Sei sulla pagina 1di 14

RESEÑA

BÍBLICA
MEMORIA Y ESCRITURA
EN EL EVANGELIO
DE JUAN
Carmen Soto Varela (coord.)

Nº 95
verbo divino 2017 / III
MEMORIA Y ESCRITURA
EN EL EVANGELIO
DE JUAN
Coordinadora: Carmen Soto Varela verbo divino

Nº 95 • 2017 / III

Editorial........................................................... 2 Mujeres en la memoria colectiva


del cuarto evangelio ........................................ 41
‹êÝÝĆĭģġĬģĬþʼnÂƌÝÁ Carmen Picó Guzmán
Recordar en el Espíritu para llegar
a la verdad completa: memoria Sección abierta
y relecturas en el evangelio de Juan ........... 5 WºŻõŏĽºÚáđºŁºĘºĽýʼnºĚºáĚáđComentario
Carmen Bernabé Ubieta sobre Juan de Orígenes de Alejandría .......... 51
Carmen Soto Varela
El rostro de Jesús en el evangelio de Juan ... 14
Ana Unzurrunzaga Hernández
Sección didáctica
La acción de Jesús en el templo: ¿Un evangelio «espiritual»? ........................ 61
un ejemplo de la presencia José Luis Albares Martín
del Antiguo Testamento en Juan ................. 23
Ianire Angulo Ordorika
Sección informativa
Vida y muerte en el evangelio de Juan ....... 32 ġđáʼnÿĚÒýÒđýġõĽ»ŻÔġ ........................................ 70
Estela Aldave Medrano Noticias ............................................................... 70
Editorial
acontecimientos históricos para comprender y
dar sentido al presente y proyectar su futuro.
Esta perspectiva que propone la memoria co-
lectiva es una herramienta valiosa para ilumi-
nar los textos de la Escritura.
En el caso del evangelio de Juan, la relectura
de las tradiciones heredadas y la reflexión con-
creta que hace sobre los acontecimientos de la
vida de Jesús desvelan mucho de la comunidad

M
aurice Halbwach a finales del siglo pa- que lo hizo posible, de sus desafíos y sus pro-
sado desarrolla, desde una perspectiva puestas. En sus sucesivas relecturas, las comu-
sociológica, el concepto de memoria nidades van profundizando en la identidad de
colectiva, con el que evidencia cómo los recuer- la persona de Jesús de Nazaret hasta llegar a la
dos, aun siendo individuales, se construyen so- confesión cristológica tan característica de los
cialmente. Son los grupos a los que pertenece- grupos joánicos. Estas relecturas son actualiza-
mos y los contextos sociales y culturales en los ciones de su memoria colectiva, una memoria
que nos movemos los que conforman el qué y que sostenía su identidad como grupo y desde
cómo recordamos, los que nos permiten rete- la que, no sin dificultades, pudo incorporar-
ner significativamente el pasado. se a la gran Iglesia, aportando su novedad y su
El pasado no se puede recuperar tal como personal caminar en la fe.
fue, pero sí podemos acercarnos a él desde los Desde este trasfondo, las autoras de este nú-
documentos y otros restos materiales que han mero de Reseña Bíblica nos acercan al evange-
llegado hasta nosotros, lo que nos posibilita lio de Juan estudiando diferentes aspectos del
su reconstrucción. Esta reconstrucción supo- complejo y fascinante mundo que constituye
ne una mirada propia de cada generación, que la narrativa de esta obra.
necesita volverse a sus textos fundantes, a sus Carmen Bernabé, en una visión de conjunto,
antepasados y antepasadas relevantes y a los plantea cómo las dinámicas propias de la me-

2
moria permiten comprender el camino que, a la que, como creyentes en Jesús, han de afrontar
luz del Espíritu, hizo la comunidad joánica para las situaciones límites de la existencia sin perder
afrontar las diferentes situaciones que le tocó la fe y la esperanza.
vivir y cómo estas situaciones le ayudaron a Carmen Picó nos invita a mirar los personajes
releer su pasado fundante. femeninos que aparecen en el cuarto evangelio.
Ana Unzurrunzaga nos presenta la forma tan El recuerdo vivo y significativo que el evangelis-
personal que el cuarto evangelio tiene de recor- ta tiene de ellas transparenta también el valor
dar la vida y la persona de Jesús. La identidad de que estas mujeres tuvieron como referentes para
Jesús que se va revelando a lo largo del texto di- la comunidad joánica.
seña respuestas a las preguntas de una comuni- Carmen Soto propone un acercamiento a la re-
dad que se está definiendo hacia dentro y hacia lectura de la figura de la samaritana en el Co-
fuera a partir de su fe en Cristo resucitado. mentario al evangelio de Juan de Orígenes como
Ianire Angulo, a través del relato de la acción ejemplo de cómo el recuerdo de las figuras re-
de Jesús en el templo, nos acompaña en un re- levantes del pasado ofrece claves para afrontar
corrido por el modo en que Juan incorpora el los conflictos identitarios y doctrinales que vive
pasado fundante de Israel como marco prima- una colectividad.
rio desde donde entender y actualizar la vida Todas estas miradas permiten un acercamien-
de Jesús, pero también por los diversos modos to original al evangelio de Juan que puede acti-
de incorporar a la narración textos, referencias var de nuevo nuestra memoria e iluminar nuestro
o imágenes del Antiguo Testamento que mues- presente para afrontarlo con esperanza y pasión.
tran cómo la fe en Jesús ilumina de una forma
nueva la Escritura judía.
Estela Aldave plantea cómo la comunidad
jónica expresa sus creencias sobre la vida y la
muerte articulando su herencia judía con la ex-
periencia novedosa que supone la fe en la resu-
rrección. El recuerdo de la resucitación de Lázaro Carmen Soto Varela
le permite al evangelista transmitir el modo en

