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Una
sociedad que gira en torno al tiempo y el tiempo en si es el factor que acondiciona
todo tipo de relaciones sociales Como señala Carlos Marx en el tomo I de su obra
El Capital Pag, 50, El dinero, como medida de valores, es la forma o manifestación
necesaria de la medida inmanente del valor de las mercancías: el tiempo de
trabajo. Y nos podemos encontrar con que el tiempo en si, es el valor primitivo del
dinero, entre una de las funciones del dinero se encuentra representar en cierta
forma el tiempo de trabajo.
Podríamos decir que nos encontramos con un régimen político minarquista pero
no apreciamos la mínima participación ni intervención del Estado, por lo cual lo
podemos calificar de anarco-capitalismo porque existe una erradicación del Estado
y su rol lo toma la libertad individual, los competidores privados, una clase
dominante. Las clases pudientes, privilegiadas, dueña de los medios de
producción tiene el control absoluto de la economía. También se puede decir que
el tiempo hasta jugaría un rol similar al del Estado, forma la organización social y
política y es el que la ordena pero derivaríamos en la misma conclusión porque el
tiempo es controlado por una clase social determinada.
Es de resaltar la escena, donde el protagonista Will Salas salva a Henri Hamilton
(que poseía un siglo en su reloj y tenía 105 años) de los minuteros que le iban a
robar su tiempo y se refugian en una fábrica y este le confiesa en una
conversación que para ellos ser inmortales muchos tienen que morir y que por qué
cree que existen las zonas horarias, que porque suben cada día los impuestos y
los precios en el gueto. Una información que solo tienen los ricos, ya que el
protagonista muestra ingenuidad al escuchar esto. No es más que una
simbolización de lo que vivimos en la realidad actualmente, las desigualdades y
los problemas que marcan la sociedad. Las fallas del libre mercado, si así se
puede decir.
Vemos una sociedad en el que los valores y sentimientos los vemos totalmente,
trastocados en la no que existen prácticamente. No están claros el bien y el mal,
no hay una línea que los demarque. Donde no existe, la mínima gota de
benevolencia, altruismo, ayuda, solidaridad exceptuando, por supuesto, la parte en
que Henri Hamilton le regala la totalidad de su tiempo a Will Salas por que en
cierto modo ya se encuentra inconforme con ese modelo y sistema, diciéndole que
“Nadie tiene que morir antes de tiempo”
Es de rescatar en el filme cuando Will Salas, le van a hacer el pago por su día de
trabajo y este en cierto sentido muestra disgusto por que no le cancelan la
cantidad de tiempo que el esperaba. Y el que le paga, le señala que la cuota se ha
incrementado. Resulta interesante, porque en nuestra sociedad, en cierto sentido,
debería ser así y exigir cada día más a los trabajadores, una mayor cantidad y
calidad de trabajo, por supuesto, contribuyéndoselas. Para de esta manera
contribuya al desarrollo de nuestra naciones en la actualidad. Ya lo encontramos
en los países desarrollados y porque no tomarlo si ha mostrado buenos
resultados.