Sei sulla pagina 1di 11

SUB-CAPíTULO VII

TIEMPO EN LOS ACTOS PROCESALES

l. GENERALIDADES

De acuerdo al Código Adjetivo, las actuaciones judiciales se practican en el día y


hora hábiles señalados, debiendo realizarse en forma puntual y sin admitirse
dilación alguna (CPC, arto 141), habiendo así desaparecido del ordenamiento
procesal el plazo de tolerancia (15 minutos) que contemplaba el Código derogado.

II. DíAS Y HORAS HÁBILES

Los días hábiles son los comprendidos entre el lunes y viernes de cada semana,
con excepción de los días feriados (CPC, arto 141), los días de duelo nacional y
judicial (LOPJ, arto 247), el primer día útil del mes de enero por inicio del Año
Judicial y el Día del Juez; y son horas hábiles las que median entre las seis y las
veinte horas de cada día (LOPJ, arto 124). Para las actuaciones que deban
efectuarse fuera del local del Juzgado, son horas hábiles las que están
comprendidas entre las siete y las veinte horas de cada día, salvo acuerdo distinto
del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial.

Excepcionalmente, cuando no se pueda realizar una actuación judicial dentro de


los días y horas hábiles o cuando se trate de una actuación urgente cuya demora
pudiera perjudicar a una de las partes, el juez de oficio o a pedido de parte puede
habilitar día y horas inhábiles (CPC, arto 142). Si la actuación judicial se inicia en
día y hora hábiles pero no se culmina, aquélla podrá continuar hasta su conclusión
en tiempo inhábil, sin necesidad de que previamente se decrete la habilitación, es
decir se trata de una habilitación implícita (CPC, arto 143), o en su caso dicha
actuación puede suspenderse para su continuación al siguiente día hábil o cuando
el juez lo determine (CPC, arto 144).
III. CÓMPUTO DE PLAZOS

Con relación al cómputo de los plazos en materia procesal, la regla general es que
el plazo se cuenta desde el día siguiente de la fecha de notificación de la
resolución que lo fija y, cuando es común, o sea para ambas partes, desde la
fecha de la última notificación. No se consideran dentro del cómputo los días
inhábiles (CPC, arto 147).
Modelo

Solicitud de habilitación de días y horas

Exp.: Sec.:
Escrito N° Cuaderno principal
Sumilla: Solicita habilitación de días y horas

SEÑOR JUEZ ESPECIALIZADO EN LO CIVIL

AAA AAA, identificado con D.N.!. .........., con dirección domiciliaria en


Av. .............................. y con domicilio procesal en la casilla ........... del Dpto. de
Notificaciones del Colegio de Abogados de Lima, en el proceso seguido contra don
888 888 sobre indemnización por daños y perjuicios; a Ud. atentamente digo:

Que, habiendo de venido la declaración testimonial de don NNN NNN en una


actuación urgente cuya demora puede perjudicarme como parte demandante
solicito a su despacho disponga la habilitación de días y horas inhábiles;
atendiendo a los fundamentos de hecho y fundamentación jurídica siguientes:

l. FUNDAMENTOS DE HECHO:

1. Con fecha ............., interpuse demanda de indemnización por daños y perjuicios


contra don 888 888, en la que entre otros medios probatorios ofrecí la declaración
testimonial de don NNN NNN adjuntando el respectivo pliego de preguntas en
sobre cerrado, por tratarse del testigo presencial de la forma como el demandado
me infligió el grave perjuicio por el cual vengo reclamando indemnización en este
proceso.

2. Por otro lado, pese a la buena voluntad de la mencionada persona para


colaborar con el suscrito, no le ha sido posible comparecer como testigo ante esta
judicatura cuando fue citado, dado que por motivos de trabajo, .Ios días laborables
viaja constantemente al interior del país y hasta al extranjero, retornando siempre
los fines de semana, situación que se prolongará durante todo este año.

