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VIVA EL INICIO DE UNA NUEVA ERA…

El Salto del Jaguar – Tikal – Las Torres del Universo


La Cosmovisión Maya
Cosmovisión son las ideas y
símbolos por medio de los
cuales vemos e interpretamos
el mundo que nos rodea. Los
pueblos mayas han
compartido una misma
cosmovisión desde tiempos
ancestrales, aunque han
adoptado elementos de otras
tradiciones culturales a lo
largo de su historia.
Aunque no conocemos todos los detalles de la cosmovisión maya
prehispánica, se ha podido recuperar a través de símbolos
plasmados en vasijas, códices, murales, esculturas y otros
artefactos, así como en edificios, como templos piramidales y
palacios. A pesar de sufrir la conquista y colonización, los mayas
han conservado los elementos fundamentales de su cosmovisión,
de tal manera que hoy en día se practica a través de distintas
manifestaciones espirituales.

El cosmos, según los Mayas, está conformado por tres partes


superpuestas: los cielos, el mundo terrenal y el inframundo o
Xibalba. Cada uno está dividido a su vez en varios niveles, 13
niveles asociados con el mundo superior y 9 niveles con el mundo
inferior.
El mundo terrenal esta delimitado por cuatro esquinas marcadas
por los cuatro puntos cardinales y cuatro colores, siendo el más
importante el Este, de color rojo, donde nace el Sol cada día. El
Oeste, de color negro, es donde el Sol se oculta, y es considerado
como la entrada a Xibalba. El Norte, de color blanco, es asociado
con los ancestros, mientras el Sur se identifica con el color
amarillo.

El centro del cosmos está asociado con el color verde y azul, color
del agua, y fue representado mediante el árbol de la Ceiba. Sus
ramas se extienden hacia el Zenith, el punto más alto del
Supramundo, mientras sus raíces descienden hasta el Nadir, el
noveno y más profundo nivel de Xibalba.
Es por ello que entre los principales conceptos
dentro de la cosmovisión maya resaltan: la relación
entre la naturaleza, el ser humano y el mundo
sobrenatural, así como la concepción del tiempo
cíclico, que fue medido mediante varios sistemas
calendáricos.
La Cosmovisión y La Naturaleza
La naturaleza es central en la
cosmovisión de los pueblos mayas,
dada la estrecha relación que hay
entre la Sagrada Tierra (loq’alaj ulew)
y el ser humano (winaq). No existe
una distinción entre ambos, pues
todos los seres son parte de un mismo
sistema vivo llamado qanan ulew
(Nuestra Madre Tierra). Todo por lo
tanto tiene vida; nada es inerte: un
árbol, una piedra, el cielo o el viento,
todo posee el mismo soplo de vida
que lo hace acreedor del más
profundo respeto.
Al haber vivido en profundo contacto con la naturaleza, los
pueblos mayas han desarrollado una cosmovisión que les permite
vivir en equilibrio con la naturaleza. La tierra es considerada una
madre a la cual se debe cuidar, como ella nos provee a nosotros.
Cualquier desastre natural, por ejemplo, es producto de nuestra
negligencia para con la Madre Tierra. La siembra es un acto muy
especial en el cual la Madre Tierra es preñada por el trabajo del
hombre y brinda así, el sagrado maíz. La cosmovisión maya está
estrechamente relacionada con el maíz, de tal forma que, según el
Popol Vuh, de maíz fue hecha la carne del hombre. En el arte
prehispánico, las formas más comunes vienen de la naturaleza:
jaguares, monos, aves y reptiles mitológicos, árboles y ninfas de
agua representan paisajes y deidades.
La Cosmovisión y El Mundo
Sobrenatural
En general la
cosmovisión
maya no define
una división
entre el mundo
profano y el
sobrenatural,
puesto que
elementos de
ambos existen en
la vida cotidiana.
Xibalba, ubicado bajo nuestro mundo, es un lugar habitado por
seres y dioses que controlan los fenómenos naturales, quienes
proveen la vida pero a su vez son traicioneros y envidiosos. A
Xibalba se accede por las cuevas y los cuerpos de agua, como
lagos y cenotes.

