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Guía Nómada de Berlín

www.nomadas.es/berlin/
¿Qué vas a encontrar aquí?
Presentación: Guía Nómada de Berlín (pag. 4)

¿Qué hacer en Berlín? Nuestros 5 imprescindibles (pag. 6)

Antes del viaje: información útil (pag. 8)

Dónde dormir: alojamiento en Berlín (pag. 13)

Aeropuerto de Berlín-Schönefeld (pag. 19)

Aeropuerto de Berlín-Tegel (pag. 23)

Transporte público (pag. 26)

Berlin Welcome Card (pag. 42)

Berlin Pass (pag. 47)

Qué ver: monumentos y visitas imprescindibles (pag. 51)

• Puerta de Brandeburgo (pag. 59)


• Edificio del Reichstag (pag. 62)
• Muro de Berlín (pag. 65)
• East Side Gallery (pag. 69)
• Checkpoint Charlie (pag. 72)
• Monumento al Holocausto (pag. 74)
• Topografía del Terror (pag. 76)
• Edificio de la Nueva Guardia de Berlín (pag. 79)
• Barrio de Nikolaiviertel (pag. 81)
• Alexanderplatz (pag. 84)
• Torre de Televisión (pag. 86)
• Potsdamer Platz (pag. 89)
• Gendarmenmarkt (pag. 91)
• Catedral de Berlín (pag. 94)
• Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm (pag. 96)

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• Palacio de Charlottenburg (pag. 98)
• Rotes Rathaus (pag. 101)
• Hackesche Höfe (pag. 103)
• Mauerpark (pag. 106)
• Tiergarten (pag. 108)
• Isla de los Museos (pag. 111)
• Otros museos de interés (pag. 125)
• Museum Pass (pag. 129)

Miradores: las mejores vistas de Berlín (pag. 132)

Mercadillos (pag. 139)

Dónde comer: restaurantes recomendados (pag. 144)

Berlín con niños (pag. 152)

Berlín en Navidad (pag. 158)

Itinerarios en Berlín

• Berlín en 1 día (pag. 165)


• Berlín en 2 días (pag. 168)
• Berlín en 3 días (pag. 173)
• Berlín en 4 días (pag. 181)

Excursiones desde Berlín

• Potsdam (pag. 186)


• Campo de concentración de Sachsenhausen (pag. 195)

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La Guía Nómada de Berlín
La Guía Nómada de Berlín es la guía con toda la información básica (y
algo más) que necesitas para preparar tu viaje a la capital alemana.

Cualquier guía de Berlín te hablará sobre el famoso muro de Berlín,


sobre la Puerta de Brandeburgo, sobre el Reichstag y sobre la Isla
de los Museos.

En la Guía Nómada de Berlín también te contamos todo lo que


necesitas saber para visitar esos lugares de interés, pero queremos
animarte a que descubras algo más y te damos las claves para
conocer una cara más auténtica de la ciudad: cuáles son los
mejores mercadillos y mercados callejeros para perderte una mañana
de domingo, dónde comer el mejor currywurst de la ciudad, los
miradores secretos donde no van turistas, las tiendas más
especiales (porque hay vida más allá de las Galerías Ka-De-We) y
los mejores rincones para respirar la verdadera esencia de la capital
alemana.

Si buscas hacer algo más que turismo en tu viaje… quédate por aquí ;)

Antes de viajar a Berlín, necesitarás conocer cierta información


práctica para moverte por la ciudad en transporte público, para
llegar desde cualquiera de sus dos aeropuertos al centro o para
encontrar un alojamiento bien situado y no excesivamente caro
(algo difícil pero no imposible) y hacer turismo en Berlín.

Además te daremos algunos consejos para visitar Berlín basados en


nuestra propia experiencia: dónde comer y nuestros restaurantes
recomendados para probar lo mejor de la comida alemana (y no
solo alemana), muchos trucos para ahorrar y, en definitiva, todo lo
que necesitas saber para convertir tu viaje en una gran experiencia.

Qué ver en Berlín

Una ciudad con una historia que impresiona; llena de monumentos de


interés y de lugares que ver: en nuestra guía te hablamos de todos
ellos, desde los más famosos hasta los menos explotados por el
turismo e igualmente fascinantes (y ya te lo adelantamos: en esta
ciudad hay un buen número de estos últimos).

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También te explicamos cuáles son los mejores museos y cómo ahorrar
en ellos con la tarjeta Museum Pass Berlin.

Y para que no pierdas demasiado tiempo tratando de organizar tus


visitas, en la Guía Nómada de Berlín te echamos un cable: nuestros
itinerarios te ayudarán a planificar tu estancia y a aprovecharla al
máximo. Son diferentes, prácticos, llenos de recomendaciones
propias y probados sobre el terreno.

Descubrirás de forma sencilla por dónde empezar a recorrer la ciudad


y podrás llevártelos contigo durante el viaje para facilitarte las
cosas.

Más allá de Berlín


La ciudad está rodeada de un puñado de lugares que merece la
pena visitar por su cautivadora historia, su belleza o su valor
cultural: Potsdam y el Palacio de Sanssouci o el campo de
concentración de Sachsenhausen son dos de ellos, y en esta guía te
explicamos qué ver y cómo llegar a cada uno.

También te ayudamos a organizar tu estancia en la ciudad si vas a


viajar a Berlín con niños, con toda la información práctica y
numerosos planes para disfrutar en familia de la capital alemana.

Porque Berlín siempre es una buena idea


¿Estás pensando en pasar la Nochevieja en Berlín? Pues echa un
vistazo a nuestro artículo sobre Berlín en Navidad, actualizado con
todos los eventos y programación de este año para que no te
pierdas una.

Y es que no importa si viajas solo, con amigos, en pareja o con tu


familia: esta es una de las ciudades más divertidas, vibrantes y
abiertas de Europa, donde nadie se aburre porque siempre hay algo
que hacer. Y queremos que lo veas con tus propios ojos. Berlín
engancha.

¡Quien avisa no es traidor!

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¿Qué hacer en Berlín?
Nuestros 5 imprescindibles

Sorprenderse en el Museo de Pérgamo...

Y es que no nos engañemos: no hay otro museo igual en Europa.


Aquí las piezas no se amontonan en vitrinas a lo largo de
interminables pasillos. Este es un museo a lo grande, donde se
exponen algunas de las grandes construcciones de la Antigüedad
originales y, por tanto, a tamaño real. Para quedarse boquiabierto.

...y perderse por el mercado callejero de Mauerpark

Segunda visita obligada si quieres palpar la esencia más auténtica de


Berlín, materializada en esta especie de Rastro de domingo que se
organiza en uno de los parques más emblemáticos de Berlín. Una
excusa perfecta para pasar una mañana buscando chollos, objetos
de segunda mano, ropa vintage y prácticamente cualquier cosa que
se te ocurra. Además, se encuentra en el barrio de Prenzlauer Berg,
uno de los barrios con más encanto de Berlín.

Subir a las alturas...

En la Guía Nómada de Berlín encontrarás nuestra selección con los


mejores miradores de la ciudad; unos más turísticos (pero no por ello
menos interesantes, pues al encontrarse más céntricos, gozan de
unas vistas espectacular de los principales monumentos
berlineses), otros menos conocidos y recomendados para aquellos
que disfrutan conociendo la cara más genuina de una ciudad. Si no,
esta no sería una Guía Nómada :)

...y pasear por la East Side Gallery

Cuando piensas en Berlín, automáticamente te viene a la cabeza


una palabra: "muro". Y es que desligar la historia de la ciudad del
famoso muro de Berlín es imposible, así que hay que hacerle una
visita a lo que queda de él, reconvertido en esta galería al aire libre
donde decenas de artistas internacionales han dado rienda suelta a

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su imaginación creando murales que se han convertido en
verdaderos iconos de la ciudad.

Darse un homenaje gastronómico

Ya sea lanzándonos a devorar un buen codillo alemán o probando


alguna de las infinitas variedades de salchichas; refrescándonos con
una buena cerveza en verano o tomando un currywurst callejero.
Berlín tiene opciones de comida para todos los gustos y bolsillos y
ya te adelantamos que su oferta va mucho más allá de los típicos
restaurantes alemanes. Es más, queremos que compruebes en tus
propias carnes lo bien que se come en Berlín y para ello, no te pierdas
nuestro artículo sobre restaurantes recomendados en la capital
alemana.

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Antes del viaje: información útil
Antes de viajar a Berlín viene bien conocer una serie de datos
prácticos e información básica: ¿qué ropa meto en la maleta? ¿A
qué hora se come en Berlín? ¿Qué documentación necesito para
viajar Berlín?

La respuesta a estas y otras preguntas, aquí.

Hora local

En Berlín es la misma hora que en España.

Horario comercial

Lo mejor de Berlín es que, al contrario de lo que sucede en el resto


de Alemania, tiene unos horarios un poco más relajados. Esto
quiere decir que en Berlín es habitual encontrar tiendas y comercios
abiertos hasta más tarde que en otras ciudades europeas (de
hecho, existe una normativa en la ciudad que les permite abrir las
24 horas de lunes a sábado).

Los horarios más habituales son:

• Tiendas: de 10:00-20:00 (lunes a sábados).


• La mayoría de las tiendas cierra los domingos, aunque durante
algunos domingos puntuales del año sí pueden encontrarse
abiertas.

Siempre puedes recurrir a las tiendas llamadas Spätkauf, que


venden un poco de todo (comida, bebida, tabaco, revistas…) y que
abren hasta más tarde (cierran sobre las 23:00 horas).

Respecto a los bares y restaurantes, aunque Berlín tiene mucha


vida nocturna, los horarios son más restrictivos.

• Restaurantes: te aconsejamos ir a comer entre las 12:00-13:30


y cenar entre las 19:00-20:30 horas (no obstante, los bares
suelen abrir hasta más tarde).

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Clima

El tema más controvertido cuando viajamos… y es que no siempre


es fácil hacer la maleta. En el caso de Berlín, la ciudad tiene un
clima continental, con veranos suaves e inviernos muy fríos.

• INVIERNO: entre los meses de noviembre y marzo Berlín tiene


un clima muy frío, por lo que estar mucho tiempo al aire libre
se hace complicado. No obstante, puedes aprovechar para
visitar algún museo o monumento, tomar algo calentito en
alguna de las numerosas cafeterías de la ciudad y disfrutar de
la ciudad con muchos menos turistas. Si viajas a Berlín durante
estos meses, echa en la maleta un par de jerséis, alguna
camiseta térmica y gorro, guantes y bufanda, ¡además de un
buen abrigo! Si tu visita coincide con la Navidad, te llevarás
una experiencia fría, pero inolvidable con la ciudad llena de
mercadillos navideños.
• PRIMAVERA: es una de las mejores estaciones para disfrutar
Berlín. A partir del mes de abril las temperaturas van
ascendiendo y los días se alargan. Los berlineses comienzan a
disfrutar de la vida al aire libre y los parques y la orilla del río
Spree se van llenando de gente paseando y haciendo deporte.
Las temperaturas son frescas pero suaves, por lo que un
abrigo ligero (e impermeable) no te sobrará en la maleta.
• VERANO: para muchos el verano es el mejor momento para
visitar Berlín por sus altas temperaturas, aunque la afluencia
de turistas es mucho mayor y los precios de billetes de avión y
hoteles se encarecen considerablemente. Eso sí, hay muchos
festivales y espectáculos al aire libre, los días son muy largos y
nos permiten aprovechar más el tiempo, relajarnos al aire libre
en alguna terraza y despreocuparnos de llevar muy llena la
maleta, pues hace calor. Sí te aconsejamos llevar igualmente
una chaqueta para los días de tormenta, que son muy
frecuentes sobre todo en el mes de julio (mejor, por tanto, si
es impermeable). Si vas a pasar muchas horas haciendo
turismo, recuerda llevar también un gorro y crema para
protegerte del sol.
• OTOÑO: el otoño es una de nuestras estaciones favoritas para
viajar a Berlín, cuando la ciudad se vacía de las hordas de
turistas del verano, los precios de los alojamientos bajan y los
parques y avenidas lucen más bonitos que nunca con sus
tonos rojizos. Las temperaturas comienzan a descender pero

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aún no son tan bajas como en invierno, por lo que se puede
pasear cómodamente (aunque entre octubre y noviembre no
te sobrará el abrigo). Nosotros te recomendamos incluso que
eches a la maleta un gorro y una bufanda -por si acaso, que a
nadie le gusta pasar frío-.

Idioma

El idioma oficial en Berlín es el alemán, aunque en la mayoría de


lugares turísticos se habla, como mínimo, el inglés.

Nunca está de más saber, por lo menos, dar las gracias (danke) y los
buenos días/buenas tardes (Guten Morgen/Guten Tag).

Visados

• Los españoles y el resto de residentes en la UE pueden viajar a


Berlín sólo con el DNI, sin necesidad del pasaporte. Es muy
importante que no esté caducado; los alemanes son estrictos
en los controles de acceso al país y pueden no aceptarlo. Por si
acaso, no está de más llevar también el pasaporte.
• Los ciudadanos residentes en países miembros del espacio
Schengen pueden entrar a Alemania sin visado siempre que
vayan a permanecer en el país menos de 90 días.
• El resto de visitantes deben disponer de un visado especial
que deberán solicitar con antelación en cada caso en sus
países de origen.

Enchufes

• 230V/50Hz (estándar Europa continental).

Moneda

• Euro (€)

Las tarjetas Visa, Mastercard y American Express se aceptan en la


mayoría de establecimientos, aunque en restaurantes más
pequeños o comercios familiares puede que solo acepten pagos en
efectivo.

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Propinas

En general, todos los servicios ya incluyen un pequeño porcentaje


de propina en el precio final, por lo que las propinas no son
obligatorias en Alemania.

Pero si has quedado especialmente satisfecho, puedes dejar un 5%-


10% del total como propina, eso sí, entregada en mano al
trabajador correspondiente (por ejemplo: en un restaurante, dásela
directamente al camarero, no la dejes en la mesa).

Uso de móviles

Red GSM compatible con el resto de Europa.

• Prefijo para llamadas a España (marcar antes del prefijo de


cada país): 0034
• Prefijo para llamadas a Alemania: 0049

Para utilizar tu móvil en Berlín sin llevarte un susto en la factura te


recomendamos comprar una vez allí una tarjeta SIM prepago de
algún operador alemán (para móviles libres). Así puedes llevar
Internet encima siempre que lo necesites.

Teléfonos de interés

• Policía: 110
• Ambulancia, bomberos y emergencias: 112
• Embajada española en Berlín: 30 254 0070

Seguridad

A pesar de su tamaño, Berlín es una ciudad muy segura. Pero como


en todas las grandes ciudades, hay que tener cuidado con los
bolsos/mochilas en los lugares donde haya aglomeraciones,
transportes públicos o parques y evitar zonas poco iluminadas de
noche. En los bares y restaurantes ten tus cosas a la vista (cuidado
con dejar el móvil encima de la mesa porque se te puede olvidar, y
con colgar el bolso del respaldo de la silla).

Por lo demás, basta con tomar las precauciones básicas como en

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cualquier otra ciudad: no llevar encima grandes cantidades de
dinero en efectivo y, por si acaso, nunca viene mal tener en la
maleta unas fotocopias de tu documentación (pasaporte, DNI, etc.)
que siempre ayudan con las gestiones en caso de pérdida o robo.

Durante los meses de primavera/verano y en zonas muy turísticas


es frecuente ver a los trileros; cuidado con estas prácticas y también
con los supuestos policías que se acercan a pedirte la
documentación. Es una prácticamente relativamente frecuente en
algunos lugares de Berlín y no son más que falsos policías tratando
de distraerte para robarte.

Salud

Alemania goza de una buena infraestructura sanitaria:

• Si eres ciudadano residente en la UE no tienes más que solicitar


la Tarjeta Sanitaria Europea en tu país de origen y llevarla
durante el viaje para tener cobertura sanitaria en caso de
cualquier incidente.
• Si resides fuera de la UE, te aconsejamos contratar un seguro de
viaje que cubra todos los días de tu estancia en Berín.

Días festivos

• 1 de enero – Año Nuevo


• Febrero – Carnaval (Fasching)
• Marzo/abril – Viernes Santo, Pascua y Lunes de Pascua
• 1 de mayo – Día del Trabajo
• Mayo – Jueves de la Ascensión
• Mayo/junio – Lunes de Pentecostés
• 3 de octubre – Día de la Unidad Alemana
• 25 de diciembre – Día de Navidad
• 26 de diciembre – festivo nacional

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Dónde dormir: alojamiento en Berlín
La capital alemana no es una ciudad tan económica como podamos
pensar a priori; no es tarea sencilla encontrar dónde dormir en
Berlín sin gastar una cierta suma de dinero y sin renunciar a ciertas
comodidades como una buena localización, buenas conexiones por
transporte público, una habitación con baño privado o un precio
razonable. Aun así, los hoteles no alcanzan los precios prohibitivos
de ciudades como Londres y París y es relativamente fácil encontrar
donde alojarse en Berlín sin morir en el intento.

Vamos a repasar cuáles son las mejores zonas donde dormir en la


ciudad y algunos trucos para ahorrar en nuestro alojamiento:

Alojamiento en Berlín centro: las ventajas de una buena ubicación

El centro de Berlín como tal es una zona muy extensa conocida


como Mitte, que a su vez abarca varios barrios. Es en Mitte donde
se ubican la mayoría de monumentos y lugares de interés de Berlín,
como la Puerta de Brandeburgo, la Alexanderplatz o la Isla de los
Museos. Alojarse aquí tiene dos ventajas muy claras: la cercanía a
todos los lugares turísticos y la oferta de servicios (bares y restaurantes,
tiendas, etc.).

La desventaja es que alojarse en Mitte sale un poco más caro que


hacerlo en otras zonas de Berlín, pero siempre se pueden encontrar
buenas ofertas si reservamos hotel con suficiente antelación.

¿Es, por tanto, el centro de Berlín la mejor zona para dormir en la


ciudad?

Sí y no. Depende de lo que entendamos por mejor: por su ubicación


y cercanía a la mayoría de lugares de interés turístico, sí, sin duda sí
que lo es. Pero por su precio ya es un poco más complicado
catalogar Mitte como la mejor zona donde alojarse en Berlín, ya
que, como vamos a ver a continuación, alejándonos un poco (sin
dejar de estar bien comunicados por transporte público) podemos
encontrar hoteles y apartamentos más económicos en barrios
igualmente atractivos pero menos orientados al turismo.

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Entonces, ¿cuáles son entonces las mejores zonas para dormir en
Berlín?

La ya mencionada zona del centro, Mitte, que es donde te


recomendamos buscar alojamiento si vas a estar solo dos o tres días en
Berlín, para que puedas aprovechar el tiempo al máximo. Dentro de
Mitte, los alrededores de la Potsdamer Platz y de la Alexanderplatz
son zonas tranquilas pero animadas, con buenas conexiones de
transporte público y rodeadas de numerosos hoteles (un poco más
económicos los de la zona de Alexanderplatz). Otra zona de Mitte
que también está bien para alojarse a un precio razonable es el
antiguo barrio judío, Scheunenviertel, que tiene mucho encanto y
también está céntrico.

Por otra parte, si no tienes limitaciones en tu presupuesto y buscas un


alojamiento de categoría con todas las comodidades, en los
alrededores de la preciosa plaza de Gendarmenmarkt y de la
Friedrichstraße, la principal calle comercial de Berlín, se encuentran
los mejores hoteles de Berlín, así que si te apetece alojarte en una
de las zonas más elegantes de la ciudad, no te lo pienses. Lo mismo
sucede con la Puerta de Brandeburgo y alrededores, así como la
avenida Unter den Linden: es una de las zonas más exclusivas de
Berlín y, por tanto, los hoteles aquí son bastante caros.

Pero Berlín es una ciudad enorme con una infraestructura muy


buena de transporte público, y a veces alejarse (un poco) del centro
es una gran opción para ahorrar en alojamiento sin renunciar a cierta
calidad y estando bien conectados a todos los lugares de interés. Y
no solo eso: esto nos permitirá conocer otros barrios de Berlín
menos “disfrazados” para el turismo, con muchos atractivos, un
ambiente más auténtico y a los que si nos alojásemos en el centro
seguramente no nos acercaríamos:

Por tanto, te aconsejamos que no descartes alojarte en barrios


perífericos si quieres ahorrar algo de dinero en alojamiento (o
simplemente encontrar un hotel mejor y por el mismo precio que
pagarías en Mitte por uno de inferior categoría) y, sobre todo, si te
gusta conocer la verdadera cara de las ciudades, la de su vida
cotidiana. ¿Qué barrios recomendamos para alojarse fuera-pero-
cerca del centro de Berlín?

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Kreuzberg, diseño y vida nocturna

Uno de los barrios de moda en Berlín en los últimos años sobre todo
entre la gente joven y el mundillo hipster (no en vano el grupo
británico Bloc Party le dedicó una canción). Unido al antiguo barrio
soviético de Friedrichshain, en esta zona llena de ambiente, tiendas
de diseño y pequeños restaurantes decorados con estilo, es posible
encontrar buenos hoteles por unos 60 € la noche. Además, este
barrio destaca por dos elementos más: es donde se encuentra la
East Side Gallery, la parte más larga conservada del antiguo muro, y
presume de tener una gran vida nocturna, con numerosos clubes,
discotecas y locales distribuidos en torno a la Warschauer Strasse y
alrededores.

Neukölln, vibrante y diverso

Uno de los mejores barrios para alojarse en Berlín fuera del centro,
pues está bien comunicado al mismo y el propio barrio en sí
encierra unos cuantos rincones interesantes. En la actualidad, el que
fuera antiguo barrio de inmigrantes se ha transformado en una de
las zonas más cotizadas para vivir por los jóvenes berlineses por su
ambiente desenfadado, su estética underground y unos cuantos
puntos de interés que le confieren una atmósfera especial. Neukölln
“esconde” lugares como la Stadtbad Neukölln, sin duda una de las
piscinas abiertas al público más bellas de Europa, el viejo
aeropuerto de Tempelhof, reconvertido en parque público, o la
Hufeisensiedlung, una urbanización diseñada en los años 20 que
tiene forma de herradura y que está inscrita como patrimonio de la
humanidad en la UNESCO.

Charlottenburg, familiar y económico

Un poco más alejada del centro que las anteriores (a una media
hora en transporte público) Charlottenburg es una de las zonas más
baratas donde dormir en Berlín. La oferta de hoteles y hostales es
muy variada y es un distrito residencial y tranquilo pero también muy
comercial, plagado de tiendas y restaurantes donde cenar o tomar
algo, por lo que es una buena alternativa para quienes buscan un
alojamiento barato en Berlín. Además, aquí se encuentra el Palacio
de Charlottenburg y puedes aprovechar para visitarlo si estás
alojado por la zona.

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Prenzlauer Berg, bohemio e intelectual

Durante la existencia del muro, Prenzlauer Berg quedó en zona


soviética, aunque en la actualidad poco queda ya de aquel barrio
que fuera refugio de detractores del régimen comunista, y que hoy
es uno de los distritos favoritos de artistas y estudiantes, que lo dotan
de un aire bohemio y una intensa vida cultural. El barrio tiene más
de 300 edificios históricos y es conocido por su oferta de ocio y
gastronomía, con bares y restaurantes para todos los gustos, como
el histórico Prater, el jardín de cerveza más antiguo de la capital
alemana. Por otra parte, es una zona con un alto porcentaje de
familias jóvenes entre sus habitantes, por lo que cuenta con
numerosos parques infantiles y opciones de entretenimiento para
los más pequeños, y si viajas a Berlín con niños puede ser una
buena alternativa para alojarse.

Para presupuestos ajustados: alojamiento barato en Berlín

Llegados a este punto te preguntarás dónde dormir barato en Berlín.


La respuesta depende de tus preferencias: en Berlín, como en
muchas ciudades europeas, hay numerosos alojamientos que no
incluyen baño privado en la habitación, sino compartido. Si esto no
es un problema para ti, tendrás un abanico más amplio de
posibilidades de encontrar un hotel barato en Berlín. Si, por el
contrario, tener baño privado en la habitación es uno de tus
requisitos, tendrás que ser un poquito más selectivo en la búsqueda
de tu alojamiento (pero no sufras: es posible encontrar una
habitación de estas características a buen precio).

Hay dos opciones muy prácticas a la hora de ahorrar en alojamiento


en Berlín:

➔ La primera es alojarse en un apartamento. La oferta de


apartamentos en Berlín es variadísima, y es fácil encontrar un
apartamento bonito para 2, 3 ó 4 personas, bien situado y
cómodo y moderno, sin sacrificar la cartera. Puedes echar un
vistazo en Airbnb, en Homeaway o en Wimdu. Antes de
reservar un apartamento en Berlín desde cualquiera de estas
webs, asegúrate de comprobar lo siguiente: la hora de llegada
y de salida (como la mayoría son alquilados por particulares,
suelen tener horarios de check in y check out más restrictivos
que los hoteles, y si llegas muy tarde a Berlín esto puede ser

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un problema) y si hay que pagar fianza y cuáles son las
condiciones (la mayoría de propietarios de apartamentos te
solicitará el depósito de una fianza por si hubiera desperfectos
al marcharte del apartamento. Lee bien la letra pequeña no
vayas a llevarte algún susto…). Los apartamentos son una
opción de alojamiento perfecta si viajas en familia, con bebés
o niños o en un grupo de amigos, pues permiten más libertad
de movimiento, más espacio y poder cocinar cuando os
apetezca (comer en Berlín no es caro, pero según el
presupuesto que tengas para el viaje o las necesidades
especiales de cada uno, siempre puede venir bien tener una
cocina disponible).

➔ La segunda es buscar un hostel. Al igual que sucede con los


apartamentos, la oferta de hostales en Berlín es muy amplia,
pues es una ciudad muy turística llena de estudiantes y
viajeros de todas partes del mundo. La mayoría de ellos se
encuentran céntricos y ofrecen habitaciones compartidas de
distintos tamaños (algunos incluso tienen habitaciones
privadas). También suelen contar con instalaciones comunes
de las que puedes beneficiarte, como cocina para preparar tu
propia comida o sala de estar donde descansar un rato y
charlar con otros viajeros. Son una buena opció,npara viajeros
con presupuestos ajustados, grupos de amigos o si viajas solo.

Y, como siempre te decimos en Guías Nómadas, dos factores


importantes a la hora de encontrar un buen alojamiento:

✔ Buscar con tiempo (te aconsejamos reservar el alojamiento en


cuanto tengas asegurados los billetes de avión), para tener
más opciones donde elegir. Para ayudarte, echa un vistazo a
nuestro buscador de hoteles en Berlín.
✔ Si puedes, viajar fuera de temporada (no hace falta que viajes a
Berlín en febrero si no quieres pasar frío, pero puedes intentar,
por ejemplo, ir en septiembre u octubre en lugar de en julio o
agosto, y evitar los puentes y la Semana Santa).

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Resumiendo: ¿cuánto me va a costar?

Es difícil dar unas cifras concretas con la variedad de alojamientos


que existe en Berlín, cuyo precio además dependerá de la época del
año y temporada en la que viajes. Pero para que te hagas una idea
aproximada si estás pensando en viajar en Berlín y necesitas
hacerte un presupuesto, aquí van unas orientaciones básicas:

➢ Una habitación doble en un hotel de gama media, con baño privado


y desayuno, puede costarte de media entre 70 y 90 € por
noche en la zona de Mitte. En los barrios periféricos de los que
te hemos hablado, puede costarte entre 40 y 60 € por noche.

➢ Una habitación doble en un hotel familiar o con baño compartido


entre varias habitaciones puede costarte entre 40 y 60 € por
noche en Mitte, y algo menos si te alejas del centro.

➢ Una habitación compartida en un hostel puede salirte por unos 15-


30 € la noche, aunque en este caso los precios son muy
variables según el momento del año y la ubicación del hostal
en Berlín, así como en función de las características de la
habitación.

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Aeropuerto de Berlín-Schönefeld
El Aeropuerto de Berlín-Schönefeld (Flughafen Berlin-Schönefeld en
alemán) se encuentra a unos 20 kilómetros al sureste de Berlín, y
es uno de los principales aeropuertos de la ciudad.

Realmente, el aeropuerto está situado fuera de la ciudad, en la


localidad de Schönefeld.

En los últimos años el aeropuerto ha sido objeto de polémicas, pues


debido a las obras de ampliación se propuso el derribo de varias
viviendas de la zona. Tras esta remodelación, el aeropuerto
absorberá el tráfico del Aeropuerto de Tegel, que todavía continúa
activo, y será rebautizado como Aeropuerto Internacional Berlín-
Brandeburgo en torno al 2017.

El aeropuerto de Schönefeld fue creado en 1934 por los nazis, pero


utilizado principalmente por la RDA y su principal aerolínea,
Aeroflot, durante la época de existencia del muro de Berlín.
Actualmente, este aeropuerto es el más utilizado por las aerolíneas
de bajo coste, como Ryanair, que ofrece vuelos directos desde
varias ciudades españolas, Madrid entre ellas.

Información práctica

✔ Cuenta con cuatro terminales (A, B, C y D) abiertas las 24


horas del día.
✔ Hay una oficina de turismo situada en la planta baja de la
terminal A (abierta de 07:00-22:30 horas).
✔ Además, el aeropuerto cuenta con oficina de cambio de
moneda, cambiador de pañales, oficina de Correos y farmacia,
varios cajeros automáticos y WiFi gratis durante la primera
hora.
✔ También cuenta con numerosos restaurantes y cafeterías
distribuidos entre las cuatro terminales, así como tiendas duty
free (en las terminales A y D) y de recuerdos y souvenirs.
✔ Hay taquillas para guardar las maletas en el parking P4.
✔ Todas las instalaciones del aeropuerto están adaptadas para
personas con movilidad reducida.

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Cómo llegar desde el Aeropuerto de Schönefeld al centro de Berlín

El Aeropuerto de Schönefeld está muy bien conectado por


transporte público tanto a Berlín como a otros lugares de los
alrededores. Vamos a ver las diferentes opciones para llegar desde
el aeropuerto hasta el centro de Berlín en función de la hora a la
que lleguemos y de adónde nos dirijamos.

El aeropuerto está localizado dentro de la zona C, por lo que antes


de coger el tren o el autobús hasta el centro necesitaremos un
billete o abono válido para esta zona (es decir, tenemos que fijarnos
al comprarlo en que sea un billete o abono ABC). Para que te
orientes mejor, echa un vistazo a nuestro artículo sobre transporte
público en Berlín.

En tren (S-Bahn)

Desde el aeropuerto podemos llegar en 5 minutos a pie hasta la


estación de tren (está a unos 250 metros al salir del aeropuerto,
bien señalizada), donde tenemos las siguientes opciones:

• La línea S9 conecta el el barrio de Pankow con el Aeropuerto de


Schönefeld, y realiza paradas intermedias en Schönhauser
Allee, Ostkreuz, Schöneweide y Adlershof antes de llegar al
aeropuerto.
• La línea S45 conecta el barrio de Südkreuz con el Aeropuerto de
Schönefeld, y realiza paradas intermedias en Neukölln –
Baumschulenweg – Schöneweide – Adlershof antes de llegar al
aeropuerto.

Estos trenes de cercanías S-Bahn pasan con una frecuencia de 10-


20 minutos (dependiendo de la hora del día) y conectan por tanto
con el este y el sur de Berlín.

Funcionan de lunes a viernes de 05:00-21:30 horas y el billete tiene


un precio de 3,30 € (2,40 € para menores entre 6-14 años, los niños
menos de 6 años viajan gratis).

En Airport Express

El Airport Express es un tren especial que conecta en media hora el


centro de Berlín con el Aeropuerto de Schönefeld. Es una de las

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mejores opciones para moverse desde el aeropuerto, pues pasa por
la principal estación de Berlín, la estación de Hauptbahnhof, y otros
lugares muy céntricos como la Alexanderplatz o la Friedrichstraße.

Cuenta con dos líneas diferentes:

• La línea RE 7, cuyas paradas son las siguientes: Dessau Hbf –


Bad Belzig – Michendorf – Potsdam Babelsberg – Berlin
Wannsee – Berlin Zoologischer Garten – Berlin Hauptbahnhof –
Berlin Friedrichstraße – Berlin Alexanderplatz – Berlin
Ostbahnhof – Berlin Karlshorst – Aeropuerto de Schönefeld –
Blankenfelde – Zossen – Wünsdorf Waldstadt.
• La línea RB 14, cuyas paradas son: Nauen – Falkensee – Berlin
Spandau – Berlin Zoologischer Garten – Berlin Hauptbahnhof –
Berlin Friedrichstraße – Berlin Alexanderplatz – Berlin
Ostbahnhof – Berlin Karlshorst – Aeropuerto de Schönefeld.

Ambas líneas funcionan desde las 04:30 hasta las 23:00 horas y
salen dos veces a la hora (cada media hora).

El billete tiene un precio de 3,30 € (2,40 € para menores entre 6-14


años, los niños menos de 6 años viajan gratis).

En autobús

Hay varios autobuses que conectan el Aeropuerto de Schönefeld


con el centro de Berlín. Encontrarás paradas de autobús a la salida
de la Terminal A y también en la propia estación de tren del
aeropuerto.

Debajo te indicamos las líneas de autobús que realizan diferentes


trayectos hacia Berlín desde el Aeropuerto de Schönefeld, así como
sus paradas:

• Autobús nº X7: U Rudow – Aeropuerto Schönefeld


• Autobús nº163: S Schöneweide – S Adlershof – S Grünau –
Aeropuerto Schönefeld
• Autobús nº 171: U Hermannplatz – U Rudow – Aeropuerto de
Schönefeld

21
Autobuses nocturnos

Si tu vuelo llega más tarde de las 23:00 horas, no te preocupes.


Aunque las opciones de transporte público hasta el centro se
reducen, aún cuentas con dos autobuses nocturnos:

• Autobús nº N7: Spandau – U Jakob-Kaiser-Platz – U Hermannplatz


– U Rudow – S Flughafen Schönefeld – Aeropuerto Schönefeld
• Autobús nº N60: Adlershof – Aeropuerto Schönefeld

El billete para utilizar cualquier autobús desde el aeropuerto hasta


Berlín tiene un precio de 3,30 € (2,40 € para menores entre 6-14
años, los niños menos de 6 años viajan gratis).

En taxi

El taxi es la alternativa más cómoda, pero también la más cara,


para realizar el trayecto entre el Aeropuerto de Schönefeld hasta
Berlín. No obstante, si vas muy cargado, viajas con personas
mayores o simplemente llegas muy tarde o cansado y prefieres ir
en taxi hasta tu alojamiento, puedes utilizarlo.

Encontrarás la parada de taxis justo al salir de la Terminal A del


aeropuerto.

El precio de un trayecto entre el aeropuerto de la Alexanderplatz


puede rondar los 45 € aproximadamente.

Obviamente, este precio va a variar en función de a qué zona de la


ciudad te dirijas. Además, pueden aplicarte un recargo por llevar
maletas de gran tamaño (1 €) o por pagar con tarjeta de crédito o
débito (1,50 €).

Debajo te indicamos cuáles son algunas de las compañías de taxi


oficiales de Berlín (así como sus teléfonos de contacto):

• 26 30 00 Quality Taxi
• 44 33 22 Taxi Funk Berlin
• 21 01 01 Würfelfunk
• 26 10 26 Funk Taxi Berlin
• 21 02 02 City Funk

22
Aeropuerto de Berlín-Tegel
El Aeropuerto de Berlín-Tegel (Flughafen Berlin-Tegel Otto Lilienthal
en alemán) es el principal aeropuerto de la capital alemana, aunque
estña previsto su cierre en los próximos años y el traslado de todo
su tráfico aéreo al Aeropuerto de Berlín-Schönefeld.

También conocido como Aeropuerto Otto Lilienthal, se encuentra a


apenas 10 kilómetros de la ciudad y recibe millones de pasajeros
todos los años. En él operan las principales aerolíneas alemanas,
como Lufthansa, Air Berlin y Germanwings.

¿Su desventaja? No cuenta con conexiones por metro ni por tren, por
lo que para desplazarnos desde el Aeropuerto de Tegel hasta el
centro de Berlín solo nos queda el autobús o el taxi (debajo te
explicamos todas las opciones disponibles).

Información práctica

✔ El Aeropuerto de Tegel tiene cinco terminales, A, B, C, D y E.


✔ En la entrada principal del aeropuerto se encuentran la Oficina
de Turismo y varias casas de cambio de moneda.
✔ También cuenta con varios mostradores de empresas de
alquiler de coches (Sixt, Hertz, Avis, Europcar…).
✔ Como todos los aeropuertos, el Aeropuerto de Berlín-Tegel
tiene tiendas libres de impuestos y numerosos bares y
restaurantes, así como cambiador de pañales.

Cómo llegar desde el Aeropuerto de Tegel al centro de Berlín

Aunque no cuenta con tantas conexiones en transporte público


como el otro aeropuerto berlinés, el Aeropuerto de Schönefeld,
existen varias opciones de transporte del Aeropuerto de Tegel al
centro de Berlín:

En autobús

El Aeropuerto de Berlín-Tegel no tiene paradas de U-Bahn ni S-Bahn,


por lo que al no contar con metro ni tren nos quedan los autobuses
como alternativa.

23
Tenemos dos servicios especiales de autobuses exprés desde el
aeropuerto, que disponen de espacios específicos para el equipaje y
que pueden utilizarse con los mismos billetes del transporte público
regular:

TXL JetExpressBus

Este autobús exprés es una de las mejores opciones para movernos


desde el aeropuerto al centro, pues realiza el trayecto hacia la
estación central de Berlín, Hauptbahnhof, en tan solo 20 minutos.
Desde esta estación tenemos buenas conexiones en metro y en
tren hacia cualquier otro punto de Berlín.

Funciona de lunes a domingo casi las 24 horas (excepto entre las


00:30 y las 04:15 aproximadamente, franja en la que no opera), con
una frecuencia de paso de entre 5-10 minutos.

X9 JetExpressBus

También es una opción muy recomendable; en este caso, conecta


con Zoologischer Garten en 20 minutos, realizando una parada
intermedia en Jungfernheide y pasando por Ernst-Reuter Platz.
Desde cualquiera de estas estaciones también tenemos conexiones
con numerosas líneas de metro y tren.

Funciona casi las 24 horas de lunes a domingo, pero no opera en la


franja comprendida entre las 00:30 y las 05:00 horas. La frecuencia
de paso es de unos 10 minutos.

Además de estos servicios exprés, existen dos autobuses regulares


que realizan la ruta entre el Aeropuerto de Tegel y Berlín:

• Autobús nº 128, con las siguientes paradas: Osloer Straße –


Franz-Neumann-Platz – Kurt-Schumacher-Platz (línea U6 de
metro) – Aeropuerto de Tegel.
• Autobús nº 109, con las siguientes paradas: Zoologischer Garten
– Jungfernheide – Jakob-Kaiser-Platz (línea U7 de metro)-
Aeropuerto de Tegel.

24
Debes saber que…

➢ El Aeropuerto de Berlín-Tegel se encuentra en zona tarifaria B,


por lo que para movernos desde o hacia allí con cualquiera de
estos autobuses necesitaremos un billete o abono válido para
las zonas A-B.
➢ El precio de un billete sencillo válido para estas zonas es de
2,70 € (1,70 € para menores entre 6-14 años).
➢ Con este mismo billete puedes realizar los trasbordos que
necesites hasta llegar a tu alojamiento o punto de destino en
Berlín, siempre que lo hagas durante las dos horas siguientes
al primer uso. Es decir: aunque hagas uno o varios trasbordos
desde el aeropuerto, no tienes que comprar otro billete.
➢ Las paradas de autobús están localizadas justo al salir de las
terminales A y B.

En taxi

Es la alternativa menos económica pero más cómoda para moverse


entre el Aeropuerto de Tegel y Berlín. El aeropuerto no se encuentra
muy alejado de la ciudad (de hecho, su cercanía a la misma es uno
de los motivos por los que está previsto su cierre en los próximos
años), por lo que a pesar de todo, un taxi no te saldrá tan caro.

El trayecto desde el aeropuerto al centro de Berlín puede costar


entre 20-25 €, dependiendo del punto al que vayas. Para que te
hagas una idea, el trayecto entre el Aeropuerto de Tegel y la
Alexanderplatz tiene un coste aproximado de 25 €.

Se aplican recargos por pieza grande de equipaje (1 €), pagos con


tarjeta de crédito o débito (1,50 €) y 0,50 € fijos por salir desde el
Aeropuerto de Tegel.

Encontrarás varias paradas de taxi en el Aeropuerto de Tegel, a la


salida de las terminales A, C y E.

25
Transporte público: cómo moverse
La capital alemana cuenta con una red de transporte público
eficiente, rápida y que alcanza prácticamente cualquier punto de la
ciudad (lo cual no es poco, teniendo en cuenta la extensión de
Berlín).

Vamos a ver con qué alternativas contamos para movernos en


transporte público en Berlín, así como sus horarios, frecuencias y
distintos tipos de billetes, abonos y tarifas.

La mayor ventaja del transporte público de Berlín es que autobuses,


metro, trenes y tranvías comparten tarifas. Más adelante en este
artículo puedes consultar los precios de cada billete.

Metro (U-Bahn)
El metro de Berlín (U-Bahn en alemán) es la mejor forma de
moverse en transporte público por la ciudad.

Sus 173 estaciones cubren todos los lugares turísticos de Berlín y


prácticamente la totalidad del perímetro de la ciudad, por lo que
podemos llegar de forma fácil y rápida a cualquier punto.

Inaugurada en el año 1902, esta red de metro con más de un siglo


de vida está gestionada por Berliner Verkehrsbetriebe (BVG), que
también se encarga del servicio de trenes (S-Bahn), autobuses y
tranvías de Berlín, por lo que los cuatro medios de transporte
comparten tarifas y billetes.

Ventajas del metro de Berlín

✔ Es una alternativa cómoda, rápida, segura y económica para


movernos por la ciudad, con una de las redes subterráneas
más eficientes de Europa.
✔ La mayoría de estaciones de metro berlinesas están adaptadas
para personas con movilidad reducida mediante un sistema de
rampas y ascensores.
✔ Los niños menores de 6 años viajan gratis siempre que vayan
acompañados de un adulto, y los menores entre 6 y 14 años
tienen tarifa reducida.
✔ Si viajas en el metro de Berlín con tu mascota o con tu

26
bicicleta, deberás abonar un billete reducido extra (aparte del
tuyo).
✔ Funciona los viernes y sábados por la noche, por lo que si vas
a salir por Berlín no tendrás problemas a la hora de volver a tu
alojamiento.

Orientarse en metro

➔ Los vagones de trenes de metro de Berlín son de color


amarillo.
➔ La mayoría circula bajo tierra, aunque hay ciertos tramos de
algunas líneas que van sobre la superficie.
➔ Puedes comprar tu billete en las máquinas expendedoras de la
propia estación de metro; permiten pagar en efectivo o con
tarjeta y están en varios idiomas, incluido el español.
➔ No olvides validar tu billete antes de entrar para evitar una
multa en caso de inspección. Aunque no hay torniquetes ni
paneles como en el metro de otras ciudades, siempre debes
introducir el billete en las máquinas que hay antes de entrar
para validarlo.
➔ Para saber qué línea y qué tren debes coger, lo más sencillo es
que te hagas con un mapa: consulta a qué línea pertenece la
estación donde quieres ir, y busca la última parada de la línea
en esa dirección. Esa última parada será tu referencia para
subirte a los trenes que la lleven indicada en los paneles
luminosos, que también verás en los andenes. ¡No tiene
pérdida!

