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13 Naturaleza jurídica del salario variable SCS N° 920 09-10-15

Ponencia del Magistrado Dr. EDGAR GAVIDIA RODRÍGUEZ

En el juicio que por cobro de diferencia de prestaciones sociales, sigue la ciudadana


MILADY SÁNCHEZ DE HIDALGO, titular de la cédula de identidad n° V-10.482.873,
representada por los abogados Milena Mariela Pérez Rueda, José Ricardo Aponte y Roberto
Alí Colmenares, inscritos en el Inpreabogado bajo los números 82.043, 44.438 y 15.764,
respectivamente, contra la entidad de trabajo LABORATORIOS VARGAS, S.A., inscrita
en el “Registro Mercantil Segundo de la Circunscripción Judicial del Distrito Federal y
Estado Miranda, el 27 de junio de 1955, bajo el N° 90, Tomo 9-A”, representada por los
abogados Juan Carlos Varela, Liliana Salazar, Emma Neher, Ricardo Alonso, Ángel
Mendoza Quintana, José Ernesto Hernández, Hadilli Gozzaoni Rodríguez, Daniela Sedes
Cabrera, Vanessa Mancini Gutiérrez, Ilyana León Toro, Gerardo Gascón Domínguez,
Amaranta Lara Márquez, Daniel Jaime, Liliana Acuña, Victoria Álvarez, Pedro Elías
Rodríguez, Julimar Sanguino Pérez, Adriana Carvajal Bisulli, Claudia Alimenti, Ana
Carolina Dávila y Diego Castro, inscritos en el Inpreabogado bajo los números 48.405,
52.157, 55.561, 90.814, 117.160, 117.738, 121.230, 89.504, 145.287, 171.696, 171.695,
181.496, 181.458, 125.276, 130.598, 197.511, 110.679, 125.277, 219.110, 219.108 y
219.109, en su orden; el Juzgado Noveno Superior del Trabajo de la Circunscripción
Judicial del Área Metropolitana de Caracas, dictó sentencia el 8 de julio de 2014, mediante
la cual declaró sin lugar el recurso de apelación interpuesto por la parte actora y
parcialmente con lugar el recurso de apelación ejercido por la parte demandada,
parcialmente con lugar la demanda y revocó la decisión dictada el 5 de mayo de 2014 por el
Juzgado Décimo Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la misma
circunscripción judicial, que declaró parcialmente con lugar la demanda.
Contra la decisión de alzada, ambas partes anunciaron recurso de casación, los
cuales fueron admitidos y formalizados oportunamente. Hubo impugnación de la parte
demandada.

Recibido el expediente, se dio cuenta en Sala el 7 de agosto de 2014,


designándose ponente al Magistrado Octavio Sisco Ricciardi.

Por cuanto el 29 de diciembre de 2014, tomaron posesión en sus cargos los


Magistrados Dra. Mónica Gioconda Misticchio Tortorella, Dr. Edgar Gavidia Rodríguez,
Dr. Danilo Antonio Mojica Monsalvo y la Dra. Marjorie Calderón Guerrero; designados el
28 de diciembre de 2014 por la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de
Venezuela; se reconstituyó la Sala de Casación Social quedando conformada de la siguiente
manera: Presidenta, Magistrada Carmen Elvigia Porras de Roa; Vicepresidenta, Magistrada
Mónica Misticchio Tortorella; Magistrado Edgar Gavidia Rodríguez; Magistrado Danilo
Antonio Mojica Monsalvo; Magistrada Marjorie Calderón Guerrero, reasignándose la
ponencia al Magistrado Edgar Gavidia Rodríguez.

Asimismo, el 12 de febrero de 2015, en razón de la celebración de la sesión


extraordinaria de Sala Plena de este Tribunal Supremo de Justicia, llevada a cabo el 11 del
mismo mes y año, se procedió a designar a las nuevas autoridades de este máximo tribunal,
quedando integrada la Sala de Casación Social de la siguiente manera: Magistrada Dra.
Marjorie Calderón Guerrero, Presidenta; Magistrada Dra. Mónica Gioconda Misticchio
Tortorella, Vicepresidenta; y los Magistrados Dra. Carmen Elvigia Porras de Roa, Dr. Edgar
Gavidia Rodríguez y Dr. Danilo Antonio Mojica Monsalvo, conservando la ponencia el
Magistrado Edgar Gavidia Rodríguez.
Por auto de Sala de 26 de mayo de 2015, se fijó la celebración de la audiencia
pública y contradictoria para el día jueves 25 de junio de 2015, a las dos de la tarde (2:00
p.m.), en sujeción a lo regulado por el artículo 173 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.

Por auto de Sala del 25 de junio de 2015, se difiere la audiencia para el jueves
11 de agosto de 2015, a la una y treinta minutos de la tarde (1:30 p.m.).

Mediante auto de Sala del 11 de agosto de 2015, se difiere nuevamente la


audiencia para el jueves 24 de septiembre de 2015, a las nueve y treinta minutos de la
mañana (9:30 a.m.).

Celebrada la audiencia y habiendo esta Sala pronunciado su decisión de manera


inmediata, pasa a reproducir la misma en la oportunidad que ordena el artículo 174 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo, bajo las siguientes consideraciones:

RECURSO DE CASACIÓN DE LA PARTE DEMANDADA

Por razones metodológicas, la Sala altera el orden en que fueron presentadas las
denuncias, procediendo, por tanto, a resolver la tercera delación planteada en el escrito de
formalización.

De conformidad con lo dispuesto en el numeral 2 del artículo 168 de la Ley


Orgánica Procesal del Trabajo, la formalizante denuncia que la sentencia de alzada incurre
en la falta de aplicación de los artículos 1.363 y 1.364 del Código Civil, en concordancia
con el artículo 444 del Código de Procedimiento Civil, en razón que el ad quem le otorgó
valor probatorio a la documental denominada "Planilla de movimiento de finiquito"
(marcada "F2" que cursa en el folio 124 del cuaderno de recaudos n° 2), por cuanto no fue
desconocida por la demandante y por ende, se tiene como reconocida, de la cual se
evidencia que la demandada pagó a la demandante la cantidad de Bs. 154.370,00 por los
conceptos laborales adeudados a su causante por todo el tiempo de la relación de trabajo,
que incluía una cantidad adicional denominada "prestación social especial", que no
correspondió a un “derecho adquirido” del extrabajador, sino a una “concesión graciosa”
por parte de la accionada.

La Sala ha sostenido que la falta de aplicación de una norma jurídica ocurre


cuando el sentenciador no emplea o niega la utilización de una norma aplicable al caso en
cuestión, dando lugar a la nulidad cuando de haberla empleado incidiere en lo dispositivo
del fallo.

Con el fin de poder determinar la existencia del vicio señalado, debemos indicar
lo contenido en los artículos del Código Civil y el Código de Procedimiento Civil
denunciados:

Artículo 1.363: El instrumento privado reconocido o tenido legalmente por


reconocido, tiene entre las partes y respecto de terceros, la misma fuerza
probatoria que el instrumento público en lo que se refiere al hecho material de
las declaraciones; hace fe, hasta prueba en contrario, de la verdad de esas
declaraciones.

Artículo 1.364: Aquél contra quien se produce o a quien se exige el


reconocimiento de un instrumento privado, está obligado a reconocerlo o
negarlo formalmente. Si no lo hiciere, se tendrá igualmente como reconocido.
Los herederos o causahabientes pueden limitarse a declarar que no conocen la
firma de su causante.

Artículo 444: La parte contra quien se produzca en juicio un instrumento


privado como emanado de ella o de algún causante suyo, deberá manifestar
formalmente si lo reconoce o lo niega, ya en el acto de la contestación de la
demanda, si el instrumento se ha producido con el libelo, ya dentro de los cinco
días siguientes a aquel en que ha sido producido, cuando lo fuere
posteriormente a dicho acto. El silencio de la parte a este respecto, dará por
reconocido el instrumento.

A fin de corroborar si el ad quem está incurso en la infracción delatada, se cita


lo señalado por la recurrida en este aspecto:

Al folio 49 marcada “I-B” planilla de movimiento de finiquito emitida por


Laboratorios Vargas firmada por la demandante, que se aprecia conforme a los
artículos 10 y 78 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, de la cual se
desprende el pago de vacaciones fraccionadas, bono vacacional fraccionado,
utilidades fraccionadas, corte de cuenta, prestaciones de antigüedad, diferencia
de abono, intereses sobre prestaciones sociales, bonificación especial,
prestación social de antigüedad y las deducciones de ley por la suma total de
Bs. 75.421,13, que coincide con las promovidas por la parte demandada a los
folios 123 al 124 marcadas “F-1” y “F-2” y “G-1” folio 125 del cuaderno de
recaudos Nº 2.

(Omissis).

En lo que respecta a la indemnización prevista en el numeral “5” de la cláusula


de la convención colectiva 2008-2010, referida a una indemnización por
fallecimiento equivalente a la indemnización establecida en el régimen
prestacional de empleo (antiguo paro forzoso), la recurrida condenó su pago sin
cuantificarla, la demandada reconoció en la audiencia de alzada que es
equivalente a Bs. 3.450,00, pero alegó que debe compensarse con la cantidad de
Bs. 18.267,00 denominada “PRESTACION (sic) SOCIAL ESPECIAL”, pagada
en la liquidación de prestaciones sociales cursante a los folios 123 y 124
cuaderno de recaudos Nº 2, alegando que esa cantidad se pagó en exceso para
cubrir cualquier diferencia.

De una revisión de la liquidación se desprende que la demandada pagó Bs.


18.267,00 por “PRESTACION (sic) SOCIAL ESPECIAL”, no se señaló en la
liquidación cuál es la razón por la que se pagó, ni que cualquier diferencia debe
compensarse con la misma, de manera que ello no puede inferirse ni suponerse.

De la reproducción efectuada, observa la Sala, que el juez de alzada, respecto a


la solicitud de la parte demandada que se compensara la cantidad de Bs. 3.450,00
condenados, correspondientes a la indemnización prevista en el numeral 5 de la cláusula 65
de la convención colectiva 2008-2010, con la cifra de Bs. 18.267,00 pagada en exceso
como "prestación social especial" en la planilla de movimiento de finiquito, señaló que al
no estar manifestado por la demandada la razón del pago, o que cualquier diferencia debía
compensarse con dicho pago, negó la solicitud de compensación.

Esta Sala, difiere del ad quem cuando señala que no se indicó “en la
liquidación cuál es la razón por la que se pagó” la “prestación social especial”
desconociendo de esta forma, que en definitiva las cantidades recibidas por la actora en el
marco de la terminación del vínculo laboral de su causante, independientemente de la
denominación o fin dado por las partes, constituyen un pago parcial o a cuenta del total de
las prestaciones sociales que le corresponderían al trabajador, por lo que deben ser objeto
de deducción en caso de una ulterior diferencia.

En el caso sub examine, existe un pago en exceso por voluntad del patrono,
denominado en el caso particular "prestación social especial" de Bs. 18.267,00, por lo que
del monto que emite a favor de la actora deberá descontarse dicha cantidad. Por lo que en
consecuencia procede la denuncia efectuada por la demandada, al ser determinante en el
dispositivo del fallo. Así se decide.

En razón de la anterior declaratoria, resulta inoficioso conocer las restantes


delaciones formuladas en el recurso de casación formalizado por la demandada, toda vez
que de conformidad con el artículo 175 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
corresponde a esta Sala decidir el fondo de la presente controversia, lo que pasa a hacer en
los siguientes términos:

SENTENCIA DE MÉRITO

ALEGATOS DE LA PARTE DEMANDANTE

Alega la parte actora -quien es heredera del fallecido extrabajador ciudadano


Daniel José Hidalgo Briceño -que este comenzó a prestar servicio personal en forma
continua e ininterrumpida en el cargo de Electricista I, desde el 3 de octubre de 1994 hasta
el 6 de octubre de 2011, con un tiempo de servicio de 17 años y 3 días, que la relación de
trabajo se rigió por el Contrato Colectivo del Trabajo en Escala Nacional para la Industria
Químico-Farmacéutica, que la parte demandada no toma en consideración como salario el
importe de alimentación y transporte, así como los períodos de descanso para tomar
refrigerio y su salario normal era pagado a razón de 28 días y no en razón a 30 días, ni
aplicó los aumentos salariales implícitos en las convenciones colectivas de trabajo, que el
18 de octubre de 2011 la empresa hizo entrega de una planilla de movimiento de finiquito
donde se evidencia la cancelación de la suma de Bs. 154.370,63, que comprende el pago de
los conceptos correspondientes a: vacaciones fraccionadas, bono vacacional fraccionado,
subsidio de transporte, utilidades fraccionadas, corte de cuenta, pago de prestaciones, pago
de diferencia en abono de días 10, intereses sobre prestaciones sociales, bonificación
especial, prestación social especial, caja de ahorro y las deducciones de ley, que en esa
misma fecha se entregó un comunicado donde notifica que a los fines de dar cumplimiento
a lo estipulado en la cláusula 57 del contrato colectivo, se hizo efectivo el depósito por la
suma de cuatro mil setecientos cincuenta bolívares exactos (Bs. 4.750,00). Finalmente
reclama el pago de los siguientes conceptos: diferencia por derecho de antigüedad,
diferencia por derecho a intereses sobre antigüedad derivados del artículo 108 de la Ley
Orgánica del Trabajo (1997), diferencia en cuantificación de dos (2) días de salario por
falsa aplicación de la cláusula 15 de la convención colectiva del trabajo, incidencia en el
resultado con respecto a la antigüedad e intereses sobre antigüedad, diferencia por
incorrecta aplicación de las cláusulas 32 y 62 relativa a aumentos salariales anuales y por
antigüedad con incidencia sobre antigüedad, intereses sobre antigüedad, utilidades,
vacaciones, bono vacacional, días feriados, días de asueto, diferencia por inexacta
aplicación de las cláusulas 20 o 25 de las convenciones colectivas del trabajo, intereses e
indexación monetaria.

