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Conflictos Internacionales

Palestina, Colombia y los modelos de


cooperación*

VÍCTOR DE CURREA-LUGO
Universidad Javeriana de Bogotá'

Un debate sobre los modelos de acción des- líder popular; ese mismo año es la creación
de la cooperación internacional a través de las del Estado de Israel sobre la base del territorio
Organizaciones No Gubernamentales (ONG) adquirido por la fuerza. En 1964-66 las guerri-
en Colombia y Palestina, requiere varios mo- llas liberales colombianas se transforman en
mentos: a) el análisis de los dos contextos, guerrillas comunistas, en los mismos años se
que señale las similitudes entre los dos conflic- crea la OLP. En 1967 la ocupación del resto
tos, b) la situación de derechos humanos y las del territorio palestino concuerda con la estra-
necesidades de las víctimas, eventual materia tegia de las élites colombianas de combatir la
de acción inmediata y/o directa de las ONG, c) guerrilla bajo la dirección de los Estados Uni-
una mirada crítica a la tendencia predominante dos.
de trabajo de las ONG, del modelo de coope-
ración internacional reinante y, finalmente, d) Ambos pueblos, dado lo crónico del conflic-
los retos que en materia de protección y de to, han confundido la noción de lo normal con
acompañamiento a los pueblos enfrentan las la de lo usual: los palestinos menores de 40
ONG en el marco actual de cooperación inter- años han vivido siempre bajo ocupación y los
nacional. colombianos nacidos después de 1964 no co-
nocen otra circunstancia que la del conflicto ar-
mado.
Las similitudes entre dos pueblos
en lucha Los dos conflictos suelen reducirse simplis-
tamente a dos discursos: el del terrorismo en
Los dos pueblos, Colombia y Palestina, el caso palestino, y el del narcotráfico en el ca-
comparten, además de su lucha por la justicia, so colombiano (aunque la noción de guerra
varios elementos comunes. Esta lista no es ex- contra el terror también se aplica en Colom-
haustiva, es tan sólo una forma de presentar el bia). El terrorismo permite evitar hablar de ocu-
debate, y una invitación a realizar miradas más pación, genera excusas para perpetuar el con-
profundas. trol militar, generaliza la categoría de "terroris-
ta" para todos los palestinos. El narcotráfico
Hay una correspondencia histórica entre permite reducir el conflicto armado colombiano
ambos conflictos: en Colombia aumenta la al tráfico de drogas, negar las causas socio-
violencia en 1948, luego del asesinato de un económicas y políticas del conflicto, descono-

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cer que la guerrilla empezó sus acciones mu- lista, sin un real debate del contexto político.
cho antes de los carteles, y justificar el Plan Esta estrategia es la misma para ambos casos
Colombia. por parte de la Unión Europea.

Estados Unidos entrega un promedio de 4,9 En Colombia las élites gobernantes nunca
millones de dólares al día en ayuda militar a Is- han querido hacer un proceso de paz real, eva-
rael, y 1,7 millones a Colombia. En ambos ca- diendo así la responsabilidad del gobierno en la
sos, la manida lógica simplista de la mal llama- resolución de las causas estructurales del con-
da "guerra internacional contra el terrorismo" flicto; en el caso palestino, las propuestas de
justifica la ayuda militar. paz apuntan más a exigir deberes al ocupado
que a exigir responsabilidades el ocupante: en
El control de la tierra por medio de la fuerza ambos casos la paz es un discurso que ha ter-
es un elemento central en ambos conflictos. minado por ser funcional al status quo, simple-
Hay elementos históricos y estructurales: la mente por la falta de voluntad política.
inexistencia de una reforma agraria en Co-
lombia y el fracaso de la creación del Estado Es cierto que hay diferencias: en Colombia
palestino. Esto, a su vez, se expresa en la el elemento religioso no es central en el con-
consolidación de formas de violencia que per- flicto, como sí lo es en Palestina (por ejemplo,
petúan el modelo de tenencia de la tierra en el mito israelí de la Tierra Prometida), El sionis-
Colombia por medio de, por ejemplo, el para- mo no hace presencia en el conflicto colombia-
militarismo; y, en el caso palestino, en el de- no y el narcotráfico no alimenta la ocupación
sarrollo de un sistema creciente de asenta- en Palestina.
mientos que disminuyen la autonomía palesti-
na en el uso de la tierra, en el marco de la En ambos casos, los dirigentes de las alter-
ocupación. nativas políticas frente a la injusticia social y
frente a la ocupación, tienen el deber de ser
En Colombia, los desplazados forzados han suficientemente autocríticos para centrar su lu-
abandonado más de 5 millones de hectáreas, cha en lo estratégico, y no repetir lo que ya ha-
de las cuales la mitad está en manos de los ce el ocupante en el caso palestino y las élites
paramilitares. En Palestina, la guerra de 1947, en el caso colombiano.
la de 1967 y el muro, han ido recortando la Pa-
lestina histórica primero a un 46%, luego a un Con lenguajes diferentes, mayorías religio-
22%, progresivamente quedaría reducida a un sas diferentes, culturas y comidas diferentes,
11% (sin contar los asentamientos). En ambos la universalidad de sus luchas pueden generar
conflictos, el control y la adquisición ilegal de puentes, pueden enseñarse mutuamente los
territorio se acompaña de serias medidas de aciertos y los errores y, ojalá, puedan un día
control a la población civil y de prácticas como celebrar juntos la realización de sus sueños
el confinamiento de poblados enteros. compartidos de justicia.

