Año 6 | N°179 | febrero de 2019

EL PUMAKATARI
cinco años como vanguardia
de un transporte digno
 “Cuando uno entra en el
bus es parte de un mi-
TRANSPORTE
croclima, donde todo el
mundo es más amable,
donde se cede el asiento y
las personas se tratan con
cortesía, esto no se ve en
otro transporte”.
Omar Rocha, director de la carrera de
Literatura.

De la crisis a la
I
maginemos el siguiente escenario: un ofi-
cinista que debe tomar uno o hasta dos ti-
pos de vehículos para llegar a tiempo a su
trabajo en la ciudad todas las mañanas. Si
quiere emplear solo el transporte privado y
tradicional, deberá sortear, entre otras cosas,
vehículos saturados a los que si se quiere in-
gresar debe hacerlo en competencia salvaje
con otros pasajeros; minibuses en donde de-
berían ir nueve pasajeros cómodamente sen-
tados, hoy están adaptados para que quepan
11 o hasta 12 sujetos embutidos; sin contar el
maltrato y las interminables trancaderas. El re-
sultado es que el sufrido oficinista no solo de-
berá soportar todo ello, sino que incluso no le
quedará otra cosa que adaptarse.
Si el mismo oficinista optará por subirse a un
bus del Pumakatari, lo más probable es que
el escenario sea el siguiente: que espere el
bus en una parada, que ingrese al vehículo
de manera ordenada, que el conductor y el
anfitrión lo saluden al ingresar, que tenga un
asiento guardado y hasta alguno con cintu-
rón de seguridad, que se olvide del “puedo
aprovechar maestrito” porque también baja-
rá en una parada y para hacerlo no necesita-
rá pasar encima del resto de los pasajeros,
como sucede en un minibús. Es decir, una
especie de microclima que lo obligará tam-
bién a comportarse en consecuencia.
revolución
“Cuando uno entra en el bus es parte de un
pequeño microclima, donde todo el mundo
es más amable, donde se cede el asiento y
las personas se tratan con cortesía, esto no
se ve en otro transporte”, comenta Omar Ro-
cha, director de la carrera de Literatura.
Pero cómo se explican estas dos realidades
conviviendo en una misma ciudad, y por qué
un sistema, el tradicional, es prácticamente
insostenible. Cuáles son sus causas y hacia
dónde vamos.
Calles saturadas
A decir del secretario municipal de Movili-
dad, Ramiro Burgos, hasta el 2018 en La Paz
se tenía a más de 30.000 vehículos de trans-
porte público, lo que, entre otros, genera
que sus vías se vean completamente satura-
das y congestionadas.
Coincide con esta visión el historiador Randy
Chávez, para quien en 2008, de los 141.211
coches que ingresaron al país, el 95% eran
usados. Más aún, el 75% del parque automo-
tor nacional era transformer.
“Desde 1994 hasta 2009, el número de líneas
de transporte se incrementó de 317 a 535.
Los minibuses aumentaron enormemente y
en la actualidad es el medio de transporte
que predomina”, dice Chávez.
En este tipo de transporte, dice el experto en
movilidad urbana, Freddy Koch, “no se vis-
lumbran cambios y esas son malas noticias
para la población. Creo que se tiene que
crear un mecanismo que los ayude a desa-
rrollarse ‘en serio’ como sector o, de lo con-
trario, de mantenerse esta actitud de parte
de los transportistas, los terminará sacando
del sistema porque la situación ya es insos-
tenible”.
El cambio de chip
Es ante estado de situación que intenta res-
ponder un servicio como el Pumkatari, que
hoy cumple cinco años, y que nos muestra el
norte y el salto que puede dar el transporte
si lo que se quiere es también pensar en un
mejor ciudadano, como lo explica el exper-
to en movilidad urbana y asesor del GAMLP,
Gustavo Bejarano:
“Los ciudadanos son los primeros en de-
fender al bus, en hacer respetar las reglas
internas, sobre todo las preferenciales. Hay
personas mayores de 60 años que prefieren
ir parados porque no se sienten adultos ma-
yores, dicen: ‘este asiento es para un viejito’,
a este tipo de revolución llegamos con el Pu-
makatari”.

