Sei sulla pagina 1di 52

Sobre el segundo obrerismo político

Por Romano Alquati 

Señalo algo de algunos libros de Romano Màdera, creo, muy poco conocidos, también
para hablar acerca de mi hace muchos años, entre el 60’ y el 65’1. Habría muchísimo para
decir, sobre todo sobre estos libros, naturalmente me limitaré a una pequeña parte. Dejo el
punto de vista de género porque en ese momento no existía, había mujeres pero no
feministas. Hacer la historia de viejas experiencias es también de mal gusto: típico de quien
no tiene presente y mucho menos futuro!. Pero ahora estas cosas y actitudes vuelven
deformadas. Se, desde ya, que alguien piensa que incorporo de aquel obrerismo demasiadas
cosas. Yo, en cambio digo que debo haber incorporado demasiado poco: una parte la he
omitido a propósito, otras las he olvidado. Los cambios del presente renuevan un hambre de
conocimiento histórico; estamos también rodeados de tan buenos historiadores que sin
embargo no dan nada...Jamás he creído ser un notable “intelectual”, o sea un profesional de
la cultura humanística explícita. Los intelectuales nunca me han entusiasmado, y en
general no he escrito para intelectuales, sino para militantes, con una escritura peculiar.
Busco escribir pedazos de máquinas (¿de guerra?), quizá contra el actual maquinismo. Por
esto, a diferencia de mis autorizados compañeros de ruta, no abandono y no me retraigo por
la derrota de los primeros obrerismos políticos y el hundimiento de los viejos obreros, signo
de que en verdad su pensamiento no era todo negativo. Esto es antes, siempre para mi, un
nuevo punto de partida...De todos modos sé de haber comprendido varias cosas que otros
jamás han comprendido, y de haberlas comprendido antes.

Dos palabras sobre mi

No se si Mádera habrá leído alguna vez algún libro mío, quizá cuando estaba con
Gambazzi, en el primer Rojo. El bueno. Estos han tenido con nosotros a lo largo de una
quincena de años muchas coincidencias, sobre todo lingüísticas. Cuando en los primeros
años 80’ leí, un poco superficialmente, lo admito, del libro de Mádera 2, titulado Identidad y
fetichismo3 no me sorprendió tanto sus principales afirmaciones, sino solo la profundidad
1
Este artículo traducido del original italiano hace las veces de introducción al trabajo colectivo
(coinvestigación) que recoge una gran cantidad de testimonios de los principales participantes del llamado
segundo obrerismo italiano de la década del 60’ entre ellos el del mismo autor. Nos referimos a Roggero,
G, .Pozzi , F y Borio, G. :Futuro Anteriore. Dai Quderni Rossi ai movimenti globali: richezze e limiti
dell’operaismo italiano. Roma Castelvecchi. 2002

En el mérito de mis res gestae no entro, porque ya he escrito algo en textos publicados, pero además en otros
no publicados
2
Que él me había regalado personalmente en su casa varios meses antes
3
Escrito en el 77’, me parece, y editado y distribuido por Moizzi

1
de su conocimiento de Marx y de algunos marxistas 4: en mi opinión poquísimos otros en
los años 70’5, podían reivindicar un conocimiento similar de los textos marxianos (y
marxistas). Concuerdo que la cuestión del fetichismo y específicamente la del fetichismo
del capital, y no solo del de la mercancía, es básico en el pensamiento de Marx. Esto ha
sido un poco olvidado por los “obreristas políticos de segunda generación”autóctonos, pero
solo un poco...; y ha sido exactamente así. De todos modos aquel libro maderiano era duro
contra Tronti a solo pocos años de la salida de Obreros y capital y aparecía en un momento
de máximo alcance de la interpretación trontiana de Marx, aunque en círculos restringidos y
particulares, y era escrito por parte de un joven milanés (de veintiséis o veintisiete años!)
que también había hecho y tal vez estaba haciendo aún una cierta experiencia de un
obrerismo análogo. Sin embargo, en lo que concierne al fuerte ataque, aunque ambivalente
al mismo Marx y a la incierta (en el 77’) apertura a Nietzsche 6, Freud y además a Jung que
aquel texto maderiano también contenía, a pesar de todo leyéndolo me retrotraía a mi
propio caso, respecto, antes que nada a las discusiones con algunos amigos al final de los
años 50’, y luego con relación a ciertos temas de reflexión en la experiencia del
movimiento obrero7, no menor, que había hecho en los 50’,60’y 70’ y los numerosos,
diversos y ricos debates que entonces se habían repetido en nuestro entorno, y con filósofos
y cientistas sociales8, también por afuera de la órbita de Marx y de los clásicos del
“marxismo”, con algunas oscilaciones particulares según los momentos...Ahora bien,
Mádera en el 77’me retrotraía a allí. A veinte años antes: a mis veinticinco años. Como ya
he escrito éramos por ciertos aspectos posmodernos sobre la marcha9.
Volviendo a mi, repito cosas que ya he dicho aquí y allá muchas veces. He sido católico
hasta los quince años y luego, precisamente por esto nunca mas. En consecuencia he
mantenido una discreta curiosidad por todas las dimensiones de la religión y la religiosidad,
pero ya en los 50’ de católico creo verdaderamente no haber tenido absolutamente mas
nada. Llegué a Marx en el 52-53’ en un contexto de militantes/historiadores 10, consiliares o
del “obrerismo revolucionario”, generalmente trotskistas o ex trotskistas, todos fuertemente
antiestalinistas y críticos de la burocratización de los partidos comunistas, no solo europeos.
Burocratización que algunos de ellos, franceses (Castoriadis11 y los de Socialismo o
Barbarie y Poder Obrero) y análogos ingleses (Shop Stuard, etc..., la New University Left,
etc) y americanos (Newes and Letters, etc) y españoles y del oeste, todos visionarios y
retro, a diferencia de nosotros; hacían retrotraerse a uno al mismo Marx mas allá del
leninismo (en especial del 18’ en adelante); criticaban mucho la caída en el socialismo real.
Tanto yo como varios de mis amigos cremoneses y también milaneses no habíamos tenido
nunca nada que compartir de positivo con Stalin y el estalinismo. En el peor de los casos yo
me pude reflejar en Stalin luego, en los segundos años 60’. Pero para el final de la juventud
nos encontramos, aún con líneas distintas, a dialogar con locales “minorías históricas”,
tanto trotskistas, como “internacionalistas”, además de bordiguianos. Así hacia la mitad de
los años 50’ nuestro encuentro e adolescentes con la otra gran ideología y religión fue
4
Mas allá de por ejemplo Rosdolsky, Rubin sobre todo, apenas conocido para nosotros, y varios otros.
5
Tal vez solo Grillo y algún otro especialista que ahora no recuerdo
6
Pero también Tronti era y es a su manera nietzschiano
7
Con minúscula. El movimiento de los obreros
8
Aún americanos franceses, incluso algunos vivos
9
También por esto después de treinta años, no nos pueden engañar tanto con ciertos “post” fingidos
10
Las minorías históricas, en especial trotskistas y bordiguianas, pero también algo de
libertarios...”luxemburguianos”
11
A diferencia de Gasparotto, mi idea de la autonomía no se remontaba a Montaldi sino a Castoriadis

2
inmediatamente con Marx y Lenin (y Luxemburgo, Trotsky, etc), con los textos que se
podían leer en italiano y en francés. Para mi fue determinante el encuentro en el 55’ con
Giovanni Battaioli, un cuadro obrero internacionalista regresado de una larga estadía en la
Paris obrera, que entre otras cosas me impresionó rápidamente con su crítica al recorrido de
los frentes populares y con su idea mas bien leninista de la “obreridad” de los oficios( con
el asunto del “oportunismo blanco” de aquellos obreros...): la otra cara del artesano y del
artesano/campesino disminuido, una apreciación de los obreros, la suya, pero bastante
crítica. Así, desde entonces, no creo haber sido jamás populista precisamente en ningún
sentido de esta palabra, sino, a lo mas, rápidamente obrerista, y de una manera insólita entre
los intelectuales de izquierda italianos, complicada y tal vez un poco original. Todavía
difícil de comprender bien. Hoy la pienso retrospectivamente, un poco inoportuna por la
rigidez con la cual la entendí, también rápidamente. A veces he sentido a los obreros casi
como la otra parte de las máquinas, en una apertura esquizoide a la tecnociencia...Pero solo
a veces...
Digo por otra parte rápidamente que no es rigurosamente verdad lo que dice Rozzi, que yo
he sido, que yo he sido hijo de Montaldi. Nunca ha sido verdad. Por empezar la calidad de
mi comprensión del obrero es muy distinta. Entre otras cosa esta diferencia me colocó a una
gran distancia de la idea mas bien populista de que todo lo bueno venía “de la base”, para
mi el capitalismo debía combatirse tanto en la base como en lo alto.
A través de la amistad con obreros-sociólogos como D. Mothé superé rápidamente la
veneración por el artesano de fábrica, o sea del obrero artesano y de oficio (que, al respecto,
Mádera lo presenta como cerrado con el marxismo y el socialcomunismo histórico, en el
laberinto del capitalismo, sino fuese por algunos aportes externos...). Pero me coloqué
rápidamente, entonces en Cremona, en la perspectiva de la fábrica en la organización
científica clásica, de tipo “taylorista”, y en una dimensión de “obrero colectivo” para
recomponer a partir de los numerosos “añicos” (Friedmann, Naville...) al obrero masa. En
el 57’ criticábamos el “metalismo” de los intelectuales de izquierda italianos12; y yo
defendía a Jünger, el de Tempestad de acero y El obrero13 : a estos libros los estimo mucho
aún. El obrero capaz, como miembro de un inmenso colectivo, no solo de resistir, aún
sufriendo y muriendo, sino también de enfrentar, administrar y coproducir la enorme
potencia de la tecno-ciencia y de la maquinaria semiautomática para su misma
supervivencia y en algún momento podía hacer salir algún recurso o condición para
cambiar algo de lo propio de aquella tremenda condición y sociedad. En definitiva no con
el sacrificio ético comunista-proto-obrero y luego grotescamente estalinista. También en el
taylorismo se debía y podía reivindicar y valorizar detrás de la miseria de las tareas
formales de los individuos, la fuerza, la capacidad y hasta la productividad “colectiva”:
repito, a pesar de la miseria y el vacío de capacitación de muchísimos trabajadores
individuales en gran número de la serie. Aquí precisamente, nada de populismo. Mas bien
lo contrario. La aversión por el consumismo y fastidio por todo llamado al pueblo, a los
humildes, a los sometidos, a los subordinados14. A pesar de todo digo que ni siquiera mi

12
En el campo e la novela que reflejara al nuevo obrero comunista había muy poco. Lo mejor podría ser el
fragmento gaddiano (La mecánica) y ciertas ideas de las novelas turinesas de Pavese.
13
Estos libros los tenía mi hermana mayor que tenía un cúmulo de insólita cultura
14
Recuerdo entre otras cosas ciertas notas mías en un librito de Veleidades Alternativas. Mi intervención
contra Bermani en la cual negaba que en Cremona hayamos sido hijos de Bosio y rechazaba el mito de la
historia desde abajo, y que allí abajo, en la base, de por sí hubiese algo verdaderamente alternativo, y decía
que la historia de aquellos que aún hoy no son considerados por los escritores de historia, era la de los obreros

3
amigo Gasparotto iba hacia el pueblo en el sentido que alguno ha malinterpretado:
fácilmente...Pero desde mi idea de los obreros colectivos, proletarios, capaces ahora
colectivamente de la ocupación, presentes y enervados en todo el ciclo de la fábrica y de la
sociedad-fábrica tecno-científica y a veces en dialéctica un poco con su propio fetichismo;
quizás se anunció un poco rápidamente. De todos modos en la representación jungeriana
había varias cosas que no me cuadraban y yo quise ir a comprobarlo con rapidez al interior;
con desconfianza, criticando; precisamente porque sentía en el viejo obrerismo del
transcurso de los dos siglos pasados algo de religioso, y en varios sentidos. Mucho mas en
un momento de embrionario revival itálico de los años 50’, por un obrerismo que retornaba
al pasado.
Ya desde el 800’ era evidente era evidente que los pequeños burgueses marginados y sin
dinero para contar, debían encontrar una fuerza que los contuviese , que los sostuviese. Para
un burgués humillado, ofendido, expulsado y lleno de resentimiento, que en gran parte, sin
embargo retengo como justo, los obreros como eran efectivamente en su nueva
composición, y no solo la mítica clase obrera, ¿podían significar para mi una apuesta de
revancha contra “el sistema”? .¿Tener una función personal y privada de venganza 15? Y en
particular,¿aquellos de la nueva industria taylorista-fordista ya prevalecientes de los cuales
el movimiento obrero de izquierda no parecía aún ni siquiera haberse enterado?. En Milán
primero (invierno del 57/58’) y en Turín afloraron rápidamente crecientes motivos de duda.
Pero una cierta cara de la nueva moneda aparecía con sus potencialidades, por otra parte no
teníamos alternativa Por lo tanto experimentamos con los obreros aún un cierto obrerismo
del pasado, pretendidamente “político”.También éste, ambivalente. También éste, regresivo.
Insisto sobre la cuestión de mi antiestalinismo y el de mis compañeros. En efecto
advertimos rápidamente que los estalinistas también como nosotros se mostraban
obreristas, no solo, sino también proletaristas: con un signo opuesto al mío: ellos exaltaban
al proletariado como tal16, conforme al modelo del obrero profesional del ochocientos, de
la vieja gran industria, mientras que Marx (y también Lenin) querían abolirlo, aboliendo
por consiguiente la clase, el estado y todas las clases, y así la sociedad de clases: solo que
ahora /(como decía de acuerdo con Mádera) estaban mas bien en un laberinto porque el
obrero profesional al cual defendían en su trabajar, por su capacitación y en su subjetividad
“espontánea”, en gran medida tenía la misma cultura y visión que tenían muchos de sus
patrones ex artesanos, salvo ciertas salientes del proletariado 17...y esto ha condicionado
bastante aún la teoría e ideología socialcomunista hasta en la gran saga bolchevique y en su
fracaso, y para nosotros hizo que se prolongase hasta los años de la segunda posguerra.
Repito, el viejo y “primario” obrerismo estaba de todos modos entre los revolucionarios de
profesión del partido, al menos entre ciertos fundadores del bolchevismo, por la extinción
por lo menos del proletariado, y de la misma clase obrera en el límite!! Harakiri de la clase
obrera por una nueva civilización...Si la experiencia bolchevique hubiera podido proseguir
probablemente también la subjetividad de aquellos obreros se habría transformado un poco
y con ella la del partido y su misma forma. Pero la considerada revolución rusa, ha
encontrado muy carente a la historiografía disponible. Había puesto sobre la mesa la gran
contradicción de una clase obrera que debía también ir contra sí misma; pero por sí sola

por un lado y de la clase obrera por otro, en la época en la cual fueron y eran centrales. El artículo se lo he
dado a Sergio Bologna
15
Sin embargo, Nietzsche rechazaba el resentimiento!!
16
Luego fueron política y culturalmente con los obreros contra los técnicos
17
Y no tanto “obreros”

4
esta clase obrera “profesional” no lo habría conseguido jamás!. Estos comunistas
estalinistas precisamente no soñaban ni siquiera con la extinción de la clase obrera misma.
Sino que entre tanto devinieron cada vez mas apologéticos del viejo obrerismo y
proletarismo de oficio ya tendencialmente minoritario.
Al mismo tiempo18 de estos primeros encuentros con estas viejas y nuevas obras me formé
en un contexto de filósofos nietzscheanos, freudianos y junguianos existencialistas 19, o aún
adornianos o weberianos y fenomenólogos (sobre todo críticos puntuales de la ciencia
galileana así como del cientificismo objetivista veterano-comunista y del funcionalismo
“picista”; que, sin embargo, entre los intelectuales “picistas” y de izquierda había, de todos
modos esta misma crítica pero era bastante minoritario, en un pendulante prevalecer de
cierto historicismo crociano-gramsciano...20, y por otro lado aparte o incluso junto, había un
contexto de nuevos antropólogos y sociólogos, probablemente weberianos, críticos del
mismo funcionalismo, pero atravesándolo en la continuación del trabajo de campo o
“empírico”. Así que mi conocimiento y exploración de los escritos de Marx, para proseguir,
fue desde los inicios y desde siempre crítico, muy circunspecto. Me decía “marxiano”
porque he rechazado siempre considerarme un marxista: Montaldi por esto me destruía.
En Cremona había un núcleo de intelectuales con una cierta nueva cultura cosmopolita 21
Estos cremoneses (y parmesanos y piacentinos) sabían casi todo de las vanguardias
históricas, artísticas y filosóficas de los dos siglos pasados, de los poetas y escritores
“malditos”, los artistas “malditos” y los filósofos “malditos”, contrarios a la cultura
burguesa, y mucho sobre la historia del movimiento obrero internacional 22, pero además
sobre la ciencia y sobre el hombre y la sociedad. Sucede a veces que la provincia está mas
avanzada que Milán...Y en Milán encontré después en el 57’, por ejemplo al suizo Filippini,
etc...que con la gran cultura de derecha europea (y con el pensamiento negativo) tenía
notable familiaridad. Y otros, Guido Neri, sobre todo,
Ya a fines de los años 50’ consideraba al mismo Lenin un crítico de Marx, que lo había
pesadamente transformado en algunos aspectos, para poderlo usar verdaderamente de
manera “revolucionaria”y cuyas modificaciones eran decisivas: no un revisionista porque
esta palabra ha tenido siempre un significado distinto, en particular despreciativo( pero
Panzieri decía entre nosotros en Turín que Lenin había sido el primer revisionista...). A
pesar de todo había también entre nosotros reservas y críticas aún por Lenin y por el mejor
bolchevismo23 , de los cuales tal vez hablaré mas adelante 24. Por tanto había empezado a
18
En torno a Paolo Caruso y en lo de algunos conocidos milaneses, hasta en la vía Sartori de Giairo Daghini
19
También el Sartre de Cuestiones de método y el Merlau-Ponty de Humanismo y terror y de La aventura de
la dialéctica
20
Se decía que solo los viejos militantes...y se fabulaba sobre el milagro del viejo El Politécnico, retomado
por Adriano Olivetti en los años 50’ con Técnica y organización: cosas de Turín y sus entornos
21
Se equivoca Toni Negri al tildarlos de snob y reírse de ellos: han llegado todos a espacios aún
internacionales, algunos en su propia especialización, y en el fondo él era un especialista en el historicismo y
ellos estaban mas actualizados que él aún en el pensamiento filosófico! Yo era mas joven que Toni y que los
romanos por seis o siete años; una generación que marcó mi carencia de estudios filosóficos y de historia del
movimiento obrero y socialcomunista, un “gap” respecto a ellos. Pero no en otros terrenos...
22
Yo mismo hice un libro sobre la historia del Movimiento Obrero italiano para Fortichiari/Seniga, en el 58’
23
Había algunos bujarinistas entre otros
24
Digo, antes de continuar, que salvo un par, no eran marxistas ni marxianos los jóvenes (claudicantes),
socio-filósofos, liderados después por Danilo Dolci, pero al que entonces despreciaban y criticaban bastante,
en el 60/62’ estaban con Panzieri, porque estos trabajaban cerca de la editorial Einaudi ( y por la entrada de
Raniero sobre ciertos intelectuales), éste, marxista entonces, miembro del comité central del PSI se
equivocaba levando al marxismo con él.

5
estudiar a Marx compartiendo, una veintena de años antes, algunas de las fuertes y claras
críticas que el milanés le hará a Marx en el 77’, y al Marx que Mádera todavía prefiere:
justamente el más maduro25. Algunas pero no otras...Pero sobre otros aspectos fui, quizá,
mas crítico que él.
Particularmente en mis círculos se pensaba y se decía ya en los años 50’ que en el modelo
marxiano, aún ofreciendo la mejor representación del capitalismo y de nuestra compleja
civilización26 se debía encontrar un cambio, ya que “se da la asada contra los pies”, porque,
justamente, partiendo desde la teoría del fetichismo extremizada, no concede vías de salida
para nadie!! Si las cosas estaban entonces así, como él las describía, no se salía, no se podía
precisamente salir del capitalismo. Para salvar al menos la utopía se necesitaba cambiar de
camino. Pero por otra parte, estaba convencido yo y algunos otros, que en Marx había
lagunas, omisiones, errores y contradicciones, algunas de las cuales abrían nuevos y
distintos caminos. Por otra parte que , si se la exploraba con una cierta sistematicidad, la
realidad efectiva en el novecientos, y en el capitalismo de nivel medio y bajo y aún mas en
los años 50/70’ con la difusión del taylorismo; para nosotros, no era precisamente así como
él la representaba. Aunque sé, paradójicamente, que en mi opinión ahora, por ciertos
aspectos nuevos está deviniendo mas así ; aquel modelo “cerrado” de Marx, si
verdaderamente existe, se comprende mejor hoy que ayer, y es mas verdadero hoy que ayer.
Se necesita preguntarse porqué...Esta es una hipótesis importante! Por lo cual Marx no es
entonces, precisamente un perro muerto y apuesto que será redescubierto en nuevos
aspectos al inicio del nuevo milenio, a pesar de todo. Además, como decía, hay en Marx
otros nudos, filones y singulares momentos y fragmentos que contradicen una u otra
dimensión de aquel modelo marxiano “cerrado” mismo, sino inconcluso 27 y con enormes
vacíos y lagunas respecto de sus mismos proyectos. Entonces algunos de estos fragmentos
se podían aún (o ya) en los años 50/70’ usar para explorar investigaciones por otros
caminos de salida contra el mismo Marx; así que se comenzó, ya entonces a hablar del
Marx mas allá de Marx, “tirándolo de los cabellos” , pero habiéndolo atravesado con
suficiencia28; y hasta contra las modificaciones leninianas, importantísimas, del modelo
marxiano. Volveré sobre todo esto porque no lo digiero. Pero Marx no era colectivista como
los marxistas, como lo recuerda Mádera, citando El Manifiesto: estaba por la propiedad
individual contra la expropiación y colectivización perpetrada por el capitalismo! 29.
Expropiación que instituye la “propiedad privada”, incluida la propiedad privada
“pública”...Tronti , por su parte, colocaba su perspectiva en el “capital social”...Una cosa
que los intelectuales de izquierda no llegaban a comprender, una distinción importante:
hacia finales del ochocientos el movimiento obrero organizado había desmantelado
bastante la sociedad de “los propietarios” burgueses y co-construido la “sociedad-
capitalista”, en lugar de la vieja “sociedad burguesa”: precisamente la nueva sociedad de
masas. Como decía Gehlen, el capitalismo no desembocaba en el individualismo, sino, por
25
En Italia en aquellos decenios las personas que habían de verdad leído a Marx (traducido con enorme
retraso), en mi opinión eran menos de veinte. Después del 68’ este número no crecería demasiado.
26
En especial en sus “partes altas” digo yo
27
Interrumpido en relación a las clases respecto a la renta, el interés y la ganancia, pero a nosotros nos
parecía que había sido porque sobre las clases no había mas qué decir
28
El cual es muy poco comprendido también por la vastedad y enorme globalidad y complejidad de su obra
( in-simplificable), que sin embargo, en mi opinión tiene mas bien el defecto de la excesiva simplificación,
todo lo contrario de lo cual era, además acusado
29
Debo remarcar que desgraciadamente Mádera parece usar las palabras propiedad y posesión con un
significado casi opuesto al del derecho, creando una gran confusión al respecto