Las víctimas no parecen existir: en el caso


palestino el drama de los más de 4 millones de Agendas de derechos humanos
refugiados se evade en la mayoría de pro-
puestas de paz; en Colombia, los más de 4 mi- La crisis de derechos humanos y la nega-
llones de desplazados han sido invisibilizados ción de la aplicación del derecho internacional
por las autoridades: en ambos casos se nie- por parte de las autoridades israelíes y colom-
gan tanto sus derechos, como el acceso a ser- bianas son otras dos constantes. A esto se de-
vicios básicos. Es más: las necesidades en be sumar la negación sistemática que se hace
materia de derechos humanos se desvían ha- de la necesaria distinción entre civiles y com-
cia una respuesta exclusivamente asistencia- batientes.

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Sería pretencioso dar un panorama sobre la Estrategias como el desplazamiento forzado


situación de derechos humanos en Colombia en para la posesión y el control de las tierras, el
pocas líneas; sin embargo se intenta aquí pre- asesinato de líderes sindicales precisamente
sentar (con sus respectivas fuentes) las cifras en épocas de conflictos obrero-patronales, la
más relevantes y necesarias para un análisis de desaparición de opositores al régimen, el asesi-
la situación de derechos humanos en Colombia: nato de políticos que representan intereses
contrarios a los actores armados y las élites
Un número creciente de personas han sido (nacionales y locales), muestra que la crisis hu-
asesinadas, desaparecidas por fuera de com- manitaria es un resultado de políticas sistemáti-
bate o por violencia sociopolítica y se han in- cas y deliberadas de las partes del conflicto.
crementado dramáticamente los casos de par-
ticipación directa de agentes estatales. Sólo En una mirada comparada con otros conflic-
los grupos paramilitares han confesado 35.000 tos, a pesar de la tendencia colombiana a ver-
desapariciones y 175.000 asesinatos hechos se como un caso "único", la crisis de las vícti-
en los últimos años. mas no es diferente a la de otras guerras, lo
que sí es diferente es el papel del gobierno: no
Prácticas como la tortura (1 cada 1,7 días), es un gobierno pobre, no es uno de los llama-
el asesinato de defensores de derechos huma- dos "estados frágiles", es el principal donante
nos y de líderes sindicales (más de 1 por se- del Programa Mundial de Alimentos; lejos de
mana), y el asesinato de miembros del sistema ser un estado sin potencial, es un Estado que
judicial, son problemas cotidianos, sistemáti- no quiere asumir la crisis.
cos y amparados por la impunidad.
En el caso palestino, el panorama no es me-
Siendo, por tanto, una crisis de derechos hu- jor. En el curso de la segunda Intifada y en los
manos en un Estado sin voluntad política y años siguientes, la lista de violaciones en mate-
que ha erigido de sí mismo una imagen de Es- ria de derechos humanos incluye homicidios, de-
tado-víctima, rodeado por enemigos del orden, tenciones ilegales, torturas, toques de queda, y
lo que se observa es que las personas vícti- desabastecimiento de alimentos, y el uso de tan-
mas del conflicto se diluyen de varias mane- ques, helicópteros y aviones de combate F-16.
ras: por medio de la criminalización de sus de-
mandas, la persecución directa a las organiza- Algunos de estos hechos no derivan sola-
ciones de víctimas y/o que trabajan con vícti- mente de las acciones de las Fuerzas de ocu-
mas, la poca importancia dada al desplaza- pación sino también de los ataques hechos por
miento, la instrumentalización de la acción hu- los colonos que pueblan los asentamientos ile-
manitaria, la negación de crímenes como la gales. Estos ataques han sido tolerados por
detención ilegal y la desaparición forzada, etc. las Fuerzas de Defensa israelíes e incluso
apoyados desde mucho antes del comienzo de
La crisis humanitaria existente no es desliga- la Intifada.
da de la crisis de derechos humanos, ni tam-
poco es un efecto secundario de los actos de El principal argumento esgrimido por Israel
guerra. Como lo han comprobado muchísimos para justificar medidas que lesionan derechos
estudios, la crisis humanitaria es causada pre- humanos es apelar a los "motivos de seguri-
meditadamente y parte de una estrategia de dad" y el consecuente "derecho a la legítima
guerra. En Colombia, el desplazamiento no es defensa", entendido de una manera abstracta
sólo una consecuencia indeseada de la gue- y vaga, lo que permite la justificación de todo
rra, sino un objetivo central de la misma. Inten- tipo de acciones. Para ilustrar el debate, pre-
tos por desligar del todo lo humanitario y los sentamos varios ejemplos de la situación de
derechos humanos llevan a la desprotección algunos de los derechos humanos: vida, movi-
de derechos y al fracaso de lo humanitario. miento y propiedad.