ALEGATOS DE LA PARTE DEMANDADA

Sostiene la falta de cualidad e interés de la actora para demandar, por cuanto la


ciudadana Milady Sánchez Hidalgo pretende el reclamo de supuestas diferencias con
ocasión de la relación que mantuvo el ciudadano Daniel José Hidalgo Briceño, actuando
como excónyuge y causante del trabajador fallecido, quien debió acreditar la cualidad como
única y universal heredera mediante declaración sucesoral; que la remuneración del
ciudadano era por unidad de tiempo, pagada semanalmente, no sobre la base de su
rendimiento, sino en consideración a la disposición de su fuerza de trabajo dentro de la
jornada; que los conceptos de prestación de antigüedad, días adicionales, vacaciones, bono
vacacional, utilidades o bonificaciones especiales derivados de la relación de trabajo no
debían computarse con base a un supuesto y negado promedio de los últimos 12 meses de
salario sino en razón de la base salarial fija percibida por el trabajador en cada período;
sostiene que existen meses en el año compuesto por 4 semanas, por lo que podrían existir
días adicionales sin pagarse que son compensados en el mes siguiente y nunca se dejó de
pagar una semana por concepto de salario; afirma que los complementos salariales
correspondientes a horas extras nocturnas, bono de producción, primas, recargos por días
feriados, adelanto de utilidades, adelanto de caja de ahorro, bono vacacional no pueden ser
considerados como parte de salario, no obstante, haberlos devengado; que su representado
pagó oportunamente el beneficio de las vacaciones conforme lo previsto en la convención
colectiva y le canceló los días continuos de disfrute con el pago del bono vacacional, que la
parte actora no especifica el número de días que presuntamente le adeuda su representada y
sólo se limita a señalar que existe una diferencia; que consta en los recibos de pago que
cuando se generaban los días de asueto y feriados los mismos eran cancelados en forma
oportuna; que la parte actora tiene derecho al pago de la bonificación contemplada en la
cláusula 65 de la convención colectiva a razón de un salario promedio de los últimos doce
meses; que el pago de la actora se hizo con base a su salario integral tal como se evidencia
en la planilla de pago por liquidación consignada a los autos; que se evidencia que se pagó
adicionalmente a las prestaciones sociales, un concepto denominado prestación social
especial a los fines de compensar supuestas diferencias.

HECHOS ADMITIDOS POR LA PARTE DEMANDADA

-La prestación de servicio a partir del 3 de octubre de 1994 en el cargo de


Técnico Electricista I hasta el 6 de octubre de 2011 por fallecimiento, con un tiempo de
servicio de 17 años y 3 días.

-Que para el 27 de enero de 2010 la parte actora devengaba un salario mensual


de Bs. 3.354,74 como se evidencia en los recibos de pago cursantes en los autos.
-Que le fue entregado a la parte actora el 18 de octubre de 2011 planilla de
liquidación de prestaciones sociales.

-Que hizo entrega a la actora a los fines de dar cumplimiento a la cláusula 57


del contrato colectivo, el pago por servicios funerarios el 18 de octubre de 2011.

HECHOS NEGADOS POR LA PARTE DEMANDADA

-Que el ciudadano Daniel José Hidalgo Briceño haya devengado un salario


mixto cancelado semanalmente por una cantidad fija semanal mas una suma variable
semanal compuesta por horas extras diurnas, horas extras nocturnas, bono de producción,
primas, recargos por días feriados, adelanto de utilidades, adelanto de prestaciones sociales,
adelanto de caja de ahorro, intereses sobre prestaciones sociales, bono vacacional,
transporte, alimento y prestaciones contractuales.

-El incumplimiento de la aplicación de las convenciones colectivas del trabajo y


demás leyes o normas aplicables.

-El supuesto salario mensual a razón de 28 días y no a razón a 30 o 31 días.


-Que se haya aplicado incorrectamente los aumentos salariales implícitos en las
convenciones del trabajo, así como lo previsto en las cláusulas 32 y 62 y que se haya
cancelado a razón de 28 días. Así como que se hubiere incumplido en forma alguna lo
previsto en las cláusula 15, 20 y 25 de la convención colectiva in comento.

-Niega todos los conceptos demandados por la parte actora en su escrito libelar
correspondientes a: diferencia por derecho de antigüedad, diferencia por derecho a intereses
sobre antigüedad derivados del artículo 108 de la Ley Orgánica del Trabajo (1997),
diferencia en cuantificación de dos (2) días de salario por falsa aplicación de la cláusula 15
de la convención colectiva del trabajo , incidencia en el resultado con respecto a la
antigüedad e intereses sobre antigüedad, diferencia por inexacta aplicación de las cláusulas
32 y 62 relativa a aumentos salariales anuales y por antigüedad con incidencia sobre
antigüedad, intereses sobre antigüedad, utilidades, vacaciones, bono vacacional, días
festivos, días de asueto, diferencia por errada aplicación de las cláusulas 20 o 25 de las
convenciones colectivas del trabajo, intereses e indexación monetaria.

LIMITES DE LA CONTROVERSIA

Vista la pretensión formulada por la parte actora y las defensas opuestas por la
demandada en la contestación, de conformidad con lo establecido en los artículos 72 y 135
de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en relación al establecimiento de los límites de la
controversia y a la distribución de la carga de la prueba dependiendo de los términos en que
la parte demandada haya contestado la demanda, observa esta Sala que los puntos
controvertidos se centran básicamente en determinar: 1) El salario mixto cancelado
semanalmente, integrado por una cantidad fija, mas una suma variable compuesta por horas
extras diurnas y nocturnas, bono de producción, primas, recargos por días feriados, adelanto
de utilidades, adelanto de prestaciones sociales, adelanto de caja de ahorro, intereses sobre
prestaciones sociales, bono vacacional, transporte, alimento y prestaciones contractuales, su
pago a razón de 28 días y no a razón a 30 o 31 días. La no aplicación de los aumentos
salariales regulados en las convenciones del trabajo, así como lo previsto en las cláusulas
32 y 62 y que se haya pagado a razón de 28 días. Finalmente, la procedencia o no en
derecho de los conceptos correspondientes a: diferencia por derecho de antigüedad,
diferencia por derecho a intereses sobre antigüedad derivados del artículo 108 de la Ley
Orgánica del Trabajo (1997), diferencia en cuantificación de dos (2) días de salario, por
falsa aplicación de la cláusula 15 de la convención colectiva del trabajo, incidencia en el
resultado con respecto a la antigüedad e intereses sobre antigüedad, diferencia por errada
aplicación de las cláusulas 32 y 62 relativa a aumentos salariales anuales y por antigüedad
con incidencia sobre antigüedad, intereses sobre antigüedad, utilidades, vacaciones, bono
vacacional, días feriados, días de asueto, diferencia por inexacta aplicación de las cláusulas
20 o 25 de las convenciones colectivas del trabajo, intereses e indexación monetaria.

PRUEBAS PROMOVIDAS POR LA PARTE DEMANDANTE

Según escrito que cursa a los folios 41 al 44 de la primera pieza del expediente,
promovió:

A los folios 45 al 48 marcada “I-A” de la pieza n° 1 del expediente, constancias


de trabajo emitidas por Laboratorios Vargas S.A, el 13 de septiembre de 2006, 25 de
septiembre de 2009, 27 de enero de 2010 y 22 de julio de 2011, mediante el cual hace
constar que el ciudadano Daniel José Hidalgo Briceño, prestó servicio para ella como
electricista I adscrito a la gerencia de mantenimiento y producción, devengando un último
salario mensual de Bs. 2.089,00, que se aprecian conforme a los artículos 10 y 78 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, pero nada aportan en vista de que la relación de trabajo no
está controvertida.

Al folio 49 de la pieza n° 1 del expediente, marcada “I-B” planilla de


movimiento de finiquito emitida por Laboratorios Vargas S.A. firmada por la demandante,
que se aprecia conforme a los artículos 10 y 78 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, de
la cual se desprende el pago de vacaciones fraccionadas, bono vacacional fraccionado,
utilidades fraccionadas, corte de cuenta, prestaciones de antigüedad, diferencia de abono,
intereses sobre prestaciones sociales, bonificación especial, prestación social de antigüedad
y las deducciones de ley por la suma total de Bs. 75.421,13, que coincide con las
promovidas por la parte demandada a los folios 123 al 124 marcadas “F-1” y “F-2” y “G-1”
folio 125 del cuaderno de recaudos nº 2.

Al folio 50 de la pieza n° 1 del expediente, marcada “I-C”, comunicación


emitida por Laboratorios Vargas S.A., mediante el cual hizo entrega a la demandante
Milady Sánchez de Hidalgo, del cheque n° 03627338 del Banco Provincial S.A. por Bs.
154.370,63 por finiquito de la relación laboral y depósito en efectivo por Bs. 4.750,00 de
Banesco Banco Universal C.A. a nombre de Milady Sánchez, que se aprecia conforme a los
artículos 10 y 78 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, desprendiéndose dichos pagos.

A los folios 51 al 58 de la pieza n° 1 del expediente, marcada “I-D”, liquidación


de vacaciones correspondiente a los años 1999, 2000, 2001, 2002, 2003, 2004 y 2007, que
se desechan del proceso porque carecen de firma.

A los folios 59 al 67 marcada “I-E” de la pieza n° 1 del expediente,


comprobantes de retención del impuesto sobre la renta correspondiente a los años 1997,
1999, 2001, 2004, 2005, 2006 y 2007 a nombre del ciudadano Daniel José Hidalgo
Briceño, que se aprecian conforme a los artículo 10 y 78 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, pero resultan impertinentes porque nada aportan a lo controvertido.

Al folio 68 marcado “I-F” de la pieza n° 1 del expediente, recibo de pago


correspondiente al año 2010, por concepto de utilidades por Bs. 14.309,63, que se aprecia
conforme los artículos 10 y 78 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, donde consta dicho
pago.

A los folios 69 al 77, ambos inclusive de la pieza n° 1 del expediente, marcado


“I-G” pago de intereses sobre prestación de antigüedad correspondiente a los años 1998 al
2007, que se aprecia conforme a los artículos 10 y 78 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, evidenciándose dicho pago.

Al folio 78 de la pieza n° 1 del expediente, pago de intereses sobre prestación


de antigüedad, que se desecha porque no contiene firma.

A los folios 79 al 96 marcada “I-H” de la pieza n° 1 del expediente, copias


certificadas de actuaciones del expediente n° AP21-L-2011-006005, contentivo del escrito
de promoción de pruebas de Laboratorios Vargas, S.A., que si bien tiene valor conforme a
los artículo 77 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo y 429 del Código de Procedimiento
Civil, nada aporta porque no se refiere al presente juicio, sino a uno seguido por la
ciudadana Lennys Eliana Salazar Mercado contra la demandada.
A los folios 334 al 337 de la pieza n° 1 del expediente, certificado de solvencia
de sucesiones y formulario para autoliquidación de impuesto sobre sucesiones nº 00106665
del 27 de marzo de 2013, de la sucesión del ciudadano Daniel José Hidalgo Briceño, donde
figura la demandante Milady Sánchez Hidalgo como representante legal o responsable de la
sucesión.

Promovió la exhibición de los recibos de pago de salario correspondiente a los


años 1997 al 2011, que no fueron exhibidas en la audiencia de juicio, acto en el cual la
parte demandada alegó que constan en el expediente por haberlas promovido, en vista de lo
cual se analizarán como documentales y no hay consecuencia jurídica que aplicar conforme
al artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.

PRUEBAS PROMOVIDAS POR LA PARTE DEMANDADA

Según escrito que cursa a los folios 97 al 101 de la primera pieza del
expediente, promovió:

De los folios 3 al 26, ambos inclusive, marcadas “A-1” a la “A-24” del


cuaderno de recaudos n° 1, comunicaciones suscritas por el ciudadano Daniel José Hidalgo
Briceño, mediante las cuales se le notificó el aumento de salario diario durante la prestación
de su servicio a partir del 1° de febrero de 1995, 1° de julio de 1995, 1° de julio de 1996, 1°
de octubre de 1996, 1° de julio de 1997, 1° de enero de 1998, 1° de septiembre de 1999, 1°
de mayo de 2000, 1° de julio de 2000, 1° de julio de 2001, 1° de julio de 2002, 1° de junio
de 2003, 1° de enero de 2004, 1° de enero de 2005, 1° de julio de 2005, 1° de julio de 2006,
1° de julio de 2007, 1° de octubre de 2007, 1° de julio de 2008, el 18 de agosto de 2008:
recibió aumento por antigüedad cláusula 62, incidencia en conceptos laborales, aumento a
partir del 1° de enero de 2008, 1° de septiembre de 2009, 1° de febrero de 2009 y 1° de
enero de 2010, que se aprecian conforme a los artículo 10 y 78 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo, evidenciándose los aumentos de salario otorgados al mismo.

A los folios 27 al 163, ambos inclusive, de cuaderno de recaudos n° 1 marcados


“B-1” al “B-137” recibos de pago que se precian conforme a los artículos 10 y 78 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, de donde se evidencia el pago del salario en forma semanal,
sobre tiempo diurno, sobre tiempo nocturno, bono comida, retroactivo y las deducciones de
ley correspondiente a los años 1997, 1998, 1999, 2001, 2002, 2003, 2004, 2005, 2006,
2007, 2008, 2009, 2010 y 2011.

A los folios 3 al 33, ambos inclusive, del cuaderno de recaudos n° 2 marcados


“C-1” al “C-31” recibos de pago por concepto de pago de utilidades y adelanto
correspondiente a los ejercicios económicos 1993 al 2010, que se precian conforme a los
artículos 10 y 78 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, donde constan dichos pagos.