3
Sección
ġĬģĬþʼnÂƌÝÁ

4
RECORDAR EN EL ESPÍRITU PARA
LLEGAR A LA VERDAD COMPLETA
MEMORIA Y RELECTURAS
EN EL EVANGELIO DE JUAN

Carmen Bernabé Ubieta

¿Es posible seguir leyendo el Nuevo Testamento, y en concreto el evangelio de Juan,


un texto de hace 20 siglos, con un lenguaje y unos esquemas culturales tan diferentes
a los nuestros, y que nos siga diciendo algo vital para nuestro hoy? ¿Es legítima
cualquier actualización? ¿Podemos hacer decir al texto cualquier cosa? ¿Cómo hacer
vivo el mensaje fundante que transmite sin traicionarlo ni adulterarlo? Este artículo
desarrolla la forma en la que las comunidades joánicas releyeron su tradición,
las circunstancias que las exigieron y los peligros que afrontaron al hacerlo.
Su experiencia puede iluminar nuestro hoy.

1. LA MEMORIA Y EL RECUERDO: «Cuando fue levantado de entre los muertos, se


acordaron sus discípulos de esto que había dicho y
LA DINÁMICA FUNDAMENTAL creyeron en la Escritura y en las palabras que había
EN EL EVANGELIO DE JUAN dicho Jesús» (Jn 2,21).

En el evangelio de Juan, el recordar tiene una im- El evangelista, en su papel de narrador, hace es-
portancia extraordinaria: ta observación a propósito del gesto de Jesús en el

5
templo que acababa de describir y de las palabras ʼnáĚÚἣŏŁýõĚýŻÔºÚġˊ«Sus discípulos se acordaron de
acerca de su destrucción y reconstrucción que se que estaba escrito: “El celo por tu casa me devorará”»
ponen en labios de Jesús: (v. 17). Esa relectura había permitido entenderlo en
un primer nivel. Sin embargo, años después, en una
«Los judíos le contestaron: “Cuarenta y seis años
situación nueva, los grupos joánicos hacen de nuevo
se ha tardado en construir este santuario, ¿y tú lo vas
memoria, vuelven a releer la tradición recibida des-
a levantar en tres días?”» (Jn 2,20).
de su vivencia de fe y encuentran en aquel ges-
Como les sucedía a las autoridades to y en la razón que lo motivó un nuevo
judías, en aquel momento los dis- ŁýõĚýŻÔºÚġÚáŏĚºĹĽġóŏĚÚýÚºÚýĚŁġŁ-
cípulos no llegaron a comprender pechada. Ni el mismo Jesús podía
áđŁýõĚýŻÔºÚġĹĽġóŏĚÚġÚáºļŏáđ ÔġĚġÔἠáđ ºđÔºĚÔá ŁýõĚýŻÔºʼnýŢġ
gesto. No podían hacerlo. Tuvo del gesto, puesto que este ha
que producirse un suceso deci- La experiencia surgido del hecho del aconte-
sivo para llegar a entender el pascual permitió desarrollar cimiento pascual y la presen-
alcance profundo de aquella cia viva del Paráclito, que les
acción simbólica que habían
la trascendencia de lo que ha hecho descubrir, a quienes
visto: habían vivido, visto y oído creen, una dimensión y cuali-
dad única que él no podía sa-
«Pero él hablaba del santua- ber. Hemos de tener presente
rio de su cuerpo» (Jn 2,21). que su esperanza de resucitar no
parece haber ido más allá de la fe
Tuvieron que tener la experien-
áĚđºĽáŁŏĽĽáÔÔýĢĚŻĚºđõáĚáĽºđļŏá
cia pascual, tras la muerte de Jesús,
tenían los fariseos y quienes creían en
para llegar a desarrollar la trascenden-
lo que era una novedad relativa en la fe de
cia de lo que habían vivido, de lo que habían
Israel.
visto y oído. Esta frase del v. 21 recoge de forma
ŁŏĘºĽýº đº ĽáżáŨýĢĚ ʼnáġđĢõýÔº ĚºÔýÚº ũ ĹĽġóŏĚÚý- Ese mismo ejercicio de memoria se nos transmite
zada al calor de la experiencia de fe, la escucha en Jn 12,16, cuando Jesús entra en Jerusalén a lomos
repetida de la palabra recibida y actualizada en el de un pollino:
culto al que llegan las comunidades joánicas. Esa
«Esto no lo comprendieron sus discípulos de mo-
simple sentencia encierra el ejercicio de recuerdo
ĘáĚʼnġˋĹáĽġˋÔŏºĚÚġSáŁŐŁóŏáõđġĽýŻÔºÚġˋÔºũáĽġĚáĚ
y relectura creyente comunitaria del pasado fun- la cuenta de que esto estaba escrito sobre él y de que
dante testimoniado, transmitido y plasmado en el era lo que le habían hecho».
evangelio.
En este pasaje de Juan se puede apreciar también De nuevo, un gesto simbólico del Jesús de la his-
que el gesto de Jesús ya había sido releído antes a la toria es recordado después de la experiencia pas-
luz de la Escritura, en concreto el Sal 69,10, para en- cual, releído mediante la alusión a la Escritura,

