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UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE DERECHO

TEMA:

TRABAJO ACADÉMICO

ASIGNATURA: DERECHO CIVIL COMPARADO

DOCENTE: DR. LUIS CHERRES JUAREZ

ALUMNO: ALEX ENRIQUE LIMAY SALAZAR

SEDE: CAJAMARCA

CICLO: X

SECCION: 01

MÓDULO: II

Cajamarca, diciembre del 2018.


INTRODUCCIÓN
El derecho comparado tiene diversas ramas, siendo una de ellas el derecho civil
comparado, sobre la cual trata el presente trabajo, dejando constancia que el
derecho civil comparado, no sólo se limita a efectuar comparaciones en el
derecho civil, sino que también se debe tener en cuenta otras instituciones del
derecho comparado, dentro de las cuales podemos citar el caso de la recepción,
circulación, importación, exportación, migración, y transformación, entre otras.

El derecho civil comparado ha motivado publicaciones, las cuales no sólo pueden


ser de doctrina, sino también de otras fuentes del derecho, por ejemplo, se puede
hacer derecho comparado de jurisprudencia civil, ejecutorias civiles, principios
civiles, realidad social civil, manifestación de voluntad civil, entre otras fuentes
del derecho.

El derecho comparado es de formación relativamente nueva, pues aparece a


partir del primer congreso internacional de legislación comparada que se
desarrolló en parís en los años 1900, donde a partir del discurso del comparatista
internacional Lambert da inicio a esta nueva ciencia del derecho. Tiene como
objeto de estudio confrontar los ordenamientos e instituciones jurídicas que
existe en el mundo, analizar las diferencias y semejanzas de su estructura y las
causas de esas relaciones, con el de promover y asegurar el progreso del
derecho nacional.
TRABAJO ACADEMICO

Tema de Investigación: Realice un estudio comparativo entre una


institución jurídica del Derecho Peruano y de otro país latinoamericano de
su elección.

Institución Jurídica: Leyes De Régimen Local Y Autonomía De Las


Municipalidades.

1) Marco Teórico: Antecedentes históricos, definición, características,


clases de la institución jurídica elegida. (5 puntos)
El Municipio aparece en la historia de la humanidad como una necesidad
indispensable, para nivelar y organizar la convivencia social humana. Esto
debido a que creando núcleos sociales denominados municipios, los recursos
económicos, políticos, sociales, de infraestructura, entre otros; se canaliza y
reparten ordenadamente y previa fiscalización. Esto lógicamente considerando
que estos núcleos sociales, están sujetos a prerrogativas consideradas desde la
óptica del poder municipal. En tal sentido es importante conocer la evolución
histórica del municipio, porque nos permite primero despejar el interrogante de
porqué el hombre es social, segundo porqué el hombre se une y crea una ciudad,
tercero cómo esta ciudad conformado por un conjunto de familias-individuos se
transforma en municipio, y; esté como cuarto lugar, se configura en la célula
principal que crea una nación. En tal sentido se podría señalar que no existe
nación, no existe Estado, si en sus partes que lo integra no existe el municipio.

Las municipalidades en el mundo andino prehispánico

En la sociedad incaica asumía el gobierno el primogénito, el hijo más hábil, o el


Inca elegía al sucesor entre los varones más aptos de su panaka. La forma de
gobierno fue teocrática. Se gobernaba no por elección popular sino porque los
dioses así lo querían. A nivel popular, la antigüedad de las personas era clase y
categoría: La mayoría de edad era condición fundamental para ser "kuraka" o
"kamachikup". El concepto de democracia llegó a los andes, después de la
conquista del Perú, con los intelectuales iluministas posteriores a la Revolución
Francesa y la Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica, toda vez
que los conquistadores españoles trajeron la monarquía y el virreinato. La
democracia llegó al mundo quechua paulatinamente, después de la
independencia. Los antiguos "kurakas" fueron reemplazados por el "varayoq"
(los que tienen vara de mando), luego por los alcaldes o, como en el caso de la
comunidad de Willoq del Tayta Ciprián, hubo el alcaldevara, síntesis de la forma
de gobierno tradicional y moderna. Actualmente en las comunidades más
apartadas, el pueblo tiene voz y voto. Los comuneros discuten sobre sus
necesidades, luego definen por voto, la decisión que tomarán; a esto se llama
"Kamanchinakuy" (convenir, acordar) y aquí vuelve a aparecer una vez más el
concepto "Kamay". Es posible que no exista comunidad en los Andes donde
primero no se haya discutido la conveniencia de tal o cual acuerdo; finalmente
los acuerdos tienen fuerza de ley, podemos decir que son muy democráticos,
porque las decisiones se cumplen sin excepción.

