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Lenguaje Y Comunicación
Octavo Básico.
2017
GUÍA DE TRABAJO REMEDIAL N°1
Nombre
TEXTO 1:
Lee atentamente el siguiente texto.
A. Provoca tranquilidad.
B. Provoca tensión.
C. Provoca rivalidades.
D. Provoca pavor.
ÍTEM ALTERNATIVA
1 B
2 B
3 D
4 B
5 B
6 C
7 D
8 D
9 B
10 C
GUÍA DE TRABAJO REMEDIAL N°2
Nombre
TEXTO 1:
Lee atentamente el siguiente texto y luego responde.
3. ¿Qué se puede concluir respecto a las medidas que han tomado diversas
autoridades de distintos lugares del mundo?
4. ¿A qué aludía el rey James I de Inglaterra con la siguiente frase?: “la preciada
hediondez”
TEXTO 2:
Lee atentamente y responde las preguntas.
Francisco de Quevedo
6. ¿De qué se trata principalmente el poema leído?
10. ¿Qué podemos interpretar a partir de los siguientes versos?: “Pues al natural
destierra y hace propio al forastero”
ÍTEM ALTERNATIVA
1 A
2 B
3 B
4 C
5 D
6 B
7 A
8 B
9 C
10 D
GUÍA DE TRABAJO REMEDIAL N°3
Nombre
TEXTO 1:
Lee atentamente el siguiente texto, luego responde las preguntas 1 hasta la 6.
Escena VI
CATHOS y MADELÓN
CATHOS: ¡Dios mío, querida, qué clavada tiene tu padre la forma en la materia!
¡Qué obtusa es su inteligencia y qué oscura está su alma!
MADELÓN: ¿Qué quieres, querida? Me abochorno por él. Me cuesta trabajo
convencerme que yo pueda ser realmente hija suya, y creo que, un buen día,
alguna aventura vendrá a revelarme un origen más ilustre.
CATHOS: Sería muy de creer, y tiene todas las apariencias de ello; en cuanto a mí,
cuando me contemplo…
Escena VII
CATHOS, MADELÓN y MAROTTE
MAROTTE: Ahí está un lacayo que pregunta si estáis en casa; dice que su amo
desea venir a veros.
MADELÓN: Aprended, necia, a expresaros con menos vulgaridad; decid: «Ahí está
un imprescindible que pregunta si os encontráis en adecuación de estar visibles».
MAROTTE: ¡Diantre! No entiendo latín y no he aprendido como vos la filosofía en el
Gran Ciro.
MADELÓN: ¡Impertinente! ¡No hay modo de sufrir esto! ¿Y quién es el amo de ese
lacayo?
MAROTTE: Le ha llamado el marqués de Mascarilla.
MADELÓN: ¡Ah querida mía, un marqués! Sí; id a decir que se nos puede ver. Es, sin
duda, un ingenio que habrá oído hablar de nosotras.
CATHOS: Seguramente, querida.
MADELÓN: Hay que recibirle en esta sala baja mejor que en nuestro aposento.
Aviemos un poco nuestros cabellos, por lo menos, y mantengamos nuestra
reputación. ¡Pronto!, traednos aquí el consejo de las Gracias.
MAROTTE: ¡Por vida de...! No sé qué animal es ese; hay que hablar en cristiano si
queréis que os entienda.
CATHOS: Traednos el espejo, ignorante, y guardaos mucho de mancillar su luna
con la interposición de vuestra imagen. (Vase.)
A. A la luna.
B. Al marqués.
C. Al espejo.
D. A su cuidadora.
A. Rencor.
B. Vergüenza.
C. Indiferencia.
D. Lástima.
En 1973 mi madre descubrió que tenía cáncer de pecho. Debió de suceder como
suceden esas cosas, y como le sucede a la gente como ella. Un tiempo con la
conciencia de que hay algo. Un tiempo de preocupación y de creciente certeza.
Un mención a un amigo no hace nada. Por fin una mención a mí, como al pasar.
Me ocupé de inmediato de que la viera un médico, quien realizó pruebas y no
pareció alentar esperanzas.
Lo que recuerdo de aquel breve periodo, que tuvo lugar en Little Rock, es que
después de la primera visita al médico, una vez planificadas todas las pruebas u
demás negligencias, ella, Kristina y yo pasamos juntos el fin de semana. La
ingresaban el lunes. Pero el sábado fuimos al campo, visitamos a la familia de mi
padre, sus primos, a quienes ella quería, y su tumba. Dijo que ingresaría para las
pruebas y ellos todos mayores que mi madre simularon no preocuparse. Viajamos
en su Buik sin destino premeditado, simplemente para estar juntos. Era, y de
alguna manera lo sabíamos el final de un periodo en que éramos exactamente lo
que éramos, lo que nosotros habíamos hecho y perfeccionado, habida cuenta
de lo sucedido. Algo en esas pruebas estaba a punto de cambiarlo todo, y
queríamos poner de manifiesto nuestra convicción de que eso había sido una
vida, que efectivamente, ese hábil ir y venir, esa salud, ese humor, ese afecto que
se expresaba de manera intermitente y explosiva, habían sido una vida. Habían
sido una realidad. Y nada podría cambiarla. Podíamos mirar atrás y sentirnos lo
suficientemente vivos.
La muerte se toma largo tiempo antes de culminar su tarea. Y en ese tiempo, en
esencia misma, hay una vida que debe vivirse eficazmente. Es lo que hicimos. No
nos sorprendió descubrir que la vida que habíamos confirmado aquel fin de
semana podía servirnos de sostén para continuar. Había siete años por delante,
pero no lo sabíamos. Así que continuamos de la misma manera. Volvimos a estar
lejos. A visitarnos. A insistir en que la vida es estar vivo, en la convicción de que
muy fácilmente podía ser menos.
Mi madre, pienso, sobrellevó lo mejor que pudo sus grave problemas. Le habían
extirpado el pecho. Le aplicaron radioterapia. Tuvo que afrontar el retorno a su
vida solitaria. Todo lo hizo aparentemente con un mínimo de temor y una gran
dignidad y resignación. Era como si los años previos hubieran sido una
preparación para las malas noticias.
9. ¿Qué se puede interpretar de la siguiente frase? “…ese hábil ir y venir, esa salud,
ese humor, ese afecto que se expresaba de manera intermitente y explosiva,
habían sido una vida…”
A. La vida es muy corta para alcanzar a hacer todo lo que nos proponemos.
B. Cada cosa que hacemos se valora con
C. Cada persona escoge como prefiere vivir su vida sin importar que opinen
los demás.
D. La vida es para algunos un tesoro muy valioso, pero para otros no tiene
mayor significado.
10. ¿Qué se puede concluir a partir del último párrafo del texto leído?
A. Que la madre del narrador era una mujer muy débil.
B. Que la madre del narrador nunca aceptó su enfermedad.
C. Que la madre del narrador era una mujer fuerte y luchadora.
D. Que la madre del narrador era una mujer muy solitaria.
PAUTA DE CORRECCIÓN
GUÍA DE TRABAJO REMEDIAL N°3
ÍTEM ALTERNATIVA
1 D
2 C
3 B
4 D
5 C
6 C
7 B
8 D
9 B
10 C