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Durante el primer año de Intifada, más de ma de disponibilidad de recursos como el caso


600 palestinos fueron asesinados, siendo el de Somalia. Pero sí se trata específicamente
23% de estos menores de 18 años. De 6.000 de dos amenazas: la continua destrucción de
niños heridos, el 80% lo fue cuando estaban estas estructuras por parte de las fuerzas de
dentro de sus casas o en sus escuelas. A esto ocupación, y el sistema que impide el acceso a
hay que sumar los "asesinatos selectivos"; el los palestinos a tales instalaciones. Entre 1967
uso de civiles como escudos humanos, y gra- y 2010, han sido demolidas 24.813 casas en
ves restricciones a la movilización de los servi- Cisjordania, Jerusalén del Este y Gaza.
cios de salud.
En términos de cooperación internacional
La violación a la libertad de movimiento pue- hay que precisar que la crisis colombiana no
de observarse en al menos dos dimensiones: es una crisis humanitaria típica: aunque tiene
a) las restricciones generalizadas a la movili- el segundo mayor número de desplazados en
dad de personas (cierres, bloqueo de vías, to- el mundo, no hay campos de desplazados; su
ques de queda, el muro del Apartheid) y b) la sistema de salud es injusto pero con capaci-
detención (privación de la libertad) de perso- dad; la gente se muere con hambre pero no de
nas. Estas dos categorías se presentan aquí hambre; y no hay graves problemas de sumi-
juntas porque hacen parte de una misma es- nistro de agua potable.
trategia: la detención masiva y/o individual no
es el resultado de un proceso jurídico sino la En el caso palestino, casi todas las investi-
aplicación de medidas políticas que se expre- gaciones entre 2000 y 2005 demostraron que
san de diferente manera. "no existe evidencia de que la Intifada haya in-
fluenciado dramáticamente la desnutrición en
Existe, además, un mecanismo legal en la niños". ¿Por qué luchar contra el hambre en
jurisdicción israelí llamado "detención adminis- una sociedad sin hambruna? Repitamos lo que
trativa" en la cual se puede detener a una per- dijo John Ziegler: "(Palestina) es un pueblo con
sona sin cargos ni proceso judicial, autorizado hambre viviendo en una tierra fértil". La situa-
por una orden administrativa durante un perío- ción posterior a 2006, especialmente en Gaza,
do de seis meses, los cuales pueden ser reno- implica ciertas carencias que pueden ser supli-
vados por otros seis meses de manera indefi- das vía proyectos humanitarios, pero hay que
nida. Las detenciones en general se agravan recordar, siempre, que la ocupación no es pro-
con la práctica de torturas a los palestinos de- ducto de un tsunami.
tenidos.