La tierra está poblada de plantas, animales, seres humanos, aluxes,


nawales y otros seres sobrenaturales. Toda persona posee una
contraparte espiritual que en Guatemala se conoce como nawal. El
nawal es el vínculo de la persona con la naturaleza y puede ser un
animal, una planta u otro ente, dependiendo del lugar. Los mayas
prehispánicos lo llamaban way y fue representado en vasijas e
inscripciones.
Las deidades mayas exigen la obediencia de los humanos y
castigan a quienes se olvidan de ellos. Por esta razón son
destruidas las dos primeras creaciones en el Popol Vuh.
Antiguamente los dioses exigían ofrendas de sangre como
agradecimiento de su propio sacrificio que permitió la
creación de hombres y mujeres, por lo que se llevaban a
cabo sacrificios de animales y personas. En la actualidad,
el papel de algunos de estos dioses ha sido tomada por los
“santos patrones”, a quienes deben hacérseles “favores”
constantemente para mantenerlos satisfechos y así evitar
que hagan sufrir males.
Los awas son acciones prohibidas que tienen consecuencias negativas
para quien las hace y recuerdan que cada acción del ser humano tiene
una consecuencia que se puede conocer con anterioridad, mediante los
ritos de adivinación y otras prácticas espirituales.
La Cosmovisión y El Tiempo
La concepción del tiempo es un
aspecto importante en la
cosmovisión maya, pues se le
ve como un ente animado. El
tiempo se concibe de manera
cíclica, lo que permite crear
una noción de un destino que es
predecible. Por ello, los
ajq’ijab’ o guías espirituales
mayas pueden realizar
adivinaciones relacionadas a la
vida de las personas y los
grandes ciclos calendáricos.
Los vestigios de la época prehispánica evidencian que la
medición del tiempo siempre ha sido un elemento central
en la cosmovisión de los pueblos mayas, ya que hay una
gran cantidad de fechas basadas en varios calendarios.

A partir de las investigaciones epigráficas se han


descubierto varios calendarios que solamente fueron
desarrollados por los mayas, como lo es la medición de las
lunaciones y los ciclos de Venus, Marte y otros planetas.
En el ámbito espiritual, existía también un ciclo de 9 días,
asociados a los señores del Inframundo, así como un ciclo
de 819 días.
En la antigüedad, solamente los guías espirituales y ciertas
personas de la élite tenían acceso al conocimiento de cómo
operaban los diferentes sistemas de medición del tiempo,
permitiéndoles no sólo predecir fenómenos celestes, sino
adquirir cierto grado de poder político, especialmente a
través del calendario conocido como la Cuenta Larga. No
obstante, es posible que el ciclo sagrado de 260 días y el
calendario solar hayan sido usados por toda la población,
dada su asociación con los ciclos agrícolas y por el hecho
que a los niños se les nombraba de acuerdo al día que
habían nacido.
Calendarios Mayas
Los Mayas utilizaron sus conocimientos matemáticos y astronómicos
para confeccionar sus calendarios, debido a ello estaban en
condiciones de calcular con anticipación, acontecimientos
importantes y también de concretar en qué momento sucederían
ciertos acontecimientos.
Entre los Calendarios Mayas más importantes están:
• El Cholq' ij es el calendario sagrado del pueblo maya de 260 días,
basado en el movimiento de rotación de la Luna alrededor de la Tierra y
organizado en 13 meses o periodos Winal de 20 días cada uno, este
calendario también es conocido como Calendario Ritual o Calendario
Sagrado Tzolkin o Calendario Lunar.
• El Calendario Ab' o Haab o Año Solar Civil de 365 días, es el otro
calendario maya de más uso, se compone de 18 períodos Winal de 20
días y un período Uayeb o Ruwayab' de cinco días.
• La Rueda Calendárica, que consiste en la combinación del Tzolkin y el
Haab, resultando en 52 años Haab y 73 ciclos Cholq' ij.
• La Cuenta Larga, que fue usada principalmente durante el período
Clásico (250-900 d. C.) para registrar hechos históricos relacionados
con los gobernantes k'uhul ajaw (señores sagrados) y otros nobles.
Cuenta Larga
La Cuenta Larga es un sistema de medición de tiempo que
consiste en el recuento de días transcurridos desde una
fecha inicial o “año cero”, medidos de acuerdo a cinco
períodos llamados Kin, Winal, Tun, K’atun y Bak’tun, los
cuales se basan en un sistema vigesimal.
Medida de tiempo Número de días Equivalencia
1 K’in 1 1 K’in
1 Winal 20 20 K’in
1 Tun 360 18 Winal
1 K’atun 7, 200 20 Tun
1 Bak’tun 144, 000 20 K’atun
Así, la fecha correspondiente al Bak’tun 13 en el formato de
Cuenta Larga es: 13.0.0.0.0, que significa:

