Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Análisis sistémico
La adecuación de la Farmacia Robotizada empezó en febrero de este año cuando Calypso y Pegasus
llegaron a Bucaramanga. De acuerdo con el asesor de tecnología en salud, Luis Javier Jaramillo
Jiménez.
“La existencia de este software nos hizo pensar más allá. En un hospital normal, el servicio de
farmacia prepara la medicación a cada paciente para 24 horas. Nosotros en cambio, estamos
trabajando por disminuir ese lapso, pues el objetivo es que la máquina envíe lo requerido en un
promedio de seis horas. Ahora bien, las urgencias las vamos a poder manejar sin ningún problema”,
Para ello, Calypso y Pegasus, desarrollan un trabajo conjunto, en donde el primero, además de cargar
cada uno de los medicamentos y abastecer a su par, los marca con un código de barras que contiene
todos los datos relevantes: Nombre comercial, fecha de vencimiento, concentración y registro Invima.
También los etiqueta con otro código denominado datamatrix, que permite generar gran volumen de
información en un formato pequeño y con alta fiabilidad de lectura, facilitando su reconocimiento.
Montalvo Meza explica que el aparato ejecuta 15 pasos, dentro de los cuales, cinco son de control de
calidad.
El robot hace muchas verificaciones; se asegura de que las píldoras estén en buenas condiciones,
que la bolsa quede sellada de manera correcta, que el sticker esté bien pegado, entre otras cosas.
Además, maneja el registro de productos, por lo que da aviso cuando estos están llegando a su
límite. Es necesario resaltar que la máquina tiene la capacidad de aprovisionar 14.440
medicamentos, suficientes para cubrir cinco días de inventario en el hospital.
El segundo, es el que se “conecta” con el médico. Cuando el galeno envía la fórmula, es el
responsable de organizar y entregar la orden: Les coloca un clip y una etiqueta, que consiste en una
especie de resumen de la prescripción. En ella aparece el nombre del paciente, la cédula, la
ubicación y los medicamentos que tienen que ser transportados. A su vez, le informa a la enfermera
los horarios en los que debe dárselos al usuario hospitalizado. Para cumplir con esta metodología se
necesitan dos profesionales de farmacia, uno en cada robot al tanto de los procesos, y otro que lleve
los medicamentos al correo automatizado.
Según el ingeniero Jaramillo Jiménez, el dispensario además de operar con este equipo de última
tecnología tendrá a la mano una herramienta que ofrece celeridad en los procesos y eficacia en la
entrega de medicinas.
“Con el tubo neumático más sofisticado del país por su longitud y tamaño, a través del cual viajan las
cápsulas a su destino final. Con 16 pulgadas y curvas amplias, el conducto permite el traslado del
producto por un mecanismo de presión– succión de aire, a una velocidad de hasta seis metros por
segundo”
Por las cualidades de este sistema robotizado, se agilizarán los procesos en el trámite farmacéutico,
se aminorarán o desaparecerán los tiempos utilizados por la enfermera o el auxiliar caminando hasta
el área de fármacos. Gana también el colaborador que ya no tendrá que utilizar tres pasos
determinantes, buscar, encontrar y verificare los medicamentos.
Lo más determinante será la consecución de la meta de cero errores en la dispensación de los
productos y de máxima seguridad para el paciente.