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Nuevos Paradigmas en la Gerencia Moderna

Las características de los actuales escenarios que involucran transformaciones, cambios,


oportunidades, muestran a muchas empresas exitosas, que han conquistado mercados,
satisfacen plenamente a sus consumidores, apoyadas de una gerencia que se ha actualizado
e identificado con ellos, dando paso a nuevos paradigmas que la ciencia administrativa ha
propiciado en las funciones operativas de las organizaciones en su estructura, liderazgo,
cultura organizacional.

No se puede negar, como alguien señalaba, que la economía moderna se caracteriza por
estar globalizada e interdependiente en sus procesos de producción, comercialización,
inversión, flujos financieros y desarrollo tecnológico, en donde las empresas tienen
crecientes exigencias de productividad, además de que las leyes del mercado las obligan a
profundizar y cambiar estrategias y políticas, a planear, crear e innovar, a tener capacidad
de adaptación, velocidad de respuesta y sensibilidad para anticipar necesidades futuras y
poder sobrevivir y desarrollarse en este nuevo y complejo entorno.

Las empresas que se destacan en el presente, muestran una gerencia eficaz, con un
liderazgo participativo que ha generado nuevos paradigmas de gestión, de cómo operar una
empresa, especialmente, es escenarios turbulentos y altamente competitivos. Aspecto que
desafortunadamente muchas de las empresas, especialmente las pymes en sus distintos
rublos, no lo han sabido hacer, y ello le ha perjudicado seriamente en su operatividad,
participación y competitividad. Agregándose a todo ello además, un factor que ha incidido
en su desarrollo, como es la poca colaboración que las universidades nacionales,
especialmente sus escuelas de Administración han propiciado, al no actualizar el perfil del
administrador que el país requiere de acuerdo a las exigencias de su entorno. Todavía se
mantienen ancladas en los conocimientos, herramientas administrativas tradicionales,
aspecto que las ha afectado seriamente en su comportamiento, en su compromiso.

Es necesario para ser competitivo, participativo en los actuales escenarios, contar con los
nuevos conocimientos de las ciencias administrativas y que se generen nuevos paradigmas
que permitan participar más exitosamente, especialmente, ante las nuevas oportunidades
que el escenario nacional está ofreciendo, con una nueva apertura de Comercio Exterior que
le favorezca en la conquista y penetración de mercados.
Alexis Codina nos recuerda ante estos cambios que se han dado, la necesidad de evaluarlos,
y determinar, qué tanto las empresas se han identificado con sus alcances y repercusiones,
así como han contribuido en la aparición de nuevas herramientas administrativas, no
olvidando lo que el desaparecido consultor Peter Drucker decía: “Desde mediados de los
años setenta, lo que conocíamos sobre administración ya no nos sirve. En el futuro
inmediato, los gerentes tendrán que ser capaces de olvidar lo que hacían, tan rápido como
aprenden las cosas nuevas que tienen que hacer”. Hammer y Champy, precursores de la
reingeniería, son más dramáticos cuando, en la portada de su primer libro, de inicios de los
noventa, expresan: “Olvide todo lo que usted sabe sobre cómo debe funcionar una empresa.
Casi todo está errado”.

Definitivamente, se han dado muchos cambios en los escenarios modernos, cambios que
han incidido en el proceso administrativo, en las funciones de la empresa, en su
operatividad, haciendo que ellos den oportunidad a que aparezca un nuevo paradigma de la
gestión empresarial con nuevos tópicos gerenciales y que permitan a la gerencia adentrarse
en los escenarios altamente competitivos, usando adecuadamente no solo los conocimientos
que la ciencia administrativas ha aportado, sino sus herramientas y garantizando una eficaz
participación.

Lo cierto, como nos lo recuerda Codina, los cambios que se han producido en el entorno
impactan en todos los componentes del trabajo de una empresa: los sistemas productivos, el
marketing, los enfoques sobre la calidad, la investigación-desarrollo, el manejo de
existencias, (stocks), los criterios de competitividad y efectividad, así como en los enfoques
sobre las funciones gerenciales.