Las municipalidades en el virreinato del Perú

Antes de conquistar América, los españoles ya habían logrado importantes


avances en el gobierno de sus ciudades, tales como: igualdad ante la ley,
inviolabilidad del domicilio, garantías procesales, participación en la cosa
pública, derecho de los vecinos a elegir libremente a los magistrados concejales
y la responsabilidad política de los funcionarios municipales; al llegar a estas
tierras reprodujeron dichas instituciones de gobierno local. Desde los primeros
años de la Colonia, el gobierno local o ayuntamiento se ejerció a través de los
cabildos, pero bajo la tutela de la autoridad virreinal. Hubo momentos en que el
Cabildo llegó a tener gran importancia porque alcanzó a desarrollar funciones de
gobierno y administración de justicia. Hasta el siglo XVII el régimen municipal se
caracterizó por el predominio de los peninsulares en el control del ayuntamiento.
Posteriormente, esta institución democrática empezó a declinar sobre todo a
partir de la decisión de vender los cargos en lugar de la elección tradicional. De
fines del siglo XVII a mediados del siglo XVIII, surgió en América una especie de
gobierno local mestizo, ya que los criollos empezaron a interesarse por la
política. A comienzos del siglo XIX España fue invadida por las tropas
napoleónicas y la monarquía borbónica fue desplazada. En la península los
cabildos fueron los primeros en rebelarse contra el monarca usurpador hasta que
finalmente lograron expulsarlo. Este proceso también repercutió en América,
puesto que los cabildos locales repudiaron al invasor francés. Cinco años antes
de la Revolución Francesa, en 1784, el Virreinato del Perú intentó un proceso de
modernización administrativa y asumió el sistema de Intendencias que, en cierta
medida, revitalizó la alicaída institución del Cabildo. En 1812, con la
promulgación de la Constitución de Cádiz se refundaron los Municipios y optaron,
una vez más, por la elección de las autoridades. Bajo el influjo de la Revolución
Francesa se activa la participación de los criollos en la política local y los cabildos
tuvieron un papel importante en los movimientos precursores de la
independencia. En las comunidades locales fue donde se incubaron la
democracia y la libertad de América.

Las municipalidades en la república

Las acciones patrióticas y los pronunciamientos libertarios en los años previos a


la independencia se originaron en los cabildos. La independencia del Perú se
decide formalmente no por la huida del virrey sino por una histórica sesión de
cabildo en la ciudad, el 15 de julio de 1821, que vota por ella. Sólo después de
conocido el pronunciamiento de los pobladores representados en dicha sesión,
el Libertador hizo su ingreso a la capital y juró la Independencia dos semanas
después. El período republicano no fue generoso con las municipalidades, aun
cuando en casi todas las Constituciones, empezando por Estatuto Provisional
del Protectorado de 1821, se hicieron referencias elogiosas a ellas. La historia
demuestra que en el Siglo XIX perdieron atribuciones y autonomía a pesar de
las Leyes Orgánicas promulgadas. Es decir, que en la medida que el Perú se
modernizaba, se creaban nuevas instituciones y se hacía más eficaz la
ocupación del territorio, el papel del municipio tendía a disminuir. El fuero edil fue
suspendido por las reformas bolivarianas y posteriormente fue restablecido en la
Constitución de 1828. Seis años, después se promulgó una nueva Constitución
que persistió en la tendencia reductiva de las funciones municipales. En 1856,
una vez más, se restableció en parte el fuero de los gobiernos locales. En la
llamada República Aristocrática, entre 1825 y 1919, se reorganizó tímidamente
la institución municipal. En 1892, se promulgó una Ley Orgánica, que
increíblemente, se mantuvo vigente hasta 1984.

Las municipalidades en el siglo xx

En 1920 se suspendió la elección de los cargos municipales. Se decidió que el


Ministerio de Gobierno, actualmente del Interior, nombrara a alcaldes y
regidores. Tuvieron que pasar cuarenta y tres años para que en el primer
gobierno de Fernando Belaúnde Terry (1963), se volviera a elegir
democráticamente a las autoridades locales. Posteriormente, durante el
gobierno militar (1968-1980), se retornó a la designación de los alcaldes por
decisión de la autoridad política ("dedocracia"). Al recuperarse la democracia en
1980 se reinició la elección de alcaldes y regidores en el segundo gobierno del
presidente Belaúnde Terry, al igual que en 1963, los gobiernos locales rurales
tuvieron que pasar por tres etapas muy marcadas:

En la primera, la gestión en los concejos dependía estrictamente de las


haciendas hasta fines de la década del 60 del siglo XX; la prosperidad de los
terratenientes provenía no sólo del dominio que ejercían sobre la tierra y los
turnos de agua, sino también del control político que poseían sobre los gobiernos
locales. Por eso, difícilmente los propietarios de las haciendas se dejaban
disputar el gobierno local. La segunda etapa, entre 1970 y 1980 con la Reforma
Agraria, comprendió un vacío de poder local anteriormente ocupado por los
hacendados, debido a la restricción que sufrieron elementales instituciones
democráticas, tales como el derecho a elegir al gobernante, al parlamento y a
los Concejos Municipales. Ayudó ese vació de poder el tránsito hacia la
consolidación de una nueva estructura productiva en reemplazo de la hacienda.
Durante esa etapa, la reforma agraria fue creando nuevas condiciones que
estimularon la vida política en cooperativas agrarias y comunidades campesinas.
Pero durante este proceso el gobierno local en las áreas rurales quedó
relativamente rezagado en la dinámica política local. Alcaldes nombrados desde
Lima respondieron más bien al manejo del gobierno central y difícilmente se
identificaban con las perspectivas y los problemas campesinos y locales. La
tercera etapa, se inicia en 1981 luego de la primera elección de alcaldes y
regidores. Sin haciendas, el espacio político local fue otro, tal vez aún muy
imperfecto, pero con un caudal electoral que brota del pueblo. Si bien se abrieron
mecanismos de participación, la población rural no encontró del todo el nexo con
el gobierno local. Fue con la Constitución Política de 1979 que se dio un salto
cualitativo respecto al tratamiento de las municipalidades ya que, aparte de
considerarlas como órganos de Gobierno Local con autonomía económica y
administrativa, señaló que la administración municipal se ejerce por los concejos
municipales, que los alcaldes y regidores son elegidos mediante sufragio directo
de los vecinos, estableció claramente las competencias municipales haciendo
mención de las rentas y bienes municipales con la facultad de administrarlos,
promovió la participación de los vecinos en el desarrollo comunal y estableció un
régimen especial para la ciudad capital de la república. El año 1981 se promulgó
la Ley Orgánica de Municipalidades - Decreto Legislativo Nº 051, desarrollando
los mecanismos que la Constitución de 1979 establecía; reafirmó la autonomía
económica y administrativa en los asuntos de su competencia motivando la
descentralización y modernización. Su vigencia fue breve y recibió muchas
críticas por cuanto fortalecía la administración gerencial en desmedro de la
institución municipal como gobierno local. En 1984, se promulgó una nueva Ley
Orgánica de Municipalidades - Ley Nº 23853 que fue objeto de numerosas
modificaciones posteriores. Puso énfasis en el aspecto político del municipio, en
la capacidad gubernativa y en sus peculiares intereses y atribuciones
arremetiendo contra el centralismo del Estado; permitió la participación
democrática del pueblo no sólo mediante la elección de sus autoridades sino
también mediante la institucionalización de la participación ciudadana.

