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CAPÍTULO 4

La escuela, los alumnos, los docentes y los padres: roles.

“No es magia, es un trabajo de equipo”


Dra. Liliana Mayo. Perú 2012

Podemos partir de la afirmación de que todos los resultados que se


obtienen en la educación formal son producto del esfuerzo y trabajo en conjunto
de la escuela, los alumnos y los padres, en equipo. Esta es una premisa aplicable
a cualquier estudiante del sistema educativo y en especial a un estudiante con
Trastorno del Espectro Autista. Pero… ¿Quiénes son parte del equipo? ¿Qué
roles tiene cada parte del equipo?

A qué se considera equipo y qué es un equipo que trabaja con personas


con trastorno del espectro autista son cuestiones que habría que delinear ya que
la composición y las visiones de quienes trabajan con personas con discapacidad
han ido variando históricamente.

En una primera etapa, a principios de siglo, el tratamiento estaba centrado


en la persona con capacidades diferentes y no se contemplaba a la familia en lo
más mínimo. Eran todas las personas con capacidades diferentes vistas como
destinatarias de la atención y objeto de depósito en instituciones especializadas.

En una segunda etapa, ya en los años 30 y de la mano de las teorías


psicoanalíticas, se toma a los padres de las personas con Síndrome del Espectro
Autista diferentes como culpables del síndrome y eran considerados objeto de
intervención. Por lo cual el trabajo de consultorio se realizaba con los padres,
desde un enfoque psicoanalítico en busca de elaboración de culpas y traumas
pasados y no desde un enfoque de adaptación al medio en aras de otorgar
herramientas a la persona con TEA, que no era parte del trabajo en consultorio ni
destinatario del mismo.

En una tercera etapa, ya por los años 50 y en los inicios de la aplicación de


la psicología comportamental, se avanza significativamente sobre el origen del
TEA, se comienza a trabajar desde la desculpabilización de los padres, quienes
empiezan a ser considerados fuentes de información. Por lo tanto los
profesionales abren espacios dentro de su trabajo interdisciplinarios para escuchar
los aportes de los padres e integrar esa información al trabajo con la persona con
TEA. Por ejemplo para pensar desde esta óptica el origen de las conductas

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inapropiadas y poder establecer constantes para luego proveer herramientas de
adaptación al medio a la persona con TEA dentro del consultorio.

En una cuarta etapa, recién en los años 70, se integra a los padres al
trabajo en los equipos terapéuticos. Lo que parece sonar una obviedad, llevó casi
un siglo de quiebres y rupturas de resistencias profesionales para integrar a los
padres al equipo de trabajo con sus propios hijos. Esta visión que aún no se
encuentra vigente en todos los centros terapéuticos, toma a los padres y la familia
como potenciadores del trabajo que se realiza en el consultorio con la persona con
TEA.

En este enfoque se basa en el concepto de que los chicos están con sus
padres la mayor cantidad del tiempo y sólo el 30% en el centro de atención. Por lo
tanto se deduce de esta proporción que la mayor parte del trabajo y apoyo será
realizado por la familia, encargada de sostener y reproducir lo aprendido en el
espacio de terapia. Por otro lado, la escuela se convierte en un ámbito de doble
función, ya que si bien es concebido como ámbito de aprendizaje, para cualquier
niño con TEA se convierte a su vez en un ámbito de aplicación de las diferentes
habilidades adquiridas en el centro terapéutico. Por lo tanto estamos hablando de
un equipo de tres partes que sostienen a la persona con TEA. Ahora, ¿Cómo
funcionarían las tres partes en conjunto y cuáles serían sus roles? Veamos las tres
partes y su interrelación.

