Materia:

Juan G. Barba
Maestro:
Gilberto Solano
Alumno:

Tarea: Vocación
Teología de la Vocación
 ANTIGUO TESTAMENTO

LA VOCACIÓN DE MOISÉS

1. Encuentro con lo divino:

Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró, sacerdote de Medián.

Moisés llegó hasta Horeb, la montaña de Dios. Allí se le apareció el
ángel de Yahvé en llama de fuego, en medio de una zarza, Moisés vio
que la zarza ardía sin consumirse; y se acerco para ver aquel
fenómeno.

2. Discurso introductorio:

Cuando Yahvé vio que Moisés se acercaba para mirar, le llamó en

medio de la zarza: !Moisés, Moisés! – El respondió Heme aquí. Yahvé
le dijo: No te acerques aquí; quita las sandalias de tus pies, por que el
lugar que pisas es suelo sagrado. Y añadió: Yo soy el Dios de tu
padre, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. –
Moisés se cubrió el rostro por que temía ver a Dios.

3. Orden de misión:

Yahvé le dijo: He visto la aflicción de mi pueblo en Egipto, he

escuchado el clamor ante sus opresores y conozco sus sufrimientos.
He bajado para librarlo de la mano de los egipcios y para subirlo de
esta tierra a una tierra buena y espaciosa; a una tierra que mana
leche y miel. Así pues, el clamor de los israelitas ha llegado hasta mí
y he visto la opresión con que los egipcios los afligen. Ahora, pues,
ve; yo te envío al faraón para que saques a mi pueblo, los israelitas,
de Egipto.

4. Objeción del elegido:

a) Moisés dijo a Dios: ¿Quién soy yo para ir al faraón y sacar de

Egipto a los israelitas?
b) Contesto Moisés a Dios: Si voy a los israelitas y les digo: EL Dios
de vuestros padres me ha enviado a vosotros; y ellos me
preguntan: ¿Cuál es su nombre? ¿Qué les responderé?
c) Moisés respondió: Mira que no me creerán ni me harán caso,
pues dirán: No te ha aparecido Yahvé.
d) Moisés dijo a Yahvé: ¡Por favor Señor! Yo nunca he sido hombre
de palabra fácil, ni aun después de haber hablado tú con tu
 siervo; sino que soy torpe de boca y lengua.

5. Aclaración, confirmación divina:

Dijo Dios a Moisés: Haré que este pueblo obtenga el favor de los
egipcios, de modo que cuando partáis, no salgáis con las manos
vacías, sino que cada mujer pedirá a su vecina y a la dueña de su
casa objetos de plata, objetos de oro y vestidos, que pondréis a
vuestros hijos y a vuestras hijas, y así despojaréis a los egipcios.

6. Signo divino de confirmación:

Dios otorga a Moisés el poder de hacer prodigios.

Entonces Yahvé le preguntó a Moisés: ¿Qué tienes en tu mano? – Un
Cayado – Respondió Moisés. Yahvé le dijo: Tíralo al suelo y se
convirtió en una serpiente; y Moisés huyo de ella. Yahvé dijo a Moisés:
Extiende tu mano y agárrala por la cola. Extendió la mano, la agarró,
y volvió a ser callado en su mano. Para que crean que se te ha
aparecido Yahvé, el Dios de sus padres, el Dios de Abrahán, el Dios de
Isaac y el Dios de Jacob.

LA VOCACIÓN DE ISAÍAS

1. Encuentro con lo divino:

El año de la muerte del rey Ozías vi al Señor sentado en un trono
excelso y elevado, sus haldas llenaban el templo. Unos serafines se
mantenían erguidos por encima de él; cada uno tenía seis alas: con
un par se cubrían la faz, con otro par se cubrían los pies, y con el otro
par aleteaban.
Y se gritaban el uno al otro:
Santo, santo, santo, Yahvé Sebaot: llena está toda la tierra de su
gloria. Se conmovieron los quicios y los dinteles a la voz de los que
clamaban, y el templo se lleno de humo. Y dije:
¡Ay de mí que estoy perdido, pues soy un hombre de labios impuros,
y entre un pueblo de labios impuros hábito: que al rey Yahvé Sebaot
han visto mis ojos!

2. Discurso introductorio:

Entonces voló hacia mí uno de los serafines con una braza en la

mano, que con las tenazas había tomado de sobre el altar, y toco mi
boca y dijo:
He aquí que esto ha tocado tus labios: se ha retirado tu culpa, tu
pecado está expiado.

