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ESCUELA DE DERECHO
TEMA:
LA PROMESA UNILATERAL
ALUMNA:
MARIA DEL ROCIO MEDINA SOCOLA
DOCENTE:
DR. WILMER SUAREZ SEMINARIO
ASIGNATURA:
DERECHO DE CONTRATOS
CICLO:
VIII
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Contenido
LA PROMESA UNILATERAL .................................................................................................................. 4
ANTECEDENTES HISTORICOS............................................................................................................... 4
1.- ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA PROMESA UNILATERAL ..................................................... 4
1.1.- DERECHO ROMANO. ................................................................................................................... 4
1.1.1.- El Pollicitatio......................................................................................................................... 4
1.1.2.- El Votum. .............................................................................................................................. 5
1.2.- DERECHO CANONICO: el ............................................................................................................. 5
1.3.- DERECHO ALEMAN:..................................................................................................................... 5
2.- LA PROMESA UNILATERAL EN LA LEGISLACION PERUANA. ........................................................... 6
2.1.- CODIGO CIVIL DE 1852. ........................................................................................................... 6
2.2.- CODIGO CIVIL DE 1936. ........................................................................................................... 6
2.3.- CODIGO CIVIL DE 1984. ........................................................................................................... 7
CAPITULO II ......................................................................................................................................... 7
PROMESA UNILATERAL: CONSIDERACIONES GENERALES. ................................................................. 7
1.- LA DECLARACION UNILATERAL DE VOLUNTAD OBJETO DE ESTUDIO............................................ 7
1.1.- La promesa unilateral como costumbre. ................................................................................ 8
1.2.- La promesa unilateral sin recompensa. .................................................................................. 8
2.- EL CODIGO CIVIL PERUANO: EL ARTÍCULO 1956............................................................................ 8
3.- NORMAS APLICABLES A LAS PROMESAS UNILATERALES. ............................................................ 10
4.- SUPUESTOS EN LOS QUE LA PROMESA UNILATERAL ES OBLIGATORIA. ...................................... 11
4.1.- Casos Previstos por la Ley. .................................................................................................... 11
4.2.- Casos en que existe acuerdo previo entre las partes. .......................................................... 11
5. PROMESAS UNILATERALES EN PARTICULAR ................................................................................. 12
5.1.- Promesa de pago y reconocimiento de deuda. .................................................................... 12
CONCLUSIONES ................................................................................................................................. 14
BIBLIOGRAFIA .................................................................................................................................... 15
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INTRODUCCION
Nuestro objetivo es tener una visión sistemática de las promesas unilaterales reguladas en
nuestro ordenamiento jurídico, siendo de utilidad no sólo para los operadores del derecho,
sino también para todas las personas que se encuentren en la calidad de promitentes o
promisarios, pues indicaremos los efectos jurídicos que generan tales situaciones jurídicas
subjetivas.
El presente trabajo monográfico presenta en el primer Capítulo aspectos importantes en
primer punto los antecedentes históricos, en Donde se estudiara la evolución que ha tenido
la promesa unilateral en el Derecho Romano, en el Derecho Canónico, y en el Derecho
Alemán. En el segundo punto analizaremos la legislación peruana de los códigos civiles de
los años 1852, 1936, y 1984 normas peruanas que hablan sobre la promesa unilateral.
En el segundo capítulo continuamos hablando sobre la promesa unilateral en este punto
trataremos sobre las consideraciones generales, la declaración unilateral de voluntades, la
promesa unilateral como costumbre, y la promesa unilateral sin recompensa.
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LA PROMESA UNILATERAL
CAPITULO I:
ANTECEDENTES HISTORICOS
1.- ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA PROMESA UNILATERAL
Todo estudio que en este caso se pretenda plasmar sobre uno de los temas importantísimos
como es la Promesa Unilateral, bajo los parámetros que se debe necesariamente abordar sus
orígenes que a continuación detallo lo que pretendo:
1.-Identificar el hecho social, por su importancia para una pacífica convivencia, se convirtió
en un Hecho jurídico.
2.- Conocer la concepción sobre que institutos se tuvo en sus inicios.
3.- Dentro de ello indicamos que esta el derecho Romano, el Derecho Canónico, y el Derecho
Alemán.
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b) En atención al objeto de la promesa, la pollicitatio puede ser: operis facendi (si la promesa
consistía en la construcción de una obra), o pecuniae (si la promesa consistía en entregar
dinero)
* En atención a la causa de la promesa, la pollicitatio puede ser: ob honorem u ob causam (si
el promitente manifestó la promesa por la asunción de un cargo), o non ob honorem o sine
causa (si el promitente manifestó la promesa libremente, es decir, sin asumir un cargo).