LOS PADRES EN SU ROL Y LA FAMILIA COMO INSTITUCIÓN

La familia como institución, no es en su forma hoy lo que era hace veinte


años. Al margen de la forma que hoy día pueda tener la familia: abuelos a cargo
de sus nietos, familias monoparentales, uniones consensuadas, matrimonios
igualitarios y demás, entendemos por “padres” a aquellas personas que cumplan
el rol de tal al margen del lazo sanguíneo. Por lo tanto, padres y familia son
aquellos que se responsabilizan por la crianza de los niños y su bienestar, que en
la medida de sus posibilidades, no sólo económicas, sino también instrumentales,
acompañarán el proceso de inclusión en la escuela de su elección, con todas las
responsabilidades que esto implica.

Es necesario en este punto saber que las familias con integrantes con TEA
son condicionadas de manera diferente a las otras familias con integrantes con
discapacidad. Las dificultades de socialización y comunicación, convierten a las
personas con TEA en personas muy difíciles de comprender, incluso para sus
propios padres. Por lo tanto, a mayor incapacidad de comunicarse entre padres e
hijos con autismo, mayor es el grado de frustración de los padres y más frecuentes

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son las conductas inadecuadas y estereotipias en los hijos. Es por esto que asumir
un compromiso como la escolaridad o un tratamiento terapéutico implican
involucrar al grupo familiar completo, en cuerpo y tiempo completo. Esto se refleja
en las rutinas que se deben sostener a diario para no generar reacciones en quien
tiene TEA debido a su inflexibilidad y dificultad por aceptar los cambios.

Parecería una cuestión menor, pero la percepción que la familia tiene de su


situación, influye de manera importante en el compromiso, los resultados y la
constancia necesaria en el acompañamiento de la escolaridad y las terapias. A
mayor sensación de control, menor nivel de estrés ya que por definición, el estrés
es el sentimiento de que las herramientas que uno posee y controla son
insuficientes para la situación que se afronta. Por lo tanto, sumando sensación de
control se reduce el nivel de estrés. Es entonces que sumando estrategias para el
acompañamiento y la participación activa de las terapias y la escolarización, se
suma estrategias y herramientas para resolver las situaciones problemáticas.
Podemos afirmar que las situaciones de aprendizaje tienen una posición
preponderante en la vida cotidiana de una familia con un integrante con TEA.

LOS DOCENTES Y LOS ALUMNOS EN SU ROL: LA ESCUELA COMO


INSTITUCION

“La Conferencia Mundial sobre Necesidades Educativas Especiales, bajo el


lema “Acceso y Calidad”, celebrada en Salamanca, España en 1994, es el marco
en el cual se produce un marcado giro, que nos lleva de la
Normalización/Integración a la Inclusión. En el paradigma de la inclusión se hace
efectivo para todos, el derecho a la educación, la igualdad de oportunidades y la
participación. Está relacionada, con la naturaleza misma de la educación general y
de la educación común para todos. Implica que todos los niños de una
determinada comunidad aprendan juntos independientemente de sus condiciones
personales, sociales o culturales sin ayudas o apoyos externos, ya que la escuela
misma está preparada en todo sentido para salvar las diferencias y proveer una
educación equitativa.

Si bien largo es el trayecto transcurrido y las escuelas se encuentran


ediliciamente en condiciones, aún no estamos socialmente preparados para
afirmar que nuestras instituciones educativas responden a este paradigma. De
hecho, las instituciones utilizan apoyos externos para poder integrar a niños con
necesidades educativas especiales, y eso responde al modelo de “integración
educativa”. Claro ejemplo de esto podemos citar la participación de las “maestras
integradoras” y las adaptaciones curriculares.

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La integración “resulta el medio de canalización que permite a la persona
con discapacidades a normalizar sus experiencias en el seno de su comunidad.
Pero, para la consecución del ideal de normalización en todos los aspectos de la
vida de un individuo no basta ser “insertado” físicamente en el lugar común. Es
imprescindible constituir una “parte integrante” de esa comunidad”. Por lo tanto,
ante la decisión de los padres de que su hijo concurra a una escuela común,
deben recurrir a diversos dispositivos, incluyendo la necesidad de tratamiento
terapéutico, para que la integración sea efectiva y que a su vez apunten a buscar
para cada alumno con necesidades educativas especiales las respuestas más
adecuadas a sus requerimientos y en el entorno educativo más ordinario posible"
(Ruiz 1988, p. 18)