Líneas de metro de Berlín: las más prácticas para un viaje de turismo

El metro de Berlín cuenta con 10 líneas diferentes:

Línea U1 (verde claro): Uhlandstraße – Warschauer Straße

• La línea 1 es la más antigua del metro de Berlín (pues fue la


primera en ser inaugurada en 1902). Atraviesa la ciudad de
este a oeste en 13 paradas y parte de su recorrido se realiza
sobre la superficie.
• Paradas de interés turístico: Kurfürstendamm (Iglesia Memorial
Kaiser Wilhelm), Uhlandstraße (barrio de Charlottenburg) y
Wittenbergplatz (galerías comerciales KaDeWe).

27
Línea U2 (roja): Pankow – Ruhleben

• La línea 2 de metro conecta el oeste con el norte de la ciudad


pasando por el centro, con 29 estaciones en total.
• Paradas de interés turístico: Zoologischer Garten (zoo de
Berlín), Potsdamer Platz y Alexander Platz.

Línea U3 (turquesa): Nollendorfplatz – Krumme Lanke

• La línea 3 une el suroeste de Berlín con el centro en 15


estaciones.
• No tiene mucho interés para un viaje de turismo, pues
principalmente atraviesa la zona de la universidad y es
utilizada por los estudiantes.

Línea U4 (amarilla): Nollendorfplatz – Innsbrucker Platz

• La línea 4 es la línea más corta del metro de Berlín, con solo 5


estaciones. Tampoco tiene especial interés turístico, pues no
pasa cerca de grandes monumentos ni museos.

Línea U5 (marrón): Alexanderplatz – Hönow

• La línea 5 de metro cuenta con 20 estaciones, y llega hasta


Alexanderplatz, pasando por Frankfurter Tor, que deja en el
animado barrio de Friedrichshain.
• Paradas de interés turístico: Alexanderplatz.

Línea U55 (marrón): Berlin Hauptbahnhof – Brandenburger Tor

• Esta línea es, realmente, una prolongación de la línea 5, y


cuenta con solo 3 estaciones.
• Paradas de interés turístico: Hauptbahnhof (principal estación
de metro y tren de Berlín) y Brandenburg Tor (Puerta de
Brandeburgo).

Línea U6 (lila): Alt-Tegel – Alt-Mariendorf

• La línea 6 cuenta con 29 estaciones y atraviesa la ciudad de


norte a sur, entre Tegel y Mariendorf.
• Paradas de interés turístico: Friedrichstraße (en el centro de
Berlín) y Kochstraße (cerca del Checkpoint Charlie).

28
Línea U7 (azul): Rathaus Spandau – Rudow

• Una de las líneas más prácticas para los turistas es la línea 7,


pues realiza el recorrido más largo de todas las líneas de metro
de Berlín (con 40 paradas) y llega hasta lugares de interés
como los barrios de Charlottenburg, Kreuzberg o Neukölln.
• Paradas de interés turístico: Richard-Wagner-Platz (Palacio
Charlottenburg) y Hermannplatz (en esta estación se
instalaron las primeras escaleras mecánicas del metro de
Berlín, y tiene acceso directo al centro comercial Karstadt).

Línea U8 (azul oscuro): Wittenau – Hermannstraße

• La línea 8 del metro de Berlín recorre la ciudad de norte a sur,


hasta el barrio de Neukölln, y cuenta con 24 estaciones en
total.
• Paradas de interés turístico: Alexanderplatz.

Línea U9 (naranja): Rathaus Steglitz – Osloer Straße

• La línea 9 también cruza Berlín de norte a sur, con 18


estaciones.
• Paradas de interés turístico: Kurfürstendamm (Iglesia Memorial
Kaiser Wilhelm).

¿Cuánto cuesta el metro de Berlín?

Puedes consultar el precio del metro de Berlín más adelante en este


mismo apartado, ya que comparte tarifas y billete con el resto de
transportes públicos.

¿Qué horario tiene el metro de Berlín?

➢ De lunes a viernes, el metro de Berlín opera desde las 04:00


hasta la 01:00 horas. En esta franja nocturna en la que no
funciona el metro hay autobuses nocturnos para sustituirlo.
➢ Los viernes y sábados el metro funciona también durante la
noche (todas las líneas excepto la U4 y la U55), con una
frecuencia de 15 minutos entre tren y tren.

29
¿Con qué frecuencia pasa?

➢ De lunes a viernes y en hora punta, cada 5 minutos


aproximadamente. El resto del día, los trenes pasan con una
frecuencia de entre 5 y 10 minutos.
➢ Los fines de semana la frecuencia se espacia hasta 10-15
minutos, especialmente durante la noche de viernes y
sábados.

Tren (S-Bahn)

El tren de Berlín (S-Bahn en alemán) es uno de los transporte


públicos más rápidos, prácticos y eficaces de la ciudad, sobre todo
si queremos movernos hasta lugares alejados del centro como
Potsdam o el campo de concentración de Sachsenhausen.

Más de un millón de personas utilizan a diario esta red de trenes de


corto recorrido que lleva funcionando desde 1924, y que cubre más
de 300 kilómetros en sus nada menos que 166 estaciones.

Así que aunque en tu viaje lo más práctico para visitar los


monumentos y lugares más famosos quizás sea el metro, no
descartes utilizar los trenes de Berlín; llegan hasta prácticamente
cualquier punto de la ciudad y son una alternativa muy cómoda
para moverse por ella.

Orientarse en tren

➔ Los trenes de Berlín son de color rojo y amarillo y en su mayor


parte, transcurren sobre la superficie.
➔ La red de tren cuenta con 15 líneas en total, identificadas con
una “S” seguida de un número.
➔ Estas líneas están divididas a su vez en tres sectores: el
Ringbahn (que realiza un recorrido circular por el centro sobre
unas vías elevadas), el Stadtbahn (que va de este a oeste por
la superficie) y el Nord-Süd Bahn (que va de norte a sur y es
subterráneo).
➔ El Ringbahn delimita justo la zona A, por lo que para moverte
por las líneas que circulan por él te servirá con un billete válido
para esta zona.

30
➔ Si vas a ir o venir del Aeropuerto de Schönefeld o a Potsdam,
necesitarás un billetes válido para las zonas ABC, pues están
ya en zona C.
➔ Puedes comprar tu billete en las máquinas de las estaciones
de S-Bahn (que tienen varios idiomas, entre ellos el español);
no olvides validarlo antes de acceder en las máquinas que hay
situadas en los andenes, para evitar que te multen en caso de
que entre un revisor en tu vagón.

Líneas de tren interesantes para hacer turismo

Las líneas S5, S7 y S75, que circulan por el Stadtbahn, son tres de las
más interesantes para moverse por el centro de Berlín, pues pasan
por el barrio de Charlottenburg y por las principales calles
comerciales de la ciudad.

Berlin Hauptbahnhof y Berlin Friedrichstraße: principales estaciones

Aunque los trenes berlineses cuentan con numerosas paradas, hay


dos estaciones principales en la ciudad:

 La estación de Berlin Hauptbahnhof, una de las mayores


estaciones de tren de Europa, que conecta trenes regionales y
también de larga distancia (incluso los que tienen como
destino otros países europeos) de forma cómoda. Cuenta con
todo tipo de servicios y está conectada al Aeropuerto de
Schönefeld por el Airport Express y al Aeropuerto de Tegel
mediante el autobús TXL JetExpressBus.
 La estación de Berlin Friedrichstraße, la más importante de la
ciudad a nivel regional, y además situada en pleno centro (en
la zona de Mitte). Está muy cerca de la Puerta de Brandeburgo,
de la Avenida Unter den Linden y del Reichstag, por lo que es
una estación a tener en cuenta de cara a hacer turismo en
Berlín.

¿Cuánto cuesta el tren de Berlín?

Puedes consultar el precio del tren de Berlín al final de este mismo


artículo, ya que comparte tarifas y billete con el resto de
transportes públicos.

31
¿Qué horario tiene?

De lunes a viernes los trenes S-Bahn comienzan a operar a las


04:30 horas y terminan el servicio a la 01:30 horas.
Los fines de semana, los trenes funcionan las 24 horas, durante
toda la noche.

¿Con qué frecuencia pasa?

➢ De lunes a viernes, la mayoría de trenes pasa con una


frecuencia de 5 minutos en horas puntas y de 10 minutos el
resto del día (por la noche la frecuencia puede ser de hasta 30
minutos).
➢ Los fines de semana (viernes, sábados y domingos) y los días
festivos, los trenes funcionan con una frecuencia de 10-20
minutos durante el día y de 30 minutos durante la noche.

Autobuses
A diario circulan más de un millar de autobuses en Berlín,
pertenecientes a las diferentes líneas operadas por la empresa BVG
(Berliner Busverkehr).

Los autobuses de Berlín suelen cubrir zonas de la ciudad a las que


no llegan otros transportes públicos; los 1300 autobuses que
operan a diario en la capital alemana son una buena alternativa al
metro (U-Bahn) y al tren (S-Bahn), y aunque lo cierto es que con
estos dos últimos medios de transporte puedes moverte de sobra
por cualquier punto de Berlín, a veces viene bien utilizar los
autobuses, sobre todo por las noches de lunes a viernes, cuando
son la única alternativa de transporte público disponible.

Orientarse en autobús

➔ Puedes comprar el billete de autobús directamente al


conductor, en cuyo caso no es necesario que lo valides en las
máquinas habilitadas al efecto. Si ya dispones de billete o
abono, debes mostrárselo al conductor al subir al autobús.
➔ Debes subirte al autobús por la puerta delantera.
➔ Los autobuses en Berlín son de color amarillo (algunos tienen

32
dos pisos -son los conocidos como Doppeldeckerbus– y, si
consigues sentarte en los asientos delanteros, podrás disfrutar
de buenas vistas durante el viaje).

Líneas de autobús

Encontramos los siguientes tipos de líneas:

Líneas diurnas

Son los autobuses desde el nº 100 al nº 399, que conectan las


afueras de la ciudad con el centro y con las principales estaciones
de tren y de metro.

Líneas nocturnas

Estos autobuses se identifican por la “N” situada delante del


número de línea, y operan durante la noche. Las líneas nocturnas
N1 a N9 sustituyen de lunes a viernes por las noches a las líneas de
metro U1 a U9 (que solo funcionan de noche los sábados y
domingos).

Las líneas nocturnas de autobús N10 a N97 realizan, por su parte,


recorridos similares a los de las líneas diurnas de autobús.

ExpressBus (autobuses exprés)

Son los que se identifican con una “X” delante del número de línea.
Hay 13 líneas de autobuses exprés en Berlín, que cubren los
trayectos desde el centro hasta las afueras de la ciudad con pocas
paradas intermedias.

MetroBus

Hay 17 líneas de Metro Bus en Berlín, identificadas con una “M”


delante del número de línea.

Funcionan 24 horas los siete días de la semana, con una frecuencia


de paso de 10 minutos.

33
¿Cuánto cuesta el autobús de Berlín?

Puedes consultar el precio del autobús de Berlín al final de este


apartado, ya que comparte tarifas y billetes con el resto de
transportes públicos.

¿Qué horario tienen los autobuses de Berlín?

➢ Las líneas diurnas funcionan entre las 04:30 y las 00:30 horas.
➢ Las líneas nocturnas operan aproximadamente entre las 00:30 y
las 04:30 horas.
➢ Las líneas de Metro Bus funcionan las 24 horas.

¿Con qué frecuencia pasa?

➢ De lunes a viernes en hora punta, los autobuses suelen pasar


cada 10-15 minutos.
➢ El resto del día la frecuencia se espacia hasta 20 minutos, y por
las noches hasta 30 minutos.
➢ Los Metro Buses pasan cada 10 minutos.

Dos líneas de autobús de interés turístico

Autobús nº 100

Para un viaje de turismo en Berlín, la línea de autobús más atractiva


es la nº 100, que realiza el trayecto entre la Alexanderplatz y el
zoológico en el Tiergarten, pasando por más de 30 puntos de
interés de la ciudad: recorre toda la Avenida Unter den Linden,
pasando por la Puerta de Brandenburgo, el Reichstag, la Torre de
Televisión, la Isla de los Museos, la Catedral de Berlín…

Autobús nº 200

La línea nº 200 realiza un recorrido muy similar a la anterior (y hay


bastante menos turistas), pasando por la Alexanderplatz y llegando
hasta Zoologischer Garten, pasando por la Potsdamer Platzy
también por la Avenida Unter den Linden y Friedrichstraße.

✔ Si tienes poco tiempo en Berlín y tu presupuesto es ajustado,


utilizar cualquiera de estas dos líneas de autobús es una

34
buena manera de recorrer los principales monumentos de la
ciudad de forma muy económica y rápida.
✔ Puedes empezar la ruta en cualquiera de los extremos, y subir
y bajar en tantas paradas como desees (siempre que no
sobrepases las dos horas en total desde que actives el billete y
que vayas en una sola dirección, es decir, no puedes utilizarlo
para ir y volver).

Tranvías
La red de tranvías de Berlín (Berliner Straßenbahn) es una de las
más extensas de Europa, y también una de las más antiguas, pues
lleva funcionando desde finales del XIX.

Aunque a nivel turístico los tranvías en Berlín no son un medio de


transporte especialmente necesario, siempre pueden venir bien
para hacer alguna ruta algo más alejada del centro o simplemente
para moverse tranquilamente mientras vas contemplando la
ciudad.

Orientarse en tranvía

➔ El tranvía de Berlín cuenta con 22 líneas en total.


➔ La mayoría de ellas circulan por la zona este de la ciudad, pues
tras la Segunda Guerra Mundial y con la construcción del
muro, la mayor parte de la infraestructura de tranvía quedó en
el lado soviético. Solo las líneas M13 y un tramo de la M10
circulan por la zona oeste de Berlín. Estas cubren cerca de 200
km de recorrido por toda la ciudad.
➔ Las líneas de tranvía están gestionadas, igual que las del
metro, por la BVG, y comparten tarifas con autobuses, U-Bahn
y S-Bahn.
➔ Las máquinas expendedoras de billetes están dentro de los
tranvías, por lo que puedes comprarlo directamente al subir,
pero también encontrarás máquinas donde adquirirlos en los
andenes de las grandes estaciones.
➔ El MetroTram es una especie de híbrido entre metro y tranvía
que, al contrario que este último, circula también por las
noches -incluso entre diario- y pasa con mayor frecuencia.

35
¿Cuánto cuesta el tranvía en Berlín?

Puedes consultar el precio del tranvía de Berlín en Transporte, ya


que comparte tarifas y billete con el resto de transportes públicos.

¿Qué horario tiene el tranvía?

Los tranvías de Berlín comienzan a circular sobre las 05:00-05:30


horas, y terminan el servicio en torno a las 04:00 horas (los de
MetroTram sí que operan toda la noche).

¿Qué frecuencia tienen los tranvías de Berlín?

Las líneas de tranvía operan con una frecuencia de entre 20 y 30


minutos; las de MetroTram tienen una frecuencia de 10 minutos.

¿Merece la pena utilizar el tranvía para moverse por la ciudad?

El tranvía es una de las formas más “pintorescas” de moverse por


Berlín, pues puedes ir contemplando la ciudad mientras viajas sin
prisas.

Aunque, como te decíamos, la mayor parte de la red va por la zona


este de Berlín, merece la pena subirse al tranvía al menos una vez
durante tu viaje a la ciudad y sentirte como un berlinés más a bordo
de uno de sus medios de transporte más genuinos. De hecho, hace
años que la National Geographic situó la línea 68 del tranvía de
Berlín entre los diez mejores trayectos en tranvía de todo el mundo.

Taxis
Los taxis de Berlín son una buena forma de movernos rápida y
cómodamente por la ciudad, y como sus tarifas están reguladas y
todos los taxistas están obligados a llevarte por la ruta más rápida,
también es una alternativa de transporte segura.

Aunque el taxi siempre es la manera más cara de trasladarnos en


cualquier lugar, en el caso de los taxis de Berlín estos son más
económicos que los de otras ciudades europeas.

36
Así que no descartes utilizar el taxi durante tu viaje, sobre todo si
necesitas moverte de un punto a otro de la ciudad en un momento
concreto y no quieres depender del transporte público.

Información general

➔ Los taxis de Berlín son de color beige.


➔ Puedes pedir un taxi párandolo en cualquier punto de la calle
(siempre que lleve iluminado el cartel de “taxi”), llamando por
teléfono o dirigiéndote a una de sus paradas.
➔ En las paradas, puedes subirte a cualquier taxi, aunque lo
recomendable es hacerlo en el primero, que lleva más tiempo
esperando.
➔ Las tarifas de los taxis en Berlín están reguladas, por lo que
tendrás que pagar únicamente el precio que marque el
taxímetro.
➔ Está prohibido fumar en todos los taxis de Berlín.
➔ El taxista tiene la obligación de llevarte a cualquier punto de la
ciudad que le indiques, sin importa la distancia del recorrido
siempre que se encuentre dentro de esos límites (incluido el
Aeropuerto de Berlín-Schönefeld).

¿Cuánto cuesta coger un taxi en Berlín?

Como te decíamos, las tarifas de los taxis de Berlín están reguladas,


y aplican las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

Estos son los precios del taxi en Berlín:

• Tarifa base: 3,90 €


• Precio por kilómetro (hasta 7 km): 2 €
• Precio por kilómetro (a partir de 7 km): 1,50 €
• Recargo por persona en grupos de 5 o más en taxi de mayor
capacidad: 5 €
• Recargo por pieza de equipaje de gran tamaño: 1 €
• Recargo por trayecto desde el Aeropuerto de Tegel: 0,50 €
• Recargo por pago con tarjeta: 1,50 €

Tarifa especial para trayectos cortos (de hasta 2 km): existe una
tarifa específica y más económica para trayectos de corta distancia.
Tiene un coste fijo de 5 € y solo sirve para taxis que pares en la
calle (al subir al taxi, debes decirle al taxista “Kurzstrecke”).

37
Recomendaciones

✔ Se puede pagar en un taxi con efectivo o tarjeta de crédito


(aunque no todos los taxis cogen todo tipo de tarjetas, y existe
un recargo de 1,5 € al pagar con la misma). Al pagar con
tarjeta puede que te pidan algún tipo de identificación para
comprobar que es tuya.
✔ El taxista debe darte un ticket al pagar. Guárdalo bien porque
si te dejas algo olvidado en el taxi o quieres hacer algún tipo
de reclamación, te servirá para localizarlo.
✔ Respecto a las propinas, no son obligatorias pero si has
quedado conforme con el servicio, siempre puedes redondear
el precio y dejar un 10-20% de propina.
✔ En los aeropuertos de Berlín, asegúrate de coger un taxi
oficial. Estos son los que se encuentran en las paradas y llevan
la letra B en la matrícula.

Compañías oficiales de taxis de Berlín

Por si necesitas contactar con alguna compañía de taxi en Berlín,


aquí te dejamos las principales empresas oficiales:

 26 30 00 Quality Taxi
 44 33 22 Taxi Funk Berlin
 21 01 01 Würfelfunk
 26 10 26 Funk Taxi Berlin
 21 02 02 City Funk

38
Zonas del transporte público en Berlín
El transporte público de Berlín y alrededores se divide en tres
zonas, con distintas tarifas cada una.

Zona A – Centro de Berlín

• Cubre todo el centro histórico de Berlín, incluida la línea


circular de tren urbano (S-Bahn).

Zona B – Ciudad de Berlín

• Se extiende desde el final de la zona A hasta los límites del


término municipal de Berlín, incluyendo el Aeropuerto de
Berlín-Tegel.

Zona C – Alrededores de Berlín

• En esta zona, conocida como el Gran Berlín, se incluyen


lugares de interés como la ciudad de Potsdam, el campo de
concentración de Sachsenhausen y el Aeropuerto de Berlín-
Schönefeld.

Es posible comprar billetes sencillos o abonos solo para determinadas


zonas: AB, BC y ABC.

Tarifas: el precio del billete varía en función de la zona


Los adultos pagan la tarifa normal, los niños de 6 a 14 años la tarifa
reducida y los menores de 6 años viajan gratis.

Hay tres tipos de billetes: el corto, el sencillo y la ampliación.

BILLETE CORTO

Permite viajar hasta un máximo de tres estaciones de metro (U-


Bahn) y/o tren urbano (S-Bahn), transbordos incluidos.

En autobús o tranvía permite hasta seis paradas de la misma línea,


sin transbordos.

39
➢ Tarifa adultos: 1,70 €
➢ Tarifa reducida: 1,30 €
➢ Bono 4 viajes (tarifa adultos): 5,60 €
➢ Bono 4 viajes (tarifa reducida): 4,40 €

BILLETE SENCILLO

Es válido para viajar dentro de las dos primeras horas después de


su primer uso, siempre y cuando se avance en la misma dirección,
ya que no puede ser usado como billete de ida y vuelta.

Es decir, puedes parar y visitar un monumento, para luego


continuar avanzando en la línea y visitar otro (dentro de las dos
horas después de la validación).

➢ Tarifa adultos AB: 2,70 €


➢ Tarifa adultos BC: 3,00 €
➢ Tarifa adultos ABC: 3,30 €
➢ Tarifa reducida AB: 1,70 €
➢ Tarifa reducida BC: 2,10 €
➢ Tarifa reducida ABC: 2,40 €
➢ Bono 4 viajes (tarifa adultos) AB: 9,00 €
➢ Bono 4 viajes (tarifa reducida) AB: 5,60 €

BILLETE AMPLIACIÓN

Cuando ya tienes un billete sencillo AB o BC puedes convertirlo en


un ABC pagando un extra de 1,60 €.

Abonos de transporte y tarjetas turísticas


Además de los billetes sencillos ofrecen abonos diarios, semanales
y turísticos, que suelen ser la mejor opción para estancias de dos o
más días, o bien cuando el alojamiento esté alejado del centro.

BILLETE DIARIO

Este billete es válido para una persona desde el día de la validación


hasta las 03:00 de la madrugada del día siguiente.

➢ Billete diario (tarifa adultos) AB: 7,00 €


➢ Billete diario (tarifa adultos) BC: 7,30 €

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➢ Billete diario (tarifa adultos) ABC: 7,60 €
➢ Billete diario (tarifa reducida) AB: 4,70 €
➢ Billete diario (tarifa reducida) BC: 5,10 €
➢ Billete diario (tarifa reducida) ABC: 5,30 €

BILLETE DIARIO DE GRUPO

Es un billete de grupo válido para un máximo de cinco personas


desde el día de la validación hasta las 03:00 de la madrugada del
día siguiente.

➢ Billete diario de grupo AB: 17,30 €


➢ Billete diario de grupo BC: 17,60 €
➢ Billete diario de grupo ABC: 17,80 €

BILLETE SEMANAL

Como su nombre indica, este abono permite el uso del transporte


público durante siete días consecutivos.

➢ Billete semanal AB: 30,00 €


➢ Billete semanal BC: 31,10 €
➢ Billete semanal ABC: 37,20 €

41
Berlin Welcome Card
La Berlin Welcome Card es la tarjeta turística oficial y de transporte de
Berlín, te servirá para moverte gratis en transporte público (metro,
tranvías, autobuses y algunos trenes como el de Potsdam o
Sachsenhausen) y para entrar gratis o con importantes descuentos
en la entrada a los museos, monumentos y atracciones más
importantes de Berlín.

¿Hay varios tipos de Berlin Welcome Card?

Sí, la tarjeta se vende en dos modalidades base según la zona de


transporte: AB y ABC, además cada una de ellas cuenta con varias
modalidades más según su duración.

¿Cuánto cuesta cada una?

El precio varía en función de las zonas de transporte y de la


duración de la tarjeta, como puedes ver a continuación:

CON TRANSPORTE – ZONAS (AB)

➢ 48 horas: 19,50 €
➢ 72 horas: 27,50 €
➢ 72 horas + Isla de los Museos: 42 €
➢ 4 días: 31,50 €
➢ 5 días: 35,50 €
➢ 6 días: 41,50 €

CON TRANSPORTE – ZONAS (ABC)

➢ 48 horas: 21,50 €
➢ 72 horas: 29,50 €
➢ 72 horas + Isla de los Museos: 44 €
➢ 4 días: 34,50 €
➢ 5 días: 40,50 €
➢ 6 días: 45,50 €

42
¿Dónde puedo comprar la Berlin Welcome Card?

Puedes comprar la Berlin Welcome Card en cualquiera de las


oficinas de turismo de Berlín, estas son las más importantes y sus
horarios, abren todos los días:

• Aeropuerto de Berlín-Tegel (Terminal A, Puerta 1) – (08:00 –


21:00)
• Aeropuerto de Berlín-Schönefeld (Terminal A – Puerta 1) –
(07:00 – 22:30)
• Estación Central de Berlín (Hauptbahnhof) – (08:00 – 22:00)
• Puerta de Brandeburgo (09:30 -18:00)
• Torre de Televisión (10:00 – 16:00)
• Europa-Center (10:00 – 20:00)
• Rankestraße (10:00 – 16:00)

¿Merece la pena comprar la Berlin Welcome Card?

Al igual que la mayoría de tarjetas turísticas, solo compensa


comprarla si no tienes otro tipo de descuentos como el de
estudiante, ya que de por sí tendrás descuento en la mayoría de
atracciones.

La Berlin Welcome Card es especialmente atractiva en su versión


Isla de los Museos, ya que incluye la entrada a los 5 museos de la
Isla y su duración de 72 horas la hace imprescindible para las
escapadas de un fin de semana.

También es muy recomendable para los que viajen con niños, pues
por cada adulto que la tenga, pueden viajar con él y beneficiarse de
los descuentos hasta 3 niños de hasta 14 años (inclusive).

Otra opción es comprarla solo para usarla como abono de


transporte y comprar otra tarjeta, la Museum Pass Berlin para el
acceso gratuito a los museos.

Lo mejor es que sabiendo esto valores, en función de tu situación,


estancia e itinerario, si te merece la pena comprarla.

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¿Qué incluye la Berlin Welcome Card?

Uso del transporte público dentro de las zonas AB o ABC:

✔ Metro (U-Bahn)
✔ Trenes (S-Bahn)
✔ Autobuses
✔ Tranvías

Entrada gratis (solo en la versión 72 horas con Isla de los Museos


incluida)

✔ Museo de Pérgamo
✔ Museo Bode
✔ Museo Antiguo
✔ Museo Nuevo
✔ Antigua Galería Nacional de Berlín

Entrada con descuento (desde el 25% hasta el 50%)

MUSEOS

• Anne Frank Zentrum – 25%


• asisi Panorama DIE MAUER – 25%
• Bauhaus-Archiv / Museum für Gestaltung – 25%
• Berlin Story Museum – 25%
• Berlinische Galerie – 38%
• BlackBox Kalter Krieg – 30%
• Bröhan-Museum – 25%
• C/O Berlin – 25%
• Centrum Judaicum – 50%
• Computerspielemuseum – 25%
• Dalí – Die Ausstellung am Potsdamer Platz – 25%
• Museo de la RDA (DDR Museum) – 25%
• Deutsches Currywurst Museum Berlin – 25%
• Deutsches Historisches Museum – 25%
• Deutsches Technikmuseum – 38%
• Filmmuseum Potsdam – 28%
• Gedenkstätte Lindenstraße für die Opfer politischer Gewalt im
20. Jahrhundert – 33%
• Haus am Waldsee – Internationale Kunst in Berlin – 28%

44
• Haus der Brandenburgisch-Preußischen Geschichte – 50%
• Jüdisches Museum Berlin – 25%
• Kunstgewerbemuseum im Schloss Köpenick – 25%
• MACHmit! Museum für Kinder – 27%
• Märkisches Museum | Stadtmuseum Berlin – 40%
• Mauermuseum – Museum Haus am Checkpoint Charlie – 25%
• me Collectors Room – 43%
• MeMu Menschen Museum – 30%
• Museen Dahlem – Kunst und Kulturen der Welt – 25%
• museum FLUXUS+ – 26%
• Museum für Film und Fernsehen Berlin – 35%
• Museum für Kommunikation Berlin – 50%
• Museum für Naturkunde – 38%
• Museum im Alten Wasserwerk Friedrichshagen – 30%
• Museum THE KENNEDYS – 25%
• Naturkundemuseum Potsdam – 25%
• Nikolaikirche | Stadtmuseum Berlin – 40%
• Potsdam-Museum – Forum für Kunst & Geschichte – 25%
• Sammlung Scharf-Gerstenberg – 25%
• Schwules Museum – 25%
• Stasimuseum Berlin – 25%
• The Story of Berlin Museum – 25%
• Trabi Museum Berlin – 50%
• Villa Schöningen – 50%
• Ciudadela de Spandau (Zitadelle) – 25%

ATRACCIONES TURÍSTICAS

• 360° – Berliner Fernsehturm – 25%


• AbenteuerPark Potsdam – 25%
• Air Service Berlin – 25%
• ALBA BERLIN Basketballteam – 50%
• AquaDom & SEA LIFE Berlin – 30%
• Ausstellungs- und Besucherzentrum Glockenturm im
Olympiapark – 50%
• Base Flying by Jochen Schweizer – 25%
• Belvedere auf dem Pfingstberg – 30%
• Berlin Dungeon – 30%
• Berlin Story Bunker – 25%

45
• Berliner Dom – 28%
• Biosphäre Potsdam – die geheimnisvolle Tropenwelt vor den
Toren Berlins – 30%
• Botanischer Garten und Botanisches Museum Berlin-Dahlem –
50%
• Denkmal für die ermordeten Juden Europas – 50%
• EXTAVIUM Potsdam – 25%
• Filmpark Babelsberg – 25%
• Gärten der Welt Berlin – 33%
• GSC Game Science Center – 28%
• Hertha BSC – 25%
• Historische Mühle von Sanssouci – 26%
• KPM Erlebnisausstellung – 100%
• LEGOLAND® Discovery Centre Berlin – 30%
• LOXX am Alex – Miniatur Welten Berlin – 35%
• Madame Tussauds Berlin – 25%
• Olympiastadion Berlin – 28%
• Panoramapunkt – 25%
• RITTER SPORT Bunte SchokoWelt – 25%
• Tierpark Berlin – 25%
• Waldhochseilgarten Jungfernheide – 25%
• Zoologischer Garten / Zoo Aquarium – 25%

PALACIOS

• Palacio de Charlottenburg – 25%


• Palacio de Sanssouci – 3,80 €
• Palacio de Schönhausen – 25%

46
Berlin Pass
La Berlin Pass es una tarjeta turística que permite la entrada gratis
a los museos y monumentos más importantes de la ciudad, así
como a otras atracciones turísticas.

Además, puedes comprar el suplemento de transporte, con el que


podrás hacer un uso ilimitado del transporte público durante su
duración.

¿Hay varios tipos de Berlin Pass?

➔ Sí, hay Berlin Pass para 2 ó 3 días, en modalidad para adultos


(mayores de 14 años) y para niños (de 6 a 14 años).
➔ También puedes elegir si incluye transporte público o no.

¿Cuánto cuesta cada una?

SIN TRANSPORTE PÚBLICO

➢ Berlin Pass adultos: 93 € (2 días) y 115 € (3 días).


➢ Berlin Pass niños: 49 € (2 días) y 59 € (3 días).

CON TRANSPORTE PÚBLICO

➢ Berlin Pass adultos: 109 € (2 días) y 138 € (3 días).


➢ Berlin Pass niños: 59 € (2 días) y 75 € (3 días).

¿Cómo funciona la Berlin Pass?

La Berlin Pass se activa en el momento de la primera utilización. A


partir de ahí comenzarán a contar los días, que deben ser
consecutivos.

¡Ojo! Si activas la Berlin Pass el primer día por la tarde, lo contará


como un día completo (ya que no va por horas, sino por días
naturales). Es decir, si compras la Berlin Pass de 2 días y la activas
un viernes a las 18:00, solo podrás utilizarla durante lo que queda
del viernes y el sábado, y no el domingo hasta las 18:00 horas.

47
¿Dónde puedo comprar la Berlin Pass?

Los mejor es comprarla online desde la web de Berlin Pass, y pedir


que te la envíen a tu domicilio. Es conveniente que lo tramites con
al menos 15 días de antelación al viaje para que te llegue a tiempo.

También puedes comprar la tarjeta online desde tu casa, imprimir el


recibo y recogerla en Berlín, pero esta es una opción con la que
perderás tiempo, ya que te obliga a desplazarte hasta sus oficinas:

• Humboldt Box “Berlin Pass Desk”- Schlossplatz 5, 10178


(Berlín). Abren todos los días de 10:00 a 18:00, excepto el 24
de diciembre.

¿Qué incluye la Berlin Pass?

✔ Uso gratis de los autobuses turísticos durante la duración de la


tarjeta.
✔ Un crucero por el río.

Uso ilimitado del transporte público en las zonas A, B y C (opcional):

✔ Metro (U-Bahn)
✔ Trenes (S-Bahn)
✔ Autobuses
✔ Tranvías

La entrada gratis a más de 60 museos y monumentos:

• Antigua Galería Nacional de Berlín (Alte National Gallery)


• Museo Antiguo (Altes Museum)
• Anne Frank Centre
• AquaDom & SEA LIFE Berlin
• Art Forum at Berliner Volksbank
• Bauhaus Archive
• Berggruen Museum
• Berlin Botanical Museum
• Berlin Dungeon
• Berlin Film Museum
• Berlin Story Museum
• Catedral de Berlín (Berliner Dom)

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• Berlinische Gallery
• Museo Bode (Bode Museum)
• Brücke Museum
• Museo Checkpoint Charlie (Checkpoint Charlie Museum)
• Childhood and Youth Collection
• Church of St. Nicholas
• Communication Museum
• Dahlem Museum
• Düppel Museum Village
• Deutsche Bank KunstHalle
• Museo Egipcio de Berlín (Egyptian Museum Berlin)
• Ephraim Palais Berlin
• Ethnological Museum
• Gemalde Gallery
• Georg Kolbe Museum
• German Technology Museum
• Hamburger Bahnhof
• Museo Judío de Berlín (Jewish Museum Berlin)
• Kunstbibliothek
• Labyrinth Children’s Museum
• LEGOLAND® Discovery Centre Berlin
• MACHmit! Museum
• Madame Tussauds Berlin
• Märkisches Museum
• Medical History Museum
• Middle Eastern Museum
• Museum of Asian Art
• Museum of Decorative Arts
• Museum of Islamic Art
• Museum of Photography
• Museum of Pre-History & Early History
• Musical Instrument Museum
• Natural History Museum
• Nueva Galería Nacional de Berlín (Neue National Gallery)
• Museo Nuevo (Neues Museum)
• Olympiastadion Berlin
• Museo de Pérgamo (Pergamon Museum)
• Scharf-Gerstenberg Collection
• Schwules Museum

49
¿Merece la pena comprar la Berlin Pass?

Depende de cuántos museos y monumentos vayas a visitar, y de si


vas a realizar muchos desplazamientos en transporte público.

No es una tarjeta turística especialmente barata, aunque incluya la


entrada a todos los museos de la Isla de los Museos.

Nuestra recomendación es que escojas primero lo que quieres


visitar y sumes el precio de entradas y transporte, para ver si te
compensa.

50
Qué ver: monumentos y visitas imprescindibles
Berlín es una ciudad ecléctica, dinámica y con muchísimas cosas
que ver y hacer… pero también es una ciudad enorme.

Si estás organizando un viaje a la capital alemana es muy probable


que ya te hayas hecho la pregunta: ¿qué ver en Berlín?
Dependiendo de la duración de tu viaje y del ritmo al que te
apetezca/puedas (¡un saludo para los padres que viajan con niños!)
moverte tendrás tiempo de visitar más o menos lugares, pero para
ayudarte a hacerte una idea aquí va nuestra selección con las
visitas imprescindibles de Berlín.

No olvides echar un vistazo a nuestros itinerarios en Berlín en el


menú de la izquierda para planificar tus rutas por todos estos
lugares.

DOS SÍMBOLOS DE BERLÍN

En todas las ciudades hay una o dos imágenes que nos vienen
automáticamente a la cabeza cuando pensamos en ellas. En el caso
de Berlín, a quién no le suena su inconfundible Puerta de
Brandeburgo coronada por una cuadriga, y quién no ha visto alguna
vez el edificio del Reichstag retratado en esa fotografía que ha
pasado a la historia, donde los soviéticos colocan su bandera sobre
su cúpula tras la toma de Berlín que puso fin a la II Guerra Mundial.

Puerta de Brandeburgo

Esta monumental puerta es, probablemente, el lugar más


fotografiado de Berlín, aunque pocos conocen que también fue la
antigua entrada a la ciudad. De estilo neoclásico, su silueta nos
recuerda lejanamente al Partenón de Atenas y aunque sufrió daños
considerables durante la Segunda Guerra Mundial y quedó aislada
cuando la ciudad fue partida en dos por el muro, la puerta fue
restaurada en los años 90 y ocupa un lugar de honor en los lugares
de interés que ver en Berlín.

Edificio del Reichstag

El edificio del Reichstag alberga el parlamento alemán (e incluso se


permite asistir a alguna sesión), pero lo mejor son las vistas de

51
Berlín que se disfrutan desde su cúpula: para visitarlo hay que
reservar con antelación -lo que nos deja a merced del clima- pero
merece la pena subir para contemplar los alrededores. Además, al
contrario que otros miradores berlineses… ¡el Reichstag es gratis!

BERLÍN HISTÓRICO

Es imposible viajar a Berlín y no acabar empapándose de la historia


de la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial, la Posguerra y la
Guerra Fría que la marcaron más que a cualquier otra ciudad
europea. Aunque afortunadamente ya no hay muros que dividan
Berlín, aún es posible acercarse a los eventos políticos y sociales
que marcaron aquellos años gracias a un buen número de museos,
monumentos y exposiciones:

Muro de Berlín

Poco queda ya del fatídico muro que durante 28 años dividió en dos
Berlín, y que repartía la ciudad entre la República Federal de
Alemania y la República Democrática Alemana. Aunque fue
derribado la noche del 9 de noviembre de 1989 en un acto
televisado en todo el mundo, aún pueden apreciarse algunos restos
del muro dispersos por diferentes lugares de Berlín, y es posible
conocer su historia e implicaciones a través de los diferentes
espacios, museos y exposiciones ligados a él que podemos visitar
en la capital alemana.

East Side Gallery

La East Side Gallery es el mayor tramo de muro que queda en pie


en Berlín, con más de un kilómetro de largo y situada cerca del río
Spree. Convertida en la mayor galería de arte al aire libre del
mundo, hoy en día alberga más de cien murales obra de decenas
de artistas, entre ellos ese que seguro que te sonará, el que
representa el famoso beso (Bruderkuss) entre Erich Honecker y
Leonid Brézhnev durante el 30 aniversario de la RDA, obra del
artista ruso Dmitri Vrúbel. Un imprescindible en Berlín.

Checkpoint Charlie

El paso fronterizo más conocido del muro de Berlín marcó durante


décadas uno de los pocos puntos de conexión entre la RDA y la

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República Federal Alemana. Cruzarlo solo estaba permitido a los
militares que custodiaban el puesto y a algunos diplomáticos, pero
aún así muchos trataron de cruzarlo y no siempre con suerte.
Aunque el puesto que podemos ver hoy en día es una
reconstrucción del original, merece la pena echar un vistazo a un
lugar tan significativo para la historia de Berlín, y de paso acercarse
a conocer el cercano Museo del Muro del Checkpoint Charlie.

Monumento al Holocausto

En el año 2005 se inauguró en Berlín este Monumento a los Judíos


de Europa asesinados durante la II Guerra Mundial a causa del
Holocausto. Se trata de una composición compuesta por grandes
bloques de hormigón de diferentes anchos y alturas que
representan la sinrazón de uno de los episodios más negros de la
historia alemana. El Memorial del Holocaustro no es, desde luego,
un lugar agradable ni donde hacerse fotos pero sí una visita
obligada en una ciudad sacudida especialmente por la guerra y que
finalmente decidió rendir homenaje a sus víctimas.

Topografía del Terror

La antigua Gestapo (policía secreta del régimen nazi) tenía su


central en esta espacio que hoy en día ha sido convertido en una
completa exposición que repasa su historia y la de otros órganos e
instrumentos de poder durante el nazismo. Además, aquí se
conserva una parte del antiguo muro de Berlín. Al igual que el lugar
anterior, esta visita no es precisamente recreativa pero sí realmente
interesante para conocer y profundizar en esta etapa de la historia
reciente de Europa.

Edificio de la Nueva Guardia de Berlín

Este edificio de estilo neoclásico, cuya entrada está flanqueada por


columnas dóricas, fue cuartel de la guardia prusiana durante el XIX
y monumento en homenaje a las víctimas del fascismo en el Berlín
soviético durante el siglo XX y hasta la caída del muro. Su interior
alberga un único elemento: la conocida como Piedad Kollwitz, una
escultura sobrecogedora que representa a una madre sosteniendo
en brazos a su hijo muerto, y que está expuesta a las inclemencias
del tiempo gracias al óculo abierto al cielo sobre ella, para evocar el
sufrimiento de los berlineses en la Segunda Guerra Mundial.

53
Barrio de Nikolaiviertel

Podría decirse que el barrio de San Nicolás es el verdadero centro


histórico de Berlín, pues existe desde nada menos que el siglo XIII,
aunque fue destruido durante la batalla de Berlín y reconstruido ya
a finales de los ochenta. Se trata de una zona poco extensa pero
llena de rincones con encanto, tabernas donde degustar buena
comida alemana y algunos puntos de interés turístico, como la
Iglesia de San Nicolás, la Knoblauchhaus o el Ephraimpalais.

TRES PLAZAS ICÓNICAS

Berlín cuenta con infinidad de plazas pero hay tres de ellas que
constituyen tres hitos en la ciudad y por las que es difícil que no
pases en algún momento de tu viaje:

Alexanderplatz

Quién diría que la plaza más famosa de Berlín, inconfundible


gracias a la altísima Torre de Televisión que se erige en mitad de
ella, fue, en su origen, un mercado de ganado.

Bautizada con su nombre actual tras una visita del zar Alejandro I a
comienzos del XIX, hoy en día es uno de los principales centros
neurálgicos de Berlín, punto de encuentro de turistas y locales y eje
de comunicaciones. Bajo ella, por cierto, se descubrió hace pocos
años el mayor búnker de la Alemania nazi.

Potsdamer Platz

El contrapunto de la plaza anterior lo pone la moderna Potsdamer


Platz, tan moderna como que presume de ser el primer lugar de
Europa donde se instaló un semáforo. Escenario de la Berlinale y de
la vida nocturna berlinesa en general, es una plaza inconfundible
gracias sus tres rascacielos protagonistas: la Kollhoff-Tower, la
Forum Tower y la Bahntower.

Gendarmenmarkt

Dicen de esta plaza que es la más bonita de Europa, ¡nada menos!


No nos atrevemos a afirmar tanto como eso pero lo que sí es cierto
es que Gendarmenmark es una plaza que impresiona por su

54
arquitectura monumental, en la que cobran especial relevancia tres
lugares: la Französischer Dom (Iglesia Francesa), la Deutscher Dom
(Iglesia Alemana) con su característica cúpula, y la Konzerthaus,
uno de los principales auditorios de la ciudad.

EDIFICIOS RELIGIOSOS Y GUBERNAMENTALES

Pues sí: aún nos quedan algunos lugares más para completar este
resumen de qué ver en Berlín. Además de todas las visitas
anteriores, Berlín tiene un par de templos religiosos que merece la
pena visitar y algunos edificios destacables por su arquitectura e
historia.

Catedral de Berlín

Como todas las capitales europeas, Berlín también cuenta con su


propia catedral, construida como un gran templo para concentrar el
culto protestante frente al poder del Vaticano. La catedral de Berlín
no impresiona tanto por fuera como otras catedrales alemanas pero
sin embargo contiene una serie de elementos que hacen la visita
bastante interesante, como la cripta con los sarcófagos de los
miembros de la casa Hohenzollern, una de las principales dinastías
reales de Alemania, o la cúpula central decorada con mosaicos a la
que puedes subir para deleitarte con unas bonitas vistas de la
ciudad.

Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm

Este es, sin duda, uno de los monumentos más curiosos que
podemos visitar en Berlín. Conocida también como Iglesia del
Recuerdo, este pequeño templo luterano fue mandado construir por
el empereador Guillermo II, y se destruyó parcialmente durante la
Batalla de Berlín debido a los bombardeos de los aviones aliados.
Aunque durante años se pensó en reconstruirla, finalmente se optó
por dejarla en el estado semiruinoso en el que hoy la encontramos,
como recuerdo vivo de lo ocurrido entonces.

Palacio de Charlottenburg

Berlín tiene su gran catedral y, como no podía ser menos, también


tiene tu gran palacio. El Palacio de Charlottenburg se sitúa a las
afueras de la ciudad y es una buena excursión de medio día si

55
tienes tiempo suficiente durante tu viaje.

Erigido por el rey Federico I de Prusia en honor a su esposa la reina


Sofía Carlota (de hecho fue bautizado con el nombre de Palacio de
Charlottenburg tras el fallecimiento de esta), este palacio fue
residencia de verano de los reyes y actualmente puede visitarse
para recorrer sus antiguas habitaciones y contemplar una de las
mejores colecciones de Europa de pintura francesa del XVIII.

Rotes Rathaus

En cuanto veas el edificio del Rotes Rathaus te darás cuenta rápido


de por qué es conocido como el Ayuntamiento Rojo de Berlín. Su
peculiar arquitectura resulta inconfundible, y es obra del arquitecto
Hermann Friedrich Waesemann. Su tamaño tiene una explicación, y
es que cuando fue construido en el siglo XIX ocupó el lugar de
varios edificios que había anteriormente en la zona, algunos de la
Edad Media.

Durante la época del muro, sirvió como ayuntamiento para el Berlín


soviético, hasta que en 1991 y tras la reunificación se convirtió
definitivamente en el ayuntamiento central de la ciudad.

BERLÍN ALTERNATIVO

“Alternativo” es un adjetivo un poco absurdo de aplicar a Berlín,


pues la ciudad encierra tal variedad de lugares de interés que no
hace falta esforzarse mucho para encontrar espacios que se salgan
de los típicamente túrístico.

Hackesche Höfe

Este conjunto de patios interiores está declarado Monumento


Histórico y constituye uno de los rincones (no tan secretos, pero
tampoco tan turísticos) más carismáticos de la capital alemana.
Llenos de tiendas, jardines y pequeños locales, merece la pena
dedicarles un paseo y conocerlos.

56
PARQUES Y JARDINES

A pesar del clima frío y húmedo de Berlín durante los meses de


invierno, los berlineses hacen mucha vida al aire libre y no dudan
en ocupar sus parques para hacer deporte, estar con los amigos o
hacer una barbacoa en cuanto el sol asoma. Estos son los
principales parques de la ciudad:

Mauerpark

Este Parque del Muro, que dividía dos barrios de Berlín cuando este
existía, es hoy en día un lugar predilecto para los jóvenes
berlineses, que acuden en masa los fines de semana para echar un
vistazo a su mercadillo de segunda mano, tumbarse al sol o hacer
un poco el ganso en su karaoke.

Tiergarten

Este parque, por su parte, es el principal pulmón verde de la capital


alemana. Situado muy cerca del centro, antaño fue coto de caza
para la realeza y actualmente es escenario del desfile de la Love
Parade y un punto de reunión para todos los berlineses. Se
encuentra muy cerca del zoo de Berlín y de la Puerta de
Brandeburgo y contiene algunos monumentos relevantes como la
Columna de la Victoria.

BERLÍN CULTURAL: PRINCIPALES MUSEOS

Uno de los puntos fuertes de Berlín son, sin duda, sus museos. Y es
que no resulta extraño que una ciudad con una historia tan intensa
y un patrimonio cultural tan vasto cuenta con numerosos museos
para todos los gustos y estilos:

Isla de los Museos

Los museos más importantes de la ciudad se agrupan en torno a la


llamada Isla de los Museos. Si te gusta la historia antigua, no te
pierdas el impresionante Museo de Pérgamo, el cercano Museo
Nuevo (donde puedes saludar al busto de Nefertiti) y el Museo
Bode. Para los amantes de la pintura están el Museo Antiguo y la
Galería Nacional Antigua, que albergan dos magníficas colecciones.

57
Otros museos de interés

Además de la Isla de los Museos, Berlín cuenta con una variedad


interminable de museos temáticos, colecciones privadas abiertas al
público y galerías de arte. Destacan especialmente el Museo de
Historia Natural de Berlín, el Museo Judío, el Museo de la Stasi o el
Museo de la RDA.

RUTAS E ITINERARIOS EN BERLÍN

Para que puedas organizar mejor tus visitas y rutas turísticas por la
ciudad, hemos preparado una serie de itinerarios para visitar Berlín
en 48 y 72 horas e incluso en un solo día. De esta forma ahorrarás
tiempo sin dejarte nada � �Encontrarás nuestros itinerarios en la
parte final de esta guía.

58
Puerta de Brandeburgo
La Puerta de Brandeburgo de Berlín (Brandenburger Tor en alemán)
es sin duda el símbolo por excelencia de la capital alemana.

Protagonista de la mayoría de postales y souvenirs, la Puerta de


Brandeburgo ha sido testigo de los acontecimientos históricos más
relevantes de la historia de Berlín, gracias a su posición privilegiada
en la Pariser Platz, en pleno centro de la ciudad.

Concretamente, la puerta se encuentra en la zona oeste del centro,


en el cruce entre la Avenida Unter den Linden y la Ebertstraße, muy
cerca de otro monumento famoso, el Reichstag.

Esta puerta monumental ha visto desfilar a Napoleón bajo sus arcos


cuando invadió la ciudad (y se llevó a Francia la cuadriga que la
corona); también contempló cómo Berlín se venía abajo con los
bombardeos aliados de la Segunda Guerra Mundial, y quedó en
tierra de nadie cuando la ciudad fue dividida en dos durante buena
parte del siglo XX. En 1989, por fin, se le devolvió su antiguo
protagonismo y fue el escenario escogido para la ceremonia de
reunificación tras la caída del muro de Berlín.

Testigo de la historia de Berlín

A finales del XVIII Federico el Grande, rey de Prusia, mandó


construir una puerta de corte monumental que debía ejercer como
control de fronteras y como una de las principales entradas de la
ciudad (con el crecimiento de Berlín en años posteriores, la Puerta d
Brandeburgo fue quedando en el centro de la ciudad).

El proyecto fue encargado al arquitecto Karl Gotthard Langhans,


que se encargó de poner en marcha la construcción de la Puerta de
Brandeburgo hasta su inauguración en 1791. Dos años después se
le añadió la cuadriga conducida por la diosa de la Paz de la parte
superior.

Pero la paz le duró poco tiempo… como te decíamos antes,


Napoleón invadió Prusia en 1806 y mandó llevarse la cuadriga a
París. Unos años después, los prusianos recuperaron la cuadriga al
resultar vencedores de las Guerras Franco-Prusianas, pero al
devolverla a Berlín, le hicieron un pequeño cambio: la diosa de la

59
Paz fue convertida en diosa de la Victoria, portando un águila
prusiana y una cruz de hierro.

En 1933, tras su victoria en las elecciones, el Partido Nazi de Hitler


desfiló bajo la Puerta de Brandeburgo, y con el fin de la Segunda
Guerra Mundial la puerta sufrió serios daños, al igual que la ciudad,
ocupada por las fuerzas soviéticas y aliadas. Una de las imágenes
más famosas de la Segunda Guerra Mundial es la de los dos
soldados soviéticos portando la bandera de la URSS tras la batalla
de Berlín, con la Puerta de Brandeburgo al fondo.

Cuando se construyó el muro de Berlín que partió la ciudad, la


Puerta de Brandenburgo quedó en medio, en una zona neutral a la
que no se tenía acceso. Con la caída del muro en 1989, la puerta se
convirtió en símbolo de la Alemania reunificada y miles de
berlineses lo festejaron junto a ella.

Una curiosidad: cuando la Puerta de Brandeburgo fue restaurada


para volver a abrirla al público, se eliminó la cruz de hierro que
portaba la Victoria de la cuadriga, por considerarse un símbolo del
poder totalitario.

Una puerta alemana de inspiración griega

La Puerta de Brandeburgo está directamente inspirada en la


Acrópolis de Atenas: hecha en arenisca, está separada en tres
cuerpos. El cuerpo central cuenta con cinco entradas separadas por
columnas dóricas. De estilo neoclásico, sus tres accesos centrales
estaban destinados a la realeza, y los laterales al resto de la
población.

Tiene casi 30 metros de altura y más de 65 metros de ancho, y en


su parte superior luce la escultura de la cuadriga de bronce
conducida por la diosa griega de la Victoria, Niké.

La puerta cuenta también con decoración inspirada en figuras


mitológicas, tanto en la parte interior como en las metopas.

Visitar la Puerta de Brandeburgo

Hoy en día, la Puerta de Brandeburgo es uno de los principales


puntos de reunión para los berlineses, que se juntan frente a ella

60
para dar la bienvenida al nuevo año durante la Nochevieja, para
manifestarse o para celebrar algún tipo de evento.

Desde hace ya más de una década, la Puerta de Brandeburgo


permanece cerrada al tráfico, por lo que puedes pasear bajo sus
arcos y verla con tranquilidad, y es completamente gratis.

➢ Dirección: Pariser Platz, Berlín.


➢ Cómo llegar: Metro: Brandenburger Tor (línea U55)/Tren:
Brandenburger Tor (líneas S1, S2 y S25)/Autobús: Nº 100.
➢ Horario: abierta 24 horas.
➢ Precio: gratis.

61
Reichstag (Parlamento Alemán)

El edificio del Reichstag de Berlín se encuentra en pleno centro y es


la sede del parlamento alemán (Bundestag) desde finales del siglo
XIX.

Es en el Reichstag donde se nombra al presidente de gobierno


alemán cada cuatro años; pero además de su función política, este
edificio tiene una vertiente turística, pues se puede visitar para
conocerlo por dentro y para subir a su gran cúpula central, por la
que se puede caminar para disfrutar de una de las mejores
panorámicas de Berlín.

Un poco de historia

Cuando nació el Imperio Alemán a finales del XIX, tras la victoria en


la Guerra Franco-Prusiana, y con la incorporación de nuevos
parlamentarios al gobierno, se hizo necesario buscar un lugar de
reunión para el Reichstag en Berlín que pudiera acogerlos a todos.

El lugar que más convencía a todos para levantar este nuevo


edificio del Parlamento era un solar que pertenecía a un
coleccionista privado de arte, el conde Raczynski, poco dispuesto a
ceder esas tierras. Pero con su muerte la cuestión quedó resuelta, y
su hijo aceptó una indemninazión a cambio de expropiar el solar.

Tras convocar un concurso público que concedió el proyecto a los


arquitectos Paul Wallot y Friedrich von Thiersch, en el año 1884 se
puso, por fin, la primera piedra del Reichstag.

Hay una anécdota relacionada con la inauguración de las obras del


Reichstag: cuando el Káiser Guillermo golpeó simbólicamente con
un martillo esta piedra, el martillo se rompió en varias partes.

Lo cierto es que las malas lenguas cuentan que al Káiser nunca le


gustó este edificio, y se dedicó a discutir con Wallot, uno de los
arquitectos encargados del proyecto, hasta que este último terminó
abandonándolo.

De hecho, la inscripción de la parte frontal del Reichstag, donde


puede leerse “Dem Deutschen Volke” (Para el pueblo alemán), no
pudo ser incorporada hasta años después de su inauguración, como

62
era deseo de Wallot, por los continuos boicots del Káiser Guillermo I.
Hay quien dice que este último veía con recelo que la cúpula del
Reichstag tuviera mayores dimensiones que la del Palacio Real.

El Reichstag hoy, sede del Parlamento Alemán (Bundestag)

Finalmente, el edificio del Reichstag fue terminado en 1894, aunque


hasta adquirir el aspecto con el que podemos contemplarlo hoy en
día ha pasado por numerosas remodelaciones.

De estilo neorrenacentista, el Reichstag trató de simbolizar desde el


principio la reunificación alemana, con la idea de que todos sus
estados miembros se vieran representados en él.

Durante la Segunda Guerra Mundial fue uno de los edificios peor


parados de Berlín (quién no ha visto esas famosas fotografías de la
época con la cúpula del Reichstad derruida).

Y aunque en los años sesenta se llevaron a cabo algunos trabajos


de reconstrucción para devolverle su aspecto original, no sería
hasta finales de los 90 cuando el Reichstad volvería a lucir todo su
esplendor, aunque eso sí, con una cúpula transparente mucho más
moderna que la original de piedra, y obra del famoso arquitecto
Norman Foster. Esta cúpula fue levantada en un momento crucial
de la historia del país, tras la caída del muro, con la idea de evocar
el progreso y un nuevo futuro para Alemania (aunque provocó cierta
controversia).

La visita: subir a la cúpula del Reichstag

La gran cúpula transparente del Reichstag se puede visitar gratis, y


constituye un magnífico mirador de Berlín. La parte “mala” es que
hay que reservar la visita con antelación, escogiendo un día y hora
concretos, lo cual teniendo en cuenta el clima de Berlín puede ser
un poco arriesgado. Vamos a ver cómo hacerlo.

Cómo reservar la visita a Reichstag

Para visitar el Reichstag debes reservar un día y una hora con


antelación en su web: https://visite.bundestag.de

➔ Hay dos tipos de visitas: una visita guiada por el parlamento

63
con acceso a la cúpula, o solo el acceso a la cúpula (la visita
guiada solo puede solicitarse para el mes actual y los dos
meses siguientes como máximo, y la visita a la cúpula para el
mes actual y el siguiente).
➔ Cuando escojas cuál quieres hacer, tendrás que rellenar el
formulario online en el que te pedirán el nombre y un email de
contacto de la persona que realiza la reserva.
➔ Una vez completado y enviado el formulario online, te
enviarán un enlace a ese email para confirmar tu solicitud y
hacer un listado de visitantes (te pedirán nombre completo y
fecha de nacimiento de todas las personas que vayan a visitar
el Reichstag y os solicitarán la identificación para comprobarlo
al entrar al monumento).
➔ Hecho esto, ya solo queda esperar un nuevo email en el que te
darán por válida la reserva.

Si no tengo reserva previa, ¿puedo visitar el edificio del Reichstag?

Visitar el Reichstag sin reserva previa es difícil pero no imposible.

➔ Tienes que dirigirte al centro de visitantes cercano al


Reichstag, en la Scheidemannstraße. Si queda algún hueco
libre te lo asignarán y te darán una autorización. Como mínimo
debes acudir a solicitarlo con dos horas de antelación respecto
a la visita, y puedes solicitar la entrada para ese día o para
cualquiera de los dos días siguientes.
➔ El centro de visitantes abre todos los días de 08:00-18:00
horas (noviembre-marzo) y de 08:00-20:00 horas (abril-
octubre).

➢ Dirección: Platz der Republik 1, Berlín.


➢ Cómo llegar: metro: Bundestag (línea U55)/Autobús: nº 100.
➢ Horario: todos los días de 08:00-00:00 horas. Las visitas a la
cúpula se hacen cada 15 minutos (la última entrada es a las
22:00 horas). Cerrado el 24 de diciembre y el 31 de diciembre
desde las 16:00 horas.
➢ Precio: gratis.

64
Muro de Berlín

No hay duda de que historia reciente de la capital alemana tiene un


protagonista indiscutible: el muro de Berlín.

Construido unos años después del fin de la Segunda Guerra


Mundial, que había dejado completamente devastada la ciudad en
su batalla final, el muro separó Berlín durante 28 años, y no solo
Berlín: separó calles, avenidas y plazas. Separó familias y amigos y,
en definitiva, separó dos sistemas económicos, dos formas de vida,
dos tipos de sociedad que durante casi tres décadas vivieron
pegadas, pero sin relacionarse.

La construcción del muro

Tras la batalla de Berlín, que puso fin al gobierno de Hitler,


atrincherado en la ciudad con los últimos efectivos del ejército nazi,
y que supuso una destrucción masiva de la ciudad (a lo largo de la
Guía Nómada de Berlín comprobarás que pocos monumentos,
museos y lugares de interés turísticos se salvaron de los
bombardeos), la capital alemana quedó prácticamente en
escombros.

Las fuerzas aliadas y los soviéticos decidieron dividir la ciudad en


cuatro sectores (inglés, estadounidense, francés y soviético) que
administraría cada uno de los respectivos países vencedores, como
forma de evitar un resurgimiento del nazismo (al menos, esta fue la
teoría oficial) y facilitar su control directo sobre los recursos del país
que había puesto en jaque a todo el mundo occidental. La realidad
es que impusieron a Alemania unas durísimas reparaciones de
guerra, quizás en represalia porque las que habían sufrido ellos
mismos tras la Primera Guerra Mundial.

Pocos años después, los sectores estadounidense, inglés y francés


se unieron para formar la que se conocería como República Federal
Alemana. La zona soviética, por su parte, sería bautizada como la
República Democrática Alemana (RDA).

El muro no existía todavía por entonces, pero una noche de agosto


de 1961, los soviéticos decidieron levantar un muro provisional en
algunas partes de la ciudad debido al éxodo constante de
berlineses -sobre todo, trabajadores cualificados- desde el Berlín

65
oriental al occidental (donde se consideraba que se gozaba de
mayor prosperidad económica y era mucho más sencillo adquirir
ciertos productos en el mercado negro). Además, durante la noche
de ese 12 de agosto los soviéticos cerraron la mayoría de pasos
fronterizos entre una zona y otra, y los berlineses amanecieron al
día siguiente con una ciudad dividida, ahora también físicamente,
en dos partes.

Pese a las protestas iniciales de quienes tenían familia en la RFA (e


incluso trabajan en ella aunque vivieran en el sector soviético), el
muro siguió adelante y su estructura fue reforzada en los días
siguientes hasta pasar de ser una pared de ladrillos a una pared de
hormigón de casi 150 kilómetros que parecía infranqueable. Las
líneas de transporte público fueron cortadas, a excepción del metro,
que continuó circulando bajo tierra pero sin parar, eso sí, en las
estaciones de metro que quedaban en el lado soviético.

Como era de esperar, los intentos de cruzar al otro lado del muro
por parte de la población del Berlín soviético no cesaron: durante
los 28 años de existencia del muro, más de un centenar de
personas murieron tratando de atravesarlo (por caídas y, sobre
todo, por las heridas causadas por los disparos de los soldados que
custodiaban el muro y tenían órdenes de disparar contra todo aquel
que tratase de saltarlo). Puedes conocer muchas de estas historias
personales si visitas el Muro del Muro del Checkpoint Charlie, donde
se exponen fotografías, textos e incluso algunos objetos utilizados
para camuflarse por aquellos que intentaron cruzar el muro de
Berlín.

Así nació el que para los soviéticos era un muro de protección


antifascista destinado a evitar el éxodo de profesionales a la Europa
occidental; las antiguas fuerzas aliadas los bautizarían como el
muro de la vergüenza y para ambas partes, el muro encarnaba la
representación física de dos sistemas enfrentados durante buena
parte del siglo XX.

1989: el año de la caída del muro de Berlín

La noche del 9 de noviembre de 1989 ocurrió algo que los


berlineses habían anhelado durante años: cayó el muro de Berlín.
Cualquiera que viviera en aquellos años recordará cómo todas las
televisiones retransmitieron en directo a miles de berlineses

66
pasando de un lado a otro, celebrando el reencuentro con familiares
y amigos, ajenos todavía, probablemente, a todas las ventajas e
inconvenientes que conllevaría la reunificación de la ciudad.

La caída del muro de Berlín sirvió también como uno de los hitos
utilizados por la mayoría de historiadores contemporáneos a la hora
de marcar el inicio del fin de la Guerra Fría.

Pero… ¿qué sucedió para que cayera el muro de Berlín? En este


acontecimiento, como en la mayoría de hechos históricos
significativos, entraron en juego varios factores que precipitaron
este final: una URSS cada vez más debilitada (cuya desintegración
se materializaría pocos años después), las presiones de la
comunidad internacional y, sobre todo, la apertura de la frontera
entre Austria y Hungría, pues este último país pertenecía al bloque
soviético y al facilitar el paso a la Europa occidental, precipitó un
éxodo de alemanes que viajaban hasta Hungría y cruzaban a
Austria sorteando el muro.

Las manifestaciones por parte de los ciudadanos de la RDA no se


hicieron de rogar y pronto las calles del Berlín soviético se llenaron
de protestas que reivindicaban la apertura, de una vez por todas,
de los pasos fronterizos.

Fue a raíz de un pequeño error por parte de un funcionario soviético


que el muro cayó exactamente la noche del 9 de noviembre. En una
rueda de empresa donde este informaba de que se había decidido
facilitar el acceso al Berlín occidental, al ser preguntado por un
periodista italiano acerca de la fecha en que entraría en vigor esta
medida, el funcionario respondió “de inmediato” (pese a que
entraba en vigor al día siguiente), lo que precipitó que un buen
número de aquellos habitantes de la RDA que estaban siguiendo la
rueda de prensa por televisión se lanzaran a las calles martillo en
mano directos al muro, donde la euforia por tirarlo abajo se
extendió durante toda aquella noche.

Dónde ver el muro de Berlín: lo que queda en la actualidad

En la actualidad podemos contemplar por todo Berlín algunos restos


aislados del muro, testigos mudos del triste pasado de una ciudad
que permaneció dividida durante más de 25 años. Estos son los
lugares de Berlín donde se puede ver el muro:

67
East Side Gallery

Aunque la caída del muro de Berlín concluyó con la destrucción casi


total del muro, aún podemos ver en la ciudad una parte del mismo
que se ha conservado en la llamada East Side Gallery. La idea fue
de un artista alemán, Bodo Sperling, que propuso conservar parte
del muro de Berlín para convertirlo en un espacio dedicado al arte
reivindicativo, donde cientos de artistas internacionales pudieran
plasmar sus obras. De este modo, el muro de Berlín se convertía en
la mayor galería de arte al aire libre del mundo, en la que durante
más de un kilómetro podemos pasear para contemplar los coloridos
murales de un centenar de artistas que, fundamentalmente, se
centran en expresar lo que el muro supuso para los berlineses en
un ejercicio de pacifismo.

Potsdamer Platz

Además de la East Side Gallery, puedes ver partes aisladas de muro


en varias zonas de la ciudad, como la Potsdamer Platz, en cuyo
centro hay un par de paredes originales del muro.

Barrio de Prenzlauer Berg

Justo al salir de la estación de metro que lleva al corazón de este


barrio (Bernauer Straße, línea 8) también encontrarás paneles
explicativos con la historia del muro, algunos restos del mismo y
una hilera metálica que recuerda por dónde dividía el barrio el
antiguo muro de Berlín.

Topografía del Terror

Asimismo, exposiciones gratuitas como la de Topografía del Terror


documentan lo sucedido en aquellos años de guerra y posguerra.

Checkpoint Charlie

Otros lugares, como el Checkpoint Charlie (uno de los pasos


fronterizos más famosos entre el Berlín occidental y el oriental),
continúan siendo testigos vivos -aunque muy turísticos- de la
existencia del muro de Berlín.

68
East Side Gallery
La East Side Gallery de Berlín es el mayor tramo del antiguo muro
conservado en la ciudad a día de hoy. Situada entre los barrios de
Friedrichshain y Kreuzberg, en la en la Mühlenstrasse y junto al río
Spree, parece que la East Side Gallery se extiende medio olvidada
por los propios berlineses, único testimonio real de la existencia del
muro durante más de veinte años, testigo de un pasado que
probablemente no les apetece revivir.

Aún así, los turistas se ven atraídos por este lugar en el durante
algo más de un kilómetro, podemos contemplar lo que quedó en pie
del muro de Berlín tras aquel 9 de noviembre de 1989 en que los
berlineses lo tiraron abajo (y aparte de unos cuantos fragmentos
sueltos repartidos aquí y allá por toda la ciudad).

El muro de la vergüenza que se convirtió en galería de arte urbano

¿Qué tiene de especial, aparte de su valor histórico, la East Side


Gallery? Pues que como su propio nombre indica, ha sido convertida
en galería al aire libre (una de las mayores del mundo, de hecho),
en la que cientos de artistas procedentes de diferentes países han
plasmado su particular visión de lo que el muro de Berlín significó
para la sociedad contemporánea. En general, el hilo conductor de
toda la exposición es una especie de oda a la libertad que denota el
optimismo que se vivió por entonces con el fin de la Guerra Fría,
salpicada de algún que otro mensaje reivindicativo.

Son aproximadamente un centenar de obras las que se exiben en la


East Side Gallery, de forma completamente accesible y gratuita,
para todo aquel que quiera acudir a verlas.

Una curiosidad: en el año 2006 una parte de la East Side Gallery fue
desplazada para poder construir un acceso sobre el río Spree,
moviendo un tramo del antiguo muro unos 50 metros (el resto
continúa en su emplazamiento original, en el que marcó la frontera
entre la zona de Berlín controlada por los aliados y la zona
soviética, la de la RDA).

Los murales más famosos de la East Side Gallery

Seguro que has visto muchísimas veces esa conocida imagen de

69
dos hombres dándose un beso fraternal en la boca para sellar un
pacto político, gesto típicamente soviético. Se trata de Brezhnev
(presidente de la URSS desde finales de los sesenta hasta principios
de los ochenta) y Honecker, Jefe de Estado de la RDA hasta la caída
del muro, cuando fue encarcelado (exiliándose después a Chile,
donde murió). Pues bien: en la East Side Gallery encontrarás el
mural que representa esta imagen, obra del pintor ruso Dmitri
Vrúbel.

Otro de los murales más famosos son el del coche Trabi (vehículo
típico de los tiempos de la RDA) atravesando el muro, obra de Birgit
Kinder, o el de las coloridas caras del artista francés Thierry Noir.

Una visita imprescindible

Lo malo es que en los últimos tiempos, a causa de diversos actos


vandálicos, el ayuntamiento de Berlín se ha visto obligado a
proteger con verjas algunos de los murales más famosos, por lo que
hacerse una foto junto a ellos (o simplemente de ellos) es tarea
difícil.

De hecho, con motivo del vigésimo aniversario de la caída del muro,


se propuso a algunos de estos artistas la restauración de sus obras.
Algunos aceptaron de buen grado; otros rechazaron “arreglarlas”
manifestando su descontento con la deficiente política de
mantenimiento de los murales que se había llevado a cabo hasta el
momento.

No obstante, nosotros te recomendamos visitar la East Side Gallery


de Berlín de todas formas, pues se trata de un lugar con un
significado especial para la historia reciente de la ciudad y de
Europa. A pesar de estar algo alejada del centro y de otros lugares
de interés turístico, merece la pena darse el paseo hasta allí y está
bien comunicada en transporte público.

Al terminar de recorrer la East Side Gallery (aconsejamos empezar


por el lado más cercano a la Ostbahnhof) no olvides echar un
vistazo a la parte posterior del muro, que también está decorada
con arte urbano de todo tipo. Después te aconsejamos cruzar el
Oberbaumbrücke, el puente sobre el río Spree, para llegar hasta
Kreuzberg, uno de los barrios más atractivos de Berlín por su
ambiente desenfadado (y bastante hipster, todo hay que decirlo).

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➢ Dirección: Mühlenstraße 1, Friedrichshain, Berlín.
➢ Cómo llegar: tren: Ostbahnhof (líneas S3, S5, S7 y S9) y
Warschauer Straße (líneas S3, S5, S7 y S9)./Metro: Warschauer
Straße (línea U1).
➢ Horario: abierta 24 horas.
➢ Precio: gratis.

71
Checkpoint Charlie
EEl Checkpoint Charlie en Berlín es un lugar icónico en la ciudad,
aunque cuando lo ves por primera vez puede que pienses: “¿y esto
es todo?”.

Y es que lo cierto es que este antiguo paso fronterizo que funcionó


durante toda la existencia del muro de Berlín es más famoso por lo
que simboliza que por su interés en sí, pues era el punto donde
confluían la RDA, de influencia soviética, y la zona de control
estadounidense.

Historia del Checkpoint Charlie

Aunque existían varios pasos fronterizos en Berlín, fue el


Checkpoint Charlie el que adquirió más fama. Por él pasaron
funcionarios, militares y diplomáticos soviéticos y americanos, los
únicos autorizados a utilizar este paso que hoy se encuentra en el
cruce entre la Zimmerstraße y la Friedrichstraße, la principal
avenida de compras de Berlín, flanqueado por una cuantas tiendas
de marcas conocidas y algún que otro restaurante de comida
rápida, que confieren un aspecto cuando menos curioso a este
lugar histórico.

Este paso fronterizo estuvo en activo hasta la caída del muro en


1989, y fue demolido pocos meses después de la misma.

Escenario famoso de la historia reciente de Berlín

En 1961 el Checkpoint Charlie fue el escenario donde se


enfrentaron (sin grandes consecuencias) tanques soviéticos y
americanos; este episodio no fue más que una demostración de
fuerza por parte de unos y otros, provocado por la intención por
parte de la RDA de limitar los poderes de la RFA al otro lado de la
ciudad.

Pero sin duda, el acontecimiento más trágico que tuvo lugar aquí
fue la muerte del joven Peter Fechter, que trató de cruzar desde el
lado soviético, pero fue disparado por los guardias y quedó
malherido en el lugar. Una hora después, murió desangrado en el
Checkpoint Charlie sin recibir ningún tipo de ayuda por ninguna de
las dos partes, a las que la comunidad internacional acusó de

72
pasividad. Actualmente podemos ver un monumento en su honor
en la propia Zimmerstraße.

Visitar el Checkpoint Charlie

En el año 2000 se decidió reconstruirlo y hoy podemos ver en él


una reproducción bastante fidedigna del puesto de control que
existió en el Checkpoint Charlie durante buena parte del siglo XX,
con la caseta y los sacos apilados frente a ella (e incluso un par de
“soldados” custodiándolo que se ofrecen a hacerse fotos con los
turistas).

También podemos ver en él una réplica de ese famoso cartel que


advertía que estabas abandonando el sector americano, y el retrato
de un soldado de la RDA y de un soldado de la RFA en la otra cara.

Museo del Muro del Checkpoint Charlie: turístico y prescindible

Junto al Checkpoint Charlie encontrarás el Museo del Muro del


Checkpoint Charlie, un museo muy conocido y sin embargo -en
nuestra opinión- algo confuso. Su exposición repasa la historia del
muro de Berlín y de la división de la ciudad, pero de forma bastante
desordenada y no muy didáctica, por lo que salvo que vayas con
tiempo de sobra o te interese mucho, no es un museo
imprescindible.

La verdad es que puedes conocer la historia del muro a través de


todas las exposiciones al aire libre que hay dedicadas a él por toda
la ciudad (tienes varias concentradas en el barrio de Prenzlauer
Berg y en la propia Zimmerstraße); paseando por Berlín encontrarás
además innumerables referencias y puntos de interés relacionados
con el muro, así como marcas que señalizan por donde pasaba: solo
hay que ir con los ojos bien abiertos :)

➢ Dirección: Friedrichstraße 43-45, Berlín.


➢ Cómo llegar: metro: Kochstraße (línea 6).
➢ Horario: abierto 24 horas.
➢ Precio: gratis.

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Memorial del Holocausto (Monumento a los judíos de Europa
asesinados)
Laberíntico, gris y algo perturbador. Así es el Memorial del
Holocausto (también conocido como Monumento a los judíos de
Europa asesinados), uno de los principales puntos de interés
turístico de Berlín.

Situado a dos pasos de la Puerta de Brandeburgo, frente a una de


las entradas del Tiergarten, este Monumento al Holocausto judío fue
inaugurado en el año 2005, durante la conmemoración del Día de la
Victoria. Desde entonces, recibe cientos de turistas al día, que se
fotografían entre los bloques de hormigón o se sientan a descansar
sobre ellos ajenos muchas veces al significado del lugar.

A finales de los noventa, cuando el muro de Berlín ya era solo un


recuerdo, el gobierno alemán decidió construir un monumento en la
ciudad dedicado a las víctimas judías del nazismo. Tras la
convocatoria de un concurso público para su realización, el proyecto
ganador fue el del arquitecto norteamericano Peter Eisenman.

Un mar de bloques de hormigón

El aspecto del Monumento a los Judíos de Berlín sorprende al verlo


por primera vez: lo primero que te viene a la cabeza es que
recuerda a un cementerio. Y es que se trata de una composición de
más de 2700 estelas de hormigón con diversos tamaños y alturas y
situadas a diferentes niveles del suelo; gracias a esta disposición
asimétrica y a las ondulaciones del terreno, da la sensación, al
perderse entre las hileras de bloques, de encontrarse en una
especie de laberinto mareante. Y esa era precisamente la idea del
creador del proyecto: desubicar al visitante para recrear el miedo,
la angustia, el sentimiento de pérdida y el desasosiego de las
víctimas judías.

Un monumento controvertido

Parece que en Berlín cualquier monumento ligado a lo sucedido


durante el nazismo y la Segunda Guerra Mundial no está exento de
polémica; y es que en el caso del Monumento a los Judíos de Europa
asesinados la controversia estaba servida en bandeja, pues una de
las empresas encargadas de suministrar el recubrimiento anti

74
graffiti de los bloques fue acusada de haber estado vinculada en el
pasado ya no solo al nazismo, sino directamente a la producción de
Zyklon B, el pesticida utilizado en las cámaras de gas de los campos
de exterminio nazis.

Bien fuera por el carácter práctico que tanto caracteriza a los


alemanes; bien fuera a modo de reconciliación con su pasado más
reciente, lo cierto es que, a pesar de las críticas de la comunidad
judía, se decidió continuar colaborando con esta empresa.

La visita al Monumento del Holocausto

Además del monumento en sí, existe un punto de información al


visitante situado debajo, que incluye una completa exposición
dedicada al Holocausto y dividida en cuatro espacios, entre los que
destaca la Sala de los Nombres, un pequeño homenaje a todas las
víctimas judías conocidas, cuyos nombres se recuerdan proyectados
en las paredes y acompañados de una breve biografía.

Si vas a realizar esta visita te aconsejamos coger la audioguía;


cuesta 4 € y te ayudará a comprender mejor la exposición.

➢ Dirección: Cora-Berliner-Straße 1, Berlín.


➢ Cómo llegar: metro: Brandenburger Tor (línea U55)/Tren:
Brandenburger Tor (líneas S1, S2 y S25)/Autobús: Nº 100.
➢ Horario:

Monumento del Holocausto

• Accesible 24 horas de lunes a domingo.

Centro de visitantes

• Martes a domingo de 10:00-20:00 horas (abril-septiembre).


• Martes a domingo de 10:00-19:00 horas (octubre-marzo).
• Cerrado de 24 al 26 de diciembre y el 31 de diciembre a partir
de las 16:00 horas.

➢ Precio: gratis/Audioguía del centro de visitantes: 4 €

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Topografía del Terror

Que la capital alemana tiene un pasado reciente cuando menos,


oscuro, no es una sorpresa para nadie a estas alturas. En la galería
Topografía del Terror de Berlín queda patente que la ciudad fue
escenario de uno de los episodios más negros de la historia
alemana, gracias a su completa exposición dedicada a los
instrumentos de represión utilizados por el Estado durante el
nazismo.

Una ubicación nada casual

En el lugar donde hoy encontramos la exposición Topografía del


Terror se ubicaron antaño las oficinas centrales de la Gestapo
-policía secreta de los nazis- y de las SS -servicio de seguridad del
régimen-, y también la oficina central de la Seguridad del Reich.
Contaban con una cárcel propia situada en este mismo lugar, y
como podrás imaginar, aquí se tomaron muchas de las decisiones
que desembocaron en algunas de las operaciones más cruentas del
nazismo.

Con el fin de la Segunda Guerra Mundial, el espacio cayó en el


olvido, como era de esperar en una ciudad como Berlín, que
arrastraba todavía los traumas de la guerra.

El lugar estuvo prácticamente abandonado hasta que en 1987 se


decidió volver a darle uso con una perspectiva diferente y con la
distancia y objetividad que da el paso de los años, pensando que
los crímenes del nazismo debían ser conocidos y recordados por
todos en una exposición temporal que, dada la afluencia de
visitantes, terminaría convirtiéndose en Topografía del Terror, un
centro de documentación permanente.

La exposición más completa sobre el nazismo

De todas las exposiciones y museos dedicados al nazismo en Berlín


(y no son pocas), puede que esta sea la más completa, exhaustiva
-y menos tendenciosa- de todas. Además, la entrada es gratis, por
lo que merece la pena acercarse a verla si te interesa la historia de
este período, y sobre todo si simplemente quieres profundizar en el
conocimiento de la historia reciente de Berlín, lo que te ayudará a
ver con otros ojos muchas de tus visitas en la ciudad.

76
¿Qué encontraremos en Topografía del Terror? Textos originales,
vídeos, grabaciones y muchas, muchísimas fotografías que nos
trasladan al período del nazismo y sus principales instituciones.

En Topografía del Terror podremos conocer cómo funcionó la


implantación del nazismo en el resto de países europeos; cómo se
instauró una política de control social y político semejante en
Europa;

El único inconveniente de la exposición es que todos los textos


están en alemán y en inglés, por lo que si no te manejas con alguno
de los dos idiomas te será más difícil seguirla.

El edificio que alberga la exposición permanente de Topografía del


Terror también cuenta con espacios dedicados a exposiciones
temporales, una cafetería y una de las mejores bibliotecas de
Europa dedicadas al nacionalsocialismo, pues cuenta con casi
20.000 obras y numerosas revistas especializadas, vídeos y
fotografías que están a disposición de cualquiera interesado en
investigar este período.

Visitar Topografía del Terror

✔ La visita completa a Topografía del Terror te llevará algo más


de una hora, dependiendo de cuánto te entretengas en cada
panel.
✔ Además, se ofrecen visitas guiadas gratis, en alemán
(domingos a las 14:00 horas) y en inglés (domingos a las
15:30 horas), a las que te puedes apuntar llegando al menos
media hora antes, y que tienen una hora de duración.
✔ Si viajas en grupo, también hay visitas guiadas en español
para un mínimo de 7 personas (en este caso, cuestan 70 € en
total). No hace falta reservar con antelación, puedes acudir
con tu grupo directamente al mostrador de información de la
entrada y solicitarla.
✔ Todas las instalaciones de Topografía del Terror están
adaptadas para personas con movilidad reducida.
✔ Al finalizar tu visita a la exposición, te aconsejamos dar una
vuelta por los terrenos que rodean el edificio, donde podrás
apreciar una buena parte del muro de Berlín que aún se
conserva en este espacio (casi 200 metros de muro), además
de los cimientos y restos murales de las oficinas que

77
albergaron las instituciones del nazismo mencionadas antes.

➢ Dirección: Niederkirchnerstraße 8, Berlín.


➢ Cómo llegar: metro: Potsdamer Platz (línea U2)/Tren: Potsdamer
Platz (líneas S , S1, S2 y S25).
➢ Horario: todos los días de 10:00-20:00 horas/Cerrado 24 y 31
de diciembre y 1 de enero.
➢ Precio: gratis.

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Edificio de la Nueva Guardia
El edificio de la Nueva Guardia de Berlín (Neue Wache) es una visita
breve pero obligada en el centro de la capital alemana, en plena
avenida Unter den Linden; además de por su arquitectura, merece
la pena visitarlo por la escultura de La Piedad de Kollwitz que
alberga en su interior, y que rinde homenaje a las víctimas de la
guerra.

Un buen ejemplo de neoclásico

El edificio donde se custodia La Piedad, situado junto al Museo de


Historia Alemana, constituye uno de los mejores ejemplos de
arquitectura neoclásica en Berlín. Con su apariencia de templo
griego y su portada dórica, es obra de Friedrich Schinkel, arquitecto
alemán y principal representante del Neoclasicismo en el país.

Construido a principios del XIX, el edificio de la Nueva Guardia de


Berlín fue utilizado, en un primer momento, como puesto de
guardia de los soldados prusianos (de ahí su nombre).

A comienzos del XX su estructura sufrió algunas modificaciones,


como la apertura de una linterna en el techo, obra de Heinrich
Tessenow. Este óculo está completamente abierto al cielo, y además
de la luz, deja pasar la lluvia, el frío y la nieve sobre la escultura de
La Piedad, simbolizando cómo una madre protege a su hijo pese a
cualquier circunstancia.

La Piedad de Kollwitz

Como te comentábamos, en el Edificio de la Nueva Guardia se


custodia la escultura de La Piedad de Kollwitz; una obra que
sobrecoge por sí misma y también por el espacio donde se
encuentra, situada en el centro de una sala en penumbra, gris,
vacía, y expuesta a las inclemencias del clima.

La escultura es obra de la artista alemana Käthe Kollwitz -una de las


mejores representantes de la corriente bautizada como realismo
crítico– y su nombre real es Madre con hijo muerto.

La Piedad de Berlín ha sido utilizada a lo largo del siglo XX para


homenajear a distintas víctimas; primero, a las de la Primera Guerra

79
Mundial. Durante la Segunda Guerra Mundial los nazis utilizaron el
edificio para fines militares y este sufrió daños severos. Ya en los
años sesenta, durante la época de división de Berlín, la RDA enterró
bajo el suelo del edificio los restos mortales de un soldado sin
identificar, víctima de la guerra, para recordar a las víctimas del
fascismo por parte de la RDA.

Hoy en día, la Nueva Guardia es un memorial en recuerdo de las


víctimas de todas las guerras, y desde comienzos de los noventa, la
escultura de La Piedad que fue allí llevada es su imagen más
representativa.

Te aconsejamos no perderte su visita; se puede entrar gratis y es un


lugar poco frecuentado por los turistas, pero merece la pena verlo,
pues sin duda es uno de los espacios más emotivos de Berlín.

➢ Dirección: Unter den Linden 4, Mitte, Berlín.


➢ Cómo llegar: metro: Französische Straße o Friedrichstraße (línea
U6)/Autobús: nº 100 y 200.
➢ Horario: todos los días de 10:00-18:00 horas.
➢ Precio: gratis.

80
Nikolaiviertel
Conociendo la historia reciente de la capital alemana, uno podría
pensar que poco quedará en pie anterior a la primera mitad del
siglo XX, teniendo en cuenta que el bombardeo de la ciudad que
puso fin a la Segunda Guerra Mundial la dejó cubierta de escombros
prácticamente en su totalidad.

El barrio de Nikolai (Nikolaiviertel) de Berlín es, sin embargo, la


excepción a esa regla (o, al menos, eso pretende).

Y es que esta pequeña zona situada en pleno centro de la ciudad,


muy cerca del Ayuntamiento Rojo, constituye su barrio más antiguo,
pues existe desde la Edad Media, y aunque también se vio afectado
por los estragos de la guerra, aún hoy puede percibirse parte de ese
pasado como barrio de artesanos al pasear entre sus callejuelas,
reconstruidas durante el siglo XX para devolverles algo de su
aspecto original.

El barrio más antiguo de Berlín… creado en los ochenta

Como te contábamos, la batalla de Berlín, especialmente


destructiva en la zona de Mitte, el centro de la ciudad, no salvó al
barrio de San Nicolás, que sería reconstruido ya en la década de los
ochenta (y no siempre de forma fiel a su aspecto anterior, pues se
rumorea que los encargados del proyecto se tomaron alguna que
otra licencia para darle un aspecto más medieval).

El barrio original nació en torno al siglo XIII, y era un lugar de paso


clave para la ruta comercial bautizada como Mühlendamm, que
atravesaba el río Spree.

Durante los siguientes siglos, Nikolaiviertel continuó existiendo


como barrio de artesanos y pequeños comerciantes casi hasta su
destrucción al final de la Segunda Guerra Mundial.

¿Qué ver en Nikolaiviertel?