6
profundizado y comprendido de forma nueva. La Recordar lo acontecido y descubierto en Jesús, tal
comprensión inmediata de un hecho del pasado es como lo testimonian los evangelios, supone una re-
ĽáÔġĚŻõŏĽºÚººđºđŏűÚáŏĚºáŨĹáĽýáĚÔýºĹġŁʼnáĽýġĽˋ trospección iluminadora del sentido profundo del
đºĽáŁŏĽĽáÔÔýĢĚˢõđġĽýŻÔºÔýĢĚˋļŏáÚáŁÔŏÒĽáŏĚúġ- pasado fundante que se proyecta en el presente co-
ĽýűġĚʼnáŁýõĚýŻÔºʼnýŢġĘŏÔúġĘ»ŁĹĽġóŏĚÚġũŁýõĚý- ĘŏĚýʼnºĽýġˋºđļŏáýđŏĘýĚºáýĚŢýŁʼnáÚáŁýõĚýŻÔºÚġˑ
ŻÔºʼnýŢġˑ El recuerdo del pasado fundante descubierto en
Los textos analizados muestran muy bien que el SáŁŐŁ ÚáÒá ºÔʼnŏºđýűºĽ Łŏ ÚýĘáĚŁýĢĚ ŁºđŢÿŻÔº Ĺº-
recuerdo no consiste en conservar los hechos del ra el presente de la vida comunitaria. El evangelio
pasado inmóviles y archivados, sino en ordenarlos de Juan utiliza aquí de nuevo una prolepsis1, co-
en una perspectiva que permita descubrir su alcan- mo había hecho ya en los pasajes vistos más arriba
ÔáũŁŏŁýõĚýŻÔºÔýĢĚĘ»ŁĹĽġóŏĚÚºáĚáđúġũũĹºĽº ˟ʣˋʣʢ˖ ʢʣˋʢʧˠˋ ÔġĚ đº ŻĚºđýÚºÚ Úá ĽáżáŨýġĚºĽ ŁġÒĽá
el hoy. Para el evangelio de Juan, «la memoria es esa unión entre ese pasado y la vida de fe de las co-
una combinación compleja de testimonio, recuerdo, munidades que releen el evangelio bastante tiempo
fe y Escritura» (Tom Thatcher 2005: 82). después y en circunstancias distintas y difíciles:

Os he dicho todo esto para que no sucumbáis en


2. RECORDAR EL PASADO FUNDANTE la prueba. Porque os expulsarán de la sinagoga. Más
PARA EL PRESENTE DE LA FE aún, llegará un momento en que os quitarán la vida,
convencidos de que con ello rinden culto a Dios. Y
Re-cordarŁýõĚýŻÔºŢġđŢáĽºĹºŁºĽĹġĽáđÔġĽºűĢĚ˟Úáđ harán eso con vosotros porque no conocen ni al Padre
latín cor- cordis) –donde, según la antropología ni a mí. Os lo digo de antemano para que, cuando
de la época, estaba la sede del conocimiento- los suceda, recordéis (mnêmoneúête) que ya os lo había
ºÔġĚʼnáÔýĘýáĚʼnġŁġŢýŢáĚÔýºŁŁýõĚýŻÔºʼnýŢġŁˋĹºĽºļŏáˋ anunciado» (16,1-4).
ŁýʼnŏºÚġŁáĚŏĚúġĽýűġĚʼnáĚŏáŢġũĽáÔġĚŻõŏĽºÚġŁáĚ
ŏĚʼnġÚġĽáĚġŢºÚºĘáĚʼnáŁýõĚýŻÔºʼnýŢġˋŢŏáđŢºĚºýđŏ- La vida de Jesús y sus enseñanzas son recorda-
minar e impulsar la existencia. ÚºŁũĽáđáÿÚºŁºđºđŏűÚáđºŁýʼnŏºÔýĢĚÚáÚýŻÔŏđʼnºÚũ
Según J. Zumsteim, el evangelio de Juan consi- ostracismo que vivían algunos grupos joánicos con
dera la vida histórica de Jesús de Nazaret como el áđŻĚÚáýđŏĘýĚºĽđºĘºĚáĽºÚáŢýŢýĽáŁáĹĽáŁáĚʼnáũ
pasado fundante porque, desde la fe pascual, se ve encarar el futuro.
como el lugar privilegiado de la manifestación de
Dios (Zumsteim 1991: 157). Por tanto, contar la vida
de Jesús es contar a Dios y hacerle hablar para el 1
La prolepsis es un recurso narrativo mediante el cual se
hoy de cada comunidad. Esa vida y su interpretación le da a conocer al lector un hecho futuro, rompiendo así la
han quedado testimoniadas en el evangelio. Una vez línea temporal de la narración. Su función es generar ex-
pectativa o dar información. Al evangelio de Juan le sirve
plasmada en los evangelios, poder recordar la vida para hacer ver la relación entre el suceso del pasado fun-
de Jesús como espacio de manifestación y encuentro dante que se está recordando mediante la narración y la fe
con Dios exige la relectura de esos textos. actual de las comunidades.

7
Puede surgir la duda de si esas relecturas no son, No cabe ninguna duda de que la Biblia es uno de
en realidad, una imposición que se hace al texto de esos libros en los que se reconoce un sentido su-
perspectivas que su autor no contemplaba y si no se praliteral (llamado «espiritual» en la IBI II.B.2).
está sacando del texto más de lo que tiene cuando, En las páginas de ambos Testamentos encontramos
al leerlo en el presente, se pretende que un escri- recogidos ejemplos del testimonio de encuentros
to tan antiguo ilumine circunstancias y situaciones salvadores con Dios en la historia y de las múltiples
tan diversas. ¿Es posible hacerlo? ¿Por qué? ¿Las relecturas que los creyentes hicieron de ellos a lo
relecturas de la historia o de la tradición pueden largo de los siglos.
realizarse de cualquier manera? ¿Cualquier resulta- Decía Pierre Bonnard que la anamnesis2 es el pun-
Úġ ĹŏáÚá ċŏŁʼnýŻÔºĽŁá ÔġĘġ ÚáŁºĽĽġđđġ Úáđ áċáĽÔýÔýġ to focal en torno al cual se construye la coherencia
de la memoria y la relectura del testimonio de la primera literatura cristiana. En efecto,
recibido? ¿Qué exige la relectura de un el Nuevo Testamento –y en concreto los
texto? ¿Es posible tomar el evangelio evangelios– surge de la experiencia
de Juan sin más y hacer una relec- de releer la tradición sobre Jesús
tura desde cualquier clave? que hacen las comunidades de los
Cuando primeros seguidores en dife-
a) El sentido supraliteral un texto es puesto rentes circunstancias comuni-
y las relecturas ʼnºĽýºŁˋ ÔġĚ áđ ŻĚ Úá áĚÔġĚʼnĽºĽ
por escrito, presenta un plus ŏĚº ĹºđºÒĽº ŁýõĚýŻÔºʼnýŢº ĹºĽº
Cuando un texto es puesto por de sentido que permite el «hoy» y dejarla plasma-
escrito, y mucho más si es un da en un escrito de forma que
clásico, en cierta forma se in- a quienes lo leen entablar
ese testimonio fuera releído en
dependiza de quien lo escribió y un diálogo con él diferentes momentos por gen-
presenta un plus de sentido, un te diversa que pudiera volver a
sentido supraliteral que permite a hacer la experiencia del encuen-
quienes lo leen entablar un diálogo tro salvador con Dios en Jesús de
con él desde situaciones muy diversas Nazaret muerto y resucitado.
y encontrar perspectivas novedosas pa-
El fenómeno de las relecturas está muy
Ľº ÔýĽÔŏĚŁʼnºĚÔýºŁ ÚýóáĽáĚʼnáŁˑ $ºŢýÚ ĽºÔũ ÚáŻĚá
presente en los escritos joánicos; y no solo en el
como clásicos a «aquellos textos que aportan un
evangelio, sino también en las cartas. Al analizar el
áŨÔáŁġũŏĚºĹáĽĘºĚáĚÔýºÚáŁýõĚýŻÔºÚġĹáĽġļŏáˋ
hecho de la relectura de la tradición en estos escri-
sin embargo, se resisten siempre a la interpretación tos, podemos observar el esfuerzo por hacer rele-
ÚáŻĚýʼnýŢºˑŏĚļŏáŁáºĚĘŏũĹºĽʼnýÔŏđºĽáŁáĚŁŏġĽý-
gen y expresión, los clásicos tienen la posibilidad de
ser universales en su expresión, los clásicos tienen
la posibilidad de ser universales en su efecto (David 2
âĽĘýĚġļŏáŢýáĚáÚáđõĽýáõġũŁýõĚýŻÔºúºÔáĽĘáĘġĽýº
Tracy, 1977: 28)». de un hecho relevante, recordándolo.