6
el contrario en la sociedad y en la cultura de masa. Y además sin ningún
“ascetismo”...Tronti decía: “dentro y contra el capital social”, y no solo contra una mítica
pequeña burguesía concurrencial de propietarios privados. Revisemos un poco. Este
“dentro y contra” fue también para mi decisivo...: una gran discriminación que, sin
embargo unía. Ambivalencia...Pero anticipo que esto que pareció abrirnos los ojos a través
de la imaginación, al menos en la dirección de una salida del laberinto capitalista, fue la
profundización que llegamos a hacer de la nueva figura del obrero masa. Fin del
socialcomunismo, del obrerismo de oficio, inicio de la nueva utopía del comunismo
nihilista del obrero masa!. Así se iniciaron los años 60’ para nosotros.
En Turín en los dos subgrupos mas o menos sociológicos, lo bello era precisamente la
apertura, la convivencia de lo diverso, la continua confrontación abierta. En el 63’ esto se
cerrará y comenzará a cristalizarse, comenzará nuestro empobrecimiento subjetivo.
Anticipo rápidamente algunos primeros nudos gruesos (hipotéticos) para profundizar la
relación Marx-Lenin volcada aquí: Marx no era laborista, pero Lenin sí!. Lenin, por su
parte no era obrerista, pero Marx sí!. Ambos eran cientistas, desarrollistas, racionalistas,
industrialistas, tecnicistas, estatalistas y en el fondo , si bien tácticamente, objetivistas,
etc30 La religión comunista, vieja y colectivista, referida a los obreros de oficio, contenía
también todo esto. Así era también Panzieri, obviamente... Y así era entre otras cosas, aún
el movimiento obrero organizado italiano, y tal vez en Turín mas que en otro lugar; y a
pesar de todo, en mi ambigüedad un poquito esquizoide, estuve (y tal vez estoy todavía)
coenvuelto en algo de todo esto también yo. En esta religión mas bien inconsciente. Pero ya
entonces pensaba que si era verdad que nos debíamos ocupar de la relación clase-partido,
al respecto era importante comprender también como era “la clase”, y sobre todo
subjetivamente, porque del viejo y obsoleto partido algo se sabía, pero nunca nadie quiso
preocuparse por esta subjetividad de clase, especialmente de aquella nueva y en
recomposición. Del 61’ al 66’. El mío ha sido un obrerismo retardado, explorativo, pero
también entonces nuevo y anticipador: precisamente muy desconfiado...
Alguien me decía que era “fabriquista”, porque estudiaba el trabajo y los trabajadores de la
nueva fábrica: aquí me encontraré de acuerdo con el primer Tronti que he leído, que decía
se necesitaba estudiar aquello que se odiaba, para poderlo destruir. Todos estos fastidiosos
cretinos en cambio...Por otra parte se confundía el “establecimientismo” ( y el
establecimiento como lugar de trabajo productivo prevalecientemente manual), con el
“fabriquismo” que, en cambio es amor por la Producción31 de capital. No he sido nunca
verdaderamente un “fabriquista”, y, repito, la izquierda itálica estaba enferma de viejos
esquemas ochocentistas del trabajo industrial capitalista, y de obrerismo y proletarismo.
Ahora bien, si nuestro obrerismo, en los primeros años 60’, ha debido ser en forma
contingente, temporaria, “establecimientista” a pesar nuestro; precisamente fue por querer
partir contra la fábrica para superarla; y precisamente porque en aquel momento, en Italia,
el taylorismo, con la nueva organización científica y por lo tanto racionalizante del trabajo,
estaba entonces mas bien circunscrito a ciertos establecimientos, y en especial a los mas
grandes, y allí creaba formas insoportables de vivir, aún como precio de un potencial
fordismo: entonces tal vez, ciertos establecimientos podían ser explorados como lugares (no
exclusivos) de “movilidad”32 de los nuevos proletarios contra lo existente y por “alguna otra
cosa”; pero entonces no mas hacia el industrialismo ochocentesco al cual había defendido
30
Por ejemplo Lenin aplaudió el taylorismo!
31
Así, con la mayúscula
32
Importante punto la movilidad

7
el socialcomunismo histórico! Hablar de taylorismo/fordismo enunciaba ya una gran
ambivalencia. Pero en este último, el momento del consumo final, con la reivindicación y
concesión mediante la lucha por relativamente altos salarios, y la dirección del consumismo
de masas ( el fordismo en sentido estricto) se ubicaba aún mas bien, como tópico de la
“integración”.
Para nosotros en aquel tiempo no se encontraba en primer plano la ambivalencia del
consumir excedente, excesivo, consumismo desplegado que se alcanzó solo en la segunda
mitad de los 70’; y los costos humanos de la acumulación capitalista eran muchos para los
obreros, sobre todo para aquellos de las máquinas; y resultaba mas evidente si se iba a
observar ahí adentro como funcionaba efectivamente la nueva manera de producir en gran
escala, como hacíamos nosotros: ¡Otra que “integración”, que “paraíso FIAT”, etc!. En ese
tiempo estos los costos los pagaba quien ponía mano a la manipulación del aparato!. “El
productor en el lugar de producción (ya taylorista)”, no decidía! Allí, en el “boom” estaba
la mayor fuerza, y tal vez allí, antes o después, esta fuerza podía ser movilizada “para otro
lado”.
Además se necesitaba apartar la fe estalinista de que todo el mal derivaba de la anarquía de
la distribución y circulación capitalista y basta, y que la cuestión del comunismo era
principalmente planificación central de lo existente. Pero resalto, el establecimiento
incluido en la fábrica no era solo el lugar de afluencia del descontento, sino que era
también, en aquel momento (primeros años 60’), aunque relativamente, ¡el lugar de la
máxima fuerza! No solo lugar descubierto en la realidad efectiva para lamentar y
denunciar, nuevo momento de llantos e indignaciones, sino al mismo tiempo lugar de una
gran y creciente fuerza-humana viviente para ver y explorar como potencial de liberación,
de salida...Entre otras cosas el obrerismo político destruirá la visión paleo-comunista
afirmando la existencia y el funcionamiento del “Plan del capital”, que reducía la
concurrencia entre empresas con la competitividad en buena parte planificada...y
enfatizando la competencia entre proletarios, que para nosotros se necesitaba readucir lo
mas posible. Aplazaba, por consiguiente la efectiva subjetividad proletaria de aquella fase
del movimiento obrero. Por lo tanto el productor de mercancías y bienes/mercancías
(también por esto mas colectivo) era ya y debía ser en un breve número de años de todas
modos nuestro referente privilegiado, aún prescindiendo de su subjetividad. Esta era una de
las pocas orientaciones con la cual estaba de acuerdo también Panzieri. Hoy por supuesto
no es mas así.
Ciertamente, la subjetividad obrera o proletario-obrera, aquella vieja de los
profesionales, y la nueva, de los aparecidos unskilled escolarizados, era comprendida
sobre todo en los movimientos y en especial en las luchas. ¿Pero cómo?, ¿y solo ahí?
En Turín estaba también el vértice, la vanguardia un poco extraña y loca del nuevo
capitalismo industrial y fordista33. Por otro lado, el gran boom de nueva industrialización
casi coincide con la revuelta húngara y ciertos éxitos del informe Kruchev. Sin embargo,
como he dicho, estaba en notable retardo respecto a los Estados Unidos, y también
respecto a los principales países del occidente europeo, incluida Francia. Nos podíamos
valer, si se quería y sabía como hacerlo, de la experiencia de la experiencia de otros que nos
habían precedido, y no eran pocos. Esto en la izquierda itálica lo sabían hacer y tenían la
tenacidad y la testarudez para hacerlo, muy pocos. Pero yo estudié en una vasta literatura
científico social extranjera, también obrerista, una compleja síntesis de las experiencias de

33
Parecía inmediatamente que se había muy malinterpretado a V. Valetta

8
la industria y la sociedad industrial capitalista taylor-fordista, precedentes a la nuestra. Esto
era conocimiento y fuerza. Desde mi lugar supe valerme de la gran ignorancia itálica y en
especial la mencionada del “movimiento obrero oficial” itálico, repito, enfermo en el
ochocientos. Por ejemplo en el 58-59’ cuando Di Leo (que tanto me enseñara sobre la
Unión Soviética), aún una muchacha, hacía su investigación sobre los campesinos del sur
yo en Cremona escribí un opúsculo sobre los obreros de la “fabrica verde”, y otro sobre el
nuevo trabajo a destajo, etc . Un siglo de distancia entre nosotros... La comprensión de
nuestros contemporáneos? Cuando en Turín comenzamos la investigación el clima local del
“movimiento obrero oficial” era de derrota y resignación: decían todos que los obreros con
buenas remuneraciones en lo que, como he dicho antes, ya denominaban “el paraíso FIAT”,
y en las grandes fábricas taylorizadas, no participaban mas de las luchas. Sin embargo,
nosotros comenzamos solos, cuatro o cinco, un trabajo de exploración para la lucha, y de
organización y movilización de militantes, viejos y nuevos sobre nuevos objetivos, seguros
de la gran potencialidad de lucha que ofrecía el nuevo terreno 34. Este había sido el ejemplo
francés y americano...y después de solo algunos meses apareció la nueva lucha, con las
“jóvenes fuerzas”, y entonces las “moscas cocheras” de Turín tuvieron su momento de
cierta satisfacción y devinieron un ejemplo y una referencia a pesar de todo!
Era en verdad muy limitado el recorte con el que se pensaba a la “clase obrera” entre los
panzerianos estrechos35. Estos, como máximo querían estudiar científicamente algún
aspecto de la fuerza de trabajo como fuerza productiva del capital. Esto era la investigación
sobre el nuevo capital (que si se hubiese verdaderamente hecho hubiera sido mucho...) que
Panzieri tenía en mente, pero ni siquiera tenía alguna idea sobre como iniciarla 36. Su escaso
interés por la efectiva relación clase-partido, en verdad dispuso a Panzieri, y no solo a él, a
buscar (o mejor dicho, a mandarnos a buscar, en la medida que dependíamos del) datos y
conocimientos. Pero no tanto por algún tacticismo, sino precisamente, por su vieja,
inadecuada y modesta visión estratégica, de trotskista/luxemburguiano, de trotskista
italiano37, clavado en el viejo socialcomunismo del laborismo de oficio.
Pero es importante, que aún al menos quede expresado, que significa mi hipótesis de un
movimiento obrero italiano, y sobre todo turinés laborista, obrerista cientificista, tecnicista,
desarrollista, estatalista, objetivista, nacionalista, machista y “oficista”, y que signifique
que tal vez mucho mas lo fueran precisamente ciertos militantes comunistas, que estaban
prevaleciendo en el PCI: los mas duros con el capitalismo y el reformismo; a su vez duros
también con la misma FIOM que advertía ciertos cambios. Los cuadros comunistas pre- 60’
estaban todos por el progreso científico y técnico y el desarrollo económico; odiaban a los
capitalistas porque, según ellos lo impedían y frenaban! Pero ahora se topaban de frente con
un capital y capitalistas nuevos, que llevaban gradualmente el sistema industrial italiano a
niveles internacionales, y esto los ponía en crisis. Sobre toda su forma de ser, sus
características “ideológicas”, religiosas y demás, de todos modos, yo tenía reserva y
cautela, ya desde los años 50’; no solo, por lo tanto, sobre el partido bolchevique, la
exterioridad, la burocracia, etc. Cuando en Roma, creo que en el 61’, Iluminati me preguntó

34
Al cual Panzieri y los claudicantes no entraron
35
No así del grupo con el cual yo estuve y que entre 60/62’ había hecho al menos una parte del trabajo de
campo y en ese último año se separó de Panzieri.
36
Ya he escrito otras veces que “su” trozo de los Cuadernos Rojos sobre el uso capitalista de las máquinas era
el fruto de una conversación conmigo, y que él nos podó toda la parte mas rica, la que exploraba la cuestión
del uso alternativo. Neocomunista de las máquinas y la tecnociencia. Él, que había publicado a Strumilin
37
Muy distinto al francés

9
“¿ y Stalin?”, le respondí que para mí era algo así como Garibaldi... Con el difundirse del
obrero masa y el taylor-fordismo se difundieron obreros que yo llamo de nihilismo fordista
en los niveles básicos de la realidad: los cuales en su recomposición y resubjetivación
parecieron ir contra sí mismos...Esto!
Frecuentemente preguntaba intentando romper los moldes: porqué los obreros y los
técnicos, viejos y nuevos respectivamente, por un lado, como grandes grupos sociales en
sentido mas bien sociológico, y por el otro la problemática clase obrera (en sentido
“dicotómico”, aquella que después Tronti llamará las dos “clases partes”), de doble
observabilidad empírica y a veces un tanto metafísica, eran tal vez distintos de la
burguesía?, y cómo eran, y de donde venían las eventuales diferencias de ayer y de los
primeros 60’? Que tal vez estas diferencias le eran propias! De la larga historia plurisecular
de los obreros, y no solo en Italia y en Europa. En efecto, yo he escrito a menudo sobre los
pasajes históricos de los obreros como artesanos en la proto-fábrica a obreros
profesionales(incluidos las mujeres y los niños en la gran industria) y de éstos al obrero
masa, repito, casi todos ex campesinos con sus hijos, jóvenes escolarizados38.
Pero que es un obrero si no es tanto cuestión de trabajo manual, de brazos?. Yo no he creído
jamás que así fuese39. Anticipo que entendía y entiendo al “obrero” industrial como “(el
proletario) activador e innovador transversal de la maquinaria tecnocientífica y de la
organización racionalizada mediante la tecnociencia”. Pero, de todos modos, ¿ de dónde
adquirían los obreros, en los primeros años 60’ estos momentos de subjetividad antagonista
particular?. ¿De cuales de los partidos históricos que nunca habían encontrado?, y ¿de
dónde venían y debían tomar ideas y ayudas para pretender salir del capitalismo? Mas allá
de obtener desde afuera de la clase ciertas genealogías...ciertas subjetivaciones...Era
evidente una tradición, aún selectiva, interna, relativamente autónoma, que trasmitía una
cultura propia de una fase histórica a la otra, transformándose: esta subjetivación. ¿Venía en
su totalidad desde afuera...del exterior? ¿ Toda de una elite externa?¿O todo solo de la
nueva experiencia de trabajo en fábrica?¿ En especial de aquello nuevo de esta fase clásica,
en la organización científica exógena y en la serialidad y el alto automatismo?. ¿ No venía
también sobre todo, de la recomposición entre viejos y nuevos que se iba gradualmente
realizando en los conflictos, en el crecer de las movilizaciones?¿ Pero también a través de
algo mas profundo subterráneo y difuso?. En efecto, era claro que en particulares
momentos históricos ciertas (frecuentemente vagas) diversidades subjetivas de la
burguesía les habían quedado verdaderamente y resurgían: a pesar de los comunes lejanos
orígenes, las dos mitades del artesano/campesino tenían tal vez entre ellos algunas
diferencias subjetivas, y estas diferencias se manifestaban; pero ahora ¿de donde provenían
las diferencias? ¿Les parece una pregunta menor?. Es una pregunta que permanece aún
abierta. Historias también muy largas. Pero precisamente esta era una cuestión importante
para intentar una salida del fetichismo...Pero luego, ¿Cuál era la politicidad de todo esto, en
la política y respecto a la política?
Retomando el hilo anterior, puedo anticipar ultra esquemáticamente, que a mi parecer Marx
(mas deductivo que inductivo, a pesar de todo...), frecuentemente llevaba hasta el extremo
38
Luego se indagó también acerca de estos “obreros sociales” desde la mitad de los años 70’. Obreros de la
distribución, de la reproducción ( y de la cura), etc, etc. y obreros de hecho autónomos: Ha sido una idea que
ha permanecido?. Y en el 75/76’ había yo traído la idea de Marx ubicando el nuevo proletariado “intelectual”,
entre otras cosas, por sobre los obreros, y luego por encima de los obreros y por lo tanto lo incluyente era este
proletariado
39
¿Hoy hay tal vez un obrero cyborg y retizado?

10
las tendencias en acto, y razonaba mucho respecto al punto terminal imaginado. Pero
normalmente, en la realidad histórica suya, sobre todo, pero también en la nuestra de
entonces, un siglo después (e incluso aún de hoy), las tendencias efectivas no habían
alcanzado aquel límite extremo. Eran frecuentes solamente en los inicios...De modo que
por muchísimas variables de su presunto modelo “cerrado”, la realidad efectiva de aquel
mencionado momento histórico en el cual se hacía la verificación empírica o aún la
intervención, era mucho mas retrasada y tal vez también distinta, en el sentido que parecía
poder estar incluido en otra trayectoria, y esto respecto al viejo laborismo de oficio, pero
mucho mas ahora, en el 60’, con relación a la nueva “obreridad”, la cual difundía nuevos
momentos de subjetividad también allí donde el obrero de la gran serie no la tenía. La otra
cara de la recomposición. Por consiguiente, como ya he dicho, con mayor razón estaba
entonces, para nosotros, la posibilidad de modificar la tendencia entrevista por él, auque sea
quizá temporalmente, de modo que tal vez el proceso no fuese a desembocar justamente en
el punto previsto por Marx; y entonces también nosotros podíamos hacer algo en esta
dirección: ya a niveles medios, pero sobre todo medios-bajos. La realidad podía ser otra de
aquella prevista y representada en ciertos textos 40 Al menos hasta un nivel medio, pero
quizás, por una vez, también un poquito mas arriba 41, como luego sucederá a fines de los
años 60’: cuando se encontró la posibilidad de un salto nunca visto antes, pero no hubo un
partido adecuado para recogerla. Efectivamente para comprender algo de este proceso
necesito también entender algo de los niveles...42. Yo, y el grupo que en el 60/61’ trabajaba
e investigaba conmigo aún autónomamente de Panzieri 43, no habíamos creído nunca que
habíamos hecho la revolución...Pero se podía explorar por lo menos la fuerza, la
probabilidad de la vieja utopía en aquel momento histórico y en aquel lugar mencionado.
Sin embargo, la cuestión es que también gran parte de mis pocos interlocutores, en especial
lombardos, habían explorado precisamente hasta ese momento la utilización de Nietzsche,
Freud, Jung, Husserl (la otra ciencia), e incluso a Heidegger, etc; para intentar la
mencionada salida de la trampa marxiana. Por dentro del nuevo movimiento del
proletariado. De la misma manera conocíamos muchos de los críticos del taylorismo y del
fordismo de los años 30’ y 50’. Casi todo esto se lo exploró en el 62/63’, al menos en
apariencia y temporalmente, mas o menos, también, con otro grupo de intelectuales, en
especial romanos, o mejor dicho con alguno de ellos. Aparte la cuestión del PCI. Pero a mi
me parecía que luego de ochenta años leer a Nietzsche terminaría por ofrecer mucho menos
de lo que algunos decían, en especial después de la puesta en marcha del consumismo de
masa y del considerado fordismo -fin de los años 50’-, pero algo entonces ofrecía aún.
También el psicoanálisis, tal vez (Pero hoy, con el hedonismo obligatorio, con el
licitacionismo, como dice el milanés, la figura de Nietzsche, ¿no se reduce aún mas?).
Comienzo por decir rápidamente y simplificando banalmente que había aún entre nosotros
dos tipos de marxiano/nietzscheanos en el inicio de los años 60’: los nietzscheanos
tecnocráticos, hiper-racionalistas de “la crítica de todas las ideologías” , y luego
sostenedores de la autonomía de la política como técnica sectorial especializada y que
rápidamente desembocarán en el PCI como “partido laico”; y por otra parte, digamos, los
neo-vitalistas y nihilistas activos que trataban de usar a este filósofo desde la utopía
nietzscheana, también para abrir a Marx..., todo esto también para una relectura o lectura
40
Estudiar principalmente aquello que se odia, para cambiarlo, había escrito Tronti, y a mi eso me gustaba
41
Remarco la importancia que tiene para mi este deseado salirse de nivel!
42
Entre otras cosas, a pesar de todo me parece principalmente por esto que no he sido nunca estructuralista
43
También en forma distinta de los claudicantes, pero mucho mas de estos

11
nueva y original de ciertos comportamientos efectivos del gran grupo social de los obreros
en nueva recomposición, , y tal vez en resubjetivación, redescubiertos en el campo, con
investigaciones sociológicas, encuestas obreras, esbozos de coinvestigación:
comportamientos y actitudes, y sobre todo experiencias obreras con frecuencia muy lejanas
en el tiempo, propias del extrañamiento previsto por Marx y luego remarcado por Mádera.
Lejanas precisamente por ciertos aspectos de la representación marxiana del “fetichismo
del capital”. Remarco: sobre todo las experiencias obreras, cuya situación objetiva era de
nivel menos bajo y sus impulsos mostraban aún un “gap” mutable respecto a la abstracta
deducción marxiana. Repito: un “gap” desde el cual, añado, se podía tal vez partir aun, para
evitar subjetivamente con una iniciativa política, que los obreros en recomposición se
redujeran verdaderamente, también en sus cabezas, a capital variable: ¿iniciativa tal vez “de
partido”? , pero eventualmente de un partido muy distinto al PCI. ¡este sueño¡
¿Cómo partido? En efecto, repito que a caballo de los años 50’ y 60’, también en Turín, se
exploraba un poco alguna idea sobre un partido nuevo, al que luego se le llamará “ligero”,
que ofreciese un soporte de organización y coordinación política también y sobre todo a la
clase obrera emergente en la época del obrero masa. Repito, a través de la exploración de la
mencionada posible vía de salida (en los años 60’ italianos) del cerco cerrado o laberinto
del capitalismo representado por Marx, de la jaula de acero de la cual hablaba Weber. Tronti
fue un poco a caballo de las dos orientaciones nietzscheanas, y yo también ( pero yo con
mi, por casi todos despreciado interés por la subjetividad obrera y proletaria efectiva 44,
también colectiva, que no pensaba que fuese totalmente antagonista, sino en ciertas raras e
importantes ocasiones: entre ciencia social y uso de la ideología y de la religión misma 45.
Retornaremos46)
Pero, repito aún, el hecho que importa aquí es aquel Marx del fetichismo respecto por lo
menos a la cuestión de los obreros, y luego a la mas intrigante clase obrera, que al inicio de
los años 60’ aparecía precisamente “errado”, por error. Recuerdo nuevamente también que
precisamente por esto teníamos la posibilidad de explorar principios de caminos de utópica
salida del capitalismo. Caminos que entonces se les ponía atención, nosotros los
remarcábamos precisamente en términos contingentes, temporales 47; “centralidad obrera”:
centralidad por el desarrollo ulterior del capitalismo, contra las teorías estancadas de lo
“monopolios” , para las cuales solo el plan estatal y la racionalización podían relanzar el
desarrollo de la “economía”48: evangelio del PCI y el PSI nacionales hasta las mitad de los
años 60’. Pero también centralidad obrera y de la fábrica, variada, diversa, abierta y de
44
Sobre esto mis libros no publicados ( también por la iniciativa de Panzieri) sobre los obreros, militantes y
activistas de partido de la FIAT y de la Olivetti, y los de la Lancia, sobre todo, y algunas alusiones a las luchas
obreras y a la clase obrera italiana global a mitad de los años 60’ de las cuales circularon fragmentos.
De todos modos , es verdad que la noción de subjetividad, para aquel que la intentaba explorar, era
insuficiente, pobre y falta de muchas mediaciones, etc, como sostiene Gasparotto. Pero entre tanto preciso que
aquella que tenia en la cabeza yo no solo era muy distinta de aquella que reconocemos en Montaldi y en sus
comentarios sobre personajes atípicos, sino que era también menos chata y pobre que otras; pero no recuerdo
que haya sido jamás discutida entre nosotros, y mucho menos con Panzieri, que no quiso nunca ni siquiera oír
hablar de ella: tampoco de la subjetividad obrera colectiva!
45
Fue Pavese el que por el 53-54’ nos colocó tras las huellas de Frazer y una nueva manera de estudiar la
historia de la religión...
46
Aprovecho la ocasión para hacer notar que el Toni Negri un poco deleuziano de París repropone varios
aspectos del nietzschianismo utilizado por el Mádera del 77’. Y así ha continuado.
47
Que fuesen temporales nos lo sugería ya la situación americana, también los diarios de P.Romano o J.
Boggs, obreros...
48
¿Pero que cosa es acaso esta economía?. ¿No será acaso la acumulación capitalista?