DE LA LLAMA AL PUMA
La historia del transporte público en la ciudad de La Paz

La llama prehispánica
En la época prehispánica se
utilizaba a la llama. En la con-
quista española, la mula, el
caballo y el buey fueron la
tracción de las carretas, lo que
se denominó como transporte
‘a fuerza de sangre’, predomi-
nante durante la constitución
de la República de Bolivia, a
fines del siglo XIX.
El tranvía (1909)
La empresa The Bolivian Ge-
neral Interprise implementó el
servicio. 40 carros recorrían 5
rutas: Central Chijini – San Jor-
ge, calle Loayza – Sopocachi,
avenida 12 de Julio – Centena-
rio, plaza Murillo – Miraflores y
San Jorge – Obrajes. Luego
pasó a Bolivian Power hasta el
colapso del servicio en 1951.
Góndolas y taxis (1925)
En 1904, el comerciante Jesús
Aguayo trae a Bolivia el primer
automóvil a motor. En 1919 se
inicia el servicio de transporte
público. Son los primeros taxis
y buses “góndolas”, “chauche-
ros” (6 puertas) o cajoncitos
(4). La Paz avanza con aveni-
das como la Camacho, Maris-
cal Santa Cruz y Busch.
Colectivos (1930)
Son buses grandes de trans-
porte masivo que llevaba al-
rededor de 60 pasajeros. Hoy
aún circulan coches que datan
de los años 60. Las llamadas
“líneas tradicionales”, con el
tiempo, se convirtieron en los
primeros sindicatos: Litoral,
Eduardo Avaroa, San Cristóbal
y Villa Victoria.
Radiotaxis (1948)
En 1948, los taxistas ya presta-
ban el servicio de radiotaxi, es
decir que acudían al llamado
telefónico de sus clientes. En
1965 se contaba con 2.700
taxis, esta época era el preám-
bulo al surgimiento de trufis y
“rapiditos”. Se cobraba entre
10 y 18 pesos, por una perso-
na, 15 y 18, por dos.