Las detenciones persona a persona, la res- La (equivocada) agenda


tricción de los movimientos (cierres, toques de de la cooperación internacional
queda y sitios) afectan seriamente la vida coti-
diana. Tales medidas se intensificaron a partir Revisados algunos elementos comunes a
del año 2000, aunque sus orígenes se remon- los dos contextos y el panorama general de
tan a mucho tiempo atrás. Por ejemplo, a los derechos humanos, cuestionamos la pertinen-
palestinos les es prohibido el uso de 41 rutas cia de la agenda de la cooperación internacio-
principales dentro de Cisjordania, lo que equi- nal; crítica válida tanto para los dos casos cita-
vale a más de 700 kilómetros de vías de uso dos, como, desafortunadamente, para muchos
exclusivo de los israelíes. otros contextos.

En Palestina hay escuelas y hay hospitales; Para explicar nuestra crítica, recurrimos a
no es el panorama de Darfur o de otros conflic- una metáfora: la del triángulo de las Bermu-
tos donde no existen instituciones ni estructu- das. Éste es un lugar donde, dice la leyenda,
ras sociales definidas; tampoco es un proble- las brújulas no sirven y la gente pierde el norte

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o la ruta o aquello que lo guía, eso le pasa a traron en el mundo de la cooperación interna-
veces al movimiento solidario internacional. cional que empieza a crecer y a consolidarse
Hoy en día, las ONG, en su afán por priorizar en los perdidos años 90. La carrera por las
los medios se olvidaron del fin: la solidaridad subvenciones, el afán por mantener las ofici-
internacional, ya sea el medio, la acción huma- nas abiertas y la angustia por lograr la rentabi-
nitaria o los programas de cooperación al de- lidad que diera para, por lo menos, mal comer,
sarrollo. Es decir, han perdido el norte. hizo que algunas ONG perdieran el norte.

Las ONG tiene su origen en dos cosas: la El donante, a su vez, se tecnifica; ya no se


solidaridad y el internacionalismo. La Cruz Ro- dan recursos por simple simpatía, el discurso
ja nace pensando en las víctimas de la guerra. neoliberal de la eficacia y la eficiencia invade
Save the Children nace en 1919 en Inglaterra, todos los demás discursos incluyendo, por su-
pensando en los huérfanos, y el Comité de So- puesto, el de la solidaridad internacional. Y es-
corro de Oxford (Oxfam) empieza su batalla to hace que aparezcan nuevos elementos para
contra la hambruna, especialmente la de Gre- confundir más al cooperante de a pie: la tecno-
cia, en el marco de la Segunda Guerra Mun- cracia como guía de la solidaridad.
dial.
La tríada compuesta por la dictadura de la
Pero en los felices años 60 y 70, el mundo factura, la tiranía del indicador y la lotería de
ve el nacimiento de nuevas voces de solidari- las subvenciones, ha hecho de muchas ONG
dad internacional: Médicos Sin Fronteras es locales e internacionales simples contratistas
una división del Comité Internacional de la de los donantes. Estos tres elementos confor-
Cruz Roja, luego de que este último optara por man precisamente el triángulo donde la brújula
el silencio en la crisis de Biafra, mientras MSF de la solidaridad no funciona.
apuesta por la denuncia. Años después Médi-
cos del Mundo nacería de una tensión similar La dictadura de la factura desvía esfuerzos,
en el interior de MSF. Esta nueva oleada de or- descentra la solidaridad hacia los papeles, ha-
ganizaciones "sin fronteras" aparecen en el ce que la relación con las contrapartes esté
marco político internacional de grandes movili- mediada por el ejercicio de poder de tener los
zaciones y grandes sueños colectivos: desde recursos financieros y hace que la responsabi-
mayo del 68 hasta los Beatles, pasando por el lidad social (no confundir con la "corporativa")
Che, las movilizaciones contra la guerra de desaparezca.
Vietnam, Woodstock, la primavera de Praga y
un largo etcétera. Los comités de solidaridad Los indicadores no necesariamente signifi-
de las luchas de los pueblos fueron los embrio- can calidad, especialmente los de eficacia y
nes de muchas ONG de hoy en día: la solidari- eficiencia, parámetros muchas veces incompa-
dad con Nicaragua y El Salvador, con Vietnam, tibles con la ayuda a los más pobres, ayuda in-
con Palestina, etc. En otras palabras, la brújula compatible a su vez con políticas de salud co-
que guiaba la acción era la solidaridad. mo la recuperación de costos. Las subvencio-
nes implican muchas veces la aceptación (im-
Pero el muro de Berlín cayó y varios de los plícita o explícita) de ciertas normas o políticas
otrora militantes de izquierda huyeron a tres de los donantes, cierta agenda oculta o pública
ámbitos: los derechos humanos, el ecologismo que determina, quiérase o no, la acción solida-
y el feminismo, pero algunos de los que llega- ria.
ron allí, sin mucho conocimiento, han hecho
más daño que beneficio a tan nobles causas. La experiencia muestra que en muchos ca-
Así mismo, alguno (de los que renegaron) jun- sos los proyectos desmovilizan, son los casos
to con otros (que no renegaron porque nunca de Palestina y Bolivia. En Palestina, muchas
estuvieron a la izquierda) fundaron ONG y en- ONG nacieron y/o se fortalecieron tras los

