¡México necesita el perdón… que da Jesús el Salvador!

Hora Santa por la Patria

Monición inicial: ¡México necesita el perdón que nos da Jesús el Salvador! Dios nos ha
creado a su imagen y semejanza y nos ha dado una misión específica: asegurar nuestra
felicidad terrena y eterna a través del cumplimiento de las leyes que Él mismo nos ha
dado y con la guía de su conciencia recta. Pero, desde el momento en que Dios nos
creó libres, se hace posible el pecado. Dios nos da la vida, la inteligencia, la voluntad,
la libertad, la conciencia y las leyes para que cumplamos con nuestra misión. Dios no
puede ser responsable del mal uso que hagamos de aquello que nos ha dado. El pecado
es, por lo tanto, una "iniciativa del hombre", es una negativa para colaborar con el plan
de Dios en una circunstancia determinada. El no querer colaborar con el plan del Señor
generará forzosamente desorden en la obra de Dios y las consecuencias de este
desorden se revertirán contra el mismo hombre que peca y contra sus semejantes, tal
como ya hemos visto.

Canto inicial: Venimos hoy a tu altar

Señor Nuestro, estamos presentes ante ti. Estos momentos a tu lado son necesarios
para detenernos a mirar a nuestro alrededor. Conocemos la riqueza que le has dado a
este pueblo mexicano: culturas, lenguas, sus ecosistemas, plantas y animales,
gastronomía, incluso nos diste el maravilloso regalo de contemplar a tu Madre, La Virgen
de Guadalupe. Nos sentimos un pueblo bendecido por ti. Por eso queremos darte las
gracias, estar siempre agradecidos por tu inmenso amor, que nos das día a día y que a
veces no somos capaces de reconocer.

A cada petición repetiremos: Gracias Señor, por nuestro México querido.

 Por nuestra historia, por toda la riqueza cultural que tenemos a lo largo y ancho
del país.
 Por las comunidades indígenas: nahuas, zapotecas, mixtecas, otomíes,
totonacos, etc.
 Por la diversidad de ecosistemas, como la selva Lacandona en Chiapas, el
bosque Calakmul de Campeche, el desierto de Sonora, las hermosas playas
como la de Cancún, Puerto Morelos, Playa del Carmen, Tulum, Los Cabos,
Bahía Concepción, Mazatlán, Bahía de Matanchen, San Blas, entre otras.
 Por la flora y fauna que concediste que sólo existiera en México, como el ajolote
mexicano o la vaquita marina
 Por la fe que nos has dado, por todos los santos y santas mexicanos.
 Por darnos el regalo de tener a tu Madre en tierra mexicana, por La Virgen de
Guadalupe que intercede por nosotros.

Reconocemos todo lo que nos has dado y queremos darte las gracias, Señor Nuestro.
tu misericordia para con nosotros sobrepasa nuestra capacidad de agradecer. Te
pedimos que, así como hoy, siempre agradezcamos y cuidemos lo que Tú nos has dado.
Te lo pedimos, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén

Padre nuestro, Ave María, Gloria

México necesita el perdón, que da Jesús el Salvador
En los cielos y en la tierra sea por siempre alabado, el corazón amoroso de Jesús
Sacramentado
Santa María de Guadalupe, Salva a nuestra patria y conserva nuestra fe.

Canto: Quisiera ser un pajarito

Monición: El pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta. En

palabras de San Agustín, el pecado es “toda palabra, acto o deseo contra la ley de Dios”,
también lo define como “dejar a Dios por preferir las criaturas”. La definición clásica de

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pecado es: “la transgresión”: es decir violación o desobediencia; “voluntaria”: porque se
trata no sólo de un acto puramente material, sino de una acción formal, advertida y
consentida; “de la ley divina”: o sea, de cualquier ley obligatoria, ya que todas reciben
su fuerza de la ley eterna. El pecado es, por tanto, la mayor tragedia que puede
acontecer al hombre: en pocas palabras ha negado a Dios y se ha negado también a sí
mismo a causa de un capricho pasajero. Es una desobediencia voluntaria a la Ley
divina. Es una alteración del orden. En todo pecado se ve una rebeldía querida y libre
del ser creado contra su Creador.