8
vante en cada nuevo hoy comunitario el testimonio áĚ áđ ŁáĚʼnýÚġ ÔĽýŁʼnġđĢõýÔġˊ SáŁŐŁ õđġĽýŻÔºÚġ đđáõº-
recibido y los problemas comunitarios que las re- ría a ser el «lugar» de la presencia de Yahvé. Se
lecturas trataban de iluminar. Así se fue realizando puede ver aquí la profundización que las comuni-
la profundización en el conocimiento de la persona dades joánicas hicieron de la persona de Jesús y de
de Jesucristo, pero también aparecieron los peligros su trascendencia, a la luz pascual y con la guía del
y problemas que esto puede suscitar y que los gru- )ŁĹÿĽýʼnŏˋđġļŏáđġŁđđáŢĢººŻĽĘºĽļŏááĽºđºŁŏŁʼný-
pos joánicos debieron afrontar. ʼnŏÔýĢĚ Úáđ Ôŏđʼnġ ċŏÚÿġˋ Úáđ ʼnáĘĹđġ ũ Úá ŁŏŁ ŻáŁʼnºŁˑ
)ŁʼnºĹġŁýÔýĢĚđáŁÔĽáĢĘŏÔúºŁÚýŻÔŏđʼnºÚáŁũđᣣŏ-
b) Algunos ejemplos de relecturas joánicas puso la oposición y el ostracismo por parte de otros
grupos judíos que no creían en Jesús, pero también
Los evangelios son fruto del hacer memoria de
Jesús, de sus palabras y su vida interpretadas a la la incomprensión de algunos grupos que creían en
luz de la experiencia pascual y de la Escritura, se- él pero no habían llegado a esa convicción.
leccionadas por cada evangelista para responder a En el relato del lavatorio de los pies (cap. 13)
ciertas situaciones comunitarias; por tanto, pre- también se puede encontrar una relectura de estilo
sentan ya una relectura de la tradición. similar. Aunque el capítulo puede recoger más re-
El evangelio de Juan, en concreto, testimonia lecturas, nos limitamos a la que quizá es más evi-
mucho más claramente el fenómeno de las relec- ÚáĚʼnáˑ…ýáĚđġŁŢŢˑʧˣʢʢúºũŏĚºĽáżáŨýĢĚŁġÒĽááđ
turas de la tradición, pues en su texto hay huellas gesto de Jesús como autodonación (Moloney 2005:
de varias. Los grandes discursos después de los sig- 384), en los vv. 12-16 podemos ver que ha sido re-
ĚġŁˋáđĹĽĢđġõġ˟ʢˋʢˣʢʩˠũáđŁáõŏĚÚġŻĚºđ˟ÔºĹˑʣʢˠ leído en clave discipular como modelo de servicio y
son ejemplos claros de que la tradición primera relación intracomunitaria. ¿Hay aquí una confron-
–más al estilo del evangelio de Marcos– fue releída tación con otros grupos de creyentes en Jesús que
y profundizada en diferentes momentos, en nuevas tomaban la eucaristía y su presidencia como moti-
situaciones. vo de honor y dominio?
También hay otras relecturas más difíciles de En el capítulo 5, un relato de sanación (vv. 1-9b)
captar porque aparecen en un mismo pasaje y a es releído en el contexto de la polémica sobre el sá-
ŢáÔáŁĹŏáÚáĚýĚÔđŏŁġÚýŻÔŏđʼnºĽŁáõŏýĽáđÚýŁÔŏĽŁġˑ bado y la autoridad de Jesús sobre él (vv. 9c-18) que
Ya hemos visto cómo en el capítulo 2, en el gesto afrontaron los primeros discípulos y que aparece ya
que Jesús hace en el templo, hay una primera in- en los sinópticos. Pero a partir del v. 19 ya solo se
terpretación, semejante a la que se puede leer en habla de Jesús. En los vv. 19-30, mediante la forma
los sinópticos, en línea con la crítica profética de literaria de un largo discurso puesto en labios del
utilización de Dios y su culto, de privatización y Maestro, se puede apreciar una relectura más pro-
sacralización de la presencia y relación con Yahvé, piamente joánica sobre cómo la acción de Jesús es
mediante la cita de Zacarías y el Sal 69,10 (2,14-17); la de Dios, porque él no hace nada por su cuenta
sin embargo, en los siguientes versículos hay una (es el enviado plenipotenciario de Dios, al que ha
ĽáđáÔʼnŏĽº Úáđ õáŁʼnġˋ ĹĽġóŏĚÚýűºĚÚġ Łŏ ŁýõĚýŻÔºÚġ de rendir cuentas cuando vuelva a él); en los vv.