Medida de tiempo Número de días


13 Bak’tun 1,872,000
0 K’atun 0
0 Tun 0
0 Winal 0
0 K’in 0
TOTAL 1,872,000
En 1937, el epigrafista Eric
Thompson, basado en trabajos
anteriores de Juan Martínez y
Joseph Goodman, calculó la
correlación entre la Cuenta Larga
y el calendario gregoriano actual
(correlación GMT), y así llegó a
la conclusión que la fecha inicial
de la Cuenta Larga corresponde al
11 de agosto del año 3,114 a.C.
La Cuenta Larga aparece a finales del Siglo I a.C. en varios
monumentos de la región Maya de Guatemala,
especialmente en la Costa Pacífica.
Este sistema fue usado principalmente durante el Período
Clásico (250-900 D.C.) para registrar hechos históricos
relacionados con los gobernantes K’uhul Ajaw (señores
sagrados) y otros nobles, tales como fechas de nacimiento,
entronización y muerte, así como registros de victorias
militares y rituales realizados por ellos y sus ancestros. No
obstante, su uso disminuyó hasta desaparecer casi por
completo a inicios del siglo X d. C, cuando los K’uhul
Ajaw perdieron su hegemonía y por lo tanto no fue
necesario registrar sus vidas y logros.
El desarrollo de la Cuenta Larga se hizo de tal manera que
estuviera sincronizado con otros sistemas calendáricos,
especialmente el Calendario Tzolkin o Cholquij y el
Calendario Solar o Haab. Así, todos los fines de K’atun y
Bak’tun siempre corresponden al día Ajaw del calendario
Tzolkin, indicando la importancia de este día en términos
espirituales. Recientemente se ha descubierto también que
los fines e inicios de los ciclos mayores de la Cuenta Larga
también estuvieron sincronizados con fechas especiales del
Calendario Solar.
El Calendario Solar o Ab’
Conocido en la literatura como Haab, el calendario solar civil
de 365 días se basa en la observación de los movimientos de la
salida del Sol en el horizonte y surge posiblemente ante la
necesidad de contar con un calendario que abarque el ciclo
solar y que contenga los festivales agrícolas y festivos. Entre
los k’iche’ es conocido como masewal q’ij o “días comunes”,
los náhuatl del centro de México le llaman meztlipohualli, y en
entre los yucatecos, las palabras ja´ab´, hab´, ha´b o haa´b
hacen referencia al tiempo, a la estación y al año y puede que la
palabra tenga su origen en la voz ha´ o “agua” quizás en
referencia a la estación de lluvias.
Está compuesto de 18 periodos o meses llamados Winal de 20 días y un
periodo Uayeb o Ruwayab’ de cinco días. La cifra de 360 o Tun y otras
más son de gran relevancia en la matemática maya y universal. 360 son los
espacios en que componen la circunferencia, los espacios de todos los
cuerpos redondos sagrados como el Sol y la Tierra. Cada minuto tiene 60
segundos, si multiplicamos 60 por 60 obtenemos 3,600, lo que nos
recuerda el Tun.
A los meses los acompañan los números contados de 0 a 19, o de 1 a
20 según quien lo usa. Así, el año da inicio con 1 Pop, para seguir al
día siguiente con 2 Pop, y así sucesivamente hasta alcanzar 19 Pop,
momento en el cual se celebra el “asiento” o chum del mes Wo para
dar entonces inicio, al día siguiente, a la cuenta 1 Wo, 2 Wo, 3 Wo, y
así sucesivamente. Se alcanza entonces el día 19 Wo, y le sigue el
“asiento” del mes Sip y luego viene el día 1 Sip. Al alcanzar los 360
días, se agrega entonces el Wayeb. Este corto mes, es generalmente
asociado a días de mal augurio. Entre los Tzeltales, Ch´ol y
Yucatecos, éstos se ven como “días perdidos” o “dormidos” y son
considerados como los “días sin nombre”. En todo caso son un
momento de “tránsito” al final del cual se dará inicio al nuevo año.
Con la sumatoria de los 18 meses y el Wayeb, se obtiene entonces un