En los sistemas productivos, los enfoques dominantes hasta los años setenta estaban
influidos por el “fordismo”, un paradigma industrial surgido a fines del siglo XIX, con las
experiencias de la Ford en la producción de automóviles, que preconizaba la producción en
masa, la concentración en grandes unidades, la integración vertical, asegurarse el
suministro interno, la fragmentación de funciones, (preparación, producción, control de
calidad), gerencia jerárquica, estructura vertical, entre otras prácticas.

Los cambios que se han producido en el entorno impactan en todos los componentes del
trabajo de una empresa: los sistemas productivos, el marketing, los enfoques sobre la
calidad, la investigación-desarrollo, el manejo de existencias, (stocks), los criterios de
competitividad y efectividad, así como en los enfoques sobre las funciones gerenciales.

La celeridad con que se renuevan las tecnologías, su rápida obsolescencia y, con esto, la
disminución del “ciclo de vida” de los productos hicieran obsoletos estos paradigmas. La
producción en masa, en lotes estandarizados, buscando economías de escala, no posibilita
la respuesta rápida a nuevas demandas del mercado. En las nuevas condiciones, es más
efectivo el enfoque de la “producción flexible”, que permite a la empresa adaptar con
rapidez sus tecnologías y ofertas de productos a situaciones cambiantes. Con este propósito,
en los años ochenta, se generaron paquetes informáticos, como el CAD-CAM, (Computer
Aid Design-Computar Aid Machinery), que tuvieron mucha difusión.

Los paradigmas sobre la calidad que prevalecieron hasta los años 70, la concebían como
una actividad de inspección y control; su determinación se basaba en normas técnicas; era
una tarea “independiente”, a cargo de órganos funcionales separados de la organización
productiva. Bajo la influencia de las prácticas y resultados de empresas japonesas, desde los
ochenta la tendencia es concebirla como una filosofía de dirección; se determina según la
define el cliente; es una tarea integrada en los órganos productivos, a los clientes externos
se sumaron los clientes internos.
En la esfera del marketing, los enfoques prevalecientes hasta los 70, enfatizaban: vender el
producto, identificar necesidades, resaltar costo y calidad como factores de atracción de
clientes; importancia del “marketing mix”, es decir la combinación idónea de las 4 Pes,
(Producto, Precio, Plaza, Publicidad). Esto correspondía a una etapa en la que el mayor
poder lo tenían los productores. Con más información y ofertas en el mercado, los clientes
son más exigentes y selectivos. Los nuevos paradigmas enfatizan: satisfacer necesidades,
(más que vender productos); disminuye el peso de la publicidad y aumenta el de la
promoción en los gastos de marketing; producir lo que se pueda vender, en lo que juega un
papel importante el marketing estratégico, que se orienta a identificar oportunidades y
atractivos de los mercados; crear necesidades; al costo y la calidad, como factores de
preferencias de los clientes, se adicionan el servicio de postventa y el tratamiento
personalizado. A inicios de los noventa surgen nuevos enfoques, en 1993 Mc Kenna
propone el “marketing relacional”; en el mismo año, Peppers y Rogers, el mercadeo uno
por uno.

En conclusión, la gerencia si quiere garantizar un desempeño positivo en pro de la


conquista, permanencia en los mercados conquistados, debe identificarse, no solamente
con los nuevos paradigmas gerenciales que hoy se manifiestan, sino generar nuevos
paradigmas, especialmente ante escenarios turbulentos como el nacional, así como en
aquellos que son emergentes y ofrecen una buena oportunidad para participar.

No pueden seguir las empresas bajo una gerencia que actúe de acuerdo a los conocimientos
tradicionales, en donde mucho de estos, no están adaptados a las exigencias competitivas
del presente, se necesita dar paso a nuevos paradigmas, aportando conocimientos que se
identifiquen con los retos, se sepan enfrentar y que se susciten los cambios que le ayuden a
obtener resultados beneficiosos
La gerencia moderna y los 7 hábitos de Stephen
Covey
Para comenzar con este ensayo, es fundamental resaltar el trabajo del señor Peter
Druker en el área de Gerencia, sin duda alguna sus aportes van más allá de la práctica y
estudio, su pensamiento y capacidad analítica a mi forma de ver, lo considero como el Gurú
Management en la gestión de las organizaciones de las empresas Modernas, gracias a sus
contribuciones en cuanto a la Reducción empresarial, la Gestión de la calidad Total,
el análisis del valor económico, la restructuración (Reingeniería), etc.