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Acuerdos de Oslo y de la segunda Intifada. Es En el ámbito de los principios hay conse-


cierto que las ONG locales han incrementado cuencias: mientras el principio de humanidad
la participación palestina en redes internacio- nos empuja a priorizar a las víctimas, la diná-
nales y en el desarrollo local, pero no han ido, mica financiera nos llama a ceder ante el do-
en general, más allá de sus deberes profesio- nante; mientras la imparcialidad nos empuja a
nales, se han reducido a una actitud paterna- atender a las víctimas priorizando las más
lista dedicada a la ayuda a corto plazo, y han afectadas, la eficiencia nos exige disminuir
sido incapaces de articular lo cívico con lo polí- costos, mientras la neutralidad nos demanda
tico. Por eso, entre otras cosas, su labor políti- ser neutrales para acceder a las víctimas, la
ca, en términos de tendencia general, no siem- práctica nos enseña a ser neutrales para acce-
pre corresponde a las necesidades de la lucha der a los recursos.
palestina hacia el fin de la ocupación. Las
ONG locales, donde ha terminado parte de la Así, algunas ONG de cooperación han ente-
vieja dirigencia política, se mezclan con el sta- rrado al ser internacionalista, ese que abande-
blishment, afectando muchas veces a las posi- rando el internacionalismo proletario peleó en
bilidades de movilización del propio pueblo pa- la Guerra Civil española, es ahora reemplaza-
lestino do por un cooperante que no piensa en clave
política sino en proyectos, que reemplaza el
En el caso de Bolivia, una comunidad indí- análisis de la coyuntura política por el Ciclo del
gena cambió su "plataforma de lucha" que in- Proyecto, que no hace política sino que única-
cluía reivindicaciones sobre la tierra y la len- mente reparte arroz; la tecnocratización de la
gua por un documento bajo la lógica de "la vi- solidaridad ha llevado a una fe mítica en los
sión y la misión" cuyo primer punto ya no era instrumentos de gestión sin entender que hay
una de sus banderas de movilización social si- vida más allá del Marco Lógico.
no "capacitar a los miembros de la comunidad
en la formulación de proyectos de acuerdo al El espacio humanitario es un espacio que
marco lógico". interactúa con la dinámica política, pero no por
eso es un espacio político, debe leer en clave
Esa reconfiguración del norte de la coopera- política el contexto para actuar en clave huma-
ción -formulado ahora en términos de proyec- nitaria; ni el espacio humanitario puede ser
tos- afecta no sólo el cómo se trabaja, sino una burbuja, ni tampoco el espacio para hacer
también el qué y hasta el por qué de la coope- las transformaciones sociales que tienen que
ración. hacer las propias sociedades.