A los folios 34 al 64, ambos inclusive, del cuaderno de recaudos n° 2 marcados


“D-1” al “D-31” recibos de pago por concepto de utilidades, vacaciones y bono vacacional
que se aprecian conforme a los artículos 10 y 78 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
salvo las D2, D4, D6, D8, D10, D13, D16, D19 y D23, folios 35, 37, 39, 41, 43, 46, 49, 52
y 56 que carecen de la firma del causante, los apreciados demuestran los pagos por dichos
conceptos.

Al folio 65 marcado “E-1” del cuaderno de recaudos nº 2, constancia de del 6


de mayo de 1996 mediante el cual el ciudadano Daniel José Hidalgo Briceño hizo constar
que recibió la suma de Bs. 40.000,00 en calidad de préstamo sin intereses, que se aprecia
conforme a los artículos 10 y 78 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.

A los folios 66 al 118, ambos inclusive, marcadas “E-2” a la “E-54” del


cuaderno de recaudos nº 2, notificación de status de prestaciones sociales, pago de intereses
año 95, 96-97, 97-98, 98-99, 99-2000, 2000-2001, 2001-2002, 2002-2003, 2003-2004,
2004-2005, 2005-2006, 2006-2007, 2007-2008, 2008-2009 y 2009-2010, anticipos de
antigüedad, declaración de que se acredite en la contabilidad de la empresa, pago de corte
de cuenta, que se aprecian conforme a los artículos 10 y 78 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, evidenciándose dichos pagos y la declaración en cuestión.

A los folios 119 al 122 marcadas “E-55” a la “E-58” del cuaderno de recaudos
nº 2, se desechan del proceso porque carecen de firma.

A los folios 123 y 124 marcadas “F-1” y “F-2” y “G-1” y folio 125 del
cuaderno de recaudos nº 2, planilla de movimiento de finiquito que se aprecia, se da por
reproducida la valoración efectuada al analizar las documentales que cursan al folio 49
marcada “I-B” promovidas por la actora.

Promovió informes al Banco Provincial S.A. y Banco Mercantil C.A.; el


primero no constan las resultas; la del Banco Mercantil C.A. constan a los folios 164 al 306
de la pieza n° 1 del expediente, no obstante la impugnación de la actora se aprecian
conforme a los artículos 10 y 81 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, porque se
incorporaron legalmente al proceso, de los cuales se evidencian los estados de cuenta del
causante correspondientes a los períodos 2004, 2006, 2009, 2010, 2011 y 2012.
A los folios 126 al 184, ambos inclusive, del cuaderno de recaudos n° 2 y folios
2 al 222 del cuaderno de recaudos n° 3, contratos colectivos de trabajo correspondiente a
los años: 1995-1998, 1998-2000, 2000-2002, 2003-2005, 2005-2007, por lo cual se procede
a señalar un extracto de la sentencia n° 1122 del 27 de septiembre de 2004 de esta Sala, en
la cual se estableció:

Respecto al carácter jurídico de las convenciones colectivas, la Sala aclaró en


sentencia N° 535 de 2003 que si bien es cierto que la convención colectiva tiene
su origen en un acuerdo de voluntades, también es cierto que una vez alcanzado
el mismo debe necesariamente suscribirse y depositarse ante un órgano con
competencia pública, (...).

Estos especiales requisitos, le dan a la convención colectiva de trabajo un


carácter jurídico distinto al resto de los contratos y permite asimilarla a un acto
normativo que debido a los requisitos que deben confluir para su formación y
vigencia, debe considerarse de derecho y no simples hechos sujetos a las reglas
generales de la carga de alegación y prueba que rigen para el resto de los
hechos aducidos por las partes en juicio, razón por la cual al ser de derecho y no
de hechos sujetos a su alegación y prueba, no es procedente su valoración (…).

En tal sentido debe observar esta Sala que el mismo se constituye en cuerpo
normativo -el cual debe conocer el Juez en virtud del principio iura novit curia- y como tal
no configura medio de prueba.

CONSIDERACIONES PARA DECIDIR


En lo que respecta a la falta de cualidad para demandar de la ciudadana Miladys
Sánchez Hidalgo como única y universal heredera del causante Daniel José Hidalgo
Briceño, promovida por la parte demandada, se debe señalar que la declaratoria sin lugar
emanada del a quo, no fue apelada por la accionada en la oportunidad correspondiente, en
consecuencia, está firme sin que forme parte de la controversia en esta Sala.

De las pruebas aportadas al proceso, concretamente las cursantes a los folios 27


al 163, ambos inclusive, cuaderno de recaudos n° 1 marcadas “B-1” a la “B-137” que
consisten en recibos de pago, consta que el ciudadano Daniel José Hidalgo Briceño, se
desempeñaba como obrero en el cargo de Electricista I, que devengó un salario semanal
durante toda la relación laboral, esto es, durante los años 1997, 1998, 1999, 2001, 2002,
2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010 y 2011, que en los recibos se evidencia el
pago de sobre tiempo diurno, sobre tiempo nocturno, bono comida, retroactivo y las
deducciones de ley, conceptos estos que no convierten la remuneración en un salario mixto,
pues el salario mixto es aquel que tiene una porción fija y una variable.

En el caso de autos el salario fue pactado por unidad de tiempo conforme a lo


previsto en los artículos 139 y 140 de la Ley Orgánica del Trabajo (1997), no por unidad de
obra, por pieza o a destajo, por tarea o a comisión, no se trata de un trabajador que por la
naturaleza de su servicio trabajó bajo la modalidad de salario variable o mixto, de manera
que es improcedente acordar el pago de los descansos y feriados y cualquier incidencia
derivada de una porción variable del salario que el actor no percibió, por tanto, no existe,
porque el salario fue por unidad de tiempo.

Afirmar, que el sobre tiempo, bono comida, horas extras diurnas, horas extras
nocturnas, bono de producción, primas, recargos por días feriados, convierte el salario por
unidad de tiempo en mixto es contrario a derecho e implicaría una premisa falsa como sería
la de admitir que no existe trabajador alguno con salario por unidad de tiempo o fijo,
porque todo dependiente en algún momento podría generar horas extras, primas o bonos,
por una parte; y, por la otra aceptar como se pretende en el libelo que los conceptos de
adelanto de utilidades, adelanto de prestaciones sociales, adelanto de caja de ahorro,
intereses sobre prestaciones sociales, bono vacacional, transporte, alimento y prestaciones
contractuales, integran una porción variable del salario, para el pago de prestaciones
sociales y demás conceptos laborales, sería violatorio del artículo 108 de la Ley Orgánica
del Trabajo (1997), según el cual la antigüedad se depositará y liquidará en forma
definitiva, y del principio según el cual ningún concepto laboral puede tener incidencia
sobre si mismo, por lo que no proceden diferencias ni recálculo de prestaciones sociales.
Así se declara.

Con respecto al pretendido pago de dos días adicionales y su incidencia en la


antigüedad e intereses sobre prestaciones sociales, los cuales no acumuló conforme lo prevé
el literal “e” del artículo 108 de la Ley Orgánica del Trabajo (1997); así como su incidencia
en utilidades, días feriados, días de asueto contractuales, desde el 19 de junio de 1997 hasta
el 6 de octubre de 2011, de las pruebas aportadas al proceso ya analizadas, cursantes a los
27 al 163 cuaderno de recaudos n° 1 marcadas “B-1” a la “B-137”, consta que el ciudadano
Daniel José Hidalgo Briceño, devengaba un salario semanal.

El artículo 150 de la Ley Orgánica del Trabajo (1997), establece que el


trabajador y el patrono acordarán el lapso fijado para el pago del salario, que no podrá ser
mayor de una quincena, pero podrá ser hasta un mes cuando el trabajador reciba del patrono
alimentación y vivienda.

Con fundamento en dicha norma es que generalmente se estipula el pago de los


empleados por quincenas y el de los obreros por semanas, en ambos casos se respetan los
parámetros establecidos para ello, esto es, en un lapso no mayor de una quincena por regla
general, siendo la excepción el pago mensual en cuyo caso debe el patrono suministrar
alimentación y vivienda.

El actor no objeta que el salario se haya pagado en forma semanal, ni alega que
no se haya pagado durante todas las semanas de vigencia de la relación laboral, señala, que
la semana tiene 7 días y el mes tiene 4 semanas más 2 días adicionales, es decir: 7 días por
4 semanas igual a 28 días, que como le pagaban semanal, le deben 2 días por mes de salario
durante toda la relación laboral así como su incidencia en utilidades, días feriados, días de
asueto contractuales, desde el 19 de junio de 1997 hasta el 6 de octubre de 2011; de las
pruebas aportadas al proceso ya analizadas, cursantes a los folios 27 al 163 cuaderno de
recaudos n° 1 marcadas “B-1” a la “B-137”, consta como se estableció anteriormente, que
el ciudadano Daniel José Hidalgo Briceño, devengó un salario semanal.

Demostrado como está que al causante se le pagaban todas las semanas


comprendido los descansos y feriados, incluso en los recibos de pago se discrimina a qué
semana corresponde el pago (semana 1, semana 2, semana 3, sucesivamente), significa para
esta Sala que fueron pagados todos los días durante la relación laboral, por tanto,
improcedente la demanda derivada de dicha diferencia que no existe, no se generó, en
consecuencia, no procede el pago de 2 días adicionales durante toda la relación laboral, ni
diferencia alguna por el referido concepto en la antigüedad e intereses sobre prestaciones
sociales, utilidades, días feriados, días de asueto contractuales, desde el 19 de junio de 1997
hasta el 6 de octubre de 2011. Así se decide.

En lo que respecta a la diferencia por intereses demandada -que en criterio de la


actora no los acumuló conforme lo prevé el literal “e” del artículo 108 de la Ley Orgánica
del Trabajo (1997)-, se observa que la aludida disposición, vigente para la fecha de
culminación de la relación laboral, 6 de octubre de 2011, no contiene literal “e”, por tanto,
infiere la Sala que la demanda se fundamenta en el literal “c” del artículo 108 de la Ley
Orgánica del Trabajo vigente en razón del tiempo, según el cual los intereses sobre
prestaciones sociales están exentos del impuesto sobre la renta y serán acreditados o
depositados mensualmente y pagados al cumplir cada año de servicio, salvo que el
trabajador, mediante manifestación escrita, decidiere capitalizarlos, texto que ratifica el
artículo 73 del Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo. Una noción es capitalizar y otra
distinta acreditar o depositar mensualmente.

Así, según dicha norma, bien sea que el patrono deposite la prestación de
antigüedad mensualmente en un fideicomiso individual o la acredite en la contabilidad de la
empresa, debe igualmente acreditar o depositar los intereses que genere dicha cantidad,
también mensualmente y pagarlos (los intereses) al trabajador al cumplir cada año de
servicio, salvo que este decida capitalizarlos. Es decir, se depositan o acreditan
mensualmente, pero se pagan anualmente, salvo que el trabajador decida capitalizarlos. El
lapso anual se refiere al pago de los intereses al trabajador, no al depósito o acreditación,
por tanto no procede la capitalización mensual.

No consta en autos que el ciudadano Daniel José Hidalgo Briceño hubiere


solicitado que se capitalizaran los intereses sobre prestaciones sociales y aún de haberlo
hecho, se causan mensualmente y se capitalizan una vez al año, no mensualmente; en el
caso objeto de estudio la demandada demostró con las documentales cursantes a los folios
66 al 118 marcadas “E-2” a la “E-54” del cuaderno de recaudos nº 2, haber notificado el
estado de las prestaciones sociales y pago de los intereses sobre prestaciones sociales en los
años 95, 96-97, 97-98, 98-99, 99-2000, 2000-2001, 2001-2002, 2002-2003, 2003-2004,
2004-2005, 2005-2006, 2006-2007, 2007-2008, 2008-2009 y 2009-2010, así como
anticipos de antigüedad y que el causante solicitó que la misma se acreditara en la
contabilidad de la empresa, en consecuencia, no existe diferencia por dicho concepto.
En lo que se refiere al pago de diferencia por errada aplicación de las cláusulas
32 y 62 de la convención colectiva sobre aumentos salariales anuales y por antigüedad con
incidencia sobre la antigüedad, intereses sobre la antigüedad, utilidades, vacaciones, bono
vacacional, días feriados y días de asueto, consta de las documentales que cursan a los
folios 3 al 26 marcadas “A-1” a la “A-24” cuaderno de recaudos n° 1, que la demandada le
notificó al ciudadano Daniel José Hidalgo Briceño, el aumento de salario diario durante la
prestación del servicio a partir del 1° de febrero de 1995, 1° de julio de 1995, 1° de julio de
1996, 1° de octubre de 1996, 1° de julio de 1997, 1° de enero de 1998, 1° de septiembre de
1999, 1° de mayo de 2000, 1° de julio de 2000, 1° de julio de 2001, 1° de julio de 2002, 1°
de junio de 2003, 1° de enero de 2004, 1° de enero de 2005, 1° de julio de 2005, 1° de julio
de 2006, 1° de julio de 2007, 1° de octubre de 2007, 1° de julio de 2008 y el 18 de agosto
de 2008, además, recibió el aumento por antigüedad establecido en la cláusula 62 de la
convención colectiva, incidencia en conceptos laborales, aumento a partir del 1° de enero
de 2008, 1° de enero de 2009, 1° de febrero de 2009 y 1° de enero de 2010, es decir, que la
demandada cumplió con los aumentos contractuales, por tanto, es improcedente la
diferencia demandada. Así se declara.