A pesar de ese toque “artificial” que se le dio al barrio durante la


reconstrucción de los años ochenta, merece la pena dedicar una
tarde a pasear por él y conocer algunos de sus principales lugares
de interés, ya que por su situación tan cercana a la Alexanderplatz

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no implica grandes desplazamientos y queda muy a mano:

➔ La Iglesia de San Nicolás (Nikolaikirche) es el edficio que da


nombre al barrio, y la iglesia más longeva de Berlín. De estilo
románico tardío, cuenta con algunos elementos más propios
del gótico, como el coro, y se puede visitar por dentro, donde
alberga un pequeño museo dedicado a la historia de la ciudad,
y parte de los muros medievales originales.
➔ La Knoblauchhaus, un museo gratuito instalado en la antigua
casa -de arquitectura neoclásica- de los Knoblauch, una familia
burguesa del XVIII, que nos acerca a la vida de sus miembros a
través de varias generaciones y gracias a una completa
exposición que incluye muebles, retratos y objetos originales
de la familia. Un buen acercamiento a la cultura de la era
Biedermeier que no te llevará más de una hora.
➔ El Ephraimpalais (justo frente al anterior), uno de los mejores
ejemplos de palacios berlineses típicos del siglo XVIII, con su
fachada rococó y su impresionante escalera central.
Realmente, su emplazamiento era otro, pero fue derribado a
comienzos del siglo XX a causa de las obras de ampliación de
una de las calles cercanas, y reconstruido ya en 1987 a 12
metros de su lugar original. Hoy alberga un museo dedicado a
exposiciones temporales de arte alemán.
➔ El Heinrich-Zille-Museum, dedicado a la obra de este famoso
dibujante berlinés, que a comienzos del XX retrató a las clases
populares de la ciudad con un toque de humor e ironía
(Propststraße 11).

El barrio de Nikolaiviertel hoy

Actualmente, el barrio de Nikolai está conformado por apenas un


puñado de calles donde destacan sus casas de fachadas en colores
pastel y sus aceras adoquinadas distribuidas en torno a la Iglesia de
San Nicolás.

En Nikolaiviertel se pueden encontrar, además, algunas de las


tiendas con más encanto de Berlín -concentradas a lo largo de la
Propststraße-, como la especializada en artículos navideños (donde
puedes comprar los cascanueces de madera tan típicos de
Alemania) o la dedicada a los osos de peluche (la reconocerás por
los osos gigantes que tiene frente a la puerta), o acogedores cafés
como el minúsculo Back Palace (Propststraße 1-4), donde os

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recomendamos hacer una parada para disfrutar de sus gofres
belgas caseros o de su estupendo Apfelstrudel.

Los amantes del buen té encontrarán su pequeño paraíso en


TeeGschwendner, una tienda donde se venden cientos de
variedades, y para comer o cenar comida alemana a buen precio y
bien preparada, puedes acercarte a Brauhaus Georgbraeu
(Spreeufer 4), un restaurante tradicional alemán con horarios muy
flexibles donde preparan un codillo de chuparse los dedos. En
verano la terraza junto al río Spree es perfecta para hacer un
descanso con sabor alemán (vamos, con una Pilsner en la mano).

Otra opción para comer (sobre todo si no te apañas con el alemán


-algo compresible- o el inglés, pues tienen carta traducida al
español) es Zum Paddenwirt (Nikolaikirchplatz 6) un restaurante
familiar típico situado en la misma plaza de la iglesia con precios
muy razonables y platos sabrosos.

➢ Dirección: Nikolaiviertel, Mitte, Berlín.


➢ Cómo llegar: metro: Klosterstraße (línea U2)/A pie desde
Alexanderplatz: 10 minutos.

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Alexanderplatz
No es (ni pretender ser) la plaza más bonita de la capital alemana,
pero sin lugar a dudas la Alexanderplatz de Berlín es el epicentro de
la vida turística y comercial del centro de la ciudad.

Situada a apenas un paseo desde la Isla de los Museos y la Catedral


de Berlín, muy cerca del Marx-Engels Forum, el parque donde se
encuentra la estatua de Marx y Engels, la Alexanderplatz se
reconoce fácilmente desde cualquier punto de Berlín gracias a su
famosa Torre de Televisión y es a día de hoy la mayor plaza pública
de Alemania.

Su origen: un mercado convertido en centro de la vida berlinesa

Esta plaza que hoy parece tan moderna fue, en su origen, un


mercado de ganado, y como tal funcionó hasta el siglo XIX.
Bautizada como Alexanderplatz en honor a una visita a Alemania
del zar Alejandro I, con el paso de los años se convirtió en uno de
los centros neurálgicos de la vida en Berlín, compitiendo con la otra
plaza más famosa de la ciudad, la Potsdamer Platz.

Si te apetece “ponerte en situación” antes de viajar a Berlín, te


recomendamos leer la novela Berlín, Alexanderplatz de Alfred
Döblin, que retrata a la perfección la vida obrera en esta zona de la
ciudad durante la década de los años 20.

Durante la Guerra Fría y con la división de Berlín, la plaza ocupó el


lado soviético, y fue durante este período cuando terminó de
consolidarse como uno de los principales ejes de transporte público
de la ciudad; actualmente, la Alexanderplatz es una de las
principales estaciones de tren de Berlín (por ella pasa, por ejemplo,
la línea que va hasta Potsdam o al campo de concentración de
Sachsenhausen), además de varias líneas de metro, tranvía y
autobuses.

La Torre de Televisión

El mayor atractivo turístico de la Alexanderplatz es sin duda la Torre


de Televisión (Fernsehturm) que sobresale con su antena
puntiaguda sobre el skyline berlinés. Puedes subir a su mirador y
contemplar las mejores vistas de Berlín desde las alturas, aunque te

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aconsejamos hacerlo solo en días despejados, pues la entrada es
cara y suele haber colas de espera, así que ya que vas a visitarla,
intenta que sea en un día soleado para poder hacer fotografías.

La alternativa algo más económica es cruzar al cercano Hotel Park


Inn, situado justo enfrente, y subir a su terraza panorámica para ver
la Torre de Televisión frente a frente.

Qué ver en la Alexanderplatz

A nivel arquitectónico, la Alexanderplatz no tiene mucho interés


más allá de la mencionada Torre de Televisión, pues actualmente es
una plaza dominada por las tiendas de cadenas internacionales, los
centros comerciales y los restaurantes de comida rápida que hay en
cualquier otra ciudad.

Además de la torre, puedes echar un vistazo al Reloj Mundial, un


curioso reloj rotatorio donde puedes ver qué hora es en cada rincón
del planeta.

Una curiosidad: aunque no se puede visitar, bajo la plaza fue


descubierto hace algunos años uno de los mayores búnkeres de la
Alemania nazi.

Hoy en día, esta plaza a la que los berlineses se refieren


cariñosamente como “Alex”, aún conserva algo de los tiempos de la
RDA y entre tienda y tienda es posible atisbar algunos edificios con
esa arquitectura tan típicamente socialista.

➢ Dirección: Alexanderplatz, Berlín.


➢ Cómo llegar: metro: Alexanderplatz (líneas U2, U5 y U8)/Tren:
Alexanderplatz Bhf (líneas S , S5, S7 y S75)/Tranvía: líneas M2,
M4, M5 y M6/Autobús: nº 100, 200, 248, M48, N42, N5, N65,
S7 y TXL/A pie desde la Isla de los Museos: 10 minutos.

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Torre de Televisión
Puede que la silueta de la Torre de Televisión de Berlín
(Fernsehturm) sea el icono más reconocible en el perfil de la ciudad.
Símbolo del Berlín socialista, los berlineses le pusieron el mote de
Torre Alex y son más de un millón de turistas los que la visitan
anualmente.

Y es que la Torre de Televisión, ubicada en pleno barrio de Mitte (en


el centro de Berlín) y a dos pasos de la Alexanderplatz, es ya una de
las mayores atracciones turísticas de la capital alemana,
sobresaliendo entre el resto de edificios con su gran cúpula de
acero y su antena apuntando al cielo.

Construida durante los tiempos de la RDA, hoy en día su terraza


panorámica ofrece una de las mejores vistas de Berlín y cuenta con
un bar y un restaurante propios.

¿Subimos?

El origen de la Fernsehturm

La torre de televisión de Berlín fue inaugurada en 1969, aunque su


construcción había comenzado cinco años antes por orden del
gobierno de la RDA. Fueron varios los arquitectos que participaron
en el proyecto durante estos años, inspirándose en la ya existente
torre de televisión de otra ciudad alemana, Stuttgart.

A pesar de ser financiada y construida por la Alemania oriental, la


Berliner Fernsehturm pronto se convirtió en un emblema para toda
la ciudad, y así continúa siendo hoy en día.

Una curiosidad: cuando el sol se refleja sobre la cúpula de la Torre


de Televisión, la luz forma una gran cruz sobre ella. Los alemanes
bautizaron este fenómeno como “la venganza del Papa”, aludiendo
con humor al origen socialista y más bien poco religioso de la torre.

Uno de los edificios más altos de Europa

Ahí donde la ves, la Torre de Televisión de Berlín se encuentra entre


las diez construcciones más altas de Europa. Con sus 368 metros en
total (contando la antena, obviamente), la Fernsehturm era un poco

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más baja en su origen, pero en el año 1990 se le cambió la antena
por una más larga y hasta hoy :)

El mirador de la Torre de Televisión

Y ahora vamos a lo que más nos interesa: subir a contemplar las


vistas de Berlín desde la Torre de Televisión. El mirador se
encuentra a unos 200 metros de altura, y sin duda merece la pena
subir (aunque la entrada es bastante cara), pero en días despejados
para poder hacer buenas fotografías -ten en cuenta que, de todas
formas, te faltará en ellas el icono berlinés-.

Siendo una de las atracciones turísticas más visitadas de la ciudad,


seguro que te estás preguntando si no será mejor comprar las
entradas para la Torre de Televisión de Berlín con antelación a
través de su web oficial www.tv-turm.de

Y lo cierto es que sí, aunque si no puedes/quieres sacarlas por


adelantado, puedes visitarla igualmente. Lo bueno se sacar la
entrada por adelantado es que se ofrece una modalidad que te
permite saltarte la cola de acceso, que suele ser considerable, y
entrar directamente. Eso sí, es más cara que la entrada normal.

También se ofrece una entrada sin colas llamada “Early Bird”, para
entrar justo en el momento de la apertura, por lo que tienes que
estar en la torre a primera hora de la mañana.

Los días 03/04/17 y 13/11/17 la Torre de Televisión permanecerá


cerrada por tareas de mantenimiento.

El restaurante panorámico que gira…

La Torre de Televisión cuenta además con un restaurante con vistas


panorámicas que gira 360 grados cada cierto tiempo. El restaurante
Sphere está ubicado en la propia esfera de la torre, unos metros por
encima del mirador.

No es especialmente barato pero tampoco tiene unos precios


prohibitivos, y si estás buscando algún local donde
desayunar/comer/cenar en Berlín para una ocasión especial, este
puede ser tu sitio. Eso sí, te aconsejamos que hagas tu reserva con
cierta antelación y así poder asegurarte tu mesa.

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…y el bar más alto de Berlín

Si comer en el restaurante te parece demasiado, siempre puedes


tomarte algo en Bar 203, el bar de la Torre de Televisión, que
presume de ser el más elevado de la ciudad. Todos los días entre las
14:00 y las 16:00 horas hay happy hour, por lo que puedes disfrutar
de sus cócteles y bebidas a un precio más ajustado.

Consejos para la visita

Al entrar deberás pasar un control de seguridad, y te pedirán que


dejes el abrigo o chaqueta en el guardarropa (es gratuito).
Durante la temporada alta las colas de entrada y para la taquilla
suelen ser largas, por lo que te aconsejamos reservar con
antelación tu entrada si viajas en estos momentos del año (verano,
Semana Santa, puentes, etc.) o acudir a primera hora de la mañana
para poder sacar la entrada en taquilla o en las máquinas
habilitadas a tal efecto, y acceder sin tener que esperar tanto.
Lamentablemente, la Torre de Televisión de Berlín no es accesible
para personas con movilidad reducida (por motivos de seguridad).

➢ Dirección: TV Turm Alexanderplatz, Panoramastraße 1A, Berlín.


➢ Cómo llegar: metro: Alexanderplatz (U2, U5 y U8)/Tren:
Alexanderplatz Bhf (S5, S7, S9 y S75)/Tranvía: M2, M4, M5 y
M6/Autobús: nº 100, 200, 248, M48, N42, N5, N65, S7 y TXL.
➢ Horario: todos los días de 10:00-00:00 horas (noviembre a
febrero)/Todos los días de 09:00-00:00 horas (marzo a
octubre). Último acceso a las 23:30 horas.
➢ Precio:

Entrada regular o Early Bird


• Adultos: 13 €
• Niños 4-16 años: 8,5 €
• Menores de 4 años: gratis
• Entrada familiar (2 adultos + 2 niños): 26 €

Entrada sin cola


• Adultos:19,5 €
• Niños 4-16 años: 12 €
• Menores de 4 años: gratis

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Potsdamer Platz
La Potsdamer Platz de Berlín es la otra plaza famosa de la capital
alemana. Durante comienzos del siglo XX fue a esta zona de Berlín
lo que la Alexanderplatz al Berlín del este: centro neurálgico de la
vida comercial y de ocio para sus habitantes, la Potsdamer Platz es
hoy uno de los principales ejes financieros y de ocio y
comunicaciones de la ciudad.

El triste destino de la plaza más cultural de Berlín

Durante los años 20, la Potsdamer Platz fue escenario de cafés


literarios, cines y reuniones entre artistas e intelectuales de la
época.

Con la Segunda Guerra Mundial, la plaza fue bombardeada y


totalmente reducida a escombros, y quedó en tierra de nadie tras la
división de Berlín. Para colmo, durante la construcción del muro de
Berlín, lo poco que quedaba en pie en la Potsdamer Platz fue
derruido, convirtiéndola en una especie de páramo que cuesta
imaginarse al contemplarla hoy en día.

A mediados de los años noventa, tras la caída del muro, el gobierno


berlinés decidió devolver a la plaza parte de su antiguo esplendor,
dando comienzo a un largo proceso de reconstrucción en el que
participaron arquitectos de renombre de todo el mundo, como
Renzo Piano.

La Potsdamer Platz hoy

Durante el desarrollo de este proyecto de renovación de la plaza se


levantaron buena parte de los grandes rascacielos que hoy vemos
en ella, además de un centro comercial (Potsdamer Platz Arkaden),
y se acondicionó el terreno para que el transporte público pudiera
llegar hasta allí (hoy en día, es uno de los principales ejes de
transporte de Berlín).

En la actualidad podemos ver en la plaza el famoso Sony Center,


obra del arquitecto americano Herlmut Jahn; se trata de un gran
complejo de edificios cubiertos que incluye oficinas, hoteles, un
museo dedicado al cine, Legoland Discovery Centre, un cine y ¡WiFi
gratis!

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Además, en la Potsdamer Platz puedes ver un paseo de la fama al
más puro estilo de Hollywood, donde han sido inmortalizadas las
grandes estrellas del cine alemán, como Marlene Dietrich. Y es que
el mundo del cine mantiene una estrecha relación con esta plaza,
que es el escenario donde se celebra la Berlinale, el famoso festival
de cine de Berlín.

No te pierdas, tampoco, los tres grandes rascacielos que destacan


en uno de los extremos de la plaza: se trata, de izquierda a
derecha, del edificio PwC, con forma afilada, la torre Kollhoff (a cuya
terraza panorámica, Panoramapunkt, puedes subir para contemplar
unas magníficas vistas de Berlín), construida en ladrillo, y de la
BahnTower, deslumbrante con su cubierta curva de vidrio.

¿Sabías que en la Potsdamer Platz se instaló en 1924 el primer


semáforo de Europa? Puedes ver una réplica del mismo en la plaza.
Nada queda hoy de la antigua Potsdamer Platz, convertida en
pionera de la arquitectura moderna berlinesa. Nada excepto un
pequeño trozo del antiguo muro de Berlín, situado en mitad de la
misma, que nos recuerda que esta plaza no siempre lució tan
flamante como la vemos hoy.

➢ Dirección: Potsdamer Platz, Berlín.


➢ Cómo llegar: metro: Potsdamer Platz (línea U2)/Tren: Potsdamer
Platz Bhf (líneas SS, S1, S2 y S25)/Tranvía: líneas 200, M41,
M48, M85 y N2/A pie desde la Puerta de Brandeburgo: 15 min.

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Gendarmenmarkt
Dicen de la Gendarmenmarkt de Berlín que es la plaza más bonita
de la ciudad, y la verdad es que cuando la ves por primera vez, es
difícil ponerlo en duda.

Situada en pleno centro, muy cerca de una de las principales


arterias comerciales de Berlín, la Friedrichstraße, la
Gendarmenmarkt Platz es una plaza relativamente amplia, con una
arquitectura que la hace bellísima: a un lado, la catedral alemana.
Al otro, la catedral francesa. Y en mitad de ambos, la Konzerthaus,
una de las salas de conciertos más prestigiosas de la capital
alemana.

En diciembre, la Gendarmenmarkt luce especialmente bonita, pues


en ella se instala uno de los mejores mercados navideños de Berlín,
en un entorno único. Y es que pocas plazas pueden presumir de
tener dos catedrales en ella, así que… ¡no te la pierdas!

¿Por qué Gendarmenmarkt?

La plaza Gendarmenmarkt nace a principios del siglo XVIII, cuando


se decide crear un barrio nuevo en Berlín para acoger a los
protestantes franceses -conocidos como hugonotes-, que habían
sido expulsados de Francia por Luis XIV, pero que serían bien
recibidos por el rey Federico Guillermo I de Prusia.

Entonces, ¿de dónde viene el nombre de la plaza? El nombre de la


plaza proviene precisamente de un regimiento de soldados
hugonotes que se instaló en la zona, donde antes de su llegada
estaba prevista la celebración de un mercado (Gens d’arms >
gendarmes > Gendarmenmarkt, el Mercado de los Gendarmes).

La catedral alemana (Deutscher Dom)…

La catedral alemana de Berlín preside uno de los lados de la


Gendarmenmarkt, a la izquierda de la Konzerthaus, y fue construida
a comienzos del XVIII, al igual que la plaza. Se puede visitar por
dentro, pues alberga una exposición sobre el parlamento alemán.

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…y la catedral francesa de Berlín (Französischer Dom)

Si nos situamos frente a la Konzerthaus, la catedral francesa es la


que queda a mano derecha. Se construyó en la misma época que la
plaza como templo para los franceses protestantes huidos a Berlín,
aunque imponente cúpula que la corona (y su cúpula gemela en la
catedral alemana) serían añadidas algunas décadas más tarde por
el arquitecto Carl von Gontard. Actualmente alberga un museo
dedicado a los hugonotes.

Además, se puede subir a la torre de la catedral (eso sí, son 284


escalones) para disfrutar de una panorámica estupenda de la plaza
y del resto de Berlín.

La Konzerthaus

Este teatro fue construido ya en el siglo XIX, y constituye uno de los


auditorios más famosos de Berlín. De estilo neoclásico,
respondiendo a los estándares estéticos de la época, fue construido
realmente sobre los escombros del antiguo teatro nacional, que
había quedado destruido tras un incendio.

Frente a su escalinata de entrada encontrarás una fuente dedicada


a las artes, y una escultura de Schiller, uno de los poetas germanos
más célebres (de hecho, la plaza fue conocida durante un tiempo
como Schillerplatz). La estatua es obra de Reinhold Begas.

Los tres edificios principales de la Gendarmenmarkt fueron


destruidos durante la Segunda Guerra Mundial, y no se restaurarían
hasta los años setenta.

Hoy en día, la plaza es un lugar tranquilo por donde pasear sin


prisas; alrededor de ella se sitúan algunos de los mejores hoteles de
Berlín, así como numerosas tiendas y restaurantes (¡no te pierdas la
tienda navideña justo al otro lado de la calle!).

➢ Dirección: Gendarmenmarkt, Berlín.


➢ Cómo llegar: metro: Französische Straße o Stadtmitte (línea 6).
➢ Horario:

Catedral Alemana
• Martes a domingo de 10:00-18:00 horas (octubre-abril).

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• Martes a domingo de 10:00-19:00 horas (mayo-septiembre).

Catedral Francesa
• De 10:00-19:00 horas (abril-octubre).
• De 10:30-18:30 horas (noviembre-marzo).

➢ Precio:

Catedral Alemana
• Entrada gratis.

Catedral Francesa
• Entrada a la torre: 3 € (adultos), 1 € (menores de 14 años).

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Catedral de Berlín
La Catedral de Berlín es el principal templo religioso de la capital
alemana. También conocida como Berliner Dom, destaca por su
silueta coronada por varias cúpulas de cobre, y se encuentra muy
cerca de la Isla de los Museos, frente al Lustgarten. Desde su
mirador se obtiene una de las mejores vistas de Berlín.

Una catedral para Berlín

La catedral de Berlín contrasta con otras catedrales europeas de su


misma categoría, pues puede decirse que es bastante “joven”. Fue
construida a finales del XIX, cuando el rey Federico Guillermo IV
decidió erigir en la ciudad una catedral a la altura de la Corona, que
hasta entonces había llevado a cabo sus ceremonias oficiales en
otras iglesias más pequeñas y en la propia catedral que existía en el
mismo lugar donde hoy se ubica la actual, y que fue demolida.

A Berlín le faltaba un gran catedral para alinearse con otras


capitales europeas, y en 1905 sería inaugurada la Catedral de
Berlín, a la que sin embargo, la paz le duró poco -como a tantos
otros monumentos de la ciudad-, ya que sería parcialmente
destruida durante la Segunda Guerra Mundial tras la batalla de
Berlín, cuando una bomba provocó enormes daños en la cúpula y
un incendio que arrasó con buena parte del interior de la catedral.

Un paseo por su arquitectura

De estilo neobarroco, la catedral es obra del arquitecto Julius


Raschdorff, y destaca por su magnífica portada. En el interior no te
pierdas el altar mayor hecho de mármol, la imponente escalinata
por la que subían los emperadores para ocupar el palco real
durante los oficios y el gran órgano. Además, la catedral de Berlín
cuenta con un museo dedicado a su historia, donde puedes conocer
en profundidad cómo fue su construcción y posterior reconstrucción
ya en los años 90.

La cripta de los Hohenzollern

En los sótanos de la catedral de Berlín se encuentra la cripta de los


Hohenzollern, una de las principales dinastías de gobernantes
alemanes. En este panteón están las tumbas de más de 100

94
miembros de la familia, pertenecientes a todas las generaciones de
Hohenzollern a lo largo de casi cuatro siglos.

Un gran mirador

La cúpula de la Catedral de Berlín es uno de los mejores miradores


de la ciudad. Su interior está decorado con mosaicos que
representan al Espíritu Santo en una composición formada por más
de medio millón de teselas.

Subir al mirador de la cúpula puede ser algo cansado (son casi 300
escalones), pues aunque los primeros tramos se realizan por
escaleras más o menos amplias, el último tramo de recorrido
transcurre por la típica escalera de caracol antigua y muy estrecha.
Aún así, merece la pena hacer el esfuerzo porque en un día
despejado, las vistas de la Isla de los Museos, de la Torre de
Televisión y del centro de Berlín en general son magníficas.

Visitar la Catedral de Berlín

Aunque solo sea por las vistas y por su suntuoso interior, nosotros
te aconsejamos hacer un hueco durante tu viaje para visitar la
catedral.

Antes de entrar tienes taquillas para dejar algo si lo necesitas, y


ascensor para personas con movilidad reducida. Asimismo, la
catedral tiene un café con buena repostería y dulces para tomar
algo después de la visita (eso sí, un poco más caro que la media).

También hay disponibles audioguías en español por 3 €.

➢ Dirección: Berliner Dom, Isla de los Museos, Berlín.


➢ Cómo llegar: metro: Alexanderplatz (líneas U2, U5 y U8)/Tren:
Hackescher Markt (líneas S5, S7, S9 y S75)/Tranvía: Spandauer
Straße (líneas M4, M5 y M6)/Autobús: nº 100 y 200 (parada
Lustgarten).
➢ Horario: lunes a sábado de 09:00-20:00 horas/Domingos y
festivos de 12:00-20:00 horas/Entre octubre y marzo la
catedral cierra a las 19:00 horas. La catedral no se puede
visitar durante las misas y oficios religiosos.
➢ Precio: Adultos: 7 €/Reducida (estudiantes, desempleados y
movilidad reducida): 5 €/Niños menores de 18 años: gratis.

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Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm

La Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm de Berlín (también conocida


como Iglesia del Recuerdo) es sin duda una de las iglesias más
curiosas de Europa. Situada en pleno centro de Berlín, muy cerca de
una de las principales avenidas comerciales de la ciudad,
Kurfürstendamm, contrasta con los edificios que la rodean por tu
torre partida, destruida durante la Segunda Guerra Mundial y
dejada así como recordatorio permanente de los estragos de la
guerra.

La Iglesia del Kaiser Wilhelm…

La iglesia original era de estilo neorománico, y había sido


construida durante el siglo XIX. La torre, por aquel entonces, era la
más alta de la ciudad con sus más de 130 metros. Dedicada a la
memoria del emperador Guillermo I, su interior era suntuoso, y a
pesar de no ser una iglesia de grandes dimensiones -aunque era
más grande que la que hoy vemos- impresionaba con sus mosaicos
de colores (hoy en día aún pueden verse mosaicos en ella) que
recordaban las grandes hazañas del kaiser.

¿Qué sucedió para que quedase destruida? Como te contábamos,


durante los bombardeos aliados durante la batalla de Berlín muchos
grandes monumentos de la ciudad quedaron reducidos a
escombros, y la Iglesia Memorial del Kaiser Wilhelm no fue una
excepción. Sin embargo, su torre, partida por la punta, logró
mantenerse en pie de alguna manera, y así ha quedado hasta la
actualidad como un macabro recuerdo del pasado reciente de
Berlín.

…hoy, Iglesia del Recuerdo

Aunque las protestas de los berlineses impidieron que se demoliese


la torre para construir una nueva iglesia, la que pasaría a llamarse
Iglesia del Recuerdo por motivos obvios, sí que fue reconstruida en
su interior para habilitarla para la visita, y se erigieron dos nuevos
edificios a su lado destinados a los oficios religiosos y obra del
arquitecto Egon Eiermann.

Al visitar la iglesia en la actualidad, encontraremos un interior


curioso si lo comparamos con otras iglesias berlinesas, pues la

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reconstrucción que se llevó a cabo durante los años cincuenta la
dotó de un aspecto más moderno y vanguardista que rompe con su
peculiar aspecto exterior.

Así, aunque el cuerpo central de la iglesia -conocido como Sala del


Recuerdo– no tiene grandes dimensiones, sobrecoge por sus
paredes adornadas con miles de cristales que reproducen los
mosaicos originales (aunque parte de ellos sí se han conservado).
Entre todos ellos destaca el mosaico del Cristo en la Cruz sobre el
altar mayor.

Además, dentro de la iglesia encontraremos una breve exposición


dedicada a su historia, muy interesante porque te permite apreciar
cómo era la iglesia original y compararla con la actual. Asimismo, la
iglesia ejerce como memorial para las víctimas del nazismo, y como
sala de conciertos de música clásica.

Una curiosidad: la iglesia es conocida cariñosamente por los


berlineses como Lippenstift und Puderdose (“polvera y lápiz de
labios”) por su aspecto exterior.

La entrada a la iglesia es gratuita, y cada media hora se ofrecen


visitas guiadas en inglés y en alemán.
Muy cerca de la Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm se encuentran el
zoo de Berlín (y, a su lado, el acuario), así como las famosas
galerías KaDeWe y el centro comercial Bikini, por lo que puedes
aprovechar tu visita a la iglesia para visitar alguno de estos lugares
(si viajas con niños les gustarán los dos primeros; los dos centros
comerciales son una buena opción para merendar algo rico por su
gran oferta).

➢ Dirección: Breitscheidplatz, Berlín.


➢ Cómo llegar: metro: Kurfürstendamm (líneas U1 y U9) o
Zoologischer Garten (líneas U2 y U9)/Tren: Zoologischer
Garten (líneas S5, S7 y S75).
➢ Horario: lunes a sábado de 10:00-18:00 horas/Domingos de
12:00-17:30 horas.
➢ Precio: gratis.

97
Palacio de Charlottenburg

El Palacio de Charlottenburg en Berlín (Schloss Charlottenburg) es el


principal palacio de la capital alemana, y ejerció como residencia de
los Hohenzollern, una de las principales dinastías prusianas,
durante varios siglos.

Aunque se encuentra algo alejado del centro, se puede llegar


fácilmente en transporte público y merece la pena hacerle una
visita por su impresionante interior y para pasear por sus jardines,
que están abiertos al público y se encuentran especialmente
bonitos durante la primavera y el otoño.

El palacio de la reina

Realmente, el Palacio de Charlottenburg fue construido como


residencia de verano -no permanente- por orden de la reina Sofía
Carlota de Prusia, aunque con el paso de los años fue remodelado y
ocupado por las siguientes generaciones. El arquitecto autor del
proyecto original fue Johann Arnold Nering.

La esposa de Federico I mandó construir el Palacio de


Charlottenburg (renombrado como ella tras su fallecimiento años
después) bajo el nombre de Palacio de Lützenburg. Su idea era
utilizarlo como vivienda ocasional durante las temporadas que
pasaba en Berlín, alejada de la Corte y dedicada al fomento de la
música, una de sus grandes pasiones.

Unas décadas más tarde, Federico II (Federico el Grande) amplió el


palacio añadiendo algunas estancias de corte barroco, como la
Galería Dorada, además de sus habitaciones privadas, en lo que se
llamaría el Ala Nueva del Palacio de Charlottenburg.

El palacio combina los estilos barroco y rococó tan propios de los


siglos XVII y XVIII, y durante tu visita podrás admirar numerosos
muebles de la época, obras de arte (con una de las mejores
colecciones de pintura francesa de Alemania) y objetos decorativos
y algunas pertenencias de la familia real, entre las que se incluyen
objetos de uso cotidiano como vajillas y cuberterías.

Durante la visita, no te pierdas el Gabinete de la Porcelana, el Salón


Blanco, las salas de baile y las joyas de la Corona.

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Los jardines del Palacio de Charlottenburg

Como te comentábamos, los jardines del Palacio de Charlottenburg


son uno de sus principales atractivos, y durante todo el año puedes
encontrar en ellos a los berlineses paseando, jugando con la nieve
en invierno o haciendo un picnic durante el verano. Aunque se
proyectaron como jardines de estilo francés, terminaron siguiendo
el estilo paisajístico inglés.

El jardín de Charlottenburg también cuenta con un parque infantil y


es de libre acceso (es decir, puedes visitar los jardines sin
necesidad de sacar la entrada para el palacio).

Además, los jardines albergan el Belvedere, una pequeña


construcción barroca que reconocerás por su fachada blanca y su
cúpula verde, y que hacía las veces de lugar de ocio para la familia
real (concretamente, era una casa de té), y que actualmente
alberga una completa colección de porcelanas pertenecientes a
varias generaciones de la familia real prusiana.

También se encuentra en los jardines el mausoleo de la reina Luisa,


que alberga las tumbas de algunos miembros de la dinastía de los
Hohenzollern.

Algunos consejos para visitar el palacio

La visita al palacio no te llevará más de una mañana (incluyendo el


recorrido completo por el interior y un paseo por los jardines).
Si vas a verlo en verano o en temporada alta, te aconsejamos
madrugar para evitar las colas de acceso que se forman desde
media mañana.
Al entrar debes dejar abrigos, mochilas o bolsos grandes en las
taquillas o en el ropero.
Para hacer fotografías deberás adquirir en taquilla un permiso
fotográfico que cuesta 3 € (si viajáis dos personas, lo habitual es
que os permitan hacer fotos a ambos con un solo permiso, pero no
intentes sacarlas sin él porque los vigilantes de cada sala están
muy pendientes y podrían expulsarte del palacio).
Te recomendamos también que sigas el recorrido con la audioguía
gratuita que te darán a la entrada (disponible en varios idiomas,
incluido el español), pues la visita te será mucho más amena e
interesante si la acompañas con estas explicaciones.

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➢ Dirección: Palacio de Charlottenburg, Spandauer Damm 20-24,
Berlín.
➢ Cómo llegar: metro: Richard Wagner Plazt (línea U7).
➢ Horario: martes a domingo de 10:00-17:00 horas (noviembre-
marzo)/Martes a domingo de 10:00-18:00 horas (abril-
octubre)/Cerrado todos los lunes (última entrada media hora
antes del cierre).
➢ Precio: adultos: 12 €/Reducida: 9 €/Niños menores de 7 años:
gratis/Permiso fotográfico: 3 €.

100
Ayuntamiento Rojo

Cuando ves el Ayuntamiento Rojo de Berlín (Rotes Rathaus) por


primera vez es fácil adivinar el porqué de su nombre.

Y es que este edificio, fundado a finales del XIX, además de por su


característica fachada de ladrillos rojos, es famoso por ser la sede
principal del ayuntamiento de Berlín y del Senado (y durante la
época de división del muro, ejerció también como ayuntamiento de
la RDA).

Si no quieres detenerte a verlo por dentro, merece la pena echarle


un vistazo en tu recorrido por el centro de Berlín al menos a su
fachada. El ayuntamiento se encuentra pegado a la Alexanderplatz,
por lo que no te robará mucho tiempo.

Vamos a conocer algo más sobre su historia y arquitectura.

Un poco de historia

El edificio del Ayuntamiento Rojo es reconocible desde varios


miradores de Berlín, especialmente por su gran torre central que se
eleva a 75 metros de altura y está coronada por un reloj.

El estilo de la fachada es neorrenacentista, obra del arquitecto


Hermann Friedrich Waesemann, que proyectó el edificio en la
década de los sesenta del siglo XIX inspirándose en los palacetes
renacentistas italianos.

El ayuntamiento quedaría finalizado en 1869, aunque durante la


Segunda Guerra Mundial también se vio afectado por los
bombardeos que destruyeron buena parte del centro de Berlín, y
tuvo que ser reconstruido ya en los años cincuenta, cuando el
sector soviético de la ciudad instaló en él su propio ayuntamiento.
Poco después de la caída del muro, en 1991, el Ayuntamiento Rojo
empezó a funcionar definitivamente como el ayuntamiento oficial
de Berlín.

Sus dimensiones son considerables, pues ocupa el espacio que


antaño ocupasen otros edificios de gobierno que databan nada
menos que de la Edad Media. Así pues, tiene varias alas de más de
100 metros de largo y su fachada está decorada con escenas que

101
representan la historia de la ciudad a lo largo de los siglos.

Una vez dentro…

Dentro del Rotes Rathaus encontramos, además de las oficinas de


gobierno, varios espacios interesantes, como los tres patios
ajardinados, la Wappensaal (donde se exhiben todos los escudos de
la ciudad), la sala de recepciones donde se celebran los actos
oficiales o la magnífica Säulensaal, la antigua biblioteca, con su
peculiar techo naranja.

A menudo, el Ayuntamiento Rojo acoge exposiciones temporales


relacionadas con la historia de Berlín y de sus instituciones
políticas.

La Fuente de Neptuno

Frente al ayuntamiento encontrarás la Fuente de Neptuno, una


fuente monumental de grandes dimensiones donde es habitual ver
a los niños trepando por las diferentes figuras mitológicas, que
representan los grandes ríos de Alemania. El conjunto es obra de
Reinhold Begas.

➢ Dirección: Rotes Rathaus, Rathausstraße 15, Berlín.


➢ Cómo llegar: metro: Alexanderplatz (líneas U2, U5 y U8)/Tren:
Alexanderplatz Bhf (líneas S5, S7, S9 y S75)/Tranvía: líneas M2,
M4, M5 y M6.
➢ Horario: lunes a viernes de 09:00-18:00 horas.
➢ Precio: gratis.

102
Hackesche Höfe

No son una de las atracciones turísticas más conocidas de la capital


alemana, y sin embargo constituyen uno de sus rincones más
interesantes: se trata de Hackesche Höfe, un conjunto de patios
interiores situados en pleno centro de Berlín, junto al barrio judío (a
15 minutos a pie desde la Alexanderplatz).

En ellos se distribuyen pequeñas tiendas, boutiques de diseños,


cafés, viviendas y hasta un teatro, enmarcados por una arquitectura
modernista poco común en Berlín y un buen puñado de árboles y
jardines salpicados de bancos y bicicletas aparcadas que le dan al
conjunto un toque más acogedor.

Los patios modernistas de Berlín que fueron declarados Monumento


Histórico

La historia de los patios nos remonta a comienzos del siglo XX,


cuando el arquitecto August Endell llevó a cabo este proyecto
pensado como un lugar en el que se integrasen viviendas y
espacios de trabajo siguiendo los preceptos estilísticos del
Jugendstil (una versión alemana del Arte Nouveau, en pleno apogeo
en Europa por aquel entonces). La diferencia respecto a esa idea de
viviendas y fábricas en un mismo sitio tan típica del siglo XIX es que
cuando se construyeron los patios, a comienzos del XX, estos
espacios comunes también se contemplaban como lugares para el
ocio, por lo que los patios incluían, además de bloques residenciales
y talleres, tabernas, cafés, cines y clubes. No era esta una
tendencia muy bien vista por entonces por parte del gobierno
alemán, pero como los patios eran interiores… :)

De este modo se construyeron varios patios interconectados por


cortos pasajes que nos conducen a través de unos y otros; los
patios serían restaurados ya en los noventa, dándoles un aire más
acorde a los tiempos que corrían (es decir, llenándolos de tiendas),
pero con el consenso de residentes, ayuntamiento de Berlín y
donantes privados.

Aun así, han conservado buena parte de su encanto, pues los


comercios que se “esconden” en estos ocho patios han mantenido
cierta estética común de forma que no rompan con el entorno,
quedando perfectamente integrados en ese ambiente tan relajado

103
que se respira al pasear por los Hackesche Höfe. Podemos
encontrar desde una tienda de pajaritas a una de objetos de
decoración y diseño, bolsos, regalos, souvenirs y la tienda dedicada
al omnipresente Ampelmann, el hombrecillo de los semáforos.

En 1972 el conjunto de los ocho patios fue declarado Monumento


Histórico, y hoy en día constituye una de las visitas imprescindibles
en Berlín (al menos, para nosotros).

Un paseo por los Hackesche Höfe

Lo mejor para visitar Hackesche Höfe es acceder por la entrada


situada en Rosenthaler Straße número 40, para encontrarnos con el
patio más impresionante de todos, el Endellscher Hof, donde te
llamará la atención su gran fachada de ladrillos esmaltados en
colores y formas ondulantes. Aquí se encuentra, justo de frente, uno
de los locales más emblemáticos de Berlín, el teatro Chamäleon,
construido sobre una antigua taberna.

Continuando nuestro paseo por los Hackesche Höfe llegaremos al


segundo patio, denominado Theaterhof -por el teatro que alberga-.
Desde aquí te recomendamos dejarte llevar por el resto de patios,
más pequeños y recogidos, aunque si quieres asegurarte de verlos
todos, puedes seguir la ruta preparada para ello a través de la
audioguía gratuita que se ofrece al entrar (con leer el código con tu
móvil es suficiente para activarla, pero solo está disponible en
inglés y en alemán).

Al terminar, no te pierdas…

Al salir de los patios no te pierdas algunas visitas más por la zona:

 Si te gustan las compras, en la propia Rosenthaler Straße


encontrarás numerosas franquicias y boutiques donde quemar
la tarjeta.
 Si lo tuyo es, más bien, el street art, echa un vistazo al
pintoresco Dead Chicken Alley (justo al lado de la entrada a los
Hackesche Höfe, en Rosenthaler Straße número 39), un
callejón dedicado al arte alternativo donde pasarte un buen
rato curioseando entre los graffitis.
 Tampoco te pierdas Haus Schwarzenberg, otro conjunto de
patios con un estilo mucho más underground y menos cuidado

104
que los Hackesche Höfe, podríamos decir que muy propios de
la auténtica esencia de Berlín: aquí encontrarás paredes
desconchadas llenas de pintadas, y un par de exposiciones
interesantes, una dedicada a Anna Frank y otra a Otto Weidt
(el Museum Blindenwerkstatt Otto Weidt), un empresario
berlinés dueño de un taller de pinceles que durante el nazismo
ayudó a esconderse a cientos de judíos, entre ellos sus propios
empleados (aún se puede visitar la habitación donde los
ocultaba).
 La mayor sinagoga de Alemania, situada a apenas 5 minutos a
pie de los patios, en Oranienburger Straße. Fue construida en
1866 y se puede visitar por dentro.
 La plaza de Hackerscher Markt, una de las más animadas de
Berlín, llena de cafés y restaurantes y con mucho ambiente
nocturno al estar rodeada de bares y clubs.

➢ Dirección: Hackesche Höfe, Rosenthaler Straße 40, Berlín.


➢ Cómo llegar: tren: Hackescher Markt (líneas S5, S7 y
S75)/Metro: Weinmeisterstraße (línea U8)/Tranvía: M1, M4, M5,
M6 y M8.
➢ Horario: abiertos 24 horas.
➢ Precio: gratis.

105
Mauerpark

El Mauerpark de Berlín es uno de nuestros parques favoritos en la


capital alemana, pues reúne varios elementos que nos gustan: tiene
mucha historia, un mercadillo donde pasarte el domingo
revolviendo entre los puestos y está situado en Prenzlauer Berg,
uno de los barrios con más encanto de Berlín.

¿Te animas a conocerlo?

El Parque del Muro de Berlín

Por el nombre del parque seguro que ya puedes hacerte una idea
de por dónde van los tiros. Y es que el Mauerpark fue, durante
muchos años, el Parque del Muro -como su propio nombre indica-.
Este parque marcaba una de las fronteras entre el Berlín occidental
y soviético, por lo que no era un lugar especialmente bonito ni
agradable.

Sin embargo, Berlín es un gran ejemplo de reconversión y el


Mauerpark no iba a ser menos: tras la caída del muro se convirtió
en uno de los parques predilectos de los berlineses, por su
amplitud, su situación y su famoso mercadillo.

Los domingos, afina la voz en el karaoke

Los domingos a partir del mediodía se organizan en el anfiteatro del


parque sesiones de karaoke a las que cualquiera puede sumarse
(siempre que no se sea muy vergonzoso, claro…). El karaoke del
Mauerpark es sin duda uno de sus mayores reclamos, ¡y la afluencia
de público es considerable!

…y prepara la cartera en el Mercadillo del Mauerpark

Muy cerca de la salida del metro de Bernauer Straße (línea 8) te


encontrarás los domingos con el mercado callejero más extenso (y
concurrido) de Berlín. A pesar de su fama, nos gusta más que otros
rastros del estilo porque en este aún puedes encontrar verdaderas
oportunidades y los precios no están tan inflados. En el mercadillo
del Mauerpark se vende, literalmente, de todo, pues es un mercado
de pulgas al uso: muebles antiguos, ropa de segunda mano,
láminas, cuadros y marcos, viejos Playmobil y objetos de la época

106
de la RDA. Además, en la parte central se ubican numerosos
puestos de comida internacional así que si no quieres gastar
demasiado en comer, puedes aprovechar para tomar algo por aquí.

El mejor plan para un domingo en Berlín

En el Mauerpark encontrarás cualquier día de la semana mucha


gente joven haciendo deporte, tomando unas cervezas con los
amigos o jugando al baloncesto.

Siempre tiene ambiente, aunque sin duda nosotros te


recomendamos visitarlo un domingo por la mañana, para tener
tiempo de sobra de perderte entre los puestos del mercado
callejero y comer después en alguno de los acogedores
restaurantes de Prenzlauer Berg, aprovechando la tarde para dar un
paseo por el barrio y conocer algunos de sus atractivos, como el
Kulturbrauerei (uno de los ejemplos mejor conservados de
arquitectura industrial de Berlín), donde los domingos hay puestos
de comida, la Wasserturm (una torre de almacenamiento de agua
reconvertida en sala de exposiciones) o la Helmholtzplatz, rodeada
de locales perfectos para tomar un helado o merendar algo rico en
otoño e invierno.

➢ Dirección: Gleimstraße 55, Berlín.