2) Marco Jurídico: Revisión y comparación de la legislación nacional y


la legislación latinoamericana elegida de la institución jurídica
elegida. (5 puntos)
Ley orgánica de municipalidades ley N° 27972

El 27 de mayo del 2003 se publicó en el diario oficial El Peruano la nueva Ley


Orgánica de Municipalidades - 2797, producto de un largo proceso de discusión
que involucró más activamente a una serie de instituciones y algunos sectores
públicos y privados que a la mayoría de Congresistas y alcaldes del país. Tal
situación puso de manifiesto que las municipalidades y su acción en las
localidades son percibidas por sectores de la sociedad y del Estado como una
instancia esencial para la mejora en las condiciones de vida de los peruanos y
como un factor clave del fortalecimiento de un régimen democrático. A la vez,
esa desatención de un importante sector del Congreso, hizo evidente, dentro del
proceso de descentralización del país, cuáles eran a finales del 2002 las
prioridades de los actores políticos, al concentrarse esencialmente en el tema
regional, desatendiendo el espacio local y, de ese modo, descuidando a actores
que a lo largo de las dos últimas décadas pugnaron por avanzar en la
descentralización. La ley ha sido criticada por distintas debilidades que contiene,
particularmente en lo que respecta a la ausencia de un modelo de municipalidad
a la que se aspira llegar como parte del proceso de descentralización, así como
por la diversidad de competencias poco articuladas y particularmente
concentradas en el ámbito distrital, en desmedro del provincial. Sin embargo, a
pesar de ello, pone de manifiesto el cierre de un ciclo caracterizado por una
visión de lo municipal identificada con la provisión de los servicios urbanos y el
paso a la legitimación, con muchas falencias, de otra perspectiva caracterizada
por el involucramiento municipal en la promoción del desarrollo local (urbano y
rural), a través de la planificación, la gestión participativa y concertada,
anunciando aun tímidamente la necesidad de considerar la diversidad municipal
existente en el país.

comparación de la legislación nacional y la legislación latinoamericana de


la institución jurídica elegida:

El propósito del presente trabajo es identificar las fortalezas y las debilidades de


la legislación en los países Latinoamericanos en materia de Régimen Local.
Para lograr este objetivo, se analiza y compara el contenido de los preceptos
jurídicos que regulan la vida institucional de los municipios en los países
latinoamericanos.

De la legislación analizada se desprende que:

 En los países latinoamericanos, existe una ley o código que regulan la


vida municipal.
 En el caso de Cuba, existe un Reglamento de las Asambleas Municipales
del Poder Popular.
 Con respecto a México, Brasil y Argentina, por tratarse de naciones con
un sistema Federal, no existe una ley única de Municipios, sino que cada
Estado o Departamento tiene su propia legislación.
 Llama la atención el caso de Venezuela que, siendo un país con sistema
federal, cuenta con una Ley Orgánica del Poder Público Municipal.
Análisis Comparativo: Reconocimiento del municipio como organismo
autónomo, integrante político del “Estado”.
Todos los países de la región, reconocen al municipio como entidad jurídico
política, que forma parte del estado nacional. En el caso de los países Federales
como son Argentina, Brasil y México, dejan a los estados o provincias el
establecimiento de las bases generales de organización y funcionamiento.
Venezuela, no obstante ser un país federal, cuenta con una Ley Orgánica del
Poder Público Municipal.

En todos los casos la autoridad local se elige mediante sufragio directo, con
excepción de Cuba, en donde el presidente y vice presidente son nombrados por
los delegados a la asamblea Municipal del Poder Popular.

El periodo de gobierno varia de 2.5 años en Cuba hasta cinco años en Bolivia,
Panamá y Paraguay. Únicamente cuatro países no permiten la reelección.

Sustento legal de la Autonomía:

En la legislación primaria de los países de la región reconocen el principio de


Autonomía de los Gobiernos Locales, con excepción de Costa Rica, Cuba,
México y Uruguay, que no incluyen este concepto en la Constitución y la
legislación básica. En el caso de México no se utiliza la palabra Autonomía, sino
“libertad”.

Alcance de la Autonomía:

La mayoría de los países de Latino-América establecen en su Constitución o


legislación primaria el principio de Autonomía, sin embargo, no en todos los
casos se expresa el mismo significado.

Con base en los alcances jurídicos de lo que representa este principio


establecidos en la legislación primaria, podemos agrupar a los países
latinoamericanos en tres categorías:

1) Autonomía en sentido amplio: se establecen atribuciones que les


reconoce como poderes públicos, con capacidad para que se auto
determinen en todos sus asuntos: Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, El
Salvador, Paraguay, Perú y Venezuela.
2) Facultades y competencias que se enmarcan dentro del principio de
autodeterminación: Chile, Colombia, Guatemala, México, Honduras,
Nicaragua.
3) Facultades y atribuciones mayoritariamente en el ámbito administrativo:
Costa Rica, Cuba, Haití, Panamá, República Dominicana y Uruguay.
Autonomía Hacendaria:

Es sin duda la Autonomía Hacendaria el tema más sensible en cuanto a la


descentralización. Es aquí donde se expresan los mayores contrastes y
tensiones entre los ámbitos de gobierno central y local entre centralización y
descentralización.