En lo que respecta a la diferencia por “mala aplicación de las cláusulas 20 o


25” de la convención colectiva atinente a vacaciones durante toda la relación laboral, alega
la parte actora que la cláusula ordena el disfrute de un número continuo de días con el pago
de una cantidad diferente al término del disfrute, pero siempre pagó la demandada por la
cantidad de días de disfrute y la diferencia las imputó a un presunto bono vacacional,
cuando ninguna convención colectiva, salvo la que regula el período 2008-2010 obligó al
patrono a pagar bono vacacional y este la “disfrazó con esa argucia”, es decir, que se debe
el bono vacacional que según afirma la actora no estaba previsto en la cláusula.
Esta Sala debe señalar que la cláusula 20 de las convenciones colectivas 95-98
y 98-2000 y la cláusula 25 de las convenciones 2000-2002, 2003-2005, 2005-2007 y 2008-
2010, establecen que la empresa de conformidad con lo previsto en los artículo 219 al 235
de la Ley Orgánica del Trabajo (1997), de acuerdo a los años de servicio, la empresa
concede a sus trabajadores un determinado número de días de disfrute con pago de un
número mayor de días, luego, como quiera que la cláusula se refiere a los artículos 219 al
235 de la Ley Orgánica del Trabajo (1997), en cuyos beneficios se encuentran las
vacaciones y el bono vacacional así como su respectivo pago fraccionado, es claro que los
días de disfrute previstos en la cláusula están referidos a las vacaciones y los días de pago
al bono vacacional (días de disfrute menos días de pago es igual al bono vacacional), forma
usual en que se redactan múltiples convenciones colectivas, sin que deba pagarse cantidad
alguna por bono vacacional que al entender de la actora no fue pagado, ni procede alguna
diferencia derivada de dicha circunstancia, más cuando consta de documentales que cursan
a los folios 34 al 64 cuaderno de recaudos n° 2 marcados “D-1” al “D-31”, entre otras, que
fueron valoradas correspondientes al pago de las vacaciones y bono vacacional durante toda
la relación laboral. Por lo antes expuesto se declara la improcedencia de la solicitud de pago
por dicho concepto. Así se decide.

En lo que se refiere a la diferencia en la bonificación especial según las


cláusulas 65.2 y 65.4 de la convención colectiva, que a decir de la accionante no se
calcularon con base al salario promedio de los últimos 12 meses y la bonificación especial
cláusula 65.5 por falta de aplicación, es decir, una prestación dineraria equivalente al
régimen prestacional de empleo, por 5 meses equivalente al 60% del promedio de los
últimos 12 meses anteriores a la cesantía, correspondiéndole por culminación de la relación
laboral por fallecimiento del trabajador con 14 o más años de servicio.

Esta Sala debe señalar que son improcedentes los pagos por diferencias de las
indemnizaciones establecidas en los numerales 2 y 4 de la cláusula 65 de la convención
colectiva, en vista de que el salario del causante era fijo semanal y no variable, como se
analizó suficientemente de manera precedente. Así se decide.

En lo que respecta al concepto previsto en el numeral 5 de la cláusula 65 de la


convención colectiva 2008-2010, referido a un pago por fallecimiento equivalente a la
indemnización establecida en el régimen prestacional de empleo (antiguo paro forzoso), el
tribunal a quo condenó su pago sin cuantificarla, la demandada reconoció en la audiencia
de apelación que es equivalente a Bs. 3.450,00, y que la misma se adeuda, pero alegó que
debía compensarse con la cantidad de Bs. 18.267,00 denominada “Prestación Social
Especial”, pagada en la liquidación de prestaciones sociales cursante a los folios 123 y 124
del cuaderno de recaudos nº 2, sostuvo que esa cantidad se pagó en exceso para cubrir
cualquier diferencia, siendo este el motivo por el cual recurrió en casación la parte
demandada por no haberse acordado la compensación solicitada.

Esta Sala debe establecer en primer lugar, que al existir el reconocimiento de la


deuda por parte de la demandada debe declararse procedente el pago de la indemnización
establecida en el numeral 5 de la cláusula 65 de la convención colectiva 2008-2010 por Bs.
3.450,00. Así se decide.

Ahora bien, esta Sala como ya lo señaló en la resolución de la denuncia que dio
lugar al conocimiento del fondo de la presente controversia, determinado como fue la
existencia de un pago en exceso por voluntad del patrono, por concepto de "prestación
social especial" por la cifra de Bs. 18.267,00, cualquier monto condenado a favor de la
actora deberá descontarse esta cantidad.
Es por lo antes expuesto que debe deducirse lo condenado por indemnización
establecida en el numeral 5 de la cláusula 65 de la convención colectiva 2008-2010 de Bs.
3.450,00, del monto de Bs. 18.267,00 que la accionada pagó a título de "prestación social
especial", de esta forma la Sala concluye que nada adeuda la demandada a la actora. Así se
establece.

DECISIÓN

Por las razones antes expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia en Sala de
Casación Social, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de
Venezuela por autoridad de la ley declara: PRIMERO: CON LUGAR el recurso de
casación anunciado y formalizado por la sociedad mercantil Laboratorios Vargas, S.A.,
contra el fallo del Juzgado Noveno Superior del Trabajo de la Circunscripción Judicial del
Área Metropolitana de Caracas del 8 de julio de 2014. SEGUNDO: ANULA la sentencia
recurrida. TERCERO: PARCIALMENTE CON LUGAR la acción intentada por la
ciudadana Milady Sánchez de Hidalgo, contra Laboratorios Vargas, S.A.

No hay condenatoria en costas, dada la naturaleza de la presente decisión.

Publíquese, regístrese y remítase el expediente a la Unidad de Recepción y


Distribución de Documentos de la Circunscripción Judicial supra mencionada, a los fines
consiguientes. Particípese de esta remisión al Juzgado Superior de origen antes
mencionado, todo de conformidad con el artículo 176 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo.
No firman la presente decisión la Presidenta de esta Sala, Magistrada Dra.
Marjorie Calderón Guerrero y el Magistrado Dr. Danilo Antonio Mojica Monsalvo, por no
asistir a la audiencia por motivos justificados.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Social


del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los nueve (9) días del mes de octubre de
dos mil quince. Años: 205° de la Independencia y 156° de la Federación.

La Presidenta de la Sala,

________________________________

MARJORIE CALDERÓN GUERRERO

La Vicepresidenta, Magistrada,

__________________________________ _________________________________

MÓNICA MISTICCHIO TORTORELLA CARMEN ELVIGIA PORRAS DE ROA

Magistrado Ponente, Magistrado,


__________________________________ ______________________________________

EDGAR GAVIDIA RODRÍGUEZ DANILO ANTONIO MOJICA MONSALVO

El Secretario,

___________________________

MARCOS ENRIQUE PAREDES

R.C. AA60-S-2014-001156

Nota: Publicada en su fecha a

El Secretario,

820 01-07-14 Naturaleza jurídica del salario variable

Ponencia del Magistrado LUIS EDUARDO FRANCESCHI GUTIÉRREZ.


En el juicio por cobro de diferencia de acreencias laborales que sigue la
ciudadana IVELICE DEL VALLE RIVAS BRITO, representada en juicio por los
profesionales del derecho Milena Mariela Pérez Rueda, José Ricardo Aponte y Roberto Alí
Colmenares, contra la sociedad mercantil LABORATORIOS VARGAS, S.A.,
representada judicialmente por los abogados Juan Carlos Varela, Liliana Salazar Medina,
Emma Neher, Deyaeva Rojas, Ricardo Alonso, Valentina Mastropasqua, Diana Bellorín,
José Ernesto Hernández Bizot, Ángel Francisco Mendoza Quintana, Vanessa Eduviges
Mancini Gutiérrez, Hadilli Faudi Gozzaoni Rodríguez, Evelyn del Valle Pérez Rojas y
Daniela Arévalo; el Juzgado Octavo Superior del Trabajo de la Circunscripción Judicial del
Área Metropolitana de Caracas, en fecha 21 de diciembre de 2012, declaró sin lugar el
recurso de apelación interpuesto por la parte actora, contra la decisión emanada del Juzgado
Cuarto de Primera Instancia de Juicio de la referida Circunscripción Judicial, que había
declarado sin lugar la demanda; mas sin embargo, revocó dicho fallo y declaró sin lugar la
demanda, en base a una argumentación diferente respecto a la del juez de juicio.

La representación judicial de la parte demandante anunció recurso de casación


contra la sentencia del ad quem en fecha 11 de marzo de 2013 y, una vez admitido el
recurso, consignó tempestivamente su escrito de formalización. Hubo impugnación.

El 13 de mayo de 2013 se dio cuenta del asunto y se designó ponente al


Magistrado Luis Eduardo Franceschi Gutiérrez, quien con tal carácter suscribe la actual
decisión.

Concluida la sustanciación, se fijó la audiencia pública y contradictoria para el


día 17 de junio de 2014, cuando fueran las once de la mañana (11:00 a.m.).
Efectuada la audiencia, se dictó fallo oral de inmediato, a tenor de lo previsto en
el artículo 174 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, por lo que en esta oportunidad pasa
la Sala a publicar la sentencia, de conformidad con lo establecido en la citada disposición
legal, en los siguientes términos:

RECURSO DE CASACIÓN DE LA PARTE ACTORA

-III-

Por razones metodológicas, se altera el orden original de las denuncias


planteadas, decidiendo en primer lugar la tercera de ellas:

Encuentra la Sala que la delación versa sobre los vicios de falsa aplicación y
falta de aplicación de las normas contenidas en los artículos 61 y 64, respectivamente, de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo; invocando la recurrente el numeral segundo del artículo
168 eiusdem.

Al respecto informa la formalizante que el juzgador ad quem aplicó falsamente


el artículo 61 de la ley adjetiva laboral, toda vez que el hecho de haber apelado de la
sentencia de primera instancia no constituye un “medio de ataque o defensa”, que es la
premisa planteada por la norma, para la procedencia de las costas; sino que es simplemente
el derecho que le otorga la ley a quien resultó perjudicado por una decisión.
En tal sentido, aduce que:

(…) esta Sala de Casación Social, nos ha enseñado que: ‘La citada norma
[artículo 61 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo] alude a medios de ataque
o de defensa, éstos se entienden como aquellos que provocan un incidente
autónomo, sustanciado separadamente, como puede ser el desconocimiento de
la firma de un instrumento privado, la tacha de un documento, pero no regula la
imposición de costas con motivo de la interposición del recurso de apelación
(…)’. (Sentencia del 20-01-11, N° 6).

Por otra parte señala que la decisión de alzada vulneró, por falta de aplicación,
el artículo 64 eiusdem, ya que el supuesto de hecho sub iudice se adecuaba a la
consecuencia jurídica prevista en dicha norma, cual es la exoneración de la condenatoria en
costas al trabajador que devengue una contraprestación cuantitativamente inferior al
equivalente a tres veces el salario mínimo decretado por el Ejecutivo Nacional, siendo éste
el caso –a su decir– en el presente juicio.

Explica que:

(…) la recurrida no escudriñó la verdad en los límites de su oficio, a los fines de


verificar si el salario devengado por la trabajadora, al momento de su despido
injustificado, es decir, 08 (sic) de septiembre de 2010, sobrepasaba los tres
salarios mínimos mensuales para que procediera su condenatoria en costa (sic);
lo que verdaderamente no procedía, porque según constancia de trabajo, su
salario final fue de Bs. 3.448,24, mensuales; siendo que, para el mes de
septiembre de 2010, el salario mínimo nacional era de Bs. 1.223,89, mensuales,
los cuales, multiplicados por 3, de conformidad con la norma, arrojaba la
cantidad de Bs. 3.671,67, cantidad ésta superior a lo devengado por la
trabajadora.

Ahora bien, esta Sala aprecia que las normas procesales laborales que
constituyen el objeto de la denuncia, son del siguiente tenor:

Artículo 61. Las costas producidas por el empleo de un medio de ataque o de


defensa que no haya tenido éxito, se impondrán a la parte que lo haya ejercido,
aunque resultare vencedora en la causa.

Artículo 64. Las costas proceden contra los estados, municipios, institutos
autónomos, empresas del Estado y las personas morales de carácter público,
pero no proceden contra los trabajadores que devenguen menos de tres (3)
salarios mínimos.

De la revisión efectuada de los autos procesales se constata en el libelo de la


demanda (f. 1), que la actora alega que su último sueldo fue de Bs. 3.218,32. Sin embargo,
al folio 2 de la primera pieza de recaudos del expediente, cursa inserta constancia marcada
“II A” emanada de la demandada en fecha 8 de septiembre de 2010, que fue promovida en
juicio por la actora, no impugnada por la contraparte y valorada por la recurrida; y de ella
se desprende el sueldo que percibió la actora para esa fecha, ya que textualmente establece:

Por medio de la presente, hago constar que la ciudadana RIVAS BRITO


IVELICE DEL VALLE (…) prestó servicio en la Empresa desde el día
21/09/1981 hasta el 08/09/2010 y su último cargo fue de OPERADOR I,
adscrita a la Gerencia de Empaque, Piso 2, devengando un salario mensual de
TRES MIL CUATROCIENTOS CUARENTA Y OCHO CON 24/100 CTS (Bs.
3.448,24).
Así también, al folio 3 subsiguiente se evidencia marcada “II B” constancia de
liquidación de prestaciones sociales fechada 8-9-10, emanada de la accionada que
igualmente fue valorada por el ad quem al no ser objeto de impugnación, de la misma se
desprende que el último salario de la ex dependiente base de cálculo de sus acreencias
laborales, es: “Salario Actual Bs. 114,94” diarios (Bs. 3.448,2 mensuales).