total de 365 días correspondientes al año solar aproximado.
La oscilación del Sol de norte a sur está delimitada por los
solsticios de invierno (21 de diciembre) y verano (21 de junio),
mientras que su punto medio se marca por los equinoccios de
primavera (21 de marzo) y otoño (21 de septiembre). Estos
fenómenos fueron medidos y conmemorados desde los inicios de
la Civilización Maya mediante la construcción de observatorios
con tres edificios que marcaban la salida del Sol en estas fechas.
El primero de estos complejos arquitectónicos fue descubierto en
el sitio de Uaxactún y fue llamado Grupo E. Desde ese
entonces, a estos observatorios astronómicos Mayas se les conoce
como “Grupo E”, y hay distintos ejemplos de ellos en otros sitios
arqueológicos del país.
Hoy en día se han identificado más de 50 de estos observatorios
en diversos sitios del período Preclásico y Clásico, como Nakbe,
Yahxá, Ixkun e Ixtoton aunque la mayoría no presentan una
alineación exacta para la medición del ciclo anual solar.
Al Igual que el Tzolkin, el Haab mantuvo un uso constante en las
comunidades mayas después de la conquista. Si bien, en algunos
lugares desapareció como en Yucatán, en otros se mantuvo activo,
incluso existen comunidades en las que el Tzolkin cayó en desuso
manteniéndose únicamente el Haab.
Aunque la relación entre la Cuenta Larga y el calendario solar o
Haab todavía no se ha entendido en su totalidad, es importante el
hecho que el final de este ciclo de 13 bak’tunes ocurrirá un 21 de
diciembre, que corresponde al solsticio de invierno.
Uaxactún
Localización del sitio: 22 km al Norte de Tikal, acceso por
terracería (25 min desde Tikal).
Sitio con ocupación Preclásica (aprox. desde el año 500 a.C. hasta el Clásico Terminal
aproximadamente 950 d.C.). El sitio está constituido por tres grupos principales (A, B
y H). El sitio fue un importante centro Preclásico con un desarrollo importante del arte
monumental (mascarones de estuco y frisos- el sitio cuenta con los mascarones más
grandes del área Maya abiertos solo en temporada de campo-). Hacia el final del
Preclásico, y durante la transición al Clásico temprano (250-300 d.C.), el sitio sufrió un
cambio drástico en su asentamiento principal, el cual se trasladó de las orillas del Bajo
a los cerros cercanos donde un nuevo centro de poder fue inaugurado (grupos A y B),
mientras el asentamiento original caía en el abandono (Grupo H). Hacia el año 378 d.C.
se registra la intrusión de un personaje (Siyajk´ak´) quien fue el líder de una intrusión
presumiblemente teotihuacana en la cercana Tikal y donde se cree derrotó a su
gobernante en turno, posicionando al mismo tiempo a un nuevo líder político. Desde
entonces el sitio vivió a la sombra de Tikal hasta el final del Clásico Terminal, cuando
fue abandonado (cerca 950 d.C.). El sitio es parte de las ruta de los Bak’tunes debido a
ser el sitio donde se reconoció por primera vez el complejo arquitectónico conocido
hoy como Grupo Tipo E o Complejo de Observación Astronómica, y que hoy es un
aún un punto de observación de los solsticios y equinoxios. Hoy por hoy cuenta con un
asentamiento chiclero en el medio mismo del sitio.
Nakbe
Localización del
sitio:
Parque Nacional
Mirador-Río Azul,
12 km al noreste de
El Mirador
Nakbe es considerada una de las ciudades más antiguas
de las Tierras Bajas, ya que pudo fungir como la
primera capital regional en la región denominada
Cuenca Mirador. Sus construcciones monumentales
datan desde el período Preclásico Medio, precediendo
a la mayoría de grandes ciudades del Preclásico
Tardío, como El Mirador, Calakmul, Tikal y Uaxactún.