Para ilustrar esta aseveración, podemos citar lo siguiente:

La totalidad de los latinomericanos reconocen la autonomía de los gobiernos


locales para el manejo de su hacienda, para elaborar sus propios presupuestos,
y su facultad para recaudar impuestos; pero sólo 7 de ellos: Argentina, Brasil.
Ecuador, El Salvador, Perú, República Dominicana y Venezuela, otorgan
potestad tributaria (facultad para crear impuestos).

La totalidad de países realizan transferencias a los gobiernos locales, pero


ninguno asienta en la Constitución el derecho de los gobiernos locales a
participar en la definición de criterios y montos de las transferencias; esta
facultad está reservada para el Congreso Nacional.

Autonomía Administrativa y competencias municipales:

La mayoría de los países, con excepción de Haití y Uruguay, otorgan autonomía


al municipio para organizar su administración, crear dependencias municipales
y contratar personal de acuerdo a sus necesidades y presupuesto.

En cuanto a las competencias municipales, salvo Cuba y Haití, el resto de los


países las establecen para la prestación de servicios públicos básicos; no
obstante, el listado de competencias adicionales es amplio, diverso y complejo,
llegando incluso a ser excesivo en relación a la propia capacidad de la mayoría
de municipios en la región. Es decir, no se establece una relación entre
capacidades, recursos disponibles y competencia, dando por resultado, en
muchos casos, una baja calidad en la prestación del servicio (Solo en el caso de
Paraguay se establece que la municipalidad no está obligada a prestar servicios,
en tanto no se transfieran los recursos).
3) Casuística: Revisión y comentario comparativo entre una sentencia
nacional y otra latinoamericana sobre la institución jurídica elegida.
(5 puntos)
Contexto histórico-político de la sentencia peruana:

Es pertinente, para los fines de este análisis jurisprudencial, situar en contexto


con precisión la facultad de los gobiernos municipales (provinciales y distritales)
en materia tributaria. Así, mediante Ley N° 28390 (del 17 de noviembre de 2004)
se integra el segundo párrafo del artículo 74° de nuestro actual texto
constitucional que otorga potestad tributaria originaria a las municipalidades y
gobiernos regionales, específicamente en materia de contribuciones y tasas. Es
en esta línea que las municipalidades, en uso de tales atribuciones, inician una
labor de legislador en las materias ya mencionadas. Ello no ha pasado
desapercibido para el Tribunal Constitucional. Así, su jurisprudencia ha
establecido que «La libertad que la Constitución ha otorgado al legislador para
la determinación de la potestad tributaria municipal, se encuentra, a su vez,
limitada ahí donde la Constitución lo ha establecido bajo pena de invalidez; es
decir, cuando se trate de preservar bienes constitucionalmente garantizados.
Ello, en doctrina, es lo que se conoce como límites inmanentes (límites a los
límites). En tal virtud, la regulación legal de la potestad normativa tributaria
municipal debe sujetarse al respeto de los principios constitucionales tributarios,
así como a la garantía institucional de la autonomía política, económica y
administrativa que los gobiernos locales tienen en los asuntos de su
competencia» (STC N° 0053-2004-AI/TC).

En el presente caso se discutió la constitucionalidad de una serie de ordenanzas


municipales (N° 033-MDSL, N° 035-2005-MDSL, N° 052-MDSL y N° 056-MDSL)
en materia de arbitrios municipales expedidos por el distrito de San Luis (Lima).
Específicamente se manifestaba que no se había respetado los criterios
dispuestos por el Tribunal Constitucional (STC N° 0041-2004- AI/TC y N° 0053-
2004-AI/TC, lineamientos en materia de arbitrios de los distritos de Miraflores y
San Isidro, respectivamente), motivo por el cual se habían vulnerado los
principios de legalidad, de autoridad de cosa juzgada, de no confiscatoriedad y
capacidad contributiva establecidos como marco constitucional tributario.
Así, con respecto a la Ordenanza N° 033-MDSL (que regula los arbitrios de los
años 2002, 2003, 2004 y 2005) los demandantes sostenían que dicha ordenanza
es inconstitucional debido a que, si bien se hizo mención a los criterios
establecidos en las referidas sentencias del Tribunal Constitucional, en realidad,
de los informes técnicos se apreciaba que no se cumplían todos los parámetros
establecidos en dichos pronunciamientos. Señalaban, asimismo, que, mediante
la sentencia del Tribunal Constitucional, recaída en el Exp. N° 0012- 2005-AI/TC,
se declaró la inconstitucionalidad de las ordenanzas que determinaban los
arbitrios de los años 1998 a 2003, y se declaró la constitucionalidad de la
Ordenanza N° 016-2004-MDSL que regulaba los arbitrios del año 2004; sin
embargo, al dictarse la Ordenanza N° 033-MDSL, no se tomó en cuenta dicha
decisión, vulnerándose con ello el principio de cosa juzgada y seguridad jurídica.