3. Orden de misión:

Y percibí la voz del Señor que decía:

¿A quién enviaré?, ¿y quién irá de parte nuestra?
Dije: Heme aquí envíame.
Dijo: Ve y di a ese pueblo:
Escuchad bien, pero no entendáis, ved bien, pero no comprendáis.
Engorda el corazón de ese pueblo, hazle duro los oídos, y pégale los
ojos, no sea que vea con sus ojos, y oiga con sus oídos, y entienda
con su corazón, y se convierta y se le cure.

4. Objeción del elegido:

Yo pregunté: ¿Hasta dónde Señor?

5. Aclaración, confirmación divina:

Dijo: Hasta que se vacíen las ciudades y queden sin habitantes, las
casas sin hombres, la campiña desolada y haya alejado Yahvé a las
gentes y cunda el abandono sobre el país.
Aun el décimo que quede en él volverá a ser devastado como la
encina o el roble, en cuya tala queda un tocón: semilla santa será su
tocón.

LA VOCACIÓN DE JEREMÍAS

1. Encuentro con lo divino:

Entonces me dirigió Yahvé la palabra en estos términos:

2. Discurso introductorio:

Antes de haberte formado yo en el vientre, te conocía.

3. Orden de misión:

Y antes de que nacieses, te tenía consagrado: yo profeta de las

naciones te constituí.

4. Objeción del elegido:

Yo dije: ¡Ah, Señor Yahvé! Mira que no sé expresarme, que soy un

muchacho.

5. Aclaración, confirmación divina:

Y me dijo Yahvé:
No digas: Soy un muchacho, pues a donde quiera que yo te envíe
irás, y todo lo que te mande dirás. No les tengas miedo, que contigo
estoy para salvarte.

6. Signo divino de confirmación:

Entonces alargó Yahvé su mano y tocó mi boca. Y me dijo Yahvé:

Mira que eh puesto mis palabras en tu boca. Desde hoy mismo te doy
autoridad sobre las gentes y sobre los reinos para extirpar y destruir
para perder y derrocar.

NUEVO TESTAMENTO
LA VOCACIÓN DE LA VÍRGEN MARÍA

1. Encuentro con lo divino:

Al sexto mes envió Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea,

llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado
José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.

2. Discurso introductorio:

El ángel le dijo: Alégrate María, llena de gracia, el Señor esta contigo.

No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a
concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo a quien pondrás por
nombre Jesús. El será grande, se le llamará Hijo del Altísimo y el
Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa
de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.

3. Orden de misión:

Vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo a quien pondrás

por nombre Jesús. El será grande, se le llamará Hijo del Altísimo y el
Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa
de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.

4. Objeción del elegido:

María respondió al ángel: ¿Cómo será esto puesto que no conozco

varón?

5. Aclaración, confirmación divina:

El ángel respondió: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del

altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será
santo y se le llamará Hijo de Dios.

6. Signo divino de confirmación:

Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez y

este es ya el sexto mes de la que se decía estéril, por que no hay
nada imposible para Dios. Dijo María: He aquí la esclava del Señor;
hágase en mí según tu palabra. Y el ángel, dejándola, se fue.

MI VOCACIÓN

1. Encuentro con lo divino:

Cuando tenía 29 años, mi vida se encontraba en una crisis total. No le

encontraba sentido a la vida, no encontraba el rumbo, ni esperanza
alguna, me sentía sin expectativas, y sin amor. Un día encontré entre
mis cosas un pequeño folleto que contenía la novena a San Judas
Tadeo; folleto que mi madre me había regalado algunos meses o
quizás años antes, el cual al recibirlo sin leerlo solo lo guarde entre un
montón de papeles. Lo observe unos momentos y lo volví a guardar.
Días después estaba en el supermercado y cuando pase por uno de
los pasillos donde estaban las veladoras me llamaron mucho la
atención unas veladoras que tenían la imagen de san Judas Tadeo. No
me resistí y compre una, era la primera vez que compraba una. Esa
misma noche la encendí y saque la novena, comencé a rezar la
novena, junto a la novena de San Judas Tadeo encontré otro folleto
que se llamaba 15 minutos con Jesús sacramentado, y comencé a
leerlo, en ese instante experimente una gran paz, que los días
siguientes seguí devotamente rezando, aun cuando ya tenia mas de
15 años sin hacerlo. Tres meses después conocí a Alma Rosa, una
mujer cuyo ejemplo de vida y oración, ayudaron a mi conversión, al
poco tiempo de conocerla, comencé a ir a misa y a vivenciar el dolor
de los pecados. Posteriormente el ir cotidianamente a Misa y
comulgar, Dios me permitió experimentar el amor a la Eucaristía, 1
año mas tarde ya pertenecía a la adoración nocturna mexicana y
posteriormente ingrese a vivir el proceso vocacional primero con los
franciscanos seglares y después al conocer a Fray Daniel Hernández
en la Basílica de Zapopan ingrese a vivir el proceso vocacional en la
casa Duns Scoto.
2. Discurso introductorio:

