiere al titular
legítimo la condición de socio y le atribuye los derechos reconocidos por la ley y
en los estatutos. En primer lugar, el derecho a participar en el reparto de los
beneficios; en segundo lugar, el derecho de suscripción preferente, que
significa que cuando la sociedad emita nuevas acciones u obligaciones
convertibles en acciones, el accionista tiene derecho a comprar un número de
tales acciones u obligaciones en proporción al valor nominal.
3º) La acción como título. Las acciones podrán estar representadas por
medio de títulos, nominativos o al portador, o anotaciones en cuenta. Las
acciones son, en principio, libremente trasmisibles, dependiendo del régimen de
circulación, pero sobre todo, de la forma en que estén representadas.
Tratándose de títulos y habiéndose entregado, si los títulos son al portador, la
trasmisión tendrá lugar por la simple tradición del documento. Siendo
nominativas, mediante endoso. En fin, la trasmisión de acciones representadas
por anotaciones en cuenta tendrá lugar por transferencia contable.
4º) La acción como objeto de derechos reales. Las acciones, como título
valor que son y que por tanto incorporan un derecho, pueden ser objeto de
derechos reales –por ej., usufructo de acciones - que recaen por ello sobre el
ejercicio del derecho del accionista.
7.6.5
La sociedad de responsabilidad limitada
7.6.6.
Las sociedades de carácter mutualista
Consideraciones generales
Sociedades cooperativas
La mutua de seguros
La mutua de seguros es una forma típica societaria que tiene por objeto el
seguro recíproco de los socios –mutualistas-, los cuales contribuyen a su
financiación. Los mutualistas se agrupan normalmente por razón de su
profesión o de su pertenencia a una empresa determinada, actuando como
aseguradores de si mismos (véanse los arts. 9,10 y 64 del RDL 6/2004,de 29 de
octubre, sobre Ordenación y supervisión del seguro privado).
Pueden ser mutuas a prima fija: entidades aseguradoras privadas, sin
ánimo de lucro, que tienen por objeto la cobertura de sus socios, personas
físicas o jurídicas, de los riesgos asegurados mediante una prima pagadera al
inicio del periodo del riesgo; o mutuas a prima variable, que tienen por objeto,
la cobertura a sus socios, personas físicas o jurídicas, de los riesgos asegurados
mediante el cobro de derramas, con posterioridad a los siniestros.
Las mutuas han de constituirse mediante escritura pública, que se
inscribirá en el Registro Mercantil –a efectos de publicidad- y en la Dirección
General de Seguros –para el control administrativo-.
7.6.7
Los grupos de sociedades
Consideraciones generales
7.7
MODIFICACIONES ESTRUCTURALES DE LAS SOCIEDADES MERCANTILES
La transformación
Fusión
Escisión
Consiste en el proceso por el que una sociedad inscrita trasmite en bloque todo
su patrimonio, por sucesión universal, a uno o varios socios o terceros, a
cambio de una contraprestación que no podrá consistir en acciones o
participaciones o cuotas del socio cesionario. Cuando la contraprestación fuese
recibida total y directamente por los socios, la sociedad quedará extinguida
7.8
DISOLUCIÓN Y LIQUIDACIÓN DE SOCIEDADES
Las sociedades pueden disolverse por voluntad de los socios, por las causas
previstas en la ley o en el propio contrato. La disolución no implica
automáticamente la disolución de la sociedad, sino que para llega a ésta ha de
pasar normalmente a través del proceso de liquidación. Las normas contenidas
en el Ccom (arts. 221-237) son de aplicación a las sociedades personalistas. En
el caso de las sociedades de capital, su régimen se encuentra en los arts- 360-
400 LSC.
143
8.1
CONCEPTO Y SIGNIFICADO.
El Derecho del Trabajo puede ser definido como la regulación jurídica del
trabajo prestado por cuenta ajena, siendo el objeto de dicha regulación el
elenco de derechos y obligaciones que corresponden al trabajador y empresario
como consecuencia de la formalización de un contrato de trabajo.