Si se tiene en cuenta la disposición normativa contenida en el segundo de los


artículos precitados –artículo 64 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo–, el salario
mínimo para la fecha de terminación del vínculo laboral entre las partes de la litis –
establecida por el juez de la causa el 8 de septiembre de 2010–, por decreto Nº 7.237 del
Ejecutivo Nacional, publicado en Gaceta Oficial N° 39.372 de fecha 23 de febrero de 2010,
era de 1.223,89 bolívares, monto que multiplicado por 3 en atención a la norma in
commento, da un total de Bs. 3.671,67. Vale decir, esta última cantidad constituye el límite
máximo para la exención de costas procesales.

Dicha tarifa legalmente establecida, obedece a la función tuitiva del Derecho


Procesal del Trabajo, sistema autónomo cimentado para equilibrar las desigualdades
socioeconómicas que entraña la relación sustantiva, que lógicamente se trasladan al ámbito
adjetivo; para cuya corrección se despliegan mecanismos concretos a favor de los sujetos
más desfavorecidos de la relación laboral.

Así pues, se contempla una excepción a la regla chiovendana de la


“responsabilidad objetiva” según la cual, todo vencimiento procesal genera la consecuencia
obligatoria de condena en costas en cabeza del vencido, por no ostentar la “iusta causa
litigandi”, quien deberá paliar los gastos realizados por la parte victoriosa para obtener el
reconocimiento de su derecho.
Lo anterior aplica igualmente ya se trate del juicio principal, de la incidencia o
del recurso ejercido. En torno a este último supuesto, el artículo 60 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo prevé que: “Se condenará en las costas del recurso a quien haya
apelado de una sentencia que sea confirmada en todas sus partes”, norma cuya fuente
dimana del derecho adjetivo civil (artículo 281 del Código de Procedimiento Civil), y que
como queda establecido, el ordenamiento procesal del trabajo flexibilizó mediante la
consagración de una excepción a favor de aquellos dependientes cuya contraprestación
dineraria no exceda del monto equivalente a tres salarios mínimos.

En virtud de las consideraciones que preceden, se advierte que el último salario


mensual de la ex trabajadora demandante (que es de Bs. 3.448,24 según se desprende de las
probanzas supra referidas) no supera el tope positivizado por el legislador en la norma
tantas veces referida del artículo 64 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, y por tanto, no
debió recaer sobre la actora la condenatoria en costas de la apelación por ella intentada y
declarada sin lugar.

Adicionalmente se observa que en el caso concreto, la decisión impugnada


declaró sin lugar el recurso de apelación, e inverosímilmente declaró la nulidad de la
sentencia apelada, por considerar que la misma era inmotivada. Desestimó la acción y
condenó en costas a la actora en virtud del artículo 61 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo. Mas sin embargo, al declarar sin lugar el recurso, debía exponer los motivos por
los cuales, de oficio, conocería del mérito de la litis, pues tal conocimiento le viene dado
solo en virtud del efecto devolutivo del recurso de apelación, el cual, declaró sin lugar.

Así pues, saltan a la vista al menos tres inconsistencias en dicho fallo, a saber:
1. Que el superior no debió condenar costas invocando el precepto normativo
del artículo 61 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo como sustento; que
en todo caso, la norma que dispone la procedencia de costas del recurso está
contenida en el artículo 60 eiusdem.

2. Que bajo ninguna circunstancia debía soportar condenatoria en costas del


recurso una trabajadora cuyo salario no excede del límite establecido en el
artículo 64 ibidem, conforme las explicaciones que preceden.

3. Que la sentencia de alzada en su dispositivo declaró sin lugar la decisión de


primer grado de jurisdicción; mas sin embargo, declaró la nulidad de la
misma.

En cuanto a este último punto, el juzgador ad quem en definitiva coincidió con


la declaratoria sin lugar emitida por la sentencia apelada –aun cuando se apoyara en
motivos diferentes–.

Por lo que no fue coherente, al desestimar el recurso y luego pronunciarse sobre


el controvertido; sobre todo si se tiene en cuenta que la facultad revisoria del mérito de la
controversia viene dada por la medida del efecto devolutivo de la apelación que, de ser
desestimada, no se justifica.

La decisión del juzgador superior se pronunció, en los términos siguientes:

Ahora bien, visto el fundamento de apelación de la parte actora, así como el


fundamento de apelación de la parte demandada [rectius: la parte demandada no
apeló; únicamente lo hizo la actora], esta juzgadora considera que de la revisión
del fallo recurrido, se evidencia que el juez a quo no logró desarrollar el mérito
de manera clara, precisa y lacónica, de acuerdo al principio de exhaustividad de
la sentencia.

Sobre la Nulidad del Fallo Recurrido:

En tal sentido se destaca sentencia del Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de


Casación Social, de fecha 20 de enero de dos mil cuatro (2004), caso GABRIEL
JOSÉ MATUTE, representado judicialmente por el abogado Javier León
Blanco, contra la empresa TALLERES NERVION, C.A., en la cual se
estableció:

‘(…) En criterio de esta Sala y siguiendo la doctrina de los tratadistas y de


casación, el vicio de inmotivación sólo se materializa cuando la sentencia
carece en absoluto de fundamentos, pues no debe confundirse la escasez o
exigüidad de la motivación con la falta de motivos. La motivación exigua o
errónea no constituye inmotivación.

(Omissis)

Así las cosas, esta Juzgadora de Alzada observa que si bien es cierto, la
sentencia recurrida no carece en absoluto de motivación, su motiva es muy
escueta y no desarrolla de manera explícita el petitum. En consecuencia, en
criterio de quien decide al padecer la recurrida del mencionado vicio, declara la
nulidad del fallo. Así se establece.

Acto seguido, se pronunció sobre el fondo de la controversia planteada a su


conocimiento y declaró en definitiva sin lugar la acción, al igual que el a quo aunque
apoyado en diferentes argumentos. Y, en el dispositivo declaró con lugar las costas del
recurso, con apoyo en el artículo 61 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.
Ciertamente, queda evidenciado que la decisión del juzgado superior incurrió
en el vicio que se le imputa de falta de aplicación del artículo 64 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, no habiéndose percatado el administrador de justicia de la
circunstancia de que la trabajadora recurrente devengaba un salario inferior a la suma de
tres salarios mínimos y que por tanto le resultaba aplicable dicha norma, negándole al
justiciable su aplicación y consecuencialmente condenándole de forma equívoca a asumir
las costas del recurso de apelación ejercido; motivo suficiente para declarar la nulidad de
dicho fallo y entrar a conocer el mérito de la causa, en virtud del artículo 175 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo.

FONDO DE LA CONTROVERSIA

-ESCRITO LIBELAR:

Alega la actora que prestó servicios laborales en calidad de obrera para la


sociedad mercantil demandada durante 28 años, 11 meses y 18 días [rectius: 13 días] –
continuos e ininterrumpidos–, desde el 21 de septiembre de 1981 hasta el 8 de septiembre
de 2010, fecha esta última cuando fuera compelida por la patronal a renunciar, en contra de
su voluntad, a su cargo de “Operadora I” en la empresa.

Aduce que percibía un salario semanal variable, integrado por una parte fija,
más una cantidad oscilante compuesta por horas extras, bonos de producción, primas,
recargo por días feriados, utilidades, bono vacacional, transporte, alimentación y otros
beneficios contractuales.
Indica que su sueldo para el momento de la terminación de la relación de
trabajo no era el reflejado en la constancia de trabajo que cursa al folio 2 de la segunda
pieza de recaudos del expediente (de Bs. 3.448,24); sino de Bs. 3.218,32 es decir, el salario
diario base de Bs. 111,94 multiplicado por 28 días al mes y no por 30 días, porque se le
cancelaba semanalmente.

Agrega que fue objeto de acoso laboral y hostigamiento, hasta que finalmente el
8 de septiembre de 2010, fue precisada a abandonar la empresa recibiendo su liquidación.
Que desde el 22 de junio de 2010 la demandada inició una serie de intentos encaminados a
obtener su dimisión, remitiéndole propuestas de liquidación con modelos de renuncia para
que las firmara bajo amenaza de prohibírsele el ingreso a la empresa, y explica que en
dichos escritos se le obligaba a ampararse en las cláusulas 65.2 y 65.4 de la Convención
Colectiva de Trabajo 2008-2010, que establecen “30 días de salario por cada año de
antigüedad hasta un máximo de ciento cincuenta días de salario, calculados con base al
salario de su último mes efectivo de labores, para los trabajadores a salario fijo o el
promedio de los últimos doce meses para los trabajadores con salario fijo” y “una
bonificación adicional equivalente al preaviso en el artículo 125 ordinal (c) de la Ley
Orgánica del Trabajo, esto es, 90 días de salario”, siempre y cuando el trabajador se
encuentre activo para la fecha del depósito de la convención, que tenga 14 años o más de
servicio continuo e ininterrumpido y que la causa de la finalización sea por renuncia o
fallecimiento.

Señala que la empresa accionada incumplió las cláusulas 20 y/o 25 de la


convención colectiva relativas al pago de las vacaciones, así como la cláusula 60 por
aumento de salario por antigüedad, la 32 que versa sobre el aumento de salario y la 34 que
establece el pago por concepto de utilidades.
Finalmente, reclama la diferencia de los siguientes beneficios:

-Por Antigüedad: la cantidad de Bs. 26.443,22.

-Intereses sobre antigüedad: Bs. 101.747,00.

-Utilidades: Bs. 65.734,80.

-Diferencia de vacaciones (2010): Bs. 77.495,14.

-Bono vacacional: Bs. 3.073,71.

-Indemnización contenida en el artículo 125 de la Ley Orgánica del Trabajo:


Bs. 58.415,52.

-Indemnización del artículo 125 de la Ley Orgánica del Trabajo, Bs. 35.049, 31.

-Diferencia por pago de salario de 28 días desde 09/1981 a 09/2010: Bs.


44.372,13.

-Repetición por paro forzoso (1998-2010): Bs. 777,38.

-Repetición anticipo artículo 666: Bs. 3.801.

-Cuota Sindical de Solidaridad: Bs. 197,46.

-Utilidad no pagada al 31/11/2008: Bs. 5.131,36.

-Aumento de salarios según la convención colectiva desde julio a septiembre de


2010: Bs. 3.300,00.

-Indemnización del artículo 666 de la Ley Orgánica del Trabajo: Bs. 26.436,00.
Finalmente, cuantifica su demanda en Bs. 451.974,42.

-CONTESTACIÓN:

Por su parte la demandada admite la relación de trabajo alegada por la actora, la


fecha de inicio y culminación de la misma, su duración, así como el cargo desempeñado.

Sin embargo, niega y contradice haber obligado a la demandante a renunciar,


que su retiro haya obedecido a causas injustificadas y que se le haya amenazado de
prohibirle el acceso a la empresa. De igual modo, negó que se le obligara a ampararse en
las cláusulas 65.2 ó 65.4 de la convención colectiva de trabajo; toda vez que la hoy
demandante presentó su renuncia formal el día 8 de septiembre de 2010, por lo que
promovió la documental marcada “E” como soporte de dicha dimisión.

Asimismo, negó y rechazó que la demandante haya devengado un salario


variable, y supuestamente compuesto por horas extras, bonos de producción, primas,
recargos por días feriados, utilidades, bono vacacional, transporte y alimentación y/o
beneficios contractuales u otro concepto. En tal sentido, aduce como cierto que el salario de
la demandante era de Bs. 3.448,24, y que éste era fijo y permanente, pagado por la
demandada semanalmente tal cual se evidencia de los recibos consignados por ambas
partes.

Señaló como cierto que las cláusulas 65.2 y 65.4 de la Convención Colectiva de
Trabajo 2008-2010, establecen un bono especial, mas no adicional, como lo señala la
demandante, pagaderos al término de la relación laboral por renuncia o fallecimiento de
trabajadores con 14 años o más de servicios, la cual fue cancelada a la demandante al
momento de terminar la relación de trabajo, toda vez que la misma cumplía con los
requisitos para su pago, admitiendo además como cierto la bonificación especial a que hace
referencia la mencionada cláusula, y que ésta equivale a lo previsto en el artículo 125 de la
Ley Orgánica del Trabajo.

Así también, negó y rechazó pormenorizadamente cada uno de los montos y


conceptos demandados.

Negó y rechazó que la demandada haya tenido la obligación de conceder


preaviso alguno a favor de la demandante.

Negó y rechazó que se haya incumplido con la aplicación de alguna de las


convenciones colectivas de trabajo.

Asintió que a la demandante se le pagó el 90% de los aumentos salariales, así


como las bonificaciones por concepto de refrigerio, transporte, horas extras y alimentación.

Negó y rechazó que se le adeude cantidad alguna por concepto de vacaciones,


aumentos de salario o aumento de salario por antigüedad.

-LÍMITES DE LA CONTROVERSIA:
Expuestas como quedan las pretensiones libelares, así como las defensas y
excepciones de la parte demandada, en sintonía con las previsiones de los artículos 72 y
135 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo consagratorias del régimen de distribución de
la carga probatoria en materia laboral, se aprecia que los puntos controvertidos en la
presente litis son: 1. el quantum del salario devengado por la ex dependiente, la frecuencia
de pago (la demandante alega que era en base a 28 días por mes) y su cualidad de variable,
2. la causal de terminación del vínculo laboral, 3. el incumplimiento del pago del preaviso
por parte de la empleadora, 4. el incumplimiento de las obligaciones convencionales y 5. en
definitiva, la procedencia de las diferencias demandadas por la actora relativas a sus
acreencias laborales y negadas por su contraparte.

Por ende, debe determinarse la procedencia de los conceptos reclamados, a


saber: diferencia de prestación de antigüedad, intereses sobre prestación de antigüedad,
bono vacacional, indemnización del artículo 125 de la Ley Orgánica del Trabajo, diferencia
por pago de salario de 28 días en vez de 30 desde el 09/1981 al 09/2010, repetición por
paro forzoso correspondiente a los años 1998 al 2010, repetición del anticipo según artículo
668 de la Ley Orgánica del Trabajo, cuota sindical de solidaridad, utilidad no pagada al
31/11/2008, aumento de salarios conforme la convención colectiva desde julio a septiembre
2010.

