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Introducción al dibujo y a la pintura

Índice
1. El dibujo a lápiz
2. Educación de la vista
3. El retrato
4. Los colores
5. Empezando a pintar. La acuarela.
6. Efectos en la acuarela.
7. El guache y las temperas
8. Los acrílicos
9. Ejercicio con acrílicos
10. La pintura al óleo
11. Estilos artísticos

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1. El dibujo a lápiz

Es básico saber dibujar para poder pintar.

No importa que, más adelante decidamos pasar a un estilo más personal, incluso a la
abstracción. Si no lo hace, siempre tendrá esa carencia.

Materiales de dibujo. Únicamente se precisan dos o tres lapiceros de dibujo (los que
van seguidos de una B después del número). Recomiendo el HB, 3B Y 6B. Y como
soporte, unos folios, y un bloc de dibujo.

Puede practicar, también con una barra de carboncillo o un lápiz de carboncillo, pues
se realza mucho más el dibujo y se puede hacer en papel de color (los hay de muchos
colores en establecimientos de bellas artes).

Ejercicios básicos. El primer ejercicio será para tomar contacto con los materiales y
para aprender a concentrarse y a utilizar el hemisferio derecho del cerebro (y no el
izquierdo como hacemos la mayoría de las veces).

Esto del hemisferio derecho parece cosa rara, pero no es más que tenemos dos lados y
que uno es lógico y otro intuitivo y creativo, resumiendo mucho. Y que el que
predomina es el izquierdo puesto que nos lo han enseñado desde la infancia. Por ello
hemos de apartarlo a un lado, y dejar que sea el derecho-creativo el que dibuje.
Trace 4 cuadrados en un folio corriente. Deberán medir 8 X 8 cm. cada uno.

En el primero trace una serie de líneas rectas y paralelas verticales, dejando entre una y
otra uno o dos cm. Esto lo deberá hacer sin regla y a "ojo" y sin levantar el lápiz del
papel desde el principio de la línea hasta el final. Mueva todo el brazo y no tan sólo la
muñeca. Practique si quiere sin tocar el papel, primero para ensayar el movimiento del
brazo.

En el siguiente e-mail seguiremos con el dibujo y con la forma de expresar nuestros


sentimientos a través de los trazos, el papel de color y el tipo de dibujo.

2. Educación de la vista
Capítulo anterior: 1 - El dibujo a lápiz
Capítulo siguiente: 3 - El retrato

Un punto clave es la educación de la vista. Es necesaria para poder apreciar las


proporciones de un dibujo y saber trazar líneas a "ojo" calculando las distancias y
medidas sin utilizar la regla.

Para ello se deben seguir haciendo ejercicios del tipo del capítulo 1.

Trace una línea horizontal de la medida que quiera y, divídala por la mitad, a ojo.
Ahora trace dos líneas horizontales y divida la primera por la mitad y la segunda en
tres partes iguales.

Encajar. Se llama así a dibujar formas geométricas, normalmente cuadrados, otras


círculos o triángulos, e introducir en ellos el dibujo que queremos realizar. Meter en
cajas.

Una manzana irá dentro de un círculo, una casa, dentro de un cuadrado o un rectángulo.
De esta forma es mucho más fácil realizar el dibujo.

Proporciones. El dibujo debe guardar unas debidas proporciones. Para ello se toma
como referencia una parte de él, si es un árbol, la copa, y con esta medida que
comprobaremos usando el lápiz y marcando su medida con el dedo, mediremos el
tronco (la otra zona del dibujo). Será A (la copa) y medio, o A y tres cuartos de A. O
puede ser media A.
Espacios negativos y positivos. Hay que tener en cuenta el espacio que rodea el
objeto, pues es tan importante como el propio objeto. Dibuje algo muy sencillo, como
una luna, dentro de un cuadrado y sombree de negro el espacio que le rodea. Ese es
el espacio negativo. La luna es el espacio positivo.