Lectura del Evangelio según San Mateo Mt 19, 16-30

Un hombre joven se le acercó y le dijo: «Maestro, ¿qué es lo bueno que debo hacer
para conseguir la vida eterna?» Jesús contestó: «¿Por qué me preguntas sobre lo que
es bueno? Uno solo es el Bueno. Pero si quieres entrar en la vida, cumple los
mandamientos.» El joven dijo: «¿Cuáles?» Jesús respondió: «No matar, no cometer
adulterio, no hurtar, no levantar falso testimonio, honrar al padre y a la madre y amar al
prójimo como a sí mismo.» El joven le dijo: «Todo esto lo he guardado, ¿qué más me
falta?» Jesús le dijo: «Si quieres ser perfecto, vende todo lo que posees y reparte el
dinero entre los pobres, para que tengas un tesoro en el Cielo. Después ven y sígueme.»
Cuando el joven oyó esta respuesta, se marchó triste, porque era un gran terrateniente.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «En verdad les digo: el que es rico entrará muy
difícilmente en el Reino de los Cielos. Les aseguro: es más fácil para un camello pasar
por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el Reino de los cielos.» Los discípulos,
al escucharlo, se quedaron asombrados. Dijeron: «Entonces, ¿quién puede salvarse?»
Fijando en ellos su mirada, Jesús les dijo: «Para los hombres es imposible, pero para
Dios todo es posible.» Entonces Pedro tomó la palabra y dijo: «Ya ves que nosotros lo
hemos dejado todo para seguirte. ¿Qué recibiremos?» Jesús contestó: «A ustedes que
me han seguido, yo les digo: cuando todo comience nuevamente y el Hijo del Hombre
se siente en su trono de gloria, ustedes también se sentarán en doce tronos, para juzgar
a las doce tribus de Israel. Y todo el que haya dejado casas, hermanos, hermanas,
padre, madre, hijos o propiedades por causa de mi Nombre, recibirá cien veces más y
tendrá por herencia la vida eterna. Muchos que ahora son primeros serán últimos, y
otros que ahora son últimos serán primeros.» Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesús.

G: Tenemos dudas Señor, a veces pesa más el deseo por las cosas materiales y por
los placeres humanos, que dejar todo y seguirte a Ti. El día a día nos consume en una
indiferencia y despersonalización, que se centra en un bienestar egoísta y no
comunitario, nos olvidamos incluso de nosotros mismos para llenar ese vacío que se
creó al alejarnos de Ti. Te pido que me dejes ver mis errores como persona, mis fallas,
mis omisiones, mis actos cometidos por ignorancia o con plena conciencia de mí mismo.
Espíritu Santo, ayúdame a realizar un examen profundo de mis actos, pues lo que hago
también afecta a los que me rodean, Santísima Virgen de Guadalupe, que tú seas mi
ejemplo para convertirme en esclavo de mi Señor.

Canto: Tu Señor

Señor, Dios mío, que investigas los corazones y conoces las conciencias de los
hombres, dame la gracia para examinar sinceramente mi conciencia, de manera que
descubra todas mis malicias y pecados. Ayúdame a comprender que también perjudico
a mi prójimo cuando peco y que el pecado también me aleja de su amor.

Todos: Perdóname Dios mío.

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 Por amar más las cosas del mundo que a ti, la tecnología, el dinero, la diversión,
los excesos, puesto que me alejan de tu amor y ciegan mi mirada de caridad.
 Por no aprovechar los momentos de oración contigo, por distraerme o evitar
estar a solas en tu presencia, pues aleja mi espíritu del tuyo y enajena mi alma.
 Por no obedecer tu voluntad, por aferrarme a mis ideas o proyectos, sin
encomendar mis metas a tu Divina Providencia, pues me vuelve egoísta y duro
de corazón.
 Por no estudiar y enriquecer mi conocimiento de la fe católica, por quedarme con
lo que me dicen los demás y no prepararme adecuadamente.
 Por todo daño que le he hecho a mi prójimo, por guardar odio y rencor, por no
ser fiel al compromiso, por no ser servicial y atento, por no ser prudente y
agradecido.
 Por no cuidar mi cuerpo, poniéndome en riesgo y a otros conmigo, como manejar
a exceso de velocidad, excederme al tomar alcohol, por procurar la comida
chatarra.
 Por ser imprudente al hablar, por caer en murmuraciones, por criticar
agresivamente, por maldecir a las personas.