Ya no queremos construir justicia sino que la Este triángulo produce a su vez otros fenó-
moda es peace building. Un sujeto político y menos dañinos, uno de ello es la construc-
social tiene que dejar de pensar en peace buil- ción de un cooperante sin derechos, sin hora-
ding y pensar en justicia social, necesitamos rios ni tiempo libre, franciscano, entregado a
menos fuerzas de paz y más realidades de la causa, a veces incluso chantajeado en
justicia. De igual manera, la cooperación está nombre de la causa; en el otro extremo está
llena de nombres como capacity building, em- el cooperante-funcionario que cierra la venta-
powerment conflict prevention, confiict resolu- nilla cuando suena el reloj; aunque son polos
tion, peace culture o confidence building, gen- opuestos, ambos comparten un mismo ori-
der perspective, o human rights approach, sin gen, ambos se alimentan de ese triángulo
que las ONG puedan precisar exactamente de que los ha construido. Otro ejemplo de la mis-
qué se trata todo eso. Por eso tienen razón ma distorsión es la transformación de los mo-
quienes acusan de que cuando no queremos vimientos sociales en organizaciones "para
hacer política, hacemos "cooperación al desa- hacer proyectos" (Palestina, Sahara, Colom-
rrollo". bia, etc.).

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Paiestina, Coiombia y ios modeios de cooperación

El triángulo citado es más peligroso para el Los debates sobre protección


espacio humanitario que los grupos armados
que le atacan, porque este enemigo dentro de En los dos contextos citados se vive una
la casa, como una quinta columna entre la ur- grave crisis en materia de derechos humanos
gencia de las facturas y la prisa del informe pa- y, simultáneamente, se ha ido implantando
ra el donante, no deja ver el daño que produce. desde hace muchos años un modelo de coo-
peración donde la solidaridad es suplantada
Los retos son grandes y en algunos se ha por la tecnocracia. Para hacer más complejo el
avanzado: hoy por hoy hay muchos criterios panorama, el discurso de la protección de la
sobre calidad en la acción humanitaria, pro- población civil permite, desde la justificación
puestas más elaboradas sobre la protección de acciones violatorias del derecho internacio-
de los civiles, intentos por incorporar una vi- nal, hasta la implantación de modelos neocolo-
sión de género, desarrollos teóricos sobre niales de cooperación. Las formalidades del
accountability (rendición de cuentas), mejoras discurso permiten esconder otras agendas o
en la coordinación. El problema es que estos excluir ciertas prioridades de tal manera que
desarrollos son mucho más fuertes en Paris, no pocas veces aparece la pregunta sobre
Madrid, Ginebra o Londres, que en el terreno. quién es realmente el beneficiario de la coope-
El cooperante de a pie todavía no se entera de ración vía ONG.
los discursos de calidad, advocacy, género, ac-
countability, etc. No tiene mucho sentido citar aquí, a manera
de consuelo, la extensa lista de acciones posi-
Por eso, en el terreno, la defensa del espa- tivas de las ONG. El debate hoy por hoy es có-
cio humanitario es más frágil que en las ofici- mo proteger de manera integral a los civiles
nas centrales; no sólo por la dinámica misma frente a la guerra en Colombia y la ocupación
de los conflictos sino también por la falta de en Palestina; cómo hacemos que la coopera-
desarrollo real de las buenas intenciones que ción gire más sobre la solidaridad con las vícti-
crecen en las oficinas. En justicia, hay que de- mas de las violaciones de derechos humanos,
cir que a veces son precisamente las oficinas sobre cómo transformamos los mecanismos
las que construyen esta esquizofrenia, entre de cooperación basados en la lógica neolibe-
principios y acciones, en su afán por garantizar ral, más allá de pequeños cambios cosméticos
los recursos financieros para que la ONG no en la formulación de proyectos.
cierre sus puertas.
Por ejemplo, más allá de los debates sobre
En esa tensión, el espacio humanitario pier- la democracia deseada en el Oriente Medio, o
de espacio, por los nuevos actores armados los deseos de paz en Colombia, el debate de
(como en el caso de Dartur e Irak), por la inca- la protección de las víctimas trasciende la mis-
pacidad de las ONG de leer la realidad y posi- ma acción de la cooperación internacional, pa-
cionarse adecuadamente (como pasa a mu- ra ampliarse a ciertos temas que son universa-
chas en el caso palestino), frente a una ONU les: el doble rasero en la aplicación del dere-
que es cada vez más otra ONG, frente a los cho, los estándares que se exigen a los miem-
ejércitos y su deseo de mezclarse en tareas bros permanentes del Consejo de Seguridad y
que no son de su naturaleza, frente a los Esta- a sus amigos, en comparación con lo que se
dos que en vez de garantizar un mínimo de pide a otras naciones; el problema de la mal
justicia social se portan como ONG (como en llamada "intervención humanitaria", la exigen-
el caso colombiano). Las tareas no son fáciles: cia diferenciada del respeto por la población ci-
recuperar el espacio humanitario clásico, ba- vil; la idea del "mal menor" para justificar los
sado en la asistencia, y consolidar los nuevos abusos estatales; la dilución de la figura de '1e-
retos de la agenda de cooperación internacio- rrorismo de Estado" en el marco de la lucha
nal en el terreno. contra el terror y, finalmente, el debate sobre la