3. En ese sentido, y teniendo en cuenta que la declaración testimonial de don NNN


NNN es importante para el reconocimiento del derecho que vengo exigiendo en el
marco de este proceso como parte demandante, la misma resulta imprescindible
para evitar un mayor perjuicio en mi contra,
y sabiendo sobre su disposición para brindar dicha manifestación lo más pronto
posible pero siempre limitado a los fines de semana, es necesario habilitar días y
horas inhábiles para el día domingo ............. de ........;.......
de ..............., a las ............., fecha en la cual el referido testigo me señaló que
estará en nuestra ciudad, siendo urgente la realización de la diligencia de
declaración testimonial para entonces, ya que al día siguiente emprenderá un viaje
que le tomará aproximadamente ......... meses.

II. FUNDAMENTACIÓN JURíDICA:

Fundamento la presente en lo establecido por el arto 142 del CPC en cuanto


señala que de oficio o a pedido de parte, el Juez puede habilitar días y horas
inhábiles en aquellos casos de actuaciones urgentes cuya demora puede
perjudicar a cualquiera de las partes, siendo el caso que la dilación de la
realización de la declaración testimonial de don NNN NNN dadas las
circunstancias descritas puede terminar perjudicándome como parte demandante,
por la importancia que tiene para el desarrollo del proceso.

OTRosí DIGO: Que como anexo presento el comprobante de pago de la tasa


judicial correspondiente

POR TANTO:

A Ud., Sr. Juez,.pido acceder a lo solicitado, y resolver conforme

a Ley.

Lima, ........ de ........... de ...........

FIRMA DE ABOGADO

FIRMA
SUB-CAPíTULO VIII

NOTIFICACIONES

l. GENERALIDADES

La comunicación procesal puede apreciarse desde dos puntos de vista uno amplio
y otro restringido. Según el primero, aquella comprende todos los actos que sirven
para trasmitir las órdenes y decisiones del juez a las partes, terceros o autoridades
(contenidos en las notificaciones, oficios y exhortos), y también para trasmitir las
peticiones que las partes o terceros hacen al juez (demanda, contestación,
reconvención, excepciones, recursos impugnatorios, escritos diversos). De
acuerdo al segundo punto de vista, más restringido, aquella comprende solo a los
actos del juez comunicados a través de las notificaciones judiciales.

Así pues, la notificación es el acto procesal por el cual el juez comunica a todos
los intervinientes en el proceso el contenido de sus resoluciones. En otras
palabras, a través de la resolución se concreta la decisión jurisdiccional ya través
de la notificación se le da publicidad.

Ahora bien, por un lado, no todas las decisiones contenidas en las resoluciones
judiciales son de la misma naturaleza, ya que unas pueden suponer mandatos,
otras citaciones (para efectos de concurrencia) y otras emplazamientos (concesión
de plazo para absolver un trámite). V, por otro lado, en cuanto a su aspecto formal
no todas las resoluciones son iguales, puesto que hay las que contienen
providencias de mero trámite o impulso procesal (decretos); las que se refieren a
pronunciamientos necesariamente motivados (autos); y las que tienen que ver con
la decisión final (sentencias) (CPC, arto 121).

Sin embargo, sea cual fuere la naturaleza de la decisión judicial o la clase de


resolución en que esté contenida, el hecho es que, salvo las excepciones de ley,
aquella debe ser comunicada a los sujetos del proceso mediante el acto de la
notificación. La finalidad natural de este acto procesal es, desde luego, llegar de
modo efectivo a los correspondientes destinatarios, a quienes en principio se
remite el documento de notificación al domicilio señalado por el demandante o por
el propio demandado, configurándose la denominada notificación real o efectiva si
el propio destinatario recibe el documento.
Pero la práctica ha demostrado la necesidad de contemplar la llamada notificación
ficta, que es la que se configura cuando realizado el acto de la notificación,
conforme a las normas procesales respectivas, el destinatario no llega a tener un
efectivo conocimiento de dicha notificación y por ende del contenido de la
resolución judicial, porque no la recibe personalmente debido a muy diversos
motivos, como puede ser su ausencia temporal del domicilio donde se notificó, su
ausencia permanente del mismo a propósito de un cambio de domicilio no
comunicado -como sucede con tanta frecuencia-, o debido a la forma en que se ha
efectuado la notificación, que auN°ue siendo legalmente válida no supone una
entrega personal de aquello que se quiere notificar.