Mira, oh amado y buen Jesús, un pecador, postrado lleno de confianza a tus pies. Mis
pecados me llenan de temor y no encuentro otro refugio que tu amantísimo Corazón. A
la vista de ese divino Corazón, la confianza vuelve otra vez a mi alma. Soy, en verdad,
oh Señor, el más ingrato de tus hijos, que tan mal ha correspondido a tu amor,
ofendiéndote a Ti, que eres mi Padre bondadosísimo. Ya no soy digno de ser llamado
hijo tuyo. Pero mi pobre corazón no puede vivir sin Ti. Merezco un juez severo; pero en
vez de esto, encuentro un Dios, lleno de ternura y amor, clavado en la cruz, por mi bien,
y con los brazos abiertos, dispuesto a recibirme, cual Padre amoroso. Tus cinco llagas
son como otras tantas lenguas que me invitan al arrepentimiento y hablan a mi pobre
corazón: vuélvete, hijo mío, vuélvete a Mí, arrepiéntete y no dudes de mi amor y de mi
perdón. Acaba, oh dulce Maestro la obra que en tu infinita caridad has comenzado.
Concédeme un poco de aquel conocimiento y de aquel dolor que Tu tenías de mis
pecados, cuando en el huerto de los Olivos sudaste sangre a la vista de ellos, y caíste
como muerto sobre tu sagrado rostro, para que yo comprenda el peso y la malicia del
pecado y conciba un verdadero dolor. Ilumina mi entendimiento para que conozca
claramente mis pecados. Fortalece mi voluntad para aborrecer mis pecados y
arrepentirme de todos ellos. Oh María, Madre de los dolores, ayudadme en esta grande
tribulación de mi alma. Amén.

Padre nuestro, Ave María, Gloria

México necesita el perdón, que da Jesús el Salvador
En los cielos y en la tierra sea por siempre alabado, el corazón amoroso de Jesús
Sacramentado
Santa María de Guadalupe, Salva a nuestra patria y conserva nuestra fe.

Canto: Mis pecados son tu cruz

Monición: El pecado y la amistad con Dios son como el agua y el aceite: incompatibles.
No pueden estar ambos en el mismo corazón. Por eso, todo pecado significa el
alejamiento o aversión a Dios, aun cuando el que lo comete no odie a Dios y ni siquiera
pretenda ofenderlo. Cuando el hombre peca, generalmente, más que querer ofender a
Dios, toma por bueno o mejor un bien creado o una persona, piensa que el pecado es
algo que le conviene, le da una felicidad momentánea, sin darse cuenta de que,
solamente es un bien aparentemente que al final de cuentas lo llevará al remordimiento
y la decepción.

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Lectura de la Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos Rom 12, 4-5

Porque, así como en un solo cuerpo tenemos muchos miembros con diversas funciones,
también todos nosotros formamos un solo Cuerpo en Cristo, y en lo que respecta a cada
uno, somos miembros los unos de los otros. Conforme a la gracia que Dios nos ha dado,
todos tenemos aptitudes diferentes. Palabra de Dios, te alabamos Señor.

Señor Jesús, tu que expresaste que tu madre y tus hermanos eran los que cumplían la
voluntad del Señor, ayúdanos a reconocer los pecados que cometemos dentro de
nuestras familias, para fortalecer los lazos que existen y sanar las heridas que hemos
creado a causa de nuestros egoísmos. Amén.

Todos: Padre, perdona y protege a nuestras familias

 Perdón Señor por no obedecer, honrar y cuidar a mis padres, según mi edad y
sus necesidades.
 Perdón Señor por negarles un gesto de amor, un abrazo, por evitar decir que los
amo.
 Por dedicar poco tiempo a mi familia nuclear, por preferir el trabajo o los amigos,
por ponerle más atención a otras cosas.
 Por alejarme de mi familia extendida, por no procurar a los abuelos, los tíos, los
primos, por no preguntar por su bienestar.
 Por no hacerme responsable de mi aporte económico y laboral en el hogar.
 Por no honrar y respetar a mi familia, esposo(a), hijos,
 Por evitar conflictos, huyendo o ignorando la situación, haciendo que no pasa
nada.

