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T?i,Ii-#"toLeciA G .N.1
Fr,tc)*P"i
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fL M{JI\TDO
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HISTORICO
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DE CUIT{JRA ECONOMICA
Pánuco, 63 - Méiico ' .
DEMARCACION DE LAS CIENCIAS DEL ESPIRITU +
E¡r r¿s úlupres d.écadas han tenido lugar interesantes d,ebates en tor-
no a Ia naruraleza de las ciencias del espíritu y; etr especial, de la
historia. ¿Cómo'es posible separar las ciencias del espíritu de las cien-
cias de Ia naturaleza? ¿Dónde radica Ia esencia de la historia y su
diferencia de otras cienciasl ¿Es posible alcanzarun saber histórico
objetivoi Sin pretende¡ intervEnir.polémicamente entre los diversos
ountos de vista, expongo a continuación algunas observaciones per- .
tinentes.
*.Representi el tercer boceto sobre.el mismo téma.. Los otros doe Groe¡hu¡se4
los publica en el apéndice. En el prólogo explicamos nu€stra disposición, Ya se verá
en el.trabajo que sigue una cnarta elaborhción del mismo tema. [T.] ,.
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DEMARcAcIóN DE LAs crENcrAs ppr, rspÍRITU
gz EsrRucrux¡ctóN DEL MUNoo n¡sróRlco
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93
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a los miembros del curso vital desde el nacirniento hasta Ia rnuerre:
a su validez en las ciencias del espíritu, sólo a base de previos trabajos 'l:'
.r..,i una decisión determina una acción que se extiende por muchos años1
analíticcts. i Qué es 1o común a todas estas ciencias en su relación con .i1j
acción interrurnpida con frecuencia y largamente por acontecimientos
los hombres, en Ia relación entre éstos y con la naruraleza exteriorl vitales de otra índole. Pero sin que tenga lugar una nueva decisión
Todassefundanenlavivencia,en1aexpresióndevivenciasyen1a en la misma dirección, aquélla sigue actuando sobre nuestra acción. El
comprensión de esta expresión, La vivencia y la comprensión de
trabajo en torno a una determinada conexión de ideas puede exten*
toda clase de expresiones de vivencias fundamentian todos los juicios,
derse por tiempos diferentesr y un problema de tiempos atrás puede ser
conceptos, conbcirnientos que son propios de las ciencias del espíritu.
reasumido por nosotros. Un plan de vida persiste sin necisidad de
Así surge una trama del saber en la Que 1o vivido, 1o comprendido y que volvamos a examinarlo. y conecta entre sí decision.., *.tor, resis-
su representación.en el. pellar conceptual se hallan enlazados entre
tencias, deseos, esperanzas de Ia más variada índole. En una palabra,
sí. Y'esta'irama se da en iodo el grupo dé ciencias que constituyen existen conexiones que, con entera independencia de la soc.sión en el
e:I factam que se halla en la base de la teoría de las ciencias del espí-
tiempo, de las relaciones diiectas de condicionalidad, enlazan en uni-
ritu. Todas las propiedades que, con razón, han sido destacadas como ' dad las partes de un curso vital. Así vivimos la.unidad de1 curso
constitutivas de Ia esencia de estas ciencias, se derivan de esa su natu-
vital y en estas vivencias encuentra su seguridad.
raleza común. Así, por ejemplo, la relación peculiar que, dentro de {
este grupo, guarda lo singular, lo individual, lo que ocutre una sole
vez, con las uniformidades'Ce tipo universal. Así, la relación espe- ¿
z " En el curso vital se centiene eI carácter de temporalidad de
la vida;-la expresión ((cursot' señaJa precisamente erto. El tiempo
cial en que se halla la conexión causal con los v.alores que se rer.lizan no es sólo una línea qrJe se compondría ,de partes equivaJentes, un
dentrcj de ella. Pero tenemos todavía rnás: todos los conceptos direc- sistema de relaciones, áe ,u..sio.,ir, de coetaneidad, d. dor..ión. Si
tivos con los que opera este grupo de ciencias son diferentes de los pensarnos el tiempo con abstracción de aquello que 1o llena, entonces
(tea-
conceptos paralelos de Ia ciencia natural. En las primeras, la sus partes son equivaientes. .En esta continuidad también Ia parte
lidadtt tiene un sentido diferente que en nuestro saber natural fllan- rnás pequeña es lineal,. es un mero transcurso; no se. encuentra un
do la predicamos de sus objetos físicos. Las ((categoríastt contenidas ((estt
ni en la parte más .pequeña. Pero el tiempo concreto consiste
en la ii'-rrencia y Ia cornprénsión y que hacen posible la represen- más bien en Ia grecigitacióri inces¡ntq {elpr.q.o.qg enja cual ,.Io pre-
tacióndeéstasenlaciencia,sontarnbiéndeotrogénero.La((oL sentetJ se está haciendo pasado,y Io fu¡rro presente. ((Actualidadtt
'jetividadtt del saber que persiguen tiene también otro sentido; loq
((métodostt qne nos acercrn en las ciencias del espíritu al ideal de no es, sino concreción de un- rnornento del tiempo con realidad, gs
vivencia,. en contraposición co¡r el recuerdo de Ia mlsma, : o corr .el
1á objetividad. del saber muestran diferencias esenciales con aquellos desear, esperar, temer algo ((vivible" en eI futuro. Esta ilánazón con
otros que cumplen el mismo cometido en eI conocimiento de la natu- realiddd es la que subsiste siempre, d.e modo continuo, en Ia precipi-
raleza. Tenemos, puesr.que este gnipo de ciencias constituye un cam- tación incesante del tiempo, mientras que lo que constifuye .i..oni*-
po propio qu. *. it"lta btjo leyet piopias, fundadas en 1¿ naturaleza \ nido de Ia vivencia cambia- constantemente., Esta decantación progre-
de lo vivible, expresable y comPrensible. siva de-ia realidad Qn la línea del tiempo; que'consti.hrye. el L.áiter
Veamos de'aclarar esta determinación conceptual. El dcontecer i del present€, a diferencia de la-representación de 1o vivido o de lo
completo y cerrado, claramente delimitado, que se halla' contenido que se ha de vivir, este sumirse constante del presente hacia atrás, en
en tod¿ parte de Ia historia Io mismo que en todo concepto científico- r un pasado, y este h4cerse presente de 1o que apenas si hemos acabado
espiritual es el transcurso de vida. - Constituye éste una conexión de- . ' ' de esperar) querer o temer y que sólo se hallaba en la.región de. lo
ma,."dapore1nacimientoylamuerte.Para1apercepciónexte|naapa. representado, he aquí lo.que constituyg eI carácter del .((tiempo reaJrr.