➢ Cómo llegar: metro: Bernauer Straße (línea 8).
➢ Horario: abiertos 24 horas.
➢ Precio: gratis.

107
Parque Tiergarten

El parque Tiergarten de Berlín es el mayor parque de la ciudad;


también es el más céntrico y uno de los favoritos tanto por los
berlineses como por los turistas para dar un paseo, hacer deporte,
improvisar un picnic durante el buen tiempo o hacer compras en su
mercado callejero de fin de semana.

Además de un entorno natural de gran belleza, el Tiergarten


esconde muchos otros atractivos, como el zoo o la Columna de la
Victoria, y bien merece dedicarle un par de horas en tu viaje a
Berlín. Además, se encuentra pegado al Reichstag y a la Puerta de
Brandeburgo, por lo que no tienes que hacer grandes
desplazamientos para conocerlo.

¿Nos adentramos en él?

Un coto de caza real…

El terreno donde hoy se asienta el parque Tiergarten fue desde el


siglo XVI un espacio destinado a la caza de jabalíes y utilizado por la
familia real. No sería hasta mediados del siglo XVIII cuando Federico
el Grande decidió abrir el parque al público, tras realizar algunas
remodelaciones que incluyeron la construcción de nuevas avenidas.

Aunque comenzó siendo un jardín de corte francés, terminó siendo


adaptado, ya en el XIX, a la estética de los jardines ingleses, más
irregulares y “asalvajados”.

…que se convirtió en el parque más famoso de Berlín

Desde su apertura, el Tiergarten se convirtió en uno de los parques


más populares de la ciudad, sobre todo desde 1844, cuando fue
inaugurado el zoo de Berlín, que se encuentra en uno de los
extremos del parque y que a día de hoy continúa abierto.

Al igual que la mayoría de monumentos que lo rodean, durante la


Segunda Guerra Mundial el Tiergarten sufrió daños considerables,
por los bombardeos y por su utilización por parte de los nazis para
abastecerse de leña (e incluso de comida).

A pesar de todo, el parque Tiergarten fue reconstruido en los años

108
posteriores, volviendo a convertirse en ese pulmón verde tan
querido por los berlineses.

Qué ver en el Tiergarten

Aunque el Tiergarten invita, simplemente, a pasear sin prisas por


sus largas avenidas, dentro del parque encontrarás algunos lugares
de interés que merece la pena ver si tienes tiempo:

Zoológico de Berlín

Una visita recomendable si viajas a Berlín con niños; puede


presumir de ser el zoo de Europa con mayor variedad de especies
animales, y también uno de los más antiguos. Aunque fue
completamente arrasado durante la batalla de Berlín, y
desgraciadamente solo un tercio de los animales sobrevivieron, con
los años consiguió recuperarse y convertirse en referente para otros
parques zoológicos en el mundo. Es uno de los pocos zoológicos en
los que aún pueden encontrarse osos pandas.

Monumento a Bismarck

Se trata de un conjunto escultórico dedicado a Otto von Bismarck,


primer canciller del Imperio Alemán y artífice de la reunificación
alemana del siglo XIX. Es obra de Reinhold Begas (el autor de la
Fuente de Neptuno que se encuentra frente al Ayuntamiento Rojo
de Berlín) y alcanza más de 15 metros de alto. A los lados del
canciller hay figuras alegóricas de la Historia y del Estado.

El café del Neuer See

Junto al lago del parque encontrarás este acogedor café donde


tomar algo en verano e incluso en invierno, cuando la nieve
transforma el parque brindándole un paisaje único.

La Columna de la Victoria

Conocida en alemán como Siegessäule, esta columna visible desde


varios miradores de Berlín sobresaliendo sobre el Tiergarten es un
mirador en sí misma, pues puedes subir a ella para contemplar las
mejores vistas del parque. No siempre estuvo en el Tiergarten; de
hecho, fue trasladada aquí -estaba frente al Reichstag- poco antes

109
de que comenzase la Segunda Guerra Mundial.

El Memorial a los Soldados Soviéticos

En un lateral del Reichstag se encuentra este monumento dedicado


a los soviéticos caídos durante la II Guerra Mundial. En el centro
destaca la gran estatua de un soldado, flanqueado por dos tanques
y delante de un pórtico de columnas en las que están inscritos los
nombres de algunos de estos soldados. Detrás del monumento hay
un cementerio que contiene más de 2000 tumbas de soldados
soviéticos. Además, junto al monumento encontrarás una
exposición sobre la Segunda Guerra Mundial centrada en el papel
del ejército ruso.

➢ Dirección: Tiergarten, Straße des 17. Juni, Berlín.


➢ Cómo llegar: tren: Tiergarten (líneas S5, S7 y S75)/A pie desde
el Reichstag o la Puerta de Brandeburgo: 2 minutos.
➢ Horario: abiertos 24 horas.
➢ Precio: gratis.

110
Isla de los Museos

La Isla de los Museos de Berlín (Museuminsel) es uno de los


conjuntos museísticos más importantes de Europa. Se trata,
literalmente, de una isla sobre el río Spree, sobre la que se sitúan
cinco de los museos más importantes de Berlín.

No te extrañará que esté declarada Patrimonio de la Humanidad por


la UNESCO desde 1999, pues entre los cinco museos agrupan una
impresionante colección de arte procedente de diversas épocas,
regiones y corrientes. La Catedral de Berlín, por cierto, también
forma parte de la Isla de los Museos.

Arte y arqueología para todos

La Isla de los Museos fue construida durante el siglo XIX y parte del
XX; comenzó siendo un proyecto de Federico Guillermo IV de Prusia,
que pretendía unificar en un mismo lugar todas las colecciones
privadas de arte que hasta entonces habían sido patrimonio
exclusivo de la realeza prusiana, exhibiéndolas al público como
muestra de la grandeza de la Corona.

La ubicación de la Isla de los Museos no fue casual, ya que sobre


estos terrenos se asentaban los jardines reales. Durante la Segunda
Guerra Mundial, los museos sufrieron grandes desperfectos (y
también muchas de las obras de arte, que resultaron dañadas a
pesar de su evacuación); por añadidura, durante el período de
Guerra Fría las distintas colecciones se separaron a consecuencia
de la división de la ciudad, y no fueron reunidas de nuevo hasta
finales del siglo XX.

¿Cuáles son los museos de la Isla de los Museos?

Lo más interesante de las colecciones de los cinco museos que


componen la Isla de los Museos es que, contempladas en conjunto,
permiten tener una visión muy completa de la historia del arte
desde la Prehistoria hasta el siglo XIX. Además, hay que fijarse en la
propia arquitectura de cada museo, de gran belleza (sobre todo en
el caso del Museo Bode, instalado en un antiguo palacio).

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Museo de Pérgamo

Controversias aparte (pues todos los grandes conjuntos


arqueológicos que forman parte del museo fueron “traídos” desde
Oriente Medio durante las excavaciones alemanas llevadas a cabo a
comienzos del XX), una cosa está clara en el Museo de Pérgamo, y
es que impacta. Pocos museos en el mundo pueden presumir de
contar en su exposición con construcciones de gran tamaño como
la antigua puerta de Ishtar en Babilonia, la entrada monumental al
mercado de Mileto o el magnífico Altar de Pérgamo que da nombre
al museo. Además, incluye un pequeño museo dedicado al arte
islámico con piezas de enorme belleza. Si tienes que escoger un
solo museo para visitar en Berlín, que sea este.

Museo Nuevo (Neues Museum)

Esta sería nuestra segunda opción si tienes tiempo para ver al


menos un par de museos en Berlín, pues su colección de arte
egipcio es una de las más importantes de Europa e incluye el
famoso busto de Nefertiti (al que no te dejarán hacerle fotos, pero
que merece la pena ver igualmente). También cuenta con una
exposición muy completa dedicada a la Prehistoria, por lo que es un
must have para amantes de la Arqueología y la Historia Antigua.

Museo Antiguo (Altes Museum)

De los cinco museos de la isla, el Museo Antiguo destaca


especialmente por las grandes dimensiones de su edificio, situado
junto a la catedral y de aspecto neoclásico. Su colección está
centrada, sobre todo, en la escultura griega y romana. También
cuenta con una buena muestra de joyas antiguas y de cerámica
griega, y con una colección de arte etrusco que incluye urnas,
sarcófagos y otras piezas de gran interés.

Museo Bode (Bode Museum)

Además de presumir de tener la mejor colección de numismática


del país, el Museo Bode posee un atractivo especial para nosotros, y
es su impresionante interior, con una imponente escalera central
rematada por una gran cúpula. Por si fuera poco, cuenta con una
exposición dedicada al arte bizantino única en Berlín, y desde el
puente situado frente a su entrada se obtiene una de las vistas más

112
bonitas del complejo.

Antigua Galería Nacional (Alte Nationalgalerie)

La Antigua Galería Nacional está centrada en pintura, y es


inconfundible por su aspecto de templo griego en mitad de la Isla
de los Museos. Su colección se centra mayoritariamente en las
corrientes pictóricas del siglo XIX, como el Clasicismo, el
Romanticismo, el período Biedermeier (típico del Imperio Austríaco)
y el Impresionismo, pero también incluye algunas obras muy
escogidas de arte moderno y contemporáneo del siglo XX.

Consejos para visitar la Isla de los Museos

Ver todos los cinco museos de la Museuminsel es complicado si no


vas a estar demasiados días en Berlín y sobre todo, si te gusta
verlos con calma. No obstante, hay algunos trucos para amortizar el
tiempo al máximo y que te de tiempo a ver, al menos, los más
relevantes:

✔ Deja la visita para un jueves: si tu viaje coincide con algún


jueves, este día los museos de la Isla de los Museos abren
hasta las 20:00 horas, por lo que puedes aprovechar al final
del día para visitar alguno (el resto de días cierran a las 18:00
horas).
✔ Selecciona los que más te interesen: ver cinco museos en
pocos días puede ser un palizón para cualquiera, por mucho
que te guste ver museos… así que lo mejor es que eches un
vistazo a nuestros artículos sobre cada uno de ellos y escojas
cuáles te llaman más la atención. Eso sí, ¡el Museo de Pérgamo
es visita obligada!
✔ Para ahorrar en las entradas, saca la Berlin Welcome Card.
Como te explicamos en nuestro artículo sobre la Berlin
Welcome Card, existe una modalidad de tarjeta que incluye
transporte gratis durante 72 horas + entrada a todos los
museos de la Isla de Los Museos. Teniendo en cuenta lo que
necesitarás moverte en transporte público por Berlín y el
precio de la entrada de cada museo, si tienes intención de
visitar al menos dos museos de la Isla de los Museos y puedes
cuadrar las visitas en esos tres días, merece la pena comprarla
(además, incluye descuentos en la entrada a otros lugares de
interés de Berlín). Si vas a estar más de tres días en la ciudad,

113
por ejemplo cinco días, siempre puedes comprar la Berlin
Welcome Card de 72 horas + Isla de los Museos y sacar otra
Berlin Welcome Card de 48 horas y solo de transporte para los
dos días restantes. La modalidad de transporte + Isla de los
Museos te permite entrar una vez al día a cada museos
durante estos tres días (es decir, que si el primer día dejas un
museo a medias, puedes volver a entrar al día siguiente).

Museo de Pérgamo

De entre todos los museos de Berlín que puedes visitar en tu viaje,


nosotros te aconsejamos que no te pierdas el Museo de Pérgamo
(Pergamonmuseum), el museo más famoso de la Isla de los Museos.

Pocos museos en el mundo igualan la impresionante exposición del


Museo de Pérgamo: aquí no encontrarás salas abarrotadas de
vitrinas con cerámicas ni largas filas de esculturas. En este museo
lo que podrás ver son grandes monumentos de la Antigüedad, como
el Altar de Pérgamo que da nombre al museo, la monumental
Puerta de Ishtar o la entrada al Mercado de Mileto. Un museo único
en Europa e imprescindible para los amantes de la historia.

A comienzos del siglo XX, en pleno auge de la arqueología alemana,


nació en Berlín el Museo de Pérgamo, con el objetivo de albergar el
Altar de Pérgamo (o Altar de Zeus) que había sido llevado a la
capital alemana pieza a pieza desde la antigua ciudad de Pérgamo,
en la actual Turquía. Controversias aparte, lo cierto es que gracias a
este “traslado” el altar pudo conservarse hasta hoy y se convirtió
en la estrella del museo.

Pero además del Altar de Pérgamo, en este museo encontrarás otros


tantos monumentos de la Antigüedad igualmente impactantes:

• La Puerta de Ishtar, con el camino procesional que marcaba la


entrada a la antigua ciudad de Babilonia. Uno de los
monumentos más deslumbrantes del museo, con sus ladrillos
azules hechos de adobe y de lapislázuli y sus dibujos
representando toros, leones y otros seres de la mitología
mesopotámica, además de franjas con flores que le confieren
una belleza única.
• La portada del Mercado de Mileto, uno de los mejores testimonios

114
de un mercado romano conservado hasta nuestros días.
Aunque en su origen este monumental acceso al mercado
estaba policromado, el paso de los siglos y la falta de una
conservación adecuada cuando fue trasladado al museo le han
otorgado su aspecto actual. Para contemplarlo lo mejor es
cruzar a la balaustrada frente a él, rodeada de esculturas
romanas.
• El Museo de Arte Islámico (Museum für Islamische Kunst), un
museo dentro del museo dedicado al arte islámico, con una
fantástica colección, breve pero de gran relevancia histórica.
• La fachada de Mushatta, un palacio perteneciente a los omeyas y
trasladado a Berlín desde Jordania, como regalo del país a
Alemania a comienzos del XIX. Aunque en un principio se
encontraba custodiada en el Museo Bode, otro de los museos
de la Isla de los Museos, fue trasladada al Museo de Pérgamo.

El Altar de Pérgamo: la octava maravilla del mundo antiguo

Pérgamo fue una de las ciudades más prósperas de la antigua


Grecia; situada en Asia Menor, en territorio turco, contaba con una
hermosa acrópolis cuya estrella era el famoso altar que hoy
podemos contemplar en el Museo de Pérgamo.

Este fue vendido por el Imperio Otomano a un grupo de


arqueólogos alemanes a finales del XIX, y estos lo trasladaron hasta
Berlín, donde desde la inauguración del museo ha sido admirado
por millones de visitantes (salvo un breve período tras la Segunda
Guerra Mundial en el que los soviéticos se lo llevaron a San
Petersburgo para devolverlo unos años más tarde).

Obras en el Museo de Pérgamo

Hasta el año 2019 se estarán llevando a cabo obras de renovación


en el Museo de Pérgamo, que apenas ha sufrido modificaciones en
sus casi cien años de vida, como parte de un proyecto general que
prevé una reestructuración de la Isla de los Museos para conectar
los cinco museos entre sí.

Hasta entonces el Altar de Pérgamo permanecerá cerrado al


público, pero sí es posible visitar el resto del museo (y nosotros te
aconsejamos que lo hagas, pues ver el resto de monumentos
merece totalmente la pena).

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Visitar el Museo de Pérgamo: algunos consejos

Como podrás suponer si has leído hasta aquí, un museo de estas


características tiene una gran afluencia de público en cualquier
momento del año. El Museo de Pérgamo es el museo más visitado
de Berlín, y por consiguiente, suele tener colas de acceso.

No obstante, nosotros te aconsejamos que compres tu entrada con


antelación (no te evitará la cola de acceso, pero sí la otra cola, la de
sacar entradas), bien a través de la propia web del museo, bien con
una tarjeta Berlin Welcome Card de 72 horas que incluya la entrada
a los cinco museos de la Isla de los Museos. Con cualquiera de estas
dos opciones puedes acudir directamente a la cola de acceso al
museo, y si lo haces temprano o a mediodía, no tendrás que
esperar tanto.

El museo ofrece audioguías a todos los visitantes en varios idiomas,


incluido el español.

Al entrar encontrarás taquillas donde dejar mochila y abrigo para


visitar más cómodo el museo. Recuerda llevar suelto para poder
utilizarlas… y no olvides la cámara, la vas a necesitar ;)

➢ Dónde: Isla de los Museos (acceso por Bodestraße), Berlín.


➢ Cómo llegar: metro: Friedrichstraße (línea U6)/Tren:
Friedrichstraße (líneas S1, S2 y S25) o Hackescher Markt
(líneas S5, S7 y S75)/Autobús: nº 100 y 200 (parada
Lustgarten).
➢ Horario: lunes a domingo de 10:00-18:00 horas (jueves hasta
las 20:00 horas).
➢ Precio: Entrada al Museo de Pérgamo: adultos 12 €, reducida 6
€/Entrada combinada Isla de los Museos: adultos 18 €,
reducida 9 €/Berlin Welcome Card 72 horas + entrada Isla de
los Museos: 44 €

116
Museo Nuevo

El Museo Nuevo de Berlín (Neues Museum) es el más visitado de la


Isla de los Museos junto con el Museo de Pérgamo.

Famoso por albergar el busto de la reina Nefertiti, lo cierto es que este


museo custodia además un gran número de piezas de interés, con
una amplia colección dedicada al arte egipcio (de hecho, muchos lo
conocen como el Museo Egipcio de Berlín) y una exposición muy
completa sobre la Prehistoria.

Este museo es uno de los más longevos de la ciudad, pues fue


construido a mediados del XIX por obra del arquitecto prusiano
Friedrich August Stüler. En aquel momento, el museo resultó ser un
proyecto muy innovador, por ser uno de los primeros edificios que
empleaba el acero en su construcción.

Finalmente, el museo sería inaugurado en 1855, y por aquel


entonces albergaba ya una completa colección de piezas egipcias
llevadas a Berlín por los pioneros alemanes de la arqueología.
Además, el museo contaba con una buena muestra de escultura
clásica, y algunas obras del Románico, del Gótico y del
Renacimiento (que serían reubicadas posteriormente en otros
museos de la Isla de los Museos).

Pero durante la Segunda Guerra Mundial, al igual que sucedió con


otras tantas instituciones de Berlín, el Museo Nuevo fue destruido
por los bombardeos, y con él buena parte de sus obras. Del museo
apenas quedaron en pie los muros exteriores, y ya no volvería a
abrir sus puertas hasta más de medio siglo después, en 2003,
cuando fue remodelado por el arquitecto David Chipperfield
siguiendo, en cierta medida, los planos originales, pero
introduciendo algunos elementos propios de la arquitectura
contemporánea.

Qué ver en el Neues Museum: principales obras

Actualmente, el Museo Nuevo de Berlín alberga el Museo Egipcio


(que incluye una completa colección de papiros) y el Museo de
Prehistoria. Si tienes poco tiempo para visitarlo pero no te lo quieres
perder, estas son las obras imprescindibles:

117
• El busto de Nefertiti, la joya por excelencia del museo. Aunque
es la única pieza del museo a la que no se le pueden hacer
fotografías (y te aconsejamos que ni lo intentes porque hay
siempre unos cuantos vigilantes rondando), merece la pena
dedicar un tiempo a admirar esta maravilla de más de 3.000
años de antigüedad (que fue escondida durante la II Guerra
Mundial para su preservación).
• El cráneo neandertal encontrado en el yacimiento de Le
Moustier, un yacimiento del Paleolítico declarado Patrimonio de
la Humanidad.
• La colección de arte del período amarniense, en la que se incluyen
piezas como la cabeza de Tiy, reina consorte de Amenhotep III,
hallada en el templo de Hathor.
• El Tesoro de Príamo, la colección de joyas troyanas descubierta
por Heinrich Schliemann. Aunque realmente no está
comprobada siquiera la existencia de Troya en el lugar
señalado por Schliemann, ni tampoco la pertenecencia del
tesoro al rey mencionado por Homero, es de gran belleza y
merece la pena verlo.
• El conocido como Sombrero Dorado de Berlín, que data de la
Edad del Bronce. Se trata de una pieza muy curiosa (hasta
ahora solo se han descubierto cuatro sombreros de este tipo),
típica de este período, realizada en oro y con una
característica forma cónica.

Los días 27, 28 y 29 de marzo de 2017 el museo permanecerá


cerrado.

➢ Dónde: Isla de los Museos (acceso por Bodestraße), Berlín.


➢ Cómo llegar: metro: Friedrichstraße (línea U6)/Tren:
Friedrichstraße (líneas S1, S2 y S25) o Hackescher Markt
(líneas S5, S7 y S75)/Autobús: nº 100 y 200 (parada
Lustgarten).
➢ Horario: lunes a domingo de 10:00-18:00 horas (jueves hasta
las 20:00 horas). Última entrada una hora antes del cierre.
➢ Precio: entrada al Museo Nuevo: adultos 12 €, reducida 6
€/Entrada combinada a todos los museos de la Isla de los
Museos: adultos 18 €, reducida 9 €/Berlin Welcome Card 72
horas + entrada Isla de los Museos: 44 €

118
Museo Antiguo de Berlín

Su colección es una de las más interesantes que pueden


contemplarse en la ciudad, pues está centrada en piezas de la
Antigüedad clásica, griegas, romanas y etruscas esencialmente.

La idea de la fundación del Museo Antiguo fue de Federico


Guillermo III, que atesoraba una buena colección de objetos y
piezas de arte antiguas reunida por algunos de sus antecesores, y
que decidió exponerlas al público en un espacio apropiado para ello.

El edificio que alberga el Museo Antiguo se alza frente a la gran


explanada del Lustgarden, junto a la que se encuentra también la
Catedral de Berlín.

Se trata de una construcción de estilo neoclásico obra del


arquitecto alemán Karl Friedrich Schinkel, y considerada uno de los
mejores ejemplos de este período estilístico en la ciudad. Su
fachada destaca por sus casi 90 metros de longitud, decorada por
un pórtico con 18 columnas jónicas.

En el interior, las galerías se reparten entre dos pisos, que se


extienden en torno a un patio central inspirado en el Panteón de
Roma.

El museo fue pensado desde el principio con fines divulgativos (de


hecho, presume de ser el museo como tal más antiguo de Berlín, de
ahí su nombre), por lo que sus galerías son amplias y muy cómodas
de recorrer.

El Museo Antiguo de Berlín abrió sus puertas al público en 1830,


aunque también fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial y
los trabajos de reconstrucción no concluyeron hasta finales de los
sesenta. Hasta que el Museo Nuevo fue reinaugurado en el año
2009, fue el Museo Antiguo el que acogió el Museo Egipcio donde
hoy podemos ver el famoso busto de la reina Nefertiti.

El Museo Antiguo: una colección única

La colección del Altes Museum es una de nuestras favoritas dentro


de los museos de la Isla de los Museos: incluye cientos de
esculturas, piezas de orfebrería, joyas, mosaicos, sarcófagos, urnas,

119
retratos, cerámicas… una completísima muestra de arte antiguo
que se agrupa bajo el nombre de “Nueva Antigüedad en el Museo
Antiguo” y que nos permite recorrer los períodos helenístico,
romano y etrusco de forma amena y exhaustiva.

Hay audioguías en español disponibles a la entrada del museo (por si


con las explicaciones en alemán e inglés de cada sala no te apañas
bien).

No te pierdas las momias egipcias de época romana, ni la delicada


escultura de Afrodita hecha en arcilla. También te aconsejamos
echar un vistazo, en una de las salas más pequeñas, a la curiosa
muestra de objetos eróticos antiguos.

➢ Dónde: Museo Antiguo (acceso por Lustgarten), Isla de los


Museos, Berlín.
➢ Cómo llegar: metro: Friedrichstraße (línea U6)/Tren:
Friedrichstraße (líneas S1, S2 y S25) o Hackescher Markt
(líneas S5, S7 y S75)/Autobús: nº 100 y 200 (parada
Lustgarten).
➢ Horario: martes a domingo de 10:00-18:00 horas (jueves hasta
las 20:00 horas).
➢ Precio: entrada al Museo Antiguo: adultos 10 €, reducida 5
€/Entrada combinada a todos los museos de la Isla de los
Museos: adultos 18 €, reducida 9 €/Berlin Welcome Card 72
horas + entrada Isla de los Museos: 44 €

120
Museo Bode

El Museo Bode de Berlín es, sin duda, el de mayor belleza de la Isla


de las Museos -arquitectónicamente hablando-. Su característico
edificio neobarroco, coronado por una gran cúpula, destaca junto a
un puente en un extremo de la isla, y alberga una de las mejores
colecciones de numismática de Europa, además de una amplia
muestra de arte bizantino y escultura.

El Museo Bode fue inaugurado en 1904, y aunque en un primer


momento fue conocido como Kaiser Friedrich Museum (en honor al
emperador prusiano Francisco III), fue rebautizado en los años 50
como Museo Bode, homenajeando a su primer director, Wilhelm von
Bode, cuyo exhaustivo trabajo para la ampliación de la colección
merecía ser recordado. El diseño del impresionante edificio que
alberga el museo fue obra de Ernst von Ihne: se trata, como te
contábamos al principio, de un edificio de forma circular y estilo
neobarroco, con unas fachadas de gran belleza y un interior
suntuoso, en el que sin duda sobresale la magnífica escalera
central.

Durante la Segunda Guerra Mundial el Museo Bode sufrió graves


desperfectos, y a pesar de que muchas de sus obras fueron
trasladadas, a día de ho más de un millar continúan desaparecidas
(bajo la sospecha de que fueron confiscadas como botín de guerra o
simplemente, saqueadas tras los bombardeos sobre Berlín).

No sería hasta los años noventa cuando el museo comenzara a ser


reconstruido, por lo que permaneció cerrado parcialmente a los
visitantes durante más de cuatro décadas. Las obras de
reconstrucción del museo fueron largas y costosas (se estima que la
inversión ascendió a… ¡casi 160 millones de euros!) pero
finalmente, el Museo Bode fue reinaugurado en el año 2006 con el
objetivo de acoger las colecciones de arte bizantino, numismática,
escultura y algunas pinturas.

La colección del Museo Bode

El Museo Bode cuenta con una colección muy amplia de obras


pertenecientes a distintas épocas y estilos, repartidas entre sus
numerosas salas.

121
Si vas a visitarlo, nosotros te aconsejamos dedicarle, al menos, un
par de horas (para ver lo imprescindible, ya que el museo cuenta
con 64 salas de exposición), y no perderte, sobre todo, lo siguiente:

• El llamado Museo de Arte Bizantino, que contiene obras que


abarcan el período comprendido entre los siglos III y XV, entre
las que destaca la colección de sarcófagos del período romano
cristiano.
• El gabinete de numismática, también conocido como
Münzkabinett, que contiene una de las colecciones más
relevantes a nivel mundial. Incluye monedas, medallas, sellos,
herramientas destinadas a la fabricación de moneda y, en
definitiva, todo lo relacionado con el dinero desde sus orígenes
en el siglo VII hasta la actualidad.
• La colección de esculturas, presentada conjuntamente con la de
pintura (agrupadas ambas vertientes artísticas por períodos), y
que incluye obras como Bailarina de Antonio Canova o la Pazzi
Madonna de Donatello entre muchas otras esculturas antiguas
traídas al museo, en buena parte, gracias al trabajo del ya
mencionado Wilhelm von Bode.

El museo cuenta, además, con una galería pensada para los más
pequeños, donde pueden conocer el museo y sus principales obras
de forma didáctica y divertida.

El museo dispone de su propia tienda, de taquillas y guardarropa


para dejar abrigos, bolsos y mochilas y de una cafetería con
restaurante en el primer piso, con unas vistas estupendas de la
escalera central desde su terraza.

➢ Dónde: Isla de los Museos (acceso por Am Kupfergraben),


Berlín.
➢ Cómo llegar: metro: Friedrichstraße (línea U6)/Tren:
Friedrichstraße (líneas S1, S2 y S25) o Hackescher Markt
(líneas S5, S7 y S75)/Autobús: nº 100 y 200 (parada
Lustgarten).
➢ Horario: martes a domingo de 10:00-18:00 horas (jueves hasta
las 20:00 horas). Última entrada media hora antes del cierre.
➢ Precio: entrada al Museo Bode: adultos 12 €, reducida 6
€/Entrada combinada a todos los museos de la Isla de los
Museos: adultos 18 €, reducida 9 €/Berlin Welcome Card 72
horas + entrada Isla de los Museos: 44 €

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Antigua Galería Nacional de Berlín

Su colección abarca, principalmente, pinturas del siglo XIX, sobre


todo de los períodos del Romanticismo y del Impresionismo.

La Antigua Galería Nacional nació en el año 1861, cuando un


coleccionista privado, el banquero Johann Heinrich Wilhelm
Wagener, donó casi 300 pinturas al gobierno prusiano, dando origen
a esta institución; encontrarás su edificio, inconfundible por su
aspecto de templo romano, en mitad de la Isla de los Museos, y con
una hermosa escalinata doble frente a él.

El proyecto fue obra del arquitecto Friedrich August Stüler, y el


museo como tal abriría sus puertas al público ya en 1876. Para
entonces, el museo se había hecho con una buena colección de
obras, en parte debido al impulso de uno de sus directores, Hugo
von Tschudi, un verdadero entusiasta del Impresionismo que
convirtió a la Antigua Galería Nacional en el primer museo del
mundo en adquirir pinturas de este período.

Al igual que el resto de museos berlineses, la Alte Nationalgalerie


sufrió daños severos durante la batalla de Berlín en la Segunda
Guerra Mundial.

Las obras de reconstrucción se extenderían casi hasta los años 70,


y puede decirse que casi no finalizaron definitivamente hasta
treinta años después, pues en el 2001 el museo amplió varias de
sus galerías.

La colección: obras principales

Como señalábamos al principio, la colección de la Antigua Galería


Nacional de Berlín contiene obras pertenecientes a varios períodos
artísticos: sobre todo al Romanticismo, pero también al estilo
Biedermeier, el Impresionismo e incluso el Clasicismo.

Aunque la mayor parte de la colección está formada por pinturas,


también hay una buena muestra de esculturas en el primer piso del
museo (¡más de un millar!), incluyendo obras de Rodin, así como
una completa exposición de cuadros de Adolph Menzel, pintor alemán
considerado el mejor representante del Realismo gracias a sus
cuadros de temática histórica y política.

123
Paseando a lo largo de las galerías de la Antigua Galería Nacional
encontrarás también obras de Manet y Monet, Karl Friedrich Schinkel o
Caspar David Friedrich, considerado el mejor paisajista del
Romanticismo Alemán.

Además, el museo incluye obras de otros artistas europeos, como


John Constable o Courbet o la escuela de Barbizon.

➢ Dónde: Antigua Galería Nacional, Isla de los Museos,


Bodestraße 1, Berlín.
➢ Cómo llegar: metro: Friedrichstraße (línea U6)/Tren:
Friedrichstraße (líneas S1, S2 y S25) o Hackescher Markt
(líneas S5, S7 y S75)/Autobús: nº 100 y 200 (parada
Lustgarten).
➢ Horario: martes a domingo de 10:00-18:00 horas (jueves hasta
las 20:00 horas). Última entrada media hora antes del cierre.
➢ Precio: entrada a la Antigua Galería Nacional: adultos 10 €,
reducida 5 €/Entrada combinada a todos los museos de la Isla
de los Museos: adultos 18 €, reducida 9 €/Berlin Welcome Card
72 horas + entrada Isla de los Museos: 44 €

124
Otros museos de interés en Berlín
Además de la Isla de los Museos, cuyos museos están más
centrados en el arte clásico, Berlín cuenta con otros tantos espacios
y galerías de diferentes temáticas que también puede resultarte
interesante visitar, sobre todo si te apetece acercarte a la historia
reciente de la ciudad que, te lo aseguramos, en el caso de Berlín es
realmente apasionante:

Aquí va nuestra selección con los mejores museos de Berlín:

Museo Judío de Berlín

El Museo Judío es precisamente una de estas visitas obligatorias si


buscas profundizar en la historia alemana, pues reúne una
exposición muy amplia en la que se recorre la evolución del país
durante toda su historia desde el punto de vista judío, partiendo de
la Edad Media hasta llegar al nazismo. Incluye obras de arte, textos
y objetos de uso cotidiano, repartidas en las diferentes salas de un
edificio de arquitectura peculiar, con una distribución de corte
deconstructivista que pretende generar cierto desasosiego en el
visitante a modo de recuerdo a las víctimas del Holocausto.

La visita se completa con dos espacios más, la Torre del Holocausto


y el Jardín del Exilio, así como con las exposiciones temporales que
suele acoger el museo.

➢ Dónde: Museo Judío, Lindenstraße 9-14, Berlín.


➢ Cómo llegar: metro: Hallesches Tor (líneas U1 y U6) o
Kochstraße (línea U6).
➢ Horario: lunes de 10:00-22:00 horas/Martes a domingo de
10:00-20:00 horas/Cerrado 21, 22 y 30 de septiembre de 2017
y 24 de diciembre.
➢ Precio: adultos: 8 €/Reducida: 3 €/Niños hasta 6 años:
gratis/Entrada familiar (2 adultos y hasta 4 niños): 14
€/Descuento Berlin Welcome Card: -25%

125
Topografía del Terror

Su nombre suena tan crudo como lo es su exposición: Topografía


del Terror realiza, desde su inauguración en el año 2010, un
exaustivo repaso por las instituciones e instrumentos del régimen
nazi entre 1933 y 1945, acercándonos a la historia de la Gestapo (la
policía secreta) y de las SS, que se encargaban de la seguridad del
Tercer Reich. Aquí se encuentra una amplia muestra de las
atrocidades llevadas a cabo por los nazis durante estos años y sus
consecuencias sobre la población y la ciudad. Además, aquí podrás
contemplar una de las escasas partes del muro de Berlín que
todavía quedan en pie. Es uno de los pocos museos gratis de Berlín
y una visita necesaria para cualquiera que desee conocer uno de
los episodios más tristes -pero inseparables- de la historia de la
ciudad.

➢ Dónde: Niederkirchnerstraße 8, Berlín.


➢ Cómo llegar: metro: Potsdamer Platz (línea U2)/Tren: Potsdamer
Platz (líneas S , S1, S2 y S25).
➢ Horario: todos los días de 10:00-20:00 horas/Cerrado 24 y 31
de diciembre y 1 de enero.
➢ Precio: gratis.

Museo de la RDA (DDR Museum)

Continuando nuestro recorrido de museos dedicados a la Segunda


Guerra Mundial y al período de la Guerra Fría, te recomendamos
visitar el Museo de la RDA (la antigua República Democrática
Alemana), es decir, la zona de Berlín ocupada por la Unión Soviética
tras el fin de la guerra. Es uno de los museos más interesantes de
Berlín, con una exposición que recorre la vida política pero también
cotidiana de quienes quedaron a este lado del muro durante 28
años. Decimos que es interesante porque recorrer este museo es de
lo más entretenido, ya que aquí debes investigar, curiosear, tocar y
meterte de lleno en la vida diaria de la RDA, gracias a las
reconstrucciones fieles de los espacios más representativos del
régimen y a la presencia de elementos simbólicos del mismo, como
el coche Trabant. La mayoría de las piezas del museo son reales
como la vida misma, pues han sido donadas por familias y
coleccionistas particulares, así que la visita es una oportunidad
única de conocer de cerca cómo fueron aquellos años.

126
➢ Dónde: DDR Museum, Karl-Liebknecht-Str. 1, Berlín.
➢ Cómo llegar: tren: Hackescher Markt (líneas S5, S7 y
S75)/Metro: Klosterstraße (línea U2) o Alexanderplatz (líneas
U2, U5 y U8)/A pie desde la catedral: 3 minutos.
➢ Horario: lunes a domingo de 10:00-20:00 horas (sábados hasta
las 22:00 horas)/Abierto todos los días del año (el 24 de
diciembre cierra a las 16:00 horas).
➢ Precio: adultos: 9,5 €/Reducida: 6 €/Descuento Berlin Welcome
Card: -25%

Museo del Muro del Checkpoint Charlie

El Checkpoint Charlie era el paso fronterizo entre las dos zonas en


que se dividía Berlín, la de ocupación soviética y la de ocupación
americana. Hoy queda poco de aquel lugar, aunque una caseta
recuerda su existencia y cientos de turistas de hacen la
correspondiente foto bajo ese famoso cartel que advierte You are
leaving the American sector (“Está abandonando el sector
americano”). En la actualidad, el Checkpoint Charlie cuenta con un
museo dedicado a la historia del muro de Berlín, por lo que es el
mejor sitio para informarse de cómo, cuándo y por qué fue
construido y qué consecuencias tuvo para la población alemana.
Aquí podemos conocer los testimonios de quienes intentaron (no
siempre con éxito) cruzar de un lado a otro, gracias a los textos,
fotografías y vídeos que completan una exposición extensa (y algo
inabarcable si no tienes demasiado tiempo que dedicarle).

➢ Dónde: Friedrichstraße 43-45, Berlín.


➢ Cómo llegar: metro: Kochstraße (línea 6).
➢ Horario: abierto todos los días del año de 09:00-22:00 horas.
➢ Precio: adultos: 12,5 €/Estudiantes: 9,5 €/Menores de 6 años:
gratis/Descuento Berlin Welcome Card: -25%

Museo de Historia Natural de Berlín

Un museo obligado para los amantes de la naturaleza y la ciencia


(también si vas a viajar a Berlín con niños) es el Museo de Historia
Natural, conocido también como Museo Humboldt y uno de los más
importantes en su categoría a nivel mundial. A la entrada nos
reciben el mayor esqueleto de dinosaurio (completo) hallado hasta

127
hoy, el Brachiosaurus. Y es que este museo tiene una magnífica
colección de fósiles de dinosaurios, pero también de minerales y
mariposas. En total, el museo cuenta con más de ¡¡¡30 millones!!!
de especies entre animales vertebrados e invertebrados, incluyendo
casi 9.000 aves.

➢ Dónde: Invalidenstraße 43, Berlín.


➢ Cómo llegar: tren: Hauptbahnhof (líneas S5, S7 y S75)/Metro:
Naturkundemuseum (línea U6)/Tranvía: nº M5, M8 y M10.
➢ Horario: martes a viernes de 09:30-18:00 horas/Sábados y
domingos de 10:00-18:00 horas/Cerrado todos los lunes y 24,
25 y 31 de diciembre.
➢ Precio: adultos: 8 €/Menores entre 6-15 años y estudiantes: 5
€/Niños < 6 años: gratis/Descuento Berlin Welcome Card: -38%

Museo Berggruen

El Museo Berggruen es una impresionante colección de arte donada


a Berlín por un coleccionista privado, Heinz Berggruen, y que
incluye obras de grandes pintores como Picasso, Klee o Matisse.
Situado muy cerca del Palacio de Charlottenburg, el Museo
Berggruen cuenta con tres plantas en las que se distribuyen
pinturas, esculturas e incluso bocetos y dibujos, como en el caso del
área dedicada a Picasso. No te pierdas las más de 60 obras de Klee
(una de las mejores muestras del autor) o las inconfundibles
esculturas de Giacometti.

➢ Dónde: Museo Berggruen, Schloßstraße 1, Berlín.


➢ Cómo llegar: metro: Richard Wagner Plazt (línea U7).
➢ Horario: martes a viernes de 10:00-18:00 horas/Sábados y
domingos de 11:00-18:00 horas/Cerrado todos los lunes y 24 y
31 de diciembre.
➢ Precio: adultos: 10 €/Reducida: 5 €/Menores de 18 años: gratis.

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Museum Pass
La Museum Pass Berlin (Museumspass Berlin en alemán) es la
tarjeta turística oficial que te permitirá entrar gratis a más de 50
museos de Berlín.

¿Hay varios tipos de Museum Pass Berlin?

Sí. La Museum Pass tiene una duración de 3 días, pero hay dos
versiones, una para adultos y otra para estudiantes.

¿Cuánto cuesta cada una?

➢ Museum Pass Berlin 3 días (adultos): 24 €


➢ Museum Pass Berlin 3 días (estudiantes con carnet ISIC): 12 €

¿Cómo funciona esta tarjeta?

➔ La tarjeta es personal e intransferible, por lo que deberás


comprar una por persona.
➔ Puede ser usada durante tres días consecutivos después de su
activación. Se activa con el primer uso, es decir, con el primer
museo visitado.
➔ Dado que son días naturales recomendamos activarlo a primera
hora de la mañana si es posible, para así aprovecharla al
máximo.
➔ Con ella podrás visitar las colecciones y exposiciones permanentes,
pero no las exposiciones temporales o eventos especiales.

¿Dónde puedo comprar la Museum Pass Berlin?

En todas las oficinas de turismo de Berlín, estas son las más


accesibles:

 Aeropuerto de Berlín-Tegel (Terminal A, Puerta 1) – (08:00 –


21:00)
 Aeropuerto de Berlín-Schönefeld (Terminal A – Puerta 1) –
(07:00 – 22:30)
 Estación Central de Berlín (Hauptbahnhof) – (08:00 – 22:00)
 Puerta de Brandeburgo (09:30 -18:00)

129
 Torre de Televisión (10:00 – 16:00)
 Europa-Center (10:00 – 20:00)
 Rankestraße (10:00 – 16:00)
 En la mayoría de taquillas de los museos participantes.

¿Qué incluye la tarjeta Museum Pass Berlin?

Incluye la entrada gratis a los siguientes museos de la ciudad:

• Museo de los Aliados (AlliiertenMuseum)


• Antigua Galería Nacional de Berlín (Alte Nationalgalerie)
• Museo Antiguo (Altes Museum)
• Centro Ana Frank (Anne Frank Zentrum)
• Museo Anti-Bélico (Anti-Kriegs-Museum)
• Archivo Bauhaus – Museo del Diseño (Bauhaus-Archiv)
• Museo de la Historia de la Medicina (Berliner
Medizinhistorisches Museum)
• Galería Berlinesa (Berlinische Galerie)
• Museo Bode (Bode-Museum)
• Jardín botánico y museo botánico (Botanisches Museum)
• Museo Bröhan (Bröhan-Museum)
• Museo Brücke (Brücke Museum)
• Deutsche Bank KunstHalle
• Deutscher Dom
• Deutsches Technikmuseum Berlin
• Zucker Museum German
• Deutsch-Russisches Museum Berlin-Karlshorst
• Domäne Dahlem – Landgut und Museum
• Ephraim-Palais
• Gemäldegalerie
• Georg-Kolbe-Museum
• Gipsformerei
• Grünauer Wassersportmuseum
• Hamburger Bahnhof – Museum für Gegenwart
• Jüdisches Museum Berlin
• Knoblauchhaus
• Kunstbibliothek
• Kunstgewerbemuseum Kulturforum
• Kunstgewerbemuseum Schloss Köpenick

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• Kupferstichkabinett
• Labyrinth Kindermuseum Berlin
• Militärhistorisches Museum der Bundeswehr
• Military History Museum luftwaffenmuseum.de
• MACHmit! Museum für Kinder
• Museum for Children machmitmuseum.de
• Märkisches Museum stadtmuseum.de
• Mitte Museum * Regional History Museum * mittemuseum.de
• Museum Berggruen smb.museum
• Museen Museums Dahlem
• (Museum Europäischer Kulturen European Cultures;
• Museum für Asiatische Kunst Asian Art;
• Ethnologisches Museum Ethnological Museum) smb.museum
• Museo para la Fotografía (Museum für Fotografie)
• Museum für Kommunikation
• Museo de Historia Natural (Museum für Naturkunde)
• Museum Lichtenberg im Stadthaus museum-lichtenberg.de
• Museumsdorf Düppel
• Museo de Instrumentos Musicales (Musikinstrumenten-
Museum)
• Museo Nuevo (Neues Museum)
• Museo Egipcio (Ägyptisches Egyptian Museum)
• Museo de Prehistoria y Protohistoria (Museum für Früh-und
Vorgeschichte))
• Iglesia de San Nicolás (Nikolaikirche)
• Museo de Pérgamo(Pergamonmuseum)
• Sammlung Scharf-Gerstenberg
• Museo Gay de Berlín (Schwules Museum)

¿Merece la pena la Museum Pass Berlin?

Sí, con tan solo visitar dos museos de la Isla de los Museos, por
ejemplo el Museo de Pérgamo y el Museo Nuevo, ya estaría
amortizada.