El conflicto de intereses, bien sea entre los individuos y los grupos
sociales, es el centro de atención de las normas laborales; el conflicto surge con
naturalidad en el desarrollo de las relaciones laborales. En consecuencia, el
reconocimiento “legal” del conflicto de intereses y, su integración dentro del
ordenamiento jurídico de las consecuencias correspondientes sobre la
regulación de las instituciones laborales, va a constituir la seña de identidad de
cualquier modelo de Estado democrático y social.
Por otra parte, la protección de la posición jurídica del trabajador ha
constituido siempre la razón de ser última de la legislación laboral. Es
precisamente la constatación práctica de la situación de desequilibrio
contractual latente en las relaciones laborales la que manifiesta la insuficiencias
de trasladar a esta parcela de las relaciones sociales los parámetros propios del
Derecho Civil de igualdad contractual y la consiguiente neutralidad del
legislador estatal frente al desarrollo de las relaciones jurídicas entre
particulares. Es por ello que el ordenamiento laboral tendrá un carácter tuitivo
del trabajador en cuanto que sujeto en posición de mayor debilidad contractual.
Este desequilibrio de partida se puede corregir por una doble vía: a) en primer
lugar, a través del establecimiento de reglas de proteccionismo individual,
básicamente en el sentido de fijar límites directos a la autonomía contractual de
las partes a través de la normativa estatal que introduce unos mínimos –en las
condiciones de trabajo- de obligado respeto. b) en segundo lugar, a través de
reglas de proteccionismo colectivo, esto es, reconociendo los derechos
colectivos de acción sindical –señaladamente, negociación colectiva-.
145
8.2.
ÁMBITO DE APLICACIÓN
8.3
SISTEMA DE FUENTES JURÍDICO LABORALES
8.3.1.
La singularidad de las fuentes del derecho en el ordenamiento laboral
8.3.2
Tipología de normas
8.3.3
Concurrencia y articulación de normas laborales
8.4.
EL CONVENIO COLECTIVO
8.4.1.
Concepto y naturaleza
La norma especial típica del Derecho del Trabajo es, sin duda alguna, el
convenio colectivo . Éste constituye la materialización del ejercicio del derecho
a la negociación colectiva laboral entre los representantes de los trabajadores y
de los empresarios, derecho reconocido en el artículo 37.1 de la CE. Se puede
definir como un acuerdo o pacto, de un lado, un empresario o asociación de
empresarios y, de otro lado, unos representantes de los trabajadores con el
objeto de regular las relaciones individuales entre los empresarios y los
trabajadores incluidos en el ámbito del convenio.
El derecho a la negociación colectiva se manifiesta en nuestra CE en un
doble sentido: a) en primer lugar, como parte del contenido esencial de la
libertad sindical (art. 28.1 CE), entendiéndose, así, como derecho que se
reconoce a las organizaciones sindicales en el ejercicio de la libertad sindical
(art. 2.2d) LOLS). b) Asimismo, como derecho a la negociación colectiva
laboral, que se encuentra expresamente previsto en el art. 37.1. CE.
En la actualidad, el art. 37.1 CE garantiza la fuerza vinculante de los
convenios colectivos, reconociendo de esta forma, su eficacia normativa y su
aplicación general, si bien dichos efectos del convenio sólo tendrán lugar
cuando los sujetos firmantes de los mismos reúnan una serie de requisitos
exigidos por la Ley, que exige que el sistema de interlocución se construya en
torno a la representatividad y la mayoría
El resultado de la negociación colectiva es sumamente variado, sobre
todo desde la Ley 11/1994, de 19 de mayo, que al introducir importantes
reformas en el ET, potenció a ésta a expensas de la ley y el reglamento. Como
producto de la negociación colectiva se ha distinguido entre convenios
148
8.4.2.