r-ece como existencia de la persona, constituye el curso de su viáa. Esta : ', Es expresión de este carácter que. nosotros vivimos siempre en el pre-
existencia lleva consigo la propiedad de una subsistencia ininterrumpida. ,'='l
sente, e:<presión que lleva además qont¡go la corruptibilidad constante
Pero independientemente de esto tenemos un nexo vivible que enlaza . i;;
DEIVTARCACIóX PB T.¡TS CIENCiAS DEL ¡SPÍNITU 95
HlsróRlco
g+ - E'STRucruRAcIóN DEL MUNDo
nuest¡a vida; también constituye el punto de vista desde el cual cap-
.denuestravida.Yenesteprecipitarsedell,cSncrecióndelmornento y ' rnos y representamos la sucesión. y coetaneidad de los cursos vitales
.or, ,**lidrJ residi también que el Presente suceda Per- en la historia, destacando Io significante por su significado, configu-
temporal cuando
sista sin cisura alguna en
rnedio;; ü.t"'tesión,áe las vivencias estados rando cada aco¡rtecer; de una rnanera general, es la catégoría peculiar
u otros
i,rt.rr.lá-d. por el sueño pot tanto'
su continuidad,no qued, a la vida y al mundo histórico; es inherente a la vida como ia relación
el presente'* tif*- el tiempo'.
hayl
oarecidos. Sólo en^u arrebatada por-l:una co- peculiar que rige entre sus partes, y allí hasta donde alcanza la vida
i",r* de nuestra vida es
iffiffi.;";;r: rLí dorrd,e en medio de la corrien-
Ie sigue esta relación y la hace'representable.
rrienre incesante y hay pr.r*i*- en una palabra' donde Poseo Ia trarna peculiar de mi vida, según la nafuraleza del
te vivirnos, padecernost qt""*J" !;1qd"To" con tiempo, sólo cuando remernoro su transcurso. Toda una larga serie
realid'ad' Pero viajamos sln cesar
futuro se hace ''
vivimos 1a plenitud d¿ nuestra d'e sucesos coopera en mi recuerdo y ninguno de ellos es reproducible
esa corriente, y en eI mismo *"**t" en el toui lo por sí. Ya en la memoria se lleva a cabo una.lg,lssción, y el principio
." -i^;;;..
-.n** Podemos experimentar siem
presenre ya se hunde.éste
"¿"i.i- áe esta selección reside en eI significrdo que .or'.*pon díe-acada una-de
ra vivencia, a. la que pertenece
Dre ra difere"H";;¿ o de las vivencias singulares para Ia comprensión de la conexióí del curso
,**.rJo o de la expect^,i.'^ de un futuro
iambién Ia vivencia dei de mí vida cuando ttpasaron", o en el que cobraron en la estimación de
nuestra. ,-
tar íncluÍdo' lo pasase.
incluído Io "': "::;' "io'nti"' 'T:190H.::i$"#.111
pasado en
idad vivencial porque , ' ii Ia vivencia actual y la impregnan.. -Con motivó d.e ia vista renovad¡
*Yxafi*.:il:il:"tl;i:ff1lliilÉ:"ffi,il: encima ' i
:il1;f
w¡rurrtL¡arrv
de una persona para mí importantel esta vivencia se llena de 1o signi-
desiplt tt:i;1;fncia. Pero por
tiene un slgnltlcaoo
*ar,p*qo.ñ^ q.'9 '' ficante en enürentros anteriores: las vivencias. anteriores han confloi¿o
Pgdtmos, * designa también corno vrvencl¿ "'ióJ..