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 CALIDAD

El Pumakatari, vanguardia del

transporte como derecho social

E
l día de doña Ángela Jalja comien-
za a las 5.00. Ella vive por el hospital
Juan XXIII, en Munaypata y se ade-
lanta a la salida del sol, pues debe
llegar a tiempo a su puesto laboral
en la calle 15 de Calacoto. Desde su zona,
en el excamino al Bosquecillo, toma un micro
de transporte público para llegar a la plaza
Camacho y ahí espera el último Pumakatari
del turno nocturno.
“Nos vamos en el último nochero, porque
entramos 6.45, el nochero sale 6.15, enton-
ces sabemos a qué hora vamos a despertar y
a qué hora tenemos que llegar”, cuenta esta
mujer de unos 40 años que utiliza todos los
días el transporte municipal junto a sus com-
pañeras de trabajo.
Como doña Ángela, miles de vecinos ya han
convertido al Pumakatari en parte importan-
te de sus vidas, se han apropiado del servicio
y se enorgullecen e identifican con él. Así, el
bus deja de ser de la Alcaldía para formar
parte de todos los paceños.
¨”Si una persona no puede transportarse
de manera segura, cómoda e eficiente, no
puede acceder a otros derechos, no puede
gozar de calidad de vida, por eso es un de-
recho tan importante como el de la salud o la
educación”, dice Gustavo Bejarano, experto
en movilidad urbana y asesor del Gobierno
Municipal.
Un derecho fundamental
La gestión municipal actual tiene una premi-
sa: el transporte de calidad es un derecho
fundamental y es por esto que es necesario
dar un buen servicio a las personas. De ahí
que se aplicó una serie de medidas para que
los chóferes mejoren sus condiciones, mien-
tras paralelamente se impulsa el desarrollo
del servicio municipal.
“Imagínense si el
Estado haría negocio
con la salud o la
educación, no lo va a
hacer. Tampoco lo hará
con el transporte, que
es un servicio público”.
Luis Revilla, Alcalde
En octubre de 2017, aquí en La Paz, se ra-
tificó asumir a la movilidad urbana como
derecho social fundamental, estipulado en
la Primera Cumbre de Ciudades Líderes en
Movilidad Urbana Sustentable de América
Latina (en Lima, Perú, en agosto de 2014),
con la participación de diferentes alcaldes
de Latinoamérica.
La subvención es global
No existe un sistema de transporte público
masivo que no sea subvencionado a nivel glo-
bal, inclusive en los países más desarrollados
y más capitalistas, los sistemas de transporte
son subvencionados, Suiza en el primer mun-
do, o aquí cerca en Chile, tienen su sistema de
transporte bajo subvención del Estado.
“Todos los sistemas de transporte público
o que ofrecen buena calidad a nivel global
están subvencionados. La subvención se jus-
tifica porque el municipio está cumpliendo
un derecho social. En la medida en que se
facilita la movilidad de la gente, ésta accede
a mejores servicios y oportunidades de tra-
bajo, lo que permite la generación de ingre-
sos económicos a nivel de la ciudad”, dice
Freddy Koch, experto en movilidad urbana.
El Alcalde Luis Revilla, en una entrega de
obra, recordó a los vecinos que el transpor-
te es un derecho público, como la salud o la
educación. “Imagínese si el Estado pensara
hacer negocio con la salud o la educación.
No, no lo va a hacer y tampoco lo hará con el
transporte que es un servicio público”.
Es por ello que cada vez que se entrega una
obra a los vecinos, son ellos los que piden el
Pumakatari, demandan una nueva ruta para
su zona o que éste llegue a sus calles porque
quieren contar con un servicio eficiente y só-
lido, que trata a la gente como se merece.

Trufis (1971)
El Trufi 1, fundado por Raúl
Dulón, fue el primero en pres-
tar este tipo de transporte
en La Paz. Atendía a los veci-
nos de la zona Sur y su para-
da se encontraba en el lado
derecho de la iglesia de San
Miguel. Los chóferes y los ve-
cinos impulsaron ese servicio
más exclusivo .
El micro (1971)
Unos buses pequeños para
21 pasajeros sentados fueron
considerados como coches de
primera, lo que justificaba pa-
gar el doble de la tarifa que se
cobraba en los colectivos. Re-
produjo la desigualdad social
y trato discriminatorio a perso-
nas que llevaban bultos y favo-
reció a pasajeros pudientes .
El EMTA (1983)
Las deficiencias del servicio
gremial derivaron en la crea-
ción de la Empresa Munici-
pal de Transporte Automotor
(EMTA), con enormes buses
que circulaban por varias ciu-
dades. En 1985 pasó a manos
del municipio paceño a raíz
del D.S. 21060, lo que dio pie
al fin del servicio estatal.
Minibuses y carrys (1985)
Los denominados “rapiditos”
surgieron en 1970 y eran ve-
hículos reacondicionados de
furgonetas y combis Chevorlet,
Dodge. El mismo ciudadano lo
bautizó como minibús y junto a
los carrys, se consolidaron en la
década del 90, pero luego co-
menzaron a mostrar un servicio
insuficiente y desordenado.
El Pumakatari (2014)
La Alcaldía crea el Sistema In-
tegrado de Transporte, cuyo
objetivo es mejorar la calidad
de vida de la población. La pri-
mera modalidad del sistema
es el Pumakatari, un bus para
atender la demanda ciudada-
na de un transporte económi-
co, seguro, cómodo, moder-
no, ordenado y eficiente.