Eficacia de los convenios colectivos: personal y jurídica
8.4.3.
Manifestaciones del derecho a la negociación colectivo
9.1
CONTRATO DE TRABAJO : CONCEPTO Y NATURALEZA
El articulo 1.1 del ET define al contrato de trabajo como aquel que liga al
trabajador que voluntariamente presta sus servicios retribuidos por cuenta
ajena (ajenidad) y dentro del ámbito de organización y dirección de otra
persona física o jurídica denominada empleador o empresario (dependencia).
En efecto, la dependencia como nota característica del contrato de trabajo,
implica que el trabajador se encuentra bajo el ámbito de organización y
dirección del empresario, con sujeción a su poder de dirección y disciplinario.
Por su parte, la ajenidad supone la no asunción de los riesgos de la actividad
empresarial por el trabajador.
Estamos, pues, ante un contrato consensual -se perfecciona por el mero
consentimiento de las partes-, bilateral -produce efectos para ambas partes-,
oneroso -genera obligaciones para ambos contratantes-, conmutativo -se
entiende que las prestaciones son iguales-, de tracto sucesivo -desarrolla sus
efectos a lo largo del tiempo- y personalísimo o celebrado en atención a las
características personales de los contratantes, es decir, "intuitu personae".
153
9.1.1
Inclusiones y exclusiones
9.1.2
Relaciones laborales especiales
práctica del deporte por cuenta y dentro del ámbito de organización de una
entidad deportiva, a cambio de una retribución.
b) Minusválidos en Centros Especiales de Empleo. (LISM y RD
1368/1985, de 17 de julio). Se trata de trabajadores discapacitados que
ejercen su actividad laboral en Centros Especiales de Empleo -los que trabajan
en otras empresas se rigen por la normativa general-. Deben tener una
minusvalía, reconocida, igual o superior al 33 por 100 y una disminución de su
capacidad de trabajo al menos igual o superior a dicho porcentaje.
c) Personal de alta dirección. (RD 1382/1985, de 1 de agosto). Se
caracteriza por el desempeño, por parte del trabajador, de poderes propios de
la titularidad jurídica de la empresa, relativos a los objetivos generales de la
misma, con autonomía y plena responsabilidad. Quedan excluidas las personas
que ejerzan pura y simplemente cargo de consejero o miembro de los órganos
de administración en las empresas que revistan la forma jurídica de sociedad.
En lo no regulado en la normativa que le es de aplicación o por pacto entre las
partes, se estará a lo dispuesto en la legislación civil o mercantil y a sus
principios generales.
d) Servicio del hogar familiar. ( RD 1620/2011, de 14 de noviembre). La
peculiaridad, en este caso, se circunscribe al ámbito donde se desenvuelve la
relación laboral. El objeto de esta relación laboral especial son las relaciones
laborales que concierte el titular de un hogar familiar como empleador con
personas que, dependientes y por cuenta de éste, presten servicios retribuidos
en el ámbito del hogar familiar que tengan la consideración de tareas
domésticas. No se incluyen los trabajos por amistad, familia, vecindad, a
cambio de comida, alojamiento o compensación de gastos.
e) Relación laboral especial de los artistas. (RD 1435/1985, de 1 de
agosto). Es la relación establecida entre un organizador de espectáculos
públicos o empresario y quienes se dediquen voluntariamente a la prestación
de una actividad artística por cuenta y dentro del ámbito de organización y
dirección de aquéllos, a cambio de una retribución. Es una relación laboral que
afecta a aquellos trabajadores que desarrollen una actividad artística
directamente ante el público o destinada a la grabación de cualquier tipo para
su difusión entre el mismo, en medios como teatro, cine, radiodifusión,
televisión, plazas de toros, discotecas y en general cualquier local destinado,
habitual o accidentalmente, a efectuarlos públicamente.