.
en una unidad más fuerte que surge de su relación con lo actual.
d.e esto, el uso J*i itnguuj?
pltir? ¿r vida que tíene un significado
'
Puedo tener Ia sensación, puedo sentir como si jamás rne hubiera
unidad, ideal; ;; ,,"rli"'d"
d. la' vrL¡¡¿ y L/¡.¡r^vw tdt:"1
h;d";I;PI;" - separado de esta persona, tan íntima y peculiar es esta relación. He
:
en el surso oe
séparados por
:'::"'::''#::'n::,T:;il"::,..
acontecl
.mientos interruptores.. :i visitado con frecuencia una galería de pinturas; de aquello que para
los momentos se halÍu" ¡ '. .f.
mít fué
t
significante surge ahora, c.ualquiera que sea eI, tiempo que
pusr.con la d. t5g.tlfsgdp"' La r€
categoría
'
separe mi visita actual de la arrterior, toda la plenitud de Ia actual
3. Tropezarnos)'determin
-JJ'"* jt"áp6ii¿T-á*i curso á'
^ ;"
\i't. vivencia artística.
iación que implica
:
' * o" r.,,go.1" aremán, .i,,: *lÍ: t^:l:!:t::l,t'.:#i;,*".-".:J,::',ll"Jl-$:1
. La expresión de esto la ténemos . en ia autobiografía. Se trata
de una interpretación de la vida en su'misteriósa urdimbre de conti=
..*13'l*ti.-"Tii"Jll11l;,ffi [:t:t*':'m:;"1',:::'t.;?":-f
Por eso ':" :adogtó, hace ti
1iil":*i gencia, destino y carácter. Atlí donde posamos nuestra mirada, Ia
,i"tiij-'rt,l*t"t, pot ejemplo'.
iiteral' IT,]
DEMARcAcTó¡¡ DE r-As crENcras
96 ESTRUcTuRAcIóN DEL'MUNDo HlsróRlco
o¡r, rspíRrru ,g7
cante, lo hace prevalecer. En
la muitiplicidad de las vivencias mo_
conciencia trabaja para.entendérselas con Ia vida. Sufrimos con nues- mentáneas de nuestra percepción.
de paisajes, interiores o del rostro
tras suertes diversas y con nuestro ser y así nos obügan a arreglárnos- humano, cambia constantemente tu
.rptu.iá;'d; ros morne"r", ,igi_
las con ellos cornprendiéndolos. Misteriosamente nos atrae el pasado ficantes. Pero ro que se ofrece ro.
.: una representación objetiva,
al objeto de averiguar el significado de sus momentos. Pero la inter- una referencia vitaj. Un bosqu., sino
pretación que lbs damos'no nos acaba de satis{acer. Nunca dominare- ,ri ";¡j.J;r. ,.r*u. poderoso y
hasra casi rerribre ante er .rp..tád.or;
las .il;"; en er vare; con
mo,q del todo"eso que llamamos casualidad: aquello que fué signifi- lucecitas, despiertan Ja ímprásión de'una sus
co'fiada intimidad, porque
cante para nuestra vida, en el sentido de magnífico o terrible, pÍuece así se desprende de Ia re]áción que
guardan con ra vida. Las
penetrar siempre por la puerta del-azar, .res de ia vida de.una persona imáge-
,.
njt"r, *,ilnpi..rente condicionadas
T-,q misma relación entre el significado de las vivencias singula- por nuestra reración con eila. y
esto se destaca todavíacon
más fuer_
res y el sentido de todo el curso de ia vida preside a.1a poesía. Pero imágenes cuyo cenrro l" .""rtitry.-l* .o*prensión
gobierna una libertad muy diferente,' porque la fantasia configura ,?J_:.Ias de un
aquí los sucesos por Ia conciencia de su significado Para la vida, con Todos los carnbios que las
prásticas experimentan en sú
independencia de la coerción de la realidad. Y si pregUntamos por decurso, en nada cambian esta lrtT
¡elación- según ra cüal toda obra
la ley bajo la cual tiene lugar esta_transformación, nos encontramos arte plástica establece Ia comprensian de -
a.
con eI establecimiento de una conexión significativa. -EI cantar de cio gracias a las relaciones "igl;;. ,. nos da en el espa_
á" ,igoifi.rdo'.nt].
gesta * surge. cuand,o, partiendo de u¡ra relaiió.t vitalr¡ñnte signi-ficat modo de esta relación es diferente.
sus part€Sr y só1o el
. .x
te, que designarnos como motivo, un material histórico es absorbido
por la exhibición de su significació+., Toda aquella pa.ftq {:.10. ]!on-
ttrnomento" necesario para la exhibición de
-queda un
tecido que no representa
to significativo sacrific¿do. La epopeya representa un estado
de agr.g*ción superior, en el cual los cantos de gesta singulaq*: $:9
pertenecen r un. conexión mayor, 7lcaman,, mediante ú relación
io. .r, motivos gUardan con una conexión significativa rnás amplia, una
áigtria*a sup'eriJr para la captación del signifiiado de ]a vida, Uná
etapa superior todavía en la interpretación de la vida se cQntiene'en
la epopeya caballeresca.
'Y vuelve a surgir una forma buperior de interpretación con e{
drama. Y una relación de concentración, para la expresión más aguda
de1ainterpretaciónde1avida,latenemoS.en.latragedia...