La notificación efectiva no genera problema alguno, ya que demostrada la


recepción personal del documento, el notificado no podrá sostener posteriormente
el desconocimiento del proceso o de un acto procesal determinado. En cambio, la
notificación ficta implica la existencia de una presunción de que el destinatario ha
tomado conocimiento del proceso o de un determinado acto procesal. Esta
modalidad de notificación puede en algunos casos reñir con el debido proceso y
con el derecho de defensa.

II. FORMAS DE EFECTUAR LA NOTIFICACiÓN

El Código Adjetivo regula diversas formas de realizar la notificación de las


resoluciones judiciales, que son las siguientes:

a) Notificación por cédula (CPC, arto 157).- Este es el sistema tradicional de


efectuar la notificación judicial, utilizando el formato único aprobado por el Poder
Judicial y remitiéndolo a través del servicio de correo al domicilio del destinatario.
El texto original del arto 157 del CPC establecía que se notificaban por cédula las
siguientes resoluciones:

1) La que declara inadmisible o improcedente la demanda.


2) La que contiene el traslado de la demanda, de la reconvención y de sus
contestaciones, si las hubiera.
3) La que contiene la admisión de un tercero con interés, de un sucesor procesal o
de un sustituto procesal.
4) La que declara fundada una excepción o una defensa previa.
5) La que contiene un juzgamiento anticipado del proceso.
6) La que cita a alguna de las audiencias previstas en este Código.
7) La que contiene una declaración de suspensión o de conclusión del proceso.
8) La que contiene una sentencia o alguna forma especial de conclusión de un
proceso.
9) La que contiene una medida cautelar.
10) Los autos y sentencias que expidan las salas de la Corte Suprema.
11) Otras resoluciones que el juez disponga motivadamente.

Sin embargo, de acuerdo a la modificación del arto 15 del notificador en el que


indica cuándo regresará, puesto que en este caso se cumple con la notificación
entregando la cédula a persona distinta o, si esto no es posible, adhiriéndola en la
puerta de acceso del inmueble o dejándola por debajo de la puerta.

b)Notificación por comisión (exhorto) (CPC, arto 162).- Procede para notificar a
personas que se hallan fuera de la competencia territorial del juzgado, enviando el
exhorto correspondiente al Juzgado del lugar más cercano sí el destinatario se
halla en el país o a los órganos judiciales extranjeros o representante diplomático
si se halla fuera de él.

Aun cuando ni el arto 162 del CPC ni las normas específicas sobre exhorto (CPC,
arts. 151 a 154) lo señalan, es valor entendido que el Juzgado o autoridad
comisionada debe practicar el acto de notificación en la misma forma en que se
realiza la notificación por cédula, siendo posible por lo tanto la configuración de
una notificación ficta.

c) Notificación por telegrama, facsímil, correo electrónico o medios similares (CPC,


arts. 163 y 164).- No se trata en realidad de un mecanismo autónomo, sino
adicional para algunos casos, pues la norma del arto 163 del CPC establece que
en los casos que deba notificarse por cédula, de acuerdo al arto 157 del CPC -es
decir, ahora todas las resoluciones judiciales, según la modificatoria introducida
por la Ley N° 27524salvo el traslado de la demanda o reconvención, citación para
absolver posiciones y la sentencia, las demás resoluciones pueden también
notificarse por telegrama, facsímil, correo electrónico o cualquier otro medio
idóneo, a pedido de parte y siempre que los mismos permitan confirmar su
recepción. La referencia al correo electrónico es producto de la modificatoria al
arto 163 del CPC introducida por la Ley N° 27419, dejándose constancia de que la
notificación por correo electrónico solo se realizará para la parte que lo haya
solicitado.

d)Notificación por edicto (CPC, arts. 165 a 168).- Procede para notificar a
personas inciertas o cuyo domicilio se ignore, debiéndose manifestar bajo
juramento o promesa que se han agotado las gestiones destinadas a conocer el
domicilio de la persona a quien se deba notificar.
Procede también, a pedido de parte, para notificar a más de diez personas que
tienen un derecho común.