f) Representantes de comercio. (RD 1438/1985, de 1 de agosto). Afecta
a los representantes que actúan por cuenta de una o más empresas para
promover o concertar con otras empresas operaciones mercantiles sin asumir el
riesgo y ventura de aquéllas, a cambio de una retribución. Están excluidos de
esta relación laboral especial los trabajadores que, dedicándose a esta
actividad, la efectúen en locales de la empresa o teniendo en ellos un puesto de
trabajo y estén sujetos al horario laboral de la misma.
g) Estibadores portuarios. (RDL 2/1986, de 23 de mayo). Se consideran
estibadores portuarios los contratados por las Sociedades Estatales,
constituidas en cada puerto con objeto de asegurar la profesionalidad de los
trabajadores que desarrollen actividades portuarias de estiba y desestiba y la
regularidad en la prestación de servicios en tales actividades.
155
9.1.3.
El trabajo autónomo
9.2
SUJETOS
9.3.
CLASES Y MODALIDADES DE CONTRATOS
9.3.1
Contratos de duración indefinida
Contrato indefinido
Requisitos de la empresa
Incentivos fiscales
9.3.2
Contratos de duración determinada
Este contrato tiene como finalidad el atender las exigencias circunstanciales del
mercado, acumulación de tareas o exceso de pedidos, aun tratándose de la
actividad normal de la empresa. El contrato debe estar motivado en la
160
Contrato de interinidad
9.3.3
Contratos formativos
Contrato en prácticas
162
Contrato de relevo
Otros
9.4
FORMALIZACIÓN DEL CONTRATO
9.4.1.
Forma.
9.4.2
Capacidad.
9.4.3.
La intervención de los poderes públicos en el mercado de trabajo
9.4.4.
La intermediación en el mercado de trabajo
9.5
CONTENIDO
9.5.1
Derechos y deberes de las partes
Con carácter general podemos establecer los derechos y deberes básicos de
cada una de las partes del contrato. Así, la posición jurídica del empresario
puede sintetizar en los llamados poder de dirección y organización y poder
disciplinario, a los que corresponden los deberes del trabajador de obediencia y
rendimiento. Como se puede apreciar, en esta aproximación, cada derecho de
una de las partes implica un correlativo deber de la otra.
El poder de dirección y organización del empresario se concreta en la
posibilidad de especificación por parte del empresario de cual deba ser la
actividad del trabajador, dentro de las condiciones pactadas. Nos referimos, en
concreto, al modo, tiempo y lugar de ejecución de la prestación laboral; al ius
variandi o facultad de modificación del contrato; y a la facultad de control de la
prestación laboral. En cuanto al poder disciplinario, de conformidad con el ET,
los convenios colectivos, establecerán que conductas se consideran infracciones
del trabajador, así como las posibles sanciones -incluyendo el despido- de las
mismas.
Según el art. 4 del ET, son derechos laborales básicos de los trabajadores los
siguientes:
Y en la relación de trabajo:
Los deberes básicos de los trabajadores, según el artículo 5 del ET, son:
9.5.2
Clasificación profesional
9.5.3
Tiempo de trabajo
Jornadas especiales. Para los sectores y trabajos que por sus peculiaridades así
lo requieran, el Gobierno, a propuesta del Ministerio de Trabajo e Inmigración,
y previa consulta a las organizaciones sindicales y empresariales más
representativas, podrá establecer ampliaciones y reducciones en la ordenación
y duración de la jornada de trabajo y descansos (art. 34.7 ET y RD 1561/1995
sobre jornadas especiales de trabajo). Se encuentran reguladas las
ampliaciones de jornada para los siguientes sectores: empleados de fincas
urbanas, guardas y vigilantes no ferroviarios; trabajo en el campo; comercio y
hostelería; transportes y trabajo en el mar; trabajos en determinadas
condiciones específicas; trabajo a turnos; trabajos cuya acción pone en marcha
y/o cierra el trabajo de los demás; trabajos en condiciones especiales de
aislamiento o lejanía, trabajos en actividades con jornadas fraccionadas.