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 ANIVERSARIO

Pumakatari, un servicio con

cuerpo, mente y corazón

M
iércoles 20 de febrero de
2019. 01.20 de la madrugada.
La calle está fría y llueve. Cami-
lo tiene 11 años, su bicicleta se
ha roto, siente frío y está solo
y asustado. No tiene dinero para volver a su
casa y llora desconsolado. A lo lejos un ve-
hículo luminoso se acerca y frena; sus pro-
blemas han terminado, es un Pumakatari.
La anfitriona y el conductor lo confortan, le
abrigan y con una llamada al Centro de Con-
trol y Monitoreo ponen en movimiento toda
una maquinaria que mueve a funcionarios
de La Paz Bus, de la Defensoría de la Niñez y
la Guardia Municipal. En pocas horas Camilo
ha regresado a la seguridad de su hogar.
La Paz Bus y el Pumakatari cumplen hoy cin-
co años de servicio y el relato del párrafo
precedente, que cuenta una historia real y
cotidiana permite entender la naturaleza de
un sistema de transporte con cuerpo, con
alma y con corazón.
“Ha sido un trabajo sin duda sensacional,
de muchísima gente que nos ha brindado
su apoyo y esfuerzo. Son cinco años de un
trabajo muy duro para brindar el mejor ser-
vicio de transporte que tiene Bolivia en este
momento, el único sistema de transporte
masivo que tiene La Paz”, asesor del GAMLP,
Gustavo Bejarano.
El servicio
“El pumita”, como los usuarios lo llaman, tie-
ne la característica de ser puntual. Recorre la
ciudad de lunes a domingo y las 24 horas del
día. El único día que descansa es cuando hay
jornadas electorales.
Para el director general de La Paz Bus, Ed-
ward Sánchez, el Pumakatari es muy espe-
cial. Entre las cosas que atesora en el estan-
te de su oficina hay una matraca con forma
de un bus Pumakatari que le obsequió uno
de los artesanos de la ciudad. Para él, haber
llegado a los cinco años de funcionamiento
implica una gran transformación no solo del
transporte sino también de los ciudadanos.
“Le dimos al paceño la facilidad de encontrar
una nueva modalidad de transporte que se
diferencie del tradicional, en su calidad: en
el tipo de vehículo que utiliza, el trato que re-
cibe y del servicio que da”, aseguró Sanchez.
Ambas autoridades coincidieron —por sepa-
rado — en que La Paz Bus alcanzó ese anhelo
de los paceños de tener un transporte que
cumpla sus rutas de parada a parada, que
los lleve cómodos además de seguros, don-
de los traten bien y los lleven con un pasaje
accesible.
Parte de la ciudadanía
El ‘‘Puma’’ es un símbolo más del imaginario
paceño. En estos cinco años, la ciudadanía le
tomó cariño y no solo lo demuestra usando
el servicio habitualmente sino con su actitud
de resguardo, y, en algunos casos, de defen-
sa a este. “Las personas nos recibieron con
los brazos abiertos”, “los vecinos nos defen-
dieron cuando algunos se opusieron”, “nos
protegieron con sus manos ante amenazas
directas”, “nos abrazaron cuando más lo ne-
cesitábamos”, fueron algunas de las frases
de los operadores de los buses.

En cinco años, el Puma…

Transportó a Recorrió un total de Devolvió

47 millones de 22,9 millones 28.809 bolivianos
pasajeros, de kilómetros, y 310 dólares
equivalente a 4,2 veces la el equivalente a 572 vueltas a a sus propietarios, además
población de Bolivia. la Tierra o 33 viajes a la luna. de objetos extraviados.