Luz y sombra. Para dar volumen a un dibujo bidimensional se utilizan lápices 3B y 6B


para pintar zonas oscuras que serán sus sombras, y se dejarán en blanco las zonas de
luz. Así obtendremos tres o cuatro tonos. Parecerá tridimensional.

Nuestra sensibilidad quedará reflejada en estos dibujos, también si somos muy


perfeccionistas o más bien creativos. Veremos ya el camino que seguiremos en el
futuro.

En la siguiente lección estudiaremos el canon de la cabeza y de la figura.

3. El retrato

Como se puede apreciar en esta serie de retratos, se puede captar un estado de ánimo,
una personalidad y otras muchas cosas, con tan sólo un par de lápices y un toque de
artista.
Hay unas medias estándar para confeccionar un retrato, tanto de perfil como de frente.
Se les llama canon de retrato. También hay un canon para la figura (todo el cuerpo).
En el retrato se traza un óvalo y se divide por la mitad, donde irán los ojos. Entre los
ojos y la barbilla se pone una marca para la nariz que coincide en la mitad y un
poquito más. Y la boca, entre la nariz y la barbilla un poquito menos de la mitad.

Puede ejercitarse con fotografías de revistas, marcando con rotulador estas medidas y
otras que se le ocurran. Es una buena forma de aprender a ver.

Para la figura es el mismo sistema, se toma la cabeza como medida y se trazan 7


marcas con esa medida. Haga lo mismo con fotografías de revistas.

El papel en el que se realice el dibujo es importante, pues no se pinta igual en una


superficie fina que en una áspera o granulosa. También el color es importante. Un
dibujo con lápices en un fondo grisáceo, rosado o azulado mejorar` notablemente.

4. Los colores

A la hora de pintar, tanto si es con lápices de colores, acuarela o cualquier otra técnica,
hay que tener muy en cuenta qué colores se van a utilizar.

Existen colores que armonizan entre sí, mientras que otros crean un gran contraste. A
su vez, los hay cálidos (que acercan) y fríos (que alejan).

Depende de la sensación que queramos crear elegiremos unos colores u otros. Y no sólo
el color, sino el tono, pues hay verdes, azules, etc... que son ligeramente fríos o
ligeramente cálidos.

Parece complicado, pero realizando unos ejercicios de mezclas, o simplemente


colocando en un cartón una pincelada de cada uno de los colores que vienen en el
maletín de pintura (o de los que haya comprado de forma individual) verá qué variedad
hay y notará la diferencia de los dos tonos existentes de cada color, como el verde
esmeralda (cálido) y el verde vejiga (frío), o el azul ultramar (cálido) y el azul de
prusia (frío).

Empiece a familiarizarse con el color con el anterior ejercicio, y después realice


mezclas entre ellos, un azul con un amarillo, un rojo con un verde, etc. Se pueden
conseguir infinidad de tonalidades diferentes.

Estúdielos, experimente y aprenda a distinguir las sensaciones que le transmiten.

Es el momento de comenzar a pintar. Una simple manzana es un buen ejercicio, el


dibujo es muy sencillo, tan sólo debe fijarse en el modelo, si tiene una a mano, o puede
hacerla de memoria. Al principio es mejor tener una imagen delante, también puede ser
una fotografía o una lámina de venta en tiendas de bellas artes.

Pruebe primero a pintarla con colores cálidos (rojizos) y repita el ejercicio con colores
fríos (azulados). Y si no le aborrece demasiado, hágalo con una mezcla de ambos.
También puede pintar una pera o un plátano, algo sencillo para empezar.
Pinte con lápices de colores, pues se parecen mucho a los lápices de dibujo y es una
buena forma de introducirse en el mundo del color. Más adelante aprenderá a pintar con
pinturas al agua, como temperas y acrílicos.

Paleta básica:
- Amarillo cadmio.
- Amarillo limón.
- Rojo o bermellón.
- Carmín.
- Azul cyan o cerúleo.
- Azul ultramar.
- Verde esmeralda.
- Verde vejiga.
- Sombra natural.
- Siena tostada.
- Ocre amarillo.
- Blanco.
- Negro.