12
nuevas luchas en este nuevo terreno de la pequeña Italia atrasada 49Entonces previsible
centralidad obrera en la nueva industrialidad de un capitalismo también un poco nuevo.
Después de algunos años, también el PCI, que por decenios había colocado la cuestión
obrera en segundo o tercer plano, era predecible ahora que sufriera una sacudida: y sobre el
éxito de este posible sacudón había hipótesis diversas. Pero en Turín, en el PCI, siempre
había existido una rama ordinovista, aún en la cúpula, a veces duramente apaleada por la
dirección nacional del partido..., rama que podía comprender un poco mas la novedad de las
clases y de su lucha...De alguna manera estaba ligada a una rama nacional mas bien
trotskista (Foa, Trentín, sobre todo, y con ellos Panzieri, “el siciliano”). En cierta manera,
mejores eran los locales: mantenidos juntos quizás por Garavini, siempre un poco
veleidoso. Nosotros en el 61’ y también en un segundo momento coordinamos con los
dirigentes y cuadros locales del “Movimiento obrero oficial” turinés de este tipo
¿Modernizante? Ambiguo...En el Movimiento Obrero institucional turinés nos llamaron los
“Zengakuren”50, o al principio también los “anarco-sociólogos”; pero por lo menos para el
subgrupo no claudicante, las cosas no eran precisamente así. Éramos todos, quién más,
quién menos sociólogos multidisciplinarios pero de formación bastante leninista, después
quién más, quién menos de simpatía trotskista 51, y/o también luxemburguistas. Yo, repito,
me había re-formado ideológicamente bastante en Cremona en sentido
comunista/colectivista, con la lucha de clases, el odio de clase, etc, pero sin jamás haber
estado en el PCI: por entonces en cremona y en la Lombardía era impracticable. Intenté
tener junto con el joven Lenin aún al pensamiento libertario, tipo Castoriadis, pero no era
fácil, por cierto. Con lo cual unas perenne ambigüedad mía: por un lado, algunas reservas,
por otro a, absolutas clausuras; me encontraba frecuentemente en los confines entre lo uno
y lo otro en ciertas rupturas (pero no en ciertas otras...). En verdad muy frecuentemente yo
mediaba...En Turín, en el fondo era aún menos obrerista que Tronti, en el sentido que era
mas pesimista: quizás entusiasmaba a los otros, pero dentro mío era mas escéptico. Por otra
parte no creía que sin el partido. el “partido nuevo”; porque no tenía fe en la capacidad de
renovarse rápidamente del PCI, la nueva clase habría podido hacer demasiado, aún por
nosotros. Sería rifada sin un trabajo “político” nuevo también, creativo y en dirección hacia
la forma-partido renovada. Pero el partido nuevo era el horizonte. A pesar de las
apariencias, no confiaba demasiado en la considerada espontaneidad obrera, incluso
precisamente en la “espontaneidad organizada” ( y esta fue una de las primeras grandes
cuestiones que pusimos sobre la mesa), aún en los momentos mamás altos y agudos.
Además, referido a los escollos del 68’, sentía que el prorrumpiente crecimiento obrero
estaba ligado al momento mágico y al círculo virtuoso de aquello que Gallino y
Momigliano (nuestro maestros científicos) llamaban “la empresa procedimental”: después
de un predecible reflujo los patrones habría preparado una recomposición de la fuerza
capitalista, también por vía tecnológica, devolviendo algunos golpes a los obreros
recompuestos. Se comenzó a fantasear acerca del nuevo salto tecnológico, que esta vez se
debía caracterizar por inversiones ahorrativas de trabajo. Entre las cuatro tipo de
inversiones que había clasificado Gallino. Por esto, a pesar de que arrastrase a tanta gente
no esperaba demasiado, incluso de la nueva ola de grandes luchas obreras de los nuevos
obreros recompuestos y resubjetivados. Muy pocos comprendieron mi escepticismo. Sin
49
Todavía de cartón añadía siempre Sergio Grossi
50
Pero entre los Zengakuren había también un núcleo fuerte de comunistas, teóricamente rigurosos y
aferrados mas que nosotros al leninismo
51
Pero del Trotsky de 1905 y de la Revolución permanente, no de Maitán

13
embargo pensaba que las lucha debía de ser con el tiempo porque el patrón estratégico se
mueve siempre proyectándose con anticipación, y que se debiese llevar la lucha lo mas
adelante y lo mas alto posible, aún porque después inmediatamente se pudiese reanudar
desde condiciones no debilitadas y atrasadas sobre un nuevo terreno. Quizás con otras
fuerzas. Desde el 71’ ya se sentía el comienzo del reflujo de la ola ofensiva obrera, y lo he
escrito en muchos lados: bastante por esta falta de una verdadera función de partido, de
organización y dirección política, tanto en el sentido de lo político, como de la política. No
creía en el reemplazo sindical; y si creía que el sindicato jamás pudiese hacer demasiado.
Pero después se comenzó a sentir también el inicio de la derrota histórica del comunismo
colectivista solo en la propiedad, pero no en la posesión, y de la propiedad privada de
estado y de esta religión casi mundial. Hablábamos ya desde el inicio de los años 70’ de un
nuevo ulterior salto tecnológico, y favoreció, ya desde el 75’52, cuando la ola obrera había
superado su punto culmine, a un revés imprevisto en calidad y en cantidad, revés también
para esta pequeña burguesía que se vestía como los guardias rojos...Sin embargo...Sin
embargo esto será después, gran parte del éxito.
Tengo presente que nosotros , el primer Cuaderno Rojo no lo hicimos. Fue realizado por un
acuerdo “de cúpulas” de Panzieri , Foa , Trentín y otros romanos con Garavini y otros
sindicalistas turinéses. Nosotros entramos solo en el segundo y en las desilusionantes
Crónicas de los Cuadernos Rojos como alternativa a los anteriores. Este compromiso con
Panzieri (y Tronti) y el socialcomunismo histórico fue un precio muy alto para valernos de
esta revista; como luego de Clase Obrera...que, sin embargo considerábamos ya la mejor y
la mas importante de aquellas primeras revistas del segundo obrerismo político.
He sido relativamente movimientista, también porque sobre el nuevo partido había bien
poco para esperar!. Pero especialmente del 64’ prestaba mucha atención a quien hablaba,
con bastante retraso, de renovación del viejo partido histórico, el cual diciéndose “obrero”,
parecía, de todos modos presionable por la creciente evidencia de los grandes cambios y de
la conflictividad y combatividad de los nuevos obreros en el boom del obrero masa, como
habíamos rápidamente llamado. Dentro y contra también del partido, dentro y contra
también de la política institucional: para sustraer también este terreno al patrón. Lenin en
Inglaterra se convertía en verdad en Togliatti en Italia como había comentado la editorial
de Tronti. Pero no me pensé nunca a mi mismo adaptado a este trabajo político-institucional
Continué estando y presionando desde afuera. Luego con una perenne y cotidiana discusión
y aún litigio con los grupos extraparlamentarios obreristas post 68’, de los cuales no fui
jamás parte!53 Ni siquiera en el 70/75’ los obreros tomaron demasiado en serio a los
partidarios de estos partidos, aún cuando los usaron para comunicar, coordinar, chantajear,
etc. Y luego votaron al PCI. Pero nos hemos ido lejos...Es que ahora me siento mucho mas
allá. Pero retrocedo.
En Turín entré rápidamente hacia finales del 60’ en dialéctica con los cuadros y dirigentes
de los partidos sedicentes “obreros”. Sobre todo con los socialistas, pero no tanto gracias a

52
La izquierda socialcomunista llegó al gobierno local precisamente con el declinar de las luchas de fábrica y
de los obreros, también en Turín después del 75’ un componente de jóvenes administradores, hijos del 68’
tomará enseguida, y con fuerza creciente distancia de los obreros, llamados despreciativamente “los ruscum”,
y aun a costa de pagar precios electorales...Estos acusaban a las testarudeces, aun ya defensiva, obreras, de
ser el mayor obstáculo al ordinovismo ahora empresarial. Al empresario rojo/descolorido local. Sus slogans
contra el FMI eran “administración como política”, También los emilianos venían como alumnos a Turín. Aún
los “compañeros soviéticos”, que admiraban mas a la FIAT que a la lucha obrera.
53
Por dos opuestas razones!

14
Panzieri54, al cual ellos no querían, sino precisamente a pesar de Panzieri, que era sostenido
solo por los socialistas y comunistas de las cúpulas romanas. Fue un diálogo con dirigentes
socialistas (Dosio, Muraro, Alasia, Migliardi, Giovana, etc) construido todo por nosotros,
también desde posiciones distintas a la de nuestra investigación autónoma de Panzieri.
Sería bastante exagerado decir que nos convertimos en la FIOM turinesa por algunos
meses. No. Pero como algunos de nosotros, también aquellos socialistas, por lo menos
consideraban “el partido” solo al viejo PCI. Era aquel “el partido-real”.... Convergimos
dialécticamente también con dirigentes sindicales comunistas55, como Garavini, Fernex,
Pugno y Piero Frasca ( del cual tengo un óptimo recuerdo), por ejemplo en la redacción del
documento para la asamblea de los comunistas de las grandes fábricas (61’), que luego
Garavini tuvo miedo de leer y fue leído por Gobbi, (yo no estaba inscripto...), por lo cual
intervino directamente Togliatti, etc. Gobbi muchas veces se tomó las botellas en mi lugar y
aún no lo he perdonado, pero no tenían alternativa. Repito, tanto este como el anterior
contacto sin Panzieri y los claudicantes...De todos modos no éramos indiferentes ni siquiera
a la política institucional, a la necesidad de combatir al patrón también en el uso de, etc.
ese terreno. Solo que a nuestro parecer el PCI de entonces no lo hacía!. No sabía hacerlo!
Era por lo tanto movimientista a pesar mío. Pero lo era efectivamente: también yo mismo
me ponía en movimiento!
Esto retornará entre nosotros sobre todo desde el 65’con el asunto bastante táctico, al
menos para mi, del “obrerismo político bis”(que además cerró y liquidó algunas novedades
y experimentos significativos nuestros de los primeros años 60’) Repito que entre muchos
otros ,el segundo obrerismo político tenía un espacio notable aún en el “ordinovismo”
entonces característico del “movimiento obrero oficial” turinés a pesar de ciertas vetusteces
sobre todo “políticas”. Aparte estaba el obrerismo neopopulista del sindicato (en especial
FIM) y luego desarrollado por muchos grupitos post 68’.
Sobre esta base acerca de cómo eran y porqué, los obreros efectivos al inicio de los años
60’, en especial en ciertos componentes; aún hoy discuto por lo menos con la mitad de
aquel importante libro de Mádera, donde hace suyos también demasiados de los abstractos
forzamientos contenidos en el presunto modelo marxiano: lo confirmo a veinte años de la
muerte (al menos en Occidente) de aquella transeúnte y efímera centralidad obrera misma.
Siendo mas bien movimientista, estuve muy interesado en la distinción de lo político y la
política (institucional), hoy politiquería, y dirigido sobre todo al primero, y quizás a una
dialéctica de los dos. Hace mas de treinta años que hablo de “política intrínseca” de esto o
aquello...Por otra parte en uno de los primeros Q.R., De Caro56 había criticado y rechazado
el exclusivo acercamiento institucional e institucionalista a la historia y al presente en el
PCI. Pero las cuestiones políticas no fueron demasiado indagadas a fondo en los primeros
años 60’. Entonces desde el 64’ me concentré también sobre el punto de encuentro entre
militantes y activistas: sobre aquel gran traspaso que ocurría allí Pero desde el 65’, los
“obreristas políticos” regresivos, perdida la fe en “la nueva clase obrera” y en “sus jóvenes
fuerzas” (decía yo) fundidas dialécticamente con las viejas, abandonaron el “movimiento
de los obreros”57 , justamente en la vigilia de la mas grande explosión de las luchas obreras
de la historia italiana y en parte también europea, a pesar de que este fuese el canto del
54
Lo llamaban con desprecio “el siciliano”
55
En el sindicato, en Turín después comprendieron antes, porque de cualquier modo debían permanecer en
contacto con los obreros, y habían recibido una paliza desde el 55-56’
56
Del cual he aprendido mucho
57
A no confundirse con el “movimiento obrero”, sedicente, mucho mas “institucional”

15
cisne58 de la lucha de nuestra clase obrera; y muchos regresaron a viejas fórmulas y otros
también al entrismo59: así, en el inicio del 66’ me fui también yo y me privaticé; y continué
estudiando, investigando y coinvestigando con nuevos compañeros. Defendiendo luego
desde el exterior también un poco a la autonomía del político y, en definitiva al partido
laico, quizás como “armamento ligero”, era al menos curioso para mi gran pesimismo, el
tema del comunismo obrerista y político de los cuadros, que se habían hecho mas fuertes
cuando se entreveía la derrota y el futuro reflujo, que luego fue de una rapidez increíble. T
he vuelto de tanto en tanto a decir mi opinión con algunos textos que he incluso
conseguido publicar y que han dejado entonces una cierta marca, porque entonces
anticipaban...60. En los cuales comencé hacia la mitad de los años 70’ a tomar distancia
también yo de los obreros nuevos y viejos pero recompuestos entre ellos, explorando aún
otras “nuevas fuerzas”
Pero para mi, y solo para mi, repito una vez mas, que habría sido necesario conocer y
valorizar lo que había en las experiencias obreras, en sentido amplio, y por lo tanto en su
desconocida y repudiada subjetividad, pasando también por los individuos 61, la efectiva
subjetividad obrera, que repito, ciertamente no era toda y siempre subjetividad antagonista:
de ninguna manera!. Pero tal vez sí. Solo el patrón comprendía esto y lo usaba y desde allí
buscaba controlarlo; los intelectuales orgánicos “marxistas-leninistas”y pequeños burgueses
del movimiento obrero “institucional”, desgraciadamente no62.- La religión
comunista/colectivista solo por la propiedad cerraba los ojos. Ya en los años 50’ decíamos
que solo el patrón mas perspicaz había leído y comprendido El Capital de Marx...y que
Marx había sido comprendido mas por cierta derecha que por los izquierdistas
democráticos. Y poco después también Nietzsche, Freud y Weber, etc, etc 63 64

Retorno un poco a Mádera

58
Como dijo un viejo obrero hablando en contra mía en un congreso organizado poco después del 70’ por la
Passerini
59
Incluyendo por un tiempo a Toni Negri. Luego el cambió nuevamente de idea cuando entró por primera
vez en aquellas luchas también del obrero masa del Petroquímico de Porto Marghera, siete u ocho años
después del de la FIAT. Una docena de años después de las luchas de la Renault de las cuales había hablado
Castoriadis
60
Como aquel del proletariado de clase media del 76’
61
Como le replicaba Rozzi a Montaldi en Cremona en los segundos años 50’. Y ahora dice que tal vez éste
era también el pensamiento secreto de Danilo...
62
Pizzorno nos repetía que la política era el principal ascensor hacia lo alto, y el poder de una pequeña
burguesía pobre. Yo pensaba que lo era de manera particular en la izquierda la necesidad de los intelectuales
orgánicos...Intelectuales pequeño burgueses que buscaban en la fuerza de trabajo, sobre todo obrera sobre
todo obrera la fuerza para imponer algunos de sus proyectos; que sin embargo no eran todos iguales y estaban
valorados también en relación a ciertas necesidades y tal vez en relación a ciertos deseos por los obreros en
sentido lato en su compleja articulación y composición
63
Ahora usa a Husserl para dar vida a la ciencia cognitiva...hacia la inteligencia artificial
64
Me ha extrañado siempre la virulencia del odio de los viejos “picistas” por Adorno y Horckheimer, a pesar
de cuanto, sobre todo el segundo ha sabido anticipar, tal vez comienzan solo a comprenderlos hoy

16
Pero ha salido en el 97’ otro importante libro de Mádera (el tercero), mas político y sobre
todo menos cerrado y rígido: La alquimia rebelde, con una bella parte contra Severino65; y
en el 99’ el aún mas sintético, El animal visionario, editorial El Ensayista (el cuarto)66,
ambos siempre fundados sobre la teoría marxista reinterpretada67 del fetichismo.
Los análisis teóricos de este milanés son, de todos modos, opuestos a todos los realizados
en el ámbito obrerista, de Tronti a Negri, para no hablar de los marxistas tradicionales
(comenzando por Panzieri...) Aquí se habla de un Marx que no ha valorizado nunca (casi)
nadie, de un Marx a lo mas casi desconocido! Dos palabritas en primera instancia.
Al inicio del nuevo libro del 99’, Mádera nombra (entre otras cosas) aquello que según él
es tal vez nuestro mayor enemigo, el mas nefasto producto del fetichismo capitalista: la
“cosedad”Pero ¿Qué es esta cosedad a la cual la humanidad occidental, ya apéndice de la
gran máquina, del gran autómata, es cada vez mas reducida?, y bien, las “cosas” en el
materialismo (vulgar) pueden ser entendidas como la materialidad sensible contra las
abstracciones, contra las ideas y las idealidades: las cosas sensibles, que se perciben con los
sentidos y sobre las cuales se puede apoyar nuestro sentido de la realidad 68. Pero hoy el
trabajo humano y dependiente en el norte del mundo es ya principalmente reproductivo,
trabaja y consume en los servicios primarios de reproducción de la capacidad humana, y
este es propiamente el reino de lo intangible; y mucho mas en aquel trabajo considerado
autónomo. Entonces lo interesante aquí es que en efecto, Mádera no quiere decirnos en
absoluto que el enemigo es lo tangible, las cosas hoy no pueden entenderse mas como lo
sensible, o como lo material/sensible. En todo caso el enemigo hoy es una cosedad
intangible, insensible. Hoy retrocede la percepción, y no solo la experiencia sensible. No
por nada desde sus orígenes la adaptación humana a los diversos y mutables ambientes es
cultural y precisa de lo onírico, lo visionario, la imaginación, etc. Mádera retomando de
aquí (también contra Gehlen) nos ofrece (ya desde el 77’) una concepción “inmaterial”, en
el sentido de insensible, importante, aunque poco a poco y en forma dispersa entre las
páginas. Por lo tanto hay aquí una crítica poderosa de la cosedad como momento del
fetichismo, luego también capitalista, incluso inmaterial e intangible (y no desde el punto
de vista de la metafísica). El fetichismo capitalista pues desemboca en nuestra ausencia
de control y conciencia, y por lo tanto proyección autónoma en el trabajar, en el trabajar
específico, agrego yo , trabajar en todos los sentidos, también en la propia reproducción,
simple y ampliada, también en el tiempo libre y en el consumo y por lo tanto en el consumo
final y en la política: y este es justamente el núcleo mas relevante de nuestra cosedad. Este
hoy es un núcleo bastante importante, para escarbar mucho...Historia genérica y categorías
específicas.
Desgraciadamente, al hacer la historia del fetichismo, a mi parecer Mádera, partiendo
justamente de la mercancía y del fetichismo de la mercancía, oscila entre una mercancía
indeterminada, pre-capitalista, y la mercancía en sentido estricto, que es puntualmente la
capitalista, y tiene una cierta confusión entre ciertos momentos genéricos e indeterminados
del fetichismo mismo, y el fetichismo de la mercancía específico, y del valor, del dinero, en
sentido estricto, o sea dentro del capitalismo y del capital y finalmente con el fetichismo del
capital. Así se confunde un poco el largo proceso de cientos de miles de años de salida de
la animalidad, la cual permanece por debajo como momento incluido y transformado, con
65
Ediciones Palomar
66
Si se deja de lado aquel sobre Jung, mas bien bueno en su género...
67
A pesar de que él se declara contra la discusión y la interpretación...pero yo no.
68
“Ir hacia las cosas” decía también Husserl y luego los fenomenólogos

17
puntualmente el desarrollo del relativamente reciente fetichismo del capital ¿qué tal vez, a
su vez ya esta declinando?
Mádera, en parte critica a Gehlen, retomando a Jung, y de allí avanza para llegar mas allá
de Jung (y mas allá de Marx). No es laicicista. Ha escrito también un libro que se titula
Dios el mundo que ha mi no me ha gustado mucho 69. La necesidad que Mádera propone y
me interesa además, no es tanto la de reconsiderar las religiones mas o menos
tradicionales del animismo y la superstición (referido a la magia), al monoteísmo de la
civilización campesina, a los movimientos heréticos y los protestantismos mas radicales:
como0 funcionan hoy, etc; cosas que por lo demás me interesan mucho. Sino es, en sus otro
textos y en especial en los últimos, sobre todo la necesidad de criticar y comprender la
“religión de la cotidianeidad capitaslista”, su genealogía, alcance, etc: cuestión
descubierta también en Marx. ¡El capitalismo mismo como religión¡ Los modos de vida
que en nuestra sociedad, sobre todo los mass-media, las revistas, proponen e imponen
continuamente con gran potencia, colonizando las mentes: modelos tomados, vividos y
observados como dogmas de una religión tendencialmente global, pero a menudo
compatible con otras; nuevas y antiguas. Que a menudo retoman slogans circulantes en la
lucha de la clase obrera del fordismo clásico, y específicamente momentos de aquella
subjetividad obrera de la cual los obreristas no quieren ocuparse demasiado. Por lo demás
allí adentro se renueva la religión de la técnica, la religión de la tecnociencia y la técnica
realizada como Dios (que, repito, se encontraba en los años 50’ en el marxismo-leninismo
y en la vieja tradición y religión comunista/colectivista). Insisto que sobre la religión
siempre me he interesado mucho.
De Mádera me convence poco su modo de ser mas jungueano que Jung, esta manera
(bastante de moda) de colocar en secuencia “lógica” y “racional”, a fondo y por contenidos,
mitos de lugares y tiempos muy distintos, de manera muy del todo autoreferente, como si
entorno a cada mito, estuviese entonces el vacío, no existiesen intereses y condiciones
sociales, etc. Me parece que justamente por horror al materialismo histórico mas tonto se
cae en la mera racionalización. Horror a la sartén en las brasas. Es como ubicar en
secuencia lógica autónoma y autoreferente los sueños, coligándolos y confrontándolos solo
entre ellos, codificándolos perdiendo, precisamente el alcance de los símbolos 70, y sobre
todo separándolos completamente de la persona que lo ha soñado y/o ha relatado el sueño:
se convierte en cábala71 para jugadores del prode, racionalizaciones que no comprendo
para que sirven, si no para cubrir magias, para sostener religiones, fingidos psicoanalistas a
cien mil liras la hora...
Como he mencionado antes , Mádera no está en contra de Marx, está contra su sistema
cerrado, sacralizado por los marxistas72. Recupera un Marx particular. Hoy, en cambio, se
recupera alguna cosa del primer Marx, el de los Manuscritos juveniles y algo de los
Grundrisse. Pero el Marx viejo, en particular, aquel del último libro de El Capital no lo
recupera casi nadie: nuestro estudioso milanés en cambio lo hace. Con un notable
conocimiento, aún en sentido político, y con continuidad y coherencia. Mádera saca una
definición “nueva” (¿y maravillosa?) de comunismo que saca del Marx del último libro de
El Capital. En los tiempos de las minorías históricas, aún nosotros en los años 50’,
hacíamos una crítica al socialismo basada en la diferencia entre propiedad y posesión: la
69
Es mejor el correspondiente libro de C. Formenti, Pequeños apocalipsis
70
Cosa que Jung despreciaba. Véase su diario
71
Con una b sola, no la Kabbalah de los hebreos de la Diáspora
72
El hace un uso de Marx que no es el de Negri, el cual es mas marxiano, mas tradicional

18
propiedad (digo yo) es formal, la posesión es de aquel que de hecho decide: en el
socialismo real no decidían los obrero, ni siquiera los técnicos...73 Pero Mádera de Marx
saca esta definición: “El comunismo es la posesión colectiva que conciente la realización
de la propiedad individual” Esta frase es muy significativa si por propiedad y posesión se
las entiende como las define el derecho y también yo...Marx decía: “la individualidad solo
en lo otro colectivo, pero lo otro colectivo solo en la individualidad plena y en la propiedad
individual”. Contra el expropiarnos del capitalismo 74. ¡El propio Marx no es marxista¡ A
este comunismo del todo distinto-si no opuesto- de aquel “marxista” y socialcomunista
histórico y delos mismos partidos obreristas de izquierda de los años 70’, por lo tanto se
refiere Mádera. Entonces ¿un retorno a Marx, ahora sí de buen alcance? Oscurecida
también para nosotros la perspectiva de un “comunismo obrero”, ¿ podría aún, por esta otra
idea de Marx, ahora rehacerse la puesta en marcha de un proyecto de un “comunismo pos-
obrero” o “comunismo hiper-proletario”, por la supresión del hiperproletariado, aún como
multitud?
Como he dicho, Lenin critica duramente a Marx, se da cuenta de muchos de sus límites. Por
ejemplo, casi todos saben que Marx ha sido entusiasta de la Comuna de París, mientras
que Lenin sostenía que no se podía contentar con ella, y ha criticado muchas veces la
ingenuidad obrerista de Marx: los obreros son para el ruso de los “tradeunionistas
blancos”...También Lenin, por lo tanto, está “más allá de Marx”: Desgraciadamente solo
por pocos aspectos75. ¿Acaso por otros aspectos está mas bien con Hegel?. No es por lo
tanto del todo verdad que solo empeora ulteriormente lo peor de Marx como Mádera a
menudo parece pensar!. Por lo tanto sostengo que precisamente hoy en Europa y en Italia
reabrir un debate desprejuiciado sobre Lenin, los bolcheviques y los mencheviques sería
importante y se descubriría su gran actualidad.
Mádera, por su parte, sostiene la necesidad de ir más allá del obrerismo ingenuo. Así hay
en su obra, una valorización y sobre todo una crítica importante a Gramsci. Sin embargo,
el milanés ni lleva a fondo las consideraciones sobre Lenin: hace alusión a él, pero allí se
detiene, a un golpe. La crítica de Lenin en los últimos años no la ha hecho nadie. Silencio
por culpa sobre todo de los ex leninistas! En general el leninismo ha sido abandonado de
un día para el otro a través de una conjura de silencio. Pedí, por lo tanto muchas veces no
dejar así implícita la crítica a Lenin! No se puede hacer desaparecer así de improviso a
Lenin como han hecho los sobrevivientes ex leninistas de todos aquellos movimientos, sin
al menos intentar decir porqué desde tal día en adelante no valía mas nada... ¡Esto apesta!
Históricamente ha habido tres filones de crítica a Lenin que circulaban por nuestros
entornos hacia finales de los años 50’. Uno (pasado luego a través de la vulgarización de
los socialdemócratas de la primera posguerra) es el, entre otros, el de Luxemburgo, que ha
dado origen luego al filón conciliar: en sustancia es el que rechaza al bolchevismo como
“guardián nocturno de la revolución”76. El segundo filón crítico es el que sostiene que los
73
Entre nosotros, en El convidado de Piedra, Preve atina una definición y dice, que a pesar del avance de
lo público de la propiedad en el capitalismo, aún en el socialismo real, en el capitalismo socialista, etc, hay
siempre propiedad privada: propiedad privada estatal. Por lo tanto no solo la propiedad es también una pre-
condición, sino que la estatal es siempre y de todos modos privada. Pero el estado esta en crisis...
74
Si pienso cuantas veces me han tachado de individualismo de izquierda (y entonces también como fascista,
etc)
75
Entre otros, en los años 50’, había quien (como Pizzorno) decía ser leninista pero no marxista, cosa que
parecía ser una contradicción
76
Me parece que en el número dos de Clase Obrera, Negri había actualizado eficazmente a los soviet, el
partido bolchevique y la Tercera Internacional...