También en .las artes plásticas rige Ia misma circunstancia dei
significado del detalle para \a comprensión'de un nexo vivencial. En
.io d.escunsa precis"r.r.rrt*'la conexión interna'que une a 1as- diferentes
artes de una época determinada, Ia comprensión'mediante el signi'-
ficado del det*l]. y la técnica, que de é1 depende, en' todos los
campos.: Porqlre e1 arté plástico se distingue de la fotografja o de 1á
,*pádo..ión en ..r, p*qu9 acarrea la comprensión de 1o signifi-
:.otpo.rt" d'e diu.rro' *En
* Hdld¿n|i¿d, cant¿r <{e gesta. .Haldcncpot, ePoPeya, este punto se inte¡¡ump. .l *"rroscrito. [7.]
centos i rittarliaha Epot, ePoPeya'caballeresca"lT'] ':
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OR-IGENES DE LA HERMENEUTICA
vr
EN ux ENsAyo anleriorx eryuse la individuación en el mundo huma-
no tal como es creaü por el arte, especialrnente por ia poesía. Ahora
nos enfrentamos con Ja cuestión del conocirniento científico de las per-
sonas i¡dividu¿les.y hasta de las grandes formas de la existencia sin-
gular humana en general. ¿Es posible sernejante conocimiento y de
qué meciios disporremos para alcanzarlo?
He aquí una cuestión de Ia mayor importancia. En nuestr¿ acción
se presupone la comprensión dc otras personas; una gran parte de la
((poder
felicidad humana se debe a este senrirt' esrados de ánimo aje-
nos; toie I¿ ciencia fiJológica e histórica se busa en este supuesro) a
saber, que es posible eleva¡ J-a comprensión de lo singular a plano de
objetiviCad. La conciencia histórica levantada sobre esta base permite
al hombre moderno acruüzar en sí mismo todo el oasado d: Ia huma-
nidad: ve les culruras pasadas cras;:asando iodos los Iímites de su pro-
pio tienrpo; acoge su fucrza y disfruta de su encanto: a esto debe un
gran ¿umento de su dicha. Y si es cierto que las ciencias sistemáticas
del espíriru derivan de esta captación objetiva de lo singular relacio-
nes legales gerrerales y conexiones abarcador¿s los procesos de com-
prensión e interpretación siguen siendo su fu¡damento. Por tai razón
estas ciencizs, lo mismo que la Flistoria, dependen en su scguridad del
hecho de si será posible elevar la cornprensión de lo singular a validez
universa-l. Así, tropezemos a lzs puertas mismas de las ciencias del
espíriru con rul problerna que lcs es peculiar, a diferencia cie todo eI
conocimiento narural.
Cjerto que las ciencias del espíritu aventaj^n todo el conoci-
"
miento natural porque su objeto no es un fenómeno dado en los sen-
tidos, mero refJejo en la conciencia de um realidad, sino que se trrta
de u¡e realidad interna inmediata y que se presenta como una conexión
i¡tern¿mente vivida. Pero y¿ por el rnodo en que esta realidad se
nos da en Ia experiencia interna se originan grandes dificultades para
su captación objetiv¿. No las vamos a exponer aquí. Además, la ocpe- sicales, ade-a'es, palabras y letras, en las acciones, en los órdenes
riencia internE en la sual mc percato por denno de rnis propios csra- o¡ganizaciones económicas, nos habla siernpre ei Áirr'o espiritu
h.
dosr*no aporta j*á. a Ja conciencia mi propia individ"üdad. Sóio l*o, .que rcquiere interprcración. Y ei proceso del compiender, .
en la comparadón de mí mismo con otros tengo yo la experienü de lo Ja medid¿ en que está determinado por las condiciones y medios
c,
ind.vidr¡al en mí; entonces es cuando cobro conciencia, en mi propia munes de este modo de conocimiento, debe poseer característic-
existencia, de lo que en ella se desvía de las otms, y Goethé tienl comunes.. Sigu-e siendo el mismo en estos rasgos generales. Si quie:
mucha nzonorando afirma que ésta, Ia más importante de todas nues- comprender a Leonardo, coopera-n a ello la interpreatción de accione,
tras experiencias, nos es muy üfícil y que nuestra idea sobre la rneü- pinnrras, dibujos y escritos, y todo ello en un proceso homogénr
da, nanrral eza y límites de nuesras fuerz¿s sigue siendo siemprc muy unitario.
imperfecta. Pero !a existencia ajena se nos da, por fuera, en hechos El comprender muestra grados diferentes. Estos se hallan cor.
sensibles, en ademanesr'sonidos y accion€sr Y sólo mediante u¡ Proceso dicionados en primer lugar por el i¡terés. Si e1 interés es jimitacir
cie t'reproducción" de lo que aParece así en Jos sentidos por sigrros también lo será la comprensión. ¡Con cuánta impaciencia escuchamc
aisladoi compietamos esta interioridad. Todo, materia, estrucnrrat al$has disertaciones!; dest¿carnos únicamenre un punro) que nos .
los rasgos mas individuales de este completar, Jo tenemos que '(trans- prácticamente importante, sin interesarnos para nada por la vida int:
feriC, á.sde nuestra propia vida. ¡C.omo'es posible que ü!a conciencia rior del disertantc. Por el contrario, e¡ ot¡os cesos traramos de pen:-
configurada i¡dividr:¿Imente pueda elevar, mediante semejante rePrr trart a tr¿ves de cada gesto y de cada palabra, en el interior dei qu.