5. Empezando a pintar. La acuarela

Ahora que ya ha realizado algunas prácticas con los colores, le hablaré de técnicas,
empezando por la acuarela. Necesitará 3 ó 4 pinceles de pelo suave, papel para
acuarela (sale más económico en hojas sueltas) barato, agua y un estuche de pinturas.

Repita los ejercicios de las frutas y haga lo mismo con objetos caseros. Si le resulta
demasiado difícil, copie de una lámina o revista con ilustraciones a la acuarela. Es lo
que se suele hacer al empezar, pues ya se ven los colores, sombras y luces, y resulta
mucho más sencillo que hacerlo de golpe de un objeto del natural.

Como este taller es sólo una introducción no me detendré mucho. Pero sí, aconsejo
hacer prácticas para aprender a hacer "aguadas", "degradados" y demás formas de
pintar con acuarelas.

La acuarela es bastante transparente y no es posible corregir errores, por lo que para


algunas personas resulta muy difícil. Hay que tomarlo con paciencia. Lo mejor es coger
un color, un pincel, papel y agua y trazar pinceladas, primero de forma horizontal,
cubriendo la mitad de la hoja. Fíjese en que si pinta por encima de una zona ya pintada
ésta se oscurece, a pesar de ser el mismo color. Téngalo siempre en cuenta.

La segunda mitad de la hoja píntela con dos colores, uno encima del otro, tras esperar a
que el primero se seque. A esto se le llama "veladura". Se puede velar un trozo
pequeño o una pintura entera. Se usa mucho tanto en acuarela como en acrílicos,
temperas y óleos.

El blanco no se pinta, sino que hay que reservar previamente esas zonas, o bien
procurando no tocarlas al pintar a su lado, o bien pintando esos puntos con un líquido
llamado "líquido de reservas". Es una especie de pegamento que se retira frotando con
el dedo cuando el cuadro está listo.

Se pueden lograr variados efectos utilizando cepillos, sal, una esponja y métodos como
el salpicado y otros. Los veremos en el próximo capítulo.

6. Efectos en la acuarela.

La pintura a la acuarela es muy delicada, incluso etérea. Hay especialistas muy buenos
en esta técnica. Se la valora menos que la pintura al óleo, por estar realizada en papel y
no en lienzo y por ser menos perdurable en el tiempo.

Pero es indiscutible su belleza para alguien que tenga la sensibilidad adecuada.

De todas formas, se pueden utilizar una serie de recursos para alterar esta delicadeza de
tal forma que quede como una gran obra expresionista, abstracta, o incluso, realista,
sin por ellos dejar de utilizar los colores de la acuarela.

Y cómo se hace esto, se preguntarán. En el anterior e-mail apunté que existen métodos
como el salpicado con un cepillo de dientes, por ejemplo, o pintar con una esponja en
vez de con un pincel, y dispersar sal sobre la superficie húmeda y en cuanto se seque
sacudirla.

Todos estos y muchos más son "truquillos" de artista para lograr imitar las distintas
texturas que nos brinda la naturaleza, y hasta las que nuestra imaginación nos
proporcione.

Pruebe a pintar una fruta sobre un papel húmedo (con una esponja o poniendo la hoja
bajo el grifo y escurriendo el exceso), y pinte la misma fruta en un papel seco. ¿Ve la
diferencia? No es posible hacer bordes definidos en un papel húmedo, ni conseguir
hacer capas de tonos oscuros para crear las sombras, pues se mezclan todos los colores
al estar el papel mojado.

Salpique una roca, previamente pintada, con un cepillo de dientes humedecido con
pintura color marrón (sombra tostada, por ejemplo). Vea el efecto conseguido. O pruebe
a cubrirla con sal, y a sacudirla cuando la pintura de la roca esté seca.