De manera que, la Sala procede a valorar el acervo probatorio de autos,


conforme al principio de la sana crítica, según la disposición contenida en la norma del
artículo 10 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.

-PRUEBAS DE LA PARTE ACTORA:


Mérito favorable: Se advierte que dicha solicitud no constituye un medio de
prueba de los establecidos en la ley adjetiva procesal, sino que procura la aplicación de uno
de los principios regentes del proceso, al que el juez se encuentra compelido al impartir
justicia; razón por la que no se valora. Así se establece.

Documentales:

-Marcada “II A” inserta al folio 2 de la primera pieza de recaudos del


expediente, riela constancia en original, emanada de la demandada en fecha 8 de
septiembre de 2010, que no fue objeto de impugnación por la contraparte.

De la misma se desprenden las fechas de ingreso (21/09/1981) y de egreso


(8/09/2010) de la ex trabajadora, el cargo de “Operadora I” y el último salario mensual de
Bs. 3.448,24. Se le otorga valor probatorio, de acuerdo a la norma contenida en el artículo
78 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo. Así se decide.

-Marcada “II B” al folio 3 del primer cuaderno de recaudos cursa inserta


constancia de liquidación de prestaciones sociales fechada 8 de septiembre de 2010,
emanada de la accionada que tampoco fue objeto de impugnación. De la misma se
desprende el último salario de la ex dependiente base de cálculo de sus acreencias
laborales: “Salario Actual Bs. 114,94” diarios (Bs. 3.448,2 mensuales) y también se
evidencian los conceptos que la empresa demandada canceló a la actora al finalizar la
relación laboral: antigüedad, intereses de antigüedad y días adicionales (según el artículo
108 de la Ley Orgánica del Trabajo), vacaciones fraccionadas, bono vacacional (cláusula
25), saldo disponible en caja de ahorro, utilidad por fracción de bono vacacional, días de
vacaciones y prestación especial convenida con posterioridad a la terminación de trabajo,
por la cantidad de Bs. 159.374,38. Se le otorga valor probatorio, de conformidad con en el
artículo 78 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo. Así se decide.
-Marcados “II C” cursantes a los folios 4 al 94 de la primera pieza de recaudos,
recibos de pago en originales, que acreditan la cancelación por parte de la empleadora a su
dependiente del sueldo de forma semanal, así como de los sucesivos aumentos de salario
devenidos durante la relación laboral. De los mismos se desprende también el pago de
vacaciones. Por cuanto no fueron desconocidas por la parte a la cual le fueran opuestas,
merecen valor probatorio de conformidad con lo establecido en el artículo 78 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo. Así se establece.

-Marcada “III A” inserta a los folios 95 al 98 del cuaderno de recaudos N° 1,


copia simple del Contrato Colectivo de Trabajo en escala nacional para la Industria
Químico-Farmacéutica 1980-1983.

-Marcada “III B” a los folios 99 al 103 de la misma pieza del expediente, copia
del Contrato Colectivo de Trabajo para la Industria Químico-Farmacéutica 1984-1986.

-Marcada “III C” a los folios 104 al 109 del cuaderno de recaudos N° 1, copia
simple del Contrato Colectivo de Trabajo para la Industria Químico-Farmacéutica 1987-
1989.

-Marcada “III D” inserta desde el folio 110 al 114 de la misma pieza del
expediente, copia del Contrato Colectivo de Trabajo para la Industria Químico-
Farmacéutica 1990-1993.
-Marcada “III E” inserta desde el folio 115 al 122 del primer cuaderno de
recaudos, copia simple del acta de depósito de la convención colectiva fechada 8 de agosto
de 1995.

-Marcada “III F” inserta desde el folio 123 al 125 de la misma pieza, contentiva
de copia simple de acta de depósito de fecha 09/09/1998.

-Marcada “III G” inserta desde el folio 126 al 130 del primer cuaderno de
recaudos, copia simple del Contrato Colectivo de Trabajo para la Industria Químico-
Farmacéutica 2000-2002.

-Marcada “III H” inserta desde el folio 131 al 136 del primer cuaderno de
recaudos, copia simple del Contrato Colectivo de Trabajo para la Industria Químico-
Farmacéutica 2003-2005.

-Marcada “III I” inserta a los folios 137 al 140 del primer cuaderno de
recaudos, copia simple del Contrato Colectivo de Trabajo para la Industria Químico-
Farmacéutica 2005-2007.

-Marcada “III J” inserta desde el folio 141 al 144 del primer cuaderno de
recaudos, copia simple del Contrato Colectivo de Trabajo para la Industria Químico-
Farmacéutica 2008-2010.
-Marcada “III K” inserta desde el folio 145 al 149 del primer cuaderno de
recaudos, copia simple del acta de fecha 09/06/2011 de depósito de la convención colectiva
ante la Inspectoría de Trabajo.

Ahora bien, dado que las probanzas “III A” a la “III K”, ut supra referidas,
versan sobre convenciones colectivas y sus respectivos depósitos, y las mismas constituyen
fuentes de derecho, toda vez que el juez está llamado a conocerlas en virtud del principio
“iura novit curia”, no se les valora como medios probatorios. Así se decide.

-Marcadas “III L”, insertas desde el folio 150 al 161 de la primera pieza de
recaudos, rielan copias de liquidaciones de prestaciones sociales de ex trabajadores de la
accionada. Las mismas se desechan, por cuanto corresponden a sujetos ajenos a la causa,
resultando irrelevantes. Así se establece.

-Prueba de exhibición:

La parte demandante solicitó a la demandada la exhibición de las convenciones


colectivas de los años 1980-1983; 1987-1989; 1990-1993; 1995-1997; 1998-2000; 2000-
2002; 2003-2005; 2005-2007; 2008-2010 y 2010-2012; específicamente las cláusulas
relacionadas con el pago de vacaciones, utilidades, aumentos de salario por antigüedad.
Igualmente le instó exhibir las planillas de liquidación de los trabajadores: Raúl Antonio
Contreras, Rosa Angelina Ortega, José Rafael Cumberbache Cordero; Daisy Antonia López
Villalba, Adelaida López Villalba, Susana Romero Gómez, Guillermina Hércules, María
Elena Duarte, Marcos Antonio Valencillos, Lenny Eliana Salazar Mercado y Rosa Celina
Sequera.
La parte demandada no las exhibió, argumentando que los contratos colectivos
reposan en el expediente, y que las planillas de liquidación de dichos trabajadores no se
encuentran en su poder; por lo que la demandante solicitó la aplicación de la consecuencia
jurídica del artículo 82 Ley Orgánica Procesal del Trabajo.

Sin embargo, de la revisión de autos se aprecian tanto los convenios colectivos,


como las planillas de pagos a terceros requeridos por la actora; mas, no encuentran quienes
deciden la relevancia de las probanzas en la controversia actual; ello aunado a que no se
materializaron los extremos de ley contenidos en el artículo 82 adjetivo procesal, a saber, la
presunción grave de que se encuentren en poder del adversario, es por ello que se les niega
valor probatorio. Así se establece.

-PRUEBAS DE LA PARTE DEMANDADA:

Documentales:

-Marcadas “A2” a la “A38” insertas a los folios 2 al 39 de la segunda pieza de


recaudos, constancias originales en las que la actora se da por notificada del aumento de
sueldo correspondiente a las convenciones colectivas de los años: 1982 1983, 1984, 1985,
1986, 1987, 1988, 1989, 1990, 1991, 1992, 1993, 1994, 01995, 1996, 1997, 1998, 1999,
2000, 2001, 2002, 2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009 y 2010.
En cuanto a dichas documentales, la actora formuló una observación, indicando
que a su parecer violan el principio de alteridad por ser emanadas de la demandada; sin
embargo, de ellas se desprende que se encuentran suscritas en original por la parte a quien
le fuera opuesta. Al no haber sido impugnadas, se les otorga valor probatorio de
conformidad con lo establecido en el artículo 78 eiusdem. Así se establece.

-Marcados “B1” al “B87” insertos a los folios 40 al 126 del cuaderno de


recaudos N° 2, cursan recibos de pago de salario, de los mismos se evidencian los
conceptos que la actora percibía semanalmente como contraprestación por su servicio, al
igual que percepciones como bono nocturno, subsidio de transporte, sábados, domingos y
feriados. Se les otorga valor probatorio, de conformidad con el artículo 78 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo. Así se declara.

-Marcados “C1” al C24” desde los folios 127 al 149 del cuaderno de recaudos
N° 2, cursan recibos de pago en original de utilidades, firmados por la actora, de ellos se
desprende que la empresa pagaba a razón del vencimiento del ejercicio económico del 1° de
noviembre del año anterior al 31 de octubre del año correspondiente. Se les otorga valor
probatorio, de conformidad con el artículo 78 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo. Así
se declara.

-Marcados “”D1” al “D33” desde los folios 151 al 183 del cuaderno de
recaudos N° 2, constan en original y firmados por la actora, recibos de pago de vacaciones
y bono vacacional de los períodos correspondientes 1998-1999; 1999-2000; 2000-2001;
2001-2002; 2002-2003; 2003-2004; 2004-2005; 2005-2006; 2006-2007; 2007-2008; 2008-
2009 y 2009-2010. Se les otorga valor probatorio, de conformidad con el artículo 78 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo. Así se declara.
-Marcadas “F1” al “F72” y “G” insertas desde el folio 185 al 257 del cuaderno
de recaudos N° 2, planillas de pago de intereses sobre prestaciones sociales, de ellas se
colige que la actora recibió el pago de los intereses de la antigüedad durante la vigencia de
la relación laboral. Se les confiere valor probatorio, conforme al artículo 78 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo. Así se declara.

-Marcado “I1” al “I42”, inserto desde los folios 132 al 173 del cuaderno de
recaudos N° 2, recibo de entrega del 90% de los aportes de la caja de ahorros y adelanto de
entrega de los mismos. Al no haber sido objeto de impugnación, se le confiere valor
probatorio, conforme al artículo 78 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo. Así se
establece.

-Marcada “E” inserta al folio 184 de la pieza de recaudos Nº 2, en original,


cursa carta escrita a mano y firmada por la actora en la que manifiesta “renuncio a mi labor
de trabajo en esta empresa (…)”, fechada 08/09/2010, la cual se encuentra sellada y
firmada como recibida por la demandada. La parte actora observó en la audiencia de juicio
que la misma se trata de una “renuncia presunta”; mas sin embargo, no la impugnó, por lo
que se le otorga valor probatorio de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 78 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo. Así se decide.

-Marcadas “H” e “I” insertas a los folios 258 y 259 respectivamente del
cuaderno de recaudos Nº 2, contentivas de originales de liquidación de las prestaciones
sociales de la actora, en las cuales se evidencia el pago por la cantidad de Bs. 159.374,38
por los conceptos de antigüedad, intereses de antigüedad y días adicionales (artículo 108 de
la Ley Orgánica del Trabajo) vacaciones fraccionadas, bono vacacional (cláusula 25),
disponible en caja de ahorro, utilidad por fracción de bono vacacional y días de vacaciones
y así como copia del cheque N° 42426299, librado en contra del Banco Caribe a favor de la
actora de fecha 13/09/2010. Se observa que la parte demandante también promovió dicho
medio probatorio marcado “II B”; y no obstante, en la audiencia de juicio acotó que dicha
probanza era “incongruente”. Sin embargo, se ratifica la valoración probatoria que se le
otorgó supra, toda vez que el mismo no fue objeto de impugnación. Así se establece.

-Prueba de informes:

Solicitada a las sociedades mercantiles Banco Bancaribe y Banco Mercantil,


constan respuestas de ambas a los autos procesales, cursantes desde los folios 136 al 137,
del 149 al 273 y del 293 al 417 de la primera pieza principal del expediente. De las mismas
se aprecia copia de cheque de Bancaribe a nombre de la actora emanado de la empresa
accionada por Bs. 159.374,38 en fecha 13-9-10, y por otra parte, que la demandada le
cancelaba a la ex trabajadora demandante su salario a través de una cuenta de ahorros en el
Banco Mercantil signada bajo el N° 0112167632. Se les otorga valor probatorio, de acuerdo
al artículo 81 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo. Así se decide.

Finalizado el análisis probatorio de la causa, corresponde a esta Sala de


Casación Social decidir el thema decidendum delimitado precedentemente, considerando
que en virtud del precepto contenido en el artículo 72 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo –principio del «onus probandi»–, las partes que sostengan en juicio hechos, o que
los nieguen y aleguen hechos nuevos, soportan la carga probatoria de los mismos. Así, el
actor deberá acreditar sus alegatos y el empleador deberá probar las defensas y excepciones
que lo liberen de sus obligaciones para con el trabajador. Tiene también la carga de
demostrar los hechos por él incorporados al proceso en calidad de nuevos.
De modo que, expuestos los términos en que quedó trabada la litis, se tienen
como hechos aceptados y reconocidos la relación laboral, las fecha de ingreso y de egreso,
es decir, queda establecido como cierto que la ciudadana Ivelice del Valle Rivas Brito
prestó servicios personales en la empresa LABORATORIOS VARGAS como “Operadora
I”, desde el 21/09/1981 hasta el día 08/09/2010, teniendo un tiempo de servicio de 28 años,
11 meses y 13 días. Igualmente se establece que la empresa Laboratorios Vargas le pagaba
el salario a la actora semanalmente.