174
9.5.4
Salario
con el límite máximo de una anualidad, sin que el salario diario, base del
cálculo, pueda exceder del doble del SMI., incluyendo la parte proporcional de
las pagas extraordinarias El importe de la indemnización, a los solos efectos de
abono por el Fondo de Garantía Salarial para los casos de despido o extinción
de los contratos por voluntad del trabajador mediando causa justa, se calculará
sobre la base de treinta días por año de servicio, con los límites antes
señalados.
Excepciones: En empresas de menos de 25 trabajadores, el Fondo de
Garantía Salarial asumirá 8 días de salario por año de servicio, prorrateándose
por meses los períodos de tiempo inferiores a un año, de las indemnización, en
los casos de extinción de contratos indefinidos por las causas de los arts. 51, 52
ET o 64 de la LC.. Este resarcimiento al empresario –que es quién reclamará el
pago de la cantidad- no se dará cuando la extinción del contrato haya sido
declarada improcedente, tanto en conciliación administrativa o judicial como
mediante sentencia.
9.6
MODIFICACIONES DEL CONTRATO
9.6.1.
Movilidad funcional
productiva. Si las funciones fueran superiores a las del grupo profesional, o las
categorías equivalentes, y realizadas por un período superior a seis meses
durante un año o a ocho durante dos años, el trabajador podrá reclamar el
ascenso, si a ello no obsta lo dispuesto en convenio colectivo o, en todo caso,
la cobertura de la vacante aplicable en la empresa. En negociación colectiva se
podrán fijar períodos distintos de ascensos. Para el cambio de funciones no
pactadas ni incluidas en los puntos anteriores, Se requerirá el acuerdo de las
partes o, en su defecto, el sometimiento a las reglas previstas para las
modificaciones sustanciales de condiciones de trabajo (art. 41 ET), o las que a
tal fin se hubieran establecido en convenio colectivo.
Si la actividad realizada es de inferior grupo profesional, la retribución
será la del puesto de origen. Si la actividad realizada es de superior grupo
profesional, la retribución será la del puesto desempeñado, de ser éste
superior. Por otra parte, la movilidad funcional se efectuará sin menoscabo de
la dignidad del trabajador. La empresa no podrá invocar las causas de despido
objetivo de ineptitud sobrevenida o de falta de adaptación, en los supuestos de
realización de funciones distintas de las habituales como consecuencia de la
movilidad funcional. Contra la negativa de la empresa a conceder el ascenso
por realización de funciones superiores, y previo informe del Comité o, en su
caso, de los delegados de personal, el trabajador podrá reclamar ante el
Juzgado de lo Social.
9.6.2
Movilidad geográfica
Traslados
Concepto.
Procedimiento y efectos.
Traslado voluntario.
Desplazamientos temporales.
9.6.3
Modificación de las condiciones sustanciales del contrato
9.7
SUSPENSIÓN DEL CONTRATO
f) Paternidad.
g) Riesgo durante el embarazo.
h) Riesgo durante la lactancia natural de un menor de nueve meses.
i) Adopción o acogimiento, tanto preadoptivo como permanente y simple, este
último siempre que su duración no sea inferior a un año, de menores de seis
años o de mayores de seis años y menores de edad que sean discapacitados o
que por sus circunstancias y experiencias personales o por provenir del
extranjero tengan especiales dificultades de inserción social y familiar.
j) Privación de libertad mientras no exista sentencia condenatoria.
k) Fuerza mayor temporal (esta suspensión deberá ser autorizada por la
autoridad laboral competente en expediente de regulación de empleo).
l) Causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. Esta suspensión
se produce una vez finalizado el período de consultas –de carácter obligatorio,
independientemente del número de trabajadores afectados- con la
representación de los trabajadores, notificando el empresario a éstos y a la
autoridad laboral su decisión sobre la suspensión.
m) Ejercicio de un cargo de responsabilidad sindical de ámbito provincial o
superior.
n) Ejercicio de cargo público representativo.