ducciin, una. individualidad ext¡aña y de índole completamente dife: habla. Pero aun la atención más tensa sóIo se puede convertir en ut
rente a conocimiento objetivo? iQué clase de proceso es éste, tan dis- proceso técaim cn el cual se alcance un grado conrroJable de obiq:.
vidad rua¡do la manifestación de vid¿ se ha]Ia fijada y nos ., poiib;
volver constantemente'a ella. A semejante corlt?Tensión tácnica ri,
ttunifesucion¿s de vi¿4 ?cnrnftenr€rr&nte fiiodas Ja dmomirumas
interpreuciott. En este sentido, existe también un arte interpretativc
cuyo objeto lo constiruyen esculturas o cr.radros, y la Federicá Augr:s.
to worf había reda¡nado una hermenéutica y una crírjca
cas. Welcler se adhirió a este propósito y Preller trató de"rqueolZp
lievarlo ,
sión t'comprensión de Ia naturalezat) --interpretaüo natrutaa* es me- re¿lización. Pero ya Preller obaerva que semejante interpretación c,
tafórica. Pero también la captación de est¿dos propios la designamos, obras mud"s se halla abocaü siempre a la explicación por mecii
inadecuadamente, como comprensión' Cierto que decimos, 'rno com- de l¿ literarura.
prendo cómo pude obrar Ní", 'fno rne comprendo a mí mismo". Pero En'esto resjde la extraordinaria importancia de la literanrra pa:
ton esto quiero decir que um marufestación de rni ser, que Penetra nuestr¿ comprensión de ja vid¿ espirirual y de Ia historia, porque só;
en el mur¡do sensible, se me enfrenta mmo ia de un ertraño y. que) en en el lenguaje encrentra su expresión compleh, exhaustiva y obje:..
tal calidad, no sov caPez de interpretarla, o, en ot¡os c?sosr que he vamente comprensible, la interioridad humana. 'por eso el arta ie
caído en tul estado aI que me enfrento como a un estado extraio, aje- comprendcr ettctt€tllra su centro en le interpretación dc los ."-ettigios
no. Por lo tanto, d.cnorninaml! c>mprendar el ptoceso en cl ctul, d'e la cüstencia ham¿no conunido, elt los cscritos.
?artiffi¿o da signos sensiblem¿nte d¿dos de algo psíquko, cnya ,ru- La inte¡p¡etación de estos vestigios y el tratamiento crítico qu..
nilestac)ón ront conacetnos cs!'e algo psíquico. le iba inseparablemente unido, fué, por consiguiente, el punio ci
Este comprender zlanz-z Cesde el d'a da infarrcti hasta eI Ífamlet panida de la filologra. Por su núcleo, representa ésta .l or,* persona
o Iz Crític¿ dc h razón pura. En las piedras, mármoies, sonidos mu- 1, el virtuosisr"lo en este tratamiento de lo consen,ado po, es.rito, ,.
32+ HERMENETJTTCA- onío¡wrs DE LA HERMENÉurrc¿
sólo en conexión con este arte y stx resultados pued.e prosperar cual- surgió, a su vez, el armrüo de reglas, eI ordenamiento de Jas misrnas
quier otra interpretación de teslimonios o de acciones &,nsmitidas hls-. bajo una finelid¿d, finüdad que fué circunscrit¿ con mayor rigor
tóricarncnte. Podemos equivocarnos acerca de los motivos de J¡s per-. según Ja siruación de la ciencia en cada época, hasta gue, por uldmo,
sonas que aetúan en la historia y hasta Jos mismos actores pueden se encontró en el análisis del comprender el punto de partida seguro
proyectar una luz equívoca sobre ellos, Pero l¿ obra de un gran:poeta pare el establecimiento de reglas.
o de un descubridor, Ie de un génio religioso o Ja de un frlósofo gp--
nuino, no puede ser sino la verdadera expresión de su vida anínica; I
en J¿ sociedad humana, tan llena de mendacidad, una obra semejante' t
I,a interpretación técnic* (Éppn*i") de los poetas se desenvolvió
es siempre verdadera y, a diferencia de cualqüer otr¿ efieriorizeción
{
f en Grecia gracias a las necesidades de Ia errseñaÍzr, En Ia época de
en signos fijos, es apta para una interpretación compieta y objeúva, I
.de los.pavjes del recurso qus se contiene elr el'bostexto;.cfl.el pre- "
dicionado local y temporalmente. Segun esta consideración pragmá-
pósito,.en Ja proporción,'.o I"'congruenoa de'las divcrsas qartes o tica de la historia, Ia naturaleza humana, hornogénea religiosa y mo-
iiir*úror. C-oio*-su valorhermenéutico bajo un.prÍnto'de visra ge- ralrnente, se üita tan sólo por fuera local, y temporalrnente. Es
((Pu*, de-una mandra gmtilr,Jas üversas
neral. de la.metodología. ahistórica.
por su relación con este todo
;;; de un todo selhacen inteligibies Hasta ahora la hermenéutica dásica y la bíblica habían marcha-
o ,*.demás'partes'.'. 3r¡sca esta forma interna de una obra'hasta en cio"cad¿ rrna por su lado. ¿No sería posible conside¡arlas como apli-
If ñü' ilr'¿iu"rros .rsnrrsos ef eistas y traza. caracterizaciones'muy
.
