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Por:

Tomas Posada Posada Valentina Ramírez Moncada

La deshonestidad, ¿común?
Tenemos hoy en día una sociedad en la que siempre existe una justificación para una mentira o
un acto incorrecto, no siempre significa que tengamos la intención de engañar u obrar mal. Es
simple, no sabemos cómo hacer frente a algunas verdades y generalmente tememos enfrentar la
realidad, aun así el hecho de mentirle a los demás y, junto con esto, a sí mismo se convierte en
un acto deshonesto y va en contra de la moral y las buenas costumbres. Una persona deshonesta
se caracteriza por ser desleal y poco confiable, esa deshonestidad entre muchas cosas va ligada a
la mentira y todo esto repercute en la forma en la que nos perciben los demás. La deshonestidad
es una actitud que afecta de manera negativa nuestras relaciones en el entorno y puede derivar en
otras faltas antiéticas.
Todos en algún momento de nuestras vidas hemos recurrido a la mentira, ya sea pensando en el
beneficio propio o en el del otro. No es secreto para nadie que en la semana decimos
generalmente unas cuantas mentiras. Desde las que llamamos “mentiritas piadosas” hasta
grandes historias que inventamos con mucha creatividad. Tampoco es secreto que todos al menos
una vez en la vida recurrimos a la trampa para solucionar algún problema o trabajo que teníamos,
pensando en que la consecuencia sería peor si no utilizáramos este recurso, y hay que aceptar que
alguna vez también nos quedamos callados en el momento en que nos devolvieron más de la
cuenta o nos cobraron menos de lo que era. Todos, actos que hemos cometido en algún
momento, que hasta casi que podríamos llamarlos comunes, sin embargo todas son actitudes
deshonestas que se han vuelto algo relativamente normal, la mayoría contaría entre risas alguna
historia en la que hayan hecho alguno de los casos anteriores y muy pocos pensarían en el
trasfondo de esto, en la deshonestidad y falta de moral y ética detrás de esto y en todas las
consecuencias que esto traería.
Un engaño o mentira no dura para siempre, todos hemos oído alguna vez la frase que dice “las
mentiras siempre se descubren” y el refrán “antes se atrapa al mentiroso que al cojo”. Pues creo
que no hay nada más cierto que estas frases. Después de decir una mentira estarás condenado a
decir treinta mentiras más para sostener esa primera. Una mentira puede ayudarte en tu presente,
pero condena tu futuro. En cualquier momento ya no vas a poder justificar tu mentira o en
ocasiones ojos ajenos serán quienes te delaten, cual sea el caso hay algo que si es cierto y es que
llegará el momento en el que no podrás mentir más por qué la verdad ya estará en evidencia. Este
es el momento en el que la imagen que tienen los demás de ti comienza a transformarse y pierdes
credibilidad en tu entorno. Para los demás serás una persona a la que hay que tenerle cuidado,
serás desleal, deshonrado, egoísta, irrespetuoso, entre otras características ante el mundo.
Creo que aquellos que empiezan con pequeños actos deshonestos y no sienten arrepentimiento o
simplemente lo ignoran, siempre serán capaces de más. Pueden empezar desde cosas que
llamamos “bobas”, pero hay más detrás de eso. La deshonestidad los puede llevar a tener desde
poca credibilidad de parte de los demás hasta a la cárcel. Las personas deshonestas no pueden
llevar una vida sin conflictos y armoniosa, siempre están rodeados de problemas con los otros,
por eso siempre están expuestos al rechazo, por qué desde el momento en que te tachen como
deshonesto, nadie te quitara este estigma y siempre tendrás los ojos de todos sobre ti.
Deberíamos siempre recordar todas las consecuencias que tendremos al momento de ser
deshonestos, recordar que son muchas más que el beneficio que pensamos obtener. La
deshonestidad nos obstaculiza. Comencemos a pensar que aquellos actos “bobos” para la
mayoría dan también una mala imagen de nosotros, formémonos en valores y construyamos una
moral clara, Comencemos a dejar de decir “no es algo tan malo por qué...” ¡no! Omitamos el por
qué, omitamos las explicaciones, dejemos de intentar justificar nuestra deshonestidad, La
honestidad forma las bases de nuestro futuro y el primer paso para ser honestos es aceptar que
somos deshonestos.

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