1.1.2.- EL VOTUM.- el votum era la promesa hecha a la divinidad de efectuar una
presentación
(Por ejemplo, de pagar la décima), la cual no obligaba solo desde el punto de vista religioso,
sino También del civil.
En el derecho Romano era usual que las personas expresen sus votos de fe, que no consistían
en Simples promesa de “no pecar”, sino de la entrega de cosas materiales.
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SIEGEL señalaba que aquel que pretende cuanto a sido prometido no quiere tornar en válida
y eficaz la promesa porque sabe que ella ya es tal: el ordenamiento-justamente en tanto
ampara la Pretensión considera valida y eficaz la promesa no acepta, es decir, la promesa
unilateral.
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Este articulo 1816 del código civil de 1936 contienen la definición de la promesa de
recompensa, señalando que: “el que por medio de anuncios públicos prometa recompensar a
quien ejecute determinado acto, contrae la obligación de cumplir lo prometido”. Esta norma
es similar a la contenida en el artículo 1959 del código de 1984, sin embargo esta es la más
amplia al indicar no solo “un determinado acto”, sino también “a quien se encuentre en una
determinada situación “.
El artículo 1818 del código civil de 1936 señalaba que: “la promesa publica de recompensa
podrá Retirarse antes de la ejecución; pero la retracción solo producirá efecto cuando lo
hiciere del mismo modo que la promesa. Podrá el promitente renunciar anticipadamente al
derecho de revocar la promesa. La fijación de un plazo para ejecutar el acto implica la
renuncia de revocar la promesa durante dicho plazo”. Los supuestos que contiene este
articulo están regulados en los artículos 1963, 1964,1965 del código vigente.
2.3.- CODIGO CIVIL DE 1984.
El código civil vigente también considero a la promesa unilateral como fuente de
obligaciones. Para corroborar ello basta apreciar su ubicación (sección quinta del libro VII
que lleva por título: Fuente de Obligaciones).
La referida sección quinta se regula los siguientes supuestos de promesa unilateral: la
promesa de pago, el reconocimiento de deuda, la promesa de pública recompensa y la
promesa como premio de un concurso. A diferencia del código civil de 1936, los títulos
valores han sido regulados en una ley especial 27287.
CAPITULO II
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perjudicaría a aquel, generando un caos en la sociedad. Ello no es objeto de análisis del
presente estudio.
1.1.- LA PROMESA UNILATERAL COMO COSTUMBRE.
En el Derecho, en vista español, en vista de que no existe norma legal que reconozca efectos
obligatorios a la promesa unilateral, un sector de la doctrina ha pretendido darle tales efectos
acudiendo a otra fuente del derecho: la costumbre. Así, se ha señalado que “(…) dada la
práctica constante de anuncios de recompensas y gratificaciones de ese tipo, practica
acompañada del convencimiento de la colectividad sobre el valor obligatorio de lo prometido,
existe una costumbre, aplicable en defecto de ley, a tener de la cual dicha promesa obliga”.
Sin embargo en el mencionado país, quienes niegan efectos obligatorios a la promesa
unilateral, han criticado la posición descrita señalando que tal argumento “(…) supondría
cargar sobre un sujeto una obligación, que la ley no hace nacer (ex voluntate) de sus voluntad
unilateral, bajo el pretexto de que la hace nacer el derecho consuetudinario supletorio”;
añadiendo más adelante que “(…) no hay más hechos que sean fuente de obligaciones que
los que la Ley diga. Y la ley no recoge como hecho fuente la voluntad unilateral.
1.2.- LA PROMESA UNILATERAL SIN RECOMPENSA.
Otro argumento que hemos encontrado en la doctrina española para negar carácter obligatorio
a la promesa unilateral, utiliza la promesa de publica recompensa para postular lo siguiente:
“(...) así como generalmente se promete al que haga algo (encuentre y devuelva al perro, por
ejemplo; y se dice entonces por quienes defienden el valor de la fuente de la voluntad
unilateral que la obligación de la recompensa ofrecida nace de la simple promesa), se
prometiese sin más ( sin tener que pagar nada al beneficiario). Entonces partiendo de lo que
el valor obligatorio reside en la voluntad del promitente, tampoco habría por qué negar que
quedase obligado por su sola promesa. Pero mantener tal criterio, chocaría palpablemente
con todos los artículos aplicables al caso, que sin duda, requieren para el nacimiento de la
obligación, la aceptación del beneficio”.