|4|

La alegría de la inclusión
“El PumaKatari es una herramienta muy im-
portante para que podamos eliminar todas
barreras arquitectónicas que tenemos en la
ciudad de La Paz, para transportarnos y lle-
gar a nuestros destinos”, destaca la concejala
Andrea Cornejo.
Además de que el bus cuenta con una ram-
pa, para silla de ruedas, el personal pasó
talleres de capacitación y de sensibilización
para ofrecer un buen trato a las personas con
discapacidad. Esto generó alegría y un senti-
miento de inclusión en esa población.
La nueva wawa
El Bus Sub alimentador (BSA) llegó a La Paz
en diciembre de 2018. Este es más pequeño,
pero tiene las mismas bondades que el Pu-
makatari. Fue creado para llegar a los sitios
a los que no puede llegar el ‘‘Puma” por su
tamaño.
Será bautizado en unos días y, recién se de-
finirá la ruta que recorrerá. El prototipo del
BSA ya dio vueltas en la caótica ciudad, prin-
cipalmente en las empinadas calles, y recibió
el cariño de quienes lo vieron.
Trasladó más de
1.000 200 perritos
bicicletas al mes,
al mes. además de algunos gatos
y hasta loros.
ANIVERSARIO
Esperanzas para los adultos mayores
Usuarios de la tercera edad se apropiaron
de los buses, pasean por todas sus rutas.
Gracias a la seguridad que brinda el Pu-
makatari no necesitan estar acompañados
por sus familiares, además pagan una tarifa
preferencial.
“Es un buen servicio del Pumakatari, no es
como el del transporte público que te trata
mal, te gritan, te botan y paran donde sea.
Tiene paradas específicas y una buena aten-
ción”, dice don Fabián Choque, usuario habi-
tual del servicio.
Pumitas y usuarios de cuatro patas
Con el nacimiento del Servicio de Transpor-
te Municipal (Setram), los animales también
fueron beneficiados. Los usuarios de cuatro
patas son bien recibidos en el bus; por se-
guridad estos deben ingresar con bozal, sino
llevan uno los anfitriones les prestan. En el
caso de los perros lazarillo, el bozal no es ne-
cesario.
Además, el Setram acogió a los perros aban-
donados en los patios en calidad de guardia-
nes del Pumakatari.
Llevó Movilizó cada mes
más de 200
personas con
movilidad limitada.
|5|
Zonas alejadas
El anhelo de Wendy Patón, de 23 años, era
que de noche pueda llegar de forma segura a
su hogar, ubicado al ingreso de Chuquiagui-
llo. Su deseo se cumplió desde que funciona
la ruta integradora, que abarca tres macrodis-
tritos. “Ahora es más accesible y es más rápi-
do. Ya no hay que estar en la trancadera que
hay cuándo se viene por Villa Fátima”, dice
mientras acurruca a su bebé.
“Mi hijita está acostumbrada a que le traiga
en el Pumakatari, se siente bien”, concluye.
Transparencia
“Debe ser el proyecto público más audita-
do en la historia, de la gestión pública de la
Alcaldía de La Paz, todos los días tenemos
solicitudes y peticiones de informe de audi-
torías, de Contraloría, de varios ministerios,
como el de Transparencia, el viceministerio
de Transporte, de Diputados, de la Goberna-
ción, etc. Las respondemos inmediatamente
y nos llena de orgullo porque demarca el
esfuerzo realizado, la transparencia es indis-
pensable para cualquier proyecto público”,
dice Gustavo Bejarano, asesor del GAMLP.
 GENTE

Cinco historias reales sobre ruedas

Más allá de las cifras y de los datos, los cinco intensos años del Pumaka-
tari están construidos por instantes, pedazos de las experiencias de las
personas de adentro de la institución y, especialmente, por los usuarios.