A los 30 años, cuando estaba confesándome en el templo de San José

yo comencé a exponer todas mis inquietudes y dudas, sobre la
realización personal, el éxito, la plenitud, el amor y la voluntad divina.
El sacerdote me dijo, que no me preocupará, que me abandonará a
los brazos de Dios, que yo debía ser sacerdote.

3. Orden de misión:

Un año mas tarde, en el mismo templo estaba por comulgar, y el

sacerdote con la ostia en mano, me pregunto si me conocía, me pidió
ir al final de la misa a la sacristía a hablar con el. Ya en la sacristía me
pregunto si yo era seminarista. Fue tal mi impresión que sentí que el
alma se estremecía.

4. Objeción del elegido:

Yo saliendo del templo, después del suceso en la sacristía que antes

menciono. Muy enojado, consternado y emocionado, voltee al cielo, y
le dije a Dios, pídeme lo que quiera, pero no me pidas que sea
sacerdote.

5. Aclaración, confirmación divina:

Estando en presencia del santísimo Sacramento, la noche de mi

cumpleaños número 33, Dios me devolvió la salud, cuando
inminentemente estaba condenado a padecer una enfermedad
terminal.

6. Signo divino de confirmación:

Después de saber que Dios me tenía destinado para algo grande al

devolverme la salud, decidí ir a la Basílica de Zapopan en busca de
una respuesta. Necesitaba saber que quería Dios de mi, al llegar a la
Basílica es cuando me topo con Fray Daniel Hernández el iba
cruzando el altar hacia la sacristía, era la primera vez que veía a un
fraile; fue tal mi impresión al verlo que lo seguí por el los pasillos, al
alcanzarlo no se por que razón le pregunte quien podría ayudarme a
discernir; el me respondió: Yo soy el indicado, yo colaboro en el
trabajo, pastoral. La semana siguiente, me encontré con fray Rafael
Tovar en su oficina para una entrevista, y una semana mas estaba
asistiendo al proceso vocacional.
COMPARACIÓN DE LOS ASPECTOS EN LOS LLAMADOS

1. Inevitable:

Moisés: Ahora, pues, ve; yo te envío al faraón para que saques

a mi pueblo, los israelitas, de Egipto.
En la historia del llamado de Moisés, Dios se manifiesta y habla de
manera imperiosa a Moisés, dándole a conocer los planes que tiene
para el y para el pueblo de Israel. A pesar de las insistentes
resistencias de Moisés, Dios no le da más opción que la de cumplir su
voluntad.
 Isaías: Engorda el corazón de ese pueblo, hazle duro los oídos,
y pégale los ojos, no sea que vea con sus ojos, y oiga con sus oídos, y
entienda con su corazón, y se convierta y se le cure.
De manera muy distinta, aunque con un fin similar al que Dios tenía
con Moisés; Dios se le manifiesta a Isaías a través de visiones y le
pide que inspiré y sane al pueblo de Israel. No dejando opción a su
siervo Isaías.

Jeremías: Y me dijo Yahvé:

No digas: Soy un muchacho, pues a donde quiera que yo te envíe
irás, y todo lo que te mande dirás. No les tengas miedo, que contigo
estoy para salvarte.
En la historia del llamado de Jeremías, Dios de manera determinante
e imperiosa, le hace saber al profeta que de cualquier manera tendrá
que cumplir su voluntad.

Virgen María: Vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un

hijo a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande, se le llamará
Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre;
reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.
La historia del llamado de María de igual modo que los anteriores, es
imperioso y determinante, aunque de una manera muy bella y llena
de amor, Dios le revela al la pequeña María, el plan de salvación que
tiene para la humanidad y como ella es esencial en este plan.