Señor, Dios nuestro, tu nos has elegido para ser tus santos y tus predilectos. Revístenos
de sentimientos de misericordia, de bondad, de humildad, de dulzura, de paciencia.
Ayúdanos a comprendernos mutuamente como familia cuando tenemos algún motivo
de queja, lo mismo que tú Señor, nos has perdonado. Sobre todo, danos esa
caridad, que es vínculo de perfección. Que la paz de Cristo brille en nuestros corazones.
Esa paz que debe reinar en la unidad de tu cuerpo místico. Que todo cuando hagamos
en palabras o en obras sea en nombre del Señor Jesús por quien sean dadas las gracias
a ti Dios Padre y Señor Nuestro. Amén.

Padre nuestro, Ave María, Gloria

México necesita el perdón, que da Jesús el Salvador
En los cielos y en la tierra sea por siempre alabado, el corazón amoroso de Jesús Sacramentado
Santa María de Guadalupe, Salva a nuestra patria y conserva nuestra fe.

Canto: En Jesús puse toda mi esperanza

Monición: Además de ofender a Dios, el pecado degrada al hombre mismo, pues cambia
su dignidad de “dueño de la creación”, por el de “esclavo de las criaturas”. El pecado
hace perder de vista el fin infinito al que está llamado y hace poner la voluntad y la
inteligencia en cosas caducas y terrenas.

Lectura de la Carta del Apóstol San Pablo a los Efesios Ef 5, 15-16

Cuiden mucho su conducta y no procedan como necios, sino como personas sensatas
que saben aprovechar bien el momento presente, porque estos tiempos son malos.
Palabra de Dios, te alabamos Señor.

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Señor mío, este pueblo de Chicoloapan ha crecido con el paso del tiempo; muchas
personas hemos llegado aquí y queremos esta tarde, reconocer las faltas que
cometemos unos contra otros, a veces inconscientemente, pues al ser vecinos,
compartimos calles, transporte, servicios, etc. Danos la fortaleza Señor para reconocer
y enfrentar nuestros pecados, es necesario arrepentirnos públicamente de las fallas que
cometemos día a día. Espíritu Santo, da alivio a nuestra alma, para poder enmendar
nuestras culpas. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
Todos: Señor Jesús, perdona nuestras culpas
 Por no respetar a mis vecinos de la cuadra, olvidando las normas de convivencia
 Por tirar mi basura en la calle, por no barrer mi banqueta, por no recoger los
desechos de mis mascotas al sacarlos a pasear
 Por no participar en las juntas de vecinos, por evitar cooperar para un bien
común.
 Por no participar en las actividades propias de mi sector, como la misa mensual
y la lectio divina.
 Por no ser cortés al utilizar el transporte público o al manejar
 Por no realizar obras de misericordia corporales y espirituales.

Señor Jesús, que sanaste a los enfermos y abriste los ojos a los ciegos, tu que absolviste
a la mujer pecadora y confirmaste a Pedro en tu amor, perdona todos mis pecados, y
crea en mí un corazón nuevo, para que yo pueda vivir en perfecta unión con los
hermanos y anunciar a todos, la salvación. Amén.

Padre nuestro, Ave María, Gloria

México necesita el perdón, que da Jesús el Salvador
En los cielos y en la tierra sea por siempre alabado, el corazón amoroso de Jesús
Sacramentado
Santa María de Guadalupe, Salva a nuestra patria y conserva nuestra fe.
Canto: Mientras recorres la vida

Monición: El pecado lesiona el bien social, la inclinación al mal que existe desde el
pecado original, que se agrava con los pecados actuales, influyen en la sociedad. Las
injusticias del mundo son producto del pecado del hombre, ya sean de carácter, político
o social: es lo que conocemos como pecado social. Todo pecado tiene una dimensión
social, pues la libertad de todo ser humano tiene una orientación social. El pecado
lesiona al cuerpo místico de Cristo, por lo tanto, repercute en la Iglesia, Juan Pablo II
nos decía en su exhortación apostólica “que se puede hablar de la comunión del
pecado”, por el que un alma se abaja, abaja consigo a la Iglesia y en cierta manera a
todo el mundo. “No existe pecado alguno, aún el estrictamente individual, que afecte
exclusivamente al que lo comete”.