La publicación de los edictos se hace por tres días hábiles en el diario oficial y en
un diario de mayor circulación del lugar del último domicilio del citado, si fuera
conocido o, en su defecto, del lugar del proceso, debiéndose acreditar su
realización agregando al expediente el primer y último aviso.

e) Notificación por radiodifusión (CPC, arto 169).- Este sistema se aplica en forma
adicional a la notificación por edictos, procediendo de oficio o a pedido de parte.
En este supuesto, las transmisiones se harán por una emisora oficial o las que
determine el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial o el Consejo Ejecutivo Distrital
de cada Corte Superior, según corresponda. El número de veces que se anuncie
será correspondiente con el número respecto de la notificación por edictos,
debiéndose acreditar su realización agregando al expediente declaración jurada
expedida por la empresa radiodifusora, en donde constará el texto del anuncio y
los días y horas en que se difundió.

f) Notificación por nota (CPC, arto 156).- Actualmente ha sido derogada por la Ley
N° 27524 Y consistía en que en todas las instancias las resoluciones judiciales
quedaban notificadas en la secretaría del Juzgado o Corte respectiva, los días
martes o jueves, o el día hábil siguiente si estos fueran inhábiles; salvo que se
tratara de resoluciones que necesariamente debían ser notificadas por cédula
conforme al texto original del arto 157 del CPC.

La notificación por nota respondía a la necesidad de agilizar la tramitación del


proceso, en el sentido que las providencias de mero trámite y de impulso procesal-
que eran, por lo general, las que se notificaban por este sistema- no requerían el
costoso recurso de la cédula, haciendo que los usuarios del servicio de
administración de justicia acudan a los locales jurisdiccionales para tomar
conocimiento de aquellas.

Sin embargo, la norma del arto 156 del CPC distaba un tanto de la realidad, pues
considerando que ningún Juzgado o Corte cumple los plazos máximos para
expedir sus resoluciones, resultaba sumamente difícil calcular qué martes o qué
jueves había de concurrirse al local judicial para tomar conocimiento de la
providencia esperada; peor aún si había sido dictada de oficio (ya que el texto
original del arto 157 del CPC no obligaba expresamente a notificar estas últimas
por cédula).
Este hecho tenía que ver con el momento a partir del cual la notificación por nota
era eficaz. Si bien el arto 156 párr. 1° del CPC, en concordancia con la R. Adm. N°
112-98-P-CSJL señalaba que las resoluciones quedaban notificadas en la
secretaría los martes y jueves (se entendía que eran los siguientes a la expedición
de la resolución), se requería para la eficacia de la notificación la lectura de la
resolución a la vista del expediente (art. 156 párr. 29 del CPC). En este sentido, si
se concurría oportunamente el martes o jueves inmediato a la lectura de la
resolución dejándose constancia de ese hecho, la notificación surtía efectos a
partir de entonces. Pero si no se concurría o no se deja constancia de la lectura,
no había notificación efectiva, surgiendo la duda sobre si se había configurado una
situación de rebeldía o una notificación ficta, ya que al parecer el justiciable podía
concurrir en cualquier momento al no establecer el arto 156 del CPC, ahora
derogado, un plazo máximo de concurrencia a la notificación por nota.

Por estas y otras consideraciones vinculadas a la operatividad y eficacia de la


notificación por nota es que se derogó el arto 156 del CPC.