un gran lrogreso'
caciones de una hermenéutica generall EI wolfiano Meier dió este
,iir* ¿.tlestilo de Pablo y del de Jua1.laRepresentó paso.en su en$ayo sobre tur r(arte interpretaúvo generalt), de f757.
retórica' Pues'
.hr; qu. d"nt o de los Umites'de consideración Concjbió el concepto de su ciencia con toda l-a generaiidad posible:
t"d" oto, piensan Mela¡chthon y Fiacius, 'hz sido fabricada'según'- le'inn¡mbía trazar las reglas que hay que obsen¡ar én cualquier in-
.reglas, y debe;; ;;qrenfrda t¡srbién según reglas. Es corho un 'terpretación de signos. Pero el übro -nos muest¡z una vez más que
;r;;;rá lógico revestido de estilo, irnágenes y tropos no es posible encontrar ciencias nuevas según puntos de viste arqui-
superadas por la
Las defi¿*"¿.r formales de iu obá fueron al' misrno
tectónicos o de pura simetría. Se fabrican así ventanas ciegas, a cuyo
hermenéutjca de Baumgarten.
Pero en esta se hace vale-r, través nadie.puede mi:zr. Una .herrnenéutice fecunda sóio podía darse
teológi co'hermenéuti co de importan-
ti empo, .,n segunJ" -i!.rento
. en rula cabqa en que interpretación
cia. .Con las noticias de Saumgarten
oád* dt *"M fiiológica'con una capa é el caso cie
comienzan a .ent¡h¡' en el horizonte
alemán' j Schieiermacher.
;;il"'P"íses Bajoq'lo's übrefensadores'.i*l: 4
semrer v Miclaelis
ililr;;;,n;;-;tnto yu*. +i " etnograría.
.i t* trabajos' Michaeüf
se
I-as condiciones en que trabajaba: la interpretación que de ix'
formaron con su ParboPando "pti- óbras de arte hizo Winckelman¡, Ia endopatía genial de Herd.. p^r.:
o¿,.r*1o¡i¿n iistórica unrana del lengtaje, la his- "
.có.por;primera ' el alma de épocas y pueblos, y la filología, que operaba desde cl'
Antjguo Tes-
;;ñ;.üL*r.lá y ei derecho a la interpretación det 3aur, quebrantó nuevo punto.de vista estético, de un FIeyen, de un Federico Augusto
tamento. semler;: e} antecessr ,del s:xn chrisdan Wolf y de sus discípulos convivia con Schleiermacher
exPuso 'J¿ . tarea'' aiSenrada, la -Heindorf todo se unió en él al mérodo
Ja. u$id¿d ,del cafion neo-festa*rot^rio, en comunidad de estuüos platórucos-
ñ **prender.,-adá escrito en * lgll, t:-abó estos esciitos de ia filosofía transcendental alemana quc trataba de marchar ras
-catáOer viva de las
,en u¡¿"J,impiicada :por la concepción histórica
Ja. nueva Io dado en Ja conciencia ¿ un1 spl{dad cr?dgra qFe, tcrua
judaico y el
:i;ü*";.i Jr,i.*mo primiúvo enrre el cristianismo t.rir*entg, i,lgrtgrjntq d@ en .noto.rror_ffiT'
para la hermenéutica teo- forrni dá[ mündo. De la unión de estos 'dos e]ementoi s.GBl" .rrt
cristianisrno más libre, y'en sus PrcPara¡ivos
.Iógica redujo ;;ñ ,.soiuJón'toü esta ciencia a doi partes ca- ffirpretación y lt fundarnentación definidv¿ de una
pitales: intopr.t .iin po, el.'uso'del .lenguaje
y por las circünstancias herrnenéutica científica.. .
mn
.Abí ,. ü"uá a' cabo la iiberación de la interpretición
históncas. " f.I*ta entorrces la hermenéutica había sido¡ en el mejor de los
'la es-
réup..to nl ,dogm* y se fu.ndó esnrela' hrstónco-gramatlcal' -El casos, ruredificio de reglru, cuyas panes) cada un¿ de las reglas, eran
la obra
píritu fino,y .uia"á"so de Ernesti'ha-creado en el Imerpres contenidas en un haz por el objetivo de una interprctación de valicicz,
clásica de esU nueva herrnenéutjá' Con
su lscfura ha podido des-
universal. Había distinguido las funciones que cooperan en qsre pro-
Jol l^r. Schleiermacher su propia. herrnenáo'Y' Tarnbién estos Pro- ceso de interpretación como interpretación gramatical, histórica, re-.
¿. Iidtts fijos' Enire las manos de estos
tórico-estéticz ), real. Y, nutriéndose del virruosismo filoiógico de
f.ro, se ller¡an a cabo dentro
el tcjido ideai de. cafa escrito de una época muchos siglos, había cobrado' coniencia de las reglas a anyo tenor
E"ég.t* i*.**posición.y
se desconrpone 1o, ¡nismos hilos: cl círculo de representadones con* tienen que operar estas funciones. Schleierrr¡?cher n".Á * t I t '
"n
.