Se determinará de seguidas la procedencia de los puntos controvertidos,


teniendo en cuenta que corresponde a la demandada la carga de la prueba del pago
liberatorio de los reclamos de la parte actora, a saber, constituidos por diferencia por pago
de salario de 28 días desde enero de 1998 a noviembre de 2010 y diferencia de la no
aplicación de aumentos de salario, diferencias por incidencia en la prestación de
antigüedad, intereses sobre la prestación de antigüedad, utilidades, vacaciones, bono
vacacional, indemnizaciones comprendidas en el artículo 125 de la Ley Orgánica del
Trabajo, vacaciones no disfrutadas ni pagadas, utilidades no pagadas, paro forzoso, cuota
sindical y repetición del anticipo según artículo 668 de la Ley Orgánica del Trabajo.

A tal efecto, la parte actora debe demostrar que fue constreñida a renunciar, que
fue objeto de despido, el salario variable, la procedencia sobre el pago de dos días
adicionales de salario, el incumplimiento del aumento de salario durante los períodos
señalados. Por su parte la demandada, debe acreditar que su dependiente renunció
unilateralmente.

1. Salario: Conforme se especificó supra, alega la actora un salario pagadero


semanalmente, valorado en Bs. 3.218,32 mensuales, calculados en función de 28 y no de 30
días, por política de la empresa; mientras que la demandada afirma que su último salario
fue de Bs. 3. 448,24 mensuales y que tal argumento de la demandante es falso, puesto que
si bien le cancelaba su salario semanalmente, mal puede calcular el mismo en base a 28
días, puesto que, como aduce al folio 81 de su contestación (primera pieza principal del
expediente): “hay meses en el año compuestos por más de 4 semanas, en vista de que el
mes no necesariamente inicia un lunes y finaliza un viernes, por lo que podrían existir días
adicionales sin pagarse que son compensados en el mes siguiente o a la inversa, lo que
conlleva al pago del salario del trabajador de forma completa (…)”.

Al respecto se observa de las documentales cursantes a los folios 2 y 3 de la


primera pieza de recaudos, promovidas por ambas partes y que gozan de valor probatorio,
que se verifica de las mismas que el último salario devengado por la ex trabajadora fue de
Bs. 3.448,24. Así también, de los comprobantes de pago que rielan a los folios 8 y
subsiguientes de la primera pieza de recaudos se constata que el salario era pagado
semanalmente.

Ahora bien, de la revisión de los autos se colige que la actora no logró


demostrar su argumento de que “por razones que solo la demandada conoce”, ésta tenía la
política de pagarle su salario en base a 28 y no a 30 días.

En consecuencia, se percibe que la actora, producto de una falsa interpretación


del hecho de que la empleadora le pagaba su salario semanalmente, multiplica 7 días de la
semana por 4 semanas del mes, concluye así que su salario era pagado en base a 28 días al
mes; empero, como lo advierte la demandada en la cita reproducida ut supra, tal
aseveración no se corresponde con los pagos evidenciados en el expediente, que
demuestran la cancelación de la totalidad de los días de salario mes a mes.
Dado que la relación de trabajo fue pactada por unidad de tiempo, en el sentido
que se indica en el parágrafo primero del artículo 140 de la Ley Orgánica del Trabajo, y si
bien la periodicidad en el pago del salario de la relación sub iudice fue semanal, a efectos
del cálculo de conceptos derivados de la relación laboral, se tomó como base 30 días como
unidad de tiempo del pago del salario y prueba de ello son los comprobantes de pago que
rielan a los autos. En tal sentido, se desestima el petitum.

En otro orden de ideas, se discute la naturaleza variable del salario, alegando la


actora que el mismo comprendía además de una parte fija, conceptos oscilantes tales como
bonos de producción, primas, recargos por días feriados, utilidades, bono vacacional,
transporte y alimentación y/o beneficios contractuales. La demandada por su parte, afirma
que pagó a la actora un salario fijo.

En tal sentido, se advierte que la actora equívocamente pretende que la


circunstancia de devengar eventualmente horas extras y bonos por trabajo nocturno, ayudas
económicas por concepto de transporte o alimentación torna su salario en variable. Esta
Sala, en sentencia N° 1.215 publicada en fecha 2-12-13, expuso en torno al particular:

El carácter del salario lo determina la unidad considerada para medir su cuantía,


así el salario es fijo cuando es estipulado por unidad de tiempo, en este caso se
toma en cuenta el trabajo que se realiza en un determinado lapso, sin considerar
el resultado del mismo. En cambio, el salario es variable cuando es estipulado
por obra, por pieza o a destajo, en estos casos se toma en cuenta el trabajo
realizado por el trabajador, sin considerar el tiempo empleado para ejecutarlo.

En el caso de autos, el salario fue estipulado por unidad de tiempo mensual, lo


que significa que el salario es fijo, sin que pierda su carácter porque el
trabajador percibiera un bono de producción anual con un monto variable,
sostener lo contrario sería como pretender que, mutatis mutandi, un salario
estipulado por unidad de tiempo o fijo se convierta en salario variable porque el
trabajador perciba montos variables por laborar horas extras regularmente.

En armonía con el criterio jurisprudencial expuesto, tomando en cuenta que de


los recibos de pago cursantes en las dos piezas de recaudos del expediente (concretamente a
partir del folio 8 de la primera de ellas, y de los folios 40 al 126 de la segunda), no se
evidencia el pago de comisiones u otros conceptos que sugirieran la variabilidad del salario,
sino que por el contrario, se constata que el mismo consistió en una suma cancelada de
forma permanente, con la misma frecuencia durante toda la relación de trabajo y fijada por
unidad de tiempo; en consecuencia, se tendrá como fijo y así se decide.

Por tanto, las diferencias reclamadas consistentes en las incidencias que se


derivan desde el punto de vista de la accionante, de no haber percibido 30 días de salario en
las acreencias laborales, resultan infundadas; pues no se desprende de los elementos
probatorios de autos que sea cierto que le pagaron en base a 28 y no a 30 días y por ende,
mal puede prosperar el reclamo de diferencias sobre las acreencias laborales por tal
concepto.

Tampoco se desprende a los autos el incumplimiento por parte de la patronal,


alegado por la ex trabajadora, de las estipulaciones convencionales que establecieron año a
año los respectivos aumentos de sueldo, toda vez que de los folios 9 y subsiguientes de la
segunda pieza de recaudos se constata su efectivo pago a la ex dependiente, quien tampoco
demostró que no se tomaran en cuenta dichos aumentos en el pago de sus acreencias
laborales. Así se establece.

2. Causal de terminación del vínculo laboral. Demanda la actora el pago de las


indemnizaciones derivadas –tanto legal como convencionalmente– de un supuesto de
despido injustificado, a partir de la premisa de que su renuncia fue procurada por la
demandada, por medio de manipulaciones y amenazas.

Para decidir se toma en cuenta que, en primer lugar, los dichos de la actora no
fueron respaldados por ningún medio de prueba que los acredite, motivo por el cual, dado
que la ex trabajadora no logró demostrar que la patronal la hubiera presionado para obtener
su renuncia, y por el contrario, esta última sí demostró la dimisión de la actora, mediante
carta manuscrita por ella misma cursante al folio 184 del segundo cuaderno de recaudos,
que no fue impugnada en juicio, y no constando indicio alguno de vicios en el
consentimiento que la haga ineficaz; es por ello que, a tono con la norma consagrada en el
artículo 100 de la Ley Orgánica del Trabajo que define el retiro, se considera que el fin de
la relación laboral entre las partes procesales tuvo como causa la renuncia por parte de la
demandante y así se establece.

3. El incumplimiento del pago del preaviso por parte de la empleadora e


incumplimiento de las obligaciones convencionales inquiridas por la demandante. En
atención a las consideraciones manifestadas en el punto precedente, no es dable condenar la
responsabilidad patronal dado que no se acreditó un despido injustificado, toda vez que la
causa de terminación de la relación laboral fue la renuncia de la actora. Así se declara.

4. Diferencias demandadas por la actora relativas a sus acreencias laborales y


negadas por su contraparte.

Se peticiona la diferencia por pago de salario de 28 días y no 30 desde


septiembre de 1981 a septiembre de 2010, y su repercusión en los conceptos de antigüedad,
intereses sobre antigüedad, vacaciones, bono vacacional y utilidades.
La parte actora aduce que la empresa demandada le cancelaba solo 28 días al
mes y no 30 por mes completo. Que en virtud de ello, la trabajadora dejó de percibir dos
días de salario durante toda la relación laboral, lo que también repercutía en el pago del
aumento de salario que la empresa otorgaba a sus trabajadores, de los cuales según dichos,
la empresa le adeuda dos días adicionales.

El reclamo referente a dos días dejados de percibir por el pago del salario en
base a 28 y no 30 días deviene improcedente, toda vez que conforme se explanó
suficientemente supra, dicha pretensión resulta de un error perceptual de quien demanda,
en el entendido de que siendo pagado su salario de forma semanal, multiplicó 7 días de la
semana por 4 semanas que a su parecer conforman el mes; mas no tuvo en cuenta que
según quedó expuesto, la unidad de tiempo que representa un mes no está conformada por
cuatro semanas, sino que muchos meses del año en el calendario gregoriano, que es el
sistema de medición del tiempo que rige prácticamente la mayor parte del planeta, se
encuentran conformados por más de cuatro semanas.

Resultan en consecuencia igualmente improcedentes todas las diferencias


reclamadas por la incidencia de estos dos días en los conceptos de antigüedad, intereses
sobre antigüedad, vacaciones, bono vacacional y utilidades, así como en torno a los
aumentos de salario por la influencia de los dos días adicionales reclamados como dejados
de percibir; ya que se sustentan en un concepto que no logró acreditar quien lo pretende.

Adicionalmente, se aprecia de autos la cancelación por parte de la patronal a su


ex trabajadora de todos los conceptos inquiridos, tanto los relativos a las acreencias
laborales, incluyendo las vacaciones supuestamente no disfrutadas ni pagadas, utilidades,
como los sucesivos aumentos salariales, verificables mediante los comprobantes que rielan
en los dos cuadernos de recaudos que integran el expediente de la causa (especialmente vid.
ff. 9 y subsiguientes de la segunda pieza de recaudos).

Por ende, se declara sin lugar lo peticionado. Así se decide.

5. Diferencia en las acreencias laborales conforme la convención colectiva


desde julio a septiembre de 2010.

La parte actora reclama una diferencia en los conceptos laborales pagados en


dichos meses del año 2010, alegando que no fueron calculados a tenor de lo establecido en
la convención colectiva de los años 2010-2012.

En tal sentido, conviene citar el contenido del artículo 521 de la Ley Orgánica
del Trabajo:

Artículo 521. La convención colectiva será depositada en la Inspectoría del


Trabajo de la jurisdicción para tener plena validez. La convención colectiva
celebrada por una federación o confederación será depositada en la Inspectoría
Nacional del Trabajo. A partir de la fecha y hora de su depósito surtirá todos los
efectos legales.
Por otra parte, en sentencia N° 294 de fecha 13/11/2001, esta Sala esclareció:
“No hay duda entonces, que la convención colectiva surtirá sus efectos jurídicos a partir
de la fecha y hora de su depósito”.

Así las cosas, se observa que la actora reclama una supuesta diferencia en el
pago de los conceptos, alegando que los mismos fueron calculados erróneamente, toda vez
que no se le aplicaron los beneficios de la Convención Colectiva 2010-2012.

Sin embargo, por cuanto consta en autos –folios 145 al 149 del primer cuaderno
de recaudos– que el acta de depósito de la Convención Colectiva 2010-2012 se produjo el
09/06/2011, es por lo que la misma no se aplica para el cálculo de las acreencias laborales
desde julio a septiembre de 2010 y mal pueden condenarse las pretendidas diferencias. Así
se establece.

6. Repetición del pago por paro forzoso correspondiente a los años 1998 al
2010, repetición del anticipo según artículo 668 de la Ley Orgánica del Trabajo, cuota
sindical de solidaridad y utilidad no pagada al 31/11/2008.

En cuanto a la solicitud de pago por repetición por paro forzoso correspondiente


a los períodos 1998-2010 así como la cuota sindical, la misma debe ser canalizada ante los
organismos correspondientes, en consecuencia no tiene la Sala materia sobre la cual pueda
decidir conforme a los límites de su jurisdicción. Así se decide.

En relación al anticipo del artículo 666 de la Ley Orgánica del Trabajo, el


mismo resulta improcedente, dados los pagos avalados por comprobantes que cursan al
expediente de la causa (vid. ff. 196-207 del cuaderno de recaudos N° 2) en los cuales se
constatan que la patronal canceló el corte de cuenta por cambio legislativo encontrándose
vigente la relación de trabajo.

Finalmente, en torno a las utilidades demandadas como no pagadas


correspondientes al ejercicio fiscal del año 2008, se aprecia a los folios 148, 149 y 150 su
respectivo pago reflejado en comprobantes firmados como recibidos con conformidad de la
actora, documentales a las cuales se les otorgó el valor probatorio que merecen, al no haber
sido objeto de impugnación en la oportunidad procesal correspondiente. De las mismas se
evidencia que la demandante recibió pagos por concepto de utilidades, a tono con las
previsiones de la convención colectiva aplicable, primero del período comprendido desde el
1° de noviembre de 2007 al 31 de octubre de 2008 y luego, por el mismo concepto
correspondiente al ejercicio fiscal desde el 1° de noviembre de 2008 al 31 de octubre de
2009.

En consideración del planteamiento anterior, resulta impropio el argumento de


la demandante de que no se le canceló el concepto de utilidades correspondiente al 31 de
noviembre de 2008 y, por tanto, se declara sin lugar la petición.

En consecuencia, se declara sin lugar la presente demanda.