9
31-47, hay un desarrollo que señala el objeto del de Jesús vista desde la fe y puesta en sus labios una
testimonio que representa la acción de Jesús (vv. como interpretación profunda de lo que está viviendo
31-40): el Padre, cuya gloria pretende (la gloria la comunidad cuando relee el mensaje fundante que
era la presencia visible, por medio de signos, del se encontraron en la vida y persona de Jesús.
Dios invisible) (vv. 41-47).
En el capítulo 6 hay otra serie de relecturas enca- c) Recordar y releer en la dinámica del Espíritu
denadas, en las que se puede detectar una relectura Esta relectura no es un simple ejercicio intelectual,
eucarística (vv. 51-59) de la interpretación de Je-
sino una lectura creyente. Tanto el evangelista co-
sús a la luz de Moisés, y un problema con algunos
mo los seguidores joánicos de Jesús sentían que es-
miembros de las comunidades joánicas ante estos
te proceso de relecturas, que había surgido en la vi-
desarrollos cristológicos a los que iban lle-
da comunitaria y en el culto, estaba guiado
gando (vv. 60-71).
por el Espíritu que se creía presente en
Y en los llamados «discursos del la comunidad: «Cuando venga él, el
adiós» (caps. 15–17) podemos en- Espíritu de la verdad, os guiará hasta
contrar dos fases en la relectura la verdad completa» (Jn 16,13). La
Úáđ ŁýõĚýŻÔºÚġ Úá đº ĘŏáĽʼná Úá El proceso comunidad experimentaba este
Jesús desde el horizonte de la de relecturas, que había Espíritu que llega tras la vuel-
experiencia pascual de su ele- ta de Jesús al Padre (14,16-17;
ŢºÔýĢĚ ˟õđġĽýŻÔºÔýĢĚˠˑ )Ě áđ surgido en la vida comunitaria
16,8-13) como la nueva forma
último versículo del capítulo y en el culto, estaba guiado de la presencia de Jesús resu-
14, se introduce una frase de
por el Espíritu que se creía ÔýʼnºÚġˋ õđġĽýŻÔºÚġ ũ Ţŏáđʼnġ ºđ
Jesús: «Levantaos, vámonos Padre, que les iba acompañan-
de aquí», que se puede inter- presente en la comunidad do e iluminando en el camino.
pretar como una transición es-
De todo lo dicho hasta aquí, se
pacial que, sin embargo, da paso
puede deducir que, en el evangelio
a otro largo discurso que abarca los
de Juan, el hecho de recordar y re-
caps. 15–16 y que, en realidad, releen y
leer el testimonio de la tradición era un
profundizan el primer discurso del cap. 14,
acto complejo. Además de los recuerdos más o
mediante la alusión a la conducta que debe tener el
ĘáĚġŁºŏʼnġÒýġõĽ»ŻÔġŁÚáºÔġĚʼnáÔýĘýáĚʼnġŁŢýŢýÚġŁ
grupo de discípulos; a cómo deben comportarse an-
˟ʣʡˋʤʡˣʤʢ˖ʣʢʣʥˠˋÔŏũġŁýõĚýŻÔºÚġĹġÚÿºŁáĽºĘÒý-
te la hostilidad del mundo que les rodea y no acepta
guo, fueron decisivas tanto la creencia en el destino
a Jesús; a la transformación que supone considerar
Úá SáŁŐŁ ˟đº õđġĽýŻÔºÔýĢĚˠ ÔġĘġ đº ýĚʼnáĽĹĽáʼnºÔýĢĚ
desde la fe pascual toda la realidad y la existencia,
de las Escrituras desde esa creencia (interpreta-
así como a su relación con Jesús glorioso. Continua-
mente, mediante numerosas prolepsis, se hace una ción mesiánica). De hecho, en Juan, el verbo «re-
lectura de la realidad comunitaria desde la historia cordar» (mnêmoneuô) recoge tanto la colección de
recuerdos de los discípulos como su interpretación