ñ) Ejercicio del derecho de huelga.
o) Cierre legal de la empresa.
p) Suspensión de empleo y sueldo por razones disciplinarias.
q) Permiso de formación o perfeccionamiento profesional.
r) Suspensión del contrato por tres meses para la realización por el trabajador
de un curso de reconversión o readaptación a las modificaciones técnicas de su
puesto de trabajo.
s) Por decisión de la trabajadora que se vea obligada a abandonar su puesto de
trabajo como consecuencia de ser víctima de violencia de género.
9.8
EXTINCIÓN DEL CONTRATO: MODALIDADES
9.8.1
Concepto
188
Se define la extinción del contrato laboral como la terminación del vínculo que
liga a las partes con la consiguiente cesación de las obligaciones de ambas. Sus
notas distintivas son la ruptura definitiva sin posibilidad de reanudación, lo que
le diferencia de la suspensión del contrato, y que es un ruptura de un contrato
válido y eficaz, ya que hay supuestos de declaración de nulidad de contratos
que surgieron ya nulos, y no pueden calificarse como extinción.
El artículo 49 ET recoge hasta un total de doce causas de extinción del
contrato laboral. Son las siguientes:
9.8.2.
Modalidades
9.8.3.
Extinción por voluntad conjunta de las partes
En relación con el mutuo acuerdo de las partes y con las causas consignadas
válidamente en el contrato, la ley prohíbe tanto el abuso de derecho por el
empresario, como la renuncia de derechos indisponibles por el trabajador. Se
entiende como válida cualquier condición que se pacte de forma expresa, que
sea posible, lícita y de acuerdo con la ley y las buenas costumbres. En caso
contrario, se tendrá por no puesta. El acuerdo mutuo puede ser expreso o
tácito. La forma expresa puede ser a su vez verbal o escrita y por lo general se
efectúa en un documento típico: el finiquito de terminación y saldo de cuenta.
La llegada del término extingue el contrato laboral bien fijando una fecha
de vencimiento determinada, bien estableciendo el momento de la extinción en
la realización completa de la obra o del servicio contratado. Ahora bien, si
llegado el término no hubiera denuncia por alguna de las partes, se considera
189
9.8.4
Extinción por desaparición o incapacidad de una de las partes
9.8.5
Extinción del contrato por voluntad unilateral del trabajador
Se recoge bajo el concepto de extinción del contrato laboral por voluntad del
trabajador tres supuestos: la dimisión del trabajador, el incumplimiento
contractual del empresario y el abandono.
La dimisión del trabajador exige un preaviso que puede ser verbal o
escrito pero que el trabajador ha de hacerlo llegar al empresario. El plazo a
falta de norma será de 15 días. Una vez que se ha producido el preaviso, el
trabajador ha de llevar una conducta que se corresponda con la voluntad
resolutoria. No es posible la retractación del trabajador. Otra característica de la
dimisión es que no requiere justa causa a alegar por el trabajador.
La extinción por el trabajador basada en incumplimiento contractual del
empresario se recoge en el artículo 50 del ET, dando derecho al trabajador a
una indemnización de 45 días de salario por año de servicio, prorrateándose
por meses los períodos inferiores a 1 año, con un límite de 42 mensualidades.
Como incumplimientos contractuales del empresario se recogen la modificación
de las condiciones sustanciales de trabajo que repercutan negativamente en la
dignidad del trabajador, la falta de pago o el retraso continuado en el abono del
salario y cualquier otro incumplimiento grave del empresario.
Por último, en el caso de abandono se produce la extinción del contrato
porque el trabajador deja su puesto de trabajo sin preaviso y sin justa causa, lo
cual genera su obligación de indemnizar al empresario los daños y perjuicios
ocasionados por ello.