Además es un gran complemento para la Berlin Welcome Card, con


la que dispondrás también de transporte público gratuito.

131
Miradores: las mejores vistas de Berlín
Ya sabemos que en la capital alemana hay mucho que ver y hacer,
pero siempre conviene hacer un hueco entre visita y visita para
acercarse a un mirador y disfrutar de algunas de las mejores vistas
de Berlín para sacar unas fotografías o simplemente relajarse
durante un rato de tanto turismo.

Porque no hay una forma mejor de conocer una ciudad que


contemplarla desde las alturas… aquí va nuestra selección con los
mejores miradores de Berlín.

1. La torre de televisión de Berlín (Fernsehturm)

La protagonista del skyline berlinés, la omnipresente torre de


televisión que se encuentra muy cerca de la Alexanderplatz, es sin
duda el mirador más famoso (y más caro) de Berlín.

Las vistas desde la Torre Alex, como la conocen cariñosamente los


berlineses, son estupendas: Berlín a 360º y a más de 200 metros de
altura (la torre, realmente, mide 368 metros, pero el mirador está
situado un poco más abajo). Si quieres rizar el rizo, puedes subir un
poco más y tomar algo en su restaurante giratorio, el Bar 203 que
presume de ser el más alto de la ciudad.

¿Los contras? Subir es caro, en temporada alta hay laaargas colas


y, obviamente… no sale la torre de televisión en la foto. Pero
igualmente, creemos que es un mirador al que merece la pena subir
si se tiene oportunidad.

2. La cúpula del Reichstag

Subir a la cúpula del Reichstag, el edificio del parlamento alemán,


tiene una ventaja muy evidente: es gratis, y una desventaja
también muy clara: hay que reservar con antelación, y teniendo en
cuenta el clima cambiante de una ciudad como Berlín, puede ser un
poco complicado cuadrar tu visita en un día despejado como para
apreciar las vistas y poder hacer buenas fotos.

Igualmente, como es gratis, no pierdes nada por reservar la visita y


subir a echar un vistazo al distrito gubernamental y al centro de
Berlín.

132
Si no has podido reservar la visita al Reichstag con antelación, no te
preocupes: allí mismo puedes apuntarte para visitarlo, siempre que
queden plazas, y como mínimo en las dos horas y dos días
siguientes. Es decir, que aceptarán tu reserva siempre que sea para
una de las visitas de ese mismo día o del siguiente como máximo.

 La cúpula abre a diario de 08:00-00:00 horas y se puede


acceder cada 15 minutos (la última entrada es a las 22:00
horas).

3. Panoramapunkt en la Torre Kolhoff

Este edificio de curiosa arquitectura situado en la Potsdamer Platz,


una de las plazas más céntricas de Berlín, se erige sobre uno de los
lugares por los que antaño pasaba el famoso muro (de hecho, si te
fijas bien, verás que está marcado el perímetro del antiguo muro
con piedrecitas).

El principal interés de la Kolhoff Tower, además del edificio en sí, es


que en los pisos 24 y 25 alberga Panoramapunkt, un mirador
abierto que nos brinda la mejor panorámica del centro de Berlín.
Cuenta con un café y una pequeña exposición donde se repasa la
historia de la reconstrucción de la zona.

Desde que esta terraza fue inaugurada en 1999, la Panoramapunkt


se ha convertido en una de las atracciones turísticas más visitadas
en Berlín, y no es para menos: desde su mirador podemos
contemplar la Puerta de Brandenburgo, la catedral de Berlín, la
torre de televisión, el Reichstag… una panorámica completa de los
edificios más significativos de la capital alemana desde un edificio
que presume de ofrecer el mejor atardecer de Berlín.

 El mirador abre a diario de 10:00-20:00 horas y subir cuesta 6


€ (8 € si no quieres esperar colas), por lo que subir a la Kolhoff
Tower es una alternativa económica a la torre de televisión (e
igual de buena). de la Bolsa y la Ribeira con Vila Nova de Gaia
en el lado izquierdo.

4. Skyline, la cafetería de la Universidad Técnica de Berlín

Así, a priori, lo de ir a la cafetería de una universidad cuando estás

133
de viaje suena raro. Pero lo cierto es que la cafetería de la
Universidad Técnica de Berlín (Technische Universität Berlin) es un
lugar poco conocido por los turistas y que sin embargo cuenta con
unas vistas fantásticas de la ciudad.

Situada en el piso 20, ofrece una panorámica muy completa del


oeste de Berlín (aunque desde aquí no se aprecian sus grandes
monumentos), y además es de acceso libre y gratis. No obstante,
puedes tomar algo, los precios son económicos y la comida es
correcta, así que si te animas puedes marcarte un desayuno con
vistas y a precio de estudiante.

 Para llegar lo más fácil es coger el metro hasta Ernst Reuter


Platz (línea U2). La cafetería abre de lunes a viernes de 07:30-
16:15 horas.

5. El Weltballon Berlin

Gestionado por la empresa Air Service Berlin, este globo de helio


sujeto al suelo por un cable de acero se eleva a 150 metros de
altura y nos permite obtener unas vistas impresionantes de Berlín.

¿La parte negativa? Es el mirador más caro de Berlín, pues subir


cuesta nada menos que 19,90 € por adulto (6,90 € para menores
entre 3 y 10 años).

Por eso, hay que elegir bien el día para subir, pues las vistas son
muy buenas siempre que el cielo esté despejado. Hay subidas cada
15 minutos, y funciona todos los días de 10:00-22:00 horas (entre
abril y octubre) y de 11:00-18:00 horas (entre noviembre y marzo).

Por cierto: se encuentra junto al Checkpoint Charlie, en


Zimmerstraße 95-100, por lo que puedes aprovechar la visita al
primero para disfrutar de este original mirador de Berlín. Lo más
cómodo para llegar es el metro, concretamente las paradas
Mohrenstraße (línea U2) y Kochstrasse (línea U6).

6. La terraza del Hotel Park Inn

Una cosa está clara: no vas a tener una imagen mejor de la torre de
televisión que la que se obtiene desde la terraza panorámica del
Hotel Park Inn de Berlín, a la que puedes acceder aunque no estés

134
alojado allí, pagando una entrada aparte.
A 150 metros de altura, esta terraza es una de las mejores
plataformas para contemplar el centro de Berlín, incluyendo la
Alexanderplatz a tus pies y la torre de televisión frente a frente.
También podrás disfrutar viendo cómo los valientes se lanzan en
caída libre (bueno, sujetos por un arnés, obviamente) desde la
cercana Jochen Schweizer Base Flying.

Para subir a la terraza solo debes entrar al hotel, coger el ascensor


hasta el piso 37 y seguir las indicaciones hacia el mirador, que se
encuentra en el piso 40.

 La entrada cuesta 4 € y merece la pena (sobre todo si la


comparamos, de nuevo, con la de la torre de televisión…).
 En verano está abierta de 12:00-22:00 horas, y en invierno de
12:00-18:00 horas.
 Un consejo: es mejor subir a primera hora de la mañana o a
última hora de la tarde, pues al mediodía la terraza tiene el sol
de frente y te hará muy difícil hacer buenas fotos.

7. La cúpula de la Catedral de Berlín

En tu visita a la Isla de los Museos puedes aprovechar para


acercarte hasta la cercana Catedral de Berlín, cuya cúpula ofrece
unas vistas fantásticas de esta zona de la ciudad.

La cúpula está incluida en la entrada general de la catedral, que


además te permite recorrer el museo y la cripta. Tiene 70 metros de
altura y está decorada con bellos mosaicos de colores (¡contiene
casi medio millón de teselas!).

Eso sí, para llegar hasta la cúpula hay que subir 270 escalones
(aprovecha para comerte un currywurst antes de entrar), pero te
aseguramos que merece la pena una vez contemples la panorámica
que te espera al llegar arriba.

 La entrada a la Catedral de Berlín cuesta 7 € (5 € para niños) y


está abierta de lunes a sábados de 09:00-20:00 y domingos de
12:00-20:00 horas (entre octubre y marzo, solo hasta las 19:00
horas).

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8. La Zionskirche

Mucho menos conocida que la anterior, esta pequeña iglesia


situada en pleno centro de Berlín constituye un mirador único,
bonito y poco frecuentado.

La iglesia no es, realmente, un mirador como tal, pues tampoco


está muy elevada, pero sí que nos brinda una imagen inolvidable de
Berlín y sus tejados desde sus ventanas en forma de arco.

 Solo está abierta los domingos de 12:00-16:00 horas, lo que


limita bastante la visita, pero si puedes encajarla en tu
itinerario te aconsejamos que no te la pierdas.
 La entrada a la Zionskirche tiene un precio de 2 € y para llegar
debes coger el metro hasta Senefelderplatz (línea U2).

9. La colina Kreuzberg en Victoriapark

Siendo la colina más elevada de Berlín (tiene más de 65 metros de


altura), está claro que la colina Kreuzberg tenía que ofrecer una de
sus mejores vistas. Está situada en el Victoriapark, un parque
localizado en el corazón de Kreuzberg, un barrio muy de moda en
los últimos tiempos.

Una vez arriba (pero tienes que caminar hasta arriba del todo),
podrás admirar las vistas del barrio de Kreuzberg y del centro de
Berlín, e incluso atisbar algo del antiguo aeropuerto de Templehof,
reconvertido en parque abierto al público (y bastante curioso, como
te podrás imaginar). Un rincón romántico desde el que ver
atardecer sobre Berlín es un auténtico placer.

 Para llegar debes coger el metro hasta Mehringdamm (líneas


U6 y U7) y caminar unos 10 minutos hasta la entrada del
parque que, por supuesto, es gratis.

10. El bar Klunkerkranich en el centro comercial Neukölln Arcade

Este mirador ya es de los de nota… y está algo alejado del centro


de Berlín, pero bien comunicado por transporte público. Se trata de
la terraza del bar ubicado sobre el parking del centro comercial
Neukölln Arcade… ahí es nada.

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En el Klunkerkranich puedes tomarte algo mientras disfrutas de la
música y de las vistas, que son muy originales y diferentes a las del
resto de miradores de Berlín.

Además, es una buena excusa para darte una vuelta por el


multicultural barrio de Neukölln, un barrio ocupado
tradicionalmente por inmigrantes, pero que hoy se está
convirtiendo en barrio hipster (y por consiguiente, en una de las
zonas más cotizadas para vivir en Berlín).

 Lo malo del bar es que está cerrado durante los meses de


invierno, y solo abre entre marzo y diciembre, de 10:00-01:30
horas de lunes a sábados y de 12:00-01:30 horas los
domingos.
 La dirección exacta es Karl-Marx-Straße 66 y puedes llegar en
metro hasta el centro comercial bajándote en U Rathaus
Neukölln (línea U7). Una vez allí solo tienes que dirigirte al
parking, subir hasta la 5ª planta y… voilà!

11. La Columna de la Victoria del Tiergarten

El Tiergarten es uno de los parques más famosos de Berlín, situado


a dos pasos del Reichstag y de la Puerta de Brandenburgo. Pues
bien, justo en mitad del parque se encuentra la Columna de la
Victoria (Siegessäule), construida para conmemorar la victoria de
Prusia en las guerra franco-prusiana durante el XIX, y a cuyo
mirador se puede subir a través de una escalera en espiral para
disfrutar de la panorámica.

Siendo sinceros, las vistas no son tan impresionantes como las que
se obtienen desde otros miradores, pues aquí estamos rodeados
por el parque, pero lo cierto es que también son bonitas,
especialmente por la figura dorada de la Victoria que corona la
columna.

 La entrada cuesta 3 €.
 Abre de lunes a viernes de 09:30-18:30 y sábados y domingos
de 09:30-19:00 horas (abril-octubre) y lunes a viernes de
10:00-17:00 y sábados y domingos de 10:00-17:30 horas
(noviembre-marzo).

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12. Teufelsberg, la Colina del Diablo

Nuestro último (que no menos interesante) mirador nos lleva a las


afueras de Berlín… y te aseguramos que, si te gusta salirte de los
típicos lugares turísticos, esta torre de casi 50 metros de altura no
te dejará indiferente.

Se trata de una antigua estación espía utilizada por los servicios


secretos americanos para realizar escuchas durante la Guerra Fría,
y abandonada tras la caída del muro. No es de extrañar que el
mismísimo David Lynch (sí, el director de cine y creador de Twin
Peaks) se fijara en este lugar, que trató de convertir en una especie
de universidad esotérica (algo que obviamente no le fue permitido
por el ayuntamiento de Berlín).

Antes de convertirse en reducto de espías, en este lugar existió un


centro de entrenamiento para los soldados nazis, que con el fin de
la Segunda Guerra Mundial los estadounidenses cubrieron con
toneladas de escombros para construir sobre el promontorio esta
torre que se sitúa a 115 metros sobre las afueras de Berlín, y que
además de regalarnos unas buenas vistas de la ciudad, constituye
una atracción en sí misma.

Hoy en día, en Teufelsberg confluyen graffiteros, fotógrafos


aficionados al street art y algún turista con alma exploradora que
llega hasta aquí para conocer el que es sin duda uno de los lugares
más extraños, fantasmagóricos y fascinantes de Berlín.

 Puedes conocer Teufelsberg contratando una visita guiada por


15 € (aunque solo se hacen en inglés y en alemán).

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Mercadillos de Berlín
Si eres de los que cada vez que visita una ciudad busca perderse
por sus mercadillos callejeros para conseguir algún recuerdo (más
original que los de las típicas tiendas de souvenirs) o simplemente
curiosear entre los puestos; si te gustan la ropa y los bolsos vintage,
los objetos de decoración diferentes o quieres encontrar esa
chaqueta única procedente de la antigua RDA… ¡este artículo es
para ti!

Existen infinidad de mercadillos en Berlín; ya sabemos que todas


las grandes capitales suelen contar con una buena oferta de
mercados y rastros, pero en el caso de Berlín, la capital alemana
juega en otra liga.

Y es que aquí encontraremos opciones para todos los gustos (y


bolsillos): debajo hemos recopilado los mercadillos vintage y de
antigüedades más interesantes, los mercados de pulgas más
famosos y los mejores mercadillos de ropa en Berlín.

Si viajas a la ciudad en Navidad, no olvides echar un vistazo a


nuestro artículo para descubrir los mejores mercados navideños en
Berlín.
Recorrer los mercados callejeros de la ciudad es una forma divertida
y diferente de ir de compras en Berlín… ¿empezamos? :)

Tipos de mercadillos en Berlín

Hay varios tipos de mercadillos callejeros en Berlín (y como buenos


alemanes, los berlineses los tienen clasificados por categorías):

Mercadillos de pulgas (Flohmarkt y Trödelmarkt)

Este tipo de mercadillos serían lo más parecido al típico rastro


donde se vende un poco de todo, perfectos para quienes les gusta
el arte del regateo y de revolver en busca de algún chollo. En ellos
se venden ropa y libros de segunda mano, revistas, viejos juguetes,
objetos decorativos y muebles… para todos los gustos.

Mercados de antigüedades (Antikmarkt)

Como su propio nombre indica, son mercados donde se venden

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antigüedades de todo tipo: mobiliario, objetos de uso cotidiano,
piezas de arte, marcos, espejos, prendas de ropa

Mercadillos de artesanos (Kunstmarkt)

Son mercados destinados a los artesanos y nuevos creadores que


deseen vender su mercancía directamente al público. Los objetos
que se venden son de lo más variado: desde joyería y bisutería a
complementos como bolsos o zapatos, objetos para decorar la casa,
cosmética natural o regalos en general.

Los mejores mercados callejeros

1. Mercado de pulgas del Mauerpark

Todas las ciudades tienen un gran mercadillo, y Berlín no iba a ser


menos: el mercado callejero del Mauerpark es lo que el Rastro a
Madrid o el Mercado de las Pulgas a París: un enorme mercadillo de
domingo donde es posible comprar absolutamente de todo: ropa de
segunda mano, libros, bicicletas, artículos de coleccionismo (sellos,
vinilos, monedas), muebles, vajillas, complementos… además, en el
mercado del Mauerpark encontrarás diseños de nuevos creadores y
artesanos locales.

Siendo el mayor mercado callejero de Berlín ya puedes imaginarte


que siempre está lleno de gente, tanto locales como turistas. Y
aunque aquí el regateo no se estila demasiado, echa un vistazo en
varios puestos antes de lanzarte a comprar, pues en los últimos
años el mercado ha sido ganando fama y se ha convertido en un
reclamo turístico (y un poco hipster, todo hay que decirlo). Aún así,
todavía se pueden encontrar chollos y merece la pena dedicarle
una mañana de domingo.

Además, cuenta con casetas de comida donde recuperar fuerzas


después de una mañana intensiva de cotillear entre los puestos y
con un karaoke al aire libre donde puedes pasar una tarde divertida
(siempre que no tengas vergüenza).

➢ Dónde: en el Mauerpark, un parque situado en el barrio de


Prezlauer Berg (Bernauer Straße 63-64)
➢ Cuándo: todos los domingos de 08:00-18:00 horas.
➢ Cómo llegar: en metro (línea U2, estación Eberwalderstrasse, y

140
línea U8, estación Bernauer Straße).

2. Mercado de la calle 17 de junio (Mercadillo de la Straße des 17 Juni)

Este mercado es, sin duda, uno de los mercados callejeros con más
encanto de Berlín. Es también uno de los más antiguos, famoso
sobre todo por sus puestos de antigüedades y objetos de segunda
mano: además de muebles y obras de arte, aquí puedes comprar
prendas vintage, discos, marcos y cuadros, jarrones de lo más
kitsch y, en definitiva, un poco de todo.

Este mercado se encuentra junto al céntrico parque del Tiergarten,


por lo que está muy bien situado si te apetece visitar un mercadillo
en Berlin sin alejarte demasiado de la zona más turística. Además,
no es tan extenso como el de Mauerpark, por lo que con dedicarle
un par de horas es más que suficiente.

Al igual que el anterior, cuenta con espacios para comer y beber y


si te agobias de ver puestos, siempre puedes salir al parque y
sentarte a descansar un rato.

➢ Dónde: en la Straße des 17 Juni, muy cerca del Tiergarten.


➢ Cuándo: todos los sábados y domingos de 10:00-17:00 horas.
➢ Cómo llegar: en metro (línea U9, estación Hansaplatz) y en tren
(líneas S5, S7 y S75, parada Tiergarten).

3. Mercado Trödelmarkt de la Arkonaplatz

Este pequeño mercado situado en la acogedora Arkonaplatz es, a


pesar de sus dimensiones, uno de los favoritos de los berlineses
(aunque en los últimos tiempos es fácil encontrar en él algún
turista).

Es un mercado de pulgas tal cual, con sus puestos de particulares


vendiendo un poco de todo: ropa, libros, juguetes, objetos de uso
cotidiano… se puede encontrar algún “tesoro” rebuscando en los
puestos de antigüedades, donde se venden viejos recuerdos de la
época de la RDA (perfectos para amantes de la Historia), y el
ambiente es relajado y tranquilo, sin las aglomeraciones del
Mauerpark (que, por cierto, está muy cerca, por lo que puedes
aprovechar el domingo para visitar ambos mercadillos).

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➢ Dónde: en la Arkonaplatz.
➢ Cuándo: todos los domingos de 10:00-16:00 horas.
➢ Cómo llegar: en metro (línea U8, estación Bernauer Straße).

4. Mercado de pulgas de la Boxhagener Platz (Flohmarkt am


Boxhagener Platz)

Otro de los mercadillos más famosos de Berlín es este situado en la


Boxhagener Platz, en pleno barrio de Friedrichshain, muy cerca del
centro.

Aquí también encontrarás todo tipo de puestos, con ropa,


decoración, complementos, libros… es un mercado que, al igual que
el propio barrio, tiene un carácter joven y desenfadado, algo menos
masificado que otros mercados y con menos puestos, pero
igualmente interesante por sus precios algo más económicos y su
ambiente más auténtico.

Al contrario que los anteriores, este mercado no cuenta con puestos


de comida pero hay tantas bares y restaurantes por la zona que
tampoco los echarás en falta.

➢ Dónde: en la Boxhagener Platz.


➢ Cuándo: todos los domingos de 10:00-18.00 horas.
➢ Cómo llegar: en metro (línea U5, estación Samariterstraße o
Frankfurter Tor).

5. Mercado Hallentrödelmarkt Treptow

El Hallentrödelmarkt Treptow tiene una diferencia respecto al resto


de mercadillos de Berlín, y es que está cubierto y no al aire libre,
por lo que es perfecto para una mañana lluviosa o fría (de las que
no faltan en la ciudad durante el invierno). Concretamente, se
encuentra en el Treptower Art Center.

A nosotros nos resulta uno de los mercados más curiosos de Berlín,


con infinidad de puestos llenos de cacharros donde puedes revolver
hasta hartarte en busca de alguna ganga (perfecto para los que les
gustan los montones de cables y cargadores mezclados con viejos
juguetes y vajillas destartaladas). Los particulares venden aquí todo
lo que ya no quieren, por lo que negociando un poco siempre

142
puedes encontrar algo interesante por un módico precio.

➢ Dónde: Eichenstraße 4.
➢ Cuándo: todos los sábados y domingos de 10:00-16:00 horas.
➢ Cómo llegar: en tren (líneas S8, S9, S41, S42 y S85, parada
Treptower Park).

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Dónde comer en Berlín
Platos típicos y restaurantes recomendados

Como sucede en todas las grandes ciudades, encontrar dónde


comer en Berlín es tarea fácil. La oferta de restaurantes para todos
los bolsillos (Berlín no es una ciudad especialmente cara en lo que a
comer fuera se refiere) es enorme, y además muy variada.

Nosotros te aconsejamos que te dejes llevar y, si te disfrutas de la


buena mesa, aproveches para probar un poco de todo: es difícil
resistirse a un buen currywurst de un puesto callejero después de
un día intensivo de turismo, pero también merece la pena sentarse
a disfrutar de una Apfelstrudel en alguno de los numerosos cafés
berlineses o pegarse un homenaje con el clásico codillo alemán.

Y si eres vegetariano o vegano, no te asustes: en Berlín también


hay alternativas sanas para comer (más adelante te damos unas
cuantas recomendaciones).

Comer en Berlín: platos típicos alemanes que debes probar

 Currywurst: la verdad es que el currywurst no tiene mucha


ciencia, pero si le preguntases a un berlinés por un plato típico
de su ciudad, sin duda te recomendaría probar este. No se
trata más que de una salchicha cortada en rodajas,
acompañada de patatas fritas, con ketchup y curry por
encima. Un fast food en toda regla, pero que sabe bien cuando
te pilla con hambre y que puedes disfrutar en casi cualquier
rincón de la ciudad. Más adelante te contamos cuáles son
nuestros locales favoritos para probarlo.
 Salchichas: en el país de las salchichas encontrarás todas las
variedades que te imagines, aunque las más comunes son la
Bratwurst (blanca y especiada) y la Wiener (tipo Viena,
anaranjada y más suave). Las puedes pedir como plato en
cualquier restaurante alemán, pero lo habitual es comprarlas
en cualquier puesto callejero acompañadas de un panecillo
(Brochten) por apenas 1,5 € (y quien dice puesto callejero,
dice a alguno de esos curiosos hombrecillos que llevan la
parrilla colgada y que verás en todas las zonas turísticas).
 Codillo alemán (Eisbein): el de Berlín se come cocido, aunque
también lo encontrarás asado, y siempre acompañado de

144
chucrut (col asada en tiritas con un ligero toque avinagrado) y
patatas hervidas. Si está bien preparado es una delicia, y
nosotros te aconsejamos probarlo en los siguientes
restaurantes: Boulevard Friedrichstrasse (Friedrichstrasse
106c), Sophieneck (Grosse Hamburger Strasse 37), Ständige
Vertretung (Schiffbauerdamm 8), Brauhaus Georgbraeu
(Spreeufer 4, en Nikolaiviertel) y el que para nosotros es el
mejor, el de Zur Letzten Instanz (Waisenstrasse 14-16), cerca
del barrio de Nikolai y de la Alexanderplatz -imprescindible
reservar-.
 Apfelstrudel: realmente, se trata de una receta austriaca, pero
esta tarta de hojaldre y manzana servida con helado de
vainilla es un postre muy típico también en Alemania. No te
pierdas el de Back Palace, un pequeñísimo café en el barrio de
Nikolai (Propststraße 1-4) donde todos los postres son caseros
-si no te va la tarta de manzana, pídete unos gofres belgas
caseros: no tienen nada que ver con los que sirven en otros
sitios-.
 Kartoffelsuppe: un primer plato recurrente en las cartas de
todos los restaurantes alemanes; se trata de una especie de
sopa o crema de patata con verduras y trocitos de salchicha.
Muy reconfortante para los días de frío.
 Schnitzel: al igual que el anterior, se trata de un plato más
vienés que berlinés, pero igualmente se sirve en todos los
restaurantes alemanes. No es más que un filete de cerdo o
ternera empanado y acompañado de patatas y unas rodajas
de limón. Dicen que los mejores de Berlín son los de Sheers
Shnitzel, un local, digamos, modesto, pero con mucha fama
gracias a este plato (a diez minutos a pie de la East Side
Gallery, en Warschauer Strasse). También son muy
recomendables para probar el Schnitzel Wirtshaus zum
Mitterhofer (Fichtestraße 33, en el barrio de Kreuzberg) e
Imbiss 204 (Prenzlauer Allee 204, en Prenzlauer Berg).
 Cerveza alemana: ¿cómo iba a faltar? La variedad de marcas y
variedades es amplísima (dicen los alemanes que tienen más
de 5.000 cervezas diferentes), incluso verás que muchos
restaurantes y pubs fabrican la suya propia. La más común es
la Pilsen, la clásica cerveza rubia, pero anímate a ir probando
distintas variedades porque si eres amante de la cerveza, en
Berlín disfrutarás y mucho.

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Para abrir boca: nuestros restaurantes recomendados en Berlín

Como podrás imaginar, la variedad de restaurantes típicos


alemanes, bares underground, cafés cuquis y locales cutres-pero-
imprescindibles en una ciudad con el tamaño de Berlín es
considerable. Aún así, hemos seleccionado todos nuestros locales
favoritos para llenar la barriga (y los hemos ordenado por
categorías y barrios para que te sea más sencillo ubicarlos todos).

¿El mejor currywurst de Berlín?

Escoger el mejor entre los mejores locales de currywurst es un poco


difícil, así que te vamos a recomendar varios y así puedes probar el
que mejor encaje con tu itinerario (advertimos que todos ellos dicen
ser los pioneros del currywurst, así que tampoco te comas mucho la
cabeza):

✔ Konnopke’s Imbiss (Schönhauser Allee 44A, barrio de Prenzlauer


Berg). Curioso por su situación bajo las vías de un tren, y sin
duda una opción interesante por encontrarse en el corazón de
uno de nuestros barrios preferidos: Prenzlauer Berg.
✔ Curry 36 (Mehringdamm 36, barrio de Kreuzberg): local barato,
sencillo y especializado en currywurst (aunque también tienen
otras opciones). Abre hasta la madrugada, así que si sales por
el barrio y necesitas un chute de energía a las 4 de la mañana,
este es el sitio.
✔ Curry 61 (Oranienburger Strasse 6, zona de Mitte): el más
céntrico de los tres es del mismo estilo: un sitio barato, con
comida rica y sin pretensiones y lleno de gente en la puerta
engullendo currywurst.
✔ Witty’s (tienen varios puestos por la ciudad, pero el más
famoso es el de Wittenbergplatz, junto a la salida de la
estación, al lado de las galerías KaDeWe): no sabemos cuánto
de orgánico puede tener una salchicha, pero en Witty’s
presumen de hacerlas orgánicas y lo cierto es que están
buenas -dentro de lo que es una salchicha con patatas-. Si este
local no te pilla bien, hay otro en plena Friedrichstraße 141).

Para carnívoros: las mejores hamburguesas de Berlín

Los berlineses también se han apuntado a esta moda tan europea


de llenarlo tooodo de hamburgueserías. En Berlín hay muy buenas

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opciones, pero si tuviéramos que quedarnos con una sola
hamburguesa, sería la de The Bird (tienen varios locales, uno en Am
Falkplatz 5, en Prenzlauer Berg, y otro en Kreuzberg, muy cerca de
la salida del metro Schönleinstraße).

Otros buenos locales para saborear una buena hamburguesa


berlinesa son Burgermeister, un quiosco bajo las vías del tren, muy
sencillo pero famosísimo entre los turistas y los berlineses
(Oberbaumstrasse 8) y Piri’s Chicken Burgers (en Wiener Strasse 31),
especializado en hamburguesas de pollo empanado con salsa
picante; ambos están en el barrio de Kreuzberg.

También te recomendamos BBI – Berlin Burger International, en el


barrio de Neukölln (Pannierstrasse 5), una hamburguesería muy
pequeña pero muy recomendable a la que hay que ir con tiempo,
porque el local se llena rápidamente.

Y para no carnívoros: restaurantes vegetarianos en Berlín

Los alemanes, y especialmente la ciudad de Berlín, están muy


concienciados con el vegetarianismo y es posible encontrar muchas
opciones donde comer bien (también es habitual que la mayoría de
restaurantes ofrezcan platos para vegetarianos e incluso para
veganos):

✔ Patta (Krossener Strasse 16): un local muy acogedor y


económico donde la especialidad son las patatas rellenas, muy
sabrosas y con opciones vegetarianas (puedes incluso escoger
los ingredientes).
✔ What Do You Fancy Love? (Knesebeckstrasse 6): un café bonito
con comida fresca y de calidad y una gran opción para
desayunar o tomar algo rápido pero sano. Tartas, bagels,
zumos naturales, fruta con muesli y todo tipo de alternativas
para vegetarianos.
✔ Hummus & Friends (Oranienburger Strasse 27): un libanés
buenísimo donde muchos de los platos son aptos para
vegetarianos y veganos, pero con opciones para todos (lo que
lo hace ideal para compartir).
✔ Soy (Rosa-Luxemburg-Strasse 30): comida asiática muy
sabrosa con buenas raciones, precios razonables y opciones
veganas.

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✔ Momos (Fehrbelliner Strasse 5): famoso por sus empanadillas
similares a las gyozas (aptas para veganos y vegetarianos y
para todos los públicos, porque la verdad es que están muy
buenas).
✔ The Bowl (Warschauer Strasse 33): es uno de los veganos más
famosos de Berlín; los platos son generosos y contundentes y
el precio, medio.

Dónde comer comida alemana en Berlín: para los más clásicos

Si no te quieres marchar de Berlín sin meterte un buen codillo entre


pecho y espalda (o dos), aquí van nuestras recomendaciones con
los mejores restaurantes típicos de Berlín:

Barrio de Prenzlauer Berg

✔ Prater (Kastanienallee 7 – 9 ) es el Biergarten más antiguo de


la ciudad, y durante los meses de buen tiempo sirve salchichas
y otros platos típicos alemanes en los bancos de tu terraza.
✔ Oderquelle (Oderberger Strasse 27): muy cerca del Mauerpark
encontrarás este restaurante alemán con muy buena relación
calidad-precio.
✔ Salt n Bone (Schliemannstrasse 31): en este restaurante alemán
la especialidad son las costillas, aunque todos los platos de
carne son buenos. Un local familiar y acogedor (solo abre por
las noches).

Zona de Mitte (centro de Berlín)

✔ Berliner Republik (Schiffbauerdamm 6-8): junto a la orilla del


Spree se encuentra uno de los pubs más curiosis de Berlín,
donde el precio de la cerveza se cotiza en bolsa a partir de las
17:00 horas. Además, la comida es realmente rica.
✔ Maximilian’s Restaurant (Friedrichstrasse 185): aquí es muy
típico -y bueno- pedir su surtido de salchichas variadas
(Bayerische Wurstparade), pero el resto de platos también
están muy ricos.
✔ Si la hora de comer te pilla cerca del Checkpoint Charlie
puedes acercarte a Löwenbräu (Leipziger Strasse 65), un local
más bien turístico pero con platos que te sacan de un apuro
entre los que destaca la salchicha de medio metro (la foto te

148
quedará impresionante).
✔ En el tranquilo barrio de Charlottenburg, cerca del famoso
palacio, encontrarás Marjellchen (Mommsenstrasse 9), un
restaurante clásico de comida alemana que no te dejará
indiferente. Eso sí, solo abre para cenas y conviene reservar.
✔ Muy cerca de Gendarmermarkt no te pierdas Rausch
Schokoladenhaus (Charlottenstrasse 60), la chocolatería más
conocida de la ciudad, que además de hacer verdaderas
virguerías con el chocolate ofrece un menú muy bueno a
mediodía. Abre de 10:00-20:00 horas.

Más allá del codillo: otros restaurantes buenos y bonitos para comer
barato en Berlín

Zona de Mitte

✔ Cocolo Ramen Mitte (Gipsstraße 3): sin duda, uno de nuestros


restaurantes favoritísimos en Berlín. Es una taberna japonesa
(pero como las de Japón, no de las que tienen dragones y
farolillos rojos) donde el plato estrella es el ramen. Lo preparan
delante tuya y hay varias opciones para escoger, todas igual
de buenas. Hay que ir con tiempo porque el local es pequeño y
se llena (abre de 18:00-00:00 horas).
✔ Flamingo Fresh Food Bar (Neustadtische Kirchstrasse 8): perfecto
para desayunar o merendar por sus tartas caseras, aunque
también se puede comer, pues preparan sándwiches y platos
ligeros. Es económico y abre hasta las 18:00 horas.
✔ Co Chu (Invalidenstrasse 29): un vietnamita muy auténtico en
un local bien decorado y precios económicos. Abre a mediodía
y hasta las 23:00 horas.

Barrio de Neukölln

✔ Papilles (Flughafenstrasse 25): local curioso donde los haya,


pues la carta no la lees, sino que te la cuentan sus camareros
sentados contigo a la mesa. Moderneces aparte, lo cierto es
que la comida, con un toque francés, está buenísima, con
ingredientes de calidad y platos con un giro especial. Los
precios, además, son muy razonables, y abre tanto a mediodía
como por la noche. Sin duda uno de nuestros favoritos para
salir de la comida alemana típica.

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Barrio de Prenzlauer Berg

✔ Pasternak (Knaackstrasse 22-24): es un restaurante ruso muy


conocido por los habitantes del barrio, con comida de calidad a
precios razonables.
✔ Umami (Knaackstrasse 16-18): sabrosos platos de Indochina
servidos en mesas compartidas coronadas por farolillos.
✔ Mami Camilla (Hufelandstrasse 36): una riquísima pizzería
casera (solo abre por las tardes hasta las 23:00 horas).
✔ Ushido-Japanese BBQ (Lychener Strasse 18): se trata de un
restaurante japonés donde la especialidad no es el sushi, sino
la carne, pues la protagonista es la barbacoa japonesa que se
sitúa en el centro de la mesa para que vayas preparándote lo
que quieras-
✔ Ristorantino Cotto e Crudo (Eberswalder Strasse 33): este italiano
ofrece platos típicos y caseros de la cocina italiano, y son muy
recomendables tanto las pizzas en horno de leña como los
platos de pasta.
✔ Suzette crêperie (Pappelallee 15): se trata de una crepería
francesa que sirve crepes tanto dulces como salados. ¡Merece
la pena! Por cierto, también ofrecen crepes sin gluten.
✔ Blumencafé (Schönhauser Allee 127): uno de los cafés con más
encanto de Prenzlauer Berg, localizado dentro de una
floristería. Un pequeño jardín botánico perfecto para
desayunar un brunch de domingo sin prisas antes de darse
una vuelta por el mercadillo del Mauerpark.
✔ Café Anna Blume (Kollwitzstraße 83): otro café muy conocido en
el barrio; sus tartas caseras son deliciosas y aunque suele
estar lleno, siempre te encuentran un hueco. En invierno, para
calentarte las manos con una buena taza de chocolate; en
verano, para disfrutar de un helado en su terraza.

Barrio de Charlottenburg

✔ Il Pastificio (Richard-Wagner-Strasse 35): un italiano de los de


verdad, con platos típicos de Cerdeña. Familiar, casero y de
precio medio. Abre solo por las tardes y noches.
✔ La Tia Rica (Knesebeckstrasse 92): es un restaurante chileno,
con buenos platos y vinos, donde se puede probar lo mejor de
la gastronomía del país a precios razonables (y donde por
razones obvias, hablan español). Abierto solo para cenas.

150
Algunos consejos para comer en Berlín

Antes de buscar dónde comer en Berlín, ten en cuenta estos


consejos ;)

➢ Ojo con los horarios (pero tampoco demasiado): ya sabemos


que los alemanes comen y cenan antes que el resto (o más
bien, que los españoles comemos y cenamos más tarde que el
resto), pero Berlín, como buena capital, es algo más flexible
con los horarios y la mayoría de restaurantes de zonas
turísticas están abiertos todo el día. Aún así, te aconsejamos
que no vayas a comer más tarde de las 14:00 horas, y para
cenar, no más tarde de las 20:30-21:00 horas (o es muy
probable que te encuentres ya sin mesa).
➢ Si bebes agua… especifica que la quieres sin gas (salvo que te
guste así). Si solo pides una botella de agua, lo más habitual
es que te la sirvan con gas, así que si no la quieres así pide
Still Wasser (o en inglés, still water).
➢ Y en cuanto a las propinas… lo habitual es dejar propina (no te
sorprenda si cuando te trae la cuenta, algún camarero te
indica que la propina no está incluida), redondeando el precio
de la cuenta o añadiendo un 10% del total.

151
Berlín con niños
Viajar a Berlín con niños es una buenísima idea. Puede que a priori
Berlín no te parezca el destino ideal para viajar con tus hijos; por
aquello de que la capital alemana es famosa especialmente por su
ambiente vanguardista y moderno, por un clima no demasiado amable
(excepto en los meses de verano) y por su fiesta nocturna.

Y, la verdad: nada más lejos de la realidad. La ciudad es uno de los


mejores destinos para viajar en familia, pues cuenta con una gran oferta
de ocio para los más pequeños, restaurantes y locales child-
friendly, adaptados con menús y entretenimiento para niños,
numerosos parques donde hacer un descanso con ellos entre visita
y visita y, en definitiva, con todo lo necesario para viajar con tus
hijos sin morir en el intento.

La mayoría de estaciones de transporte público son accesibles con


carrito de bebé mediante rampas y ascensores, por lo que el metro
y el tren se convierten en nuestros mejores aliados a la hora de
movernos por Berlín con niños.

También puedes alquilar una bicicleta con carrito acoplado, en el que


puedes llevar a tus hijos mientras tú conduces, o, sin son mayores,
una bicicleta normal (Fahrrad), pues Berlín dispone de amplios
carriles bici y está totalmente adaptada a este medio de transporte,
por lo que tus hijos pueden estrenarse en eso de ir en bici por la
ciudad sin peligro ninguno.

Planes en Berlín con niños

Vamos allá con unos cuantos planes con niños en Berlín para que
veas todo lo que podemos hacer en la ciudad si viajamos en familia:

Pasar una mañana en el MACHmit! Museum

Es uno de los mejores museos para niños en Berlín. Realmente, no


es uno de los mejores, sino el mejor, pues está pensado 100% para
los más pequeños: en esta antigua iglesia convertida en museo del
barrio de Prenzlauer Berg podrán tocarlo todo, jugar, experimentar
y aprender en todas sus salas, entre las que destacan las que
recrean una antigua cocina y una vieja imprenta y un laberinto.

152
➢ Precio: adultos 5,5 €, niños 3,50 €.
➢ Horario: martes a domingos de 10:00-18:00 horas.
➢ Cómo llegar: tranvía, líneas M2 y M10 (parada Prenzlauer
Allee/Danziger Str.)

Visitar Lego Discovery Center

Pensado para niños entre 3 y 10 años, este museo de Lego en


Berlín incluye un cine en 4D, un castillo, la fábrica de Lego y
muchas otras atracciones, además de maquetas hechas con piezas
de Lego de los principales monumentos de Berlín en la zona de
Miniland (e incluyendo una representación del antiguo muro de
Berlín y su caída). También cuenta con cafetería y tienda propias
(en esta última puedes comprar Lego con un pequeño descuento
adicional).

➢ Precio: 12 € (para un adulto + un niño menor de 5 años) y 6 €


(por adulto o niño adicional).
➢ Horario: todos los días del año (menos en Nochebuena) de
10:00-19:00 horas.
➢ Cómo llegar: Lego Discovery Center se encuentra a 5 minutos a
pie de la Potsdamer Platz. Metro: Eberswalder Straße (línea
U2).

Pasear por la orilla del río Spree

Este río divide la ciudad y a ambos lados de su curso se distribuyen


infinidad de bares con terraza donde tomar algo relajadamente. Una
alternativa divertida es alquilar unas bicis y recorrer todos juntos
una de las orillas del río disfrutando de las vistas desde sus
miradores.

Saludar a los dinosaurios en el Museo de Historia Natural de Berlín

Y sobre todo al Brachiosaurus, cuyo esqueleto es el de mayor


tamaño conservado en todo el mundo. El Museum für Naturkunde
cuenta con zonas adaptadas para niños, donde pueden aprender
sobre el mundo natural sin aburrirse ni un minuto. En nuestra
opinión, es una visita obligatoria si viajas a Berlín con niños.

153
Y en verano… ¡a la playa!

A orillas del Spree hay varias playas artificiales, entre las que
destaca la de Strandbad Wannsee, con más de un kilómetro de
arenal. Tiene zona de juegos para niños y es perfecta para pasar un
día de calor relajados y fresquitos.

Visitar el zoo de Berlín

Es el zoológico más antiguo del país, y uno de los que presume de


tener más variedad de especies animales en sus instalaciones.
Como en la mayoría de zoológicos, cuenta con un aviario, un
acuario, una piscina para hipopótamos, reptilario y una zona para
niños pequeños donde pueden interactuar con los burros, las
ovejas, las cabras y los ponis. Se encuentra junto al parque
Tiergarten.

➢ Precio: 14,50 € adultos y 7,50 € niños menores de 15 años.


➢ Horario: todos los días de 09:00-16:30 horas (octubre-febrero)
y de 09:00-18:30 horas (marzo-septiembre).
➢ Cómo llegar: en tren, Zoologischer Garten (líneas S5, S7, S75 y
S9) y en metro, Zoologischer Garten (líneas U2 y U9) o
Kurfürstendamm (líneas U1 y U9).

Subir a la torre de televisión de la Alexanderplatz

Es el mirador más alto de Berlín y un éxito asegurado para subir


con niños. Podréis jugar a ver quién distingue los monumentos
visitados desde las alturas (y los menores de 4 años, entran gratis).

Pasar un día en FEZ Berlin

Es el mayor centro familiar de Europa. Incluye juegos, columpios,


actividades y talleres para los más pequeños, orientados a su
aprendizaje y entretenimiento. Tiene áreas al aire libre y también
cubiertas, por lo que se puede visitar en cualquier época del año y
disfrutar de su gran oferta de ocio, que incluye un museo para
niños, una estación espacial, cines, piscinas, un teatro de
marionetas… un lugar perfecto para pasar una jornada en familia,
donde los padres pueden estar tranquilos y los más pequeños
divertirse experimentando a sus anchas. Un imprescindible de
Berlín con niños.

154
➢ Horario: martes a viernes de 09:00-22:00 horas y sábados,
domingos y festivos de 12:00-18:00 horas.
➢ Cómo llegar: en tren, línea S3 en dirección a Erkner o
Friedrichshagen,y bajar en la estación de Wuhlheide. Desde allí
debes caminar unos 15 minutos hasta FEZ.

Ver de cerca a los tiburones en el AquaDom & Sea Life Berlin

Este es uno de los mayores acuarios de Europa, con una


particularidad: tiene un enorme tanque cilíndrico, el AquaDom,
considerado el mayor del mundo, que contiene cientos de especies
marinas en sus más de 25 metros de alto y 12 de ancho. ¿La parte
mala? Es bastante caro…

➢ Precio: hay entradas desde 19,95 € por adulto y 16,50 € por


menor de 15 años (si las sacas online desde su web).
➢ Horario: todos los días de 10:00-19:00 horas.
➢ Cómo llegar: metro, Alexanderplatz (líneas U2, U5 y U8).

