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Brennan Toomey

8 de marzo de 2018

Composición #2

La abolición de la moneda de un centavo

Cada transacción que hacemos con efectivo trae la posibilidad de recibir centavos como

parte del cambio. Actualmente, no hay nada que se puede comprar con un solo centavo. Tiene

tan poco valor que un treinta y cuatro por ciento de personas en los Estados Unidos estarían

dispuestas a eliminar el centavo y un veintiuno por ciento de personas lo dejarían en el piso en

lugar de cogerlo ("YouGov Pennies."). En 2013, Canadá eliminó el centavo y simplemente

redondea sus transacciones. El uso del centavo hoy en día es una pérdida de tiempo, su

fabricación es demasiado costosa y el supuesto costo de un aumento de la inflación al eliminarlo

es inválido.

El tiempo es algo que valoramos y la pérdida de él no es algo que debemos dar por

sentado. Todos hemos esperado un tiempito en la fila del supermercado por culpa del centavo.

Estos segundos perdidos pueden sumarse a millones de horas. Un estudio hecho por Walgreens

encontró que, en promedio, cada transacción de efectivo con centavos aumentó el tiempo gastado

por dos segundos. Si cada consumidor hace, en promedio, veintitrés transacciones así por mes,

llegamos al hecho de que en los Estados Unidos perdemos más de 48 millones de horas cada año

por culpa del centavo (Livingston). Podemos valorar nuestro tiempo más al eliminar el centavo

y quizá aumentar la productividad del país un poco más también.

El centavo no solo es una pérdida de tiempo, sino representa un fallo en el sistema

económico de los Estados Unidos. En 2017, para producir y distribuir cada centavo, el gobierno

enfrentó el costo de $0.0182 por centavo, o sea, casi el doble del valor económico del centavo.

*In English, the proper name for a penny is “cent.” Although it is rarely used, that is how I’ve
chosen to translate it in this essay.
Sumado el costo de producir los más de mil millones de centavos cada año, luego divido por la

cantidad producida, llegamos a una pérdida económica de casi 70 millones de dólares cada año

por su simple producción (U.S. Mint). Las ineficiencias no terminan con su producción, por el

hecho de que el centavo vale más como metal que un centavo, el gobierno ha puesto

regulaciones en contra de la fundación de centavos y la exportación de ellos. Esta

reglamentación no es gratis y la eliminación de ella por medio de la eliminación del centavo nos

beneficiaría económicamente.

Un argumento que se ha hecho en contra de la eliminación del centavo es que podría

inducir un aumento de la inflación. El aumento de precios por la eliminación del centavo sería

como máximo un 1/100 de un por ciento (Whaples). Debido a como se calcula la tasa de

inflación, la probabilidad de un aumento oficial de la inflación por la eliminación del centavo

solamente es un diez por ciento. No solo es un aumento improbable, sino cualquier aumento

sería casi imperceptible. No debemos preocuparnos por algo tan pequeño cuando los beneficios

son aún más grandes.

Para terminar, propongo que la producción del centavo debe ser detenida en los Estados

Unidos. Propongo esta acción para que dejemos de perder tiempo valeroso por el centavo, y para

que dejemos de producir algo que pierda su valor al momento de su fabricación. También arguyo

que el costo de la improbable aumentación de la inflación no supera los beneficios de su

eliminación. Espero que los Estados Unidos sigue el ejemplo de Canadá y deje de producir el

centavo.
Referencias

Livingston, Amy. "Should we Get Rid of the Penny? – 8 Reasons to Keep it Vs Eliminate

It.", www.moneycrashers.com/get-rid-penny-reasons/.

U.S. Mint, 2018 Annual Report. 2018. www.usmint.gov/wordpress/wp-

content/uploads/2018/01/2017-annual-report.pdf

Whaples, Robert. "Time to Eliminate the Penny from the U.S. Coinage System: New

Evidence." Eastern Economic Journal, vol. 33, no. 1, 2007, pp. 139-146,

EconLit, www.jstor.org/stable/20642337.

"YouGov Pennies.", www.today.yougov.com/news/2014/01/10/poll-results-pennies/.

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