10/11/2017 Características de la literatura infantil
Se entiende por literatura infantil la literatura dirigida hacia el lector
infantil, más el conjunto de textos literarios que la sociedad ha considerado aptos para los más pequeños, pero que en origen se escribieron pensando en lectores adultos (por ejemplo Los viajes de Gulliver, La isla del tesoro o Platero y yo). Entre las características principales tenemos: Los temas; con los cuales se identifica el niño. b. El lenguaje; asequible pero a la vez mágico. c. La fantasía; que relumbra, hechiza y sorprende. El humor; fino, inteligente, ocurrente. La aventura; que aumenta según el trajinar de los caminos. El heroísmo; que lucha por el anhelo de hacer un mundo mejor. La esperanza; que sostiene y alienta la vida.
Fundamentos de la literatura infantil
Son todas aquellas producciones literarias orales y escritas compuestas
para desarrollar la fantasía, imaginación, creatividad, sensibilidad, conocimiento y adquisición de la lengua infantil. 1. Transmisión de valores. 2. Transmisión de la cultura. 3. Estimular la creatividad. 4. Tres son las condiciones consideradas por la estudiosa argentina. 5. Adecuación a la edad. 6. Manejo de la lengua. 7. Propiedad del argumento.
Importancia y beneficios de la lectura infantil
El primer punto a destacar es que la lectura estrecha vínculos emocionales
y crea ritos casi mágicos. Asociada siempre a momentos de relajo y cariño, es alrededor de libros, cuentos e imaginación donde las relaciones adquieren aún más cercanía. Es a través de los cuentos también, que los niños desarrollan conductas sociales y afectivas, ya que dependiendo del libro o la forma en que les es contado, modifican su percepción de otras personas, y comprenden mejor ciertas situaciones y acciones.
El aporte al desarrollo lingüístico es indiscutido. Los pequeños que crecen
escuchando diferentes cuentos desarrollarán un vocabulario más amplio y un manejo de la sintaxis oral más avanzado. Al escuchar, los niños se ven enfrentados a palabras que no conocen, o a palabras que conocen en contextos desconocidos, pudiendo ampliar su léxico e imaginación al mismo tiempo.
La lectura y narración de cuentos infantiles desarrolla el pensamiento de
manera significativa, pudiendo desarrollar valiosas conductas de ésta, tales como la capacidad de predecir, anticipar, analizar, hipotética y sintetizar. Desarrolla también habilidades de pensamiento analítico y creativo, construyendo significado de manera permanente acerca de lo que conoce y de lo que no
Aporte de la literatura infantil a la educación
Según JUAN CERVERA bajo el nombre de literatura infantil deben acogerse todas las producciones que tienen como vehículo la palabra con un toque artístico o creativo y como receptor al niño. Según Ysbelly Valera: La literatura infantil forma parte de la vida del niño y ocupa un lugar imprescindible en el proceso de la formación integral del individuo. La literatura infantil es una respuesta a las necesidades del niño. Tiene como objeto sensibilizarlo y como medio la capacidad creadora y lúdica del lenguaje. Más allá de cualquier otra finalidad estrechamente formativa, su función primaria es puramente estética, la de promover en el niño el gusto por la belleza de la palabra, el deleite ante la creación del mundo de ficción. El niño participa de las creaciones imaginarias de una realidad que le son brindadas en las creaciones literarias. Las hace suyas y las recrea. Comprende, intuye y descubre los significados entrañados en el carácter plurisemántico del lenguaje. Coincidimos con el profesor Cervera (1991, 391) en que la presencia de la literatura en la Educación Infantil e incluso Primaria exige un tratamiento alejado por completo del concepto de asignatura convencional. No puede reducirse a un programa de estudio para un examen, sino que debe configurarse como una actividad de múltiples facetas que supone en primerísimo lugar el contacto y el disfrute de los niños con las manifestaciones literarias por vía intuitiva y afectiva. No se concreta aquí una lista cerrada de objetivos evaluables y mucho menos hay que juzgar a los alumnos con las calificaciones ordinarias. La esencia pedagógica de la Literatura Infantil es su capacidad de proporcionar placer y de ofrecer respuestas a las necesidades íntimas del niño. La literatura infantil, en la mayoría de las ocasiones, se vale de los juegos de palabras, los cuales requieren agudeza de pensamiento y es por esto que se cree que el desarrollar este tipo de actividades ayuda a mantener una mente más activa, ya que con el juego, se van perfeccionando cada vez más estas cualidades.