¡El Puma, al rescate! Adiós a la pumacebra

Don Andrés, de 48 años, trabaja las no-
ches de los fines de semana en restaurantes
del centro paceño. Como por noche gana solo
Bs 250 irse en taxi a su casa, en la Periférica, no es
una opción. Una madrugada mientras esperaba mi-
nibús en la plaza Eguino tres personas se le acercaron.
Amenazado, caminó a la avenida América, mientras era per-
seguido. Asustado llegó a la plaza Alonso de Mendoza donde
vio a un Pumakatari a la espera de pasajeros. Corriendo entró al
bus. ‘‘Lo único que pensaba era salvar mi vida”, recuerda.
Al verlo, la anfitriona se dio cuenta que algo le pasaba. Esta
preguntó a sus acechores, que intentaron subir, a dón-
de iban. Ellos contestaron un destino distinto a
la de su ruta; ella trancó el paso y estos se
fueron. De ese modo, Andrés
llegó a su casa sano y
a salvo.
Al terminar el segundo año de vigencia
del Pumakatari, una de mejores anfitrionas
y cebras que tuvo La Paz Bus, Carmen Rosa
Chirinos falleció. Ella era anfitriona de la ruta Vi-
lla Salomé, vivía en El Alto y debía salir muy tem-
prano para estar en el patio del Centro de Transferen-
cia a las 6:00 am.
Una mañana de marzo de 2015 fue atropellada antes de
llegar al trabajo. El responsable se dio a la fuga. El grupo de
nocheros del Pumakatari que la vio en el piso trató de ayudarla,
pero ya era tarde. Carmen había partido.
Sus compañeros lamentaron su deceso y recolecta-
ron dinero y colocaron una cruz de fierro en
el lugar del accidente. A partir de en-
tonces le rezan y le ponen
flores.

Persecución de película Alfombra de mantas

Mercedes Quispe, una de las primeras conductoras del Karen Cuevas, que era una de las primeras anfitrionas
“Puma”, aún recuerda que en la calle 4 de Obrajes un en 2014, recuerda que en la inauguración del servicio
micro amarillo le raspó el retrovisor, que cayó al instante, estaba en el segundo bus que recorrió desde Chasqui-
mientras el conductor del otro auto se daba a la fuga. “Los pampa hasta Pampahasi.
usuarios se enojaron más que yo: “¡sígalo!, ¡sígalo!, ¡que
no escape!”, me decían e iniciamos la persecución porque ‘‘Era increíble cómo la gente se emocionaba al ver los bu-
no se veía la placa de ese bus. Fuimos por varios lugares, ses, muchos lloraban, te abrazaban y decían: ‘gracias por
llegamos a la avenida Los Leones, pero el chofer huyó ha- llegar a mi zona’. Las vecinas subían con flores y ch’allaban
cia Villa Armonía”, cuenta. los buses, nos echaban pétalos de flores para que nos
vaya bien’’.
Por órdenes del centro de control, al que dio re-
porte, paró la persecución. Los usuarios le in- ¡El niño maravillado! La imagen que nunca olvidará fue cuando a la
dicaron la ruta de ese micro. Así que al día altura del mercado de Pampahasi todas las
siguiente lo buscó. “Lo encontramos y lo “Desde pequeñito mi sobrino Lu- caseras se sacaron sus mantas y las ex-
perseguimos hasta su casa. ‘Tú me has cas Aparicio era fanático del Pumaka- tendieron en el piso cual si fuera una
chocado’, le dije. Su hijita dijo: “es tari, le gustaba los dibujos de la serpiente y gran alfombra para que pasen
que teníamos que ir al colegio”, del puma, le encantaba el tamaño de los buses los pumitas’’, rememora aún
entonces bajó la cabeza, se y tocar el timbre para bajar. Tenía su colección de emocionada.
disculpó. Luego este y buses que regalaban en las ferias dominicales y jugaba
La Paz Bus solucio- con ellos”, cuenta la comunicadora Julia Aparicio.
nó el problema
en Tránsito. A sus tres años, Lucas se puso celoso por la llegada de su nueva
hermana, así que para involucrarlo más con la pequeña le pidieron ha-
cer algo especial, buscarle un nombre. Su amor por el Pumakatari era tan
grande que quería llamarla Pumakatari. ‘‘Todos nos reímos mucho y le explica-
mos que no podía llamarse así porque los pumitas ya tenían ese nombre’’.

