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IDEOLOGÍA DE GÉNERO Y ACOSO MEDIÁTICO

2017-09-13 19:09:47 El Azogue

Conocido es el hecho de que el ejercicio del poder va usualmente acompañado de un uso de la propaganda del sistema
utilizando medios públicos y privados a su alcance, con el fin de alienar las mentes de las masas y socavar y desprestigiar los
argumentos de los que a tal se oponen. Una parte importante de la ideología del poder en las democracias occidentales se dedica a
defender una concepción del ser humano que lleva al extremo la idea de igualdad de derechos para convertirla en una igualdad de
hechos, hasta el punto de pensar que no existen ni sexos, ni razas, ni nada que distinga la naturaleza de distintos seres
humanos, especulando que cualquier diferencia de conducta en diferentes individuos se debe a factores culturales y nunca a factores
biológicos innatos. Tal concepción aplicada al tema de las diferencias hombre-mujer se denomina ideología de género. Es, claro, una
ideología y no un hecho, como tratan de imponer quienes defienden el dogma, porque se basa en creencias y no hay ninguna
evidencia de estudios antropológicos de que haya habido o pueda llegar a haber alguna sociedad humana en la que los roles
masculinos y femeninos se diluyan y sólo quede un único tipo de ser humano andrógino sin rasgos sexuales en su conducta o en la
división del trabajo. No está mal que haya ideologías, cada civilización en cada época tiene las suyas, ello forma parte del desarrollo del
pensamiento. Sin embargo, el peligro se adviene cuando se trata de convertir tales ideas en verdades absolutas y perseguir a
los herejes que las nieguen. Es un hecho el acoso mediático actual y de linchamiento al adversario ideológico contra quienes se
oponen a tal ideología de género. Para muestra, un botón, de mi propia experiencia en el asunto:

MUY PERSONAL

Martín López Corredoira. Nacido en Lugo (España) en 1970. Dr. en Cc. Físicas y Dr. en Filosofía. En la actualidad, es investigador titular
en el “Instituto de Astrofísica de Canarias”. Autor de alrededor de un centenar de artículos en revistas científicas internacionales con
árbitro, y de varias decenas de artículos en diversas revistas de filosofía. Ha publicado algunos libros de temática filosófica, entre otros:
“Diálogos entre razón y sentimiento” (1997), “Somos fragmentos de Naturaleza arrastrados por sus leyes” (2005), “The Twilight of the
Scientific Age” (2013, en inglés), “Voluntad. La fuerza heroica que arrastra la vida” (2015).

Martín López Corredoira

La twittera Carmen González Magdaleno, quien se define a sí misma como feminista, comunista y “prototipo de mujer polimórficamente
sensible”, decide poner en su página de Twitter una selección de textos de uno de los capítulos de mi libro Voluntad. La fuerza heroica
que arrastra la vida, con unos fragmentos sesgados, sacando frases fuera de contexto, mutilándolas o incluso modificando algunas
citas textuales, y dejando de lado múltiples consideraciones (ver aclaraciones del autor). Un pésimo ejercicio de comentario de textos
que desfigura y distorsiona el significado de la obra, en manos de una joven que sólo tiene una intención: patalear histéricamente
vociferando “machista, machista, machista…”. Esto arrastra a una ralea de seguidores que repiten a coro una ristra de improperios. El
centro de investigación donde trabajo, el Instituto de Astrofísica de Canarias, sin haber leído el libro ni nada más que los cotilleos de
Internet, decide eliminar ipso facto mi página web personal, donde no estaba el contenido del libro pero sí se mencionaba la existencia
de tal como parte de mi currículum de publicaciones junto con algunas reseñas del mismo, y hacer una proclama pública de que se
desvincula de las opiniones de mi libro por ser contrarias al compromiso de políticas de igualdad de género a la que el Instituto se ha
adscrito. Todo ello sin haberme siquiera preguntado mi opinión al respecto. Si hubieran leído el texto íntegro, verían que no hay
nada en él contra las políticas de igualdad, pero, ante el ruido producido en las redes sociales, decidieron actuar rápidamente y dar
crédito a la interpretación sesgada de la twittera polimórficamente sensible y la turba enfurecida de seguidores que reclamaba el
linchamiento mediático del autor de Voluntad.