Lectura del Libro del Profeta Isaías Is 1, 4-9

¡Ay, gente pecadora, pueblo cargado de crímenes, raza de malvados, hijos perversos!
Han abandonado a Yavé, han despreciado al Santo de Israel. ¿Dónde quieren que les
pegue ahora, ya que siguen rebeldes? Tienen toda la cabeza dolorida, el corazón entero
apenado, desde la planta de los pies hasta la cabeza no les queda nada sano; sólo
heridas, golpes, llagas vivas que no han sido envueltas ni vendadas ni aliviadas con
aceite. Su país es una soledad con ciudades hechas cenizas; ustedes vieron las
cosechas, y el enemigo se las comió; esta ruina no es menos que la de Sodoma. Aquí
está la Hija de Sión como cabaña de viña, como choza de melonar, como ciudad que
ha sufrido un largo sitio. ¡Menos mal que Yavé de los Ejércitos nos ha dejado un resto!
Pues por poco nos parecemos a Sodoma y somos igual que Gomorra. Palabra de Dios,
te alabamos Señor.

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Señor Jesús: Tú viniste a hacer la ley nueva, nos diste el mandamiento de que nos
amaramos los unos a los otros. Hemos caído en un conformismo y relativización de todo
lo que ocurre a nuestro alrededor, ignorando lo que hacen los gobernantes por la
sociedad. Ante Ti, Señor, nos sentimos sinceramente responsables de un país al que
pertenecemos, que estamos contribuyendo a forjar, y con el que estamos
comprometidos especialmente por tu amor. Avergonzados de nuestras obras, fruto del
olvido o rechazo culpable de tus enseñanzas, te pedimos perdón y ayuda.

Todos: Perdón, Señor, perdón

 Por los sacrilegios, robos y blasfemias contra la Sagrada Eucaristía,

 Por tantos lugares de nuestro país donde los sacerdotes y fieles no pueden
celebrar libremente la Santa Misa o se ven obligados a hacerlo en secreto por
persecución.
 Por las faltas de respeto e impiedad en las iglesias y ante el Sagrario
 Por la dejadez y abandono de nuestra responsabilidad social, al no votar y no
participar en las consultas ciudadanas.
 Por tantos abortos que se han cometido en nuestro país hasta este momento
 Por la normalización y aceptación de las uniones del mismo sexo.
 Por la legalización de la eutanasia
 Por la indiferencia ante el tráfico de personas y de órganos que se vive en
nuestro país
 Por el incremento de las desapariciones de personas y los feminicidios
 Por los políticos y servidores públicos que solo buscan el interés propio y no el
beneficio a los más necesitados.
 Por los sacerdotes que celebran la Santa Misa en condiciones personales
inadecuadas, o por enseñar una vida litúrgica y eucarística contraria a la que
manda la Iglesia
 Por tanta corrupción, extorsiones y negocios sucios en los que nuestro país se
ve envuelto.
 Por la inseguridad que se vive en nuestro país.
 Por la persecución sistemática, violenta o solapada, de los sacerdotes, fieles y
personas cristianas que confiesan su Fe en Cristo.

Oración: Señor nuestro, Jesucristo, que has querido permanecer en el Sacramento

hasta la consumación de los siglos para dar a tu Padre una gloria infinita y a nosotros el
aliento de la inmortalidad; que te has expuesto a todos los ultrajes de los impíos antes
de abandonar a tu Iglesia; concédenos la gracia de llorar con verdadero dolor los ultrajes
y descuidos que cometemos en sociedad, al ignorar nuestro deber ciudadano y no
enaltecer los valores cristianos, danos la sabiduría para proceder con prudencia y
valentía en los asuntos sociales que nos competen, Tú que vives y reinas con Dios
Padre, en unión del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

Padre nuestro, Ave María, Gloria

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En los cielos y en la tierra sea por siempre alabado, el corazón amoroso de Jesús
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Canto: Con vosotros esta

Monición: Un buen cristiano participa activamente en la vida política y reza para que los
políticos amen a su pueblo y le sirvan con humildad. Es la reflexión que propuso el Papa
Francisco en la Eucaristía del lunes, 16 de septiembre del 2013. Para el Papa Francisco
el gobernante debe ser también humilde como el centurión del Evangelio, que habría

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podido aprovecharse de su poder si hubiera pedido a Jesús que fuera adonde él, pero
«era un hombre humilde y dijo al Señor: no te molestes, porque no soy digno de que
entres bajo mi techo. Y con humildad: di una palabra y mi siervo quedará sano. Estas
son las dos virtudes de un gobernante, así como nos hace pensar la palabra de Dios:
amor al pueblo y humildad».