|6|
 PLANIFICACIÓN

Integración, el futuro del transporte

L
a Paz BUS ha dado pasos fundamen-
tales como pionero en la integración
modal y metropolitana en la perspec-
tiva de establecer un Sistema Integra-
do de Transporte en la región metro-
politana de La Paz.
Iniciado el servicio el 24 de febrero de 2014
se materializa el primer ejemplo de integra-
ción modal. El Día del Peatón, domingo 7
de septiembre de 2014, La Paz BUS dio otro
paso histórico al inaugurar el servicio Pu-
makatari Bimodal, que permite transportar
hasta dos bicicletas por bus.
Al finalizar ese año, el viernes 26 de diciem-
bre, en un esfuerzo conjunto con la Empresa
Estatal de Transporte por Cable Mi Teleféri-
co, se inauguró la primera parada de inter-
cambio modal entre buses y teleféricos de
La Paz en la Curva de Holguín en el ingreso
a Obrajes. En este lugar, se habilitó una pa-
rada de la ruta Chasquipampa que permite
el transbordo de pasajeros del Pumakatari a
la Línea Amarilla del Teleférico. Un hito en el
camino hacia la integración.
do son el Transporte Público y la Movilidad
Urbana.
El 10 de octubre de 2016 se firma de un
acuerdo de cooperación mutua entre el
Gobierno Autónomo Municipal de La Paz
(GAMLP) y la Empresa Estatal de Transporte
por Cable Mi Teleférico para trabajar por la
integración entre el Sistema de Transporte
La Paz BUS y el Sistema de Transporte por
Cable, así se inicia la integración física de las
rutas del Bus Pumakatari de Caja Ferroviaria
y la Estación de la Línea Roja del Teleférico el
ascenso y descenso de pasajeros. Lo propio
ocurrió con la Estación de la Línea Verde gra-
cias a la integración con los buses de la ruta
Irpavi II.
El 13 de octubre del mismo año, el alcalde
de La Paz Luis Revilla, la alcaldesa de El Alto
Soledad Chapetón y el gerente de Mi Tele-
férico, César Dockweiler, firmaron una decla-
ración para la promoción del ciclismo en el
área metropolitana, utilizando los buses de
ambas ciudades y el sistema por cable como
medio de transporte.
Estos esfuerzos deben estar enfocados en el
mediano plazo hacia una integración de ope-
ración, infraestructura y tarifaria, de manera
que los usuarios sean beneficiados de mejor
manera al contar con más modalidades de
transporte para llegar a su destino y ejercer
su derecho social a la movilidad urbana.

El 8 de julio de 2015, con motivo de la llega-

da del Papa Francisco, el Servicio de Trans-
porte Municipal (Setram), unió las ciudades
de La Paz y El Alto a través de tres modalida-
des de transporte: Bus Pumakatari, Teleférico
y el entonces Bus Sariri (ahora Wayna Bus) de
El Alto. Ese día, el Setram habilitó una parada
provisional en la Línea Verde del Teleférico
en el ingreso a Irpavi para que los usuarios
puedan llegar al campo Papal. También en
la parada Curva de Holguín se hizo lo mismo
con la Línea Amarilla. En la ruta Inca Lloje-
ta, colindante con la zona de Ciudad Satéli-
te del municipio de El Alto, los Pumakataris
ampliaron su servicio hasta la rotonda la ave-
nida Del Policía donde los usuarios hicieron
transbordo con el bus Sariri y, de esta mane-
ra, llegar al campo Papal.