19
bolcheviques han pretendido hacer la ingeniería de las almas, diciendo que cosa está bien y
que está mal para los otros, negándoles el derecho de elección y por consiguiente de
expresión, de comunicación, etc (como si de lo contrario, entorno a los trabajadores
estuviese el vacío, no estuviese la potencia formativa del capitalismo, un atropello mucho
mas fuerte, que justamente repropone la cuestión central de la formación). ¡A mi en
particular esta crítica me recuerda a aquellos que Kosik había llamado “las almas bellas”!
En Mádera hay sobre todo un tercer núcleo crítico. Es un poco la cuestión que ya he
mencionado y repetido antes y se encuentra en el problema del fetichismo : de sectores o
momentos de la pequeña burguesía que (como nosotros) quieren subir al poder (central y
general, incluso), siendo precisamente o mostrándose obreristas, cientificistas, tecnicistas,
desarrollistas, etc, y por consiguiente con la fuerza contractual de la fuerza de trabajo
unida, mas allá de la competencia interna, pero también del rol efectivo de los intelectuales
orgánicos ( y de los límites de la espontaneidad). De la política como ascensor de la
pequeña burguesía ambiciosa pero pobre: el poder, se sabe, sirve para realizar los ideales...
En relación al fetichismo quiero señalar otro nudo escabroso, de los que hacen indignar a
los bravos demócratas muy inteligentes como la Rossanda. En Turín hacia los años 60’ me
pareció curioso que haya habido y que haya todavía capitalistas mas bien grandes, aún en
acción, en función, en Europa y en el mundo, los cuales habían adquirido cierta negatividad
de su mismo sistema y de la tecnociencia y del modo en el cual su civilización la utilizaba,
y en cierto sentido “se avergonzaban” y por lo tanto se disculpaban, y no solo soñaban
con liberar a la humanidad, aún porque pensaban que el capitalismo los alienaba también a
ellos, sino que se habían empeñado contra esto muy a fondo, con mayor radicalidad no
solo que Adriano Olivetti, por ejemplo, sino que el mismo movimiento socialcomunista
histórico, normalmente mas tecno- cientificista que ellos. Yo no he sido nunca “tecnófobo”
y tampoco “cientófobo”. Y no lo soy mucho menos ahora. Pero afirmo que el modo
superficial y con frecuencia desinformado con el cual la cultura democrática sobre todo
itálica ha defendido ha ciertos grandes acontecimientos históricos de los años 30’ha, por
consiguiente, desembocado en una reconfirmación (estalinista en el fondo) del tecno-
cientificismo y del progresismo, el desarrollismo y productivismo economicista del
Movimiento Obrero oficial; y desde su base! Y mas aquellos mismos socialcomunistas
democratistas de los cuales también Mádera dice que han sido en el fondo para nosotros,
aún los mas convencidos, efectivos y con frecuencia heroicos realizadores del catolicismo
Estos libros de Romano Mádera son importantes desde el punto de vista teórico, y sobre
todo en la parte destructiva, pero no permiten intervenir demasiado sobre la “realidad
exterior”. Propone una práctica compleja de “sincretismo solidario”, que él espera que se
extienda como mancha de aceite, sobre todo en aspectos formativos: Por consiguiente se
espera, se tiende, se mira, pero se excluye una organización que intervenga a acelerar, a
intensificar y sobre todo a coordinar: se piensa que el pluralismo lo excluya y deba ser
espontáneo; pero tampoco a esto a esto yo me siento tampoco extraño, porque a mediados
de los años 70’, también he tenido momentos de coinvestigación formativa que tenían
varios aspectos y presupuestos comunes con la practica de los maderianos hoy. Pero
mientras nosotros experimentábamos también aquello, con muchos otros, ellos ahora se
dedican solo a eso, que ciertamente es en su interior ya de una enorme complejidad. Sin
embargo en mi parecer esto aún no excluye lo otro, de practicarlo junto a lo otro. No solo
en el sincretismo con otras personas, paralelamente, sino convergiendo paralelamente
también en el confrontar y negar algo. ¿Sería la odiada dialéctica que Mádera atacaba ya
en el 77’?. Por lo demás , en general se puede decir que se deba esperar que las cosas

20
sucedan, que otras fuerzas antagonistas actúen (están ya siempre actuando...), valorizando
tal vez los aspectos y eventos que en los términos de Mádera no han sido nunca muy
valorizados. Pero mas en general se puede decir que, una vez que las cosas han sucedido, se
puede como máximo hacer uno de periodista, o aquello que yo llamo el “turista
subversivo”. O hablar o comentar. No es así de fácil que no se discute y no se interpreta
como el quiere...Por lo tanto Mádera rechaza una orientación neoleninista: valoriza los
antagonismos pero no acepta colocarse por dentro y orientarlos en nombre de una
cualquier “abstracta verdad que viene desde afuera”. Hay una fuerte condena a quien
quiere accionar como organizador, o elite vanguardista: en sustancia hay una fuerte
condena al rol tradicional del militante. Hoy son todos libertarios. Bien. Pero para recobrar
conciencia y control, y un proyecto, esta propensión anti-organización, ¿es verdaderamente
indispensable?
Por ejemplo, la formación, digo yo, es siempre también violencia: violencia sobre las almas
y las mentes (también sobre los cuerpos) normalmente ajenos, pero la autoformación es
también violencia sobre sí mismo. Pero ¿por qué? No hace muchos años, en Génova en
ciertos centros sociales los muchachos me decían que estaban en contra de toda formación,
pero por el contagio, la contaminación. Por consiguiente hoy, si tu no haces una cierta
ingeniería de las almas, lo hace la hace ciertamente toda el patrón, a pesar de ciertas
potencialidades de la red en las cuales declina precisamente la patronal, y éste la hace
también sin dudar, con eficacia y eficiencia. Entonces frecuentemente es necesario elegir
entre dos violencias, y se necesita hacerlo para “salvar la dignidad humana” 77, ¿No es
mejor entonces hacerlo concientemente78sin rendirles cuenta, sin ser ilusos? ¿se necesita
usar todavía la violencia aún para poner fin a la violencia?.¿ La vieja paradoja? ¿Esto es
parte de “la mirada técnica del mundo?
Pero el hecho es también, que no todas las violencias son equivalentes! Aún en términos
cualitativos. Si no se profundiza también aquí y no se discierne aquí adentro, delimitando,
también en el tiempo, aún interpretando y un poco discutiendo 79, de muchas de estas
conflictividades del sincretismo antagonista según objetivos comunes, no haces mucho. En
efecto, así, niegas precisamente el proyecto común, los golpes comunes. ¿Queda solo una
común manera de sentir...?
Además es necesario ubicar la diferencia entre la simple conflictividad y el antagonismo.
Se puede estar en conflicto y luchar por ocupar el puesto del adversario, y querer hacer lo
que él hace, ocupar su posición. Esto no es antagonismo. Muchas veces, pues es inclusive
menos peor la civilización capitalista del mundo que lo que desearían algunas de estas
personas que son o se muestran en conflicto! El estar “enfadados”, por lo tanto no quiere
decir ser antagonistas. El antagonismo está en relación con la alteridad, esta no es
necesariamente única, pueden ser mas de una; entonces se necesita también elegir!. Y en
la elección quizás la verdadera línea es el método...Elegir aún los criterios de la elección. O
bien conformarse, conformar.
De todo esto tenía conciencia no solo el grupo bolchevique, sino también Gramsci cuando
hablaba de la formación de los militantes. Y de Lenin, desde el 54’ hasta cerca de diez
años después releí sobre todo el ¿Qué hacer?. La cuestión del método .He estado siempre
impresionado de como él, a pesar de todo, fue con frecuencia mas conciente de los límites
77
Mádera usa esta expresión que afirma ser rimbombante y patética, ridícula; pero en el fondo se trata de
esto
78
El fetichismo y la cosedad destruyen la conciencia...
79
Cosas que Mádera repudia

21
y las riquezas de su política que muchos de sus mismos críticos; a pesar de todo, en las
condiciones generales aún entonces vigentes, la exploración menos peor parecía la suya...,
pues el Octubre Rojo (sostenido solo algunos años ;¿en el 21’ ya había fracasado?)
permanece a sí mismo como el mayor evento histórico del 900’ 80, ya en los años 50’ mi
generación ha hecho tal vez (al menos un poco) las cuentas con este nudo hoy removido.
Pero hoy la realidad ha cambiado verdaderamente mucho y estamos sobre el inicio de una
nueva ulterior fase. Se puede rever todo, también la historia, de forma bastante que hace
solo algunos años. ¿Pero como se repropondrían hoy ciertas posturas y estilos de ayer?
Declaro primero que yo ubico los deseos por encima de las necesidades. ¡He pasado un
poco por Jung también yo! Hoy hay casi solamente mas necesidades: negatividad, faltas,
además “inducidas por el sistema”, con la publicidad, la promoción, los modelos, la moda,
etc...El patrón ha reducido tal vez mas con las revistas que con las nuevas tecnologías! Se
oponen tal vez lo deseos radicales...¿Pero quién los enuncia?. Por otro lado, por ejemplo,
¿se puede y se debe aún estar en condiciones de individualizar ciertos intereses,
necesidades y deseos que la gente , el otro tiene pero no siente, no advierte con
conciencia: tener presunción? Observando bien la conciencia de los otros, o colocando
también a losa otros en condición de controlar su propia situación y especialmente en su
trabajar específico y aún reproductivo, de proyectarlo, de expresarlo, etc: la micropiesa de
la megamáquina O estar de arranque, desde el inicio en condiciones de hacer una crítica
que otros no se encuentran en condiciones de hacer, de tener informaciones y sobre todo
conocimientos que ellos no tienen. Nosotros entonces lo pensábamos aún asumiendo
ciertas contradicciones, etc, etc. Todavía hoy no todos los expertos son equivalentes, en
particular en la dimensión de la puesta en marcha de una salida del fetichismo, y no hay
una manera única de usarlos: hay niveles en los cuales una cierta especialización en ciertas
cosas mas que en otras puede servir. Mi hipótesis es que son siempre oportunidades de
los formadores antagonistas. De los contra-formadores. De los formadores de almas ajenas
como alternativa a la formación capitalista. El problema es, como se decía hacer tiempo,
que el formador debe ser formado, y por lo tanto como forma y para qué...Contra-formar,
cómo, con qué fines, métodos, contenidos, etc. O bien, como casi todos conformar o dejar
conformar.
Hoy la formación81se encuentra en el centro de todos los diferentes recorridos. Que
además, si de esto hablas tanto y cada vez mas, de por sí , no es una gran cosa para
nosotros! Se necesita estar atentos: importa distinguir golpes, contenidos, recursos y
métodos, ponerlos todos en relación a ciertos fines: por ejemplo el antedicho
redescubierto (por Mádera) comunismo según Marx! Ponerlo en confrontación con el
moverse...
Aquello que el patrón ha sabido hacer mas y mejor es precisamente la formación
ideológica del “hiperproletariado”, con los mass-media (con las revistas...)con el
entretenimiento. Por lo tanto la subjetividad es una zona en blanco, neutra. Ser pluralistas,
pero que se trate de antagonismos verdaderos: sobre todo en la manera de ser y de vivir,
pero también en los contenidos! No hay mas la ortodoxia de una línea única, para mi, que
en incluso en los años 50’ era bastante “movimientista” a pesar mío, tal vez nunca había
sido así; estas podían ser muchas. Pero hipotetizo que casi todas dejan un cierto espacio
también a un nuevo contra-trabajo de nueva militancia, no excluyen necesariamente una

80
Con la guerra y el taylorismo, todavía en funcionamiento, aunque mutado por dentro...
81
Que yo privilegiaba hace ya treinta años.

22
cierta (¿residual?) radicación, tal vez móvil, en el arco de las 24 horas, quizás en
desterritorialización; desgraciadamente, también por nuestra parte, pocos se
desterritorializan y la mayoría de ellos se reterritorializan rápidamente, para luego quedarse
allí...: en la producción con minúscula y en la reproducción simple y ampliada. Ambas son
cada vez mas la segunda, son a la vez Producción (con mayúscula): aún de capital en su
ambivalencia y acumulación. Esto, tal vez es propio, algo que en Italia se ve muy poco,
del éxodo: Para nosotros había mucho éxodo entre en Italia entre los años 50/70’: ¿Qué
eran las migraciones?. Además utilizan el éxodo muchos islámicos, viniéndose aquí cada
vez mas inexorablemente. Mientras son minoría...¿Nos convertimos en islámicos?
¿Esperamos que el capitalismo islámico sea mejor?82¿Y alcanza?
Repito. El capítulo de El Capital sobre el fetichismo de la mercancía es el que impresiona
mas a los intelectuales, por lo menos hace cincuenta años. Pero para estos, las mercancías
son siempre identificadas con los bienes tangibles: para ellos, por lo tanto el obrero
proletario (y en esta acepción el término mas importante es proletario, no obrero) produce
las mercancías , que están en las cosas en el sentido de lo sensible, lo tangible: cosas
tangibles), para ellos: es el “materialismo vulgar”. Pero ya he dicho y repito que la
cosedad de la cual habla Mádera no se refiere sin embargo a las cosas tangibles. El
fetichismo de la mercancía no es el fetichismo de las cosas tangibles. Aún Foucault, Sartre
y otros intelectuales, también existencialistas (sobre todo franceses), piensan solo en las
cosas tangibles. Por otro lado mientras las cosas devienen personas, las personas y las
relaciones que parece que no devinieran en nada, ¿no devienen en cosas?...o sea que la
reificación en sus varios niveles de realidad no hubiesen ocurrido. Se limitan a la primera
mitad del fetichismo de la mercancía, a la mitad menos importante! Se ve, por ejemplo, en
los Espectros de Marx de Derridá está todo centrado en el fetichismo de la mercancía
como cosas tangibles. Pero también el proletariado, aquello que yo llamo el agente-
trabajador-humano, es mercancía y entonces el discurso debe cambiar completamente. Per
de esto Derridá no se da cuenta: a pesar de que son siglos...: es como la historia del saber
que no se debe mercantilizar y no puede ser mercantilizado a pesar de que la
proletarización lo es hace siglos, y sobre todo es lo que es: Nosotros, antes que nada somos
también mercancía! Por lo tanto, no se puede ir contra las mercancías (entendidas como
cosas tangibles) solo en nombre del hombre de hoy, porque este es todavía mercancía;
aunque ahora , en torno a la red se entrevé finalmente discursos algo que legitima si no
sobre el fin, al menos sobre la reducción de la propiedad misma y del viejo mercado de la
propiedad a favor del dinero y, por lo tanto de las viejas mercancías: se reabre el discurso
de la neo-mercancía (que había iniciado, entre otros, ingenuamente mi amigo Marco
Merlino). Somos todavía mercancía, tal vez en alquiler, desde siempre en alquiler; antes
que nada nosotros! La primer neo-mercancía!¡Hace siglos que la capacidad hermana se
cedió en leasing!, no lo digo como una hipótesis provocativa. Además, solo abajo, desde el
nivel medio hacia abajo está la diferencia: las mercancías no tienen todas el mismo valor
de uso; porque entre otras cosas el valor e uso se ha mas bien transformado 83pero para nada
terminado. Si bien quizás ahora para algunos habría comenzado a terminar precisamente la
82
Hay quien que como Cacciari sostiene que existe incompatibilidad entre el Islam y la tecnociencia. Yo no
olvido las imágenes de aquel hijo de un Emir que conduciendo un monstruo tecnológico aéreo había abatido
varios cazas supersónicos de Saddam...Estos son árabes que saben inglés...
83
En mi opinión las tesis del primer libro de Formenti deben ser corregidas. Pero son muy fundadas e
importantes, a mi parecer, las de sus libros sucesivos, incluido Encantados de la red, muy útil. Una
mercancía, ésta con un óptimo valor de uso

23
mercancía! Está por verse...Luego, repito, importa pasar del fetichismo de la mercancía al
fetichismo del capital. Ubicando también la ambivalencia del mismo capital, que contiene
también como parte suya a los trabajadores proletarios, hiperproletarios: con sus luchas.
El nudo de Marx que en el pasado resiente ha vuelto en los debates teóricos es el
formidable Fragmento sobre las máquinas de los Grundrisse Algunos de nosotros lo
habíamos descubierto leyéndolo en francés al inicio de los 60’. Los Cuadernos Rojos lo
publicaron me parece en el 62’. Con este asunto desde entonces siempre mal entendido del
General Intellect, que pondría completamente fuera de juego la teoría del valor-trabajo de
Marx; la cual, sin embargo ya estaba muy en duda por entonces entre nosotros y usada tal
vez solo “tácticamente”, por otras razones entre los 50’ y los 60’Sin embargo ya desde
entonces, desde los primeros años 60’, yo rompía los moldes de aquellos que se limitaban a
la primera parte de aquel polémico fragmento, recordando que rápidamente después Marx
dice en síntesis poco mas o menos: “Pero el capital es límite de sí mismo y no puede hacer
mas que medir el valor con el trabajo y el trabajo con el tiempo, aún intensificado”, y así la
teoría valor -trabajo expulsada por la puerta retorna por la ventana. Retorna! Está toda aún
allí, en Marx!. Tal vez para algunos, el Fragmento no hacía otra cosa , a pesar de todo que
reproponer la contradicción entre las misteriosas fuerzas productivas y las imprecisadas
relaciones de producción...y trae este absurdo del General Intellect de por sí alternativo al
capitalismo, mientras que es este su fuerza productiva!, y es singular el hecho de que haya
venido precisamente la industrialidad taylorista a meterse en su camino. Por lo tanto a
algunos les parecía ya entonces que, por lo menos en occidente, ya la tecnocracia hiciese
todo ella misma, aún o sobre todo las máquinas. Hoy ya lo piensan casi todos!. Pero esto es
falso!
Hoy, sin embargo se repropone aún una interpretación distinta de aquel Fragmento: la
contradicción del todavía ambivalente capitalismo con ciertos momentos y fuerzas que lo
mueven, que ya había visto aquel Marx como potencial, como nunca tecno-cientificista, es
fuerte y comporta precisamente el hecho enorme que de a momentos, lo propone, al menos
como hipótesis de investigación..., el hecho de una gran transformación del capitalismo.
Mucho mas con la gran oleada obrera y “canto del cisne” de las luchas obreras de los
obreros recompuestos de los 60’ y 70’: gran oleada internacional que ha tenido
consecuencias mucho mas profundas de lo que Mádera cree: desembocando en una
especie de comunismo capitalista... y desembocando en redimensionamiento (de la
dependencia fija del trabajo asalariado, por ejemplo). Hipótesis...En la cual ahora saca
ventaja el capitalista84. Tanto que algunos tardíos comunistas colectivistas de la sola
propiedad formal que ayer soñaban con abolir85, ahora quisieran volver atrás y salvar algo
de ella, porque no encuentran nada mas a mano. Pero respecto a la sustancia del
Fragmento marxiano hay quien ha respondido: “Si el capital es a partir de un cierto
momento histórico, ahora ya arribado, irreducible límite y contradicción en sí mismo,
entonces quizás la consecuencia es que desde este momento éste puede comenzar a morir,
que el capitalismo camine hacia su propia extinción”. Esta es una respuesta con la cual se
debe confrontar! Extinción que se piensa, en esta postura, que será larga, requerirá mucho
tiempo: mucho mas de un siglo. ¿(Tal vez), el capitalismo ha comenzado ha morir; o al
menos a transformarse a niveles medio-altos, y hoy se comienza a observarlo, en especial
en los entornos de la red?. Aunque nosotros afirmábamos ya desde los tiempos del boom
84
Pero hay quien dice que en el tiempo de la efímera hegemonía y oleada política obrera se ha hecho todo
lo que servía al capitalista colectivo para llevar hacia delante por otro camino, lo moderno
85
Desde El estado y la revolución

24
que el capital tenía por adelante aún por lo menos una centena de años, contra aquellos que
a partir del Imperialismo de Lenin predicaban que con los monopolios los capitalistas
estaban, ya desde los años 50’ en el “último estadio”: cosa falsa porque, en cambio hasta
ahora, han saltado siempre hacia nuevos estadios imprevistos e impensados, y tal vez
peores que los precedentes. Mientras en cambio, esta otra hipótesis de una lenta dirección
hacia un futuro declinar, por lo menos de un cierto capitalismo clásico de mercado por un
hipercapitalismo de neo-mercado, reticular y biotecnológico, pero como siempre basado en
la explotación , es distintamente importante!. Por lo tanto viva!
Pero entonces se presenta aún una cuestión muy grande y profunda, que me repropone otra
el amigo Guido Davide Neri el cual sin embargo no cree en el declinar del capitalismo y
mucho menos que esto pueda venir por obra de la técnica, y que por consiguiente le
sucedería el “socialismo” y ni siquiera un “neo socialismo”), pero se entrevé , por ejemplo
en algunos textos del mismo Tronti o Cacciari86de hace algunos años, en los 80’: se puede
decir mas o menos que: “Nosotros habíamos cometido el error de atribuir al capitalismo
una serie de transformaciones muy grandes y profundas de la humanidad, de su pensar y
sentir, que en realidad han precedido al capitalismo consintiendo también su afirmación, y
este las esta subsumiendo tal vez dando estas alguna curvatura aún teniéndolas un poco
escondidas en su profundidad y reproduciéndolas un poco “detrás” y dentro de sí; pero
ahora (según algunos optimistas (para muchos) presuntamente visible declinar del
capitalismo) por lo menos en ciertos aspectos, estas dimensiones precedentes quedan y se
reproducen cada vez mas, mostrándose como las verdaderas grandes cuestiones de
nuestra condición social (y humana) en sentido amplio, y se encuentran delante nuestro.
Ahora debemos afrentar precisamente este permanente ir detrás del capitalismo que
comienza a ceder y a marcharse...”87
Pues bien, algo de este género entorno a nosotros lo decía ya en el pasaje de los 50’ a los
60’, y el nudo no es menor y mucho menos fácil de afrontar. ¿Qué se responde a esto?.
Porque también a partir de Marx algo se puede responder...