a
estas'regh, al análisis del comprender, por lo t¡ntor al conocimien- de Humboldt'y los hermanos Schlegel desile Ia comprensión d. L
to de esta acción con arreglo a fu, y de estc conocimiento dedujo prociucción poética. a la del mundo histórico. Un rnovimiento podero-
Ja posibilided de una iaterpretación de vüdez universalr ss recxr- so que ha condicionado ¿ $gclrh, Dissen, Welcker, Hegel, Ranke y
sos, límites y reglas. Pero le era dado ar¡¿lizar el comprender, como Savignv. Federico Schiegei fué ei introductor de Schleiermacher en
un (treproduti/t, rur ((reconstruiCt, sólo en su relación viva mn el el arte filológico. Los conceptos que guiaban ¿ éste en sus brillantes
proceso de la producción Jiteraria. Reconoció en Ja visión viv¿ del trabajos o."rá de la poesía gries, Je Goethe y de Boccaccio eran
proceso creador en que surgc un¿ obra literaü llena de vida la con- los de la forma interior de Ia obra, de la historia evolutiva del es-
dición para el conocirniento del otro proceso que consiste en com- critor y de la totalidad de la ijteratr¡ra articulad¿ en sí misma. Y tras
prender cl conjunto de une obra partiendo de los signos'escritos, pa- t; estas aportaciones aisladas de un arte filológico reconstructivo se es-
sando de aquí al propósito y la índole cspirirrul de su autor. condia para'él eI plan de una ciencia de la crítica, D-na. afi critir,a que
: 'Péro para resolver el problema así preparado tenía necesid¿d I se fundaría en una teoría de Ia capaciüd creadora -Iiteraria. Este
. dé una nueva visión histórico-psicológica. Hemos seguido la relación de plan se halla lnulr cerca de Ia hermenéutica y de la crítica de Schle-
que aquí se trata desde' aquella unión existente entre la interpre- ierrnacher.
tación griega y la retórica como teoría de un género determinado Y de Schlegel partió .también el plan de la traducción de Pla-
cie producción üterari¿. Pero la captación de Jos dos procesos siguió tón. En ella se desarrolló la técnica de la nueva interpretación que lue -
siendo siem ías con que se llevaba a icaron B6dch y Disseu a Pínda¡o. Platón tenía que ser com-
cabo enn si el orden lógico, y lue- como u¡ artista' filósofo. Lz rneLa de la interpretación lá
go un revesúñiütó-¿fe-este producto lógico con el estilo y las figuras consdruye la unidad entre eI caúcter del filosofar piatónico y ia forma
del lengr:aje. Pero ahora-se emplean conceptos nuevos para compren- artística de las obras ptatónicas. L, filosofía sigue siendo aquí vida,
der un¿ producción literaria. Tenemos una facultad uniteria y que * surgida a la par de ia conversación, y ia exposición por escrito no es
acrua cre¿doramente, qu., rin concienci¿ de su acción configuradora, más que una fijación para la memoria, Por eso tiene que ser diáiogo, y
acoge y desenvuelve I¡s primeras.incitadones pam r:¡ra obra. Reribir cie tal forma artística que fuerce a una recreación piopia de Ia vir¡¿
y forrnar autónomamente son algo insepa¡able en ella. I-a individua- trama de las ideas. Pero, al rnismo tiempo, y a tenor de ia rigurosa
Idad opera hasta Ia punte de los dedos y ett üda una de las palabras. unided de este pensamiento platónico, cada diáiogo riene. qu. piolon-.
Su manifesbción suprema lo constiruye le forma . externa e interna gar otro anterjor y preparar otro posterior, continuando así el tejido
de Ja obra iiteraria. Y'a esta obra le salc ¿l é.nn¡entro Ia necesid¡d de los hilos de las diversas partes de Ia frlosofía. Si se persiguen estas
insaciable de completar. la individualidad propia medi¿nre Ia visión relaciones de los diáiogos surge una conexión de i"s obrrs principales
de otras inüvidr¡alidades. El comprender y el interpretar actúan 'que revela la intención más profunda de Platón. En la capración de
constantemente en la y logran su cul.min¿ción en Ia interpre- esta conexión, desarrollada técnicamente, es cuando se produce, según
"id"
tación técnica de obras poderosas, Ilenas del aiiento de'la vida, y de Schlciermacher, la comprensión real de Platón, y
en comparación
l¿ conexión de las mismas dentro del espíriru de sus autores. Esta con esto el establecimiento de la sucesión cronológica de sus obras,
e¡a la nuelra intuición en la forma paninrlar que adoptó en el espíritu aunque haya de coincidi¡ con fremencia con le conexión rnisrnzr cS
de Schleiermacher. rnenos importante. En su Éamosa recensión Bó&h pudó decir que esta
Pero otr¿ condición'pan trazar este.gr¿n boceto de una herme- obra ¡naestra desn¡brió
-por
primera vez a. Platón a la cienci¿ filo-
néutica general Ia tenemos en que las nuevas inruiciones histórico- lódca. :
psicológicas fueron desarroliadas por' los cqrnpañeros de Schleierma- Con semejante virruosismo fi"lotógico se aliaba por prim er:- vez
cher y por él mismo en un arte filoiógico de la interpr'etación. Hacía en Schleiernracher una capacjdad filosófica genial. Había sido disci-
pcco que el espírinr alernán se había dirigido con Schiller, Guillerrno plinado por la filosofía trascendenta-I, que oftecíz por vez primerd
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33+ .. HERMENEUTICA ... .: oníc¡¡¡es DE I^A HERN{ENEUTICA ':.?T'
medios suficientes para la'captación y resolución generales"del pro- ración'de la inducción, Ce la aplicación de verdades generales al crso .