La Literatura Infantil y la Escuela
De una forma o de otra la literatura infantil siempre ha estado presente en la escuela. Pero no se puede negar que con el paso de los años y el subsiguiente cambio de ideas la literatura presente en la escuela ha ido variando cuantitativa y cualitativamente. No obstante en el momento actual se echa de menos la auténtica orientación sobre esta presencia. Tal vez podamos presumir de que esta presencia es cada día más nutrida y selecta, pero ni existen líneas oficialmente definidas sobre ella, que sepamos, ni las pautas seguidas por las editoriales, tanto en las antologías como en los textos de lengua española, preferentemente, garantizan una visión exacta de la función de la literatura infantil en la educación. Esta falta de criterios impuestos desde arriba que aboca naturalmente a la vacilación y el titubeo, quizá sea positiva ya que los caminos se hacen al andar, por supuesto, pero a la vez se descubre la necesidad de los mismos. Nos encontramos, por tanto, en un momento en que vale la pena reflexionar sobre el tema de la literatura infantil en la escuela, empezar a airearlo, y lanzar ideas, no sea que, cuando queramos ocuparnos de él sea ya tarde y no nos quede más remedio que lamentar o criticar directrices impuestas, que no aceptadas ni sentidas, que además haya que soportar durante varios años con la consiguiente huella, influencia y escuela posteriores aunque sólo sea por la ley de la inercia. Recordemos que la literatura, infantil o adulta, tiene su presencia obligada en las antologías y en los textos de lengua española, principalmente. Pero la literatura, y más específicamente la infantil, tienen cabida creciente en las bibliotecas de aula. Este hecho trascendente, del que tal vez no nos hayamos percatado bastante, introduce variables en nuestra relación con el libro para niños. Son las mismas que afectan a editoriales y autores, a ideólogos y políticos, a Asociaciones de Padres de Alumnos y a teóricos de la educación. No es posible ni aconsejable que el educador esté ausente de estas inquietudes y no tome posiciones ante ellas para defender mejor que nadie y por derecho propio los intereses del niño que son los auténticamente educativos.
La Literatura Infantil e ideología, psicoanálisis, ética y
pedagogía. Tras unas breves consideraciones introductorias en torno al concepto de ideología, el artículo analiza la aportación que la crítica postcolonial contemporánea ha realizado al análisis del aspecto representacional de los textos literarios y a la lectura de los valores (políticos, literarios, morales) que éstos denotan. Tras una breve referencia a los autores y a las obras más representativas de esta corriente crítica, se analiza la importancia que el estudio de la hibridación de lenguas tiene para el estudio de la ideología. Ejemplos extraídos de la obra de Bernardo Atxaga y pautas para el análisis de la ideología de los textos artísticos completan el artículo. El artículo que presentamos da cuenta del uso del cuento infantil como dispositivo terapéutico para niños. Se establecen, en un primer apartado, las bases teóricas que dan sustento al dispositivo, analizando el lugar de la transferencia en el valor simbolizante de este espacio terapéutico. Para ello, se repara en los trabajos de Wilfred Bion sobre la Función Continente, y en los desarrollos lacanianos en torno al estadio de Espejo y la función de la metáfora y la metonimia en la estructuración psíquica del infante. En un segundo apartado, tomando como base los planteamientos abordados en la primera parte, se expone el análisis de un caso en particular que nos muestra, por medio del concepto de Rasgo Unario, cómo el dispositivo del taller de cuentos apuntala el proceso de subjetivación, desarrollándose el modo en que la transferencia realizada favorece la puesta en representación de los conflictos que desprovistos de ella se traducen en fuente de angustia para el infante.