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eficacia de la Corte Penal Internacional allí El segundo debate tiene que ver con la uni-
donde las potencias no lo quieren. versalidad (o no) de los derechos humanos.
Eso implica reconocer algo obvio: que los ára-
Por ejemplo, en medio de las revueltas ára- bes tienen derechos humanos. Y, además, que
bes, ¿Hasta dónde iría el compromiso de la la reivindicación de los derechos humanos no
llamada "responsabilidad de proteger"? No po- es un gesto de neocolonialismo sino todo lo
demos exigir que la comunidad internacional contrario, una reivindicación de la universali-
haga algo frente al caso de Libia (para que no dad de la condición humana.
se repita lo que ya vemos en Darfur), y luego
gritar "invasión" cuando lo hace. Lo otro es ver Garantizar los derechos humanos, e igual de
matar civiles sin hacer nada. Pero tampoco po- importante, desde los derechos humanos, im-
dríamos apoyar una medida de fuerza si no plica reconocer de verdad, no sólo con la mera
hay la voluntad política de tomar, de manera formalidad que espera el donante, la participa-
universal, la misma medida frente a casos si- ción de las víctimas en la identificación, formu-
milares. ¿Habría un ataque similar en Bah- lación y ejecución de los proyectos de solidari-
rein? ¿Podemos hablar de un modelo de coo- dad entre pueblos. El acompañamiento, la de-
peración internacional para la prevención de la nuncia y la asistencia justa se imponen en una
injusticia? relación solidaria.

Hay dos debates finales, uno es el de la lógi- Si la cooperación es un acto de solidaridad


ca de la cooperación internacional: a) si ésta entre pueblos, y no un negocio supeditado a
es una forma de apoyar la distribución del po- indicadores e informes financieros, si los dere-
der existente o de modificarlo; en esa lógica, la chos humanos son, entre otras cosas, una
cooperación internacional es tan solo otra for- convicción real, integrada al proyecto de soli-
ma de llamar a las "relaciones internacionales" daridad humana llamada "cooperación interna-
en las que los principios y hasta el derecho in- cional", entonces la lucha por los derechos hu-
ternacional son marginales, b) si es una forma manos (que algunos llaman "protección"), de
de abrir mercados y legitimar empresas trasna- manera universal y permanente, debe ser no
cionales a través de sus donaciones y de las una cosa marginal sino la razón de ser de di-
donaciones de sus gobiernos, en cuyo caso cha cooperación. Lo demás son cosas del
esa cooperación es, realmente, marketing in- mercado o cosas de las relaciones internacio-
ternacional, y c) si la cooperación internacional nales.
es un ejercicio de solidaridad entre pueblos.
Depende de lo que contestemos, así será La protección que podemos ofrecer dentro
nuestro modelo de cooperación. de la lógica de la solidaridad, no es la que sí
podrían haber hecho con la fuerza la comuni-
Dicho de una manera concreta: en conflic- dad internacionai en Ruanda. Nuestra protec-
tos que no tienen como consecuencia una si- ción estaría basada en dos pilares: el acompa-
tuación meramente humanitaria ni como cau- ñamiento a las víctimas más allá de la presen-
sa un terremoto, tenemos que asumir una po- cia pasiva dentro de las comunidades; y servir
sición más clara frente a las víctimas y frente de correa de transmisión a sus voces, de una
a los victimarios. Colombia no está en post- manera tan fuerte y decidida como las víctimas
conflicto, ni es un Estado víctima, es un país lo demanden, sin ceder al silencio que a veces
con un conflicto armado. En Palestina no hay impone el donante.
"territorios en disputa", sino una férrea ocupa-
ción. En ambos casos, los civiles son civiles. En Colombia, la peor disminución del espa-
Y allí no se detiene la ocupación con pozos cio humanitario no vino de la denuncia sino pa-
de agua, ni se detiene la muerte de civiles radójicamente del silencio: el del CICR des-
con antibióticos. pués del acto de perfidia cometido por el ejér-