10
mesiánica de las Escrituras, que profundiza en unos ambas partes conocían la tradición joánica que ha
y otras al ponerlos, en relación dialéctica, en un llegado a nosotros a través del cuarto evangelio, pe-
horizonte nuevo y bajo la guía del Espíritu. ro también que ambas la interpretaban de formas
bastante diferentes, hasta llegar a la separación.
Los ámbitos en los que las relecturas parecen
3. CRISIS DEL RECUERDO: haberse diferenciado son la cristología, la ética, la
MÚLTIPLES RELECTURAS Y CONFLICTO áŁÔºʼnġđġõÿºˋġýÚáºÚáđʼnýáĘĹġŻĚºđˋũđºĹĚáŏĘº-
DE INTERPRETACIONES tología sobre la acción del espíritu. Según Brown,
más que negar la realidad de la existencia humana
El hecho mismo de reconocer la posibilidad de un de Jesús, habrían negado la importancia de la en-
sentido supraliteral en un texto apunta ya al con- carnación en el plan de salvación, como parece re-
żýÔʼnġ Úá ýĚʼnáĽĹĽáʼnºÔýġĚáŁˑ )Łʼnġ ᣠđġ ļŏá úº ŁŏÔá- cogerse en 1 Jn 4,2-3. La importancia de este tema
dido a lo largo de la historia con la interpretación queda patente porque aparece en múltiples lugares
del Evangelio y de ciertas enseñanzas de Jesús. Y de la carta (2,22.23; 3,23; 4,15; 5,1.5-6). En cohe-
sucedió también en los grupos joánicos al releer la rencia con lo anterior, habrían negado también la
tradición de Jesús. ýĘĹġĽʼnºĚÔýº ŁºđŢÿŻÔº Úá đº âʼnýÔºˋ áđ ÔŏĘĹđýĘýáĚʼnġ
Ya se ha mencionado cómo algunas relectu- de sus mandamientos (2,4-8) o del amor efectivo
ras de la tradición que quedaron recogidas en el al hermano (2,9-11; 3,14-18.23-24; 4,20), aunque
evangelio de Juan, parecían haber sido hechas Brown piensa que el problema estaba más bien en
para responder a ciertas situaciones conflictivas đºÚáŻĚýÔýĢĚÚá˥úáĽĘºĚġ˦ˑ)ĚÔŏºĚʼnġºđºáŁÔº-
(recuérdese el capítulo 6 y la llamada «relectu- tología, los adversarios del autor parecen optar por
ra eucarística»: vv. 51-59). Pero es en la prime- interpretar la tradición evangélica en la línea de una
ra Carta de Juan (1 Jn) donde se hace más palmaria escatología ya realizada y de la plena realización de
đº ĽáºđýÚºÚ Úá áŁá ÔġĚżýÔʼnġ Úá ýĚʼnáĽĹĽáʼnºÔýġĚᣠla salvación esperada, que el autor de la carta tra-
producido por diferentes relecturas de la misma ta de contrarrestar (3,1; 3,2). El cuarto ámbito de
tradición y, también, donde se ve con claridad el disputas en la relectura de la tradición es la acción
alcance de sus posibles consecuencias. del Espíritu, cuyo papel en el evangelio de Juan pa-
En 1 Jn 1,18-19 se habla de un grupo al que se de- rece ser tan importante. El Espíritu era quien debía
ĚġĘýĚº ÔġĚ áđ õĽŏáŁġ ÔºđýŻÔºʼnýŢġ Úá ˥áđ ºĚʼnýÔĽýŁ- llevarlos a la verdad completa acompañándolos en
to», sobre todo al considerar que habían sido par- ese ejercicio de recordar el pasado fundante y de
te de ellos mismos, pues se dice que «salieron de releer la tradición. Cada postura reivindica que lo
entre nosotros». Lo que parece haberles separado hace guiada y sostenida por el Espíritu (1 Jn 3,24), y
áŁʼn»ÚºÚġáĚóġĽĘºÚáºŻĽĘºÔýġĚáŁºđĘġÚġÚááŁ- con ello aparece la necesidad de discernir espíritus
lóganes: «si alguien dice…», cuyo contenido pa- (1 Jn 4,1).
ĽáÔáĽáŁĹġĚÚáĽºđġļŏáºļŏáđđġŁºŻĽĘºĚũáđºŏʼnġĽ Las alusiones a «lo que era desde el principio»
ÚáđºÔºĽʼnºĽáóŏʼnºˑ)ŁʼnºŁºŻĽĘºÔýġĚáŁĘŏáŁʼnĽºĚļŏá (1 Jn 1,1), con una expresión que recuerda al pró-