Hoy en día, el panorama que se vislumbra, en el sector económico mundial y nacional que a
diario es noticia de primera plana en todos los periódicos, son los constantes cambios que
vive el mercado. Un valor significativo en la Maestría en Gerencia Empresarial que
ofrece la universidad Fermín Toro, y a su vez legado del Lic. Ms. Víctor Montilla es la
explotación de la creatividad, factor determinante en el éxito en las organizaciones,
mediante la motivación del talento humano, a efecto de edificar una estructura competitiva
ventajosa, la cual permita un mejor análisis para la toma de decisiones, la búsqueda de
alternativas y oportunidades, la dotación de una mayor capacidad para solucionar
problemas, facilitando el encuentro de ideas realmente novedosas.

Cabe destacar, la idea principal de las clases sobre post-modernismo donde se enfatiza que
ese gerente de ayer, solitario, individualista, superhéroe, ya no funciona en la dinámica de
hoy, donde el verdadero gerente, sabe su rol, desarrolla y mantiene lazos muy fuerte de
confianza mutua en el trabajo en todo los niveles, sembrando de esta manera la creatividad
en cada uno de sus colaboradores y miembro de la organización.

Considero que el valor de la creatividad es sin duda una herramienta, que nos permite ser
mas competitivos, pero la misma no ha sido tomada en cuenta en la de gerencia actual,
porque en lugar de explotar la creatividad mediante las capacitaciones al personal se
incrementa el nivel de inversiones en tecnología, lo cual trae consigo la disminución
vertiginosa de la creatividad en función de la productividad.

Igualmente, se presenta el problema donde el trabajador no se encuentra identificado con la


cultura organizacional de la empresa y no logra alcanzar su nivel de satisfacción laboral en
función de los principios y valores propios de la organización.

En este mismo orden de ideas, cabe resaltar, la necesidad de cambiar la forma de ver a la
cultura organizacional, como un cuerpo que no tiene forma, gris y recto, al cual no debemos
tocar, sino todo lo contrario, en el nos podemos basar, como lo hacen las empresas
consultoras que lo convierten en un indicador de gestión mensurable, para la elaboración de
estrategias y objetivos de negocios. Muchas personas generalmente confunden cultura con
filosofía, lo cual los aleja del negocio, la cultura no está alejada de nosotros, porque somos
cultura esta es la verdadera razón.

Para nadie es un secreto, que más allá de lo que recibamos en clase, el canalizar las
energías e inspirar la creatividad en un conjunto de personas y construir un apego íntimo a
los objetivos y metas de la empresa es un arte que el gerente actual debe desarrollar para
poder encontrar valores determinantes, los cuales debe saber manejar, para enfocarlos en la
supervivencia de la empresa, tema también desarrollado en clase, donde el triángulo de las
3C, como es la competencia, el capital efectivo y la creatividad, son factores importantes
en el futuro de la organización que deben ser tomados en cuenta en la formación del recurso
humano, debido a que cuando hablamos de competencia, la inversión en tecnologías e
información, pueden convertirse en amenazas inminentes si no se está formado para
utilizarlas, en estos momentos de fuertes cambios, políticos, económicos y sociales.

De igual manera tomando en consideración, lo expuesto en el contenido de las guías del


líder de cambio y las clases de postmodernismo, se puede apreciar que las tendencias del
mundo actual, genera una interdependencia global en donde, lograr las entregas de sus
productos en tiempos oportunos, disminución de sus tiempos de parada, aumento de
la productividad y disminución de los costos de operación, tiene como objetivo el logro de
la competitividad, la conquista de clientes satisfechos, aumento de sus mercado de ventas
e incremento de la rentabilidad económica, no solo través de una gerencia que trascienda y
sea estricta en su gestión, se necesita mucho más, como una gerencia que implemente
soluciones a las demandas de la sociedad, en fin, un líder que sepa incentivar la creatividad
de sus colaboradores, como se dijo en clase sea consciente y flexible a los cambios.