Viajar hasta la Edad Media en la aldea-museo de Düppel (Museumsdorf


Düppel)

Se trata de una aldea al aire libre que reproduce la vida cotidiana y


los oficios propios de este período histórico. Es muy curiosa y sin
duda merece la pena verla, pues está construida sobre un antiguo
asentamiento medieval, y con las técnicas de la época, y los
domingos ofrece visitas guiadas y, a veces, hasta un mercado
medieval. La entrada cuesta 3,5 € para adultos y es gratis para
niños menores de 12 años. Abre todos los sábados, domingos y
festivos entre mayo y octubre de 10:00-18:00 horas. Autobús: nº
115 desde Mexikoplatz (parada Ludwigsfelder Str.).

Los mejores parques para ir en familia

Un parque siempre es una opción muy socorrida cuando viajamos


con niños. Estas son nuestras recomendaciones de parques si vas a
visitar Berlín con niños:

Tiergarten

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Es el parque más céntrico de Berlín, y también uno de los más
grandes. Su situación es estratégica, pues se encuentra cerca de la
famosa Puerta de Brandeburgo y del Reichstag, por lo que puede
ser una buena opción para descansar con los más pequeños entre
estas visitas. Además, junto a este parque se encuentra el zoo de
Berlín, una visita recomendable para hacer con niños.

Mauerpark

Un buen plan de domingo para toda la familia es visitar el


Mauerpark. Los mayores pueden dedicar un rato a curiosear en el
mercado callejero que se celebra en él todos los domingos, y los
pequeños pasarán un buen rato trepando por sus columpios.
Después, podéis comprar algo para comer en alguno de los puestos
y disfrutar de una buena bratwurst alemana sentados en el césped.

Volkspark Friedrichshain

En uno de los barrios más familiares de Berlín se encuentra este


parque, una opción estupenda para ir con niños. Fue el primer
parque público de Berlín, y cuenta con áreas de juego para niños,
un pequeño lago y una preciosa fuente decorada con esculturas de
los protagonistas de los cuentos más famosos de los hermanos
Grimm. En verano los niños se pueden bañar en las fuentes y
pasárselo en grande esquivando los chorros de agua (Platsch). Para
llegar podéis coger el tranvía M10 o el autobús nº 200 (y bajar en
Kniprodestr./Danziger Str.).

Algunos consejos y recomendaciones

Antes de viajar con a Berlín con niños, te aconsejamos echar un


vistazo a nuestras recomendaciones:

✔ Sé práctico: prepara con tiempo tu itinerario de visitas a la


ciudad (¡con ayuda de nuestra Guía Nómada de Berlín!) y ten
localizado siempre algún parque o lugar de entretenimiento
para niños donde poder llevarlos un rato entre las visitas de
los mayores. Así todos disfrutaréis del viaje y a ellos se les
harán menos pesados los días de turismo intensivo.
✔ Sé realista: cuando viajamos con niños el ritmo cambia. No
quieras verlo todo y en poco tiempo. Piensa más bien en
disfrutar sin prisas de unos cuantos lugares de interés que te

156
apetezca mucho conocer, y que sean fácilmente adaptables
para ellos. Tus hijos y tú lo agradeceréis y estaréis más
relajados que si lleváis un planning muy agotador.
✔ Aparca el carrito: no te extrañe si viajas con bebés y en algunas
cafeterías o restaurantes te piden que dejes el carrito fuera;
esto es algo muy común en los países nórdicos, donde los
carritos (bebé incluido) se dejan aparcados en la puerta de los
locales sin ningún tipo de problema, ya que se considera que
con el frío los niños refuerzan su sistema inmune. Si los tuyos
son niños más acostumbrados al sol que a las temperaturas
bajo cero… ya sabes: deja el carrito en la puerta y cógelos en
brazos.
✔ Escoge bien dónde dormir: es importante elegir despacio el
alojamiento donde os quedaréis en Berlín, especialmente si
viajas con niños pequeños. La ciudad es muy extensa y
aunque está muy bien comunicada en transporte público,
seguro que no querréis pasar dos horas al día metidos en el
metro. Lo más práctico cuando viajas con niños es alquilar un
apartamento, para poder estar como en casa y tener espacio
de sobra y ciertas comodidades, como la cocina. Te
aconsejamos buscarlo por la zona de Mitte o en los barrios
pegados al centro como Kreuzberg o Prenzlauer Berg, y -un
poco más alejado pero muy tranquilo y familiar-
Charlottenburg.
✔ Aprovecha los Kindercafes. Se trata de cafeterías y restaurantes
adaptados para niños, donde encontrarás todo lo necesario
para cambiar pañales, darles de comer y entretenerlos
mientras los padres toman algo y ellos juegan en la zona de
ocio destinada a ellos. Este tipo de locales se encuentran por
todo Berlín, aunque la mayor concentración está en los barrios
de Kreuzberg, Friedrichshain Charlottenburg y Prenzlauer Berg,
que son las áreas residenciales donde viven más familias
jóvenes en la ciudad.

157
Berlín en Navidad
Probablemente si te hablamos de viajar a Berlín en diciembre lo
primero que pienses sea: hace frío. Y para qué vamos a
engañarnos… la verdad es que sí, ¡hace mucho frío! Pero también
es cierto que la capital alemana luce más bonita que en cualquier
otro momento del año, con sus cientos de mercadillos navideños, sus
escaparates y calles decoradas con luces y, con un poco de suerte,
sus monumentos más famosos cubiertos de nieve.

Y es que a pesar del clima, viajar a Berlín en Navidad es una de las


mejores alternativas para pasar unas vacaciones diferentes, incluso
si viajas en familia o con niños pequeños, pues la ciudad cuenta con
una gran variedad de planes de ocio y atracciones pensadas
especialmente para ellos.

En una ciudad donde el frío y la nieve son frecuentes durante esta


época, el vino caliente y los puestos callejeros de salchichas y
dulces contrarrestan, y crean un ambiente acogedor y hogereño que
nos hará disfrutar de Berlín como si de una película se tratase.

Si ya te hemos convencido, echa un vistazo a continuación a todos


nuestros planes para que sepas qué hacer, qué ver y qué visitar en
Berlín en Navidad (e incluso en Nochevieja si vas a pasar fin de año
en la ciudad):

Qué hacer en Berlín en Navidad: planes para todos

➔ Recorrer los mercados de Navidad. Berlín es la ciudad alemana


con un mayor número de mercadillos navideños, y es
imposible pasear por sus calles durante estas fechas y no
toparse con un puñado de casetas que venden comida típica,
bebidas, regalos o adornos navideños. Más adelante en este
artículo te contamos cuáles son los mejores mercados
navideños de Berlín y dónde encontrarlos.
➔ Perderse entre los puestos del mercado artesanal de Winterwelt en la
Potsdamer Platz, y patinar bien abrigado en su pista de
patinaje sobre hielo. Los patines puedes alquilarlos allí por un
precio bastante económico, pero no olvides llevar unos buenos
calcetines gordos, gorro y guantes para deslizarte a toda
velocidad por esta pista de 500 metros cuadrados. ¿Lo mejor?

158
Que también tiene una especie de tobogán de hielo por el que
lanzarse en trineo recordando viejos tiempos. Abre todos los
días de 10:00-22:00 horas.
➔ Comprar adornos para el árbol en la tienda Käthe Wohlfahrt
(Kurfürstendamm 225-226). Se trata de una tienda dedicada a
la Navidad, donde puedes encontrar todo tipo de elementos
decorativos para adornar tu casa en estas fechas y, de paso,
llevarte un recuerdo especial de Berlín. Abre de lunes a sábado
de 10:00-19:00 horas y el metro más cercano es
Kurfürstendamm.
➔ Rodear el árbol de Navidad de la Puerta de Brandeburgo. Aunque
encontrarás árboles de Navidad por toda la ciudad (como el
del Checkpoint Charlie o el del Sony Center de la Potsdamer
Platz), el más famoso es este enorme abeto que tiene como
telón de fondo el monumento más fotografiado de Berlín. ¡Una
imagen navideña imprescindible!
➔ Entrar en calor con un Glühwein (vino caliente especiado). Y si lo
de beber vino caliente no va contigo, siempre te quedará el
chocolate acompañado de un buen dulce alemán, como la
manzana bañada en chocolate, el Stollen (un pan dulce
tradicional) o un Lebkuchen (un dulce de Navidad típico en
Alemania, que lleva miel, frutos secos y jengibre).

Nochevieja en Berlín (Sylvester en alemán)

La Nochevieja en Berlín se celebra frente a su icónica Puerta de


Brandeburgo, donde miles de personas se agolpan chocolate caliente
en mano para dar la bienvenida al año nuevo.

Realmente, la celebración de Nochevieja en Berlín se extiende por


toda la zona, llegando hasta el Tiergarten y la Columna de la Victoria; a
lo largo de varias calles encontrarás distintos escenarios con
conciertos y actuaciones en directo hasta bien entrada la noche. Por
supuesto, no faltan los tradicionales fuegos artificiales para recibir
el año nuevo en Berlín por todo lo alto.

Pero antes de la fiesta, nuestra recomendación es que busques y


reserves con tiempo un buen sitio donde cenar el clásico codillo
(Eisbein en alemán); siempre está bien cambiar de menú navideño
al menos por un año y celebrar la Nochevieja al más puro estilo
germano.

159
Y si no has tenido tiempo de reservar un mesa o simplemente no
viajas con un gran presupuesto, ¡no te preocupes! Abrígate bien y
sal a probar una buena bratwurst con patatas en cualquiera de los
puestos callejeros que encontrarás repartidos por toda la ciudad.

Si te preguntas qué hacer el día de Año Nuevo en Berlín, puedes


apuntarte (o simplemente ver) la carrera que tiene lugar desde la
Puerta de Brandeburgo, o aprovechar para tomarte un descanso de
hacer turismo, pasear por la ciudad y disfrutar de Berlín bajo la
nieve. Si viajas con niños, una buena alternativa para no pasar
mucho frío y tenerlos entretenidos es acercarse a visitar el Museo
de Historia Natural de Berlín, que abre el 1 de enero.

Mercados de Navidad en Berlín

Ya te contábamos antes que Berlín reúne una cantidad inmensa de


mercados navideños (en alemán, Weihnachtsmärkte): 50 oficiales y
decenas más de pequeños mercadillos callejeros improvisados en
prácticamente cualquier barrio de la ciudad.

Normalmente, los mercados de Navidad de Berlín abren en torno a


finales de noviembre y cierran el 1 de enero de 2017 (aunque
algunos cierran antes, en diciembre). La mayoría cierra el día de
Nochebuena.

Como suponemos que no tendrás tiempo de ir a todos, aquí va


nuestra selección con los mejores mercadillos navideños de Berlín:

Mercado navideño de Spandau (Spandauer Weihnachtsmarkt)

Este mercado es el más famoso entre los mercadillos navideños de


Berlín, y tenía que encabezar la lista. Pese a no estar muy céntrico
(se encuentra en la parte oeste de la ciudad, en el barrio de
Spandau), es uno de los más bonitos y merece la pena acercarse a
verlo si vas a pasar la Navidad en Berlín.

Además, es el mayor mercado de Navidad de la capital alemana,


sobre todo los fines de semana, cuando sus cientos de puestos se
duplican. Es imposible abarcarlo entero pero siempre puedes darte
una vuelta para disfrutar de todo lo que tiene que ofrecer en una
atmósfera muy especial, la del encantador casco viejo de Spandau.

160
Mercado navideño de Gendarmenmarkt (Weihnachtsmarkt am
Gendarmenmarkt)

Gendarmenmarkt es, seguramente, la plaza más bella de todo


Berlín. En Navidad luce en todo su esplendor gracias al mercadillo
navideño que se instala en ella, aunque la parte menos positiva es
que este mercado es de pago. No obstante, merece la pena pagar
el importe de la entrada (de solo 1 €) para contemplar una de las
estampas navideñas más entrañables de Berlín, y para cotillear
entre sus numerosos puestos sin tantas aglomeraciones como en
otros mercados.

Si viajas con niños siempre pueden acercarse a pedirle sus regalos


a Papá Noel -aunque no hablen el mismo idioma :) – mientras los
mayores disfrutan de algún dulce típico y echan un vistazo a los
puestos de artesanía. Siempre tiene algún espectáculo de
entretenimiento en directo, por lo que es un buen mercado para ir
con los más pequeños (además, los menores de 12 años no tienen
que pagar entrada).

Mercado navideño de Opernpalais (Nostalgischer Weihnachtsmarkt am


Opernpalais)

Otro de los mejores mercados navideños es el de Opernpalais,


situado junto al antiguo Palacio de la Ópera, en la Avenida Unter
den Linden, muy cerca de la Isla de los Museos, y lleno de
atracciones para pasar un buen rato en familia. Cuenta con cerca
de 200 puestos donde comprar un poco de todo, con un portal de
Belén con animales vivos y con un tiovivo antiguo de madera. No es
casualidad que se le conozca como el “mercado navideño
nostálgico” de Berlín, pues es uno de los que mejor recrea el
espíritu navideño más clásico.

Mercado navideño del Palacio de Charlottenburg (Weihnachtsmarkt vor dem


Schloss Charlottenburg)

El mercado de Navidad que se instala todos los años frente al


Palacio de Charlottenburg es, en nuestra opinión, uno de los más
acogedores de la ciudad. Aunque se encuentre algo alejado del
centro, siempre puedes aprovechar para visitar el palacio y, de
paso, date una vuelta por su mercado. El ambiente es tranquilo y
familiar, y te puedes imaginar que, con el Palacio de Charlottenburg

161
de fondo, la imagen es inolvidable. Tiene más de 200 casetas,
donde puedes comprar algún recuerdo, juguetes o adornos
navideños, además de tomar algo o comer.

Mercado navideño de la Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm (Weihnachtsmarkt


an der Gedächtniskirche)

Este es, sin duda, uno de los mercados navideños más navideños
de Berlín. Y es que alrededor de estar curiosa iglesia medio derruida
se extienden más de 160 casetas donde encontrarás artesanía,
regalos, objetos decorativos y, en definitiva, cualquier cosa
navideña que se te ocurra. Tiene buen ambiente y el entorno, con el
árbol de Navidad erigiéndose frente a la iglesia, es inigualable.
Además, es uno de los pocos mercados de Navidad en Berlín que
abre hasta enero.

Mercado navideño de Alexanderplatz (Weihnachtsmarkt auf dem


Alexanderplatz)

La Alexanderplatz, la plaza más fotografiada de Berlín también


cuenta con su propio mercadillo de Navidad. Decenas de puestos de
madera que ocupan buena parte de la zona y que, aunque tienen
fama de ser más comerciales y turísticos que los de otros mercados
navideños, siempre tienen alguna cosa interesante.
Mercado navideño de la Potsdamer Platz (Weihnachtsmarkt am Potsdamer
Platz)

La popular plaza berlinesa también cuenta con su propio mercado


de Navidad, donde puedes comprar regalos y adornos para el árbol
y comer en alguno de sus numerosos puestos. No te olvides de
reservar un ratito para patinar sobre hielo en la pista de la que te
hablamos al principio de este artículo.

Mercado navideño del Ayuntamiento (Weihnachtsmarkt Berliner


Weihnachtszeit am Roten Rathaus)

Frente al característico edificio rojizo del Ayuntamiento de Berlín se


extiende un mercadillo navideño que cuenta con varias atracciones
para los más pequeños, entre las que destacan un bonito tiovivo y
una pista de patinaje y, por supuesto, la noria, que es la estrella de
este mercado. Una opción perfecta si viajas a Berlín con niños y en
Navidad.

162
Mercado ecológico de Sophienstrasse (Weihnachts- und Umweltmarkt am
Sophienstrasse)

Este mercado es un poco diferente a los anteriores en cuanto a que


todos sus productos son ecológicos; aquí se puede encontrar desde
alimentos hasta regalos y objetos de decoración y, por supuesto, un
Papá Noel vestido de verde, como no podía ser menos.

163
Itinerarios en Berlín
Para ayudarte a planificar tu viaje y a aprovechar al máximo tu
estancia en Berlín, hemos diseñado varios itinerarios con planes para
uno y dos días en la ciudad, y con los que te resultará mucho más
fácil organizar una ruta.

Berlín en un día
Puede que parezca poco tiempo, pero un día completo en Berlín
puede dar para ver y hacer muchas cosas. No te pierdas este
itinerario en el que te contamos lo que no te puedes perder en 24
horas en Berlín.

Berlín en dos días


Dos días en Berlín son suficientes para conocer los monumentos y
lugares emblemáticos de la ciudad si nos organizamos bien y
optimizamos los desplazamientos y visitas. Para ayudarte hemos
diseñado esta ruta por Berlín en 48 horas.

Berlín en tres días

Seguro que te has preguntado si tres días serán suficientes para


conocer Berlín: con nuestra ruta Berlín en tres días verás que es
posible ver todos los puntos de interés principales de la ciudad y
algo más sin agobios y disfrutando el viaje. ¿Quieres verlo?

Berlín en cuatro días


Lo más importante a la hora de distribuir las visitas en tu ruta de
cuatro días por Berlín es tener en cuenta dos factores esenciales:
qué lugares quieres ver y cuándo visitarlos. Y para ayudarte a
cuadrar todas esas visitas de forma óptima, a continuación, te
proponemos un itinerario completo para esos cuatro días en Berlín.

164
Berlín en un día
Sabemos que visitar Berlín en 24 horas suena a desafío. Las horas
son pocas (muy pocas), pero te aseguramos que un día bien
aprovechado en la ciudad puede dar para mucho. Y si tienes un
poco más de tiempo en la ciudad como para ver Berlín en un día y
medio, utiliza los planes alternativos que te proponemos al final de
este itinerario para ese medio día extra.

Itinerario para ver Berlín en 24 horas

Para optimizar tu tiempo al máximo es imprescindible, eso sí, contar


con una buena ruta en Berlín que te ayude a ver los principales
lugares de interés. Si estás dispuesto a madrugar un poco (y a
caminar mucho), sigue leyendo y verás como sí que es posible
conocer Berlín en un día sin morir en el intento.

Mañana: centro de Berlín

➔ Te aconsejamos comenzar tu itinerario para visitar Berlín en 24


horas por su lugar más famoso: la Puerta de Brandeburgo
(metro Brandenburger Tor) . A primera hora suele haber menos
gente y es mucho más cómodo hacer fotografías.
➔ Desde la puerta tienes dos opciones: acércate a echar un
vistazo al Reichstag (si solo vas a estar un día, no merece la
pena que saques las entradas para subir a la cúpula, pues te
robará mucho tiempo) y también al Memorial del Holocausto,
justo al lado de la Puerta de Brandeburgo, dedicado a los
judíos asesinados durante el gobierno nazi.
➔ Pasando de nuevo bajo la Puerta de Brandeburgo, llegarás
hasta la famosa avenida Unter den Linden, y desde ahí a la
Gendarmenmarkt, la plaza más bonita de Berlín.
➔ Una vez vista la plaza, puedes caminar por la Friedrichstraße,
una de las arterias comerciales más transitadas de Berlín,
hasta alcanzar el Checkpoint Charlie, antiguo paso fronterizo
en época de existencia del muro de Berlín (no tiene demasiado
que ver, pero sin duda es un lugar muy simbólico para la
historia de la ciudad).

165
Tarde: dos propuestas para que elijas

➔ Con la barriga llena, vamos a bajar la comida caminando hasta


Topografía del Terror (Niederkirchnerstraße 8), una
completísima exposición dedicada a los instrumentos de poder
durante el nazismo, ubicada sobre los cimientos de una
antigua cárcel de las SS. Es una visita gratuita y muy
instructiva para conocer la historia reciente de Berlín.
➔ Desde aquí puedes caminar hasta la Potsdamer Platz (son
unos 10 minutos), otra de las plazas más conocidas de Berlín.
Hoy en día está llena de rascacielos, oficinas y tiendas, pero
según el momento del día (sobre todo por la noche) tiene
mucho ambiente. Si vas con tiempo suficiente y el día está
despejado, puedes subir a Panoramapunkt, el mirador de la
Torre Kollhoff, uno de los tres rascacielos que destacan junto a
la plaza. Las vistas son muy buenas y no te robará demasiado
tiempo.

Si hasta ahora te ha cundido y sigues teniendo tiempo, te


proponemos dos planes para seguir conociendo Berlín en un día.

¡Escoge el que más se ajuste a tus gustos!

 Acercarte a conocer la East Side Gallery, el antiguo muro de


Berlín (o lo que queda de él). ¿Cómo marcharse de Berlín sin
ver su famoso muro? La parte mala es que no está
exactamente céntrico, por lo que deberás coger el tren hasta
Ostbahnhof (líneas S3, S5 y S75) o utilizar el metro o el tren
hasta la estación de Warschauerstraße (líneas S3, S5, S75 y
U1). La primera opción es más cómoda y te será más rápida
para llegar al muro en cuanto salgas de la estación. Una vez
hayas recorrido el muro, cruza el puente sobre el río Spree y
estarás en Kreuzberg, uno de los barrios de moda en Berlín,
donde encontrarás infinidad de locales para cenar y tomar
algo.
 Ir hasta la Alexanderplatz, centro neurálgico del Berlín
soviético, cuya torre de televisión se ha convertido en icono de
Berlín. Aquí tienes varios planes posibles: sube a la torre para
disfrutar de las vistas (o mejor: sube a la terraza del Hotel Park
Inn, que está enfrente, y tendrás aún mejores vistas por un
precio más reducido); acércate a ver la Catedral de Berlín (a
10 minutos de la plaza, justo enfrente del parque donde se

166
encuentra la estatua de Marx y Engels tan fotografiada por los
turistas) o aprovecha para visitar algún museo de la Isla de los
Museos, que también está aquí (si solo puedes ver uno, que
sea el Museo de Pérgamo). Si es jueves, los museos de la Isla
de los Museos abren hasta las 20:00 horas. ¡Aprovecha las
últimas horas de la tarde para visitarlos!

167
Berlín en dos días
Sí: es posible conocer lo mejor de Berlín en dos días. Si estás
dispuesto a madrugar -un poco- y a caminar lo suficiente, verás que
48 horas en Berlín dan para mucho y en ese tiempo podrás hacerte
una buena idea de los lugares más significativos de la capital
alemana gracias a nuestra ruta de dos días en Berlín.
¿Comenzamos?

Itinerario para ver Berlín en 48 horas

Este itinerario para conocer Berlín en 48 horas es flexible; puedes


aplicarlo tanto si dispones de dos días completos en la ciudad como
si vas a pasar un fin de semana en Berlín (utilizando la mañana del
día 1 para la tarde del viernes, y la tarde del día 1 para la mañana
del domingo, y la ruta del día 2 para el sábado completo).

Día 1 – De la Puerta de Brandeburgo al paso fronterizo más famoso


de Europa

En nuestro primer día en Berlín vamos a visitar algunos de sus


lugares más icónicos en una ruta a pie (¡prepara buen calzado!) a
través de la que conoceremos los principales puntos de interés
turístico de la ciudad.

Mañana

➔ Nuestra primera parada del día será la Puerta de Brandeburgo


(metro Brandenburger Tor), el monumento más fotografiado de
la capital alemana. Junto a ella se encuentra el Memorial del
Holocausto, inconfundible con su peculiar estructura formada
por cientos de bloques grises de hormigón a diferentes alturas,
y dedicado a las víctimas judías del nazismo.
➔ Un poco más allá, frente al parque Tiergarten, verás el
Reichstag, el parlamento alemán, a cuya cúpula te
aconsejamos subir tanto para contemplar las magníficas vistas
de Berlín como para admirar su arquitectura vanguardista.
Para subir a ella tendrás que reservar con (bastante)
antelación para un día y una fecha concreta, tal como te
explicamos en nuestro artículo sobre cómo visitar el Reichstag.
➔ Una vez visto el Reichstag, vuelve a cruzar la Puerta de

168
Brandeburgo para caminar por la avenida Unter den Linden
hasta la Gendarmenmarkt, la que dicen es la plaza más bella
de Berlín. Antes de llegar a la plaza haz una breve parada en
el Edificio de la Nueva Guardia de Berlín (Unter den Linden 4).
➔ Continúa hasta la Gendarmenmarkt, que reconocerás
rápidamente por sus dos catedrales, una francesa y otra
alemana, separadas por el edificio neoclásico de la
Konzerthaus.

Si ya tienes hambre (recuerda que en Alemania se come un poco


más temprano), puedes comer por esta zona, donde encontrarás
infinidad de restaurantes y cafeterías. Si optas por comer algo
rápido para seguir haciendo turismo, puedes asomarte a la cercana
Friedrichstraße, la principal calle comercial de Berlín, llena de los
típicos restaurantes de fast food que todos conocemos. En ella se
encuentran también las Galerías Lafayette. Y si te apetece un buen
postre, a dos pasos de la Gendarmermarkt encontrarás una de las
mejores pastelerías del la ciudad, Rausch Schokoladenhaus
(Charlottenstraße 60), famosa por su chocolate.

Tarde

➔ Desde la zona de la Gendarmenmarkt, si continúas bajando


por Friedrichstraße, en diez minutos estarás en el Checkpoint
Charlie (Friedrichstraße 43-45), uno de los pasos fronterizos
que separaba el Berlín soviético del Berlín occidental, pero sin
duda el más famoso y uno de los que (tristemente) más
berlineses trataron de cruzar, no siempre con éxito.
➔ Poco queda allí del Checkpoint Charlie original, pero con la
reproducción del puesto de vigilancia puedes hacerte una idea
del aspecto que tenía (y si te animas, hacerte una foto con los
dos “guardias” que lo custodian, siempre dispuestos a posar
con los turistas a cambio de una pequeña propina).
➔ Si te interesa conocer más a fondo este período histórico,
puedes acercarte al Museo del Muro del Checkpoint Charlie,
que está justo al lado (en Guías Nómadas no lo consideramos
una visita obligada, pues la exposición no es demasiado
didáctica, pero si tienes tiempo suficiente puedes hacerla).
➔ Desde el Checkpoint Charlie vamos a girar por la
Zimmerstraße y dar un pequeño pasado hasta llegar a
Topografía del Terror (Niederkirchnerstraße 8). En esta
exposición sí que te recomendamos encarecidamente entrar,

169
pues se trata de una especie de museo gratuito dedicado a los
aparatos de control del gobierno nazi, que realiza una
detallada descripción del origen y funcionamiento de los
instrumentos militares utilizados durante el nazismo, como las
SS. La exposición es muy completa y se acompaña de
fotografías, textos en alemán e inglés y vídeos. A la salida del
complejo puedes ver aún los restos de la antigua prisión de las
SS y una parte del muro de Berlín.
➔ Desde Topografía del Terror puedes acercarte a la Potsdamer
Platz, a unos 10 minutos a pie (no olvides echar un vistazo por
el camino, en una de las calles que quedan a mano derecha, a
la antigua torre de control soviética que se ha conservado
prácticamente intacta).
➔ La Potsdamer Platz tiene cierto ambiente por la noche, pues es
el lugar donde se celebra el festival de cine de Berlín y cuenta
con un centro comercial (Potsdamer Platz Arkaden),
numerosos restaurantes y un par de fragmentos del antiguo
muro situados en mitad de la plaza. Si cuando llegues a la
plaza todavía es de día y el cielo está despejado, te
aconsejamos subir a Panoramapunkt, el mirador de la Torre
Kollhoff, el central de los tres rascacielos que seguro te
llamarán la atención en Potsdamer Platz.

Día 2 – Lo que queda del muro, el Museo de Pérgamo y las mejores


vistas de Berlín

Esperamos que hayas descansado bien esta noche porque nuestro


segundo día en Berlín viene completito…

Mañana

Como está algo alejado del centro, hoy vamos a comenzar visitando
el muro de Berlín. Bueno, lo que queda de él, concentrado en la
East Side Gallery, una galería al aire libre plasmada sobre el
fragmento de muro más largo conservado, y que hoy luce las obras
de cientos de artistas internacionales. Para llegar utiliza el metro
hasta Warschauer Straße o el tren hasta Ostbahnhof.
Recorrer la East Side Gallery te llevará, como máximo, una hora.
Desde allí puedes cruzar por el Puente de Oberbaum para disfrutar
las vistas sobre el río Spree y adentrarte en el barrio más hispter de
Berlín: Kreuzberg. Si ya te ha entrado hambre, una opción
económica es comerse una hamburguesa en Burgermeister, uno de

170
los quioscos más famosos de Berlín (probablemente por su
situación bajo las vías del tren, junto a la estación de Schlesisches
Tor). A nosotros nos gustan más las hamburguesas de The Bird (que
tiene varios locales en la ciudad), pero estas no están nada mal
para matar el gusanillo sin perder demasiado tiempo. Otra
alternativa barata para comer es Sheers Shnitzel, en Warschauer
Strasse, muy cerca de la East Side Gallery.

Tarde

Para pasar la tarde de tu segundo día en Berlín, te damos dos


alternativas para que escojas en función de tus gustos:

 Ve en metro desde Schlesisches Tor hasta Friedrichstraße y


camina hasta la Isla de los Museos. Si no dispones de mucho
tiempo y tienes que escoger uno de los cinco museos que la
componen, que sea el Museo de Pérgamo: la visita te llevará
un par de horas y merece la pena, ¡es impresionante! Al salir,
todavía en la Isla de los Museos, puedes visitar el Museo
Nuevo, donde se encuentra el famosísimo busto de la reina
egipcia Nefertiti, o acercarte hasta la Catedral de Berlín, desde
cuya cúpula se obtienen unas vistas fantásticas de todo el
centro de Berlín. Al salir de la catedral cruza el puente (no
olvides darte la vuelta para hacer una bonita fotografía con la
catedral de fondo) y estarás junto al Marx-Engels Forum,
donde puedes hacerte una foto con la estatua de Marx y
Engels. Justo al lado reconocerás el Ayuntamiento Rojo y,
frente a él, la Fuente de Neptuno. Si has llegado hasta aquí, ya
estás en la plaza más mítica de Berlín, la Alexanderplatz.
Aprovecha para subir a la terraza panorámica de la Torre de
Televisión (incluso a cenar en su restaurante si te apetece
darte un pequeño capricho) y échale un vistazo al Reloj
Mundial, que da la hora en diferentes países. Si aún te sobra
tiempo, acércate paseando hasta Nikolaiviertel, el barrio más
antiguo de Berlín, situado justo detrás del Marx-Engels Forum,
por donde puedes cenar. Si el precio de la Torre de Televisión
te resulta excesivo, sube a la terraza del Hotel Park Inn. Está
justo enfrente y la entrada es mucho más económica. Además,
en las fotos hechas desde aquí sí que saldrá la Torre de
Televisión ;)

171
 Coge el metro en Schlesisches Tor hasta Wittenbergplatz. Al
salir verás el gran edificio de las Galerías KaDeWe, las más
famosas de Berlín y un buen lugar para comprar algunos
recuerdos, comida típica alemana o regalos. También puedes
tomarte un café acompañado de una buena tarta en el buffet
de la última planta. En la misma zona encontrarás el zoo de
Berlín y el acuario (una opción para pasar la tarde si viajas a
Berlín con niños) y un poco más allá, la Iglesia del Recuerdo o
Iglesia Memorial del Kaiser Guillermo, inconfundible por tu
torre partida, destruida durante el bombardeo de Berlín en
1945, al final de la Segunda Guerra Mundial. Cerca
encontrarás otro centro comercial interesante para los
amantes de las compras, el Bikini Berlin, que en esta caso
cuenta con numerosas tiendas de nuevos creadores y marcas
alemanas. Desde la terraza hay buenas vistas del Tiergarten y
un café muy acogedor donde tomar algo. Después puedes salir
a la Kurfürstendamm, la calle de tiendas más transitada de
Berlín. Si te gusta la Navidad, aprovecha para hacer una visita
a la tienda navideña Käthe Wohlfahrt, justo al lado de la salida
del metro de Kurfürstendamm (y no apta para Grinchs).

172
Berlín en tres días
¿Vas a visitar Berlín en tres días y no sabes por dónde empezar a
organizar tu ruta? Pues has llegado al sitio adecuado :) En este
itinerario hemos incluido los lugares más famosos de Berlín y
algunas recomendaciones propias de restaurantes y sitios menos
turísticos para que aproveches tu estancia en la ciudad sin perder
tiempo.

Itinerario para ver Berlín en 72 horas

Seguro que te has preguntado si tres días serán suficientes para


conocer Berlín: con nuestra ruta Berlín en tres días verás que es
posible ver todos los puntos de interés principales de la ciudad y
algo más sin agobios y disfrutando el viaje. ¿Quieres verlo?

Día 1 – Alexanderplatz, un barrio histórico… y algo más

Vamos a comenzar nuestro primer día en Berlín en su plaza más


icónica: la famosa Alexanderplatz, epicentro del Berlín soviético
durante la época de división de la ciudad; después tendremos
tiempo para visitar el barrio más antiguo de la ciudad e incluso para
recorrer alguno de sus principales museos.

Mañana

Si vamos en metro, debemos bajarnos en la parada Alexanderplatz


(línea U8).

➔ Una vez salgamos, podemos hacer nuestra primera toma de


contacto con Berlín paseando por la plaza, cuyo mayor
atractivo es la Torre de Televisión, reconocible desde casi
cualquier punto del centro de Berlín (aparte de un montón de
tiendas, varios centros comerciales y restaurantes de cadenas
internacionales, la plaza no tiene gran interés más allá de su
valor histórico). Si no has desayunado, te recomendamos
hacerlo en la cafetería en la última planta de la Galería
Kaufhof; tiene muy buenas vistas.
➔ Valora si quieres subir a la Torre de Televisión (aunque el precio
es bastante elevado, las vistas desde su plataforma superior
son muy buenas en días despejados, pero… falta la Torre de la

173
Televisión), ya que suele haber largas colas de acceso, sobre
todo en temporada alta.
➔ Una alternativa mas económica es la terraza del hotel Park Inn,
situado justo frente a la Torre de Televisión. Por solo 4 €
tendrás unas vistas igual de buenas que, además, incluyen la
Torre de Televisión. Eso sí, te aconsejamos subir a primera hora
de la mañana o ya por la tarde, pues a mediodía el sol da de
frente y no te permitirá hacer buenas fotos.
➔ Desde Alexanderplatz puedes caminar hasta la cercana Fuente
de Neptuno (parada obligatoria sobre todo si viajas con niños,
pues les encanta trepar por las esculturas de la fuente). Justo
enfrente verás la St. Marienkirche, una iglesia con una
arquitectura interesante, y un poco más allá, el edificio
inconfundible del Ayuntamiento Rojo (Rotes Rathaus).
➔ Desde aquí puedes adentrarte en el Marx-Engels Forum, el
parque donde se encuentra la estatua de Marx y Engels, y que
se encuentra especialmente bonito durante el otoño.
➔ Frente al parque verás un puente tras el que se divisa la
silueta de la Catedral de Berlín, y que ofrece una preciosa vista
desde su barandilla. Bajando unas escaleras junto al puente
tienes el Museo de la RDA (Karl-Liebknecht-Str. 1). No es una
visita imprescindible pero sí amena (y no lleva demasiado
tiempo) si te apetece ver de cerca algunos de los objetos
cotidianos más curiosos de la época del Berlín soviético. La
exposición es interactiva e incluye la reproducción de un
apartamento familiar típico de esa etapa.

Si a estas alturas ya tienes hambre, te damos dos opciones para


comer: la rápida es que eches mano de alguno de los vendedores
ambulantes de salchichas que hay por esta zona; por poco más de
un euro tendrás una rica bratwurst con pan con la que matar el
gusanillo y seguir aprovechando el tiempo para hacer turismo. Si
prefieres comer con tranquilidad, puedes acercarte paseando hasta
Brauhaus Georgbraeu (Spreeufer, 4), un restaurante típico alemán
con buenos precios, que no cierra a mediodía y que sirve un codillo
para chuparse los dedos.

Tarde

Para pasar la tarde del primer día tenemos dos alternativas


bastante cercanas a pie:

174
 Perdernos por el barrio histórico de Nikolai (donde se
encuentra el restaurante que te hemos recomendado arriba).
Se trata de una zona sin grandes monumentos pero muy
bonita, con tiendas pequeñas y acogedoras (no te pierdas la
tienda navideña ni la dedicada a los osos de peluche frente a
la iglesia, Teddy’s) y una arquitectura tradicional que nos
traslada al Berlín del siglo XVIII. Como visitas interesantes,
echa un vistazo a la iglesia (Nikolaikirche), a la Knoblauchhaus
(Poststraße 23), que está justo enfrente y es gratis (se trata de
la casa-museo de una familia de burgueses del XVIII) y al
Ephraim-Palais (Poststraße 16), un palacete del siglo XVIII. Para
merendar no te pierdas, justo frente a la iglesia y al lado de la
tienda de ositos, los gofres caseros ni la Apfelstrudel -tarta de
manzana- de Back Palace.
 Visitar la Catedral de Berlín (si hace buen día, te aconsejamos
subir a la cúpula para disfrutar de una panorámica del centro a
360º, pero prepara las piernas para subir escalones). Si te
sobra tiempo tras la visita a la catedral, acércate a ver alguno
de los museos de la Isla de los Museos. Anota como
imprescindibles el Museo de Pérgamo, que alberga grandes
monumentos de la Antigüedad como el Altar de Pérgamo o la
Puerta de Ishtar, y el Museo Nuevo, donde se encuentra el
busto de Nefertiti. Si tu visita coincide con un jueves, puedes
disfrutarlos hasta las 20:00 horas en lugar de hasta las 18:00
como el resto de la semana.

Si optas por el primer itinerario, no te preocupes: tendremos tiempo


más adelante para visitar los museos.

Y si aún tienes ganas de más, a 10-15 minutos a pie desde la


Alexanderplatz encontrarás uno de los lugares con más rollo de
Berlín: Haus Schwarzenberg, un patio cerrado en Rosenthaler
Strasse 39, lleno de graffitis y farolillos. Junto a él, en el número 40,
los Hackesche Höfe, otro conjunto de patios de estilo modernista y
que también tienen cierto encanto, con tiendas y cafés y una
arquitectura muy particular, como el Endellscher Hof, decorado con
azulejos de colores, obra del arquitecto August Endrell y que acoge
el teatro Chamäleon.

Para cenar, si no pudiste disfrutar a mediodía de la cocina típica


alemana, te aconsejamos reservar mesa en Zur Letzten Instanz (en
Waisenstrasse 14-16, a 10 minutos a pie desde Alexanderplatz). Es

175
uno de los locales más antiguos de Berlín, y dicen que uno de los
que sirven el mejor codillo, pero suele estar muy lleno y es mejor ir
con reserva.

Día 2 – Checkpoint Charlie, Puerta de Brandeburgo y el mejor


ramen de Berlín

Hoy vamos a conocer otra cara de Berlín; la del Berlín de posguerra


y la del Berlín de los grandes monumentos, pues recorreremos
algunos de los lugares más emblemáticos de la capital alemana.
¿Empezamos?

Mañana

➔ Comenzamos la mañana visitando el paso fronterizo más


famoso de Europa: el Checkpoint Charlie (Friedrichstraße 43-
45). Para llegar, debemos coger el metro hasta Kochstraße
(línea U6). Ver el Checkpoint Charlie no te llevará más de 10
minutos, pues poco queda ya de aquellos tiempos en que por
él cruzaban militares y diplomáticos de un lado a otro de la
ciudad. Si quieres profundizar en la historia de estos días,
junto al paso encontrarás el Museo del Muro del Checkpoint
Charlie, aunque no lo consideramos una visita imprescindible
(la exposición es muy desordenada y difícil de seguir).
➔ Si te interesa la historia judía, a unos 10 minutos a pie desde
aquí tienes el Museo Judío (Lindenstraße 9-14).
➔ Desde el Checkpoint Charlie continuaremos caminando por
Zimmerstraße hasta llegar a Topografía del Terror
(Niederkirchnerstraße 8) una exposición gratuita y muy
interesante que nos acerca a los instrumentos políticos y
militares utilizados por los nazis para instaurar el terror, como
las SA y las SS: situada junto a uno de los pocos fragmentos de
muro aún conservados, incluye testimonios personales,
fotografías de la época e información muy completa sobre
aquel período.
➔ Si viajas a Berlín con niños, poco antes de llegar a Topografía
del Terror verás la entrada al Weltballon Berlin (Zimmerstraße
95-100), un globo aerostático al que podéis subir para
contemplar las vistas sobre la ciudad.
➔ Cuando termines de visitar Topografía del Terror, continúa
hacia Potsdamer Platz, a unos 15 minutos a pie. Por el camino,

176
en una de las calles a mano derecha, encontrarás una antigua
torre de control soviética (puedes entrar y subir si lo deseas).
➔ La Potsdamer Platz es hoy una plaza de grandes rascacielos
sin mayor interés, salvo por ser escenario de la famosa
Berlinale, por un par de fragmentos del muro que conserva en
su centro y por Panoramapunkt, la terraza panorámica situada
en la Torre Kollhoff. Subir es económico (su ascensor es el más
rápido de Europa) y si el día está completamente despejado,
tienes unas vistas estupendas de Berlín -si está nublado no
merece la pena subir-.

Si ya te ha entrado hambre, aprovecha para comer por la plaza,


donde encontrarás infinidad de restaurantes y locales (por ejemplo,
en el piso inferior de la Potsdamer Platz Arkaden).

Tarde

➔ Desde la Potsdamer Platz continúa caminando por Ebertstraße


unos 10 minutos. A mano izquierda verás el Tiergarten, el
parque más céntrico de Berlín. Puedes darte una vuelta por
aquí o seguir hasta encontrar, a mano derecha, el Memorial
del Holocausto (Monumento a los judíos de Europa
asesinados), inconfundible por sus cientos de bloques grises
de hormigón.
➔ Junto a él ya habrás reconocido la imagen más fotografiada de
Berlín: la Puerta de Brandeburgo. Aprovecha para hacerle unas
fotos antes de cruzar hasta el Reichstag, que se encuentra
muy cerca.
➔ Si tienes interés en visitar el parlamento alemán por dentro
para poder subir a la cúpula, no olvides reservar la visita con
antelación tan como te explicamos en nuestro artículo sobre el
Reichstag.
➔ Visto el Reichstag, puedes dar un paseo por el Tiergarten si
hace buen tiempo, llegando hasta la Columna de la Victoria o
visitando el Monumento a los Soldados Soviéticos. También
puedes dar un paseo en dirección contraria, atravesando la
Puerta de Brandeburgo, hasta alcanzar la Gendarmenmarkt,
sin duda una de las plazas más bonitas de Berlín con sus dos
catedrales a cada lado y el gran edificio del Konzerthaus en
medio. Muy cerca tienes la Friedrichstraße, una de las
principales avenidas comerciales de Berlín, donde se
encuentran las Galerías Lafayette (sí, como las de París) entre

177
otras muchas tiendas. Si te entra la vena golosa, muy cerca de
Gendarmermartk tienes Rausch Schokoladenhaus
(Charlottenstraße 60), considerada una de las mejores
chocolaterías de Alemania.

Para cenar por el centro de Berlín queremos hacerte una


recomendación especial (sobre todo si ya alcanzado tu límite de
ingerir salchichas): se trata de Cocolo Ramen Mitte, una pequeña
taberna japonesa -pero japonesa de verdad- donde sirven en barra
uno de los mejores ramen que hemos probado. Deja sitio para el
postre: hay helado de té matcha. Está en Gipsstraße 3, y aunque
veas un poco de cola cuando llegues, ten paciencia: va rápido y
merece la pena.