De nuevo a propósito del “segundo obrerismo político”

Procedo aún sin orden. Declaro: no lo digo por localismo, porque entre otras cosas yo soy
lombardo, pero estoy convencido que Turín, luego ciudad onírica, habría conseguido ser a
pesar de todo el centro de la vanguardia del capitalismo industrial “clásico” y
manufacturero, o sea de lo tangible, italiano, o sea de aquello que científicamente en los
años 60’ llamábamos neo-capitalismo Taylor-fordista; y de la clase obrera y de los
grandes grupos sociales obreros y de sus luchas en esta Italia atrasada, y también de la
militancia obrera (y obrerista) y por consiguiente de la elaboración de una política por
parte de los obreros. Por lo menos desde la Primera Guerra hasta el inicio de los 70’,
cuando se sentía ya la proximidad de la “derrota” histórica y la catástrofe de los
movimientos que defendían a aquella clase obrera. Pero reveamos rápidamente, no derrota
de la lucha internacional de aquellos obreros, los cuales, mientras fueron “vanguardia de
86
Yo he estado muy cercano a Cacciari, a partir de cierto artículo suyo de Aut-Aut (¿del 66’?) y de ciertos
libritos conocidos en la mitad de los años 60’. A pesar de que ya allí se viese, en el recorte un poco
tecnocrático, el futuro auditor
87
Guido Neri, sin embargo no ve ningún declinar del capitalismo

25
masa” hicieron irrumpir en el capitalismo algunas transformaciones de las cuales todavía
las encontramos en la ambivalencia moderna (en la cual, repito, ahora la mayor ventaja la
tiene el capitalista social y colectivo): el capitalismo sabe usar para su desarrollo las
victorias parciales de sus enemigos contra él, los ha necesitado! Por otro lado, tal vez, del
72’ al 73’ el primado pasó al Milán de las grandes asambleas obreras autónomas 88. Turín,
con sus bellísimos entornos, que llamábamos la ciudad manchesteriana 89 porque estaban
aún diseminados los establecimientos entre las habitaciones familiares, no existía aún la
tripartición de las zonas urbanas. Pero eran establecimientos fragmentados en una ciudad
saboyana, también en cierto sentido monárquica! Que aún hoy considera a Agnelli el
nuevo monarca. Y tal vez, los Saboya con su herencia eran verdaderamente también
considerados buenos! Invadida por casi seiscientos mil ex campesinos sobre todo
meridionales, varones, y mas bien jóvenes. Pero lo que no había era una burguesía
restringida, una limitada pequeña burguesía de ex siervos de corte y ex barones. Un desierto
que se reavivaba un poco solo con las grandes huelgas. Yo trabajaba en la Soris y
Cominotti y en la futura IRES, Iba a entrevistar incluso hasta a los considerados
empresarios de arqueología industrial. Dejémoslo ahí
La “vanguardia de masa”: la expresión...creo haberla inventado precisamente yo y aún me
gusta. Esta escandalizó a muchos estúpidos. Me parece que como objetivo se podría
reactualizar hoy, tal vez con otro oxímoron: “la elíte de masa”. Elíte dispersa y plural...Tele-
recomponible, pero siempre plural. Pero tal vez no mas que esto. ¿vanguardia de quién? En
aquel tiempo del proletariado al nivel atrasado italiano, ¿Pero hoy? ¿En el retraso italiano
actual?
Pues bien. Desde el 62’ al 65’ en esta ciudad he sido un trontiano, un poco, un poco crítico
y mas bien desconfiado, y en ciertos aspectos lo soy aún. Considero todavía a Tronti como
uno de los mayores representantes europeos de un cierto restablecimiento postestalinista de
Marx y Lenin, de la valorización política comunista/colectivista de los obreros y otras
cosas. No pocas. Prescindiendo de otros grandes nudos (como por ejemplo aquello de lo
que Tronti llamará “la ruptura epistemológica marxiana”que yo también debería retomar
cuanto antes en mi discurso, por lo menos como ya se hizo a comienzos de los 60’), la
diferencia fundamental de Tronti respecto del “marxismo” entonces corriente ha sido para
mi la valorización y la modificación de la mas conocida formulación marxiana del “doble
carácter”. Existen en el fetichismo del capital cuatro o cinco grandes antinomias, una
dentro de la otra. Las cuales conllevan varios dobles caracteres. Mientras en parte Marx y
principalmente el marxismo histórico resaltaban sobre todo la dicotomía y antinomia entre
trabajo abstracto y concreto incluido en el anterior, por lo tanto sobre un discurso sobre el
trabajo0 y sobre el doble carácter del trabajo, Tronti desplaza el discurso hacia el
trabajador colectivo, y como clase obrera. Así hallaba también en Marx algunos
fragmentos en los que se hablaba del doble carácter del “trabajador”. Una hipótesis de
trabajo...Era solo una idea, pero que tocaba una “contradicción” en Marx de enorme
alcance porque abría la investigación explorativa de aquella determinada y peculiar vía de
salida aún del laberinto marxiano que antes señalaba (en mas de un siglo de historia); y por
lo tanto el discurso se concentraba en el trabajador en el capitalismo dentro y contra.
88
Desde los tiempos de Scalzone, antes de la llegada de Toni Negri
89
Ya en mi libro colectivo del 67’ yo llamaba la atención sobre el pasaje a la “metrópolis” (mas o menos
manchesteriana) y luego aquel nuevo curso hacia la “ciudad-región”, charlando tal vez con Magnaghi o con
Greppi, y luego de ésta a la “megalópolis” que anticipaba la ciudad difusa dispersa hacia fuera, que muchos
constatan hoy. Luego lo he confrontado con los sucesivos modelos de D. Bell y de Levy, etc

26
Tronti escribirá mas o menos: “El trabajador proletario es aquel que trabaja pero puede
también (al menos por un tiempo limitado), negarse a trabajar, a ser trabajador
específico”, puede también ir contra sí mismo. Tal vez, repito, una pequeña idea, quizás
profética, pero que me confirmaba una amplia perspectiva, un poco utópica...
Entre otras cosas Tronti ponía la cuestión del doble carácter y de la ambivalencia, también
con estas otras palabras: “la fuerza de trabajo que da el capital es la clase obrera en
potencia”; parte de la “obreridad”...Yo digo la capacidad-humana-viviente laborizada y
neo-mercancía es la gran clase-parte en potencia . Este punto de partida era decisivo, y en
mi parecer tiene validez aún hoy!... Parte de la obreridad. Se reubicaba así en escena, sobre
el proscenio, al trabajador proletario y obrero, probablemente para el último espectáculo.
Entonces se constató que este mismo trabajador podía contar y existir mientras existía su
fábrica, en sentido también vulgar, su mismo establecimiento, su puesto de trabajo, la
activación de su sistema de roles! En efecto, se vio, si se miraba bien, en particular en el
18/19’ que sin la fábrica vulgarmente entendida ( o sea antes que nada el lugar de trabajo
productivo y valorizante, entonces además tangible y colectivo), la clase obrera de aquel
tiempo se disolvía y se anulaba...Surgieron entonces en la primera posguerra entre otras
ulteriores cuestiones: por ejemplo, si existe la clase por consiguiente alguna autonomía,
como clase proletaria precisamente también subjetiva contra sí misma, si existe una
organización oportuna ¿Puede existir aún la clase proletaria?, en vía de autoextinguirse en
un proyecto general de nueva civilización...? Proyecto que de todos modos no lo fue. Los
bolcheviques partieron y arriesgaron con un proyecto muy parcial, que luego no consiguió
crecer mas que abriéndose camino, pero rápidamente se precipitó. Pero también el
bolchevismo histórico como comunismo “obrero” fue por lo tanto fundamental aún con
sus grandes límites y quizás ¿existe la clase proletaria también sin trabajo dependiente que
yo llamo productivo?
La burguesía cristiana (pero antes la protestante) y luego el socialismo, descartando las
mentalidades y costumbres precedentes, hostiles al trabajar considerado maldito e
ignominioso, difundieron y promovieron la ética del trabajo, pero también le concedieron
mucha estima al trabajador, el cual se sacrifica por los otros, acumula siempre mas para los
otros, etc. El obrero (profesional) héroe del trabajo acumulativo e innovador. Así lo vieron
también los socialdemócratas.
Paréntesis. La idea difundida entre ciertos intelectuales izquierdistas que los empresarios
industriales y los patrones mismos odiasen a los obreros es muy errada. En Turín me di
cuenta enseguida que había una notable cantidad de patrones mezquinos e invéciles que
eran, sin embargo “obreristas”; patrones obreristas! Pero no era una paradoja. Luego
ciertos comunistas, como por ejemplo el ya mencionado Garavini, hijo de uno de los
mayores empresarios típicamente turinés90...Igualmente falsa había sido la idea de que los
fascistas odiaban al trabajo. En particular, después el estalinismo exaltó la condición
proletaria como tal. Ligado a laboriosidad de oficio ¿Llevó adelante una veneración
“artesanal” y protoindustrial de la técnica, que no arribó nunca (Hasta en Togliattigrad.
Permanecida allá aislada por mucho tiempo) verdaderamente a la gran industrialidad y
tecnología del taylorismo/fordismo, deseada por Lenin, con el gran trabajo en serie, el
automatismo avanzado, la exoprogramación disminuida y el vaciamiento de los
ejecutores?, etc. Porque ha cambiado a los ojos de las masas occidentales “obreras”la

90
Sería importante que los historiadores hicieran la cuenta acerca de cuantos grandes empresarios en Europa
y en el mundo han estado con el comunismo!

27
visión de la técnica y la tecnociencia del producir y de la propia identidad de trabajador!
Porque en los obrero masa, estratos del proletariado campesino era ya muy diferente. Este
vuelco ha sucedido un poco en todo el este europeo y partes asiáticas del ex imperio
soviético, donde ahora hay un hiperproletariado menos vaciado (de taylorismo) que el de
Occidente, de manera que de todos modos, allí esperan alguna otra cosa, mientras aquí no
esperan otra cosa que la que hay. De todos modos, volviendo atrás: ¿Marxistas contra
Marx?...Si pero también un Marx “ingenuo”, confiaba no poco en la técnica (¿liberada por
la revolución?) . También las fuerzas subjetivas marxistas parecían no poder llevar a los
obreros contra sí mismos , y mas allá de sí mismos, para salir del mencionado laberinto Yo
siempre he pensado que el quid de todo este asunto se concentrase en estas alternativas
de sueños: liberar esta técnica aquí, como quería quien estaba convencido que el
comunismo /religión de los obreros héroes habría liberado al hombre del capitalismo y así
del mal, liberando la técnica de la negatividad que el capitalismo le ha impuesto; pero
sustancialmente entonces haciendo crecer la tecnociencia aquí91; o bien, de la otra parte la
invención de una técnica y de una ciencia completamente distintas, y de un modo de
producción y trabajo completamente distintos, como soñaban pocos utopistas no profetas
desarmados, entre ellos yo mismo. Pero acerca de esta alternativa, el comunismo real (y
religioso) histórico no pensó jamás ni siquiera por donde comenzar a imaginarla. Había
también entre nosotros, algún raro tímido tecnófobo, pero tal vez, a su vez un poco
científico... El Panzieri del control obrero sobre la empresa de los patrones, amaba la
Yugoslavia de Tito...fue, me parece en el 61’con la Becalli, que tal vez vendría de allí. Era
tecno-cietificísta y desarrollista también él, obviamente. Volvamos a nosotros entonces.
Hay una cuestión particular, un poco teórica sobre la cual quisiera decir dos palabras. El
doble carácter hace referencia un poco al valor de uso de la mercancía fuerza de trabajo,
que yo hace muchos años preferí llamar la capacidad-laboral-humana-viviente y caliente.
Mercancía muy especial. Pero ¿Cuál es su valor de uso, que en este caso especial cuenta
mas que el de cambio? Marx decía y Tronti retomaba: “Su misteriosa `capacidad’ de crear
un valor superior a su propio valor”, y yo agrego, tanto en su funcionamiento activoi de
tiempo corto, como en aquel innovador de períodos menos breves. Si pero ¿Cómo?, ¿Por
qué?, ¿Con qué alcance?, ¿Prerrogativa del capital-humano?. En cuanto que Tronti lo ha
escrito yo digo que es una cuestión que debe ser estudiada en niveles de realidad
diferentes, verticalmente articulada. Y de todos modos, ¿Mercancía que consumiéndose
produce con incremento también a sí misma?, ¿Y viceversa en el consumir?. En el fondo
la cuestión del fetichismo del capital a la cosedad la lleva principalmente aquí!. Yo decía y
digo: esta prerrogativa de la mercancía especial, la tiene no solo porque es viviente, y
como todo lo biológico en su carnalidad (carne y sangre decía Marx...). Sino porque es
“viviente-humano”. Entonces allí se parte para arribar en primera instancia a la psiquis, a
la mente, al espíritu...a la subjetividad singular y colectiva, porque estas son exclusivas de
lo humano y por lo tanto del valor de uso de la capacidad-viviente-humana, y ya no mas
animal. Sí, pero de todos modos como valor de uso del doble carácter de una mercancía!
Concebida por el capitalismo y su sistema por su primer carácter; pero tal vez no en el
segundo. Esto vale, en el fondo, aún para la subjetividad obrera. Diferente en las varias
fases de la industrialidad y la obreridad, como en aquella primera transición interna se
constataba muy fácilmente. Por lo demás se necesitaría volcarla en subjetividad-contra,

91
Las fuerzas productivas, las que están aquí, que liberadas de las malditas relaciones de producción se
desarrollan magníficamente!

28
alternativa y autónoma, a partir de su segundo carácter. Como entonces intentamos hacer!
Quizás!. Porque hasta ahora se ha conseguido un par de veces en la historia y solo
temporalmente; pero si no sales del capitalismo te encuentras que por un lado has
cambiado “solo” algo en base a este sistema ( pero lo has aún cambiado, esto lo has
hecho); y por el otro has mutado también ciertos contenidos básicos de esta misma
mercancía especial, que permanece como tal!. En el fondo es esto lo que Marx entendía
cuando decía que la mayor fuerza productiva e innovadora del capital es la clase obrera
revolucionaria! Dadores aún conflictivos de capital. Es así también respecto a su propio
valor de uso/utilidad muy especial y exclusivo. Personalmente he permanecido siempre
ligado a la cuestión del doble carácter del trabajador, proletario, profesional o masificado:
desde hace decenios asumo el punto de vista de una ambivalencia: objetivo en el sentido
que hipotetizó la realidad capitalista como ambivalente, aún si luego prevalece una de sus
caras; y ambivalencia en el sentido subjetivo porque me esfuerzo de tener yo una mirada
ambivalente. La ligazón entre ambivalencia subjetiva y objetiva, digamos, pasa para mí,
aún por la cuestión del doble carácter; pero revisada.
Confirmo concluyendo: este doble carácter aquí, este del trabajador obrero contra el mismo
trabajo, tal vez contra sí mismo, se convirtió también aquí para nosotros en el 900’, el
punto de apoyo de un obrerismo peculiar, que se piensa también “obrerismo político”. El
cual hacia fines e los 50’ para nosotros alguno repensó pasando tal vez también por la
Resistencia. Proponiendo el tardío “segundo obrerismo político”, en el inicio
absolutamente minoritario.
En efecto, crecieron en Italia por lo menos dos distintos obrerismos, de acuerdo con dos
viejas tradiciones internacionales. Uno normal, difundido por todas partes, mundial, de
origen burgués y cristiano, mas bien populista, el cual ve a los obreros como la parte débil
de la sociedad capitalista, las víctimas débiles, necesitadas de ayuda, de sostén, de
solidaridad humana, etc (pero estos son también oprimidos fuertes, con potencialidad de
salida...esto les interesaba poco!) Este obrerismo amaba (y todavía ama) a los proletarios,
la proletariedad misma, y además la laboriosidad de oficio: los exaltó y aún los exalta,
(incluso en ciertas interpretaciones del General Intellect!!..) por su erogación colectiva y
combinada en la cooperación como fuerza de trabajo 7y de capacidad tanto exógena
como endógena (al menos un tiempo). “en producción”, dentro de la gran creciente
maquinaria desarrollada por la tecnociencia 92, produciendo y acumulando capital, la riqueza
como capital, en los roles de fábrica; pero no solo capital tangible. A cambio de un salario
real y consintiendo a todo así porque sí a todos de sobrevivir, en diversos niveles de renta
y consumo. Obreros débiles pero optimistas...obreros heroicos: el culto de este imaginario
heroísmo obrero, culto peludo, instrumental...Entonces, ni siquiera extinción de la clase
obrera en el programa!. Repito que así eran también los estalinistas. El sindicato trató de
afiliar con esto, representándolo, también, o sobre todo en Turín.
Pero contra esto creció que decimos y se ha dicho “político”, que ya con la
socialdemocracia de la Primera Internacional, pero luego según el ejemplo bolchevique
veía a los obreros como una fuerza enervada en la entera articulación de producción y
acumulación industrial del capital y del capitalismo. Éstos comprendieron que ésta tenía
potencialidades también nuevas para volcarse a una gran contra fuerza. Así si los obrero
(tal vez!) podían llegar a negarse a sí mismos, la dimensión de la lucha podía superar los
límites del tradeunionismo y entonces ponía la cuestuión del poder general sobre la

92
Bastante parecido al soldado/obrero de Jünger

29
sociedad entera para quitar al patrón colectivo, para transformar radicalmente el estado de
cosas existente, el curso de la historia: la cuestión de la capacidad de incidir en los centros
de decisión y de comando efectivo sobre la sociedad general, tal vez comenzando con
apoderárselos, y que por este objetivo, que luego debe articularse mano a mano con una
sucesión de grandes golpes, pone al partido como organización política de una parte: de la
clase obrera como gran -parte93 cayendo, también en una tradición organizativista del
primado del partido sobre todo, aún sobre los golpes de clase...Cambiar la dirección de la
historia. Lo que aún hoy para Tronti constituye la verdadera política, la que hoy está
derrumbada! La cuestión del poder, principalmente del poder obrero para abolir y superar
esta sociedad era lo mas importante! Pero no necesariamente según el modelo leninista,
que presuponía la elite y los revolucionarios profesionales que intervenían también desde
el exterior portando capacidad de elaboración y teoría, y tal vez, ideología y religión. Tal
vez religión implícita, tal vez inconsciente...!
Este primer obrerismo se impuso entre socialdemocracia y primer comunismo, y ya he
repetido que éste en sus momentos mas avanzados no amaba ni al proletariado y la
proletariedad, ni a los proletarios-obreros y su obreridad, mucho menos “profesional”,
porque era el motor viviente del capitalismo y de su sociedad de clase específicamente
conflictiva. Querían superar el capitalismo, superando también las grandes clases
dicotómicas y el estado...
Aclaro de nuevo, tanto el segundo obrerismo político, de los primeros años 60’, como sus
herederos no se entendieron nunca con los marxistas sobre todo italianos porque mientras
estos últimos eran irreductiblemente economicistas, ellos , en cambio, eran “politicistas”y
usaban también “políticamente” la dimensión del salario real y el economicismo
capitalista; y esto ha sido muy importante.
Ahora bien, lo mas importante que debo resaltar, porque ha distinguido al segundo
obrerismo político diferenciándolo radicalmente del primero, como ya he repetido, ha sido
loa puesta en escena y el devenir gradualmente mayoritario del obrero masa. La consigna
del obrero masa era “mas dinero y menos trabajo”: un cierto nihilismo a nivel de base de
la realidad (que podía también combinarse con religiones varias y diversas a otros niveles);
por un lado hacía oídos sordos del sacrificio tecno-cientificista y productivita, de los héroes
del trabajo y aprendiendo del hedonismo; y que hasta un cierto punto se inscribía en la
línea de salarios mas bajos del fordismo aún de la región, línea que podía ser forzada mas
allá de ciertos límites abriendo perspectivas muy radicales. Ahora bien, el “segundo
obrerismo político” en la transición de los años 60’ ha retomado de aquí, pero teniendo en
cuenta y haciendo palanca sobre las nuevas diferencias del capitalismo, la industralidad y la
obreridad. El segundo obrerismo político entre otras cosas comprendía que en las
condiciones (fondistas) excepcionales y en la ambivalencia de los años 60/70’, aún por la
rapidez de algunos temas puestos al día tardíos e imitativos del lugar, la reivindicación
salarial llevaba mas allá de ciertos límites, solo aparentemente era una cuestión económica,
sino que en verdad se convertía en política y colocaba la cuestión del partido 94, tal vez
como armamento ligero, retomaré este punto...Pero también el obrerismo político se
desdobla: estaba el primero, de los tempranos 60’, que piensa también, porque muchos de
aquellos tenían referencia en el PCI..., y luego existió el segundo período del obrerismo
político post-sesenta y ocho de los pequeños partidos ( que tuvieron por líder a Toni

93
Las expresiones “gran clase-parte y clase como gran-parte, en una dualidad son de Tronti.
94
En Italia en los años 60/70’ fue partido del salario mas la DC.

30
Negri), que se mueven en una escala de luchas e intervenciones mucho mas grande, y por lo
tanto con problemas nuevos y distintos, pero hacen referencia a sí mismos, proclamándose
el nuevo partido de la clase pero mas bien con los acostumbrados viejos modelos de la
época de 1910): así que estaban contra el PC y el cuadro institucional e institucionalista en
el cual éste continuaba moviéndose: en la decadencia del estado democrático de los
partidos parlamentarios itálicos, hacia la autoreferencia.
Agrego95 rápidamente que en mi opinión, también por el coexistir de las dos distintas y
contrapuestas concepciones obreristas mencionadas, populista y politicista, había en los
años 60’ dos posturas diferentes sobre la posición y condición obrera, y ambas
provenientes de muy lejos. La primera absolutamente prevaleciente en el 22’, en el 45’, en
el 48’ y en el 55’, compadecían y lamentaban a los pobres obreros miserables, harapientos,
y siempre derrotados ¿Quisiera llorar?, una izquierda siempre llorona que veía el
derrumbamiento final de la humanidad industrial provocado por los monopolios, en el
estancamiento, etc, y tal vez (como la FGCI), esperaba algo del Tercer Mundo, de la
negritud, etc. Una segunda postura “ambivalente”, sobresalida de la corta reanudación de
luchas obreras del 57-58’ por la puesta en marcha del boom fordista (contemporáneo a los
hechos de Polonia y sobre todo de Hungría) y típico de jóvenes intelectuales (entre los
cuales estaba también yo con un grupo de compañeros), pero aún de manera distinta, de
jóvenes obreros –las “jóvenes fuerzas”, escribía yo-, que aún notando la durísima nueva
“condición obrera” dentro y fuera de los establecimientos, como ya he repetido, veía aún
el aspecto positiva de su ulterior enorme fuerza, potencial contra-fuerza, tal vez en ciertas
condiciones también político-subjetivas disponibles en una cierta parte (¿cuál?, ¿cuánta?)
para una lucha contra; en parte precisamente contra los aspectos inmediatamente
negativos y dolorosos de la nueva situación y condición, pero queriendo usar el hecho de
que los obreros eran también siempre los activadores de aquélla aún nueva e incluso
creciente e inmensa potencia. ¡Tal vez no solo podían usarla para sí, sino también incluso,
en significado alto, “en contra de sí”, oprimidos fuertes!!...Así al inicio de la primera
editorial de Clase Obrera, Tronti retomaba los 5 o 6 años de experiencias y experimentos,
de movilizaciones, de nuevos grupos o pequeñas elites, y primeras luchas de nuevos
militantes jóvenes, expresadas muy frecuentemente como los nuevos y jóvenes obreros
masa (muchos ex campesinos proletarizados pero escolarizados)...Así por un lado: basta
con aquel compadecimiento perpetuo de la derrota, sino intentar cómo usar mejor esta
fuerza!, y por un lado: no apuntar mas sobre el eslabón débil del capitalismo, sino sobre el
eslabón fuerte de la clase obrera...(de aquí Turín entonces...estoy aún convencido que
desde entonces). Cambiar de signo.
Tronti en política era togliattiano. Los trontianos, retomando el “dentro y contra” y este
doble carácter de los trabajadores, propusieron en el 64’ este segundo camino en una
situación nueva de la fábrica en Italia. Esta, también desarrollista, obligaba a problematizar
el cientificismo y el tecnicismo, y hacía referencia al punto anticipador y mas avanzado de
la lucha obrera que era entonces todavía Turín: hubo entre el 62’ y el 65’ un extraño eje
entre algunos romanos y algunos turineses. Convergimos, por ejemplo sobre la constatación
de una fuerte presión salarial, la cual por las condiciones del trabajo a destajo comportaba
un fuerte y complejo giro organizativo, con el slogan “mas dinero y menos trabajo”,
golpeaba al hecho que con el salario el patrón (comprando y/o alquilando con el contrato),

95
Como lo toma M. Revelli en un ataque a Tronti, creo que en el 92’, sobre un Cuadernos del Manifiesto, en
el cual se desesperaba acerca del holocausto de los obreros

31
pagaba los movimientos del trabajo, o sea “la mano”o “el brazo”, pero en verdad, luego
consumía acumulativamente todo el cuerpo del asalariado, incluida la psiquis, el espíritu,
el saber y el conocimiento aún endógeno a la clase: e incluso el cuerpo social viviente de
los parientes (por empezar los de sus hogares...y la de la comunidad obrera residual): sin
reconocerla ni pagarla. Además, y ligado a esto último, golpeaba precisamente en el hecho
(ya denunciado por Marx)que el patrón colectivo social, pagaba al individuo pero usaba y
consumía al trabajador en una cooperación colectiva, integrada y maquinizada, de la cual
las condiciones organizativas , tecnológicas y científicas, así como la maquinaria, el trabajo
muerto, eran de su propiedad, pero eran producidas e innovadas continuamente por el
obrero de hecho colectivo y recompuesto, y a su vez, social y conflictivo (la participación
conflictiva era también estudiada por los politicólogos); y todo esto no era ni reconocido ni
pagado ni en una mínima parte. La fuerte presión sobre la contratación colectiva del
salario, pero en Turín, también sobre la organización del trabajo y de la empresa 96,
apuntaba a quitar a la ganancia una de sus fuentes y una fuente del poder capitalista. A esto
se unía la componente keynesiana-fordista, por la cual (entre otras cosas) entonces el
salario alto incrementaba la ocupación, que daba ulterior fuerza 97...mas allá de conllevar
una mayor cobertura de los altos costos de reproducción de la capacidad humana también a
cargo del proletariado: que a nivel de los trabajadores individuales, de las familias,
precisamente no se podía mas (¡ entre otras cosas la tecnociencia ya estaba en manos del
patrón!), reproducir por sí solo. Sobre esto insistíamos en nuestra intervención de
movilización; y esta reapropiación en la intensidad y amplitud que alcanzaban aquellas
luchas devenía, para el sistema itálico mas que cualquier otro lado, en cuestión
“política” 98. Mientras duraba la empresa procedimental...Además se necesita remarcar la
politicidad intrínseca a las relaciones y a los movimientos que iban aumentando , respecto
del dominio y así también, allí dentro, una cierta resubjetivación. A pesar de una
ambivalencia (el fallido cambio institucional, el consumismo, etc) que luego permitirá al
capitalismo ulteriormente renovado ( el actual hipercapitalismo...), ya desde los años 70’,
hacer un uso propio de todo esto.
Se ha dicho que el comunismo es el movimiento que destruye el orden de las cosas
presente. Todavía entre pensamiento negativo y cualquier idea de comunismo permanece ,
tal vez una diferenciación: para la perspectiva del comunismo se requiere la indicación, al
manos en negativo, de algunos grandes objetivos Al menos provisorios.
Este doble carácter (del trabajador...), entonces esta también en el centro de la considerada
prototrontiana, un poco escandalosa, pero importantísima, “estrategia del rechazo”, de aquí
que el nihilismo activo nietzscheano, iba a encontrar un especie de nihilismo (fordista)
obrero. Esta constituía tal vez la parte mas importante y provocativa del inicio del periódico
Clase Obrera, y ya antes una de las dos almas de los Q.R.. . En mi opinión, es precisamente
hoy uno de los aspectos de mayor alcance y anticipación para reexplorar. Al cual pocos
intelectuales de la izquierda conocen y sobre todo comprenden 99. Reexplorar por parte de
los historiadores. También respecto al futuro desde entonces hasta hoy. He sido uno de los

96
que desembocara en la reivindicación del “nuevo modo de hacer el automóvil”, comenzando con las islas,
el job enlargement y erichement, etc
97
Entre otras cosas en el 73’ hice mi trabajo de Licenciatura en las tendencias económicas sobre las curvas de
Philips
98
En mi opinión el ejemplo de esta expropiación influirá también sobre el primer feminismo.
99
Acá desgraciadamente el “discurso cultural” y la investigación recubierta con una cultura académica de
izquierda no permitió aclarar demasiado...