Dentro de la nuevas tendencias que se han enfocado en clase en materia gerencial es


importante mencionar, la planificación estratégica, puesto que muchas gerencias vienen
cambiando su manera de pensar con respecto al tema, ya que en la búsqueda de colocar la
llave correcta al logro de los objetivos y sobresalir en los resultados descuidan las bases y
principios de identidad de la empresa (Vida propia), la cual debe tener su proyección y
planificación de vista al futuro, promoviendo de esta manera grandes cambios, los cuales
sean sólidos, de amplio espectro y lo mas importante perdurables en el tiempo a fin de
incrementar la competencia y asegurar la supervivencia.

Considero, que el verdadero líder es aquel que garantice el mayor apalancamiento para el
futuro y al mismo aquel que incremente su capacidad de emotividad elementos
fundamentales para lograr la inspiración y persuasión (maquillada¨), que conlleven al logro
de los objetivos.
Con los conocimientos adquiridos en clase puedo definir que el gerente debe poseer dentro
de su perfil, habilidades técnicas, con esto me refiero a los conocimientos específicos en su
área de trabajo, alta capacidad de análisis, mediante técnicas y herramientas prácticas o
informáticas (manejo de software). Igualmente, debe tener, capacidad de relacionarse, debe
saber trabajar en grupo, ser autodidacta, y sobretodo debe saber comunicar.

En fin el gerente moderno tiene que conocerse asimismo, saber cuáles son sus debilidades y
sus fortalezas, manejar de forma apropiada el comportamiento humano, que de una u otra
forma es la gran debilidad de la gerencia, en consecuencia reflexiono sobre la capacidad de
influencia, la cual va más allá de la capacidad de mando en el logro de objetivos, dejando
atrás toda visión sustentada en paradigmas obsoletos que intenten detener o controlar los
cambios, sustituyéndolos por actitudes más abiertas hacia el trabajo, la familia, las
relaciones personales, proyectos de vida y el sentido de responsabilidad.

En estos tiempos de gran globalización, donde la competencia feroz obliga a las empresas a
reinventarse y mantenerse un paso adelante en un mercado voluble justamente por la gran
oferta existente, los gerentes están en la obligación de adaptarse a cambios inevitables en
las tecnologías (rápidamente obsoletas).

Vivimos en una sociedad que funciona sobre la base del rápido y variado acceso a la
información, a las nuevas tecnologías. Esta realidad provoca un distanciamiento entre las
rígidas teorías de gestión y la actual coyuntura.

La “Nueva Gerencia” debe basarse en nuevas reglas de conocimiento, de saber, de


intangibles, de información y ser capaz de usarlas en beneficio de la empresa y así obtener
el poder y bienestar.

La “Nueva Gerencia” debe saber entender la realidad social dentro y fuera de la empresa,
la realidad política, ambiental, económica y geopolítica.

La “Nueva Gerencia” debe considerar a sus subalternos, ya no como la pieza de una


estructura vertical totalitaria, sino, más bien, como un “socio” minoritario que muchas
veces llega a conocer y dominar su área tanto o más que el mismo gerente. Por ejemplo, el
mozo de un restaurante que con solo cruzar un par de palabras con el comensal sabe cómo
clasificarlo, lo que le agrada y lo que no; capacidad que solo la da la experiencia y que el
gerente no posee en este caso.

La “Nueva Gerencia” debe saber aceptar cuando se equivoca y dejar ese antiguo aura de
infalible, aceptar sus limitaciones y no querer reflejar la imagen de la que lo puede todo, en
vez de eso, debería concentrarse en sus fortalezas y aplicarlas para beneficio de la empresa.
La “Nueva Gerencia” debe ser consecuente con su realidad y la realidad que lo rodea, tener
aspiraciones esta bien, pero estas deben ser coherentes y no engañarse fingiendo que las
cosas están mucho mejor que lo que es en verdad.

La “Nueva Gerencia” debe dejar atrás la costumbre del “todista” y aprender a delegar pero
no de manera incorrecta buscando que sus empleados hagan el trabajo tedioso, el trabajo
indeseado o tal vez, trabajo para el que no están capacitados.

La “Nueva Gerencia” debe ser saludable física y mentalmente; aquella antigua frase
“mente sana en cuerpo sano” más que nunca cobra vigencia. El gerente moderno cuida su
alimentación, se aleja de los excesos, se capacita constantemente, se actualiza y busca la
estabilidad emocional dentro y fuera de su centro de labores, en estos tiempos las
exigencias coyunturales no permiten ningún tipo de desestabilidades y la energía física y
mental en el largo plazo hacen la diferencia entre una buena y mala gestión.