Día 3 – Muro de Berlín, compras y un poco de turismo alternativo

Seguro que a estas alturas del viaje echabas algo en falta… sí: hoy
vamos a conocer el muro de Berlín (o lo que queda de él). Para ello
debemos acercarnos hasta la llamada East Side Gallery, el mayor
tramo de muro conservado en la ciudad.

Mañana

➔ Para llegar tenemos que coger el tren hasta la estación de


Ostbahnhof (líneas S3, S5 y S75) o metro o tren hasta la de
Warschauerstraße (líneas S3, S5, S75 y U1). La primera opción
es más sencilla y llegaremos antes hasta el viejo muro (no
tiene pérdida: sigue a la multitud cuando salgas de la
estación).
➔ Al llegar a la East Side Gallery puede que te lleves una
desagradable sorpresa, y es que buena parte del muro está
protegido con una verja. Pero… ¿cómo? ¡Yo he visto fotos de
turistas junto al muro y no había ninguna verja! Pues sí,
tristemente, a causa de los actos vandálicos que han destruido
muchos de los murales, el ayuntamiento ha optado por cubrir
algunas de las pinturas más famosas para protegerlas. Así que
tendrás que hacerte la foto reja de por medio, o colar el
objetivo de la cámara por alguno de los huecos. A pesar de
todo, es un lugar histórico y hay que verlo.
➔ Cuando termines de recorrer el muro (te llevará una hora
como mucho), puedes cruzar el Puente de Oberbaum sobre el
río Spree para sumergirte en uno de los barrios con más vidilla

178
de Berlín: Kreuzberg.
➔ Barrio hipster por excelencia, merece la pena darse una vuelta
por Kreuzberg y comerse una hamburguesa en Burgermeister,
un puesto situado bajo las vías del tren, junto a la estación de
Schlesisches Tor. Es un local icónico de Berlín, y aunque se
pueden comer mejores hamburguesas en la ciudad, estas son
sabrosas, económicas y entran muy bien después de una
mañana caminando. Otra opción es acercarse a probar los
famosísimos Schnitzel de Sheers Shnitzel (en Warschauer
Strasse, a diez minutos caminando desde la East Side Gallery).

Tarde

Con la barriga llena, vamos a disfrutar de nuestra última tarde en


Berlín con varias alternativas:

 Coge el metro en la estación de Schlesisches Tor hasta


Wittenbergplatz (es línea directa, unos 15 minutos). Al bajar
busca el enorme edificio de estilo industrial que alberga las
Galerías KaDeWe; son el centro comercial más famoso de
Berlín y un buen sitio si quieres aprovechar para hacer algunas
compras. Si te quedaste sin postre, en el buffet de la última
planta encontrarás unas tartas caseras de dimensiones
titánicas a las que hincarles el diente con la excusa de que es
el último día del viaje. En esta zona se encuentran también la
entrada al zoo de Berlín y al acuario, por si viajas con niños y
os apetece pasar un rato más relajado. A un paseo corto desde
allí tienes la Iglesia Memorial del Kaiser Guillermo, que
reconocerás rápido por su torre partida. Frente a ella, otro
centro comercial interesante para los amantes de las compras,
el Bikini Berlin; tiene muy buenas vistas desde la terraza,
donde puedes contemplar a los monos del zoo de Berlín. Las
tiendas están especializadas en diseñadores alemanes, por lo
que es un sitio algo más especial donde ir de compras. Y es
que esta zona alienta al consumismo: estás en
Kurfürstendamm, la calle de las tiendas por excelencia. Una de
las más especiales (justo a la salida del metro
Kurfürstendamm), es la tienda navideña Käthe Wohlfahrt, un
auténtico paraíso para los que presumen de espíritu navideño:
aquí encontrarás durante todo el año objetos para decorar el
árbol o la casa, calendarios de adviento de lo más original,
juguetes, bolas de Navidad y todo lo que se te ocurra para

179
celebrar estas fechas.
 Si te dejaste algún museo en el tintero que no quieras dejar sin
ver, ve hasta la estación de Friedrichstraße y camina hasta la
Isla de los Museos. Si no sabes cuál elegir, echa un vistazo a
nuestro artículo sobre la Isla de los Museos de Berlín. Si el
primer día ya visitaste el Museo de Pérgamo o el Museo Nuevo,
nosotros te aconsejamos escoger el Museo Bode, pues ya solo
el edificio por dentro es impresionante.
 Si lo que te apetece en tu último día en Berlín es disfrutar sin
obligaciones turísticas y saborear tus últimas horas en la
ciudad, acércate hasta el barrio de Prenzlauer Berg (metro
Bernauer Straße, línea 8) y recorre la Oderbergerstrasse, con
sus tiendas de muebles de la RDA y sus cafés con terraza;
pasea por el Mauerpark (si es domingo, puedes ver su
mercadillo) o visita el complejo de Kulturbrauerei, uno de los
mejores ejemplos de arquitectura industrial de Berlín que hoy
alberga tiendas y restaurantes. Si hace frío, merienda un
chocolate calentito con tarta en la cafetería Anna Blume
(Kollwitzstrasse 83); si es verano, acércate a por un helado a la
pequeña Helmholtzplatz o tómate algo frío en Wohnzimmer, en
la misma plaza, sentado entre muebles de la antigua RDA
(Lettestrasse 6). Para cenar, las opciones aquí son
muchísimas: Konnopke’s Imbiss (Schönhauser Allee 44b), local
que presume de haber servido el primer currywurst; The Bird
(Am Falkplatz 5), para comerte una de las mejores (¡y
mayores!) hamburguesas de Berlín; el Café Liebling
(Raumerstrasse 36a), perfecto para los amantes de la
decoración nórdica y con buenas tapas alemanas o el Prater
Biergarten, el biergarten más antiguo de Berlín (Kastanienallee
7), perfecto en los días soleados para comer al aire libre.

180
Berlín en cuatro días
¿Vas a viajar próximamente a la capital alemana? Con nuestro
itinerario para ver Berlín en cuatro días comprobarás que ese
tiempo puede ser más que suficiente para tomarle el pulso a Berlín
y hacerse una idea en profundidad de sus principales monumentos
y lugares de interés.

Y es que a pesar de se trata de una ciudad donde las opciones


turísticas y de ocio son infinitas, si llevas bien organizada tu ruta te
será muy sencillo ajustar tus tiempos y visitas para aprovechar al
máximo tu estancia.

¿Que cómo hacerlo sin morir en el intento? Sigue leyendo :)

Itinerario para ver Berlín en cuatro días

Lo más importante a la hora de distribuir las visitas en tu ruta de


cuatro días por Berlín es tener en cuenta dos factores esenciales:
qué lugares quieres ver y cuándo visitarlos. Es decir, que habrá que
tener siempre en cuenta los horarios y días de cierre de cada
monumento, museo o lugar de interés para no llevarnos un susto
cuando lleguemos.

En ese sentido, puedes comprobar todos los horarios actualizados


de los principales lugares de interés de la ciudad en nuestro
apartado Qué ver en Berlín.

Y para ayudarte a cuadrar todas esas visitas de forma óptima, a


continuación, te proponemos un itinerario completo para esos
cuatro días en Berlín:

Día 1 – Alexanderplatz y Berlín histórico

➔ La mañana del día 1 te recomendamos comenzar tu visita en


la estación de metro de Alexanderplatz (línea U8), desde
donde haremos a pie el resto de nuestro itinerario.
➔ En la Alexanderplatz, no te pierdas la Torre de Televisión (si
quieres, puedes subir al mirador).
➔ Desde la plaza, continúa hacia la Fuente de Neptuno y la St.
Marienkirche, que están a dos pasos. Muy cerca de ellos verás

181
el inconfundible edificio del Ayuntamiento Rojo de Berlín.
➔ Junto al Ayuntamiento Rojo se encuentra el Marx-Engels
Forum, un pequeño parque donde encontrarás la famosa
estatua de Marx y Engels.
➔ Cruzando la calle desde el parque habrás llegado a la Catedral
de Berlín, reconocible por sus cúpulas verdosas. Si el día está
despejado y no subiste a la Torre de Televisión, aprovecha y
entra en la catedral para deleitarte con las vistas.
➔ Si viajas con niños o simplemente te apetece conocer un poco
más de cerca la vida cotidiana y política en la antigua RDA,
también puedes bajar la escaleras junto al puente de la
catedral y visitar el Museo de la RDA.
➔ Si tu primer día en Berlín coincide con un jueves, recuerda que
los museos de la Isla de los Museos abren hasta más tarde, por
lo que puedes aprovechar desde la catedral, que está justo al
lado, para ir visitando alguno de ellos.
➔ Para comer puedes tomar algo rápido por la zona (un
currywurst o una salchicha con pan por aquello de ir probando
la típica fast food berlinesa) o acercarte hasta nuestra
siguiente visita, el barrio de Nikolai, el más antiguo de Berlín
-aunque reconstruido en su mayor parte-. En Nikolaiviertel son
visitas obligadas: la Knochblauchhaus (en Poststraße 23), una
antigua casa burguesa convertida en museo y la Iglesia de San
Nicolás (Nikolaikirche, justo enfrente). Para entregarte al placer
culpable tómate un trozo de tarta en Back Palace, un localito
muy pequeño situado a la vuelta de la iglesia.
➔ Si aún te sobra tiempo, acércate dando un paseo hasta Haus
Schwarzenberg (Rosenthaler Strasse 39), un patio plagado de
arte urbano de lo más hipster. Al lado se encuentran los
Hackesche Höfe, otros tantos patios -estos, de estilo
modernista- que también tienen mucho ambiente (no te
pierdas, sobre todo, el Endellscher Hof, decorado con cerámica
de colores y obra del arquitecto August Endrell).

Día 2 – Checkpoint Charlie, Puerta de Brandeburgo y Potsdamer


Platz

Hoy vamos a adentrarnos en un Berlín más histórico, el Berlín del


nazismo, de la Segunda Guerra Mundial y de posguerra. Por el
camino, además, tendremos tiempo de conocer algunos de los
monumentos más famosos de la capital alemana.

182
➔ Empezaremos nuestro segundo día en Berlín cogiendo el
metro hasta Kochstraße (línea U6), para visitar el Checkpoint
Charlie, el paso fronterizo que más fama adquirió en los años
de existencia del muro de Berlín. Hoy no es más que uno de
esos lugares hiper turísticos de haz-la-foto-y-vete pero ya que
estamos, vamos a echarle un vistazo. Junto a él, en la misma
Friedrichstraße, encontrarás el Museo del Muro del Checkpoint
Charlie, interesante solo si te sobra mucho tiempo y quieres
profundizar en la historia del muro de Berlín, ya que la
exposición es un tanto confusa.
➔ Continúa desde aquí por Zimmerstraße para llegar a uno de
los centros de exposiciones más interesantes de Berlín:
Topografía del Terror (en Niederkirchnerstraße 8), una especie
de museo gratuito dedicado al nazismo y sus instrumentos
represivos, como las SS y las SA. Además de visitar su
completa exposición, al salir puedes ver un buen fragmento
del antiguo muro conservado en este mismo solar.
➔ Si viajas con niños, puede que os interese hacer una visita, en
la misma Zimmerstraße, poco antes de llegar a Topografía del
Terror, se encuentra el gran globo aerostático de Berlín, desde
el que se obtienen unas vistas impresionantes de la ciudad
(eso sí, solo merece la pena si hace buen día).
➔ Tras recorrer Topografía del Terror, puedes dar un paseo hasta
la cercana Potsdamer Platz, una plaza famosa aunque sin
demasiado interés -turísticamente hablando- en la que puedes
ver un par de fragmentos más del muro de Berlín o subir a la
terraza panorámica de la Torre Kollhof, bautizada como
Panoramapunkt.
➔ Busca un hueco para comer por aquí (la plaza y sus
alrededores están llenos de restaurantes) y sigue subiendo por
la Ebertstraße. Dejarás a mano izquierda el Tiergarten, el
parque público más conocido de Berlín. Si te apetece y tienes
tiempo, puedes adentrarte en él y dar un relajante paseo.
➔ Si no, pronto llegarás al llamado Memorial del Holocausto
(Monumento a los judíos de Europa asesinados), que
reconocerás por sus bloques de hormigón gris. Justo al lado
verás también una imagen que te sonará: sí, es la Puerta de
Brandeburgo, el monumento berlinés por excelencia.

Si sigues caminando 5 minutos más, llegarás al Reichstag. Si te


interesa visitarlo por dentro debes reservar con antelación tal como
te explicamos en el artículo sobre el Reichstag de esta guía (calcula

183
la hora para que te dé tiempo a hacer el resto del itinerario).

Si aún te quedan ganas de caminar un poco más, puedes continuar


a pie hasta la Gendarmenmarkt, una preciosa plaza con nada
menos que dos catedrales. Puedes cenar por esta zona o salir a la
Friedrichstraße, donde encontrarás infinidad de restaurantes.

Día 3 – Nos vamos de excursión: ¿Potsdam o el campo de


concentración de Sachsenhausen?

Hoy vamos a tomarnos un respiro del ajetreo de la capital y


aprovechar para conocer algunos lugares de los alrededores. Te
ofrecemos dos alternativas:

 Visitar Potsdam, con sus palacios barrocos y sus “tesoros”


escondidos, como el barrio holandés. En nuestro artículo sobre
Potsdam tienes toda la información sobre qué ver y hacer allí y
cómo llegar desde Berlín.
 Conocer el campo de concentración de Sachsenhausen, una visita
menos agradecida que Potsdam pero realmente interesante
para los amantes de la historia, e imprescindible para estudiar
en profundidad el pasado reciente de Berlín. Igualmente, en
nuestro artículo dedicado a Sachsenhausen encontrarás toda
la información necesaria para organizar tu visita.

Día 4 – Muro de Berlín, Kurfürstendamm y Museo de Pérgamo

Como lo mejor siempre se deja para el final, hoy (¡por fin!) vamos a
hacer dos visitas estrella de Berlín: el muro de Berlín -hoy conocido
como East Side Gallery- y el Museo de Pérgamo. Además,
tendremos tiempo para hacer algunas compras.

➔ Para llegar hasta la East Side Gallery tenemos dos opciones: el


tren hasta la Ostbahnhof (líneas S3, S5 y S75) o el metro hasta
la estación de Warschauerstraße (líneas S3, S5, S75 y U1). La
primera nos deja un poco más cerca del muro.
➔ A partir de aquí, puedes recorrer más de un kilómetro del
antiguo muro y contemplar los murales que lo decoran desde
que varios artistas internacionales decidieran convertir esta
antaño vergonzosa pared gris en un lienzo donde dar rienda
suelta a todo tipo de reivindicaciones.

184
➔ Vista la East Side Gallery, puedes volver sobre tus pasos hacia
la estación desde la que te bajases para llegar hasta la Isla de
los Museos y dedicar la tarde a visitar el mejor de todos: el
Museo de Pérgamo.
➔ Si no tienes muchas ganas de ver museos, la alternativa es
que desde la East Side Gallery cruces el Puente de Oberbaum
para sumergirte en el vibrante barrio de Kreuzberg.
➔ Aprovecha para comerte una hamburguesa en un lugar
emblemático para los berlineses, Burgermeister, un quiosco
callejero que sirve hamburguesas con patatas bajo las vías del
tren.
➔ Y si decidiste no cruzar el puente y volver a la estación para
visitar el museo, puedes aprovechar para probar los jugosos
Schnitzel de Sheers Shnitzel (en Warschauer Strasse, a un
paseo corto desde la East Side Gallery).
➔ Si optaste por el barrio de Kreuzberg, puedes coger el metro
directo en Schlesisches Tor hasta Wittenbergplatz y visitar al
salir las Galerías KaDeWe. Son las galerías comerciales más
famosas de Berlín y un buen sitio para comprar souvenirs o
productos típicos alemanes.
➔ Estás en la zona de Kurfürstendamm, una especie de Gran Vía
a la berlinesa: desde las KaDeWe puedes acercarte también
hasta la Iglesia Memorial del Kaiser Guillermo, inconfundible
por su torre partida desde los tiempos de la guerra, y
conocerla por dentro. Si prefieres seguir de compras, haz una
visita al centro comercial Bikini, lleno de tiendas de
diseñadores locales y con buenas vistas del Tiergarten desde
su terraza.

Si lo deseas, puedes invertir el itinerario de este último día en Berlín:


comienza a primera hora visitando el Museo de Pérgamo para evitar
las colas -y si te sobra tiempo, entra también al Museo Nuevo para
ver su magnífica colección de arte egipcio en la que se incluye el
busto de Nefertiti-; continúa yendo hasta la East Side Gallery y
termina el día cenando y tomando algo en el animado barrio de
Kreuzberg o acercándote hacia la zona de Kurfürstendamm para
hacer las últimas compras.

Esperamos que hayas disfrutado de la ciudad y sobre todo que


nuestro itinerario para conocer Berlín en cuatro días te haya
ayudado :)

185
Excursiones desde Berlín

POTSDAM

La ciudad de Potsdam es una excursión imprescindible desde Berlín,


y sin duda constituye uno de los principales lugares de interés de
Alemania.

Famosa por ser el escenario donde tuvo lugar una de las reuniones
entre las fuerzas aliadas más famosas de la Segunda Guerra Mundial
(la Conferencia de Potsdam celebrada en el verano de 1945 en el
Palacio de Cecilienhof, al final de la contienda), si por algo es
conocida Potsdam es por sus magníficos palacios, como el Palacio
de Sanssouci o el Nuevo Palacio de Federico el Grande..

Potsdam es a Berlín lo que Versalles es a París: declarada Patrimonio


de la Humanidad por la UNESCO, constituye una visita obligada para
cualquiera que vaya a viajar a Berlín.

Qué ver en Potsdam: visitas imprescindibles

Lo más habitual es pasar como máximo medio día o un día en


Potsdam, y al ser una ciudad con un patrimonio tan extenso, cuando
te pones a indagar qué visitar allí es probable que te hagas un
pequeño lío.

Para ayudarte a organizar tus visitas, lo primero que debes saber es


que podemos agrupar los principales lugares de interés de Potsdam
en torno a cuatro zonas más o menos diferenciadas: la zona de
Sanssouci (donde se concentran los palacios más importantes de
Potsdam y, por tanto, es la zona la más visitada), la zona del Palacio
de Cecilienhof, la zona del Parque de Babelsberg y la zona del barrio
holandés y de la colonia rusa.

Si dispones de un día en Potsdam, nosotros te recomendamos visitar,


por lo menos, el área de Sansoucci por la mañana (los palacios que
te dé tiempo a ver, pero como mínimo el Palacio de Sansoucci y el
Nuevo Palacio) y, por la tarde, el Palacio de Cecilienhof o el barrio
holandés.

186
Vamos a resumir qué ver en Potsdam profundizando un poco más
en cada uno de sus grandes monumentos y lugares turísticos:

Zona de Sanssoucci

Cuando llegues a esta zona (al final de este artículo te explicamos


cómo llegar a Sanssouci desde la estación central de Potsdam),
verás muy cerca de la parada de autobús un edificio para comprar
tu entrada a los diferentes palacios.

Hay varias modalidades de entrada (si vas a visitar al menos dos, te


compensará comprar una entrada combinada como te explicamos
más abajo) y si quieres hacer fotos, necesitarás adquirir también un
permiso fotográfico aparte que cuesta 3 € y sirve para todos los
palacios.

Una vez tengas tu entrada (te pedirán que escojas un horario para
la visita de algunos palacios, y tendrás que estar en la puerta del
mismo al menos 5 minutos antes), puedes dirigirte a pie hasta los
distintos palacios para comenzar tu visita:

Palacio de Sanssouci

Residencia de verano de Federico el Grande, el Palacio de Sanssouci


es el lugar más visitado de Potsdam: un palacio de estilo rococó y
pequeñas dimensiones cuyo interior, sin embargo, deslumbra,
rematado por unos jardines barrocos por donde perderse es un
placer.

➢ Dónde: Schloss Sanssouci, Maulbeerallee, Potsdam.


➢ Horario: martes a domingo de 10:00-17:00 horas (noviembre-
marzo) y de 10:00-18:00 horas (abril-octubre). Cerrado todos
los lunes.
➢ Precio: adultos, 12 €; reducida, 8 €.

Nuevo Palacio de Potsdam

Cerca del Palacio de Sanssouci se encuentra este opulento palacio


construido también por Federico II, y el mayor de los palacios de
Potsdam. Merece la pena visitarlo ya solo por su impresionante
galería marina: un gran salón decorado con miles de conchas,
crustáceos, mármol y piedras preciosas que te dejará con la boca

187
abierta. Por si fuera poco, más de 200 habitaciones completan el
conjunto.

➢ Dónde: Neues Palais, Am Neuen Palais, Potsdam.


➢ Horario: lunes y miércoles a domingo de 10:00-17:00 horas
(noviembre-marzo) y de 10:00-18:00 horas (abril-octubre).
Cerrado todos los martes.
➢ Precio: adultos, 8 €; reducida, 6 €.

Palacio Belvedere

El punto fuerte del Palacio del Belvedere son sus vistas de Potsdam,
gracias a una situación privilegiada sobre la colina de Pfingstberg.
El Belvedere está rodeado por un bonito parque creado por Federico
Guillermo IV que sin duda constituye uno de los espacios más
románticos de Potsdam.

Este palacio solo está abierto para la celebración de eventos


específicos.

Palacio de la Orangerie

Construido a mediados del XIX, el Palacio de la Orangerie de


Potsdam es uno de sus palacios más especiales, con su arquitectura
de inspiración renacentista que recuerda a los palacetes italianos
florentinos. Si tienes tiempo suficiente en tu visita a Potsdam, te
recomendamos que no te lo pierdas.

• Dónde: Orangerie, An der Orangerie 3-5, Potsdam.


• Horario: martes a domingo de 10:00-18:00 horas (mayo-
octubre). El resto del año el palacio solo abre los sábados y
domingos del mes de abril con visita guiada. Cerrado todos los
lunes.
• Precio: adultos, 4 €; reducida, 3 €.

Zona de Cecilienhof

Palacio de Cecilienhof

Cecilienhof fue uno de los palacios construidos por la dinastía

188
Hohenzollern, encargado por el emperador Guillermo II para su
nuera, la princesa Cecilia (de ahí su hombre), a comienzos del siglo
XX., y si te apasiona la Historia, el Palacio de Cecilienhof es una
visita obligatoria. Fue en este palacete de estilo tudor inglés donde
se reunieron los máximos representantes de los países vencedores
al final de la Segunda Guerra Mundial: entre finales de julio y
comienzos de agosto del año 1945 el presidente Truman (Estados
Unidos), Churchill (Reino Unido) y Stalin (URSS) decidieron cómo se
administraría Alemania durante la posguerra y cómo afrontar las
consecuencias del conflicto desde sus respectivos países.

Al visitar el Palacio de Cecilienhof podrás conocer, gracias a una


completa exposición (mejor si acompañas la visita con la audioguía)
cómo transcurrieron estos días, con audios originales, fotografías y
numerosos carteles explicativos que te conducirán por las distintas
habitaciones y salas de reunión del complejo.

➢ Dónde: Schloss Cecilienhof, Im Neuen Garten, Potsdam.


➢ Horario: martes a domingo de 10:00-17:00 horas (noviembre-
marzo) y de 10:00-18:00 horas (abril-octubre). Cerrado todos
los lunes.
➢ Precio: adultos, 6 €; reducida, 5 €.

Zona de Babelsberg

Palacio y Parque de Babelsberg

Construido a comienzos del siglo XIX, el Palacio de Babelsberg


(Schloss Babelsberg) se encuentra un entorno privilegiado, rodeado
por un precioso parque y concebido como residencia de verano del
emperador Guillermo I. Al igual que Cecilienhof, este palacio con
aspecto de castillo es de estilo inglés e incorpora elementos
decorativos neogóticos. Por sus jardines es habitual ver pasear a los
estudiantes de la universidad. Actualmente está cerrado por obras.

➢ Dónde: Schlosspark Babelsberg, Potsdam.


➢ Horario: el parque está abierto todos los días del año las 24
horas.
➢ Precio: gratis

189
Zona del barrio holandés y del barrio ruso

A menudo olvidados por los turistas que visitan Potsdam, estos dos
barrios son, para nosotros, una de las visitas más interesantes de la
ciudad -si tienes tiempo suficiente-:

Barrio holandés (Holländisches Viertel)

Potsdam “esconde” este pequeño tesoro alejado del turismo que


constituye un buen lugar para perderse durante un par de horas.
Apenas unas cuantas hileras de casas de ladrillo rojo típicamente
holandesas, que conforman un barrio lleno de rincones bonitos y
muy fotografiables. Tiene pequeños cafés con sillas de jardín en la
puerta, tiendas minúsculas de creadores locales, bicicletas de
colores medio tiradas en cualquier esquina y macetas y tiestos por
doquier. Fundado a mediados del siglo XVIII para albergar a los
artesanos holandeses residentes en la ciudad, el barrio holandés de
Potsdam cuenta con 134 casas cuya historia se narra en la casa
situada en Mittelstraße, 8.

Barrio ruso (colonia Alexandrowka)

Federico Guillermo III y el zar Alejandro mantuvieron, durante toda


su vida, una relación muy estrecha, que en el caso de Potsdam se
materializó en la creación de esta colonia rusa; apenas un puñado
de casas de estilo ruso que asemejan cabañas, y que fueron
pensadas para acoger a los artistas rusos que visitaban Potsdam. El
barrio ruso de Potsdam también cuenta con una pequeña iglesia
ortodoxa y un museo sobre su historia (que puedes visitar en la
casa nº 2).

190
Otros lugares que ver en Potsdam

Además de todos los anteriores, existen algunos pequeños


monumentos que merece la pena ver en Potsdam si viajas con
tiempo de sobra como para dar una vuelta por el centro:

Puerta de Brandeburgo de Potsdam

Tocaya de la famosa Puerta de Brandeburgo de Berlín, la Puerta de


Brandeburgo de Potsdam es aún más antigua. Situada en pleno
centro histórico de Potsdam, en la Luisenplatz, fue construida a
finales del XVIII en homenaje a la victoria de Federico el Grande en
la Guerra de los Siete Años. ¿Lo más curioso? Que sus lados no son
iguales, pues cada uno fue diseñado por un arquitecto diferente.

Nauener Tor

Otra de las puertas que sirvieron antaño de entrada a la ciudad de


Potsdam es la Nauener Tor, construida también en el siglo XVII (de
hecho, estaba unida por la muralla ya derruida a la Puerta de
Brandeburgo). De estilo neogótico inglés, muy similar al del Palacio
de Babelsberg, la encontrarás a dos pasos del barrio holandés.

Puente Glienicke (Puente de los Espías)

Uno de los lugares más buscados por los turistas que visitan
Potsdam es el Puente de los Espías (oficialmente, Glienicker
Brücke), que une la ciudad con la capital alemana. Su importancia
fue considerable en los años de la Guerra Fría, pues se rumorea que
era en este puente donde las dos Alemanias, la federal y la
soviética, se intercambiaban informaciones y espías que habían
hecho prisioneros. Además de por su importancia histórica, desde el
Puente Glienicke se obtiene una de las mejores vistas de Potsdam.

Cómo ahorrar en tu visita a Potsdam: entrada combinada


Sanssouci+

Existe una entrada combinada para visitar la mayoría de palacios


de Potsdam, el ticket Sanssouci+

Esta entrada permite el acceso al Palacio de Sanssouci (y el


Pabellón Chino), al Nuevo Palacio de Potsdam, al Palacio de Mármol,

191
al Palacio de Cecilienhof, a la Orangerie, al Molino Histórico, a la
Galería de Retratos y a las Neue Kammern, entre otros.

Esta entrada es válida durante un día y sirve para visitar una sola
vez cada monumento.

Al igual que con la entrada regular, necesitarás escoger un horario


específico para visitar el Palacio de Sanssouci.

Puedes comprar esta entrada combinada al llegar al Centro de


Visitantes situado junto al Palacio de Sanssouci, y tiene un precio de
19 € (adultos) o 14 € (reducida), por lo que solo con la visita a dos
palacios ya la habrás amortizado.

Cómo llegar a Potsdam desde Berlín

➔ Para llegar a Potsdam desde Berlín en transporte público


debes utilizar el tren (S-Bahn), en concreto la línea S7, en
dirección a Potsdam Hbf (Potsdam Hauptbahnhof, la estación
central de Potsdam). Puedes coger este tren en la estación de
Friedrichstraße, y el viaje a Potsdam dura aproximadamente
50 minutos.

Para realizar este trayecto desde Berlín hasta Potsdam necesitarás


tener un abono de transporte o billete válido para las zonas ABC.

Una vez allí: cómo moverse por Potsdam

Cuando llegues a la estación central, para moverte por la ciudad y


visitar los distintos lugares de interés de Potsdam deberás utilizar el
transporte público, ya que no se encuentran cerca como para ir a
pie (y tampoco están cercanos entre sí).

Para moverte en transporte público por Potsdam te servirá el mismo


abono de transporte que utilices en Berlín, siempre que sea válido
para las zonas ABC.

Nada más salir de la estación (por la puerta principal de la misma)


verás varias paradas de autobús, y cuál cojas dependerá de la zona
de Potsdam que desees visitar:

192
✔ La línea más práctica es la del autobús nº 695 (con parada en el
Palacio de Sanssouci, la Orangerie, el Belvedere y el Nuevo
Palacio de Potsdam).
✔ También puedes utilizar el tranvía nº 92 para llegar hasta el
barrio holandés y el barrio ruso de Potsdam (Alexandrowka).
✔ Ese mismo tranvía te servirá para visitar el Palacio de
Cecilienhof: debes bajar en la parada de Reiterweg/Alleestraße
y ahí utilizar el autobús nº 603 hasta Cecilienhof (desde aquí
tendrás que caminar unos 10 minutos por el parque hasta
llegar a la entrada de Cecilienhof).

Dónde comer en Potsdam: nuestras recomendaciones

Ya vayas a pasar un día completo o medio día en la ciudad, es más


que probable que haciendo turismo en Potsdam te entre el gusanillo
de comer algo. Si tu presupuesto es muy ajustado o simplemente
tienes prisa, siempre puedes recurrir a alguno de los puestos de
perritos alemanes que encontrarás repartidos por toda la ciudad
(también en la zona de los palacios, junto al edificio de venta de
entradas).

No obstante, como comer es un placer también cuando viajamos, si


tienes tiempo para sentarte tranquilamente, estos son los
restaurantes recomendados en Potsdam por la Guía Nómada de
Berlín:

Hafthorn (Friedrich-Ebert-Strasse, 90)

Este bar es uno de los más famosos de Potsdam, pues dicen


quienes viven allí que aquí se sirven las mejores hamburguesas de
la ciudad. También es recomendable el currywurst, y los precios son
muy económicos.

Buena Vida Coffee Club (Am Bassin, 7)

Un local perfecto para hacer una pausa (y entrar en calor si visitas


Potsdam en invierno) acompañados de una buena taza de café, de
té o de chocolate y de sus tartas, galletas y postres caseros. Un
café de esos de los que tanto cuesta levantarse de la silla.

193
Assaggi (Luisenplatz, 3)

Un italiano auténtico, situado en el centro de Potsdam y cuyo dueño


es igualmente italiano (y se nota). Los platos de pasta son de
calidad, las ensaladas están realmente buenas -por si te apetece
comer algo más ligero- y las raciones son generosas. Sale a unos 20
€ por persona.

Lena’s Restaurant (Grossbeerenstrasse, 97)

Si te apetece probar algo diferente, te invitamos a visitar este


restaurante búlgaro regentado por una familia, donde la comida es
sabrosísima y a precios más que razonables. Una de esas joyas
escondidas que siempre merece la pena visitar.

Alexandrowka 1 Russisches Restaurant (Russische Kolonie, 1)

Este restaurante destaca más por su entorno que por su comida,


que aunque es correcta, es un poco cara si la comparamos en
calidad con los anteriores restaurantes. Pero este restaurante
ubicado en una cabaña típica rusa (de hecho, está en la colonia
rusa) es un lugar con mucho encanto para tomarte un café o un té
-a probar platos tradicionales rusos, si te animas- y muy acogedor
en el interior.

194
Excursiones desde Berlín

CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE SACHSENHAUSEN


El campo de concentración de Sachsenhausen en Berlín es una
visita obligada si te interesa la historia contemporánea (incluso en su
vertiente más triste).

Y es que el campo de Sachsenhausen funcionó primero como prisión


para presos políticos durante todo el nazismo y la Segunda Guerra
Mundial, como modelo para otros campos de concentración y,
finalmente, como campo de exterminio. Por Sachsenhausen
pasaron más de 200.000 víctimas del nazismo y aunque no es una
visita precisamente agradable, sí es una visita necesaria.

A continuación descubrimos todo sobre la historia del campo, cómo


llegar a Sachsenhausen y qué ver una vez allí para que aproveches
al máximo el tiempo que puedas dedicarle.

El campo de concentración de Berlín que se convirtió en campo de


exterminio

En un principio, el campo de concentración de Sachsenhausen


comenzó a funcionar en las afueras del pueblo de Oranienburg como
cárcel para presos políticos. De este modo, una vieja fábrica se
convirtió en 1933 en prisión para casi 3.000 reclusos confinados allí
por su oposición al régimen nazi. Hasta el año siguiente, estos
prisioneros se dedicaron a realizar distintos trabajos en los que se
les permitía moverse por el pueblo. Entre los presos políticos de
Sachsenhausen se incluían varios republicanos españoles en el
exilio, como el expresidente Largo Caballero, trasladado aquí tras ser
detenido en Francia.

Pero a la altura de 1936 las cosas cambiaron. Con el


recrudecimiento de las políticas de represión política y sobre todo
tras el nombramiento de Himmler como jefe de las SS (principal
fuerza de seguridad del régimen nazi), se optó por construir en
Sachsenhausen un campo de concentración como tal, diseñado por
arquitectos del régimen, y que se convertiría en modelo para otros
campos de concentración en Alemania.

195
En 1938, además, el principal órgano de gestión de los campos de
concentración nazis instaló su oficina principal en Oranienburg, por
lo que Sachsenhausen terminó convirtiéndose, lamentablemente,
en un auténtico referente.

De hecho, cuando accedas al campo una vez pasada la entrada


verás a mano derecha un complejo de instalaciones que servía de
entrenamiento para los miembros de las SS antes de ser destinados a
otros campos de concentración (y que hoy funciona como centro de
entrenamiento para policías… los alemanes, prácticos como
siempre).

Desde entonces, el campo de concentración de Sachsenhausen ya


no solo acogería a presos políticos, sino también a todas aquellas
personas susceptibles de ser consideradas como biológicamente
inferiores por los nazis, como judíos, gitanos u homosexuales.
Además, comenzaron a instalarse en el campo cámaras de gas y
hornos crematorios, lo que lo convertiría en campo de exterminio. A
estos horrores se sumarían los de los experimentos médicos
llevados a cabo en Sachsenhausen y los fusilamientos masivos a
prisioneros de guerra trasladados allí durante la II Guerra Mundial.

Hasta el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945, más de


200.000 personas fueron recluidas en Sachsenhausen: cuando los
soldados soviéticos entraron en el campo en abril de ese mismo
año, apenas habían sobrevivido 3.000 personas, que resistieron las
extremas condiciones de vida del campo, sometidos a un frío
intenso, a la desnutrición, a las epidemias y a los interminables
recuentos de prisioneros realizados al raso y durante horas.

A pesar de todo, la historia de Sachsenhausen como campo de


concentración no terminó aquí: en agosto de 1945 fue reutilizado por
los soviéticos para alojar a otros presos: esta vez fueron los propios
nazis quienes fueron recluidos, incluyendo funcionarios, militares,
etc., y convirtiendo de nuevo el campo en un referente -esta vez,
para los denominados “campos especiales” soviéticos, pues era el
mayor de los tres instalados en la zona de ocupación soviética-.

Sachsenhausen sería cerrado definitivamente en 1950, aunque volvió a


habilitarse su visita en los años sesenta por parte de los soviéticos,
y desde 1993 abre sus puertas a todos aquellos visitantes que
quieran profundizar en su historia.

196
La mayor operación de falsificación de la historia

Si has tenido oportunidad de ver la película Los Falsificadores, seguro


que lo que te vamos a contar ya te sonará. Y es que fue en el
campo de concentración de Sachsenhausen donde se llevó a cabo
la Operación Bernhard, en la que varios judíos fueron reclutados (en
función de sus habilidades) y llevados a este campo para formar
parte del caso de falsificación de billetes más sonado de la historia.

Primero, comenzaron copiando libras para los nazis, y ante la


amenaza de ser trasladados al campo de exterminio de Auschwitz
una vez concluido su trabajo, se ofrecieron para falsificar también
dólares. Al término de la guerra, aunque los nazis intentaron
llevárselos a otro campo con el fin de asesinarlos para no dejar
testimonio de lo sucedido, los soldados estadounidenses los
interceptaron a medio camino y los falsificadores, como pasarían a
la historia, lograron salvar su vida.

Visitar Sachsenhausen: qué ver una vez allí

La visita al campo de concentración de Sachsenhausen puede


resultar un poco abrumadora al principio, pues los lugares de
interés están bastante “desperdigados” y hay que caminar un buen
trecho para llegar desde unos hasta otros.

El centro de información al visitante: la introducción a Sachsenhausen

Junto al mostrador de entrada al complejo puedes acceder a una


breve pero interesante exposición sobre la historia de este campo
de concentración, en la que se incluyen fotografías y objetos originales
utilizados por los presos y los guardias, acompañados por textos
explicativos en inglés y alemán que te harán a hacerte una idea
muy completa de lo que vas a ver antes de comenzar la visita.

Museo de Sachsenhausen

Cuando los soviéticos inauguraron el Memorial de Liberación en los


años sesenta, decidieron poner en marcha también un museo
destinado, por entonces, a conmemorar a todos aquellos soviéticos
víctimas del nazismo (de hecho, el museo fue muy criticado en el
momento por obviar de cierta manera al resto de víctimas de

197
Sachsenhausen, y por considerar que las atrocidades cometidas por
los nazis contra los judíos eran el fruto de una sociedad capitalista
diseñada para explotar al más débil más que una pura cuestión de
racismo). Con el paso de los años y especialmente tras la caída del
muro, el Museo de Sachsenhausen se fue transformando y haciendo
más completa -y algo menos subjetiva- su exposición.

La Torre A

Justo al lado del museo verás la llamada Torre A de Sachsenhausen.


Se trata de un edificio blanco de tres cuerpos cuya puerta (donde
aparece la tristemente famosa frase Arbeit macht frei presente en
todos los campos de concentración nazis) debes atravesar para
acceder al propio campo. Una vez dentro, ante ti se extiende una
enorme explanada en la que se han reconstruido algunos de los
barracones (con exposiciones en su interior sobre temáticas diversas
relacionadas con el campo). En el caso de los que no se han
reconstruido, aún puedes ver el lugar que ocuparon para hacerte
una idea del aspecto que debía presentar el complejo, pues su
perímetro está delimitado con bordillos y marcado con un número
en el suelo.

Puedes subir a la Torre A para echar un vistazo a su exposición y


sobre todo para asomarte a su ventanal y contemplar todo el
campo de Sachsenhausen desde una perspectiva central.

Monumento de Liberación soviético

Erigido por los soviéticos en 1961, este monumento destaca en


mitad del campo por su imponente obelisco, bajo el que se puede
ver la escultura de un soldado soviético liberando a los presos de
Sachsenhausen. Al contemplar el monumento puede que te llamen
la atención también los triángulos; representan los países de origen
de todas las víctimas de Sachsenhausen.

También verás referencias a estas nacionalidades junto al paredón de


fusilamiento, situado cerca de los hornos crematorios y forrado de
madera (para amortiguar el sonido de los disparos), en el que se
pueden apreciar varias placas colocadas por los gobiernos de
distintos países, así como en uno de los barracones, donde se han
reconstruido las celdas de confinamiento, en muchas de las que
podemos ver coronas y banderas francesas, británicas, etc.

198
Monumento en Memoria del Prisionero

Esta sobrecogedora escultura constituye un homenaje a todas las


víctimas del campo de concentración de Sachsenhausen. Lo
encontrarás, siempre rodeado de coronas de flores y velas, junto a
los antiguos hornos crematorios y las cámaras de gas, en uno de los
extremos del campo.

Además de estas visitas, puedes acercarte a ver el museo dedicado a


las víctimas gitanas de Sachsenhausen, situado en uno de los
antiguos edificios que albergaban las fábricas donde trabajaban los
presos.

Cómo llegar a Sachsenhausen

Vamos a ver cómo llegar al campo de concentración de


Sachsenhausen desde Berlín de forma muy sencilla:

Lo más práctico es utilizar el tren (línea S1 en dirección a


Oranienburg Bhf). Puedes cogerlo desde varios puntos céntricos de
la ciudad, como Potsdamer Platz o Friedrichstraße, y debes bajarte
en Oranienburg. El trayecto dura unos 40 minutos y necesitarás
tener un billete de transporte válido para las zonas ABC.

Una vez estés en Oranienburg, tienes dos opciones:

1. Ir a pie hasta Sachsenhausen: el camino hasta la entrada del


campo no tiene pérdida, pues hay indicaciones al salir de la
estación y el paseo te llevará unos 20 minutos. Eso sí, no se
trata de un lugar con especial encanto ni vas a ver ningún
punto de interés por el camino, pero si no te importa andar, no
se hace muy pesado.
2. Coger algunos de los autobuses nº 804 y 821 justo a la salida de la
estación, que te llevan en 10 minutos hasta la entrada del
campo de concentración de Sachsenhausen (la desventaja es
que no pasan con demasiada frecuencia, y si justo llega tu tren
y se acaba de marcha, te tocará esperar un buen rato -aunque
se indica cuánto falta para el siguiente en las pantallas de la
parada-). La parada donde debes bajar para acceder a
Sachsenhausen es Gedenkstätte y puedes utilizarlos con el
mismo billete válido para zonas ABC que empleaste para el

199
tren.

Consejos para visitar el campo de concentración de Sachsenhausen

✔ Para visitar el Museo y Memorial de Sachsenhausen lo mejor


es coger el tren en Berlín a primera hora de la mañana, para
llegar temprano y evitar las horas de máxima afluencia de
turistas (en temporada alta).
✔ Si vas a visitar Sachsenhausen entre los meses de octubre y
abril, te aconsejamos que lleves ropa de abrigo (incluso
impermeable), pues las temperaturas en invierno son muy
bajas y al ser un lugar tan desprotegido y desarrollarse la
mayoría de visitas en el exterior, hace bastante frío.
✔ Hay audioguías en español disponibles a la entrada; te
aconsejamos alquilarla para poder comprender mejor todo lo
que vas a ver a continuación (cuesta 3 €).
✔ La visita a Sachsenhausen cuenta con 37 lugares de interés
(algunos bastante alejados entre sí), por lo que te
aconsejamos hacer una selección de los que más te interesa ver,
ya que la visita completa puede llevar unas 5-6 horas.
✔ Comienza la visita por el centro de visitantes y continúa, al salir,
echando un vistazo a la maqueta que hay en la entrada antes
de acceder al propio campo. Te ayudará a hacerte una idea
aproximada de las dimensiones del mismo (aunque no todo el
complejo de Sachsenhausen es visitable) y a situarte antes de
empezar.

Horarios y precio

➢ Desde el 15/03/17 hasta el 14/10/17, todos los días de 08:30-


18:00 horas.
➢ Desde el 15/10/17 hasta el 14/03/18 de 08:30-16:30 horas (el
museo cierra los lunes).

Días 24, 25, 26 y 31 de diciembre y 1 de enero, abierto de 11:00-16:30 horas.

➢ Precio: gratis.

200
Título original: Guía Nómada de Berlín
Autores: Julia Organista y Gabriel Gálvez para Guías Nómadas S.L.
Febrero 2017

© Guías Nómadas. Todos los derechos reservados.

Reservados todos los derechos. No se permite la reproducción total


o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático,
ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio
(electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin
autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. La
infracción de dichos derechos puede constituir un delito contra la
propiedad intelectual.

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