En varios de sus complejos arquitectónicos se han
identificado varios conjuntos tipo Grupo E, que servían
como observatorios de solsticios y equinoccios solares.
Yaxhá
Localización del sitio: Laguna Yaxhá, a 60 km de Flores
Yaxhá es una de las ciudades Mayas más grandes del Petén y la segunda
más restaurada después de Tikal. Aunque se sabe poco de su historia
dinástica, la arqueología ha definido una ocupación que data desde el siglo
8 a.C. (Preclásico Medio) hasta el postclásico. Su apogeo inició en el
Preclásico Tardío, aunque se sabe poco de esta época, ya que los
monumentos más antiguos datan de inicios del período Clásico, indicando
así que tuvo un desarrollo dinástico muy temprano, casi paralelo a Tikal y
Uaxactún. El sitio contiene varios conjuntos tipo acrópolis conectados por
calzadas, así como dos canchas de juego de pelota y 31 estelas. Destaca la
presencia de dos conjuntos tipo Grupo E, que fueron utilizados para
conmemorar solsticios y equinoccios, como parte del calendario solar Haab
(Plaza B y Plaza F), así como la presencia de un Complejo de Pirámides
Gemelas, que es un conjunto arquitectónico propio de Tikal. Estos
complejos arquitectónicos sirvieron para conmemorar ciclos llamados
K’atunes (aproximadamente 20 años) que son parte del sistema calendárico
llamado Cuenta Larga.
Ixkun
Localización del sitio:
9 km de Dolores, Petén
Este es uno de los principales sitios de la región del Sureste
de Petén, en la zona de las Montañas Mayas (San Luis,
Dolores y Poptún). Tuvo su auge durante el Clásico Tardío,
lo que quedó registrado en 10 estelas con inscripciones. La
Estela 1, una de las más grandes de Petén, conmemora una
alianza con el sitio cercano de Sacul, mientras que se celebra
la captura de dos nobles de sitios rivales que fueron
derrotados militarmente. La Plaza Principal de Ixkun
contiene un conjunto Grupo E de gran tamaño, el cual servía
para conmemorar solsticios y equinoccios, y que también se
le conoce como Centro de Conmemoración Astronómica o
Complejo de Ritual Público.
Ixtoton
Localización del sitio:
4 km de Dolores, Petén
Sitio con ocupación importante durante el Clásico Tardío y
terminal aunque con evidencias tempranas que se remontan al
Preclásico. El sitio cuenta con dos grupos principales unidos
por una calzada. El sitio es considerado como el centro de una
entidad política que aglomeró a sitios secundarios. Estos tienen
ocupación desde el Preclásico Tardío aunque la ocupación
fuerte de la región ocurrió hasta el Clásico Tardío. Es hacia el
Clásico Terminal que los sitios secundarios parecen decaer
mientras la importancia de Ixtoton aumenta, conservando su
actividad hasta el final del Clásico Terminal. Su plaza principal
contiene el grupo arquitectónico conocido como Grupo E, o
Centro de Conmemoración Astronómica o Centro de Ritual
Público.
Los Ciclos Históricos (Bak’tunes)
Las inscripciones en estelas y otros
monumentos mayas nos indican que los fines
de período de la Cuenta Larga fueron
importantes. Por ejemplo, en Tikal los nuevos
k’atunes fueron celebrados regularmente
mediante la construcción de conjuntos
arquitectónicos conocidos como «Complejo de
pirámides gemelas». Estos complejos contaban
con dos pirámides truncadas (sin templo), cada
una con cuatro escalinatas radiales, una en el
extremo oeste y otra en el extremo este,
simbolizando así la salida y caída del sol en el
horizonte. Al norte de cada complejo se colocó
una estela conmemorativa, cuya inscripción
señalaba la celebración de un nuevo K’atun.
Las fechas de Cuenta Larga más antiguas que se registraron corresponden al
séptimo bak’tun, el cual inicia en el 3 de junio de 354 a.C., época en la cual