En relación con las Ordenanzas núms.035-MDSL (que regula los arbitrios del
año 2006), 052-MDSL y 056-MDSL (que regula los arbitrios del año 2007)
refirieron que fueron dictadas sin tenerse presente de manera íntegra las
sentencias del Tribunal Constitucional, ya que la Municipalidad no había optado
por utilizar una fórmula que logre mejor equilibrio en la repartición de los arbitrios.
En tal sentido, indicaban que los informes técnicos no se ajustaban a la realidad,
denotándose incrementos de más del 200 %. Sobre la determinación de los
arbitrios del año 2007 manifestaban que «no se está cobrando por vivienda y/o
predio, sino por el número de puertas que tiene cada vivienda a los cuales
denomina anexos y a cada una se le multiplica por los metros que da a las calles,
los pisos del inmueble».

Alegaban los demandantes que en algunos casos los arbitrios se han


incrementado en 400 %, no habiendo ocurrido ello con el costo de vida o con el
índice de consumo. Indicaban finalmente que en el fondo estaban cuestionando
los criterios utilizados para la determinación de la distribución del costo de los
servicios municipales, los que están contenidos en los artículos 7°, 8°, 9° y 16°
de la Ordenanza N° 033-MDSL, los artículos 8°, 9°, 10° y 11° de la Ordenanza
N° 035-2005-MDSL y los artículos 8°, 9°, 10° y 12° de las Ordenanzas núms.
052-MDSL y 056-MDSL.
Análisis:

Potestad tributaria de los gobiernos locales: La jurisprudencia ha creído


conveniente desarrollar y destacar el marco constitucional de la potestad
tributaria de los gobiernos locales, considerando los artículos 74° y 195°, inciso
4, de la Constitución. Asimismo, se señala que la Carta Magna ha dispuesto que
sea por ley como se desarrollen las reglas de contenido material o de producción
jurídica que sirvan para determinar la validez o invalidez de las normas
municipales que crean tributos.

Finalmente, se precisa que la regulación legal de la potestad normativa tributaria


municipal debe sujetarse al respeto a los principios constitucionales tributarios
de reserva de ley, igualdad, no confiscatoriedad y capacidad contributiva,
desarrollados por la jurisprudencia constitucional, así como también a la garantía
institucional de la autonomía política, económica y administrativa que los
gobiernos locales tienen en los asuntos de su competencia.

Requisitos para la validez y vigencia de las ordenanzas que crean arbitrios:


Sobre los requisitos para la validez y vigencia, así como el momento en que la
ordenanza que crea arbitrios puede ser exigida a terceros, se reiteran las
conclusiones expuestas en los fundamentos 15 al 27 de la STC N° 0041-2004-
AI/TC: a) La ratificación es un requisito esencial para la validez de la ordenanza
que crea arbitrios; b) La publicación del Acuerdo de Concejo Provincial que
ratifica, es un requisito para su vigencia; c) El plazo del artículo 69°-A de la Ley
de Tributación Municipal, es el plazo razonable para la ratificación y publicación
del Acuerdo de Concejo que ratifica la ordenanza; d) Solo a partir del día
siguiente de la publicación de dicho acuerdo dentro del plazo, la municipalidad
distrital se encuentra legitimada para cobrar arbitrios; e) En caso que no se haya
cumplido con ratificar (requisito de validez) y publicar (requisito de vigencia) una
ordenanza dentro del plazo previsto, corresponde la aplicación del artículo 69°-
B de la Ley de Tributación Municipal; en consecuencia, el arbitrio se cobrará en
base a la ordenanza válida y vigente del año fiscal anterior reajustada con el
índice de precios al consumidor y; e) Si la norma del año anterior no cuenta con
los requisitos de validez y vigencia, deberá retrotraerse hasta encontrar una
norma que reúna tales requisitos y sirva de base de cálculo.
Criterios para la distribución de costos de arbitrios: Se expone algunos
criterios objetivos y de observancia básica para una mejor distribución del costo
del arbitrio. En ese sentido, en el caso del arbitrio por limpieza pública, que
involucra un conjunto de actividades, como por ejemplo servicios de recolección
y transporte de residuos, barrido y lavado de calles, relleno sanitario, etc., los
criterios de distribución deberán adecuarse a la naturaleza de cada rubro. Para
el arbitrio por mantenimiento de parques y jardines lo determinante para medir la
mayor intensidad de disfrute del servicio será el criterio ubicación del predio, es
decir, la medición del servicio según la mayor cercanía a áreas verdes. En el
servicio de serenazgo es razonable utilizar los criterios de ubicación y uso del
predio, por cuanto su uso se intensifica en zonas de mayor peligrosidad.

Capacidad contributiva en materia tributaria:

Para que el principio de capacidad contributiva como principio tributario sea


exigible, no es indispensable que se encuentre expresamente consagrado en el
artículo 74° de la Constitución, pues su fundamento y rango constitucional es
implícito en la medida que constituye la base para la determinación de la cantidad
individual con que cada sujeto puede/debe en mayor o menor medida, contribuir
a financiar el gasto público La capacidad contributiva en tanto principio que
justifica el cobro de tributos, se asocia con mayor frecuencia al caso de los
impuestos y menos a otras figuras tributarias.

Principio de no confiscatoriedad:

Se transgrede el principio de no confiscatoriedad de los tributos cada vez que un


tributo excede el límite que razonablemente puede admitirse como justificado en
un régimen en el que se ha garantizado constitucionalmente el derecho subjetivo
a la propiedad. En términos generales, la evaluación de confiscatoriedad en el
caso de arbitrios, se manifiesta por la determinación del monto global del arbitrio
sobre la base de montos sobrevaluados o, en el caso de montos no justificados,
por la falta del informe técnico financiero que demuestre la determinación de
costos. En cada caso concreto, el contribuyente deberá acreditar lo que alega
mediante los documentos mínimos indispensables; sin embargo, será la
Municipalidad quien asuma el mayor peso de la carga probatoria, debiendo ser
ella quien demuestre la razonabilidad entre el costo del servicio y el monto
exigido al contribuyente en cada caso específico.