DECISIÓN

En mérito de las precedentes consideraciones, este Tribunal Supremo de


Justicia, en Sala Especial Primera de la Sala de Casación Social, administrando justicia en
nombre de la República Bolivariana de Venezuela por autoridad de la ley, declara:
PRIMERO: CON LUGAR el recurso de casación ejercido por la actora, contra el fallo
emanado del Juzgado Octavo Superior del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, de fecha 21 de diciembre de 2012; SEGUNDO: SE ANULA el
fallo impugnado y TERCERO: SIN LUGAR la demanda.

No se condena en costas, en virtud del precepto contenido en el artículo 64 de


la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.

No firma la presente decisión la Magistrada Carmen Elvigia Porras de Roa,


quien no asistió a la audiencia por motivos justificados.

Publíquese, regístrese y remítase el expediente a la Unidad de Recepción y


Distribución de Documentos de la Circunscripción Judicial del Trabajo supra identificada,
a los fines consiguientes. Particípese de esta remisión al Juzgado Superior de origen antes
mencionado, todo de conformidad con el artículo 176 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Social,


del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los primero (1°) días del mes de julio de
dos mil catorce. Años: 204º de la Independencia y 155º de la Federación.

El Presidente de la Sala y Ponente,


________________________________________

LUIS EDUARDO FRANCESCHI GUTIÉRREZ

La Vicepresidenta, Magistrado,

__________________________________ _______________________________

CARMEN ELVIGIA PORRAS DE ROA OCTAVIO JOSÉ SISCO RICCIARDI

Magistrada, Magistrada,

__________________________________ _________________________________

SONIA COROMOTO ARIAS PALACIOS CARMEN ESTHER GÓMEZ CABRERA

El Secretario,

____________________________

MARCOS ENRIQUE PAREDES


R. C. N° AA60-S-2013-000587

Nota: Publicada en su fecha a

El Secretario,

1.215 02-12-15 Naturaleza jurídica del salario variable

294 10-04-12 Naturaleza jurídica del salario variable OJO

Ponencia del Magistrado LUIS EDUARDO FRANCESCHI GUTIÉRREZ.

En el juicio de cobro de diferencia de acreencias laborales, seguido por el


ciudadano JOSHUA ANTONIO ABELLO JIMÉNEZ, representado judicialmente por los
abogados Franklyn Cuba Pacheco, Marco Antonio Cuba Vivas, Yéssica G. Bolívar
Guevara, Sindy del Valle Vivas Crespo y Carlos Eduardo Romero Padrón, contra la
sociedad mercantil BASF VENEZOLANA, S.A., representada judicialmente por los
abogados David Sanoja Rial, Mario De Santolo, Iván Hermosilla, Carlos Ricardo Pimentel
y Rosario Alejandra Lai De Sousa; el Juzgado Primero Superior del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del estado Aragua, en sentencia publicada el 12 de abril de 2010,
conociendo la apelación de la parte actora, declaró sin lugar dicho recurso y sin lugar la
demanda, confirmando así la decisión del Juzgado Primero de Primera Instancia de Juicio
del Trabajo de la referida Circunscripción Judicial, el cual en fecha 14 de diciembre de
2009 declaró sin lugar la demanda.

Contra la decisión de alzada, la parte actora anunció y formalizó oportunamente


recurso de casación. Hubo contestación.

En fecha 20 de mayo de 2010 se dio cuenta en Sala del presente expediente y se


designó como ponente al Magistrado Juan Rafael Perdomo, reasignándose dicha ponencia,
por auto del 15 de marzo de 2012, al Magistrado Luis Eduardo Franceschi Gutiérrez, quien
con tal carácter suscribe el actual fallo.

El 2 de febrero de 2012, mediante auto de esta Sala, se fijó como oportunidad


para que se materializara la audiencia pública y contradictoria, el día 15 de marzo de 2012,
a las once y cuarenta y cinco minutos de la mañana (11:45 a.m.).

Celebrada la audiencia y habiendo esta Sala pronunciado su decisión de manera


inmediata, pasa a reproducir la misma de conformidad con el artículo 174 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, bajo las siguientes consideraciones:
RECURSO DE CASACIÓN

-I-

Denuncia el formalizante en su escrito recursivo el quebrantamiento de formas


sustanciales de los actos por parte de la sentencia de alzada, que a su decir, menoscabó su
derecho a la defensa –y que no fue subsanado ni reparado por la recurrida–; en virtud que la
evacuación de las pruebas no se llevó a cabo de tal manera que las partes pudieran
objetarlas o aceptarlas con claridad.

En ese orden de ideas, arguye que las documentales no fueron evacuadas de


forma tradicional, y que se suplantó la evacuación de las pruebas por réplicas y contra
réplicas de forma generalizada, nunca de manera puntual, ocasionando la indefensión de las
partes.

Alega lo siguiente:

(…) en el atacado acto [audiencia de juicio] el Secretario del Tribunal explana


de manera abstracta y simple las pruebas promovidas por la accionada e
impidiendo a esta representación [parte actora] iniciar el procedimiento
contradictorio de las pruebas, por cuanto menciona todas las pruebas de la
accionada de manera numerada y pidiéndole a esta representación [que
formulara] los alegatos que considere sin tener el control de las mismas,
causando por ende el desorden en el control de las pruebas.

Igualmente la parte demandada solicita aclarar si las pruebas que supuestamente


se están evacuando se impugnan o se admiten por ésta (sic) representación
[parte demandante] por cuanto pareciera una réplica y contra réplica en el
proceso de evacuación de pruebas, por ello solicito a éste (sic) Tribunal reponga
la causa al nuevo estado de celebración de la Audiencia de Juicio ya que no se
permitió a las partes evacuar y controlar las pruebas de cada uno de los
intervinientes.

La Sala a los efectos de decidir, observa:

Del análisis de la recurrida se aprecia que el objeto de la apelación consistió en


la forma de evacuación de las pruebas en la audiencia de juicio, argumento que fue
desestimado por la alzada, al declarar sin lugar la actividad recursiva del actor. Consideró el
ad quem, luego de estudiar y analizar el contenido de la grabación de la audiencia, que a la
parte actora sí se le permitió evacuar sus pruebas y desconocer o impugnar las pruebas de la
demandada, tanto así que la parte demandada la instó a que hiciera sus observaciones,
limitándose las mismas a lo relativo a la carta de renuncia.

Para corroborar lo decidido por la recurrida, la Sala examinó la grabación de la


audiencia de juicio, evidenciando que el secretario leyó cada una de las pruebas promovidas
por las partes, y que la juez le concedió la palabra a la parte promovente, a fin de que
explicara el contenido y objeto de las pruebas promovidas y, seguidamente le dio la palabra
a la contraparte para que realizara el control de las pruebas –las reconociera, desconociera o
impugnara, según el caso– y formulara las consideraciones que fueran pertinentes.

En relación con las pruebas documentales promovidas por la parte demandada,


se observa que si bien el secretario se refirió a ellas por la numeración asignada, la
demandada explicó el contenido de cada una de ellas señalando el orden expresado por el
secretario, por lo que considera la Sala que no se generó ningún caos o duda respecto a las
pruebas evacuadas. En cuanto al control de las mismas, se aprecia que se le concedió
oportunidad al actor de hacer sus observaciones; mas, en su intervención no se pronunció
individualmente sobre las documentales, sino en forma genérica, por lo que la parte
demandada le solicitó fuera más específico en determinar cuáles pruebas reconocía y cuáles
impugnaba.

Así las cosas, tratándose de pruebas documentales, siendo que las mismas son
incorporadas al expediente al concluir la audiencia preliminar, es menester destacar que las
partes tienen acceso a las mismas, pudiendo elaborar sus observaciones y prepararse para su
evacuación en la audiencia de juicio.

En efecto, dado que en el caso de marras las pruebas fueron agregadas al


expediente al terminar la audiencia preliminar, las mismas fueron evacuadas en la audiencia
de juicio y se respetaron las oportunidades para su control, considera la Sala que durante el
proceso se garantizó el derecho a la defensa y al debido proceso.

Por consiguiente, se declara la improcedencia de la actual denuncia. Así se


establece.

-II-

El recurrente delata que la sentencia cuya nulidad pretende incurre en error de


interpretación del artículo 216 de la Ley Orgánica del Trabajo.
Señala, que la recurrida manifestó que el controvertido se delimitó a que la
parte actora sostuvo que los derechos derivados de la relación de trabajo le fueron pagados
con montos errados, ya que para su cálculo no se tomó en cuenta el bono de productividad;
cuando lo cierto es que esa no fue la única reclamación, y que el sentenciador no tomó en
consideración que se solicitó, tanto en el libelo de la demanda, como en la oportunidad de
la audiencia de juicio, lo relativo al pago de los días domingos y feriados, que por devengar
un salario variable le corresponden al actor, de conformidad con lo establecido en el
artículo 216 de la Ley Orgánica del Trabajo.

Asimismo alega que la recurrida manifestó que el referido bono de


productividad no es permanente y continuo, lo cual evita que dicho bono sea considerado
salario, cuando la accionada en la audiencia de juicio aceptó y afirmó que sí lo consideró
salario, al supuestamente calcularlo para el pago de las acreencias laborales.

Aduce que insistió en la revisión de los recibos de pago, así como de la


composición del salario del trabajador como un salario variable, lo cual no fue analizado
por la recurrida, al no tomar en cuenta que lo reclamado es la falta de pago de los días
domingos y feriados, no por haberlos trabajado, sino porque el bono de productividad
convierte al salario en un salario variable y le corresponden, de conformidad con el artículo
216 de la Ley Orgánica del Trabajo.

Como corolario de su argumentación, explica el recurrente que en los recibos


de pago –promovidos por el actor y no impugnados por la demandada– “se evidencia que
no hay pago de lo relativo al 216 (sic) y por ende procede a lo relativo a lo aclarado (sic)
en esta Sala de Casación Social en sentencia N° 085, de fecha 17-05-2001, (sic) (…) en
donde se señala el método correcto a aplicaren (sic) el caso de trabajadores que generen
un salario variable dispuesto en el artículo 216 de la Ley Orgánica del Trabajo”.

Ahora bien, para decidir se aprecia en primer término, que el artículo 216 de la
Ley Orgánica del Trabajo establece que:

El descanso semanal será remunerado por el patrono a los trabajadores que


presten servicios durante los días hábiles de la jornada semanal de trabajo en la
empresa, con el pago de una cantidad equivalente al salario de un (1) día,
igualmente será remunerado el día de descanso adicional semanal convenido
por las partes conforme al artículo 196.

Cuando se trate de trabajadores a destajo o con remuneración variable, el


salario del día feriado será el promedio de los devengados en la respectiva
semana.

El trabajador no perderá ese derecho si durante la jornada semanal de trabajo en


la empresa faltare un (1) día de su trabajo.

En el caso concreto, la recurrida examinó los dos recibos de pago


correspondientes al bono de productividad y estableció que se trata de una bonificación
única y especial, que consideró un indicio que la lleva a presumir la eventualidad del pago.

Asimismo, la recurrida examinó la constancia de trabajo emanada del Instituto


Venezolano de los Seguros Sociales, marcada “Doc-1”, y observó que de dicho documento
se desprende que el actor devengó un salario fijo que coincide con el señalado en los
documentos que rielan a los folios 89, 90, 91, 97 y 101 de la primera pieza de pruebas del
expediente, lo cual refuerza el indicio previamente establecido de lo eventual del pago del
bono de productividad.
Por último, respecto al pago del bono de productividad admitido por la
accionada en la audiencia de juicio, concluye que esta declaración no es suficiente para
establecer lo variable del salario; y, en consecuencia, negó la reclamación del pago
establecido en el artículo 216 de la Ley Orgánica del Trabajo.

Evidencia la Sala que la recurrida analizó las pruebas pertinentes para


establecer si el salario del actor era variable, incluso la declaración de la demandada en la
audiencia de juicio; y, concluyó que el pago eventual, no reiterado, del bono de
productividad no convertía el salario en un salario variable generador del pago adicional
por días domingos y feriados, establecido en el artículo 216 de la Ley Orgánica del Trabajo,
lo cual está ajustado a derecho y a la jurisprudencia reiterada de este máximo Tribunal.

En consecuencia, considera la Sala que la recurrida no infringió el artículo 216


de la Ley Orgánica del Trabajo, y por tal motivo se declara improcedente la denuncia sub
análisis.

DECISIÓN

En mérito en las razones precedentemente expuestas, este Tribunal Supremo de


Justicia, en Sala de Casación Social, administrando justicia en nombre de la República
Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, declara SIN LUGAR el recurso de
casación anunciado y formalizado por el actor, contra la sentencia de fecha 12 de abril de
2010 emanada del Juzgado Primero Superior del Trabajo de la Circunscripción Judicial del
estado Aragua.
Se condena en costas del recurso a la parte actora, de conformidad con el
artículo 59 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.

No firma la presente decisión el Magistrado Juan Rafael Perdomo, en virtud de


no haber asistido a la audiencia, por motivos justificados.

Publíquese, regístrese y remítase el expediente a la Unidad de Recepción y


Distribución de Documentos de la Circunscripción Judicial ut supra identificada.
Particípese de esta remisión al Juzgado Superior de origen antes mencionado, todo ello de
conformidad con el artículo 176 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Social,


del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los diez (10) días del mes de abril de dos
mil doce. Años: 201º de la Independencia y 153º de la Federación.

El Presidente de la Sala,

_____________________________

OMAR ALFREDO MORA DÍAZ

El Vicepresidente y Ponente, Magistrado,


________________________________ ________________________

LUIS E. FRANCESCHI GUTIÉRREZ JUAN RAFAEL PERDOMO

Magistrado, Magistrada,

______________________________ __________________________________

ALFONSO VALBUENA CORDERO CARMEN ELVIGIA PORRAS DE ROA

El Secretario,

_____________________________

MARCOS ENRIQUE PAREDES

R.C. N° AA60-S-2010-000640

Nota: Publicada en su fecha a las


El Secretario,

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