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Granos y semillas están ideados para asegurar la continuación de su respectiva especie,

después de todo son el método reproductivo de una planta. Así, contienen las defensas
necesarias para asegurar ese fin y no cualquier otro, como por ejemplo, sostener la vida de los
organismos que los consuman. En Los granos y semillas no son aptos para consumo
humano se aborda este tema. Básicamente, no estaremos absorbiendo todos los nutrientes
que un producto basado en granos o semillas, aún si son granos enteros, por las defensas que
naturalmente están presentes en ellos: el ácido fítico, el gluten y las lectinas.
¿Para qué sirve germinar granos y semillas?

Germinar granos y semillas sirve para que liberen los nutrientes contenidos en ellas y que
cuidan celosamente antes de que llegue el momento adecuado en el que puedan convertirse
en una planta. De hecho, estos mismos inhibidores podrían provocar deficiencias en ciertos
minerales. Tan pronto el proceso de germinación haya sido activado, los granos eliminarán el
ácido fítico para poder emplear los nutrientes en ellos. En la medida que avanza, el gluten se
descompondrá en partes más sencillas de digerir para ellos (¡y nosotros!), mientras que las
lectinas desaparecerán, pues la semilla las empleará para su metabolismo. En este proceso
ocurren complejos cambios químicos.

¿Cuáles son los beneficios de germinar granos y semillas?

La germinación aumenta muchos de los nutrientes principales de los granos y semillas; es


capaz, incluso, de generar elementos naturalmente ausentes en las semillas cuando están en
su etapa de letargo. La germinación también puede hacer que estos alimentos sean menos
alergénicos para aquéllos con sensibilidad a la proteína de granos, como el gluten. Más
proteína de calidad. Las proteínas almacenadas de cereales se convierten en albúminas y
globulinas, lo que puede mejorar su calidad y facilitar su absorción. Se genera lisina, un
aminoácido ausente en un grano sin germinar.

 Más fibra. La fibra puede aumentar en términos absolutos y porcentuales con la síntesis
de carbohidratos. Por ejemplo, la fibra de la cebada aumenta de 3.75% a 6% en germinados
de 5 días, a comparación de la semilla sin germinar.
 Más ácidos grasos esenciales. Los ácidos grasos esenciales son grasas que el cuerpo
necesita para diferentes procesos y que, sin embargo, no puede sintetizar por sí mismo, por
lo que deben provenir de la alimentación. La germinación genera la creación de ácidos
grasos esenciales.
 Más vitaminas. La germinación crea, o promueve el aumento de, vitaminas del complejo
B, E (alfa tocoferol), y A (beta caroteno, un antioxidante).
 Más biodisponibilidad de minerales. La quelación es un proceso natural en el que un
mineral se une a una molécula orgánica que permite su absorción. Cuando una semilla
germina, sus minerales son quelados o se enlazan a las proteínas, lo que aumenta su
función.

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