190
9.8.6
Extinción por voluntad unilateral del empresario: despido
Despido colectivo
Despido objetivo
Despido disciplinario
10.1.
LIBERTAD SINDICAL: CONSIDERACIONES PREVIAS
10.1.1.
La libertad sindical: titularidad y contenido
10.1.2.
Tutela de la libertad sindical
10.2
LA REPRESENTACION DE LOS TRABAJADORES EN LA EMPRESA
10.2.1.
Representación unitaria
10.2.2.
Representación sindical
10.2.3.
El Derecho de reunión
10.3.
EL DERECHO A LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA
Concepto
Unidades de negociación
Por otra parte, en relación con la cuestión que nos ocupa, aparece el
término legitimación (art. 87 ET), que hace referencia a la aptitud específica de
los sujetos con capacidad convencional para participar en una determinada
unidad de negociación –ámbito territorial y funcional-.
.
Introducción
Medidas de conflicto
- hay peligro notorio de violencia para las personas o daño grave para las
cosas.
- hay riesgo grave de ocupación abusiva o ilegal del centro de trabajo o
cualquiera de sus dependencias, o peligro cierto de que ésta se produzca.
- el volumen de inasistencia o irregularidades en el trabajo impidan
gravemente el proceso normal de producción.
207
Procedimientos de solución
11.1
CONCEPTO Y SISTEMA NORMATIVO DE LA SEGURIDAD SOCIAL
Normativa vigente
11.2
ESTRUCTURA DEL SISTEMA DE SEGURIDAD SOCIAL: NIVELES DE
PROTECCIÓN.
11.3
ÁMBITO SUBJETIVO DE PROTECCIÓN DEL SISTEMA DE SEGURIDAD SOCIAL
Sujetos protegidos
En cuanto a las relaciones entre los distintos regímenes, cabe indicar varias
cuestiones. De un lado, que se prevé la máxima homogeneidad posible de los
Regímenes Especiales con el Régimen General en cuanto al ámbito de
protección (art. 10.4 LGSS), aunque la regulación vigente todavía establece
diferencias. De otro lado, señalar que una misma persona puede estar en alta
en varios Regímenes a la vez -es lo que se denomina “pluriactividad”-, ya sea
sucesivamente. De esta manera, habrá cotizaciones a varios regímenes, ya sea
superpuestas, ya sean sucesivas. Por ello, básicamente puede ocurrir: a) que se
computen independientemente las cotizaciones a cada Régimen, generando las
prestaciones correspondientes, si se cumplen los requisitos exigidos en cada
uno de ellos. En principio, salvo excepción legal, las prestaciones de los
distintos Regímenes, véase, las pensiones, por ejemplo, son compatibles entre
sí (art. 122.1 LGSS); b) que se computen recíprocamente, totalizándose en uno
de ellos y prorrateando entre todos la prestación que eventualmente se
reconozca. Sólo cabe aquí señalar la existencia de varias normas al respecto,
así como que, en general, sólo se totalizarán los períodos cotizados que no se
superpongan (vid. Art. 9.2 LGSS).
Hay que distinguir los sujetos obligados a cotizar y los sujetos responsables.
Para los contratos formativos se establece una cuota única: 35,39 € para
contingencias comunes (29,1 empleador; 5,85 trabajador), 4,06 € para
contingencias profesionales, 2,25 € para Fogasa, y 1,23 € para formación
profesional (1,08 empleador; 0,15 trabajador).
Recaudación
11.6
GESTIÓN DE LA SEGURIDAD SOCIAL
Por otro lado, la LAMSS (DA 7ª), prevé la creación por parte del
Gobierno de la Agencia Estatal de la Administración de la Seguridad Social, con
el objeto de mejorar la gestión y demás actos de aplicación efectiva del sistema
de Seguridad social. Se integrarán en la mencionada Agencia, las siguientes
entidades: INSS, ISM, TGSS, Gerencia de informática y Servicio jurídico de la
Administración de la Seguridad Social. La actividad de esta Agencia, no
218
Colaboración en la gestión
12.1.