surgen las primeras ciudades mayas, como El Mirador, Kaminal Juyú y
T’akalik Ab’aj. El inicio del octavo bak’tun (8.0.0.0.0) en el 5 de septiembre
del año 41 d.C., coincide con el abandono de varias ciudades, como El
Mirador, Cerros y Cival. Algo de gran importancia es que en Tikal hay
registro de la conmemoración del inicio del noveno bak’tun (9.0.0.0.0), el 11
de Diciembre del año 435 d.C., lo que también coincide con el surgimiento de
las primeras dinastías en lo que ahora se conoce como el período Clásico,
suponiendo así una época de importantes transformaciones sociales y políticas
en las principales ciudades de la época. Es en este momento que los mayas
también gozaban de alianzas importantes con los habitantes de Teotihuacán,
en el altiplano central de México. De particular importancia es el inicio del
décimo bak’tun (10.0.0.0.0) en el 11 de Marzo del año 830 d.C., época en que
sucedía otra transformación social y política de las ciudades de las Tierras
Bajas, y que de alguna manera marca el inicio de una nueva era en la historia
maya.
Aunque los bak’tunes 11 y 12 nunca fueron conmemorados, hay suficiente
evidencia para afirmar que estos cambios de ciclo fueron bastante
influyentes en la vida de los mayas prehispánicos. Es por ello que el
bak’tun 13 marca un evento trascendental dentro de la cosmovisión maya y
debe ser motivo de la búsqueda de un cambio positivo en la vida de las
personas.
El Bak’tun 13
La fecha inicial de la Cuenta Larga fue
registrada por los mayas en varios
monumentos, entre los que destaca la Estela C
de Quiriguá. La fecha no se registró como
0.0.0.0.0, sino como 13.0.0.0.0, y correspondió
al día 4 ajaw en el calendario tzolkin y 8
kumk’u de acuerdo al calendario Haab. Según
la inscripción de Quiriguá, el evento inicial de
la Cuenta Larga puede ser interpretado como
una creación, expresada metafóricamente
como el posicionamiento de tres piedras
sagradas por una pareja de dioses creadores.
El hecho que la fecha inicial sea 13.0.0.0.0 indica que
este es, al mismo tiempo, la fecha en que finaliza un
ciclo anterior. A partir de este dato, se considera
entonces que la Cuenta Larga es en realidad la medición
de ciclos de 13 bak’tunes, es decir, 1,872,000 días
(5,125.26 años gregorianos). Entonces, el final del ciclo
que inició el 11 de agosto de 3,114 a.C., será el 21 de
diciembre del 2012, que en connotación maya será
13.0.0.0.0 4 Ajaw 3 Kankin. Hoy en día, solamente se
conoce un registro de esa fecha escrito por los mayas, el
cual se encuentra en un monumento del sitio llamado
Tortuguero.
Mucho se ha hablado sobre el fin de este ciclo,
cuando se cumpla el bak’tun 13, a menudo con
tintes apocalípticos. Sin embargo, para los antiguos
mayas esta fecha no representaba el final de la
Cuenta Larga ni el fin del mundo. Esto puede
comprobarse por la naturaleza de las
interpretaciones del monumento de Tortuguero y
por dos inscripciones del sitio de Cobá, donde se
registraron fechas en Cuenta Larga mucho mayores
que el ciclo de 13 bak’tunes.
El bak’tun 13 no debe
confundirse con las catástrofes
que formaron parte de la
mitología de otras culturas
mesoamericanas, como las “eras
de los soles” de los aztecas o las
creaciones fallidas narradas en el
Popol Vuh. De cualquier
manera, el significado de estos
mitos se centra en las
transformaciones de los seres
humanos y no sobre catástrofes
que acaben con ellos. Dibujo del texto de la Estela 1 de Copán
21 Diciembre 2012

Por esto y mucho más, estamos Orgullosos de haber nacido


Fuente: www.2012guatemala.com en esta bendita tierra del Quetzal y de la Marimba

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