11
đġõġÚáđ)ŢºĚõáđýġˋĹáĽġļŏáŁáĽáŻáĽáºSáŁŐŁũºđ responde a su acción (1 Jn 4,2-3) o si más bien es
testimonio transmitido por el grupo al que perte- fruto de otra dinámica. En el centro de esa condi-
nece quien escribe (1 Jn 2,24), o la expresión «todo ción están la fe en la encarnación y la confesión de
el que se excede y no permanece en la doctrina de su trascendencia para el plan salvador.
Cristo, no posee a Dios» (2 Jn 9), hacen La carta 1 Jn comienza de una forma que
referencia a una tradición que ha su- recuerda al evangelio de Juan, pero no
frido diversas relecturas. En el centro ŁáĽáŻáĽáºđWġõġŁˋŁýĚġºSáŁŐŁˋºŁŏ
Las interpretaciones que el de la condición para discernir vida: «Lo que existía desde el prin-
autor de las cartas 1-2 Jn con- cipio, lo que hemos oído, lo que
sidera erradas han surgido, sin
si la relectura se ha hecho hemos visto con nuestros ojos,
embargo, de la misma tradi- en el Espíritu y responde lo que contemplamos y tocaron
ción tal como está plasmada nuestras manos acerca de la Pa-
a su acción están la fe
en el evangelio de Juan, con labra de Vida, es lo que anuncia-
su forma de presentar a Je- en la encarnación mos. Pues la Vida se manifestó, y
sús un tanto «divinizada» o y la confesión de su nosotros la hemos visto, y damos
«deshumanizada» debido a su testimonio» (1,1-2). Cualquier
trascendencia para relectura e interpretación que
insistencia en señalarle como la
presencia visible del Dios invisible el plan salvador se haga debe guardar coherencia
en un discurso mucho más concep- con lo realizado por Jesús de Nazaret,
tual que el de los sinópticos. debe mantener una relación congruente
con la historia de Jesús.
Según Jean Zumstein, la carta 1 Jn presenta una
4. CRITERIOS DE UNA RELECTURA interpretación reguladora de la memoria y de las
AUTÉNTICA DEL PASADO FUNDANTE necesarias relecturas de la tradición. Pretende pre-
cisar aquellos puntos (cristología, ética, escatología
RECOGIDO EN LA TRADICIÓN
y pneumatología) que ya habían demostrado ser
más problemáticos en las diversas relecturas hechas
«Podréis conocer en esto el Espíritu de Dios: todo
por diferentes grupos (Zumsteim 1991: 167).
áŁĹÿĽýʼnŏļŏáÔġĚŻáŁººSáŁŏÔĽýŁʼnġŢáĚýÚġáĚÔºĽĚááŁ
Úá$ýġŁũʼnġÚġáŁĹÿĽýʼnŏļŏáĚġÔġĚŻáŁººSáŁŐŁĚġᣠSin embargo, aunque, como dicen algunos auto-
de Dios; ese es el del Anticristo» (1 Jn 4,2-3). res, esta regulación parece haber dejado su huella
en el evangelio en forma de glosas que corrigieran
Si el Espíritu tenía un papel fundamental a la ho- posibles relecturas futuras similares a las que ya
ra de recordar el pasado fundante y en la relectura se habían dado (14,14-15; 15,7.16; 16,23b-24.26-27;
de su plasmación en el evangelio, quien escribe la 13,34-35;15,9-17;17,11.20-26, donde se desarrolla el
carta pone una condición para poder discernir si la tema ético y de la unidad intracomunitaria, o bien
relectura se ha hecho en el Espíritu (correcto), si 6,51c-58.66.71; 19,34, que trata la cristología), lo

12
importante es darse cuenta de que lo que no se eli- 5. CONCLUSIÓN
minó fue la tensión entre lo que parecían extremos
imposibles de mantener a la vez: Jesús como hom- El proceso de relectura del pasado fundante, tal
bre y como Logos o Yo Soy; entre el amor a Dios y al y como es plasmado en el cuarto evangelio, tiene
hermano; entre Pedro y el discípulo amado; entre el una actualidad muy grande pues señala una ten-
reconocimiento de autoridad a una persona y el Es- tación y un peligro, ambos permanentes: evitar
píritu entregado a la comunidad, etc. Esta tensión, la tensión y tratar de resolverla eliminando uno
vivida en un equilibrio inestable que toda relectu- de sus elementos cuando se pretende actualizar y
ra debía mantener si quería reinterpretar de forma hacer relevante el pasado fundante y la experien-
acertada el pasado fundante que se testimoniaba en cia de salvación que testimonia el Evangelio, es-
el evangelio, fue reconocida por la gran Iglesia, que crito para que otros pudieran hacerla en sus res-
incluyó en el canon al evangelio de Juan. pectivo «hoy». O

13

Potrebbero piacerti anche