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Evitar cua lquier posib le ten tación de utilizar el neoacade- orientando con el tiempo, y por el contrario, hacia un desarro-
mfrismo que en los ú ltimos años v iene siendo so lución habitual llo del con ceptualismo, de la abstracción y de la investigación
de todo prob lema urbano, emp leando un lenguaje personal con el lenguaje moderno que han ejercido ya tanto desde el
incubado en los últimos proyectos de Piñón y Viaplana, parece Concurso de Va lencia como con las escuelas para Barcelona
ser una de las cuestiones que quedan más claras en Plaza de proyectadas por encargo de Solans, o, más recientemente y más
Sants, ejercicio tal vez más difícil de en tre todos aquellos que relacionado con el tema actual, con los concursos realizados
van componiendo la Barcelona de Bohígas. para algunos parques y jardines en Cataluña.
Quien hubiera salido de la estación enfrentándose al lugar
tal y como éste era antes, no podría haber dejado de apreciar Así pues, y en los últimos años Piñón y Viaplana (ya con
esta dificultad, poco propicia a dejarse vencer ni por los nuevos Miralles) han ido elaborando un modo de entender la arquitec-
recursos académicos ni por la tradición moderna, tan uti lizada tura en el que se trata de continuar la manera moderna enten-
ya por la gestión municipal española. dida como progreso, y sin ningún recurso historicista, pues se
Si pensamos en las obras con las que el equipo de Piñón y orillan incluso las alusiones propia modernidad.
Viap lana se dio a conocer, tales como la casa de pisos en Este neomoderno es una interpretación del estilo internacio-
Barcelona, la casa de J iménez de Parga, ambas con Gabriel nal y sus secuelas entendido como lenguaje, y como método de
Mora, o los concursos de los co legios de arquitectos, acaso se composición, esto es, entendido en el campo de lo más estrfrta-
hubiera creído que era ésta una ocasión para una arquitectura mente arquitectónico. Ni un rastro queda en él de cuestiones
derivada de la escue la de Venturi o de otras variantes de la socia les, funcionales o tecnológicas, pues éstas se prf'Sf'nlan. r' 11
permisividad americana. El trabajo de este equipo se ha ido todo caso, como simp le apariencia. (Sigue en la pág. 29).
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ARQUITECTURA
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netamente moderno -simplicidad, abstracción, elementos téc-
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nicos en un modo supuestamente directo- se manifiesta rn
progreso, esto es, busca invenciones formales y uúliza una
permisividad extrema en su tratamiento y diseño.
Pero nunca como aquí un tal lenguaje ha sido tan completa-
mente abstracto, hasta el punto dr que su función aparece
como un elemento figuraliuo mrís. /_a /J/o :a .1·r, ha 1/nrndo de
artefactos industriales de carácter escén ico; de máquinas solteras
formando una composición. Aunque ninguna de estas máqui-
nas era conocida aún: son máquinas nuevas, y para conseguir
una tal novedad, no tienen empacho en presentarse siempre
deformadas, insólitas: el gran porche o patio con zapatas metá-
licas, el largo porche de cubierta ondulada, el muro inclinado,
los bancos sinuosos o esquemáticos, las fuentes de simple caño,
son los ejemp lares conocidos que han de alterarse para f armar
parte de la co lección. Hay otros que los acompañan, máquinas
desconocidas: ex trañas empalizadas, radares de bolsillo, inexpli-
cab les bolas. Dinámica escena quieta de máquinas gratuitas,
consútuye una propuesta de extrema singularidad y de un
interés figurati vo enorme. Su condición narrativa y sutil la
hace además especia lmente entretenida.
A. C.
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