Devocional 24 de febrero del 2019

Tema: La PAZ del Espíritu Santo en el Cristiano

Mucha gente se disgusta o se desespera cuando ve a otros que no reaccionan ante una situación
aparentemente alarmante. Se acuerdan del pasaje donde Jesús estaba en la barca y ocurre una
tempestad. Los discípulos se desesperaron y pensaban que iban a morir. La reacción de ellos fue
regañar a Jesús. ¿Sabes lo que hacía Jesús? - durmiendo en la popa. Ante la situación, el
señalamiento de Jesús a sus discípulos fueron la siguiente palabras: “hombres de poca fe”.



Aplicación: La paz es una convicción del E.S. dentro de nuestros corazones por la fe y confianza en
nuestro Señor.



PAZ—[Del hebr. shalom; del gr. eirene; del lat. pacem] En las Escrituras, paz no significa sólo ausencia
de guerras, o de conflictos. Según los profetas y apóstoles, es la serenidad que el Espíritu Santo nos
infunde en el corazón por medio de la fe que ponemos en la providencia divina (Isaías 26:3; Filipenses
4:7).

[Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha

confiado]
[Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús] 
 
• La paz, característica del Espíritu Santo
Como fruto del Espíritu, la paz es la profunda quietud del corazón apoyado en la convicción de que
Dios tiene el control de todas las cosas (Gálatas 5:22, 23).

[Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre,
templanza; contra tales cosas no hay ley]



• Un modelo en tiempo de necesidad e inseguridad

En un tiempo de necesidad e inseguridad, esta fue la oración de un hombre que vivía la paz como fruto
del Espíritu (Salmo 4:7, 8).

“Tú diste alegría a mi corazón, mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.
En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado”



• La preocupación, un enemigo de la paz

6Por nada estéis afanosos, [ansioso por algo, preocupado o afligido] sino sean conocidas
vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7Y la paz
de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús.  (Filipenses 4.6).



[La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro
corazón, ni tenga miedo] (Juan 14:27).