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Palestina, Colombia y los modelos de cooperación

cito colombiano cuando usaron el símbolo de es que literalmente cientos de miles de vidas
la cruz roja para encubrir una operación militar. árabes se han perdido para nada, nada en ab-
En Palestina, denunciar no ha sido un determi- soluto".
nante para que las organizaciones internacio-
nales puedan permanecer en el terreno. En Rescatar y/o proteger la dignidad de las vícti-
ninguno de los dos casos la fatalidad de la fal- mas debería ser la meta de la cooperación in-
sa dicotomía "silencio versus acceso" es una ternacional solidaria. Cuando un paramilitar co-
realidad. lombiano amenazaba a sus víctimas diciendo
"me vende su tierra o se la compro a su viuda",
Si se puede denunciar ¿por qué no hacerlo? cuando un asesor de alto nivel israelí justificó la
Hay ejemplos no sólo de silencio sino de com- reducción del acceso de alimentos a Gaza di-
plicidad. En Colombia hay ONG que aceptan ciendo "queremos que los palestinos hagan
trabajar con las Fuerzas Armadas para acce- dieta", es cuando tiene que expresarse la coo-
der a fondos de donantes en el marco del Plan peración entre pueblos más allá del marco lógi-
de Consolidación. En Palestina, un informe co, de los indicadores de gestión, de la mentali-
pensado para analizar la salud mental de los dad neoliberal, con el fin de resucitar el viejo in-
israelíes víctimas de los ataques suicidas ter- ternacionalista que todos llevamos dentro.
minó concluyendo, sin información adicional
alguna, que "Yasir Arafat era el principal res-
ponsable de los ataques suicidas", informe que Notas
generó la renuncia de personal de dicha ONG
en Irak y Palestina. Otro par de ONG planteó * Ponencia presentada en el III Seminario "Dere-
trabajar con colonos israelíes (en 2007) o con chos hacia una Cultura de Paz", organizado por el
MPDL, Madrid, mayo de 2011.
la red de salud de Israel (en 2011) para "ser
' Médico por la Universidad Nacional de Colom-
vistos como neutrales". bia, Master en Estudios Latinoamericanos por la Uni-
versidad de Salamanca, y Doctor por la Universidad
Sin esa voz, la causa de las víctimas puede Complutense de Madrid con la tesis: "La salud como
ser vana. Como decía Edward Said: "Desde derecho humano". Ha trabajado en Colombia, Pales-
1948 los líderes árabes no se han preocupado tina, Bolivia, Darfur (Sudán) y Sahara Occidental,
de contrarrestar la propaganda israelí en los Birmania, entre otros contextos. Profesor invitado en
el "European Master in Human Rights and Démocra-
Estados Unidos. Todas las inmensas cantida-
tisation" (Universidad de Deusto) y en el "Internatio-
des de dinero árabe invertidas en el gasto mili- nal Master in Peace, Conflict and Development Stu-
tar (primero en armas soviéticas, luego en las dies" (Universidad Jaume I). Autor, entre otros libros,
occidentales) se han convertido en nada por- de: Palestina, entre la trampa del muro y el fracaso
que los esfuerzos árabes no han sido apoya- del derecho. Icaria, Barcelona, 2005. Actualmente es
dos con información ni explicados con una pa- profesor de Relaciones Internacionales de la Univer-
ciente y sistemática organización. El resultado sidad Javeriana.

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