El 23 de septiembre de 2015, el alcalde Luis

Revilla y la alcaldesa de El Alto, Soledad Cha-
petón, suscriben un Convenio de Coopera-
ción Intergubernativo que tiene por objeto
establecer una relación de coordinación y
cooperación interinstitucional que posibi-
lite generar y desarrollar políticas, planes,
programas de cooperación estratégica que
contribuyan al mejor desarrollo de compe-
tencias de ambas entidades autónomas, uno
de los pilares fundamentales de este acuer-

Estos esfuerzos deben

estar enfocados hacia
una integración de
operación, infraestructura
y tarifaria, de manera
que los usuarios sean
beneficiados con
más modalidades de
transporte.
|7|
 El Gobierno Autónomo Municipal de La Paz
respecto al contrato con Tersa S.A.
Ante denuncias que pusieron en tela de juicio la relación contractual entre el Gobierno Autónomo Municipal
de La Paz (GAMLP) y la empresa Tratamiento Especializado de Residuos Sólidos y Servicios Ambientales S.A.
(TERSA S.A.), aclaramos a la comunidad:
CONTRATOS: • La empresa TERSA S.A. fue sancionada por el
GAMLP por infracciones al contrato sin ninguna
• El contrato original de “Concesión de Relleno contemplación.
Sanitario de Alpacoma” por 20 años y “Actividades
de Cierre y Mantenimiento del exRelleno Sanitario • No existe ninguna irregularidad en la relación
de Mallasa” por 10 años fue firmado el 12 de contractual entre el GAMLP y la empresa TERSA
septiembre de 2005 por el entonces Alcalde Juan S.A., lo que existe es la intención desmedida de
del Granado. (CONTRATO: GMLP/1746-05). desacreditar a quienes no son afines al partido en
función de Gobierno.
• Ese mismo contrato de 2005 fue modificado en
2006 y 2010 también por el exAlcalde Juan Del
Granado. MULTAS:

• El contrato dispone el término de 10 años para
el cierre y mantenimiento del relleno de Mallasa,
debiendo realizarse posterior a ello una auditoría
ambiental.
• Antes de que concluya el contrato de Mallasa, se
modificó el plazo a fin de que TERSA S.A. cumpla
con la obligación de llevar adelante una auditoría
ambiental, medida que solo podía realizarse una vez
cumplidos los 10 años como dice el mismo contrato
GMLP/1746-05, en su cláusula 6.2.
• En 13 años TERSA S.A. fue multada por el GAMLP
con Bs 2.575.581,03
1. Entre 2006 y 2018, dentro del contrato
por Alpacoma, TERSA S.A. fue multada en
14 oportunidades con la suma total de Bs
1.208.252,33. Los recursos fueron ejecutados.
2. En 2019, dentro del mismo contrato por
Alpacoma, TERSA S.A. fue multada con Bs
958.088,92.

• Una vez realizada la auditoría ambiental, así como las
bases de una nueva contratación y, para continuar
con el cierre de Mallasa, en 2017 el GAMLP tomó
la decisión de contratar a la Empresa Municipal de
Áreas Verdes Parques y Forestación (EMAVERDE) y
no ampliar el contrato con TERSA S.A. por otros diez
años más (aun cuando lo recomendaba la auditoría
realizada y el propio contrato de 2005 lo permitía).
• No hay asidero legal en la denuncia de un supuesto
favorecimiento a la empresa TERSA S.A. de parte
del GAMLP, considerando que la esposa del Concejal
Fabián Siñani trabajó desde 2013 con esa empresa
atendiendo procesos laborales y el legislador fue
elegido como tal dos años después, en 2015.
3. Entre 2006 y 2018, dentro del contrato
por Mallasa, TERSA S.A. fue multada en
13 oportunidades con la suma total de Bs
409.239,78. Los recursos fueron ejecutados.
AUDITORÍA:
• Desde agosto de 2016 hasta mayo de 2017, el
GAMLP efectuó la “Auditoría Ambiental Voluntaria
a las Actividades de Cierre y Mantenimiento” del
relleno sanitario de Mallasa, dispuestas por la
cláusula sexta del contrato GMLP-1746-05.

• Según Fundempresa, Tersa S.A presentó, entre

2006 y 2017, un total de 17 poderes, en ninguno
de ellos aparece el nombre de la esposa de Siñani,
Maricruz Medrano, quien no fue representante legal
de Tersa.