32
pocos en fomentar y un poco sugerir la estrategia del rechazo, también porque a veces la
encontraba en ciertos comportamientos de aquellos obreros: por ejemplo luchas a “gato
salvaje” que no reivindicaban nada. Pero a través de éstas crecía una toma de conciencia
obrera, un poder obrero en la base, sobre la producción y la organización: faltaba, por lo
tanto, el encuentro con un poder en lo alto, faltaba el partido de la clase obrera..., pero
mientras tanto éste crecimiento de un poder obrero, mas bien negativo, era un gran
objetivo y recurso. El pensamiento racional dice: primero los objetivos y luego los medios
para conseguirlos y, por consiguiente la mejor organización para aquellos objetivos. El
objetivo principal era el poder. Pero si se puede elegir ¿no es, a la vez el poder, un meta-
medio? ¿Una meta-función?. ¿Para cuáles meta-objetivos?. Esto podría ser un problema.
Decía, un “poder negativo”. En efecto la cuestión del poder tiene dos aspectos: el negativo
tiene por objetivo quitar el poder a los capitalistas, los cuales sin el poder de decisión
general sobre el sistema no pueden tener al mismo tiempo entre ellos los momentos del
sistema, y entonces negar un gran objetivo de los capitalistas; y el poder “positivo”, o sea
el recurso para elaborar y realizar objetivos propios.
Mientras tanto el objetivo medio de la organización era principalmente negativo, quitar a
loas capitalistas el poder, todo el poder, luego (¿solo luego?) el movimiento de los
proletarios habría inventado el mundo alternativo, transformando la sociedad-fábrica,
extinguiéndose también a sí mismo...En Rusia en 1919 había sido bloqueado el primer
paso! Habiendo sido frenado el primer estadio de aquella revolución no podemos valorar la
potencialidad de su proyecto, la alteración no pudo iniciar, y tampoco la transformación,
por lo tanto el desarrollo de la nueva forma alternativa. Por esto no debemos caer en
ciertos equívocos cuando intentamos comprender la estrategia bolchevique y en especial
leninista ( del Lenin que se negaba no solo a escribir la historia..., sino sobre todo a
prefigurar la sociedad comunista) y trotskista ( principalmente a partir de La revolución
permanente). Pero ahora quisiera remarcar algo a este respecto. He iniciado este texto
desordenado hablando de Mádera y de su contraposición a Tronti. Pero lo cierto es que la
“estrategia del rechazo” era ya también una anticipación, tal vez parcial, embrionaria de la
orientación maderiana misma y de ciertas posiciones de los jóvenes de hoy. ¡Este hoy debe
ser valorizado!. Repito, algunos de nosotros decíamos, si con la organización se toman en
las propias manos el poder de decisión amplio del sistema, luego estos movimientos que se
resubjetivan creciendo en esta lucha se inventarán y construirán el nuevo mundo, la nueva
civilización...En vista de otras ulteriores, sucesivas revoluciones. Y se pensaba que ya los
bolcheviques en el 17’-18’ pusiesen bastante así la cuestión! ¿Falso? Se veía a la historia
de Occidente en los últimos milenios como un sucederse de ondas revolucionarias (lo que,
sin embargo no significa necesariamente progresivas, de ningunas manera), movimientos
de nuevas minorías ulteriores contra la “estásis” del movimiento de ayer que ha vencido,
de manera que no solo la transformación evolutiva, o la alteración, sino la misma evolución
no se paraba nunca!, y se advertía el proceder de la revolución de una minoría que cuando
luego vencía devenía conservadora y “estática”, y que defendía el nuevo orden de nuevas
minorías “revolutivas” nacidas sobre el nuevo terreno conquistado ayer100.
Tronti insiste también sobre la unilateralidad contra el universalismo de los social-picistas
democratistas, y hace bien.

100
Esta teoría general se ha desarrollado antes de Deleuze y del mismo Nietzsche

33
Obreridad. Alguno101ha intentado (en los años 60’) hacerme pasar por un venerador de los
“manos encallecidas”. Nada mas falso. ¿Quién ha esbozado primero entre nosotros
discursos sobre la inteligencia colectiva difusa, sobre la enpresariedad, sobre la
innovatividad difusa, sobre la fuerza-invención, luego continuada por Ferruccio Gambino
(también piamontés), y otros ? Hacia los 50’, sobre los obreros mismos, ponía en
evidencia todo lo que estaba a mano. Ya en el 60’coinvestigábamos sobre los técnicos, los
empleados administrativos, etc. de su compleja supervivencia y su territorio. La fábrica en
el territorio donde todo está junto102...Mi interés por la “subjetividad obrera” misma venía
de aquí. Y no era precisamente nada populista , sino que se trataba siempre de la relación
recíproca entre los otros sectores de la clase y los obreros...
En cuanto que Italia llegaba tarde y sería todo como un revival, sin embargo no se trataba
mas de luchar en primer lugar contra el atraso de nuestro capitalñiasmo, sino contra el
capital social mas desarrollado y maduro de la fase clásica y en la sociedad capitalista.
Una cosa que pocos han tomado, y que en verdad también entre los obreristas políticos que
fueron por algún tiempo mis compañeros de ruta, bien pocos y por poco tiempo intentaron
preguntarse y comprender quiénes eran los obreros! Yo me he sentido siempre distinto de
casi todos los otros porque intenté comprender que era la obreridad. Ambivalente. En mis
libros perdidos la cuestión era siempre esta! No interesó casi ninguno. Había elaborado un
método y una teoría de encuesta participativa, una praxis que consistiese en relevar y
avanzar mas a fondo en esto. Hago esta hipótesis historiográfica: el obrerismo político de
los años 60/70’ se movía teniendo a sus jóvenes en el centro de un polígono constituido por
la obreridad y el movimiento obrero, por la cultura explícita (y poco humanista), por la
política-institucional y por las generaciones (mujeres y medio ambiente aún no se
consideraban), interrelacionados entre sí. . Sin embargo tubo entonces estos grandes
nudos como trasfondo, pero no se preocupó y no estuvo en condiciones de tematizar y
profundizar adecuadamente y con coherencia alguno de ellos. Uno de las cosas que mas
conservo ha sido ya desde los años 50’ la manera en que propuse la “autonomía de los
obreros”, del “movimiento de los obreros”103, que iba creciendo en las instituciones del
Movimiento Obrero: lo que no significa que esto, a espaldas de los obreros, no fuese usado
hasta donde éstos lo permitían!. Y principalmente por esto podíamos hablar de falta de una
dirección política y de una desembocadura política mas o menos adecuada: este uso desde
afuera era la delicia pero también la cruz del asunto. Sin autonomía no lo hubiera sido
nunca, pero sin capacidad de usar la politicidad todo era de todos modos achatado,
también el poder obrero
La cosa que en aquellos años resultaba mas provocativa en las confrontaciones con los
comunistas históricos era tomar a contrapié la contraposición bolchevique entre
espontaneidad y organización , echando allí estas dos palabras “organización- espontánea”!
La espontaneidad de los inicios de los años 60’ estaba ya nuevamente un poco
“organizada”. En mis escritos del 60’ y 61’ sobre el retorno de las luchas en la FIAT
aquello que sacaba a la luz era que las nuevas huelgas eran mas fuertes donde había menos
compañeros. La organización se repartía desde la base. Y solo después de algunos años,
los “viejos” compañeros (que llamaban a los inmigrantes “los moros” y por esto aislaban a
los nuevos cuadros llamándoles “melenudos”, y eran en el inicio xenófobos, si no racistas)
101
También Magnaghi, desgraciadamente, en la intervención de un libro de dos señores que toman
principalmente de mis invenciones...Después de Metrópolis
102
con Mottura pusimos en pie un proyecto sobre “zonas”...
103
Como bien decía Eugenio Delpiano

34
se “recompusieron subjetivamente”, resubjetivándose. La organización partía de la base
para movilizarse por pequeñas cosas, sí, pero luego para crecer cualitativamente había
necesidad de alguna otra cosa. No bien cualquier movilización arrancaba, aún sobre
cuestiones mínimas, comenzaba a asomarse la cuestión de los militantes, tal vez militantes
nuevos, de nuevo tipo, algo embrionario en este sentido se presentaba siempre, se
descubría nuevamente allí. Había siempre que preguntarse si en la perspectiva histórica
había existido verdaderamente la espontaneidad en estado puro. Aún en este gran recambio
taylorista de la composición de clase que hacía entrar en el enorme establecimiento
semiautomático por ejemplo. Primero campesinos católicos vénetos y luego, siempre como
ejemplo, apulios, calabreses, etc . Se sentía que hasta desde sus orígenes históricos el
mundo de los trabajadores proletarizados y obrerizados en forma diversa había tenido que
hacerse siempre con fuerzas subjetivas anticapitalistas mas o menos organizadas, los
considerados “portadores de conciencia” o “formadores” de parte, con su propaganda, etc.
A pesar de todo. Y que entre otras cosas la experiencia del trabajo industrial clásico daba a
los inmigrantes de otros mundos llaves y recursos interpretativos para confrontarse con
predicaciones ideológico-políticas también viejas y antiguas descubriéndose ahora en otra
cosa...y recomponiendo algunas cosas, tal vez expost. Así que la clase y los mismos
proletarios obrerizados y las fuerzas subjetivas anticapitalistas parecían por lo tanto haber
ido adelante juntos, a veces, incluso coincidiendo...Casi! Pero a veces precisamente no, etc.
Es una bella historia. Este es el punto!. Remarco también que este “segundo obrerismo
político”, en especial el de Clase Obrera, principalmente en su mas fuerte diferencia y
ambivalencia, no fue por nadie de la intelectualidad de la izquierda que apoyó a los Q.R. y
luego a Clase Obrera, advertido y mucho menos comprendido. Se dejaron claros, si no
otros, algunos grandes límites de la intelectualidad de la izquierda italiana, tanto de alma
humanista-historicista como científica...No comprendieron casi nada! Aparecieron los
aspectos mas deteriorados y en el fondo vetustos: tradicionales, cada uno en su vertiente.
Sostuvieron a los hombres que en el fondo entre nosotros tenían menos para decir y
repetían viejos solfeos. Esto es importante! El aspecto “cultural” y culturalista mas
tradicional. Y principalmente esto no está aún terminado, hoy aún se lo ve y no solo en las
conmemoraciones.
Solamente cuatro gatos en el obrerismo político consiguieron cooperar un poco y a
confrontarse experimentando e investigando alguna cosa de nuevo: en notable aislamiento;
si no n hubiese sido por muchos militantes, también militantes obreros de vieja y nueva
manera de erogación de capacidad de trabajo...cuestión también gruesa.
Los intelectuales se escandalizaban sobre la “ruda raza pagana”, exaltada por Tronti , sin
ver que a pesar de todo, en su “ingenuidad”, esta expresión tomaba una cierta dimensión
nihilista de los nuevos obreros unskilled “fordistas”, unilaterales y propensos al
hipercomsumo, al hedonismo y también a la destructividad 104que el patrón estratégico a
utilizado después, hasta hoy; y que por allí era necesario pasar para intentar poner en
marcha una salida del fetichismo del capital! Esto es lo que puede verse y reencontrarse
sobre todo en el gran y clarísimo slogan “mas dinero y menos trabajo”que resume la
esencia del obrero masa de la estación taylorista clásica.
Sin embargo para mi y algún otro, el gran nudo problemático estaba a este respecto, en
todo caso en la frase “la clase obrera como clase política”, la clase siempre
104
Jamás ecologistas, muchos mandaban a sus esposas a luchar en la acera por “mas dinero y menos trabajo”
y por mayor consumo, y éstas iban sin protestar demasiado...y tal vez iban a hacerse sus jugaditas periódicas a
S. Vincent

35
necesariamente estratégica, que siempre anticipa a los capitalistas, respecto a la cual el
partido (de aquella clase) bastaba que se encargase de la táctica, y se fuera! De allí pues el
partido como armamento ligero. Y laico ¿Con el PCI?. Pero por otra parte la masa obrera
no tomaba muy en serio a los pequeños partidos: usaba algunos para golpes que quedaban
circunscriptos! Entonces solo y principalmente por esto, algunos con Tronti propusieron a
la clase como estrategia y al viejo PC como táctica. Por otro lado, contra esto, los otros
decían si el partido nuevo, (conservando sin embargo antes la forma del viejo) debía
desarrollarse ¿No era inevitable que fuese primero un (viejo) pequeño partido? , ¿y no
decía Mao que el deber de la minoría (veterana) comunista /colectivista era convertirse en
mayoría? Y bla, bla, bla?
La estrategia de la clase obrera era vista tendencialmente, precisamente, como la “estrategia
del rechazo”: un asunto un poco oscuro que creaba también malos entendidos. Muchos no
advertían toda la importancia de la apropiación obrera de poder, del poder, ni en negativo,
ni en positivo, y la politicidad de esto. Entonces por parte de alguno se preguntaba: ¿por
qué , la clase en sentido marxiano, “dicotómica”, como una parte de dos en conflicto (aún
cuando no los singulares obreros reagrupados) , sería la clase obrera?, ¿y como?, y con que
consecuencias y perspectivas?, etc. En aquel momento histórico preciso y particular,
excepcional por combatividad y un poco también por antagonismo de masa, y no solo en
Italia, se dieron respuestas aún un poco distintas que se aplicaron en los años sucesivos,
desde el 67’ al primer 77’. Permaneció también el escepticismo , la perplejidad. A algunos
les parecía que ya la clase mas política fuese por el contrario, la capitalista. Pero según qué
significado de este adjetivo fundamental? ¿”política”? y en el fondo es por esto que el
obrerismo político cree poder ser o ir “mas allá de Lenin” . Pero repito que de Lenin hoy
los ex leninistas no hablan. ¡Es hasta ridículo!
Me parece que hacia el 63’ Tronti comenzaba a decir algo en la dirección del partido
como armamento ligero. De todos modos: “línea y organización”...Por lo tanto: se quería
salir del modelo de la época de 1910! Que tal vez fue mas típico de socialdemócratas y
estalinistas mas que de los bolcheviques, al menos por un aspecto decisivo: los cuadros
medios y también la base bolchevique no debía estar hecha de puros ejecutores estúpidos,
y al principio no lo fue!. Y esto hace una enorme diferencia con el taylorismo.
De cualquier manera, por un lado los viejos partidos se desinteresaban de la dimensión
asociativa de los proletarios socialcomunistas, también importantísima para desplazarlos
hacia otros lugares. Pero por otro lado ¿qué era esta línea?, como ya en toda la tradición
social –comunista obrera histórica, el partido renovado era siempre puesto como
“organización”, el gran instrumento, el gran medio: pero ¿para qué? Ya lo he dicho: para
el poder negativo y también positivo: pero ¿para qué el poder? Para aquello que el
movimiento subjetivo en su crecimiento querrá...Si se tiene presente la dimensión religiosa,
exoteriológica (dirá Cacciari), de la tradición socialcomunista, este silencio sobre los
grandes fines provocaba perplejidad, y gran frialdad, si no repulsión. Repito que muchos
subestimaron la cuestión del poder, de la conquista obrera de poder, que llegó a niveles
nunca antes imaginados, pero luego precisamente: puesto que solo salía de la base, se
estancó.. Lucha de la clase obrera por el comunismo...Por la revolución comunista Bum!
Esto es? de nuevo, la revolución comunista que mientras tanto espera arrancarle el poder a
los patrones que no pueden evitarlo a condición de hacer precipitar en una crisis radical al
capitalismo, , y poder para cambiar el curso de la historia...No los obreros como grupo
social, sino la “clase obrera”en su movimiento de lucha que tomaba poder era la estrategia!

36
No una subjetividad cualquiera, sino “subjetividad obrera”, aún con el doble carácter del
valor de uso de una mercancía. La lucha de la clase obrera creciendo abría, paso a paso,
puestos sobre la mesa , los objetivos! Desgraciadamente el después obrero no ha existido
nunca!. Como intentan mostrar los cientistas que dicen que la naturaleza es evolutiva,
mientras solo la humanidad es revolucionaria (revolutiva) y atravesada por continuas
revoluciones, y precisan que la revolución no es cuestión de materia, de contenidos
materiales, sino cuestión de forma! Pero en el plano de la forma de la sociedad capitalista a
“destruir”, se podía presumir que dada la forma del sistema y de su enorme negatividad y
mal vivir, varios de estos fines, sobre todo en el arranque, habrían sido bastante precedibles
y predecibles! Pero la cuestión del poder era la condición para realizar cualquier objetivo.
Ciertos fines “iniciales”habrían sido, quizás, una rectificación importante de objetivos
intermedios, móviles, transitorios y temporalmente finales, pero ¿incluso haber rectificado
los (discutidos...) presupuestos del comunismo histórico-religioso, después del desastre del
“socialismo real”, o sea del estalinismo?¿ y de sus objetivos? Ciertamente, tal vez este
fue su lado táctico, el riesgo al aislamiento, una suerte de política de alianzas...no solo
para la propiedad formal y no solo por la propiedad de los medios, no tanto por la
planificación central estatal y la propiedad privada de estado, no por el aparato burocrático,
etc. De todos modos los objetivos quedaban implícitos. El justo rechazo a “prefigurar” la
civilización futura comportado el rechazo a proponer los objetivos estratégicos explícitos.
La clase estratégica se movía en el crecer de la estrategia del rechazo. Que, repito aún, no
era tanto rechazo de objetivos y de fines, sino de hacer mientras tanto crecer poder en vista
de su realización. Pero además, antes que nada, rechazo a ofrecer al patrón grandes
reivindicaciones entendibles en sentidos diversos, con la cuales éste pudiese ajustar sus
respuestas como pura reproducción del radio medio según su sistema! Al contrario, las
luchas , las movilizaciones en luchas abiertas partían siempre de objetivos, aún negativos
(contra esto, contra aquello), de niveles bajos de la realidad. “El mejoramiento”, “la
innovación” es algo que por su naturaleza se le imponía al patrón, que generalmente era
quién introducía el cambio: el patrón atrasado, obligado, el mas avanzado, mas
dispuesto...Dentro de ciertos niveles y ciertas compatibilidades. Y este era el sentido de
“primero la clase obrera”...En el sentido que ésta se movilizaba primero y el patrón llegaba
después, delante de la fuerza debía introducir transformaciones que partiendo de la base
podían lograrse. Tal vez, y que en segundo momento le servían mas a él . ¿Es la cuestión
del huevo o la gallina?; pero mientras desplazar el acento sobre este “primero”!. Este era la
vertiente en la cual mas claro estaba el recurso a la ciencia y a la cientificidad y a la crítica
de las ideologías.
Pero había transformaciones internas al movimiento que la misma clase, o mejor el
proletariado, por crecer aún contra sí misma “debía” realizar “autónomamente”, en
especial transformaciones subjetivas, de subjetividad incluso colectiva, que en parte en el
movimiento de las luchas ya sucedían!
Resubjetivaciones. Del todo espontáneos? Endógenas?. Ciertamente, se remarcaba el
alcance formativo del crecer del movimiento de lucha mismo, y aquí tanto el uso de la
ciencia como la crítica de las ideologías, en mi opinión, podía y debía combinarse con la
ideología/religión: especialmente para movilizar, para tener la fuerza: no solo la fuerza-
invención, sino la fuerza-transformación!. Estaba esta ambigüedad escabrosa, difícil de no
precipitarse en el filo de la navaja sobre la cual estaba obligada a caminar. En mi parecer
no se hacía política en aquella (y esta) sociedad referidas a sujetos de masa como la
mítica clase obrera, sin un cierto uso (¿laico?) de la dimensión ideológica / religiosa.! Pero

37
ya el partido renovado debía ser ligero y laico; mucho mas para nosotros que no éramos
partido! Por lo tanto, solo el instrumento.
Pero entonces ¿Qué era la línea?. Hacia el 60’ decíamos en Turín: la línea es el método. En
el 63/64’ el contexto ya era distinto. Sin embargo, la línea era la continua reelaboración
contra-funcional de esta postura!. Ninguna explicitación de grandes fines, rechazo
(nietzscheano) de los valores como tales: de cualquier cosa que se pusiese solo como
“valor”y, en resumen, prevalecía de los deseos sobre las necesidades: en todo caso deseos
radicales (decía yo). A pesar de esto yo pensaba que con este laicisismo un poco se
exageraba: ¿ Así se podía proceder hacia la desmercantilización de la capacidad-humana-
viviente? ¿Hacia la liberación tal vez de la ganancia? ¿Hacia la salida del laberinto
capitalista?, o por lo menos, ¿indicar ciertos recursos o potencias hacia otro sentido? No
solo muchos lo tomaban como oportunismo, sino, precisamente el rechazo de hablar
explícitamente de fines, ni siquiera en negativo, que al menos se pusieran como confines,
delimitaciones, antes que nada de método; pero también el rechazo a ofrecer grandes líneas
de ciertos nudos de contenido, ; después a creado grandes equívocos, desviaciones y
auttoreferencias enloquecidas. Además, en mi opinión, se necesitaba combinar, la
dimensión laica de una organización eficaz y eficiente, ya a su manera científica, con
una nueva dirección ideológico-religiosa inmanente, abierta y plural, para ubicar en
alguna parte, como era el asociacionismo, como hacía la iglesia: algún renovado y plural
“sol del porvenir” libremente móvil. Pero teniendo conciencia y también distancia: en el
sentido que religión quiere decir también impostura!. Cinismo...Pero un sol para no
colocar en horizontes lejanos, como hacía el PCI de la duplicidad, siempre en los
prolegómenos de las preliminares de la lucha por el socialismo, en el que luego no estaba
nunca el comunismo...
Al menos se estaba de acuerdo sobre la actualidad del comunismo; “comunismo
inmediato”!. Sin decir que era ni pensarlo! Cuestiones muy escabrosas!. En los últimos
años 50’ se litigaba porque Lenin un día había dicho que decir la verdad era comunista, otro
día, mas adelante, que ser comunista es no decirla, sino poseerla, intentarla., Lo que
significa que mientras tanto, hay sin embargo una idea de verdad...Remarco, finalmente que
resolutivo no significa progresivo, y se necesita establecer estos criterios...Pero pueden
existir también revoluciones regresivas.
Otra cosa que fue dicha por los modernos hedonistas verbales es que en aquellas
circunstancias también nos divertíamos, y mucho: creo que luego ninguno de nosotros, al
menos en esta edad del hedonismo coactivo, ha tenido la diversión, momentos de goce y el
juego colectivo que tuvimos entonces. Había gran libertad para experimentar, inventar,
circulaba fantasía. Después sin embargo...
Finalmente repito una precisión. Yo no he retomado mi interés por la subjetividad de
Montaldi: sin embargo ambos la habíamos inducido de un contexto común. Pero con una
notable diferencia entre nosotros. Mientras mi amigo y compañero apuntó sobre todo sobre
personajes desde el principio atípicos, y precisamente por su atipicidad, distintos y
excepcionales, yo en los 50/70’ me ocupé sobre todo de aquello que era mas “típico”,
común de la subjetividad proletaria, y desde allí dentro de la subjetividad y re-
subjetivación obrera, tanto individual , o al menos singular como colectiva; y su devenir
histórico, al menos en Italia; del pasaje de la vieja figura del obrero profesional, derivada
de los artesanos en la fábrica a la nueva del obrero masa: frecuentemente ex campesinos
inmigrados desde nuestro Mezzogiorno y jóvenes escolarizados. Así como ahora intento
tomar algo de la actual subjetividad hiper-proletaria. En particular he explorado un poco

38
su abigarrado subjetivo antagonismo, cuando este, en verdad ha existido entre
espontaneidad y relación aún indirecta con fuerzas subjetivas. Y en cierto momentos
históricos y sobre todo en aquellos años bastante extraordinarios. Allí adentro he intentado
también ver algo de la subjetividad militante y en especial del antagonismo subjetivo de
ciertos militantes105, confrontándolos también, por ejemplo, con aquella de ciertos activistas
de partido, etc, etc. Y he colocado al proletario por encima del obrero! El obrero como
forma histórica, transitoria, tal vez hoy pasada, de la proletaridad.
Pero esto lo he hecho mas bien solo. Casi nadie en el ámbito “obrerista de la subjetividad
obrera quiso nunca saber demasiado; y no me parece jamás haberlo debatido con alguno.
Solo alguna charla con amigos. No obstante, no me parece que mis hipótesis sobre este
nudo fueran por esto desprovistas o lagunosas, como quizás algún extranjero puede haber
imaginado. Entonces?. Ciertamente he podido hacer poco, y no he jamás publicado nada
de lo mucho que he escrito.
En el 65’ hice mía explorativamenbte también la hipótesis, sobre todo “romana” del
“partido de fábrica”, que para una parte de los romanos quería decir : el PCI en la fábrica,
y entonces , aún después de mi “retiro” al principio del 66’ hice por algunos años
investigaciones, principalmente sobre la diferencia entre militantes y activistas de partido
en la fábrica (sin embargo también sobre las residuales potencialidades de las células y
secciones de zona). Este nudo como punto de encuentro y desencuentro entre obreros y
partidos históricos de la izquierda, en especial el PCI. Distribuíamos (en el 65’?) en las
fábricas de Turín un volante que nos envió Romani (Accornero) contra el proyecto
amendoliano de liquidación del PCI para transformarse en un partido “laborista”...En los
primeros años 60’, a pesar de todo, no fui mucho en contra del PCI, sino contra ciertos
grandes y fuertes sectores; y mucho menos contra el sindicato como tal. No creía que si
hubiera sido desintegrado el PCI y el sindicato, los pequeños partidos en perenne
competencia habrían sido el nuevo partido y todo hubiera ido mucho mas adelante.
Por el contrario pensaba que la crítica al PCI debía ser llevada mucho mas a fondo, a las
raíces.
Como ya he dicho, los obreristas políticos picistas romanos, desalentados por las escasas
repercusiones en el PCI abandonaron la aventura de Clase Obrera precisamente en la
vigilia de las mas grandes luchas obreras de nuestra historia nacional. Había desilusión
acerca de la clase obrera como tal. Descubrimiento de sus persistentes límites, mas que
desencanto. Aún una ulterior intensificación de las luchas por algún otro año no podría
desviar al PCI en el sentido soñado.
Luchas obrera (de la clase obrera?...) que ni siquiera los movimientistas hicieron la
hipótesis que serían las últimas aquí en Europa. Yo, si bien Clase Obrera comenzaba a
alejarse de la clase obrera en el 65’, permanecí allí en el mensual aún un añito, también
por una cierta curiosidad mía de la “lucha de partido” de la cual no había tenido nunca una
significativa experiencia directa (pero no me afilié al PCI) . El “obrerismo político” de
Tronti, frente a la amenaza de grupismo perpetuo, de minoritarismo, prefirió afiliarse, pero
retornó a un viejo modelo y se concentró en el trabajo al interior del PCI 106 ¿Nuevo
105
En relación a esto las biografías de militantes publicadas por Montaldi me han servido. Pero también las
confeccionadas por otros y por mi mismo. Como diarios, films, etc: algunos estudios de especialistas como
Giovannino Levi. Entre otros, no por casualidad en Turín, ha hecho mucho la Passerini, con un recorte muy
distinto al mío. Y algún extranjero de paso
106
Yo permanecí afuera, pero suelto; pero no ignoraba la cuestión del partido histórico: que muy en retardo,
con Berlingher se moverá, mal hacia los obreros cuando ya estaban derrotados.