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La primera parte del artículo es bastante clara y evidencia la postura adoptada por nuestro
legislador respecto de la admisibilidad de la promesa unilateral como fuente de obligaciones:
basta la sola promesa de una persona para que ésta quede obligada a cumplir una prestación
a favor de otra. Del texto de la norma transcrita y de su ubicación dentro del libro VII: Fuente
de las Obligaciones), podemos concluir que en nuestro País, la promesa unilateral si es capaz
de generar obligaciones. Esa es la primera conclusión a la que se puede arribar del texto del
Art. 1956 del CC.
Sin embargo, a pesar de la claridad de la primera parte del artículo, seguidamente se señala:
“(…) para que el destinatario sea acreedor de la prestación es necesario su asentimiento
expreso o tácito”. Tal expresión nos pueda causar cierta perplejidad, pues si en un inicio se
señaló que la relación obligatoria se formó con la simple declaración del promitente, entonces
ya no debe exigirse ninguna declaración adicional ni del promitente ni de su destinatario)
para que se produzca tal efecto. Sin embargo, luego de analizar con detenimiento ambas
expresiones, cualquier duda queda toda vez que la declaración del destinatario no se exige
para el surgimiento de la obligación (pues esta surgió con la declaración del promitente),
sino, como el propio texto señala, para que el destinatario sea acreedor de la prestación.
Adviértase que la norma posibilita separar dos momentos distintos:
a) el nacimiento de la obligación (con la sola emisión de la promesa) y
b) la determinación del acreedor (con su asentimiento expreso o tácito).
En efecto, como ya hemos señalado, la relación obligatoria creada por la promesa unilateral,
a diferencias de lo que sucede con otras fuentes de las obligaciones, tiene la particularidad
de que al momento de su nacimiento, el acreedor es determinable, es decir, no está
determinado cuando se emite la promesa.
Aunque parezca que el artículo 1956 del CC tiene cierta influencia de la corriente
contractualista (ya que exige la intervención del destinatario de la promesa para que se
convierta en acreedor), consideramos que tal afirmación no es precisa, toda vez que la
declaración del acreedor no califica de una aceptación en sentido técnico, por las siguientes
razones:
a) Pensamos (aunque ello no ha sido manifestado de manera expresa en la Exposición de
Motivos
Del Código Civil) que el legislador peruano quiso respetar el principio de la intangibilidad
de la esfera Jurídica individual, y por lo tanto, considero necesario el asentimiento previo
(expreso o Tácito) del destinatario de la promesa antes de convertirlo en acreedor; b) Por el
efecto retroactivo que se le ha otorgado al “asentimiento” del destinatario de la promesa, pues
si fuese una aceptación, la obligación surgiría desde la emisión de tal aceptación (o, más
precisamente, desde que la misma es conocida por el oferente) y no desde la emisión de la
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promesa, como lo dispone el citado Art. 1956 del C.C.Así consideramos que el legislador
tuvo que elegir entre las siguientes tres opciones:
a) Que el derecho otorgado por la promesa ingrese automáticamente a la esfera jurídica del
destinatario, convirtiéndolo en acreedor, y sin tener la posibilidad de rechazar al afecto. Así,
en caso el destinatario no tenga interés en ejercer el derecho atribuido, simplemente no lo
hará, pero nada podrá hacer para impedir la atribución de tal derecho a su esfera jurídica;
b) Que el destinatario teniendo la posibilidad de rechazarlo retroactivamente, esto es, hasta
el momento de la emisión de la promesa (como si nunca lo hubiese tenido); y
c) Que el derecho otorgado en la promesa no ingrese a la esfera jurídica del destinatario hasta
su asentimiento, el mismo que, de producirse, tendrá efectos retroactivos hasta el momento
de la emisión de la promesa. De estas tres opciones, el artículo 1956 del CC. Acogió la última.
Sin embargo, consideramos que no es acertada dicha elección, pues si nuestro legislador optó
por reconocer efectos obligatorios a la promesa unilateral lo razonable hubiese sido que el
destinatario de la promesa se convierta en acreedor desde el momento en que la promesa se
dirija a su destinatario (o, en el caso de la promesa hecha pública desde que ésta se haga
pública). Así también señala FORNO: “(…) se ha querido admitir la promesa unilateral como
fuente de obligaciones, pero el legislador parece no haber podido desprenderse de la
bilateralidad para la atribución de los efectos de ella, lo cual implica una serie contradicción
(…)” Finalmente, la última parte del art. 1956 corrobora lo expuesto en la primera parte de
este artículo, es decir que la obligación nació desde la emisión de la promesa, por ello dispone
que los efectos del asentimiento del promisario se retrotraen al momento de la emisión de la
promesa.
