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UNIDAD: La dimensión Epistemológica.

El saber de los
administradores
TEMA: El saber de los directivos
SEMANA: 10 y 11
CITA BIBLIOGRÁFICA:
ACKOFF, RUSELL. 1994. LA OBJETIVIDAD. EN: CÁPSULAS DE ACKOFF. ADMINISTRACIÓN EN
PEQUEÑAS DOSIS. LIMUSA-NORIEGA

Este documento se difunde sin ánimo de lucro únicamente para uso interno
de la materia Seminario de Síntesis en Administración, con base en el artículo
14 de la Ley Andina y en el artículo 32 de la Ley Nacional de derechos de
autor.

LA OBJETIVIDAD
Rusell Ackoff
"La objetividad es un ideal científico que los teóricos de la administración tratan de alcanzar. Aunque
su significado no es del todo claro, se la conceptualiza como lo que Winnie the Pooh llamaría una
"BUENA COSA"; también se cree que requiere prescindir de juicios éticos y morales en la
investigación y en la toma de decisiones. Tal concepto de la objetividad es impracticable.
La búsqueda científica requiere, en casi todos los casos, la comprobación de hipótesis o la
estimación de valores de las variables, lo que necesariamente implica balancear dos tipos de error.
Al comprobar la validez de una hipótesis se corre el riesgo de rechazada siendo verdadera, o de
aceptada siendo falsa: naturalmente habría que minimizar las probabilidades de equivocarse pero,
desafortunadamente, si se minimiza la primera se maximiza la segunda y viceversa. Para establecer
tales probabilidades es necesario formular un juicio de la gravedad relativa de los dos tipos de error
y, por ende, de su valor. Es raro que los investigadores formulen conscientemente estos juicios;
comúnmente fijan las probabilidades basándose en convenciones científicas. Este procedimiento no
es muestra de objetividad, sino de ignorancia.
La selección del criterio para estimar el valor de una variable requiere la evaluación de la
importancia relativa, por ende del valor, de posibles subestimaciones o sobreestimaciones. Todo
procedimiento de estimación contiene en sí mismo un juicio, usualmente implícito, de la gravedad
de los dos tipos de errores que se pueden cometer. Por tanto, no se puede hacer una estimación sin
emitir un juicio de valor, por más oculto que sea.
Los procedimientos más generalizados de estimación son los llamados "insesgados", y los resultados
que arrojan son buenos tan sólo cuando los errores de igual magnitud y distinto signo tienen la
misma relevancia. Nunca he visto que esta condición se diera en el mundo real.
En la comprobación de hipótesis y en la estimación del valor de las variables, la ciencia confunde la
objetividad con la falta de toma de conciencia de los juicios de valor.
El concepto predominante de objetividad se basa en la diferenciación entre la persona ética-moral,
a la que se considera emotiva, comprometida y parcial, y la persona científica, a la que se considera
insensible, no comprometida e imparcial. Se pretende que quien toma las decisiones lleve su cabeza
al trabajo y deje en la casa su corazón; suponer que la cabeza y el corazón se pueden separar es lo
mismo que suponer que la cara y la cruz de una moneda pueden separarse por el simple hecho de
poder ser estudiadas una independiente de la otra.
La objetividad tanto en la búsqueda científica como en la toma de decisiones no consiste en emitir
solamente opiniones imparciales: consiste en formular juicios de valor, y cuanto más amplios los
valores, tanto más objetivo será el juicio. Se desprende de esto que la objetividad es un ideal que
nunca podrá ser alcanzado, pero al cual será posible acercarse más y más.
Quien toma las decisiones o quien investiga no puede por sí solo acercarse a la objetividad; el
acercamiento será posible sólo por parte de grupos de individuos cuyos esquemas de valor sean
diferentes. La objetividad es una propiedad a la cual el científico individual no conseguirá
aproximarse, pero sí lo podrá hacer la ciencia, considerada como un sistema.
Todo esto tiene consecuencias importantes para la actividad gerencial. Al tomar una decisión se
debe tener en cuenta los esquemas de valor de quienes serán afectados por esa decisión, y eso no
podrá conseguirse si no son involucrados en el proceso; privados de la posibilidad de participar en
la toma de una decisión que los afecta es despojados de sus valores, lo que es, en mi parecer,
inmoral. Los gerentes están moralmente obligados hacia todos los que pueden ser afectados por
sus decisiones, y no solamente hacia los que les pagan por sus servicios.

Rusell Ackoff.
Nace en Filadelfia el 12 de febrero de 1919 y muere en Paoli en octubre 29 de 2009. Se gradua en Arquitectura
en la Universidad de Pensilvania en 1941. En 1947 obtiene un PhD en Filosofía de la Ciencia. La Investigación
de Operaciones fue uno de sus temas preferidos, al igual que la Teoróa General de los Sistemas. Ha sido autor
y co-autor de cerca de 23 libros, entre ellos: Redesigning the Future, The Art of Problem Solving, Creating the
Corporate Future, Revitalizing Western Economies, Management in Small Doses, Ackoff’s Fables, The
Democratic Corporation.
Decía que una manera en que se ha enseñado la Administración en Occidente, es que se divida un sistema
complejo en partes y luego se trate de manejar cada parte tan bien como sea posible y que cuando esto se
logre, entonces el sistema, como un todo se comportará bien. Pero que esto es absolutamente falso, porque
es posible mejorar el desempeño de cada parte tomada por separado y al mismo tiempo, estar destruyendo
el sistema.

MANAGEMENTWISDOM. 2010. ABOUT DR. RUSELL ACKOFF. EN: MANAGEMENTWISDOM.COM/HOW TODAY´S WORLD CAN
WORK BETTER. HTTP://WWW.MANAGEMENTWISDOM.COM/ABDRRUSAC.HTML VISITADO EN AGOSTO 2013

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