El sistema educativo, la escuela como institución, propone actualmente


escuelas destinadas a alumnos con capacidades diferentes, como si los alumnos
no fueran por naturaleza, diferentes siempre. Se entiende que cualquier forma de
selección de estudiantes provoca necesariamente, una disminución en la
capacidad de la escuela para apoyar y fomentar la valoración de la diversidad
inherente a toda comunidad. Un sistema así planteado, para diferentes grupos,
sostiene y recrea desigualdad y refuerza sistemas de valoración que (aunque no
son de una vez y para siempre) están naturalizados, motivo por el cual, su
cuestionamiento se encuentra dificultado. Por otro lado, el principio de integración,
no logra evitar la “homogenización” del grupo que está planteada desde el
momento en que la escuela se define como para ‘tal grupo’ ” (Orlando,
Magdalena). Es así la integración social una estrategia de cambio que influye no
sólo en el alumno con discapacidad sino también en la comunidad que lo contiene.
“La integración del alumno con discapacidad ofrece al alumno no-discapacitado la
posibilidad de compartir con una persona ‘distinta’, de manera tal de aprender a
aceptar y respetar ‘diferencias’.

El docente queda enmarañado en una red de paradigmas y prácticas que


no condicen en tiempo y forma. Por un lado es un hecho que los docentes fueron
formados en un modelo educativo que tiende a separar, al igual que la formación
de nivel superior y universitario, es decir una formación docente para “escuelas
normales” y “escuelas especiales”. Con este modelo quedan separados por
formación y queda restringido el conocimiento de y el saber cómo enseñar a quien
tiene discapacidades al sector de docentes especiales, invalidando a sus ojos a
quienes realizaron una formación regular. Por lo tanto, en las prácticas concretas
y el trabajo en el día a día se utiliza el apoyo del auxiliar pedagógico y las
maestras integradoras para la persona con necesidades educativas especiales. Es
una herramienta efectiva para garantizar la accesibilidad a la educación común,
aunque no salva la brecha entre inclusión e integración. El Auxiliar Pedagógico o

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maestro integrador formará parte de los dispositivos de ayuda, tanto para el
alumno como para el docente de aula, así como de las estrategias y los formatos
para hallar formas de mediación alternativa que disminuyan las barreras al
aprendizaje y la participación. (VALDEZ, D. 2009)

El trabajo en quipo y el conocimiento de los roles de cada uno de los


actores educativos hace que no se solapen las funciones y se aproveche al
máximo el trabajo en pos del aprendizaje. Tanto para el docente que se encuentra
a cargo del aula y todo lo que debe enseñar, como para el auxiliar o integrador a
cargo de brindar los apoyos necesarios al alumno y al docente para que se logre
una comunicación efectiva entre ellos y su entorno.

El alumno con discapacidad, por su parte, tiene la oportunidad de


incorporarse a la comunidad escolar en condiciones semejantes al del resto de
sus compañeros. Pueden adquirir un concepto realista de lo que es una sociedad
multiforme, con gente de todo tipo y competitiva, pudiendo formarse una idea
realista de sus posibilidades. De hecho, el proceso de integración de las personas
con discapacidades para que se integren a la sociedad es un proceso de dos vías:
preparar a las personas con discapacidad para que se integren en la sociedad y
preparar a la sociedad para que las reciba. (Toledo, 1981. Pp. 25-26).

Bibliografía
- Tratamiento de grupos familiares. Psicoterapia. El proceso grupal. Enrique
Pichón Riviere-.
- Atención a las familias en los servicios para personas con trastornos del espectro
autista. Educación y Futuro. Elisa Rodríguez Torrens
- Autismo. Tratamiento para la familia del autista. Centre Londres (1994)
- Apoyo y formación para familias de niños con TGD: Estrategias de intervención
desde el Programa Hanen para padres Prof. Carmen Monsalve (DELETREA,
Madrid)
http://www.psicologiagranollers.com

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