blema hermenéutico: así su¡gtó la ciencia general y éI arte o téc¡rica partimJar ¡' del método comparado. La tarat inmediata consis*i¡-ía:
de ia interpretación. en establecer las forinas particu-lares que adoptan en este caso las ope*
Al hilo de Ia ledure deI Intnpres de Ernesti desarrolJó en oroño raciones lógic?-s indicadas en sus combinaciones.
de I80+ el primer esbozo de esa ciencia, ya que pretendía inaugurar En este punto se hace ver la dificr¡ltad ceritral de todo'arte in-
con ella su curso exegético en la universidad cie Hatle. Poseemos Ja terpretativo. La totaiidad de una obra tiene que ser con:prendii:.
hermenéutica así súrgida en una'forma poco efectiva. Esta efenivi- partiendo de las palabras )' de sus combinaciones y, sin embargo, l;,
dad se la prestó un discípu-lo cie Schleiermacher de Ia época de.FIalle, :
comprensión plena dei detalle presupone ya ia comPrensión del co¡:
t-
Bóckh, en le magnífica sección de sus "leccions sobre ia encidopeciia t.'
junto. Este círcuJo vicioso se repite en la relación de cada obra sir.
fi1osófica.t' gular con la índole y el desarrollo de su autor, y se rruelve a presenL'
Yoy z destacar de la h'errnenéutica de Schleiermacher las pro- iambién en la ,el"iión de la obra singular con el género litera¡ic.
\\ posiciones de las que me parece que'depende el desarrollo ufterior.
que peftenece. Estas dificuitades las ha resueito Schleiermacher prá;.
ToC¿ interpretación de obras escritas no es más que el desarro- ticamente, de la manera más elegante, en la introducción a Iz Rcyi-
]ló técnjco del proceso de cornprender que se ertiende sobre toda la blica de Platón y en los apuntes de sus lecciones exegéiicas enfl:ent; o
vida y. que se refiere a todo género de discurso y escrito. El anáüsis o tro s ej ernpl os del mismo gd"p.r-9-B.eryi!1, g-o_l -i*a. ¡inópsi s - ti g
. dei comprender constiful,e, por lo tanto, Ia base para la fijación de -m$
\rj ia articulación, que se pod
ilH¡;¡:.= reglas de le intdrpretación. Pero ese análisis no puede lievarse a cabo
conexión entera tanteand -ftt"jes
sino a la par del anáüsis de la producción de las obr¿s lterarias. Con flexivamente todos aquellot qus tu*initttaban otltüo ?:
la reiación entre com¡irensión y producción se puede fundamentar el la cornposición. Entonces empezaba propiameente Ia interpretaciór""
nexo de Jas reglas que ha de determinar los ¡nedios y los límites de Teóricar¡ente üopezarnos aquí con los límites de toda interpieti
ia intepretacjón. . !
ción que armple con su taree sólo hasta un cierto grado, de suerte ou,
Lz posibilidad de una interpretación de validez universal puede todo comprender es siempre relativo y. jamás .se puede agotar. Ind,L
derivarse de la natúraleza del comprender. En éste la individualidad viduum cst ineflabilc.
del intérprete y'la de su autor no se enfrent¿n como dos hechos in- Schleierrnacher rechaza la división del proceso interliretativo e '
comparables, ambos se han formado sobre la bzse de la naruraleza hu- urra interpretación gramatical, histórica, estética y reai, que'se ur:'
mana genera-I, y con esto se hace posible la comunidad de los hombres hast¿ entonces., Estas distinciones quieren decir tan sóio gue c.
en el discurso y la conrprensión. Podernos erplicar psicológicamente las existir un conocimiento gramatical, histórico, real y estético cLlanG.
expresiones formales de Schleiermacher. Las cijferencias individuales comienz¿ la interpretación y qüe debe influir en cacia acto de Ja misrn:
no se hailan condicionaclrs, en último término, por diferencias cualitati- Pero eI proceso rnismo de la interpretación só10 puede descomponer
vas cie las personas, sino por diferencias de grado en sus procesos psíqui- en los dos aspectos que se contienen en el conocimiento de una cre¿-
cos. Al colocar en tanteo eI intérprete su propia vida en un medio his- ción espirinral impresa en signos del lenguaje. La interpretación grz-
tórico puede acentuar ciertos procesos psíquicos y posponer otros, matical marcha con el texto de enlace en enlace, hasta la trabazón su-
F)rovocando así, dentro de sí, una reproducción de Ja vida ajena. prerna en el conjunto de Ia obra. La interpretación psicológica parte de
Si, se considera. el aspecto lógico de este proceso veremos que en u¡ colocarse cn el proceso creador interno: y va avanzando hacia la for-
é1 se ilega a conocer unz conexión, bajo la cooperación constante de ma exterior e interjor de Ia obra y de aquí, todavía más alJá, a la cap-
un saber ETamaticalr'lógico i histórico, partiendo de diversos signos tación de la unidad de l¿ obra en la índole espirinral y en el desa¡;o-
sóio relativemdnte determinados. Expresándolc en nuqstra tcrmino- llo de su autor,
logía iógica, este aspecto lógico dei comprender consiste en una coope- Con esto hemos alcanzado ei punto a partir del cual desarrcll
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