También la forma de realizar los trazos, en vertical, diagonal, horizontal o en curva, le


confiere formas distintas, y se harán según la forma del tema que desee representar. Una
forma circular se pinta con trazos curvos.
Estas manzanas han sido pintadas, la primera con rotuladores acuarelables, y la
segunda con acuarela y pastel acuarelable (el fondo está hecho pintando primero una
base con acuarela y, luego dando unos toques con lápices pastel). Las dos sobre papel
seco.

Realizado con acuarela y pintando la primera capa del pimiento con el papel seco y la
segunda capa con el papel aún húmedo.

Paisaje a la acuarela. Primera capa en húmedo.

7. El guache y las temperas

El guache, más conocido como temperas (aunque no sea exactamente lo mismo) se


diluye en agua y sus colores son espesos y cubrientes.
Los pinceles y soportes son los de la acuarela, además de algunos de pelo de cerda,
más fuertes que los de pelo de buey. Son buenos, también los sintéticos.

Se pueden pintar bodegones, paisajes, retratos y en todo tipo de estilos, pues se parece
mucho al óleo y acrílico. Sin embargo, hay que tener en cuenta que se diluye
fácilmente con agua, por lo que la segunda capa de pintura debe ser espesa y nunca
aguada, porque sino se fusionaría con ella, en vez de superponerse. A pesar de esta
desventaja, son muy buenos los resultados que se obtienen y, una vez terminada la obra
es difícil distinguir si ha sido realizada con guache o con pintura acrílica.

Puede barnizarse si se desea que tenga brillo, pero, siempre ha de enmarcarse con
cristal, para proteger el papel (o cartón) de la humedad.

Se venden en pastillas, tubos, frascos de cristal y de plástico y lo hay de diferentes


precios y marcas, lo mismo que cualquier otro tipo de pintura para bellas artes. Los más
prácticos son los que vienen en frascos. Se conservan mejor los que vienen en tubos.

Comience con ejercicios de mezclas de colores y pintando un solo objeto sobre una
mesa. La técnica es parecida a la acuarela, teniendo en cuenta que los colores son
cubrientes y no transparentes. Al hacer los ejercicios de colores ya se irá dando cuenta
de sus posibilidades.

Pinte con cuatro o cinco tonos como máximo, el color de la pared, de la mesa, del
objeto, su sombra (local y proyectada sobre la mesa) y su luz.

Realice también veladuras, degradados y superposiciones para ejercitarse.

* Veladura: pinte una capa de color, amarillo por ejemplo, y cuando esté
completamente seco, cubra una parte o en su totalidad, con azul, no muy diluido, para
que se superponga al otro, aunque no lo tape. Se tienen que ver las dos tonalidades, una
sobre la otra.

* Superposición: igual al anterior, pero esta vez debe ser cubriente, para que no se
aprecie el color de la capa anterior.

* Degradado: la primera mitad de la hoja con el color espeso y vaya añadiendo agua a
la mezcla para que quede más claro y siga pintando. Se verá más oscuro al principio y
más claro al final.

* Salpicado: con un cepillo de dientes viejo o un cepillo de uñas pequeño, impregnarlo


con un poco de pintura diluida en agua y con ayuda del dedo pulgar frotar el pelo del
cepillo suavemente. De esta forma se salpica el papel con la pintura.

No haga empastes, pues la pintura se resquebrajaría. Es mucho mejor pintar varias capas
o dar una base con pasta de modelar (es una pasta que se añade a la pintura o que se da
como una imprimación muy espesa en la zona que se quiere realzar) con una espátula.
Con esta pasta se consiguen muy buenos relieves y se puede mezclar con arena si se
desea otra textura.
Puede pintar con una espátula la segunda o tercera capa con pintura tal y como sale
del tubo, para lograr un efecto más expresivo.

Ambas pinturas están realizadas con temperas. A la primera la cubrí con tinta china
negra, y una vez seca, la "lavé con agua limpia. De esta forma se consigue este efecto
de "monotipo", la segunda está hecha a base de veladuras y superposiciones.