Entre esos seguidores había algunas periodistas, quienes señalaron con indignación al científico y filósofo al que le habían cancelado
su página web, en los diarios digitales hipertextual.com, eldiario.es y el periódico en papel “La Opinión de Tenerife”, en artículos
respectivamente firmados por Ángela Bernardo, Sofía Pérez Mendoza y María Plasencia, publicando sin mi permiso una fotografía mía,
proclamando a los cuatro vientos “aquí tenéis un misógino” (sólo faltaba poner “si lo veis por la calle, apedreadlo”). El caso llega a los
organismos oficiales de Tenerife, y me entero por la prensa de que condenan mi libro sin habérselo leído (no han tenido tiempo en un
día después de la aparición de la noticia, tiene más de mil páginas), aunque me reconforta saber que tal condena no es tan unánime
como se anuncia y viene únicamente de comisiones feministas, que existen por doquier y que justifican su existencia en estos
avatares. La noticia también llega a Las Palmas de Gran Canaria, donde un columnista llamado Javier Durán escoge alguna de las
citas sesgadas, y, basándose en éstas, difama mi persona en un estilo pendenciero, con expresiones tales como “voraz misoginia
debida a un pene pequeño” o “está gripado por una relación sentimental disuelta”.

Posteriormente, algunos de estos medios de comunicación cambian a petición mía parte de los contenidos, corrigiendo algunas citas
entrecomilladas que no eran literales en mi texto, substituyendo alguna fotografía y añadiendo algún comentario adicional mío, no sin
cierta reticencia. El director de hipertextual.com, Eduardo Arcos Barredo, añade al artículo de su medio un par de párrafos donde indico
cuán incorrecto es clasificar mi libro como misógino, al existir en el mismo capítulo de donde se han sacado los textos citados otros
que ensalzan lo femenino. Añaden en el artículo de hipertextual.com un párrafo que dice “El autor sostiene por correo electrónico que…’
”; yo insisto varias veces en que eso debe cambiarse por un “El autor señala que en el polémico capítulo 5 de su libro también hay
párrafos tales como que…’ “, pero no se contesta a mi petición. Los dos medios digitales no aceptan tampoco que yo escriba un
artículo clarificando los malentendidos. En el caso del periódico en papel, sí se publica una nueva noticia de rectificación.

La obra, Voluntad, no es un tratado sobre la cuestión del género exclusivamente, aunque sí se atreve a opinar fuera de lo
políticamente correcto sobre el tema en algunas partes, citando para ello a multitud de pensadores clásicos que han opinado
sobre las mujeres: Rousseau, Schopenhauer, Nietzsche, Freud,… Habla mal de las mujeres ordinarias, sí, como también habla
mal de los hombres ordinarios. Hay cierta virulencia en sus exhortaciones, propio del estilo apasionado de una filosofía irracional. Es
un libro de filosofía salvaje, indómita, que cuestiona todos los valores de nuestra sociedad, sumergiéndonos en un nihilismo, pero que
busca con esperanza la verdad, la belleza y la bondad a pesar de todo. Pretender sacar de tan compleja y extensa obra una
conclusión general de si es feminista o antifeminista/machista/misógino es propio de personas ineptas para un comentario de texto,
que todo lo ven blanco o negro. Y convertir eso en una noticia de prensa es propio del circo al que nos tienen acostumbrados los
medios. Sabido es que el periodismo no se nutre de las mentes intelectualmente más lúcidas, pues todo lo tocan superficialmente y
con rapidez, lo que no permite profundizar en nada. Hoy, en estos tiempos en que ni siquiera hace falta salir de la oficina para buscar la
noticia y basta navegar por la red para ello, el periodismo-basura está en auge, compitiendo en chabacanería con las propias redes
sociales.

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