39
entrismo? Fue dentro y contra el grupo dirigente de centro-derecha del PCI, pero me
parecía con poca capacidad de proyección general, etc. Con poca elaboración e invención
“política”. Por un par de años, 65/66’. También con poco éxito. Tal vez el obrerismo
político había nacido muerto: la clase, nuestro ascensor, tenía un recorrido demasiado
breve, y tal vez tendía a ir mas bien hacia otro lado. Por lo tanto Tronti ha sido el verdadero
obrerista político: ha pensado la política, el partido, el estado solo en relación a aquellas
dos primeras obreridades. , ya terminadas...
Retomando la historia mas allá de los años de mi participación directa, y volviendo
nuevamente hacia atrás, en mi parecer no es del todo verdad que el obrerismo mas conocido
de los sucesivos grupitos extraparlamentarios y pequeños partidos en competencia
recíproca, en especial en los años 70’ fue otra cosa distinta del obrerismo de Tronti! Por el
contrario, a éste se lo mal interpretó, pero de a su manera los inspiró, osciló entre los dos
modelos mencionados: frecuentemente mediándolos (como ha hecho también el “sindicato
político”, por ejemplo de Carmiti, incluida la FIM, de la cual fueron soporte toda una
constelación de grupos obreristas). Sucede sin embargo que aquellos que siguieron el
obrerismo político luego en los años post-68’ se consideraron a sí mismos, cada uno contra
los otros , el nuevo partido! Para algunos de los pequeños partidos de los 60/70’
(especialmente Poder Obrero y Lucha continua y luego mucho mas Autonomía) la
diferencia con el precedente obrerismo trontiano y en particular con el del 62’-64’ (y la
coexistencia de movimientistas con entristas) fue sobre todo ésta! Aberrante: el nuevo
partido “de la clase” ya existía, eran ellos!
El PCI se desplazará con un retardo de por lo menos diez años: y será la voltereta obrerista
de Berlingher. Luego para ellos vino, en vista de ola derrota obrera, la interesante
“autonomía de lo político”. Quiero precisar que yo he visto en los aparentes virajes de
Tronti la notable continuidad y coherencia de un diseño ya visible desde el 62’ y aún antes
y7 que llega hasta hoy. Formar un nuevo grupo dirigente con referencia en el PCI para
desembarcar...nuevo por métodos, objetivos y conocimientos (y competencias) con la
fuerza de movimiento de la clase obrera, estudiada, comprendida, etc. La aurtonomía de la
política de Tronti no debía ser autonomía de la clase obrera, sino una nueva relación entre
partido, ya no se de masas, sino ligero (y la diferencia es gruesa!) y la clase obrera, tal vez
con una nueva composición. Pero esta línea se extendió en seguida en el PCI, después de
las elecciones del 75’ con los nuevos jóvenes administradores, como autonomía de los
obreros! No solo del viejo obrerismo populista. Fue retomada como línea para los partidos
de gobierno (en el tiempo de Craxi) y devino autorreferencia de la política, aún para la
oposición. Hasta en Tangentópolis. Y de las bandas transversales que explotaban los
partidos anidados en su interior por un mar de particularismos especulativos. Sin embargo
gran parte del pueblo itálico admiraba y envidiaba a este partido poniéndolo como modelo,
todavía hoy...y mas allá. Para mi la experiencia del obrerismo “político” pareció pronto
fracasar, y repito que en Turín se sintió también rápidamente el aire a derrota y el fin de la
ola de luchas de aquellos obreros, en aquella articulación verdaderamente transitoria. En el
inicio del 66’, sobre aquello di vuelta la página.
Por cierto, me lamento aún una vez mas: de esta clase que incluso ahora a veces se niega a
sí misma, a pesar de aperturas teóricas ( como por ejemplo sobre la valoración del
voluntarismo en Gramsci y la cuestión de los bolcheviques que incluso hicieron la
revolución aún contra El capital de Marx), no se quiere abrir una discusión y una
exploración sobre la subjetividad, sobre como estaba hecha, compuesta: repito también:
subjetividad no “necesariamente” antagonista. Pero desde el 65’ se reabrió una

40
diferenciación entre nosotros. Algunos movimientistas muy rígidos se fueron en el 65’.
Yo, como ya he dicho y repetido antes, a pesar de todo permanecí por un tiempo mas, pero
por razones ya distintas y menores que las del 64’, y me fui en la primavera del 66’. Para
siempre. En el 66’ el experimento del “obrerismo político” estaba ya concluido y en cierta
manera , repito como opinión y balance, mas bien fracasado en el cumplimiento de sus
“objetivos político-institucionales”, por los cuales, también nosotros por un tiempo nos
sentimos atraídos y contenidos.
Remarco, fue sin embargo, y es, para aquella clase obrera una derrota de todos modos solo
en parte, principalmente porque, como siempre he experimentado, y ya entonces sabía, la
clase obrera no había sido para mi precisamente muy bella!107. solo algunas minorías
llegaron a sentirse y sostenerse en la lucha contra el capitalismo, Había, de todos modos
dos núcleos no pequeños, de vertientes formidables, un poco en todas las generaciones; tal
vez al menos en ciertos mo0mentos:, donde una subjetividad obrera alternativa, y por lo
tanto antagonista, combativa, se la encontraba verdaderamente.. La parte expropiada del
artesano disminuido había desarrollado una subjetividad verdaderamente autónoma y aún
alternativa, y

no habría vuelto a unirse a la burguesa en la primera ocasión. Sus fragmentos están


incluso en movimiento y circulación incluso hoy. Esto hoy puede reconsiderarse en los
estudios de los historiadores. ¿En el fondo , en este país que otra cosa mejor del último
siglo pasado hay para estudiar?. Pero se intentaba para la gran masa de los “mas dinero y
menos trabajo” y casi para ningún otro. Ningún ascetismo, dijo Gehlen...Derrota solo en
parte, en el sentido que ellos han conseguido un cierto ingreso en la sociedad afluyente de
masas y en el consumismo de masas, también “cultural”tal vez, y un poco sus hijos lo
conservan aún: ¿Y esto parece bastarles?
La gran oleada a cierta altura comenzó a refluir y algunas condiciones después a empeorar,
pero no otras. A pesar de todo “no derrota” porque otras grandes reivindicaciones, cada una
incluso implícitas, han pasado y perduran, o son venidas a menos produciendo nuevos
momentos de ambivalencia; han construido un nuevo terreno sobre el cual nos encontramos
ahora nosotros, en el cual (tal vez) se reproduce en términos nuevos una nueva
ambivalencia! Por adentro de aquel fetichismo renovado. Al menos ambivalencia potencial:
en el sentido que a veces la cara positiva para nosotros, en ciertos aspectos debe ser
nuevamente construida, impuesta pero a partir de cada realidad de la nueva situación del
capitalismo. De las cuatro grandes conflictividades que habla Mádera, la de los obreros
contra el capital en el 900’ no ha sido por cierto la mas fuerte. Entonces, si es verdad que a
caballo entre los 50’ y los 60’habíamos encontrado una gran fuerza social explosiva, sin
embargo después no se mostró tan disponible, ni siquiera cuando entró en una gran lucha
de masas. El hecho es que esta se recompuso sobre sus grandes fines: mas dinero y menos
trabajo, y además una distinta organización del trabajo. Estos objetivos los obreros los
consiguieron bastante. Solo algunas mas o menos amplias vanguardias y, seguido de todo
un “trabajo político” se mostraron disponibles para otra cosa! Los obreros e incluso la clase
obrera, además del proletariado, eran un sistema complejo, muy diferenciado en su interior:
Las grandes reformas llegaron de todos modos muy tarde, después que los movimientos
107
Me acuerdo a las cuatro de la mañana en una oscura y gélida noche invernal del 63’, en un piquete del SPA
de Stura, en una huelga verdaderamente fallida...O cuando debían venir los obreros de la O.M. de Brescia a
piquetear Mirafiori...lo digo en referencia a un libro de Rómolo Gobbi.

41
que las habían reivindicado estaban ya desapareciendo. No es tan verídico que hayan sido
las reformas las que derrotaron las luchas: por el contrario el despegue muy retardado de
las reformas les facilitó la funcionalización en mera modernización capitalista, graduada en
el tiempo y circunscripta. He escrito mucho en el campo sobre esto. También sobre las
mujeres. Donde algo ha estado y está continuando aún, no en todas partes ha muerto.
Además yo no he contrapuesto nunca a rajatabla reforma y revolución.
Estas consideraciones sobre una experiencia pasada ya están particularmente consignadas
para los historiadores. Pero en aquellos años de grandes movimientos la historia resultaba
de interacciones imprevistas, para ciertos aspectos no había ninguna proyectualidad. La
obreridad era en aquellos años muy diferenciada y heterogénea. ¿Qué tenía en común? El
aspecto central era la entrada de millones de campesinos y de hijos escolarizados de
campesinos en la gran industria taylorizada! Que no quiere decir grandes establecimientos o
grandes galpones . El “obrero masa”. ¿Quién a utilizado por primera vez esta expresión en
Italia? . Pero solo en apariencia, algunos de nosotros decíamos, 0 mas 0 es igual a en un
grupo homogéneo porque esta vacío. Detrás del concepto había otras cosas muy distintas!
La obreridad no eran los obreros ocupados en su puesto de trabajo y menos aún la mera
manualidad. Precisamente el hecho de que en mi concepción de la obreridad no había
ningún vínculo con lo “muscular” o con lo “tangible”, conllevó en los primeros años 70’,
la exploración de la hipótesis del “obrero social”. Tanto es así que ahora pregunto: ¿Tiene
algún sentido hoy proponer una nueva obreridad?. Lo pregunto de verdad! Como sea va
incluida la nuevas forma de proletariedad.
Quiero remarcar de nuevo que ya en los primeros años 70’, pongamos en el 73’, primero
con la cuestión del proletariado intelectual y luego con el hiperproletariado, yo he
comenzado a poner la clase hiperproletaria por encima del proletariado.! Esta fue una
indicación importante que contribuyó al otoño del 77’ en Bolonia108.
Por lo tanto, como decía, para mi y algún otro, en el encuentro con Tronti y “su” grupo
romano había parecido reabrirse la investigación colectiva en la perspectiva estratégica del
trabajador que puede negarse a sí mismo y no raramente lo hace efectivamente, y sobre su
subjetividad y su historia. Su otra cara de este doble carácter. Potenciando, tal vez con la
teoría o la doctrina, un camino de descubrimiento y de invención que a partir de los
segundos años 50’, nosotros, en el norte, habíamos empezado solos, y en cambio, con
“fuerzas antisistema” mas adelante. Pero desviándonos incluso no poco hacia carriles mas
bien ya muertos. Esta ambigüedad obrerista entre otras cosa legitimó mi coinvestigación
personal sobre momentos de “rechazo del trabajo”, en el 75’(cuando mi investigación
aislada comenzó a relevar y en cambio hacer conocer la fuga principalmente de muchos
militantes de los establecimientos y del trabajo obrero dependiente). En efecto, repito aún,
entre el 70’-71’ siempre anticipando, no solo en la lectura de la clase, y su movimiento,
sino también respecto al estado mismo de la clase, había visto el fin de la centralidad
obrera, y las grandes industrias verticalmente integradas de la segunda fase del capitalismo
industrial, aquella de la producción fordista/ taylorista clásica y típicamente rígida, de los
bienes tangibles y en especial suntuarios. He esbozado un poco la situación nueva que
otros comenzaron a ver solo desde el 77’ o solo en los años 80’
Hoy muchos ven el mayor valor del obrerismo político de los primeros años 60’ en el
análisis socio-económico del considerado neo-capitalismo, y el mayor límite en la
incapacidad de elaborar una propuesta política ( y por lo demás post-estatal y post-partido

108
Y sobre algunas cosas que hacía y decía Bifo estaba de acuerdo (mucho menos después)

42
ochosentesco) a la altura de serte análisis. De acuerdo. Si Lenin había tomado como modelo
el banco o la empresa en el inicio del taylorismo clásico, quién se reconocía en Lenin el
los años 60’ continuaba defendiendo aquel modelo ya envejecido, y hoy no sabe defender a
la empresa hiperindustrial e hipermoderna. Figurarse, anticipar, etc. Entre otras cosas quien
hoy insiste sobre este límite de propuesta política, luego, a su vez, y como siempre, no sabe
proponer casi nada. Pero repito que a su vez un gran límite a sido aquel especie de
“organizativismo”, por el cual el leninismo, por ejemplo ha sido visto casi solo como
cuestión de organización , sin ver el proceso de reelaboración de los fines con el crecer de
los movimientos y las reivindicaciones, o al menos de las necesidades y deseos: los grandes
medios sin los grandes objetivos!. Laicisidad?. Espontaneísmo? Quién quiere el partido
laico coloca el acento sobre la potencia de la organización eficiente: Sino los ataques al
partido religión proponiendo un sistema de fines, arrancando como primer programa del
renovado comunismo ¿Para que te sirve? ¿Para el sincretismo de quien se mueve, o de
quién se mueve contra, o de quién se mueve en un ramo de grandes objetivos?

Otro, menor

Para la crónica, Toni Negri se asomó a Turín en el 62/63’ cuando el primer grupo de esta
ciudad se había ya disuelto y no había nacido otro. Sin embargo entre los turineses y Toni
no hubo nunca una buena relación, ni siquiera después, en los tiempos de Poder Obrero e
incluso de Autonomía Obrera. De los cuales no formé parte aunque discutiese con varios de
aquellos compañeros. En el fondo en los 60’ he sido el “turinés” menos hostil a Toni. Pero
yo siempre he hecho la distinción entre el Negri dirigente político práctico y el Negri
pensador teórico de lo político, y sobre todo de la política, y he estimado mucho y estimo
mucho todavía al segundo, pero no al primero: así he sido y soy quizás también negriano,
también un alumno de Negri, el la teoría de alto nivel. Apreciaciones con las cuales él no
ha estado y no estará también hoy de acuerdo. En efecto, esta distinción Toni no la puede
aceptar porque desde su punto de vista, obviamente no puede darse esta contraposición
entre teoría y práctica política cotidiana, que niega la praxis: ni siquiera como táctica y
estrategia. Además yo nunca che apreciado mucho su interés (¿táctico?) por un cierto
recorte tradicional itálico del considerado “discurso cultural” que ellos llevaban adelante
discutiendo en especial con Asor Rosa. Casi todos los intelectuales( mas bien tradicionales)
que giraron entorno a las dos revistas veían siempre, sobre todo en Asor Rosa, Negri y
Cacciari, y distintamente a Tronti, a grandes intelectuales que desde su recorte humanístico
y tradicionalmente filosófico (según aquellos merodeadores, tal vez crocianos) tenían sobre
todo, en nuestras revistas, un nivel alto de calidad: frente a nosotros, incultos de la encuesta
participativa, etc, toscos e ignorantes (“los bárbaros” nos apostrofó un día el mismo Asor
Rosa) Pero en una cierta intelectualidad mas vanguardista que ellos fue que advertí (y
sabía) que incluso en el discurso “cultural” entendido como un recurso menos viejo y
tradicional estos “humanistas” tenían bien poco para enseñarnos! Esta es una cuestión muy

43
importante! ¿Qué concepción de la cultura humanista tenían algunos de los mas
apreciados intelectuales de los Cuadernos Rojos e incluso de Clase Obrera? Excepto el
Tronti de entonces, y tal vez el Cacciari de entonces que a niveles bastante alo tos (pero
solo allí) me parecen haber sostenido cosas importantes, y a veces Toni. ¿Sabrían aportar
verdaderamente algo importante a nosotros en la investigación científico-política sobre las
fábricas y la sociedad-fábrica y de la política intrínseca a ella? Todo sumado.¿ No nos
retrotrajo, desviándonos de nuestro recorrido encauzado en el 60’?, que al menos en el
plano de la conciencia ¿Nos habría llevado un poco mas lejos y con muchos menos
equívocos?
Como sea, Toni no ha soportado jamás, en los distintos momentos y tiempos, las críticas
turinesas a su práctica. Rápidamente comenzó a tener gran antipatía por Turín y la misma
clase obrera turinesa de la cual sentía hablar; y antipatía por quien hacía política con los
obreros turineses: anticipando éstos por mucho a los otros. Odiaba Turín. Como si nosotros,
comprendidos ciertos turineses la amásemos...aquí el dentro y contra de Tronti, dentro y
contra de esta ciudad intolerable era practicado necesariamente. Ya en el 63’-64’ también
otros venecianos que me invitaban a sus lugares, no creían lo que les contaba y no creían
demasiado acerca de la lucha obrera y tal vez de clase en la FIAT y en Turín, al menos
hasta que también en Marghera estalló finalmente la huelga en el Petroquímico. Hoy la
antipatía de Toni por el noroeste se ha transformado en odio, aún retrospectivo, con
externaciones hasta ridículas.109 Había retomado de mi, la previsión del próximo “salto
tecnológico”, de esto hablaba; perro cuando llegó el se quedaba en el Parque Lombardo
para expropiar algunas fiambrerías, así que cuando aquello sucedió ni siquiera se dio
cuenta. A pesar de todo sus mejores trabajos de correcto recorte han sido sus trabajos de
Contropiano, del discurso schumpetteriano sobre la crisis...De todos modos, entre otras
cosas, para hablar del Negri menos conocido, creo que La fábrica del sujeto y Fin de
siglo, que son dos libros que Negri escribió a inicios de los 80’(cuando estaba en la cárcel),
son importantes: Como visión de la realidad eran ya en aquel momento, bastante errados,
fuera de juego, fuera de medida, tardías ( como por otra parte Las lecciones sobre Lenin);
pero eran ricos en intuiciones importantes110, aún para el futuro. La fábrica del sujeto, es un
título que viene de lejos, que habría sido bueno incluso una docena de años antes 111este
libro confirma, por lo demás, que mucho mas allá del productivismo y del tecno-
cientificismo desarrollista, y por ejemplo también mas allá de ciertas ideas gramscianas,
que se podía hacer uso de la presencia proletaria en la fábrica del patrón y contra él (y de la
clase contra sí misma); si bien, digo yo, a la larga habría sido el capitalista el mas
aventajado, en especial sin un ulterior relanzamiento de la lucha.
Este es también el sentido de “la clase que (a veces) precede al capital”, de lo cual algunos
hacían un dogma ridículo: ciertas luchas ganadas por los obreros, obligan al capitalista
colectivo a innovaciones, aún importantes, al desarrollo, en especial haciendo presión
sobre su parte mas atrasada. Así ha habido también una cierta subjetivación, o re-
subjetivación y recomposición de los distintos proletarios trabajadores...Por un cierto

109
Por otro lado ciertas jugaditas y otras cosas son posibles porque cinco de mis libros, de los cuales han
podido leer la redacción de algunas partes, han sido perdidos y también mi archivo, por lo cual, por un lado
me saqueaban, y por el otro tal vez me atacaban...
110
Como recuerdo también hace algunos años las “sustancia valor” permanece allí ignorada.
111
Habiendo sido yo por esto, por otra parte, absurdamente, ridículamente identificado como un “fabriquista”
por muchos cretinos.

44
tiempo. ¿Pero existe aún hoy el sujeto? ¿Hoy parece asomarse no solo ya una nueva
subjetividad, sino también algún nuevo sujeto?
La tradición ordinovista (que en Turín fue muy fuerte) hoy continúa un poco, sobre todo
con algunos reformadores tal vez ligados o dentro de las centrales residuales: permanece
desgraciadamente la idea de las jerarquía de las competencias, jerarquía formal., además de
encuadramiento, que se convierte también en la imaginación de ciertos “marxistas” en
jerarquía de la capacidad revolucionaria, , jerarquía de las competencias que se vuelca para
éstos en aquella. El discurso del General Intellect se basa en pensar que cuando mas fuerte
se es en especialización (técnico-científica) mas se es constructor del comunismo (en el
viejo significado). También las redes , las nuevas tecnologías y capacidades son
entendidas y vistas así . La composición técnica es siempre leída como composición
política. Se trata de una idiotez, la misma que ha caracterizado a la tradición
socialcomunista, en especial en los tiempos del estalinismo. En esta y en su
tecnocientificísmo y productivismo la estructura del partido calcaba la estructura de la
capacidad técnico-científica o hasta comando de la producción y viceversa; por o tanto
quien era jefe en la producción era jefe en la célula, mientras que por lo demás debería ser
frecuentemente lo contrario. Se le oponían solo los anarquistas...Pero en la Revolución
Cultural china, al menos en apariencia, había sido un poco lo opuesto: quien tenía menos
especialización y sobre todo menos poder empresarial excluía a aquellos que poseían mas.
Esto fue un escándalo también para nuestros intelectuales democráticos: por ejemplo se
vieron algunos films ejemplares y de gran éxito y prestigio los cuales algunos años después
denunciaron aquel escándalo! Tenían un punto de vista “burgués” 112, si, pero la concepción
socialcomunista/colectivista y la izquierda democrática ha casi siempre coincidido con
ésta! Excepción, el objetivo de Mao en la Revolución Cultural era el de la sustitución de
una jerarquía basada solo sobre la competencia del trabajo capitalista por una jerarquía
política basada en la escolaridad diferente, muy suya, también en la organización del
trabajo, en los aparatos: disparar contra el partido!...Que hoy se extingue por sí mismo. Se
trataba siempre del deber elegir entre dos violencias113 , de ir así contra un enemigo
“externo” a nosotros. Desgraciadamente las competencias son mas o menos para todos!
Por lo demás , el ejemplo histórico mas importante había sido para nosotros el que
pertenecía a la aristocracia obrera del 900’, frecuentemente idealizada, angelizada...Pero la
misma individuación de obreros (entendidos en sentido latos de tecno-proletario) y así
militantes al menos potenciales colocados en puntos estratégicos de la red de acumulación
y producción del capital para combatirlo, no es y no ha sido lo mismo que la tecnólatra
jerarquía política por competencias técnicas: el pensar que la capacidad tecno-científica
pueda volcarse fácilmente en una conciencia antagonista! Para tomar un ejemplo los
barones de los policlínicos y los politécnicos...Es idiota! Ni siquiera el patrón capitalista
reacciona así. Tal vez los tecnócratas de izquierda, aquellos que sueñan con la escuela
media y la universidad privadas “confindustrial”...Pero ya antes de la Primera Guerra
Mundial para los mismos proto-sopcialistas también de Turín, la formación de los

112
Como en El último emperador de Bertolucci o Linternas rojas, el escándalo es que se le corta el
comando a quien está mas formado! : En la última película de este director (que parte también en ella de una
visión burguesa) se narra con horror la experiencia de un enfermero, muy poco especializado, que dirige un
hospital en lugar de quién debería estar, o sea el médico, y esto lleva al desastre, tiene un alto costo también
en términos de vidas humanas...
113
Todo esto tiene poco que ver con los filo-chinos italianos, que se referían a cuando Mao estaba mas
cercano a Stalin y a Stalin mismo.