8. Los acrílicos

La pintura acrílica es muy parecida al óleo en su aspecto, pues es cremosa y viene en


tubos, y apenas se distingue uno de otro. También se puede encontrar en frascos de
plástico de mayor tamaño, aunque más líquida.

Se disuelve en agua y se seca rápidamente.

Los pinceles son tanto de pelo fuerte (cerdo) como suave (sintéticos, buey, pony). Y
los soportes, casi todos, tela de lienzo, madera, cartón, papel de acuarela.

La paleta, mejor de plástico para poder lavarla al terminar de pintar.

Se pueden hacer empastes y pintar con la pintura tan diluida que parezca acuarela.
También se puede dar una capa de imprimación con pasta de modelar, arena, polvo de
pómez, de mármol y otros materiales para darle textura al soporte.

Los colores son los mismos de la paleta básica y se pueden añadir más colores a medida
que se vaya adquiriendo experiencia.

Es bueno adquirir una espátula pues se pinta muy bien con ella y se logran muy buenos
efectos.

El salpicado, las veladuras, y demás métodos nombrados anteriormente son aplicables


a los acrílicos. También el esgrafiado (incisiones realizadas con un objeto punzante,
como una espátula, un palillo o el mango del pincel), el estarcido (colocar una plantilla
realizada en una cartulina y pintar en el hueco), alternar acrílico y pastel o carboncillo,
todo ello contribuye a conseguir unas obras de mayor belleza plástica.
Existen productos específicos para mezclar con la pintura, como son el retardante de
secado, el espesante y el médium. El retardante, ya lo dice su nombre es para retardar el
proceso de secado de la pintura; el espesante es para aumentar el grosor, y el médium se
utiliza para conseguir mejores veladuras.

No necesita barniz, aunque si lo desea puede darle una capa para darle un aspecto
brillante.

Los pinceles debe lavarlos inmediatamente para que no se endurezcan y mientras los
usa, límpielos con agua, no los deje con pintura.

Soporte preparado con arena y gesso acrílico sobre tabla.

Acrílico sobre tabla.

9. Ejercicio con acrílicos

Este paisaje está realizado en lienzo montado en un bastidor y con una primera capa
con pincel y la segunda con espátula. Los colores son azul ultramar y blanco para el
cielo y verde esmeralda y verde vejiga para el árbol y la vegetación. Al árbol le hice
unta textura "picada" aplastando la espátula y levantándola repetidas veces.

Es un tema de lo más sencillo para empezar. Lo hice también en tonos rojizos, para
tener la escena nocturna y la de puesta de sol.

Esta manzana está pintada en tela de lienzo, comprada por metros. También está a la
espátula, dando la primera capa con pincel plano. Los colores son el rojo y verde para
la manzana, y el azul, blanco y carmín para la pared y la mesa. Perfilé la manzana y la
línea de la mesa con color marrón muy oscuro mezclado con negro. Es una pintura
inventada tipo expresionista.

10. La pintura al óleo

La pintura al óleo se asemeja mucho a la pintura con acrílicos, aunque se disuelva en


aguarrás en vez de en agua y su composición sea distinta.

La forma de pintar es muy parecida, se pinta la primera capa bastante diluida, en


esencia de trementina (o aguarrás) y las posteriores mezclada con un poco de trementina
y algo de aceite de linaza (esta última es opcional).

El secado es bastante lento, por lo que hay que esperar entre sesión y sesión y, esperar
unos cuantos días para que la pintura se seque por completo. Y un mes, antes de
barnizarlo.

Los colores al óleo son pastosos y aceitosos y vienen en tubos. La gama de colores es
casi idéntica a los acrílicos, pudiendo comprar los mismos colores y tonos. Los pinceles
también son los mismos, aunque se suelen usar más los de pelo de cerdo. Y las
espátulas también es bueno tenerlas, tanto para mezclar los colores en la paleta (de
madera) como para pintar con ellas.