III. NOTIFICACiÓN FICTA

Está claro que efectuada la notificación en cualquiera de las formas legalmente


válidas, se producen inmediatamente los efectos propios que se derivan de dicho
acto procesal, es decir que surte efecto el mandato contenido en la resolución
judicial, comienzan a correr los plazos, etc.

No hay nada que cuestionar respecto a la notificación cuando esta se ha realizado


de manera real o efectiva, o sea cuando el propio interesado ha recibido la cédula
de notificación en forma ordinaria o por exhorto, o ha dejado constancia de la
notificación por nota, o inclusive cuando no habiendo sucedido esto, aquel ha
convalidado el acto expresa o tácitamente sin lugar a dudas, o en cualquiera de
esas formas ha manifestado conocer el proceso o las resoluciones judiciales.

Por el contrario, cuando la notificación ha sido ficta -es decir cuando la "cédula ha
sido entregada a persona distinta al destinatario, adherida a la puerta o introducida
debajo de ella, sea por vía ordinaria o por exhorto, por edicto o por radiodifusión, y
no hubo convalidación alguna-, cabe aún invocar la falta de conocimiento del
proceso o de un acto procesal y solicitar por consiguiente la nulidad de lo actuado.
Al menos un sector de la doctrina nacional y en menor medida la jurisprudencia se
van orientando en ese sentido, considerando que la nuíidad basada en la falta de
efectividad de la notificación es posible, pero no por cuestionamiento de su
validez, ya que esta puede haberse ajustado estrictamente a la ley, sino por
afectación del debido proceso y del derecho de defensa constitucionalmente
consagrados.

En efecto, no pudiendo el juez exigir más de lo que las normas exigen con relación
a la notificación de una resolución judicial, al punto que agotándose todos los
recursos posibles no se logre más que una notificación ficta, nada impide que el
proceso continúe válidamente hasta su conclusión, toda vez que en este caso rige
la presunción de que el notificado fictamente "conoce" el proceso y las
resoluciones del Juzgado. Tal situación podrá continuar así e inclusive podrá
ejecutarse lo resuelto, lo cual no supone que la referida presunción tenga carácter
absoluto.

Como quiera que el notificado en forma ficta no conoce realmente el proceso o


algún acto procesal del mismo, se hallaría privado del derecho constitucional de
defensa si no se le aceptase participar en el proceso a partir de la etapa procesal
en que se produjo la afectación, pudiendo darse esta inclusive a partir del traslado
de la demanda. El hecho que el afectado pueda ejercer el referido derecho
constitucional sin impedimento alguno y probar que en realidad no hubo una
notificación efectiva, implica que la presunción aplicable a las notificaciones fictas
es solo relativa.

Se trata, sin duda, de un conflicto entre las normas legales de procedimiento


(CPC, arts. 155 y ss.) y las normas constitucionales sobre principios y derechos de
la función jurisdiccional (Const. arto 139 incs. 3 y 14), respecto del cual deben
primar estas últimas. No son pocos los casos en que se impugna la presunción de
conocimiento que nace a consecuencia de una notificación ficta, siendo inclusive
cuestionada por la vía de la acción de amparo, fundándose precisamente en la
transgresión de los derechos constitucionales del debido proceso, tutela
jurisdiccional efectiva y defensa.

Se ha sostenido también, que la invocación del debido proceso, tutela efectiva y


derecho de defensa por sobre la notificación ficta, ha de proceder igualmente en el
caso que la notificación se haya remitido al domicilio de la contraparte señalado en
un documento contractual o en un título valor, aun cuando esta haya cambiado de
domicilio sin comunicarlo. Al parecer esta posición es perfectamente válida en
función a las mismas razones ya expuestas -que se reducen a la preferencia que
se le
debe dar a la norma constitucional sobre la legal (Const. arts. 51 y 138}-, lo que
virtualmente implicaría la inoperancia de lo establecido a favor del acreedor en el
arto 40 del CC relativo a la inoponibilidad del cambio de domicilio si estE3 no le ha
sido comunicado.

Potrebbero piacerti anche