Jurisprudencia del Tribunal Constitucional de Bolivia

Sala Plena SENTENCIA No 032/1997 del 18 de febrero de 1997

200103-Sala Plena-1-032

Proceso de inconstitucionalidad o de inaplicabilidad de la Ordenanza Municipal


N° 1918/97 de 18 de febrero de 1997

Cámara Hotelera de Cochabamba c/ H. Alcaldía Municipal de Cochabamba

SENTENCIA

Pronunciada dentro de la demanda de inconstitucionalidad por inaplicabilidad de


ordenanza municipal, interpuesta por la Cámara Hotelera de Cochabamba,
representada por Isaac Jordán Unzueta, en contra de la H. Alcaldía Municipal de
Cochabamba.

VISTOS EN SALA PLENA: La demanda de fs. 10-11, citación del H. Alcalde


Municipal de Cochabamba a fs. 22, declaratoria de rebeldía de fs. 29,
cancelación de multa por rebeldía de fs. 46 a 49, solicitud de nulidad de citación
de fs. 58 a 59, dictamen de fs. 88 a 89; y

CONSIDERANDO: Que Isaac Jordán Unzueta en representación de la Cámara


Hotelera de Cochabamba, acompañando el Poder Notarial N° 63/98 de fs. 7,
interpone demanda de inconstitucionalidad por inaplicabilidad de la Ordenanza
Municipal N° 1918/97 de 18 de febrero de 1997, dirigiendo su acción contra la
Honorable Alcaldía Municipal de Cochabamba, representada por el H. Alcalde
Municipal Cap. Manfred Reyes Villa Blanco. Argumenta que la L. N° 843
conocida como Ley de Reforma Tributaria, puso fin a la profusión de
disposiciones en materia impositiva que constituían un verdadero caos y
anarquía, unificando los tributos nacionales y la coparticipación para los
municipios.

Que el art. 37 de la L. N° 843 dispone que son sujetos del impuesto, todas las
empresas tanto públicas y privadas, entre las que se encuentra la institución que
representa, con la obligación de cancelar los impuestos al valor agregado (IVA)
y el impuesto a las transacciones (IT). Que el art. 95 de la precitada ley ha
derogado las disposiciones legales relativas a los impuestos y/o contribuciones
creadas por los municipios y aprobadas por el H. Senado Nacional, cuyos hechos
imponibles sean análogos a los tributos creados por los Títulos I al VII de esta
ley, por lo que determina que en el futuro las municipalidades no aplicarán a
gravámenes cuyos hechos imponibles sean análogos a los creados por esta ley
y que son objeto de coparticipación.

Que la H. Alcaldía Municipal de Cochabamba ha emitido la ordenanza municipal


impugnada con la que pretende cobrar doble tributación atentando el espíritu
mismo de la L. N° 843, cobrando patentes de funcionamiento conforme al valor
del inmueble; es decir, por metros cuadrados construidos, sufriendo elevación
constante cada año. Que ante la doble tributación que quiere imponer esa
Comuna, interpone demanda de inaplicabilidad por inconstitucionalidad de la
Ordenanza Municipal N° 1918/97 de 18 de febrero de 1997, pidiendo se declare
probada su demanda e inaplicable la referida ordenanza respecto a la patente
de funcionamiento.

CONSIDERANDO: Que admitida la demanda por proveído de fs. 14, se corre en


traslado al Cap. Manfred Reyes Villa Blanco, H. Alcalde Municipal de
Cochabamba, quien no obstante su legal citación a fs. 22, no contestó dentro del
término que para el efecto prevé el art. 345 del Cód. Pdto. Civ., lo que motiva se
lo declare rebelde a fs. 29 de obrados.

Purgada la rebeldía, a fs. 47, Roberto Jorge Berdecio Laguna se presenta en


representación del H. Alcalde Municipal de Cochabamba, observa la personería
del demandante y en forma extemporánea contesta la demanda. Argumenta la
atribución que tiene el Municipio para establecer tasas y patentes municipales
conforme lo dispone la C.P.E. en su art. 201 y art. 96 de la Ley Orgánica de
Municipalidades y, finalmente, que el pago de la patente municipal es deducible
del impuesto a la utilidad de las empresas, no siendo un tributo ajeno al sistema
tributario nacional conforme lo dispone el art. 14 del D.S. N° 24051 de 29 de junio
de 1995.

Posteriormente, a fs. 58, Roberto Jorge Berdecio Laguna pide se declare nula la
citación de la H. Alcaldía Municipal de Cochabamba, y se ordene la reposición
de obrados, hasta que se libre una nueva provisión citatoria en atención a que la
demanda está dirigida contra Manfred Reyes Villa Blanco y no Bacigalupi.

Que a fs. 88-89, el Fiscal General de la República dictamina en sentido que se


anule obrados hasta que se presente la demanda cumpliendo los requisitos
previstos por los arts. 58, 327 y 329 del Pdto. Civ., en razón de no haber
acreditado el demandante la existencia legal de la Cámara Hotelera de
Cochabamba, y además por estar dirigida la demanda contra el Cap. Manfred
Reyes Villa Blanco, persona diferente de Manfred Reyes Villa Bacigalupi.