Yo: En la historia de mi vida, Dios se me ha manifestado de

distintas maneras, en todas ha sido imperante su llamado, pero creo
también que él en su infinito amor y misericordia que manifiesta y
brinda a sus hijos, nos da también la libertad de escoger y decidir la
respuesta, aunque siempre moviendo e inspirando nuestros
corazones a entregarnos a su divina voluntad. Mi primer llamado lo
recibí a los 12 años, aunque respondí al ir al preseminario, reconozco
ahora que tuve mucho miedo. Decidí en ese momento buscar la
realización en el mundo como artista. 18 años más tarde recibí
nuevamente el llamado en tres ocasiones distintas y de forma más
imperante.
1. La primera en el momento de recibir la comunión a los
31 años, tiempo después de comenzar a vivir mi
conversión a la fe católica, después de mas de 16 años
de vivir alejado de la Iglesia y los Sacramentos.
2. El segundo llamado lo recibí a los 32 años en el
sacramento de la reconciliación, el sacerdote de una
manera muy clara y directa me dijo, que la felicidad y
la plenitud que yo buscaba, y por las inquietudes que
yo le manifestaba, que el estaba seguro de que yo
encontraría en el sacerdocio todo aquello que
perseguía.
3. En el tercer llamado tenía ya 33 años, yo estaba en el
grupo de adoradores nocturnos de Guadalajara, y
estando en plena vigilia, en presencia del Santísimo
 Sacramento. Pidiendo a Dios que se hiciera su voluntad
en mí, y esperando a recibir los resultados de unos
exámenes médicos. Dios me devolvió la salud, días
después sin saber como, me encontré entrando a la
oficina de Fray Rafael Tovar, en una entrevista
vocacional.

2. Iniciativa de Dios imperiosa, revolucionaria:

Moisés: Ahora, pues, ve; yo te envío al faraón para que saques

a mi pueblo, los israelitas, de Egipto.

Isaías: Ve y di a ese pueblo:

Escuchad bien, pero no entendáis, ved bien, pero no comprendáis.
Engorda el corazón de ese pueblo, hazle duro los oídos, y pégale los
ojos, no sea que vea con sus ojos, y oiga con sus oídos, y entienda
con su corazón, y se convierta y se le cure.

Jeremías: Y antes de que nacieses, te tenía consagrado: yo

profeta de las naciones te constituí.

Virgen María: Vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un

hijo a quien pondrás por nombre Jesús.

Yo: Dios al hablarme de diversas maneras y a través de

distintas personas, manifestó su imperiosa voluntad.

3. Transformación interior del llamado:

Moisés: Dios le da el don a Moisés, para hacer prodigios, así como el

de poder hablar con él.

Isaías: Dios le da el don de profetizar a Isaías.

Jeremías: Igualmente a Jeremías, Dios se manifiesta con él y le

da el don de profetizar.

Virgen María: Ella es concebida sin pecado original y con toda

la gracia de Dios, para la misión de ser madre del hijo de Dios

Yo: Dios al hablarme, transformo mi corazón y mi vida, pasando

de una vida de excesos y pecados a una vida de amor y oración.

4. Total disposición en las manos de Dios:

Moisés: Moisés después de objetar muchas veces, se

abandona a la voluntad de Dios.

Isaías: Isaías al recibir el llamado, se entrega a cumplir la

voluntad y la misión que Dios le confiere.

Jeremías: Jeremías era solo un muchacho cuando Dios lo llama

a la misión.

Virgen María: Maria es solo una muchacha de 16 años cuando

Dios le encomienda la misión más grande.

Yo: Yo era un gran pecador, y a pesar de no haberme acercado

nunca a los sacramentos desde que los recibí y de vivir sin fe, como
un ateo y de hacer el mal a mí persona, a mi familia e incitar a que
otros pecaran conmigo. Dios me saca del abismo y me muestra su
hermoso plan para mí, me sana y me libera, para comenzar lo que
considero el camino a mi santificación.

5. No hay preparación previa:

Moisés: Moisés era un hombre tartamudo, y sin grandes

virtudes, Dios lo llamo en el momento que pastoreaba el rebaño de su
suegro y le pide que libere a su pueblo.

Isaías: En la historia de Isaías es en un sueño como Dios se

revela, sin mas preparación lo envía a la misión.

Jeremías: Jeremías aunque objeta, al decirle a Dios que el es

solo un muchacho, acepta cumplir la voluntad de Dios.

Virgen María: En la historia de Maria, ella entrega su voluntad

a Dios y Dios manifiesta sobre ella toda su gloria, al hacerla madre de
su hijo.

Yo: En mi caso pasaron más de 20 años desde el primer

llamado que recibí en la pubertad, pero cuando Dios se manifestó tan
palpablemente, al devolverme la Salud, fue plena mi entrega y
respuesta a cumplir la voluntad divina.