Roguemos por los gobernantes, para que nos gobiernen bien. Para que lleven a nuestra
patria, a nuestra nación, adelante, y también al mundo; y que exista la paz y el bien
común. Que esta Palabra de Dios nos ayude a participar mejor en la vida común de un
pueblo: los que gobiernan, con el servicio de la humildad y con el amor; los gobernados,
con la participación y sobre todo con la oración.

Todos: Que tu perdón nos libere, Señor.

 Por el presidente de la república, Enrique Peña Nieto y todo su gabinete, para

que pongan en vigor leyes que protejan la familia tradicional, les otorguen
facultades a los padres de familia y apoyen las normas bíblicas de justicia y así
sean prosperados.
 Por los diputados y senadores, para que sus corazones y oídos estén atentos al
consejo de Dios.
 Por los gobernadores de los estados, en especial por Eruviel Ávila y Alfredo del
Mazo, para que sean personas de integridad, obedientes, que respeten a sus
semejantes.
 Por los presidentes municipales, en especial por José Medardo Arreguín
Hernández, para que Dios les otorgue un verdadero espíritu de mansedumbre y
humildad, cuando tengan que tomar decisiones importantes.
 Por el Papa, dale Señor tu corazón de Buen Pastor.
 Por los Obispos puestos por el Espíritu Santo, especialmente por don Juan
Manuel Mancilla Sánchez, compromételos con sus ovejas, Señor.
 Por los párrocos, especialmente por los de la diócesis de Texcoco, enséñales a
servir y a no desear ser servidos, Señor.
 Por los confesores y directores espirituales, Hazlos Señor, instrumentos dóciles
de tu Espíritu.
 A los asistentes de apostolado seglar, Que lo impulsen con su testimonio, Señor.

Dios de todos los hombres, mis padres son mexicanos y yo también lo soy, te pido por
esta tierra bendita, donde un cura nos dio patria y una fe nos dio esperanza no te olvides
de los que gobiernan mi país; dales luz para juzgar según tu justicia y no la de ellos;
dales inteligencia para legislar con sabiduría y en bien de nuestro pueblo; dales
serenidad para que no se desesperen ante lo que, de por sí, es desesperante, dales
valor para enfrentar y solucionar las situaciones que no previeron. No te apartes de ellos,
porque mientras tú estés a su lado, no serán ellos quienes gobiernen, sino Tú. Gracias,
Señor, porque en los gobernantes de mi país, aunque no lo entiendan bien, Tú sigues
obrando hoy. Amén
Padre nuestro, Ave María, Gloria
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Canto: En mi corazón de niño

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¡Oh Dios!, Señor de este mundo pasajero, escucha la humilde voz de tus hijos. El
Mar de Galilea obedeció Tu orden y volvió a su anterior quietud. Tu todavía eres
el Señor de tierra y mar. Vivimos en la sombra del peligro sobre el cual no
tenemos control; el Golfo, como un violento gigante, puede despertar de su
aparente letargo, sobrepasar sus límites, invadir nuestra tierra y sembrar caos y
desastre. Durante esta temporada de huracanes acudimos a Ti, Oh Padre
Misericordioso. Líbranos de tragedias como las pasadas que están tan vivas en
nuestra memoria y cuyas heridas rehúsan ser curadas con el paso del tiempo. O
Virgen, Estrella del Mar, nuestra amada Madre, te pedimos que intercedas ante
tu Hijo por nosotros, para que nos libre de las calamidades comunes a esta área,
y animados con un verdadero espíritu de gratitud caminemos en los pasos de tu
Divino Hijo para llegar a la Jerusalén Celestial, donde una eternidad sin
tormentas nos espera. Amén.

Señor Jesús, tu eres nuestra paz, mira nuestra Patria dañada por la violencia y
dispersa por el miedo y la inseguridad. Consuela el dolor de quienes sufren. Da
acierto a las decisiones de quienes nos gobiernan. Toca el corazón de quienes
olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte. Dales el don de
la conversión. Protege a las familias, a nuestros niños, adolescentes y jóvenes,
a nuestros pueblos y comunidades. Que, como discípulos misioneros tuyos,
ciudadanos responsables, sepamos ser promotores de justicia y de paz, para
que en ti, nuestro pueblo tenga vida digna. Amén. Santa María de Guadalupe,
Reina de la paz, ruega por nosotros.