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Dogma Central de la Biología Molecular

Partiendo del concepto de “La célula es la unidad funcional, estructural y de


origen de todos los seres vivos”, se pueden clasificar en Procariotas (sin núcleo)
y Eucariotas (con núcleo).
Todo lo que se necesita para formar un ser vivo, sin importar cual sea éste, está
escrito en sus células. Cada célula contiene una biblioteca en donde están
escritas todas las características del individuo. Esos libros que contienen tan
importante información, se encuentran codificados en unas moléculas muy
grandes llamadas Ácidos desoxirribonucleicos (ADN).
No somos ajenos a este concepto si nos ponemos a pensar que todos los días
los utilizamos de diferente forma.
En el lenguaje genético con 4 letras se escriben innumerables genes: por
ejemplo, el gen del color de tus ojos.

Dogma Central de la biología molecular

El dogma central de la biología molecular es un concepto que ilustra los


mecanismos de transmisión y expresión de la herencia genética tras el
descubrimiento de la codificación de ésta en la doble hélice del ADN. Ésto nos
propone que existe una unidireccionalidad en la expresión de la información
contenida en los genes de una célula, es decir, que el ADN es transcrito a ARN
mensajero y que éste es traducido a proteína, elemento que finalmente realiza la
acción celular. El dogma también postula que sólo el ADN puede duplicarse y,
por tanto, reproducirse y transmitir la información genética a la descendencia.
Fue articulado por Francis Crick en 1958 por primera vez,1 y se restableció en
un artículo de Nature publicado en 1970.

REPLICACIÓN

Para formar dos células hijas es preciso que la célula madre se duplique
previamente, para lo cual es necesario duplicar o replicar la información
contenida en el núcleo, es decir, al ADN.
Para ello la doble cadena de ADN se desdobla en uno de los extremos por
rotura de los enlaces de puentes de hidrógeno (que unen las bases
complementarias).
Cada una de las cadenas separadas originará una cadena complementaria y el
resultado serán dos cadenas iguales entre sí e iguales a la original.

TRANSCRIPCIÓN

Podemos definir la transcripción como el proceso de síntesis de ARN a partir


de ADN. Cuando el ADN se abre solo por una de las cadenas se va a
transcribir. Solo se formará ARN del gen que se quiere transcribir.

Separadas las dos cadenas de ADN, una molécula, llamada ARN polimerasa,
comienza a transcribirla hebra de ADN creando ARN complementario. La
cadena se alargará siempre en dirección 5'-3' y terminará cuando llegue a una
secuencia terminatoria. El ARN formado será el ARN-m.

El ARN sale entonces al núcleo para que tenga lugar la traducción.

TRADUCCIÓN

El ARN-m producido en el núcleo llega a los ribosomas llevando el mensaje


que indica el orden en que deben colocarse los aminoácidos en una
determinada proteína. El proceso por el cual se crean nuevas proteínas se
denomina sístesis de proteínas y tiene lugar en los ribosomas de la célula.

En la traducción intervienen los tres tipos de ARN:

 El ARN-m saca el mensaje del núcleo.

 El ARN-t actúa en los ribosomas incorporando los aminoácidos


corespondientes.
 El ARN-r forma parte del ribosoma.

El ARN-m indica el orden de los aminoácidos. La secuencia de ADR se codifica


de la siguiente manera: tres bases nirogenadas forman un codón. El ARN-t se
une al ARN-m gracias a su zona anticodón. Este ARN-t lleva asociado un
aminoácido, así cada codón sintetiza un aminoácido distinto.

CUANDO EL DOGMA NO SE CUMPLE

Normalmente, el dogma de la biología se cumple en los organismos más


diversos, que guardan su información genética en forma de ADN, utilizan el
ARN como intermediario y las proteínas como estructuras o maquinaria
enzimática. Algunos virus y priones, sin embargo, rompen un poco este
esquema.
Virus
Proteínas que se autorreplican: priones
Virus

Ciertos virus, como el de la inmunodeficiencia humana (VIH), guardan su


información genética en forma de ARN y la duplican utilizando ADN (con la
ayuda de enzimas denominadas transcriptasas reversas). Cuando estos
agentes se introducen en una célula huésped convierten su ARN, de cadena
simple, en ADN, de cadena doble, y este segmento se inserta en el genoma de
la célula. El ADN modificado es transcripto por enzimas celulares y luego es
traducido. Las proteínas generadas junto con el ARN viral, se ensamblan y
forman una nueva partícula viral capaz de infectar nuevas células.
El descubrimiento de estas enzimas capaces de sintetizar ADN a partir de ARN
ha conducido a cuestionar el dogma central. Este postulado ha sido revisado ya
que la información no fluye de manera unidireccional sino de forma
bidireccional. Entonces, el dogma actualizado sería el que se muestra la figura
. La información es bidireccional ya que las proteínas influyen en la expresión
de genes (pero no pueden convertirse en ADN).
Existen otros tipos de virus, como el virus Junín o de la fiebre hemorrágica
argentina, cuyo genoma también está formado por ARN, en lugar de ADN.
Estos son capaces de duplicar su ARN sin ADN como intermediario. ¿Cómo?
Utilizando una proteína viral "la ARN polimerasa" que sintetiza ARN y usa ARN
como molde. Tanto las moléculas originarias como las sintetizadas por la
polimerasa son utilizadas como molde para la traducción de proteínas virales.
Además, la misma ARN polimerasa es responsable de la replicación y
transcripción del genoma viral.
Proteínas que se autorreplican: priones

Además existen determinados tipos de proteínas que son capaces de


"autoperpetuarse". Estas proteínas, denominadas priones o PrP (Proteína de
Prión), cambian de manera anómala su conformación o estructura. No se
conoce el motivo por el cual las proteínas adquieren dicha estructura, pero lo
cierto es que el cambio les permite no sólo formar cúmulos proteicos sino que
pueden "contagiar" a sus pares normales (las proteínas del mismo tipo cuya
estructura es correcta) y convertirlas en defectuosas. Por lo tanto, los priones
son proteínas anómalas capaces de generar en el huésped otras como ellas, a
partir sus pares normales. Esto de alguna manera sería una "replicación" de
proteínas, teniendo en cuenta que en realidad lo que se replica es una
estructura tridimensional a partir de una proteína normal (sintetizada por los
mecanismos conocidos).
La proteína PrP es la responsable del mal de la vaca loca (encefalopatía
espongiforme bovina) y de enfermedades similares en humanos y ovejas. Esta
proteína se localiza en la membrana de las neuronas, y cuando adquiere la
conformación defectuosa "contagia" a otras células propagando la anomalía.
Esta proteína con estructura diferente puede "contagiar" a las proteínas de un
humano que coma carne procedente de un animal enfermo.

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