SITUACIONES PROTEGIDAS Y PRESTACIONES
12.1.1
Consideraciones previas
12.1.2
Régimen jurídico de las prestaciones
12.2.
LA ACCIÓN PROTECTORA DEL SISTEMA DE SEGURIDAD SOCIAL
12.2.1
Accidente de trabajo y enfermedad profesional
12.2.2
Asistencia sanitaria
12.2.3
Incapacidad temporal
12.2.4.
Maternidad, paternidad, riesgo por embarazo y riesgo por la lactancia
natural
La maternidad, tanto como fenómeno biológico como por ser una situación de
extraordinaria importancia social, representa desde hace tiempo una situación
merecedora de una amplia protección por parte del ordenamiento social. En
efecto, la tutela específica ocupa una especial posición en la normativa laboral y
social, orientada a favorecer la conciliación de la vida laboral y familiar y la
salud de la trabajadora. De acuerdo con los objetivos citados, las situaciones
protegidas son las siguientes:
a) Maternidad (art. 133bis LGSS). Se considera situación protegida la
maternidad, la adopción y el acogimiento, tanto preadoptivo como permanente
de conformidad con la legislación civil, durante los períodos de descanso que
por tales situaciones se disfruten de acuerdo con lo previsto en el art. 48.4 ET -
16 semanas ininterrumpidas, ampliables en los supuestos de partos múltiples-.
b) Paternidad (art. 133 octies LGSS). Se consideran las situaciones
citadas, durante los períodos de descanso previstos en el art. 48 bis ET -13 días
ininterrumpidos-.
La prestación económica consistirá en ambos casos en un subsidio que
se determinará de la misma forma que para a IT, las diferencias estriban en
que el período de cotización previo no se exige o es menor o distinto; en que el
subsidio se calcula aplicando un porcentaje del 100% de la base reguladora; y
en que se satisface directamente por la entidad gestora.
c) Riesgo por embarazo (art. 134 LGSS). Se considera situación
protegida el periodo de suspensión del contrato de trabajo en los supuestos en
que, debiendo la mujer trabajadora cambiar de puesto de trabajo por otro
compatible con sus estado, en los términos previstos por el art. 26.3 LPRL,
dicho cambio de puesto no resulte técnica u objetivamente posible, o no pueda
exigirse por motivos justificados. La prestación por riesgo durante el embarazo
tendrá naturaleza de prestación derivada de contingencias profesionales.
d) Riesgo durante la lactancia natural (art 135 bis LGSS). se considera
situación protegida el período de suspensión del contrato de trabajo en los
supuestos en que, debiendo la mujer trabajadora cambiar de puesto de trabajo
por otro compatible con su situación, en los términos previstos en el art. 26.4
LPRL-
En ambos supuestos, la prestación económica, se concederá a la mujer
trabajadora en los términos y condiciones previstos para la prestación
económica por IT derivada de contingencias profesionales. El subsidio consiste
en un porcentaje del 100% de la base reguladora y se satisface por la Entidad
Gestora correspondiente.
225
12.2.5
Incapacidad permanente
12.2.6
Jubilación
12.2.7.
Muerte y supervivencia
12.2.8
Las prestaciones familiares
12.2.9
Desempleo
12.2.10
Las prestaciones no contributivas
232
BIBLIOGRAFÍA
- AA.VV. (Dir. Emilio M. Beltrán y Fco. Javier Orduña) (2011): Curso de derecho
privado. Tirant lo Blanch, Valencia.
- RAMÍREZ MARTÍNEZ, J.M. (2011): Curso básico de derecho del trabajo para
titulaciones no jurídicas. Tirant lo Blanch, Valencia.