Para terminar el éxito dependerá del conocimiento tecnológico, el manejo de la


información y la comprensión del comportamiento humano en un mundo globalizado.

Para finalizar me gustaría expresar un valor de contenido único e invaluable para los
Gerentes Modernos…

¨Stephen Covey¨ es el autor de una literatura muy interesante que hace referencia del éxito
norteamericano de los últimos 200 años y a través de su obra nos expone estas siete normas
que pueden ser aplicadas a todas las situaciones gerenciales y que nos toque asumir en
nuestra vida.

Primer Hábito: Ser proactivo. La proactividad se refiere a que ante cada estímulo del
medio ambiente tenemos la habilidad de decidir la respuesta que queremos dar, esto quiere
decir que no somos esclavos de las acciones que sobre nosotros se efectúan, sino libres
ejecutores de nuestra conducta. Un ejemplo práctico en nuestra vida es el de un chofer de
un automóvil que nos grita una obscenidad o nos toca con insistencia la corneta. En este
caso nuestra respuesta puede variar desde tomar un arma y dispararle para luego sufrir las
consecuencias legales de nuestra conducta hasta simplemente ignorarlo y no dejar que
altere nuestra tranquilidad. Lo importante es que la decisión es nuestra, que somos los
responsables de nuestra conducta.

Segundo Hábito: Empiece con un fin en mente. Este hábito consiste en que nuestra
conducta no la debe regir el capricho ni el azar, debemos tener objetivos precisos a los
cuales acercarnos: Un título universitario, comprar una casa o un carro, mantener una
relación armoniosa con nuestros familiares y compañeros de trabajo. Cada vez que
tomemos una decisión importante debemos decidir si ésta nos acerca o nos aleja de nuestros
objetivos.

Tercer Hábito: Establezca primero lo primero. El capítulo comienza con una frase del
sabio alemán Goethe: “Lo que importa más, nunca debe estar a merced de lo que importa
menos”.

Consiste en distribuir nuestro tiempo sobre la base de prioridades: El autor describe un


método de organizar el tiempo sobre la base de cuatro cuadrantes en los cuales coloca las
actividades: urgentes, no urgentes, importantes y no importantes.

Cuarto Hábito: Pensar en Ganar-Ganar. Este hábito indica que nuestras relaciones con
otros seres humanos siempre deben ser de mutuo beneficio, que no existe otra opción.
Nuestra relación con un cliente debe ser ganar-ganar, si yo gano y mi cliente pierde, pierdo
al cliente. No existe otra opción, aunque a corto plazo otros tipos de relaciones resulten en
ganancias inmediatas, a largo plazo vemos que son ineficaces y perjudiciales para ambas
partes. El autor explica que si después de razonar con nuestro interlocutor no logramos un
acuerdo ganar-ganar, nos queda la opción de “no hay trato”.

Quinto Hábito: Procure primero comprender y después ser comprendido. Este hábito trata
de ponerse primero en el lugar del otro, de ver las cosas desde su punto de vista. Se basa en
el refrán popular de “Todo es del color del cristal con que se mire”. Es quizás el más difícil
de practicar, casi siempre pasamos más tiempo hablando que escuchando y creemos que las
cosas sólo pueden ser de la manera en que nosotros las vemos.

Sexto Hábito: La sinergia. Algunas metas las podemos lograr solos, pero las empresas
grandes sólo las podemos lograr con trabajo en equipo. Proyectos como la llegada del
hombre a la Luna o la fabricación de la Bomba Atómica son el resultado del trabajo
sinérgico.

Séptimo Hábito: Afile la sierra. Este capítulo comienza con la historia de un leñador que
se encuentra tan inmerso en su trabajo de derribar árboles que olvida que dedicar unos
minutos a afilar su sierra le haría ahorrar muchas horas de esfuerzo. Aplicado a nuestra vida
afilar la sierra se refiere a dedicar un breve espacio de nuestra vida a mejorar nuestras
condiciones físicas e intelectuales mediante el ejercicio físico y el estudio.

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