Se pueden mezclar con productos auxiliares como un acelerador de secado llamado


"secativo de cobalto", "barniz holandés", polvo de mármol o de pómez, arena, y
otros complementos de venta en tiendas de bellas artes.

Para empezar, basta con unos cuantos colores (pueden ser los primarios, el blanco y el
negro), dos o tres pinceles, una espátula y esencia de trementina. Además de un lienzo o
una tabla, a la que daremos una capa de imprimación (con gesso o con pintura plástica
blanca).
Los ejercicios son los mismos que en capítulos anteriores. Toma de contacto con los
materiales y colores. Y, más adelante, empezar a pintar temas muy sencillos, añadiendo
detalles y objetos, poco a poco.

Una vez logrados estos objetivos, puede empezar a aplicar texturas, veladuras, raspados,
pintura a la espátula, y cuanto se le ocurra. Debe experimentar para aprender.

El trabajo estará terminado cuando usted lo decida, pues no hay normas para el arte.
Cada cual es su propio maestro y mejor crítico.

Recomiendo leer el curso de pintura al óleo, y el de técnicas de dibujo. También resulta


muy interesante el de cómo ver un cuadro, en especial los capítulos dedicados a las
masas y los pesos de las masas.

No queda más que coger un pincel y un tubo de pintura y comenzar a practicar. Con un
papel de acuarela o un simple cartón, basta, incluso papel de embalar. Animo y adelante.

12. Estilos artísticos

El impresionismo, cubismo, hiperrealismo, son estilos de pintura. Hay más, pero en esta
introducción veremos los más destacados.

El impresionismo

Como su nombre indica se trata de captar la impresión, la luz y el color.

Intentan plasmar el paso del tiempo captando la luz del momento, pintando en directo
en una sola sesión. Daban pinceladas cortas y las superponían unas sobre otras con
distintas tonalidades.

Joaquín Sorolla fue el mayor impresionista español. Otros fueron Edouard Manet,
Claude Monet, Constable, Sisley.

El expresionismo

Es una pintura mucho más creativa que la anterior. Aquí predomina el sentimiento del
artista, la imaginación y su punto de vista personal. No quiere manifestar la realidad,
sino su realidad, su visión íntima tanto de una persona, paisaje u objeto. Para ello
deformará o agrandará una parte del conjunto, dándole mayor relieve y protagonismo.
No importa si los colores son reales o imaginarios.

Los expresinistas españoles son Monell, Solana y Zabaleta; otros fueron Munich,
Modigliani y Kandinsky.

El arte abstracto

Es puramente imaginativo, pues no representa temas reales, sino sentimientos y


sensibilidad estética.
Está basado en el color, en el trazo y en la materia.

El artista puede sentir la necesidad imperiosa de expresarse en tonos rojos y con trazos
horizontales, o haciendo giros y espirales.; o puede desear plasmar algo vertical y verde
o morado.

En fin, que se debe buscar un sentimiento, bien por el significado de los colores, bien
por la situación de las masas y sus pesos (una mancha oscura es una masa pesada, y una
mancha de color claro es ligera; cuanto mayor sea mayor peso tendrá).

El surrealismo

Es el mundo de los sueños, de las pesadillas y de "los fantasmas" del artista.

Dalí y Miró son los representantes españoles de este estilo.

El hiperrealismo

Plasma la realidad en sus más mínimos detalles. Intenta copiar la realidad de tal forma
que parece una fotografía y no una pintura.

Los artistas intentan expresarse de formas muy diferentes, cada uno según se sentido
investigador o creador. Para ello utilizará materiales y pinturas de acuerdo a su carácter
y modo de entender el arte. Uno puede limitarse a pintar siempre paisajes al óleo y estar
feliz de ello; otro, sentirá la necesidad de cambiar, evolucionar, ver lo que puede dar de
sí. Si usa colores vivos estará alegre, si son apagados y oscuros estará triste y
deprimido. Paz y agresividad, armonía y contrastes, en eso consiste el arte.

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