CONSIDERANDO: Que solicitada la nulidad de obrados tanto por el demandado


como dictaminado así por el Ministerio Público, al estar dirigida la demanda con
error de apellido materno del personero legal de la alcaldía demandada, debe
tenerse en cuenta que el art. 129-I del Cód. Pdto. Civ., establece que toda
nulidad por falta de forma en la citación quedará cubierta si no es reclamada
antes o a tiempo de la contestación, sentenciando a continuación: "la parte que
sin ser citada legalmente hubiere contestado la demanda no podrá acusar falta
ni nulidad

de la citación". Significa entonces, que después de contestada la demanda no


puede haber lugar a reclamo alguno por falta de forma en la citación.

En el presente caso, la demanda no ha sido interpuesta contra Manfred Reyes


Villa como persona particular, sino contra una persona jurídica, como es la H.
Alcaldía Municipal de Cochabamba, representada por quien, a la fecha de su
interposición fungía como alcalde municipal. A ello debe sumarse el hecho que
la Comuna a tiempo de responder extemporáneamente a la demanda, no realizó
ningún reclamo relativo al error en el nombre del H. Alcalde Municipal de
Cochabamba, habiendo precluido su derecho de reclamación, conforme lo
previene el precitado art. 129-II del Cód. Pdto. Civ.

Que en virtud del principio de especificidad previsto por el art. 251-I del igual
cuerpo legal, ningún trámite será declarado nulo si la nulidad no estuviere
previamente establecida en la ley. En el caso de autos, como se tiene explicado,
no existe motivo alguno que provoque una nulidad.
CONSIDERANDO: Que ingresando a considerar el fondo de la demanda, ésta
se basa esencialmente en el hecho que el art. 95 de la Ley 843 de 20 de mayo
de 1986, ha derogado los impuestos y contribuciones creados por los Municipios
y aprobados por el H. Senado Nacional que sean análogos a los tributos
contemplados en el Título I al VII de la precitada Ley de Reforma Tributaria y
que, la Patente de Funcionamiento que se impone sobre los hoteles, constituye
una doble tributación, concretamente con relación al I.VA. e I.T., afirmaciones
que deben ser analizadas a la luz de la normativa vigente, siendo ésta la
siguiente:

1.- La L. N° 843, denominada de "Reforma Tributaria", vigente desde el 20 de


mayo de 1985, dispone en el art. 95: "Deróganse las disposiciones legales
relativas a los impuestos y/o contribuciones, creadas por los Municipios y
aprobadas por el H. Senado Nacional, cuyos hechos imponibles sean análogos
a los tributos creados en los Títulos I al VII de esta Ley con excepción de los
tributos municipales señalados en los arts. 63 y 68".

En el futuro, las Municipalidades no aplicarán gravámenes cuyos hechos


imponibles sean análogos a los creados por esta ley y que son objeto de
coparticipación, con la excepción señalada en el párrafo anterior.

Como consecuencia de lo dispuesto en los párrafos precedentes, quedan


derogados o modificados según se indica a continuación, los siguientes artículos
de la Ley Orgánica de Municipalidades:

Art. 95 (de la Ley Orgánica de Municipalidades).- A objeto de establecer una


delimitación del dominio tributario entre el Gobierno Central y los Gobiernos
Municipales se señalan los siguientes criterios básicos:

1.- Dominio tributario exclusivo.

Conforme la Constitución Política del Estado, se reconoce a los Gobiernos


Municipales la facultad de imponer, dentro de su jurisdicción patentes".

2.- La Patente Municipal de Funcionamiento tiene origen constitucional y es


anterior a la L. N° 843, ya se hallaba legislada en la Constitución Política de
Estado vigente desde 1967, cuyo art. 201 señalaba: "Art. 201.- Son atribuciones
de los Concejos Municipales: 3° Considerar las ordenanzas municipales de
patentes e impuestos, previo dictamen técnico del Ministerio de Hacienda."

Posteriormente la actual Constitución Política del Estado, vigente desde el 6 de


febrero de 1995, en el art. 201 señala: "El Concejo Municipal tiene potestad
normativa y fiscalizadora. Los Gobiernos Municipales no podrán establecer
tributos que no sean tasas y patentes, cuya creación requiere aprobación previa
de la Cámara de Senadores basada en un dictamen técnico del Poder
Ejecutivo...", y el art. 66 de la misma, al referirse a las atribuciones de la Cámara
de Senadores, señala: "Son atribuciones de esta Cámara: 4. Aprobar las
ordenanzas municipales relativas a patentes e impuestos".

Consiguientemente, la Ordenanza Municipal de Tasas y Patentes Municipales


N° 1819, formalmente aprobada por el Senado el 18 de Diciembre de 1996, sólo
reglamenta y actualiza las tarifas máximas de la Patente de Funcionamiento
sobre tributos que ya existían antes de la vigencia de la L. N° 843, que estaban
previstos en la Constitución Política del Estado de 1967 y lo están en la
Constitución Política del Estado vigente desde 1995; por tanto, no son tributos
creados con posterioridad a la L. N° 843, ni son inconstitucionales.

3.- Con referencia a la existencia de "Doble Tributación referida a la actividad


económica", inicialmente corresponde advertir que éste es un tema
doctrinalmente tratado por el Derecho Tributario Internacional bajo el nombre de
"Doble Imposición" y se produce por la existencia de dos potestades tributarias
sobre la renta y sobre el patrimonio, con relación al domicilio o la residencia por
un lado y la fuente de la producción de la riqueza por otro; pero acertadamente
José Vicente Troya Jaramillo, en su libro "Derecho Tributario Internacional",
advierte que: "La simple coexistencia de las potestades tributarias de los
diferentes Estados, no es suficiente para que surja la doble imposición. Es
además necesario que se produzca conflicto entre ellas...", consecuentemente
se define la Doble Imposición: "Como el hecho según el cual las mismas
personas, bienes, hechos o actos son gravados dos o más veces por el
acaecimiento del mismo hecho generador imponible, en el mismo período de
tiempo, por parte de diferentes sujetos activos con potestad tributaria". Esta es
una definición, pero no una prohibición a nivel internacional, para evitarla, los
Estados firman "Convenios para evitar la Doble Imposición en materia de
Impuestos sobre la Renta y el Patrimonio"; estos son convenios bilaterales,
puesto que no existen tratados supranacionales al respecto, y el objeto de estos
convenios no inhibe la doble imposición por el ejercicio de actividades
económicas.