45
militantes no era invertida para adquirir mayor competencia tecno-científica para el trabajo
específico; sino que se usaba esta formación militante para negar el trabajo mismo, para
“negar” la misma condición proletaria. La misma clase. En sustancia para “negarse” a sí
misma. De este modo se formaba, por lo tanto una nueva subjetividad, , aún antagonista.
Gramsci ya en el 17/18’ se colocaba en esta dimensión: la formación era como militante, no
para enseñar nociones para la productividad (como en cambio hacía el Mutuo Socorro) .
Luego de aquí se retrocede. No obstante entre los años 60/70’ no pocos obreros llegaron a
negarse concientemente a sí mismos, a la misma clase obrera, y con varios éxitos. Por lo
tanto el nudo era formar militantes comunistas no en la técnica o la ciencia, sino en la
lucha, en una organización alternativa, quizás por objetivos alternativos. ¿Pero estos
objetivos? Y por otra parte, ¿Existe quién como yo desde hace decenios busca aún
experimentar un uso crítico, alternativo de la ciencia, cambiando algo de los contenidos y
sobre todo de los métodos corrientes? ¿Tiempo perdido?.
Entre otras cosas, la considerada “composición de clase” de la cual me ocupé de mala
gana por algunos meses en el 65/66’ en Clase Obrera, era en verdad la articulación técnica
de la fuerza de trabajo, del capital variable: en la división técnica del trabajo específico. Es
significativo que sea de esta ruina de las que hablaba aún Negri hace algunos años; y espero
que hoy la haya eliminado: es relativamente estática (se mueve solo casi con la innovación,
que se pone en movimiento en el surco de la acumulación capitalista, pero llevando
adelante la ambivalencia): se observa como es estructurada en aquel momento la jerarquía y
la división técnica del trabajo, de las capacidades y su reproducción: se busca construir
sobre ella la organización política. LO que nos interesaba en otros lugares era, en cambio la
re-composición política, que implicaba un proceso en acto, y era pues al menos dinámica;
reproponía la cuestión de la espontaneidad y los militantes, etc. ¿No ha existido nunca una
efectiva y plena espontaneidad desde los orígenes históricos?. ¿y no solo en Europa? Se
refería mucho a la contra-subjetividad: singular, o mas bien individual y colectiva. En este
sentido se puede explorar también hoy la re-composición, tal vez plural, por convergencias
paralelas; lo que no significa en absoluto homogeneización, igualación, indiferenciación,
quizás en el vacío, etc. (como quizás mientras tanto sucede para grandes mayorías...), pero
convergencia de antagonismos diferentes aún dentro del hiperproletariado global, al menos
potencial114 Posibilidad, oportunidad o no de reinventarla, porque no parece ahora que
aparezca demasiado en la conflictividad moderna. Pero tal vez logrando observar con lentes
nuevos...Y bien?
En fin repito, yo no he retomado la idea de colocar en el centro a la autonomía mas o menos
obrera y proletaria de R. Montaldi, o mas bien de Castoriadis (y del mismo Lenin); ahora
bien, tanto Tronti como Negri (y primero Panzieri) abrigaban un gran desprecio por este
pensador libertario , un poco loco, el cual decía hace ya cuarenta años algunas cosas que
Toni Negri dice solo ahora. Y que lo desprecie Tronti, comunista en sentido estricto y
clásico desde siempre, y desde siempre en el PCI, se comprende, ¿Pero Toni?: Me dijo que
aquel ya no le interesaba porque era “institucionalista”

114
Sabemos que no existe en forma precisa el mercado global único para quien ofrece su capacidad de
trabajo, que no existe la libre movilidad de la fuerza de trabajo desde el punto de vista de la oferta!

46
Otras dos palabras sobre la coinvestigación

En realidad la coinvestigación como yo la entendía no ha sido nunca desarrollada,


permanece en un limbo, pero la palabra ha sido y es aún sugestiva: ha permanecido hasta
hoy como una idea: La mía era distinta de la de Montaldi: a partir de los primeros años 60’
ha vuelto siempre, cada tanto con algún esbozo, ligadas a iniciativas individuales o locales
pero no vinculadas entre sí. En los últimos años sobre esta he hecho una reflexión ulterior:
el fruto de esto es Caminando para realizar un sueño en común (1994) que representa la
continuación de otro estudio mío, Para hacer coinvestigación (1993). En el pasado fue
hecha sobre todo una teoría de la puesta en marcha de la coinvestigación y una cierta puesta
en práctica del 60’ al 63’y luego del 64’ al 65’. Está esta palabra sugestiva que impacta en
la imaginación: cientistas sociales militantes que se ponen a hacer la investigación a la par
de aquellos que antes eran solo objeto de entrevista y basta; una vez terminada la entrevista
el entrevistado permanecía allí y no se sabía mas nada: Había después otra que era sobre
todo imaginada, de poca práctica, basada en el modelo de los asistentes sociales 115de gente
de formación no obrerista, profundamente anti-leninista y muy populistas: ellos querían
implicar solo a los entrevistados mas que en los fines, en los medios, especialmente en
vista a una publicación, opinando que la otra forma de investigación mencionada era una
expropiación.
En Turín estaban Ciafaloni y Fofi (repatriado, el segundo por Dolci y Scotellano) que se
inclinaban por este sentido populista, que hoy tiene algo de éxito, entre algunos
intelectuales, entre algunos cineastas. Para nosotros en cambio no tenía este recorte: estaba
hecha de toda otra manera y con otros sujetos. Había por lo tanto gente de corte asistencial
populista que sabiendo que investigaba sobre y con los obreros (y empleados) me agredía
proclamando que aquello que el pueblo da debe permanecer en el pueblo. También en
términos precisamente jurídicos.
La practicábamos también experimentalmente, paralelamente a la encuesta sociológica
sobre los obreros y los trabajadores ocupados en las fábricas nuevas y viejas, grandes y
pequeñas.
Esta última podía crecer solo como una mancha con las ulteriores provistas por los mismos
obreros y por algún militante del sindicato o partido y por lo tanto una primera implicación
de ellos. La coinvestigación no se basaba en absoluto sobre la calificación profesional,
sobre la calificación de los oficios, implicaba a los obreros (y empleados, técnicos y
operadores) en un trabajo sistemático de investigación, sobre todo en el arco de la
supervivencia, conflictividad y lucha, a la par con los intelectuales e investigadores
“externos” a aquel ámbito de trabajo dado, donde sin embargo un poco se “radicaba”, aún
si a veces se trataba de un tipo de trabajo externo al lugar de ocupación al comenzar sus
actividades autoreproductivas (en la casa p. ej.). Por lo tanto ya se anticipaba una
concepción del trabajar distinta del trabajo productivo, y mucho mas de la producción
manual, tangible. Esta relación e intercambio era recíprocamente también formativa.
Colocaba explícitamente hipótesis políticas sobre las luchas ligada a la teoría, puestas así a
115
Desde donde salieron Mónica Brunatto, Anna Chico, Graciela de Juvalta y otras (habían estado todas con
D. Dolci, muy desilusionadas), que vinieron inmediatamente conmigo adhiriendo a la coinvestigación como
la había esbozado yo!

47
prueba, de manera que aquel conocer movilizador transformaba al obrero también en un
peculiar militante (no solo ideológico...) y hacía crecer al militante y a veces a la lucha
hacia arriba, hasta que él mismo operaba como co-investigador dando un paso hacia atrás
para la entrada de otros, como nosotros, en este sentido, nos habíamos corrido para la
entrada de los jóvenes aprendices. Luego los militantes coinvestigadores se conectaban
entre sí (tal vez en la redacción de un folleto de fábrica u obrero, muchas veces
preexistente) en una cierta red, en aquel momento cara a cara o por teléfono...Pero era un
trabajo lento que requería mucho tiempo y radicación para crecer y también para
extenderse. En el fondo era solo una sistematización de un tradicional trabajo de
organización política de militantes, en el cual no se llevaba la conciencia solo como
ideología o religión, sino que se basaba sobre la conquista de una nueva conciencia desde
un punto de vista peculiar. Tenía de nuevo una cierta sistematicidad científica, y la realidad
en la cual y sobre la cual se indagaba y sobre la cual los mismos militantes, aún los viejos
tenían necesidad de conocer, y luego todavía mas los nuevos trabajadores. (tal vez
inmigrantes) frecuentemente desarraigados y desorientados por lo nuevo. En la
coinvestigación viejos militantes y trabajadores turineses se encontraban e intercambiaban
con los jóvenes obreros inmigrantes y tal vez nuevos luchadores pero sin tradiciones de
partido y ni siquiera experiencia sindical, etc. Esto se insertaba en la recomposición y en la
resubjetivación e iba adelante por sí solo, en la espontaneidad y en la organización
espontánea de la lucha. Que sin embargo por sí sola no bastaba. Sabíamos que parta saltar
mas allá había necesidad de un partido de nuevo tipo. Que no éramos nosotros. Partido que,
si hubiese estado (tal vez) podría haber también llevado a fondo la coinvestigación,
llevando la lucha hacia niveles mas altos...
Montaldi ha retomado la idea de la encuesta conducida y dirigida por los empleados de
Giudicci, pero la ha hecho en términos muy distintos tanto como la de él anteriores como
de la mía: sucesivamente no ha hecho mas nada similar. Cuando yo la realicé aquí en Turín
había un grupo que indagaba sobre el campo continuamente dividido en dos: había una
mitad (repito, compuesto de cuatro, cinco o seis personas) para el cual este discurso tenía
una perspectiva al menos expresado “grosso modo”. La otra parte, aquella que luego hizo
los Cuadernos Rojos ( entre ellos Panzieri) jamás aceptó la coinvestigación. Cuando en el
61’ nos reconciliamos con ellos la coinvestigación fue dejada aparte, en la apariencia de las
relaciones oficiales, escondida en el mejor de los casos detrás de relaciones normalmente
“periodísticas” con obreros (en lucha nueva) hasta el momento en el cual llegó la ruptura
definitiva. En Clase Obrera nunca hubo una coinvestigación con la sistematicidad que yo
quería. No tanto por una hostilidad, sino porque no había nadie que la llevase adelante mas
allá del primer paso. En el 66’, yo no milité mas, y he hecho algunas cositas por mi cuenta.
En el 71’ y en los años siguientes en la Universidad de Trento puedo decir que llevé
adelante una coinvestigación con estudiantes en Verona. Luego también con estudiantes y
graduados en Turín sobre todo en los años 70’. Por otra parte lo hacía, repito, no solo para
sobrevivir, también de la sociología científica y con metodologías cuantitativas, técnicas
estadísticas, etc.
Montaldi, el año que falleció, había encontrado a Ciafaloni, y juntos habían hecho un
proyecto de unas encuesta que nunca ha sido hecha. En este proyecto estaban otros
personajes como Pino Ferraris de Biella, ex perteneciente al PSIUP y algún otro. Repito,
de esto y de algunas cosas de Montaldi pueden tener algo en Cremona . Montaldi antes,
en las Autobiografías a la ligera, había encontrado su teoría. Aquello, como lo entendía, lo
había hecho ya Pavese para La luna y las hogueras, y había publicado, y había publicado

48
en su Presencia el esquema de entrevistas de Pavese a los Langoroli. Era la búsqueda de los
mitos y los ritos de la gente recolocándolos en el marco ce las clases sociales. Recordaba
también a De Martino. Cuando Montaldi hizo estas Autobiografías a la ligera los
sociólogos lo atacaron duramente, en particular Luciano Gallino, diciendo que no era
ciencia, no había generalización, sostenían que mas allá de ser extraño a la ciencia era hasta
negativo porque ésta tomaba individuos “distintos”. Algo similar le habían dicho por
Milán-Corea. El cremonés quedó muy mal, para reponerse de las críticas el buscó por lo
tanto darle a su trabajo una dignidad científica basándose en Riesmann, autor de Los
rostros de la muchedumbre y La muchedumbre solitaria (libros de los cuales han tratado
también los films de Kazan) Se ha , por lo tanto, atacado a Riesmann por tener esta
dignidad científica, pero aquellos decían que la ciencia se hace según ciertas reglas o no se
hace, para ellos su esfuerzo no quedaba en pie. Tuvo sin embargo el aval de Piorno que en
parte lo había inspirado. Y entre los intelectuales excitó a Passolini, y así interesó a
Panzieri.
Nosotros, entre Turín, Milán y Locarno116 apoyábamos la hipótesis de otra ciencia, que nos
venía de Husserl y de Enzo Paci; pero en verdad no existía.
Esta otra ciencia debía también connotaciones subjetivas, implicar y asumir al sujeto de
investigación, hablar del individuo, etc. No salimos a hacerla crecer demasiado en la
práctica. En este sentido ha habido precedentes en Estados Unidos y en Alemania en torno
a Rosa Luxemburgo. En Francia en los 50’ estaban los ex trotskistas: estaban Poder
Obrero y Socialismo o barbarie que exploraban una suerte de coinvestigación con
obreros... cuando se cerró esta revista algunos devinieron sociólogos de profesión. Estaba
allí el secretario de Merlau-Ponty, Lefort, el argelino Lyotard, Castoriadis, creo que también
Derridá, y estaba Morin. Incluso alguno de ellos habían pasado por la fenomenología, por
Husserl en particular y por su libro La crisis de las ciencias europeas117 del cual proviene
también el concepto de “ciencia galileana” que yo uso mucho. Menos por Foucault y
Deleuze.
Hacia la mitad de los años 50’, cuando me había puesto a hacer algo también yo, habían
indicios en este sentido. Pero después, con Tronti, la ciencia alternativa devino “ciencia
obrera”, que implicaba un discurso difícil , delicado y complejo. Entonces intenté
experimentar todavía algo, con no poca ideología, pero tampoco se llegó lejos. Clase
Obrera ha sido el lugar donde algunos han buscado mas que en otros lugares hacer
conmigo la mítica “ciencia obrera” con ideas de coinvestigación y praxis teórica. Hoy soy
un poco crítico de esta obreridad. Pero no me autocritíco solo por el nombre...Repito que
Tronti era mas obrerista que yo en los tres o cuatro años en el que lo he sido. Sin embargo
no todo es ahora para desechar.
La coinvestigación ha sido bastante un aborto, perro menos mi proyección sobre la
subjetividad ¿La coinvestigación no la ha hecho mas nadie? ¿y cómo?
Una de las experiencias mas importantes del 68’ en adelante ha sido la de los considerados
“investigadores descalzos”. Por algunos años (hasta los primeros años 80’) toda una
procesión de cuadros, de operadores de los servicios públicos, de maestros de la escuela
media en núcleos locales, todos muy buenos, a pesar de que ya sentían la derrota y sus
razones, venían a consultarme por un tipo de investigación sistemática y rigurosa, sobre
hipótesis también teóricamente significativas, adaptadas a ellos, a sus medios intelectuales

116
Hablo de Filippini y algunos de sus amigos (Pedrolli), Giairo Daghini
117
Traducido al italiano por mi amigo Filippini cuando vivía con él en el asa común de vía Sartori

49
y técnicos a veces precarios; pero no era precaria la inteligencia colectiva a su manera, en el
cuerpo a cuerpo, y la inventiva, y el antagonismo. Ahora no están todos muertos. Muchos
están todavía allí circulando sobre nuevos terrenos y en los ciberespacios, y han incluso
crecido.
Por otra parte aquel modelo podía caminar, al menos iniciar el camino, solo en las pasadas
condiciones de la fábrica verticalmente integrada en la gran empresa de las fases iniciales
del gran ciclo y largo siglo americano (Arrighi). Que, a veces ofrecía (nos ofreció a
nosotros) grandes concentraciones de alcance estratégico, también físicos. Hoy con la
desterritorialización y la tele-fragmentación hasta de los domicilios y en la movilidad
continua, precisando radicarse, no sería demasiado practicable. Hoy se necesita
reconvertirlo: crear desde centros inicialmente virtuales donde la iniciativa de nuevos
militantes podría remitirse y converger. Ha devenido del todo vano recomponer y remontar
las secuencias de procesos pulverizados y dispersos en piezas de tareas en los cinco
continentes; pero se precisa partir de ciertas recurrencias que a veces están y a veces no, e
implicar a los singulares o microgrupos de casi/militantes acerca del cómo, el por qué; los
alcances, los alcances y las potencialidades alternativas. Haciendo también nuevas
clasificaciones fundamentadas, porque con los fardos que están dando vueltas no se sabe y
no se comprende mas nada...Hoy o se puede coinvestigar con cualquiera porque todos
están en el trabajo en todos los momentos de su vida: o bien dejar afuera testimonios
particulares, atraer los militantes dispersos y aislados, con medios nuevos y someterlos a
comparación , hacerlos tele-encontrar, por ejemplo, hacer contra-comunicar a los
comunicadores...
Esta cuestión del hacer paralelamente otros modos de encuesta es importante aún para hoy.
En efecto, la coinvestigación es bastante buena no tanto precisamente como punto de
partida, sino mas bien como punto de llegada, para socializar, repartir. Hoy por ejemplo, a
pesar de que están dando vueltas muchísimos sociólogos hay ven circulación muy poco
conocimiento atendible acerca de cómo están verdaderamente las cosas en una gran
cantidad de nudos importantes de la situación ( en especial italiana). Normalmente hay de
parte de loas mismos investigadores un uso ideológico del trabajo de campo que nos ofrece
representaciones enredadas, inentendibles, en los cuales imitan a los grandes intelectuales
de referencia...Lo demás permanece en los cassetes. Hay una gran necesidad de
conocimiento efectivo. No nos sirve tanto o nada recomponer desde abajo los grandes
procesos: esto ya es también imposible. Precisamos recurrencias y sus explicaciones,
correlaciones y nuevas y diferentes clasificaciones tipológicas, etc. se necesita implicar a
los “partners” a partir de esto y además en los aspectos subjetivos. No basta el “qué cosa
están obligados a hacer”...Por otras parte son muy útiles también algunas autobiografías,
relatos tierra-tierra de los mismos protagonistas, en especial en ciertos roles y sistemas de
roles: qué hacen verdaderamente, cómo lo viven, cómo lo valoran. Hay un gran trabajo de
conciencia para hacer primero en el entorno. Tanto con los profesionales como con los
“investigadores descalzos” del nuevo milenio. Se necesita interesarse en particular por
ciertos roles, no tanto porque allí el trabajo es muy inteligente y entonces se piensa
(equivocándose) mas concientemente, intercambiando esto por una conciencia política,;
sino porque anticipa el futuro, en el bien y en el mal: tengamos en cuenta que Italia es
todavía mas que antes un país atrasado!
A pesar de todo es cierto que la palabra coinvestigación ha fascinado. Yo, como Negri, he
inventado también de las expresiones verbales mágicas: estoy hablando no solo de
ideología oportuna, de “ideología controlada”, sino de mito, magia, religión. Decíamos: las

50
revoluciones, también las parciales, trocitos de procesos de revoluciones o de
revoluciones-proceso118no se hacen tanto con la ciencia, sino mucho con palabras mágicas.
Se necesita tener juntas las dos cosas: con la ciencia se construyen los presupuestos, ciertos
recursos, pero las movilizaciones se hacen también con la magia y con la religión, con la
ideología; el partido laico parecía una contradicción de términos: por lo demás se trataba de
religión nacionalista, etc. Negri ha sido hábil para colocar en circulación palabras mágicas:
duraban tal vez dos o tres meses, pero sobre estas dentro de los pequeños partidos se
libraban las batallas y también las escisiones. Yo también he inventado algunas; algunas
han funcionado a nivel de masas y por mucho tiempo.
También Tronti estimaba Touraine. Después de la Bolognina, estaba Asor Rosa con él y
volvía a administrar Rinascitá, y efectivamente allí se encontraba como uno de sus
referentes nuevamente Touraine. Junto a ciertos sociólogos del reformismo burgués que
nosotros años antes habíamos rechazado : Touraine es un sociólogo de derecha, pero estaba
la idea de que ciertas derechas comprendían la lucha y las condiciones obreras mucho mas
que las izquierdas, y tenían también un cierto odio por el presente. Pero aún Socialismo o
barbarie y Castoriadis tomaban a Touraine como interlocutor.
He llamado antes bastante la atención sobre el nuevo trabajo taylorista en la nueva
industria y el nuevo obrero, en sentido amplio . sobre la Renault había un libro/diario de
Mothé que yo presenté en Turín en el 60’: Entonces de los obreros en el PCI casi no se
hablaba: ni siquiera de aquellos en nombre de los cuales se presentaban los candidatos. En
el 58’ se hizo un congreso sobre la sociología italiana, por Einaudi salió Comunidad y
racionalización de Pizzorno119, en un momento en el cual sobre los obreros no escribía
nadie: este libro hablaba de las transformaciones productivas y el territorio: También
Montaldi se ha referido a este texto en Milán-Corea. Sucesivamente salieron cosas
mediocres pero todas en Italia venían de allí. En aquella época Rinascitá tenía la teoría que
los “monopolios” representaban el fin del capitalismo: se esperaba solo que los patrones se
los entregasen para administrarlos con el plan-central. Italia, pues para ellos estaba toda
atrasada, empantanada en el estancamiento. En consecuencia no había estudios sobre los
obreros y las fábricas. En varios anuarios de Rinascità de los años 50’ solo un par de textos
de Montagnana hablaba de la industria y del nuevo trabajo. El objetivo del PCI era aliarse
con la (pequeña) burguesía. ¿Electoralmente obligado?, ¿La duplicidad estaba muerta?. Los
que de nosotros eran mas cultos leían directamente la literatura americana: allí estaban los
análisis de las relaciones humanas, sus críticas, el taylorismo, el fordismo. Se reflexionaba
sobre los estudios de Merton sobre la ciencia, la burocracia. Por lo tanto, si uno quería
comprender el nuevo trabajo, aquel del obrero masa se leía la literatura americana., O sus
derivados franceses. Yo y también Gasparotto, leíamos de esta sociología, ciencia de la
organización , tecnología, mucha economía micro y macro, antropología, urbanística y
geografía, demografía, también leyes y un poco de politología, mas allá de historia y
filosofía. Detrás de mi coinvestigación, como detrás de mi investigación científica sobre
la nueva fábrica y los obreros y los empleados como grandes grupos sociales en el
taylorismo/fordismo, etc, estaban también estos estudios: Nunca interrumpidos.
Pero ahora algún ejemplo de coinvestigación alguno podría hacerlo, y tal vez la esté
haciendo sin yo saberlo, precisamente hoy: Por otra parte hay algo mejor para hacer?. Yo
he puesto en circulación algún librito, de difícil lectura y algo en la red. Pero la

118
La idea luxemburguiana que decíamos
119
Me parece que en la colección que dirigía Panzieri

51
coinvestigación debe ser reinventada comenzando desde el principio, tal vez a la inversa. Y
no solo muchos compañeros curiosos con ganas de conocer y comprender, no están muertos
y ni siquiera arrepentidos, si bien son autocríticos: mas bien han crecido; y hay incluso de
los jóvenes...esparcidos y tal vez aislados en sus espacios. ¿No pueden contactarse con la
red? ¿confrontarse, etc? ¿No pueden coinvestigar así, con la red? La red facilita y acelera
la coinvestigación, parece hecha adrede! ¿y después con la radio, etc?
Ahora hay nuevas contra-máquinas a construir y tal vez si los obreros no eran tanto los
trabajadores manuales sino los activadores / innovadores de la maquinaria y la
organización tecno-científica, ¿existe hoy una nueva obreridad, una potencial nueva clase
obrera y que podría también negarse a sí misma?
Pero sería mejor hablar del presente y del futuro próximo.

Traducción: Antonio Oliva

52

Potrebbero piacerti anche