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4.- SUPUESTOS EN LOS QUE LA PROMESA UNILATERAL ES
OBLIGATORIA.
Bajo el texto del art. 1956 de CC cualquier promesa unilateral podría ser considerada
obligatoria. Sin embargo, conforme lo dispone el art. 1957 “la promesa unilateral sólo obliga
a la prestación prometida en los casos previstos por la ley o por acuerdo previo entre las
partes interesadas”. La norma transcrita restringe el ámbito de las promesas unilaterales
obligatorias, reduciéndolas a dos supuestos:
a) En los casos previstos por la ley, y
b) Por acuerdo previo de las partes interesadas.
Veamos los alcances de ambos supuestos.
4.1.- CASOS PREVISTOS POR LA LEY.
El primer supuesto del art. 1957 del CC señala que solo serán obligatorias las promesas
previstas Por la Ley. La pregunta surge de inmediato: ¿cuáles son las promesas reguladas por
la Ley? Dentro De la sección Quinta del libro VII se distingue cuatro supuestos de promesa
unilateral:
a) La promesa de pago,
b) El reconocimiento de deuda (ambos regulados en el art. 1958 del CC),
c) La promesa publica de recompensa (regulado en los art. 1959-1965), y
d) La promesa de prestación como premio de un concurso (regulado en los art. 1966 y 1967
Del CC). Adicionalmente a estos supuestos, en la doctrina comparada suelen citarse al caso
de los títulos valores, la promesa de fundación entre otros.
En consecuencia, no será obligatoria la promesa unilateral realizada por una persona en la
que prometa realizar una prestación a favor de otra, si dicha promesa no se encuadra en
ninguno de los supuestos previstos legalmente. Si se pretende que tal declaración tenga
efectos obligatorios será necesaria la aceptación de la otra parte, configurándose así un
contrato de donación.
4.2.- CASOS EN QUE EXISTE ACUERDO PREVIO ENTRE LAS PARTES.
A diferencia de lo que sucede con su antecedente legislativo (art. 1987 del Código Civil
Italiano, el art. 1957 de nuestro código permite que las partes, previo acuerdo, puedan dar
efectos obligatorios a sus promesas unilaterales. Es decir, tendrá efectos obligatorios a sus
promesas unilaterales. Es decir tendrá efectos obligatorios aquella promesa unilateral cuando
el promitente y el (eventual) promisario hayan acordado que en caso uno de ellos realice una
promesa al otro, esta promesa será obligatoria, para el promitente, sin ser necesario para ello
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el promisario brinde su asentimiento (pues ya lo hizo justamente en el acuerdo previo) En
Italia, por el contrario, las promesas sólo son obligatorias en los casos previstos por la Ley.
Así, 1987 el código civil Italiano señala que “la promesa Unilateral de una prestación no
produce efectos obligatorios fuera de los casos admitidos por la Ley”. Tal situación ha
generado críticas por parte de un sector de la doctrina italiana que ha sostenido la inutilidad
de tal norma, pues reviste la naturaleza de una simple norma de reenvío. Así, por ejemplo,
GRAZIANI señala que “(…) el artículo no afirma que las promesas son típicas, sino que no
producen efectos fuera de los casos permitidos por la Ley”. Por su parte MESSINEO sostiene
que esta norma es de orden Público.
Finalmente, el reconocido jurista italiano Pietro TRIMARCHI, señala que fuera de los casos
previstos por Ley “(…) la promesa de una prestación es vinculante solo si se inserta en el
contexto de un contacto: es necesario, en otras palabras, el consenso, expreso o tácito, del
promisario.
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promesa que se encuentre en la situación determinada o haya ejecutado el acto indicado en
el anuncio público.
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CONCLUSIONES
Tenemos las siguientes conclusiones:
- El código civil de 1852 no contenía disposiciones sobre promesas unilaterales obligatorias.
- El código civil de 1936 introdujo (no sin arduas objeciones) por primera vez en la
legislación peruana a tres especies de promesas unilaterales: la promesa de pública
recompensa, la promesa como premio de un concurso y los títulos valores.
- El código civil de 1984 ha regulado cuatro especies de promesas unilaterales: la promesa
de pago, el reconocimiento de deuda, la promesa publica de recompensa y la promesa como
premio de un concurso, siendo su fuente principal el códice civil italiano.
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BIBLIOGRAFIA
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