En el ámbito interno o nacional, la doble imposición, en general -no sólo sobre


renta y patrimonio- no está definida ni prohibida constitucionalmente, obviamente
porque existe un único poder de imperium del Estado Boliviano que se extiende
sobre todo el territorio; la vigente Constitución Política del Estado crea la
Potestad Tributaria Municipal, pero derivada y limitada por el principio de reserva
de ley, que obliga la intervención del Poder Legislativo sobre la autonomía
municipal, además sobre esta potestad derivada existe una prohibición parcial,
la contenida en el art. 95 de la L. Nº 843 de 20 de mayo de 1986. Sin embargo,
por la exigencia del presente caso concreto demandado, corresponde determinar
si existe conflicto entre la cuestionada patente de funcionamiento con los tributos
nacionales I.V.A. e I.T., ampliándose el análisis al I.U.E., por ser posterior su
incorporación a la Reforma Tributaria, este conflicto -de existir- debería ser
respecto a la existencia de doble imposición sobre las mismas personas, bienes,
hechos o actos por el acaecimiento del mismo hecho generador o imponible, en
el mismo período de tiempo, veamos:

El Impuesto al Valor Agregado (I.V.A.), cuyo objeto recae sobre las ventas y
servicios en general, es un impuesto indirecto, por tanto se encuentra
incorporado en el precio de bienes y servicios; consecuentemente, no lo paga el
sujeto pasivo (Hoteles), sino el contribuyente del hecho, a quien se traslada
efectivamente la carga tributaria, por tanto no existe ninguna posibilidad de Doble
Imposición, menos con relación a la patente de funcionamiento.

El Impuesto a las Transacciones (I.T.), cuyo objeto recae sobre el ejercicio en el


territorio nacional del comercio, industria, profesión, oficio, negocio, alquiler de
bienes, obras o servicios o de cualquier otra actividad -lucrativa o no- cualquiera
sea la naturaleza del sujeto que la preste, es un impuesto directo pero el hecho
generador de este impuesto no es el ejercicio de dichas actividades, sino como
establece el art. 74 de la L. Nº 843, éste se configura cuando se devengan
ingresos brutos por dichas actividades, por ello la base de cálculo de este tributo
es: Ingreso bruto igual a tasa sobre dicho ingreso. La patente, definida en la Ley
Orgánica de Municipalidades como: "... tributos cuya obligación periódica tiene
como hecho generador la realización de la Actividad Económica en general
dentro de la jurisdicción municipal", acá el hecho generador es la actividad
económica, se configura haya o no ingresos, por ello la base de cálculo de este
tributo es: valor predeterminado por el Municipio sobre la superficie y zona en
que se realiza la actividad. Por tanto, siendo el hecho generador distinto no existe
doble imposición.

4) Conclusiones (5 puntos)
 La historia política del municipio debe entenderse y ser comprendida
como movimiento político social que ha reivindicado la autonomía
municipal en muy distintos momentos.
 Desde siempre ha existido una constante tensión entre centralización y
descentralización, misma que se expresa de diferente manera en la
legislación del régimen local en América Latina.
 Por otro lado, se han incrementado de manera considerable las facultades
y atribuciones municipales en materia social, económica y ambiental, sin
embargo, no se ha reflejado en la transferencia de recursos ni en el
desarrollo de capacidades institucionales.
 El objetivo de la libertad municipal debe comprender dos componentes
esenciales: el establecimiento de las bases institucionales del
autogobierno municipal y la reivindicación de las aspiraciones
democráticas de los pueblos y sociedades locales; no obstante en la
legislación del régimen local en América Latina, no existe una relación
directa entre el reconocimiento jurídico de la autonomía y la creación de
espacios institucionales para que los municipios participen con pleno
derecho en las decisiones que les afectan.
 Siendo el municipio, el ámbito de gobierno donde es posible implementar
novedosas formas de participación social, los mecanismos de la
democracia directa en todos los países de la región, son aun limitados,
tratándose en la mayoría de los casos de consulta (referéndum y
plebiscito), derecho de iniciativa y, en muy pocos, la revocación de
mandato.
 El esquema de transferencias y la escaza potestad tributaria de los
municipios, conllevan a un escenario de dependencia económica y, por
ende, política de los gobiernos locales a los gobiernos centrales.
 Aunque la mayoría de leyes nacionales dan facultades para que los
municipios planifiquen el desarrollo y ordenen el desarrollo urbano, los
mecanismos de coordinación metropolitana y planeación regional son
limitados, lo que se traduce en la desarticulación y fragmentación de
planes, políticas y estrategias de desarrollo.
BIBLIOGRAFÍA

 https://www.academia.edu/9102033/Antecedentes_e_Historia_de_las_M
unicipalidades_en_el_Per%C3%BA
 http://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con4_uibd.nsf/A0DD4B018
40D27390525801B00779CCC/$FILE/xvi-estudio-comparativo-leyes-
regimen-aruba-22-sept-2011.pdf
 https://www.tc.gob.pe/wpcontent/uploads/2018/10/descentralizacion_reto
s_perspectivas_18.pdf

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